[Fanfic SasuSaku] Cambios

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Sweet Kisses, 5 Septiembre 2012.

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  1.  
    Sweet Kisses

    Sweet Kisses Iniciado

    Tauro
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    Título:
    [Fanfic SasuSaku] Cambios
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    361
    Autora:Sweet Kisses.
    Género:Romance y Drama.
    Clasificación:Todos los públicos.
    Advertencias:UA y OoC.
    Serie:Naruto Shippuden.
    Pareja:Sasuke Uchiha y Sakura Haruno.
    Resumen:
    Las diferencias aveces no son buenas, y ella misma te lo puede explicar.
    Sakura Haruno es "diferente" de los estereotipos que clasifican en la escuela, pero no por eso quiere dejar de tener amigos. A pesar de las distinciones, ¿logrará encajar en un lugar tan predeterminado?
    —¡Tengo derecho a que me quieran!
    Porque… lo tengo, ¿no?
    Publicaciones: En Mundo SasuSaku, y en Fanficslandia,bajo el mismo nick.
    Advertencia:Los personajes de Naruto/Naruto Shippuden no me pertencen,al igual que su historia.Es una invención de Masashi Kishimoto.Este Fanfiction que van ha leer,sí.

    [Prólogo] Cambios




    ¿De verdad es tan puñetera la vida? Quiero decir; solo por el simple hecho de tener el pelo largo y rosa chicle; lo sé no es un color muy común, pero no puedo hacer nada en contra de la pigmentación capilar, unos ojos grandes y verdes pero que no destacan demasiado debido a mi albina tez, no tener un cuerpo demasiado curvado como las adolescentes de 16 años, y no vestir a la última moda porque mi madre no tiene un sueldo lo suficientemente abundante para comprar ropa de marca. Significa eso ¿qué no puedo tener amigos? ¿qué tengo un poder que me hace invisible? Vaya, que superficial es la gente. Me presento, soy Sakura Haruno; el hazme reír de todo el instituto Konoha Gakuen (Villa de la Hoja).
    Puede que no sea agraciada físicamente hablando pero soy una persona como cualquier otra y ¡tengo derecho a que me quieran! ¿Por qué… lo tengo, no?

    Bueno,ahí dejo la introducción de mi historia.Espero que la disfruten y,gracias por leer.
     
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  2.  
    Inaru Uchiha

    Inaru Uchiha Entusiasta

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    hola , me gusta tu introducción me deja mucho a la imaginación de cómo será esta historia, me gusta de lo que se trata y de la pareja principal, puesto que amo el Sasusaku, bueno sigue así, cuando subas la continuación porfa avísame. Estoy ansiosa por saber que pasara.
    Atte: Inaru♥
     
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  3.  
    Sweet Kisses

    Sweet Kisses Iniciado

    Tauro
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    [Fanfic SasuSaku] Cambios
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    @Inaru:
    ¡Muchas gracias por ese comentario y también el "me gusta" en el capítulo! Me alegro mucho de que te guste tanto la trama de la historia como la pareja que la ocupa.Y por supuesto,te avisaré gustosa.
    @Ann Haruno:
    Querida,de verdad te agradezco que te pases por aquí y más claro que dejes tu opinión. Aunque el comentario haya sido borrado,me sigue importando lo mismo debido a que te has tomado la molestia de hacerlo.Por cierto,para la próxima vez,intenta opinar más y así lograrás que no sea borrado.

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    [Capítulo 1] Cambios


    — ¡Pi! ¡Pi! ¡Pi! ¡Pi! — Ese aterrador sonido que se oía repetidamente para que la persona que plácidamente está durmiendo se despierte y levante, o al menos, haga el intento; estaba comenzando ha accionar. Para mí, ese desagradable pitido no solo indicaba que me tendría que deshacer de mis calentitas sábanas, si no que también significaba otro nuevo día de sufrimiento y aislamiento. En mi opinión todos los días son igual de aburridos: llegar al colegio, meterme en clase, salir al recreo, volver a clase e irme a casa; sin nadie con quien entretenerme y todo esto… ¿por qué? Por mi aspecto físico. Si eres feo/a o gordo/a es como si tuvieses un cartel en la frente que dijese “Repelente, por favor no acercarse demasiado”. Y ya, estoy un poco harta de esa reacción.

    Dejando mis pensamientos de lado, me desperecé y levanté de mi camastro, fui al armario que estaba justo en frente de mi nido, y descolgué de la percha del pomo plateado del guardarropas; un polito blanco con un minúsculo símbolo de una hoja verde en la parte superior izquierda de la prenda, una faldita de cuadros verde oscuro y azul marino que me llegaba como dos dedos por encima de la rodilla, una rebeca del mismo azul de la falda y unas manoletinas verde botella. Después de examinarlo con detenimiento para ver si no tenía manchas o algún tipo de agujero me quité, doblé y guardé debajo de la almohada el pijama rosa palo que había usado esta noche para dormir y me vestí con el uniforme de mi instituto. Luego de esto, me lo acomodé, para después entrar en el baño que estaba justo al lado de mi habitación; me lavé la cara para estar algo más presentable, me recogí el pelo en una cómoda cola alta de caballo, y por último saqué de un pequeño tocador un bote de colonia llamada “Don Algodón” y me la eché por el cuello y ropa; al menos no podrían burlarse sobre mi olor. Luego bajé por unas viejas escaleras de madera hasta la cocina y allí se encontraba mi madre, preparando su desayuno y dispuesta a irse ha trabajar.

    — Hola hija, ¿qué tal has dormido? — me preguntaba dulcemente mi madre, mientras terminaba de tomarse el delicioso café que tenía entre las manos. Ella tiene un corto cabello rojo, con unos bonitos ojos color verde jade, que si destacan por su piel tostada; me encantaría parecerme a ella, aunque fuese solo un poco. Además, Ayame Haruno es una buena cirujana que todos adoran en este poblado.

    — Bien mamá — le contesté con una de mis mejores sonrisas, que sin duda merecía. — ¿Hoy a qué hora vuelves del trabajo? — le cuestioné ya con una tostada en la mano y sirviéndome la leche. Quería saber si esta noche la tendría aquí conmigo.

    — No lo sé Sakura, hoy tengo un paciente bastante grave del corazón, igual tengo que hacer horas extra — como ya he dicho antes mi madre es muy dulce, aunque a veces puede llegar a ser una ingenua. Siempre es ella la que se queda en el hospital por esas horitas de más, no dejando de lado que es la única que lo hace. Pero eso ya es problema suyo, insistí en su momento de que se quedará; no me hizo caso como puedo observar a continuación.

    — Ya sabes lo que opino sobre esto — respondí seca.

    — Lo sé, lo sé. Ya no volverá a ocurrir — contestaba Ayame no muy convencida. En realidad era lo que siempre me decía cuando sacábamos el tema. Después nunca lo cumplía; ella era así. — Por cierto, me tengo que ir ya. Tómate eso rápido, ¿vale? Y cuando vengas del colegio, no olvides recoger un poco tu cuarto y alguna que otra cosa que me haya dejado por medio, ¿vale? — se me acercó y me dio un beso en la mejilla que yo no dudé en corresponder.

    — Adiós mamá, te quiero mucho y sí, limpiaré lo que pueda — una última sonrisa que le dediqué antes de que se marchará.

    — Hasta esta noche hija, yo también te quiero mucho — y con esto termina nuestra despedida. Se gira y sale de la casa.

    He de decir, que por supuesto mi madre no tiene ni idea de mi sufrible vida social y escolar. Si lo supiera, estaría muy preocupada por mí, prefiero dejarlo estar, de momento. Hago como la que todo me va bien aunque todo el mundo menos ella sabemos que no es verdad, si no todo lo contrario; pero no me queda nada más que aguantar, aguantar todo lo que me echen.

    Una vez que terminé mi tostada y le di el sorbo final a la leche, levanté la mirada y observe mi morada; no era muy grande y estaba bastante limpia. Tenía un salón muy acogedor que estaba justo al lado de la pequeña pero amarmolada habitación que teníamos de cocina, en la que en su interior yacían esas escaleras antiguas e inestables que nos llevaban hacia la parte más alta de mi hogar, unos tres cuartos más que formaban la segunda planta; la más cercana a las escaleras era mi dormitorio blanquecino y con toquecitos rosas por toda la pared, este poseía una gran ventana con un banco de madera en sus pies, un cuarto de baño azulado y de dimensiones medianas, que estaba justamente en el centro de las dos habitaciones y por último estaba el apartamento de mi madre, rojo pasión; su color favorito y poco discreto. Reconozco que queda genial con el decorado que tiene Ayame en sus aposentos.

    Cuando quiero darme cuenta y mirar el reloj son las 7:50; faltan 10 minutos exactos para que toquen la campana y comiencen las clases así que subo rápidamente al segundo piso, cojo del estrecho pasillo esa mochila negra con un corazón gigante y rosa en el centro y me voy saltando los escalones hasta llegar a la puerta principal; cojo las llaves y mi viejo móvil, y me voy “pitando” a el instituto. No tardé en llegar porque estaba dos calles más abajo de donde vivo, ahora mismo se veían millones de estudiantes entrando a montones por las puertas de Konoha Gakuen, y yo para no ser menos, lo hice también. Atravesé el patio sin ninguna dificultad, aunque con algunas miradas de distinción que me molestaban bastante. Una vez había llegado a los largos pasillos repletos de taquillas azules de la escuela, se escucharon varios gritos; todos dirigidos hacia mí.

    — ¡Fea! —

    — ¡Pero mira que pedazo de frente! —

    — ¡No ves que las personas como sueles decir tú “poco agraciadas” no son aceptadas aquí!

    Todas y cada una de esas ofensas eran ya palabras huecas para mí; como si fuera mi bienvenida. Hay chicos que me miran con cara de pena, otros simplemente ni me miran; como si no existiese. Yo me limito a no hacerles caso y seguir hacia delante, hasta que llego a mi taquilla, saco de mi mochila los libros y agrupo los que me harán falta hasta después del tiempo de receso y los que utilizaré ahora, cuando voy ha colocar todos dentro del mueble aparece un chico de cabellos negros seguido de uno de pelo rubio, que me empujan hacia delante y cierran mi garita fuertemente. Todos los libros que llevaba encima caen al suelo junto conmigo. No hay duda; Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki hacen el “ritual de iniciación” matutino, de forma habilidosa recojo los ejemplares de texto y ahora sí los deposito ordenadamente en mi taquilla, la cierro y después de esto guardo los que usaré en las primeras horas de clase en la maleta, me la cuelgo de los hombros y me encamino a paso acelerado para evitar escuchar más de los insultos que me otorgan los chicos y chicas de por aquí. Me quedé reflexionando sobre lo que es ser popular en el colegio y bueno, si ser “cool” es ir ofendiendo a los demás la mayoría del tiempo y, que te alabaran muchísimo; era un auténtico chollo. El más conocido en la escuela es el antes mencionado Sasuke Uchiha, miembro de una de las familias más adineradas del País del Fuego. Su cabello desordenado, oscuro al igual que sus ojos y su albina tez lo hacían parecer realmente atractivo y un imán para las chicas. Si no fuese porque es un auténtico desagradable, arrogante y pasota sería un buen partido. Y el otro; su mejor amigo Naruto Uzumaki, el segundo más popular de la escuela y también conocido como el hijo del alcalde de la ciudad. Es rubio y tiene el pelo de punta, unos ojos azules intenso llaman la atención de muchas mujeres, su piel es bastante más rosada que la del Uchiha y, tiene pintados en las mejillas unos graciosos bigotes. Es demasiado tonto hasta para ser él, aunque su personalidad positiva y graciosa es muy bienvenida hasta en las peores ocasiones.

    Al llegar al aula 4º A, veo que aún no ha llegado el profesor que corresponde a la primera asignatura que nos toca dar; como de costumbre. Así que procedo ha buscar mi asiento en la clase, que está en la penúltima fila pegado a la ventana; por suerte los pupitres están separados de uno en uno. Apoyo la maleta en el asiento dispuesta a sacar el material cuando diviso a mi derecha a un grupo de chicas animadoras cuyos nombres son desconocidos para mí. También a mis espaldas observo que la capitana y sub-capitana del equipo de porristas entran acompañadas de los dos sin vergüenzas que me tiraron los libros antes y, de un moreno de tez blanca y pelo corto color azabache y ojos oscuros como el carbón; llamado Sai. De estas dos chicas, si conozco los nombres, Ino Yamanaka e Hinata Hyuga; he oído que son muy amables y simpáticas pero, no termino de creérmelo. La primera nombrada es rubia platino, tiene su cabello sujetado por una coleta alta y gruesa, sus hipnotizantes ojos azul cielo están situados en una blanquecina y suave piel. Se rumorea que es muy atrevida e impaciente, pero que sin duda muy buena persona y compañía. Voy a menudo ha comprar flores en la floristería que lleva su madre; me encantan y están realmente cuidadas. Mientras que la otra adolescente está compuesta por un pelo envidiable negro, que hace destacar sus ojos grandes y perlados, su tez albina la hace parecer una delicada muñeca. Su personalidad es diferente a la de Ino. Ella es un poco más tímida y dulce, también calmada y de confianza, su padre tiene una empresa que rivaliza amistosamente con la de los Uchiha; por lo que es muy adinerada pero, no se aprovecha de ello. Hasta que decido volver a concentrarme en lo que hacia, extraigo de la maleta el libro de matemáticas; la asignatura que da el profesor Kakashi Hatake. Y antes de ponerlos en la mesa me doy cuenta de que me la han pintarraqueado colocando en ella motes como “frentona”, “fea inmunda”, u otras cosas como “nadie te quiere”, desvió la vista para otro lado porque me siento humillada y es que me encuentro con que todos los que están dentro de mi clase se están riendo de mi, hasta que escucho como una pequeña discusión en las que salen las dos chicas que manejaban a las animadoras; parece que se están acercando a mí.

    — Hola, siento si todos se están mofando de ti en este momento, es que los graciosos de nuestros amigos te han pegado una pegatina a la espalda — vaya, mi reacción fue… ninguna. No pude articular palabra alguna; era la primera vez que me hablaba alguien que no fuera o quiera insultar y la verdad, fue agradable.

    Mientras la chica del pelo negro con flequillo en forma de cortinilla, me pidió permiso para no sé que cosa iba ha hacer; esta me arrancó una pegatina de la espalda y me la dio en la mano.

    — Siento las molestias y el atrevimiento — la Hyuga me dedicó una sonrisa.

    — Ooh, m-muchas gracias, pero… ya estoy acostumbrada a esto — les informé ya saliendo del pequeño trance que me había surgido con anterioridad y con mi mirada dirigida hacia el marrón suelo.

    — Perdónanos, el profesor está entrando en la clase y, no queremos que nos llame la atención — me recordaba la rubia.

    — Verdad… gracias — mi tono de voz, antes orgulloso por tener una conversación normal a desaparecido por completo al ver que estas dos bonita muchachas se habían ido ya. Y como me habían advertido antes, ya estaba sentado en su gran escritorio el maestro de primera hora.

    — ¡Ya es suficiente! — golpeó un librito en el buró llamando la atención de todos. — Hoy daré las notas del pasado examen, así que cállense y presten atención — Este era bastante extraño, tenía el pelo grisáceo además de con la curiosa forma de una torre inclinada, sus ojos eran achinados y oscuros e iba siempre cubierto con un pañuelo desde la nariz hasta la boca; como cuando uno está resfriado, solo que era demasiado extraño que lo llevase hasta en verano. — Comencemos, pues — abrió su carpeta azul que tenía en las manos y sacó un papel con todas las notas del control. Empezó a nombrarlas alfabéticamente hasta llegar a los últimos alumnos de la lista donde me encontraba yo. — Sakura Haruno; un 9, 3. Muy buena nota; como de costumbre — se pudo notar una sonrisilla en mi rostro, de satisfacción y recompensa por el esfuerzo que había puesto en ello. — Sasuke Uchiha… tus calificaciones suelen ser pésimas, al igual que esta. Has sacado un 2, 50. Deberías estudiar más si lo que pretendes es heredar la empresa de tu padre; así vas por mal camino chico. —

    — Hmp — es lo único que se oyó después de que Sasuke supiese su nota, ningún síntoma de lamento o cualquier otro sentimiento de tristeza. Parece que a este individuo, solo le importaban las chicas.

    Todas las notas por detrás del señor popularidad estaban aprobadas. Destacando generalmente las de Hinata, Shikamaru, y claro está la mía.
    Como siempre, después de que entregaran las notas estaba realmente bien porque sentía que algo me iba perfectamente; y eso me aliviaba.

    — Bueno, debido a mi pequeño retraso de esta mañana, la clase ha finalizado — ¿pequeño retraso de esta mañana? ¡Pero si siempre llega tarde! Además, no son 5, ni 10 minutos si no 20 ó 25, ¡Agh me pone nerviosa cuando hace esta misma referencia! — Aunque a las 14:30, cuando finalicen todas las clases, quiero ver en mi despacho a Hinata Hyuga, Naruto Uzumaki, Kiba Inuzuka, Shikamaru Nara, Sasuke Uchiha y por último… Sakura Haruno. Que no se les olvide por favor, si no, estarán enfrentados a un duro castigo; en esta reunión algunos compañeros ¡se juegan el curso! — Tras esas palabras, Kakashi cerró la carpetilla notaria, cogió los libros de matemáticas que amontonaba en un extremo de la mesa y por último un pequeño y anaranjado ejemplar de bolsillo. Después el hombre se levantó de su escritorio y recorrió nuestro desfiladero de pupitres hasta abandonar el aula.

    Mi cara no salía del asombro. ¿Qué demonios hacia yo con todos esos chavales? Algunos alumnos sobresalientes y otros…no tan sobresalientes. No lo entiendo, ¡no lo entiendo! Estaba algo indignada pero decidí que sería mejor esperar a las 14: 30 para estarlo; quizá me aguarda algo bueno, ¿quién sabe?

    Espero que les haya gustado,y gracias por leer.
     
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  4.  
    Annabelle

    Annabelle Un cero a la izquierda

    Acuario
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    Hola, bueno aqui estoy para darte un comentario sólido (espero que no me lo borren :P).

    Lo primero que note fue esta palabra desperecé, supongo que no existe, creo.

    Bueno también la descripción de la madre de Sakura (aunque creo que eso no importe mucho) pero aun así si no me equivoco la mamá de Sakura tiene el cabello corto rubio.

    Otra cosa que note fue esto: -un grupo de chicas animadora cuyo nombre es desconocido para mí. Creo que deveria haber dicho: un grupo de chicas animadoras cuyos nombres son desconocidos para mi. Ya que te estabas refiriendo a varias personas.

    Aparte de eso no vi ningún error, me fascina la manera en la que narras, es perfectamente entendible. Y ni mencionar la trama, es genial.

    Esa manera en la que los chicos tratan a Sakura me hace recordarme a mi cuando era mas pequeña, yo siempre hacia como ella y trataba de ocultárselo a mis padres para que no se preocuparan por mi, aunque ahora por cosas del destino me he vuelto muy popular (claro no como los populares de Konoha Gakuen) y espero que le pase algo super bueno a Sakura para que esos bobos insoportables dejen de tratarla así.

    Espero y me avises cuando subas la conti. Byeee:D
     
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  5.  
    Inaru Uchiha

    Inaru Uchiha Entusiasta

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    Hola de nada, me gusta como describes el escenario de la casa, los caracteres de cada uno de los personajes, me gusta el rumbo que va tomando esto, ya más o menos me imagino para que los quiere el maestro, sigue asi.
    Avísame cuando subas la continuación.
    Atte: Inaru♥
     
  6.  
    Sweet Kisses

    Sweet Kisses Iniciado

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    @Sasha Moustache:
    ¡Gracias por darle a ese botoncito llamado me gusta! Espero que te agrade el siguiente capítulo.
    @Inaru:
    Te avisaré gustosa una vez más.También agradecerte siempre tu compañía por estos lares.Ojalá te guste la continuación.
    @Ann Haruno:
    Bueno,contigo comenzaré por tus dudas con respecto a la parte anterior de la historia:
    Desperecé,si existe;al menos en España.Su significado es,estirar los músculos del cuerpo una vez despiertas de un largo sueño.
    En cuanto a la madre de Sakura,la puse pelirroja para que coincidiera el tono de color junto con el de Sakura,con eso de la pigmentación capilar.Si pusiera la verdad en el escrito diciendo que la madre de la de cabellos rosados es rubia,no tendría ningún sentido;en la vida real,el color del pelo de la Haruno.
    Por último,gracias por recalcar ese fallo.En cuanto vi tu comentario,lo corregí.
    @Violets are Blue:
    Bueno ya sabes todo,ya solo me queda desearte una buena lectura.

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    [Capítulo 2] Cambios


    — ¡Dios mío! ¡Por fin! —

    — ¡Por fin es la hora del recreo! —

    Ahora mismo son las 11:00 de la mañana, esa hora en la que el profesor que ahora mismo ocupa el aula; Kurenai Yuhi, la maestra de lenguaje, tiene que parar de explicar, corregir y mandar numerosas actividades; que a mí, me entretendrían toda una tarde entera. ¿Y para qué? Para dejar un momento de silencio en el que sonará, una estridente campana que anunciará, el final de las clases; por el momento. En ese mismo instante en el que comienza a accionar el timbre en los altavoces del instituto, todos los alumnos que hay en el edificio de la escuela; recogen rápidamente sus libros y cuadernos, y sin el previo aviso del profesor/a salen “pitando” del aula que cada uno ocupa. Claro, todo el mundo; menos yo.

    Cerré lentamente mi libro, ya que mi cuaderno no había estado abierto en ningún momento; raro, pero cierto. Si soy sincera, en estás 2 clases; en estas 2 horas no he prestado atención a ninguna de las indicaciones del maestro de segunda hora; Asuma Sarutobi y la maestra que no hace mucho estaba en mi clase, porque después de que se marchara Kakashi, no he dejado de darle vueltas a esa pequeña reunión que tendrá lugar en el despacho del profesor de matemáticas; lo más extraño de todo, es mi presencia allí. ¿Por qué es todo tan importante? Me explico; el señor Hatake nos explicó muy claramente que como no asistiéramos a la convocatura, seríamos severamente castigados ya que algunos compañeros se jugaban el curso. ¿A qué se refería con esto? No lo entiendo, ¡no entiendo nada de lo que está pasando! Todo era una gran incógnita; él, era un gran misterio.

    Una vez que ordené mis cosas, salí del aula y me encaminé a la cafetería. Mi estómago me pedía a gritos algo que lo ocupara, así que a paso ligero, atravesé el largo pasillo que llevaba a la primera aula de la escuela; donde comenzaban todas las taquillas azules y, doblé hacia la derecha donde se encontraban unas grandes escaleras que me llevarían a la segunda planta de Konoha Gakuen. Me sentía un poco incómoda porque ya sabía lo que me esperaba en el café-bar; más miradas, más insultos y, más bromas pesadas. Aunque he de decir, que siempre tengo un pequeño rayo de esperanza que me dice “hoy será el día, el día en el que nadie se burlará de ti”. Pero seamos francos, eso nunca sucedería; al menos, no hoy. Subí esos tres o cuatro escalones que me faltaban por ascender y ahí estaba yo. Un piso entero estaba acomodado con mesas, todas en dirección a una pequeña barra que se encontraba en el centro del estacionamiento; lo más bonito de ese lugar, eran los tonos marrón que lo ocupaban. Por supuesto, a la derecha de la sala, se encontraban los aseos masculinos y femeninos; nunca se sabe las necesidades que uno puede llegar a tener. Anduve hasta la larga mesa, en la que trabajaba un amable hombre llamado Teuchi Ichiraku, este iba vestido con una camisa blanca, un delantal blanco encima de ella y claro está, su gorrito con forma triangular que le hacia aparentar ser un camarero bastante gracioso. Detrás suya se encontraban numerosos manglares, todos ellos tenían algo especial; chocolate, crema, fruta, nata… Realmente, ¡me chiflan los dulces! Y cada día pruebo uno nuevo, hoy me tocaba la “flauta”; una tira alargada de hojaldre tostadito que estaba relleno de chocolate, aunque por encima también tenía virutitas de ese líquido/sólido alimento tan delicioso.

    — Perdone Teuchi, ¿me podría dar la “flauta” rellena de chocolate? — le pregunté amablemente. Esta, era una de las pocas personas que me trataba bien, y tendría que agradecérselo de alguna manera, aunque todavía no la he encontrado.

    — Claro Sakura — me dijo mientras se giraba y cogía de la estantería de madera ese pastelito tan rico. — Ten cuidado al comerlo, el relleno “está vivo”. Quiero decir; una vez que lo muerdas, el chocolate líquido que hay dentro se te puede caer mientras lo ingieras — una sonrisa por su parte. Además me estaba envolviendo el tan delicado tentempié en un fino papel que pertenecía a la pastelería.

    — Y ponme también un café con leche, por favor — por suerte, los alimentos que vende “Ichiraku” no hay que pagarlos, ya que vienen incluidos en el recibo de la escuela.

    — Oído cocina — ahora sí, una vez ha renovado su sonrisa, se mete dentro del establecimiento para de su máquina, extraer esa amarga bebida que yo le había encargado. Entre tanto, yo me dediqué a empezar con la mini “napolitana” que por cierto; estaba deliciosa. No pasó menos de un minuto, cuando ya salía Teuchi del local con mi café en la mano.

    — Aquí tienes. Que tengas un buen día — me deseaba. Yo, recogí la bebida de sus manos y después de un gesto de despedida, me fui a una de las pocas mesas vacías que quedaban. Mi mesa se encontraba al final de la sala, por lo que no había un gran número de mesas llenas allí.

    Miré el reloj cuando ya andaba comiéndome cuidadosamente la última mitad de la “flauta”, solo quedaban 10 minutos para que finalizase el recreo; lo que significaba que quedaban unas últimas 3 horas para deshacer este entresijo creado por Kakashi Hatake, y retocado por mí con mis suposiciones. Entonces 2 chicas pertenecientes a las animadoras se acercaron a mí; eran las que se estaban riendo de mí en la clase de primera hora, esas de las que no me sabía sus nombres; aunque sigo sin enterarme de cuales son.

    — Vaya, vaya. Que raro verte sola, ¿no? — me preguntó de forma irónica la rubia de pelo corto y flequillo de cortinilla. Tenía unos bonitos ojos azules claros y estaban posados en una albina tez que le hacía parecer alguien adorable; algo completamente falso. De ella y de su acompañante brotó de pronto una gran risotada que llamó la atención de todos los estudiantes que ocupaban la cafetería.

    Yo ante este ofensivo gesto, me quedé callada y después seguí comiendo mi alimento.

    — Samui, parece ser que esta…como llamarla; bicha. Te está vacilando — se metió ahora la otra chica. Era pelirroja, con el pelo largo y sujetado por una especie de cinta blanca; al igual que sus ojos que también eran rojizos y muy grandes. Su piel, era completamente morena.

    — Lo sé, la estoy viendo Karui — una sonrisilla malévola se le dibujo en el rostro a Samui. Se detuvo un instante a observar las escaleras por las cuales yo había entrado, pero yo no hice lo mismo ya que no podía bajar la guardia, seguramente me haría una jugarreta, de nuevo volvió a mirarme, y con gran fuerza cogió mi apetitoso dulce y me lo tiró con fuerza al polo del uniforme mientras que la chica pelirroja abría mi café y me lo lanzó a la cara; manchándome a mí por completo.

    Algunos de los que observaban la escena se reían sonoramente; haciendo que me sintiera peor de lo que estaba. Otros simplemente se quedaban sorprendidos comentando la última acción ejercida por la porrista; esto también me atormentaba y me ponía más nerviosa. Todas estas reacciones me impulsaron a irme de allí, a marcharme del lugar lo antes posible.

    Del servilletero plateado que había en mi mesa, saqué un papel que me serviría para limpiarme el estropicio que me habían formado esas 2 adolescentes en la cara. Una vez que lo hice, las miré con tristeza y salí corriendo estrepitosamente hacia las escaleras ante la atenta mirada de todos. Cuando iba a llegar a los susodichos peldaños, escuché un grito a lo lejos:

    — ¡Karin! ¡Ahora! —

    Entonces lo vi. Otra pelirroja, con unos ojos grandes y rojos; al igual que su cabello, esta llevaba unas gafas antiguas y marrones posadas en su rostro el cual, no era muy blanco si no más bien tostado, se hallaba apoyada en la pared situada justo enfrente de las escaleras, esperando la orden de su líder. Y como había pre-decido, se acercó a mí y me empujó levemente haciendo que cayese por las gradas del instituto. Y cuando pensaba que las cosas no podían ir peor, aparecen a la mitad de las escaleras Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki que fueron derribados por mi cuerpo haciendo que se resbalasen y fuesen arrastrados hasta la planta baja. Por suerte, parece ser que ninguno nos fracturamos, ni rompimos ninguna articulación del cuerpo. Y que nos encontrábamos todos bien.

    — ¡Pero que haces estúpida! — me chillaba el de cabellos negros muy alterado y aún tendido en el suelo. — ¡Nos podrías haber matado! — esta vez, el muchacho se incorporó y vino hacia mí, agarrándome del cuello, del ya manchado uniforme y elevándome a su altura.

    Comenzaron a bajar chicos y chicas de la piso de arriba, entre ellas las culpables de este problema y también las amigas de las víctimas; Ino Yamanaka e Hinata Hyuga.


    — ¡Sasuke! ¡Tranquilízate! — decía exaltada la Yamanaka. — ¿¡Me oyes?! —

    — ¡Sasuke-kun! — le hablaba con un tono elevado la más tímida del grupo.

    — Esto es imperdonable, ¡¿me oyes?! — Parecía que el Uchiha estaba pasando completamente de sus amigas. Dejé de mirarlas a ellas y poso mi mirada en él cuando a duras penas consigo ver que uno de los puños del enfadado chico asciende aunque se queda a la altura de su cintura. — ¡¿No ves que esto es una zona de subida y bajada?! — no puse resistencia a lo que sabía que iba ha decir y hacer, puesto que lo único que lograría sería cabrearlo más de lo que ya estaba. — ¡Eres despreciable! ¡Ya no solo eres fea si no que también, eres de lo peor! ¡Nunca había conocido a nadie tan odiosa como tú! ¡Eres una auténtica molestia! — y cuando el popular chico iba a propinarme el mayor puñetazo de mi vida, su rubio amigo lo detuvo.

    — Tranquilo teme, debes controlarte si no te pondrán un parte; con eso solo conseguirás que te expulsen de la escuela — le calmó el chico de bigotes en las mejillas.

    Con brusquedad, Sasuke me soltó de su duro agarre haciendo que me cayera al suelo. Y por una vez en mucho tiempo, me miró a los ojos, correspondiendo mi mirada; esos orbes oscuros que trasmitían desprecio, asco y rabia me fulminaron haciendo que de mis delicados mis luceros, comenzaran a asomarse unas cristalinas lágrimas que aprendí a ocultar hace ya mucho tiempo, pero que tarde o temprano tenían que salir. Me prometí a mí misma que no volvería a llorar; al menos, no por cosas como esta, aunque he de decir que situaciones como las de ahora, era lo que más tristeza me causaba. Antes pensé que no iba hacer nada para evitar tal situación pero, eso no significaba que no me doliese; en lo absoluto.

    Él, desvió sus orbes carbón de los míos, me sequé las lágrimas, me levanté y, con la moral por los suelos corrí a quien sabe donde. Solo quería desaparecer, desaparecer de aquel infierno en el que había llegado a deparar hace ya tiempo.
     
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  7.  
    Inaru Uchiha

    Inaru Uchiha Entusiasta

    Géminis
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    Gracias por avisarme,:) Enserio casi lloro con lo mal que tratan a Sakura da coraje saber que en realidad pasa eso y a la vez duele, enserio las lagrimas casi brotaban al sentir lo que ella a ella le pasaba en la historia, enserio que me conmovió mucho te mereces un wooow .. Sigue así me gusta el rumbo que está tomando esta historia, en algunos momento me identifico con ella, pero a mí no me sucede así tan feo..:(
     
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  8.  
    Sweet Kisses

    Sweet Kisses Iniciado

    Tauro
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    Escritora
    @Lectores:
    Siento tener que comunicarles,que voy ha estar ausente unos meses ya que,comencé el instituto y no tendré a penas tiempo libre para continuar este fic.Mi ausencia,solo será temporal,ya que en diciembre me dan las vacaciones;traeré el próximo capítulo del escrito e intentaré,escribir un par de ellos más para subirlos con más continuidad.
    Sin más,gracias por leer,y comentar.
     
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