One-shot de Naruto - Sakura [SasuSaku]

Sakura [SasuSaku]

Hi :3!
Ah, los amo a todos<3 (?) xD

Bueh, este es un escrito que presenté para el concurso de "El mejor final", del cual aún no sé resultados.
Es, a mi parecer, uno de los escritos más originales que he escrito (válgame la redundancia x'D) a lo largo de mi existencia. Si bien, el final no es "boom", me gustó mucho el desarrollo.
Por cierto, cambié un par de cosillas para hacerlo más intrigante y wtf, sólo fueron dos palabras :3

Explicaciones y loleadas al final (?) xD
¡Difruten!


Autor: Kuroi Sakura
Título: Sakura
Pareja: Sasuke x Sakura
Summary: “Quédate conmigo, Sakura… ¡Llévame contigo, Sakura!"
Clasificación: T
Advertencias: Palabras antisonantes (pocas), OoC justificado y universo alterno.
Tipo: One-shot.

Dedicado a: Todos en cemzoo<3 Y mis moshAs. Todas ustedes saben quienes son :3

Sakura
​

Ayer soñé contigo.

Aún no he logrado comprender cómo demonios es que te escabulles en mis pensamientos y me rondas por la cabeza, ¡sabes bien que no lo soporto! Es tan…. poco propio de mí. Y peor aún, cuando estoy de acuerdo y en desacuerdo a medias. Raro, lo sé, ¡pero es tu culpa!
O tal vez no…

¡Agh, me desespero! Eres una molestia latentemente perfecta.
Hmph, y pensar que estoy contigo tan poco tiempo…

O tú no estás o me llevan. Es de lo peor, ¡lo peor!

Ellos me miran mal. Me observan por todas partes, yo lo sé. Es pura envidia, yo lo sé.
Te quieren a ti, yo lo sé.

Sería bueno dejar que te llevaran, tal vez así dejarías de ser tan molesta…

Sí, me gustaría. Sí.
¡Pero soñaría contigo aún más!

Y tus molestos ojos verdes me atraparían de nuevo, y tus exasperantes sonrisas me llenarían por dentro; y tu descomunal melena me nublaría la vista de un engorroso tono rosado.
Tu perfecta figura me haría fantasear una y otra vez, deseándote como cada noche que paso con tu ausencia. Y tu actitud molestamente encantadora me haría necesitarte…

Y hablando de manera clara, aplastarías mi orgullo… o a mí.

Odio decir que quiero caminar contigo en el parque, que me gustaría tomarte de la mano y que me gustaría verte sonrojada…

¡Y que por una puta vez no quiero estar solo!

Ni solo ni aquí.

No…​

Tú no me entiendes, ¿verdad?
No, yo sé que nadie puede. Aunque tal vez supongo que podrías intentar hacerlo, dudo que lo lograras; al fin y al cabo tú no estás aquí, estás lejos. Posiblemente estás en un lugar al cual yo mataría por visitar…

Sí, de seguro que sí.

La sed de sangre por mantenerme separado se acrecienta; y el odio…

¡Y tu figura aparece en mi mente, enmarcada!

Ese impulso por destrozar algo o alguien con mis propias manos, frente a mis ojos y con una sonrisa en el rostro se va de repente. Y te niegas y me dices que no practique nada raro; lo peor es que te hago caso.

No…​

Dime una cosa: ¿Por qué estás tú aquí?
¿Por qué te vas y no vuelves? ¿Por qué vuelves? ¿Por qué me dejas? ¿Por qué finges no existir? ¿Por qué quieren saber de ti? ¡¿Por qué estoy solo?!

Y todos me observan. Hablan, preguntan, caminan, dan vueltas, sonríen, extienden la mano, hablan más, caminan más, mueven papeles, caminan, caminan, caminan, ¡me miran! Sonríen, se sientan, respiran, gritan, ríen, me tocan, me miran; ¡te alejan!

¡¡Y me dejan jodido!!

Ya no vuelvas a dejarme así, ¡¿oíste?! ¡Porque tú no estas aquí, no sabes lo que es; lo que se siente! ¡No entiendes ni una jodida mierda!
¡¿Qué pasó entonces con lo que me decías siempre que nos veíamos?! ¡Qué pasa, ¿eh?!

¿Eran mentiras? ¡¿Lo son?!

Sí, sí lo son.​

No, yo sé que no. Porque tú juras jamás mentir, ¡lo juras! Y te creo, ¡lo peor es que te creo!
Cada palabra que sale de esos labios tan deseables y deliciosos es música, es melodía; es deidad. Y mi deidad es cierta, tú eres real, justa; ¡cierta!

¡Pero entonces…!

¿Por qué me has dejado solo?

Perdón.

​

Prometiste estar ahí, aquí. Ahora que te busco, no te encuentro por ningún lado. Tan sólo te veo en sueños, pero nada más.
¿Es que acaso he hecho algo malo? ¿Algo que te haya hecho sentir mal u ofendida o…?

¿Acaso he cometido alguna estupidez?

No…​

…

¿Dónde estás?

Miro al techo, observo por la estrecha ventana y suspiro. Miro al cielo, buscándote entre el cian de alrededor. Miro mi habitación blanca, vacía.
Odio el color blanco, ¿sabes? Me hace sentir un poco mal.

Estoy triste. Lo acepto, hmph… odio estar triste.

Mis ojos se entrecierran salvajemente. De seguro la comida tenía algo, no es para nada raro que me pongan porquerías sobre las otras porquerías que en este lugar de infierno llaman “comida”.
Y curiosamente, esas porquerías me hacen sentirme débil. Es entonces cuando me dejan salir del estúpido encierro para llevarme a otro muchísimo más estúpido encierro. Me meten a quién sabe cuántas celdas y me hablan, pero no les entiendo.

Es como hablar con extraterrestres, ¿alguna vez lo has intentado?

Yo no mucho, pero es que la verdad ni siquiera hacen caso. Es una total pérdida de tiempo.

Como siento que es una total pérdida de tiempo intentar incentivarte y que tú ni siquiera…
No estás.

Ya, ¿qué quieres que te diga?
Eres molesta, lo sabes; ¿qué otra cosa? ¡¿Qué otra maldita cosa quieres que diga, joder?!

¡¿Qué más esperas de mí?! ¡¿Qué más quieres de mí?!
¡¿Acabar conmigo?!

No…​

¡Me has consumido, maldita! ¡Has absorbido cada parte de mi estúpida vida! ¡Inclusive cuando brillas por la puta ausencia, sigues siendo importante; sigues significando algo para mí! ¡¿Qué mierda no entiendes?!

¡Carajo, vuelve aquí de inmediato!

¡¿Qué no ves que no es lo mismo?! ¡¿Qué no ves que te quiero aquí y ahora?!
¿Qué no ves que te necesito?

Pierdo más fuerzas. Ese pséudo alimento está terminando con lo último de mis nulos ánimos.

Me acerco a la cama y me abalanzo sobre ella. Piso en falso y caigo… esperando a que tú me recojas del suelo y extiendas tu mano conjunta con esa molesta pero perfecta sonrisa surcada en tu embriagante rostro de porcelana.

Pero no estás.

¿Dónde estás?

…

El extraño medicamento termina por atontarme y una quimérica fuerza me empuja hacia la esquina de la mullida cama de sábanas claras. Me recuesto débil, alzo el rostro…

Y te veo ahí.

Me encontraste, ¿o será que yo mismo te invoqué?

Me miras tal y como esperaba, sonríes justo como lo había pensado. Recorro cada parte de ti con mis ojos casi desfallecidos, dibujo tu hermosa silueta con mis dedos y quiero tocarla.
Quiero tocarte de nuevo, saber que sí estás en verdad ahí. Quiero tenerte entre mis brazos y fundirme en tu aroma cuantas veces sea necesario. Quiero sentir esa pertenencia conmigo: tu femenino cuerpo, y hacerte el amor hasta que ni uno ni otro pueda más.

Simplemente quiero estar contigo. Solos tú y yo…

¡Sin nadie más!

¡¡Quiero tenerte aquí siempre para mí!!

Duele, duele…​

Entonces, te acercas y niegas con la cabeza. Ahora no es momento de reprimirme, cariño; ¿a qué te refieres?
No te entiendo, pero eso ya es normal. Jamás te he entendido, ni siquiera esa primera vez que te apareciste por aquí…

Y sigo sin entenderte.

Ríes melodiosa y clavas tus perfectos jades en mí. Cómo me gustaría poder apreciar ese par de piedras preciosas un poco más…

Finalmente, cierro los ojos, no sin antes pedirte algo:

No te vayas de nuevo, Sakura.​

​

---

Perdón…​

---

—¿Y bien?

—Está grave.

—Ya le he dado el medicamento, sólo resta que duerma un poco más para llevarlo a sala de intensivos. Aunque… la dosis marcada no me convence. Continúa con su frenesí y esos ataques psicóticos van de mal en peor.

—Lo hemos notado.

—Antes de esto, llevaba un buen rato hablando, ¿saben?

—¿En serio?

—Sí. Decía bastantes cosas sin sentido; hablaba con la nada.

—¿Cree que más dopamina* ayudaría en algo?

—Tal vez, pero…


Miró al joven postrado sobre la cama. Pudo notar cómo las ojeras con las que hubo ingresado al recinto habían crecido cuatro veces más. La piel blanca del muchacho estaba llena de moretones y rasguños, su cabello azabache antes despeinado “con estilo” ahora no era más que una maraña de alambres ópalo. Definitivamente, no era el mismo de antes; de ninguna forma.


—Por ahora dejémoslo así. Sólo quiero escuchar esas grabaciones detenidamente, tal vez de ahí pueda sacar algo bueno.

—¿Las grabaciones de…?

—De todo lo que dijo hace rato. Ino, si me haces favor…


Una enfermera de cabello rubio asintió y observó al chico con pena bien reflejada. Odiaba ver cómo la gente se perdía de esa manera.
Caminó al final del cuarto y tomó una cajilla entre sus manos, desconectándola del tablero que iniciaba frente al de bata blanca. Estrechó la caja al doctor y sonrió.


—Lo revisaré.


---

Simplemente quiero estar contigo. Solos tú y yo…

¡Sin nadie más!

¡¡Quiero tenerte aquí siempre para mí!!

No te vayas de nuevo, S…a


Regresó la cinta cuantas veces fueron necesarias para comprender la palabra final escupida por el azabache:

“Sakura”


—La ha dicho de nuevo.

—¿Cuántas veces?

—Entre tres y siete.

—¿A qué se referirá, Shikamaru?

—No lo sé. A la flor de cerezo, supongo.

—Pero parece hablar con alguien.

—Entonces puede que sea sólo porque está algo loco.

—De pronto te pones grosero, ¿sabías eso?

—Cae en la cuenta, Naruto. Hablamos de un tipo anormal…


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—Aquí está el expediente final, doctor.

—Gracias, Shizune. Puedes retirarte.


La enfermera castaña siguió las peticiones del médico y al final salió de la habitación del chico azabache. El señor de bata blanca suspiró fuertemente, giró su cabeza un poco y se decidió por abrir la carpeta contenedora de tan interesante expediente mientras el otro chico se entretenía mirando a un punto sobre la nada.


Nombre: Uchiha, Sasuke


Fecha de nacimiento: Veintitrés de Julio de Mil Novecientos Noventa

Edad: Diecinueve años

Grupo sanguíneo: O+

Diagnóstico: Esquizofrenia paranoide, psicosis, bipolaridad.

Observaciones: Frenesí, cambio total de temperamento, arranques de furia y violencia, leve y periódico grado de autismo, nerviosismo continuo, alucinaciones y delirios latentes de alto grado.

Medicación: Dopamina, depakote, neurolépticos.


Observó el papeleo por un poco más y volvió su vista al muchacho, caminando un poco y forjando una tranquila y confianzuda sonrisa.


—Todo es un delirio, ¿verdad, Sasuke? Ella es un delirio.


Su cuerpo reaccionó de inmediato y un rugido invadió la habitación.

Sakura
¡Sakura!
¡¡¡Sakura!!!

Sasuke…​

—Ella existe. ¡Sakura es mía y verdaderamente existe!


Quédate conmigo, Sakura…
¡Llévame contigo, Sakura!

Dopamina: Tratamiento especial para la esquizofrenia.
Depakote: Tratamiento especial para la bipolaridad y transtornos mentales.
Neurolépticos: Tratamiento para psicosis y transtornos mentales.

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Ah, qué bien (?).
Sasuke sufre por Sakura, ¡es tan majestuoso! :llorar1:

Bueno, por si lo le entendieron:

Contenido oculto

La cosa es que Sasuke es un esquizofrénico y todo eso. Lo que pasa con gente así es que deliran y escuchan voces y ven cosas que no existen, pero ellos están convencidos de lo contrario por el simple hecho de verlas.

Sakura es tan sólo un invento traicionero de la mente esquizofrénica-psicótica-bipolar de Sasuke. Ella en realidad no existe, pero para él sí; y lo es todo. (OMFG E:)


Hubo algunas partes donde intenté hacer la narración más explosiva por la misma pauta de carácter que estoy siguiendo con el personaje, y otras donde (creo que notoriamente), Sasuke se ve más relajado y hasta se echa la culpa de que Sakura no esté con él.

Y la cosa estuvo así xD

Sakura es algo que sólo está en la mente de Sasuke, y él se desespera porque no está todo el tiempo con ella y asdf. Lo demás creo que se entiende x'D

Ah, por cierto. Lo que está en medio y en cursiva es como la "voz" de Sakura en la mente de Sasuke, aunque realmente es él quien está contestándose solo.

Gracias por leer, bellos míos<3
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