Loveless Regresa...

Hola!!

La verdad este es el primer fanfic que escribí (hace más de un año :P) La verdad no es muy bueno, y, como todo lo que escribo, es yaoi :P trate de hacerlo leve ya que fue el primero y no se acerca ni a un beso u.u jejejeje

Espero lo disfruten y me dejen comentarios n_n

Género: Amor-Yaoi

Fandom: Loveless

Pareja: RitsuzaxSoubi

Regresa...​

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—No puedo creer que me hayas dejado… —Pensaba mientras la profesora escribía y explicaba en el pizarrón —. Me mentiste… ¡Dijiste que nunca te alejarías de mí! —Sin darme cuenta, eso último lo había gritado y toda la case volteó a verme.

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Me retire lo más rápido del salón, sin importar lo que Yuiko y la maestra me gritaban. Me sentía demasiado mal para poder seguir en clases. Aún no podía creer que Soubi me haya abandonado.

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— ¿Cómo pudiste? ¡Me mentiste! ¡No es posible! —Grité mientras corría a casa. Entré y sin importar que mi madre me gritara llegue hasta mi habitación y echarme en la cama.

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— ¿Porqué lloras? —Me preguntaste mientras entrabas por la ventana.

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Simplemente deseaba verte, pero a la vez no quería. Te odiaba; me habías abandonado, me habías dejado sólo con la loca de mi madre y ni siquiera respondías mis llamadas, ni un mensaje…

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— ¡Lárgate! —Te grité a todo pulmón mientras te lanzaba una almohada la cual detuviste con facilidad.

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—No, antes debes escucharme… —Me dijiste mientras te acercabas a mí y ponías tu mano en mi cachete. Me sonroje intensamente —. No me fui porque quisiera, sufrí estos días sin ti… simplemente lo hice para protegerte…

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— ¡No te creo! —Te gritó y alejo tus manos de mí.

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—Debes hacerlo… no puedo decir nada, pero creen que Seimei esta vivo… por eso debí alejarme hasta comprobar lo contario…

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—. ¿Esta vivo? —Pregunté desesperado y espantado. Si él regresaba, volverías a ser su luchador y ya no estarías junto a mí. Negaste con la cabeza y debo admitir que sonreí.

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—Nunca más me alejaré… —Dijiste mientras salías por la ventana — ¿Ritsuka…?

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— ¿Si, Soubi? —Pregunté aun sentado en la cama.

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—Te amo… —Dijiste, me enoje como siempre que me dices eso y te lance otra almohada, pero ya no estabas.

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Di un gran suspiro para recostarme en mi cama y mirar el techo antes de dormir.

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—Yo también… —Dije y cerré los ojos, esperando al día de mañana. El día en que te vería de nuevo…

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