Recordando el pasado

Recordando el pasado

¡Hola! Bueno, primero que nada, queria agradecer a LobAnime por haberme dado la hermosa idea del titulo :D ¡Hay graciias, la verdad que me encanto!, bueno, aqui les traigo una de mis locas ideas, XD un Ita-Saku, espero qe les guste :D


1. Capitulo 1: Una vida sin pasado.

La oscuridad. Aquella era una de las palabras favoritas de los que habitaban allí, el lugar era tétrico, las paredes estaban cubiertas por la mitad por una fina capa de madera fina, y por enzima un color rojo vino, al igual que el alfombrado piso. Dándole así, un toque oscuro, pero fino. En aquel salón, las ventanas no existían al igual que en el resto de la casa. Una tenue luz de la chimenea iluminaba el gran salón, puesto que en aquella casa, no se preocupaban mucho por la iluminación. Dos perfectos perfiles estaban sentados a los costados de la chimenea, con un gran sillón rojo con detalles dorados. Pronto uno de ellos habló, con voz grabe pero seca, que resonó por toda la habitación:


-¿Qué harás?-Preguntó uno de ellos mientras miraba el fuego de la chimenea.

-Por ahora nada, Hidan. No hay nada que hacer-Dijo con voz ida mirando hacia un costado.

-Sabes que tarde o temprano, lo recordará-Dijo el ignorando lo que recientemente había dicho el otro hombre y volviendo sus centellantes ojos violetas hacia este.

-Yo me aseguraré que no-Respondió con seguridad mirando penetrantemente a Hidan con sus ojos negros.

-No me meteré en tus asuntos. Es tu problema, simplemente, piénsalo… Sabes que ella está en peligro-Comentó tranquilamente, sabiendo perfectamente que aquellas palabras bastarían para despertar la preocupación oculta en Itachi. Se quedó unos segundos observando el rostro pensativo del moreno, y sin más salió de allí.

Sus ojos negros seguían observando aquellas brasas de fuego. Quizás había cometido un error en hacer lo que hizo, no quería que terminara como ahora, pues lo que el quería, era que ella viviera una vida sin preocupaciones.

-Una vida sin pasado-Susurró Itachi, mirando nuevamente el fuego, perdiendo su mirada en aquel.



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Caminaba rápidamente por las habitadas calles de la cuidad de Konoha. Las personas iban y venían, los autos transitaban por las calles a más no poder. Aquel día, para varios meteorólogos, habían dicho que aquel día llovería, mas el sol reluciente de aquella mañana, no daba indicios que fuera así. Intentaba correr la gente que se atravesaba en su camino. Estaba retrasada, había despertado tarde, y por eso mismo, ahora tendría que aguantarse el regaño de su jefe.



La planta de sus pies le dolía terriblemente. Se había puesto los zapatos nuevos que había comprado ayer en la tarde, y para su desgracia, sus pies aun no se acostumbraban a este. Apresuró su paso aun mas, aunque en caso omiso, pues las millones de personas que transitaban por las calles impedían una circulación rápida por la vereda.



El sol pegaba fuertemente contra su perfil izquierdo, a pesar de los edificios, aquel día el sol brillaba demasiado fuerte, haciendo que pequeñas gotas de transpiración resbalaran por la frente de la mujer con cabellos rosados. Sus cabellos antes atados y medianamente peinados ahora se agitaban en sentido al viento. Poco le importaba a la mujer en aquel momento su cabello. Al fin de algunas cuadras y un camino totalmente difícil, se vio a lo lejos, la empresa, un edificio espejado que al menos parecía un rasca cielo, más no lo era. Cruzó la calle velozmente y ya se vio frente al edificio que estaba en la esquina de enfrente, grandes puertas espejadas, simplemente hermoso. Se encaminó hacia el, entro y saludó a varias personas en el camino, simples compañeros de trabajo, ella los llamaba así.



Su chaqueta de oficina ahora estaba desabrochada, recibió varias miradas misteriosas, pues era extraño ver a Sakura Haruno en aquellas condiciones. Como pudo y sin espejo, organizó su cabello como si supiera lo que hacia y como quedaría. Lo ató rápidamente en una coleta alta y siguió caminando ante las atentas miradas de los empleados. Se dirigió al ascensor, y subió al ante ultimo piso, al llegar avanzó por los largos pasillos blancos, con algunos sillones de igual color, la recepción y citas para el jefe. Suspiró y dejó su bolso detrás del pequeño escritorio. Nuevamente, suspiró fuertemente con cansancio y se dejó caer en la silla blanca, miró a su lado, un teléfono color negro, una computadora de último modelo, un portalápices y una pequeña pila de papeles.



El ascensor volvió a sonar, Sakura acomodo su chaqueta, y nuevamente su cabello, pero para su sorpresa no era nadie, si no sus dos amigas. Una pelirroja con hermosos ojos color carmín, la observó con una carismática sonrisa, al igual que la rubia que venia a su lado. Esta la jaló del brazo y la dirigió hacia Sakura por poco corriendo, esta solo sonrió burlonamente mientras se paraba con cansancio, puesto que aun le dolían sus pies.



-¡Sakura!-Saludó Ino con una sonrisa.


-¿Qué tal chicas?-Respondió de igual manera Sakura regalándole una sonrisa a sus dos amigas.


-¡Uf Sakura! ¿Qué te ha pasado?; parece que un tsunami ha pasado por tu cabeza-Exclamó burlonamente Karin con una sonrisa


-¡Ni digas Karin!-Dijo con cansancio Sakura- Me he quedado dormida-Prosiguió en el mismo tono cansado, mientras cerraba sus ojos.


-¡Ah deja que te ayude!-Dijo la pelirroja sonriendo y aproximándose hacia Sakura para peinar medianamente su cabello. Al cabo de unos minutos, Sakura yacía con una coleta alta, y con algunos mechones en su rostro-¡Perfecto!-Exclamó Karin completamente conforme con el resultado.


-Gracias Karin-Agradeció la mujer de ojos verdes-No se que haría sin ustedes-Exclamó Sakura con burla y sentándose nuevamente.


-Para algo están las amigas-Esta vez, hablo Ino mirando con sus ojos celestes centellantes a Sakura.


-Supongo...-Respondió sonriendo Sakura.


La mañana pasó normal para suerte de Sakura. Gracias a Kami su jefe ni quiera se había percatado de su retraso, algo que resultó aliviane para cierta mujer de cabellos rosados y ojos verdosos. Aunque aun así, seguía algo molesta consigo misma, ya que gracias a su descuido, rompió aquella marca perfecta de puntualidad. Había tenido que rellenar algunos papeles, y escribir algunos informes que llegaron desde abajo, sobre algunos empleados que no se exigían al máximo y que generalmente no rendían. Aunque la mayoría de aquellos, eran los o las telefonistas, que no utilizaban el teléfono correctamente, solo para hablar con sus amigas sobre los últimos chismes y las ultimas tendencias que aparecían en aquellas conocidas revistas de moda.



Al fin, luego de rellenar papeles, atender llamadas, llegó la hora cerca de irse. Tan solo faltaba media hora. Quería irse a casa, dormir, descansar, algo que ayer en la noche no pudo hacer por una causa que hasta ella misma desconocía. Nuevamente el ascensor volvió a sonar, con el pequeño ruido anunciando que había llegado al piso deseado. Sakura pensó que nuevamente serian sus amigas, pero se sorprendió al ver a Sai cruzar la puerta del ascensor.



Su rostro era adornado por una sonrisa fingida que muchas veces usaba. Estaba vestido tradicionalmente, de negro, como casi siempre solía hacer. Su camisa negra fuera del pantalón y una clásica corbata color roja desajustada, unos pantalones clásicos de vestir al igual que los zapatos. Su cabello negro corto, caía libremente por su frente, y sus ojos negros se fijaron burlonamente en Sakura quien lo observaba con confusión.



-¿Qué sucede Sai?-Preguntó Sakura extrañada ante tal repentina visita.

-Nada feíta.-Respondió neutral- Simplemente te vine a traer estos papeles-Señaló con su mano derecha los papeles que sostenía en su otra mano. Sakura suspiró fuertemente.


-¿¡Mas papeles!?-Preguntó Sakura a punto de entrar en histeria. Puesto que ella había planificado ya, salir del trabajo y recostarse en su cama para dormir hasta el otro día.


-Pues si feíta.-Exclamó Sai aun burlón. Caminó hacia Sakura y dejó los papeles en el escritorio color negro- Son importantes, así que creo que no podrás irte hasta terminarlos-Dijo Sai, aun con esa sonrisa fingida que muchas veces Sakura quiso quitar con un golpe en la cara. Aquella afirmación que segundos antes Sai había echo quito las pocas y escasas esperanzas de Sakura, por lo que en cualquier momento, caería dormida en aquel escritorio.


-¡Arh!-Gritó fuertemente Sakura.


-Tranquila-Pidió Sai. Dicho esto, se dio la vuelta y caminó hacia el ascensor- Será mejor que comiences ahora, si no quieres quedarte a dormir aquí-Exclamó aun sonriendo, y entrando al ascensor, ya que sabia que si decía eso, mejor no estar cerca de Sakura.



Cuando al fin y al cabo, Sakura terminó de rellenar aquellos papeles, los juntó con frustración en su mano izquierda. Mascullando y maldiciendo a cualquiera que pasara por su mente en aquel momento. Claramente aquel no era uno de los mejores momentos de Sakura Haruno. Había despertado tarde, había llegado tarde, tenía sueño, no había comido por lo tanto sentía que su estomago por poco quería comerse a si mismo y gruñía como un animal asechando a su presa. Sin duda, tenia varias razones por las cuales no tener un humor demasiado favorable.



Caminó nuevamente hacia el ascensor, y para su mala suerte, de nuevo, el ascensor se había trabado. Gruñó fuertemente y no vio opción más lógica que ir por las escaleras, sus pies aun le seguían doliendo, por lo que subir escaleras seria más difícil de lo que de por si, ya lo era. Cada escalón era un nuevo gruñido y quejas aun más fuertes que la anterior. Llegó a tal punto de frustración, que decidió quitarse los zapatos, y así lo hiso. Subía las escaleras descalza, claro que lo prefería, antes de tener aquellos zapatos tan incómodos. Al fin pudo sentirse más cómoda, sus pies ahora no le dolían tanto, por lo que pudo subir con mayor rapidez y eficacia.



Al llegar al último escalón suspiró con alivio. Olvidando completamente sus circunstancias, entró a la oficina del jefe sin si quiera golpear. Y mas se sonrojó al ver como su jefe la observaba, aunque ella aun no había notado porque. Estaba descalzada, con los papeles en la mano a punto de esparcirse por el piso, traía sus zapatos en su mano derecha y tenía una mueca de mil demonios.



-Aquí le he traído sus papeles-Dijo de mal humor caminando hacia el escritorio de su jefe.


-Oye Sakura ¿Te encuentras bien?-Preguntó Kakashi con preocupación, puesto que Sakura lo que menos parecía era bien, tenia grandes ojeras bajo sus ojos, su ceño estaba fruncido y su rostro marcaba que había tenido un pésimo día.


-Si estoy bien. Solo que no dormí bien anoche-Explicó ella intentando sonreír.


-Si es así, me hubieras pedido retirarte, sin duda tienes muy mala cara.-Dijo Kakashi sonriendo levemente mas aun preocupado.


-Lo siento. Ahora si me perdonas me retiro, estoy a punto de desmayarme del sueño-Explicó Sakura con cansancio.


-Adelante, que descanses y espero que te mejores.-Se despidió Kakashi ahora mirando los papeles que instantes antes fueron dejados por su asistente.


Sakura se retiró y nuevamente comenzaba el fiasco, las escaleras. Se quitó nuevamente los zapatos, y bajó rápidamente las escaleras. Vio que su suplente había llegado y ya se había casi instalado en el escritorio. Caminó hacia ella ya con los zapatos en su lugar, y saludó intentando parecer cordial.


-Hola Hinata-Saludó con una sonrisa.


-Hola Sakura -Le devolvió el saludo Hinata tímidamente sonriendo de igual forma. Cogió su cartera que yacía en una silla, la colocó en su hombro, se despidió de Hinata y se encaminó a paso rápido hacia la salida, caminó hacia el ascensor, que al parecer ahora, se había destrabado y andaba perfectamente como si nada hubiese pasado. Al bajar al menos unos cinco pisos, salió del ascensor tranquilamente caminó hacia la salida, pero, alguien la agarró de la muñeca, impidiendo que continuara su camino. La giró bruscamente, para que quedara en frente de el, y mas se sorprendió al ver a…:


Esperoo qe les haya gustado, O.O qe mal dia tubo Saku, pobre, pero ya que :D
Gracias por leer
MiiKuuz

 

2. Capitulo 2: Ojos Rojos

Hola!! Ha, aqui traigo la conti (Grr.. con dos dias de anticipacion ¿¡No era que la pondria el jueves o viernes?! xD) Haa buenoo Aqui les traigo la identidad del desconocido que cogio de la muñeca a Sakura XD jaja Buenoo aqui les vaa la contii :D (ACLARACION: Las palabras extrañas con significado igual xD estan abajo con el numero correspondiente a la palabra- Solo hay una-)




2. Capitulo 2: Ojos rojos.



-¿Sai?-Preguntó curiosamente Sakura.


-¡Feíta, olvidaste despedirte!-Exclamó burlonamente Sai sonriendo fingidamente.


-Eres un idiota-Dijo Sakura con rabia y soltándose bruscamente del agarre.



-Ya, lo siento-Dijo corriendo su mirada hacia un costado- ¿Oye, viste a Ino?-Preguntó el neutralmente, aunque Sakura sabia perfectamente que en realidad solo la agarró del brazo por aquello.



-No tengo ni idea donde esta tu novia-Le respondió Sakura cerrando sus ojos. Y girándose para caminar hacia la puerta.



-No es mi novia -Respondió el moreno más con un pequeño y diminuto color rosado en sus mejillas.



-¡Si claro!-Se volteó Sakura con burla y luego siguió caminando naturalmente. Aunque ella sabia perfectamente que no era así, las puntadas en las plantas de sus pies habían cesado y se hacían mas continuas, algo que hacia cada vez mas difícil fingir que todo estaba bien.




Caminaba, sin si quiera tomarse un descanso, por que bien sabia que si se tomaba un descanso, se quedaría allí dormida, donde sea. El sueño y el dolor, la consumían lentamente, por momentos creyó que sus piernas no resistirían y que caería allí mismo. Se sentía débil, pesada, como si nunca avanzara. Pero desechó esas ideas, cuando a lo lejos vio su apartamento, suspiró e hiso un ultimo esfuerzo por seguir adelante. Llegó al cabo de unos cinco minutos, abrió la puerta con pesadez y se adentró en la casa, tiró su cartera por el primer lugar que vio, sin importarle donde cayera y se sacó los zapatos al instante, caminó hacia el sillón y allí se tumbo por un rato.


El dolor de sus pies, se había tranquilizado, por lo tanto ya podía al menos, caminar. Se dirigió hacia la cocina, y se preparó un simple sándwich, al comer sintió como la comida raspaba su garganta y como su estomago por segundos esperaba ansioso la llegada de la comida. Aquel sándwich quizás le resultó la mejor comida que probó en su vida, o quizás simplemente fue un producto del desesperado hambre que sentía su estomago en aquellos momentos.




Al terminar de comer aquel bocadillo, pequeñamente, su hambre disminuyó al igual que los gruñidos provenientes de su estomago. Sentía que sus piernas, volvían a tener fuerza, al igual que en todo su cuerpo. Se dirigió hacia su habitación, donde se quitó aquella ropa tan incomoda y se coloco un simple pijama. Sin percatarse de nada, se tiró a la cama y allí se quedó. Se giró hacia su izquierda, donde estaba una ventana, observó un pequeño balcón rodeado de flores, sus parpados se fueron cerrando lentamente, hasta que al fin y al cabo, quedó rendida por el sueño.


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Silencio. Todos supusieron, que así se quedarían. Más se equivocaron. Él giró su gran silla de cuero, ahora mirándolos a ambos con decisión. Ellos solo lo observan en silencio, esperando las nuevas órdenes del jefe, Itachi.



-Quiero que lo escolten hasta aquí. No le den confianza, no es alguien de quien se puede fiar. Ustedes lo vigilaran, ante cualquier movimiento sospechoso, ya saben que hacer. Que el sea mi hermano, no tiene ningún caso en común.-Exclamó Itachi fríamente, sus ojos negros se clavaron en ambos vampiros que lo observaban de la misma manera, Hidan y Sasori.-Puedes retirarte Sasori, necesito hablar unos segundos con Hidan-Ordenó Itachi nuevamente girando su gran asiento dando la espalda a ambos vampiros.



-Si-Respondió Sasori y rápidamente salió de la habitación, cumpliendo la orden que recientemente le habían ordenado. Se hiso nuevamente el silencio.



-Iré a verla.-Dijo simplemente Itachi, con voz pensativa. Hidan se quedó en silencio, sin saber que decir. Aunque aquella afirmación, ya la esperaba.



-¿Y tu hermano?-Preguntó Hidan.



-Vendré antes que el regrese.-Respondió Itachi secamente.- Puedes irte.-Dijo cortantemente. Hidan no respondió, tan solo se giró sobre si mismo y en un rápido y sencillo movimiento, ya estaba fuera de la habitación.



Itachi se quedó pensando varios instantes. Sabía que aquello que haría no estaría bien, pero… Tenia que verla, tan solo unos simples instantes, verla nuevamente, su cabello, su rostro, no podría hablarle, si quiera acercarse, pero, estar lejos de ella por su seguridad, era un precio justo que pagar, al menos para su entender.


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Corría. No sabia donde ni porque. Simplemente lo hacia. Oscuridad, aquella era la única palabra que describía aquel lugar. Sakura corría fuertemente, intentando que algo detrás suyo no la alcanzara. Miedo, desasosiego (1), espanto, no sabia porqué pero simplemente, tenia miedo a algo que no podía ver. Sintió como si resbalara con algo, y como cada vez, sus pasos se hacían más lentos y cortos. Desesperación, exasperación, angustia. De repente, calló al piso débilmente, golpeándose fuertemente contra el suelo. Observó con miedo detrás de ella, la oscuridad reinaba completamente. El lugar aquel era simplemente el vacio, la resta de todo.



Vio como una sombra se aproximó hacia ella. Mas su rostro no era visible, simplemente unos ojos rojos. Un escalofrió recorrió toda su columna vertebral, intentó retroceder aun en el piso, mas aquello no resultó demasiado. Aquellos ojos rojos la miraban penetrantemente, como si ya la conociera. Cada paso que daba, era uno que Sakura retrocedía, tenia miedo, demasiado, y para mucho peor aquel sueño era demasiado real.



Sintió que la sombra la cogió del brazo firmemente, haciendo que ella no pudiera retroceder. Desesperación la inundó, intento zafarse de aquel agarre, mas cualquier intento fue imposible, no podía retroceder, y aquellas manos frías la sostenían fuertemente. Intentó levantar su vista, pero más cuando estaba a punto de ver su rostro, todo negro nuevamente…



Despertó agitadamente, su pecho subía y bajaba, rastros de transpiración yacían en gran parte de su cuerpo. Miró a sus costados, evaluando que no se encontraba en el mismo lugar de aquel sueño, aquel horrible sueño. Giró su vista hacia la ventana, su respiración se paró, su sangre circuló aun más rápido por sus venas, su corazón cada vez bombeaba más rápido. Aquellos ojos rojos, yacían mirándola desde la ventana, desde su balcón repleto de hermosas y centellantes flores. Una sombra, su rostro estaba completamente oculto, mas aun, dejaba a la luz, aquellos obres color carmín brillante, con unas extraños signos que Sakura no pudo descifrar. Lo observó por instantes, parpadeó para ver si aquello que sus ojos verdes veían era verdad. Mas a parpadear, en una mínima fracción de segundo, aquella sombra, no estaba.

1 - Desosiego significa inquietud, intranquilidad


¡Espero que les haya gustado! :D
Graciiias por leerr :D

MiiKuuz

 

3. Capitulo 3: Una "cálida" bienvenida

¡Hola! aqui estoy de nuevo con la contii xD jiji Buenoo aquuii aparece Sasuke-kuun XD jajaj Ahoraa los comentarios :D


XXXmaryXXX: Hay me alegra que te haya gustado y mucho mas que te guste como narro, y bueno ¡Espero que te llebes una buena imprecion del Ita-Saku :D! Y sii, Sai como siempre ¡Nunca cambia! :P



escarlata: ¡HA me alegraa qe te guste! xD ¿Te parece que tiene un toque misterioso? jijij quizas, porque hagoo como DBZ jaja ¡En la mejor parte, termino el cap! XD ¡Y pues claro que lo continuare! :D Hmm.. Y con lo de la intriiga, lo sientoo pero es qe... ¡Es divertiido! :P


LobAnime:Jaja sii te he pillado por sorpresa :P ¡Pues porque algunas pequeñas personiitas me habian amenazado! (Y de la manera mas fea debo decir XDD) YY bueno...¡Sasuke-kun no es tann malo! .. No tanto..Jaja XD Y no, no se iran a vivir a Hawai...Creo.. XD

Bueno sin mas aqui, la conti:






3. Capitulo 3: Una “cálida” bienvenida



-Y eso fue lo que paso-Explicó una mujer de cabellos rosados mirando perdidamente la ventana


-Que extraño-Dijo una rubia mirando con preocupación a Sakura.


-Demasiado raro diría yo-Esta vez, hablo Karin, pero no con su típico tono carismático y envolvente, mas ahora con un tono preocupado.- ¿Crees que fue por algo?-Preguntó Karin observando a Sakura.


-Creo que si-Respondió Sakura, se levantó del sillón donde estaba sentada, y se dirigió hacia su habitación, caminó hacia un pequeño alhajero color blanco, era algo pequeño, y de forma circular, con pequeños retoques y flores en dorado. Lo abrió con delicadeza, por dentro era de un color rojo sangre, entre ellos, se distinguía un hermoso collar, era algo angosto- Indicando que se usaba algo ajustado al cuello, aunque claro, no demasiado.-Tres pequeños círculos con orificios adornaban aquel collar color plateado. Sin duda, era completamente hermoso, aunque Sakura, dudara completamente quien le había regalado aquello, puesto que ella no recordaba haberse comprado aquello. Y Sakura no era de las personas que olvidaban lo que compraban.



Lo cogió con su mano derecha, aquel collar, y se dirigió nuevamente al salón, donde sus amigas la esperaban con curiosidad. Sakura volvió a sentarse con tranquilidad, aunque más bien, un poco preocupada, pues no sabía muy bien que estaba pasando ahora en su vida. De repente, comenzaba a ver cosas que nunca en su vida había visto, unos ojos rojos que con tan solo recordar, un escalofrió recorría su columna vertebral.


-Creo que esto es el causante-Dijo ella extendiendo el collar hacia sus amigas. Ambas la observaron en silencio, aquel collar era hermoso.


-¡Ha Sakura, por favor!-Exclamó Ino burlesca y cerrando sus ojos.


-¡Este collar debe quedarte de maravilla, Sakura!-Dijo Karin sonriendo amablemente.


-No lo se, es que, este collar…-Silenció, no sabia exactamente como explicarlo, aquello simplemente no podía explicarse con palabras, ya que ni ella misma lo entendía, mas volvió a intentarlo- Me da una sensación extraña, no lo se-Su voz era inundada por la frustración.



Sakura era una persona impaciente, no le gustaba esperar, y por lo tanto, quería saber ya mismo, de donde provenía aquel collar, y del porque aquella sensación tan extraña. Se imaginó que Sai se lo había regalado, puesto que el ante año pasado, este no pudo presentarse a uno de sus cumpleaños y le prometió una sorpresa, quizás, fue aquella y ella si quiera lo había notado.



-¡Póntelo, seguramente te quedará hermoso!-Dijo Karin nuevamente con carisma. La chica de cabellos rosados la observó, Karin sin duda se había convertido como una hermana para ella, al igual que Ino claro está. Karin era una persona extrovertida, carismática, y sobre todas las cosas- Sobre todas las cosas para las personas superficiales- hermosa. Su cabello pelirrojo era largo y sedoso como la misma seda. Y sus ojos brillantes y hermosos como un rubí, ahora la observaban con amabilidad y carisma. Sin duda Karin siempre había llamado la atención de muchos, ya sea por su personalidad o hermosura.


-¡Karin tiene razón, Sakura!-Exclamó Ino sonriendo y mostrando su blanca y perfecta dentadura. Karin se reincorporó del sillón, y se dirigió detrás de Sakura, y quitando el collar de las manos de esta, se lo colocó. La medida era perfecta, y lucia perfectamente en el fino cuello de la chica pelirosa.

-¡Pareciera que estuviera echo a tu medida Sakura!-Dijo Ino con felicidad.

-Demasiado-Dijo la mujer de ojos verdes brillantes, con desconfianza. Se hiso el silencio, Karin volvió a sentarse e Ino, miraba la ventana- Sai preguntó por ti-Comentó Sakura de la nada.



Un pequeño e insignificante color carmesí apareció en las blancas y delicadas mejillas de Ino. Sakura Y Karin, miraron con picardía a la reciente sonrojada, mientras sonreían, haciendo que aquello, incremente lentamente la vergüenza de Ino.



-¿Qué te dijo?-Preguntó la rubia de ojos azules con interés.


-Nada-Respondió Sakura encogiéndose de hombros.- Solo me preguntó por ti-Explicó neutral.


-Maldito blancuzco-Susurró Ino con indignación.



Sakura y la pelirroja sonrieron, sin duda, Sai e Ino, nunca cambiarían. La noche pasó medianamente rápida, entre charlas, chismes, simples comentarios entre mujeres. Una mujer de cabellos rosados, se sentía totalmente cansada. Había dormido casi todo el día y aun así, sentía que el cansancio volvía a apoderarse de su cuerpo. Por dentro, maldijo a Ino y Karin, quienes habían ido a charlar a su casa y simplemente para eso. Y para desgracia de Sakura, ayer había organizado hacer las compras para hoy, aunque diferentes situaciones lo impidieron.



Con frustración observó unos pequeños imanes que yacían pegados al refrigerador. Intentó conseguir uno que aun siga abierto a pesar de la hora, aunque todos aquellos eran de 9:30 de la noche para abajo. Cerró sus ojos con frustración, claramente aquel día, no podía empeorar aun peor. Eso pensó ella.



Se cambió rápidamente con la primera ropa que encontró, sin fijarse demasiado en aquello. Aquello no era lo que menos le interesaba, lo único que quería era comprar alguna que otra cosa para poder cenar. Cualquiera que viera a Sakura saliendo a aquella hora simplemente porque no había comido, largarían a carcajadas -Pues seria lo que cualquier persona normal haría- ¿Por qué no irse a la cama sin comer? Para desgracia de Sakura, no podía ser posible, ya que la costumbre es costumbre, siempre ella cenaba por la noche y si no lo hacia por una cosa o por otra, no dormiría tranquila aquella noche.



Al salir sintió como el viento chocaba fuertemente contra ella. Resultaba irónico que por la mañana y tarde, los grados centígrados eran realmente altos y ahora, habían bajado considerablemente. Como ignorando completamente aquello, avanzó, caminó unas cuantas cuadras, agradeció mentalmente que el supermercado no quedaba tan lejos de su casa, odiaba salir a estas horas de la noche y mucho mas teniendo en cuenta que era Konoha, donde podrías encontrar cualquier cosa.




Konoha. Un lugar bastante variado con respecto a personas. Desde los humildes hasta los mas ricos del mundo. Desde ladrones a nobles trabajadores. Desde niños inocentes a asesinos en serie. Konoha era una de las ciudades mas variadas y peligrosas, por lo tanto, Sakura si tenia motivos del cual temer a esas horas, ella sola, caminando por las calles deshabitadas.



Agradeció al ver que el supermercado estaba a solo unos cuantos metros de ella. Siguió avanzando hacia el llegando casi al instante, se adentró en el establecimiento y saludó a la cajera que se encontraba allí. Decidió simplemente comprar unas dos porciones de carne y un paquete de puré instantáneo. Puesto que en aquel momento, y en aquella hora no tendría demasiados ánimos de colocarse a cocinar.



Pagó por los productos, y con una pequeña sonrisa se fue de allí. Nuevamente caminaba por aquellas oscuras y tenebrosas calles de Konoha. Andaba rápidamente, quería llegar lo más rápido posible a su casa, a tal punto que estaba a punto de largarse a correr. Las calles estaban levemente iluminadas por pequeños e insignificantes faros, que estaban a menos de veinte metros cada uno por lo que no iluminaba la vereda totalmente.


Pronto, una sombra se colocó delante de Sakura, ella ante tal repentina acción, retrocedió un paso. Y cuando completamente asustada estaba a punto de echarse a correr, una sombra también se coloco detrás de ella. Miedo invadió totalmente a Sakura, en el piso cayeron las cosas que recientemente había comprado. Un farol cercano iluminaba tenuemente a aquellas sombras, aunque aun así, detrás de sus sobre todos se podía observar unos ojos rojos, como aquellos que había visto en la ventana, aunque en cierto modo, le pareció que aquellos que había visto en el sueño y en la ventana, tenían un brillo mas especial.


-Mira a quien nos hemos encontrado-Habló una voz completamente sumida por la oscuridad, seca.-Nuestro objetivo, Juggo-La “persona”, salió de la oscuridad, para mostrar unos cabellos color plateados desordenados, y unos ojos, que ahora habían tomado su color natural, mostrando así un brillante color violeta. Una sonrisa adornaba la comisura de sus labios, una sonrisa sádica, más sin separar sus labios. Caminó hacia Sakura con paso lento, ella supo que aquel era su final, no podía retroceder, y si intentaba escapar, la atraparían.



Lagrimas salían de sus ojos, sentía rabia a si misma. Se sentía débil. Muchos en ciertas ocasiones lo habían dicho, ella era débil. Apretó sus puños con impotencia, sus ojos también se serraron fuertemente. Esperando que su propia sangre se derrame acabando con su vida. Los pasos se acercaban, estaba segura de aquello, faltaba poco. Sintió un ruido al lado suyo, los pasos pararon bruscamente…




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La puerta se abrió, dejando paso a varios seres que muchos suelen llamar, vampiros. Entre ellos, uno dio a destacar. Su cabello era negro, aunque daba una pequeña sensación de tener un tenue color azulado. Sus ojos eran fríos témpanos de hielo color negros, dos posos negros que parecían interminables, aunque cubiertos por una fría barrera. Sus pestañas eran largas, del tamaño perfecto, tenía una boca, fina, y pálida, lo que daba la impresión, que sus labios siempre estaban fríos-Algo que no era una afirmación errónea.- Sus facciones eran delicadas, mas a la vez, rudas. Claramente, cualquier mujer que se cruzara en su camino, no dudaría en enviarle una que otra mirada.



Sus fríos labios se vieron adornados por una sonrisa arrogante, sínica. Completamente normal en el. Sasuke Uchiha, hermano menor de Itachi Uchiha, que ahora mismo, estaba al mando de una gran liga de vampiros. Sasuke era el segundo, algo que en cierta forma, como muchos suelen llamar “El segundo es el menos importante” Era verdad, al menos para Sasuke. El primero era toda una aventura, algo nuevo. La madre temía morir, y el padre temía que su esposa e hijo mueran. Claro, es algo completamente natural de la vida. El segundo, es simplemente eso, los padres ya saben lo que pasara, no es algo nuevo, simplemente es otro, nada. Sasuke siempre fue considerado el segundo hijo, el que menos atenciones tuvo. Itachi siempre fue el favorito, y aquello, fue lo que los llevó a ambos de sus padres, a al muerte.



A pesar de ser ambos descendientes de las ramas principales del clan Uchiha, un clan de poderosos vampiros, sus padres no pudieron defenderse contra Itachi, quizás porque no se lo esperaban o quizás, porque no pudieron. Aquello simplemente no importaba, Sasuke se encargaría personalmente, que su hermano mayor, corriera la misma suerte. Con su mirada oscura recorrió cada mínimo centímetro de aquella habitación, más bien un recibidor. Dos escaleras a ambos lados cubrían aquella habitación, estaban alfombradas con un color rojo vino. El suelo de la habitación era de mármol negro, y las paredes de igual color. En el medio, había una gran araña de vidrio, completamente lujosa. En la habitación no había mucho que ver en si, no había grandes decoraciones, ni mucho menos, luces, pero aun así, daba un aspecto realmente fino para ser una mansión donde habitan vampiros.



-¿Y, donde esta Itachi?-Preguntó Sasuke con voz arrogante.



Hidan cerró sus ojos. Itachi le había dicho que regresaría para cuando Sasuke lo hiciera y un poco antes. Mas ningún indicio daba sospechas de que Itachi estuviera allí. Apretó sus puños sigilosamente, aquello era simplemente por la culpa de aquella niña con cabellos rosas. Que extrañamente, había cautivado la atención de Itachi, y por aquello mismo, toda la organización y hasta el mismo Itachi estarían en peligro, todo por una tonta niña.



-Dijo que iría a encargarse de un asunto personal-Mintió descaradamente Hidan. Aquello era normal, mentir para tapar a Itachi, aunque después de todo, era su deber, Itachi era su líder.


-Hmp…-Dijo Sasuke con indiferencia- Que mal de su parte, no recibir a su hermano menor-Exclamó sínicamente.


-Te equivocas, Sasuke, aquí estoy-Una voz resonó por la vacía habitación. Fría e indiferente.


HAAa!! Espero qe les haya gustadoo ¿Los deje con la intriigita? ¿Que habra sucedido con Itachi y Sakura? HAaa XD esoo solo en el proximo cap (?) XD jaja

Graciias por leer.


MiiKuuZ

 

4. Capitulo 4: Recuerdos e insistencias.

Hola! Hah ¿Como estan? O_O por primera vez ¡Acabo de terminar el capitulo recien ahora! (¿Donde quedo mi "Hacerlo un dia antes para luego tener el dia libre"?!!) xD bueno de una vez por todas ¡Traigo la conti! (Que por un momento no supe qe poner!! xD) ¡Pero ya qe! ;)

LobAnime: Jaja eso me sorprendió totalmente xD ¡Tu siempre eres la primera! O_O Ajamm,.. Me lo has dicho XD jajaja ¡Pero bueno, me alegra que te guste Lob-chan :D! Ash, tu siempre con tus amenazas ¬¬ XD Y nahh Sasuke no es taaan malo (MentiraXD) Concuerdo completamente con tigo sobre "la venganza" XD Espero qe te guste esta conti ;)

asami uchiha: ¡Ashh!, en este cap lo dice :D Pues... si, pobre Sasuke-kun, pero en realidad luego se vera maas tarde ;) jjaa y buenoo a qii te traiigo la contii :D esperoo qe te guste Asami-chan :)

Tay Uzumakii: ¿Hah enserioo? ¡¡Pues me alegro mucho! jijij bueno, esperoo qe lo siigas y qe te guste la contii Tay :D

escarlata : Ash, tu sabes lo qe significa ese collar ¡¡Eres la unica qe lo sabe!! :P Assdh... XD ¿Tengo qe responderte taaantas preguntas? T_T tardaria mucho, pues creo qe ni yo puedo responderte (O.O) ¿TE dije qe cuando dices "O ya sabes que pasará" Me das miedo? xD jjaaja (Todo el mundo me amenazaaa XD) ¡¡Bueno espero qe te guste la conti Escarlata-chan :D!!

Bueno y al fin xD aqui la conti XD




4. Capitulo 4: Recuerdos e insistencias.



Despertó agitadamente. Miró a sus costados, ¿Qué había pasado?; ahora estaba en su cama, recostada como si no hubiera sucedido nada. Y entonces, por su mente pasaron los recuerdos.


Y sintió como alguien se situaba a su lado. Los pasos ya no se oían, el ambiente se volvió mas frio de lo normal, sintió un ruido nuevamente. La voz de alguien:


-¿Pensaban hacer algo?-Preguntó una voz fría, indiferente, tanto que hiso que cada pequeño bello de Sakura, se estremeciese.


-¿Qué haces aquí?-La voz sonaba medianamente asustada, sorprendida.


-Hm...-Un sonido irónico. En un rápido movimiento se escuchó un ruido, como una persona que es ahogada súbitamente, Sakura no quiso abrir sus ojos, completamente ignorante, pues no quería saber lo que se encontraba frente a sus ojos.-No has respondido mi pregunta, Suigetsu-Exclamó con voz sádica.


-N-No íbamos a hacer nada, Itachi…-Intentó decir en tono suplicante, aunque sabia que aquel era su fin, Itachi había leído sus pensamientos. Sus ojos rojos se fijaron en los violetas de Suigetsu, y sin más, lo dejo caer.


-Si te acercas nuevamente a ella. Te torturaré hasta que supliques la propia muerte- Aquellas palabras las dijo con asco, como si realmente sintiera una terrible ira dentro suyo.-Dile a Pein, que si quiera lo intente-Exclamó como si ya supiera lo que aquel se tomaba entre manos. Se escuchó como al instante, aquellas presencias desaparecían, Sakura aun no muy segura, abrió sus ojos, mas lo único que alcanzó a ver, fueron unos ojos rojos, antes de caer inconsciente.



Se sintió completamente frustrada. De un momento a otro su vida se había convertido en algo que ni ella misma sabia. Suspiró fuertemente, y observó en su cómoda, como varios de los alimentos que ella había comprado escépticamente ordenados, como si fueran hasta medidos con una regla. No sabia si quiera que había pasado; ¿Es que acaso aquello fue un sueño? No, simplemente nunca pudo ser un sueño por que ¿De donde salieron los productos que ella había comprado?; claramente, todo aquello que recordó… Había pasado




Toda el hambre que antes había tenido, se desvaneció en segundos, instantes. Se sintió completamente fuera de hasta su propia vida. No entendía si quiera que estaba pasando, no pedía demasiado, simplemente una vida normal, sin ojos extraños, sin aquellos hombres que en cierto modo, parecían aquellos seres inmortales que mostraban en las películas de terror por la noche, vampiros.



Se tomó su cabeza con ambas manos. Frustración. Miró hacia la ventana, y para su suerte, aquellos ojos rojos centellantes, no yacían mirándola con expresión fría y sobre protectora. ¿Porqué la miraba así?; aquella era una pregunta que Sakura se venia haciendo hace al menos, un día. Desde que por primera vez vio aquellos ojos. Quiso tomar el teléfono y llamar a Ino o a Karin, pero sabia que simplemente ellas les respondería con “Ah Sakura, estas cansada, vuelve a dormir” “¡Ha, tu vida ya parece una película de terror!” “Tomate un analgésico” “Ve al medico”, entre otras. Sakura se sintió frustrada, si le decía algo a sus amigas, ellas no les creería, y ella las comprendía, puesto que aquello que estaba pasando en su vida, no era algo muy normal.



Se paró de su cama. Aquel día no podría dormir, mas no tenía la intención de salir de su casa. Cerró la ventana, e hiso lo mismo con la cortina, al igual que con las otras puertas y ventanas de la casa. Luego se dirigió a la sala, se sentó en el sillón, y allí permaneció, sentada. Abrazaba sus piernas fuertemente y tenía su mandíbula apoyada en sus rodillas. Se sintió vacía, no supo porque. Como que algo dentro de ella, no estuviera, como si le faltara algo de gran importancia. ¿Pero que?; aquella pregunta carcomía a Sakura por dentro.



Cerró sus ojos, intentando encontrar algo. Más aquello le fue imposible. Nuevamente aquellos ojos en su memoria. Sintió todo un escalofrío recorrer su columna vertebral, aquellos obres rojos le recordaban algo tan importante, que para su desgracia en aquel momento, ella no podía recordar. En un intento omiso totalmente de recordar, recordó aquellos felices y sínicos momentos de su infancia.



Resultaba bastante irónico que sus padres la habían criado en aquella burbuja cristal del “mundo perfecto”. Su madre siempre había sido una mujer muy dulce, comprensiva, muchos dirían que la mujer perfecta. Su padre siempre fue un hombre superficial, frio, y sin si quiera expresión aunque, Sakura sabia perfectamente que se había alegrado, cuando ella por primera vez, en sus años de completa inocencia, susurró “Papá” su segunda palabra. Su madre, hace años, le comentó que aquello fue a sus dos años. Una temprana edad según ella.



Su amiga de la infancia, siempre fue Ino. Una niña cordial, carismática y ya muy extrovertida desde pequeña. Al igual que Karin claro. Sakura había tenido una infancia de ensueño. Dulces, parques, helados, todos los ositos de peluches habidos y por haber; ¡La infancia perfecta! Mas ahora, cada vez que crecía, cada pequeño segundo o instantes que pasaban por sus ojos, se daba cuenta que el mundo era cruel. Cruel. Caprichoso. Oscuro. Pero a la vez lo contrario. Es irónico pensar que a pesar que pasó los mejores años de su vida en aquel planeta llamado tierra, y en una hipótesis llamada vida, también paso los momentos más vergonzosos, frustrantes, irritantes e infelices de su vida. Sin duda, aquello seria algo que ella nunca entendería, o que estaba fuera de su entender.



Entre hipótesis y preguntas enigmáticas a si misma. Concilió el sueño, en el mismo sillón. Esperando que quizás aquellos mortíferos y horribles sueños no vuelvan a torturarla nuevamente. Para su suerte, no lo hicieron. Después de todo, había tenido un día horrible, y con aquello sinceramente terminaría de arruinar su día, mas de lo que ya estaba.



Se despertó al menos a las 6:30, sus ojos le dolían terriblemente, sentía sus labios secos, que su cabeza en cualquier momento, iría a estallar. Cerró sus ojos para intentar calmar aquel dolor, mas aquello era completamente omiso, el dolor seguía, allí torturándola de la peor forma. Agradeció que era sábado y no tendía que ir a trabajar aquel día. Se quedó sentada por unos instantes en aquel sillón de cuero blanco, intentando calmar aquel dolor. Una vez que se sintió menos mareada, se paró lentamente y se dirigió a la cocina, donde tenía algunos que otros medicamentos. Al entrar, se dirigió a una de las alacenas, donde guardaba una pequeña caja con medicamentos.



Cogió uno de ellos, y lleno de agua uno de los vasos que yacían en la vajilla del día anterior. Se coloco la pastilla en su boca, tragó agua, sintió como la pastilla entera raspaba su garganta. Más ignoro aquello totalmente, puesto que simplemente era para que aquel sofocante dolor, se fuera.




Sus ojos negros se fijaron en su hermano, quien yacía ahora con una sonrisa arrogante. La mesa era larga, al menos media unos dos metros, unos frente a otros, parecía que aquella mesa fue diseñada para que el dueño de la casa este lo mas lejos posible del invitado. Estaba cubierta por un fino mantel de seda color sangre. En medio de la mesa, había al menos un metro de abundante comida y entre medio de esto, un gran florero con hermosas rosas rojas. Ambos hombres, tenían un plato blanco, con un simple pedazo de carne y un poco de simple ensalada. Sus copas estaban repletas hasta la mitad de un liquido rojo, que solo los que habitaban allí sabían, sangre.



Sasuke llevo formalmente la copa entre sus labios. Itachi solo lo observó en silencio, con una sonrisa arrogante entre sus finos labios. Resultaba bastante irónico que Sasuke, su hermano pequeño haya decidido irse a vivir con el, y con toda la liga de vampiros que el dominaba, aunque Itachi, sabia muy bien las razones, venganza.



Sasuke a pesar de estar bebiendo la sangre que había en la copa, no despegó ni un solo segundo sus obres negros de los de Itachi, desconfianza. Una mujer se adentró con finura en la habitación. Su cabello era largo y azabache como la misma noche. Sus ojos eran rojos y brillaban a puro resplandor. Sus labios estaban pintados de un fuerte rojo-Y casi brillaban como sus ojos- Sus facciones eran completamente delicadas, casi como las de una muñeca, y completamente para envidiar. El caminar de ella, era fino, movía su cintura a la par de sus movimientos y aquel vestido rojo, escotado, con un tajo al costado de su pierna le acentuaba de maravilla.



La mujer, miró sensualmente a los hombres que yacían sentados. Remojó sus labios, y parándose en medio exclamó:


-¿Necesitan algo?-Preguntó la mujer del vestido rojo con voz completamente sensual.


-Sírvele más a mi hermano, Sora-Dijo Itachi sonriendo con arrogancia. La mujer se encaminó a mesa, y cogió una jarra de hierro, aunque completamente real y con algún que otro detalle.-Parece que te has instalado rápido-Prosiguió Itachi cambiando de tema, mas observando a como Sora sensualmente servía a Sasuke.


-Hm…-Respondió Sasuke sin mínima importancia, y observando maliciosamente a la mujer de cabellos azabaches que lo miraba coquetamente.


-Puedes irte Sora-Dijo Itachi firmemente. La morena asintió en silencio y se retiro de igual forma.- ¿Te quedaras?-Preguntó Itachi directamente y sin mínimo rodeo. Sasuke soltó una risa sarcástica.


-¿Estas echándome?-Preguntó irónicamente, y tomando un poco del líquido que la mujer de ojos rojos, le había servido recientemente.


-Puede-Respondió Itachi- La cura no es segura Sasuke, lo sabes. Al menos, no de ella.-Dijo Itachi ya imaginándose los pensamientos de su hermano, este solo sonrió arrogantemente.


-Yo no he asegurado nada, Itachi-Dijo Sasuke corriendo su mirada hacia un cuadro que se encontraba a su izquierda. Algo tétrico, más bien al parecer era el infierno. Personas cubiertas en llamas, suplicaban con sus manos extendidas hacia un hombre que si quiera tenia rostro, tan solo era cubierto por la oscuridad, y con una sonrisa completamente maliciosa.


-Comentan por ahí, que mataste al idiota de Orochimaru-Comentó Itachi con tranquilidad y completamente despreocupado.


-Hm…-Soltó Sasuke con ironía- Era un completo inepto-Prosiguió cerrando sus ojos y mostrando una sonrisa orgullosa en sus labios fríos.-Sabes que siempre lo que quiero, lo consigo-Dijo indirectamente aun con los ojos cerrados. Itachi lo observó con sarcasmo, su hermano sin duda era un completo idiota. Completamente ignorante y sin duda caprichoso.



El silencio reinó, ninguno se molestó en romperlo, a ambos les agradaba aquel. La tranquilidad. Sasuke se levantó, y se retiró de allí despreocupadamente. Itachi rodó sus ojos, aquel tipo era estúpido. ¿Enserio pensaba que podía matarlo?; ¿A el? Aquello sin duda era completamente incoherente e ilógico. Itachi sabia perfectamente que la sangre de ella era la cura, mas muy pocos lo sabían, y Sasuke no seria otro en enterarse, ya que pondría en peligro la vida de ella, algo que no se permitiría Itachi.



La puerta se abrió nuevamente, pero esta vez, dejando paso a Hidan, su rostro no mostraba sentimiento alguno, sin mínima expresión. Se adentró en la habitación, el cabello de Hidan como siempre, corrido para atrás cuidadosamente peinado. Caminó hacia la silla que recientemente Sasuke había ocupado, la tomó entre una de sus manos, la volteó y se sentó sin medio cuidado, mirando fijamente a Itachi.


-Pein sigue buscándola- Dijo Hidan mirando a Itachi.


-¿Qué?-Preguntó el moreno queriendo que lo que sus oídos creyeron escuchar no fuera cierto.


-Lo que escuchaste. No van a rendirse Itachi-Respondió Hidan con sus centellantes ojos violetas en Itachi, quien lo observa inerte.



-Maldito insistente-Murmuró con rabia. Los había amenazado, y Pein sabia perfectamente lo que sería capaz de hacer Itachi, mas a pesar de eso, no se rendía. Cerró sus ojos con frustración, no tendría nada que hacer, si intentaba protegerla, su hermano se daría cuenta, e iría tras ella. Itachi por primera vez en su vida, no supo que hacer, se sintió completamente enfadado consigo mismo, se sentía idiota, y completamente impotente. Pero ya abría tiempo para aquello, no dejaría por nada del mundo, que algo le sucediera a cierta muchacha de cabellos rosados.





O.O Fue bastante larga xD jajaj ¡He tiene al menos 2006 palabras! XD jaja ¡Bueno espero qe les haya gustado!

Graciias por leer :D

MiiKuuZ

 

5. Capitulo 5: Una hermosa tarde e ideas nuevas.

¡Hola!; aquí traje la continuación del fic, corta, pero tranquilos ¡No se quedará así!; luego pondré la segunda parte xD. ¡Es que es para no dejarlos con tanta intriga! (Soy demasiado buena (?) ) Bueno..
Es una lastima que varios de los comentarios hallan sido borrados, pero igualmente Gracias por comentar y leer Y que aunque no aparezcan los leí igualmente. Bueno, gracias Lob-chan que siempre comentas y me apoyas amiga :D Y.. bueno gracias a todos xD ¡Y Asami-chan, espero que te guste la continuación! y...¡Pues ya al tiempo entenderás todo! :D Y bueno, al fin, aquí la conti:


Luego entenderán del porque el titulo xD "ideas" xD



5. Capitulo 5: Una hermosa tarde e ideas nuevas.



Nuevamente, seguía hablando taladrándole la cabeza. ¿Cómo una persona podía hablar tanto?; aquella era una pregunta bastante enigmática, que Sakura se hacia cada vez que Ino la llamaba por teléfono. Rodó los ojos y se apoyó en la pared de enfrente. Mientras Ino, seguía hablando, hablando y hablando. A Sakura le pareció que aquello nunca terminaría más cuando escuchó:

--Lamentamos comunicarle que con la persona que se estaba comunicando acaba de acabar su crédito si…-Sakura la interrumpió sin si quiera dejarla terminar, apagó el teléfono y lo colgó en su lugar. Aquello le pasaba a Ino por charlatana, por llamar por celular, y por no cargar crédito a tiempo. Sonrió con ironía, sin duda su amiga era completamente única.



--Únicamente loca-Susurró Sakura con burla mientras se encaminaba nuevamente hacia la sala. Para su suerte, el dolor ya no se sentía, gracias a aquellos analgésicos que había tomado por la mañana.



Se dirigió al salón, se sentó en el sillón tranquilamente, mientras observaba la puerta que yacía cerrada desde ayer por la noche. Suspiró largamente, su vida se había vuelto un completo y desordenado misterio que ni ella misma entendía. Estaba aburrida, sin si quiera saber que hacer. Según por lo que veía desde la ventana con cortinas a sus costados color blancas. El día estaba hermoso. El sol brillaba fuertemente, los pajarillos cantaban alegremente, y las personas transitaban rápidamente por las calles de Konoha, un nuevo día.



Sakura se levantó del sillón, de ninguna manera dejaría que el incidente de ayer en la noche, la detuviera y no la dejara vivir tranquila. Era sábado, fin de semana, había sol, así que no podrían hacerle nada; ¿Verdad?



Se reincorporó del sillón y caminó hacia su cuarto. Se adentró en este e inmediatamente se dirigió hacia el armario, se decidió por un top algo armado, tenía encajes de rosas en un color un poco mas claro, rosa pálido. Una falda color blanca, unas simples sandalias del mismo color que la falda. Cogió una cartera que estaba colgada, era de cuero, color blanca algo pequeña. Sin más, se dirigió a la puerta, tomó las llaves que estaban en una pequeña mesilla al lado de la puerta, y abrió esta. Empujo levemente para atrás, y sintió como todo el viento de la tarde, pegaba levemente contra su rostro. Sakura amaba aquella brisa de la tarde.



Abrió sus ojos anteriormente cerrados y se dispuso a caminar. Las calles estaban habitadas, la gente caminaba alegremente y rápidamente aprovechando el buen clima que estaban disfrutando. Luego de una caminata, sus ojos verde brilloso se fijaron en una tienda, más bien en un vestido negro que adornaba la vidriera. Sus ojos verdes brillaron, quería sin duda aquel hermoso y elegante vestido. Dudó por unos instantes, pero al verlo nuevamente, se dirigió hacia allí dispuesta a comprarlo. Al entrar la tienda estaba de temperatura normal, ni frio, ni calor, gracias al aire acondicionado.





El local estaba decorado en la gamma de los grises, dándole así un aspecto metálico. Sakura observo a la cajera, como era aconsejada por la que al parecer, era la dueña del local, con simples palabras como “Primero, deja que el cliente mire, y luego ataca” Típico dicho de cualquier comerciante. Sakura paseó su mirada verdosa por el local, hasta luego de unos segundos de mirar, una persona se dirigió hacia ella, la cajera que recientemente había sido aconsejada.



--¿Puedo ayudarla en algo?-Preguntó una mujer cordialmente, de al menos unos veinte años.



--Si, quería ese vestido negro de vidriera-Dijo Sakura también cordialmente sonriendo como solo ella sabía hacerlo.



--¡Grandiosa elección!-Exclamó la comerciante con una sonrisa compradora. Sakura le respondió de la misma sonrisa, completamente carismática, digna de ella.



Una vez que la mujer quitó del maniquí aquel hermoso vestido, Sakura se dirigió al probador y se colocó aquel hermoso vestido. Se vio en el espejo, aquel vestido color negro le acentuaba de maravilla. Era ajustado en el torso, con encajes color gris. Y luego caía libremente por sus piernas hasta llegar al suelo. Sin duda aquel vestido era hermoso. Sin dudarlo, se lo quitó y salió del probador dispuesta a comprarlo. Y así lo hiso, se encaminó hacia el mostrador, donde aquella mujer veinteañera la esperaba con una sonrisa.




--Me lo llevo-Dijo Sakura sin más con una sonrisa, completamente conforme con su compra. Pagó y salió de allí, el vestido no había salido para nada barato; ciento cincuenta dólares con cincuenta centavos. Aunque, Sakura vio productiva aquella compra, ya que estaba completamente convencida que aquel vestido era completamente hermoso.



Nuevamente se encontraba fuera del local. El viento de la tarde volvía a pegar contra ella. Luego de unas compras mas, entre ellas, algunos zapatos, ropa, y la mercadería que hacía unos días tenía que haber comprado. Comió alguna que otra tontería en el camino y se encaminó hacia su casa. Para su sorpresa, a lo lejos, se veía una sombra parada en la puerta de ella, que al acercarse, fue reconocido como: Sai.



--¿Qué haces aquí Sai?-Preguntó la chica de ojos verdes brillantes.



--Al menos salúdame-Exclamó con los ojos cerrados ignorando la pregunta de Sakura- Vine a visitarte, simplemente eso.-Respondió el.



--Ino no esta aquí-Dijo Sakura acercándose y abriendo la puerta de su casa.



--Por eso vine-Dijo Sai con una sonrisa sarcástica, adentrándose en la casa de Sakura sin previo permiso.





Sakura se quedó observándolo en silencio, no acotó nada, aun que no entendía la reciente y amistosa visita de Sai. Se adentró en la casa luego de Sai y cerró la puerta tras si. Al entrar vio a Sai ya acostado en el sillón tranquilamente como si fuera su propia casa. Sakura frunció el ceño ¿Qué hacia aquel idiota en su casa?; suspiró fuertemente y aun con el ceño fruncido preguntó:



--¿Qué haces aquí?-Preguntó nuevamente Sakura asqueada.



--Ya te dije, vine a visitarte-Dijo Sai con un tono cansado mas aun manteniendo su tono fingido.



--Sai…-Murmuró la mujer de cabellos rosados. Pero se sorprendió al ver como Sai se dirigía hacia ella peligrosamente. Sakura cada paso que daba el, era uno que ella retrocedía.- ¿Q-Que quieres?-Preguntó Sakura no esperándose una respuesta.



--¡Oh vamos Sakura!-Dijo Sai con burla, por primera vez, Sai la había llamado por su nombre, fuese lo que quisiese, no era para nada santo. Sakura retrocedió nuevamente, mas ahora se encontró con la pared. Tragó saliva, aquel seria su fin





¡¡YEAH!! xD O-O Sai es un pervertiido, viste Escarlata-chan ¡Dije que pondría a ya sabes con quien con quiien! (?) XD ¡Bueno espero que les haya gustado!; mas tarde pongo la segunda parte :D
Graciias por leer
Atte: MiiKuuZ

 

5. Capitulo 5: Una hermosa tarde e ideas nuevas. II

¡Hola!; ¡Lo se! se que les dije que la iba a poner al rato ¡Lo se! pero me dio pereza... ¡Es que no sabía que poner! (MENTIRA XD) Bueno pero lo que importa es que la puse ahora ¿No? xD Si Lob-chan, leíste bien, la llamó por su nombre ¡Ha, con respecto a los comentarios!; los que los borraron, fue una completa lastima, aunque fue una suerte que los leí antes xD ¡Pero bueno aquí al fin, la continuación!



5. Capitulo 5: Una hermosa tarde e ideas nuevas. II




Hacía frio, mucho frio, al menos en aquel lugar, mas aquello parecía si quiera importarle a dicho moreno que se encontraba mirando el vacio. Sus ojos negros como siempre, eran dos cubos de hielo, cubiertos por una fría barrera, como los de su hermano, iguales a los de su hermano, ¿O es que acaso su hermano, se parecía a el?; aquello simplemente no importaba, no eran los pensamientos que pasaban por la mente de Itachi.



Suspiró fuertemente, estaba en un terrible aprieto. No sabía si quiera que hacer, se sentía completamente impotente, tenía que ayudar a Sakura ¿Pero como?; ¿Cómo? Aquellas preguntas carcomían la cabeza de Itachi a cada segundo. La puerta se abrió bruscamente, dejando ver a cierto pelirrojo, su ceño estaba fruncido, dejando que ver que claramente algo le estaba molestando terriblemente.



--¿Qué diablos quieres Sasori?-Preguntó fríamente Itachi irritado ante tal repentina acción de Sasori.



--¡Tu jodido hermano está revolcándose con Sora en mi cuarto, joder!-Exclamó fuertemente Sasori- Quiero dormir.-Dijo simplemente escondiendo con sus parpados, sus ojos color carmín.



--Pues espera a que que se vallan-Dijo Itachi tranquilamente, como si aquello fuera lo mas normal y común del mundo.



--¡No voy a dormir en aquella habitación!; seguramente me han dejado una mancha de…-Itachi lo interrumpió.



--Vete de aquí-Fue las únicas palabras que dijo. Sasori instintivamente retrocedió un paso y rápidamente salió de allí, claramente, no podía andar jugando con el humor de Itachi Uchiha. Sasori tragó saliva, claramente aquel no era el mejor día de Itachi y mucho peor, que vinieran a molestarlo, en un segundo, cerró nuevamente la puerta, aunque con suavidad, con la intención de no molestarlo.




Itachi por su parte, sonrió con arrogancia. Claramente, iba a ser toda una aventura controlar las hormonas de Sasuke, no llevaba si quiera dos días allí y ya había acostado con Sora, aunque claro, aquella tipa no era una mujer difícil.



Rodó los ojos, claramente aquel Sasori estaba de mal humor. Por eso mismo, no lo mató en el mismo instante, claro que lo comprendía, no es muy agradable entrar a tu cuarto y ver como dos personas están teniendo relaciones en tu cama. Cerró sus ojos con frustración nuevamente, volviendo al tema que anteriormente su mente discutía.



Pensó que en aquel lugar no serviría para pensar claramente y se reincorporó del gran asiento de cuero. Para luego caminar unos metros para salir por la puerta. No podía salir de la casa, así que mucho no podría caminar, pero al menos para estirar sus piernas. Caminaba por los extensos pasillos de aquella mansión, el camino estaba iluminado por finos candelabros de oro. Encontró a varios vampiros, claro, todos bajaron su mirada e hicieron una pequeña, mas fina reverencia frente a su jefe.



Itachi buscaba con sus ojos negros a cierto hombre de cabellos canosos, que aun no se aparecía por su vista. Cerró sus ojos con frustración, aunque ya sabía donde estaba Hidan. En las cavernas, seguramente, vigilando a una convicta, una mujer de cabello azulado, Itachi no recordaba bien su nombre, mas sospechó que era Konan, si quiera recordaba su apellido, simplemente su nombre.



Bajó las escaleras una vez que pasó aquel largo y fino pasillo. Nuevamente se vio en aquel enorme recibidor, caminó nuevamente, pero esta vez hacía detrás de las escaleras, donde yacía una puerta oculta, empujó hacia adelante y frente a sus ojos se vio una escalera en espiral de piedra con muros de igual material. Eran como esas las que aparecen en las películas de terror con una ventana que da a la luz de la luna, aunque en este caso, las ventanas brillaban por su ausencia.



Una vez, bajado aquellos escalones, se vio nuevamente en un largo pasillo, pero esta vez, no tan pequeño, este era mas ancho, lo suficiente como para pasar sin que los prisioneros lleguen si quiera a rosarlos. Itachi colocó las manos en sus bolsillos de aquel pantalón de vestir color negro, muchos dirían que parecía un Dios con aquella combinación perfecta, una camisa color roja sangre fuera del pantalón con los dos primeros botones desabrochados, dejando ver así una pequeña parte de su pecho. Sus zapatos resonaban por el piso rocoso de aquel lugar, a lo lejos, en una de las últimas rejas, pudo observar a dos vampiros más, Hidan y Kuyo, un vampiro bastante… extraño. Podría decirse. Callado, algo vil- Algo que en si, no llamaba la atención entre los vampiros- sin duda el mas irritante de allí. Aquel era el único vampiro que se había atrevido a encararle, aunque, luego de ver la expresión de Itachi, no lo volvió a hacer, aunque aun así aquello permanece en su memoria.



--¿Despertó ya?-Preguntó Itachi refiriéndose a aquella muchacha de cabello color azul que habían encontrado mal herida, según Kuyo- También con grandes dotes de olfato- Era una vampiro del bando enemigo, aunque aun así, la mantenían detrás de rejas, por si llegara a causar una mínima amenaza.


--Ni si quiera despertó-Respondió Hidan con tranquilidad, mas con un leve toque de impaciencia.




--Hm...-Respondió Itachi.-Kuyo, despiértala-Ordenó Itachi rápidamente y clavando sus ojos negros como dagas en los verdes de Kuyo.



--Si-Asintió para luego buscar un bote con agua, el cual hacía que las gotas de agua no cayeran al piso- Una gotera de la cual, nadie quería reparar- Las gotas cayeron esta vez al piso, y resonaron por el oscuro pasillo. Kuyo sin media consideración, echó el balde de agua encima de la muchacha, mojándola por completo. Ella se despertó al instante, dejando ahora mostrar un color rojo brilloso en sus ojos. Al ver a aquellos tres vampiros delante de ella, se corrió bruscamente hacía atrás, pegando su pequeña espalda contra la pared.



Kuyo sonrió con malicia. Y cuando estaba a punto de aproximarse hacia la celda, Hidan colocó su brazo, prohibiéndole el paso. El hombre de ojos violetas, miró a Kuyo, mientras que sus ojos verdes, brillaban aun más, mas al fin y al cabo, retrocedió un paso, haciendo que sus cabellos color negro se agitaran.



--Has lo que quieras-Exclamó Kuyo mirando a Hidan amenazante. Y retirándose de allí.


--Tuvimos que llegar a situaciones extremas para que despertaras- Comentó Itachi con tono sínico



--Tú eres del sur ¿No?-Preguntó Hidan curiosamente, ya sabiendo la respuesta. Ella no respondió, sabía quien eran, los vampiros de la otra liga, e Itachi, su líder, quien la observaba con ojos penetrantes y con dos fríos e insensibles cubos de hielo como ojos. Itachi sonrió- Tranquila, por ahora, no te mataré. Primero te sacaremos información.-Dijo Itachi fríamente y dándose la vuelta para salir de allí, aunque haciéndole unas señas a Hidan para que lo siga. Una vez que estuvo a metros de allí, se detuvo nuevamente, Hidan pensó que iría a voltear, mas el no lo hiso, simplemente desde el mismo lugar, dijo en voz alta y clara-Y ni si quiera se te ocurra negarte a decir una palabra. Aquí no nos llevamos bien con los caprichosos-Al decir eso, pensó en Sasori. Y sin más, se dirigió a salir de allí, nuevamente ambos pasaron por aquella escalera rocosa, y se dirigieron al recibidor, y luego a la “oficina” de Itachi. Al entrar, el se sentó en su sillón de cuero, mientras Hidan lo observaba parado con la ceja alzada.


--Tengo una idea, les daré una misión a ti, Sasori y Sasuke-Dijo Itachi entrelazando sus manos por encima del escritorio y miró con sus centellantes ojos negros a Hidan, en aquel tiempo, se le había ocurrido una idea, una idea completamente lógica, que quizás por no pensar mejor; no se le había ocurrido. Una idea que en si, era perfecta.




¡Ha!; ¡Los he dejado con la duda!...¡Yeah! xD Bueno espero que les haya gustado, en el próximo capitulo ¡"La idea de Itachi"! xD
Gracias por leer
Sayonara

MiiKuuZ :D