Prince ROSE Vampire

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por RosaNegraRosaClara, 2 Marzo 2012.

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  1. Título:
    Prince ROSE Vampire
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasmas
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2543
    Prince ROSE Vampire

    Capitulo 01 – Cruce de Destinos, en un Inicio Extraño

    Esta es mi inusual historia, de cómo pase de simple humana con vida ordinaria a lo que soy ahora, les sonara raro desde el comienzo y no creo que llegue a haber algo lógico en alguna parte de esta historia pero asi me ocurrió, aunque fuera imposible.
    – :: ~ ( ~ ) ~ :: –
    Una chica de cabello café oscuro estaba en su casa escuchando música con su celular.

    Ahí empezaba esta historia.

    Se comenzaron a escuchan mucho ruidos de afuera. No parecía nada agradable ni Seguro, para la vida de la gente.

    — Hm que pasara — dijo la chica quitándose los audífonos, se estaba comenzando a preocupar — será mejor que cierre con llave hasta que venga mi mama en la noche — ella no quería terminar muerta tan joven, aun no hacia muchas cosas…importantes.

    Ella va hacia ambas puertas y las cierra con llave.

    Lo admitía, tenía miedo. Mucho miedo.

    Los ruidos son aun más fuertes y parece que son peleas muy brutales. Los ruidos se sintieron mas cercas, eso no le gusto nada.

    La chica reviso en todos lados si alguien no entro, sabía que estaba algo paranoica pero es que estaba muy asustada y espero muchas cosas menos hallarse bajo su cama a un muchacho de cabello café muy claro. Sus ojos de abrieron de par en par de la sorpresa, bueno, no todos los días te hayas a un rubio atractivo bajo tu cama y menos cuando oyes peleas callejeras ahí afuera.

    — ¡Qué demonios haces ahí! — grito la chica sorprendida, no se espera hallar a un joven debajo de su misma cama. Y quien si lo esperaría en realidad.

    — No grites — dijo alarmado — espera, no te voy a hacer daño, solo quiero esconderme de alguien que me persigue, nada más — le explico, ella no le puso atención, solo pensaba en, un extraño y desconocido chico esta bajo mi cama y no quiero saber si es criminal.

    — Oye, no puedes estar aquí, será mejor que tú te… — le comenzó a decir ella pero no termino porque oye que tocan a la puerta y en una forma muy brusca.

    Ella lo deja en su cuarto no antes de echarle una mirada de advertencia y se va a hacia la puerta.

    — Estoy buscando a un chico ¿lo has visto? — dijo aquel hombre con aspecto atemorizante, era grande, de cabello corto negro y extraños ojos morados, seguro el mismo que perseguía a su visitante “especial” que estaba justo en su cuarto en estos momentos, pero ella no le diría nada, en especial por lo que veía.

    — No se dé que habla — le contesto ella fingiendo inocencia. Y no sabía, teóricamente, no le había mostrado ninguna foto y podía fingir no tener conocimiento deductivo.
    — Uno que creo que esta aquí dentro — dijo aquel hombre con su misma voz, era idiota o se hacía, ella no le diría nada, ¡que se pensaba ese sujeto!, ¿Qué ella era una idiota?

    — >>Ese sujeto lleva un arma tras su espalda, esta pero bien loco si cree que lo dejare pasar, pues no conozco al de adentro pero el de afuera me agrada mucho menos, no sé si son sus ropas oscuras, su mirada amenazante o su hacha algo ensangrentada que esconde muy mal en su espalda, definitivo, no pasara<< — pensó la chica de cabellos cafés un poco oscuros — la puerta está cerrada, ¿cree que aquí haya podido entrar ese del que habla?, sinceramente yo creo que mejor debería ir a buscarlo a otro lugar porque aquí está perdiendo su tiempo, la casa esta así cerrada desde en la tarde — mintió mientras él hacia una mueca, obviamente enojado de no hallarlo pero era tonto porque le había creído — y suerte con encontrar a su hijo o a quien sea que busca — dijo para parecer más creíble.

    — Está bien, ya me voy — dijo el hombre resignado. Ella suspiro de alivio internamente.

    Regreso a su cuarto mientras veía marcharse a aquel hombre que solo tenía una descripción, Aterrador, justo para ayarse con su anterior visitante y dejar de tener ese alivio que le duro muy poco.

    — Vaya que eres buena mintiendo — le dijo el joven de cabello café muy claro y ojos grises, aunque yo podría llamar mejor, plateados.

    — Ese sujeto traía una especie de hacha que escondía muy mal tras su espalda, ¡como rayos crees que lo iba a dejar pasar! — se excuso ella. Aun no entendía como alguien tan peligroso podía ser tan torpe pero lo agradecía.

    — Hmm, cuando lo pones así — dijo y se encogió en sus hombros.

    — ¿Porque lo dices tan tranquilo? — pregunto ella más que confundida, curiosa.

    — Ya estoy acostumbrado, ese era Trucc, el mismo que me hizo esta herida — dijo el casi rubio y se levanto la camisa señalando su “pequeña cortadita”.

    — Esa herida es muy grande — dijo observando la rajada enorme y sangrante que el tenia en su bien esculpido abdomen, le atravesaba horizontalmente toda la parte del estomago, ese chico había tenido mucha suerte de que no fuera tan profunda como para esta peor.

    — ¿Me puedo esconder en tu casa hasta mañana? — pidió algo tímido y esperanzado. No había captado que la chica lo miraba raro más que por su herida por su abdomen bien trabajado.

    — ¡Qué?! — grito ella saliendo de su trance por la inmensa herida y por la inmensa atracción.

    — Por favor, si salgo ahora me encontrara y créeme, no tiene deseos de dejarme vivir — suplico él. Realmente esperaba que la chica fuera buena y lo ayudara porque si no, realmente, moriría joven.

    — Mi mama viene en unas horas — se quejo ella, el pensó que la forma de su cabello café le quedaba muy bien incluso enojada, aunque no era el momento para pensar en esas cosas.

    — No importa, me escondo mientras esté aquí — propuso el esperanzado, la chica siempre tenía un “pero”, pero había notado que sentía pena por él y eso le daba esperanzas.

    — ¿Y donde se supone que vas a dormir? — pregunto ella ya accediendo, haber que teoría le sacaba el loco ese, cara de modelo y todo pero era raro y loco.

    — Debajo de la cama, donde me escondí antes — dijo el porqué sabía que ella era de esas chicas, se le notaba.

    — Oye me viste cara de que o que, te escondes y en la noche duermes en mi cama pero te levantas temprano antes que mi mama — le aclaro, la idea de dormir al lado de un chico no se le hacía digamos muy buena pero tampoco era una desalmada para dejar a un pobre desafortunado que ya estaba muy amolado por tener esa suerte y todavía tener que dormir en el suelo y aparte no dejamos de lado que tiene una herida muy grande, no tan profunda pero se veía que dolía.

    — Ah contigo, ok — dijo él, la idea de dormir con una chica linda no sonaba nada mal y esta tenía algo, no sabía qué pero lo tenía, le agradaba, parecía tierna y agradable.
    — Solo porque no soy una desalmada eh, nada mas — se apresuro a aclarar. No quería que entendiera que le daba igual tener a un desconocido durmiendo junto a ella en su cama
    El asintió.

    — Oye y ¿cómo te llamas? — le pregunto curiosa.

    — Norak Drifell — contesto él, ella se confundió, tenía un nombre raro, pero no se podía quejar, el nombre de ella no era precisamente uno común.

    — ¿Norak? Es un nombre extraño, yo me llamo Liana Sares — le dijo ella. Lo dijo y sintió ya no quedaba tan bien, llamarle raro a su nombre, además, a los hombres lindos les quedaba bien cualquier nombre, eso lo estaba comprobando ella ahora.

    — Tu nombre tampoco es muy común — se defendió el.

    — Tú eres el chico de la rajada gigante en el abdomen — contraataco ella.

    — Bueno punto — admitió su derrota.

    Liana estuvo un rato observando a su huésped, parecía perdido, como un cachorrito abandonado que necesitaba ser cuidado. Un cachorrito muy tierno.

    El estaba algo intimidado por cómo era analizado por Liana, estaba sentado en la cama de la chica sin saber qué hacer, de pronto una idea se le vino a la mente.

    — >>Saca esas estupideces de tu cabeza idiota<< — se regaño mentalmente a el mismo.

    — ¿Quieres ver televisión? — pregunto ella que también se había cansado del incesante silencio.

    — Claro — respondió el, feliz de que hubiera una salida para no seguir pensando en ideas estúpidas, la miro unos momentos y le gusto — en mi hogar no tenemos esto — dijo y al instante supo que había metido la pata y hasta el fondo.

    — ¿Cómo? ¿Pues de dónde eres? — pregunto Liana sin entender. ¿De dónde venía que no sabía que existía la televisión?

    — Aaah, me refería a que la están arreglando, mi padre no quiere comprar otra aunque esa no tiene arreglo — dijo y ella asintió volviendo a poner la vista en ese aparato que nunca antes él había visto, se había salvado de puro milagro, sabía que la chica era lista, no en vano supo controlar a Trucc que era muy idiota pero muy desconfiado, en especial de los humanos que eran seres que no entendía ni un poco.
    Un largo rato más tarde se oyó el sonido de alguien abriendo la puerta.

    — Liana, hija, ¿estás ahí? — hablo en voz alta una mujer de cabellos negros.

    Liana casi se atraganta con la comida, ella y Norak estaba comiendo pizza que ella tenía en su casa recalentada y del susto casi se ahoga, menos mal que Norak la ayudo a respirar bien.

    — Escóndete — le dijo muy apresurada, ya sabía cómo le iría si lo hallaba ahí y más si le decía que Norak no tenia donde quedarse. Primero le dado un ataque cardiaco y luego le gritaba hasta de lo que se iba a morir.

    Norak se fue tan rápido como pudo con el pedazo de pizza en la boca a debajo de la cama de la chica y en ese instante entro la madre de ella a su cuarto.

    — Ah, estas cenando pizza, ¿entonces no te preparo nada? — saludo a su hija.

    — No Ma, asi estoy bien — le contesto al instante nerviosa.

    — Estas rara, ¿no fuiste al colegio verdad? — la interrogo, Liana no era precisamente la mejor estudiante y no porque no fuera inteligente sino porque era algo floja y siempre se quedaba dormida.

    — No, si fui — le contesto algo molesta, de hecho si había ido… esa vez.

    — Bueno, buenas noches — se despidió saliendo.

    — Buenas noches mama — le dijo cuando ya se iba.

    Apenas salió se oyó un suspiro por parte de ella.

    — ¿Es tu mama? — pregunto una voz conocida, Liana se asusto al instante, el se asomaba por debajo de la cama.

    — No me asustes asi y metete — lo regaño. Como se le ocurría salir asi y asustarla, además, el trato era, que se escondía mientras su mama estuviera.

    — Bien — dijo como perrito regaño y se metió de nuevo.

    A Liana le pareció tierno, no sabía que un chico podía verse tan lindo cuando ponía esa cara, ahora pensándolo bien ella no había reparo mucho en el chico, era completamente atractivo. Un dios griego salido de los sueños de cualquiera y cualquiera querría meterle mano pero, ella no, ella no, se lo dijo unos segundos más para convencerse.

    Y comenzó a pensar en el mucho.

    — ¿Hmp, me pregunto cuántos años tendrá? — dijo distraídamente sin captar que lo había dicho en vez de solo pensarlo.

    — Tengo diecisiete — contesto el que otra vez se asomaba, Liana casi muere de un infarto — pero pronto cumplo los dieciocho —

    — ¡No te aparezcas como fantasma, Norak! — lo regaño de nuevo.

    — Bien — dijo otra vez como perrito triste y regañado metiéndose bajo la cama.

    2 minutos más tarde.

    — ¿Me pregunto porque sus ojos parecen plateados? — dijo otra vez en forma distraída.

    — Es de nacimiento — contesto él otra vez asomándose.

    — Hija voy a hacer carne dorada, ¿estás segura que no quieres? — pregunto su madre asomándose a la habitación.

    — No mama — contesto ella con toda la naturalidad que pudo fingir.


    Su mama salió de su cuarto. Norak se volvió a asomar ya que se había metido como un rayo apenas oyó a la mama de la chica.

    — Tu mama es ingenua — dijo el Visitante de Liana. Liana estuvo de acuerdo con eso.

    — Ya sé, y mucho — le contesto ella.

    Norak se escondió bajo la cama un largo rato, de repente salía sacando la cabeza y a Liana casi le daba un infarto cada vez que lo hacía, las primeras veces fue por dudas o para decir algo, las ultimas para que Liana se asustara, un rato más tarde llego la noche y al fin la madre de Liana se durmió, “al Fin” pensó el chico saliendo de debajo de la cama.

    Liana ya se había puesto hasta el rincón de su cama dejando un espacio para él, ella miraba a la pared asi que no lo veía, él ni se preocupo por taparse, solo se acostó aun lado de la linda chica y se dispuso a dormir, ya se levantaría en la mañana cuando sus muy sensibles oídos le advirtieran que la madre de la chica despertaba.

    Ella sintió cuando él se coloco a su lado.

    — >>Se quedo dormido muy pronto, ni siquiera se tapo, de verdad estaba cansado<< — pensó Liana — >>pobrecito, si que tuvo mala suerte<< — se apiado de él, como no si Norak tenía carita de lindo y tierno cachorrito asustado.

    A la mañana siguiente, cuando la única dormida era Liana.

    — Liana, li-i-a-na, Liana, despierta — Norak hiso mil intentos por despertarla, parecía que la chica amaba su cama, ya la comenzaba a conocer, ya ni el que estaba herido.

    — Norak, ¿qué hora es? — le pregunto Liana todavía adormilada. No importaba la hora que fuera, no tenia clases asi que no tenia de que preocuparse.

    — No sé, como las nueve, yo me desperté antes que tu mama y me escondí hasta que se fue — respondió el son una sonrisa.

    — ¿Pero cómo?, si ayer estabas muy cansado — pregunto Liana muy sorprendida, ella lo había visto caer rendid sin siquiera taparse, el sonrió muy orgulloso.

    — Siempre me despierto así — le contesto Norak. Aunque era una tramposo, solo supo por sus oídos y se levanto con pesar, no es que fuera tan genial como se hacía ver el tramposo ese.

    — Eres raro — dijo Liana asiendo una mueca, todavía estaba adormilada. Además ella juraba que nadie podía levantarse temprano y no sufrir, claro, una perezosa de corazón y profesión sol podía pensar asi, asi era ella, una amante del sueño aunque si quería podía ser muy activa, claro, solo por las cosas que le interesaban.

    El se rio.

    — Ya se — dijo él con una sonrisa. Aunque ella no comprendió que más que por la broma se rio de otra cosa, una que el sabia y ella por supuesto que no.

    – :: ~ ( ~ ) ~ :: –
    Y así fue como conocí a mi peor pesadilla y mejor dicha.

    CONTINUARAA
    Cruce de Destinos, en un Inicio Extraño ~ Capitulo 01​
    X Lyzz Alias Blue Rose​
     
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