Long-fic Pokénronpa

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por MrJake, 7 Octubre 2017.

  1.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Tengo una mezcla de sentimientos ahora mismo increíble, en serio. Si ya de por sí se sufre al imaginarte la grotesca escena de ver al cadáver de tu niña en la escena del crimen, conocer cómo falleció te retuerce aún más el corazón si cabe. Pero eh, que ahí no acaba la cosa. Para más inri, matan a mi querida nutria incomprendida de la forma más cruel posible, defendiendo a su dueña hasta su último suspiro. Y por último, no fue otra persona que Lucas el asesino. Lucas.

    Pero eh, recordemos que esto es Pokénronpa, y tu misión aquí, GL, es transmitirnos todo ese dolor y angustia propias de los casos de DR. Y obviamente, visto desde esa perspectiva, este fic es un 10/10 indiscutible. Menudos casos, menuda trama y menudos personajes, dios mío.

    Aún estoy toda shockeada. Manejaste estos capítulos tan bien las clases del juicio que al igual que Pablo, yo ya a mitad de este no tenía idea de qué pensar xD Todos en algún punto se veían sospechosos, pero yo ya no estaba segura de nada. Y esto me gustó muchísimo, porque amo los plotwist y llegar a la parte final sin saber quién es y que te sorprenda, es genial. Pero Lucas, dios xD Él no, por favor.

    Siento una doble angustia, porque si bien esa traición fue muy cruel y me dolió, el que la pobre Liza confiase en su amigo y este la matase, y luego a la pobre nutria que pidió que cuidase... La acción prohibida de Lucas también es horriblemente cruel. Y la de Elisa y Chad. Todos lo estaban pasando muy mal. Por eso, más bien Drake tenía razón: el culpable de todo aquí es Reversekuma y sus pulseras del demonio. Después de todo cumplió con su propósito: el dar el motivo perfecto para un asesinato.

    Y yo que desde los primeros capítulos, cuando veía a Liza ocultar algo en su chaqueta, ya estaba deseando ver al animalito que ocultaba... Al final el pobre acabó asesinado y quemado. En serio, ¿qué narices? ¿Por qué hizo eso Dante? De verdad, sin saber el trasfondo fue completamente innecesario desde el punto de vista del pobre animal xD Lo dicho, no puedo soportar tanta crueldad ;___; Buen trabajo, I guess (??)

    Y el castigo de Lucas, pero cuánto gore x'D Ser devorado por una planta carnivora ya es duro, pero ver cómo lo descuartizaban... Uf. Too much for now (? Eso sí, originales son tus castigos cuanto menos. Y los motivos, y los talentos, y todo, pls. Lo dicho, este fic es lo más parecido que he leído en cuanto a la saga de DR nunca. Y AMO el detalle de los soundtracks. Son increíbles, pero de verdad que amenizan aún más si se puede el propio contenido de la historia.

    Y bueno, no hace falta que te diga que escribes increíble, porque ya estarás cansado de oírlo de todos (nah, nadie se cansa de eso (?). No he visto faltas de ningún tipo, la narración y las descripciones son muy completas y amenas, de verdad que acabo con una angustia tras leerte xDD Eso es bueno, transmites mucho con tus palabras.

    Y eso es todo, te dije que te dejaría un comentario propiamente hecho y listo <3 Procuraré pasarme más, pero obvio que seguiré atenta a cada capítulo. Esto se va a poner cada vez más interesante.

    R.I.P Liza y Lucas too </3
     
    Última edición: 14 Noviembre 2017
    • Ganador Ganador x 3
  2.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    7063
    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.
    Estudiantes: 12
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tengademasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bienmemorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.

    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???

    - Alpha Xenodis – Super Deportista(VIVO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad

    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Acción prohibida: subir a la segunda planta

    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???

    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Acción prohibida: quedarse sola

    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y esesentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.

    - Chad Redflame – Super Dibujante (VIVO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.

    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.

    - Elisa Daroch – Super Médium (VIVA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos

    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Acción prohibida: insultar

    Caminaban por un largo pasillo: eran dos personas. Tras montar en el ascensor y salir de él, entraron a aquella sala, se pararon frente a un gran ventanal y miraron a través de él. Una de ellas llevaba una capucha con forma de oso. Suspiró con resignación, y, cruzándose de brazos, dio media vuelta y miró a la pared que había frente a la ventana, dándole la espalda a las vistas.

    —Supongo que esto es lo mejor, ¿huh? —se dijo, suspirando. La mirada estaba clavada en las armaduras gigantes que había frente a ella. La decoración de aquella sala era algo siniestra, sin duda, pero no había sido cosa suya, sino de varios compañeros. Después de todo, era una decoración algo tétrica y anacrónica, pero acorde a la función de la torre—. Es duro, pero supongo que no nos queda otra. Al menos podemos tener una buena vigilancia desde aquí.

    La otra persona le puso una mano en el hombro.

    —¡Hiciste lo que pudiste, Gamma! —sonrió ampliamente, tratando de animarla, al menos en teoría—. Luchar contra ellos nosotros solos es algo casi imposible, ¿sabes? Lo mejor que podemos hacer es esperar aquí y entrenarnos para la batalla… este lugar nos dará tiempo.

    —… Lo sé. Pero hey, no tienes por qué llamarme Gamma —dijo la otra, algo sonrojada, desviando la mirada—. Llámame Effy.

    —Upupupu —rio la otra persona—. ¡Vale, vale!

    Con paso alegre, la otra persona pulsó un botón oculto en la pared, y la ventana comenzó a ser cubierta por un cuadro gigante que habría sobre ellas, ocultándola detrás del mismo.

    —Así mejor —dijo Effy—. No queremos que nos descubran, al fin y al cabo. Habéis hecho un gran trabajo remodelando este sitio. ¿Preparasteis el escondite en esta torre, también?

    —¡Puhehehe! —rio la otra persona, cambiando su timbre de voz de pronto—. Claro, claro, claaaaro. Me encargué personalmente de adaptar toda la torre de vigilancia, ¡nadie sabrá siquiera cual es su secreto!

    —… bien —dijo Effy, dando media vuelta—. Reunámonos con los demás, entonces. El Director estará esperándonos para comenzar.

    Y hubo un silencio tenso, mientras la chica con la capucha de oso se dirigía al ascensor. Quedó inmóvil al ver que no la seguían. Se dio media vuelta, y miró a su acompañante.

    —¿Qué sucede? Venga, vamos. No tenemos todo el día.

    La otra persona, con un rostro despreocupado, se acercó lentamente a Effy, y susurró.


    —Es que… ¿para qué reunirnos? No habrá reunión, después de todo. El Director y los demás no vendrán.

    Effy enarcó una ceja.

    —¿Huh? ¿Cómo que no vendrá…?

    De pronto, un pañuelo bañado en cloroformo tapó su nariz, procediendo de alguna dirección que Effy no pudo interpretar. Fue perdiendo su consciencia, mientras veía con ojos borrosos cómo la persona que estaba frente a ella sonreía maniáticamente.

    —¡Upupupupupu! ¡No vendrán, porque están todos muertos! ¡Puhehehehe!

    Y perdió la conciencia, mientras caía al suelo y, en sus últimos estertores de vigilia, observaba a aquella persona dar saltitos de alegría. Siniestros saltitos de alegría.


    Capítulo 3: Anhelos de un Futuro


    Vida Diaria 1


    Y así fue como terminamos quedando doce estudiantes. Tras presenciar la grotesca ejecución de Lucas, nos dirigimos a nuestros dormitorios, exhaustos por el cansancio mental que todos sentíamos. Habíamos estado hasta altas horas de la madrugada debatiendo, deliberando quién de nosotros podría ser el culpable… y todo había terminado con la muerte de uno de nosotros. Sí, sin duda Lucas hizo algo terrible, pero, ¿merecía ese castigo tan cruel? Al fin y al cabo, fue manipulado por la paranoia que le provocó su acción prohibida. Todos fuimos manipulados por Reversekuma. De modo que, ¿era justo condenarle a una muerte segura? Solo así pudimos sobrevivir el resto, pero… no podía dejar de reflexionar acerca de lo que era más justo. Si él hubiese estado en mi lugar, seguramente habría tomado su decisión sin titubear, y sabría qué era lo correcto. Porque él debió ser el Super Policía, y no yo.

    Sin más, me tumbé de lado en la cama, y no pude evitar pensar en Emily. Ya no estaba conmigo, en mi dormitorio. Después de todo, ahora estábamos liberados de nuestras acciones prohibidas, así que Emily podría quedarse sola. Ah, la comodidad de la cama de nuevo… se sentía un poco amarga, después de todo. Casi echaba de menos el suelo.

    Y, con el pensamiento de sus profundos ojos morados en mente, me quedé dormido.


    *bing, bong, ding, dong*

    El anuncio me despertó, y he de decir que me sorprendió volver a ver a ese oso. Pensaba que ya nos habríamos librado de él.

    —Son oficialmente las 8:00 AM. ¡Hora de levantarse! ¡Hoy es un graaaaan día para matar a tu compañero! Upupupu…

    M-Monokuma estaba de vuelta… así que supuse que Reversekuma habría cumplido su parte del trabajo. Grave error por mi parte asumir aquello.

    —¡Tendréis un premio por haber sido menos imbéciles de lo que pensaba! ¡Ahora, podréis acceder a la tercera planta! —Reversekuma fue el que habló, apareciendo de pronto en pantalla, justo frente a la cámara, obstruyéndola toda con su rostro.

    Pero de pronto, Monokuma lo apartó, pisándole su cabeza.

    —¡Calla, hermano! ¡Esta vez me toca a mí!

    —¡Oblígame, saco de algodón! —Reversekuma contraatacó, saltando sobre su hermano.

    —¡¡Soy el Director!! —y, entonces, Monokuma le propinó un fuerte puñetazo—. ¡Me debes sumisión!

    Y los dos se encarnizaron en una batalla de proporciones nada épicas…. Y el monitor terminó apagándose.

    —Así que ahora tendremos que lidiar con los dos —dije en voz baja, en un suspiro—. La tercera planta, huh… —medité.


    Pronto me hube duchado y estuve reunido en el comedor. Como era de esperarse, la situación era algo tensa. Todos estaban bastante alicaídos. Salvo por Ian, claro.

    —Bueno, ¿quién se apunta a investigar hoy los nuevos rincones de esta Academia? —sonaba hasta emocionado, a decir verdad.

    Pero no hubo respuesta.

    —Venga, es nuestro premio por haber descubierto a Lucas, ¿no? Nos lo merecemos. ¿Quién viene conmigo?

    Siguió sin haber respuesta.

    No podía evitar notar que las cosas estaban bastante más tensas de lo que ya de por sí cabría esperarse. Elisa se había sentado algo alejada, junto a Chad, ambos más silenciosos y taciturnos que de costumbre, probablemente aún con un alto sentimiento de culpa por lo sucedido.

    Por su parte, Emily se había sentado junto a mí (y a mi otro lado se sentaba Steve), y casi podía palpar la extrema tensión que había entre ella y Dante. Se dirigían miradas de vez en cuando, las de él cargadas de un sentimiento que me costaba definir, y las de ella llenas de decepción y de una visible molestia. Dante había hecho cosas inexplicables e inexcusables, y no se dignaba a argumentar el por qué de sus actos. Eso debía estar atormentando a Emily, sin duda. Para ella, conocer todo lo que hizo Dante debía suponer un duro golpe, porque se sentía como si no conociese a la persona que se suponía que la quería. Sí… sin duda, la Super Modelo debía estar pasándolo mal. ¿Qué era tan importante como para ocultarlo de ese modo?

    Por otro lado, no podía evitar fijarme en las miradas que Effy me dirigía de cuando en cuando. Miradas severas que parecían tratar de transmitirme un mensaje. Me sentía algo incómodo, a decir verdad, al ver que la Super Terrorista insistía tanto en mí, como si buscase decirme algo. Por eso se me erizó el vello cuando, al terminar el desayuno y pasar junto a mí, me habló al oído:

    —Te espero en la biblioteca. Ven solo.

    ¿Q-Qué sucedía? ¿Qué podía querer de mí? Pensar en la biblioteca me hacía temblar. Lo último que deseaba era regresar allí; el lugar tenía recuerdos dolorosos demasiado recientes… aún podía visualizar en mi cabeza a Liza muerta, con sus manos agarrotadas, o a Lucas siendo desmembrado por plantas carnívoras.

    Sin embargo, mi intuición me decía que debía asistir. Había muchas cosas que debían ser aclaradas aún y, por algún motivo, Effy parecía tener algo que ver con todo. Así que me dirigí en solitario a la segunda planta, esperando encontrarme con la Super Terrorista. Un policía y una criminal, acordando una reunión clandestina. Vaya, sonaba terriblemente corrupto.

    —Has venido —dijo ella, que se sentaba en la zona interior de la parte central… justo donde estaba el cuerpo de Liza. Por supuesto, ya no había ni rastro de dicho cuerpo. Los osos se habían desecho de él.

    —Sí, claro —dije, algo tembloso—. ¿Qué sucede?

    Effy desvió la mirada.

    —Es sobre el Proyecto Omega… y sobre Dante.

    —¿Huh? ¿E-El Proyecto Omega? ¿Y-Y Dante? —sí, sin duda Dante parecía saber algo respecto al Proyecto Omega, en tanto que ocultó documentación sobre ellos. Pero, ¿qué sabía Effy=

    Effy suspiró.

    —Ayer, nada más terminar el juicio, me dirigí a la sala de música y revisé el piano donde Emily, supuestamente, escondió documentación. No había nada allí.

    —¿Nada? ¿Q-Qué puede significar eso?

    —Significa que alguien ha cogido lo que quiera que fuese que escondió allí, o… —Effy me miró con severidad— o que Emily y Dante mintieron.

    —No, no puede ser —fruncí el ceño—. Emily no nos mentiría.

    —Ptché —Effy apartó la mirada.

    —De todas formas, Effy, hay algo que me he estado preguntando desde que se mencionó por primera vez… ¿qué es eso del Proyecto Omega, y qué relación tiene con nosotros?

    Fue entonces cuando la terrorista volvió a mirarme, con más seriedad que de costumbre (si es que eso era posible, claro), tensa y en silencio. Tras un tiempo analizándome, que me parecieron horas, comenzó a hablar.

    —Creo que es conveniente que te cuente todo… después de todo, has demostrado ser confiable y tener grandes capacidades de deducción. Verás, a decir verdad, no recordaba nada al respecto, pero cuando Ian mencionó por primera vez el término “Proyecto Omega”, algo despertó en mi memoria. Empecé a recordar imágenes difusas sobre una organización que planeaba hacer algo terrible. Y sé que yo tenía alguna relación con ellos, tenía ese pálpito. Fue entonces cuando decidí investigar por mi cuenta en la biblioteca, en busca de documentos. Y encontré toda la información que necesitaba aquí.

    —¿Y-Y qué encontraste? —estaba nervioso. Tenía el presentimiento de que estaba a punto de descubrir algo tremendamente importante, algo impactante.

    Effy dedicó unos segundos a tomar aire y reflexionar la forma en que iba a pronunciar sus palabras.

    —En la biblioteca hay archivos sobre ello. No es mucho, pero aportan toda la información pública al respecto. El Proyecto Omega fue llevado a cabo por un grupo de criminales que fueron bautizados como “Equipo Gamma” por los medios de comunicación. Al parecer, el grupo criminal se dedicaba a fabricar armas y venderlas. Utilizaban los secuestros y la extorsión para obtener fondos que pagasen sus investigaciones, y probaban las nuevas armas que desarrollaron provocando explosiones y masacres en distintas partes del mundo. Y el Proyecto Omega no fue otra cosa que su último y más letal invento: crearon un arma tan poderosa que era capaz de destruir, con solo pulsar un botón, a casi todo el mundo tal y como lo conocemos. Erradicaría a todos los humanos, quemaría los bosques, destrozaría montañas enteras, desintegraría ecosistemas en su totalidad.

    —¿A-Algo así es siquiera posible? —me dije, corazón acelerado.

    Effy asintió.

    —Es muy posible. De hecho, sucedió —afirmó con rotundidad.

    —¿¡Que sucedió!?

    —El libro donde aparece todo esto es un libro de historia moderna, que cuenta los eventos más recientes de la historia. El Equipo Gamma logró su objetivo, construyó el arma definitiva y la utilizó. Y así fue como el mundo quedó prácticamente destrozado. Solo una porción pequeña de la población mundial logró sobrevivir, menos de cien mil personas, para ser exactos, y fueron reunidos y puestos a salvo por los Gobiernos de las principales potencias. Se llevaron a cabo intentos de repoblación de flora y fauna para devolver al mundo a su equilibrio, pero era demasiado tarde: la conmoción que sufrió el plantea había destrozado su homeostasis. El aire ya no era filtrado adecuadamente, y comenzó a hacerse tóxico poco a poco. Las lluvias eran ácidas. Las radiaciones del sol penetraban la atmósfera con más letalidad de lo habitual. No parecía que una salvación fuese posible a corto plazo. Por eso, la humanidad y los restos de la naturaleza que se pudieron salvar fueron recluidos en una enorme “reserva”, un refugio. La llamaron “Galeia”.

    Tuve que tomarme un tiempo para reflexionar y asimilar lo que acababa de decirme Effy. El mundo había sido destrozado… la humanidad había sido reducida a cien mil personas. ¿Era… era eso posible? No lograba recordarlo. Un evento así no se olvidaba fácilmente, ¿cierto?

    Pero Effy siguió hablando, y lo que tuvo que decir después me impactó más que cualquier otra cosa.

    —Lo más curioso de todo es que el libro habla de la identidad de la cabeza del grupo criminal. La identidad de la líder del Equipo Gamma, que se hace llamar a sí misma como a su equipo: “Gamma”. Y esa líder… soy yo. Effy Joy. El grupo terrorista que lideraba no era otro que el Equipo Gamma.

    —¿Q-Qué? ¿Cómo? —no podía creer lo que estaba escuchando—. ¿M-Me estás diciendo que el mundo ha sido prácticamente destruido y que tú fuiste la causante de eso? —de pronto, sentí una ira crecer dentro de mí—. ¿¡Por qué!? ¿Cómo pudiste hacer algo así?

    Y los ojos vidriosos de Effy se enfocaron en mí. Su tono se elevó más de lo normal.

    —¿¡Crees que lo sé!? ¡No recuerdo nada! Solo logré recordar la existencia del Proyecto Omega y mi vinculación con él, así como que mi organización era el Equipo Gamma, pero… no recuerdo nada más.

    Apreté los dientes. En el fondo, tenía ganas de golpearla, pero… no tenía sentido hacerlo. No arreglaría nada así, y si ella no recordaba lo sucedido, entonces tendría menos sentido vengarme de aquella forma. De todos modos, me costaba creerlo.

    —N-No recuerdo nada al respecto. No recuerdo que eso sucediese.

    —… exacto. Ese es precisamente el punto más preocupante —dijo Effy, aún con ojos humedecidos—. Nadie lo recuerda. Y sucedió hace tres años.

    —¿Eh? ¿T-Tres años? ¿Tanto tiempo?

    No podía ser. No era posible. Mis últimos recuerdos eran en el mundo normal, sin que nada malo hubiese pasado. Recordaba el sol brillando con normalidad, el aire fresco, las ciudades tal y como fueron construidas.

    —Exacto —confirmó Effy, sin dudarlo ni un segundo—. Y, con todo, no recordamos nada. De hecho, nuestros últimos recuerdos apuntan todos a una época antes de la catástrofe. Por ejemplo, Lucas. Él decía vivir en una jungla, en una selva, ¿cierto? Sus últimos recuerdos parecen apuntar a que vivía rodeado de árboles, en una selva natural… y, como él, todos los demás. Lo último que recordamos, que creíamos que era lo sucedido poco tiempo atrás, eran recuerdos de un mundo previo a la catástrofe. Y si ese mundo dejó de existir hace tres años, ¿qué conclusión sacamos?

    N-No. No era posible. ¿Quería eso decir que…?

    —¿Qué hemos olvidado lo sucedido en los últimos tres años? —sonaba tan ridículo, tan… inverosímil… que desee que Effy me dijese que estaba completamente equivocado, que aquella teoría era una locura. Lástima que no fuese así.

    exacto. Todo apunta a que, de algún modo, sufrimos amnesia y hemos olvidado todo cuanto sucedió en los últimos tres años.

    —Eso es… eso es…

    —Eso es lo que la evidencia nos dice, Drake —sentenció Effy, severa y seria—. He leído el resto del libro, y recuerdo a la perfección todo lo que se cuenta acerca de la historia reciente sucedida hace más de tres años. No parece que esto sea falso. Y el hecho de que en mi memoria aparezcan todos esos términos, el Equipo Gamma, el Proyecto Omega… todo apunta a que es real.

    Notaba cómo la respiración se me entrecortaba. Me estaba mareando. Tuve que sentarme en uno de los sillones antes de desplomarme por la impresión. El sudor frío recorría mi rostro… aquello era demasiado impactante. Me costaba creerlo. ¿Significaba que había tres años de vacío en mi memoria? ¿Que habrían sucedido cosas que no recordaba, y una de ellas era una terrible catástrofe que asoló casi todo el mundo? ¿… y si mis seres queridos están…?

    Las palabras de Effy me hicieron regresar a la realidad.

    —Te ruego que te calmes… y que no comentes nada de esto a los demás. No por mí… no me importa que me odien, sé que el solo hecho de ser considerada Terrorista ya genera incertidumbre respecto a mi persona. Es por los demás. Podría cundir el caos. Podría cundir… la desesperación. Por eso creo que es mejor que escondamos estos documentos. Me los llevaré, para que nadie pueda verlos… solo me preocupa el hecho de que Ian parece saberlo ya. Él los ha leído.

    Aquellas palabras me hicieron reaccionar, y una duda invadió mis pensamientos.

    —Un momento… si los documentos concernientes al Proyecto Omega y todo eso están todos aquí, al alcance de cualquiera, ¿qué fue lo que escondió Dante?

    —… justo eso me preguntaba yo —afirmó Effy, cruzándose de brazos—. Ese chico me preocupa. Parece saber más que el resto… y, cuando mencionaste en el juicio el Proyecto Omega, reaccionó de forma extraña, como si supiese mucho sobre el tema. Con todo, la información al respecto del Proyecto siempre estuvo aquí. Nadie se llevó nada en ningún momento… así que Dante tuvo que llevarse otra cosa. Y lo que quiera que fuese que se llevó no está ya donde Emily dijo haberlo dejado.

    —¿S-Se llevó otra cosa? ¿Qué puede ser? —pregunté. Las cosas tenían cada vez menos sentido.

    —No lo sé. No parece que falte ningún documento importante… al fin y al cabo, en esta biblioteca hay libros de temáticas comunes: historia, filosofía, biología, literatura, cosas así. Desconozco qué puede ser tan relevante como para haber actuado de esa forma. De todas formas, debemos andarnos con cuidado. Tanto con Ian como con Dante. Son, junto a nosotros, quienes más saben.

    Se cruzó de brazos otra vez, mirándome con ojos cargados de múltiples emociones, todas apiñadas y concentradas en su mirada.

    —No te pido que confíes en mí… la causante de la destrucción del mundo no es alguien que merezca compasión o confianza de nadie, de todas formas. Pero sí que te pido que guardes el secreto. Porque yo sí que confío en ti… más que en Ian o Dante.

    Dante… ¿qué sabía? ¿Y qué pretendía? ¿Qué había ocultado, y por qué? Siempre actuó de forma extraña, desde luego, pero ahora que sabía todo esto no sabía bien qué debía pensar. ¿Era amigo, o enemigo? Y, ¿qué había de Ian? ¿Tramaba algo…?


    Esa noche me costó dormir especialmente… y tuve un sueño. Uno donde el mundo era destrozado. El suelo se agrietaba, y la gente caía por los agujeros que se iban formando. Explosiones en todas partes causaban miles de víctimas… edificios se desmoronaban y caían sobre la gente.

    Y, al final del sueño, lo vi a él. Llevaba su pistola en las manos, y apuntaba hacia el frente con determinación. Encañonaba a alguien… estaba decidido a disparar si era necesario, pero… la sangre que brotó entonces fue la suya. Un tiro en la sien lo fulminó.

    Aquello último no fue un sueño. Fue un recuerdo.

    *bing, bong, ding, dong*.

    —¡Ejem! —Reversekuma fue el que apareció en pantalla—. ¡Son las 8:00 AM…!

    Pero entonces, Monokuma lo pateó y lo sacó de la misma.

    —¡Hora de levantarse! ¡Hoy es un graaaan día para…!

    Y Reversekuma, de un puñetazo, lo volvió a sacar de la pantalla.

    —¡Estaba dando el anuncio yo, inútil!

    —¡Soy el Director y tu hermano mayor! ¡Muestra más respeto! —replicó Monokuma.

    —¡¿El mayor?! ¡Somos mellizos!

    —¡Pero yo salí antes del vientre de madre!

    —¡¡Pero si no tenemos madre!!

    Y la pantalla se apagó entonces. Con un hondo suspiro, me levanté de la cama. Aquel sueño, aquellos recuerdos… no quería que estuviesen en mi mente. Eran demasiado duros como para afrontarlos. De modo que golpee varias veces mis mejillas, tratando de espabilarme, y me dirigí a la ducha.


    Aquella tarde fuimos a la tercera planta, y allí nos disgregamos en grupos pequeños. Por un lado, Dante, Ian y Brendan formaron un grupo ciertamente particular… tal vez por ser los menos confiables, de un modo u otro. Sus personalidades y/o sus acciones habían motivado que nadie creyese del todo que tuviesen buenas intenciones, y por eso, de un modo consciente o inconsciente, acabamos distanciándonos… incluso Emily se distanciaba de Dante.

    Por otro lado, Chad, Elisa, Alpha y Mimi se unieron en otro pequeño grupito, y marcharon por su cuenta. Ellos eran otro caso particular… personas calladas y extrañas que habían desarrollado relación con dos de los más ruidosos del grupo, ¿eh?

    Por otro lado, Effy quería explorar sola, pero Hubert se apresuró a ofrecerse para acompañarla. Aseguraba que no podíamos dejar a la terrorista sola, de modo que era “conveniente” que estuviese vigilada.

    Y, por supuesto, los tres que quedamos comenzamos nuestra búsqueda por nuestra cuenta.

    Noté la mano en el hombro, me giré y vi la sonrisa de Steve. Al igual que los ojos de Emily, la sonrisa del Afortunado me transmitía mucha paz, de alguna forma. Era como si fuese un canal para compartir conmigo parte de su optimismo natural, incluso de su suerte. ¿Sería cierto que Steve tenía un “aura” que protegía de la mala suerte a todos los que se acercaban a él y que él valoraba?

    —Ey, Drake, ¿qué crees que encontraremos aquí? Esta planta parece extraña.

    Y era una observación muy acertada, desde luego. Al bajar del ascensor, la tercera planta se mostró como un pasillo lineal y recto, que llevaba hasta lo que parecía ser otro ascensor. Solo había dos puertas, una a la izquierda y otra a la derecha, ambas grandes y con sendos letreros sobre ellas. La de la izquierda decía “Sala de Artes”; y, la de la derecha, “Ciber-café”. Huh, ¿había cosas como un ciber-café dentro de la propia Academia? Qué curioso. Era como si estuviese verdaderamente planteada para tener dependencias suficientes como para vivir allí con comodidad, sin necesidad de salir de la Academia.

    Y, entonces, recordé lo que Effy me contó sobre la destrucción del mundo… y sobre la reserva en la que se reunieron los supervivientes: Galeia. ¿Sería esta academia parte de Galeia? ¿Estábamos dentro de la reserva, del refugio de la humanidad?

    —Exploremos el Ciber-café —dije, comenzando a caminar. Steve y Emily me siguieron de cerca.

    Al entrar en el lugar, múltiples mesas, todas ellas con un ordenador, decoraban la sala. Al fondo había una prominente barra de bar, por supuesto sin nadie que la atendiese. Hubert y Effy pululaban por la zona.

    —¡V-Vaya! —exclamó Steve—. ¡Hay ordenadores de verdad! ¿Funcionarán? ¿¡Tendrán internet!? ¡Quizá podamos salir de aquí!

    Hubert dirigió una rápida mirada desde el otro lado de la sala; estaba explorando la barra. Alzó la voz para avisar al Suertudo:

    —Effy y yo hemos estado comprobando los ordenadores; ni siquiera podemos entrar en ellos, el acceso está protegido por una contraseña. Sería casi imposible encontrar…

    Y, de pronto, Steve, que se había sentado frente a un ordenador, dijo, sonriente.

    —¡Ya está! ¡Desbloqueado!

    —¿¡Huh!? —exclamó Hubert—. ¿Y-Ya?

    —¡Sí! —Steve parecía orgulloso—. Puse lo primero que se me pasó por la cabeza: “Talento”. Supongo que tuve suerte, je.

    Emily se acercó a él, colocando ambas manos en sus hombros e inclinándose junto a él para poder ver también la pantalla del ordenador. Noté con diversión cómo Steve se ponía algo nervioso y rojo al notar a la chica inclinada sobre él.

    —¿H-Hay internet? —preguntó Emily, con los ojillos llenos de emoción.

    Yo también me acerqué a Steve, nervioso. Si hubiese alguna manera de comunicarnos con el exterior… podríamos pedir ayuda. Incluso podríamos verificar la información que Effy me dio sobre el Proyecto Omega. A-Aún tenía esperanzas de que estuviese equivocada, de algún modo. Supongo que me negaba a creer que el mundo estuviese casi destruido y que hubiésemos perdido la memoria de tres años completos. Era una información demasiado dura como para asimilarla con normalidad.

    Sin embargo, Steve nos confirmó lo que tanto me temía.

    —Nada. No hay ningún tipo de conexión.

    Effy se abalanzó entonces hacia nosotros, hablando con tono desesperado y suplicante.

    —Revisa los archivos. Igual hay algún documento relevante sobre lo que está pasando o sobre la Academia.

    —V-Voy —contestó Steve, nervioso por notar a tanta gente pendiente de su tecleado. Pronto descubrió, probablemente de casualidad, la ubicación de la única carpeta con documentos de la zona, donde varias imágenes y un par de documentos de texto estaban guardados.

    —I-Imágenes —susurré. ¿Serían, quizá, imágenes sobre aquello? —. Compruébalas, Steve.

    Steve abrió las imágenes, y pudimos observarlas de cerca. Mostraban una sala extraña, de apariencia medieval. Dos armaduras de caballero aparecían sobre una pared roja, con un escudo con espadas tras de sí. Las armaduras tenían en sus manos lanzas alargadas y puntiagudas que parecían bastante reales… y a los lados había estanterías llenas de libros. En el suelo, que era de madera, una alfombra roja y ámbar servía de decoración. El resto de imágenes mostraban la misma sala, pero desde ángulos diferentes. A los laterales había candelabros con aspecto bastante antiguo, uno en cada lateral, además de una puerta extraña en el lado izquierdo… y en la cara frontal de la sala, un enorme cuadro pintado a mano donde aparecían figuras humanas pintadas de forma intencionalmente difusa, de manera que no podían identificarse sus rostros. En total, hacían cuatro fotos.

    —Oh, están repetidas —dijo Steve—. Hay otras cuatro imágenes más, idénticas a las anteriores.

    Las fue pasando en el monitor, y era cierto. Las mismas imágenes aparecían dos veces. También había dos documentos de texto… ¿querría eso decir que los archivos habían sido copiados?

    —Me pregunto qué será esa sala —dijo Emily, extrañada. Y Effy fruncía el ceño, como si, por algún motivo, ver aquel lugar le causase irritación, pero no supiese identificar bien el motivo de su angustia.

    —Comprobemos los documentos… ¡oh! ¿Q-Qué esto?

    Los documentos de texto estaban llenos de caracteres ininteligibles, que no parecían tener ningún sentido.

    —Huh, ¿qué querrá decir?

    Hubert habló entonces. Descubrimos que, con tanto sigilo como para colocarse ahí sin que nadie lo notase, había aparecido detrás de nosotros.

    —Está encriptado. Si alguien se ha preocupado de proteger esa información con un programa de encriptado, es porque debe decir algo importante.

    —Huh —dije, pensativo—. ¿Información relevante en un ordenador cualquiera? ¿No es un poco raro?

    —No, no —explicó Hubert—. Esos archivos están en una intranet… son comunes a todos los ordenadores conectados a la misma. Todos los ordenadores de esta sala deben tener acceso a ellos, probablemente. Y, si hay un archivo encriptado, es posible que haya más ocultos.

    —Entiendo. Es una lástima… si hubiese en el grupo un Super Programador quizá podríamos pedirle ayuda… —se lamentó Steve.

    —… tal vez Lucas hubiese sabido. Se le daban bien las máquinas —dijo entonces Emily, y rápidamente el silencio se apoderó de la sala. Recordar a Lucas fue… dolorso. Apostaría a que pasó por todas nuestras mentes la misma imagen. La imagen de Lucas muriendo en aquella horrible ejecución.

    —Yo puedo intentarlo —explicó Effy—. Tengo algunos conocimientos básicos sobre encriptado de datos… no garantizo que funcione, pero puedo intentar averiguar qué dicen esos documentos y encontrar más datos.

    —Y yo puedo ayudar —habló Hubert, para sorpresa de todos—. El ajedrez es pura matemática, y un sistema informático funciona a base de códigos y números; también poseo algunos conocimientos al respecto.

    Effy asintió con decisión.

    De modo que, por el momento, decidimos dejarle a la pareja aquel trabajo, y salimos de la sala, solo para encontrarnos de frente con la otra puerta; la que conducía a la “sala de artes”. La abrí con cuidado, solo para toparme con un lugar ciertamente… pintoresco. Y nunca mejor dicho.

    La sala en cuestión era muy amplia, y estaba llena de caballetes con grandes lienzos, de máquinas de cerámica y pilas de mármol y otros materiales típicos de esculturas. Pero quizá lo más llamativo era el gran escenario que había al fondo, con algunas sillas delante a modo de público.

    … pero, por muy interesante y curiosa que fuese la escena, nada superaba ni era más llamativo que ver a Chad lloriqueando de felicidad, abrazado a un lienzo.

    —¡Aaaaah! ¡La textura! ¡Es perfecto! ¡Y-Y mira cuantos hay! ¡Hay hasta pinturas de todo tipo! ¡Óleo, témperas, acuarelas…! ¡Q-Qué hermoso!

    Lo observamos con gesto divertido, pero la diversión se convirtió en momentáneo miedo, traducido en un grito asustado, al notar una presencia junto a nosotros.

    —Hola… chicos.

    Siniestra y sombría, Elisa se había desplazado sigilosamente hasta nosotros, y cuando habló, descubrimos que la teníamos a pocos centímetros.

    —¡Aaah, Elisa! ¿Q-Qué sucede? —pregunté, amedrentado.

    —Huh, eres asustadizo, Drake. Demasiado —observó ella, con una sonrisita despreocupada en su cara—. Esta sala es muy interesante. El escenario es una superficie idónea para llevar a cabo rituales de invocación o comunicación con los difuntos. ¿Os animaríais a probar conmigo?

    —¡Oh, no, gracias! —más rituales no, por favor.

    Elisa suspiró con tristeza.

    —Era de esperar. Con todo, es un lugar hermoso, este.

    —Estoy de acuerdo —admitió Emily, cuyos ojos morados brillaban con entusiasmo. Se veía que a la chica le gustaba el arte, ¿eh? Miraba el escenario con especial interés; ¿tal vez le recordaban a sus pases de modelo? ¿O quizá le transmitía otros sentimientos?

    Paseé por la zona, observando cada esquina con detalle. Pude ver, que Alpha estaba junto a Chad, molestándolo mientras él pintaba, sin parar de pedirle que le dibujase, mientras el pintor se esforzaba por ignorarle. Y, cuando llegué al escenario y subí a él, me dirigí al telón y, al moverlo, observé a Mimi, que se tomaba en ese preciso momento una pastilla. La chica quedó mirándome entonces, al verse sorprendida en plena medicación. Algo incómodo, desvié la mirada.

    —L-Lo siento, yo…

    —¡T-Ten un poco de cabeza, Apestes! —me vociferó, mientras palidecía discretamente—. ¡Llama antes de entrar, no ves que está ocupado! —¿¡llamar!? ¿A qué puerta?

    —P-Perdón —le dije, sin más. Pero mi curiosidad me estaba matando. A decir verdad, hacía tiempo que quería saberlo… saber en qué consistía la enfermedad de Mimi. No en vano estaba medicándose justo por eso, por esa enfermedad que tenía—. Oye, perdona que te lo pregunte, pero… ¿puedo saber qué tipo de enfermedad tienes? Si no es molestia, claro.

    —… —Mimi me miró con severidad durante unos instantes. Aunque el rostro de la millonaria no expresaba demasiada simpatía, noté como, poco a poco, iba relajándose su expresión de odio. Era casi como si estuviese analizándome, meditando si era conveniente confiarme aquello o no—. Pues sí es molestia, Apestes. Sí que lo es. Es de lo más inapropiado.

    Desvió la mirada. No supe muy bien cómo reaccionar.

    —Oh, y-yo… lo siento.

    —Esquizofrenia, Drake. Eso es lo que me pasa —dijo de pronto, seria y con mirada entristecida.

    —¿E-Esquizofrenia? —dije, tras tragar saliva con esfuerzo. Había oído hablar de esa enfermedad, y… caramba. No pensaba que Mimiko fuese el tipo de persona que podría sufrir algo como eso—. Eso es… lo de oír voces y todo eso, ¿cierto? —pregunté, con gran temor. No quería decir algo que pudiese ofenderla.

    —Bah. Realmente eres un ignorante, ¿eh, Apestes? Hay varios tipos de esquizofrenia, no todas son tan simples como tener malditas alucinaciones y oír las clásicas voces, ¿sabes? Lo mío es… esquizofrenia desorganizada. Pero está controlado, gracias a la medicación. Llevo mucho tiempo sin sufrir brotes.

    —¿D-Desorganizada? —pregunté.

    La reacción de Mimi fue darse un golpecito con la mano en el rostro.

    —Vocabulario desorganizado, comportamiento general desorganizado y alteraciones emocionales. Esa es la definición de los síntomas, principalmente. En resumen, que si dejo de tomarme mi medicación, puedo sufrir un brote y comenzar a actuar raro. No quieres verlo, créeme —me miró con ojos entristecidos—. Te asustaría.

    Comenzó a caminar, marchándose de allí, pero, cuando pasó junto a mí, me susurró:

    —No necesito que vayas contándolo por ahí, ¿de acuerdo, Apestes?

    Y no pude evitar tragar saliva otra vez, asustado. Realmente había hablado con suma seriedad… supongo que no debía ser fácil para ella ir diciendo por ahí que padecía algo como aquello.


    Un tiempo después, Emily, Steve y yo estábamos frente al ascensor que llevaba hasta algún lugar desconocido. Con curiosidad, nos adentramos en él, solo para descubrir que no había luces dentro, y, al cerrarse la puerta, todo quedó en absoluta oscuridad, salvo por un botón en la pared que brillaba, de color rojo.

    —¡N-Ngh! —gimió Emily, asustada, mientras agarraba mi brazo, asustada, y se pegaba a mí—. ¿P-Por qué está tan oscuro?

    Enrojecido completamente, noté que mis palabras salieron de forma entrecortada y titubeante.

    —T-T-Tranquila, Em —¿c-cuando había comenzado a llamarla Em? Era como si me apeteciese llamarla así, por algún motivo, pero, ¿l-le molestaría que la llamase así? A juzgar por cómo apretó más mi brazo, deduje que… todo lo contrario—. No pasa nada.

    —Supongo que este botón servirá para subir —dijo Steve, mientras pulsaba el botón rojo. De pronto, el ascensor empezó a temblar de forma bastante brusca—. ¡Uaaagh!

    Emily se abrazó entonces a mí, y, para mi sorpresa, Steve también se había abrazado. El temblor del ascensor los sobresaltó a ambos, pero yo no tuve casi tiempo de sentir miedo… la reacción de ambos fue tan abrupta que quedé inmóvil.

    Y, al cabo de pocos segundos, paró, y la puerta se abrió, entrando entonces a una habitación tenuemente iluminada.

    —H-Hey. Esta sala es…

    No había duda, la sala era la misma que la que habíamos visto en los archivos del Cibercafé. Las dos armaduras, lanzas en mano, la alfombra roja y ámbar, los candelabros, el gran cuadro pintado a mano… era exactamente igual a las fotos.

    —¿Qué es esta sala…?

    No tuvimos mucho más tiempo para pensarlo.

    *bing, bong, ding, dong*

    —¡Ejem, ejem! ¡Alumnos! —habló Reversekuma, que forcejeaba con Monokuma para acaparar toda la pantalla.

    —¡Acudid a la sala de artes ahora mismo! ¡Nghh!

    —¡Tengo que… ngh! ¡Daros algo importante!

    —¡N-No, YO seré quien se lo dé! ¡Yo soy el Director!

    —¡Y soy el VICEdirector! ¡Vice! ¡Del latín “vicis”, que significa “lo mismo”! ¡Como “bici”cleta, dos ruedas iguales!

    —¡E-Eso ni siquiera es cierto, estúpido! ¡El vicedirector manda menos!

    —¡Demuéstralo, estúpido oso blanquinegro!

    —¡¡Si tus colores son los mismos que los míos, imbécil!!

    Y la pantalla se apagó.

    Con un hondo suspiro, entendimos que era mejor dejar nuestra investigación de la extraña sala, volver al ascensor y dirigirnos cuanto antes a la sala de artes. De modo que lo hicimos, y descendimos en silencio, de nuevo a oscuras, de nuevo tras un tremendo temblor. Pero esta vez no hubo reacciones bruscas, no hubo sustos, no hubo temor… porque tanto Steve como Emily sabían que debían temer más aún a Monokuma y a Reversekuma que a aquel ascensor. Y, a decir verdad, yo también tenía miedo. Porque sabía lo que querían. Sabía… que nos darían un tercer motivo.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Ganador Ganador x 1
  3.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,773
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    No sé si verdaderamente ha sido mucho más corto o se me ha hecho a mí porque el anterior fue larguísimo, pero sí, este capítulo ha sido bastante cortito. Aun así ha sido muy interesante porque nos has desvelado algunos (bastantes, de hecho) datos muy importantes.

    Para empezar, pues no sé que pensar. Me gustaría pensar que sigue estando Junko detrás de todo, ¿no sería épico? Pero no sé, que pongas el tema de Junko me hace pensar que no es ella quien está detrás de todo y quien sale en estas mini-historias, porque sería muy obvio y todos sabemos que tú eres de dar buenos plot-twist so... ni idea de quien pueda ser, pero sea quien sea, estoy deseando saber su identidad y que cojines está ocurriendo.

    Luego, pasaré directamente a la conversación de Effy. Intenso, muy intenso, me encanta. Así que... es eso lo que ha hecho Effy. Dios, es que has dicho muchas cosas y, la verdad, no tengo realmente mucho que comentar al respecto. Yo creo que es verdad, ya sabemos como es Danganronpa, pero no estoy tan segura de que haya sido realmente Effy la que lo ha activado. Seguramente ha sido manipulada o engañada por la mente maestra. Sea como sea, habrá que seguir leyendo para descubrirlo, ¿no? Eso sí, estoy 100% segura que va a tener que ver con NPC (OMG DIME QUE VOY A PODER VER A ETHAN DE MALOTE QUE SHORO DE FELICIDAD (?) segura que no pero por intentar

    Uh, el Drakily is rising os much y me siento mal. Es que me encanta Dante pero te juro que en este AU soy una Drakily hoe xD[LIKE LE DICE EM Y ELLA NO SE MOLESTA????? QUÉ MÁS QUEREMOS???] ¡Me ha hecho gracia que Steve también abrazara a Drake! Ahí hay un trío interesante (?)

    O, la enfermedad de Mimi... si lo dices ahora solo puede significar que va a ser importante para el próximo caso y me temo que muera por culpa de que le cambien las pastillas o algo por el estilo, idk.

    Algo así más importante... ¡Ah! Effy y Hubert tho e.e Oh, also, que Emily les haga una pasarela o algo no(?)

    Y, finalmente, amo a Monokuma y Reversekuma. ¿Qué le pasa a este oso? Like, primero que lleva mal con Monomi y ahora con Reversekuma, plz, Monokuma, stap (?)

    Obvio estoy deseando que otro motivo macabro se le ocurre a esa cabecita tuya y como, obvio, relacionas eso con el próximo asesinato, que también deseo ver como nos sorprendes <3

    Poco más que decir salvo que, oh, en na frase pusiste "=" en lugar de "?". Deja que lo busque...

    Ahí.

    Por lo demás, perfecto como siempre ^^

    ¡Sigue así!
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Graecus

    Graecus uwu7

    Libra
    Miembro desde:
    26 Marzo 2013
    Mensajes:
    3,356
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    La enfermedad de Mimi me suena a que cuando no se toma las pastillas se convierte en Lambda D:

    ¡GoodAirShippingFTW! >:3 me puse muy fangirl cuando los dejaron solos ;u;<3

    Y lol, estoy como Gabi, me gusta que el Drakily esté a tope en este fic aunque sea raro xD es de esas cosas que te recuerdan que al final de todo el fic sigue siendo un AU uwu

    Y por ultimo, la batalla entre los dos osos psicopatas es genial xD me siento bien al ver a Monokuma sufrir de los abusos de Reversekuma, en vez de ser un dictador abusivo como era con Monomi ;n;

    Saludos<3
     
    • Adorable Adorable x 1
  5.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,127
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Omg so epic. Debo preguntártelo porque mi mente ya va hilando probablemente de manera incorrecta pero inexorable (?) Este fic no tiene ninguna relación con el rol más que los personajes, ¿no? Quiero decir, no es como memorias de Galeia; de aquí no se va a sacar nada nuevo, ¿me equivoco?

    Bueno, eso a un lado, el capítulo me ha impactado bastante xD Se me ha hecho muy interesante saber sobre la enfermedad de Mimi, creo que da mucho juego, aunque lo de Effy también. Sin embargo, esto último no acaba de convencerme xD Quizás es porque aún no hay mucha información, pero no le doy la importancia que creo que debería tener.

    Los ositos, pls xD Los amo mucho. Mucho mucho, en serio xD Son vicitontos los dos. Así podrías ser tú si dieras rienda suelta a tu vena psicópata, lo cual no te aconsejo, más que nada porque valoro mi vida aún (??)

    También he amado cómo has ido montando las ships, entre Drakily y el GoodAirShipping. Te juro que me he reído cuando dejaron a esos dos solos xD Y STEVE ES MUY CUTE FUCK. Lo amo, lo amo.

    Estoy deseando ver el siguiente motivo, rlly. A VER SI AHORA OBLIGAS A OTRO A MATAR PEDAZO DE UJGBKJAEBk.

    En cuanto a la narración, hay un par de dedazos que no me voy a poner a resaltar, porque sé que son dedazos y me da pereza buscarlos todos, yk. Solo te marcaré este porque ya lo tenía seleccionado desde el principio del capítulo xD


    Y con esto iba a concluir el comentario, hasta que me acordé de que tampoco te había comentado el capítulo anterior. No me voy a demorar mucho en eso porque ya te he dicho casi todo lo que pensaba por WA, pero bueno. Me pareció brillante el caso pero no me enteré bien del final PORQUE LAS LÁGRIMAS NO ME DEJABAN VER okno es broma pero lloro. Mi pobre Lucas jo :c Con esa pulserita tan cruel, ¿POR QUÉ A ÉL? Quiero saber las de Ian y Effy solo por joder, por sentirme bien solo viendo lo que sufrieron.

    Nada más que añadir. Bueno sí, que mi voto va para Mimi (?) Quiero saber más de ella :D

    Enhorabuena tate, sigue así,

    Lucas Diamond~ <3
     
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    6923
    Capítulo 3: Anhelos de un futuro

    Vida Diaria 2


    Nos reunimos los doce en la sala de Artes, tomando asiento, a la orden de Monokuma, en las sillas que había frente al escenario. Al poco tiempo, el mencionado oso hizo acto de presencia, con varias tiritas por todo su cuerpo, tratando de aparentar que tenía heridas.

    —Uf… puf… uf… —jadeaba—. Al fin me deshice de ese ingrato hermano mío… uf… puf… ¡e-ejem! —de pronto, se aclaró la voz y se irguió, con espalda recta y gesto soberbio—. ¡Alumnos y alumnas, bienvenidos! Me complace haceros entrega de…

    —¡El tercer motivo! —gritó la voz de Reversekuma, que sonó desde algún lugar.

    De pronto, el oso cayó justo encima de su hermano, con un aspecto bastante parecido al de Monokuma, lleno de vendas y tiritas. Fingía tener un brazo escayolado, de hecho.

    —Como tercer motivo, panda de inútiles… je, “panda”… ¡tenemos… esto!

    Pero no mostró nada. Solo silencio. Reversekuma quedó pensativo por un momento, con la mano bajo la barbilla.

    —Uhm, ¿cuál era el motivo?

    Bajo sus pies, Monokuma se levantó, tirando hacia atrás a su hermano. Todos observábamos la escena con expresiones anonadadas. ¿Se habían tomado en serio eso de que aquello fuese como un teatro, y trataban de hacer una especie de comedia?

    —¡Grr, es un oso persistente! —gruñó Monokuma—. En fin, ¡tendréis los motivos en vuestros iKuma! Ruego que los miréis, por favor. ¡Encontraréis un nuevo archivo con un video donde se os mostrará vuestro mayor deseo en la vida! Upupupu… matad a alguien, graduaos, ¡y ese deseo se cumplirá! Y si no me creéis, solo mirad el video, y veréis que es cierto. ¡Puedo hacer que vuestros deseos se hagan realidad!

    Dio media vuelta, y el telón comenzó a moverse hasta taparlo. Justo antes de quedar totalmente cubierto por aquella tela roja, pudimos ver a Monokuma, de espaldas y frente a su hermano, esgrimiendo unas terriblemente afiladas garras…


    Poco tiempo después, todos estuvimos en nuestros respectivos dormitorios. El motivo fue mucho más sutil esta vez, quizás porque era algo estrictamente privado. Quiero decir, ninguno nos atrevimos a mirar los videos de nuestros iKuma allí mismo, delante de todos. Hubert incluso propuso no mirarlos en absoluto, y yo compartía su punto de vista: esta vez, el motivo no nos obligaba a hacer nada. No era un límite de tiempo o una serie de acciones que debiésemos evitar para no morir… solo eran videos, y podíamos escoger simplemente no mirarlos. Todos y todas parecíamos estar de acuerdo en que era lo mejor no echar ni siquiera un vistazo a los videos, pero… ¿podríamos estar tranquilos con ello? ¿De verdad no acabaría en desastre también aquella vez? ¿… resistiríamos la tentación?

    Durante varios minutos estuve con el dedo a pocos centímetros del archivo de nombre “Deseo de Drake Orestes” que surgió en mi iKuma. El dedo, tembloroso, estuvo a punto de pulsar el video, pero… no fui capaz. No sería capaz de traicionar así el pacto que hicimos todos. Dijimos que no veríamos los videos, y no iba a ser yo el que incumpliese con el trato.

    Y así, me dormí, solo para volver a soñar con aquel disparo que acabó con su vida.


    Al día siguiente, me desperté bastante antes que el resto, por extraño que pareciese. No pasé una buena noche, y terminé dirigiéndome, somnoliento y en pijama aún, al comedor antes incluso de que los osos diesen el anuncio de la mañana. Tan solo quería comer algo: mi estómago rugía tremendamente. Luego podría seguir intentando dormir, aunque seguramente sería en vano.

    La cuestión era que, para mi sorpresa, no era el único despierto.

    —Oh. V-Vaya, no sabía que habría alguien más aquí. Lo siento —me excusé, pero el chico que estaba dentro, sentado en una silla y con un café humeante en la mano, hizo un gesto para indicar que podía pasar.

    Con cuidado, me dirigí hacia la nevera y tomé un par de frutas. Cuando volví a salir del comedor, mi mirada se cruzó con la suya.

    —… ¿una mala noche, Drake? —me preguntó Dante al fin, rompiendo el silencio.

    Huh… D-Dante. El más misterioso de todos los Ultimates, con diferencia. Ni siquiera conocíamos su talento, y no entendíamos el motivo que parecía haber detrás de sus acciones. En los últimos días, todos le habíamos dado un poco de lado; incluída Emily, su novia, que probablemente estaba dolida por lo que Dante había hecho, se sentía traicionada. Pero, por mucho que yo tampoco lo entendiese, no podía evitar pensar que Dante no era un mal tipo. Por algún motivo, tenía el presentimiento de que tenía que existir algún motivo que explicase todo lo que había sucedido, todo lo que él había hecho. Quizá por eso me acerqué a él y me senté a su lado. Tal vez era un buen momento para intentar entenderlo…

    Free-time event: Dante Miles

    —¿Cómo estás, Dante? —le pregunté, con algo de duda en mi tono de voz.

    Su mirada me analizó de arriba abajo, como si me estuviese juzgando. Luego, como acostumbraba a hacer, desvió sus ojos de mí y respondió.

    —Vaya, ahora te interesas por mí, ¿no? —me dijo con tono de reproche, y no supe qué contestar—. Tranquilo… entiendo cómo os sentís. Pero eso no servirá para que hable. Hay cosas que es mejor no hablar, sencillamente.

    Negué vehementemente con la cabeza.

    —No, olvidemos eso. Solo quería hablar. De otra cosa —dios, estaba sonando demasiado ridículo.

    —¿… como por ejemplo…? —Dante me miró fijamente por unos segundos, aumentando la incomodidad que sentía.

    Creo que pocas veces me había sentido tan tenso como aquella vez. Fueron segundos de silencio que se me hicieron horas.

    —¿C-Cómo conociste a Emily? —terminé balbuceando.

    Él se cruzó de brazos con lentitud.

    —Creo haberlo hablado contigo ya… no lo recuerdo.

    Pero, ¿era eso cierto?

    —Es extraño, ella nunca me ha dicho nada al respecto de vuestra relación, tampoco —observé, meditativo—. Parecéis muy reservados al respecto. ¿Es cierto que no lo recordáis?

    —… ¿es esto una especie de interrogatorio? —acusó.

    —S-Solo tengo curiosidad, nada más —moví las manos con un gesto rápido, deseando restarle importancia—. Es llamativo que ninguno recordéis cómo os conocisteis. ¿No recuerdas nada desde antes de entrar a la Academia?

    —… hmpf. Claro que recuerdo. Recuerdo muchas cosas —confesó, aún de brazos cruzados. Tras un rato enfocando la taza de café, como si hubiese estado horadando en su memoria, alzó la mirada y habló—. Nunca tuve familia. Desde que tengo uso de razón me crié en un orfanato, y nunca fui adoptado. Cuando alcancé la mayoría de edad, de hecho, tuve que partir por mi propio pie y ganarme la vida por mi cuenta.

    —V-Vaya. Suena duro —reconocí, algo apenado. La forma en la que Dante hablaba de ello… desde luego, sonaba duro. Duro y triste.

    —… y entonces me encontraron. Y ahí comenzó todo —susurró, sin mirarme directamente.

    Aquellas últimas palabras me hicieron alzar una ceja, desconcertado.

    —¿Huh? ¿Te encontraron? ¿Quiénes?

    Tras un momento de silencio, Dante se levantó y dio un golpe suave en la mesa.

    —Esta conversación ha acabado. He hablado más de lo que tenía pensado hacer hoy, en cualquier caso… deberías sentirte afortunado.

    Y se marchó. Dante… menudo tipo tan extraño. ¿Qué escondía? ¿Realmente no recordaba nada, o… simplemente había decidido no contarlo?

    Antes de salir por la puerta, sin embargo, se detuvo. Sin darse la vuelta, pronunció unas palabras que me dejaron completamente helado. Palabras que sonaron profundas, casi suplicantes, procedentes de lo más hondo de su corazón. Como si aquellas palabras fuesen su última voluntad.

    —… por favor, cuida de Emily.

    Agaché la mirada como por instinto, y cuando ya no estaba allí para escucharme, susurré la respuesta.

    —Claro que lo haré.

    El nivel de amistad con Dante Miles sube a 2


    Y ese mismo día, pocas horas después, sonó el anuncio.

    —¡Ejem, ejem, eeeeejem! —Monokuma era el que estaba sentado en el trono ahora, apareciendo en solitario en pantalla. Esta vez no tenía una copa de vino en su mano, sino que tenía algo que lanzaba al aire y recogía una y otra vez, como si fuese una moneda. Pronto me di cuenta de que era el ojo azul de Reversekuma, con cables colgando tras de sí, como si hubiese sido arrancado de él—. Son oficialmente las 8:00 AM. ¡Hora de levantarse! ¡Hoy es un graaaaan día para matar a tu compañero! Upupupu…

    Sentí un escalofrío terrible, por algún motivo. No había tenido tiempo a dormir ni siquiera un par de horas desde que me desperté tan temprano en la mañana y volví luego a dormir, ¡y eso que por fin estaba descansando a gusto! Y encima, despertaba con la imagen tan perturbadora de Monokuma jugueteando con restos del “cadáver” de su hermano, ¿eh?

    Mi mano se deslizó por la mesilla mientras pugnaba contra la vigilia, retorciéndome en la cama. Y así fue como mis dedos tocaron el iKuma. Como por un impulso, lo arrastré y lo cogí, y con párpados pesados lo investigué brevemente, casi como si estuviese revisando los mensajes de un teléfono móvil. Y, una vez más, me quedé mirando el archivo del video, ese que se llamaba… el que se l-llamaba… ¿eh?

    —“Deseo de Alpha Xenodis”. ¿¡Qué demonios…!?

    Me incorporé casi de un salto, quedando sentado sobre la cama. Me aseguré de revisar los datos del iKuma; no había duda, era el mío. Pero, ¿por qué tenía el video de Alpha, entonces? Mi dedo tembló, pero, con todo, se atrevió a pulsar en el video, y toda la pantalla del iKuma se vio ocupada por las imágenes que empezaron a reproducirse. Subí el volumen y me limité a mirar.

    ¡Alpha Xenodis! —hablaba Monokuma, en una suerte de voz en off—. El Super Deportista… ¡un chico lleno de energía, determinación y talento! La estrella de la nación, la revelación de las olimpiadas. ¡Le aguarda un brillante futuro!

    Comenzaron a aparecer imágenes, fotografías, que mostraban a Alpha corriendo en pistas de atletismo, marcando goles en partidos de fútbol, incluso triunfando en natación o baloncesto. Al final, apareció una imagen de Alpha, sonriente, mirando a la cámara con un trofeo de oro bajo su regazo. El trofeo tenía una bella y curiosa forma: reflejaba a un dragón alado sujetando a un balón y mirando hacia el cielo. Lentamente, la foto fue reduciendo el zoom, solo para ir mostrando, poco a poco, que había alguien más junto a Alpha en aquel momento.

    Cualquiera diría que el Super Deportista tendría como mayor deseo en la vida triunfar y ser reconocido como el mejor de los mejores en el campo del deporte, ¿cierto? —la foto siguió alejándose, revelándose que Alpha tenía la otra mano sobre la cabeza de un chico de cabellos negros, que miraba a la cámara con gesto serio, pero, de algún modo, feliz—. ¡Oh, pero qué gran error sería asumir eso! El noble corazón de Alpha brilla con tanta luz que jamás podría tener un deseo tan egoísta. ¡Oh, no! Su mayor deseo es ayudar a su mejor amigo. Salvarle de su destino fatal.

    Y la foto, por fin, mostró al chico que había a su lado por completo. Era un tipo que vestía en su mayoría de negro, de expresión adormilada y que… iba en silla de ruedas.

    Ah, el pobre Ryu, su carrera prometía también, ¿eh? El noble Alpha y el inexpresivo Ryu comenzaron una rivalidad casi desde que estaban en el colegio, pues los dos destacaban en el deporte, en todas sus vertientes. Lástima que le diagnosticasen a una edad tan joven esa terrible enfermedad autoinmune y terminal, ¿huh? Esclerosis múltiple… su carrera estaba condenada. Ahora solo eran las piernas, pero poco a poco, los brazos, las manos… y con suerte llegaría a la adultez. Su mejor amigo, condenado a morir por culpa de su propio organismo. Y el deseo de Alpha no es otro que… “salvar a Ryu”.

    Instintivamente, llevé mi mano a uno de mis ojos, para descubrir que estaban cayendo lágrimas. Las sequé rápidamente, y volví a prestar atención al video. Las siguientes imágenes mostraron a un grupo de médicos realizando lo que parecía ser un comunicado televisivo.

    Eh, sí. Está en fase experimental, pero… —decía uno de los doctores, que era entrevistado por un periodista. Se veía en su rostro la emoción y la ilusión—. Probablemente hayamos encontrado la cura de la esclerosis múltiple. Es posible que sea imposible revertir sus efectos, pero podemos frenarla, hacer que se detenga. ¡Podemos luchar contra la enfermedad!

    Abrí mucho mis ojos. ¡A-Aquello era… era… era una noticia genial! Q-quizá demasiado genial. Si Alpha hubiese visto aquello, quién sabe qué…

    Pero el video no había acabado. Fue Monokuma el que habló, tras quedar la pantalla completamente negra.

    Por desgracia, el hermano de Ryu no puede pagar el tratamiento, que es extremadamente caro… y quién sabe cuánto tiempo puede faltar hasta la siguiente fase. Si Alpha pudiese salir de aquí, ¡Ryu podría curarse! —Monokuma apareció entonces en plena pantalla, con un enorme fajo de billetes en las manos—. ¡Gradúate y podrás salvarlo! Upupupu…

    Solté el iKuma con una sensación tremendamente desagradable en el estómago. Aquello era horrible. Monokuma realmente podía llegar a ser cruel… y a cada cosa que hacía, más lo demostraba. Más nos mostraba hasta donde era capaz de llegar. Jugaba con nuestros sentimientos, nos manipulaba… y lo peor de todo era pensar en que no era ningún oso demoníaco, ningún robot; era una persona la que estaba detrás de todo esto. Una persona nos estaba haciendo todo aquello, una persona nos estaba torturando de esa forma. ¿Quién era capaz de hacer algo así? ¿Tenía razón Ian y… era uno de nosotros?


    Cuando me dirigí al desayuno, llegando algo más tarde de lo habitual, me encontré con todo el mundo reunido, con rostros serios por todas partes.

    —¿T-Todo bien? —pregunté, entrando con lentitud.

    —… ¿a ti también, Drake? —me preguntó entonces Ian rápidamente, brazos cruzados y sonrisa malévola.

    —¿H-Huh?

    —Hemos comentado que esta mañana, al despertar, los videos de todos han sido cambiados —apuntó Hubert—. Ahora, al parecer, todos tenemos el video de otro. ¿Te ha sucedido a ti también?

    Mi mirada buscó a Alpha, encontrándose con sus ojos dorados rápidamente. Se sentaba junto a Elisa, y me di cuenta de que estaba más atento a esta que a la situación. No parecía excesivamente preocupado… supuse que no habría mirado el video. Si yo fuese él y supiese que un video de ese tipo estaba en posesión de otro, me preocuparía.

    Y fui entonces cuando me di cuenta de que alguien tendría mi video… y no sabía qué era lo que en él aparecería, porque yo no lo había visto.

    —¿Drake? —repitió Hubert, mirándome con severidad.

    —Oh, perdón. Sí… yo también tengo el video de alguien.

    —¿De quién? —intervino Ian de pronto, mirada ladina.

    Quedé callado. Y fue Steve el que apartó la vista.

    —Estamos otra vez igual que antes, ¿eh? No confiamos en nadie. No nos atrevemos a decir quién tiene el video de quién, por miedo. Por miedo en los demás —apretó el puño—. Liza estaría decepcionada si os viese así —alzó la vista entonces—. Escuchadme todos: yo tengo el video de Emily. Pero, por supuesto, no lo he visto; porque lo prometimos —se puso la mano en el pecho—. Yo confío en vosotros.

    —… y-yo tengo el video de Hubert —confesó Emily, ojos empañados—. Pero tampoco lo he visto.

    —¡Vamos! No me hagáis reír —Ian extendió las manos—. ¿Pretendéis hacerme creer que nadie ha mirado el video del otro? Como si fuese a creer eso. Yo sí he mirado mi video, de hecho… y también miré el mío. Pero no pienso deciros ni cuál es el video que tengo actualmente ni cuál es el contenido del mío —los ojos le brillaron—. El juego pierde su gracia si revelamos esa información, ¿no?

    —… yo tengo tu video —afirmó Effy, brazos cruzados, mirada llena de ira.

    —Ah, y a juzgar por tu expresión, has debido verlo. Mi deseo es fascinante, ¿no es así? —sonreía como un maniático. Realmente estaba disfrutando de todo aquello.

    El resto de los presentes, yo incluido, guardamos silencio.

    —Si prometimos no ver los videos, ¿¡por qué lo hacéis!? —Hubert dio un fuerte golpe en la mesa—. Mi video es el de Mimi. No tengo intenciones de ocultaros nada. No he mirado mi video, no voy a mirar el de Mimiko, y no tengo intenciones de hacerlo. Ni siquiera me interesa conocer el contenido del mío; sé bien cuáles son mis deseos, y no voy a dejarme tentar por ellos. No voy a dejar que Monokuma me manipule.

    —¡E-Eso! —exclamó Steve—. Hubert tiene razón.

    —Sigamos haciendo como si esto no hubiese pasado, ¿vale? —Emily habló en voz baja—. No perdamos la esperanza. Q-Que se hayan mezclado los videos no cambia nada. Si mantenemos la promesa de no prestarle atención a los mismos, Monokuma habrá fracasado.

    —¡Eso es, demonios! —exclamó Alpha, alegre—. Hey, yo tengo el video de Steve, por cierto. No quiero que creáis que no confío en los demás, ni nada así. ¡Y, por supuesto, no he visto el video! Ni el mío ni el suyo. Eso es lo que prometimos, y eso es lo que he hecho.

    La sonrisa de Alpha… se veía pura y sincera. Realmente era un chico honesto. Y decía no haber visto su video… honestamente, le creía. No tendría esa expresión de haberlo visto. Pero yo… yo había cometido la indiscreción de mirarlo, y ahora me arrepentía.

    De pronto, sentí como si el mundo se detuviese. Las caras de cada uno de los presentes se dibujaron frente a mí como lienzos. ¿Habían dicho todos la verdad? ¿Nadie había visto los videos de otros? ¿Nadie había visto sus propios videos? Y fue cuando me crucé con la mirada de Ian cuando me di cuenta de que estaba siendo extremadamente desconfiado. Ni siquiera me había atrevido a decir qué video tenía yo… y el Estratega se había dado cuenta de eso. ¿Estaría maquinando algo ya? Y lo peor de todo… ¿qué video tendría él?


    La tarde se hizo, y poco a poco fue cediendo la tensión creada por el asunto de los videos, aunque en el fondo era solo una paz superficial. En cualquier caso, deseando ocupar nuestro tiempo, Emily y yo nos dirigimos a la tercera planta, ante la llamada de Hubert y Effy, que nos dijeron que probablemente terminarían de desencriptar los documentos antes de cenar.

    Por el camino, Emily, tras un suspiro, comenzó a hablarme:

    Free-time event: Emily Hodges

    —Oye, Drake… ¿tú siempre quisiste ser policía?

    —¿Eh? B-Bueno, eso… eso es una larga historia, a decir verdad —demasiado larga como para ser contada de hecho—. Mis planes iniciales no eran los de ser policía. De hecho, nunca tuve claro qué hacer con mi vida, pero… el destino me llevó hasta el que sería mi mentor, y hasta hoy.

    —¿Tu mentor?

    Sonreí inevitablemente, de forma algo entristecida, al recordarle.

    —S-Sí… fue mi mejor amigo. Era un chico algunos años mayor que yo. Se graduó en la academia de policías como un prodigio, el mejor de su promoción. Y le conocí cuando me vi envuelto en un caso que él mismo investigó. De hecho, fue el primero de sus casos. Y bueno, n-no hay mucho más que contar —atajé, con la mano en la nuca. Me resultaba un poco incómodo hablar de aquello, a decir verdad. Seguía sintiéndome inferior y culpable, en cierto modo, de todo lo que sucedió. De ser yo, y no él, el Super Policía.

    —Ya veo. Supongo que mi historia es mucho más simple —susurró Emily—. Yo… yo nunca quise ser modelo.

    —¡Oh! Eso es una gran sorpresa —mentí. Lo cierto es que siempre había pensado que a Emily no le pegaba ser modelo. No por falta de belleza, ni muchísimo menos, sino porque… digamos que su personalidad no encaja con lo que uno espera al pensar en una modelo.

    Claro que lo que diría a continuación me sorprendería aún más.

    —… lo cierto es que mi sueño siempre fue ser actriz.

    —¿¡A-Actriz!? —eso le pegaba aún menos.

    Asintió con lentitud. ¡Claro! Eso explicaba la mirada ilusionada que le dirigió a la sala de artes, a aquel escenario. Imaginarla como actriz… era ciertamente difícil, a decir verdad. Una chica tan tímida, ¿actuar?

    —Sí —aseguró—. De hecho, mis inicios fueron en el mundo del teatro. Me presenté a un casting y me escogieron para representar el papel de la protagonista.

    —¡Vaya! —exclamé, sonriente—. Eso es genial. Me habría gustado verte actuar.

    Emily suspiró.

    —No, no te habría gustado —dijo, con rostro alicaído—. Cuando salí al escenario, yo… las palabras no salían de mi boca. Me quedé en blanco. Todo el mundo me abucheó, e incluso los hubo que se rieron de mí. Por supuesto, me despidieron ipso facto. E-El miedo escénico me superaba.

    —V-Vaya… lo siento, Emily —mi tono había cambiado drásticamente; nunca imaginé que el tema fuese tan delicado para ella. Se veía que la afectaba especialmente.

    —Tranquilo —y entonces, me miró y sonrió. Y fue ahí cuando se paralizó todo. Su mirada, su sonrisa, tenía algo mágico. No sabría describirlo con palabras, honestamente—. Nunca perdí la esperanza. Terminé ejerciendo como modelo, porque supongo que, aunque el miedo escénico me impidiese hablar, las revistas se interesaron por mí. No querían a alguien que hablase, querían a alguien que posase. Pero… —los iris morados brillaban con entusiasmo— no estoy dispuesta a rendirme. ¡Cuando salgamos de aquí… reuniré el valor para volver a presentarme a un casting!

    Reí en voz baja.

    —… y yo estaré ahí para apoyarte, Em.

    El nivel de amistad con Emily Hodges sube a 2

    Actualizados los datos sobre Drake.


    Llegamos al fin al ciber-café. Los únicos que estaban allí, para sorpresa de Emily y mía, eran Ian, Alpha, Hubert y Effy… además de Brendan, alejado en una esquina, observando y anotando todo. El resto parecía no haber acudido al llamado.

    —Bueno, no esperemos más —anunció Hubert, sentado junto a un ordenador, junto a Effy—. El resto podrá enterarse en otro momento. No es que sea una información muy relevante, después de todo.

    —Dila ya, ¡estoy ansioso! —exclamó Alpha—. Códigos secretos, ¡eso tiene que molar!

    Effy suspiró.

    —¿Entiendes siquiera lo que es un encriptado? —preguntó.

    Alpha inclinó la cabeza a un lado.

    —¿”Intrincado”? —se preguntó, extrañado por la pregunta.

    —E-En fin, al margen de Alpha… —Effy miraba a Ian con severidad, con más de la habitual.

    Pero el estratega no se amedrentaba ni lo más mínimo; sus sagaces ojos competían con los de la terrorista, mostrando ser unos más que dignos rivales. Al final, terminó encogiéndose de hombros, con expresión divertida.

    —¿Supone un problema mi presencia? Me voy a enterar de todas formas, tarde o temprano. Os estoy ahorrando trámites y chantajes innecesarios a vuestros compañeros —comentó, como si fuese lo más normal del mundo.

    Hubert dio un hondo suspiro de resignación, y comenzó a andar.

    —Hemos logrado desencriptar los documentos, y hemos descubierto que, en realidad, no había más que un par de frases de texto en cada uno. Con todo, aún no sabemos qué significan.

    —¿Huh? —me dije—. ¿Están en otro idioma, o algo?

    —No, no se trata de eso —Effy frunció el ceño y se cruzó de brazos—. Es solo que no logramos entender qué utilidad tienen. Pero, al margen de los documentos, hemos descubierto la existencia de carpetas ocultas cargadas de otro tipo de información. No obstante, no podemos abrirlas; el nivel de seguridad que tienen es tremendamente alto.

    —Hmpf —bufó Ian, como si estuviese menospreciando a Effy y a Hubert. Bueno, qué demonios: los estaba menospreciando, sin el “como si”.

    —Eso es desesperanzador —suspiró Emily.

    —¡Suéltalo ya! —el deportista parecía no enterarse de nada, pero, con todo, estaba entusiasmado. Tal vez creería estar en una especie de Cluedo o algo así—. ¿Qué decía el documento?

    —… está bien, lo leeré. A ver si alguien puede entender algo de lo que aquí se dice —y Hubert, fijando su atención en la pantalla, comenzó a leer en voz alta—. “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”.

    Extrañado, fruncí el ceño. ¿Qué demonios era eso? ¿Algún tipo de acertijo? ¿”Lanza el acero”? ¿”Asciende el muro”? ¿De qué hablaba? A decir verdad, Hubert y Effy estaban en lo cierto: no parecía tener ningún sentido, o, al menos, no entendíamos el significado.

    —Y ahora, el otro —dijo Effy, dirigiéndose ella a su ordenador para leer el otro texto—. “Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”. ¿Alguna idea sobre este?

    —Son prácticamente iguales —meditó Emily, decepcionada.

    —Hmm… no parece tener mucho sentido. ¿”El acero”? ¿”La luz”? —Ian reflexionaba en voz alta.

    —Tal vez sean metáforas —se me ocurrió de pronto—. Parecen una especie de indicaciones, de pistas. Pero quizá no sean palabras literales, sino metáforas de las indicaciones que en realidad pretenden dar. De ese modo, quien quiera que las escribiese se aseguraría de que solo las personas indicadas podrían entenderlo.

    —Es como si hubiesen intrincado lo intrincado, ¿huh? —meditó Alpha en voz baja, confundiendo de nuevo la palabra.


    Y así fue como nos encontramos con una pista aparentemente sin ningún tipo de sentido, sin saber bien qué hacer con ella. ¿Tendría, acaso, relación alguna con nuestra situación o con la Academia, para empezar? No podía evitar sentir un extraño sabor de boca cuando oímos aquellas palabras escritas en los documentos… una especie de escalofrío. Aunque aún no entendía bien por qué.

    Y fue esa noche cuando, tras un rato intentando dormir en vano, me desperté de madrugada, solo para encontrarme con alguien por los pasillos de la planta baja. Yo solo quería dar una vuelta, pero... casi parecía que estaba destinado a toparme con gente cuando no podía dormir y salía de mi cuarto.

    —Hola, Mimi.

    La chica parecía particularmente seria. Estaba sentada en el suelo del pasillo, apoyando su espalda contra la puerta de su habitación, por la cara exterior. Me miró y rápidamente volvió a enfocar a la nada con desgana.

    —Vaya, Apestes. Una no puede pasar un rato a solas en esta Academia ni siquiera de madrugada, ¿eh?

    —L-Lo siento, no pretendía… —me excusé torpemente. Después de haberla interrumpido tomándose su medicación el otro día no quería volver a fastidiarla de aquella forma. Aunque Mimiko pareciese ser una chica dura, contestona y egoísta, podía ver que, en el fondo, era bastante delicada y sensible.

    Free-time event: Mimiko Honda

    —… nah, no te preocupes. Tú tampoco puedes dormir, ¿no? —me preguntó, comportándose de forma extrañamente amable.

    Fue entonces cuando, con algo de inseguridad, me senté frente a ella, alicaído, y me froté los ojos.

    —Esta situación me tiene harto —confesé, hastiado—. No quiero seguir aquí más… quiero salir de una vez.

    Sí, quería salir de aquella Academia y comprobar si todo lo que me dijo Effy era cierto… si realmente el mundo había sido destruido casi en su totalidad. Quizá los videos, de hecho, fuesen todo mentira, ¿no? Quizá Ryu, el amigo de Alpha, hubiese muerto por la destrucción del mundo, y Monokuma estaba utilizando los videos para engañarnos. Quizá no había lugar para esos deseos. O quizá sí que había un futuro fuera… y los videos eran reales. Y entonces me lo planteé: ¿qué era más deseable? ¿Que todo hubiese sido destruido y los videos fuesen una farsa, por lo que no habría tentaciones, debido a que los deseos eran imposibles de conseguir? ¿O que fuesen reales, pero a cambio de un mundo destruido en el que ya no queda apenas esperanza?

    En cualquier caso, Mimi acompañó mi desdén con otro suspiro.

    —Me has recordado a mi hermano —me dijo, sonriendo con amargura—. Ese estúpido niñato, no estaba conforme con nada.

    —Oh, cierto —observé, mirándola con discreción. Parecía estar mentalmente abatida—. Tu hermano renunció a tu apellido y a la herencia, ¿no?

    —Sí… —apoyó su cabeza contra la pared, dejándola caer hacia atrás—. Todo por ser un tozudo egoísta que solo pensaba en sí mismo. Nunca se llevó bien con mi padre, porque nunca quiso saber nada de los negocios y de la fortuna de los Honda. Como el mayor, él tendría que heredar en un futuro todas las empresas, las gestiones, los contratos… y esa era una vida que él no deseaba.

    —Ya veo. Desde luego, no debe de ser fácil, aunque con tanto dinero…

    —Nunca le gustó tener dinero —Mimi chasqueó la lengua—. Decía que la gente solo se fijaba en él por su dinero, y que preferiría ser pobre y que la gente lo quisiese por quién era y no por lo que tenía.

    —¿Por eso se fue? ¿Por eso renunció? —quise adivinar.

    Mimi negó con la cabeza.

    —No, no… se fue cuando se enamoró.

    —¡Oh! —aquello me tomó por sorpresa—. ¿Se enamoró y se marchó? ¿Y renunció al apellido?

    —E-En realidad no es que “renunciase” como tal… sino que se casó, y decidió adquirir el apellido de su pareja.

    Alcé las cejas.

    —Vaya, no es frecuente que el hombre adquiera el apellido de su mujer —observé, pero la expresión de Mimiko y sus gestos nerviosos me hicieron dudar. Y, entonces, una idea pasó por mi cabeza—. Un momento, ¿acaso tu hermanos se casó con un hom…?

    —¡Y-Ya está bien, hombre! —pronto, Mimiko enrojeció, se levantó abruptamente y comenzó a actuar con la brusquedad que la caracterizaba—. Serás indiscreto, ¡t-te estás inmiscuyendo demasiado en mi vida, Apestes!

    —¡L-Lo siento, no pretendía…!

    D-Demonios, era una chica difícil… pero supongo que aquella pequeña charla había servido para acercarme más a Mimi.

    El nivel de amistad con Mimiko Honda sube a 2

    Sin embargo, antes de marcharse, cuando abrió la puerta de su dormitorio, me miró con sospecha y con duda en el semblante.

    —Oye, Drake… ¿cuál es tu objeto personal? —me preguntó, con un tono extraño y siniestro.

    De pronto, empalidecí, y comencé a notar sudores fríos. Pensé en la pistola que seguía guardando a buen recaudo, con la bala en la recámara. ¿Qué pensarían todos si lo descubrían? ¿Seguirían confiando en mí?

    Dije algunas palabras evasivas que no parecieron convencer en absoluto a Mimi, y se perdió en su dormitorio sin mediar muchas más palabras. Noté escalofríos recorriendo mi nuca… ¿p-por qué me había hecho esa pregunta de repente? ¿Qué era lo que ella sabía…?


    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.
    Estudiantes: 12
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tenga demasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bien memorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Drake tuvo una vez un mentor y gran amigo, que le enseñó todo lo que sabe como policía. Algo sucedió, y dicho amigo terminó muriendo prematuramente. Este hecho motivó que fuese Drake el que acabase siendo considerado el Super Policía; y tal vez es por ello que nuestro protagonista no siente que le corresponda ese talento: porque cree que debería ser su mentor el verdadero Ultimate.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.
    Video en iKuma: Alpha Xenodis


    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír
    Video en iKuma: Emily Hodges


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: ???


    - Alpha Xenodis – Super Deportista(VIVO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad
    Video en iKuma: Steve Stone


    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: ganador de múltiples torneos de ajedrez, Hubert nunca ha perdido una partida. Dedica mucho tiempo a practicar, y es conocido por sus increíbles capacidades lógicas y deductivas. Afirma que tiene la capacidad y la costumbre de pensar como si tuviese dos cerebros; esta práctica le ayuda a entrenar su mente y a desarrollar una enorme capacidad para colocarse en la posición de otros y usar su lógica como si fuese la suya propia.
    Antes de ser ajedrecista, de hecho, Hubert fue detective, pero no se conocen más datos a este respecto.
    Acción prohibida: subir a la segunda planta
    Video en iKuma: Mimiko Honda


    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Ian Lockhart


    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Emily nunca quiso ser modelo, sino actriz. Participó en castings para actuar en obras de teatro, y fue seleccionada, pero tuvo una mala experiencia que cambió su vida: al llegar la hora de la verdad, se quedó inmóvil, completamente en blanco e incapaz de representar su papel. Desde entonces, el miedo escénico y la mala fama que le generó en el mundo de la actuación el evento del teatro la ha perseguido siempre, pero afirma que jamás perderá la esperanza, y tiene intenciones de volver a intentarlo y a superar los miedos que la atormentaban.
    Acción prohibida: quedarse sola
    Video en iKuma: Hubert Madsson


    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y ese sentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Dante se crio en un orfanato, y nunca tuvo ningún familiar ni seres queridos. Tuvo que buscarse la vida al llegar a la mayoría de edad, llegando a pulular por las calles buscando un sustento. Y, al parecer, alguien le encontró, y ahí cambió todo... pero se desconoce qué sucedió.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.
    Video en iKuma: ???


    - Chad Redflame – Super Dibujante (VIVO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.
    Video en iKuma: ???


    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Video en iKuma:
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.


    - Elisa Daroch – Super Médium (VIVA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Elisa nació tras siete meses de embarazo, después de que los médicos afirmasen que había muerto. Cuando fueron a extraer el cuerpo aparentemente inerte del vientre de su madre, comenzó a mostrar repentinamente signos vitales, "regresando" de entre los muertos, de alguna forma. Elisa afirma que es este el motivo por el que puede comunicarse con los difuntos, y está plenamente convencida de que sus poderes son reales; para ella, es todo un reto mostrar la veracidad de sus técnicas a los más escépticos, y toda una satisfacción observar sus rostros cargados de sorpresa.
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos
    Video en iKuma: ???


    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: los Honda son la familia más rica del mundo, dueños de múltiples empresas y todo tipo de negocios que les hacen, en resumen, tremendamente influyentes y con capacidad para controlar muchísimos sectores de la sociedad. Sin embargo, Mimi no era la heredera original de toda esta fortuna; tiene un hermano mayor, verdadero heredero por derecho, que decidió renunciar a los derechos que, como Honda, le corresponderían. Al renunciar a su apellido y a la herencia, Mimi se convirtió en la Super Millonaria.
    El hermano de Mimi, de hecho, nunca quiso ser millonario, porque la gente lo quería solo por su dinero y no por su personalidad. Nunca tuvo una buena relación con su padre, pero todo terminó cuando decidió casarse y adoptar el apellido de su pareja. Al parecer, todo apunta a que el hermano de Mimi se casó con otro hombre.
    Acción prohibida: insultar
    Video en iKuma: ???
     
    Última edición: 18 Noviembre 2017
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Ganador Ganador x 1
    • Informativo Informativo x 1
  7.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP Certified Gakkouwiki

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,516
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Empezaré por mencionar algo que ya te comenté en privado. Este fic empecé a leerlo desde la publicación de sus primeros capítulos, quedándome por la parte de Alpha trepando por las lianas, hasta que cuestiones laborales y personales me mantuvieron desentendido de la publicación de los capítulos siguientes. Anoche decidí retomar desde el principio (me pareció importante refrescar datos) con el objetivo de ir más allá del punto en que me había quedado…

    Y no he podido parar... Al punto de que me quedé despierto hasta altas horas de la madrugada.

    Se lo debo (y esto también te lo dije al pasar) a esas semillas de suspenso que fuiste plantando desde el comienzo. Las he visto cayendo unas tras otras, algunas con gran impacto, pero muchas más con una extraordinaria sutileza; y lo genial es que algunas todavía siguen germinando y germinando, cargando la trama de secretos que no pueden menos que dejarme entre inquieto e interesado por lo que vaya a suceder a continuación. De entre todas estas intrigas, la que me tiene con más expectativa es el tema de la identidad de Dante, quien es el vivo ejemplo de la “semilla” que no deja de germinar: no conocemos su talento y su vida pasada, además de que sus acciones en los últimos capítulos se estuvieron tornando cuestionables (aunque no lo veo como un mal tipo).

    Esta historia me va gustando mucho, me está encantando. Una vez más, me encontré ante una trama que no me ha defraudado, que me deja pensando y conjeturando. Justamente, el tipo de historias que más me gustan. Además, tengo la sensación de que este fic, si bien adopta bases narrativas del Danganronpa original, terminará teniendo (tarde o temprano) un giro que se distanciará de la historia ya conocida. Podría decirse que ese es el otro de sus tantos misterios (?). De todas maneras, ya les has dado tu toque personal :}


    No hablaré detalles técnicos (pues todo se ha dicho en comentarios anteriores), PERO, eso sí, no quiero dejar de recalcar que me agradó la narración en primera persona. Drake es genial como protagonista, su personalidad también permite que la lectura sea bastante ligera; además, sus constantes opiniones personales sobre lo que ve u oye, le da su toque, lo vuelven alguien cercano con quien empatizas fácilmente.

    Los personajes, todos ellos, los amé. Incluso a los que no duraron demasiado. Es cierto que hay algunos cuya personalidad se diferencia bastante de la del personaje original (como Brendan, por ejemplo), pero en realidad es lo de menos. Con personalidad fiel o no, has desarrollado de forma magistral a todos ellos; nadie queda al margen, cada uno tiene sus pequeños momentos de protagonismo. Ya ansío ver qué nos deparan los que siguen vivos...

    Sobre todo… Effy, Ian y Dante, del que ya hablé.

    En cuanto a la primera, fue buenísimo cuando se reveló que su objeto personal era cloroformo; me quedé muy WTF al llegar a esa parte, pero mucho más cuando se supo su verdadero talento; y me quedé todo loco con el momento previo al Capítulo 3, que se revela la relación de Effy con la persona que maneja a los primos de Dunkel y Licht (?); sin dejar de lado, claro, al Proyecto Omega.

    Ian, por su parte, se ha ganado rápidamente mi kokoro. Es cierto que es un tipo despreciable del que no sabes qué esperar, pero es que, es que, es que... es sensacional (para mí) todo su desarrollo como personaje. Empezando por su actitud misteriosa, pasando por sus provocaciones a los demás estudiantes y terminando, finalmente, en sus estrategias (aunque pensado, todo lo anterior es parte de la estrategia). Amé su papel en la primera Clase del Juicio, que fue a mi juicio (puehehe, “juicio”) la más intensa hasta ahora, aunque apenas llevemos dos xD. Diré sin temor que es mi personaje favorito en este fic; por encima de mi querido retoño, Hubert, así que imagínate.

    ¡Oh, mi querido Hubert! El talento que le has dado le pega bastante, además de que su personalidad sigue siendo bastante fiel a la del protagonista del rol. Me emocionaba cada vez que aparecía (seguirá ocurriendo, fijo). Me va gustando mucho el desarrollo y papel que está tomando en la historia. Aunque dicho papel no parece tan trascendental como el de Effy, Ian y Dante, tengo el presentimiento de que tendrá intervenciones bastante importantes (a menos que...). El dato de que tuvo una experiencia en el mundo detectivesco, y su negación a hablar de la misma, me da para pensar bastante; creo que será algo bastante relevante… Que es una de esas semillas que dará mucho de qué hablar. Por último, debo reconocer que la estuve pasando muy mal desde que comenzó la parte de la instalación de las cámaras de seguridad en la segunda planta; al notar que Hubert fue ganando más presencia en la trama y por las cosas que decía Drake de él (que era el que más miedo tenía, por ejemplo), temí mucho que eso significara que pudiese convertirse en asesino o en víctima pronto. Pero al final ni siquiera fue un sospechoso del crimen de Liza. Diría que eso me alivia… pero sé que contigo no me puedo confiar {:

    También quiero hacer una mención especial a los personajes de ReverseKuma y Steve. Me divertí muchísimo leyendo los diálogos del primero, me hacía pensar mucho en los camioneros argentinos (?). En cuanto a Steve, al principio le vi un aire a Nagito, pero al final no terminó siendo tan así xD; es mi favorito luego de Ian y Hubert. Es bastante interesante el modo en que aprovechas la noción de suerte para hacer avanzar algunas partes de la historia. Fue grandioso cómo Ian supo aprovecharse de eso en el primer asesinato. El puto amo.

    En otro orden de cosas, voy a decir, leer las Clases del Juicio ha sido sido toda una experiencia nueva. No es la primera vez que leo un fic con música, pero sí es cierto que ninguno presentaba tantos cambios de tema en un solo capítulo, acorde a los giros de la conversación. Ni siquiera vi un gameplay de Danganronpa, por lo que asumo que los capítulos de los juicios reproducen bastante bien el tema acústico. También me gustó mucho la aplicación de colores para lo demás. En resumen, que ha sido un modo novedoso de leer y la pasé bastante bien. Transmitiste el ambiente que querías transmitir. Bien hecho.

    Hasta acá llega mi comentario. Me hubiera gustado poder englobar todo lo publicado hasta ahora, pero bueno, creo que estas opiniones de índole general de igual forma expresan lo bien que la pasé leyendo.

    ¡Espero con ansias y temor el próximo episodio, que va a haber fiambre fresco!
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 2
  8.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    5596
    Capítulo 3: Anhelos de un Futuro

    Vida Diaria 3


    Otro día pasaba con normalidad. Ya libres de la observación de las cámaras que instaló Hubert antes del caso de Liza, muchos de nosotros comenzamos a utilizar las instalaciones de la segunda planta. Effy acudía prácticamente todos los días a investigar la biblioteca, en busca de entender qué tipo de documentos podía haber querido esconder Dante; y, por supuesto, Hubert hacía lo mismo, y solía estar con ella en la biblioteca, y aunque este último desconocía los detalles acerca del Proyecto Omega, algo me decía que, en el fondo, el citado término aún se movía por su materia gris, y eso motivaba su investigación incansable.

    Mimiko, por su parte, pasó aquel día en la sala de música, con orden expresa de no ser molestada. Al parecer, tocaba el violín cuando iba a la escuela, y solía relajarle mucho… por eso quería volver a retomar la práctica que perdió, pero no quería que nuestros “oídos vulgares, poco acostumbrados a la música de calidad, contaminen la atmósfera auditiva que generaría”, según palabras de la propia Honda. Y sobre los demás, bueno… la mayoría pululaban, por diversas razones, por la tercera planta. Lo cierto es que me daba incluso algo de miedo pensar qué podría estar indagando en la zona Ian, y no me atrevía a formular una hipótesis sobre las acciones de Brendan… pero, por el momento, todos estábamos tranquilos. Los videos no habían conseguido minar nuestra moral.

    Y, por fin, gozando de un poco de paz, estaba en la piscina, tumbado bocarriba en el agua, con los ojos cerrados. Hasta que, de pronto, sentí un peso caer sobre mí y hundirme en el agua.

    —¡Brrblr! —balbuceé, pataleando bajo el agua, mientras alguien sujetaba mi cabeza. Abrí mis ojos y pude ver el rostro sonriente de Steve junto a mí, que me sacó la lengua, juguetón, justo antes de salir del agua. Yo hice lo propio, y lo observé nadando de espaldas, alejándose de mí—. ¡Eh, Steve! —grité, molesto, agitando los brazos en el aire—. ¡Me has dado un susto de muerte!

    —¡Ja, ja, ja, ja! —reía desde lejos el suertudo, con una mueca divertida en su rostro—. ¡Atrápame si puedes!

    —¡Oh, claro que lo haré! —apreté los puños, y me dispuse a dar un salto hacia delante y comenzar a nadar en su dirección a toda velocidad—. ¡A ver si tienes tanta suert-¡

    Y, de pronto, un balón me golpeó directo en la cara, y caí de espaldas sobre el agua. Aún podía oír las risas de Steve a lo lejos.

    —¡L-Lo siento, Drake! ¡S-Se me ha escapado la pelota!

    Emily estaba fuera del agua, y comenzó a corretear hacia mí, por el bordillo, al ver que la pelota de plástico que me había lanzado me golpeó con tanta fuerza. Y, al verla correr, en bikini… b-bueno, qué decir… me había recompuesto rápidamente, el golpe no fue para tanto, pero mi tono de piel se había vuelto casi completamente rojo, y no por el golpe.

    —¿E-Estás bien, Drake?

    Me puse aún más rojo al ver a Em agachada junto al agua.

    —¡Oh, dios, estás muy rojo! —balbuceó ella de forma nerviosa—. T-Te he debido dar un buen golpe, ¿estás mareado…? ¡V-Voy a ayudarte!

    Fingí que el golpe me había atontado, solo para que se acercase a mí, y ella se lanzó al agua y comenzó a nadar con gran gracilidad en mi dirección. Pero entonces…

    —¡Cof, cof! ¡A-Ayuda! ¡Cof, cof, cof!

    —¡S-Steve!

    Steve estaba “ahogándose” en un momento bien conveniente. Con amargura observé cómo Emily cambiaba de dirección en su nado y se dirigía hacia Steve. Al llegar a él, Emily lo tomó por la espalda, agarrándolo por las axilas con una suerte de abrazo, y lo arrastró nadando de espaldas hasta las escalerillas. Pude ver el rostro enrojecido de Steve riéndose y guiñándome un ojo mientras la chica lo “salvaba”.

    —Gracias, Em… suerte que no me he ahogado —suspiró él.

    —¡¡Pero si esa parte mide medio metro!! —vociferé, chapoteando con frustración.


    … no voy a mentir, aquellos pequeños momentos tuvieron un encanto especial. Estábamos disfrutando, estábamos pasándolo bien. Habíamos logrado encontrar un poco de orden en el caos, un poco de calma en la tormenta. Un poco de esperanza en la desesperación.

    Nuestras toallas se posicionaron formando un triángulo, de manera que todos pudiésemos tumbarnos de cara al hueco que quedó entre las tres. Soltábamos cartas en el centro, como si aquello fuese una mesa de juegos. Y Steve, sonriente, dejó caer todo su mazo por cuarta vez, gritando.

    —¡Y gané de nuevo! Je. Drake, has vuelto a quedar el último.

    Agaché la cabeza, al ver cómo Emily también emitía una risita.

    —No es justo —me quejé—. Eres el super suertudo, no hay forma de ganarte. Además, ¿¡quién juega a las cartas con cartas de tarot!? Ya casi ni me acuerdo del valor que tenía cada carta.

    Steve se encogió de hombros.

    —Es lo que hay, no había más cartas en el almacén, así que tuve que pedirle a Elisa las suyas. ¡Oh, y hablando de Elisa!

    … pero no llegó a completar aquello.

    —Bueno, pensándolo mejor, no lo diré —desvió el tema—. Es algo privado, después de todo.

    —¡Oh, venga, Steve! —se quejó Em—. No seas cruel. Dilo. ¿Hay algún cotilleo sobre Elisa?

    —Bueno, se podría decir que sí. Resulta que alguien me ha contado que le gusta, y que está planeando confesárselo.

    Emily asintió, sonriente.

    —¡Ah, así que Alpha por fin se ha decidido!

    Quedé impactado, y abrí la boca casi por instinto.

    —¿Qué? —exclamé—. ¿A Alpha le gusta Elisa?

    —Muy aguda, Em —susurró Steve, sorprendido.

    —Vamos, no hay que ser un lince para darse cuenta —comentó Emily, encogiéndose de hombros y con la lengua ligeramente fuera, en gesto divertido—. Alpha puede parecer muy mujeriego y estar obsesionado con las rubias, pero desde que Elisa se quedó dormida sobre su hombro, no se ha separado de ella. Está claro que le gusta.

    Steve rio.

    —Desde luego, no se te escapa una —comentó Steve—. Y, por sacar algún tema… ¿a ti te gusta alguien, Drake?

    Quedé pálido. Al principio no supe cómo reaccionar. Mis ojos se movieron nerviosamente por toda la zona, y observé a Steve jugueteando en su mano con una de las cartas que había tomado del montón central, mirándome sin perder un solo detalle. ¡Ah, sería…! Él sabía bien cuál era la respuesta, podía verlo en su mirada. El muy maldito quería ponerme en evidencia delante de Em. O quizá quería ayudarme, de algún modo, ¿no? Pero yo, tras tartamudear un poco sin llegar a decir nada inteligible, no pude contestar, porque el hondo suspiro de Em eclipsó lo demás.

    —Me habéis hecho pensar en Dante —Emily soltó la única carta que aún tenía en su mano con desgana y sin energías. No pude evitar fijarme en cuál era la carta de tarot que había soltado: “los enamorados”.

    —Oh, l-lo siento, Emily, no pretendía… —se excusó nerviosamente Steve, pero una sonrisa débil de la chica sirvió para calmarlo. Al cabo de unos segundos de silencio, terminó preguntando—. ¿No has hablado con él aún después de lo de…?

    Y Em negó con la cabeza.

    —No… no me atrevo. No soy capaz, me da… me da miedo, de algún modo. Porque no entiendo todo lo que hizo, ¿sabes? No logro comprenderlo, pero… es que no sé si quiero comprenderlo. No sé si me gustaría entenderlo —suspiró una vez más—. Tengo miedo de que la respuesta que pueda darme, si es que me la da, sea aún peor que la mentira, ¿sabes? Por eso no quiero hablar con él, no aún. N-No tengo el valor suficiente para afrontarlo… ¿qué sucedería si los motivos de Dante fuesen injustificables? ¿Y si, simplemente, no logra convencerme de que todo lo que hace lo hace por el bien del resto? ¿Y si… ni siquiera lo hizo por el bien de nadie, sino todo lo contrario…?

    Claro, ahora lo entendía. Emily no quería hablar con Dante sobre lo sucedido, lo evitaba… y lo hacía porque lo quería. Lo quería tanto que no podría soportar ser incapaz de perdonarle. Así que, para no afrontar la posibilidad de recibir una explicación poco satisfactoria, para evitar decepcionarse más aún, descubrir un lado de su pareja que no conocía, prefería, sencillamente, seguir huyendo. Prefería no afrontarlo en absoluto antes que afrontarlo y encontrarse con algo que cambiase su concepción de Dante.

    Agarré, entonces, las dos cartas que aún tenía en las manos y las solté sobre el montón para luego recogerlas todas y apilarlas. Ni siquiera reparé en ello, pero las cartas que solté entonces fueron “la muerte” y “el juicio”. De un modo u otro, tras barajar, me levanté de pronto y dije, deseando romper la tensión del momento.

    —B-Bueno, ¿qué os parece si damos un paseo por la Academia, a ver qué hacen los demás? Podemos tomar un café en la tercera planta, ¿os parece bien?

    Después de unos instantes de reflexión, con los iris morados apuntándome, Emily sonrió, y se levantó también.

    —Claro… vamos —dijo.

    Steve fue el último en levantarse, colocando la carta con la que había estado jugueteando sobre el mazo que tenía en las manos.

    —Venga, vamos —afirmó, alegre—. Tenemos que devolverle las cartas a Elisa, también —sonrió.

    Asentí, alegre, y miré entonces la carta que Steve había colocado sobre las demás. “La torre”… como por instinto, miré sobre qué carta había sido colocada: otra vez “la muerte”. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.


    Llegamos, pues, ya vestidos, a la tercera planta, y nada más bajar del ascensor nos encontramos con un dibujo en la pared. Para variar, Chad había pintado un mapa de la zona, pero no pude evitar fijarme en que, esta vez, estaba sin terminar. La zona donde se suponía que estaba esa suerte de torre, a la que solo se podía acceder mediante un ascensor que llevaba a aquella extraña sala con el cuadro y las armaduras estaba únicamente pintada en silueta, pero el interior de la misma estaba vacío, como si Chad no hubiese terminado de pintar.

    Y, entonces, me di cuenta. Aquella “suerte de torre”… la torre… ¿por qué tenía una sensación tan desagradable al pensar en ello?

    En fin, habíamos venido a por un café, así que no tuvimos mucho más tiempo de darle vueltas a mis estúpidos presentimientos y corazonadas. Entramos en el cibercafé, nos dirigimos a la barra y preparamos tres humeantes tazas. La boca me sabía dulce solo de ver la ingente cantidad de azúcar que Steve le echó a su café. Por su parte, me impactó ver que Emily no usaba ni azúcar ni leche.

    —Ah, está tan rico, ¡tan dulce! —dijo Emily, y, si hubiese sido otra persona la que lo decía, habría jurado que era broma, pero ella parecía hablar en serio.

    —Ugh, al mío le falta azúcar —… ¿en serio, Steve? ¿¡De verdad!?

    En silencio, tomé un sorbo de café. Mi mirada no se apartaba de Brendan, que estaba sentado en la mesa más alejada posible, sin parar nunca de anotar en su libreta.

    —Mirad a Brendan —susurré—. Está observándonos.

    —Es lo que siempre hace, después de todo —se encogió de brazos Steve.

    Chasqueé la lengua.

    —Se comporta de forma muy rara —observé, sin dejar de mirarle—. Siempre me ha resultado muy extraño cómo se mantiene alejado y trata de intervenir lo mínimo posible en todo cuanto sucede. ¿Creéis que es por algo en especial, o simplemente es así?

    Steve pareció meditar, pero pronto fue Emily la que habló.

    —Bueno, Ian habló en la última clase de juicio de un secreto, ¿cierto? Tal vez esconda algo —comentó ella.

    Dediqué unos instantes a hacer memoria. Era cierto que Ian había estado chantajeando a Brendan por culpa de un secreto que, al parecer, el Estratega había descubierto. Pero, ¿podíamos confiar en Ian? Conociendo a ese tipo, nunca se sabía. No podíamos asumir nada… tal vez el motivo de su chantaje fuese otro, o tal vez no se tratase siquiera de un chantaje. No podíamos asegurar nada cuando se trataba de Ian Lockhart.

    … y, como si estuviese presintiendo que hablábamos de él, entró por la puerta.

    —Buenas tardes, ladrones —saludó, alegremente.

    —¿Huh? —dije, alzando una ceja—. ¿Ladrones? ¿Qué dices, Ian?

    Con descaro, tomó una silla y se sentó en la misma mesa que nosotros. No pude evitar mirarle de reojo, incómodo ante su presencia. Pero él, con toda confianza, puso una mano en mi hombro.

    —Hey, no pasa nada, es lógico que queráis robarme, entiendo que me tenéis miedo y tal —comentó, en un tono demasiado alegre, poco coherente con el contenido de su frase—. Y no es una mala estrategia robar el material de un estratega; pero al menos reconocedlo. Habéis sido vosotros, ¿no?

    —¿De qué hablas, Ian? —repetí, molesto, ceño fruncido, mientras me zafaba de su mano.

    —¡Alguien me ha robado el iKuma! —exclamó, en un tono siniestro, y eso me sobresaltó.

    Extrañado, mi mirada buscó el apoyo visual de mis dos compañeros. Ellos parecían estar tan desconcertados como yo.

    —¿H-Han robado tu iKuma?

    —Hmmm —ante la pregunta de Steve, Ian pareció dubitativo—. No parecéis estar mintiendo. ¿Así que vosotros tampoco fuisteis? Qué extraño. El cerco de sospechosos potenciales era bastante reducido ya… de modo que solo me queda pensar que fueron Alpha, Chad, Elisa o Brendan...

    —Yo no fui.

    Casi me caigo de espaldas y escupo el café al oír aquellas palabras susurrantes detrás de mí. Elisa había aparecido desde algún lugar, de forma tan sigilosa que ninguno pareció percibir su presencia.

    —Huh, hablando del rey de Roma, ¿eh? —Ian miró a Elisa con gesto de sospecha, y se cruzó de brazos—. Bueno, entonces el culpable es Chad. Está más que claro. En base a la información que tengo, él y vosotros cuatro sois los únicos sin coartada… y si vosotros decís no ser —extendió los brazos a ambos lados—, ¿cuál es la conclusión lógica?

    Quedé en silencio por un momento.

    —Ian… ¿es siquiera verdad que tu iKuma ha desaparecido? —sospeché, mirándolo con reproche.

    —¡Aaaah-ja, ja, ja! —Ian se reía como un maniático—. Pero qué desconfiados son los miembros de las fuerzas del orden. ¡Soy un ciudadano más, Drake Orestes! Tengo un problema y necesito ayuda, ¿y tú dudas de mí? ¿De la víctima? Caray, esto es una clara lesión de mis derechos, ¿sabías? Exijo que se investigue mi caso. Eres policía, ¿no? Gánate el sueldo y encuentra el iKuma. El video que hay dentro podría ser peligroso si acaba en las manos equivocadas, ¿sabes?

    Aquella última frase la dijo en un tono especialmente malévolo, y el humor de la mesa se vino abajo tras esas palabras. N-No estaba del todo seguro de si podíamos fiarnos de él, pero una cosa estaba clara: si era cierto y alguien había robado el iKuma de Ian, tal vez tenía razón. Tal vez quien había robado el iKuma era el interesado, el que era dueño del video original… y las consecuencias de la visualización del mismo podían ser terribles.

    —Está bien, Ian —dije, aún poco convencido—. Investigaré el caso. ¿Podrías decirme de quién era el video que aparecía en tu iKuma? Eso podría ser relevante.

    —Si te lo dijese, ¿qué gracia tendría? —Ian sonrió de forma siniestra.

    … maldito, de veras disfrutaba con aquello. Me resultaba imposible determinar si simplemente lo hacía por ponerme a prueba o molestarme o si había algo más detrás de todo aquello, pero, desde luego, sabía bien cómo sacarme de mis casillas. Luego, el Estratega se encogió de hombros y siguió hablando.

    —Todo lo que puedo decir es que dejé el iKuma momentáneamente en la sala de artes, donde se encontraban Alpha, Elisa, Brendan y Chad. Tenía que ir a otro lugar a realizar ciertas pesquisas que, por supuesto, no voy a contar —todo eso lo decía con una sonrisa de oreja a oreja—. La cuestión es que, al regresar, no solo no había nadie en la sala de artes, sino que tampoco estaba allí el iKuma que dejé por un descuido allí.

    … “un descuido”. ¿El Estratega que tanto calculaba sus movimientos, cometer un descuido? Me costaba creerlo, a decir verdad. Las palabras “descuido” e “Ian” no parecían poder ir juntas en una misma frase, sino era porque las palabras “aprovecharse” y “de otro” estaban también en dicha oración.

    —… de modo que nuestra médium es nuestra única testigo presente. Oh, claro, y el autista de allí —señaló con el dedo a Brendan, en la lejanía—, pero no es como si fuese a contar nada, de todas formas.

    Miré a Elisa, que tenía los ojos cerrados, y parecía meditar. De pronto, los abrió, y una vez más logró sobresaltarme. ¿¡Es que esa chica nunca se cansaba de asustarme!?

    —Repito, yo no fui —comentó ella—. Y Alpha tampoco.

    —¿Y por qué? —pregunté, y noté cómo el tono de piel de Elisa cambiaba a un tono ligeramente enrojecido, tan sutil que casi era imperceptible.

    —… él y yo nos dirigimos aquí, al cibercafé… a hablar de ciertos “asuntos” —oh… así que Alpha había decidido lanzarse, ¿eh? Me preguntaba cómo habría salido aquello, pero supuse que no era elegante inmiscuirse en esos asuntos—. Fue una charla breve, pero intensa —… ¿q-qué quería decir con eso? Oh, dios, esa chica era tan sutil al hablar que me mataba de curiosidad, ¿le habría dicho que sí? A juzgar por las expresiones emocionadas de Emily y Steve, ellos también estaban extremadamente curiosos. Supuse que no sacaríamos mucho de ella, pero bueno, podríamos enterarnos más tarde por Alpha, en todo caso. Ese chico no era bueno mintiendo, desde luego, no sería difícil conocer la verdad si le preguntábamos—. La cuestión es que me marché de allí rápidamente, y me fui en solitario a mi habitación.

    Oh, oh. Aquello último no sonaba nada bien para el pobre Alpha.

    —Cierto… —meditó Ian—. Me crucé contigo en la segunda planta, y tomaste el ascensor para bajar a la primera planta, a los dormitorios. ¿Seguro que no habías robado ya el iKuma, huh?

    —Claro que no —contestó ella con tranquilidad.

    Medité en silencio. Luego, miré a Brendan, a lo lejos.

    —¿Fuiste tú, Brendan? —pregunté en voz alta.

    —… —el chico no parecía estar dispuesto a decir nada.

    Ian se encogió de hombros, resignado.

    —Vaya. Parece que no hay nada que podamos hacer para que hable, ¿eh? Qué pena —mentiroso, él podría obligarle fácilmente. Pero claro, no sería igual de divertido, obviamente.

    —En cualquier caso —terminó diciendo Steve—, ¿por qué descartas tan rápidamente a Hubert, Mimi y Effy como sospechosos?

    —Porque estuve en la segunda planta, en la biblioteca, y vi a Effy y a Hubert, por supuesto. No se movieron de allí.

    —¿P-Pero y Mimi…? —preguntó Em.

    Ian frunció el ceño.

    —Mimi estaba tocando en la sala de música el violín. O, bueno, más bien estaba insultando a la música. Hay que tener habilidad para tocar tan mal, creedme.

    Vaya, aquellas palabras eran crueles… pero supongo que desde la biblioteca podría oírse fácilmente el sonido de la sala de música. No sería difícil determinar, aún sin verla, si Mimi estaba allí o no. Y, sin embargo, Ian no pudo saber si Emily, Steve y yo estábamos o no en la piscina sin entrar en ella.

    —Hmmm —balbuceé—. Supongo que tendremos que hablar con Chad y con Alpha. ¿Alguna idea de dónde están?

    —Hum, ¿tal vez Chad esté en la sala de las armaduras? —sugirió Steve, dedo alzado—. E-Es solo una corazonada. Al fin y al cabo, le faltaba por pintar esa zona en el mapa, ¿no? Tal vez haya ido en persona para tomar notas sobre su estructura y demás.

    … había que reconocerlo, aunque fuese una mera corazonada, tenía un buen punto. Y, además, era Steve Stone. Seguro que acertaría por pura suerte, y Chad estaría allí.

    —Vamos, pues —dije, levantándome.

    —Voy contigo, claro. Soy la víctima —dijo Ian, sonriente.

    Mi mirada suplicante buscó el apoyo de alguien más. No quería quedarme a solas con Ian; no confiaba en él en absoluto, y lidiar con alguien como ese tipo a solas era todo un tormento. Por fortuna, Steve pareció interpretar mi mirada, y se levantó también.

    —Voy con vosotros, también. Emily, Elisa, vosotras quedaos aquí. Estoy seguro de que tenéis cosas de chicas de las que hablar, ¿no? —guiñó un ojo a Emily.

    —¿Cosas de chicas? —se preguntó Elisa, disimulando muy bien el enrojecimiento que sentía por la vergüenza.

    —¡O-Oh, claro! —tartamudeó Em—. Sí, sí, id vosotros. Me quedaré aquí con Elisa, ¿verdad?

    —Uhm… claro, supongo —lo ocultaba bien, pero estaba claro que estaba deseando escapar de aquella suerte de encerrona.

    De un modo u otro, Steve, Ian y yo conformamos entonces un particular equipo de investigación. Salimos del cibercafé, cruzamos el pasillo y nos dirigimos al ascensor que llevaba a la sala de las armaduras, subiendo con el elevador. Como siempre, la oscuridad del ascensor y su fortísimo movimiento amedrentaron a Steve, pero no parecieron afectar en absoluto a Ian, que se apoyaba contra una de las paredes mientras aquel cacharro que parecía estar a punto de caer en cualquier momento nos llevaba a nuestro destino.

    Al abrirse las puertas, la tenue luz de los candelabros de la sala nos recibió.

    —Hm, no parece que aquí haya nadie… —dije, asomando la cabeza. Entonces di un par de pasos y, cuando me hube adentrado un poco más, la iluminación de la zona me permitió, al fin, ver que, en realidad, sí que había alguien allí.


    Chad estaba allí, en efecto… pero no estaba como todos esperábamos encontrarlo. Estaba frente a la armadura de la izquierda, mirándola cara a cara, con ojos abiertos como platos, ensartado por su lanza y chorreando sangre por su pecho. La lanza atravesaba su cuerpo de lado a lado, y junto a él, en el suelo, había un cuaderno y material de dibujo y un iKuma.

    Chad… Chad… estaba muerto.

    —¡Pim, pom, pam, pom! —anunció entones Monokuma, desde los monitores y altavoces de la Academia—. ¡Un cuerpo ha sido descubierto! ¡Un cuerpo ha sido descubierto! Reúnanse todos en la sala misteriosa de la tercera planta. ¡Es hora de investigar! Upupupupu…

    —No… otra vez… no… —balbuceaba Steve, incrédulo, con los ojos bien abiertos.

    —Hmpf —Ian meditaba, mano en el mentón—. Un giro de los acontecimientos bastante interesante, desde luego.

    N-No… una tercera vez no… no, no era posible.

    ¿Por qué? ¿¡Por qué nuestra felicidad, nuestra escasa felicidad, tenía que acabar siempre hecha añicos de esa forma!?

    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.
    Estudiantes: 11
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tenga demasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bien memorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Drake tuvo una vez un mentor y gran amigo, que le enseñó todo lo que sabe como policía. Algo sucedió, y dicho amigo terminó muriendo prematuramente. Este hecho motivó que fuese Drake el que acabase siendo considerado el Super Policía; y tal vez es por ello que nuestro protagonista no siente que le corresponda ese talento: porque cree que debería ser su mentor el verdadero Ultimate.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.
    Video en iKuma: Alpha Xenodis


    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír
    Video en iKuma: Emily Hodges


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: ???


    - Alpha Xenodis – Super Deportista(VIVO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad
    Video en iKuma: Steve Stone


    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: ganador de múltiples torneos de ajedrez, Hubert nunca ha perdido una partida. Dedica mucho tiempo a practicar, y es conocido por sus increíbles capacidades lógicas y deductivas. Afirma que tiene la capacidad y la costumbre de pensar como si tuviese dos cerebros; esta práctica le ayuda a entrenar su mente y a desarrollar una enorme capacidad para colocarse en la posición de otros y usar su lógica como si fuese la suya propia.
    Antes de ser ajedrecista, de hecho, Hubert fue detective, pero no se conocen más datos a este respecto.
    Acción prohibida: subir a la segunda planta
    Video en iKuma: Mimiko Honda


    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Ian Lockhart


    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Emily nunca quiso ser modelo, sino actriz. Participó en castings para actuar en obras de teatro, y fue seleccionada, pero tuvo una mala experiencia que cambió su vida: al llegar la hora de la verdad, se quedó inmóvil, completamente en blanco e incapaz de representar su papel. Desde entonces, el miedo escénico y la mala fama que le generó en el mundo de la actuación el evento del teatro la ha perseguido siempre, pero afirma que jamás perderá la esperanza, y tiene intenciones de volver a intentarlo y a superar los miedos que la atormentaban.
    Acción prohibida: quedarse sola
    Video en iKuma: Hubert Madsson


    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y ese sentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Dante se crio en un orfanato, y nunca tuvo ningún familiar ni seres queridos. Tuvo que buscarse la vida al llegar a la mayoría de edad, llegando a pulular por las calles buscando un sustento. Y, al parecer, alguien le encontró, y ahí cambió todo... pero se desconoce qué sucedió.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.
    Video en iKuma: ???


    - Chad Redflame – Super Dibujante (MUERTO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.
    Video en iKuma: ???


    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Video en iKuma:
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.


    - Elisa Daroch – Super Médium (VIVA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Elisa nació tras siete meses de embarazo, después de que los médicos afirmasen que había muerto. Cuando fueron a extraer el cuerpo aparentemente inerte del vientre de su madre, comenzó a mostrar repentinamente signos vitales, "regresando" de entre los muertos, de alguna forma. Elisa afirma que es este el motivo por el que puede comunicarse con los difuntos, y está plenamente convencida de que sus poderes son reales; para ella, es todo un reto mostrar la veracidad de sus técnicas a los más escépticos, y toda una satisfacción observar sus rostros cargados de sorpresa.
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos
    Video en iKuma: ???


    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: los Honda son la familia más rica del mundo, dueños de múltiples empresas y todo tipo de negocios que les hacen, en resumen, tremendamente influyentes y con capacidad para controlar muchísimos sectores de la sociedad. Sin embargo, Mimi no era la heredera original de toda esta fortuna; tiene un hermano mayor, verdadero heredero por derecho, que decidió renunciar a los derechos que, como Honda, le corresponderían. Al renunciar a su apellido y a la herencia, Mimi se convirtió en la Super Millonaria.
    El hermano de Mimi, de hecho, nunca quiso ser millonario, porque la gente lo quería solo por su dinero y no por su personalidad. Nunca tuvo una buena relación con su padre, pero todo terminó cuando decidió casarse y adoptar el apellido de su pareja. Al parecer, todo apunta a que el hermano de Mimi se casó con otro hombre.
    Acción prohibida: insultar
    Video en iKuma: ???
     
    • Fangirl Fangirl x 6
  9.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,127
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Maldición, me encantaba Chad :'( Era tan genial. ¿Por qué tienen que ir muriendo los mejores... y Talía? :'(( </3

    Bueno, los capítulos han estado geniales, de nuevo. Te lo digo siempre y te lo seguiré diciendo siempre, la lectura se me ha hecho muy rápida y además me he dado cuenta de que me resulta muy gráfico; normalmente me cuesta imaginarme los escenarios y tal y acabo formándome una idea bastante irreal, pero en este fic no me pasa eso (igualmente la visión que tendrás tú y la que tendré yo serán muy distintas, pero a mí me sirve para orientarme). Añadiré que me moría de hambre y a las nueve y media iba a cenar, pero me puse a leer y se me ha pasado la hora y el hambre (?) Eso es que haces un buen trabajo.

    Respecto al primer capítulo, me sigue intrigando mucho Dante. No sé por qué dijo eso último, pero me evocó la frase de Kirigiri a Naegi en DR3 (Andrea me lo contó y quería llorar (??)). Tranquilamente me pegaría que Dante sea el asesino porque él tenga su propio vídeo y sea su deseo que tanto él como Emily puedan sobrevivir, y por eso le pide a Drake que la cuide, por si le pillan y no funciona su estrategia.

    De Mimi solo diré que me ha hecho mucha gracia lo de su hermano xDD Gosh, no sé cómo no me lo vi venir de ti, en serio. No hay mucho más que aportar, supongo. Es un personaje estupendo, a mí me encanta xD

    Y de Emily, fuck, quién dijo fanservice (?) Su free-time se me hizo medio de Emily y medio de Drake, pero eso está bien, así podemos saber más de nuestro pequeño. Aish, ya comparten hasta tiempo libre, lo próximo será compartir hijos. Wait no, yo la shippeo más con Dante en verdad, pero bueno.

    En cuanto al motivo, hmm... no me gustó realmente xD No es que lo vea malo o insuficiente, ni mucho menos; sé que está sacado del juego y pues idk, ok, pero cuando es alguno más creepy donde todos pueden morir es como que /u\ Qué bonito, ¿no? (? Se nota más el efecto de la desesperación a mi gusto y "justifica" más un asesinato, para salvarte tú. Te obligan literalmente a matar, o si no te mueres. Pero oye, si ha funcionado, pues bien por Monokuma (??

    Ahora, del segundo capítulo. Oh gosh, es que muero de ternura con Steve en serio xDD Es tan mono, pls. Y Emi cómo amo ese trío, por favor. Me pega muchísimo que los tres lleguen con vida al quinto caso, y que Steve se sacrifique y decida matar/ser víctima solo para que sus amigos puedan estar juntos y acaben enamorándose, salvándoles de algún modo. Y luego, los otros dos, frustrados, descubren a la mistermind :D No sé, me pega un montón xD Bueno, eso aparte.

    Qué risa me dio aquí xD "Casi me caigo de espaldas y escupo el café al oír aquellas palabras susurrantes detrás de mí. Elisa había aparecido desde algún lugar, de forma tan sigilosa que ninguno pareció percibir su presencia." Pensaba que era Brendam y que se había olvidado de él, cuando leí que fue Elisa me dio penita, es más mona ella. Y Alpha y Elisa PLSSS so canon, no me digas que no. Los amo y los shippeaba desde que Elisa se durmió sobre él. Tan cutes pls.

    El asesino... hm. Me resulta sospechoso que Mimi estuviese encerrada en la sala de música sin ningún testigo, no me lo creo. Bien pudo dejar un casete y escaparse para matar a Chad, o idk, aunque realmente dudo mucho que sea ella. También podría ser Elisa, para poder salir y que Alpha la dejase en paz, o para que si muere ya no le moleste en el más allá, ya que viendo la reacción... no parece muy contenta.

    En fin, en resumen amo a Steve, a Elisa y Alpha, a Mimi, a el trío lalala (wait (?) btw en ese trío tu eres Drake claramente), a la historia, a los osos amorosos, a la mente maestra, y sobre todo sobre todo a ti <3

    Así que ya solo nos queda esperar a que nos deleites con el caso y su resolución. Estaré ansioso por leerte, tate.

    Sigue así,

    Lucas Diamond~ <3
     
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Adorable Adorable x 2
    • Gracioso Gracioso x 1
  10.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    8717
    Capítulo 3: Anhelos de un futuro

    Vida Mortal, investigación.


    Chad… Chad estaba… muerto. Sentí como si todo mi mundo se hubiese venido debajo de pronto. Sentí una tremenda inquietud creciendo dentro de mí, un nudo en la garganta que se agarraba con fuerza. Steve, al igual que yo, estaba prácticamente inmóvil. Fue Ian el que se movió rápido y se dirigió hacia el cadáver.

    —No… no quiero… no quiero hacer esto otra vez… —balbuceaba en voz alta, pero en un susurro.

    De pronto, escuché el sonido del ascensor abriéndose detrás de mí. Emily, Brendan y Elisa estaban ahí. La expresión de Elisa mostró una sutil sorpresa, tan poco perceptible como siempre, claro… Brendan, por su parte, no mostró expresión alguna, también como siempre. Y fue Emily la que gritó, llevándose la mano a la boca, impresionada ante la imagen que acababa de presenciar.

    —¿Q-Qué le ha pasado a Chad? —los ojos morados de Emily estaban empañados, bañados en lágrimas.

    Steve se acercó a ella, tratando de explicarle en voz baja que todo iba a salir bien, que no pasaba nada… tratando de apartarla de la grotesca visión que teníamos delante.

    Luego, el ascensor se cerró, y pareció volver a bajar para recibir al nuevo visitante… esta vez se trataba de Hubert, Effy y Mimi fueron los que llegaron. Las reacciones fueron, también, las esperadas: los dos primeros se sobresaltaron, sin perder la calma, y la tercera dio un grito de impresión y apartó la mirada tan pronto como pudo.

    Yo no pude hacer más que suspirar… hasta que noté una mano en mi hombro.

    —… no te dejes amedrentar —Hubert me miraba con seriedad, brazos cruzados—. Hay que mantenerse fuerte.

    —P-Pero… —balbuceé, apartando la vista y enfocando al suelo—. No sé si puedo con esto. Es demasiado… ha sucedido otra vez… ¿e-es que nunca va a parar?

    Hubert no pareció rendirse. Se colocó delante de mí y me miró con severidad.

    —No es una cuestión de cuándo parará. No puedes pretender que pare por sí mismo… tienes que esforzarte por hacer que se detenga. Hay que perseguir la verdad, siempre. Por mucho que duela —me señaló, mientras agarraba mi chaqueta con la otra mano—. Porque solo persiguiendo la verdad saldremos de esta, ¿entiendes? —de pronto me soltó, y alcé la mirada, al fin—. Ahora, vamos… tenemos que investigar esto.

    Con lentitud, tragué saliva y luego asentí. H-Hubert tenía razón. No quedaba otra que seguir adelante. Investigar la muerte de Chad. Buscar la verdad.


    Hubert y yo nos acercamos al cuerpo inerte de Chad, ensartado por aquella lanza. Ian ya parecía estar inspeccionándolo, mirando la herida de su pecho sin ningún tipo de escrúpulo. Por mi parte, me quedé un instante mirando la espalda de Chad, impactado, sin poder apartar mis ojos de la lanza que le atravesaba, bañada en el rojo de su sangre. Y recordé entonces el iKuma… ahí debía de estar el “informe de Monokuma #3”, ¿no?

    … en efecto, así era. Comencé a leerlo: “la víctima es Chad Redflame, el Super Dibujante. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, presenta una contusión en su espalda, provocada por algún objeto plano que le golpeó”. ¿Eh…? ¿Una contusión en la espalda? Huh…

    —Vaya, vaya… —Hubert había cogido el iKuma que había tirado a los pies de Chad. Al encenderlo y leer el nombre del alumno, su mirada se dirigió a Ian. Se lo mostró de frente, ceño fruncido—. ¿Cómo explicas que tu iKuma estuviese en posesión de Chad, Ian?

    —¡O-Oh! —exclamé yo. ¡A-Así que era cierto! Chad era quien se llevó el iKuma de Ian. ¿Pero por qué…?—. Así que él era el ladrón que buscábamos, ¿no, Ian?

    Pero el Estratega alzó las cejas, como si mi frase le hubiese sonado extraña y, en cierto modo, divertida. De hecho, al final sonrió. Sonrió de una forma que no me gustó en absoluto… y se demoró más de lo previsto en contestar.

    —… claro… parece que sí. Parece que Chad me robó el iKuma —volvió a reír, esta vez en voz alta. ¿Qué demonios pretendía ahora? —. Y, ahora que lo pienso, tiene mucho sentido… porque mi video era el suyo.

    —¿Eh? —Hubert frunció el ceño, y rápidamente comenzó a mover su dedo sobre la pantalla del aparato. Me acerqué para poder ver lo que hacía… en efecto, encontró el archivo “video de Chad Redflame”.


    ¡Chad Redflame! Aclamado pintor, conocido como el “Super Dibujante”, muy a su pesar… —la voz de Monokuma sonaba, en cierto modo, burlona. Como si le divirtiese estar grabando aquello—. Chad no quiere ser considerado “dibujante”… quiere ser considerado “pintor”, autor de retratos, de paisajes, de la realidad que él mismo ve, y no de ficción. Pero, ¿por qué, entonces, sus obras son catalogadas de “caricaturas”? ¿No se trata de una mera excentricidad de artista el hecho de que todo lo refleje sobre el lienzo y el papel con ese particular estilo? ¡Upupupu! ¡Claro que no, por supueeeesto que no! A Chad le gustaría poder pintar la realidad, ¡Chad pinta la realidad! Lástima que sea incapaz de ver la realidad como el resto.

    Quedé en silencio, observando con interés y detenimiento. No terminaba de entender qué quería decir Monokuma con todo aquello, pero pronto lo comprendería. Pronto me daría cuenta de que había malinterpretado tremendamente a Chad… de que había asumido que era, simplemente, un tipo raro, y no había sido capaz de comprender que en realidad era un pobre muchacho que se esforzaba por entender el mundo que le rodea.

    De pronto, apareció una imagen del Dibujante de niño. Era pequeño, sonriente, y tenía entre sus manos un cuaderno con un dibujo completamente deforme e irreal del que parecía ser su abuelo, quien de hecho estaba a su lado, de pie junto a él, observando a la cámara con rostro frío y enfadado. El dibujo de su abuelo era completamente diferente a la realidad, pero, en cierto modo, tenía un estilo tremendamente bien cuidado y captaba, a su manera, detalles con bastante precisión. Sin embargo, no dejaba de ser una caricatura, un reflejo exagerado y poco realista de su abuelo. Y, pese a que el niño se veía ilusionado con su dibujo, el retratado no parecía nada contento.

    Su familia nunca lo entendió, ni siquiera él mismo lo entendía. Chad veía la realidad como si todo fuese una caricatura, como si los colores fuesen exagerados, las formas y las expresiones fuesen sacadas de un cómic. ¡Pero es que él realmente veía así todo! El chico tenía, desde su nacimiento, un defecto en el lóbulo temporal de su cerebro, produciéndole una alteración de la percepción llamada “agnosia visual”… ¡Chad Redflame era incapaz de reconocer correctamente los objetos y personas que veía! Pese a que su vista estaba perfectamente, su cerebro no podía interpretar el mensaje que sus ojos captaban, y eso provocaba que “viese” la realidad de aquella forma tan particular… de forma errónea. ¡Poooobre pintor! Relegado a un simple dibujante por ser incapaz de entender cómo es la realidad. Upupupu… su mayor sueño es ser reconocido como pintor realista. ¡Que la gente valore sus cuadros como obras de arte, retratos y reflejos puros de la esencia misma de la realidad! Pero, para lograr ese sueño, tendría que curarse…

    La escena cambió a una más grotesca de pronto. Un cerebro podía verse entonces, siendo sometido por unos hombres con guantes blancos y extraño instrumental a una especie de operación mediante lo que parecían ser impulsos eléctricos.

    ¡Ah, pero la ciencia avanza! En el mundo exterior, ya es posible realizar cirugía cerebral, y la agnosia visual es perfectamente curable… por un precio, claro —y, de nuevo, Monokuma apareció en pantalla con un gran fajo de billetes—. ¡Gradúate y podrás demostrarle al mundo que eres un pintor de verdad! ¡Podrás dejar de ser llamado dibujante, podrás decir con orgullo que captas la esencia de la realidad en tus obras! Upupupu.


    Y el video terminó.

    —Agnosia visual… de modo que no era una cuestión de mera excentricidad —observó Hubert, pensativo—. Pobre Chad, no puedo evitar sentir lástima por él.

    Mis ojos se enfocaron entonces en las pupilas sin vida del Super Dibujante. Ya no podría cumplir su sueño… nunca más podría volver a pintar un cuadro. Nunca podría ser reconocido como dibujante, y mucho menos llegar a pintar un retrato de verdad. Ahora, Chad Redflame… estaba muerto.

    —Ah, ¿no lo sabíais? —dijo, indiferente, Ian, encogiéndose de hombros—. A mí se me hizo obvio que había algo extraño en él, más allá de las excentricidades de un artista. Insistía demasiado en que sus obras eran realistas, cuando claramente no lo eran. Al ver el video, mis sospechas se confirmaron.

    … ¿hablaba en serio? ¿Se había dado cuenta de ese detalle con antelación? Desde luego, no sería extraño, teniendo en cuenta sus capacidades de observación más que demostradas, pero… tampoco sería extraño que mintiese, y que todo fuese parte de otra de sus estrategias. Uno nunca sabía qué podía esperarse de Ian Lockhart.

    —E-En cualquier caso —seguí hablando, tratando de retomar el hilo de la investigación—, parece que es seguro afirmar que el “arma del crimen”, si podemos llamarla así, es esta armadura… o, más bien, su lanza.

    —Encaja con la descripción del informe de Monokuma, sí —analizó Hubert, leyendo con detenimiento el informe en su iKuma—. Pero me perturba esa contusión que dice tener el cuerpo. ¿Qué la provocó? ¿Fue antes o después de la muerte? El informe es poco preciso al respecto.

    Medité en silencio. Hubert tenía razón, pero estaba seguro de que era “parte del juego”. No sería igual de “divertido” si Monokuma nos diese todos los datos con todo lujo de detalles al respecto. Y seguro que Ian estaba de acuerdo con eso, a juzgar por su sonrisilla ladina.

    —Esa contusión… —miré a mi alrededor. Solo estaba ese cuadro tan grande, la alfombra, los candelabros y las armaduras. En principio, no había nada que pareciese poder usarse de forma natural para provocar una contusión… valoré la posibilidad de que se hubiese usado una lanza de forma contundente, pero cuando me acerqué a la armadura en la que no estaba Chad y traté de extraer la lanza, me di cuenta de que era imposible: estaba adherida al resto de la armadura—. Oh, vaya… la lanza y la armadura son una sola cosa, ¿eh? —ese dato podía ser relevante, después de todo—. En todo caso… —hablaba en voz alta, pero no concluía las frases, porque la continuación de las mismas la reservaba para mis adentros. En ese momento, estaba fijándome en cuán afilada era la punta de aquellas lanzas… tremendamente afiladas.

    —Mira, Drake —me hizo notar Hubert, portando en sus manos el bloc que estaba junto al suelo, cerca de Chad. Cuando me acerqué a mirarlo, vi que en él había dibujadas dos armaduras, siempre con ese particular estilo caricaturesco, y lo que parecía la puerta de un ascensor. Uno de los dibujos de armadura estaba a medias, de hecho, como si no hubiese podido terminarlo. Y, bien grande en el papel, un gran signo de interrogación rojo decoraba la hoja—. Parece que Chad estaba tomando notas de la sala de la torre. Parece que no tenía muy clara su distribución, por algún motivo, y vino personalmente a tomar algunas notas.

    —Ese signo de interrogación es extraño, ¿no creéis? —hizo notar Ian, con una sonrisa malévola, como si ya supiese lo que quería decir ese signo. Aunque, por supuesto, no nos lo iba a decir tan fácilmente.

    —… sí —dije, tratando de evitar caer en su provocación indirecta—. El mapa que estaba pintando en el pasillo de la tercera planta está también incompleto. Chad parecía tener problemas para visualizar, incluso dentro de su propia agnosia, la estructura de esta sala… era precisamente lo que faltaba en el mapa, después de todo.

    —¿Por qué motivo sería eso? —inquirió Hubert—. Chad era tremendamente agudo para formarse esquemas mentales de todas las plantas. No tuvo problemas en pintar los mapas de la primera y segunda planta solo con un simple vistazo. Eso sí, siempre con su estilo y sus problemas de percepción… pero esos problemas no limitaban su capacidad de observar su realidad.

    —… lo que está claro es que le costaba especialmente plasmar esta sala en el mapa, y por ese motivo vino aquí —analicé—. Pero, ¿por qué tanta dificultad en dibujarla…?

    De pronto, la puerta del ascensor se abrió, dando paso a una de las dos personas que faltaban por aparecer. Con gesto serio y prácticamente inexpresivo y manos en los bolsillos, Dante avanzó con detenimiento, siendo observado por todos pero, al mismo tiempo, sin recibir atención por nadie. La puerta del ascensor se cerró a sus espaldas, sin más, y nadie dijo una sola palabra.

    Tanta fue la atención que le prestamos a Dante que nadie se percató, ni siquiera yo, de que alguien había apagado las llamas de uno de los candelabros. Cuando quise darme cuenta, la acumulación de personas que había en la sala era tan grande y la iluminación tan poca que perdí de vista los movimientos de los presentes. Poco tiempo pasó hasta que se apagaron también las llamas del otro candelabro, y todo quedó a oscuras.

    —¡Q-Qué demonios! —gritó Mimi, de pronto.

    —No os preocupéis —trató de tranquilizar Effy—. Mantened la calma. ¿Alguien tiene un mechero, o cerillas?

    —¡¿Por qué motivo iba a tener m-malditas cerillas o un mechero?! ¿Me ves cara de querer contaminar mi cuerpo con tabaco o cualquiera de esas cosas asquerosas? —vociferó, nerviosa y alterada, Mimiko.

    *clang* *clang*

    El sonido que se escuchó entonces fue disimulado parcialmente por las voces que iban y venían, ajetreadas, en la zona totalmente oscura, pero pude oírlo a la perfección. ¿Q-Qué había sido…? ¿Quién… y por qué había provocado aquella situación de oscuridad?

    —No perdamos la calma, por favor —trató de tranquilizar Hubert, hablando en voz alta.

    —Sin un foco de luz, no podemos hacer nada aquí —enunció Elisa—. No se ve absolutamente nada.

    —S-Salgamos de este sitio, ¡hay un maldito cadáver y probablemente el asesino esté aquí dentro! ¡Yo me voy!

    —C-Caminad por las paredes y despacio —ordenó Effy—. Iremos al pasillo de la tercera planta en el ascensor y traeremos un foco de luz.

    Me quedé inmóvil en la oscuridad, y toqué la pared más cercana que encontré. Con lentitud, me pegué a ella. Noté la respiración de alguien a mi lado.

    —… conveniente situación y extraño ruido, ¿no crees, Orestes? —me susurró Ian, que era quien estaba a mi lado.

    No le respondí, pero… sin duda, tenía razón. El ruido… y el apagón en sí. Habían sido sucesos muy extraños y tremendamente convenientes. Parecía que el que lo hubiese provocado había esperado a un momento de distracción para apagar los candelabros sin ser visto.

    —¡No vamos a caber todos! ¡M-Me va a dar claustrofobia! ¡Y-Y-Y encima tiene que ser rodeada de pobres! —Mimi se oía cada vez más nerviosa y alterada.

    Con cuidado, caminé por la pared, y descubrí el hueco del ascensor. Ciertamente, parecía estar lleno de gente. Era un elevador amplio, pero concentrar a diez personas allí dentro en la más absoluta oscuridad no era tarea fácil, desde luego. La tenue iluminación del botón no era suficiente ni para identificar los rostros de los que estábamos subidos en el aparato. Pero, por suerte para nosotros, la puerta se abrió, y la luz del pasillo de la tercera planta se mostró ante nosotros. Abruptamente, salimos todos, unos con más celeridad y ansia que otros, y fuimos “libres” de las garras de la oscuridad.

    —Uf… c-creía que no lo contaba —gimió Mimi.

    Miré a mi alrededor. P-Por fortuna, estábamos todos allí, los diez que habíamos estado investigando en la sala de la torre. Cuando Mimi apuntó que el asesino estaría allí, un escalofrío recorrió mi cuerpo, al pensar que quizá matase a alguien más. Pero, ¿qué sentido tendría? Al fin y al cabo, con matar a una persona ya cumpliría los requisitos… matar a dos no haría más que generar más pruebas en su contra, ¿no?

    P-Pero… aunque estábamos todos los presentes, había alguien que faltaba. Alguien que no llegó siquiera a presentarse en la sala.

    —Está bien. Iré a por un encendedor a la cocina —enunció Effy—. Deberíamos dividirnos para optimizar la investigación. Puede que haya pistas en más lugares además de la sala de la torre.

    —Yo puedo ir a investigar su cuarto —Ian, sonriente, mostró las llaves del dormitorio del dibujante—. Las tenía en su bolsillo, claro. El me roba a mí, yo le robo a él, es un trato justo.

    —… iré contigo —dijo Dante, con el rostro cargado de sospecha.

    —De ninguna manera dejaré que vosotros dos vayáis solos, ¡sois sospechosos a más no poder! —gimió Mimi—. Voy con vosotros.

    —Tché. Está bien, entonces. ¿Alguien más se apunta a la fiesta? —Ian se inclinó de hombros, y comenzó a caminar, seguido por sus dos acompañantes y Effy, todos en dirección a la primera planta.

    —Nosotros deberíamos quedarnos aquí a hacer guardia —me indicó Hubert—. Quién sabe si el asesino no aprovechará un descuido para eliminar evidencia.

    —T-Tienes razón —concedí, asintiendo.

    Luego, la mirada de Hubert se enfocó en Emily.

    —Emily, ¿podrías hacerme un favor? Ve al cibercafé y busca en los ordenadores las imágenes de la sala de la torre y la transcripción que hicimos Effy y yo del documento, e imprímelos. Debe haber una impresora cerca la barra.

    Emily, nerviosa y alicaída, asintió, y se dirigió presta a su destino.

    —… ¿puedo preguntar una cosa? —dijo Elisa, en tono sombrío.

    Brendan nos observaba de lejos. Con él, éramos cinco los presentes en la zona, frente al ascensor de la sala de la torre.

    —¿Huh? ¿S-Sí? —pregunté. Tenía un mal presentimiento.

    —¿Alguien ha… ha visto a Alpha?

    Y la pregunta hizo que tragase saliva, y se repitieron los terribles escalofríos. A-Alpha… él era el que faltaba. El que no llegó a presentarse en ningún momento. Steve se sorprendió mucho al notar su ausencia; evidentemente, no había reparado en ello hasta entonces. Y fue Hubert el que, con gesto serio, apartó la mirada y dijo:

    —Llevo notando su ausencia desde hace bastante tiempo… a decir verdad, me preocupa que no aparezca. Eso le pone en una posición muy desventajosa —analizó.

    —¿I-Insinúas que podría ser el culpable? —pregunté, tenso.

    Hubert se llevó la mano al mentón y lo acarició, pensativo.

    —Es una opción que no podemos descartar. De momento, encontrarlo es prioritario.

    —Está bien… lo buscaré —Elisa asintió, decidida.

    —Y-Yo iré contigo, entonces. No puede andar muy lejos… —se ofreció Steve.

    De ese modo, Elisa y Steve se marcharon. Hubert y yo quedamos frente al ascensor, asegurándonos de que nadie volvía a la escena del crimen, sometidos siempre a la constante vigilancia taciturna de Brendan Ruby.

    —¿Alguna idea sobre lo sucedido, Drake? —me preguntó de pronto el Ajedrecista.

    Tardé un poco en responder. A decir verdad, no tenía ninguna idea. Cualquiera podría haber sido… a priori, no me constaba que nadie estuviese pendiente de quiénes accedían o no a la sala de la Torre, más allá del propio Chad, que estaba pintando el mapa en el pasillo. Y Monokuma no indicó la hora de la muerte en ningún momento en su informe, por lo que es difícil sacar conclusiones en base a las coartadas.

    —Nada útil —reconocí, muy a mi pesar—. Tengo la sensación de que se nos escapa algo.

    —… yo también —me dijo Hubert—. Por eso quiero que Emily traiga los documentos que desencriptamos.

    —¿Huh? ¿Crees que guardan alguna relación?

    Hubert meditó un momento.

    —Así es. El hecho de que las fotos de la sala apareciesen junto a esos documentos me hace pensar que su contenido puede guardar alguna relación con la sala de la torre.

    —C-Ciertamente, podría ser. Pero, ¿qué pueden significar? —pregunté, confuso.

    —Eso es algo que aún no sé. Pero quizá tenga relación con todo esto.

    Y, con esa idea expuesta, Effy apareció con un encendedor en sus manos.

    —… ¿volvemos a la escena? —preguntó, golpeando con el encendedor la palma de su mano contraria.

    A-A decir verdad, no me entusiasmaba la idea de ver a la Super Terrorista con algo como eso entre sus manos, pero… en cierto modo, a pesar de su talento, y a pesar de que, en principio, ella fue la aparente causante de la cuasi destrucción del mundo… no podía evitar sentir simpatía por Effy Joy. No parecía una mala chica. No parecía ser una “terrorista”. De hecho, si me costaba creer la historia del Proyecto Omega, en gran parte se debía a que me costaba creer el papel de Effy en la misma.

    De ese modo, los cuatro… o, bueno, cinco si contamos a Brendan, volvimos a subir al oscuro ascensor, pulsamos el botón y subimos, entre súbitos temblores característicos de ese aparato, de nuevo a la sala de la torre. Por supuesto, seguía completamente a oscuras.

    —Voy a encender los candelabros; no os mováis —nos ordenó Effy. Aún se notaba que estaba acostumbrada a dirigir, desde luego. El talento que nos dijo poseer al conocerla, “Super Política”, seguía siendo bastante acorde a su personalidad.

    Así, con lentitud, Effy encendió uno de los candelabros, y la visión se hizo muy tenue. Ya al encender el primero, me pareció notar que algo había cambiado en la sala, pero no fue hasta que encendió el otro cuando la perturbadora y nauseabunda imagen quedaría clara frente a mí. Una imagen que no esperaba encontrar, ni muchísimo menos. Una imagen inexplicable y grotesca. Cargada de desesperación.


    La armadura de la izquierda, en la que Chad estaba empalado, ahora portaba su lanza sin nadie ensartado en ella, pero con la sangre decorando tanto el suelo como el propio acero del arma. Y, sin embargo, era la armadura de la derecha la que tenía su lanza clavada en el pecho de otro cuerpo, que la miraba de frente con ojos dorados y desencajados, igual que como solía estar Chad, el cual había desaparecido por completo de la escena, dejando solo el rastro de sangre. Alpha era ahora el que estaba ensartado por la lanza de la otra armadura.

    —¡Pim, pom, pam, pom! ¡Se ha descubierto un cadáver! ¡Se ha descubierto un cadáver! Por favor, reúnanse todos en la sala mister… uh. Un momento, ¡ya ha comenzado una investigación! —el oso parecía confuso, frotando con su patita su mentón—. ¡N-No contaba con este escenario! ¡Upupu…! ¿Pu?

    De pronto, Monokuma apareció tras nosotros, instantes después de que el audio se cortase y las imágenes de los monitores se apagasen, como si hubiese tomado el ascensor también.

    —¡Vaya! Dos muertes… y las dos sucedidas a la vez. ¡Parece que tenemos un caso de asesinato doble! ¡Fascinante! Tendré que actualizar las reglas conforme a esta nueva situación.

    En otro momento, la presencia repentina de Monokuma me habría impactado, pero… ya estaba lo suficientemente afectado por la muerte de Alpha como para reaccionar a las palabras o presencia del oso. Sin embargo, tras apretar los dientes por la rabia, Hubert tomó aire para serenarse, y se dirigió al director con un tono muy severo, casi agresivo.

    —¿Y qué sucederá ahora? ¿Habrá dos culpables…?

    —¡Oh, no, no, no! —el oso negaba vehementemente con la cabeza—. De ninguna manera, eso destrozaría la esencia del juego. Hmm, ¿sabéis qué? Olvidaos de la segunda víctima. Digamos que solo tendrá consideración de culpable quien matase a la primera víctima. ¡El resto de víctimas son víctimas perdidas, muertes inútiles, upupupu!

    —¿M-Muertes inútiles? —balbuceó, ojos muy abiertos, Effy, con el puño apretado.

    —Entonces… solo tenemos que encontrar al asesino de Chad, no al de Alpha —susurró Hubert.

    De pronto, oí la voz de Ian. Él, junto a Dante y Mimi, había llegado a la sala al escuchar el aviso.

    —¿Y qué sucede si el asesino mató a ambas víctimas?

    —¡Bueno, eso no hace diferencia! Si mató a ambas víctimas, entonces mató a la primera, ¡y eso es lo único que vale! ¡Upupupu!

    Y, con esas palabras, correteó hacia el ascensor y se adentró en él, cerrándose la puerta.

    Mimi, entonces, alargó su brazo hacia el frente y caminó con lentitud hacia Alpha, con los ojos empañados.

    —A-Alpha… ¡i-idiota…! —las palabras se le ahogaban en la garganta—. E-Eres un completo idiota… ¿p-por qué tienes que morir, precisamente tú…?

    Aparté la mirada, afligido, y decidí aislarme y alejarme ligeramente del resto. Miré mi iKuma, con un sentimiento de culpabilidad inmenso, por algún motivo. No en vano, una de las víctimas era Alpha, y yo tenía precisamente su video. Y no lo había contado… me encontraba en una situación similar a la de los brazaletes. La desconfianza y el miedo volvían a apoderarse de mí.

    En cualquier, caso, supe que había que continuar la investigación… porque, aunque el crimen de Alpha no fuese determinante, resultaba evidente que estaba relacionado al de Chad. Además, incluso si el asesino era diferente, incluso si no teníamos por qué averiguar quién le mató, ¡daba igual! Estaba más que dispuesto a aclarar la muerte de Alpha. ¡H-Haría justicia!


    “La víctima es Alpha Xenodis, el Super Deportista —leí para mis adentros en el “informe de Monokuma #4”, que acababa de ser actualizado en mi iKuma—. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, recibió dos puñaladas: una de frente y otra de espaldas”. Vaya… así que con Alpha se habían ensañado un poco más… dos heridas se produjeron. ¿Quizá Alpha resistió a la primera puñalada y trató de incorporarse, pero el asesino volvió a empalarle? El iKuma, de nuevo, no decía nada sobre la hora de la muerte, o sobre si dicha muerte fue instantánea o no… no había forma de decir si fue la primera o la segunda puñalada la que lo mató. Solo cabía rezar porque hubiese sufrido lo menos posible.

    El resto de personas llegó entonces, todas a la vez: Elisa, Emily y Steve acudieron a la llamada tan pronto como pudieron.

    —¿A-Alpha? —vociferó Emily, temblándole los ojos.

    —¡No! —gritó Steve, mano en el pecho—. N-No puede ser. ¿O-Otra víctima? ¿Alpha ha…?

    Me fijé en que Elisa se había quedado completamente muda. Como Mimi, dio varios pasos en dirección a Alpha, y se colocó frente a su mirada. Aprecié una tristeza tremenda en sus ojos al mirarle de frente, y vi como, con delicadeza, desplazaba las yemas de los dedos sobre el rostro de la víctima, cerrándole los ojos.

    —Alpha… —susurró, entristecida, con tono suave y melancólico. Tardó unos segundos en reaccionar, segundos en los que estuvo mirándolo en completo silencio. Luego susurró algo en un tono muy bajo, pero fui capaz de oírlo. Al mismo tiempo que hablaba, dos lágrimas caían de sus ojos—. … de modo que has ido al reino de los muertos —se llevó la mano al corazón, cerrando los ojos en el proceso—. Aguardaré el momento en que pueda responderte un “sí”. A-Acompáñame hasta entonces.

    Emily, que había observado la escena, se acercó a Elisa, pasó la mano por su hombro y le dijo unas palabras de consolación que la médium pareció tomarse con entereza. Limpió las lágrimas de sus ojos, serena, y se alejó un poco del cuerpo.

    Aquella situación… ¿cuándo pararía? ¿Es que nunca íbamos a dejar de matarnos unos a otros?

    —¡Mierda! —gritó de pronto Steve, dando un puñetazo contra la pared, justo al lado del gran cuadro—. ¡D-Dos víctimas, y no hemos podido hacer nada por evitarlo!

    —El asesino… ¿cómo lo ha hecho? Estuvisteis todo el tiempo vigilando, ¿no es así? No pudo haber vuelto a entrar en la sala… y todos estábamos fuera, ¿cierto?—inquirió Effy, seria, de brazos cruzados.

    Asentí, pero no hubo tiempo de contestar nada más; al parecer, Steve había pulsado por casualidad alguna especie de mecanismo oculto en la pared, y el cuadro comenzó a elevarse automáticamente. Todas las miradas se enfocaron, atónitas, en dicho movimiento. Cuando el cuadro reveló lo que había detrás de él, quedamos totalmente estupefactos: ocultaba una ventana, amplia, enorme, pero… estaba totalmente tintada. Era imposible ver lo que había al otro lado.

    Tras un tiempo de shock, Steve volvió a reaccionar, apretando sus puños nuevamente, y dio un par de golpes a la ventana.

    —¡Maldita sea, sacadnos de aquí! ¡N-No quiero seguir jugando más a esto…!

    Y, como si la diosa fortuna le respondiese a todas y cada una de sus acciones, la vibración que provocaban sus golpes parecieron hacer que el cuadro, en su posición elevada, se separase del mecanismo y cayese por un vértice. Al parecer, había sido mal recolocado, lo cual parecía indicar que alguien lo había retirado del mecanismo y lo había vuelto a colocar en ese lugar.

    … si no hubiese sido por la suerte de Steve, quizá nunca habríamos descubierto aquello. Y quizá nunca habríamos descubierto lo que había en la cara trasera del cuadro.

    —M-Mirad —enunció Hubert, sorprendido—. Detrás del cuadro…

    —¡Sí, y-ya lo veo! —gritó Mimi, aún más alterada que antes—. ¡Una maldita ventana que seguro que es imposible de romper, y a través de la cual no podemos ver nada!

    —… no, hablo de la cara trasera del cuadro. Hay sangre aquí.

    —¿Eh? —balbuceé, extrañado, mientras caminaba hasta la posición de Hubert, y me asomé a la parte de atrás del mencionado cuadro; en efecto, había bastante sangre ahí. ¿Cómo habría llegado a la parte de atrás de ese cuadro? Mi vista, curiosa, recorrió entonces los bordes del marco redondeado del mismo, y pude ver algo curioso—. Fijaos… no solo hay sangre en la parte de atrás, sino que el marco del cuadro tiene varias rozaduras y golpes.

    Hubert pasó la mano sobre el marco con curiosidad.

    —Cierto…

    —Hey —hizo notar Ian, alzando la voz—. Dejaos de pensar en eso, y preocupaos por lo más importante: ha desaparecido un cuerpo, ¿no? —y señaló a la punta de la lanza de la izquierda, ensangrentada, donde solía estar el cadáver de Chad.

    —P-Pero es imposible… —susurró Emily, desde algo lejos—. ¿Cómo lo ha hecho el asesino? No hay sitios para esconder un cuerpo aquí. Y, ¿cómo llegó Alpha en la sala, si estaba siendo vigilada?

    —Ese es un muy buen punto… —concedió Hubert, meditativo.

    —Bueno, de todas formas, tenemos que centrarnos en la muerte de Chad, ¿no? —preguntó Ian, sonriendo—. La muerte de Alpha es completamente insignificante para nuestra supervivencia.

    —¿Insignificante…? —susurró Elisa, rostro sombrío.

    —Sí, sí, era un tipo agradable, y merece justicia y blablablá —Ian gesticulaba con indiferencia, casi con desprecio—. Pero no nos va a salvar de ser ejecutados investigar su caso, ¿sabéis? Hay que investigar el caso de Chad. ¡Y resulta que no podemos porque el cuerpo ha desaparecido!

    Medité en silencio, con el ceño fruncido.

    —¿No crees que ambas muertes hayan podido ser cometidas por la misma persona? —observé—. El modus operandi, el lugar donde se han producido las muertes, todo parece… demasiado casual para ser una coincidencia.

    Ian se encogió de hombros.

    —Por supuesto, es una posibilidad. Pero nada impide que no sea posible que alguien hubiese querido imitar el primer crimen para pasar desapercibido y que todos creyésemos lo que tú has creído, ¿no es cierto?

    Aquello me impactó, porque tenía mucha razón. De hecho, había muchas cosas en la naturaleza del crimen de Alpha que podían apuntar a que no murió exactamente de la misma forma que Chad… de modo que Ian podía estar en lo cierto.

    —… por cierto, Ian —intervino Hubert, que parecía estar dándole vueltas a algo—. ¿Dónde estuviste momentos antes del crimen?

    Ian comenzó a reír.

    —¡Oh, vamos! ¿No me digas que sigues sospechando de mí? Yo ya di mi coartada en su momento, y de hecho, mi testimonio debería de servir para verificar otras coartadas, ¿no?

    Cierto… Ian ya nos explicó que, cuando desapareció su iKuma, buscó por toda la Academia, y pudo verificar que Hubert y Effy estaban en la biblioteca, y que se cruzó con Elisa en la segunda planta. Además, Mimi parecía estar tocando en la sala de música. Por otro lado, mi propio testimonio puede verificar que Emily, Steve y yo estuvimos todo el tiempo juntos, en la piscina. Eso solo deja fuera de las coartadas a cuatro personas… a Chad y a Alpha, que ahora están muertos, y a… Brendan y Dante.

    Pero es curioso, recuerdo perfectamente que Ian no mencionó en su testimonio de antes, en ningún momento, sospechar de Dante como ladrón de su iKuma… y, sin embargo, tampoco mencionó haberse encontrado con él. ¿Por qué no sospechaba de él, entonces? Supongo que debería tener eso en cuenta para el futuro; quizá me serviría para adelantarme a las estrategias de Lockhart por una vez, huh.

    —Oh, Hubert, p-por cierto… —balbuceó, algo tensa, Emily, que tenía varios papeles en las manos—. Tengo aquí los documentos y las fotos impresas, como me pediste. Espero que sirvan.

    —Gracias, Emily —Hubert las tomó en las manos y me dio unas cuantas a mí—. Las fotos están por duplicado, así que podemos ojearlas a la vez —me explicó—. Hmm… no parece haber nada raro. Pero sin duda son fotos de esta sala, eso desde luego. Y probablemente sean fotos antiguas.

    —¿Cómo puedes saberlo? —inquirí.

    —Por el polvo —hizo notar Hubert—. Fíjate, en la foto el suelo y las armaduras se ven relucientes. Y sin embargo, ahora está cubierta de polvo. Está claro que hicieron la foto, como muy pronto, después de haberla limpiado por última vez… y esta sala debe llevar tiempo sin ser visitada.

    —E-Entiendo —vaya, sus capacidades de observación y lógica deductiva eran verdaderamente brillantes… dignas del super ajedrecista—. ¿Y qué me dices de los mensajes, Hubert? ¿Crees que pueden tener alguna relación con esta sala?

    “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”, decía el primero. “Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”, el segundo. Indudablemente, ambos mensajes tenían la misma estructura, pero eran diferentes en parte… y parecía que tenían mensajes ocultos, de alguna forma. Hubert teorizaba que podían tener relación con la sala, en tanto que estaban en el mismo archivo que las fotos de la misma… pero, ¿qué relación? ¿Qué querían decir esos mensajes? ¿Qué secretos ocultaba este lugar?

    —… Hmm —meditaba Hubert—. Estos mensajes… tal vez…

    Pero no hubo tiempo de seguir pensando. Sentí como si mi mundo se destrozase y se descompusiese en pequeños fragmentos al oír aquel aviso. ¡N-No! ¡Era muy pronto aún! Aún no había logrado averiguar nada, ¡aún no…!

    *Bing, bong, ding, dong*

    N-No, no aún…

    —Ehm… me estoy aburriendo un poco —decía el oso por toda la megafonía de la Academia—. ¿Qué os parece si os dirigís ya al ascensor y empezamos la clase de juicio? ¡Estoy reaaaaalmente impaciente por ver qué sucede esta vez?

    … pero no había nada que pudiésemos hacer para evitarlo. Había que ir. Había que obedecer sus órdenes.

    Chad Redflame, el super dibujante que quería ser Super Pintor… nunca logramos entenderlo del todo. Era un chico con un comportamiento extraño, pero desde luego, nunca hizo algo malo. Siempre trataba de ayudar con sus dibujos, sus mapas, sus bocetos, y se esforzaba por plasmar una realidad que su cerebro no podía interpretar bien.

    Y Alpha Xenodis, el Super Deportista… él… él era alguien particular, con una enorme cantidad de energía y optimismo. Siempre estaba dispuesto a verle el lado bueno a las cosas, y contagiaba con su alegría a todos los demás. Era alguien despreocupado y dispuesto a ayudar, cuyo mayor deseo era ver a salvo a su mejor amigo.

    Ahora los dos estaban muertos… y el asesino… o los asesinos… estaba entre nosotros. Me daba igual quién fuese, me daba igual cómo fuese, me daba igual si solo debíamos encontrar a uno: ¡estaba dispuesto, con mucha o con poca información, a descubrir la verdad detrás de ambos casos!

    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.

    >> Regla 20: si dos cadáveres son encontrados para una misma investigación, en la clase de juicio, solo se considerará "culpable" al asesino del primero, por lo que los votos habrán de dirigirse a dicho asesino. El otro asesino será tratado como un alumno más, de modo que su asesinato no contará para el juego como tal.
    Estudiantes: 10
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tenga demasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bien memorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Drake tuvo una vez un mentor y gran amigo, que le enseñó todo lo que sabe como policía. Algo sucedió, y dicho amigo terminó muriendo prematuramente. Este hecho motivó que fuese Drake el que acabase siendo considerado el Super Policía; y tal vez es por ello que nuestro protagonista no siente que le corresponda ese talento: porque cree que debería ser su mentor el verdadero Ultimate.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.
    Video en iKuma: Alpha Xenodis


    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír
    Video en iKuma: Emily Hodges


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Chad Redflame


    - Alpha Xenodis – Super Deportista (MUERTO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad
    Video en iKuma: Steve Stone


    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: ganador de múltiples torneos de ajedrez, Hubert nunca ha perdido una partida. Dedica mucho tiempo a practicar, y es conocido por sus increíbles capacidades lógicas y deductivas. Afirma que tiene la capacidad y la costumbre de pensar como si tuviese dos cerebros; esta práctica le ayuda a entrenar su mente y a desarrollar una enorme capacidad para colocarse en la posición de otros y usar su lógica como si fuese la suya propia.
    Antes de ser ajedrecista, de hecho, Hubert fue detective, pero no se conocen más datos a este respecto.
    Acción prohibida: subir a la segunda planta
    Video en iKuma: Mimiko Honda


    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Ian Lockhart


    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Emily nunca quiso ser modelo, sino actriz. Participó en castings para actuar en obras de teatro, y fue seleccionada, pero tuvo una mala experiencia que cambió su vida: al llegar la hora de la verdad, se quedó inmóvil, completamente en blanco e incapaz de representar su papel. Desde entonces, el miedo escénico y la mala fama que le generó en el mundo de la actuación el evento del teatro la ha perseguido siempre, pero afirma que jamás perderá la esperanza, y tiene intenciones de volver a intentarlo y a superar los miedos que la atormentaban.
    Acción prohibida: quedarse sola
    Video en iKuma: Hubert Madsson


    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y ese sentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Dante se crio en un orfanato, y nunca tuvo ningún familiar ni seres queridos. Tuvo que buscarse la vida al llegar a la mayoría de edad, llegando a pulular por las calles buscando un sustento. Y, al parecer, alguien le encontró, y ahí cambió todo... pero se desconoce qué sucedió.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.
    Video en iKuma: ???


    - Chad Redflame – Super Dibujante (MUERTO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.
    Video en iKuma: ???


    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Video en iKuma:
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.


    - Elisa Daroch – Super Médium (VIVA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Elisa nació tras siete meses de embarazo, después de que los médicos afirmasen que había muerto. Cuando fueron a extraer el cuerpo aparentemente inerte del vientre de su madre, comenzó a mostrar repentinamente signos vitales, "regresando" de entre los muertos, de alguna forma. Elisa afirma que es este el motivo por el que puede comunicarse con los difuntos, y está plenamente convencida de que sus poderes son reales; para ella, es todo un reto mostrar la veracidad de sus técnicas a los más escépticos, y toda una satisfacción observar sus rostros cargados de sorpresa.
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos
    Video en iKuma: ???


    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: los Honda son la familia más rica del mundo, dueños de múltiples empresas y todo tipo de negocios que les hacen, en resumen, tremendamente influyentes y con capacidad para controlar muchísimos sectores de la sociedad. Sin embargo, Mimi no era la heredera original de toda esta fortuna; tiene un hermano mayor, verdadero heredero por derecho, que decidió renunciar a los derechos que, como Honda, le corresponderían. Al renunciar a su apellido y a la herencia, Mimi se convirtió en la Super Millonaria.
    El hermano de Mimi, de hecho, nunca quiso ser millonario, porque la gente lo quería solo por su dinero y no por su personalidad. Nunca tuvo una buena relación con su padre, pero todo terminó cuando decidió casarse y adoptar el apellido de su pareja. Al parecer, todo apunta a que el hermano de Mimi se casó con otro hombre.
    Acción prohibida: insultar
    Video en iKuma: ???


    Balas de la verdad

    - Informe de Monokuma #3:
    la víctima es Chad Redflame, el Super Dibujante. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, presenta una contusión en su espalda, provocada por algún objeto plano que le golpeó.

    - Informe de Monokuma #4: La víctima es Alpha Xenodis, el Super Deportista. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, recibió dos puñaladas: una de frente y otra de espaldas.

    - iKuma de Ian: en la escena del crimen se encontró el iKuma de Ian junto al cuerpo de Chad. Al parecer, todo apunta a que Chad robó su iKuma. El video que aparecía en el iKuma de Ian era, precisamente, el de Chad.

    - Video de Chad: el video de Chad revela que el dibujante padecía "agnosia visual", un padecimiento que le impedía interpretar la realidad visible de forma adecuada, de modo que todo cuanto veía era recibido por su cerebro de forma distorsionada y caricaturesca; por eso, el sueño de Chad era poder ser un Pintor de verdad capaz de plasmar la realidad, y Monokuma le instó a cometer un crimen aludiendo a que, si salía de la Academia, podría curarse y, por ende, vería la realidad correctamente.

    - Armaduras: grandes armaduras de acero con lanzas afiladas. Las lanzas parecen formar un todo con la armadura; es imposible separarlas de estas. Tanto Chad como Alpha aparecieron ensartados por una armadura, Chad por la de la izquierda y Alpha por la de la derecha.

    - Notas de la sala de la torre: Chad parecía estar tomando notas sobre la distribución de la sala, puesto que, además, en su mapa de la tercera planta faltaba dicha sala. Aparecen en su bloc dibujadas dos armaduras y lo que parecía la puerta de un ascensor. Uno de los dibujos de armadura estaba a medias, como si no hubiese podido terminarlo. Además, había un gran signo de interrogación rojo junto a los dibujos.

    - Apagón: durante la investigación del cadáver de Chad, y cuando los diez supervivientes se reunieron tras la llegada de Dante, alguien aprovechó la distracción para apagar los candelabros. En mitad de dicho apagón, se oyó un ruido extraño.

    - Vigilando el ascensor: entre el descubrimiento del cadáver de Chad y el cadáver de Alpha, Hubert, Brendan y Drake estuvieron todo el tiempo frente a la puerta del ascensor. Nadie montó en él en todo ese tiempo.

    - Cuadro mal recolocado: el cuadro de la sala de la torre puede ser elevado por un mecanismo oculto en la pared, revelando una ventana detrás del mismo. Al parecer, el cuadro estaba mal colocado, como si alguien lo hubiese retirado del mecanismo y luego lo hubiese vuelto a colocar.

    - Sangre en el cuadro: la parte trasera del cuadro de la sala estaba llena de abundante sangre.

    - Marcas y golpes en el marco: el marco del cuadro de la sala estaba lleno de golpes y marcas.

    - Punta de la lanza izquierda: al encontrar el cadáver de Alpha, el cadáver de Chad había desaparecido; todo lo que quedaba en la armadura de la izquierda era la sangre que manchaba la lanza que portaba.

    - Testimonio de Ian: Ian se encontró, antes de descubrir el cadáver de Chad, a Hubert y a Effy en la biblioteca, y pudo oír a Mimi tocando en la sala de música. También se cruzó con Elisa por la segunda planta. Cuando mencionó los posibles sospechosos del robo de su iKuma, no mencionó a Dante, pese a que en ningún momento dijo haberlo visto.

    - Testimonio de Drake: Drake estuvo, antes de descubrir el cadáver de Chad, con Steve y Emily en la piscina; no se separaron en ningún momento.

    - Fotos de la sala de la torre: fotos de la escena del crimen encontradas en los ordenadores del cibercafé. Las fotos estaban repetidas, habiendo dos copias de cada una.

    - Mensajes encriptados: junto a las fotos, había dos documentos de texto encriptados que, al desencriptarse, revelaron una especie de mensaje oculto. Decían:
    “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”.
    Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”.
     
    • Fangirl Fangirl x 6
  11.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,773
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Otra vez se me acumularon los comentarios (?) Pero por suerte solo son tres capítulos, creo que podré comentar bien siendo menos. Aunque seguro se me olvidan cosillas pero bueno, veamooos.

    Los free time events me han encantado, todos han tenido detalles que han hecho que me gustasen, la verdad. El de Dante ha sido triste pero también intenso, además eso último de cuida a Emily, so cute <3 El de MI NIÑA, al fin, ha sido the cutest thing >< Like, quería ser actriz, me meo, a mí también me tomó por sorpresa. Pero de modelo está bien~ ¡Y el de Mimi! Cuando ha dicho que era un hombre, me encanta, en serio en serio, i love it.

    Ahora, en cuanto a la trama, ciertamente puede parecer que este motivo era más fácil de evitar y no tan grave como lo podía haber sido la pulsera o la ruleta, pero a mi me ha parecido un buen motivo. Es decir, son vídeos de cosas que los personajes desean mucho, y después de tantos días ahí metido, es normal querer cumplirlo. Además, cuando se intercambiaron, fue peor. Es que imagina que alguien tiene el vídeo de lo que más deseas y no confías, porque no confías, no sé, para mí es un buen motivo.

    La relación de Steve, Drake y Emily, istg, soy fan. ¡El fanservice! Me encanta, ya te digo xD Como Steve y Drake se intentan aprovechar, ah, chicos tenían que ser (?) Y la escena en la que se ponen a hablar es muy cute, like, me da pena porque he podido escuchar el corazón de Drake rompiéndose, pero qué le hacemos, Emily es una enamorada.

    Oh y yo también shippeo mucho a Alpha y Elisa~

    Finalmente, ocurrió el asesinato. Y sinceramente, me sentí algo decepcionada de que no fuese doble y pues, me dan pena Chad y Alpha, pero me sentí feliz al saber luego que sí había acertado :]

    Y pues nada más, la investigación se me ha hecho muy corta también y no tengo mucho que decir al respecto salvo que estoy esperando como se desarrolla el juicio y como se la arreglan para descubrir al asesino después de tan poca investigación. Ah, por mi parte diré que obvio el intrincado tiene que ver, y creo que es algún mecanismo de las lanzas y que por eso el asesino ha apagado las velas, para activarlo, seguramente desde el exterior o algo por el estilo (pero esto seguro que Ian lo sabe mejor (?)

    También, que pena me da Chad, ahora tiene mucho sentido que tuviese esa enfermedad y bueno, todos tienen mala suerte ¿eh?

    Por último, creo que esta vez el asesino debe tener una explicación algo más allá de las anteriores. Porque digo, sí, vale, Ukita se rayó por la ruleta y Lucas por las pulseras. Este asesino también se habrá preocupado por los vídeos pero... son dos asesinatos y así de complicados, como siempre, a partir de este caso ya se empiezan a ver cosas más macabras y oscuras so espero ver eso~

    Hale, creo que ya estamos en paz.

    ¡Sigue así!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  12.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    8281
    Capítulo 3: Anhelos de un futuro

    Vida Mortal, Clase del juicio 1


    Volvíamos a estar, una vez más, en la clase de juicio subterránea, tras nuestros atriles… y cada vez había menos gente. Siete atriles estaban decorados ya con paneles con la imagen de los rostros de nuestros amigos, tachados y en blanco y negro… Lucas aparecía tachado con una gran hoja que parecía hacer las veces de sello; la cruz que tachaba a Alpha estaba compuesta por dos bates de béisbol entrecruzados, y la de Chad, por dos pinceles.

    —¡De acuerdo! —empezó a hablar Monokuma—. Empecemos con una explicación básica de las clases de juicio. Durante esta clase, tendréis que discutir acerca de “quién lo hizo”, y señalar a uno de vosotros como el culpable. Si acertáis, el culpable será castigado. Pero si os equivocáis, todos salvo el culpable serán castigados. Ahora bien, ¡empecemos la clase de juicio sobre el asesinato de Chad Redflame y Alpha Xenodis! O, bueno, el de uno de ellos, al menos. Ñeh, solo nos interesa el culpable de la primera muerte, ¿vale? Centraos en eso, ¿sí?

    En mitad del silencio de la sala, Ian alzó la mirada de forma soberbia.

    —Y bien, ¿cómo van los grandiosos Ultimates a salir de esta? No se ha podido completar la investigación, no se ha llegado a ninguna conclusión… —anunció, encogiéndose de hombros y suspirando, como si realmente estuviese preocupado. Bien sabía que, probablemente fingía—. ¡Ah, qué harán, qué harán! ¡No hay nada que se pueda hacer…!

    —¡T-Te equivocas! —intervino de pronto Emily, dando un golpecito sobre su atril—. Siempre hay esperanza. E-Estoy segura de que lograremos encontrar a los asesinos de nuestros amigos…

    —¿Huh? —cortó pronto Ian, llevándose la mano al mentón, como si estuviese meditando—. ¿”Amigos”? ¿En plural? Hmmm, creía que aquí solo interesaba el caso de Chad, ¿no? Debatir sobre Alpha es una completa y absoluta pérdida de tiempo. Nunca llegaréis a una conclusión si discutís acerca de su muerte. Mejor asumid que ha muerto y ya, a nadie le importa cómo ni quién lo mató.

    —¿C-C-Cómo te atreves a decir eso…? —gruñó Mimi, enfurecida.

    —Hey —se encogió de hombros de nuevo el Estratega—. No soy yo el que pone las reglas. No sobreviviréis si debatís acerca de Alpha; tenéis que discutir la muerte de Chad, y descubrir quién fue su asesino, nada más.

    —… —Elisa miraba al suelo, apretando los dientes con fuerza, visiblemente dolida.

    No obstante, Ian tenía razón. Chad era la primera víctima, así que, en el caso de que su asesino y el de Alpha fuesen personas distintas, debatir acerca del segundo no nos serviría de nada. Aun así… n-no estaba dispuesto a dejar impune a ninguno de los culpables.

    Pero había algo en la forma de hablar de Ian que me perturbaba… y, conociéndole, estaba seguro de que no era casualidad. Es más, estaba bastante seguro de que estaba esperando a que alguien le preguntase.

    —Ian, ¿puedo preguntarte algo? —me atreví, al fin. Me miró con interés y fingida sorpresa—. ¿… por qué siempre hablas en segunda persona, excluyéndote a ti mismo? Es casi como si este debate y esta clase de juicio no fuese contigo…

    —Oh, claro que va conmigo —asintió—. Pero no seré yo el encargado de debatir y discutir en este juicio. Porque… yo ya sé quién es el asesino.

    —¿Q-Qué dices…? —exclamó Steve, mano en el pecho.

    —¡S-Serás imbécil! —gruñó Mimi, señalándolo—. ¡Seguro que es un maldito farol, una de esas estrategias de mierda suyas!

    —Si verdaderamente sabes quién fue, solo dilo —ordenó Effy, mirada sombría.

    Pero Ian solo rio en voz baja y siniestra, para luego llevar su mano al rostro y mirar a través de sus dedos al frente.

    —Si lo dijese, ¿qué gracia tendría el juego? Cumplir el papel de moderador y observador es interesante, también… de todas formas, ¿aceptaríais mi teoría sin más? —chasqueé la lengua. Ese maldito… ¿realmente había averiguado ya qué había sucedido y quién era el asesino, o estaba lanzando un gran farol? ¿Qué tipo de estrategia tenía en mente? Estaba logrando hacernos dudar, y probablemente, ese era precisamente su objetivo—. Claro que no lo haríais, ¡queréis pruebas! ¡Queréis lógica! ¡Queréis una conclusión que lleve a la esperanza a todos, pero a la desesperación de la muerte a uno de vosotros! Así pues, ¡os hago entrega de ello! —extendió sus manos a ambos lados, con un rostro lunático. Sus ojos volvían a parecer idos, como si enfocase un punto inexistente—. ¡Disfrutad de este juego!

    —… está mal de la cabeza —concluyó Effy.

    —No nos dejemos distraer por los delirios de Ian —trató de encauzar el debate Hubert—. Tenemos un asunto más grave entre manos, y es menester ocuparse de él. Y es cierto que debemos ocuparnos del caso de Chad prioritariamente, pero, ¿podemos dejar al margen a Alpha? Puede que el asesino de ambos sea la misma persona… y no tuvimos tiempo de investigar demasiado la escena del crimen de Chad. Las pruebas con las que contamos para su caso son escasas. Si concluyésemos que Chad y Alpha fueron víctimas de la misma mano ejecutora, entonces un crimen nos llevaría al otro; podríamos unificar pistas.

    —Entiendo tu punto —concedió Dante, lúgubre—. De modo que propones debatir primero si Alpha y Chad fueron asesinados por una misma persona o no.

    —¡Aaaah-ja, ja, ja, ja! —reía Ian—. Bravo, poco menos podía esperarse del Super Ajedrecista.

    —¡Cállate, enfermo!

    —Huh, creía que la única enferma aquí eras tú —contraatacó él, sonriente, a las palabras de Mimiko. Esta pareció resentirse por el comentario.

    —E-En cualquier caso… —enunció Effy—. Empecemos, pues, por debatir eso.




    Non-stop debate!

    Si ambas víctimas hubiesen sido asesinadas por una misma persona… —inició Hubert— entonces tendríamos muchas más pistas con las que movernos.

    ¡D-De todas formas, no podemos dejar que la muerte de Alpha sea en vano! ¡De ninguna manera! —insistía Mimi.

    En cualquier caso, todo apunta a que los crímenes fueron cometidos por una misma persona —planteó Effy.

    S-Sí… —titubeó Em—. No solo la escena es la misma, sino que el modus operandi coincide, ¿cierto?

    El asesino debió entrar en la torre, matar a Chad

    >> … y luego regresar y matar a Alpha —explicó Steve, meditativo.

    No conviene apresurarse —advirtió Dante, apartando luego la mirada—. Es posible que hubiese dos asesinos…

    Pero los crímenes fueron prácticamente iguales… —intervino, alicaída, Elisa.

    Justo por eso hay que proceder con cautela —corroboró a Dante Hubert—. Podría tratarse de un imitador. Alguien pudo tratar de inculpar de la muerte de Alpha al asesino de Chad imitando su método.


    … quiero pensar de verdad que el asesino es solo una persona, pero… ¿tiene sentido esa teoría? Las circunstancias de los crímenes coinciden, pero hay algo extraño. De momento, me enfocaré en si fue posible para una misma persona cometer ambos crímenes en base a los datos que tenemos. ¡Solo así haremos algún progreso!


    Si ambas víctimas hubiesen sido asesinadas por una misma persona… entonces tendríamos muchas más pistas con las que movernos.

    ¡D-De todas formas, no podemos dejar que la muerte de Alpha sea en vano! ¡De ninguna manera!

    En cualquier caso, todo apunta a que los crimen fueron cometidos por una misma persona.

    S-Sí… No solo la escena es la misma, sino que el modus operandi coincide, ¿cierto?

    El asesino debió entrar en la torre, matar a Chad

    >> … y luego regresar y matar a Alpha.


    —¡No, te equivocas! —grité, interrumpiendo a Steve.

    —¿Huh? ¿Q-Qué dije? —se sobresaltó el suertudo, con una mueca de desconcierto en su rostro.

    El asesino entró en la sala de la torre, mató a Chad y luego volvió a entrar y mató a Alpha. No, eso es sencillamente imposible.

    —Solo hay una entrada a la sala de la torre, ¿cierto? —comencé a explicar—. Y Hubert, Brendan y yo estuvimos todo el tiempo vigilando frente al ascensor, la única vía de entrada. Podemos asegurar que nadie entró en ese tiempo; nadie tuvo ocasión de manipular la escena del crimen para matar a Alpha y ocultar el cuerpo de Chad. La teoría de que el asesino regresó a la escena es inviable.

    El silencio se hizo durante unos segundos.

    —Entonces… —Elisa meditaba, ojos cerrados—, ¿quiere eso decir que el asesino se quedó en la escena del crimen, escondido en algún lugar?

    Hmmm. Su planteamiento era interesante, pero…

    —No lo creo. Todos los sospechosos estábamos allí presentes, y todos nos marchamos de la sala. No podía haber nadie all-

    Pero, entonces, fui interrumpido.

    —¡Te equivocas!

    —¿E-Effy?

    La terrorista me señalaba con un dedo.

    —… es posible que haya encontrado la solución a este caso.

    —¿C-Cómo…? ¿Tan pronto? —preguntó Steve, sorprendido.

    —Tché. ¿Realmente lo crees? —Ian observaba a Effy con aires de superioridad.

    Pero Effy no se dejó amedrentar. Cruzándose de brazos, me miró con severidad.

    —Solo hay una posibilidad. Solo una persona pudo haberlo hecho. ¡Y has omitido esa posibilidad, Drake!




    Rebuttal Showdown!

    Todos los presentes en esta sala ahora nos marchamos de la escena del crimen tras el apagón, es cierto.

    >> Pero eso no excluye todas las posibilidades.

    >> Hay alguien, al margen de nosotros diez, que pudo haber matado a Chad, haberse escondido en algún lugar de la sala de la torre y luego haber manipulado la escena.

    >> ¡Y ese alguien es el propio Alpha!


    ¿Q-Qué estás diciendo, Effy? ¿Alpha m-mató a Chad?

    >> ¡Eso no tiene ningún sentido! Alpha es otra víctima aquí, ¿sabes?

    >> Es cierto que Alpha estuvo desaparecido un tiempo antes, y teóricamente tu escenario podría darse, pero…

    >> ¿… cómo explicas que luego lo encontrásemos muerto? ¡Sigue existiendo el problema de quién lo mató!


    Tsk. Veo que no lo entiendes.

    >> Nadie mató a Alpha. ¡Alpha se mató a sí mismo!

    >> La única posibilidad es esa: Alpha fue quien asesinó a Chad, y luego se quitó la vida.

    >> Aguardó escondido en algún lugar oculto de la escena del crimen, y, cuando todos nos marchamos de la sala, escondió allí el cuerpo de Chad…

    >> …¡y se ensartó así mismo con la lanza de la armadura, suicidándose!


    —¡Nada de eso! ¡Cortaré tu argumento aquí mismo, Effy Joy!

    Debo concederle a Effy el hecho de que su teoría es bastante buena, y podría tener mucha lógica; pero hay un dato clave que la rompe por completo. Más allá del hecho de que Alpha jamás podría hacer una cosa así.

    —Creo que es bastante improbable que Alpha se suicidase —expliqué—. Recordemos que, según el Informe de Monokuma #4, la herida de Alpha era distinta a la de Chad.

    —C-Cierto —concedió Steve—. Lo ensartaron dos veces, ¿no? Una desde atrás y otra desde delante.

    Asentí, con seriedad.

    —Si Alpha se hubiese suicidado… dudo que se hubiese ensartado a sí mismo dos veces, y dudo mucho más que se hubiese tomado la molestia de dar media vuelta solo para complicar aún más su herida fatal. De hecho, teniendo en cuenta que Chad murió con una sola puñalada, es tremendamente probable que Alpha muriese también con la primera herida. Al fin y al cabo, f-fue en el pecho, ¿no? S-Seguramente le perforase los órganos…

    Mis palabras causaron una conmoción, especialmente en Mimi y Elisa, las más afectadas por la muerte de Alpha. Naturalmente, no era agradable para nadie imaginar una muerte así, más aún si la había sufrido uno de nuestros amigos.

    —De modo que… —quise retomar el hilo, ya que nadie parecía querer seguir el debate, a causa de lo duro y desagradable que resultaba— Alpha no pudo suicidarse. Como mucho, él pudo ensartarse una vez, pero es prácticamente imposible que lo hiciese una segunda. Aun en el escenario del suicidio, alguien tuvo que haber provocado post-mortem la segunda perforación; y seguimos sin saber cómo demostrar la forma de entrar en la escena del crimen que usó esa persona.

    —… ¿y si nunca llegó a entrar? —habló de pronto Dante.


    —¿C-Cómo? —inquirí, confuso—. ¿A qué te refieres?

    —… está demostrado que es imposible que nadie entrase después de que Hubert y tú montaseis guardia —empezó a argumentar, con un tono suave pero serio—. De modo que dejemos de pensar cómo pudo entrar el asesino: partamos de la base de que no pudo entrar.

    —Pero, si no pudo entrar, ¿cómo hizo para asesinar a Alpha y ocultar el cuerpo de Chad? —preguntó Emily, con ojillos temblorosos, mirando a Dante con una mezcla de admiración, culpa y tristeza.

    —… esa es precisamente la cuestión que se debería tratar ahora: partiendo de la base de que no pudo entrar, ¿cómo se logró tal manipulación de la escena?

    Steve parecía pensativo.

    —B-Bueno, ¿recordáis el mecanismo del cuadro que descubrí por accidente? —sugirió el suertudo—. Tal vez existan más mecanismos ocultos en la sala, ¿no? Y quizá alguno de ellos haya servido para provocar este crimen.

    —Hmmm —fingía meditar Ian—. ¡Vaya, vaya, qué buen punto, Steve! Ese parece un buen hilo del que tirar, sin duda.

    Decidí ignorarlo, por mucho que estuviese de acuerdo con sus palabras, porque sabía que su única intención era provocarnos y causar inseguridad. Solo quería seguir “poniéndonos a prueba”, después de todo.

    No había duda, en cualquier caso, de que la sala de la torre era muy extraña, y aquel mecanismo que encontró Steve era ciertamente particular. Y, tal y como sugirió Hubert desde un principio, quizá aquello tuviese relación con los secretos de la sala.

    —¿Recordáis las notas que encontramos encriptadas en los ordenadores del cibercafé? —enuncié—. Creo que podrían ser pistas acerca de los secretos que oculta la sala. Hubert ya lo supuso: si las fotos de la sala y los documentos estaban en el mismo archivo, quizá guardaban relación —tomé aire—. Sugiero que discutamos acerca de estos documentos de texto y su significado… ¡puede que nos lleven a descubrir los secretos de la escena del crimen!



    Extreme Non-stop debate!

    Ambas notas comienzan igual… “eterno, incansable” —leyó Hubert, pensativo—. Casi parece que hacen referencia a alguien en concreto.

    Están escritas en imperativo, así que no sería extraño que realmente hubiese alguien a quien estuviesen particularmente dirigidas —reflexionó Effy.

    ¡Tal vez esa persona a la que se dirigían entendería los mensajes fácilmente! Así se evitaría que otros comprendiesen qué es lo que ocultaban —propuso Steve.

    Pero, ¿qué es lo que revelan los mensajes, en cualquier caso? —Steve parecía dubitativo.

    Uno afirma “comienza la búsqueda de la verdad”. El otro, “termina la búsqueda de la verdad”. ¿Pueden ser instrucciones que deban seguirse en un orden? —teorizó Dante.

    … podrían serlo —intervino, de pronto y sin mucho que decir, Brendan.

    Agh, pero, ¿qué significan esas instrucciones? —se quejaba Steve, apretando los dientes.

    “Lanza el acero izquierdo y el mundo girará”. “Lanza el acero derecho y da marcha atrás” —leyó Hubert—. Me pregunto qué es ese “acero”…

    ¡Claro! Las lanzas de las armaduras. ¡Seguro que hay que arrojarlas para activar algo! —intervino Mimi.

    Es una opción… —concedió Effy—. Pero, ¿qué hay del resto?

    “Asciende el muro y verás la luz” —siguió leyendo Hubert—. No hay forma. No tenemos ni idea de a qué pueden referirse

    Je… —reía en voz baja Ian, con gesto maniático—. ¡Pensad, Ultimates! ¡Pensad!


    Ngh… parece fácil decirlo, pero… ¿qué pueden ocultar esos mensajes? Tendré que ir desmenuzando una a una las frases de los demás para ir condensando la información. ¡Tenemos que llegar a alguna conclusión, descubrir algo nuevo… o no podremos salir de esta!


    Ambas notas comienzan igual… “eterno, incansable”. Casi parece que hacen referencia a alguien en concreto.

    Están escritas en imperativo, así que no sería extraño que realmente hubiese alguien a quien estuviesen particularmente dirigidas.

    ¡Tal vez esa persona a la que se dirigían entendería los mensajes fácilmente! Así se evitaría que otros comprendiesen qué es lo que ocultaban.

    Pero, ¿qué es lo que revelan los mensajes, en cualquier caso?

    Uno afirma “comienza la búsqueda de la verdad”. El otro, “termina la búsqueda de la verdad”. ¿Pueden ser instrucciones que deban seguirse en un orden?

    … podrían serlo.

    Agh, pero, ¿qué significan esas instrucciones?

    “Lanza el acero izquierdo y el mundo girará”. “Lanza el acero derecho y da marcha atrás”. Me pregunto qué es ese “acero”…

    ¡Claro! Las lanzas de las armaduras. ¡Seguro que hay que arrojarlas para activar algo!


    —N-No, Mimi, te equivocas… es cierto que lo único de acero que hay en la zona son las armaduras, pero las lanzas no pueden arrojarse; están totalmente adheridas a las armaduras.

    —¿Q-Qué…? —Mimi suspiró, alicaída—. Jo… ¿e-entonces…?

    Hmmm. Tal vez sí que se refieran a las armaduras, pero definitivamente la idea no es arrojar las lanzas. Ni mucho menos arrojar las armaduras, ¡nadie podría cargar con algo tan pesado! Pero, ¿a qué se refiere con “lanzar”, entonces…?


    Ambas notas comienzan igual… “eterno, incansable”. Casi parece que hacen referencia a alguien en concreto.

    Están escritas en imperativo, así que no sería extraño que realmente hubiese alguien a quien estuviesen particularmente dirigidas.

    ¡Tal vez esa persona a la que se dirigían entendería los mensajes fácilmente! Así se evitaría que otros comprendiesen qué es lo que ocultaban

    Pero, ¿qué es lo que revelan los mensajes, en cualquier caso?

    Uno afirma “comienza la búsqueda de la verdad”. El otro, “termina la búsqueda de la verdad”. ¿Pueden ser instrucciones que deban seguirse en un orden?

    … podrían serlo.

    Agh, pero, ¿qué significan esas instrucciones?

    “Lanza el acero izquierdo y el mundo girará”. “Lanza el acero derecho y da marcha atrás”. Me pregunto qué es ese “acero”…

    Tché, pueden ser las lanzas, pero si no se pueden lanzar, ya me quedo sin ideas. ¿Qué hay del resto?

    “Asciende el muro y verás la luz”. No hay forma. No tenemos ni idea de a qué pueden referirse…


    —¡H-Hey, tal vez te equivoques!

    Habíamos descubierto ya, gracias a Steve, un mecanismo secreto en esa sala, y estábamos valorando si había más, y si existía relación entre los mecanismos y las notas… probar una de esas dos cosas podría llevarnos directamente a la otra. Y, ¿podría ser que cupiese la posibilidad de que el mecanismo que encontró Steve esté descrito de forma muy particular en esas notas?

    —“Asciende el muro”… casi parece que sea un mandato para escalar un muro; pero eso no es posible en la sala de la torre —expliqué, reflexionando. Notaba mi cerebro trabajando a tremenda velocidad—. Cuando Steve descubrió el mecanismo del cuadro, pulsó por accidente un botón secreto en la pared… ¿no podría ser la instrucción de “ascender el muro” equivalente a pulsar ese botón? Al fin y al cabo, reveló una ventana detrás del cuadro; una ventana que, de no ser porque está tintada, dejaría entrar luz.

    —“Asciende el muro y verás la luz” —reflexionó Hubert—. Puede tener sentido, pero, ¿por qué ascender? ¿Qué relación tiene ascender con pulsar un botón?

    Hmmm… ascender como “pulsar”, y lanzar para referirse a algo que, desde luego, puede ser cualquier cosa salvo arrojar algo… parece que el que escribió aquello escribió metáforas sobre algo…


    Ambas notas comienzan igual… “eterno, incansable”. Casi parece que hacen referencia a alguien en concreto.

    Están escritas en imperativo, así que no sería extraño que realmente hubiese alguien a quien estuviesen particularmente dirigidas.

    ¡Tal vez esa persona a la que se dirigían entendería los mensajes fácilmente! Así se evitaría que otros comprendiesen qué es lo que ocultaban


    ¡Oh! ¡N-No me digas que…!

    —¡E-Estoy de acuerdo con eso, Steve! Creo que… los mensajes no deben interpretarse literalmente, sino que son metáforas que esconden la verdadera naturaleza de las acciones que deben de realizarse en la sala de la torre para activar sus mecanismos secretos.

    —¿¡Qué demonios estás diciendo!? ¡Explícate, Apestes! —espetó, irritada e impaciente, Mimiko.

    —D-De acuerdo… a-asumiendo que Steve logró encontrar uno de los mecanismos pulsando un interruptor de la pared, ¿no encajaría eso con lo de “ascender el muro”? No puedo evitar pensar que es una referencia a la escalada… al fin y al cabo, en la escalada deportiva hay una serie de salientes a los que hay que agarrarse. Bien podría hacerse una metáfora con un interruptor: “ascender el muro” significaría, así, “pulsar el botón de la pared”, y se “vería la luz” porque se destaparía la ventana.

    —¿C-Cómo has llegado a esa lógica tan absurda…? —inquirió Hubert, afligido por lo bizarro de la situación.


    —… porque si esa lógica fuese cierta, se explicarían varias cosas. Las otras indicaciones… dicen “lanza el acero”. No obstante, sabemos que las lanzas de las armaduras no se pueden lanzar en el sentido de arrojar… entonces, ¿a qué hace referencia ese “lanza”? Si pensamos con la misma lógica que antes, puede que sea una metáfora de otra disciplina deportiva… y pensad en los lanzamientos de disco, o los lanzamientos de martillo. ¿Cómo se lleva a cabo esa disciplina olímpica?

    —¿G-Girando sobre uno mismo para ganar impulso? —respondió, llena de dudas, Emily.

    Yo asentí con lentitud.

    —Exacto. Creo que las indicaciones “lanza el acero”… hacen referencia a hacer que la armadura gire sobre sí misma. Así se activaría el segundo mecanismo, y, a juzgar por los documentos del ordenador, había un mecanismo para la armadura de la izquierda y otro para el de la derecha. Y uno de ellos… haría “girar el mundo”. Esa es la única parte que no me cuadra.

    —Un momento. Por ridículo que pueda sonar, lo que dices tiene sentido —concedió Hubert—. Sin embargo, si el asesino tomó ventaja de dichos “mecanismos” que estamos suponiendo, es porque averiguó el funcionamiento de los mismos… y solo se me ocurre una persona que podría haber llegado a interpretar de esa forma los mensajes.

    … exacto. Veo que Hubert ha llegado a la misma conclusión que yo.

    —Sí… Alpha Xenodis, el super deportista, fue quien lo averiguó —sentencié—. Él estaba presente cuando Effy y Hubert leyeron por primera vez los mensajes; estoy seguro de que despertaron en él algo, e investigó la sala. Allí debió descubrir los mecanismos y los secretos que ocultaba…

    —E-Entonces, ¿fue una de las víctimas la que activó los mecanismos? —preguntó Elisa—. No me digas… que finalmente la teoría del suicidio de Effy es correcta.

    Negué vehementemente.

    —No, sigo manteniendo que Alpha no pudo suicidarse; pero sí que creo que él fue el primero en descubrir el funcionamiento de la sala de la torre. Cosa distinta es que hubiese más gente consciente de dichos mecanismos. Tal vez el propio Alpha lo contó, o alguien lo descubrió. De hecho —recordé entonces—, hay pruebas de que hay al menos alguien más que sospechaba que algo sobre la sala no era normal.

    —¿Huh? —intervino de pronto Ian, mirada desafiante—. ¿Quién, si puede saberse?

    —Chad —afirmé, rotundo—. Sus anotaciones lo demuestran; ¿veis las dos armaduras y el gran signo de interrogación que pintó? Chad no pudo completar el mapa porque había algo en la estructura de la sala que le inquietaba, y sabía o sospechaba que las armaduras jugaban un papel importante en dicha estructura.

    —Todo eso está muy bien —Ian se encogió de hombros—, pero no puedes demostrarlo. ¿Cómo puedes asegurar que había alguien más que conocía el funcionamiento del mecanismo?

    —Porque alguien lo activó durante la investigación —afirmé, y mis palabras causaron estupor generalizado. Me aclaré la voz: los cabos se iban atando con lentitud pero firmeza en mi mente. Poco a poco, el caso iba adquiriendo un poco de luz—. Estoy casi seguro de que ese ruido extraño fue el sonido de la armadura siendo girada. Alguien provocó el apagón para que no viésemos que giraba la armadura y activaba el mecanismo…

    —Espera un momento —me interrumpió Dante—. Es cierto que ese ruido se explicaría por el sonido de la armadura siendo girada y reaccionando a tu querido mecanismo, pero… no hubo absolutamente ningún cambio apreciable en la sala. Estamos hablando de que un cuerpo despareció y apareció otro totalmente distinto cuando volvimos a subir. Si, de alguna manera, al mover la armadura el asesino hubiese logrado accionar algo capaz de lograr semejante hazaña, lo habríamos notado, por muy oscuro que estuviese. Habríamos oído más ruido, o sentido algo.

    … al fin, la hora de la verdad. La hora de deducir de qué se trataba esa frase: “el mundo girará”, o “da marcha atrás”. Y, si lo pensaba con claridad, si tenía en cuenta todos los hechos, solo hay una solución posible. Solo hay una forma en la que pudo cometerse el crimen, solo hay una opción. La única forma que tuvo el asesino de “cambiar” la escena del crimen mediante un simple giro de estatua.

    —… la sala nunca llegó a cambiar. Fue el ascensor lo que cambió.

    —¿E-El ascensor? —Steve me miró atónito—. ¿Qué quieres decir?

    —Pensadlo. El asesino apagó las luces y activó el mecanismo de la armadura, y luego todos nos montamos en el ascensor, a oscuras, y salimos de la sala de la torre. Hubert, Brendan y yo nos aseguramos de que nadie volviese… y, con todo, cuando nos dirigimos de nuevo a la sala, encontramos, al encender las luces, una escena totalmente distinta, con Alpha muerto y Chad sin dejar rastro. ¿Cómo pudo realizarse tal proeza?

    El silencio se hizo, salvo por una tenue risa que emanaba de Ian. Tardaron unos segundos en reaccionar, pero los más lógicos se pronunciaron con gestos de sorpresa y exclamaciones acordes a estos:

    —¡Oh…! —dijo Hubert.

    —… ya veo —susurró Dante, reflexivo.

    —¿L-La sala a la que entramos era…? —trató de adivinar Effy.

    Yo asentí.

    —Exacto. Al activar el mecanismo, se cambió, de algún modo, la dirección del ascensor. De manera que, cuando volvimos a montar… el ascensor no nos llevó a la escena del crimen de Chad, sino a otra sala diferente, donde el cuerpo que yacía era el de Alpha.


    —¿¡Qué dem…!? —exclamó Mimi—. ¡P-Pero si la sala era exactamente igual! ¡N-No tiene sentido! ¿Había dos salas iguales?

    —En efecto —asentí—. Y tenemos pruebas de que había dos salas con decoración idéntica en lugares distintos de la torre: las fotos de la sala de la torre. ¿Recordáis que había un duplicado de cada foto? Todo tiene sentido si pensamos en la posibilidad de que existan dos salas. De ser así, no hablaríamos de una copia de las fotos… sino de otra foto de una sala.

    —De modo que no es la foto la que es una copia, ¡sino la sala en sí misma! —exclamó, sorprendida, Emily.

    ¡Bien! ¡Lo tenemos! ¡Ese debe ser el secreto de la sala, la forma en que el asesino logró cometer ambos asesinatos sin entrar de nuevo! Porque…

    —… entonces se explicaría cómo se produjeron los dos asesinatos —afirmé, en voz alta—. Alpha ya estaba muerto desde antes, pero en otra sala. El culpable, simplemente, manipuló el ascensor para que nos llevase la primera vez a la sala donde había un cadáver y luego se dirigiese a la otra sala.

    Pero entonces, Elisa alzó su voz.

    —Un segundo. Lo que dices tiene una clara laguna, Drake.

    —¿E-Elisa…?

    Elisa cerró los ojos.

    —Quiero que la muerte de Alpha sea debidamente juzgada, de modo que no pienso dejar ningún cabo suelto. No permitiré que asumas hechos en base a argumentos llenos de agujeros.

    ¿A-Agujeros? ¿Qué agujero había quedado por tapar en mi lógica?


    Si bien todo tu planteamiento tiene una base sólida

    >> … no deja de estar sustentado en meras suposiciones.

    >> Ergo, para fundamentar tu argumento válidamente debes cubrir todos los detalles. Y existe un detalle que tu explicación no es capaz de cubrir.

    >> Un pequeño detalle que invalida la teoría de la doble sala.


    ¿Y-Y bien…? ¿Cuál es ese detalle?


    … la paciencia no es tu virtud, por lo que veo.

    >> Es simple: en la escena del crimen de Alpha había claros indicios de que Chad había estado allí previamente, empalado por su estatua.

    >> Porque había restos de su sangre en la punta de la lanza de dicha armadura.

    >> La presencia de dicha sangre no puede explicarse si no es porque Chad estuvo allí antes.


    ¡No, eso es incorrecto!

    >> El asesino pudo manipular muy fácilmente la escena para hacernos creer que Chad había desaparecido y la sala era la misma…

    >> … ¡simplemente extrayendo el cuerpo de Alpha de una de las armaduras y clavándolo de nuevo en la otra! Así quedaría un rastro de sangre que todos asociaríamos con Chad.

    >> Eso explicaría también la herida de doble entrada que describe el informe de Monokuma #4.


    Eso es… grotesco… p-pobre Alpha.

    >> Pero, en cualquier caso, sigue sin ser suficiente.

    >> Supongo que eres consciente de que al extraer un arma punzante del cuerpo, se libera muchísima sangre, ¿cierto?

    >> Si el asesino hubiese movido al cadáver de una armadura a otra, ¡habría dejado un tremendo rastro de sangre!

    >> El asesino no tuvo forma de evitar ese rastro; y sin forma para evitarlo, tu teoría sigue teniendo agujeros.


    —¡Ahí es donde cortaré tu contraargumento, Elisa! —grité, apuntándole con el dedo. En realidad, le debía mucho: me había hecho darme cuenta de los detalles donde flaqueaba mi teoría, y, gracias a sus observaciones y críticas, ahora podía relacionar una nueva prueba con el crimen—. Tienes razón: Alpha dejaría caer una gran cantidad de sangre al ser retirado de una armadura, sin lugar a dudas. Pero si hubiese algo en el trayecto que retuviese la sangre, que evitase que el suelo se viese salpicado, ¡el asesino habría podido cambiarlo de estatua perfectamente! Y hay evidencias de que usó algo de la escena del crimen para tal fin: el cuadro.

    —¿Usó el cuadro…? —susurró Elisa.

    Asentí.

    —Así es. El cuadro estaba algo descolgado, signo de que alguien lo había retirado de su soporte por algún motivo y luego lo había vuelto a colocar. Y, en la parte de atrás, había sangre… si el asesino hubiese colocado el cuadro en el suelo, a modo de “alfombra”, podría perfectamente haber movido el cuerpo sin dejar rastros. Eso también explicaría por qué se encontró sangre en un lugar tan particular.

    Medité por un momento en silencio. Realmente todo sonaba como algo demasiado inverosímil, demasiado complejo… pero las pruebas no mentían.

    —Todo tiene explicación con esta lógica —afirmé, ceño fruncido—. El asesino sabía de la existencia de las dos salas idénticas y de los mecanismos para alternar el ascensor entre una y otra, y se aprovechó de esos datos para asesinar a ambos. Para poder armar todo este plan, el asesino necesariamente debía ser una sola persona.

    Ian comenzó entonces a silbar y a aplaudirme escandalosamente, y su sonrisa alegre me sacó completamente de contexto, desconcentrándome.

    —¡Bravísimo! ¡Pero qué derroche de talento! ¡Han sido unas deducciones brillantes! —luego, comenzó a disminuir el ritmo de sus aplausos, y su sonrisa fue, poco a poco, tornándose más y más burlona—. Sin embargo, no tienes aún al asesino, ¿cierto?

    —… —no supe responder. Aún tenía muchas dudas, pero sí que es cierto que tenía mis sospechas. Aun así, no tenía fundamentos para acusar a nadie… de modo que no podía responder aún,

    Y a Ian parecía divertirle mi silencio.

    —Está bien —se cruzó de brazos—. Daré un pequeño empujón, otra vez. ¡Cielos, qué haríais sin mí! Esta vez, el nuevo debate que plantearé es el siguiente: ¿realmente es el asesinato de Chad el que importa… o importa más el de Alpha?

    —E-Eh, no sé si te sigo —dije, tragando saliva instintivamente. Antes de que me respondiese, deduje a qué se refería. Pero, con todo, él fue más rápido en hablar.

    —Sencillo… dicho de otro modo —y su sonrisa, entonces, reflejó una locura completamente enfermiza. Mostraba una especie de sadismo inusual. Realmente estaba disfrutando, estaba viviendo el momento como si fuese lo más entretenido que había hecho jamás. Como si fuese el cénit de la diversión—: sabiendo que Alpha estaba ya muerto al menos antes de que se produjese el apagón, ¿podéis afirmar que Chad fue la primera víctima en morir… o fue, en realidad, Alpha?

    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.

    >> Regla 20: si dos cadáveres son encontrados para una misma investigación, en la clase de juicio, solo se considerará "culpable" al asesino del primero, por lo que los votos habrán de dirigirse a dicho asesino. El otro asesino será tratado como un alumno más, de modo que su asesinato no contará para el juego como tal.

    Estudiantes: 10
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tenga demasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bien memorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Drake tuvo una vez un mentor y gran amigo, que le enseñó todo lo que sabe como policía. Algo sucedió, y dicho amigo terminó muriendo prematuramente. Este hecho motivó que fuese Drake el que acabase siendo considerado el Super Policía; y tal vez es por ello que nuestro protagonista no siente que le corresponda ese talento: porque cree que debería ser su mentor el verdadero Ultimate.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.
    Video en iKuma: Alpha Xenodis


    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír
    Video en iKuma: Emily Hodges


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Chad Redflame


    - Alpha Xenodis – Super Deportista (MUERTO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad
    Video en iKuma: Steve Stone


    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: ganador de múltiples torneos de ajedrez, Hubert nunca ha perdido una partida. Dedica mucho tiempo a practicar, y es conocido por sus increíbles capacidades lógicas y deductivas. Afirma que tiene la capacidad y la costumbre de pensar como si tuviese dos cerebros; esta práctica le ayuda a entrenar su mente y a desarrollar una enorme capacidad para colocarse en la posición de otros y usar su lógica como si fuese la suya propia.
    Antes de ser ajedrecista, de hecho, Hubert fue detective, pero no se conocen más datos a este respecto.
    Acción prohibida: subir a la segunda planta
    Video en iKuma: Mimiko Honda


    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Ian Lockhart


    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Emily nunca quiso ser modelo, sino actriz. Participó en castings para actuar en obras de teatro, y fue seleccionada, pero tuvo una mala experiencia que cambió su vida: al llegar la hora de la verdad, se quedó inmóvil, completamente en blanco e incapaz de representar su papel. Desde entonces, el miedo escénico y la mala fama que le generó en el mundo de la actuación el evento del teatro la ha perseguido siempre, pero afirma que jamás perderá la esperanza, y tiene intenciones de volver a intentarlo y a superar los miedos que la atormentaban.
    Acción prohibida: quedarse sola
    Video en iKuma: Hubert Madsson


    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y ese sentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Dante se crio en un orfanato, y nunca tuvo ningún familiar ni seres queridos. Tuvo que buscarse la vida al llegar a la mayoría de edad, llegando a pulular por las calles buscando un sustento. Y, al parecer, alguien le encontró, y ahí cambió todo... pero se desconoce qué sucedió.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.
    Video en iKuma: ???


    - Chad Redflame – Super Dibujante (MUERTO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.
    Video en iKuma: ???


    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Video en iKuma:
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.


    - Elisa Daroch – Super Médium (VIVA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Elisa nació tras siete meses de embarazo, después de que los médicos afirmasen que había muerto. Cuando fueron a extraer el cuerpo aparentemente inerte del vientre de su madre, comenzó a mostrar repentinamente signos vitales, "regresando" de entre los muertos, de alguna forma. Elisa afirma que es este el motivo por el que puede comunicarse con los difuntos, y está plenamente convencida de que sus poderes son reales; para ella, es todo un reto mostrar la veracidad de sus técnicas a los más escépticos, y toda una satisfacción observar sus rostros cargados de sorpresa.
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos
    Video en iKuma: ???


    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: los Honda son la familia más rica del mundo, dueños de múltiples empresas y todo tipo de negocios que les hacen, en resumen, tremendamente influyentes y con capacidad para controlar muchísimos sectores de la sociedad. Sin embargo, Mimi no era la heredera original de toda esta fortuna; tiene un hermano mayor, verdadero heredero por derecho, que decidió renunciar a los derechos que, como Honda, le corresponderían. Al renunciar a su apellido y a la herencia, Mimi se convirtió en la Super Millonaria.
    El hermano de Mimi, de hecho, nunca quiso ser millonario, porque la gente lo quería solo por su dinero y no por su personalidad. Nunca tuvo una buena relación con su padre, pero todo terminó cuando decidió casarse y adoptar el apellido de su pareja. Al parecer, todo apunta a que el hermano de Mimi se casó con otro hombre.
    Acción prohibida: insultar
    Video en iKuma: ???

    Balas de la verdad

    - Informe de Monokuma #3:
    la víctima es Chad Redflame, el Super Dibujante. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, presenta una contusión en su espalda, provocada por algún objeto plano que le golpeó.

    - Informe de Monokuma #4: La víctima es Alpha Xenodis, el Super Deportista. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, recibió dos puñaladas: una de frente y otra de espaldas.

    - iKuma de Ian: en la escena del crimen se encontró el iKuma de Ian junto al cuerpo de Chad. Al parecer, todo apunta a que Chad robó su iKuma. El video que aparecía en el iKuma de Ian era, precisamente, el de Chad.

    - Video de Chad: el video de Chad revela que el dibujante padecía "agnosia visual", un padecimiento que le impedía interpretar la realidad visible de forma adecuada, de modo que todo cuanto veía era recibido por su cerebro de forma distorsionada y caricaturesca; por eso, el sueño de Chad era poder ser un Pintor de verdad capaz de plasmar la realidad, y Monokuma le instó a cometer un crimen aludiendo a que, si salía de la Academia, podría curarse y, por ende, vería la realidad correctamente.

    - Armaduras: grandes armaduras de acero con lanzas afiladas. Las lanzas parecen formar un todo con la armadura; es imposible separarlas de estas. Tanto Chad como Alpha aparecieron ensartados por una armadura, Chad por la de la izquierda y Alpha por la de la derecha.

    - Notas de la sala de la torre: Chad parecía estar tomando notas sobre la distribución de la sala, puesto que, además, en su mapa de la tercera planta faltaba dicha sala. Aparecen en su bloc dibujadas dos armaduras y lo que parecía la puerta de un ascensor. Uno de los dibujos de armadura estaba a medias, como si no hubiese podido terminarlo. Además, había un gran signo de interrogación rojo junto a los dibujos.

    - Apagón: durante la investigación del cadáver de Chad, y cuando los diez supervivientes se reunieron tras la llegada de Dante, alguien aprovechó la distracción para apagar los candelabros. En mitad de dicho apagón, se oyó un ruido extraño.

    - Vigilando el ascensor: entre el descubrimiento del cadáver de Chad y el cadáver de Alpha, Hubert, Brendan y Drake estuvieron todo el tiempo frente a la puerta del ascensor. Nadie montó en él en todo ese tiempo.

    - Cuadro mal recolocado: el cuadro de la sala de la torre puede ser elevado por un mecanismo oculto en la pared, revelando una ventana detrás del mismo. Al parecer, el cuadro estaba mal colocado, como si alguien lo hubiese retirado del mecanismo y luego lo hubiese vuelto a colocar.

    - Sangre en el cuadro: la parte trasera del cuadro de la sala estaba llena de abundante sangre.

    - Marcas y golpes en el marco: el marco del cuadro de la sala estaba lleno de golpes y marcas.

    - Punta de la lanza izquierda: al encontrar el cadáver de Alpha, el cadáver de Chad había desaparecido; todo lo que quedaba en la armadura de la izquierda era la sangre que manchaba la lanza que portaba.

    - Testimonio de Ian: Ian se encontró, antes de descubrir el cadáver de Chad, a Hubert y a Effy en la biblioteca, y pudo oír a Mimi tocando en la sala de música. También se cruzó con Elisa por la segunda planta. Cuando mencionó los posibles sospechosos del robo de su iKuma, no mencionó a Dante, pese a que en ningún momento dijo haberlo visto.

    - Testimonio de Drake: Drake estuvo, antes de descubrir el cadáver de Chad, con Steve y Emily en la piscina; no se separaron en ningún momento.

    - Fotos de la sala de la torre: fotos de la escena del crimen encontradas en los ordenadores del cibercafé. Las fotos estaban repetidas, habiendo dos copias de cada una.

    - Mensajes encriptados: junto a las fotos, había dos documentos de texto encriptados que, al desencriptarse, revelaron una especie de mensaje oculto. Decían:
    “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”.
    Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”.
     
    Última edición: 24 Noviembre 2017
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Me gusta Me gusta x 1
  13.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,773
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ay ay, me encantan los class trial, en serio, son geniales.

    A ver, a ver. Pues nada, me alegra que hayan sido capaces de averiguar el secreto de la sala aun con tan pocas pruebas, si es que son Ultimates por algo al fin y al cabo (en verdad solo ha sido Drake, lo sé, pero detalles (?).

    No sé, no tengo mucho que decir, me has dejado sorprendida con el misterio de las salas porque yo pensaba algo parecido que Mimi, ya te digo, que las lanzas se podían mover o así para abrir un mecanismo secreto y rayadas mentales. Pero no, lo único que ocurre es que el ascensor cambia (y sí, debía haberlo olido por el caso ese que ya te he dicho (?)

    Y bueno, como siempre, Ian liándola xD Es Nagito 2.0 pero con un talento mejor (?? no, pero, idk, sabía que el final de este capítulo iba a ser de nuevo Ian diciendo algo que lo complicase todo de nuevo. Porque ese es él, nuestro Ian querido, el de la relación amor-odio, ese.

    Yuh, pues nada, es un comentario cortito porque no sé que más decir. Tengo muchas ganas de saber quien ha sido el asesino porque hay que ser muy listo para darse cuenta de eso y muy ingenioso (e.e) para hacer esa trampa. También bastante fuerte para llevar a Alpha, tbh (?)

    No tengo nada que comentar respecto a la narración y demás, ya tú sabes que eres genial escribiendo y no tienes fallos, además, tampoco soy capaz de fijarme en esas cosas por estar demasiado metida en la trama.

    Oh, una cosa eso sí, una parte Drake dice estar de acuerdo con Steve, pero en verdad eso lo dice Emily, pero nada, detalles míos (?)

    Estoy deseando ver como acaba esto <3 ¡Sigue así!
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  14.  
    Lelouch

    Lelouch Rey del colmillo

    Aries
    Miembro desde:
    24 Junio 2012
    Mensajes:
    7,371
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Al fin estoy aquí (?) Una pena que tenga que escribirlo con prisa porque voy de salida.

    Al lío: El fic me encanta x'D Ya sabes que siempre he sido fan de todos tus fics, sibre todo los de misterio. Y este en parte lo es.

    Oh, y los personajes, ¡Los personajes! Por el momento son sin duda lo mejor del fic. Probablemente a partir de este caso la trama cobre mayor importancia, pero mientras tanto, la caracterización de cada uno es mi parte favorita por lejos. Sus motivaciones, miedos, reacciones, sueños, todo me encanta. Bien podrías hacer un fic sólo con los free time event y me sentiría satisfecho.

    Eso no quiere decir, claro, que no me importe lo demás xD Las clases de juicio son muy geniales (además de que Ian es jodidamente épico <3). Cuando empiezan los capítulos de vida diaria deseo que nunca se acaben, y cuando comienzan los de investigación y juicio, también deseo que nunca se acaben xD Y la vez sí, porque quiero saber lo que pasa (?)
    La muerte de Chad y Alpha han sido las que más me han pegado :'( El pobre Chad que sólo quería ser pintor y Alpha que... bueno, es husbando (?)

    Me gustaría hablar de todos los personajes, pero no me da el tiempo de hablar de todos, así que sólo diré que FUCKING AMO A IAN. No será sorpresa alguna que sea mi personaje favorito del fic (?)

    Y eso que realmente no me gustan mucho ese tipo de personajes, pero es que... pero es que... es simplemente genial (copypasteando a Bruno).

    En cuanto al juicio actual, tengo ña sensación de que Mimi es la asesina. Su coartada de la sala de música es falsa (?)

    Eso o fue Brendan, por los loles (?)
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
  15.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    12118
    Capítulo 3: Anhelos de un futuro

    Vida Mortal, Clase de juicio 2


    Ian provocó un nuevo silencio con su pregunta: ¿podemos afirmar que Chad es la primera víctima, y no Alpha, si sabemos que los dos estaban muertos? La voz me tembló un poco cuando fui a responderle:

    —T-Tienes razón, Ian, pero, ¿qué más da quién fuese el primero? Es cierto que quizá Alpha murió antes, pero… tal y como sucedieron los crímenes, tal y como funcionaban las salas gemelas, la conclusión obvia es que tanto Alpha como Chad fueron asesinados por la misma persona.

    Ian rio entonces de forma tremendamente escalofriante.

    —No necesariamente. Tú mismo lo has dicho… Alpha fue el primero en descubrir el secreto de la sala de la torre, pero no fue el único. Alpha pudo decírselo a otra persona, o incluso otra persona pudo haberlo descubierto por su cuenta —alzó la cara con soberbia, mirándome por encima del hombro—. Y esa lógica puede aplicarse perfectamente para dos personas. Si alguien además de Alpha pudo descubrirlo, también pudieron descubrirlo más personas. Y con dos sospechosos que puedan saber el secreto, el escenario donde hay dos asesinos es posible —luego, extendió sus brazos a ambos lados—. Y, por tanto, determinar quién murió primero es clave.

    —¡P-Pero…! —traté de contraatacar, pero tuve que detenerme para pensarlo. ¿A-Aún no podíamos asegurar que había un solo asesino? Si Ian tenía razón, entonces estaríamos en un problema mucho mayor que el primero… porque no solo no sabríamos quién era el asesino, ¡sino que no sabríamos siquiera qué víctima era la que importaba! De momento, no podía aceptar aquello. Ian podía estar tratando de confundirnos, de empeorar la situación… ¡tenía que buscar huecos en esa lógica, porque sencillamente, todo tenía más sentido y era más sencillo si solo había un asesino! —. Hubo alguien que provocó el apagón, ¿cierto? Ese alguien trató de camuflar su crimen respecto a Chad y hacernos ver el cadáver de Alpha alterando el ascensor con el mecanismo, ¿no? ¿Q-Qué sentido tendría que lo hiciese si no era él el que mató a Alpha, y solo fue causante de la muerte de Chad, o viceversa?

    Ian me miró y mostró sus dientes en una sonrisa que más bien parecía una mueca diabólica.

    —De modo que estás dispuesto a “pelear” contra mí de nuevo, ¿no? Está bien. Hagámoslo como siempre, ¿te parece?

    —¿C-Como siempre? —oh, no. Otra vez eso no. ¿¡Es que en todos los juicios tenía que…!?

    —¡Te equivocas!




    Rebuttal-showdown!

    Tu lógica tiene demasiados fallos… existen muchísimas posibilidades que lo explicarían.

    >> Tal vez los dos asesinos colaboraban… sé que uno de ellos no ganaría nada, pero, ¿puedes negar la posibilidad?

    >> Tal vez fue solo uno de los asesinos el que lo hizo, independientemente del otro, ¿por qué no?

    >> Sencillamente no puedes negarlo. Eso sería tratar de imponer una lógica de forma totalmente sesgada, ¿sabías?


    P-Pero igual que yo no puedo negarlo, ¡tampoco puede negarse que el asesino puede ser uno y solo uno!

    >> Tus opciones pueden tener un pequeño porcentaje de acierto, pero…

    >> ¡Es que todo es mucho más coherente si el asesino es una sola persona!


    ¡Aaaah-ja, ja, ja! Qué hermoso ver cómo te retuerces por mantener tu postura.

    >> Mis opciones pueden ser perfectamente viables. Puede haber dos asesinos perfectamente, ¡y de hecho, esa es la verdad!

    >>Bien sea el asesino de Chad el que manipuló la escena para ocultar su crimen…

    >>… o bien sea el asesino de Alpha el que lo hizo para que creyésemos que solo había un asesino.

    >> ¡Ambos escenarios son posibles, también! ¡Una persona pudo manipular la escena sin saber de los detalles de la otra!


    —¡Ahí es donde cortaré tu argumento, Ian!

    N-No, definitivamente eso no tiene sentido. Pero Ian no parece sorprendido por mi interrupción. ¿Realmente cree en lo que está diciendo, o solo está instando el debate? A-A veces no sé qué pensar sobre él… actúa de forma tan egocéntrica y con tanta superioridad, que uno piensa que solo juega con los demás, y en parte es cierto. Pero, otras… otras veces no puedo evitar sentir que nos guía por el sendero correcto. A su manera, pero parece que lo hace.

    —¿Recuerdas la punta de la lanza ensangrentada? —proseguí mi argumento—. Concluí antes que el asesino cogió a Alpha, lo sacó de la primera armadura y luego lo volvió a clavar en la contraria, dando así la sensación de que el cuerpo de Chad había estado justo al lado por la sangre que quedaría en la lanza. Si, según tú, los crímenes fueron realizados por dos personas distintas sin tener ninguna conexión entre sí los crímenes, ¡sencillamente sería absurdo que la herida haya sido perforada dos veces y en dos direcciones! Eso solo supondría mayores pruebas en contra del asesino de Alpha, nadie sería tan estúpido como para hacer aquello.

    Ian meditó en silencio.

    —Sí, sí, tienes toda la razón. Pero eso solo excluye la opción de los dos asesinos independientes… pero no excluye otras dos opciones —sonrió nuevamente, con esa mueca tan característica suya—. La primera, la opción de que los asesinos colaborasen… y la segunda, que uno de los dos asesinos descubriese el crimen del otro y cometiese el suyo de forma acorde al crimen previo.

    Ngh… eso… sin duda era una posibilidad. Pero, ¿por qué tenía que insistir tanto en ella? No dejaba de ser más coherente pensar que el asesino era una sola persona. Y lo más sencillo usualmente solía ser lo más probable.

    Aunque… tenía que reconocer que me estaba dejando llevar un poco por los sentimientos. No soportaba pensar que uno de los culpables pudiese quedar impune. No soportaba pensar que la muerte de uno de nuestros compañeros hubiese sido en balde.

    —… ¿tienes pruebas tú? —intervino, de pronto, Dante, dirigiéndose a Ian. Reparé entonces en el hecho de que había ocho personas más allí en la sala, además del Estratega y yo. Por un momento, la discusión con él se volvió tan individual que me olvidé de la presencia del resto.

    —Exacto, ¿las tienes? —inquirió, severo, Hubert—. No paras de acusar a Drake de no poder probar su teoría, pero tú tampoco aportas pruebas a la tuya.

    —Y si ambas teorías se basan en indicios y en posibilidades, solo podremos elegir en base a creencias —completó Effy—. Así que, si de verdad crees que hay dos asesinos, aporta pruebas.

    Y, al escuchar aquello, el Estratega suspiró con enorme satisfacción.

    —Ya pensaba que no ibais a pedírmelo nunca —y se encogió de hombros, haciendo un gesto de alivio demasiado exagerado—. Síp. Tengo pruebas que avalan mi teoría. ¿Verdad, Brendan?


    —…

    El periodista no dijo nada, pero todas nuestras miradas se centraron en él, y eso pareció incomodarle. Con lentitud, alzó la mirada, y pasó sus ojos por todos nosotros, uno a uno, como si nos estuviera analizando. Al terminar, volvió a agachar la mirada.

    Ian, insistente, se aclaró la voz de forma brusca antes de hablar.

    —Creo que no me he expresado con claridad. Reformularé la pregunta: tengo pruebas que avalan mi teoría, ¿verdad, Brendan? ¿O acaso debo mostrarle a todos tu secreto?

    —… es cierto —intervino de pronto, nervioso y con la voz entrecortada—. La teoría de Ian tiene más validez, porque… esto prueba que no pudo haber dos asesinos.

    Y Brendan, entonces, alzó su cuaderno para que todos pudiésemos verlo. Tenía, en una página, en letra minúscula y completamente ilegible desde tanta distancia, varias frases escritas, una bajo la otra. Frunciendo el ceño para forzar su vista, Steve preguntó:

    —Hmmm. ¿Qué pone?

    Brendan pareció molesto de tener que leer, pero, con todo, la mirada insistente de Ian le advirtió que debía hacerlo.

    —… es un registro de la gente que estuvo entrando y saliendo del ascensor de la torre.

    —¿E-Estuviste espiando todo el tiempo? —exclamó Emily, asombrada.

    —No espío, investigo —espetó él, solo para empezar luego, esta vez sí, a leer el texto—. “Mimiko Honda entra en el ascensor. Alpha Xenodis entra en el ascensor. Mimiko Honda sale del ascensor. Elisa Daroch entra en el ascensor. Ian Lockhart entra en el ascensor. Dante Miles entra en el ascensor. Chad Redflame entra en el ascensor. Ian Lockhart sale del ascensor. Dante Miles sale del ascensor. Elisa Daroch sale del ascensor”. Eso es todo.

    Quedé en silencio por un momento.

    —Esto nos da un registro de sospechosos mucho más reducido… Mimi, Elisa, Ian y Dante —afirmé.

    —¡P-Pero yo no…! —se defendió Mimiko, mano temblorosa sobre el pecho.

    —¿Entiendes ahora por qué mi teoría es la más acertada? Porque es imposible que una sola persona matase a las dos víctimas —espetó Ian, acusador.

    —N-No creo entenderte —le dije, tragando saliva—. ¿Qué se supone que prueba eso?

    —… tché. Menuda decepción. Pensaba que el Super Policía sería más observador —se quejó Ian.

    Fue Hubert el que, de brazos cruzados, pareció dar con la clave.

    —Además de ese registro no demasiado fiable de sospechosos… —c-cierto, ¿podíamos fiarnos de lo que había escrito Brendan? ¿Era, acaso, verídico? Solo teníamos su palabra, las anotaciones que el propio Periodista había escrito. Sería perfectamente posible que mintiese. ¿Quién decía que él mismo no era el asesino…?—, si consideramos cierta la información que nos da Brendan, nadie entró dos veces al ascensor. Por lo que nadie pudo moverse de una planta a otra.

    —¿Q-Qué quieres decir? —preguntó Steve.

    —… todos vimos cómo funcionaba el ascensor —comentó Dante, en tono bajo y reflexivo—. Sabemos que el mecanismo de la armadura cambia su dirección, pero, para eso, primero tiene que dirigirse a la tercera planta. Solo si después se vuelve a tomar llevará a la sala contraria. De manera que, si un solo asesino hubiese cometido ambos crímenes, habría tenido que ir a una de las salas, activar el mecanismo, volver a la tercera planta y montar de nuevo para acceder a la segunda.

    —Ah, ya lo entiendo —susurró Elisa, ojos cerrados—. Si Brendan no vio a nadie entrar dos veces al ascensor, entonces es inviable que una sola persona pudiese haber cometido el crimen.

    —… —h-había algo en esa lista que me inquietaba. Algo no estaba bien. A-Algo era… demasiado extraño. Pero no podía entenderlo del todo si no comprendía bien el funcionamiento del mecanismo.

    Solo podía tener claro que, si el funcionamiento era como creía, debía haber, necesariamente, una suerte de salida de emergencia… y esa tuvo que ser la vía que usó el asesino para escapar.

    —Solo hay un asesino —afirmé, decidido—. ¡Insisto en ello!

    —¿Y cómo explicas, entonces, esta discordancia? —me preguntó Ian, sonrisa ladina en su rostro. Él ya lo sabía. ¡Estaba seguro de que sabía la verdad! No mentía cuando decía conocer la resolución del caso.

    Acaricié mi mentón, y busqué el apoyo visual de Steve y Em. Ambos me miraron y asintieron, sonrientes. Esas sonrisas me dieron energías. Y l-las necesitaba, sin duda, porque… iba a dar el primer paso hacia el camino de la verdad. Y estaba bastante seguro de que sería doloroso y difícil.

    —La explicación sería que… creo que debe existir una salida de emergencia —afirmé, decidido, pero, al mismo tiempo, asustado. Asustado de la verdad—. Debe haber una forma en la que ambas salas se conecten, más allá del ascensor. Un camino directo entre una sala y otra. De ser así, un mismo asesino pudo ir a una, matar a Alpha o a Chad y luego entrar directamente a la otra. De esa manera, solo habría entrado al ascensor una vez, y engañaría a los ojos de Brendan.

    —Hmpf —Ian se cruzó de brazos, frunció el ceño y me miró por encima del hombro—. Es una opción, sin duda. Pero sigue sin tener forma de ser probada. Y esta vez, querido Drake, eres tú el que planteas una solución mucho más compleja que la mía. Todo es más simple si, simplemente, admitimos que hay dos asesinos, ¿no crees?

    Effy, tras un suspiro, asintió.

    —Lo lamento, Drake, pero… debo admitir que Ian está en lo cierto. Planteas algo demasiado complejo, y no tenemos forma de comprobar si estás o no en lo cierto.

    —Drake siempre termina acertando —espetó Steve—, ¡de modo que esta vez también debe estar en lo cierto! No confiéis en Ian, ¡él siempre nos ha traído problemas!

    —No es una cuestión de confianza —afirmó Hubert, serio—. Es una cuestión de lógica. Mientras no se pruebe la existencia de esa “salida de emergencia” de la que habla Drake, debo ponerme del lado de Ian… sencillamente porque tiene más pruebas a su favor.

    —¡Pero… Drake solo quiere ayudar! —trató de convencer Em.

    Mimi, entonces, apretó con fuerza sus puños.

    —S-Si admitimos la teoría de Ian… h-habría una posibilidad de que la muerte de ese idiota hubiese sido en vano, ¿cierto? N-No pienso admitir eso —señaló entonces al frente con decisión, cargada de rabia—. ¡Mimiko Honda apoyará a Apestes!

    Elisa, ojos cerrados, dejó caer una lágrima por cada uno de ellos.

    —Pero… defender la teoría de Drake, si fuese falsa, ¿hará justicia…?

    —Hmpf —Dante se cruzó de brazos—. Parece que tenemos opiniones divididas.

    Y, entonces, Monokuma intervino.

    —¡Ajá! ¡Lo habéis dicho! ¡Estoy seguro de ello! Upupupu.

    —¡Sí! —exclamó, con una gran sonrisa, Ian—. Ah, llevo todo el tiempo esperando este momento. ¡Dale, Monokuma! ¡Sentenciemos esto con uno de esos emocionantes debates!

    —¿E-En serio? —se quejó Effy—. ¿Tenemos que hacer eso de los equipos otra vez?

    —¡Upupupupu! ¡Claro que sí! ¡Hay que sacar rendimiento a nuestra clase de juicio metamórfica! ¡Adelante!

    Y, al activar su mecanismo, de nuevo los atriles comenzaron a flotar de nuevo, alineándose en función de nuestras opiniones, y formándose, así, dos equipos. Esta vez, éramos Dante, Emily, Steve, Mimi y yo… contra Elisa, Hubert, Effy, Brendan e Ian. En pantalla apareció la pregunta a discutir: “¿Cuántos asesinos hay en este caso?”. Y, por ende, cada equipo defendía una respuesta distinta, siendo mi bando el defensor de que “Hay un solo asesino”, y el de Ian defendiendo la teoría de que “Hay dos asesinos”.


    Mi teoría… tenía una corazonada, y, si Emily y Steve creían en mí, ¡yo también debía creer! Estaba en lo cierto, ¡seguro! Y nos encargaríamos de demostrarlo.


    Pude observar claramente cómo todos salían y entraban, y nadie salió dos veces —reiteró Brendan.

    ¡Mimi, te lo dejo a ti!

    ¡Ya lo ha dicho Drake, pesado! Si fuese posible ir de una sala a otra por otra vía, ¡no habría necesidad de salir dos veces!


    Pero, ¿existe esa salida de emergencia de la que habláis? No hay ningún indicio que apunte a ello —cuestionó Hubert.

    Las salas de la torre escondían muchos secretos, ¡no sería extraño que hubiese una salida de emergencia oculta!

    ¡Bien hecho, Steve!


    Hemos hablado de todos los mecanismos que citaban los documentos, y ninguno de ellos hacía referencia a una salida de emergencia —dudaba Elisa.

    ¿Y si hemos malinterpretado los mensajes de los documentos? Quizá sí que haya alguna metáfora referida a dicha salida…

    Em, ¡eso ha estado genial!


    Pero había dos documentos, cada uno hablando de una sala. ¡El mecanismo es el mismo, pero moviendo diferentes armaduras! —Effy sin duda impone…

    ¿Por qué asumes que cada documento habla de cada sala? Tal vez hablen de distintas formas de salir de ambas, ¿no?

    D-Dante… gracias por el apoyo.


    Hmpf. Entonces, ¿cómo proponéis que se comunican ambas salas? ¿Cómo funciona esa “salida de emergencia” tuya, Drake? —dijo Ian, con absoluta calma.

    Te responderé personalmente, Ian.

    Las salas están en una torre, ¿no? Creo que ambas se comunican a través de escaleras ocultas o algo similar… ¡una sala está sobre la otra!


    Eso suena demasiado inverosímil —protestó Elisa—. ¿Cuál es vuestra teoría entonces? ¿Cómo es posible que haya solo un asesino?

    … acabaré con esto yo mismo.

    Está claro: ¡porque el asesino bajó o subió por las escaleras y luego regresó a la tercera planta con el ascensor!


    Finalmente, las luces se apagaron. Expectante, miré la pantalla, deseando saber el veredicto de Monokuma. Nuestras cinco figuras pixeladas aparecieron, con un sonidito de victoria. “Gana el equipo azul”… esa fue la frase que apareció. Nunca pensé que ganar un debate fuese a provocarme tanta satisfacción.

    —Tsk… todo lo que habéis hecho ha sido teorizar —comentó, cuando los atriles ya estuvieron de nuevo en su sitio, Ian, molesto por la derrota—. Habréis ganado este debate, pero eso sigue sin demostrar nada.

    —Precisamente ese es el objeto del debate —espetó Dante—. Ahora, no tenéis más remedio que admitir la teoría de que solo hay un asesino, porque esas son las reglas del debate. De modo que ya no discutiremos más acerca de si pueden haber dos asesinos.

    —E-Exacto —seguía chocándome un poco que Dante se viese tan involucrado en apoyarme esta vez. Con discreción, sí, pero se notaba que estaba de mi lado y que se implicaba de lleno en la resolución del juicio. Podía ver de reojo a Em, mirándolo con ojillos vidriosos cada vez que hablaba, como si le emocionase ver que “su Dante” parecía estar de vuelta—. Ahora, tenemos que partir de la premisa de que solo hay un asesino… de modo que se trata de discutir acerca de esta salida de emergencia de la que hablo.

    —Hay una cosa que no entiendo, Drake —me preguntó Effy—. ¿Por qué estás tan empeñado en que debe existir esa salida? ¿Qué te ha motivado a pensar en ello?

    —… pensar en la forma en la que funciona el mecanismo del ascensor me hizo darme cuenta… —frotaba mi mentón, nervioso. Estaba cerca de exponer al asesino, muy cerca—. Como ya he dicho en el debate, creo que el ascensor lleva a las dos salas idénticas, y que una está arriba y la otra abajo… de manera que el ascensor asciende o desciende según el uso del mecanismo. Pero, pensemos una cosa: ¿qué sucedería si alguien, en una de las salas, acciona el mecanismo que invierte el sentido del ascensor, y entonces, antes de que pueda salir de allí, llega otra persona y llama el ascensor desde la tercera planta? En el momento que el ascensor llegue a la tercera planta, suponiendo que la primera persona esté en la sala de arriba, el ascensor ya bajará siempre. Entonces, si no existen formas de salir, ¡esa persona se quedaría ahí atrapada! Por eso pensé que debía existir una salida de emergencia.


    —¡Oh! —exclamó Hubert—. Era una cuestión tan banal que no me paré a valorarlo… —pareció meditar durante unos instantes—. Si no hubiese salida de emergencia, no cabría la asunción de que el ascensor solo puede alterarse desde una de las salas para que lleve a la otra, pero no puede deshacer dicho cambio.

    —Estoy bastante seguro de que, en efecto, nuestra asunción era cierta: hay una armadura dedicada a una de las vías de salida, el ascensor, y la otra se encarga de desbloquear la salida de emergencia; y la armadura que se encarga de accionar el mecanismo del ascensor solo puede usarse, creo que como medida de seguridad, una vez; en una misma sala no puede deshacerse el cambio de sentido del ascensor —medité en voz alta.

    —¿Por qué? —inquirió Ian, con un tono algo agresivo.

    —Creo que… y esto es una mera conjetura… —estaba algo dubitativo, pero… las fotos bajo contraseña, los documentos encriptados… todo apuntaba a que trataban de ocultar el mayor número de datos posible acerca de las salas. Y eso tendría mucho sentido si mi conjetura es cierta—… las salas eran una especie de escondite. Estaban diseñadas para poder vigilar desde lo alto de la torre, en una de las salas, y poder acceder fácilmente a la otra, bajo la misma, en caso de que alguien viniese.

    —E-Eso es… tan absurdo que… —Hubert parecía contrariado. La lógica pura no siempre era el camino… a veces, había que usar corazonadas, instintos, había que lanzar una moneda al aire. Y eso era algo que su mente no podía comprender.

    —Entonces, si no lo he entendido mal, uhm —Steve parecía esforzarse por seguir el hilo—. Nosotros pensábamos que los dos textos encriptados hablaban cada uno de una sala y sus mecanismos. De manera que consideramos que, cuando decía “lanza el acero izquierdo y el mundo girará” se refería a que, si girabas sobre su eje la armadura izquierda en una de las salas, el ascensor cambiaría; y cuando decía el otro texto “lanza el acero derecho y da marcha atrás”, se refería a que el ascensor volvería a su posición original si girabas la armadura de la derecha en la otra sala.

    —Agh, estoy mareada y todo —se quejó Mimi.

    —Pero la realidad es que los textos hablan de las formas distintas de salir de las salas y entrar a la otra… —continuó Em— de manera que uno de los textos habla del mecanismo del ascensor, y el otro de la “salida de emergencia”, ¿no?

    Asentí.

    —Pero, ¿cuál es cuál? —preguntó Steve, dubitativo.

    La respuesta a eso no debería ser difícil, considerando los datos que teníamos. Sabemos que el asesino movió la armadura que manipulaba el mecanismo cuando encontramos el cuerpo de Chad. Y, debido a que Chad aún sangraba un poco y añadiendo a eso el peso del cuerpo… dudo mucho que el asesino moviese la armadura en la que se encontraba Chad. Puesto que Chad estaba incrustado en la armadura de la izquierda, la respuesta, entonces, debería ser obvia:

    —El texto que hace referencia al ascensor es este: “Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”. Y, por eliminación, este es el que hace referencia a la salida de emergencia: “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”.

    Mimi frunció el ceño, confusa.

    —Uhm… y, ehm… eso quiere decir que… ¡oh, sí, ya lo tengo! Que, estés en la sala que estés, la armadura de la izquierda siempre reacciona abriendo la salida de emergencia, ¡y la armadura de la derecha siempre reacciona cambiando la orientación del ascensor!

    —Bravo, todo eso está genial —Ian se encogía de hombros, indiferente—. Pero, entonces, ¿qué quiere decir ese “da marcha atrás” y ese “el mundo girará”?

    Me tomé unos segundos en contestar, tiempo que aprovechó Dante para ser él el que contestase.

    —… es obvio que la entrada desde la academia a las salas es desde el ascensor; por ello, el “da marcha atrás” se refiere, simplemente, a volver a montarse en el ascensor. Y, respecto a la otra frase…

    ¿P-Puede ser que…?

    —¿Tal vez… una de las paredes gire y revele las escaleras de las que hablo detrás de ella? P-Probablemente una de las paredes con candelabros reaccionen de esa forma, ya que sabemos que en la pared de las armaduras está el ascensor, y en la frontal está la ventana tras el cuadro.

    Fue entonces cuando Ian aplaudió. Odiaba cuando hacía eso. Me generaba más inseguridad aún, lejos de animarme.

    —¡Genial, Drake! Cada día me sorprendes más. ¡Has acertado de lleno!

    —¿E-Eh…?

    —Es tal y como dices. Yo mismo descubrí la verdad cuando investigué, junto a Dante, una de las salas… ¿cierto? —miró a Dante.

    —…

    —¿D-Dante…? —Emily pareció afligida. Pude ver en su mirada morada cómo se desmoronaban todas las esperanzas que había acumulado respecto a su novio al oír aquella revelación—. ¿Q-Qué hacías con Ian? ¿Y-Y por qué no dijiste antes todo esto…?

    —… n-no quería que supieseis la verdad de esa sala. No debíais saberla, pero… resultó tener demasiado que ver con este caso.

    —¿La verdad de esa sala? —Steve estaba confuso.

    Y, a decir verdad, yo también. De nuevo, Dante parecía saber mucho más que el resto. Así que él e Ian estuvieron juntos cuando entraron en la sala… bueno, eso es acorde a la declaración de Brendan, supongo.

    Ian, ajeno a cualquier tipo de tensión o de emociones, sonrió y siguió su discurso.

    —Sí, bueno… la cuestión es que Dante y yo descubrimos la salida secreta. Tal y como dijiste, Drake, la armadura de la derecha reveló un hueco que parecía ser un ascenso secreto… pero estaba detrás del cuadro. Y no eran escaleras, eran… más bien una especie de tobogán bastante grande. Parecía que quienquiera que planeó todo aquello pretendía que se usase solo como bajada, no como subida.

    Me quedé algo afligido al oír aquello.

    —¿Detrás del cuadro? —inquirió Elisa—. Juraría que detrás del cuadro hay una ventana.

    —Bueno, no tuvimos tiempo de investigar mucho más, porque Chad llegó entonces a la sala, y tuvimos que apresurarnos a volver a bajar el cuadro para que no pudiese verlo. Era importante mantener aquello como un secreto, ¿cierto, Dante?

    —… —Dante no parecía querer hablar. ¿Q-Quién demonios era ese chico? ¿Qué sabía? ¿Por qué se comportaba de esa forma…?

    Quedé un momento reflexivo, en silencio.

    —Definitivamente, en la sala de Alpha, que parece ser la superior, había una ventana detrás del cuadro… de modo que debía ser, necesariamente, una de las paredes de los candelabros la que ocultasen la salida de emergencia. Y, si como decís, el descenso se hacía a través de un tobogán… —¿q-qué implica eso?—. Supongo que dicho tobogán recorrería la torre girando alrededor de su eje, como lo haría una escalera de caracol… y sería en la sala de abajo donde habría un hueco detrás del cuadro. Supongo que el mecanismo del cuadro de abajo y el mecanismo de la pared de arriba reaccionaban a la vez, para abrir tanto la entrada como la salida.

    —Exacto —Ian asintió, cruzando los brazos—. Es la misma conclusión a la que llegué yo —de pronto, se cubrió todo el rostro con una sola mano, y me miró a través de sus dedos de forma amenazante—. Ahora, dime… dejemos de debatir sobre la intrincada estructura de la torre, y vayamos al grano: ¿quién es el culpable? ¿Quién mató a Alpha y a Chad? A estas alturas, debes de saberlo ya, ¿no, Drake?

    —¡¿L-Lo sabes?! —exclamó Mimiko.

    —El asesino de Alpha… ¿sabes quién es? —inquirió Elisa, seria y decidida.

    —… —necesité un tiempo para tomar aire. Desde que Brendan dio la lista, yo ya había deducido quién fue el asesino. Porque solo si esa persona es culpable, dadas las circunstancias que conocemos, pudo haber entrado y salido en los momentos en que lo hizo—. Sí. Lo sé.

    >> La persona que hemos estado buscando todo este tiempo es… tú, Elisa Daroch.


    —Oh —se sobresaltó ligeramente ella—. Me sorprendes con esa afirmación tan repentina.

    —¿Q-Qué? —exclamó Mimi, afligida—. ¿Que Elisa es la… asesina? ¡N-No puede ser!

    —P-Pero Drake… ¿por qué crees que es ella? —Emily estaba al borde de las lágrimas—. Ella se preocupaba tanto por Alpha… t-tú y yo sabemos la relación que tenían, ¿no? ¡Nunca le desearía ningún mal a Alpha.

    —En efecto —Elisa se llevó una mano al corazón y cerró los ojos. Su expresión era totalmente sincera. Me costaba creer que estuviese mintiendo. ¿Acaso decía la verdad? ¿Acaso no le deseaba mal alguno a Alpha…?—. No le deseo ningún mal a Alpha, ni a ninguno de vosotros. Es por eso que no entiendo a qué se debe tu acusación, Drake. ¿Te importaría explicarlo?

    —… mi acusación se basa en las notas de Brendan —agaché la mirada. Me sentía, de algún modo, culpable. Como si fuese mi culpa que Elisa se viese tan sospechosa. Todo era porque su expresión, a menudo indescifrable, seguía siendo serena, pero, al mismo tiempo, no expresaba miedo, no expresaba tensión… solo tristeza. Tristeza y, de algún modo, ¿compasión? —. ¿Podrías volver a leer el orden de entrada de los sospechosos en el ascensor, Brendan?

    Pero no hubo respuesta.

    —Ejem… —se aclaró la voz bruscamente Ian, brazos cruzados.

    Y, entonces, la respuesta fue inmediata:

    — “Mimiko Honda entra en el ascensor. Alpha Xenodis entra en el ascensor. Mimiko Honda sale del ascensor. Elisa Daroch entra en el ascensor. Ian Lockhart entra en el ascensor. Dante Miles entra en el ascensor. Chad Redflame entra en el ascensor. Ian Lockhart sale del ascensor. Dante Miles sale del ascensor. Elisa Daroch sale del ascensor”

    —¿Qué hay tan sospechoso ahí? —me preguntó Elisa, aún con los ojos cerrados—. Es cierto, entré al ascensor para dirigirme a la torre y allí poder tener una… conversación con Alpha. ¿Y?

    —… sabemos que Alpha apareció muerto en la sala de arriba, y que Chad apareció en la sala de abajo. De modo que, en algún punto entre la entrada de Alpha y la entrada de Chad, para que ambos pudiesen estar en las salas en las que fueron encontrados muertos, alguien debió activar el mecanismo del ascensor en la sala de arriba. Y solo hay una persona que necesariamente tuvo que entrar al ascensor cuando este llevaba a la sala de Alpha… pero que luego salió cuando necesariamente ya estaba orientado a la sala de Chad.

    —C-Cierto —prosiguió Hubert, impactado—. Además, Ian y Dante acaban de declarar que se encontraron en la sala a la que accedió Chad… de modo que fue antes de que ellos entrasen cuando se produjo el cambio del ascensor.

    —Exacto —afirmé—. De manera que Elisa entró a la sala de arriba, la de Alpha… y salió desde la sala de abajo, la de Chad. Y ya sabemos que quienquiera que hiciese eso es porque estaba al tanto de la salida de emergencia, del “tobogán”, y se aprovechó de él para asesinar a ambos. ¡Y la única persona que encaja en ese perfil eres tú, Elisa Daroch!

    —… déjame preguntarte algo —dijo ella, sonriendo con tranquilidad—. En el escenario que me planteas, yo mato a Alpha empujándolo contra una de las armaduras, y luego desciendo por el tobogán y mato a Chad. ¿Correcto?

    —C-Correcto —se la veía tan calmada que tenía cierto miedo.

    —Entonces… —se llevó un dedo al labio inferior, como reflexionando—, ¿no crees que Chad se habría dado cuenta de mi llegada? ¿No crees que al oírme caminar y aparecer de la nada se habría alertado?

    —P-Puede ser… —contesté, confuso—. Sí, es lo más probable. Pero no entiendo qué cambia eso.

    —Cambia muchas cosas… porque la herida de Chad fue frontal, ¿no es así? —sonrió—. Si hubiese sucedido todo como tú dices, me habría topado con Chad, y se habría girado para mirarme… él ya estaría lo bastante alerta y confuso ante mi repentina aparición… no me sería fácil tomarlo con la guardia baja, mucho menos de espaldas. En todo caso, la herida debería haber sido por la espalda, porque lo hubiese empujado de frente. No soy lo bastante fuerte como para haberlo matado de otra forma, ¿verdad que no?

    El humor en la sala, de pronto, se había vuelto tremendamente sombrío.

    —E-Es cierto… —se dijo Steve—. Hay mucha distancia entre la pared frontal, por donde aparecería Elisa, y la armadura… Chad se habría dado cuenta necesariamente de su llegada.

    —¡P-Pero…! —¡agh! Me tenía acorralado.

    Pero tenía toda la razón. Un ataque de las características que tenemos entre manos sería inviable de esa forma. Elisa tuvo que haber usado otro método para empujar a Chad contra la armadura…

    Lo único claro es que Elisa sabía bien que Chad estaría en ese momento en la sala de abajo y planeaba matarlo. Probablemente lo tendría bien calculado, de algún modo. Sabría que el Dibujante estaría allí, en la sala de abajo, en el momento adecuado. Ahora tenía claro que el primero en morir fue Alpha. P-Pero, ¿cómo mató a

    —… Drake.

    —¿Huh?

    La voz de Dante me alertó. Me estaba mirando con seriedad, pero, al mismo tiempo, lograba transmitirme confianza. De algún modo, lo hacía.

    —Elisa pudo matar a Chad sin necesidad de bajar por el tobogán —sus ojos mostraban una confianza en sí mismo tremenda. En sí mismo y también en mí. Sí, eso me decían sus ojos oscuros: que confiaba en mí. Me estaba cediendo el testigo, me estaba dando el impulso que me faltaba.

    —¿Tú también, Dante? —Elisa suspiró, serena—. Os estáis equivocando. No tenéis ni idea de cuánto os estáis equivocando…



    Podéis intentarlo todo cuanto queráis… pero no tenéis forma de demostrarlo —insistía Elisa, sonriendo con pasividad.

    >> Si no podéis afirmar que bajé a la sala de Chad, ¡entonces no pude matarle!

    Je —rio Ian, encogiéndose de hombros—. Tal vez la teoría de los dos asesinos sea cierta, después de todo, ¿no?

    ¿Sugieres que Elisa mató a Alpha… pero no a Chad? —propuso, voz temblorosa, Emily.

    No maté a Alpha —dijo la acusada, ojos empañados—. Esa es solo la teoría aventurada de Drake.

    —... hey, Drake —intervino Dante, mirándome con seriedad—. Estás demasiado cerca de la verdad como para rendirte ahora.

    >> Recuerda las pruebas que no hemos analizado aún. Hay cosas sin explicar…

    Es inútil —insistió Elisa—. Deberíamos estar centrándonos en tratar otro tema. Yo no soy la asesina, no importa cuánto queráis hacerme ver como tal.

    —… recuerda, Drake —siguió diciendo Dante—. ¡Recuerda ese pequeño detalle sin explicación!


    D-Dante quiere ayudarme… casi puedo escuchar sus ánimos silenciosos, casi puedo sentir la fuerza de su mirada. ¡Estamos cerca! Con su ayuda, sé que podré hacer esto. El detalle que nos falta… ¡lo encontraré! ¡Por la verdad!


    Podéis intentarlo todo cuanto queráis… pero no tenéis forma de demostrarlo.

    >> Si no podéis afirmar que bajé a la sala de Chad, ¡entonces no pude matarle!

    Je. Tal vez la teoría de los dos asesinos sea cierta, después de todo, ¿no?

    ¿Sugieres que Elisa mató a Alpha… pero no a Chad?

    No maté a Alpha. Esa es solo la teoría aventurada de Drake.

    —... hey, Drake. Estás demasiado cerca de la verdad como para rendirte ahora.

    >> Aún hay cosas sin explicación…

    Es inútil. Deberíamos estar centrándonos en tratar otro tema. Yo no soy la asesina, no importa cuánto queráis hacerme ver como tal.

    —… recuerda, Drake. ¡Recuerda ese pequeño detalle sin explicación!


    El detalle sin explicación… algo que desde el principio del caso, desde la investigación, me llamó poderosamente la atención. ¡C-Claro, aparece en el Informe de Monokuma #3! El estado del cuerpo…

    —Hablas del estado del cadáver de Chad, ¿cierto?

    Dante asintió. Al final… al final sería Chad el que nos daría la clave, ¿huh?


    Podéis intentarlo todo cuanto queráis… pero no tenéis forma de demostrarlo.

    >> Si no podéis afirmar que bajé a la sala de Chad, ¡entonces no pude matarle!

    Je. Tal vez la teoría de los dos asesinos sea cierta, después de todo, ¿no?

    ¿Sugieres que Elisa mató a Alpha… pero no a Chad?

    No maté a Alpha. Esa es solo la teoría aventurada de Drake.

    —... hey, Drake. Estás demasiado cerca de la verdad como para rendirte ahora.

    >> El cuerpo de Chad tenía una pequeña contusión, ¿recuerdas?

    >> No hay muchas cosas en las salas que puedan usarse para provocar algo así…

    >> ¡Sé que puedes encontrar lo que se usó para golpear a Chad!


    L-Lo que se usó para golpear a Chad… huh. Si pensamos en las opciones que tenemos, solo hay una opción. Hay algo con señales de golpes. ¡El marco del gran cuadro de la sala superior! El mismo que se usó para ocultar la sangre de Alpha. ¿T-Tal vez…? S-Sí, parece lógico… ¡el cuadro se usó para golpear a Chad por la espalda a través del tobogán! D-Dios… ¡el cuadro causó la contusión viniendo desde arriba!

    B-Bien, ¡lo tengo! ¡Creo que lo tengo! Dante… gracias.


    Podéis intentarlo todo cuanto queráis… pero no tenéis forma de demostrarlo.

    >> Si no podéis afirmar que bajé a la sala de Chad, ¡entonces no pude matarle!


    —¡¡Te equivocas!! —sentía la adrenalina fluyendo con fuerza por mis venas. Sentía el pulso acelerado, la respiración entrecortada… ¡sentía la esperanza! ¡Iba a descubrir la verdad, aquí y ahora! —. El cuadro fue lo que provocó la contusión de Chad. ¡Esa fue tu “arma del crimen”! ¡Con eso lo mataste!

    —¿Cómo? ¿Te importa explicarte? —dijo ella, con aires ofendidos.


    —Lanzaste el cuadro por el tobogán.

    —¿¡Qué!? —exclamó Mimi—. ¿H-Hizo eso?

    —… —Dante sonreía… c-creo que es una de las pocas veces en que le veía sonreír.

    —Si el tobogán que conecta ambas salas es tan ancho como ancho es el cuadro, ya que según Ian y Dante se ocultaba tras el mismo, no habría problemas en usar el cuadro de la planta de arriba en posición vertical para lanzarlo directo hacia la sala donde estaba Chad. Si el asesino conociese la posición de Chad de antemano, si supiese que iba a estar justo frente a la armadura, el golpe de un cuadro tan grande a esa velocidad bastaría para empujarlo contra la lanza… eso también explicaría la extraña contusión en la espalda de Chad. Con este método, el empujón sería lo suficientemente rápido como para que Chad no tuviese siquiera tiempo de reaccionar. Todo lo que necesitaba Elisa para cometer este crimen era una enorme precisión.

    —… buena teoría —Elisa seguía imperturbable—. Pero tiene un fallo… y es que el cuadro fue encontrado en la sala de arriba, la de Alpha, ¿sabes? Si lo lancé como dices, ¿cómo pude recuperarlo?

    Sí, llevaba tiempo planteándome eso, ¿cómo? Sé que estaba en lo cierto, pero me faltaba ese detalle. Aunque, si asumimos que realmente fue así como sucedió, solo cabe una explicación.

    —Tuviste que usar algo como una cuerda para recuperarlo. Debiste atar el cuadro y lanzarlo… y luego solo tuviste que tirar. En el ascenso, de hecho, se generarían probablemente todos los golpes y fricciones que presentaba el marco del cuadro.

    —Sí, cualquiera podría conseguir una cuerda del almacén —observó Hubert—. Y si Elisa realmente planeó todo esto, no sería de extrañar que llevase la cuerda a la zona, a sabiendas de que la necesitaría. Su ilusión debía permanecer imperturbable.

    —… os arrepentiréis de esto, creedme —susurró Elisa, agachando la mirada. Luego, la alzó, y nos miró a todos con una sonrisa—. ¿Y bien? ¿Cómo podéis probar eso? No hay rastros de esa cuerda, ¿no?

    —Cierto, no los hay —contestó Effy, mordiéndose el labio—. Seguramente te deshiciste de ella en el incinerador, ¿cierto?

    —Ah, pero tampoco podéis probar eso, ¿verdad? —la acusada inclinó el rostro hacia la izquierda, sonriendo tranquilamente—. No podéis probar que me deshice de nada en la segunda planta.

    Y, entonces, lo vi. No podíamos probar eso, pero… sí que teníamos un testimonio que demostraba que Elisa pululaba por la segunda planta sin motivo aparente. En un primer momento, eso parecía no tener relación alguna con el caso… pero ahora, es un indicio más en su contra. Y ya son demasiados.

    —Lo tengo —dije, sonriente y triunfante. No dejaría que la verdad se escapase de mis manos—. El testimonio de Ian lo prueba. Él te vio momentos antes de descubrirse el crimen pululando por los pasillos de la segunda planta. ¡Y eso es demasiado conveniente! No sabemos la hora exacta a la que sucedió el crimen… pero si fue antes de encontrar el cuerpo, pudo ser justo después de matar a Chad… justo cuando ibas a deshacerte de esa pieza de evidencia.

    —… eso… eso es… —sonrió una vez más, aunque, esta vez, su sonrisa era algo temblorosa, forzada—. Os estáis confundiendo. No hay pruebas determinantes. Si me votáis… lo lamentaréis, todos. No sabéis el error que estáis cometiendo.

    —E-Elisa… —Emily no podía soportar todo aquello. Estaba al borde de las lágrimas, una vez más.

    Cerré los ojos y tomé aire.

    —De acuerdo… dejadme recapitular toda la información.

    >> ¡Esta es la verdad de este caso!


    Acto 1

    Este caso empieza, probablemente, mucho antes de que se cometiesen los crímenes… cuando descubrimos los mensajes encriptados en el cibercafé. Alpha, una de las víctimas, estuvo presente la primera vez que se leyó su contenido, y supo al instante qué querían decir. ¿Quién sabe? Probablemente incluso estuviesen pensados particularmente para él.

    Mi teoría es que Alpha le contó a la culpable la verdad detrás de la sala de la torre que había descubierto: que, en realidad, había dos salas idénticas conectadas entre sí. Pusieron a prueba los mecanismos de ambas salas y descubrieron la “salida de emergencia” y el mecanismo del ascensor… ambos mecanismos a través de las armaduras.

    Y, en este punto, nuestra culpable ya debía estar pensando en cómo llevar a cabo su enfermizo plan.


    Acto 2

    Chad, mientras elaboraba el mapa de la tercera planta, se dio cuenta de que había algo que fallaba en la sala de la torre… probablemente deducía que había algo extraño. En este punto, me es difícil averiguar qué pasó o por qué la culpable quiso matarle, pero, seguramente le dijo algo para manipularlo: su objetivo era lograr que acabase justo frente a una armadura en un momento determinado: el momento en el que lo asesinaría.

    El nivel de detalle del plan de la culpable era tremendamente elevado… y lo más irónico es que solo necesitó un cuadro, un poco de manipulación, y una cuerda o algo similar que seguramente tomó del almacén.


    Acto 3:

    Llegado el momento, Alpha y la culpable subieron al ascensor, y acabaron charlando sobre un tema bastante importante para la víctima en la sala superior. Lo que la Alpha jamás hubiese esperado es que la persona a la que quería acabaría haciéndole aquello… empujándolo de improviso contra la lanza de una de las armaduras. Con eso, su primera víctima había sido cobrada, y la culpable tuvo que moverse con velocidad para completar su plan.

    Primero, hizo girar la armadura de la derecha, la que no tenía aún al cuerpo, y así cambió el sentido del ascensor. Retiró el cuadro de la sala, el que cubría la ventana, y lo colocó a modo de “alfombra”, justo frente a las armaduras. Así, pudo quitar a Alpha y arrastrarlo sin dejar rastros de sangre hacia la otra armadura, donde volvió a empalarlo, creando la herida de doble entrada que pudimos apreciar luego.

    Todo lo que tuvo que hacer luego fue esperar…


    Acto 4:

    Cuando, de algún modo, supo que Chad estaba en la sala de abajo, justo frente a la armadura izquierda, hizo girar la armadura derecha de la sala de arriba, y así, abrió el acceso y la salida del tobogán. El cuadro no hacía ruido al alzarse, de modo que Chad no debió percatarse de que, justo detrás de él, acababa de abrirse un peculiar pasadizo secreto… digno de las caricaturas que él mismo dibujaba.

    La culpable, entonces, cogió el mismo cuadro que había usado como alfombra antes, y le ató con firmeza la cuerda. Todo lo que tuvo que hacer luego fue arrojarlo. En su descenso, el cuadro fue tomando más y más velocidad… y salió despedido por el otro extremo del tobogán. De este modo, Chad quedó fue empujado por la espalda, provocándole el golpe una contusión, y se precipitó justo sobre la lanza de la armadura, matándole por la gravedad de la herida.

    Tras eso, la culpable tiró hacia arriba de la cuerda, y recuperó el cuadro… no sin antes provocarle algún que otro golpe menor al marco del mismo. Recordemos que el tobogán era curvo, y en el ascenso sería complicado que no se golpease con las paredes. Al recuperarlo, desató la cuerda y recolocó el cuadro en su sitio… y se lanzó por el tobogán ella misma.


    Acto 5:

    Ya abajo, la culpable verificó que su víctima estaba muerta, ocultó el acceso secreto y se marchó utilizando el ascensor. Pudo pasar desapercibida fácilmente a la vigilancia de Brendan, ya que en ningún momento tuvo necesidad de subir dos veces al ascensor, pareciendo así que no pudo haber estado en ambas salas al mismo tiempo.

    Ocultando la cuerda tanto como pudo, se dirigió con ella al incinerador de la segunda planta, y allí se deshizo de ella… pero, por el camino de vuelta, se topó con Ian. En un principio, parecía que aquello no tenía relación alguna con el caso, pero, al final, resultó ser un testimonio importante para la resolución del caso.


    Acto 6:

    Tras todo esto, Steve, Ian y yo, buscando el iKuma desparecido del segundo, nos dirigimos al ascensor de la torre, sin saber que ahora nos llevaría a la sala de abajo… y así, fuimos los primeros en presenciar la grotesca escena: Chad estaba empalado en la armadura izquierda.

    Poco a poco, todos nos reunimos en la sala… y la culpable aprovechó el primer momento de descuido para apagar las luces. Todo cuanto tuvo que hacer entonces fue girar la armadura derecha, y así, cambió de nuevo el ascensor.

    Ignorantes de este importante cambio en los mecanismos, salimos fuera, en busca de un foco de fuego. Hubert, Brendan y yo nos encargamos de vigilar que nadie entraba de nuevo mientras tanto… pero la culpable no necesitaba volver a entrar. De hecho, Alpha fue su primera víctima, y ya estaba muerto desde mucho antes.

    Cuando volvimos a subir al ascensor, esta vez nos llevó a la sala superior, pero todos creímos erróneamente estar en la misma sala. Y así, al presenciar el cadáver de Alpha en la armadura derecha y la sangre en la izquierda, todos asumimos que Chad había desaparecido y Alpha había sido asesinado justo después.


    Esa es la verdad detrás de todo este gran engaño… ¿no es así, Elisa Daroch, la Super Medium?


    El silencio, una vez más.

    —… bueh, ¿ya habéis terminado? ¿Podemos iniciar la votación? —preguntó Monokuma, bostezando con energía.

    Nadie respondió. Ni siquiera Elisa.

    —En fin. ¡Pues vamos allá!

    —N-No debéis votarme… —susurró Elisa—. Estaréis todos perdidos si lo hacéis. Vuestra única posibilidad de salvaros… desaparecerá si yo muero.

    —... ¿a qué te refieres? —inquirió Dante.

    —¡Es la hora de la votacióoooon! —gritó entonces Monokuma.

    Y no pudimos seguir debatiendo mucho más. Pronto apareció en pantalla la opción de votar, y, con pulso tembloroso, seleccioné a Elisa en dicho panel. Por algún motivo, tenía una desagradable sensación.

    —¿Ya habéis terminado? ¡Genial! —Monokuma se veía tremendamente emocionado—. Veamos cuáles han sido los resultados… ¿habréis elegido la opción que acertada… o la mortalmente errónea? ¡Comprobémoslo!

    Y, entonces, apareció, una vez más, la ruleta que sentenciaría a uno de nuestros amigos. La ruleta giró y giró… y, por supuesto, se detuvo sobre Elisa. Ocho votos señalaban a Elisa, y… había un voto que me señalaba a mí, y otro voto que señalaba a Mimi.

    —¡Bravo! —gritó Monokuma—. ¡Habéis elegido bien! ¡La asesina tanto de Alpha Xenodis, la primera víctima, como de Chad Redflame, la segunda, fue todo el tiempo Elisa Daroch! Upupupu.

    Agaché la mirada, entristecido. Todos estábamos entristecidos, dolidos, alicaídos. Que Elisa hubiese matado no solo a Chad, sino a Alpha… ¿por qué? ¿Qué la llevó a hacer aquello? Alpha la quería. ¿Qué podía motivar a Elisa a hacer eso…?

    —¿P-Por qué, Elisa…? —susurró Mimi—. ¿Por qué mataste a Chad y… a-a Alpha?

    Elisa agachó la mirada, hundida en lágrimas.

    —Yo solo quería salvaros a todos. A Chad, a Alpha, y a todos. P-Pero ahora moriré. Ahora seré incapaz de salvaros.

    —¿Salvarnos? ¿Cómo se supone que nos salvarías…? —inquirió Steve, mano en el pecho.

    —Matándoos a todos en esta clase del juicio.

    Aquella frase la dijo con dolor, mirándonos con los ojos bañados en un mar de lágrimas. ¿Pretendía salvarnos… matándonos?

    —Tú fuiste la que me robó el iKuma, ¿verdad? —preguntó Ian.

    —¿Huh? ¿Q-Qué? ¡P-Pero si tu iKuma lo robó Chad! —grité.

    —Oh, no, no, no —Ian negó vehementemente con un dedo—. Yo nunca dije que me hubiesen robado mi iKuma. Dije que me habían robado el iKuma. No es mi problema que hagáis asunciones erróneas y que me resulte estratégicamente más interesante que creyeseis algo erróneo —se encogió de hombros—. Veréis… cuando vi que en mi iKuma apareció el motivo de Chad, consideré interesante negociar con él. Fue entonces cuando le pedí un cambio.

    —¿U-Un cambio…?

    Asintió.

    —Sí, un cambio. Yo le hice entrega de mi iKuma, con su video, y él, a cambio, me daría su iKuma… que tenía el video de Elisa. Pero ella, que no quería que nadie lo viese, me lo robó antes siquiera de que pudiese verlo, ¿cierto?

    —… exactamente —Elisa lloraba, lloraba desconsoladamente. Como si realmente sintiese una profunda pena, una enorme decepción—. Y-Yo vi mi video mientras estuvo en mi iKuma… y C-Chad vino a preguntarme sobre lo que vio en mi video una vez que se produjo el cambio. Fue entonces cuando supe que debía matarle. Debía matarle si quería que mi plan saliese bien… pero Chad se lo intercambió a Ian. Por eso lo robé, para evitar que alguien más lo viese. Eso implicaría una tercera víctima.

    Tragué saliva, impactado. Decidí seguir escuchando su historia por el momento, pese a que no comprendía absolutamente nada.

    —L-Luego, Alpha vino a contarme acerca del secreto de las salas de la torre… y fuimos a investigarlas juntos. Cuando vi todo aquello, se me ocurrió el plan perfecto… el plan para salvaros a todos. Pero Alpha sabía demasiado, sabía todo lo relacionado con la sala… por eso, se convirtió en mi otra víctima.

    >> Me dirigí a Chad y le mentí acerca las armaduras de la sala de la torre. Le dije las armaduras estaban encantadas y que ocultaban un secreto. Él estaba tremendamente frustrado y confuso, porque sabía que había algo raro en la torre… de modo que le hice creer que si iba a una hora concreta hacia la armadura izquierda, podría ver algo extraño, algo que le mostraría la verdad. Así fue como logré tenerlo donde quería, y… el resto ya lo sabéis. Alpha quiso confesarme sus sentimientos, y le pedí que fuésemos a hablar a la torre… y allí lo hice todo.

    —¿¡Pero por qué!? —Mimi también estaba llorando, completamente frustrada—. No puedo entenderlo. ¿Cómo pretendías salvarnos a todos? ¿Cómo pretendías salvar a Alpha… matándolo?

    —Yo solo quería salir de aquí y mataros a todos… porque era la única forma de salvaros.

    Sacó entonces el iKuma de Chad, el que le había robado a Ian, y abrió su propio video personal. Nos lo mostró en silencio, y comenzamos a oír la voz de Monokuma.


    Elisa Daroch, la Super Medium. Conocida por todo el mundo del esoterismo por sus fascinantes poderes espirituales. Se dice que es capaz de hablar con los muertos porque tiene una extraña conexión con el más allá… pero, ¿cuál es el deseo de Elisa? ¿Cuál puede ser la mayor aspiración de una chica como ella, tan en contacto con la muerte, con el fin absoluto de todo?

    De pronto, la imagen mostró a Elisa con dos ancianos, sonriendo como nunca la había visto sonreír: Elisa, bastante más joven en aquella foto, tenía una expresión verdaderamente alegre. Y la voz de Monokuma siguió hablando.

    ¿Por qué empezó Elisa a interesarse por el esoterismo, en primer lugar? Aprovechó sus poderes inherentes y comenzó a entrenarse para intentar algo que nunca antes se había logrado: resucitar a los muertos. ¡Así es! Elisa Daroch odiaba a la muerte con todo su corazón, porque la muerte le arrebató a sus abuelos, las personas que más quería. Y, desde entonces, investigó para poder comunicarse con ellos, poder acercarlos más a los vivos… todo en busca de una técnica “imposible”, todo en busca de la resucitación. Pero… ¿es, realmente, imposible…?

    >> Podemos hacer que cualquier muerto resucite. Podemos enseñarte a hacerlo. Podemos enseñarte la técnica que tanto tiempo has dedicado a intentar desarrollar —y se enfocaron entonces un par de tumbas. Con lentitud, las tumbas parecieron temblar… como si algo bajo ellas estuviese surgiendo. Pero, tras eso, toda la pantalla se volvió negra, y la voz de Monokuma se volvió a hacer eco—. Gradúate… y podrás cumplir tu sueño de devolver a la vida a quien desees.

    Todos quedamos completamente mudos.

    —Y-Yo quería… quería salir de aquí… si yo salía de aquí, luego podría resucitaros a todos. A Alpha, a Chad, y a todos vosotros —Elisa estaba al borde del ataque de nervios. Era una chica tan calmada… que se me hacía tremendamente extraño verla en aquella tesitura. En cierto modo, se me hacía triste—. L-Lo siento… fracasé…

    —E-Elisa… —Steve seguía afligido.

    —¿Cómo pudiste… creer esa mierda? —Mimi habló lento, pero pronto estalló su ira interior—. ¿¡Quisiste crear un maldito crimen perfecto para matarnos a todos, y luego resucitarnos!? ¿Tienes idea de lo absurdo que es eso? ¡¡Te mintieron, Elisa!! ¡Monokuma te mintió! ¡Nunca podrías habernos resucitados, eso… eso es sencillamente imposible!

    —¡Claro que no lo es! —espetó de pronto Monokuma irritado—. ¡Es perfectamente posible! No hay nada que no podamos conseguir, ¿sabes? Upupupu. Oh, pero qué más da. Ya es demasiado tarde.

    —… —Elisa agachó la cabeza, alicaída.

    —¡Es hora deeeeel…!

    Aparté la mirada, tembloroso, nervioso. No quería que sucediese de nuevo. No quería tener que presenciar ese horror otra vez.

    —¡… caaaaaastigo! —girtó Monokuma.

    —Lo siento… —repitió Elisa.

    Y, entonces, Monokuma golpeó con su martillo aquel botón, y en pantalla apareció la figura pixelada de Elisa, correteando mientras era perseguida por un Monokuma fantasma. Apareció la frase: “Elisa Daroch ha sido encontrada culpable. Comenzando el castigo”.



    Elisa fue llevada a una explanada oscura y rodeada de tumbas. Había tumbas por todas partes… y Elisa, aún llorando, se agachó en el centro de aquel cementerio. En una de las tumbas ponía: “Exorcismo: ejecución de la Super Medium”.

    Entonces, en tándem, las tumbas empezaron a temblar una detrás de otra, y manos de Reversekuma destrozados surgieron de la tierra. Lentamente, Reversekumas zombis comenzaron a avanzar hacia Elisa, mientras ella temblaba, aún quieta en el suelo y con la cabeza agachada. Cuando la alcanzaron, en lugar de devorarla, la alzaron sobre sus cabezas y comenzaron a pasársela de unos a otros, como si fuese una mera pelota. Entonces, Elisa fue agarrada por lo que parecía una especie de fantasmas: parecían ser Alpha y Chad. La alzaron y alzaron y alzaron… pero, entonces, un grupo de Monokumas con extraña indumentaria apareció, y una extraña musiquilla comenzó a sonar.


    Cargados con extrañas armas, los Monokuma apuntaron a los fantasmas con estas armas. Al disparar todos a la vez, una especie de láser manó de las “pistolas”, y tanto los fantasmas como Elisa quedaron inmovilizados. El cuerpo de Elisa parecía estar quemándose, sin embargo, poco a poco. Moviendo con cuidado sus armas, desplazaron a los fantasmas y a Elisa, casi calcinada ya, sobre una enorme caja con rayas amarillas y negras, y los soltaron allí. Elisa sacó su mano, achicharrada, de la caja, clamando ayuda… pero, entonces, los Monokuma “cazafantasmas” cerraron de golpe la caja, y se sentaron sobre ella, celebrando la “captura” en posición de victoria. La mano de Elisa quedó colgando fuera de la caja, sin vida.


    Una vez más, habíamos tenido que ver cómo mataban a un compañero... y lo peor de todo es que cada vez lo aceptábamos más como algo que debía pasar... como la consecuencia necesaria de nuestra decisión.

    Pero aquello no era necesario. Aquello era completamente enfermizo. Aquello era desesperación pura.

    Reglas vigentes:

    >> Regla 1: durante el día, los alumnos podrán recorrer la Academia a su antojo, con escasas restricciones. En la noche, el acceso a determinados lugares quedará restringido.

    >> Regla 2: a las 8:00 AM sonará el anuncio escolar que dará comienzo al día oficialmente, y a las 10:00 PM sonará el anuncio escolar que dará paso al tiempo nocturno. No existen restricciones de sueño, cada alumno es libre de dormir o no dormir como lo estime conveniente.

    >> Regla 3: el Director de la academia y el resto de profesores no podrá interferir directamente con los alumnos; no podrá dañarlosfísicamente o interferir en el desarrollo normal de sus actividades.

    >> Regla 4: los alumnos deberánasistir a las clases que el Director o profesores impongan de forma estrictamente puntual. Se permitirá un retraso máximo de 20 minutos, a partir del cual se considerará esta regla como incumplida.

    >> Regla 5: en caso de incumplimiento de una regla, las ametralladoras ejecutarán al infractor de la regla.

    >> Regla 6: únicamente quienes se gradúen podrán salir de la Academia. Quienes se gradúen no podrán volver a entrar, tendrán que dedicar su vida a cumplir con sus obligaciones como graduado o graduada en el exterior. El método de graduación se definirá en posteriores reglas.

    >> Regla 7: el desconocimiento de una regla no exime de sucumplimiento. El respeto a las reglas será estricto y deberá ser mantenidoen todo caso, sin excepciones.

    >> Regla 8: el Director o los profesores pueden dar órdenes siempre dentro de los límites establecidos. Si no se cumple una orden válida, las ametralladoras dispararán al rebelde.

    >> Regla 9: los objetos personalespueden ser robados en cualquier momento por otro alumno, pero ningún alumno, bajo ningún concepto, podrá tener en su poder más de dos objetos personales.

    >> Regla 10: el Director podrá añadir nuevas reglas conforme estime conveniente, sin alterar reglas yaexistentes.

    >> Regla 11: cuando un asesinato suceda, comenzará la investigación. Durante la investigación, cualquier sala de la Academia que hubieseestado disponible antes del crimen, independientemente de la hora, será abierta para facilitar la misma. Pasado el tiempo que el Director olos profesores consideren oportuno, la investigación finalizará y comenzará una clase de juicio.

    >> Regla 12: en la clase de juicio, todos votarán a un culpable. Siresulta ser el verdadero asesino, será ejecutado; si resulta no ser el verdadero asesino, todos salvo este serán ejecutados, y el asesino podrá graduarse.

    >> Regla 13: los brazaletes de la muerte, una vez colocados en lasmuñecas de los alumnos, no podrán ser retirados, y causarán la muerte de cualquier alumno que incumpla la acción prohibida en ellos descrita. La acción prohibida puede ser secreta o no, a juicio del alumno.

    >> Regla 14: si algún alumno lograse retirar un brazalete de la muerte de alguna forma, estaría incumpliendo una regla, por lo que sería castigado por las ametralladoras.

    >> Regla 15: una muerte de un alumno por culpa del veneno de los brazaletes daría inicio a una clase del juicio. Si fue otro alumno el que provocó que la víctima llevase a cabo la acción prohibida, conociese o no el contenido de su acción prohibida, sería considerado el culpable de asesinato. En caso de que la víctima muriese por su propia negligencia, se consideraría suicidio, por lo que en la clase de juicio habría que votar por la propia víctima para resultar victoriosos.

    >> Regla 16: las acciones prohibidas deben ser interpretadas de forma estrictamente literal.

    >> Regla 17: se dará el anuncio de descubrimiento del cadáver cuando tres o más personas encuentren a un estudiante muerto.

    >> Regla 18: de acuerdo con las reglas anteriores, se considerará culpable a efectos de una clase de juicio a todo aquel que provoque la muerte directa de otro. En caso de venenos, trampas y otro tipo de muertes indirectas, será considerado el culpable el que haya colocado el veneno, preparado la trampa o programado la vía que provoque la muerte del tercero, independientemente de que otras personas participen en el acto de otras formas.

    >> Regla 19: solo una persona puede ser considerada culpable de un asesinato. En caso de empate en votación en una clase de juicio entre dos alumnos, se considerará acertada la elección si uno de los dos es el culpable, y solo esa persona será ejecutada. No caben empates entre más de dos personas.

    >> Regla 20: si dos cadáveres son encontrados para una misma investigación, en la clase de juicio, solo se considerará "culpable" al asesino del primero, por lo que los votos habrán de dirigirse a dicho asesino. El otro asesino será tratado como un alumno más, de modo que su asesinato no contará para el juego como tal.
    Estudiantes: 9
    - Drake Orestes – Super Policía (VIVO)
    Objeto: Pistola
    Datos obtenidos: nuestro protagonista, y el proclamado Super Policía. En realidad, es un chico bastante despistado y olvidadizo que, según dice, logró ser policía de prestigio simplemente por tener suerte. Aun así, la experiencia como investigador es algo que ha adquirido, y, aunque no tenga demasiada atención por según qué detalles y no se le dé del todo bien memorizar nombres, intente hacer honor a su talento.
    Drake tuvo una vez un mentor y gran amigo, que le enseñó todo lo que sabe como policía. Algo sucedió, y dicho amigo terminó muriendo prematuramente. Este hecho motivó que fuese Drake el que acabase siendo considerado el Super Policía; y tal vez es por ello que nuestro protagonista no siente que le corresponda ese talento: porque cree que debería ser su mentor el verdadero Ultimate.
    Acción prohibida: entrar en una sala vacía.
    Video en iKuma: Alpha Xenodis


    - Steve Stone – Super Suertudo (VIVO)
    Objeto: Revista Ultimates.
    Acción prohibida: Sonreír
    Video en iKuma: Emily Hodges


    - Ian Lockhart – Super Estratega (VIVO)
    Objeto: Game Boy
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Chad Redflame


    - Alpha Xenodis – Super Deportista (MUERTO)
    Objeto: Bate de béisbol
    Acción prohibida: decir la verdad
    Video en iKuma: Steve Stone


    - Ukitashi – Super Comilón (MUERTO)
    Objeto: Sándwiches

    - Talía Wells – Super Estrella Infantil (MUERTA)
    Objeto: Teddy el oso

    - Hubert Maddsson – SuperAjedrecista (VIVO)
    Objeto: tablero portátil
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: ganador de múltiples torneos de ajedrez, Hubert nunca ha perdido una partida. Dedica mucho tiempo a practicar, y es conocido por sus increíbles capacidades lógicas y deductivas. Afirma que tiene la capacidad y la costumbre de pensar como si tuviese dos cerebros; esta práctica le ayuda a entrenar su mente y a desarrollar una enorme capacidad para colocarse en la posición de otros y usar su lógica como si fuese la suya propia.
    Antes de ser ajedrecista, de hecho, Hubert fue detective, pero no se conocen más datos a este respecto.
    Acción prohibida: subir a la segunda planta
    Video en iKuma: Mimiko Honda


    - Effy Joy – Super Terrorista (VIVA)
    Objeto: cloroformo
    Acción prohibida: ???
    Video en iKuma: Ian Lockhart


    - Lucas Diamond – Super Botánico (MUERTO)
    Objeto: Plantix2000
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Lucas desprecia las ciudades por considerar que su construcción implicanecesariamente la muerte de muchas plantas, a las que considera amigas. Aun así, vive en un laboratorio en medio de una jungla, en solitario, y parecía no ser consciente de que su construcción ensí, probablemente, haya supuesto ya la muerte de muchos animales. Ha creado el Plantix2000 él solo, unamáquina que permite "comunicarse" con las plantas: analizarlas, saber sus necesidades, etc.
    Acción prohibida: que comience una investigación sin ser el culpable.

    - Liza White – Super Criadora (MUERTA)
    Objeto: Nutria
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: criada en un zoo, donde vivía con sus padres, cuidadores de éste, Liza pronto sehizo amiga de los animales y comenzó a amarlos, a todos y a cada uno de ellos, incluidos los insectos y otros bichos que puedan ser considerados asquerosos por la mayoría de la gente. Un buen día,Liza liberó a todos los animales simplemente porque quería que fuesen libres. Para ella, los animales son equivalentes a los humanos, y deberían de ser tratados prácticamente en igualdad decondiciones.
    Acción prohibida: mojarse.

    - Emily Hodges – Super Modelo (VIVA)
    Objeto: Kit de maquillaje
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Emily nunca quiso ser modelo, sino actriz. Participó en castings para actuar en obras de teatro, y fue seleccionada, pero tuvo una mala experiencia que cambió su vida: al llegar la hora de la verdad, se quedó inmóvil, completamente en blanco e incapaz de representar su papel. Desde entonces, el miedo escénico y la mala fama que le generó en el mundo de la actuación el evento del teatro la ha perseguido siempre, pero afirma que jamás perderá la esperanza, y tiene intenciones de volver a intentarlo y a superar los miedos que la atormentaban.
    Acción prohibida: quedarse sola
    Video en iKuma: Hubert Madsson


    - Dante Miles – Super ¿? (VIVO)
    Objeto: ¿?
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: Dante no recuerda prácticamente nada sobre su pasado. Sabe que tenía amigos, pero no los recuerda; sabe que sucedió un evento importante en su vida, pero no recuerda qué fue; ni siquiera recuerda su talento ni cómo se dio cuenta de que lo tenía. Insiste en que, tal vez, no tenga ningún talento, para empezar. Lo único que recordaba con claridad al despertar era que amaba a Emily, y ese sentimiento parecía ser correspondido por ella.
    Dante se crio en un orfanato, y nunca tuvo ningún familiar ni seres queridos. Tuvo que buscarse la vida al llegar a la mayoría de edad, llegando a pulular por las calles buscando un sustento. Y, al parecer, alguien le encontró, y ahí cambió todo... pero se desconoce qué sucedió.
    Acción prohibida: cruzarse con alguien.
    Video en iKuma: ???


    - Chad Redflame – Super Dibujante (MUERTO)
    Objeto: Pincel y pinturas
    Acción prohibida: ingerir alimentos.
    Video en iKuma: Elisa Daroch


    - Brendan Ruby – Super Periodista (VIVO)
    Objeto: Cuaderno y bolígrafo
    Video en iKuma:
    Acción prohibida: no responder a una pregunta.


    - Elisa Daroch – Super Médium (MUERTA)
    Objeto: Cartas de tarot
    Nivel de amistad: 1/3
    Datos obtenidos: Elisa nació tras siete meses de embarazo, después de que los médicos afirmasen que había muerto. Cuando fueron a extraer el cuerpo aparentemente inerte del vientre de su madre, comenzó a mostrar repentinamente signos vitales, "regresando" de entre los muertos, de alguna forma. Elisa afirma que es este el motivo por el que puede comunicarse con los difuntos, y está plenamente convencida de que sus poderes son reales; para ella, es todo un reto mostrar la veracidad de sus técnicas a los más escépticos, y toda una satisfacción observar sus rostros cargados de sorpresa.
    Acción prohibida: cerrar los ojos por más de dos minutos
    Video en iKuma: ???


    - Mimiko Honda – Super Millonaria (VIVA)
    Objeto: Teléfono móvil
    Nivel de amistad: 2/3
    Datos obtenidos: los Honda son la familia más rica del mundo, dueños de múltiples empresas y todo tipo de negocios que les hacen, en resumen, tremendamente influyentes y con capacidad para controlar muchísimos sectores de la sociedad. Sin embargo, Mimi no era la heredera original de toda esta fortuna; tiene un hermano mayor, verdadero heredero por derecho, que decidió renunciar a los derechos que, como Honda, le corresponderían. Al renunciar a su apellido y a la herencia, Mimi se convirtió en la Super Millonaria.
    El hermano de Mimi, de hecho, nunca quiso ser millonario, porque la gente lo quería solo por su dinero y no por su personalidad. Nunca tuvo una buena relación con su padre, pero todo terminó cuando decidió casarse y adoptar el apellido de su pareja. Al parecer, todo apunta a que el hermano de Mimi se casó con otro hombre.
    Acción prohibida: insultar
    Video en iKuma: ???
    Balas de la verdad

    - Informe de Monokuma #3:
    la víctima es Chad Redflame, el Super Dibujante. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, presenta una contusión en su espalda, provocada por algún objeto plano que le golpeó.

    - Informe de Monokuma #4: La víctima es Alpha Xenodis, el Super Deportista. La causa de la muerte es hemorragia por perforación del pecho. La herida fue limpia y directa; no hay signos de resistencia o pelea. No obstante, recibió dos puñaladas: una de frente y otra de espaldas.

    - iKuma de Ian: en la escena del crimen se encontró el iKuma de Ian junto al cuerpo de Chad. Al parecer, todo apunta a que Chad robó su iKuma. El video que aparecía en el iKuma de Ian era, precisamente, el de Chad.

    - Video de Chad: el video de Chad revela que el dibujante padecía "agnosia visual", un padecimiento que le impedía interpretar la realidad visible de forma adecuada, de modo que todo cuanto veía era recibido por su cerebro de forma distorsionada y caricaturesca; por eso, el sueño de Chad era poder ser un Pintor de verdad capaz de plasmar la realidad, y Monokuma le instó a cometer un crimen aludiendo a que, si salía de la Academia, podría curarse y, por ende, vería la realidad correctamente.

    - Armaduras: grandes armaduras de acero con lanzas afiladas. Las lanzas parecen formar un todo con la armadura; es imposible separarlas de estas. Tanto Chad como Alpha aparecieron ensartados por una armadura, Chad por la de la izquierda y Alpha por la de la derecha.

    - Notas de la sala de la torre: Chad parecía estar tomando notas sobre la distribución de la sala, puesto que, además, en su mapa de la tercera planta faltaba dicha sala. Aparecen en su bloc dibujadas dos armaduras y lo que parecía la puerta de un ascensor. Uno de los dibujos de armadura estaba a medias, como si no hubiese podido terminarlo. Además, había un gran signo de interrogación rojo junto a los dibujos.

    - Apagón: durante la investigación del cadáver de Chad, y cuando los diez supervivientes se reunieron tras la llegada de Dante, alguien aprovechó la distracción para apagar los candelabros. En mitad de dicho apagón, se oyó un ruido extraño.

    - Vigilando el ascensor: entre el descubrimiento del cadáver de Chad y el cadáver de Alpha, Hubert, Brendan y Drake estuvieron todo el tiempo frente a la puerta del ascensor. Nadie montó en él en todo ese tiempo.

    - Cuadro mal recolocado: el cuadro de la sala de la torre puede ser elevado por un mecanismo oculto en la pared, revelando una ventana detrás del mismo. Al parecer, el cuadro estaba mal colocado, como si alguien lo hubiese retirado del mecanismo y luego lo hubiese vuelto a colocar.

    - Sangre en el cuadro: la parte trasera del cuadro de la sala estaba llena de abundante sangre.

    - Marcas y golpes en el marco: el marco del cuadro de la sala estaba lleno de golpes y marcas.

    - Punta de la lanza izquierda: al encontrar el cadáver de Alpha, el cadáver de Chad había desaparecido; todo lo que quedaba en la armadura de la izquierda era la sangre que manchaba la lanza que portaba.

    - Testimonio de Ian: Ian se encontró, antes de descubrir el cadáver de Chad, a Hubert y a Effy en la biblioteca, y pudo oír a Mimi tocando en la sala de música. También se cruzó con Elisa por la segunda planta. Cuando mencionó los posibles sospechosos del robo de su iKuma, no mencionó a Dante, pese a que en ningún momento dijo haberlo visto.

    - Testimonio de Drake: Drake estuvo, antes de descubrir el cadáver de Chad, con Steve y Emily en la piscina; no se separaron en ningún momento.

    - Fotos de la sala de la torre: fotos de la escena del crimen encontradas en los ordenadores del cibercafé. Las fotos estaban repetidas, habiendo dos copias de cada una.

    - Mensajes encriptados: junto a las fotos, había dos documentos de texto encriptados que, al desencriptarse, revelaron una especie de mensaje oculto. Decían:
    “Eterno, incansable, comienza la búsqueda de la verdad. Lanza el acero izquierdo y el mundo girará. Asciende el muro y verás la luz”.
    Eterno, incansable, termina la búsqueda de la verdad. Lanza el acero derecho y da marcha atrás. La luz de nuevo te guiará”.
     
    Última edición: 26 Noviembre 2017
    • Ganador Ganador x 2
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Creativo Creativo x 1
  16.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,773
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Y... omg.

    Vale, debo admitir que al principio me sentí algo confusa con la distribución de las salas porque, como soy corta de mente, tú sabes, me cuesta un poco estas cosas sin imágenes. Pero creo que al final he sido capaz de imaginármelo relativamente bien y he entendido el caso y wow, just wow. Elisa es verdaderamente una máquina, lol. Crear ese plan para matar a dos personas es simplemente, ay, no sé, me encanta, es una genio.

    Luego, pues, es que ya te digo, el plan ha sido épico. Haber planeado hasta la hora, haber tenido la "sangre fría" de haber matado a alguien que se te ha declarado y otra persona que no ha hecho mal a nadie y de esa forma tan... ciertamente macabra, idk. Sí, claro, tenía su motivo y era un motivo que, aunque yo no creo, ella sí y por eso tuvo la fortaleza de hacerlo. Pero la manera de afrontarlo... añskdna.

    Mira, por si no había quedado claro. Es que he amado este capítulo, el desarrollo y el motivo de la asesina, como se llega a la verdad... todo, todo, todo, lo he amado. No me esperaba este final, cito mis palabras: "No creo que sea Elisa. Espero". Y estaba equivocada, jodidamente equivocada. Seguro te reíste al leer el mensaje (?)

    Y me encanta, esa es la esencia, que nos sorprendas. Y lo hacer, joder, lo haces con cada capítulo. Es decir, sí, los juicios los haces muy bien, como el juego mismo, pero es que incluso los capítulos de vida diaria nos dejan con ese sabor de sorpresa. Y por eso estoy amando este fic, y por eso estoy deseando que más pasa, y por eso necesito más (y menos mal que nos das más).

    Oh, a ver, porque quedarían dos casos más... y el final, ¿cierto? o un caso y el final, uhm... no sé, lo que sé es que queda poco pero a la vez mucho. Estoy deseando saber que más se le ocurre a esa cabecita tuya para el siguiente caso, el siguiente asesinato, el siguiente motivo... para todo lo que sigue ><

    Así que, después de esta rayada mental a las tantas y por favor no me culpes que me muero de sueño (?), creo que voy a dar por acabado este comentario, eso sí, con un último detalle: por supuesto la ejecución no podía ser de otra manera y, felicidades, me hiciste sentir pena por mi niña, porque ella solo quería hacerlo bien.

    ¡Sigue así!^^
     
    • Adorable Adorable x 1
  17.  
    Graecus

    Graecus uwu7

    Libra
    Miembro desde:
    26 Marzo 2013
    Mensajes:
    3,356
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    HOSTIA D:

    Primero que nada debo decir que Elisa ha sido un personaje memorable de este fic de principio a fin. Ha sido de mis personajes favoritos, y el hecho de que se vaya del fic como culpable y no como victima solo la hace mas representativa :0 tenía esperanzas de que se quedara en el grupo final de sobrevivientes, pero ajo y agua ;--; (?

    (Eso suponiendo que hay sobrevivientes, a lo mejor explora la academia y a tomar por culo el final, seria un plot twist de los tuyos (? xDD)

    Chad y su muerte me dolió mucho ;___; le tenía mucho cariño a su personalidad y sus dibujos realistas (?

    Aun cuando estoy triste por la muerte de Elisa, me alivia que Mimi no fuera la culpable. Me asustó mucho cuando vi en la lista de Brendan que Mimi había entrado a la sala del crimen luego de Alpha y luego sale y Alpha no llegó a salir nunca DD: Me pareció que seria demasiado obvio quien fue el culpable siguiendo esa lógica y por ende era errónea (y asi fue) pero el miedo estuvo ahí, bien hecho ;-;

    Hablando de Mimi:

    "¡Mimiko Honda apoyará a Apestes!"

    I Ship It. Aws<3

    Hablando de ships, el Dante x Emiliy sigue sufriendo caidas, y eso es bueno y malo a la vez. Es bueno porque sube probabilidades del Drakily, pero es malo porque pobre Emily ;n; </3 tienen que ir a un terapeuta de parejas al final de todo, para que Dante deje de ocultarle cosas y dar mal rollo :< (??

    El capítulo como siempre fue excelente. Y ahora se viene lo que deberia ser la muerte mas complicada. En el primer Danganronpa se toma como un suicidio, en el segundo se toma como un sacrificio. ¿Tendra algun guiño en este fic a esa forma de alejarse de lo que es común?

    Hablando de eso, es raro ver a alguien queriendo ganar el juicio no para graduarse sino para matar al resto. En el primer Danganronpa ocurre que alguien busca eso, pero no esperaba que ese fuera el plan de Elisa :o

    Sigue asi uwu
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
  18.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    ¡He amado muy mucho este capítulo! Creo que este caso ha sido, o al menos, está siendo mi favorito por el momento. Que esto aún no ha acabado y sé que nos seguirás sorprendiendo. Pero es que... es que... ¡justo en los feels, David! ¡En los feels!

    La asesina lo ha tenido todo para pasar desapercibida hasta el final. Era bastante querida, tenía una fuerte relación con una de las víctimas (lo cual a pesar de no descartarla teniendo en cuenta el universo de dr, ayuda a que el lector no quiera imaginárselo, como Gabi dijo antes), y además tenía un motivo inocente y de peso para ella misma. No quería sobrevivir por y para ella, si no que velaba por el resto... De una forma muy macabra, qué decir. Pero adorable, como es su personaje. Hasta ahora todos los asesinos me han dado lástima, maldito Monokuma y sus motivos.

    Este me ha recordado mucho al cuarto caso de Danganronpa 2, el de la sala que descubrieron que giraba o se movía, si no recuerdo mal, y la víctima aparecía en dos salas distintas porque se habían movido por el ascensor o algo así. Lo vi a principios de año así que no lo tengo muy fresco, pero moló mucho y este caso también, omg xD Yo me quedo muy rallada preguntándome cómo logras hacer cosas tan intrincadas, si incluso a mí como lectora me ha costado un poco imaginarme un escenario tan complejo. El crimen era perfecto, vaya con Elisa. Quién iba a decirlo.

    Me duele que la ship de Elisa y Alpha acabase de esa forma tan agria :C Pero igual, hablando de ships, qué adorable el DantexEmily aquí, aww. Aunque Dante de verdad que está resultando un personaje de lo más misterioso. Sabe mucho pero no quiere decir nada para... ¿protegerles? ¿Cómo sabe Dante esas cosas? ¿Quizás... es el traidor del grupo, como es usual, y al igual que Sakura en Dr 1 se niega a obedecer a la mente maestra, ayudándoles como puede a los chicos? Y que muera en el cuarto caso, no quiero pensarlo D: Pero su actitud de saber demasiado me evoca tanto a Sakura como a Nagito, y ambos murieron en los últimos capis y... *se mata por teorizar tanto*.

    Btw, si llegados a este punto hay personajes que no han tenido tanto desarrollo como el resto, es muy probable que sean sospechosos potenciales. En Danganronpa siempre es así, y si hasta ahora este fic se ambientó a la perfección en la saga... Creo que la teoría de Pablo no me resultaría tan descabellada después de todo (?

    Y bueno, mis reflexiones a las dos y media de la madrugada terminan aquí. Tu fic me había dejado en vilo, con eso lo digo todo (? Has logrado bien tu cometido con ese tipo de reacciones en los lectores.

    Seguiré esperando atentamente el siguiente capítulo de esta gran saga <3 Pa' mejor escritor/fic de pokémon que vas este año en los awards (?
     
    Última edición: 25 Noviembre 2017
    • Adorable Adorable x 2
  19.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,127
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    AGH ES QUE LO SABÍA. Tengo una conversación con Gabi me parece en la que le dije que en el próximo capítulo las víctimas iban a ser Mimi y Alpha, y la asesina Elisa, y si no era alguno de ellos, Chad (luego te explico esto por privado si quieres). Y como me niego a pensar que Mimi va a morir todavía, sabía que iban a ser ellos xDD Imaginaba que seguirías el patrón de la doble muerte, y el asesino que tiene pinta de serlo y para mí claramente es Elisa (?)

    Omg el caso me ha encantado xDDD So cool, la doble sala, los mensajes y el tobogán por el que por cierto me gustaría tirarme (??) Me ha recordado muchísimo a Rise from the ashes xD En cuanto al crimen y eso. ¡Ha sido espectacular!

    Debo decir que me puso muy nervioso lo poco que duró la investigación, yo hubiera tenido mucho miedo xDD Menos mal que Drake sabe lo que se hace (¿por qué nadie lo mata? ¿No tienen cabeza o qué? (?)). El juicio estuvo muy entretenido también y muy ameno, con Ian dando por saco como siempre. Lo amo, en serio... Es de los mejores personajes sin duda. Es que es un Kokichi pls... No me digas que no.

    El método para hacer el crimen me resultó cuanto menos bizarro, como debe ser (?). No me pareció especialmente confuso, si acaso un poco de jaleo con los ascensores and stuff, pero nada más. En un primer momento pensé que los mensajes eran para Chad, porque como ve la realidad toa rara, pues pensé que los sabría interpretar. No me preguntes por qué. Sin embargo, la ejecución sí que me pareció confusa... Normalmente una ejecución me deja con mal sabor de boca, esta fue como un poco what (¿a cuál me recuerda? (?)), no sé si la llegué a entender, ¿unos cazafantasmas le disparan con una pistola que la achicharra y luego la meten en una caja para capturarla? Weird, dude. Really weird...

    En cuanto al primer párrafo de mi comentario, sí, creo que Mimi va a sobrevivir. Ya te dije que para mí era superviviente, porque tiene mucho que contar. Su enfermedad de por sí se me hace muy curiosa, PERO AHORA LE DAN UN VOTO, LIKE? ¿A qué juegas David? ¿Por qué me haces esto? Y que pregunte por el objeto de Drake, ¿eh? Esa mujer sabe mucho. How curious... Tiene un vocabulario muy excéntrico la mujer. Es sin duda mi personaje favorito, es que me niego a que muera.

    Creo que nada más que decir, ha sido un caso excepcional. Tienes mi creativo, como siempre. ¡Felicidades!

    Sigue así, tate.

    Lucas Diamond~ <3
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  20.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    5057
    Capítulo 4: Retazos de la Verdad

    Cuando Effy Joy abrió los ojos, confusa, se vio atada e inmóvil. Aún estaba algo mareada por el efecto del cloroformo, pero no tardó demasiado en ubicarse. Sabía dónde estaba… estaba en la enorme sala del Consejo de Estudio. Se encontraba, de hecho, atada a una silla de las que rodeaban esa mesa. La gran “G” en la pared era identificativa de su organización: aquel era el centro de mando del enorme edificio en el que se encontraban, y Effy lo sabía muy bien.

    Fue percatándose lentamente de que no era la única que estaba allí. El resto de Ultimates estaban todos sentados en las sillas, amordazados e inconscientes. Aunque… no todos estaban inconscientes y atados. Y, cuando Effy se dio cuenta de que había alguien libre, sonriendo y haciendo girar la silla frente a ella, comenzó a forcejear inútilmente, apretando los dientes con rabia.

    —¡Bastardos! ¿¡Qué se supone que significa esto!? —pronto comenzó a percatarse de lo que sucedía, y su corazón dio un vuelco—. ¿A-Así que los rumores eran ciertos? ¿Lo que la Señorita Tau sospechaba sobre los traidores dentro de nuestro grupo… era verdad? ¿¡Sois los traidores!?

    Solo una de las personas que no estaba amordazada reaccionó, riendo con intensidad, mientras apretaba en su regazo a Reversekuma y Monokuma.

    —¡Upupupupupu! ¡Puhehehehe! —reía tanto que comenzó a dar golpes sobre la mesa, como aliviando así su risa—. ¡Ay! ¡Ay, que me da la risa! ¡Y tú creyendo que éramos todos amigos! ¡Es que es demasiado bueno, pfffffffhehehehe!

    Effy, impactada, no entendía nada. Sabía que corrían riesgo… por eso, precisamente estaban haciendo todo eso, por eso estaban allí. Sabía que había rumores de que existían traidores entre los suyos, pero ella no quería creerlo… y ahora, ¿qué sucedería con ellos? ¿Qué sucedería con su plan? ¿Qué sería del Proyecto…?

    —¿Qué habéis hecho con la señorita Tau y los demás? ¿Dónde están Ómicron, Iota, Kappa… todos?

    —Muertos —respondió otra de las personas que no estaba amordazada, en un tono serio y directo—. Los matamos.

    —¡Upupupupu! —quien parecía hacer las veces de líder, teniendo el control de la situación, actuaba de manera tremendamente infantil, pero, a la vez, siniestra. Effy conocía a esa persona, y… normalmente no se comportaba así. Cierto que podía actuar de forma algo rara, pero habían vivido tantas cosas, junto a los demás… ¿cómo iba a pensar que haría algo así? ¿Cómo podía pensar eso de cualquiera de sus compañeros…? —. Los trituramos. ¡Fue taaan divertido! ¡Desesperanzadoramente desesperanzador! Los dientes de acero los machacaron a todos, ¡tsh, tsh, tssssh! —usó sus manos para hacer chocar a Monokuma y a Reversekuma, simulando que eran aplastados—. ¡Y cortándolos en trocitos! ¡La sangre salpicaba todo! Puf, luego debe ser muy duro limpiar todo eso… ¿te encargarás tú? —miró a su derecha, de una forma siniestra. Su voz sonaría inocente, pero sus ojos expresaban una maldad inusitadamente intensa. Sus ojos eran la más pura esencia de la desesperación. Y la persona que estaba a su lado supo que aquello no era una proposición, sino una orden.

    —C-Claro… lo limpiaré, por supuesto —respondió, cabeza agachada.

    Effy no daba crédito. Aquello… aquello simplemente no podía estar pasando.

    —Bueeeeeno… —dijo la otra persona, levantándose aún con Monokuma y su hermano entre los brazos—. ¿Te parece si empezamos? —y sonrió de forma dulce. Siniestramente dulce—. Ya sabes. A mataros a todos y eso.

    —Pero, hmmm —la otra persona dudaba, mano en el mentón—. Primero tendríamos que hacer que ya-sabes-quién lo viese, ¿no? A-Al fin y al cabo, esa es la esencia del plan.

    —¡Mm-hm! ¡Tienes razón! —caminó hasta colocarse tras una de las personas que seguían inconscientes, y comenzó a golpearle el rostro, tratando de hacer que se despertase—. ¡Hey! ¡Hey, tú! ¡Espabila! ¡Tienes que ver la sangre chorrear!

    Effy, entonces, entendió finalmente todo. Comprendió qué era lo que buscaban, su fin último. Y, sonriendo, dijo:

    —Así que queréis matarnos y hacer que lo vea todo, ¿no? Claro. Ya lo entiendo —susurró—. Muy inteligente. Pero… ¿sabéis qué? No lo lograréis.

    —Oh —exclamó la persona que encabezaba a aquella suerte de “traidores” —. ¿Y eso lo dices porque…?

    Effy se aclaró la voz, y sonrió.

    —Porque estáis hablando con la Directora… y, como tal, puedo dar órdenes.

    —¡Upupupu! ¡Adelante! Intenta ordenarnos que no matemos si quieres. Las órdenes son momentán-

    Pero Effy interrumpió sus palabras rápidamente.

    —… renuncio a mi cargo y os nombro Directores y Profesores vitalicios de esta Academia.

    —¿Q-Qué…? —exclamó quien sujetaba a Reversekuma y Monokuma en su regazo, con los ojos saliendo de sus órbitas—. No… no serás capaz…

    Effy esbozó una sonrisa triunfante.

    —No pensaba dejaros hacernos lo que queráis. De modo que, sí: os cedo mi puesto. Ahora, sois los Directores y Profesores… para siempre, sin posibilidad de renuncia. ¡Por nada del mundo dejaré que os salgáis con la vuestra!

    La persona que sujetaba a Monokuma y su hermano apretó los dientes con ira. Se le acercó su ayudante, con gesto tembloroso.

    —¿Q-Qué haremos ahora…? Si no podemos hacer que vea cómo los matamos, no podremos lograr que…


    —… no pasa nada —de nuevo, volvió a esbozar la sonrisa infantil, inocente y, a la vez, siniestra y maligna—. Hay otras formas de lograr que la desesperación les consuma. Formas… más divertidas, de hecho. Upupupu.

    —¿Q-Qué insinúas…? —le preguntó su ayudante.

    Y quien hacía las veces de líder soltó a Reversekuma y a Monokuma y metió las manos en sus bolsillos, buscando algo con interés.

    —Lo primero es lo primero —sonrió maniáticamente, mostrándole un objeto a Effy. Sus ojos se abrieron como platos.

    —¿Q-Qué pretendes…?

    —Shhh. Relájate. Pronto no recordarás nada.



    Vida Diaria 1

    Ahora, éramos nueve… y empezamos siendo dieciséis. Era preocupante y alarmante ver cómo nuestro número iba disminuyendo paulatinamente, caso a caso, sin poder hacer nada para evitarlo. El juego de asesinato mutuo estaba consumiéndonos: uno a uno, íbamos cayendo en la desesperación. Ukita y Lucas mataron porque estaban completamente aterrados, porque creían que corrían un riesgo tremendo de morir; y Elisa mató con la convicción de que podría salvarnos haciendo aquello, por loco que pareciese. Ellos no querían hacer un daño real, solo… estaban desesperados. Y esa era la esencia de todo el juego.

    Por la noche, no pude dormir. Por más que lo intentaba, era misión imposible, y terminé por quedar despierto, con la mirada enfocando al techo, pensando en todo lo que había sucedido. En la locura en la que nos habíamos visto envueltos… en el Proyecto Omega y la destrucción del mundo, en la Academia donde nos encontrábamos, y en… en… en lo que pasó con él, con mi mentor.

    Y, como si alguien leyese mis pensamientos, golpearon mi puerta en mitad de la madrugada. Extrañado, me levanté, me dirigí a la puerta y, con cuidado, la abrí. Quien había acudido a verme era Mimiko Honda, la Super Millonaria. Incluso estando en su pijama rosa, con grandes ojeras y el cabello despeinado, desprendía un aire poderoso. Desprendía esa “esencia” de los millonarios, de la gente con dinero, poder y estatus. Claro que en cuanto abría la boca, perdía gran parte de todo eso.

    —… no te confundas, Apestes —dijo, de brazos cruzados, aún frente a mi puerta, analizándome de arriba abajo—. No vengo con ningún tipo de intención oscura. No me interesas ni para limpiarme los zapatos, ¿estamos?

    … e-en ningún momento había siquiera pensado en Mimi de esa forma, pero, en fin, supongo que solo podía asentir, sin poder evitar expresar en mi rostro gran desconcierto, tanto por sus palabras como por su inesperada presencia.

    —Solo quería hablar contigo. Tengo varias cosas que decirte.

    No pude evitar fijarme en que Mimi miraba en todas direcciones con cautela, como si temiese que alguien estuviese espiándonos. Tragué saliva por instinto; ¿qué sería tan importante como para guardar tanto recelo y andarse con tales secretismos?

    —… ¿es que no piensas invitarme a pasar? Serás desconsiderado…

    Podría haber jurado que, si la hubiese invitado a pasar, se habría molestado terriblemente y me habría llamado, entre otras cosas, degenerado y pervertido, como si insinuase algo con esa proposición. Pero, en fin, probablemente no había forma de escapar a las respuestas bordes de la Honda.

    —P-Pasa, pues —respondí, dubitativo y algo confuso.

    Mimi entró con aires soberbios y cabeza alzada, y se sentó en la silla de mi escritorio.

    —Qué asco, ¿ventilas alguna vez este cuarto? Huele fatal —¿¡c-cómo se supone que voy a ventilar un dormitorio sin ventanas!? —. En fin. Dante me ha pedido que te llame. Quiere que Emily y tú sepáis algo.

    —¿Huh? —¿D-Dante? ¿Qué era lo que podía querer ese chico de mí y de… Em? —. ¿Y por qué vienes tú a decírmelo? ¿Es que acaso te lo va a contar a ti también?

    Mimi chasqueó la lengua y apretó los labios, visiblemente molesta.

    —Claro que sí, idiota. Para ser el super Policía, tienes menos capacidad de deducción que un niño de seis años —me miró de forma algo siniestra—. Pero antes de que vayamos… tengo algo más que decirte.

    Instintivamente, tragué saliva con esfuerzo. Sabía lo que me iba a preguntar. Aún recordaba cómo Mimi me hizo aquella pregunta la noche antes del juicio de Elisa; ella sabía, de alguna manera, sobre mi objeto personal. Y verifiqué esa sospecha tan pronto como empezó a hablar.

    —¿Es tu objeto personal, por casualidad, una pistola?

    La pregunta fue directa, sin rodeos, sin delicadeza. Al principio, aparté la mirada, temeroso. No estaba seguro de si debía responder… mi mayor miedo era que desconfiasen de mí por tener una pistola y haberlo ocultado. Por eso, una vez que decidí ocultarlo, el tiempo pasaba y pasaba, y la “mentira”, o más bien, la ausencia de verdad, se iba haciendo más y más insostenible. Revelar a estas alturas un secreto como ese no generaría nada bueno: todos dirían “¿por qué lo has ocultado?”, “¿por qué no lo dijiste antes?”. No, no. No podía hacerlo, no podía revelarlo. Ya había guardado el secreto por demasiado tiempo, y era muy tarde para dar marcha atrás.

    —N-No —tartamudeé—. ¿Por qué dices eso?

    Mimi bufó ligeramente, y se acercó a mí. Agarró su iKuma y me lo mostró. Para mi sorpresa, era ella la que tenía mi video. Yo no lo había visto aún… ¿q-qué podría tener mi video para que Mimi sospechase de mi objeto? Pulsé el icono del “play” con temor, y el video comenzó a reproducirse. La voz de Monokuma sonó, estridente.


    Drake Orestes, el Super Policía. Uno de los policías más jóvenes y famosos, conocido por haber conseguido un puesto alto en la jerarquía policial con tan poquísima edad. No obstante, él no considera que merezca el título, porque tenía un compañero, quien fue su jefe, que ostentaba el puesto que ahora ocupa él… y algo trágico le ocurrió. Upupupu. Pero vayamos a lo importante: ¿cuál es el deseo de Drake? ¿Cuál puede ser la mayor aspiración de tan famoso y aclamado policía?


    Tragué saliva. Tenía miedo. Los recuerdos que bailaban en mi mente, atormentándome, comenzaron a surgir entonces, como si hubiesen sido invocados por ese video. En el fondo, sabía lo que iba a aparecer en ese video. O, más bien, me lo temía.

    La imagen comenzó a cambiar, y apareció el rostro infantil, con ojos azules y cabello castaño. Él era mayor que yo, pero, con todo, tenía cara de niño; siempre me mofaba de ello, de hecho. Y ahí estaba, tenso, apuntando con su pistola hacia el frente.

    Erwin es su nombre, el nombre del amigo de Drake Orestes, su jefe, el que le enseñó a Drake todo lo que sabía. Por desgracia, Erwin ya no está con nosotros, ¿verdad que no? Me pregunto… qué pudo pasarle, ¿huh?

    ¡Manos arriba! —vociferó Erwin entonces. Tragué saliva. No quería verlo, pero, al tiempo, no podía evitar mirar —. Ya te tenemos, maldita. No te escaparás. Eres tú a quien buscamos, no puedes engañarnos. Esos ojos rosados te delatan.

    ¿Ojos… rosados? En mi mente, los recuerdos de aquella escena estaban algo borrosos. De hecho, mis sueños me atormentaban últimamente con la misma, porque no recordaba los detalles, no entendía por qué sucedió lo que sucedió. No entendía por qué hice aquello.

    Drake, prepárate —la cámara se movió, y el video ahora enfocaba a su lado. Allí estaba yo, algo más joven, apuntando también al frente. Me temblaban las manos, estaba visiblemente nervioso —. Voy a tener que disparar… no puedo dejar que se escap-

    Y, entonces, sonó el disparo. Me había movido rápidamente, cambiando el punto de mira, y disparé en plena sien a mi propio compañero. A mi propio jefe. La imagen del video se enfocó en mí, que volví a mirar, sin apuntar esta vez, a la persona a quien se suponía que acorralábamos. Asentí con lentitud, como si estuviese indicándole que todo estaba bien. L-La había… protegido. ¿Quién era esa persona? ¿Por qué maté a Erwin por ella? Y-Yo… yo maté a Erwin… lo hice…

    Pronto Monokuma volvió a ocupar la pantalla en su totalidad. Y su voz se hizo eco de nuevo.

    La pistola de Drake, aquella que Erwin le regaló, el símbolo de su carrera como policía, fue la que acabó con la vida de Erwin… ¿o no?

    Esas dos últimas palabras hicieron que sintiese un escalofrío. Seguí escuchando con atención. Mientras Monokuma hablaba, la imagen fue cambiando. Poco a poco, se fue mostrando una cama de hospital, y un chico lleno de tubos por todas partes. Era… ¿¡era Erwin!?

    ¿Erwin aún está vivo? ¿Está en coma? ¿Despertará? ¿Por qué Drake le disparó? ¿¡Qué demonios pasó realmente!? Tal vez el mejor amigo de Drake, aquel por el que lo hizo todo, siga con vida, y tal vez puedas pedirle perdón… gradúate, Drake Orestes, y… podrás hacerlo.


    Quedé inmóvil. Paralizado. Mis ojos se enfocaron en Mimi, que estaba seria, con un cierto aire de preocupación en su mirada.

    —No sé por qué sucedió todo aquello, pero… no creas a Monokuma —susurró ella, con cierto resquemor en la voz. Se notaba que estaba muy cansada de la situación, que tenía miedo. Por mucho que tratase de hacerse la fuerte —. Es muy probable que todo sea mentira.

    Se acercó a mí, y puso un dedo en mi nariz, como si estuviese señalándome, acusadora, ceño fruncido.

    —Te he enseñado tu jodido video, pero no creas que por eso confío en ti, ¿entiendes? En el video dicen claramente que esa pistola era muy importante para ti, y es un objeto peligroso que bien podría ser el que portas ahora mismo. Y mataste a tu amigo, por un motivo u otro —luego apartó la mirada —. N-No creo que seas peligroso, tampoco, porque nos lo has demostrado, pero… en fin, los demás estarán esperándonos, así que vamos. Ya tendrás tiempo de darle vueltas a esto más tarde.

    Con lentitud, Mimi caminó hacia el exterior de mi dormitorio. Tardé algunos segundos en reaccionar: el impacto de ver aquellas imágenes fue demasiado fuerte, pero, con todo, terminé siguiéndola, casi mecánicamente. Mimiko caminó por el pasillo, hasta detenerse frente al mismo dormitorio de Chad.

    —¿Qué… qué hacemos aquí?

    —Cuando Dante, Ian y yo vinimos aquí a investigar, Dante descubrió notas de Chad guardadas en la zona. El pintor había hecho un descubrimiento curioso… así que venga, entra y lo descubrirás.

    Al entrar, pude ver a Ian, Emily y Dante, los tres en una esquina del dormitorio, donde había, por algún motivo, una silla. Era como si Chad hubiese arrastrado la silla del escritorio hacia aquella esquina particular antes de su muerte. Con un gesto de la mano, Dante, serio, nos invitó a acercarnos. Las cinco personas que estábamos allí terminamos agachadas en una esquina, sentados allí, con piernas cruzadas. No entendía muy bien por qué tenía que ser allí, por qué de esa forma… pero pronto lo entendería.

    —… bien. Este será el mejor lugar para hablar —comenzó Dante. Em, que estaba a su lado, me miró, probablemente notando mi desconcierto.

    —Chad tenía notas en su cuaderno, guardado en la mesilla de noche —Emily señaló a su lado, y me fijé en que la mesilla de noche también había sido arrastrada a esa esquina. ¿Por qué motivo estaba todo dispuesto de esa forma? —. En él, explicaba que había descubierto un detalle muy curioso sobre su dormitorio. Al parecer, la cámara de seguridad está defectuosa, y esta esquina es un punto ciego para la misma —Emily hablaba bajo, silenciosa

    —Además, Chad tenía la teoría de que el audio de la cámara también estaría defectuoso… de manera que si hablamos lo suficientemente bajo, la mente maestra no podrá escucharnos —Ian se cruzó de brazos. No podía evitar mirarlo con cierto recelo. ¿Por qué estaba él, de entre todas las personas, ahí?

    Dante pronto me explicaría el por qué.

    —Fui yo el que encontró la libreta de Chad, y Mimi e Ian me preguntaron por ella, pero dije que no había nada especial, y la conservé —miraba al suelo, como si estuviese arrepentido. Como si no tuviese otra opción más que resignarse y hacer todo aquello —. No quería que nadie supiese algunas de las cosas que Chad había descubierto. Sus ojos no estarían sanos, pero… podía ver mucho más allá de lo que una persona normal era capaz. Así que me llevé la libreta.

    —Y ¿por qué ahora decides reunirnos para contarnos lo que sabes? —se cuestionó Mimi.

    Dante miró a Ian, y, acto seguido, todos centramos nuestras miradas en él. Cierto, que precisamente estuviese ahí él era extraño. No obstante, el Estratega reaccionó con naturalidad, y se encogió de hombros sin más.

    —¿Qué? ¿Por qué me miráis como si hubiese hecho algo como, no sé… chantajear a Dante? —su sonrisa ladina lo decía todo, a decir verdad.

    —… en cualquier caso, no deja de ser hora de que sepáis algunas cosas. Cosas que, por algún motivo, yo ya sé —suspiró el Ultimate misterioso, como resignado a hablar. Como si estuviese a punto de soltar una carga que no deseaba compartir —. Yo aún recuerdo muchas cosas que vosotros parecéis haber olvidado. Y Chad descubrió algo interesante al respecto. Descubrió la verdad de las dos salas de la torre.

    —¿Descubrió que eran dos salas idénticas? —se cuestionó Mimi.

    —No, de eso solo parecía tener sospechas… pero sí que descubrió para qué fueron construidas. La torre en sí era un escondite, y, al mismo tiempo, una sala de vigilancia. El mecanismo estaba preparado para, en caso de observar desde la sala de arriba que venían a atacar, lanzarse por el “tobogán” para esconderse en la sala de abajo, de la cual no constarían datos sobre su existencia en prácticamente ningún lugar. El mecanismo de las armaduras permitiría denegar el acceso a esa sala, que se convertiría en un lugar seguro.

    —Pero… —pregunté, extrañado —, ¿por qué tomarse tantas molestias de crear un escondite en esta Academia?

    —… ese es el secreto que descubrió Chad, y el que yo recuerdo. La verdadera naturaleza de esta Academia.

    —¿La verdadera naturaleza…? —preguntó Em.

    Dante asintió.

    —Este lugar fue creado como una base de operaciones para el Equipo Gamma… los culpables de la destrucción del mundo. Los culpables del Proyecto Omega.

    —¿¡D-Destrucción del mundo!? —Mimi se alarmó al escuchar aquello, al igual que lo hizo Emily. No obstante, ni Ian ni yo nos sorprendimos, porque ya sabíamos aquello —. ¿Q-Qué estás diciendo?

    Y entonces, Dante lo contó todo: todo sobre lo que Effy ya me habló en su momento. La existencia del Equipo Gamma, y sus planes de destrucción; cómo construyeron una enorme máquina capaz de destruir el mundo y lo redujeron a cenizas en cuestión casi de segundos… cómo ahora el mundo era caos, y la humanidad había sido relegada a una pequeña porción de tierra, llamada “Galeia”; una cúpula donde estaban a salvo.

    —P-Pero… todo eso… —la noticia fue demasiado impactante para las chicas. Mimi quedó con los ojos totalmente abiertos, alarmada. Y Emily no pudo evitar comenzar a sollozar —. ¿E-El mundo está destruido…? Mi familia… los Honda…

    Dante suspiró. Que él supiese todo eso… confirmaba que era cierto. Que toda esa historia surrealista sobre los Gamma y el Proyecto Omega era cierta. Que el mundo estaba destruido fuera de la Academia.

    —Es cierto. Puedo recordarlo —dijo Dante, agachando la cabeza —… y, en cuanto supe de los acertijos de las salas de la torre, confirmé que mis recuerdos eran ciertos. Porque solo así tendría sentido aquello.

    —¿Los acertijos? ¿Te refieres a las metáforas que encontramos en los archivos de la sala de ordenadores que revelaban el funcionamiento de los mecanismos? —recordé. Pensar en aquello me recordó a la reciente clase de juicio, a Alpha, a Chad, a Elisa… —. Las metáforas olímpicas, ¿no?

    —Exacto. Tú mismo lo dijiste, Drake —Dante me miró, serio —. Era como si esas metáforas hubiesen sido creadas por y para Alpha. Y si… ¿y si fuese algo así?

    —¿Huh? ¡Explícate ya, demonios! —exclamó Mimi, tensa. Notaba cómo apretaba su puño con suma fuerza, como para liberar toda la ansiedad y tensión que tenía dentro.

    —… Alpha fue el que propuso esas claves para dejar un registro del mecanismo de las salas de la torre. Él era el encargado de la vigilancia, por lo que él era el único que sabría interpretarlo. Él y Lucas eran los únicos que conocían los mecanismos, de hecho: Lucas porque los creó y Alpha porque era el vigilante principal. Así de simple.

    —¿C-Cómo que Lucas los creó y que Alpha vigilaba…? —cuestioné. ¿Q-Qué quería decir aquello? Me veía venir qué sería lo próximo que Dante diría, cuál era la verdad que él recordaba. Y, siendo sinceros, no sé si estaba preparado para escucharla.

    Dante agachó la cabeza.

    —Todos nosotros éramos miembros del Equipo Gamma… con Effy Joy como nuestra líder. Y, por ende, esta Academia era nuestra base, nuestro cuartel general. El sitio donde nos escondíamos dentro de Galeia… bajo la apariencia de una simple escuela.

    —¿Nosotros somos Gamma? —exclamó Mimi, incrédula —. M-Menudo disparate.

    —N-No puede ser cierto. ¿P-Por qué nosotros seríamos…? —Emily trataba de asimilar la información, impactada y con los ojos muy abiertos.

    —Somos… Gamma… —susurré. Yo tampoco… yo tampoco quería creerlo.

    —Bah, qué más dará eso —Ian se encogió de hombros, se echó hacia atrás y se tumbó en el suelo, con los brazos en la cabeza —. ¿Somos los responsables de la destrucción del mundo? Bueh, suena emocionante para mí. Pero no mientras sigamos encerrados aquí dentro. Lo que me resulta verdaderamente inquietante es… si nosotros somos los “malos”, ¿quién nos está haciendo esto, entonces? ¿Los buenos? —sonrió de forma malévola tras pronunciar aquello —. ¿… o alguien aún más malo?

    Mis ojos se enfocaron en la cámara de la habitación de Chad, que no podía alcanzar a vernos. ¿Había alguien al otro lado de la cámara? Si nosotros éramos los culpables de la destrucción del mundo, si nosotros éramos Gamma, ¿quién nos estaba haciendo aquello? La pregunta de Ian era verdaderamente inquietante. Tal vez… tal vez esto era una especie de “castigo” por lo que habíamos hecho. O tal vez fuese algo mucho más complejo. De un modo u otro, quien estuviese detrás de todo no era alguien bueno… por mucho que fuese verdad que nosotros éramos Gamma.


    La noche se cerró sobre nosotros, y cada uno descansó en sus respectivas camas. Esa noche volví a soñar con la escena de la muerte de Erwin, y desperté en mitad de la madrugada, empapado en sudor, jadeante. Una idea no paraba de asolar mi mente… mis recuerdos eran difusos respecto a aquel momento, al momento que presencié en el video que Monokuma preparó para mí, pero ahora que sabía que yo era un Gamma… Erwin decía que no podía dejar escapar a quienquiera que estábamos persiguiendo, y, contra todo pronóstico, yo le disparé a él, salvando a aquella persona. ¿Tal vez yo era un infiltrado en la Policía de los Gamma, y traicioné a mi compañero para salvar a alguno de los nuestros? L-Los ojos rosados… de pronto, la imagen de esos ojos me perseguía.


    Y pocas horas más de sueño pude disfrutar, cuando la sirena del anuncio escolar volvió a sonar.

    —Ngh… —Monokuma apareció en el monitor, tembloroso, como si estuviese sufriendo un ataque o algo similar—. N-Ngh… e-es hora d-de… ¡ngh! Levantarse. E-El gimnasio… v-venid…

    Y, de pronto, se apagó. ¿Qué demonios le pasaría ahora a ese oso demoníaco ahora? Había dicho algo de acudir al gimnasio, así que supuse que no teníamos mucha más opción.

    Me duché rápidamente y me apresuré a reunirme con los demás. Todos estaban ya allí cuando llegué… y no pude evitar sentir un escalofrío desagradable al ver el número de personas que nos habíamos concentrado allí. Cada vez éramos menos… ya habíamos vivido tres casos, y eso equivalía a siete muertes. Comenzamos siendo dieciséis, y ahora solo éramos nueve.

    Emily parecía volver a estar más cercana con Dante, pues estaba junto a él cuando llegué, pero se le notaba que seguía acongojada por la noticia que recibió de su pareja el día anterior. Por algún motivo, Dante recordaba cosas que nosotros no, y era obvio que solo nos había contado una parte. Supongo que era un enorme avance que se abriese con nosotros un poco, aunque fuese solo para contarnos parte de la verdad. Pero… mis ojos buscaron entonces a Ian, que estaba apartado, observando todo mientras apoyaba su espalda en la pared. Él también sabía muchas cosas, y de hecho, probablemente fue él el que forzó a Dante a revelar la verdad. No obstante, no parecía que fuese porque recordase nada, sino, más bien… porque tenía una capacidad de análisis, observación y deducción muy por encima que la de cualquiera de nosotros. Por ello, a veces, me daba miedo. Porque podía ser un aliado excepcional… pero también una terrible amenaza.

    Por su parte, Hubert y Effy conversaban juntos, ambos con ceño fruncido y miradas analíticas. Sin duda, esos dos eran tal para cual: serios, severos, firmes en sus palabras y convicciones. No obstante, era casi un hecho que Effy Joy era la líder de los Gamma… la que era nuestra líder. Y su título era, no en vano, el de “Super Terrorista”. No dejaba de ser una persona peligrosa… por mucho que aparentemente no recordase su pasado y se mostrase como alguien confiable ante nosotros.

    Mimi andaba sola, enfocando la mirada en el suelo, y mirando de vez en cuando de reojo a Brendan, al cual observaba asqueada y muy molesta. Y lo cierto es que lo hacía con razón: el periodista, alejado en su esquina, no dejaba de observarla mientras anotaba cosas en su libreta. Sentir esa observación constante debía ser molesto, y no es que Mimi tuviese mucha paciencia, precisamente.

    Y solo quedaba…

    —¡Hey, Drake! —noté la mano en el hombro, y me giré para ver el rostro sonriente de Steve. Era una sonrisa superficial, pero, al menos, cumplía su función: mirar esa expresión alegre me hacía sentir un poco mejor—. ¿Cómo has dormido? ¿Todo bien?

    Asentí con lentitud. Aunque en realidad la verdad era bien distinta: nada estaba bien en esos momentos.

    —El anuncio de esta mañana fue muy extraño, ¿verdad? —comentó Steve—. Me pregunto qué le pasará a Monokuma.

    A lo lejos, en el escenario, una patita blanca se asomó por encima del atril de los discursos.

    —Creo que vamos a descubrirlo pronto —comenté.

    El oso trepó con esfuerzo hasta alcanzar la parte más alta del atril. Parecía estar exhausto, casi como si hubiese alguna especie de fuerza invisible empujándole hacia atrás, como si cargase un peso enorme. Se puso de pie con un esfuerzo exagerado, mientras que todos observábamos la escena estupefactos.

    —A-Alumnos… t-tengo algo que deciros, p-pero… n-noto una presencia q-que me está intentando d-dominar. ¡Eeek! —Monokuma cayó sobre sus rodillas—. ¡Me está poseyendo! —alzó una patita hacia arriba, como intentando clamar por ayuda—. ¡L-Lo siento, es un espíritu maligno… el espíritu… m-más maligno… del… mundo!

    Y cayó sobre el atril, desplomado. Luego, rodó hasta caer detrás del atril de nuevo, como si fuese un cuerpo muerto. El silencio se hizo del gimnasio por un momento.

    —Tengo un mal presentimientos —susurró Steve.

    Y, de pronto, volvió a dar un salto, esta vez lleno de energía, pero… ahora el oso tenía colores invertidos.

    —¡Puhehehehe! ¡ESCORIA, hola de nuevo!

    —¿¡R-Reversekuma!? —exclamó asombrado el Super Suertudo.

    —Esto debe ser una broma —bufó Effy.

    —¡Oh, no, no, no, Super Terrorista! No es ninguna broma. ¡Ah, mi hermano me mató —Reversekuma estiró sus patas, observándolas de cerca con su ojo azul—, pero la venganza es un plato que se sirve frío! Ahora controlaré su cuerpo como un espírtu, puhehehe! —luego se dio un par de golpes en su estómago—. Aunque mi hermano estaba más gordo que yo. Vaya panza, maldito vago. Bueno, bueno. ¿Qué era lo que había que decir? —hizo un gesto reflexivo—. ¡Ah, sí!

    Se aclaró la voz, y luego sacó sus uñas. Eran más afiladas de lo que me habría imaginado, y, cuando nos apuntó con ellas, uno a uno, tragué saliva, asustado. Reversekuma comenzó entonces a hablar.

    —He aquí… el cuarto motivo.

    —¿¡Y-Ya!? ¿Otro motivo? —exclamó Hubert, apretando los dientes.

    Y Reversekuma comenzó a reír maniáticamente.

    —Sí, sí. Solo quedáis nueve personas aquí delante… pero quiero que sepáis algo, ¡y esta revelación es el motivo que os impulsará a descuartizaros entre vosotros, vaya que sí! Ejem, ejem… sabréis ya que hay alguien detrás de todo esto. ¡Una mente maestra!

    Di un paso atrás. ¿E-Estaba revelando ese dato? ¿Se atrevía a confirmarlo así, sin más? Algo extraño sucedía. Sabía que estaba a punto de decir algo terrible, algo que rompería todos nuestros esquemas. Era algo que podía notar, de alguna forma. Y, cuando miré a mis compañeros, Emily, que notó que la miraba, me dirigió un vistazo con sus ojos morados, cargados de preocupación. Ella también lo presentía.

    Y entonces el ojo azul de Reversekuma brilló, al tiempo que su siniestra sonrisa se acentuó hasta parecer diabólica.

    —Pero esa mente maestra no está sola, por supuesto. Hay personas que la ayudan desde dentro… hay traidores entre vosotros.

    —¿Traidores…? —susurró Ian, con la mano en el mentón, reflexivo.

    —¿… más de uno? —cuestionó Dante.

    —Puhehehehe —Reversekuma chocó sus garras, frotando unas uñas con las otras—. Exacto. ¡Oídme bien! Sois nueve personas aquí delante… ¡y entre vosotros se esconden tres traidores!
     
    Última edición: 28 Enero 2018
    • Fangirl Fangirl x 5
    • Ganador Ganador x 2
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso