K-On! Perdóname Ritsu [MioxRitsu] [Drabble]

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Título: Perdóname Ritsu.
Fandom: K-on.
Personajes: Mio (La historia esta contada desde su punto de vista) y Ritsu.
Palabras: Estoy segura que más de una y menos de cinco mil (?)
Summary: ''Oh, Ritsu. De verdad que lo siento. Metí la pata hasta el fondo como dirías. Fallé estrepitosamente en mi cometido como mejor amiga. Supongo que me equivoqué… lo lamento. Soy una tonta.''
Advertencias: Yuri. (No pondré Shojo-ai porque ese término no existe como tal y todas las interacciones sean sexuales o románticas entre chicas se engloban bajo la categoría antes mencionada) Dicho lo propio, si no quieres ver a una chica amando a otra será mejor que no leas el siguiente escrito.

~Perdóname Ritsu~​

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Perdóname Ritsu.

Lo siento.

No sabes cuánto lo siento.

Juro que creí que mis sentimientos jamás cambiarían, que siempre te vería como lo que siempre has sido. Pero fui una ingenua que solo se mintió a sí misma. Tú, tan enérgica, chispeante, como el arcoíris que sale después de la lluvia llenando el lienzo del cielo con sus colores; y yo, tan distinta, tan callada y tan tímida. Te tenía envidia. Deseaba tanto, tanto… ser como tú. Ser sincera nunca fue mi fuerte y sin embargo tú no tienes reparos en decir todo lo que piensas sin meditar siquiera tus palabras. De verdad... ¿realmente alguna vez te paras a escuchar lo que dices?

Oh, Ritsu. De verdad que lo siento. Metí la pata hasta el fondo como dirías. Fallé estrepitosamente en mi cometido como mejor amiga. Supongo que me equivoqué… lo lamento. Tropecé en la idea ridícula de que el tiempo me haría cambiar de parecer. Confié en que los años darían un giro de tuerca a mis sentimientos. Soy una tonta. Porque, mientras tengo tu cabeza apoyada sobre mi regazo y acaricio tímidamente tus cabellos sueltos con mi mano, mis mejillas arden de vergüenza y un intenso deseo me quema las venas. ¿Cuándo fue que te volviste tan atractiva a mis ojos? ¿O es que siempre lo fuiste? Tienes los ojos cerrados y la saliva se te escurre por la comisura de los labios mientras duermes sobre mis muslos, pero te ves tan tranquila y pacífica… tan en paz con el mundo... que no puedo recriminarte nada.

Desearía ser tan despreocupada como tú.

Tus facciones se tornaron algo más rudas, masculinas incluso, con el tiempo… siempre tuviste este aspecto andrógino a pesar de ser una chica. El cabello corto, alborotado y rebelde... sé que te lo recogías con una cinta porque no te gustaba perder el tiempo cepillándolo por las mañanas. Pasar la adolescencia te sentó bien. Oh, mátame por pensar esto, pero deshacerte de esa diadema de la que no te separabas en bachillereto fue una buena idea. No es que no me gustase... pero estás mejor sin ella.

Me detengo un momento y me llevo la mano a los labios y río internamente mientras pienso en como reaccionarías si oyeras esto. Y sin embargo, me alegro que no puedas leerme la mente y vivas en tu tierna inocencia, ajena por completo a los pensamientos impropios que recorren mi cabeza cuando estamos a solas. No soy yo. Me avergüenzan. O cuando te miro. O cuando me hablas. O cuando me tocas, aunque solo sea un mero roce. Si supieras… como tu piel hace arder la mía. Como mi corazón se acelera y un nudo asfixiante me oprime el pecho. Como tengo que ocultar con todo lo que tengo todo lo que despiertas en mí. Es más… que deseo. Es el deseo de querer estar contigo. Siempre. De atarte a mí para que nunca jamás te separes. Para que esos chicos con los que hablas se alejen de ti. Para reclamar que tu corazón me pertenece como ya te pertenece el mío.

''Quiero estar contigo’’

Te miro. Y acaricio con la punta de mis dedos los contornos de tu rostro. Deslizo mi índice por tu frente y desciendo lentamente por el puente de tu nariz hasta tus labios. Dudo un momento antes de tocarlos. Mis mejillas arden.

''Te deseo''

Quiero besarte. Deseo tanto, tanto… besarte. El sentimiento es tan fuerte que me aprieta con fuerza el pecho y me impulsa a apartar rápidamente la mirada y sacudir la cabeza para disipar mis intenciones. El rostro me arde como si estuviera en llamas. Si me vieras besándote… ¿qué pensarías? ¿Te enfadarías? ¿Me odiarías? ¿Es posible que te avergonzaras y tu rostro enrojeciese?

Eso... eso sería adorable.

Tú eres adorable.

Estoy perdida en lo tierna que te ves así, dormida. En la profunda paz que tu expresión desprende. En tu cabello castaño claro. En el sonido distante de una guitarra que parezco percibir a lo lejos, y me siento como si el club de música ligera jamás se hubiera separado. En el salón vacío y el atardecer y la luz anaranjada del ocaso que se cuelan por las ventanas... calman mínimamente mi corazón inquieto.

—Te amo.

Susurro en voz baja y apoyo mi frente sobre la tuya. Rezo para que no escuches los desenfrenados latidos de mi corazón. La paz de este salón vacío ya no alcanza.

—Perdóname Ritsu—musito—. Pero te amo tanto...

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