[Original] El príncipe de Fuego

Re: [Original] El príncipe de Fuego

Gracias a BelAhome y Yuzu por seguir aquí... Tengo un par de cosas que debo aclarar... Como no hallé la manera de explicar lo sucedido con respecto a los "cuerpos" de Miki y Exeter, quiero aclarar que, ambas se "conocieron" en una dimensión aparte, como un sueño de Miki y, al despertar, Exeter habia tomado el "control" de sus movimientos.
Y, cuando Exeter ya se transforma, digamos que el cuerpo de niña "desaparece" temporalmente.
Quiero disculparme por la enorme tardanza, pero es que he tenido muchisimo tiempo ocupada con tareas, sin más, aqui el capitulo:

Capitulo VII. "Sentimientos manipulados"

—¿Seré capaz de salir de este lugar?—pregunta la pequeña princesa.

El campo de tinte violeta latía suavemente, mientras el dulce y suave cuerpo de Exeter yacía dormido sobre el regazo fuerte de Yu, quién miraba con extrema fijación a la luna carmesí que se apreciaba claramente en el cielo.

—¿Qué tanto miras?—le cuestiona Exeter, jugando con sus mechones oscuros—La luna no se irá por más que la mires con desdén.
—No la miro con odio ni nada por el estilo—le dice secamente.
—¿Entonces?
—Es solo que, cuando la miro, siento como si llenara mi corazón de paz. Admiro su existencia solitaria y la manera implícita de cómo ama al Sol sin poder tocarlo.
—Eres demasiado profundo. No sé como te percatas de ese tipo de cosas—le confiesa Exeter, un tanto divertida.
—Siempre he sido así, supongo que debe ser por mi antigua existencia angelical—concluye el chico, aun con su mirada en la Luna.

Yu, que siempre había sido un ángel sin la capacidad de sentir aprecio o desencanto por alguien o algo que no fuera su señor Dios, o como quiera que le llamara, había logrado admirar a la luna, se había creado una obsesión.

Desde su llegada a la tierra, Yu había sido un humano, con un corazón latiente y con consciencia de sus actos. Sabía lo que tenia que hacer, para que había sido enviado, pero lo que no sabía era que se encontraría con la persona más importante para él. O al menos es lo que Exeter le hizo pensar.

A pesar de todos los años que habían pasado y de todo lo que Yu, Miki y Midori habían pasado juntos, Yu jamás pudo crear un sentimiento nuevo, ni de odio, ni de amor. Era como seguir siendo un ángel. Pero Yu sabia que ya no lo era, que ahora era solamente un humano incapaz de sentir frio o calor, un cuerpo que vive por la eternidad sin cambio alguno.

—¿Me quieres, Yu?—le pregunta la bella joven.
—Si, yo te quiero Exeter—

En esos instantes, Miki, sumida en una oscuridad mas profunda que antes, por fin abrió los ojos, teniendo una mirada decidida, una mirada madura y sin dudas, segura de lo que hizo y de lo que tenia que hacer ahora.

—Extraño los momentos a tu lado—piensa Miki, melancólica—Quisiera volver atrás y mirarte cuando entrenabas a Midori, o cuando descansabas en el árbol frente a mi cuarto solo para que pudiera mirarte.
“Yo siempre te he visto como a un humano, no importa que seas o hayas sido un ángel, para mi siempre serás Yu, mi guardián. No me interesa que puedas destruirme con solo proponértelo o que ames a otra…
“Pero yo jamás… Yo jamás… ¡¡Permitiré que destruyas mi mundo!!

De la nada, en profundo de ese mar desolado, una luz apareció, bañando el cuerpo frío y pálido de la pequeña princesa, como si su corazón comenzara a latir una vez más. El campo oscuro se pinta de colores y la pequeña Miki comienza a retomar movimiento en su cuerpo. Mientras tanto, los rizos rubios y resplandecientes de Midori se colaban entre las hojas de los árboles, corriendo a toda velocidad, hacia aquella cabaña que alguna vez había sido pacífica. Detrás de la joven, iban dos chicos bastante apuestos, uno de cabello verde y ojos negros y ojos de cabellera larga y azulada, de ojos rojos, ambos con una mirada decidida.

—¿Porqué tuvo que acabar así?—se preguntaba la princesa mayor—¿En verdad este es el destino de la tierra?

Midori, quien había accedido a ir por Valiant y Tenshi, volvía con lágrimas en los ojos, triste por que estaba segura que ella ya no estaría más en ese mundo, porque sabia que su hermanita ya no estaría mas con ella… Y lo más importante, sabía que tendría que pelear contra su antiguo guardián…

—Tranquilícese Midori, todo estará bien—le dice el joven de ojos rojizos—El amor no es algo que se pueda vencer, por eso es que tenemos oportunidad.
—Así es, porque el joven Yu no está enamorado de Exeter, por eso podremos vencer—asegura el chico de cabello verde.
—Lo tengo en cuenta, pero aun así… Si logramos vencer y el tiempo vuelve a lo que debió ser… Nosotros tres… Nosotros vamos a…—para en seco la oración, dejándose caer al suelo, soltando un suspiro y dejando caer más y más lágrimas.
—Que no estemos en su vida físicamente, no significa que no podamos acompañarlos—masculla el chico de cabello azul, abrazando a la chica.
—Gracias Valiant… En verdad gracias…

Los tres, tras una mirada reconfortante, siguieron su camino, hasta el final de bosque, ahí donde comenzaba a tornarse todo de violeta, ahí donde estaba la joven mas peligrosa del planeta y su eterno lacayo. Midori, dando el último paso, llegó hasta la cabaña, mirando con tristeza como Yu, aun con esa mirada vacía, abrazaba con fascinación el cuerpo de Exeter.

—Pero…¿Qué te ha pasado Yu?—formula Midori, conteniendo el llanto.
—Vaya, vaya, vaya—dice Exeter, con una media sonrisa en el rostro—Pero miren a quien tenemos aquí.
—¡¡Exeter!!—grita Valiant, desenvainando una hermosa espada de hoja esmeralda.
—Pero si es el príncipe de Fuego y…—se queda en un shock fingido—Pero si es mi hijo, Tenshi.
—Madre… ¿Por qué sigue con su venganza? ¿Acaso no le ha hecho ya el suficiente daño a la reina Miki y a Yu, su prometido?
—¡¡Silencio!!—exclama Exeter, bajando del techo a una velocidad inhumana y tomando a su propio hijo de cuello—¡¡Jamás te atrevas a llamarle reina a esa chiquilla!! Y mucho menos a decir que… ¡¡QUE YU ES SU PROMETIDO!!

Al momento, Exeter atraviesa el pecho del joven de cabellos verdes y lo lanza a un lado, mirando como se desangra sin misericordia alguna. Con un movimiento de mano, Yu aparece a su lado y limpia la sangre del cuerpo de Tenshi, en acto seguido, lo carga y entra a la cabaña.

—¡¡TENSHI!!—grita Midori, intentando detener a Yu, pero ella también es golpeada por Exeter, con tal fuerza que acaba impactándose contra un árbol.
—Mira niña estúpida… Más vale que te vayas de aquí—le dice a la rubia, desenvainando una espada de esgrima, colocándola en el cuello de Midori—Si no quieres morir, mejor vete.
—N…No… No me iré, me quedaré aquí y salvaré a Yu de ti—le afirma, mirándola con desprecio.
—¿Salvarlo? ¿Crees tu que lo tengo aquí contra su voluntad?—pregunta, divertida.
—Exeter, ya basta. Esto no te llevará a nada. Sabes que todo pasará igual que hace 5 años, Yu volverá a hacer lo mismo contigo, el te sellará de nuevo en…
—Silencio Valiant—masculla, haciendo un corte ligero el brazo de Valiant.
—Arrgh…
—¡Valiant!
—Midori… la pequeña Midori… una muy mala sustitución de Miki…—comienza, caminando de lado a lado—Un triste contenedor de recuerdos ajenos…

De momento, Exeter queda frente a la rubia y gira su espada, colocándola de nuevo en el cuello de la joven, para luego de sonreír, aplicar presión hacia adelante, cortando levemente el cuello de Midori.

—¡¡Déjala!!—grita Valiant, interponiéndose.
—Valiant… eres tan ingenuo, ¿Crees que podrás protegerla?
—Si.
—No, en realidad, tu piensas que no le haré daño por la importancia que su cuerpo tiene para mi…—le comenta, causando que la mirada de Valiant se vaya directo al suelo—Pero te tengo malas noticias. Midori ya no me importa, porque a diferencia de lo que pasó hace 5 años, esta vez conseguí mi propio cuerpo, así que puedo asesinarla y a ti también…
—¿Cómo es posible? ¡¿Has conseguido a otro cuerpo igual de poderoso que el de Midori?!
—Si, pero es un secreto. Así que, sin saber nada, mueran.

Entonces, Exeter lleva su espada hacia atrás y, con fuerza y rapidez, la lanza contra ellos, dejando su rostro y vestimenta llena de sangre…

—Pero que demon…?—intenta decir Exeter, mirando como unas plumas protegen a los chicos
—No te relajes tanto Exeter—se escucha decir desde lo alto del árbol.

Continuará…