~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Dany-Chan, 30 Marzo 2007.

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  1.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    66
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!^^
    Que bonita contiii!!:)
    En serio, me encantó!!
    Y claro, muchisimas gracias por dedicarmelo!! me hace muy feliz que no pienses que soy una pesada todo el dia pidiendo conti!!xD
    Espero la siguiente con ansias si??;)
    Un beso y te cuidas!!^^ **NÚRIA**
     
  2.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    5513
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola...

    Nadie, además de Núria, me posteo u.u Parece que estoy perdiendo su apoyo ;-;!! No quiero que eso suceda >.<!! A mi en lo personal me gustaba el capítulo anterior o.oU Pero parece que a ustedes no les agradó del todo...

    Vengo a publicar porque prometí hacerlo los fines de semana, pero si el apoyo va así en decadencia, mejor no sigo o.oU

    Bueno... aquí va el capítulo 10...

    -------------------

    “Oportunidad de Vivir”
    Capítulo 10: Descubrimientos

    Inu Yasha tomó sus pertenencias y las de Aome, y luego tomó a la chica en sus brazos, para llevarla a un lugar donde pudiese ser atendida. Realmente, la chica se veía muy mal: sudaba mucho, su cuerpo ardía en fiebre, le costaba respirar, entre otras cosas.

    - No te preocupes Aome, pronto estarás mejor. Buscaremos a alguien que pueda atenderte de manera adecuada—dijo Inu Yasha, tratando de correr de la manera más delicada que podía, para no aumentar el malestar que la chica sentía. (No me refiero con delicada a de manera fina, sino que con cuidado de no ser brusco n.nu)
    - Inu Yasha—ella susurró con dificultad, entreabriendo sus ojos.
    - Tranquila. Pronto vas a poder descansar—le dijo dulcemente.
    - No me dejes sola—se aferró al haori del chico. Este acto enterneció a Inu.
    - No te preocupes, no lo haré—le sonrió. La joven se quedó dormida – Sólo espero que encontremos a alguien que nos ayude pronto—pensó, mientras seguía avanzando con agilidad.

    Pasaron unos diez minutos y ambos ya se encontraban cerca del sendero que seguramente los llevaría a una aldea. Inu Yasha escuchó ruidos de pasos y voces, así que se ocultó tras unos arbustos y un árbol. Recostó cuidadosamente a Aome sobre la hierba y trató de ver el origen de los sonidos que había escuchado. A lo lejos, vio avanzar a un grupo de bandidos a través del bosque. No tenían muy buena cara. (Claro, son bandidos n-nu)

    - Debo llevar a Aome lejos de aquí. Si nos llegan a ver, podrían querer pelear con nosotros, y este no es el momento más adecuado...—pensó Inu. Aome abrió los ojos.
    - ¿Qué pasa? ¿Por qué nos detuvimos?—preguntó la chica.
    - No hables. No hagas esfuerzos innecesarios... Luego te explico. Por ahora, permanece en silencio—la chica asintió. Inu siguió espiando sigilosamente a los bandidos. Estos cada vez se acercaban más a ellos.
    - Lo mejor será huir—pensó y luego tomó a Aome, para emprender la huída. Desafortunadamente, Inu pisó una rama y su crujido llegó hasta los oídos de los bandidos. El chico rápidamente se escondió.
    - ¿Quién anda ahí?—preguntó uno de los ladrones, quien parecía ser el jefe. No hubo respuesta.
    - Quizás sólo fue un animal, jefe—dijo uno de sus subordinados.
    - ¡Masashi!—dijo y otro de los ladrones asintió – Ve a inspeccionar—este volvió a asentir y fue.
    - No me queda otra que enfrentarlos—pensó Inu Yasha – Aome, quédate aquí. No te muevas por nada del mundo. Yo ya regresole susurró. La chica asintió – Es a mí a quien buscan—dijo, saliendo del arbusto.
    - Miren, que joven más valiente—dijo sarcásticamente el jefe - ¿Quién eres? –
    - Eso no te interesa...—respondió Inu, fríamente – Déjenme pasar... –
    - ¿Y si no queremos? –
    - Pues tendrán que vérselas conmigo—desenvainó su espada – Necesito terminar rápido con esto o si no...—pensó y luego miró hacia donde estaba Aome escondida.
    - Pagarás por tu insolencia, jovencito...—todos los bandidos empezaron a desenvainar sus espadas, dispuestos a atacar a Inu Yasha. Este adoptó posición de ataque.

    La lucha comenzó. Primero, se lanzaron dos bandidos contra él, pensando que con ellos sería suficiente. Pero Inu logró herirlos y alejarlos de él. Luego se le acercaron cinco más. Esto le presentó un poco más de dificultad al chico. Defenderse de cinco personas que atacaban simultáneamente no era fácil, aún con todo el entrenamiento que había recibido. Uno de los bandidos empezó a acercarse a donde se encontraba Aome. Inu se dio cuenta de esto e intentó con más ahínco salir del ataque de sus enemigos. Logró derribar a dos y luego a uno más, pero más soldados llegaron a combatir con él.

    - Veo que eres bastante bueno. Te subestimé pero, veamos que puedes hacer contra todos mis hombres... (Uy! Que raro sonó eso... “Todos mis hombres” o.o) ¡Ataquen!—por lo menos diez bandidos más se lanzaron al ataque.

    El joven ya no podía contra todos ellos, pero seguía intentando derribar a los más débiles y defenderse de los ataques de los más fuertes. El jefe iba a apoyarse en uno de los árboles para seguir viendo el “espectáculo” que se presentaba frente a él. Desgraciadamente, eligió justo el árbol detrás el cual Aome se encontraba y la vio.
    La joven logró ver su cara y se dio cuenta por su expresión que el hombre no tramaba nada bueno.

    - Miren con quien me he encontrado—rió – Una bella y encantadora jovencita escondida tras un árbol—rió maliciosamente. Inu Yasha logró escuchar esto.
    - ¡No le hagas daño!—gritó enfurecido.
    - Veo que es muy importante para ti, tu novia quizás... –
    - Si le llegas a tocar un pelo yo...—dijo enfurecido.
    - ¿Tú qué? ¿Me atacarás? Eso difícil lo veo con todos mis hombres atacándote...—volvió a reír de manera malvada. Aome dificultosamente logró tomar su espada y con las pocas fuerzas que tenía hirió al jefe de los bandidos en un brazo - ¡Argh! Maldita mujer, pagarás por esto—tomó a Aome por el cabello y la suspendió en el aire. La expresión del rostro de la chica demostraba que estaba sufriendo mucho, tanto por el trato del bandido hacia ella como por su estado de salud.
    - ¡No le hagas nada, maldito!—gritó Inu Yasha, con una mezcla de ira y desesperación – Déjala ir. A quien quieres es a mí, no a ella... –
    - Ella pagará por lo que me acaba de hacer—desenvainó su espada, dispuesto a atacarla.

    Inu Yasha comenzó a desesperarse. Sentía que no podía hacer nada por Aome en esos momentos en que ella más lo necesitaba. Todo porque los bandidos no habían dejado de atacarlo insistentemente, aunque ya había tumbado en el suelo a unos cuantos.
    La espada del jefe de los bandidos fue acercándose más y más al cuerpo de la joven.

    - Voy a... ¿morir?—pensó Aome, cerrando sus ojos – Discúlpame Inu Yasha por no poder ayudarte en esta lucha, pero mi cuerpo no me acompaña ni me responde...—lágrimas empezaron a correr por sus ojos – Este es mi fin...—se preparó para morir, pero justo en el momento en que se suponía el bandido iba a matarla, sintió como la soltaba. Cuando el hombre cayó al suelo, Inu Yasha logró deshacerse del ataque de los bandidos y fue en su auxilio.
    - ¿Te encuentras bien?—preguntó y la abrazó protectoramente. Luego dirigió su mirada hacia donde se encontraba el bandido y se sorprendió.
    - ¿Qué fue lo que pasó?—abrió sus ojos y miró hacia donde el chico miraba. Sus ojos se abrieron aún más, de asombro. No podía creer lo que estaba viendo.

    Lo que los ojos de ambos veían era una joven que se encontraba apuntando con su espada al pecho del bandido.

    - Pagarás por lo que estabas a punto de hacer—le dijo fría y amenazadoramente.
    - ¿Quién eres? ¿Y qué haces aquí?—preguntó desesperado. Los demás bandidos veían con impotencia y miedo lo que le estaban a punto de hacer a su jefe.
    - Nadie se mete con las Princesas de la Muerte y vive para contarlo—le susurró al oído. Los ojos del bandido se abrieron sobremanera.
    - ¿Princesas de la Muerte? Pensé que eran sólo una leyenda...—dijo con un hilo de voz.
    - Pues ya ves que no... Adiós...—la joven enterró su espada en el cuerpo del bandido, dándole muerte – Si ustedes—dirigiéndose a los demás bandidos—no quieren correr con la misma suerte, huyan de aquí ¡Rápido!—dijo fríamente. Realmente ella inspiraba un gran temor hacia los demás. Todos los bandidos huyeron despavoridamente, tratando de salvar sus vidas.

    La chica se acercó a Aome e Inu Yasha, y este abrazó sobre protectoramente a la joven enferma.

    - No te preocupes Inu Yasha—le dijo Aome – Ella es... –
    - ¿Estás bien Aome?—preguntó la joven que había asesinado al bandido - ¿Qué tienes?—Inu Yasha reconoció el traje que la joven llevaba puesto.
    - Entonces tú eres...—dijo el chico.
    - Sango, una de las Princesas de la Muerte—contestó ella - ¿Quién eres tú? –
    - Me llamo Inu Yasha—contestó él.
    - ¿Cómo está Aome? Se ve muy mal...—el joven dejó de abrazarla y la recostó en la hierba.
    - Al parecer pescó una gripe en la noche. Cuando desperté, vi que se encontraba con una fiebre muy alta y traté de llevarla a algún lugar donde pudiesen atenderla mejor, pero en ese momento me encontré con estos bandidos—explicó él.
    - Ya veo—contestó Sango – Vi un templo cerca de aquí. Allí podríamos llevarla para que la curen—Sango tocó la frente de Aome para cerciorarse de lo mal que se encontraba su amiga.
    - Vamos para allá, entonces—el chico tomó a Aome en sus brazos.

    Sango le dijo que la siguiera, para indicarle el camino hacia el templo. Inu Yasha así lo hizo. Llegaron al templo en veinte minutos, que para los tres fueron eternos. Sango fue la primera en entrar, para pedir ayuda. Luego, le indicó a Inu Yasha que él y Aome podían entrar.

    - Síganme, por favor—les dijo una joven sacerdotisa de cabellos negros y largos, ojos azul-grisáceos, piel blanca y estatura mediana, indicándoles el camino. Los jóvenes le obedecieron.

    Ella los llevó hasta una habitación en la que se encontraba un futón y un tiesto con agua fría, que seguramente había sido dispuesto por otra sacerdotisa momentos antes.

    - Recueste a la joven allí, por favor—le dijo a Inu Yasha y éste así lo hizo, con extremo cuidado, y luego la tapó con la manta. Al encontrase allí, la cara de Aome mostró una pequeña expresión de alivio.

    Enseguida llegó otra sacerdotisa, también joven, de cabello negro pero más corto que el de la otra, ojos color verde, piel blanca y estatura alta. Ella traía algunas hierbas medicinales en un canasto.

    - Buenos días—les dijo a Sango e Inu Yasha. Ellos correspondieron el saludo - ¿Desde cuando tiempo que empezó a tener molestias la joven?—preguntó, refiriéndose a Aome.
    - Eso no lo sé, pero cuando desperté la encontré con fiebre muy alta—respondió Inu – Se debe haber enfermado ayer, ya que quedó toda empapada y luego comenzó a hacer frío y llover—explicó él – Aunque no me dijo nada de que tenía alguna molestia –
    - Quizás sí las sintió, pero no se lo dijo...—dijo apaciblemente la sacerdotisa mientras revisaba a Aome - ¿Pueden salir un momento? Necesito examinar más detenidamente a la chica –
    - Esta bien—ambos obedecieron.
    - Tu también puedes salir—le dijo a la otra sacerdotisa que se encontraba allí, esta asintió y salió.
    - No se preocupen, la joven está en buenas manos—les dijo la primera sacerdotisa con la que se habían encontrado – Kazuru—refiriéndose a la otra sacerdotisa—se caracteriza por curar y atender bien a sus pacientes –
    - Sólo espero que Aome se mejore pronto...—dijo Sango – Al fin la encuentro y la veo en este estado... –
    - ¿La estuvo buscando por mucho tiempo? –
    - Hace por lo menos dos semanas. En casa nos pareció extraño que no volviera y vine a buscarla... –
    - Ya veo—sonrió – Que bueno que la haya encontrado –
    - Así es –

    A Inu un escalofrío le recorrió la espalda. Si estaban buscando a Aome, lo más probable era que se la llevasen de vuelta a la fortaleza de Naraku apenas estuviese mejor. Y él no quería eso. Le gustaba mucho la compañía de la chica.

    - ¿Cuáles son sus nombres?—preguntó la sacerdotisa.
    - El mío es Sango—respondió ella.
    - Y el mío es Inu Yasha—respondió él.
    - Mucho gusto. Yo soy Harumi—hizo una reverencia – Cualquier cosa que necesiten, pueden pedírmela –
    - Gracias—agradecieron ambos.
    - Ya que su amiga deberá estar en reposo por unos días, les mostraré unas habitaciones donde podrán descansar durante su estadía aquí. Síganme, por favor—les dijo y éstos así lo hicieron. Les mostró las habitaciones, donde cada uno dejó sus pertenencias y luego fueron a ver a Aome. Se encontraron con Kazuru saliendo de la habitación.
    - ¿Cómo está Aome?—preguntaron Sango e Inu Yasha al mismo tiempo.
    - Le he dado algunas medicinas para que disminuya la fiebre. Ahora, se encuentra durmiendo—les contestó la sacerdotisa - ¿Harumi, les mostraste sus habitaciones?—le preguntó.
    - Sí—contestó ella.
    - ¿Podemos ver a Aome?—preguntó Sango.
    - Claro, pero procuren no despertarla—les dijo Kazuru. Ambos asintieron y entraron silenciosamente.

    Vieron a la chica, con algunos paños húmedos en la cabeza, recostada. No llevaba puesto su kimono, sino un pijama blanco. Los jóvenes se quedaron un rato, en silencio, acompañándola, y luego se retiraron.

    - Siento que he visto su rostro con anterioridad...—pensó Sango, refiriéndose a Inu Yasha, mientras se dirigía a su habitación - ¿Dónde habrá sido? No puedo recordarlo... –
    - Estoy seguro de que cuando Aome se recupere, esa chica llamada Sango tratará de llevársela a la fortaleza de Naraku...—pensó Inu Yasha, entristecido – Pero, si Aome se resiste a volver... ¿La dejarían quedarse conmigo?—se preguntó – No seas tonto... ¿Cómo Aome va a querer quedarse contigo, si tiene a su “familia” y a sus amigos en la fortaleza... Además, yo soy el objetivo al que no pudo matar y donde Naraku está su pasado... Y quizás su futuro...—Inu se dirigió hacia una laguna que había en la parte trasera del templo. Desde allí, vio pasar a unas sacerdotisas, que se dirigían a rezarle a su dios. Se sentó en una roca cercana y siguió pensando – Ahora que lo pienso... quizás yo fui el culpable de que Aome se enfermara... Yo fui el que le arrojó agua en la cara...—se entristeció aún más, pero recordó la expresión de la chica al recibir el “ataque” y rió un poco – Aún enojada... Se ve tan linda...Siempre que la veo en alguna situación desfavorable, me dan unas inmensas ganas de protegerla y no dejar que nada le pase...—meditó un momento – Creo que... Me enamoré de Aome—miró al cielo y vio que se despejó un poco, dejando escapar por entre algunas de las nubes que quedaban, rayos de luz. De repente, apareció un arcoiris – Que hermoso. Ojalá que Aome pudiese verlo... Aome, no dejaré que te alejen de mi lado. Lo prometo. Nadie nos alejará, ni Sango, ni Naraku...—pensó decidido y se fue a su habitación, para descansar un poco.

    Llegó la hora de comer y todos fueron llamados a un gran salón, menos Aome a quien le llevaron la comida a su habitación, donde se servían habitualmente los alimentos en ese templo. Allí se encontraban Kazuru y Harumi, junto con las otras sacerdotisas que habitaban en lugar, sentadas cada una en su lugar. Sango e Inu Yasha pudieron ver dos puestos vacíos al frente de Harumi y Kazuru y se sentaron allí. Unas jóvenes fueron dejando la comida en frente de cada uno de los presentes.

    - Gracias por la comida—dijeron todos al unísono y empezaron a comer. Cada persona conversaba con las gente que tenía enfrente o a sus lados, y Sango e Inu Yasha no eran la excepción.
    - ¿Cómo fue que llegaron a este templo?—preguntó Sango a Harumi y Kazuru.
    - Bueno, ambas llegamos poco después de que ocurriese el derrocamiento de la Dinastía Taisho—dijo Harumi.
    - Así es—continuó Kazuru – Unos días después de que todo eso ocurrió...—comenzó a relatar...

    ***Flash Back***

    Unas pequeñas Kazuru y Harumi, de once y diez años respectivamente, estaban trabajando en el campo de sus padres, recolectando las verduras de la época de cosecha. Se veía que era un trabajo algo duro, pero ellas se veían bastante felices haciéndolo, junto a sus progenitores. De repente, la familia escuchó un fuerte murmullo, proveniente de la entrada de la aldea. Detuvieron sus faenas para ver que estaba ocurriendo. Los padres de las niñas les pidieron que se ocultaran en el sótano del granero, para mayor seguridad. Éstas obedecieron.

    - Volveremos pronto, no se preocupen—la madre de las niñas sonrió y cerró la escotilla del sótano. Ella y su esposo fueron a la entrada de la aldea.

    Los minutos pasaban y ellos no regresaban. Esto comenzó a preocupar a las hermanas.

    - ¿Por qué papá y mamá no vuelven Kazuru?—preguntó inocentemente Harumi.
    - No lo sé. Seguramente, algo los retrasó. Pero ya deben de estar por regresar, no te preocupes—sonrió para darle mayor tranquilidad, aunque ella misma no la sentía. Tenía un mal presentimiento. Y casi siempre que tenía alguno, estos se cumplían.

    De repente, ambas sintieron gritos desgarradores, de sufrimiento. Esto las asustó mucho, pero sobre todo a Harumi, que era la menor.

    - ¿Qué pasa?—pregunto - ¿Qué son esos gritos? ¿Qué pasa allá afuera? –
    - No lo sé, pero no es seguro salir ahora...—le contestó.
    - Quiero ver a papá y mamá .¡Déjame salir! ¡Quiero verlos!—imploraba la niña, llorando. Pero Kazuru no se lo permitía - ¿Por qué?—sollozaba.
    - Ellos nos pidieron que nos quedáramos aquí y eso haremos. Hay que obedecer sus ordenes... –
    - Pero... –
    -Si los desobedecemos, se enfadarán con nosotras. Y tú no quieres eso, ¿verdad? –
    - Claro que no, hermana—se quitó las lágrimas de los ojos. De repente, sintió como s i su corazón se oprimiera y luego un vació. Kazuru sintió lo mismo y temió lo peor.
    - Ellos... Acaban de morir...—pensó y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.
    - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?—preguntó asustada.
    - No pasa nada—mostró una sonrisa falsa y se quitó las lagrimas – Todo está bien—abrazó fuerte a su hermana y con cariño le frotó la cabeza. Esto hizo que la pequeña se quedase dormida y esto alivió un poco a Kazuru - ¿Por qué? ¿Por qué tuvieron que dejarnos solas en este temible mundo?—las lagrimas que antes había retenido ahora salían con libertad – Ahora... ¿Quién nos defenderá del mal?—se preguntó. Después de llorar desconsoladamente, se durmió con su hermanita en brazos.

    Un nuevo día llegó y la luz comenzó a traspasar las rendijas de la escotilla, llegando a los rostros de las hermanas. Esto las despertó.

    - Buenos días, Harumi—le dijo Kazuru, con una sonrisa.
    - Buenos días hermana—le contestó la niña - ¿Ya volvieron papá y mamá? –
    - No, aún no –
    - ¿Y cuándo van a volver? ¿No te lo dijeron?—preguntó.
    - No, pero creo que ya deberíamos salir de aquí. Ya no debe haber ningún peligro allá afuera—separó a Harumi de sus brazos y se levantó, para abrir la escotilla. Ambas salieron. Lo que vieron las sorprendió: la aldea había sido completamente arrasada y se podía ver los cuerpos de muchos aldeanos en el piso, con charcos de sangre a su alrededor. Harumi abrazó a su hermana y ocultó su rostro en el regazo de ella.
    - ¿Por qué? ¿Por qué mataron a los aldeanos?—lloraba - ¿A papá y mamá también los mataron?—preguntó desconsolada.
    - No lo sé, pero... debemos escapar de aquí para que no nos encuentren. Busquemos otra aldea que sea más segura que ésta y allí pediremos alojamiento ¿Está bien? –
    - Lo que tu digas...—dijo sin animo, se secó las lágrimas y tomó la mano de Kazuru. Ésta la guió hasta fuera de la aldea.

    Kazuru miró hacia atrás, viendo por última vez la aldea donde había pasado sus momentos más felices, y luego siguió caminando junto a su hermana.
    Caminaron por muchos días y pasaron por varias aldeas, algunas de ellas tan devastadas como la de la cuál provenían las niñas. Esto las puso aún más tristes. A algunas personas con las que se encontraron en su camino, les preguntaron quién había sido el culpable de toda esta masacre.

    - Se dice que fue el hombre que derrocó a la dinastía Taisho, el nuevo emperador, llamado Naraku—les contestó un hombre – Tengan cuidado de encontrarse con su ejército. Esos hombres son muy despiadados y no dudarían en hacerles daño. Les recomiendo ir a un templo que se encuentra aquí cerca—les señaló su dirección – Ahí estarán a salvo –
    - Muchas gracias—ambas agradecieron, hicieron una pequeña reverencia y fueron en dirección al templo.

    Cuando llegaron allí, unas sacerdotisas las vieron y las hicieron entrar enseguida. En ese lugar les dieron algo de comer y ropa limpia.

    - ¿Qué les pasó, pequeñas? ¿Por qué viajan solas?—les preguntó la sacerdotisa mayor, que era la superior de las demás sacerdotisas. Era una mujer algo mayor, que seguramente pasaba los cincuenta años de edad, pero aún así se veía bien para la edad que tenía. Sus ojos mostraban una inmensa paz y amabilidad, pero a la vez gran sabiduría, cosa que le dio bastante confianza a Kazuru.
    - Nuestra aldea fue atacada y, al parecer, sólo nosotras sobrevivimos...—le explicó la chica. Harumi mantenía la mirada en el suelo.
    - Veo que han sufrido mucho a su corta edad—les dijo con un tono comprensivo - Pueden quedarse aquí cuanto tiempo deseen—les sonrió.
    - Eso nos viene muy bien. Muchas gracias—hizo una pequeña reverencia.
    - ¿Cuáles son sus nombres, pequeñas invitadas? –
    - El mío es Kazuru –
    - Y el mío Harumi—contestó, levantando su mirada.
    - Yo soy Izumi y les doy la bienvenida a este templo—les dijo alegremente.

    Pasaron algunos otros días, en que las niñas fueron recomponiéndose de la situación por la que habían pasado, gracias a la ayuda de la gente del lugar, quienes las trataban muy bien. Un día, la señorita Izumi las llamó, para darles una importante noticia.

    - Siéntense niñas—les indicó. Éstas obedecieron – Tengo algo que informarles. En estos días que he compartido con ustedes, me he dado cuenta de que ambas poseen poderes y habilidades que quizás nunca se dieron cuenta que tenían, y éstas les servirían de mucho si ustedes aceptaran convertirse en sacerdotisas de este templo... ¿Aceptarían serlo?—les preguntó.
    - Yo acepto, siempre que Kazuru esté de acuerdo—dijo Harumi.
    - Claro que sí. Será un placer poner nuestra vida a disposición del bienestar de los demás—dijo Kazuru.
    - Pues bien, desde mañana empezarán con su entrenamiento para ser sacerdotisas—sonrió.

    *** Fin del Flash Back ***

    - Y así fue como nos convertimos en sacerdotisas—finalizó su relato, Kazuru.
    - Durante mi viaje, he conocido a bastantes niños que quedaron huérfanos por culpa del ejército del emperador Naraku—les dijo Inu Yasha. Sango lo miró desconfiada. No le gustaba que ofendieran a su señor – Incluso yo, soy uno de ellos... –
    - Muchos pequeños quedaron en una situación similar a la nuestra. Por eso, tratamos de ayudarlos lo mas posible, dándoles comida y medicinas. Pero no podemos tenerlos a todos aquí, así que tratamos de buscarles aldeas seguras donde puedan vivir—les contó Harumi – Esa es una de nuestras labores como sacerdotisas –
    - Así como a nosotras se nos ayudó, nosotras tratamos de hacer lo mismo por los demás—dijo Kazuru.
    - Ustedes son muy buenas personas—les dijo Sango – Que bueno que haya gente así en una época como ésta –
    - Es nuestro deber –

    La comida terminó y cada sacerdotisa volvió a sus labores. Inu Yasha fue a visitar el resto del templo, mientras Sango fue a ver a Aome.

    - Hermana... Pronto volveremos a donde ambas pertenecemos... a donde nuestro señor Naraku...—le susurró a Aome. Ésta última tuvo un pequeño cambio en la expresión de su cara y una fugaz lágrima, que no fue notada por Sango, salió de uno de sus ojos.

    ------------------


    Aquí termina el cap... Ojalá les haya gustado!


    Espero más post que en el capítulo anterior! Y de nuevo gracias a Núria por su apoyo incondicional en este fic :)


    Adiós!
     
  3.  
    Jessy

    Jessy Fanático

    Tauro
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    1 Junio 2005
    Mensajes:
    1,331
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    sorry por no pasar en tanto tiempo
    pero a qui estoy para decirte que tus
    contis ya me las leii y estan muy buenas
    me encantaron esperare ansiosamente
    la siguiente que estes bien nos vemos

    Jessy
     
  4.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

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    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
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    Palabras:
    70
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!^^
    Me gusto mu cho la conti!!:)
    Pobrecito Inu.. pisando la rama..xDxD es que no se puede tener más mala suerte..:P
    Espero poder leer pronto la conti si??;)
    Un beso enooormeee y te cuidas!!^^ **NÚRIA**
    P.D: Sabes que tienes todo mi apoyoo!:D
     
  5.  
    Ilove_mylove

    Ilove_mylove Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
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    Palabras:
    61
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!!...sorry si no te habai posteado...es que tuve problems...pero bueno aqui me tienes...y tengo que decirte algo muy importante, a parte de que me encata tu fic...CUANDO VAS A SEGUIRLO EN FF...estoy anciosa por saber que pasa...asi que conti pronto en ambos lados...BYE ciudate!!!!
     
  6.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
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    Palabras:
    5637
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!

    Gracias por sus post :D Me hacen muy feliz ^^

    Como las actualizaciones han sido irregulares, aquí vengo a traerles otro cap XDD Espero desde el sábado comenzar a regularizar las fechas de actualización (claro, dependiendo también de los post que me escriban ^^U)

    Bueno, aquí les va el capítulo!!

    -------------------

    “Oportunidad de Vivir”
    Capítulo 11: Profecía

    Pasaron algunos días, en los que Aome se fue recuperando, gracias a los cuidados de Kazuru y Harumi. Esto puso bastante contentos a Inu Yasha y Sango, pero sobretodo a la chica.

    - Al fin podemos volver—pensó la joven, apoyada en una de las paredes del templo – Pero, hay algo que me molesta... ¿Cuál será la relación de ese chico con Aome? ¿Por qué se preocupa tanto por ella? Y también... ¿Por qué siento que lo he visto en algún otro lado? ¿Dónde habrá sido? No puedo recordarlo, por más que lo intento... Y cada vez que le pregunto dónde conoció a Aome, él me dice “Será mejor que se lo preguntes a ella...” Creo que pronto podré hacerlo...—dejó la pared en la cual estaba apoyada y fue a ver a su hermana.

    En la habitación de Aome, Inu Yasha se encontraba hablando con ella.

    - ¿Cómo te sientes?—le preguntó el chico.
    - Ya mucho mejor—sonrió – No sé cómo agradecerles a Kazuru y Harumi lo que han hecho por mí. Me han cuidado bastante bien. Gracias a ellas me he mejorado... –
    - Así es –
    - ¿Y cómo has estado tú? ¿No te contagié, verdad?—rió.
    - No—también rió – Yo me cuidé para no hacerlo—a Aome le salió una gota en su cabeza – Que bueno que te hayas puesto mejor. Ya falta poco para que veamos si te quedarás conmigo o te irás con Sango... –
    - Disculpen—dijo Harumi desde afuera - ¿Puedo pasar? –
    - Claro, adelante—le respondió Aome y la sacerdotisa entró.
    - ¿Cómo estás Aome? –
    - Mucho mejor, gracias a ti y a Kazuru –
    - No hay de qué—sonrió – Déjame revisarte para ver cómo anda recuperándose tu cuerpo. ¿Puedes salir un momento, Inu Yasha? –
    - Sí. Nos vemos luego—salió y cerró la puerta. Afuera, se encontró con Sango – Justo en este momento, Harumi entró para revisar a Aome, así que no podrás entrar—le dijo a la chica.
    - Esperaré hasta que pueda hacerlo—se apoyó en un pilar y esperó. Inu Yasha decidió irse, ya que no le daba mucha confianza estar con Sango. Ambos no se llevaban muy bien. Inu Yasha trataba de ser amable, pero la chica lo rehuía, no tomaba mucha atención de lo que decía el chico.

    Mientras iba caminando, se encontró con la sacerdotisa Izumi. Él hizo una pequeña reverencia ante ella, por su superioridad.

    - Buenos días, joven Inu Yasha—le dijo la mujer.
    - Buenos días, venerable Izumi—le dijo con mucho respeto.
    - ¿Cómo está la señorita Aome? –
    - Bastante mejor. Se le ve con muy buen ánimo –
    - ¿Usted cree que sea capaz de asistir a una reunión? Claro, usted y la señorita Sango también están convocados a ella –
    - Cuando la vea, se lo preguntaré. En cuanto lo sepa, se lo haré saber enseguida-
    - Muchas gracias. Esta reunión es muy importante, tanto para usted como para ella, joven príncipe...—hizo una pequeña reverencia y se fue.
    - Espere... ¿Cómo sabe usted que yo...? –
    - Todos los años que he vivido me han dado bastante sabiduría y capacidad para darme cuenta de quienes son las personas en realidad...—fue lo que le contestó y siguió su camino – Muy pronto la señorita Aome también sabrá quién es en realidad... Y quizás una tercera persona también se entere de algo parecido...—pensó y se dirigió a la parte principal del templo, para orar.
    - Sólo espero que nadie más se entere de esto... Mi identidad debe permanecer en secreto, sólo muy pocas personas la conocen y espero que así siga siendo, hasta que logre llevar a cabo mi misión de acabar con Naraku...—pensó el joven y se fue.

    En la habitación en la que se encontraba Aome, Harumi ya había terminado de examinarla y estaba dándole algunas medicinas para que sus fuerzas se incrementaran y pudiese estar pronto en pie. La joven se las tomó y luego agradeció a Harumi por sus atenciones. Ésta se retiró y Sango entró al lugar.

    - Hola Aome—dijo Sango, mientras cerraba la puerta.
    - Hola Sango—sonrió - ¿Cómo estás? –
    - Casi tan bien como tú, al parecer. Se ve que ya estás mucho mejor, pero me tenías muy preocupada por tu estado de salud... –
    - Discúlpame. Procuraré cuidarme más para no volver a enfermar—juntó sus manos y cerró sus ojos a modo de disculpa.
    - Siempre dices lo mismo cuando te enfermas. Desde pequeña que lo haces... Y parece que, como de costumbre, olvidaste cumplir tu palabra—la regañó – Bueno, eso ya no importa—suspiró – Tengo una pregunta que hacerte –
    - ¿Y cuál es? –
    - ¿Dónde conociste a Inu Yasha? ¿Y por qué lo acompañas?—preguntó y se sentó a su lado, para que no hubiese mucha distancia entre ambas.
    - Si te lo cuento, no me regañarás ni te enojarás, ¿verdad?—miró algo temerosa a la joven.
    - Prometo no hacerlo—sonrió – Siempre que seas franca conmigo y no me ocultes nada de la verdad... –
    - Lo prometo –
    - Entonces, cuéntame... –
    - Está bien. Después de que salí de la fortaleza, me dispuse a buscar a mi objetivo. Investigué mucho para averiguar donde estaba, pero aún así no lo encontraba. Pasaron algunos días y yo me encontraba en el bosque, para continuar buscándolo. Y al fin pude encontrarlo. Cuando lo hice, comencé a atacarlo, para intentar acabar con su vida, pero él lograba defenderse de todos mis ataques. Seguimos luchando por varios minutos, de manera bastante pareja. Ninguno de los dos se dio cuenta de que nos estábamos acercando a un precipicio. Yo logré, en un momento de descuido de él, derribarlo, y estaba a punto de atacarlo, pero cuando di un paso hacia atrás, resbalé en la orilla del precipicio. Yo pensé que iba a morir, cuando contra quien luchaba sostuvo mi mano y me salvó. En aquel momento, como yo había sido derrotada, disponía a suicidarme, como dice nuestro código, pero él me lo impidió. Entonces, le dije que yo me encargaría de acompañarlo y ver que llegase bien a su destino. Y eso es lo que he estado haciendo este último tiempo...—le contó. Sango quedó un momento pensativa.
    - Así que... ¿Inu Yasha es tu objetivo, no es así?—preguntó, mirándola directo a los ojos.
    - Sí, él es—miró hacia el suelo.
    - ¿Has estado a gusto viajando con él? ¿No has pasado por muchas dificultades? –
    - Ehm...—dudó un poco – Sí he pasado por dificultades, pero no generadas por él –
    - Ya veo...—Sango pensó un poco – Y tú... ¿Sientes algo por él, que no sea simple amistad?—Aome se puso un poco nerviosa.
    - Bueno... Yo... No lo sé, no estoy segura—se sonrojó – No sé si lo que siento por él sea realmente amor o sólo sea una buena amistad... –
    - Entonces, los acompañaré en su viaje hasta que tus sentimientos se aclaren. Eso sí, debo advertirte que de todas maneras, deberemos regresar a la fortaleza de nuestro señor Naraku, sean cuales sean tus sentimientos... Tú sabes que nosotras debemos nuestra vida a él y no podemos abandonarle... –
    - ¿Y qué pasará con Inu Yasha? De todas maneras... ¿Debemos... ase... asesi... narlo?—esto último le costó mucho decirlo.
    - Todo dependerá de la manera en que yo vea que se comporte... Si es una buena persona y merece vivir, le ocultaremos la verdad a nuestro señor Naraku y le diremos que fue asesinado. Pero si no... Tú ya sabes lo que pasará... –
    - Gracias hermanita—la abrazó - Te aseguro que Inu Yasha es una persona muy buena y no habrá necesidad de acabar con su vida—sonrió.
    - Eso si, si continúa con vida, deberá alejarse lo más posible de nuestro señor y procurar nunca ser encontrado, sino... Ambas seremos acusadas de alta traición y seremos castigadas por ello, pagando con nuestras vidas... Y él también pagará con la suya... –
    - Eso lo sé, pero... Deberemos advertírselo en su momento. Por ahora, no hay que preocuparse de ello, ¿no? –
    - No—sonrió - ¿Ahora estás más tranquila? –
    - Sí. Gracias por tu comprensión, Sango-chan—sonrió y volvió a abrazarla. Se sentía muy afortunada por tener a una hermana tan comprensiva.
    - No hay de que. Bueno, yo te dejo para que descanses tranquilamente—se levantó y se dirigió a la salida.
    - Gracias nuevamente. Nos vemos luego –
    - Nos vemos—salió. Afuera, se encontró con Inu Yasha.
    - Te tengo un recado de la sacerdotisa Izumi—le dijo el chico.
    - ¿Y cuál es?—preguntó la chica, sonando mucho menos fría de lo que otras veces había sido con el joven.
    - Ella quiere que nos reunamos tú, Aome y yo con ella en el salón... ¿Tú crees que Aome pueda asistir? –
    - Si se queda descansando un poco más, yo creo que sí. Yo me encargaré de ayudarle a ir para allá –
    - Esta bien. Entonces, nos vemos –
    - Nos vemos, Inu Yasha –

    El joven fue a informarle a Izumi del trato en el que habían quedado. La sacerdotisa le dijo que quería que se reunieran en el salón principal del templo después de la cena. El joven asintió y fue a darle el recado a Sango, para que ésta se lo diera a Aome.
    Las horas pasaron y llegó la hora de cenar. Todo esto transcurrió tranquilamente, pero con Aome aún en su habitación. Ya se sentía mucho mejor y con energías para enfrentar la reunión que se aproximaba. Cenó, se puso su kimono y se arregló un poco. Luego, se dirigió al salón principal y en el camino se encontró con Sango e Inu Yasha.

    - ¿Qué haces aquí Aome? Te dije que yo iría por ti...—le reprochó Sango.
    - Ya estoy mejor. Yo puedo sola. Además... tengo mucha curiosidad de saber por qué nos convoca la sacerdotisa Izumi...—una gota salió de su cabeza.
    - ¿Recuerdas el dicho de “la curiosidad mató al gato”? Deberías cuidarte más si no quieres que el dicho cambie a “la curiosidad mató a Aome” ¬¬—le reprochó la chica. Aome ignoró el comentario.
    - Vamos, vamos—tomó la mano de Sango e Inu Yasha y los arrastró al lugar de la reunión.

    La habitación estaba iluminada por cientos de velas y se podía apreciar el humo del incienso, que le daba cierto aire místico. Al fondo del salón, se encontraban todas las sacerdotisas, sentadas, con actitud de respeto. Izumi, estaba parada en un gran altar y sentadas un poco más abajo estaban Kazuru y Harumi, cada una con un pergamino en sus manos. Izumi les hizo una seña a Aome, Sango e Inu Yasha, para que se sentasen detrás de las jóvenes sacerdotisas que se encontraban cerca de ella. Éstos así lo hicieron, un poco intrigados por la naturaleza de la situación.
    Había algunos murmullos, pero Izumi, con un gesto, hizo que éstos terminaran. Miró a los jóvenes invitados y les sonrió.

    - La razón por la que todos han sido convocados aquí—comenzó a hablar Izumi—, se debe a que hay una profecía que involucra a algunos de los presentes y es necesario que ustedes la conozcan, ya que habla sobre el próximo destino de sus vidas...—todos los presentes quedaron asombrados por sus palabras. Casi ninguna de las sacerdotisas conocía acerca de esa profecía y les daba curiosidad saber de qué trataba – Harumi—llamó a la joven y esta se levantó - ¿Podrías comenzar a recitarnos la profecía, por favor? –
    - Claro, con mucho gusto—extendió el pergamino que llevaba en sus manos y comenzó a leer.

    ~ Profecía sobre los Elegidos ~
    Los elegidos para restaurar el orden y la paz han venido

    Por circunstancias ajenas a ello a este lugar han llegado
    Sin saber que su posible destino
    Está mencionado en este legado.
    El joven guerrero se encontró con la chica que no recuerda su pasado
    Y, aunque ella lo ignore, quien la hizo sufrir y olvidar
    Es alguien muy cercano a ella, con mucha ira y maldad.
    Las siguientes palabras van dirigidas a la joven sin pasado:
    Antes de la batalla final, tu pasado deberás recordar
    O la misión de la que habla esta profecía, podría fracasar.
    Unirte con tus hermanos de sangre deberá ser tu prioridad

    Y así podrás tener una protección contra la oscuridad.

    - ¿Puedes continuar con lo que queda, Kazuru?—le preguntó Izumi. Los presentes estaban sorprendidos e intrigados por la profecía. Harumi se sentó.
    - Sí—se levantó, extendió el pergamino que llevaba en sus manos y comenzó a recitar.

    Las siguientes palabras van dirigidas al joven guerrero:
    La valentía y la destreza pueden llegar a ser
    Las mejores armas para acabar con los que te quieren hacer perecer.
    Cuida bien a quienes tienes a tu lado
    O puede que finalmente quedes triste y desolado.
    Lo que sigue, va dirigido a todos los presentes:
    Si no quieren que la maldad llegue completamente a reinar
    Derrotar al malvado y despiadado deben lograr.
    Si con las esperanzas del pueblo japonés no quieren acabar
    Ustedes y sus aliados, sus fuerzas deben unir
    Para la paz finalmente lograr conseguir.

    Los asistentes a la reunión estaban anonadados por lo dicho en la profecía. Los tres jóvenes invitados reflexionaban acerca de su contenido.

    - ¿O sea que... Yo no fui la que perdió la memoria, sino que alguien borró mis recuerdos...?—pensó Aome - ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo y quién habrá sido? ¿Quién es ese ser tan malvado, que me quitó todo lo que me quedaba? Y... ¿Cómo recordaré mi pasado? Si en todos estos años no he podido...—acalló por unos momentos sus pensamientos – Pero, si lo que dice la profecía es cierto... Yo... tengo hermanos, o sea que... sí tengo familia—sonrió. Esto le daba una luz de esperanza – Debo encontrarlos... –
    - Según lo que dice la profecía, yo debo seguir aumentando mis habilidades para acabar con mis enemigos...—pensó Inu Yasha – Y con la fraseCuida bien a quienes tienes a tu lado o puede que finalmente quedes triste y desolado”... ¿Se referirá a que la gente que esté a mi lado estará en constante peligro si yo quiero llevar a cabo mi misión? Deduzco que de todas maneras deberé enfrentarme a Naraku, ya que la profecía dice que hay que derrotarlo para que la paz se consiga... –
    - Esta profecía habla de derrotar al amo Naraku—pensó Sango – Al parecer, esta profecía nos involucra a todos, pero... Yo no puedo ser desleal a mi señor... él me ayudó cuando yo más lo necesitaba... No debo, pero... Quizás esa sea la única manera para que todo el sufrimiento de muchas personas termine... No lo sé, estoy confundida... –
    - Esta profecía habla principalmente de nuestros jóvenes invitados, Aome e Inu Yasha—dijo Izumi, solemnemente – Por lo que se puede apreciar, ustedes son los elegidos, para traer la paz nuevamente a nuestro país—Aome no había pensado en eso todavía.
    - ¿Acaso eso significa que... deberé traicionar al amo Naraku?—pensó ella.
    - El futuro de Japón recae en sus hombros, pero deben estar tranquilos, ya que seguramente encontrarán mucho apoyo de parte de otras personas en su causa. Espero que puedan llevar a cabo su misión de manera satisfactoria y con las menores dificultades posibles. Éste es un camino difícil, pero si se tienen las ganas y las valentía de llevarlo acabo, todo terminará de muy buena manera. Ya lo verán—les sonrió – Todas en este templo les estaremos apoyando y cuando necesiten de nuestra ayuda, sólo deberán pedírnosla y nosotras acudiremos de inmediato. Todo sea por la paz y tranquilidad de Japón—todas las sacerdotisas asintieron y sonrieron, dándoles una señal de apoyo.
    - Muchas gracias—agradeció Aome – Sus palabras me han servido para orientar mis próximas acciones—hizo una pequeña reverencia.
    - No hay de qué. Era nuestro deber llevar a la luz esta profecía que había llegado a nuestras manos. Bueno, ahora, pueden retirarse—dijo la gran Izumi. Todos se levantaron, le hicieron una reverencia, y se retiraron de lugar, menos Inu y Aome, porque la sacerdotisa se los había pedido – Déjenme darles mi bendición, señorita Aome, príncipe Inu Yasha, para que todo salga bien, tanto en su misión como en su vida personal—los abrazó, con una sonrisa – Siempre podrán contar conmigo, en lo que necesiten –
    - Gracias—ambos agradecieron, devolviéndole el abrazo a la sacerdotisa. Ambos sentían mucha confianza con ella.
    - Pueden retirarse—les dijo. Estos le hicieron una pequeña reverencia y se fueron. Al salir, no se encontraron con Sango.
    - Seguramente se fue a su habitación—dijo Inu Yasha.
    - Así debe haber sido. Nunca me había fijado en lo bonito que es este templo—dijo Aome, mientras veía todo iluminado por la luz de la luna.
    - Será porque has estado todos estos días en reposo n.nu –
    - Eso es cierto—río - ¿Me acompañas a recorrer el templo? –
    - Tu deberías volver al reposo... —la regañó.
    - Si no me acompañas, iré yo sola—comenzó a caminar. Inu Yasha la detuvo.
    - No puedes ir así sola si estás convaleciente. Vamos a buscar algo para que te abrigues un poco más y de ahí recorremos el templo ¿Está bien? –
    - Está bien, vamos—fueron a su habitación, donde Aome se puso ropa para no pasar frío y salió - ¿Dónde me llevarás primero?—preguntó con la ansiedad de una niña. Esto hizo sonreír a Inu.
    - Vamos a una laguna que hay en la parte posterior del templo. Seguramente en sus aguas se refleja la luna—le explicó, mientras la conducía hacia ese lugar. Cuando llegaron, Aome quedó maravillada. En la orilla de la laguna, crecían muchas flores y arbustos, que le daban una apariencia muy bella, aunque fuera de noche.
    - Que lindo—la chica corrió alrededor de la laguna. Realmente, parecía una niña – Creo que necesitaba salir de esa habitación. No me gusta estar encerrada... –
    - A nadie le gusta estarlo, eso te lo aseguro—sonrió. Aome fue hacia un puente que atravesaba la laguna y desde allí pudo ver como la luna se reflejaba en su totalidad. Inu se acercó a ella y se puso a su lado.
    - Me gusta ver a Aome así de feliz. Cuando ella lo ésta, también lo estoy yo. Pero... quizás pronto me quieran prohibir estar a tu lado... —pensó el chico – Aome... –
    - Dime –
    - Tú... ¿Deberás irte a la fortaleza de Naraku con Sango cuando ya estés mejor?—preguntó entristecido. Esta pregunta sorprendió a la chica.
    - Bueno... Estuve conversando eso con Sango y... –
    - ¿Y qué?—preguntó, con cierta desesperación en su corazón por oír la respuesta.
    - Me dijo que podía seguir acompañándote—sonrió. El corazón de Inu sintió un gran alivio y alegría, y él no pudo reprimir el impulso de abrazarla. Esto hizo sonrojar enormemente a Aome.
    - Que bueno. Tu compañía es muy agradable para mí—el corazón de Aome latía muy rápidamente. Sentía que perdería el aire en cualquier momento. Inu Yasha se dio cuenta de lo que había hecho y la soltó, pero lentamente – Disculpa, fue un impulso del momento...—estaba muy sonrojado.
    - No, no te preocupes—miró hacia otro lado, sonrojadísima. Menos mal que la noche lograba ocultar el color de su cara, pensó ella. Desde lejos, Izumi pudo ver la escena y rió.
    - Parece que mis sospechas eran ciertas... Más sabe el diablo por viejo, que por diablo... —pensó, rió otra vez y luego se fue a su habitación.
    - ¿Quieres seguir recorriendo el templo?—le preguntó Inu a la chica, mientras el viento mecía sus cabellos.
    - Sólo un poco más aquí—rogó la chica – Este paisaje no termina de maravillarme—sonrió. Pasaron unos segundos – Bueno, sigamos recorriendo. Guíeme, joven Inu Yasha—le dijo con respeto, aunque esos momentos eran como un juego entre ambos.
    - Será un placer, señorita Aome—le ofreció su brazo y la joven la tomó - ¿A dónde quiere que la lleve? –
    - Donde usted guste—le respondió.
    - Esta bien—recorrieron todo el templo, procurando divertirse bastante en el camino, pero sin molestar a las moradoras del lugar. Cuando terminaron de pasear por el templo, se dirigieron a la habitación de Aome.
    - Me he divertido mucho en este paseo. Gracias por el buen rato, lo necesitaba—le dijo la chica y le dio un beso en la mejilla a Inu.
    - No fue nada. Cuando quieras hacemos otro recorrido—sonrió.
    - Lo tendré en mente. Buenas noches, que descanses –
    - Igualmente—se fue a su habitación. Aome comenzó a prepararse para dormir.
    - La he pasado muy bien con Inu Yasha hoy... Ojalá que todo pudiese ser así de despreocupado todos los días, pero... creo que ya no será así... Ahora... Debo decidir si llevaré a cabo la misión de la profecía y traicionar a Naraku... O si sigo siendo fiel a él y abandono esta causa... Ojalá mi decisión no fuese tan relevante para otros... Esto lo hace mucho más difícil... —pensó la chica, antes de dormirse.

    Un nuevo día llegó. Las sacerdotisas ya habían iniciado hace un tiempo sus labores. Kazuru fue a ver como se encontraba Aome, mientras Harumi fue a despertar a Sango e Inu Yasha.

    - Buenos días ¿Cómo te encuentras?—le preguntó Kazuru a Aome.
    - Muy bien, siento que ya tengo todas mis energías de vuelta—sonrió.
    - Que bueno. Entonces pronto podrás seguir con tu viaje –
    - Así es—fijó su mirada en el suelo.
    - Veo que estás algo confundida... ¿Es acaso por la profecía? –
    - Sí, es que... –
    - ¿No sabes si llevar a cabo tu misión o no?—preguntó. Aome se sorprendió.
    - ¿Cómo lo sabes? –
    - Fue un presentimiento. Siempre que los tengo, se cumplen, ya sean buenos o malos—le explicó.
    - Ya veo... La verdad, es que no sé que hacer... –
    - Deja que te guié tu corazón. Donde él quiera que vayas, ve... No te dejes llevar sólo por la racionalidad y lo que te dicen que debes hacer, sino que también por los sentimientos... tus sentimientos—sonrió. Aome meditó un poco.
    - Muchas gracias por tu consejo, me ha ayudado a tranquilizarme un poco—su rostro mostró una sonrisa.
    - No hay de que. ¿Irás a desayunar al salón? –
    - Sí, en unos momentos me alisto y voy –
    - Te esperamos allá entonces—salió de la habitación, con dirección al salón de comidas.
    - Que me deje llevar por mis sentimientos... Eso es lo que haré, que ellos me guíen...—cerró un momento sus ojos y luego se levantó, para alistarse y luego ir a desayunar.

    El día pasó y otro llegó. La noche anterior el grupo de jóvenes viajeros se había puesto de acuerdo en que éste día continuarían con el viaje, así que todos ya habían preparado sus cosas en la noche, para aprovechar el tiempo y alcanzar a viajar más.

    - Muchas gracias por habernos recibido aquí y haber cuidado de mí—agradeció Aome con una pequeña reverencia.
    - No fue nada. Es más, fue un gusto tenerlos aquí. Hace tiempo que no recibíamos unos invitados tan ilustres—dijo Izumi y todos rieron.
    - Gracias por habernos contado acerca de la profecía—agradeció Inu Yasha – Sin su ayuda nunca podríamos haber sabido de ella –
    - De alguna manera hubiese llegado a ustedes. Era muy importante y algo inevitable que la conocieran—sonrió – Espero que tengan un muy buen viaje, sin mayores inconvenientes –
    - Nosotras les deseamos lo mismo—dijeron Harumi y Kazuru.
    - Tomen, para que coman en el camino—Harumi les entregó algo de comida.
    - Y esto es por si se enferman—Kazuru les entregó hierbas medicinales – Cada una trae una nota sobre su nombre y sus distintos usos para tratar males y enfermedades –
    - Gracias—agradecieron los tres jóvenes.
    - Ojalá que nos volvamos a ver pronto—dijo Izumi. Los jóvenes comenzaron a alejarse del templo, mientras se despedían.

    Retomaron el camino principal, que los llevaría al castillo Higurashi. Caminaron alrededor de tres horas y se detuvieron cerca de una aldea, para comer los alimentos que les habían dado. Cuando terminaron, se disponían a continuar su viaje, hasta que escucharon una voz que les pareció familiar.

    - ¡Señorita Aome! ¡Joven Inu Yasha!—escucharon desde la lejanía.
    - ¿Quién será quien nos llama?—preguntó el chico. Aome se encogió de hombros.
    - Ni idea, pero esa voz me parece conocida de algún lado u-ú –
    - A mi también... —dijo Sango – ¿Dónde la habré escuchado?—se preguntó extrañada.

    A lo lejos vieron una silueta acercarse. Cada vez se fue haciendo más visible para los jóvenes, hasta que pudieron reconocer a la persona de la que se trataba.

    - Tantos días sin verlos—dijo un joven, llegando hacia ellos bastante exhausto – Al fin logré alcanzarlos—Sango puso una cara horrorizada cuando lo vio.
    - ¡¡Tú, maldito pervertido!! ¡¿Qué haces aquí?!—gritó, ocultándose detrás de Aome.

    -------------------

    Ya se imaginan quién hizo aparición, no? XDDD

    Ojalá les haya gustado es capítulo n.n Esperaré sus post con ansias! :D

    Cuidense mucho! Y nos vemos ;D! Adiós!

    Dany-Chan
     
  7.  
    eva maria

    eva maria Usuario común

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    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Ola!!!!

    Llege! jeje perdona por no venir antes, estaba de vacaciones... ufff han sido los 3 dias más lentos x.x... al menos ya estoy aqui ^-^. me encanto mucho el capitulo ^o^, estubo espectacular, y Yo ya me imagino quien es u.u... solo con Sango decir esa palabra lo se u.u... ufff que le habra echo ahora a la pobre Sango u.u.. Bueno, pues yo me voy a dormir ^-^, conti cuando puedas *-^

    ¡Bye *-^!

    Atte: Eva María *-^
     
  8.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    59
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaa!!^^
    Ay!! -.- no pude ser la primera en postear!!ToT
    Me gustó mucho la conti!!:D cada vez está más interesantee!!;)
    Espero poder leer pronto la conti si??;)
    un beso enooorme y te cuidas!!^^ **NÚRIA**
     
  9.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    5609
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!

    He estado bastante ocupada.. por eso no había publicado capítulo ^^U

    Espero que les gusteeeee!!

    -------------

    Oportunidad de Vivir”
    Capítulo 12: Conversaciones

    Aome e Inu Yasha se miraron extrañados. No se esperaban esa reacción de Sango al ver a Miroku. Éste iba recuperando el aliento poco a poco.

    - No sabía que se conocían...—dijo Aome.
    - Yo hubiese deseado no conocerlo...—dijo enojada e indignada Sango, aún detrás de la chica.
    - ¿Qué te hizo?—preguntó extrañado Inu Yasha.
    - Yo no le hice nada tan malo...—dijo Miroku.
    - La clave está en el “tan” malo, aunque para mí lo fue bastante—Sango seguía con un tono de indignación en su voz.
    - Recuerdo cuando nos conocimos—Miroku puso una mirada de ensoñamiento y empezó a recordar. Sango también lo hizo, para su desagrado.

    ----- Flash Back -----

    Sango se encontraba buscando pistas sobre el paradero de Aome. Esto la llevó a una aldea, donde unos viajeros le habían dicho que habían visto a una chica parecida a ella. En ese lugar no pudieron decirle mucho acerca de la joven, así que sólo se quedó a almorzar allí, para luego seguir buscándola.

    - ¿Dónde se habrá metido esa Aome? Parece como si la tierra se la hubiese tragado—pensó y suspiró, mientras comía croquetas de pulpo en una posada que había en la aldea (Yo quiero probarlas o XD).

    Miró a su alrededor y pudo ver como otros viajeros estaban almorzando allí. Sin ningún apuro, tomándose su tiempo, terminó de comer y se levantó para ir a pagar su cuenta con el encargado del lugar. Cuando estaba preguntando al hombre si había visto a una joven como Aome, sintió como una osada mano se puso en su trasero. Esto la hizo gritar y llamar la atención de los presentes.

    - ¿Cómo te atreves, pervertido?—lo miró indignada y le plantó una cachetada en la cara. Cuando retiró su mano, una copia de ella, pero color rojo, estaba en el rostro del chico.

    - No puedo resistirme a la tentación de tocar un cuerpo tan hermoso como el suyo, señorita—le dijo con un tono de conquistador. Esto hizo irritar más a la chica.

    - ¿Ha visto a alguna joven con las características que le he mencionado?—preguntó al encargado, ignorando al joven.

    - No—le contestó el hombre – Disculpe por no poder serle de mucha ayuda… -

    - Nadie me ignora así, ni menos una joven tan bella como tú... —tomó de la cintura a Sango y dejó los rostros de ambos a muy escasos centímetros de distancia. La joven se sonrojó a más no poder, pero más de ira que de vergüenza.

    - ¡Atrevido!—lo lanzó con todas sus fuerzas lejos de ella y salió de la posada, indignada.

    El chico terminó en la mesa de dos personas que estaban comiendo tranquilamente. Éstas lo miraron “feo” y él salió de allí, en busca de Sango. Realmente había sido muy atrevido y grosero, y quería disculparse por eso.

    - ¿Dónde estará? No la veo por ningún lado...—miró en todas direcciones, pero no había rastros de la joven – No podré darle mis disculpas oportunas... Por este extraño impulso que me dio al verla... Nunca lo había hecho con ninguna mujer, por lo menos no tan rápido…—pensó – Bueno, debo seguir en busca de mi relicario, a eso fue a lo que vine—se dijo y volvió a entrar a la posada, ya que en ella se habían quedado Aome, Inu Yasha y él cuando pasaron por esa aldea, y su relicario podía estar allí. No obtuvo resultados satisfactorios, así que siguió viajando en su busca.

    (El encargado no recordaba nada de Aome, porque justo el día en que se había hospedado allí, a su hermano le había tocado hacerse cargo de la posada n-nu)

    ----- Fin del Flash Back -----
    - Yo quería ofrecerle una disculpa por lo que hice, señorita—le dijo Miroku a Sango – No pude controlarme en ese momento... Su belleza me cautivó, como ninguna otra lo había hecho...—Sango se sonrojó ante el comentario. Su rabia seguía latente, pero disminuyó un poco.
    - Anda Sango, discúlpalo, se ve que está muy arrepentido—le dijo Aome, tratando de convencerla.
    - Además, es nuestro compañero de viaje... Tendrás que verlo todos los días—le dijo Inu Yasha – No puedes estar enojada para siempre -
    - Esta bien, te disculpo—dijo Sango y dio un suspiro de resignación.
    - Prometo no volver a hacerte algo como eso—le dijo Miroku, tomándole sus manos.
    - Espero poder confiar en tu palabra...—lo miró algo desconfiada.
    - ¿Y cómo le fue en la búsqueda de su relicario, joven Miroku?—preguntó Aome - ¿Lo encontró? –
    - Sí, aquí está—se lo mostró.
    - Que bueno ¿Y dónde estaba? –
    - En la primera aldea en la que nos hospedamos—una gota salió de su cabeza – La encargada del lugar lo encontró y lo cuidó, esperando a que llegara su dueño—sonrió.
    - Ya veo. Que suerte tuvo, no siempre la gente es tan honrada –
    - Así es –
    - ¿Seguimos con nuestro viaje?—preguntó Inu Yasha.
    - Claro, vamos—respondieron Aome y Miroku.

    Continuaron su viaje, hasta llegar a una aldea, donde cenarían y se hospedarían por la noche. Miroku entró primero a la posada del lugar, diciéndoles a los demás que esperaran afuera.

    - ¿Por qué nos pidió eso?—preguntó Sango a Aome e Inu Yasha.
    - Seguramente usará una de sus “técnicas secretas”—le respondió Aome.
    - ¿Técnicas secretas ¿Acaso va a atacar a la encargada?—preguntó extrañada.
    - No. Él usa ciertas técnicas para hacer que cada vez que nos hospedamos en una posada, nos cobren la mitad del precio que en realidad deberíamos pagar—le dijo Inu Yasha – Le hemos preguntado muchas veces para que nos cuente qué hace, pero no nos quiere decir –
    - Ya veo—dijo sorprendida – Durante el camino hacia acá he descubierto muchas cosas sobre ustedes—sonrió – Se ve que no se pasa mal viajando en grupo –
    - Así es—dijo Aome. Miroku salió unos segundos después de la posada.
    - Listo, ya pueden pasar—les dijo el chico. Todos tomaron sus pertenencias y entraron – Ya están reservadas nuestras habitaciones. Por falta de disponibilidad, Aome y Sango deberán compartir un cuarto e Inu Yasha y yo otro ¿No hay problema? –
    - No, ninguno—respondieron las jóvenes.
    - Yo tampoco tengo problema—dijo Inu Yasha.
    - Entonces, podemos ubicarnos en nuestras habitaciones. Señorita Kaori—le dijo a la encargada – ¿Podría guiarnos a ellas? –
    - Claro, con mucho gusto. Síganme, por favor—los guió hacia los cuartos. Allí se acomodaron y luego fueron a cenar. Los cuatro se divirtieron bastante juntos. Parecía como si fueran amigos de toda la vida.
    - ¿Por qué no nos vamos a beber un poco?—preguntó Miroku – La noche es joven –
    - No gracias, yo paso—dijo Aome, recordando sus malas experiencias con el alcohol – Vayan ustedes, yo me quedo aquí, descansando –
    - ¿Por qué no quieres venir? Vamos, un poco de alcohol no te hará daño—le dijo Sango.
    - Decidí no beber en un buen tiempo—suspiró – Si quieren más detalles, pregúntenle a Inu Yasha... Nos vemos mañana—la joven se retiró a su cuarto.
    - ¿Y qué le pasó a Aome para que no quiera beber?—le preguntó Sango a Inu Yasha. Éste les contó la historia de la vez que ambos se pelearon, la chica bebió de más y estuvo en manos de unos bandidos, hasta que él llegó a rescatarla – Ya veo, cualquier persona quedaría reacia al alcohol con razones como esas... Pobre Aome... –
    - ¿Aún quieren ir a beber?—preguntó Miroku.
    - Yo no, gracias. También me voy a descansar—dijo Inu, se despidió y se fue.
    - Creo que haré lo mismo que los otros. Lo mejor sería descansar... –
    - ¿Por qué no nos quedamos un rato conversando? Eso no nos hará mal ¿no? Además, así nos conocemos un poco más y hacemos más ameno el viaje después –
    - Esta bien, tienes razón—sonrió. Ambos se quedaron conversando un largo rato, donde la pasaron bastante bien – Creo que te había juzgado mal la primera vez que te conocí. Pero la manera en la que te presentaste ante mi no fue la mejor ¿No crees? –
    - Eso es verdad—una gota salió de su cabeza – Debí haber sido un poco más educado... –
    - ¿Sólo un poco? Si sigues así, espantarás a cuanta mujer se cruce en tu camino—rió.
    - Eso no es cierto. Yo tengo ciertas técnicas para hacer que ciertas mujeres estén en la palma de mi mano—dijo con un tono arrogante.
    - ¿Y cuáles son esas, galán?—le dijo con un tono sarcástico.
    - Eso es un secreto... Nadie puede saberlas, más que yo. Son mi orgullo—dijo orgullosamente. (Sé que suena redundante, pero no encontraba otras palabras para decirlo n-nu)
    - ¿Tan secretas como las técnicas que usas para ahorrar dinero?—preguntó.
    - Así es—dijo en un tono misterioso.
    - Bueno, yo creo que ya es hora de que nos vayamos a dormir... Ya es tarde—dijo y miró a su alrededor. Ya no había nadie, excepto uno de los encargados de la posada, que estaba ordenando el lugar. Los jóvenes se levantaron del sitio que ocupaban y se fueron en dirección a sus habitaciones.
    - Buenas noches, que tengas dulces sueños –
    - Igualmente—respondió en un susurro, para no despertar a Aome, quien se suponía dormía en la habitación. Cerró la puerta del lugar y se percató de que su hermana (no son hermanas de verdad, sino que se quieren como si lo fueran n.n) no estaba allí – Que extraño...—pensó - ¿No se supone que Aome se había ido a dormir hace ya dos horas?—pensó extrañada – Iré a preguntarle a Miroku si no la ha visto por casualidad...—se dirigió a la habitación que el chico compartía con Inu Yasha y tocó la puerta. Miroku abrió.
    - ¿Qué se te ofrece?—le preguntó el joven.
    - ¿Has visto por casualidad a Aome? No está en la habitación... –
    - Así que hay otra desaparecida más... –
    - ¿Por qué lo dices? –
    - Por que Inu Yasha tampoco estaba aquí cuando yo llegué –
    - ¿Qué les habrá pasado? Es raro que los dos hayan desaparecido u-ú –
    - Preguntémosle a la encargada si los ha visto salir –
    - Esta bien, vamos—ambos fueron a ver si la señorita Kaori tenía alguna pista de ellos.
    - Discúlpenme, pero no los he visto desde que ambos se fueron del comedor...—les respondió ésta.
    - Gracias de todos modos—agradeció Sango – ¿Dónde podrán estar?—se preguntó.
    - Busquémoslos fuera de la posada... Quizás salieron sin que la encargada se diese cuenta... –
    - Vamos—la chica asintió y fueron a buscarlos por la aldea.
    Ambos se separaron, para poder rastrear mejor el área. Después de aproximadamente media hora, regresaron a la posada.
    - ¿Pudiste encontrarlos?—preguntó Sango.
    - Ni un solo rastro de ellos—contestó él.
    - Entremos, o nos podemos enfermar –
    - Esta bien—ambos entraron – Será mejor que nos vayamos a dormir, ya aparecerán...—Sango asintió y se dirigieron a sus habitaciones – Buenas noches –
    - Buenas noches—Sango abrió la puerta de su cuarto y se encontró con Aome durmiendo placidamente y con una sonrisa en su rostro. La joven se cayó de espaldas.

    En el cuarto de Miroku, pasó algo similar. Al entrar, se encontró con Inu Yasha durmiendo tranquilamente.

    - Y yo que te anduve buscando...—murmuró en un tono bajo para no despertar a su compañero de cuarto. Después de mirarlo algo enojado, se puso su pijama y se durmió.
    Lo que había pasado realmente con los otros dos, era que...

    ----- Flash Back -----

    Aome se disponía a ir a su habitación, luego de haberse despedido de los demás. Se tardó un poco, ya que otro huésped de la posada le preguntó si sabía llegar una de las aldeas por las que la chica ya había pasado con anterioridad. Ella se lo explicó amablemente y luego se iba a su cuarto, cuando se encontró con Inu Yasha.

    - Veo que tu tampoco te quisiste quedar a beber—sonrió.
    - Así es—él también sonrió – Creo que es un poco temprano para irnos a dormir¿no? Además...—Inu miró por una ventana los jardines de la posada – Afuera esta muy bonito... ¿No quieres ir a conversar allá? –
    - Esta bien, vamos—ambos salieron, sin que la encargada se diera cuenta de ello.
    - Todo se ve muy hermoso, las estrellas, la luz de la luna... –
    - Creo que todo se vería aún más hermoso si subiésemos al techo de la posada: podríamos ver toda la aldea iluminada por la luna... –
    - ¿Y cómo podríamos hacerlo? No veo ninguna escalera por aquí—miró a su alrededor.
    - Creo que olvidaste una de mis habilidades—abrazó a Inu y éste se sonrojó automáticamente – Prepárate...—la chica se agachó un poco.
    - ¿Eh?—preguntó confundido. Aome saltó junto a él hacia el techo de la posada – No me gustan esos saltos x.x—miró a su alrededor. Todo se veía tal como Aome había dicho: hermoso – Que espectacular vista hay desde aquí—dijo asombrado. Aome sonrió.
    - ¿Ves? Y sólo te costaba aguantar un salto n.n -
    - Sí. Gracias por traerme aquí –
    - No fue nada—contestó – Sentémonos, sino podríamos perder el equilibrio y caer—así lo hicieron. Se quedaron contemplando el paisaje por un momento, en silencio – ¿Sango y Miroku finalmente habrán ido a beber juntos?—interrumpió, cuando la asaltó esa duda.
    - Eso no podemos saberlo. Tendríamos que bajar y ver... –
    - Mejor quedémonos aquí. Ellos ya están bastante grandes para cuidar de sus actos—sonrió. Luego ambos comenzaron una amena conversación, que se vio interrumpida cuando escucharon un extraño sonido en la lejanía.
    - ¿Qué será eso? –
    - No lo sé... Pero creo que no me gustará averiguarlo—dijo, mientras veía como una masa negra se acercaba a ellos desde el cielo, volando.

    Eran cientos de murciélagos, que seguramente habían salido de su hogar en busca de comida. Aome se aferró a Inu Yasha y éste la abrazó protectoramente, mientras las criaturas pasaban sobre sus cabezas.

    - Al fin terminó—Aome soltó un suspiro de alivio. Luego, se dio cuenta en la situación que se encontraban ambos y lo soltó – Disculpa, yo...—se sonrojó intensamente.
    - No hay por qué disculparse...—el miró hacia otro lado, ocultando su rostro sonrojado.
    - Creo que sería mejor volver a nuestras habitaciones... Es un poco tarde... –
    - No, quedémonos un poco más aquí. Es un milagro que haya una noche donde no haga tanto frío en invierno... –
    - Esta bien—pasaron un momento en silencio, pero luego volvieron a la animada conversación que antes llevaban.

    Minutos después, Sango y Miroku salían de la posada, en su busca, pero los jóvenes no se dieron cuenta de ello. Estaban en “otro mundo”, por decirlo así. Ambos disfrutaban mucho la compañía del otro.
    Aproximadamente un cuarto de hora después, Inu Yasha se fijó que en las casas aledañas ya no había luces y en las habitaciones de la posada tampoco, que lo que indicaba que ya era bastante tarde.

    - Será mejor que nos vayamos a dormir. Ahora sí que es bastante tarde...—dijo el chico.
    - Tienes razón—contestó Aome – Es hora de bajar—ella lo miró y Inu Yasha le salió una gota en la cabeza. Sabía lo que venía.
    - Que sea rápido—Inu Yasha abrazó a Aome y ambos bajaron de un salto.
    - Listo, ya no tienes nada que temer—sonrió. Ambos entraron en la posada. No se encontraron con la encargada, así que nadie los vio entrar. Llegaron a la habitación de Aome y ella abrió la puerta.
    - Buenas noches, que duermas bien—Inu Yasha sonrió.
    - Buenas noches, e igualmente—ella también sonrió. Luego, se puso su pijama y se durmió, con una sonrisa por el buen momento que había pasado en el techo. Inu Yasha llegó a su habitación y también se quedó dormido.

    ----- Fin Flash Back -----

    Una nueva mañana llegó para todos. En la habitación de las chicas, ambas se encontraban durmiendo plácidamente. Cuando los rayos de sol llegaron a sus rostros, se despertaron.

    - Que bien dormí—pensó Aome, desperezándose. Vio como Sango iba abriendo sus ojos – Buenos días, Sango—sonrió – No me di cuenta cuando llegaste anoche... –
    - ¿Dónde se habían metido tu e Inu Yasha? Miroku y yo estuvimos buscándolos, pero no los encontramos... Cuando volvimos a la posada... Te vi plácidamente durmiendo. Estábamos muy preocupados...—la regañó.
    - Discúlpame—juntó sus manos, a modo de disculpa – No pensé que nos buscarían... –
    - Pues ya ves que sí... A la próxima me avisas cuando vayas a salir... Por cierto... ¿A dónde fuiste? –
    - Ehm... Con Inu Yasha fuimos a conversar en el techo de la posada...—se sonrojó.
    - ¿Y has ido aclarando tus sentimientos hacia él? –
    - Creo que sí, aunque... no lo tengo del todo claro aún... –
    - Debes tratar de hacerlo antes de que lleguemos al castillo Higurashi... –
    - Eso lo sé, pero... Es tan poco tiempo para saber lo que uno siente... –
    - Has tenido todo este viaje para conocerlo. Piensa y recuerda lo que has sentido cada vez que has estado en alguna situación importante con él. Ahí podrás darte cuenta de la evolución de tus sentimientos y cuáles son éstos en verdad –
    - Haré lo que dices. Gracias por tu consejo—sonrió.
    - No hay de que, para eso estamos las hermanas—sonrió – Lo mejor será que nos preparemos para ir a desayunar –
    - Esta bien—ambas comenzaron a vestirse y a arreglarse para poder ir a comer junto con sus compañeros de viaje al comedor de la posada.

    Cuando salieron de la habitación, se encontraron con ellos. Todos se dieron los buenos días y fueron a desayunar. Después de eso, arreglaron sus cosas y volvieron a retomar el camino de su viaje. Pasaron unas horas y a todos les dio hambre.

    - Creo que nuestros estómagos exigen comida—dijo Aome con una gota en su cabeza. No había ninguna aldea cercana ni algún puesto donde vendiesen comida, según lo que vieron momentos después ella y Sango desde las alturas.
    - Entonces, tendremos que ir en busca de un río para pescar—dijo Inu Yasha. Todos asintieron y se internaron en el bosque.

    Buscaron por aproximadamente media hora, pero su búsqueda no daba frutos.

    - ¿Dónde se habrá metido el río?—se preguntó Sango y suspiró.
    - Tengo hambre—se quejó Aome y luego saltó para tratar de ver si encontraba algo desde el árbol, o por lo menos si éste tenía algún fruto, pero nada.

    De lo que no se habían dado cuenta, era que el cielo se había ido nublando rápidamente. También hacía mucho frío.

    - Perfecto. Además de hambre, ahora tendremos que soportar el frío—dijo Inu Yasha, con un tono de sarcasmo en su voz. Para empeorar la situación, empezó a nevar...
    - Creo que tendremos un mal día por delante—dijo Miroku.

    Todos lo vieron y suspiraron. Con este frío, era poco probable que les fuese fácil pescar algo, si es que llegaban a encontrar un lugar para hacerlo. Aún así, siguieron con su búsqueda. Por más que buscaban, no encontraban nada. Eso era bastante desesperanzador.
    Al final, decidieron hacer una fogata, para por lo menos no tener tanto frío. Buscaron leña y un lugar donde no hubiese tanta nieve y se instalaron allí.

    - Que manera de cambiar el día—dijo Sango – Cuando despertamos, todo se veía bastante soleado y agradable, pero ahora...—suspiró – Bueno, es el precio de estar en invierno... –
    - Eso es verdad. Por eso prefiero más la primavera...—dijo Aome.
    - Creo que todos nosotros también—dijo Inu Yasha.
    - Si tan solo no hubiésemos olvidado traer comida, todo sería mejor—contribuía a los lamentos, Miroku.
    - Será mejor que nos dejemos de lamentar, eso sólo hará descender nuestros ánimos—dijo Aome enérgicamente y levantándose, pero cuando lo hizo, su estomago gruñó muy fuerte, lo que la hizo sonrojar – Parece que eso no le sube el ánimo a mi estomago—una gota salió de su cabeza y volvió a sentarse. Todos se quedaron un momento en silencio, hasta que oyeron un gran estruendo.
    - ¿Qué habrá sido eso?—preguntó Inu Yasha alarmado.
    - Iremos a ver—dijo Sango y junto a Aome, rápidamente se cambiaron a su traje de combate invernal (Para cada estación hay un traje de combate de las Princesas de la Muerte. Más adelante describiré el de ésta estación) y saltaron hacia un árbol. Lo que observaron no fue nada agradable.
    - Parece que ahora tendremos que combatir con monstruos -.-u—pensó Aome - ¡Unos monstruos se acercan!—alarmó a los chicos. Éstos sacaron sus espadas (Había olvidado comentar que Miroku también poseía ciertas habilidades con la espada n.nu Es que en esa época de constante peligro era necesario saber como combatir con una...) y tomaron actitud de ataque.

    Las jóvenes tomaron algunas de sus armas: Sango, un boomerang gigante que siempre llevaba consigo, llamado Hiraikotsu (había olvidado comentar eso también n.nu Lo siento -.-), y Aome, su arco con sus flechas. Éstas eran las armas con las que habitualmente se enfrentaban a los monstruos. Sango bajó del árbol, pero Aome se quedó allí, ya que le era más fácil darles a sus blancos con las flechas desde esa posición.
    Los monstruos llegaron a donde ellos estaban. Eran bastantes, y se veían muy molestos.

    - ¿Cómo se atreven a invadir nuestras tierras, humanos?—preguntó uno de ellos muy enojado.
    - No sabíamos que había criaturas como ustedes aquí, sino no hubiésemos venido—contestó Sango, sosteniendo su Hiraikotsu con firmeza, dispuesta a atacar.
    - Aún así, acabaremos con ustedes—dijo con tono despectivo otro monstruo y empezó la lucha.

    Las criaturas se lanzaban al ataque contra los jóvenes espadachines, y éstos se defendían bastante bien, derribando a unos cuantos. Desde las alturas, Aome iba lanzando sus flechas a los monstruos que quedaban más debilitados por el ataque de los demás, o a los que no alcanzaban a ver sus compañeros y estaban a punto de arremeter contra éstos. Sango, por su parte, lanzaba con gran fuerza su Hiraikotsu, logrando derribar a varios de sus enemigos a la vez, con los que los espadachines acababan o Aome con sus flechas.
    Se podía ver que los cuatro hacían un buen equipo, aunque era la primera vez que todos combatían juntos contra esa clase de enemigos.
    De repente, uno de los monstruos comenzó a golpear el árbol donde Aome se encontraba. Esto la hizo perder el equilibrio y caer. Por suerte, logró afirmarse de una de las ramas de árbol con sus manos, aunque ésta no se veía muy resistente. Su arco y sus flechas cayeron al suelo, donde el monstruo las destruyó.

    - ¡Aome!—gritaron sus compañeros. Ésta trataba de aferrarse con toda su fuerza a la rama, pero cada vez se le hacía más difícil, ya que el monstruo seguía agitando el árbol donde ella se encontraba.
    - Si no deja de mover este árbol, voy a caer—pensó. La altura a la que se encontraba era considerable y seguramente cuando cayera, el monstruo acabaría con ella. La rama estaba a punto de ceder.
    - Inu Yasha, Miroku, vayan a ayudar a Aome. Yo distraeré a los monstruos mientras tanto—dijo Sango y los otros asintieron.

    Su camino no fue fácil, ya que cada vez más monstruos se lanzaban contra ellos, evitando que salvaran a la chica. Sango les iba ayudando, despejándoles el camino con su Hiraikotsu. Cuando llegaron, atacaron a la criatura. Éste dejó en paz al árbol y Aome suspiró, un poco más aliviada, pero aún no a salvo. Los chicos siguieron atacando al monstruo, hasta que pudieron vencerlo.

    - Miroku, ve a ayudar a Sango. Yo me encargaré de Aome—le dijo Inu Yasha y éste obedeció – Aome ¿Estás bien?—preguntó.
    - La rama está a punto de ceder, caeré en cualquier momento—dijo ella con inseguridad en su voz. Tenía miedo, mucho miedo.
    - ¿Por qué no te dejas caer? Tú eres capaz de bajar desde esa altura. Ya lo haz hecho antes—trató de darle confianza.
    - Pero esta vez hay nieve. Es más difícil y doloroso caer en ella—le respondió. Inu Yasha pensó un momento y halló la respuesta.
    - Ya sé. Déjate caer y yo te recibiré aquí abajo—le dijo. Aome lo pensó un momento. La rama cedió e igualmente cayó, sin necesidad de soltarse. El príncipe la recibió en sus brazos – Ya no tienes por que temer, ya estás abajo—le dijo con cariño. La joven abrió sus ojos y abrazó a Inu Yasha.
    - Tenía mucho miedo—sollozó. El chico la calmó y la bajó de sus brazos.
    - Ahora debemos ir a ayudar a nuestros amigos. Nos necesitan—ambos vieron como Sango y Miroku peleaban contra los monstruos. Lo hacían bastante bien, pero se notaba que necesitaban ayuda.
    - Vamos—Aome tomó su espada, ya que su arco y sus flechas habían sido destruidos antes, y junto a Inu Yasha fueron a atacar a las criaturas.

    Después de aproximadamente diez minutos, lograron acabar con ellos. Todos estaban bastante cansados y cayeron al suelo.

    - Fue una difícil pelea—dijo Miroku – Pero aún así logramos vencer—sonrió.
    - Eso es porque junto a ustedes tienen a una experta en la lucha con monstruos—dijo Sango, de manera engreída, pero de broma.
    - Y también porque formamos un muy buen equipo—dijo Inu Yasha.
    - Eso es verdad—dijo Aome – Pero lamento informarles que debemos salir de aquí lo antes posible. Las energías malignas que emanan los cadáveres de los monstruos atraerán a más de ellos, que no tendrán compasión en atacarnos, aunque estemos cansados...—les dijo a todos, animándolos para que se levantasen y reanudaran pronto el viaje.
    - Esta bien, no nos queda de otra—dijo Inu Yasha y todos empezaron a caminar.

    --------------

    Eso ha sido todo ^^

    Espero recibir hartos post! Me hacen feliz :)

    Cuidense, que estén bien! Adiós!!
     
  10.  
    eva maria

    eva maria Usuario común

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    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!!!!

    me encanto el capitulo! ^o^... mira que ese Miroku ¬¬.. es un atrevido y pervertido como dijo Sango.. que educaciones son esas.. y el se hace llamar monje ¬¬. valla eso es Verdad, ellos no sabian que era el territorio de eso demonios... pero que van a entender los demonios
    ^-^U... wuohs.. que cambio climatico.. si habia sol como decia Sango.. aunque me gusta la nieve ^o^. Bueno, pues Yo me voy, conti cuando puedas

    ¡Bye!

    Atte: Eva María *-^
     
  11.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    5720
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!!

    Hace mucho que no subía capítulo... Es que pensaba que ya no les interesaba, como había recibido pocos post de respuesta en el anterior...

    Bueno, cambiando de tema, este capítulo va dedicado a Eva María, ya que ella me saludó ayer en el día de mi cumpleaños (26 de mayo) :) Cumplí 18... soy mayor de edad xD!

    Ya no los interrumpo más... ojalá disfruten el capítulo... y me digan su opinión en un post!! ^^

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    “Oportunidad de Vivir”
    Capítulo 13: Decisiones y Confesiones

    Caminaron aproximadamente por una hora, para reencontrarse con el camino “civilizado”. Por allí vieron pasar a unos viajeros, que venían comiendo. A todos se les hizo agua la boca y sus estómagos empezaron nuevamente a exigir comida, con sus gruñidos.

    - Si no comemos pronto... Me voy a desmayar de hambre—dijo Aome, mientras su estómago gruñía fuertemente.
    - Tenemos que aguantar hasta que encontremos un puesto de comida o una aldea—dijo Inu Yasha – Hay que ser fuertes...—siguieron caminando.

    Durante el viaje, casi ninguno hablaba, porque ya no tenían muchas fuerzas. Habían caminado durante todo el día, sin ninguna comida más que el desayuno. Además, el frío y la nieve seguían acompañándolos.

    - Ya estoy harta de esto—dijo Aome, tomó a Sango y se la llevó un tanto lejos de los jóvenes, para que no la oyeran. Ahí le explicó algo a su hermana, a lo que ésta asintió.

    A su alrededor, veían a varios viajeros, con rumbo al norte y al sur. Parecía una parte del camino bastante transitada. Aome y Sango se pusieron en la orilla del camino y comenzaron a hacer acrobacias. Todos los viajeros se detuvieron y las miraron, admirados. Inu Yasha y Miroku también.
    Cuando las jóvenes acabaron, hicieron una reverencia.

    - Ahora queríamos pedirles que, si les gustó nuestro acto, nos diesen algo de comida, por favor—dijo Aome, algo sonrojada. Sango tomó una manta que traía entre sus pertenencias y fue recibiendo lo que los viajeros les daban. Al final, ellas agradecieron e hicieron una reverencia por los que les habían dado, para volver a mostrar algunas acrobacias. Luego, los viajeros continuaron con su camino y los cuatro jóvenes se sentaron a la orilla del camino, para comer.

    - Muy buena idea la de ustedes—las felicitó Miroku – Ahora al fin podremos comer—miró con ansias la comida que tenían ante ellos.
    - Todo fue idea de Aome—dijo Sango.
    - Había que encontrar una manera de obtener comida pronto—dijo ella avergonzada. Todos agradecieron a la chica – Bueno, lo mejor será empezar a comer—todos asintieron y comieron. Nunca la comida se les había hecho tan deliciosa, por más simple que fuera.

    Cuando terminaron de comer, guardaron lo que les quedó, descansaron un poco y luego siguieron su camino. Pasaron por una aldea, pero prefirieron no quedarse allí para aprovechar mejor el tiempo y seguir viajando.
    Al llegar la noche, tuvieron que acampar en un claro del bosque, pero que se encontraba cerca del camino que debían seguir. La nieve había cesado de caer, así que ya no hacía tanto frío.

    - Ha sido un día difícil el de hoy—dijo Sango, todos asintieron.
    - Hace tiempo que no pasábamos por algo así—dijo Aome – La última vez que pasé por algo parecido, fue antes de que llegásemos al castillo Hojo, Inu Yasha y yo ¿verdad?—le preguntó al chico.
    - Así es—contestó éste, poniendo sus manos cerca de la fogata, para que se calentasen.
    - Sería mejor que nos quedáramos dormidos... Mañana nos espera un largo día—dijo Miroku. Todos buscaron mantas con las cuales evadir el frío, se recostaron, se desearon las buenas noches y luego se durmieron.

    El tiempo fue pasando, mayormente con días nublados y nevadas, y cada vez se acercaban más a su destino: el castillo Higurashi. Ya faltaban sólo un día o dos para llegar allí.
    Aome había estado reflexionando constantemente acerca de sus sentimientos hacia Inu Yasha y por fin había podido aclararlos y darse cuenta de cuales eran realmente. Se lo comentó a Sango.

    - Que bueno que tengas todo claro. Ya sabes lo que pasará ahora...—le dijo la chica, luego de que se habían apartado un poco del lugar donde estaban descansando – Ya habíamos conversado sobre esto... –
    - Eso lo sé, pero...—dijo Aome, entristecida.
    - Tienes hasta hoy en la noche para hablar con él. Luego, nos iremos—dijo Sango y se fue hacia donde estaban los chicos, preparando una fogata para cocinar unos peces que habían capturado hace unos momentos. Aome se quedó un momento pensando, recordando lo que le había dicho una vieja mujer una vez que pasaron por una aldea en su camino hacia el castillo.

    *** Flash Back ***

    - Gracias por las frutas, señora—agradeció Aome a la mujer, que gentilmente les había regalado algo de comida para su viaje.
    - Acércate un poco—le dijo y ella lo hizo – No te dejes llevar por la confusión y lo que te dicen que debes hacer, sino que por lo que verdaderamente sientes. Déjate guiar por tu corazón y así serás más feliz—le susurró al oído. Aome no entendió el por qué de esas palabras por parte de la anciana en ese momento.
    - Ehm... Gracias por el consejo—agradeció.
    - No fue nada. Espero que te sea de ayuda en un futuro próximo—le dijo.
    - ¡Aome! Ya es hora de irnos...—dijo Inu Yasha un poco más alejado de la casa de la señora.
    - Sí, ya voy. Adiós, que tenga un buen día—se despidió Aome y se fue.

    *** Fin Flash Back ***

    La joven estuvo metida en sus pensamientos todo el día. Eso le pareció extraño a los chicos, especialmente a Inu Yasha.

    - ¿Qué te pasa Aome? Te noto un poco extraña hoy...—le dijo a la joven.
    - No, no es nada—negó ella – No te preocupes—sonrió. Aún así, Aome siguió pensativa durante el viaje.

    Los jóvenes siguieron su camino, hasta que se hizo de noche. Buscaron un lugar donde pudiesen acomodarse, cenar y dormir. Lo encontraron internándose un poco en el bosque, cerca de un lugar muy bonito rodeado de flores, extraño en invierno, y con una cascada, que junto a las estrellas que se podían apreciar en el cielo, lo hacía un lugar ideal.
    Prepararon la fogata, la comida y se sentaron alrededor para comer y conversar. Todos lo hacían animadamente, menos Aome, quien miraba insistentemente el suelo y parecía distraída. Inu Yasha seguía extrañado por esa actitud de la joven.

    - ¿Qué le pasará?—pensó – Nunca la había visto así, tan retraída...—miró hacia donde ella se encontraba, preocupado – No es normal en ella, que es siempre muy alegre y está llena de energía...
    - La comida estaba muy buena—dijo Sango – ¿No es verdad, Aome? –
    - Ah, sí, sí, estaba deliciosa—dijo la joven, saliendo de su abstracción. Sango, que se encontraba a su lado, le dio un pequeño codazo, para llamar su atención.
    - Es tú última oportunidad para hablar con él... Si no lo haces, nos iremos sin dar explicación alguna—le susurró.
    - Esta... bien...—le contestó en un hilo de voz – Inu Yasha... –
    - ¿Dime?—preguntó el aludido.
    - Necesito hablar a solas contigo un momento... ¿Podrías acompañarme?—Aome se dirigió hasta la cascada.
    - Claro, vamos—dijo algo extrañado, y la siguió. Sango obligó a Miroku a que se fueran de allí, para dejarlos hablar tranquilos.
    - ¿Qué es lo que quieres decirme?—preguntó Inu Yasha. Aome se encontraba de espaldas.
    - Lo que pasa, es que... —comenzó a explicar – Hemos viajado mucho tiempo juntos, y he disfrutado mucho este viaje junto a ti y los demás, pero... Es momento de que... –
    - ¿De qué? ¿Qué pasa, Aome?—preguntó preocupado.
    - Es momento de que nuestros caminos se separen y yo me vaya...—dijo, casi en un susurro, pero Inu Yasha pudo escuchar claramente sus palabras.
    - Pero... ¿Por qué?—preguntó en un hilo de voz.
    - Ya estamos muy cerca del castillo Higurashi, así que no hay necesidad de que yo te acompañe, ¿no?—se dio media vuelta y mostró una sonrisa fingida, tratando de expresar seguridad, cosa que no sentía realmente – Seguramente ya no te encontrarás con ningún peligro en el camino hacia allá y no es necesaria mi presencia—cada palabra que Aome decía dejaba cada vez más desconcertado a Inu Yasha. La joven volvió a dar la espalda al chico.
    - Esto no puede ser cierto—pensó – Esas no son buenas razones para irte... –
    - Yo prometí que te acompañaría hasta que llegaras a tú destino ¿lo recuerdas?—Inu asintió – Pues bien, yo ya cumplí con lo que te dije... Y por eso te llamé: para despedirme...—dijo con un tono frío. El joven príncipe seguía sin poder creer lo que le decía la chica. Esa no era Aome, SU Aome.
    - ¿Despe... dirte...? –
    - Así es. Después de esto, Sango y yo partiremos hacia el palacio de Naraku, el lugar al cual yo pertenezco... Antes de irme, yo sólo quería pedirte una cosa... –
    - ¿Y cuál es? –
    - Debes mantenerte lo más alejado posible del palacio de mi señor Naraku y no planear ninguna rebelión contra él. Si lo haces... Sango y yo pagaremos con nuestras vidas la traición que le hemos hecho a nuestro amo... Y quizás el precio para ti sea el mismo—seguía usando un tono frío, aunque las lágrimas habían comenzado a caer de sus ojos – Por lo que más quieras, olvídate de la venganza y lleva una vida tranquila, alejada del odio y el peligro... Construye una familia y apártate del camino que buscas, porque nada bueno te traerá... ¿Me lo prometes?—Aome volvió a su tono habitual, pero aún no miraba a la cara a Inu Yasha.
    - Eso es... Algo que yo no puedo prometer...—Aome se iba a dar vuelta para mirarlo a la cara, pero se vio sorprendida por algo. Inu Yasha la estaba abrazando fuertemente – Yo... quiero que estés a mi lado... –
    - Por favor Inu Yasha, no hagas más difíciles las cosas de lo que ya son para mí—pensó – Nosotros no podemos estar juntos. El destino nos separa... Tú... Eres un príncipe que busca la venganza y yo... soy súbdita del hombre contra el que te quieres vengar...—se trató de soltar del abrazo en el que la tenía el joven, pero no pudo. Él la sostenía fuertemente, para no dejarla escapar.
    - Eso a mi no me importa, porque yo... Yo... Te amo, Aome—se declaró y hundió su rostro en la cabellera de la joven, para aspirar su fragancia.
    - No, eso no... No puede ser...—dijo incrédula.
    - Si puede ser y lo es... Me has cautivado con tus sonrisas, con tu personalidad, con todo tu ser, Aome...—seguía abrazándola fuertemente, sin dejarla escapar.
    - No hagas más difíciles las cosas...—susurró – Yo debo separarme de ti... Es lo que debo hacer... –
    - ¿Pero es realmente lo que tú quieres?—esa pregunta sorprendió a la joven. Inu Yasha disminuyó un poco la fuerza de su abrazo y Aome aprovechó la oportunidad para escapar de los brazos del chico.
    - Eso no importa... Lo que yo quiera o no quiera, no tiene importancia... Discúlpame Inu Yasha, pero debo irme... —comenzó a correr, pero el joven tomó uno de sus brazos y la detuvo – Suéltame... –
    - No voy a dejarte ir... Hasta que me digas, qué es realmente lo que tú quieres... –
    - Ya te dije que eso no tiene importancia... Déjame ir, por favor... –
    - No lo haré, hasta que me respondas con la verdad...—las lágrimas comenzaron a salir nuevamente por los ojos de Aome.

    A Inu Yasha le partía el alma verla así, pero no podía ceder hasta averiguar que era lo que la joven realmente sentía. Aome ya no aguantaba más esa situación.

    - Me tengo que ir... Es mi única opción... Mi destino no es estar junto a Inu Yasha—pensó – Yo debo estar junto a Naraku, a él le debo mi vida, pero...—las dudas asaltaban su corazón – Lo que yo realmente quiero, es...—pensó. Inu Yasha soltó a la joven. Ésta no hizo intentos por escapar, sino que seguía sollozando, mirando hacia el suelo - Lo que yo realmente quiero, es...—no sabía si decirlo. Esto podía cambiar completamente su destino – Debo hacerlo. Debo dejar que mis sentimientos guíen mis acciones, como muchas personas me lo han recomendado—recordó a Kazuru y a la anciana que le dio las frutas y luego dijo – Lo que yo realmente quiero, es estar junto a ti, Inu Yasha—se lanzó a sus brazos y éste la recibió cálidamente. Una sonrisa apareció en el rostro del joven – Yo...—lo miró directamente a los ojos – Yo... También te amo, Inu Yasha—declaró, muy sonrojada. Él la abrazó aún más fuerte.
    - No sabes lo feliz que me hace oír eso—sus corazones latían rápidamente, de felicidad.

    Ambos volvieron a mirarse fijamente. La luna, las estrellas, la cascada y las flores que había alrededor, hacían este paisaje más que perfecto. Comenzaron lentamente a acercar sus rostros, no dejando de mirarse el uno al otro. Luego, cerraron sus ojos y se dejaron llevar por el mágico momento, cuando sus labios se tocaron.
    Todo lo que había a su alrededor desapareció en ese instante para ellos. Primero, el beso fue algo tímido, ya que era el primero de ambos, pero luego fue profundizándose y volviéndose algo más apasionado, dejando a la vista sus sentimientos, que habían permanecido reprimidos por algún tiempo.
    Tuvieron que separarse, para tomar un poco del aire que ya les estaba haciendo falta. Ambos sonrieron. Inu Yasha tomó la mano de Aome y la llevó hasta el frente de la cascada.

    - Quiero que me prometas una cosa—le dijo él.
    - ¿Qué?—preguntó ella, mirándolo confundida.
    - Que no nos vamos a separar, que esta felicidad que yo siento, va a estar siempre con nosotros—tomó las manos de su amada entre las suyas.
    - Claro que se lo prometo, joven príncipe—sonrió y besó su mejilla – Prométamelo usted también –
    - Se lo prometo, bella dama—se inclinó un poco, hizo una reverencia y besó una de sus manos. Ambos volvieron a abrazarse.

    Mientras tanto, con Sango y Miroku...

    - ¿Por qué Aome se tardará tanto?—pensaba Sango, preocupada por su amiga y hermana. Al parecer, su semblante reflejaba lo que sentía, ya que Miroku se acercó a ella.
    - ¿Qué es lo que tanto te preocupa? ¿Acaso pasa algo?—le preguntó Miroku.
    - No, no es nada, sólo tonterías –
    - ¿No quieres conversar? Así haríamos este rato de espera más ameno, ¿no? –
    - Esta bien—contestó – Así me olvidaré de esta preocupación—pensó. Al principio, les costó entablar la conversación, pero luego comenzaron a hablar más fluidamente. De a poco, se iban conociendo más e iban teniendo más confianza el uno con el otro. Sango llegó a olvidar el asunto que tratarían Inu Yasha y Aome.
    - ¿Habrán terminado de conversar esos dos?—preguntó de repente Miroku – Ya llevan un buen tiempo en eso... –
    - Yo creo que sí, vamos a ver...—ambos se levantaron y fueron al lugar donde estaba la cascada.

    Les sorprendió ver a los jóvenes tiernamente abrazados, mirando al estrellado cielo.

    - Aome...—llamó Sango y la aludida reaccionó, dirigiéndole una mirada cargada de temor. Inu Yasha la abrazó más fuertemente, mirando a Sango con cierto desafío – Ya es hora de irnos—su mirada era fría y amenazadora.
    - ¿Irse?—preguntó Miroku – ¿A dónde? –
    - Ambas debemos regresar a la fortaleza del emperador Naraku. Ese es el lugar al que pertenecemos ¿no Aome?—la joven seguía mirándola con un poco de temor.
    - Yo no quiero volver... Quiero quedarme aquí, con Inu Yasha—Aome se levantó y se puso enfrente de Sango. Inu Yasha la siguió y se puso a su lado.
    - No puedes obligarla a ir. Ella decidió quedarse—dijo el joven.
    - Esto no es asunto tuyo. Es algo entre ella y yo—Sango lo miró fríamente – Aome, soy tu superiora y debes obedecerme. Te ordeno que vengas conmigo—tomó el brazo de la chica y se la trató de llevar de ahí, pero Aome se soltó.
    - No quiero hacerlo –
    - Ya habíamos hablado de esto. Sabías lo que teníamos que hacer y que éste momento llegaría tarde o temprano... Vamos, por las buenas o por las malas... –
    - Yo no voy a dejar que se vaya—intervino Inu Yasha – Yo la amo, y ella también me ama. No puedes separarnos...—Sango pensó un momento.
    - Se me ocurrió una idea. ¿Qué tal si tenemos un duelo de espadas para decidir con quien se va Aome? Si tu ganas, Aome se queda contigo, pero si pierdes, ella se irá a la fortaleza de Naraku conmigo y nunca más volverás a verla... ¿Aceptas?—Inu Yasha meditó un poco.
    - Acepto—respondió con seguridad – Aome, apártate, por favor—le pidió con una sonrisa, ella asintió y se puso al lado de Miroku, a quien esta situación dejaba algo extrañado.
    - Espero que todo salga bien—susurró Aome.
    - No se preocupe, señorita Aome. Todo saldrá bien, ya lo verá—sonrió para darle confianza.
    - Pero... ¿Bien para Inu Yasha o para Sango...?—pensó. No le gustaba ver a dos de personas que más apreciaba en el mundo pelear.

    Sango e Inu Yasha se distanciaron unos cuantos metros el uno del otro. Ambos no habían desenvainado sus katanas aún. Se dieron una pequeña reverencia.

    - En esta lucha, gana la persona que logre inmovilizar a su oponente, sin esto significar necesariamente daño físico severo—dijo Miroku, haciendo de mediador de la pelea que estaba por realizarse. Los jóvenes espadachines asintieron y desenvainaron sus katanas, sosteniéndolas con una de sus manos a la altura de sus caderas – Pueden comenzar a luchar—les dijo.

    Ambos levantaron sus espadas hasta quedar éstas en frente de ellos. Comenzaron a acercarse lentamente a su oponente. Cuando ya la distancia era mínima, la lucha se inició verdaderamente. Ambos atacaban hábilmente a su contrincante y a la vez se iban defendiendo de sus certeros ataques, ya que los dos eran excelentes espadachines, de eso no cabía duda.

    (Justamente mientras leía esta parte de mi fic (Ya que lo estaba editando), salió en mi lista de reproducción una canción del OST 1 de InuYasha, titulada “Hanyou Inu Yasha”, la cual se adecua a esta escena XD Bueno, no los interrumpo, sigan leyendo n.nu)

    - Lo único que quiero es que ninguno de los dos salga dañado—pensaba Aome preocupada – Si tan sólo no hubiese obstáculos a nuestro amor, Inu Yasha...—suspiró.

    La pelea era emocionante. Ninguno de los dos daba un paso atrás en esta lucha. Ambos deseaban con todas sus fuerzas, ganar, además de lo mejor para Aome. Aunque sus ideas de esto diferían mucho.

    - Debo llevarme a Aome conmigo, o si no... Seremos buscadas por las demás Princesas de la Muerte, con la presunción de que ambas hemos escapado y cometido alta traición... Yo no quiero traicionar de esa forma al amo Naraku...—pensó Sango – No debo...
    - No dejaré que Sango se lleve a Aome de mi lado, cuando ambos acabamos de confesar nuestros sentimientos... Ahora que la felicidad ha vuelto a mi, no dejaré que se escape tan fácil... —pensó Inu Yasha. (Nunca había estado tan feliz desde antes de que hubiesen matado a su familia... u.u)
    - No quiero que esta pelea continué... No me gusta verlos pelear. Debo hacer algo para que acabe ahora mismo—pensó Aome y corrió hasta donde los otros dos estaban luchando, interponiéndose entre ellos – ¡Deténganse!—les gritó. Ambos bajaron sus armas, sorprendidos por la aparición de la joven.
    - No interfieras en esto Aome. Es una pelea entre él y yo—le dijo Sango, tratando de apartarla del camino, pero ella no se movió.
    - Yo... no quiero ir al palacio de Naraku... Quiero quedarme aquí, con Inu Yasha... ¿No lo puedes entender, Sango?—le preguntó con lágrimas en sus ojos – Con él está mi felicidad... Con él, he descubierto sentimientos que nunca había sentido, y que me hacen muy feliz—se quitó las lágrimas y la miró decidida.
    - Aome, yo no quiero ir en contra de tu felicidad pero... La decisión que he tomado, es por nuestro bien... Debes entenderlo... Sólo busco lo mejor para las dos... Para los tres, mejor dicho... Busco nuestro bienestar a futuro... No quiero que ninguno de nosotros muera... –
    (Parece que se olvidaron de Miroku... n.nu)
    - Nosotros no nos dejaremos asesinar por Naraku, Sango... Te demostraré que podemos ser felices estando lejos de él y de su influencia...—le dijo Aome, sonriendo – Nosotras podemos cambiar nuestro destino. Incluso, podríamos buscar una manera de ser totalmente libres... Siguiendo el camino de Inu Yasha...—él se puso a sus espaldas y la abrazó – Derrocando el reinado de Naraku...—sugirió a su hermana.
    - Yo... no puedo hacer eso... Desde que tengo memoria, he servido al amo Naraku... No podría... traicionarle...—dudaba Sango – Cuando aún era una niña, siempre pensaba en cómo habría sido mi vida si Naraku no me hubiese encontrado...—se detuvo un momento, pero luego continuó—Y había veces en las que, por lo duro de mi entrenamiento, deseaba con todas mis fuerzas escapar, pero no podía... Simplemente era imposible, por lo que terminé resignándome a la realidad: yo no era libre y jamás lo sería... Estaría toda mi vida bajo su mandato y órdenes, y debía seguirlas a cabalidad, o sino...—volvió a dudar y cayó al suelo, con lágrimas en sus ojos. La mirada de Aome se enterneció y fue hacia ella, para abrazarla. Era la primera vez que la veía así, tan desprotegida y temerosa.
    - Sango, lo que tu sientes por Naraku no es respeto, sino temor... por eso siempre haz seguido sus ordenes...—meditó un momento y luego continuó – Creo que eso es lo que ha impulsado mayormente a todas nosotras—refiriéndose a las Princesas de la Muerte—a quedarnos junto a él y protegerlo. Más que el respeto, es el miedo a lo que nos podría hacer si no seguimos todo lo que él nos ordena... ¿No lo crees así, Sango?—ella levantó su mirada, encontrándose con la de Aome.
    - Creo que tienes razón, pero aún así sigo muy confundida—ambas se levantaron – Necesito estar sola, para pensar un poco en tus palabras y en la situación en que he vivido todos estos años...—se alejó un poco de los demás y luego dijo – Inu Yasha, mañana sabrás quien fue el ganador de este encuentro...—siguió caminando, hasta perderse de la vista de los jóvenes, en el oscuro bosque.

    Miroku intentó seguirla, pero Aome se lo impidió, haciendo un movimiento de negación con su cabeza.

    - Necesita tiempo para reflexionar—le dijo a Miroku – Dejémosla sola para que pueda pensar tranquila—sonrió – No es fácil darse cuenta de la verdad después de vivir tanto tiempo de una manera... ¿verdad, Sango?—pensó y miró hacia el suelo, algo entristecida. A ella también le había costado bastante darse cuenta de la verdad. Inu Yasha la abrazó cariñosamente, para demostrarle su apoyo – Gracias—sonrió.
    - Bueno, será mejor que nos vayamos a dormir—dijo Miroku – Ya es bastante tarde y debemos tener fuerzas para el camino que nos aguarda mañana—los jóvenes enamorados asintieron.

    Se dirigieron a donde estaba la fogata, aún encendida, para prepararse para dormir. El semblante de Aome reflejaba preocupación, pero cuando Inu Yasha tomó su mano, su expresión cambió, dando paso a una sonrisa.

    - Ya verás que todo va a salir bien, Aome—dijo Inu Yasha y sonrió – Sango tomará la decisión adecuada, influenciada por tus palabras –
    - Espero que así sea—respondió la joven – Sólo quiero que mi hermanita consiga la tranquilidad que yo estoy comenzando a sentir al salir del engaño en el que hemos estado tanto tiempo sumidas...—pensó, luego se recostó y se quedó dormida, al igual que Inu Yasha, quien se encontraba a su lado.

    Miroku no podía quedarse dormido, por la preocupación que sentía por la joven, que aún no regresaba. La esperó despierto por aproximadamente una hora, sentado, con la espalda apoyada en un árbol, pero poco a poco el sueño fue más fuerte que él y acabó venciéndolo, quedándose dormido.
    Una nueva mañana llegó, acompañada del cantar de los pájaros y sonidos de las criaturas del bosque, además de un gran cielo despejado, en el que Sol lograba alumbrar fuertemente, algo un poco extraño en la estación en la que se encontraban. Sus haces de luz llegaron a donde los viajeros durmientes se encontraban, despertándolos cuando la intensa luminosidad llegó a sus rostros. Todos comenzaron a levantarse y a estirar sus cuerpos. Dormir en el suelo de un bosque no era muy cómodo.

    - Buenos días—dijo Aome con la alegría que la caracterizaba.
    - Buenos días—respondieron los otros tres jóvenes.
    - Bueno, deberíamos preparar todo para el desayuno—se agachó y sacó de entre sus pertenencias algo de comida – Bueno, lo que hay para comer hoy son frutas y algo de leche que nos regalaron los aldeanos en la anterior aldea. No es mucho, pero deberemos contentarnos con eso por este momento—los demás asintieron e empezaron a hacer los preparativos para el desayuno. Luego de comer, dispusieron sus cosas para continuar con el viaje. Sango se había mantenido bastante callada durante aquel tiempo, pero rompió el silencio justo antes de partir.
    - Inu Yasha, has ganado. He decidido apoyar tu causa y unirme a ambos en la misión de la profecía—dijo Sango, causando sonrisas en sus compañeros.
    - Respecto a eso—dijo Miroku – Yo también estaré de tu parte en la lucha contra Naraku—sonrió.
    - Y es obvio que yo también siempre estaré junto a ti, para apoyarte y luchar a tu lado... Además, de que es mi misión como elegida—dijo Aome con una sonrisa – Bueno, ya es hora de partir—todos asintieron y comenzaron a caminar.
    - Gracias, amigos...—pensó Inu Yasha con una sonrisa y siguió su camino.
     
  12.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    75
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!
    No sabes cuanto siento no haberme pasado desde hace tanto tiempo!!:( lo que pasa es que estoy en el momento final de el curso y tengo muuchos exámenes!!
    Me encantó la conti!! Y muchas felicidades!! ya mayor de edad!!
    ESPERO PRONTO LA CONTI!;)
    Un beso enoorme y te cuidas!!^^
    **NÚRIA**
     
  13.  
    eva maria

    eva maria Usuario común

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    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!!!

    Me encanto la conti ^o^!! estubo espectacular! ^o^. y por cierto, tambien siento haber tardado tanto en venir ^-^U... esque ya no estoy entrando tanto en cemzoo y al igual que NuriA-7, estoy a final de curso y estoy muy poco conectada. y gracias por dedicarmelo ^o^, y felicidades de nuevo.. que suerte es ser mayor de edad.. a mi aun me quedan 3 años x.x... bueno, espero el proximo capitulo con mucha ilución.. nos vemos!

    Atte: Eva María *-^
     
  14.  
    Aome_Kinomoto

    Aome_Kinomoto Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    75
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    VAMOS este fic se merece mucho mas quqe tan solo dos post por continuacion eh esperado kmo dias para no postear para que alguien mas lo hiciera tb pos y no pasa nada es casi vergonzoso por parte de las lectoras yo ame el fic me encanta continualo pronto y animos uqe ya veras que pronto empezaran a postearte mucho mas
     
  15.  
    Mistyka

    Mistyka Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    73
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    hola
    lo inuco k puedo decir
    es k tu fic me encanta
    losigo en fanfiction y la verdad lo adoro
    que bueno k decidiste publicarlo aqui tambien
    espero k no te decepcione la cantidad de post,
    pero aqui es asi al principio
    despues se daran cuenta de lo grandioso k es tu fic y habra
    cada vez mas lectores.
    me despido por ahora
    cuidate
     
  16.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    51
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!^^
    niñaaa!! cuando habrá conti??ToT
    me has dejado con la intriga de saber que pasará!!ToT
    Espero poder leerlo pronto si??;)
    Un beso enoorme y te cuidas!!!^^ **NÚRIA**
     
  17.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    6679
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Disculpa la demora!! Intenté publicar el capítulo el domingo, pero por extrañas razones la página de Cemzoo no me lo permitió... así que ahora vengo a dejarles el cap que sigue!

    Abajo está el post original que pensaba publicar el domingo ;)

    --------------

    Hola!!

    Muchas gracias por el apoyo que me han brindado ^^ Me ha dado nuevos ánimos para venir a publicar :D!

    Me imagino que están tan apretadas como yo respecto a los asuntos académicos... Las comprendo ^^

    Bueno, mejor me callo ya y les dejo el capítulo :D

    ----
    [FONT=&quot]“Oportunidad de Vivir”[/FONT]
    [FONT=&quot]Capítulo 14: Revelaciones[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Cada vez estaban más cerca de su destino: el castillo Higurashi. Esto ponía muy feliz a Inu Yasha, ya que hace algunos meses que no veía a la gente que lo había acogido cuando más lo necesitaba y que consideraba su familia. En cambio, a Aome, este inminente encuentro la ponía algo nerviosa.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- No me siento a gusto yendo a un lugar donde se ha sufrido tanto por culpa de Naraku... Y yo, habiendo sido una de sus súbditas, no me atrevería a mirar a ninguna de las personas que habita aquel lugar a la cara... Me siento culpable—pensaba Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot]-[/FONT][FONT=&quot] Nos debe faltar sólo una hora para llegar al castillo—dijo Inu Yasha alegre – Ya quiero ver la cara que pondrán al ver que he regresado—sonrió. Verlo tan feliz, hizo que Aome se alegrara, aunque seguía algo nerviosa.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Pasó el tiempo y comenzaron a ver a lo lejos una aldea muy poblada y con mucho movimiento. En la parte superior de ésta, encima de una colina y cerca de un bosque, se podía ver un gran y bello castillo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Ese es el castillo Higurashi?—preguntó Aome apuntándolo e Inu Yasha asintió – Es muy grande—dijo sorprendida – Pero por una extraña razón, se me hace familiar... Quizás pasé por aquí en alguna misión de entrenamiento cuando era pequeña...—pensó. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Cuando pasaron por la aldea, vieron a un grupo de niños jugando alegremente. Éstos se fijaron en los jóvenes viajeros y se acercaron a ellos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Qué quieren?—les preguntó Aome, agachándose para estar a su altura.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Le queríamos dar esto—dijo una niña, sosteniendo una flor blanca.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Para mí? Gracias—sonrió, tomó la flor y la puso en su cabello.[/FONT]
    [FONT=&quot]- También tenemos una para usted—dijo otra niña a Sango. Ella también se agachó y la pequeña puso una flor amarilla en el cabello de la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias—Sango sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿No quieren jugar con nosotros?—les dijo un niño.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Disculpa, pero ahora no podemos—se disculpó Aome – Otro día vendré a visitarlos y jugaré con ustedes. Se los prometo—les dijo con una sonrisa y los niños asintieron, para luego seguir jugando cerca de allí.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ahora que lo recuerdo...—dijo Sango – No podré acompañarlos al castillo... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Por qué? ¿Qué sucede?—preguntó Inu Yasha.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mi Hiraikotsu está algo dañado, luego de la pelea que tuvimos el otro día con los monstruos, así que debo repararlo... Cerca de aquí hay una aldea de exterminadores de monstruos, donde podría llevarlo para que lo reparen—sonrió – Cuando ya esté listo, volveré con ustedes –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien—dijo Aome – Cuídate mucho –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes, lo haré—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Yo puedo acompañarla, para que no le pase nada—dijo Miroku.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Si vas con él, me quedo más tranquila—le dijo Aome a Sango.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes Miroku, yo puedo ir sola. Sé como defenderme...—dijo ella.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Como todo caballero, no puedo dejar que una señorita vaya viajando por ahí sola, es muy peligroso. No aceptaré una negación como respuesta—dijo Miroku.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien, acepto tu compañía—dijo con una gota en su cabeza. El joven se alegró.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Yo cuidaré de ella. Ustedes no se preocupen—dijo a Aome e Inu Yasha.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Que les vaya bien. No se distraigan mucho—Aome guiñó un ojo a Sango, quien se sonrojó y le dirigió una mirada asesina. Ni Miroku ni Inu Yasha entendieron a que se refería (quedaron con cara de puntito XD Así - - - > .-. ...).[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo mismo va para ti, hermanita—dijo Sango. Este comentario hizo sonrojar a Aome – No va a pasar entre Miroku y yo lo que tú piensas, Aome...—pensó enojada – Adiós—les dijo y siguió su camino junto con su acompañante.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Adiós—se despidieron los jóvenes que se quedaban. Se quedaron allí hasta que perdieron de vista a Sango y Miroku.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Vamos al castillo?—preguntó Inu a Aome, ofreciéndole su brazo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Vamos—sonrió, tomó su brazo y siguieron caminando, lentamente, en dirección al castillo Higurashi.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Cuando los guardias del castillo divisaron a Inu Yasha, fueron a avisarle inmediatamente a su señora (La esposa del terrateniente, en otras palabras) de su llegada.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Enseguida iré a recibirlo—dijo ésta a uno de sus soldados – Avísale también a mi hijo sobre esto, por favor—el soldado asintió y fue a hacer lo que le pidió.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Inu Yasha y Aome llegaron a la entrada del castillo. Los guardias se alinearon y se prepararon para saludarlos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Bienvenido al castillo, joven Inu Yasha—todos hicieron una profunda reverencia, por el respeto que le tenían – También le damos la bienvenida a usted, señorita—hicieron otra reverencia, pero no tan grande como la anterior.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muchas gracias por el recibimiento—Aome hizo una reverencia.[/FONT]
    [FONT=&quot](Tanta reverencia XD Son muy formales estos japoneses n.nu)[/FONT]
    [FONT=&quot]- Entremos, Aome—le dijo Inu Yasha. Ella asintió e ingresaron al lugar. La vista dejó impresionada a la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Este lugar es hermoso—dijo maravillada, mirando a su alrededor. [/FONT]
    [FONT=&quot]- Podemos recorrerlo luego. Primero debo ir a saludar a...—miró y enfrente de él aparecieron la señora del lugar y su hijo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Inu Yasha, que gusto verte—le dijo la señora feliz. Ella tenía el cabello negro, muy largo recogido en una cola de caballo alta, sus ojos eran de un color café chocolate, su piel blanca, tenia una estatura mediana y vestía un elegante kimono. Se podía notar que era una mujer muy distinguida. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Inu Yasha fue hacia donde ella se encontraba y le dio un abrazo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- El gusto es mío, tía—sonrió – Hola, Souta. Hace mucho que no nos veíamos—se separó de la señora y con el joven se dieron un apretón de manos.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Cómo te ha ido en tu viaje?—le preguntó Souta.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Luego podrá contarnos sobre eso, en la hora de la comida—dijo la señora – Por cierto, ¿quién es la joven que te acompaña?—miró a Aome, que se encontraba aún en la entrada del castillo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mucho gusto señora—le dijo algo nerviosa – Mi nombre es Aome Asakura—hizo una pequeña reverencia.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mucho gusto. Yo soy Midori Higurashi, la esposa del terrateniente de este castillo. Ven, acércate—sonrió y la joven obedeció.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ella me ha acompañado durante mi viaje de regreso al castillo, tía Midori—le explicó Inu Yasha – ¿Y el tío Tetsu? ¿Se encuentra en el castillo?—preguntó, refiriéndose al terrateniente del lugar.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No, tuvo que ir a atender algunos asuntos al castillo de su hermano Kouji—explicó – ¡Matsuura!—llamó a uno de los soldados y este vino de inmediato – Ve a decir a la cocina que preparen un gran banquete de bienvenida para Inu Yasha—el soldado asintió y se fue – Supongo que estarán muy cansados—les dijo – ¡Yamamoto!—llamó a otro soldado – Dile a Kaede que prepare la habitación de Inu Yasha y la de huéspedes para la señorita Asakura –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí, mi señora—hizo una reverencia y se fue.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Pasemos al salón principal mientras esperamos a que sus habitaciones estén listas—les dijo a los tres y éstos asintieron. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Se dirigieron al salón principal, el cual estaba finamente decorado con tapices y pinturas que colgaban de las paredes, algunas alfombras colocadas sobre el piso de madera, una gran mesa para atender a los invitados, entre otras cosas. Los cuatro se sentaron en unos cojines que había dispuestos allí.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿De dónde vienes, Aome?—preguntó Midori.[/FONT]
    [FONT=&quot]- De la ciudad imperial. Allí es donde vivo...—dijo y luego se arrepintió – Debería haberle dicho que vivía en otro lugar... No quiero traerle malos recuerdos a la señora Higurashi ni a su hijo...—pensó, regañándose mentalmente –...o por lo menos vivía, antes de viajar... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Parece que no le recordé nada malo—pensó aliviada y suspiró. Inu Yasha la miró extrañado.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Te sucede algo Aome?—preguntó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No, nada, nada—se rió nerviosamente.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Debe ser el cansancio del viaje—dijo Midori.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí, eso es—asintió la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes, pronto vas a poder descansar y recuperar energías –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Disculpe si soy una molestia para usted—se disculpó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No, al contrario, es un agrado tenerte aquí. Hace tiempo que no teníamos visitas—le respondió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muchas gracias—sonrió aliviada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Señora Midori, las habitaciones del joven Inu Yasha y de la señorita Asakura ya están listas—le dijo una mujer mayor entrando al salón.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias Kaede—agradeció – Puedes retirarte—la mujer asintió y obedeció – Bueno, ya pueden ir a descansar—sonrió – Cuando la comida esté lista, mandare a alguien para que les avise—todos se levantaron, Inu Yasha y Aome hicieron una pequeña reverencia y se retiraron del lugar. [/FONT]
    [FONT=&quot]- Madre, ¿Has sentido lo mismo que yo?—preguntó Souta.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí... Desde que llego esa joven llamada Aome, que siento algo extraño en mi pecho, como nostalgia... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es lo mismo que he sentido yo, pero... ¿No te parece extraño? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bastante hijo, ya que es la primera vez que la vemos ¿no? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, será mejor que también vayamos a tomar un paseo antes de la cena. Pronto la servidumbre vendrá para arreglar el salón para el banquete. Además, así se nos abre el apetito—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien, vamos—sonrió y tomó el brazo de su madre, para conducirla por el castillo. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Mientras tanto, con Aome e Inu Yasha...[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Yo te mostraré donde se encuentra tu habitación—le dijo el joven a la chica, llevándola al cuarto de huéspedes – Sino podrías perderte –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso es verdad—una gota salió de su cabeza – A veces mi sentido de la orientación no es el mejor... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Pues en este lugar es fácil perderse... Es algo grande, por lo que has podido ver... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Cada vez que no sepas como llegar a algún lugar, pregúntale a los sirvientes. Ellos te guiarán a donde quieras ir. Y si no llegas a encontrar a ninguno, puedes recurrir a mi para pedirme ayuda—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, esta es tu habitación—abrió la puerta del lugar. El cuarto estaba delicado de manera elegante y acogedora a la vez, con tapices y alfombras en sus paredes, muebles de madera, como un armario con ropa para la joven y un tocador, algunos jarrones con flores y un mullido futon en el centro. Además, esta habitación contaba con una terraza que daba hacia el patio trasero del castillo, donde se podía apreciar una bella laguna que era cruzada por un puente y atrás de esto, un típico jardín japonés (De esos que tienen senderos, mucha vegetación, pequeñas estatuas de piedra, algunos arroyos, entre otras cosas).[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es muy bonita—dijo con los ojos iluminados – ¿No será mucho para mí?—preguntó tímida.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro que no—sonrió – Tía Midori siempre atiende así a los invitados... Además, es la primera vez que invito a alguien a este castillo, y creo que eso la emociona—una gota salió de su cabeza.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, yo me voy a mi habitación. Está muy cerca de ésta, por el pasillo hacia la izquierda y luego nuevamente a la izquierda, hasta llegar a la esquina, por si necesitas algo –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes, creo que estaré bien—sonrió. Inu Yasha miró hacia todas direcciones – ¿Qué sucede?—preguntó extrañada. El joven la miró y depositó un tierno beso en sus labios.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sólo quería saber si no había nadie cerca que nos viera. Nos vemos luego—se fue en dirección a su habitación.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Nos vemos—se despidió y cerró la puerta de su cuarto – Aún no puedo creer que todo esto sea verdad—pensó feliz – Jamas pensé que estar enamorada me haría sentir así, tan llena de felicidad al estar con él...—se sonrojó – Mejor me recuesto un momento para descansar—murmuró mirando hacia el futon – El viaje hasta aquí ha sido agotador... Mi cuerpo merece un descanso—se recostó y a los pocos segundos el cansancio la venció, llevándola al mundo de los sueños.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Faltaba poco para la hora del banquete y Kaede fue en busca de la joven. Tocó la puerta, pero como nadie le respondió, entró. Luego, despertó a Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Señorita, ya falta poco para que se realice el banquete. Debe prepararse y yo la ayudaré en ello—abrió el armario, sacando un kimono elegante pero sencillo a la vez, color crema, que tenía bordados de flores, en distintas tonalidades desde el amarillo hasta el rojo, en la orilla de las mangas y en la parte inferior del kimono. El obi era de color rojo claro y combinaba muy bien con los bordados. Luego, sacó los accesorios necesarios de un cajón del tocador – Levántese para que pueda ayudarle a vestirse—Aome obedeció.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Que kimono más lindo—dijo la joven, impresionada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- En usted se verá muy bien—sonrió y luego le ayudó a prepararse. Cuando acabaron, Aome se miró en el espejo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No parezco yo—dijo la joven mirándose detenidamente – Es muy elegante para mi—dijo con una gota en su cabeza. Kaede se había encargado de arreglar su cabello también, dejándolo atado en una coleta alta con una cinta del mismo color que el obi, y la había maquillado un poco.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Pues yo creo que se ve muy bonita y refinada, señorita—sonrió – Cuando la veo, me recuerda a... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿A quién?—preguntó con curiosidad.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No, a nadie, sólo ha sido mi imaginación. Bueno, sería mejor que nos dirigiésemos al salón principal para el banquete –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muchas gracias por todo, señora Kaede –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No hay de que, señorita –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No me llames señorita. Dime Aome—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Entonces usted dígame Kaede –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Vamos, entonces—la condujo hasta el salón principal. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Allí, se encontraba mucha gente: la señora Midori, Souta, Inu Yasha, los consejeros del castillo, las damas que acompañaban a Midori, entre otras personas. Cuando Aome llegó allí, todos se la quedaron mirando. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- No me gusta cuando toda la gente me mira, me pongo nerviosa...—pensaba avergonzada Aome. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Inu Yasha no podía quitarle la vista de encima, por lo hermosa que se veía. La mayoría de la gente del lugar la observaba por la misma razón, además de porque era una desconocida para ellos. Midori le hizo señas a Aome para que se acercara a donde se encontraba y ésta asintió, dirigiéndose allí.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Buenas tardes, Aome—dijo Midori.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Buenas tardes, señora Higurashi, Inu Yasha, Souta, y a todos los demás presentes—hizo una pequeña reverencia.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Siéntate, ya están por traer los alimentos –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien—así lo hizo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Y cómo ha estado ese descanso? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muy bien. Se me ha quitado el agotamiento que sentía—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Que bueno. Veo que el kimono que Kaede eligió para ti te ha quedado de maravilla –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso creo...—se sonrojó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Y parece que Inu Yasha piensa lo mismo, ya que no te ha quitado los ojos de encima desde que entraste al salón—dijo con una risita, lo que provocó que el joven se sonrojara al instante, sin decir palabra. Se formó un incómodo silencio entre ellos, que luego fue interrumpido por Midori – Bueno, parece que ahí viene la comida –[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] La servidumbre del lugar comenzó a servir la comida a cada uno de los presentes. Cuando terminaron, todos comenzaron a comer, conversando alegremente con la gente que tenían alrededor. Inu Yasha y Aome le contaban un poco de cómo había sido su viaje a Midori y Souta.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Y así fue como nos encontramos ese refugio de niños huérfanos detrás de aquella cueva—finalizó Inu Yasha. Anteriormente le había contado a su tía y a Souta de cómo habían ayudado a Shippou a llegar a su aldea.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Veo que su viaje no ha estado libre de aventuras—dijo Souta.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es, pero hemos logrado salir de cada una de ellas con bien—dijo Aome y sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Me alegro por ustedes—dijo Midori – Por cierto, Inu Yasha, tu me comentaste que en un templo que visitaron les habían dicho algo sobre una profecía que los involucraba a ambos...—dijo seria, mirando al joven y a Aome – ¿De qué se trata?—toda la gente del salón guardó silencio, para escucharlos.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, esta profecía habla sobre la misión que tenemos Aome y yo, que es derrotar al emperador Naraku—al escuchar este nombre, algunos de los presentes lanzaron gemidos de asombro, mientras otros mostraban miradas de odio y rencor – Menciona que debemos restaurar la paz y unirnos con nuestros aliados en la batalla final, entre otras cosas... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo...—dijo seria – ¿Tienes alguna copia que me puedas entregar? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro. Cuando termine el banquete, le daré una –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es cierto, Harumi nos entregó unas copias de la profecía cuando nos encontrábamos en el templo. Lo había olvidado...—pensó Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] El resto del banquete transcurrió tranquilamente. Cuando finalizó, cada una de las personas se fue a su habitación, excepto Midori, Aome e Inu Yasha, quien fue en busca de la copia de la profecía, y luego se fueron a un pequeño salón, para poder hablar con mayor privacidad.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot](Aclaración: en realidad Midori no es realmente tía de Inu Yasha, pero como él lleva bastante tiempo viviendo allí, le llama así por cariño n.n En todo caso, Midori considera a Inu casi como un hijo, así que también le tiene mucho cariño y no tiene problema en que le llame tía n-n)[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Ahí tiene—Inu Yasha le entregó la copia de la profecía.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias—agradeció Midori y comenzó a leer. Ambos jóvenes esperaban saber la opinión que tenía la mujer acerca de la predicción.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Cómo es eso de “joven sin pasado”?—preguntó algo confundida.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo que pasa es que yo no puedo recordar nada de lo que pasó antes de que me encontrara una joven abandonada en el bosque que está cerca de la cuidad imperial, hace más o menos cinco años y medio...—respondió Aome – No puedo recordar ni a mi familia, ni a la aldea de donde provenía, ni nada... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Y no buscaste en la cuidad imperial a tu familia? Quizás vivías ahí antes de que perdieras la memoria... Ya que te encontrabas en ese bosque... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No pude buscarla. Pero, aunque lo hubiese hecho, no hubiese servido de nada, porque yo no los recordaba... Y aún sigo sin hacerlo... Mi pasado es algo completamente desconocido para mí... —miró al suelo – No sé si mi familia estará con vida aún o no... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Discúlpame si te hice entristecer... No fue mi intención –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No se preocupe—sonrió – Por lo menos, en todo este tiempo no he estado sola... Aquella joven que me encontró, me ha acompañado desde el día en que lo hizo –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo... Pero deberías estar feliz, ya que aquí dice que tienes que unirte a tus hermanos, o sea que... Ellos deben estar en alguna parte... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo sé. Y debo encontrarlos pronto, para poder llevar a cabo nuestra misión—miró a Inu Yasha y éste asintió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- También, debe haber algo que haga recordar a Aome todo su pasado... Aunque aún no sabemos qué es... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Seguramente pronto descubrirán lo que buscan... El destino ha querido que se reunieran y pasaran por todo lo que han pasado, además de que está en sus manos derrotar a ese malvado emperador y recuperar la Perla de Shikon –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Perla de Shikon?—preguntaron ambos.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es. Quizás tú no lo sabes Inu Yasha, pero aquella perla era el símbolo de tu familia—explicó – La perla tiene extraordinarios poderes, que si son purificados constantemente, traen paz y felicidad alrededor de su poseedor. Pero, por el contrario, si se la influencia con poderes malignos, ésta trae devastación y tristeza. Seguramente, una de las razones por las que el emperador Naraku atacó el palacio imperial, fue para apoderarse de esa perla. Con ella, puede hacer lo que él quiera y reinar con maldad –[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Ambos jóvenes quedaron asombrados. Ninguno sabía nada acerca de aquella perla.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- No puedo creer que haya una joya con tal poder en la fortaleza de Naraku... Además, nunca la he visto... Debe tenerla escondida en algún lugar de la fortaleza, en el que nadie aparte de él pueda entrar. Bueno, eso no sería difícil, ya que el lugar es bastante grande y tiene gran cantidad de habitaciones, muchas de las cuales yo no conozco...—pensó Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mis padres nunca me contaron nada acerca de ella—dijo Inu Yasha.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Quizás eso se debía a que aún eras muy pequeño en ese entonces. Algo que tú tampoco sabes, por lo que veo, es que mi hija Kagome era la encargada de purificar la perla—Inu Yasha quedó sorprendido.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Ka... Kagome? Pero si ella era una princesa... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Aún así, ella desde su nacimiento contaba con poderes espirituales, algo que nos dejó muy desconcertados a mi esposo y a mí cuando lo supimos, ya que no provenimos de ninguna familia de sacerdotes o sacerdotisas... No hay ninguno en nuestras ramas familiares... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo...—Inu estaba muy sorprendido por lo que le acaba de decir Midori. Eso se podía ver en su rostro.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esa fue una de las razones por las cuales ella se fue a vivir a tu palacio, además de para resguardar su seguridad, después de lo que pasó con mis otros hijos... Tú ya sabes... No queríamos perder a otro... –[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] La señora Midori e Inu Yasha quedaron en silencio. De repente, a Aome comenzó a dolerle mucho la cabeza. Tanto, que comenzó a entorpecerle la visión.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Discúlpenme, me retiraré a mi habitación—se levantó con dificultad, hizo una pequeña reverencia y se fue del salón. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Los otros dos no se dieron cuenta del estado de Aome, ya que estaban muy sumidos en sus pensamientos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Me... duele mucho la cabeza...—pensó, mientras ponía una de sus manos en su frente, tratando de apaciguar el dolor que la aquejaba en esos momentos – Todo... lo veo borroso...—se apoyó en un pilar que tenía cerca – Apenas y me puedo mantener en pie... ¿Por qué me siento tan mal así de repente, si yo estaba bien hasta hace poco...?—cayó al suelo – Ayuda... Señora Higurashi... Inu Yasha... Por favor...—dijo con un hilo de voz y cerró sus ojos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]* * *[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] La vista era horrible. Todo a su alrededor se veía en llamas y había mucha gente en pánico, además de cadáveres de hombres y mujeres en el suelo, muchos de ellos con flechas y dagas enterrados en sus inertes cuerpos. No sabía donde estaba, había perdido el sentido de la orientación. [/FONT]
    [FONT=&quot]De repente, recordó lo sucedido y se llevó una mano a su cabeza, donde podía sentir que le corría un hilillo de sangre y un chichón empezaba a formarse.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Es cierto... me golpee la cabeza al caer...—pensó. De repente, se dio cuenta de que flotaba. Esto la alarmó mucho y la hizo ver hacia arriba. Allí, se encontró con el rostro de una joven envuelto en la oscuridad. Lo único que podía apreciar era el cabello de la chica, que era de un color marrón e iba atado en una coleta alta, mientras era iluminado por los destellos del fuego. Era ella quien la llevaba a sus brazos, quien sabe donde. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Quie... quién eres?—el miedo se podía ver reflejado en su voz y mirada. Trató de escapar del agarre de la joven, pero no podía. Su cuerpo estaba muy cansado y ella estaba algo mareada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mi nombre no interesa, pequeña—le dijo la joven en un tono frío. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Ella vio sus manos y se dio cuenta que eran las de una niña. Miró su kimono y se pudo dar cuenta de que estaba lleno de barro y algo de sangre, proveniente de algunas heridas que tenía en su cuerpo. Volvió a ver a su alrededor y se encontró con muchos árboles.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿El bosque?—preguntó confundida - ¿Qué hacemos aquí?—el terror se podía notar en su voz.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Aquí, pequeña, será el lugar donde descansarás eternamente—la lanzó al suelo sin el menor cuidado. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]La niña lanzó un gemido de dolor ante la caída tan repentina.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Por qué... haces esto?—las lágrimas inundaban sus ojos. La joven empezó a desenvainar una katana que llevaba consigo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No es nada personal... sólo ordenes de mi amo—levantó la katana y la niña cerró sus ojos y ocultó su rostro entre sus brazos, esperando la muerte – Muere... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¡Noooooooooooo! –[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]* * *[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¡Noooooooooooo!—gritó la joven, con lágrimas en sus ojos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Aome despertó sobresaltada. Todo había sido una pesadilla. Una horrible pesadilla.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Aome, estás bien?—preguntó Inu Yasha preocupado, tomando su mano para calmarla. La joven miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en su habitación. También, se encontraban la señora Midori y Kaede allí.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Parece que tuvo una pesadilla. Y una bastante aterradora...—dijo Midori, mirándola preocupada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes, ya estás bien—sonrió, tratando de darle ánimos a la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Tenía... mucho miedo...—dijo Aome y se aferró a Inu, quien la abrazó protectoramente.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Todo fue sólo un sueño. No pasó realmente... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Pero, todo parecía tan real... Sentía como si todo lo que soñé lo hubiese vivido... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Le traeré un té a la señorita para que se calme—dijo Kaede, hizo una reverencia y se fue de la habitación.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Cómo es que estoy aquí, si yo estaba en uno de los pasillos?—preguntó la joven unos minutos después, más calmada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Cuando salí de mis pensamientos, me di cuenta de que no estabas con nosotros y te fui a buscar—dijo Inu Yasha – Luego, te encontré tirada en unos de los pasillos, con una cara de sufrimiento enorme... Te tomé en brazos, llamé a Kaede y te traje a tu habitación—le explicó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo. Gracias—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Nos preocupaste mucho—dijo Midori - ¿Qué soñaste? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Soñé que...—les relató su sueño - ...estaba a punto de matarme, cuando desperté—finalizó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo mejor será que te duermas—le dijo Midori – Descansando te sentirás mejor—sonrió – Bueno, yo me retiro. Buenas noches, que descansen—se retiró de la habitación en dirección a la suya.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Inu Yasha...—dijo tímidamente la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Dime? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Te podrías quedar aquí... hasta que yo me duerma?—un sonrojo hizo aparición en su rostro.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro. Yo la cuidaré hasta que pueda conciliar el sueño—le sonrió. Aome le dio un beso en la mejilla.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Gracias por ser tan bueno conmigo –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que merezco otra recompensa por eso—puso cierto tono de indignación en su voz.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Y cuál sería, si se puede saber? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso usted ya lo sabe, señorita Asakura—Aome sonrió y lo besó en los labios.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Y con esta recompensa ya estás satisfecho?—preguntó cuando se separaron.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esa estuvo mucho mejor que la anterior—sonrió – Será mejor que te duermas. Ya es tarde—tomó la mano de la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Tienes razón. Buenas noches y gracias por cuidarme—se volvió a recostar.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No hay de que—la arropó bien, para que no tuviera frío.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Aome se quedó dormida unos minutos después. Inu Yasha se quedó mirándola por un tiempo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Se ve tan apacible así. Parece como si fuera una niña, con ninguna preocupación...—sonrió. De repente, el sueño lo invadió y se quedó dormido allí, acurrucado al lado de Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    -----------

    Bueno, ese ha sido el capítulo ^^ Espero que haya sido de su agrado!!

    AVISO PARA LA GENTE QUE LEE MI FIC EN FANFICTION: De verdad lamento mucho el no poder publicar. Sé que ya van casi 3 meses en los que ya no me aparezco con capítulos nuevos, pero deben comprender que esta vida universitaria me ha absorvido más de lo que yo pensaba :S Por lo tanto... no habra capítulo nuevo hasta principios de Julio, más o menos... Espero que sepan entender mi situación y que no es de mala persona que no quiera publicar u.u Cuando pueda escribir intentaré hacer un muy ben capítulo que los deje satisfechos a todos :D

    Cuidense mucho! Y gracias x leer ^^ Pero agradecería más si me dejaran un post con su comentario :D
     
  18.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    61
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!^^
    Me ha gustado muchoo!!
    por lo que se ve a Inuyasha le gustan mucho las recompensas no??:P
    Espero poder leer pronto la conti!!:) y espero qeu te vaya bien la universidad!!;)
    Un beso enoorme y te cuidas!!^^ **NÚRIA**
     
  19.  
    NuriA-7

    NuriA-7 Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    66
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Holaaa!!^^
    ya estamos casi a principios de julio noo??:P
    eso significa que ya pronto la conti!!:D
    espero saber pronto como sigue que hace mucho que nos dejaste con las ganas de saber como sigue!!-.-
    Un beso enooorme y te cuidas!!! **NÚRIA**
     
  20.  
    Dany-Chan

    Dany-Chan Guest

    Título:
    ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    6544
    Re: ~Oportunidad de Vivir~ (Fanfic de Inu Yasha)

    Hola!!

    A pedido de NuriA-7, subo nuevo cap...
    Al fin ha terminado mi primer semestre de universidad... Sobreviví xD!
    Bueno, no interrumpo más ^^ Que disfruten su lectura :)

    -----------------
    [FONT=&quot]
    [/FONT]
    [FONT=&quot]
    [/FONT]
    [FONT=&quot]“Oportunidad de Vivir”[/FONT]
    [FONT=&quot]Capítulo 15: Identidad[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Sango y Miroku habían caminado durante todo el día rumbo a la aldea de exterminadores, sólo haciendo paradas para descansar y comer. Llegó el atardecer y como no había aldeas cerca, tuvieron que acampar en un claro del bosque.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Miroku, tú ve por leña mientras yo trato de pescar algo—dijo Sango y Miroku asintió – Ten cuidado, no te vayas a encontrar con monstruos –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes, estaré bien, bella Sango—Miroku tomó las manos de Sango entre las suyas, lo que hizo a la joven sonrojar – Yo sé cómo cuidarme –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Yo no lo decía por eso, sino porque... Seré yo después la que tenga que curar tus heridas...—seguía sonrojada. Una de las manos del joven comenzó a dirigirse a una “zona prohibida” y luego de que llegó ahí, un estruendo resonó en todo el bosque.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Minutos después se podía ver a Sango bastante enojada pescando y a Miroku recogiendo leña, con una gran marca roja en forma de mano en su cara. (Eso te pasa por pervertido, Miroku... ¬¬)[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Malvado hombre pervertido—pensaba Sango enfadada mientras pescaba – Y yo pensaba que había cambiado... Parece que me equivoqué—suspiró. En aquel rato había logrado pescar gran cantidad de peces, por lo que no pasarían hambre en un día o dos.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mi mano tiene vida propia, no la puedo controlar—pensaba Miroku (Sí como no ¬¬) – Parece que Sango está muy enojada conmigo... (¿Y cómo querías que estuviera? ¬¬ Ya, mejor me callo XD) Lo mejor será ir y pedirle una disculpa...—tomó los leños que había recogido, los dejó en el suelo y prendió una fogata, para luego acercarse a la chica – Oye, Sango... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Qué quieres?—le lanzó una mirada asesina, que casi hace al joven arrepentirse de su decisión.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Quería pedirte una disculpa por lo que hice. Sé que está mal, pero... Al ver a alguien como tú, mi mano no puede resistirse... Parece como si tuviera voluntad propia. Es difícil de controlar... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Te disculpo sólo si prometes que no lo volverás a hacer... O por lo menos, que tratarás de controlar tu mano...—lo miró directamente a los ojos, con sus manos apoyadas en su cintura.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Te lo prometo. Intentaré hacer lo posible por no caer en la tentación—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien, estás disculpado—suspiró – ¿Puedes poner algunos pescados alrededor de la fogata? Pescaré unos cuantos más, para que tengamos suficientes provisiones, además de tener algo con que pagarle a los exterminadores cuando reparen a mi Hiraikotsu... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No hay problema—hizo lo que le pidió la joven. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Luego, tuvieron una cena bastante agradable, sin mayores inconvenientes ni actitudes pervertidas de Miroku. Se quedaron un rato conversando, para luego irse a dormir.[/FONT]
    [FONT=&quot]Un nuevo día llegó, despertándolos a ambos con los rayos del sol. Aún así, hacía bastante frío (Están en invierno n.nu). Desayunaron, prepararon sus cosas y luego continuaron con su viaje.[/FONT]
    [FONT=&quot]En el castillo Higurashi, la actividad había comenzado antes del amanecer. La servidumbre ya había comenzado con sus labores diarias, mientras la otra gente, la “aristocracia” y Aome (Ella no es parte de la aristocracia n.nu), dormían.[/FONT]
    [FONT=&quot]En la habitación de la joven, ella e Inu Yasha aún seguían durmiendo, hasta que la luz que entró por la ventana fue a dar a los ojos de la chica.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Que bien dormí—pensó, mientras refregaba sus ojos para despertar mejor. De repente, se dio cuenta de que Inu dormía plácidamente, con la cabeza recargada en su regazo. Esto le causó mucha ternura – Te quedaste toda la noche velando mis sueños—sonrió, mientras pasaba su mano por el cabello del príncipe con suavidad, para no despertarlo – Dormiste sin cobija, ojalá que no te hayas resfriado—pensó preocupada y con cuidado trató de salir de futón para ir a buscar algo con que arropar al chico, pero Inu la cogió del brazo, impidiéndole ir.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te vayas. No me dejes solo...—murmuró Inu entre sueños.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te voy a dejar solo. Sólo quiero buscar algo con lo que arroparte para que no pases frío...—murmuró. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]El chico no le hizo caso y siguió durmiendo. Aome se resignó y se quedó inmóvil, para dejar dormir a Inu Yasha.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] - Se ve tan tranquilo así—sonrió – Ojalá que nadie venga aquí o vaya a su habitación. Si se dan cuenta que durmió aquí, quizás que cosas van a pensar—se sonrojó sobremanera – ¡Yo jamás haría eso! Por lo menos, no antes del matrimonio...—el sonrojo no disminuyó de su cara – Cálmate Aome, no pienses en ese tipo de cosas ahora—trató de tranquilizarse a si misma – Por cierto... ¿Qué habrá significado ese sueño que tuve ayer, cuando me desmayé? No parecía ser un simple sueño ¡Aunque me dio mucho miedo! Parecía tan real...—interrumpió sus pensamientos, porque notó que Inu Yasha comenzaba a despertar – Buenos días—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Buenos días—la miró y se dio cuenta de donde estaba dormido – ¡Eh! Disculpa... No me di cuenta cuando me dormí...—trató de disculparse y se levantó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te preocupes. Además, es mi culpa, por haberte pedido que te quedaras cuidándome... Si no lo hubieses hecho, te habrías dormido en tu habitación... Por cierto ¿No te sientes mal? Dormiste sin nada que te cubriera, además de tu ropa... La noche estuvo bastante fría... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No, me siento muy bien. No te preocupes...—mintió. En realidad, le dolía un poco la espalda (y a quien no, si durmió en el piso... -.-u)[/FONT]
    [FONT=&quot]- Que bueno—suspiró aliviada – Pensé que te podrías haber resfriado –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, será mejor que yo me vaya a mi habitación, para que no descubran que dormí aquí, sino quizás qué cosas van a pensar—suspiró y comenzó a levantarse con dificultad, cosa que Aome no notó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo mismo pensé yo—una gota apareció en su cabeza – Nos vemos luego, en el desayuno... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Nos vemos—se disponía a salir, pero se devolvió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Qué sucede?—preguntó confundida.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Falta algo antes de que me vaya—se agachó hasta quedar a la altura de Aome y la besó tiernamente – Ahora sí me voy. Nos vemos—antes de salir de la habitación, miró en todas direcciones en busca de alguien y, al ver que no había nadie, salió. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Por suerte, en todo su camino no se encontró con “obstáculos”, así que llegó a su habitación, se puso el kimono-pijama que usaba para dormir y se recostó, para fingir estar dormido cuando Kaede fuese a despertarlo, como lo hacía todas las mañanas cuando el joven se encontraba en el castillo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que me he salvado—suspiró. Por las puertas de su habitación (típicas puertas japonesas corredizas que en los cuadros que forman las maderas tienen como papel (que de cierta forma reemplaza a las ventanas de vidrio), para mantener la privacidad) pudo ver la silueta de alguien, que supuso era Kaede. Cerró sus ojos y esperó a que ella entrara.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es hora de despertar, joven Inu Yasha—le dijo la mujer, mientras habría una ventana para que entrase la luz a la habitación. Como el chico no habría sus ojos, algo que hacía premeditadamente, Kaede puso una de sus manos en su espalda, para moverlo un poco y hacerlo despertar.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¡Argh!—lanzó un quejido de dolor, que preocupó a la mujer.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Que tiene, joven?—la preocupación se podía escuchar en su voz.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Me duele... la espalda...—le dijo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Acaso durmió mal? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ehm... No, creo que no...—dijo – Ah, recuerdo que en la noche me desperté porque me encontré en el suelo de la habitación, fuera del futón... Ni cuenta me di cuando salí de él...—mintió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso es típico de usted, joven Inu Yasha. Muchas veces lo encontré durmiendo fuera del futón cuando lo venía a despertar en otras ocasiones—sonrió - ¿Quiere que le haga un masaje para que el dolor pase? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Te lo agradecería, Kaede—sonrió – Parece que se tragó la mentira que le dije—pensó aliviado. Se puso boca abajo en el futón para que Kaede le hiciera el masaje. Minutos después, acabó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Ya se siente mejor? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí, muchas gracias –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, aquí le dejo la ropa para que se cambie—le mostró la ropa que trajo para él – Ahora, iré a despertar a la señorita Aome—sonrió – Con su permiso... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Adelante, ve—le dijo, la mujer hizo una reverencia y se retiró.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Cuando toda la gente estuvo despierta, se dirigieron a desayunar al salón principal. Luego de eso, Inu Yasha y Aome se dirigieron al salón de entrenamiento de aquel lugar, donde el joven había perfeccionado su técnica con la espada desde que había salido del palacio real. Nadie más se encontraba allí, a excepción de ellos dos.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Debo hacer mi práctica diaria con la espada. Siempre la hago desde que llegué a este castillo—explicó el joven a la chica - ¿No quieres practicar tu también? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí quiero, pero no debería... A la gente de aquí les parecería extraño que una “simple aldeana”, supiese como manejar una katana... ¿No lo crees así? Además, prefiero mantener mi verdadera identidad—como Princesa de la Muerte—en secreto... No sería muy bien vista aquí...—dijo Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Pero tú no eres una “simple aldeana” y ellos lo saben. Tú eres “la elegida”, aunque a la mayoría de ellos—refiriéndose a los consejeros y otras personas del castillo—les cueste aceptarlo, ya que creen que tu no tienes la suficiente “clase” como para serlo—dijo Inu Yasha – Odio lo tan marcada que es la distinción de clases sociales entre la gente. Mi padre siempre luchó para que esta brecha fuera lo menor posible, pero desde que Naraku gobierna, se ha ido acrecentando más y más... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso es verdad—suspiró – Pero bueno, no pensemos en eso ahora. Lo importante es que te concentres en tu práctica. Naraku es un gran espadachín, eso te lo puedo asegurar... No será nada fácil combatir contra él... Pero si practicas y mejoras cada día, lo lograrás—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sea o no sea fácil, de todas maneras lo haré—dijo decidido – Siempre he querido tener a ese maldito enfrente mío y darle lo que se merece por el daño que ha hecho, tanto a mí como a otras personas... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No te dejes llevar por la ira, Inu Yasha... No es el mejor camino...—le aconsejó – Con serenidad todo es más fácil y claro... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Tienes razón—sonrió – Bueno, comenzaré con mi práctica—se puso en el medio de aquel salón y comenzó a practicar, con una espada de bambú. Aome se quedó en silencio, para no desconcentrarlo.[/FONT]
    [FONT=&quot](Parece que los masajes de Kaede son bastante efectivos, ya que Inu Yasha practica sin dolor alguno XD)[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ojalá pudiese practicar con Inu Yasha, pero... cuando me encuentro con alguno de los consejeros o las doncellas de este castillo, me miran con desconfianza y algo de arrogancia, como dándome a entender que yo no pertenezco a este lugar... No quiero generar más desconfianza hacía mí por parte de los demás...—pensó Aome, algo triste – Disculpa, Inu Yasha... –[/FONT]
    [FONT=&quot]-[/FONT][FONT=&quot] ¿Qué pasa?—preguntó el aludido, mirando a la joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Iré a dar un paseo, si no te molesta –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro, ve. Pero no te vayas a perder...—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Procuraré no hacerlo. Nos vemos luego—salió del salón.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Aome caminó un poco por los pasillos, decidiendo a dónde podría ir. En su camino, se encontró con dos doncellas que se dirigían a acompañar a su señora, las cuales le lanzaron una mirada desaprobatoria, cómo si le estuvieran diciendo que ella no tenía la suficiente “clase” para estar en ese castillo y pasar por sus pasillos. Esto la hizo sentirse peor y decidió adentrarse en la parte del bosque que era parte de la propiedad.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Por lo menos aquí no me toparé con gente que me mire de aquella manera... O eso espero...—pensaba Aome mientras caminaba por allí. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Aunque fuera un bosque, no había gran cantidad de árboles, pero aún así había cierto aire de privacidad y tranquilidad que envolvía al lugar. [/FONT]
    [FONT=&quot]A lo lejos, la joven pudo oír un murmullo, como de un arroyo. Decidió ir allí, para ver si podía quitar algunos de esos pensamientos de su cabeza. Grande fue su sorpresa al encontrarse con el hijo menor, y actual único hijo con vida de la señora Higurashi, Souta. El joven se encontraba muy perdido en sus pensamientos, por lo que no se percató de la presencia de la joven, hasta que ella se sentó a su lado.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Qué hace aquí, señorita Asakura?—preguntó Souta cuando la vio.[/FONT]
    [FONT=&quot]- He venido a pensar un poco, o mejor dicho, a liberarme de algunos pensamientos—le contestó ella, viendo fijamente al arroyo que se encontraba frente a ambos – ¿Usted que hace aquí? Yo pensaba que se encontraría acompañando a su madre, o realizando alguno de sus deberes...—se dio cuenta de que estaba siendo algo impertinente – Disculpe, si usted no lo desea, no tiene por qué contestar mi pregunta o hacer caso a mis palabras—se disculpó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No se preocupe. Estoy aquí, porque me gusta venir a este lugar. Me trae paz y tranquilidad... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo—sonrió – Se puede sentir una atmósfera de ese tipo al venir aquí –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es—sonrió – Generalmente vengo aquí cuando algo me agobia, o sólo para hundirme un poco en mis pensamientos... Casi nadie viene aquí, excepto yo, Inu Yasha, y ahora usted, señorita Asakura... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Puede llamarme Aome. No es necesario que me trate con respeto, si tenemos casi la misma edad—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien, Aome, entonces tú llámame Souta –[/FONT]
    [FONT=&quot]- De acuerdo—ambos se quedaron un momento absortos en sus pensamientos.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Este es mi lugar favorito, desde que me enteré de la muerte de mi hermana Kagome...—dijo Souta de repente, desconcertando a Aome por el comentario. No se lo esperaba. Luego, el joven prosiguió – Ella era una joven llena de alegría y vivacidad. Era capaz de levantarle el ánimo a cualquiera y de paso sacarle una sonrisa—sonrió – Recuerdo cuando mis hermanos desaparecieron, y sólo quedábamos ella y yo en este castillo...—se detuvo un momento – No tengo recuerdos muy claros de esa época, porque aún era muy pequeño, pero siempre se me viene a la mente como ella, pese a lo adverso de la situación, sacaba ánimos para no estar triste, siempre con la convicción de que los encontraríamos algún día... –[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Aome sólo podía escuchar en silencio lo que el joven le comentaba, tratando de comprenderlo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- También, recuerdo que el día en que ella tuvo que partir al palacio real, me prometió que vendría a visitarnos en cuanto tuviera oportunidad, y que quería que yo la recibiera con una gran sonrisa. Lamentablemente, ese trabajo que tenia como purificadora de la Perla de Shikon, no le permitía visitarnos, ya que debía hacerlo constantemente y cómo sabrás, el ex-palacio real quedaba bastante lejos de este castillo...—la joven asintió – No la pude volver a ver desde el día en que se fue de aquí...—se detuvo un momento y luego prosiguió – El día en que nos enteramos de su muerte, sentí como si se llevaran parte de mi alma con ella... Igualmente debió haberse sentido Inu Yasha, ya que tanto para él como para mí, ella era como una especie de luz que nos alumbraba y reconfortaba con su presencia...—su voz de a poco se iba quebrando, y de sus ojos escaparon algunas lágrimas rebeldes que no pudo contener. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Aome, en un intento de consolarlo, lo abrazó. El joven devolvió el gesto, dejando ahora escapar las lágrimas con libertad. Parecía como si en todos esos años no hubiese podido realmente desahogar la pena y la impotencia que lo aquejaba. Se mantuvo así por algunos minutos, en los que Aome seguía brindándole sus brazos para tratar de reconfortarlo.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Pobre Souta, ha sufrido mucho con la muerte de su hermana y al parecer, nunca había podido descargar todos los sentimientos que esto le provocaba... Quizás como heredero de estas tierras, nunca se le ha permitido expresar sus sentimientos...—[/FONT][FONT=&quot]pensaba Aome. El joven se fue calmando poco a poco, hasta que las lágrimas dejaron de correr por sus ojos – ¿Ya te sientes mejor?—le pregunto, cuando se separaron.[/FONT]
    [FONT=&quot]-[/FONT][FONT=&quot] Disculpa por haberme mostrado así en estos momentos... No podía contener más esos sentimientos que había tenido por tanto tiempo guardados dentro de mí... Discúlpame por este momento de debilidad... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No tienes nada por lo que disculparte, y tampoco debes avergonzarte por demostrar lo que sientes—le brindó una sonrisa reconfortante, que animó al chico.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esa sonrisa, me recuerda tanto a la de...—pensó, pero fue interrumpido por Aome.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Lo mejor será que te laves la cara, sino todos te preguntarán que te pasó, y eso no hace otra cosa que traer más congoja, ¿No crees? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es verdad. Además, deben de estar extrañando nuestra presencia—tomó un poco de agua del arroyo con sus manos y lavó su cara – Por cierto, quiero que mantengas esta conversación en secreto. No quiero que nadie se entere, ni siquiera Inu Yasha –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien. Lo prometo—sonrió – Ninguna palabra saldrá de mis labios, eso te lo aseguro –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Volvamos al castillo, entonces –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Vamos—caminaron en dirección allí, y en el recorrido, se encontraron con Inu Yasha – Veo que ya terminaste con tu práctica—le dijo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es—contestó el joven.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, yo me retiro—dijo Souta, se despidió y se fue.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Parece que tuvieron una conversación Souta y tú—dijo Inu Yasha, mientras caminaban por los alrededores del castillo.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es. Se ve que Souta es una muy buena persona –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí. Es casi como un hermano para mí. Ambos nos tenemos bastante aprecio—sonrió – A veces los momentos difíciles unen más a la gente que otras situaciones –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Tienes razón—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Bueno, yo me iré a dar un baño. Tú puedes seguir paseando por los alrededores –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Esta bien. Ojalá que disfrutes tu baño. Nos vemos luego—se despidió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Nos vemos—se fue.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] El día fue pasando, hasta que llegó la hora de cenar, donde no hubo tanta gente como el día anterior, ya que esta vez no se celebraba un banquete. La mayoría de la corte del castillo vivía en las faldas del castillo. Más abajo se encontraba la aldea en sí, con la gente de menores recursos.[/FONT]
    [FONT=&quot] La aldea no había sido afectada mayormente por los ataques de Naraku, ya que se encontraba lejos de su fortaleza y, además, los soldados del castillo se encargaban de proteger el lugar, para que sus aldeanos pudiesen vivir tranquilamente. Generalmente allí no había mucho violencia, más que algunos hechos aislados, que eran sofocados por los soldados del castillo.[/FONT]
    [FONT=&quot] Terminaron de cenar, y cada uno se dirigía a su habitación, para descansar.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que podría ir a darme un baño para relajarme—pensó Aome, mientras estiraba sus brazos – Sí, eso haré—sonrió, fue a su habitación por ropa por la que pudiese cambiarse luego del baño y fue hacia allá.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot] Lo único malo de todo esto, es que ella no tenía idea de donde se encontraba aquel lugar.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Veamos, será por aquí—Aome se metió en un pasillo, que no tenía salida – Parece que no...—suspiró. Siguió buscando, pero no obtenía buenos resultados – No encuentro a nadie para preguntarle dónde queda... No tengo más remedio, tendré que preguntar habitación por habitación, hasta que encuentre a alguien que me lo diga—comenzó a tocar puertas, en las que no obtenía respuesta. Aún así, se cercioraba de que no hubiese nadie, abriendo la puerta y mirando dentro. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Ya llevaba aproximadamente diez minutos en ello, cuando tocó otra puerta. No obtuvo respuesta, y cómo lo había hecho anteriormente, abrió para ver. Esta habitación le llamó la atención, ya que estaba decorada como la de una niña. Miró a todos lados, viendo que no hubiese nadie, y entró. [/FONT]
    [FONT=&quot]No sabía por qué, pero aquel lugar le trasmitía cierta sensación de alegría. Pudo ver que estaba muy bien decorada, como demostrando la importancia de su morador, los muebles que poseía tenían una altura adecuada para que los utilizara una niña. Encima de uno, pudo ver gran cantidad de muñecas de porcelana, todas ellas vestidas con elegantes kimonos. [/FONT]
    [FONT=&quot]Comenzó a caminar por la habitación, recorriendo todos sus rincones y viendo lo que había allí. No sabía por qué, pero sentía nostalgia. Le restó importancia y siguió viendo a su alrededor. Se dejó llevar por la curiosidad, abriendo uno de los cajones del tocador. Allí se encontró con adornos para el cabello y algunas peinetas, todo esto con un estilo muy elegante y hechos de oro y piedras preciosas.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿A quién pertenecerá esta habitación?—se preguntó la joven – No he visto a ninguna niña jugando por aquí. Esto es muy extraño... Tendría que haberla visto—luego de ese pensamiento, cayó en cuenta de algo – Esta habitación está muy limpia, pero parece no haber sido utilizada hace ya tiempo... Quizás, pertenezca a...—abrió sobremanera sus ojos –...a la princesa... Kagome—sintió que era una falta de respeto a su memoria encontrase en ese lugar. Dejó todo como estaba antes de entrar y salió apresuradamente de la habitación, procurando que nadie la viera – Si descubren que entré allí, estaré en problemas...—pensó preocupada – No debí haberme dejado llevar por la curiosidad—se regañó a si misma – Bueno, debo seguir buscando el baño. Si tan sólo supiera donde está... Recuerdo que Inu Yasha me dijo que estaba hacia el lado norte del castillo y que era termal, pero... ¿Hacia dónde queda el norte?—preguntó en voz alta, mirando hacia el suelo.[/FONT]
    [FONT=&quot]-[/FONT][FONT=&quot] Hacía allá—le indicó una voz. Aome se asustó cuando la escuchó, pero luego se tranquilizó al darse cuenta de que era Midori – ¿Estás perdida?—preguntó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es—suspiró – Quería ir a darme un baño, pero no encuentro el lugar—volvió a suspirar.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Yo también me dirijo hacia ese lugar—sonrió – Vamonos juntas –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muchas gracias, señora Higurashi—dijo con un brillo en sus ojos – Es usted muy amable—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- No hay de que. Vamos—le indicó que la siguiera y la joven asintió. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]En todo el camino no cruzaron palabra. Aome aprovechó eso para concentrarse y tratar de memorizar el camino hacia el lugar.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- No puedo volver a perderme—se dijo a sí misma – Sino podría terminar en otro lugar importante... Como las habitaciones de los otros hermanos de Souta... Por cierto, no sé nada de ellos. Apenas y los mencionan en este castillo, y nunca me han dicho sus nombres... Bueno, debe ser muy doloroso para la gente recordar el incidente... No preguntaré nada, eso es lo mejor... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya llegamos—dijo Midori, indicándole la puerta. Ambas entraron.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es hermoso—dijo Aome maravillada. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Casi todo su alrededor estaba hecho de madera, estando la de las paredes tallada con distintos motivos orientales. Al frente, pudo ver las aguas termales, que en su orilla tenían piedras talladas con motivos florales. Había un biombo de bambú, que separaba la zona de mujeres, donde estaban Midori y Aome, de la de hombres, que estaba al otro lado.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Es una suerte que haya aguas termales aquí, ¿no?—dijo Midori.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Así es—contestó. Estaba feliz, ya que hace tiempo que no se bañaba en aguas termales.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Puedes dejar tu ropa aquí—le mostró un armario – Y puedes tomar toallas del armario de allá—se lo indicó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Muchas gracias—hizo una pequeña reverencia. Tomó un par de toallas, dejó la ropa limpia que traía en el armario, entró a un cambiador que había allí, se desnudó, se puso una toalla alrededor de su cuerpo y se dirigió hacia las aguas termales. La señora Midori ya se encontraba allí.[/FONT]
    [FONT=&quot]- La temperatura del agua está muy buena—le dijo. Aome dejó su toalla a un lado y se metió en el agua.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Es verdad. Es muy agradable—sonrió. Ambas se quedaron en silencio un momento.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que tendré que darte un mapa del castillo para que no te pierdas—le dijo entre risas.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que sí. De repente soy muy desorientada, sobre todo en lugares tan grandes como este—dijo con una gota en su cabeza – Recuerdo que los primeros días en que estuve en la fortaleza de Naraku me pasaba lo mismo... Sango tenía que acompañarme a todos lados para que no me perdiera, hasta que me aprendí dónde quedaba cada lugar...—pensó – Pero para ello pasó un tiempo... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Por cierto, me dijiste que vivías con la joven que te había encontrado cuando eras pequeña—Aome asintió – ¿Cómo es ella? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ella es... una persona muy amable. Con ciertas personas se comporta fría, tan fría que llega a dar miedo, pero con las personas que quiere o les tiene confianza, es muy buena y simpática. También, se preocupa mucho de la gente que está a su alrededor... Imagínese, que fue en mi búsqueda, ya que yo me tardaba mucho en regresar a casa...—sonrió – Hasta hace dos días estaba viajando con Inu Yasha, un joven llamado Miroku y yo, pero tuvo que ir a otra aldea a atender un asunto pendiente... Ella y yo somos casi como hermanas—sonrió.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo. ¿Y qué pasó con el joven llamado Miroku? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Acompañó a la joven con la que vivo—le explicó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Y cómo se llama ella? Imagino que debe tener un nombre... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro que lo tiene. Se llama Sango—sonrió. Los ojos de Midori mostraron sorpresa.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Sango, dijiste?—preguntó, extrañada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Claro que sí. Su nombre es Sango ¿Qué le sucede? ¿Se siente usted mal?—preguntó preocupada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Mi hija que desapareció hace siete años, se llamaba Sango también...—dijo casi en un susurro, pero Aome la escuchó claramente – Bueno, sólo debe ser un alcance de nombre, nada más...—dijo, intentando sonreír, pero no pudo. Estaba algo perturbada.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Discúlpeme si la hice sentir mal—se disculpó la joven – No era mi intención –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No tienes por qué disculparte, si yo fui la que te lo pregunté... No te preocupes—ambas permanecieron un momento en silencio – ¿Y alguien más vive contigo? ¿O sólo vives con la joven Sango?—preguntó de repente.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Vivo con otras jóvenes que se encuentran en una situación parecida a la mía: no tenían padres y se encontraban solas, sin nadie a quien acudir. También vive con nosotras un chico, que extrañamente es muy parecido a Sango—sonrió – Los tres nos queremos como hermanos, por lo que tomamos el apellido Asakura—le explicó – No puedo decirle que todos vivimos en la fortaleza de Naraku... Sí se lo digo, sólo le causaré más dolor—pensó – Y no quiero eso. Se ve que la señora Midori ya ha pasado por bastante sufrimiento en su vida... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Ya veo—sonrió - ¿Y eres feliz con ellos? –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Sí, no puedo quejarme. Todos nos apoyamos cuando tenemos alguna dificultad y gracias a ello hemos podido salir adelante. Somos como una gran familia –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Que bueno. Iré a lavar mi cuerpo y mi cabello—se levantó, tomó su toalla, se cubrió con ella y se dirigió al lugar donde habían lugares donde sentarse y frente a éstos un espejo, con una cubeta que tenía implementos de limpieza (algo así como los baños públicos japoneses n.n).[/FONT]
    [FONT=&quot]- Creo que yo también haré lo mismo—se levantó, tomó su toalla y se puso al lado de Midori. [/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]Ambas comenzaron a enjabonarse el cuerpo (no sé si en esa época tenían jabón, pero supongamos que sí n-nu), luego tomaron lociones y se lavaron el cabello con ellas. Al final, enjuagaron sus cuerpos y se cubrieron con toallas para secarse.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]- Ha sido un baño bastante relajante—dijo Aome estirándose – Hace tiempo que no me sentía así de bien—sonrió. Midori se fijó en la espalda de la joven y se impresionó.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Aome, qué es lo que tienes en el hombro izquierdo?—preguntó Midori.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿En el hombro izquierdo? Ah, es una mancha en la piel. Desde que tengo memoria que recuerdo haberla tenido... Lo más extraño, es que tiene forma de mariposa ¿no cree?—sonrió – Algo más extraño que eso, es que Sango también la tiene, además del joven del que le hablé, que se llama Kohaku—sonrió – Esa es otra de las razones por las que nos consideramos hermanos... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- No puede ser...—dijo incrédula. Sus ojos mostraban el asombro que sentía.[/FONT]
    [FONT=&quot]- ¿Qué es lo que no puede ser, señora Higurashi?—preguntó confundida.[/FONT]
    [FONT=&quot]- Aquella marca que tienes en tu hombro... Yo la tengo en el mismo lugar, mira—se dio vuelta y se la mostró. Aome también se sorprendió – Es una marca que se trasmite de generación en generación en la familia Tsuruoka, mi apellido de soltera...—se detuvo un momento y luego prosiguió – Las únicas personas que conozco que la poseen, son los integrantes de la familia Tsuruoka, y mis hijos...—Aome no podía abrir más los ojos de asombro y confusión – Y si lo que creo es cierto...—lágrimas comenzaron a salir de sus ojos – Tú debes ser mi... Tú debes ser mi hija, Kagome, quien se supone murió hace casi ya seis años... Y aquellos a quienes llamas hermanos, son mis otros hijos, los mellizos Sango y Kohaku, que habían desaparecido hace siete años... –[/FONT]
    [FONT=&quot]- Eso no... No puede ser cierto—apenas pudo articular la joven, ya que un fuerte dolor de cabeza la invadió y se desmayó.[/FONT]
    [FONT=&quot] [/FONT]
    [FONT=&quot]----------------[/FONT]
    [FONT=&quot]
    [/FONT]

    [FONT=&quot]¿Qué irá a pasar ahora? :O??[/FONT]
    [FONT=&quot]Eso se sabrá en el siguiente capítulo :)
    [/FONT]

    [FONT=&quot]Ya saben cual es la condición para que publique más rápido xD!![/FONT]

    [FONT=&quot][/FONT]
    [FONT=&quot]Cuidense, nos veeeeemoooooos!! Adiós!!
    [/FONT]


    Dany-Chan
     

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