Personas reales Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por estefasellan, 7 Marzo 2012.

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    estefasellan

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    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Marzo 2012
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    22
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1945
    CAPITULO 1
    El living del hotel estaba anormalmente abarrotado, hablando de un hotelucho 3 estrellas, en un lugar poco comercial de la ciudad. La conglomeración de periodistas, reporteros y la vasta variedad de punketos, metaleritos y rockeros deambulando entre la asfixiante nube de humo de cigarrillos me tenía bastante elevada, ¿qué diablos estaban fumando? Me sentía incómoda entre aquella multitud, por lo que más cuerdo que decidí hacer, fue refugiarme en mi habitación lejos de esa intoxicante nube de drogas y gente fuera de sí.
    Entre empujones, pisotones y codazos me habría paso poco a poco hasta el piso donde tenía habitación. Al cerrar la puerta en la cara de otro chico drogado que me ofrecía favores a cambio de un poco de dinero asegure la puerta y apoyándome en ella me deslice hasta el suelo y por fin, respire. ¡Mierda de día tan agotador!, y todo era culpa de Marcos, mi hermano mayor, quien llevaba ya 7 años viviendo lejos de casa, en el centro de la ciudad de Bogotá, con su esposa y sus hermosas 2 hijas, Laura y Lucy. Marcos, como era obvio, me había ofrecido hospedaje; y ese era exactamente el lugar con el que contaba para pasar la noche durante las 3 semanas que iba a estar, pero al llegar a la ciudad y ser recogida por Susana, que no paraba de observarme como si fuese una plaga por osar querer dormir en su casa, di por sentado que dormir allí y compartir la mesa con mi adorada cuñada iba a ser una completa porquería. Preferiría morir antes que soportar su estúpida mirada sobre mi, las 24 horas del día y tragarme la rabia cada que interrumpía las charlas con mis sobrinas.
    Marcos, había intentado ser mediador y convencer a Susana de dejarme estar ahí. Pero el no tenia porque rogar por manejar el espacio en una casa que el sostenía, así que como siempre abrí la boca, dije lo que pensaba y cualquier acuerdo que hubiese mi hermano se fue al traste. Simplemente tome mis cosas, les di un beso a Laura y Lucy, me despedí de Marcos, sin observar a la estúpida de mi cuñada y no mire atrás hasta que cerré la puerta.
    Tras caminar durante un día entero buscando un hotel donde hospedarme… termine aquí. Como a una hora de la casa de Marcos. En el centro de una reunión de gente que asustaba un poco, pero que escuchaba música genial.
    Comprendí, después de que el hambre me azuzara, que la curiosidad me picaba, ¡¿Por qué había tanta gente aquí?! Lo más obvio que pensé fue que iba a haber un toque. Y maldita sea, iba a averiguar de quien era, porque no me lo perdería.
    Abrí la puerta de la habitación prevenida, en caso de que algún niño borracho se me abalanzara inconsciente y lleno de vomito. La imagen me hizo estremecer, definitivamente era muy tiquismiquis. Al observar el corto pasillo a las escaleras, totalmente deshabitado, tome mi bolso y después de cerrar tras de mí la puerta de mi cuartico con llave, baje de tres en tres las escaleras. Primero que todo, conseguir comida, segundo visitar a marcos y tercero averiguar de quien y cuando seria el toque.
    Al ir llegando al primer piso, con mi habitual salto tras salto y concentrada en otra cosa. No pude frenar la velocidad y detenerme, antes de chocar con un hombre que cruzaba por el pasillo de la escalera. El que probablemente tenía audífonos y no notaba el caótico accidente que se iba a desarrollar, cuando se giro hacia mí era demasiado tarde para intentar esquivarme.
    Puso sus brazos en mis hombros para disminuir un poco la fuerza del impacto, y siempre lo redujo, era fuerte, lo notaba por la presión que atravesaba las mangas de mi camiseta blanca holgada. Dimos contra el suelo en un golpe seco, el tipo me amortiguo la caída, pobrecillo. Gracias a que el living estaba desolado, me evito un poco la vergüenza que iba a pasar cuando el hombre bajo de mi se levantara y me reclamara por mi estupidez. Separe un poco el torso y mi cabeza del cuerpo del desconocido, para obtener un reporte de daños colaterales y quede suspendida en el aire, al centrar mi atención en los enormes ojazos azul mar oscuro que no me miraban mientras se tocaba la cabeza con obvia irritación. Al percatarme del hermoso rostro que tenía, se me subió el color al rostro por la pena, ¿tenía que caerle encima como un maldito bus al primer hombre bueno; en el amplio sentido de la palabra, que veía en todo el puto hotel? Bien, hora de rogar por perdón.
    - - Lo siento mucho, ¿se encuentra bien? Me sentía flácida por el abandono de la adrenalina y aletargada por no haber probado bocado; el tipo se digno a mirarme, disminuyendo la contorsión de su rostro enfadado, tal vez por el sonido débil de mi voz.
    - - No me he roto nada, así que supongo estoy bien, y ¿usted? Me miro con atención, y se me quedo atrapada la exhalación en la pecho. Esto era una puta locura de las jodidas, que tan drogada estaba todavía del humo de la hierba que habían fumado hacia 4 horas en este living. Porque, si no estaba equivocada, el tipo bajo de mi, el hombre de ojos hermosos, era el vocalista de una de mis bandas preferidas, “30 seconds to mars”. ¿ qué demonios hacia Jared Leto, en este hotelucho? El me miro oscureciendo el entrecejo un poco.
    - - le he preguntado, ¿se encuentra usted bien? Expectante, me obligo a separarme de él al ir incorporándose, yo por mi parte me aleje del como si quemase al ver su intención de poner distancia, esto era muy vergonzoso.
    - - Estoy perfectamente, discúlpeme el que le atropellara de esa manera. Las palabras salían a borbotones bajo la influencia turbia de la presión y la dureza que había en esos ojos irritados.- no fue mi intención, pensé que el pasillo estaba vacío y baje a toda prisa buscando algo de comer, estaba corriendo muy rápido, ¿seguro que no le duele nada? Con delicadeza y olvidando momentáneamente quien era él, tome su rostro y lo incline de un lado a otro cerciorándome de que no tuviese alguna lesión, pero al sentir la tensión en sus hombros le solté y me deslice por el suelo, hasta quedar sentada frente a él a medio metro. El me miraba con curiosidad, desconfianza y me pareció que también con diversión; no, obviamente lo último era mi propia imaginación. Respondió después de unos segundos de silencio incomodo y mi mirada, ahora baja rehúyente a encararle.
    - - Estoy bien, no gracias a ti. Me miro directo a la cara, el comentario me molesto.
    - - Ya he dicho que lo sentía, debe saber que no fue con intención. Le mire enojada y le observe ponerse de pie, no era bajito, pero jared debía medir alrededor de un metro setenta y cinco, menos que muchos actores norteamericanos. Me ofreció la mano con prepotencia e indignada rechace su ofrecimiento y me puse de pie sola. El sonrió y las rodillas me temblaron, mierda, un poco de dignidad elizabeth. El muy patán se cree en el derecho de ofenderse, porque probablemente ensucie su gabán con un irresponsable, pero inocente accidente.
    - -Debo suponer que justo ahora la ofendida es usted, ¿me equivoco? Yo, que ya me marchaba del lugar en contra del deseo casi irrefrenable de seguir allí mirándole como idiota, me detuve en seco al escucharle. Maldito bastardo engreído.
    - - No estoy ofendida, pero supongo que el sentido común dicta que cuando alguien es desagradable, lo mejor es alejarse, en vez de provocar una discusión, o ¿no? señor Jared Leto. Escupí como si fuese veneno. El abrió los ojos con asombro y la mas deliciosa sonrisa torcida que jamás allá visto se poso en su cara. ¿qué mierda pasaba con él, y conmigo que toda expresión en su rostro me generaba temblores en el vientre? Definitivamente se veía más maduro en pantalla, pero se veía más genial y sexy frente a frente, ¡Basta, no sigas por ahí! Las apariencias engañan, porquería de refrán, pero cierto.
    - - ¿sabías quien era? Pregunto aun con su sonrisa y acercándose un poco a mí, me aleje por reflejo y sus ojos brillaron, como si estuviese viendo a una presa. Esto no era una buena señal, me llevaba a imaginarme cosas demasiados sucias incluso para él.
    - - Si, ¿cuál es el problema?, ¿es parte de algún protocolo del que yo no sepa, besarte los pies si te veo? Le mire irritada, mientras ponía mas distancia, el hormigueo en el vientre no cesaba, y las palmas de las manos estaban empezando a sudarme.
    - -No, pero dime ¿es parte del protocolo atropellarme, cuando camino tranquilamente? Vio mi reacción de ofuscamiento y sonrió de nuevo, ¿así que te lo pasas en grande, acosta de mi? Ya era hora de que me marchara. Estaba demasiado rara.
    - -¿Sabe qué?, olvídelo, lamento haberle atropellado, de nuevo, lo siento mucho, si mas adelante siente que le duele algo, por favor hágamelo saber, mi habitación es la 426-A y envíeme en papel que demanda debo pagarle, pero por ahora dejemos las cosas así, acaba de generarme jaqueca, tengo un nudo en el estomago, no he comido nada en aproximadamente 2 días y esta discusión, que no va a ninguna parte, no me deja ir a atender mis asuntos, por lo que, espero tenga un buen día y que encuentre alguien que le lama los pies como usted desea. Comencé mi camino sin girarme a mirar que expresión tendría, si me volteaba, tal vez moriría ahí mismo del pánico. Pero como toda buena seguidora, tuve que volverme. Al hacerlo le vi en el mismo lugar de pie mirándome, pero no con rabia sino con una sonrisa lobuna y esos espectaculares ojos fijos en mí, trague seco. Tome aire y le dije.
    - -Por cierto, amo sus canciones, espero escucharlo en vivo alguna vez. Sonreí a pesar de lo confundida y molesta. El sorprendido, tal vez quiso decirme algo, pero yo hui rápidamente hacia la salida. Cuando me dio de lleno el frio, a pesar de ser mediodía, tome todo el aire que no había respirado mientras estaba ahí dentro, ¿acababa de atropellar, insultar, pelear y adular a Jared Leto? Definitivamente cuando le contara esto a mi mejor amiga no se lo creería, o tal vez pagara un billete de avión para venir a golpearme ella misma.
    En conclusión, me estoy volviendo loca y la casualidad es una mierda muy inoportuna.
     
  2.  
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    Mensajes:
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1016
    CAPITULO 2


    Después de detenerme frente a un semáforo en rojo, me di cuenta de que, tras dejar el hotel, estuve caminando alrededor de 15 cuadras tratando de soltar el estrés acumulado y que, cuando sentí el palpitar dolorido de mis pies y me detuve, note que mis manos no habían parado de temblar.
    El estomago me rugió por enésima vez ¿había ignorado durante tanto tiempo el hambre que tenía por qué no poda olvidar el incidente de las escaleras?, Si, definitivamente era por el encuentro con… con él. Sentía que no podía evocar su nombre, ni pronunciarlo, porque lo que sucedería, muy probablemente sería que colapsaría a mitad de la calle.
    Me era imposible creer que realmente me había topado con él, de una manera tan malditamente ridícula, aun me hormigueaban las yemas de los dedos al acordarme de cuando toque su rostro para cerciorarme que estaba ileso de mi atropello. ¿De verdad había tocado su rostro? Agite la cabeza como si así lo pudiera arrojar lejos de mi mente. Estaba perdida, el era exactamente el tipo de hombre que me encantaba, aparte del hecho de que adoraba su banda. Nadie podía negarlo, era perfecto, desde su cabello actualmente castaño natural un poco largo y desordenado, sus enormes y bellos ojos azules brillantes, como los de un lobo, luego, estaba su nariz recta y su boca, maldición su boca. Su rostro era perfecto y su cuerpo, delgado y atlético no se quedaba atrás. A pesar de que me había molestado su actitud y que mi orgullo estuviese reclamándome mi reacción poco ofendida, no podía ignorarle, cuando me había levantado del suelo, rechazando su ayuda y había continuado discutiendo con él, había sentido la sonrisa estúpida de chica enamorada tirando de las comisuras de mi boca, ¡dios! Qué vergüenza. No me imagino lo ridícula que me hubiese visto si hubiese permitido que esa sonrisa escapara.
    Pare en un café y pedí un tinto con 4 cruasanes. Sabía que no iba a bastar. Ya estaba oscureciendo, cuando el chico me trajo lo que había ordenado, le pedí que me empacase para llevar 3 sándwiches de pollo y un pan francés, y que me trajese la cuenta. Me tome el tinto de un trago le page al chico que ya traía mi orden, deje algo de propina y marche de regreso al hotel comiéndome los cruasanes. Aun que lo negase en voz alta, caminaba deseando encontrarme con el pedante de mi cantante favorito, así fuese para que me insultase, por un segundo daría lo que fuera por volver a verle.





    CAPITULO 3


    La chica de las escaleras había escapado por las puertas del hotel, sin darme oportunidad de decirle nada. Aunque para ser sincero, esa pequeña banderilla de paz y su fogonazo de sinceridad al decirme que le gustaban mis canciones, me había dejado sin ninguna maldita palabra. Cuando me había caído encima, la rabia no me había dejado notar cómo era, pero al ver su sonrisa antes de marcharse, había revelado dos tímidos hoyuelos y una sonrisa hermosa y adorable. ¿Tenía ojos negros?, pareciese que si, los lentes no habían dejado entrever muy claramente el color. Pero la suavidad de su cabello al rosar su rostro cuando ella trataba de levantarse, le había tentado di mil maneras a tocarlo. ¿Quién diablos era ella?
    ¿Con que habitación 426-A? me sacudí el polvo del jean negro, me saque el gabán y al recordar su acido comentario con respecto a si era obligatorio lamerme los pies cuando me veían, provoco que se me escapase una carcajada, que atrajo la atención de Shannon, mi hermano, que entraba lentamente por las puertas del hotel con sus lentes de sol sobre la cabeza.
    -¿qué es gracioso Jared? Miro a mí alrededor el desolado living y centrando de nuevo su mirada en mi, se acerco con obvia curiosidad.
    -una chica. Me miro entrecerrando los ojos.
    -¿una chica, cual chica?, por que por lo que noto, tú estás completamente solo. Yo me limite a sonreír, no le comentaría nada, iba a dejar un mensaje en la puerta 426-A de su habitación, pero no sería por una demanda, sería algo más divertido. Quería ver que otras respuestas acidas podría sacarle a esa chica.
    -olvídalo, son tonterías mías, ahora dime ¿Cómo demonios se coló la información de que nosotros estaríamos aquí?, por lo menos dime que nadie sabe que también vamos a tocar en un bar, de incognito con un seudónimo. Me retire el cabello del rostro con cansancio, la avalancha de reporteros era enfermiza. Y la finalidad del toque se vería opacada con toda la publicidad innecesaria que los medios nos iban a dar. Shannon se encogió de hombros.
    -aun no sabemos, pero Peter se está encargando de todo, ya sabes, manejando a los reporteros y desviando la atención de nosotros un poco; aunque esta verdaderamente molesto, el no apoya lo que queremos hacer. Suspire. Si, era cierto y aunque a Peter Katsis, no le agradara mi idea, no peleaba mucho y seguía tapándonos la espalda, era el mejor manager que habíamos tenido.
    -bien, espero que logre alejar a la prensa del hotel, yo voy a subir a mi habitación, si algo ocurre, llámame al celular, no te molestes en enviarme a nadie o en venir tu mismo a decirme, el toque es hoy a las 10, ¿cierto?. Shannon asintió, me dio una palmada en el brazo y se perdió escaleras arriba.
    Yo mire por última vez la puerta de entrada y subí las escaleras tras Shannon, sonriendo, ¿qué haría ella cuando leyese la nota que le iba a dejar en su habitación? No tenía idea.
     
  3.  
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    Título:
    Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2584
    CAPITULO 4


    Tarde por lo menos una hora en llegar hasta el hotel. Baje precavidamente, le pague al taxista y me encamine a la entrada; observaba todo con, no podía definirlo de otra manera, una pequeña esperanza de encontrarme con él. Trataba de disimular la exhaustiva revisión a la que sometía la recepción del hotel, la recepcionista me ignoro por completo, mientras seguía dándole vueltas en la boca a esa goma de mascar, que justo en ese momento se me tornaba en algo muy desagradable, ¿sentía nauseas? era por el nudo de nervios que se concentraba en mi estomago.

    Al no verle, suspire un poco desilusionada y marche con desgana a la habitación. Subí por las escaleras recordando lo que había sucedido no más 4 horas atrás y sin darme cuenta de cuando, ya estaba dentro de mi cuarto soltando suavemente la bolsa de comida y tirando las llaves al sofá de la pequeña salita que formaba parte de mi sencilla habitación. Me lance cansada al sofacito color crema y dejando caer hacia atrás la cabeza trate de dormir un poco. Pero recordé algo que había ignorado totalmente, no había llamado a marcos, no le había avisado en donde estaba, ni cuando le visitaría y tampoco había revisado el correo por algún mensaje de papa y mama que no había recibido mi llamada para confirmarles que el vuelo ya había llegado. Aun se preocupaban si viajaba sola, a pesar de tener ya 24 años. Se morirían del susto si supieran que ni siquiera estaba durmiendo en la casa de mi hermano. ¿Dónde haría dejado el celular?, ya me imaginaba la cantidad de llamadas perdidas.

    Desordene mi maleta, dejando la ropa regada por el suelo, para que al final, notase que el celular todo el tiempo había estado encima del televisor, muy a la vista. Lo tome y oprimí un número al azar para encender la pantalla, habían 32 llamadas perdidas: 11 de mi hermano, y las otras 21 entre papá, mamá y janna, mi mejor amiga. Había un mensaje de voz, lo puse en altavoz mientras recogía algunas prendas del piso. Era marcos.

    -¿en dónde demonios estas?, papá y mamá me han dicho que no respondes a sus llamadas y tampoco respondes las mías, prometiste avisarme en donde te hospedarías, te doy hasta mañana para que me llames, si no lo haces para entonces, te de declarare como desaparecida, ve imaginando tus horribles fotografías de graduación pegadas en cada poste Bogotá tonta, llámame, las niñas quieren verte.

    Fin del mensaje ught, mis fotografías por Bogotá, que vergüenza, maldito infeliz sabía como coaccionarme, el problema era que justo en ese momento no quería llamar a nadie. Deje el celular en el televisor de nuevo y me arrodille en el suelo a seguir recogiendo ropa, cuando divise cerca de la puerta en el piso un sobre negro, tal vez se habían equivocado de habitación, arroje lo que tenía en las manos al sofá junto a las llaves y tome el sobre negro carbón entre mis dedos. Sin destinatario ni nombre del que la envía. Raro. Lo abrí curiosa del contenido. Era una invitación en blanco y negro, a un toque en un bar que había visto calles atrás del hotel, ¿Quién me había enviado esto?

    Mire el reverso de la hoja y había un escrito un poco ininteligible:
    “ se hablar español, pero en cuanto a escribirlo no lo hago bien, así que me excuso si algo de lo que escribo no tiene sentido, recuerdas que me dijiste que si algo me dolía, a causa de la caída, debía dejarte en papel mi demanda, bueno, aún me duele el trasero, por lo que exijo a cambio de no demandarte (lo cual sería muy costoso), que asistas al toque al reverso de mi mensaje, la banda y yo estamos promocionando a nuevos grupos que no tienen apoyo por parte de las disqueras y cosas por el estilo; me extendería demasiado si te explico todo aquí, por lo que te aconsejo que vengas, yo estaré allí y puedes quejarte lo que quieras de mi compañía.”
    PDA: a las 11 pm, cerca de la sección de mesas privadas.
    Att: El pedante que atropellaste en las escaleras.

    -santa madre de… caminaba de un lado para otro, sin incluso haber terminado de leer la carta. ¿Jared leto me había invitado a un toque?, ¿no podía ser más surrealista y llamar a Leonardo DiCaprio para que me acompañase como chaperón?
    Seguía caminando de un lugar a otro, cuando aclaré la pequeña duda respecto a la causa de la convención de gente y de la prensa en este hotel. Y ¿qué demonios me iba a poner? Mire toda la ropa que aun seguía en el suelo y me entraron ganas de llorar.
    No tenía tiempo para comprar ropa, eran las 7:30 pm, y tardaría horas en ir a un centro comercial, con todo el tráfico que habría hoy siendo viernes. Tampoco es que me sobrase el dinero, lo que tenia, alcanzaba apenas para mantenerme por 2 semanas en esta a habitación, con comida y para pagarme el billete de regreso a casa.

    -maldita sea. Todo tipo de ropa para la ocasión, estaba en casa. ¿Y si no iba y me quedaba aquí?, no ¿haciendo que, dándome contra las paredes? Faltar al toque no era una opción. Me recogí el cabello con violencia y suspire.
    Bien, el toque iniciaba a las 9 pm, si llegaba a esa hora y él me veía, pensaría que estoy desesperada por verle, lo que no es totalmente una mentira, pero es demasiado patético de admitir. Tampoco podía llegar a las 11pm, porque se vería como que asistía solo a verle a él y que el toque me interesa poco, y en verdad desde un inicio quería ir. No. Llegaría a las 10, escucharía a algunas bandas y luego iría a encontrarme con él. Se me crispo todo el bello de la nuca. ¡Me vería con él!
    Tenía 2 horas y media. Corrí a tomarme un baño y me lave el cabello. Después de secarme lo que más pude el cabello, me puse otra capa de esmalte color rojo en las uñas. Tome el jean negro gastado del suelo, me puse la blusa holgada y sin mangas negra y encima el buzo color rojo vino, cerrando solo dos botones del frente.
    Peine mi cabello castaño oscuro y lo deje suelto, algún día me cortaría ese cabello, ya iba por la mitad de la espalda y ya estaba aburrida del tiempo que me tomaba arreglarlo, cuando se termino de secar se me rizaron la puntas. Me puse una cinta negra alrededor del cuello, cuyo dije era un búho de plata que tenia por ojos dos piedrecillas rojas y que quedaba entre el nacimiento de mis pechos. Me deje el par de lunas que tenía en la mañana por aretes. Un anillo de acero en la mano y mis zapatillas rojas.
    Delineador negro en los ojos y sombra suave gris, gracias a que tenía unas pestañas negras, largas, rizadas y abundantes no necesite mucha pestañina y solo use chapstick en la boca, el frio me ponía los labios rojos. Respire hondo, tome el celular y lo guarde en mi mochila de siempre, que colgué cruzada. Me apreté las manos nerviosa, bien, el bar estaba a 5 cuadras del hotel tardaría 6 minutos en llegar, caminaría tranquilamente, no quería llegar toda sudada. Eran las 9:57 pm. Genial, ya era hora de marcharme.

    Cerré la puerta de mi habitación y baje las escaleras, esta vez de manera civilizada. Varias chicas con blusas trasparentadas y sostenes fluorescentes, se retocaban el rubor, ya de por si llamativo, de camino a la salida del hotel. Después de caminar 3 cuadras consecutivas soportando sus chillonas vocecitas y sus charlas vacías, me di cuenta de que iban para el bar y de que, si no quería sudar tendría que soportarlas incluso hasta el momento de entrar al toque. ¡Por dios! Me iba a enloquecer.
    Al momento en que me aleje de la bulla de esas tontas, concentrándome en la batería de un grupo que acababa de iniciar pude respirar en paz. Había sido la caminata mas agotadora en toda mi vida, sentía que aun escuchaba sus estúpidas risitas en mi cabeza y eso acababa de causarme jaqueca. Me acerque al tipo que atendía las bebidas y le pedí una cerveza. La bebí de un trago y cuando suspire con los ojos lagrimosos de alivio, me puse en la tarea de analizar todo mi ambiente. Sinceramente, solo había estado en un bar 3 veces en mi vida, y no podía acostumbrarme aun, a la cantidad de suciedades que a veces la gente hacia frente al resto de personas presentes.

    Pague mi cerveza y me senté en la barra para quedar lo suficientemente elevada de la multitud para poder ser encontrada, y para que yo pudiese encontrar aquel que me había invitado aquí.

    Me regañe mentalmente, tenía casi una hora para disfrutar de los grupos que salían, a las 11 me preocuparía en encontrarle. La banda que tocaba en ese momento, tenía por vocalista a una mujer, de una voz increíblemente aguda que mientras tocaba su guitarra y penetraba a los asistentes con el triste tono de su voz, mantenía su vista vacía, como si su alma ya no estuviese ahí. Me helo hasta los huesos y un temblor de pena me estremeció el cuerpo. Cuando mire al resto de los presentes, note que todos a excepción de los que estaban ebrios y concentrados en las caricias de otra persona, se encontraban tan absorbidos por la melodía, que al finalizar no pude menos que silbar y aplaudir junto con el resto de asistentes. Eran geniales. Y de pronto olvide los nervios que tenia, por el encuentro a las 11, me concentre de lleno en las bandas que increíblemente, cada que iniciaba otra me dejaban sorprendidos, tanto talento y tan poco reconocidos, lo que “30 seconds to mars” estaba haciendo era algo genial, aun que no veía a ningún integrante por ninguna parte. De pronto el escenario quedo vacio de nuevo y todas las luces se apagaron, una luz roja ilumino el centro de la pequeña tarima y el grito de todos los presentes me destemplo los oídos, empecé a reír, me encantaba la euforia a pesar de que me molestaban las multitudes.

    Enfoque la vista en el escenario aun escuchado el grito del público y vi a Jared de color rojo sonriendo a la bola de fans que se lanzaba al frente del escenario. En ese momento me sentí tan atrapada por su presencia, que grite junto con las enloquecidas fans. Y me reí, me reí mucho. A pesar de lo pedante que había sido conmigo, lo que él hacia lo hacía perfectamente bien. Hacer sentir tanta alegría y tanta emoción a un grupo de gente, era algo muy hermoso de ver.
    Jared tomo el micrófono y sonriente se dirigió a los presentes.

    -Bueno, antes de comenzar, quería darles las gracias por asistir. La gritería inundo el establecimiento de nuevo y él se emociono junto con la gente.

    -Gracias, hubo el doble de asistencia que se esperaba, y eso, mis amigos, pone a la banda y a mí, jodidamente satisfechos, así que no mas sentimentalismos, alcen sus malditas manos y canten conmigo. Entre el furor de los presentes, se escucho las notas de Closer To The Edge. Y en ese momento todo el mundo enloqueció y yo, comencé a gritar emocionada.
    No quise bajarme de mi banca y acercarme al escenario, todos estaban amontonados al frente y por lo visto la única sentada tan alejada era yo, sonreí para mis adentros. De todas formas estaba mejor ubicada para admirarles, en el momento del “no, no, no, no” al fondo del coro, cante con todos, jared saltaba y giraba en la tarima, mientras yo le miraba maravillada, era genial. El levanto la vista y barrió el establecimiento, cuando me vio cantando junto con el público, me sentí como otra más de esas alocadas fans y comencé a reír, la emoción de todos los allí presentes, era abrumadora; entrecerró un poco los ojos y siguió las frases finales de su canción mirándome sin sonreír, solo mantuvo su mirada fija y seria. Me sentí extraña y ¿esa expresión a que venía?

    La canción finalizo las luces se atenuaron y el simplemente dejo el micrófono, bajo del escenario sonriendo a las fans, mientras Shannon miraba a Tomo interrogativamente, Tomo agarro el micrófono y hablando en ingles pedía a la siguiente banda.
    El murmullo de las asistentes, me crispo los nervios mientras veía como Jared se acercaba a mi rápidamente, hasta que quedo justo en frente de mí, yo apreté con fuerza mi mochila y le mire asustada, ¿yo que había hecho? Aun faltaban 10 minutos para que fuesen las 11 y odiaba la brutal atención que me dedicaban todas las mujeres del lugar, el establecimiento no se sumió completamente en silencio gracias al bullicio que causaba el siguiente grupo en tocar mientras acomodaban sus instrumentos con torpeza por que también nos miraban.

    -Hola. Fue lo único que se me vino a la cabeza, le mire dubitativa.

    -Hola, ¿te gusto la canción?, no estaba planeado que tocáramos de nuevo, pero dijiste que esperabas escucharnos en vivo alguna vez, así que ¿Qué tal? Sonrió interrogativo. Wow, no estaba preparada emocionalmente ni mentalmente para hablar con el justo en ese momento. La gente se mantenía a raya curiosa de la situación y envidiosa podría decirse, yo solo quería salir corriendo.

    - Estuvo bien. Él, un poco desilusionado, se toco la parte de atrás de su cabeza, mire a mí alrededor notado las miradas asesinas, reprendiéndome, mientras que yo trataba de que aflorase un poco de inspiración y tomara fuerza para decir sinceramente lo que sentía.- la verdad, es que estuvieron increíbles, muchas gracias por invitarme, me había imaginado que habría un toque pero no había podido averiguar en donde. Le sonreí conciliadoramente, tratando de calmar un poco la agresividad latente en la cara de todas las mujeres presentes. El sonrió.

    -oh! Genial, y pues, con respecto a lo que quiero cobrar por tu atropello, ya sé lo que quiero. Esta vez su sonrisa me causo preocupación.

    -¿cobrar por mi atropello? Le mire frunciendo el ceño.

    -sí, ya sé lo que quiero. Se acerco a mí quedando a solo un paso de distancia, yo que estaba asustada y me alejaba con desconfianza, le advertí con la mirada que se mantuviese a distancia, ¿en que estaba pensando?
     
  4.  
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    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1500
    CAPITULO 5

    Mientras cantaba el coro y el público me acompañaba no podía evitar buscar con la mirada en donde estaría ella. ¿Tal vez entre la gente?, no, al subir al escenario había reparado en la masa de mujeres. No estaba ahí, incluso cuando habían abierto el bar a eso de las 9pm ella no estaba entre la gente que en ese entonces entro, ¿aun no habría llegado, o no había encontrado el sobre?
    Estaba tan interesado en verla, eso era algo que no me sucedía hacía varios años. Tenía que concentrarme en la canción, había convencido a Shannon y a Tomo, de que cantásemos una canción más, sin decirles realmente que era para tratar de divisar antes de la hora acordada, a esa chica. Tomo había aceptado sin miramientos, pero Shannon se había quedado observándome para nada convencido de mis razones y había subido al escenario. Las luces estaban apagadas y cuando el halo de luz roja me ilumino y el publico grito. Tome el micrófono y a pesar de lo imprevisto de la situación, sonreí a los presentes.

    -Bueno, antes de comenzar, quería darles las gracias por asistir. Las mujeres gritaron, interrumpiéndome, un poco nervioso, pero sinceramente agradecido de la cantidad de personas que habían llegado al toque.

    -Gracias, hubo el doble de asistencia que se esperaba, y eso, mis amigos, pone a la banda y a mí, jodidamente satisfechos, así que no mas sentimentalismos, alcen sus malditas manos y canten conmigo. La gente enloqueció cuando escucho los acordes iniciales de Closer To The Edge. Sentí la euforia de la gente y deje que la emoción invadiera mi cuerpo, en el momento del coro yo era uno con la melodía, saltaba y giraba siguiendo la canción, pero no a la par de una coreografía si no de lo que el ritmo le dictaba a mi cuerpo hacer. La gente gritaba exaltada el “no, no, no, no” y entonces abrí los ojos y sin razón específica mire a la parte deshabitada del bar y allí estaba, cantando conmigo y sonriendo libremente. Se veía preciosa, a pesar de que ella y por consecuencia yo mismo me sentía emocionado, ella disfrutaba de todo mientras se mantenía apartada de la multitud.

    Ella que había captado mi mirada, aun no borraba la sonrisa de su rostro, entrecerré los ojos tratando de verle mejor, las luces de colores empobrecían mi visión; así que finalice la canción y mientras las luces se atenuaban deje el micrófono en su lugar y salte del escenario. Sonreí a la conglomeración de chicas a mi alrededor y camine hacia ella, mientras escuchaba tras de mí a Tomo, pidiendo a la siguiente banda. La gente murmuraba mirándola ella, que se encogía inconscientemente por la atención que le estaba dedicando. Y quede frente a ella, con el establecimiento casi completamente en silencio.
    Ella miro a su alrededor preocupada. Centro su atención en mí, insegura.

    -hola. Dijo sencillamente mientras me observaba dudosa.

    -Hola, ¿te gusto la canción?, no estaba planeado que tocáramos de nuevo, pero dijiste que esperabas escucharnos en vivo alguna vez, así que ¿Qué tal? Sonreí esperando, un poco más de lo que dejaba entrever, con expectación y ansiedad.

    - Estuvo bien. Sentí presión en el pecho, la desilusión se apodero de mi y tratando de desviar su mirada de mi cara que muy probablemente mostraba el cómo me sentía, me rasque la cabeza; mantuve la vista en el suelo.- la verdad, es que estuvieron increíbles, muchas gracias por invitarme, me había imaginado que habría un toque pero no había podido averiguar en donde. Completo ella. Yo eleve la vista a su rostro, que ahora tenía un aire conciliador. Sonreí inconscientemente.
    Entonces se me ocurrió algo divertido.

    -oh! Genial, y pues, con respecto a lo que quiero cobrar por tu atropello, ya sé lo que quiero. Tenía la necesidad de saber ¿Qué tan influenciada estas por el hecho de que soy famoso? ¿Te intereso?, y si lo hago, ¿ese interés es genuino, es realmente por mi o es mi fama y mi dinero lo que quieres? De cierto modo estaba demasiado interesado en sus razones, en el accidente de las escaleras, me había dejado impactado la naturalidad con que me trato, ¿era de verdad su dignidad ofendida o era un método para llamar mi atención?

    -¿cobrar por mi atropello? Ella frunció el ceño. Qué curioso.

    -sí, ya sé lo que quiero. Me acerque a ella quedando a solo un paso de distancia, ella me miraba con disgusto, no quería que me acercara mas. Bien, hasta dónde vas a resistirte o a fingir. Seguramente si mi madre me escuchara lo que estoy a punto de decir me daría una bofetada. Era un poco prepotente y grosero lo que diría, pero dependiendo de la reacción que tuviese sabría que tanto valdría la pena ser su amigo. Ella aun estaba muda, esperando.

    -ya te explique lo costoso que sería una demanda de mi parte, así que, aparte del hecho de que tanto papeleo me enferma, lo que quiero a cambio de no imponerte una demanda es algo mucho más agradable… para ambos. Mientras hablaba camine hacia ella, logrando que, inconscientemente se fuera arrinconando sola hasta una pared al extremo derecho del bar. Cuando su espalda choco con la pared, entrecerró sus ojos y levanto el mentón.

    -¿más agradable? Y ¿que sería lo que quieres, que obviamente me conviene aceptar? Note como cerraba sus manos en puños. ¿Qué era lo que ella pensaba? ¿Se imaginaba siquiera que era lo que le iba a decir?

    -veras, las giras a pesar de lo emocionantes que son, me sumen en una apremiante sensación de soledad, ¿te imaginas lo solo que me siento aquí en Colombia? Quede a 10cm de ella, casi podía sentir su respiración en mi pecho.

    -para los rodeos, ve directo al grano. Una leve sonrisa de superioridad remplazo mi charla superficial. Tome con suavidad su mentón y la obligue a mirarme. Escuche los cuchicheos de la gente alrededor al ver nuestra cercanía, su incomodidad se hizo casi palpable.

    -bien, lo que quiero, es que me distraigas de mi aburrimiento, específicamente, que me acompañes a mi habitación y pasemos un buen rato juntos ¿qué me dices?

    Vi su rostro tornarse completamente rojo, luego, todo fue increíblemente rápido. De un manotazo alejo mi mano de su rostro, me grito que era un completo imbécil y la cachetada que me dio casi me hace dar una vuelta. El aturdimiento se disipo un poco cuando escuche la algarabía de las mujeres mientras ella corría entre la multitud hacia la salida. ¿Ella acababa de darme una bofetada? A pesar de que, de verdad me escocía la mejilla, sonreí.
    Si, era un completo imbécil, pero ahora sabía que ella, definitivamente tenía orgullo. Me sobe la mejilla y me reí, también tenia carácter. ¡Que fuerza!

    -¿estás bien? Mire a la mujer que se me había acercado. Y esta mujer, era exactamente la opuesta a la chica que acababa de darme una lección. Maldita sea, ni siquiera sabía su nombre. Tenía que alcanzarla y disculparme, probablemente obtuviera otro par de bofetadas, pero lograría que ella tuviese una cita conmigo. Cuando iba a caminar choque con la mujer que, escasamente tenia ropa. Sus voluminosos pechos se estrujaron con mi pecho y me di cuenta que no había sentido absolutamente ningún atracción. Ella aprovecho el escaso espacio y se roso descaradamente con mi pecho.

    -no puedo creer lo que aquella estúpida acaba de hacer, golpearte, ¿acaso es que, un burro? De verdad que me avergüenza que alguien de mi país te de tan mal recibimiento, pero, si quieres saber como de buenas son las bienvenidas aquí, podría acompañarte a algún lugar y…
    Me estaba quitando tiempo, y su cháchara me estaba crispando los nervios, ¿Qué acaso mi cara de fastidio no era muy obvia? La tome de los hombres, para alejarla, ella lo malinterpreto, pues simplemente ronroneo.

    -mira, lo siento, pero de verdad que tengo un asunto importante y aquella chica que se acaba de ir, me golpeo porque me lo merecía, no es ni estúpida, ni un animal, es una mujer que se valora, algo que tú necesitas aprender urgentemente, gracias por el ofrecimiento pero no estoy interesado. Sin esperar a que dijera algo la solté y emprendí mi carrera a la salida.la gente grito al verme pasar, ojala que no les diera por seguirme. ¿Qué era este aumento de adrenalina? Tenía que alcanzarla. Iba a alcanzarla. Mientras salía a la calle, no podía parar de sonreír, charlaría con ella como fuese.
     
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    estefasellan

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    Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?
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    Romance/Amor
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    CAPITULO 6​
    Era un imbécil, un maldito imbécil. La rabia pura y enloquecida me tenía los ojos inundados en lágrimas. ¿Qué podría ser más humillante? Ese idiota me había visto cara de zorra, había tenido el descaro de ofenderme públicamente como si lo que me había “propuesto” fuese algún artículo del periódico y por último, estaba aquí llorando por haber esperado tontamente algo más.
    Pero, ¿acaso lo que me había propuesto no era algo más? Si, era algo más, pero yo no quería eso. Me detuve abruptamente y fruncí el seño ¿Qué quería entonces? ¿Que saliera conmigo? ¡Dios! ¿En qué momento se había creado en lo profundo de mí esa esperanza tonta? comprendí que, las lágrimas no eran solo de rabia y vergüenza, lo que se resbalaba por mis mejillas era una esperanza rota. Soñé con algo estúpido. Tenía que alejarme de una vez de aquí. Removí mi bolso buscando mi celular. Rogaba porque marcos contestase. Marque su número monótonamente. El sentido común regreso a mí, apreté mi mano izquierda, que podía hacer marcos, me encontraba triste por mi culpa.

    Aun me encontraba a 4 cuadras del hotel. ¿De verdad quería regresar a ese lugar? Era obvio que no, pero no tenia opción. La voz de mi hermano, sonó aliviada al saludar. Se me escapo un suspiro, pero antes de que pudiese responder sentí que alguien me aprisionaba entre sus brazos y me arrastraba hacia un callejón. Me entro el pánico ¿Era un atraco?, asustada patalee. Pero mi atacante era considerablemente más fuerte. Me taparon la boca antes de que pudiera pedir auxilio. El corazón se me quedo atrapado en la garganta. Le golpee en el pecho tratando de liberarme, inútil. Y fue en ese momento que capte un delicioso aroma masculino entremezclado con alguna loción de afeitar. Eleve la mirada y de nuevo me tope con aquellos espectaculares ojos azules. Sentí la rabia elevarse otra vez, le aparte de un empujón cuando aflojo su agarre.

    -¿Cuál es tu maldito problema? Me quite el cabello desordenado del rostro. Por favor que no se me fuera a escapara alguna lagrima. Jared inclino su cabeza un poco.

    -lo lamento. Le mire sin entender. ¿Lo lamento? Me aleje de él. ¿Qué diablos pasaba por su cabeza?

    - ya he dicho que no, no acepto tu propuesta, así que márchate.

    -espera, no entiendes, vengo a disculparme, lo que dije fue algo muy ofensivo, lo lamento de verdad.

    -¿ofensivo? No fue solo ofensivo, me insultaste Jared, frente a un montón de gente, no tengo la menor idea de por qué, pero no fue justo, crees de verdad que puedes venir después de lo que me hiciste, decir lo lamento y que, el cómo me sentí en ese bar, se borrara de mi memoria. Maldita sea, la rabia ciega me había abandonado. Me estaba cobrando el mal rato, haciéndole sentir mal, quería verlo avergonzado, totalmente apenado, si es que eso era posible. Probablemente yo ya lo había perdonado, pues su “lo lamento” había sido sincero y la emoción al saber que había venido tras de mí, había aplacado la rabia. Era una tonta. Pero debía andarme con cuidado. El era un hombre fuerte y estábamos en un callejón poco iluminado completamente solos.

    -sí, lo sé, lo sé, que puedo hacer, voy a explicarte el porqué de lo que dije, pero la verdad es que tu reacción me hizo feliz. ¿El que yo lo golpeara lo hizo feliz, acaso estaba loco?-se que estoy siendo un completo aprovechado, no llevo ni dos días de conocerte y ya te e insultado y ahora voy a pedirte un favor. Me tomo las manos. ¿Qué?

    -eso de “un favor” no suena muy tentador y si, estas siendo un aprovechado, ¿Qué favor necesitas? si es otra de tus “peticiones” te juro que te lastimare lo suficiente para que cada que vayas a decir una estupidez como la del bar, te lo pienses 2 veces. Me solté de sus cálidas manos y le mire con toda la desconfianza que le tenía. El miro hacia la acera por la que hacía unos minutos yo caminaba y me replantee lo de quedarme con él aquí.

    -algunas personas del bar vinieron tras de mí, creo que son fans, pero también habían paparazis y yo en verdad no creo que te guste que te empiecen a seguir todo el tiempo, solo porque yo te hablé. Empalidecí.

    -pero, pero no salimos, no tenemos nada, ni siquiera me conoces. El sonrió calmadamente. Y me acaricio levemente las mejillas. Deje de respirar y mire a otro lado.

    -es cierto que no sé nada de ti y es algo que espero cambiar, pero justo a hora eso es verdad, el problema es que ellos no lo saben, lo único que ven es un gran chisme, además, tu cachetada llamo la atención de todos en el bar, fue un muy buen golpe. Torció la sonrisa, decía todo como si hablase del color de sus zapatos.

    -genial, entonces ¿otra cosa más por la que deba considerarte una molestia? Estas llenando tu hoja de metidas de pata. El observo otra vez la acera y entonces yo escuche la algarabía. ¿Cuánta gente venía, como íbamos a perderlos?

    -bien, ¿qué cosa es un poco incomoda de ver? Le mire sin entender, habían muchas cosas incomodas de ver, el sonrió pícaro.-vamos, usa la imaginación….no se te ocurre nada, está bien, algo incomodo de ver es a dos personas a punto de revolcarse. El color se me subió.

    -oh no, eres un idiota, entonces tenemos que… estás loco, te dije que volvías a decir algo como lo del bar y lo lamentarías. El me miro esperando una respuesta.- ¡no!, no pienso hacerlo, mucho menos en la mitad de la calle. La gritería de la muchedumbre aumentaba. Iban a encontrarnos.

    -no tenemos que… hacerlo explícitamente, solo que se vea que estamos un poco acalorados, se marcharan y prometo que no volveré a pedirte un favor como este jamás. Me temblaban las manos, si escucharlo hablar me hacía sentir mariposas en el estomago, ¿Qué pasaría si me tocaba con la obvia intención de encenderme? Iba a ser un engaño, pero aun así yo lo sentiría.

    -no veo en que puede ayudar, te reconocerán si ven tu rostro y si los que vienen son gente del bar, me reconocerán también por mi ropa. El suspiro frustrado.

    -tu taparas mis rostro, ya sabes, con tus manos, tu boca, tu cabello, no me notaran y tu puedes quitarte el buzo rojo. Ya no podía ni siquiera irme, estaban a punto de pasar frente al callejón. Si mis padres o mis hermanos se enteraban de esto iban a dejar de hablarme.

    -si nos descubren te hago responsable de mi muerte, porque eso es lo que hare si llegan a fotografiarnos de manera comprometedora, me veré como un furcia. Me quite mi buzo borgoña y le empuje a él contra la pared, si no lo veían a él, yo pasaría desapercibida. Tuve que reprimir un grito cuando le sentí tomarme del trasero y levantarme para ponerme alrededor de su cadera. Avergonzada y excitada le apreté con mis piernas y me afiance en esa posición. Coloque mi buzo como almohada atrás de su cabeza para que no se lastimase con la pared. La gente llego al callejón. El murmullo de las mujeres fue obvio. Enrojecí. Mierda, ¡Jared! Tenía que ocultar su rostro. Pero no podría besarlo, no podía. Deslice mi cabello hacia mi hombre y me incline hasta él, mi cabello oscuro actuaba de cortina contra los ojos curiosos. El me miraba fijo. Le bese en la mejilla. Deslicé mis labios por su rostro, acaricie, parpados, cejas, mejillas, nariz. Jared me tomo de la nuca y mordió con suavidad y con una lentitud torturadora mi cuello. Mire con el rabillo del ojo a la muchedumbre expectante. La mitad había continuado su camino, murmurando sobre lo bajo, de hacer semejantes espectáculos en la calle. Estuve de acuerdo. Pero una mujer se adelanto de las otras. Seguro pensó que no la escuchábamos pues hablo suficientemente claro.

    -tal vez deberíamos cerciorarnos. Entonces a pesar de toda la pena que tenia, hice lo único que se me vino a la cabeza. Me apreté visiblemente a Jared y deje que un gemido contenido se derramase de mi boca. Las mujeres exclamaron avergonzadas y se perdieron calle abajo, mientras se apuraban unas a las otras apenadas. Quedamos completamente solos. Quería morirme, había funcionado, pero Jared había escuchado. Esto era una porquería, ya no podía ponerme más roja. Me separe de Jared y le encare. Entonces, se me apretó el corazón pues sus ojos parecían fuego puro, tenía los labios entreabiertos, el cabello mas revuelto que antes y estaba ligeramente sonrosado. ¿Porque tenía que ser el hombre más sexy y hermoso que yo había visto? Me complicaba el pensar claro. Y sabía perfectamente que haría una locura si me permitía seguir entre sus brazos.

    - puedes bajarme, todos se han marchado. El miro fugazmente la calle y centro de nuevo su atención en mí.

    -sí, eso es cierto. No me soltó. El sentido de alarma se encendió. Tenia que apartar mis piernas de él. Hable completamente serena.

    -Jared, ya se han ido, suéltame ahora. Suspiro aburrido y me deslizo por su duro cuerpo hasta dejarme en el suelo. Las piernas me temblaron.

    -creo que es mejor que aproveches el tiempo y regreses a tu hotel, yo me iré al mío, cuídate. Tome el buzo borgoña que se había quedado en su hombro y sin mirarle emprendí mi caminata. Pero de nuevo quede apresada entre sus brazos.

    -¿porque te vas tan rápido? Me has ayudado a pesar de haberme comportado como un idiota, debo agradecértelo de alguna forma, así que dime, ¿Qué te gustaría tener o hacer? Me gire para mirarle, ¿que pidiera lo que quisiera? El tenia idea de lo que me estaba diciendo, me imagino que decir cosas como esas para alguien como él, era fácil. Era demasiado inconsciente, ¿creía que pediría un auto, un viaje algún lugar, una entrada a sus conciertos? Se me apretó el pecho, si pudiera con dinero lograr lo que quería, pero no todo se arreglaba con dinero. El no sabía, lo que era seriedad, yo no era una persona tan vana. Incluso si le explicara la estupidez que había dicho, no cambiaría nada. No le importaba lo que yo pensaba así que no había razón para decirle.

    -¿tienes idea de lo que me ofreces, no te has detenido un segundo a considerar que no me conoces, que tal que te pidiera que asesinara a alguien, no sé, que dijeras en un concierto a algún político que bien puede pudrirse? El empezó a reír, era encantador era cierto, pero su risa era fuerte ¿Acaso quería que todas esas locas regresaran aquí? Le tape la boca con las manos. Seguía sin tomarme en serio.

    -si te sigues riendo de esa manera atraerás la atención de los transeúntes y estoy hablando en serio, no sabes quién soy, podría ser alguna loca yo no sé, tal vez una asesina en serie, además, no puedes darme lo que quiero. Con suavidad retire sus brazos de mi cintura. Él aun con la sonrisa en el rostro pero con ojos curiosos, empezó a caminar alrededor de mí.

    -me ayudaste aunque te insulte, eso habla bien de ti, tienes dignidad, no creo que seas una asesina en serie, tienes la fuerza para hacerlo. Se sobo la mejilla sonriente.-pero no lo eres, ahora, si me dices que no puedo darte lo que quiero, solo puedo preguntar, ¿Qué es tan difícil de conseguir?

    -no puedes traer a alguien a la vida, no puedes devolver el tiempo para que mi hermana no hubiese visto como su esposo le era infiel, no puedes darme una razón para seguir luchando a pesar de que no tengo sueños, ni metas, y tampoco, puedes por ti mismo lograr caminar por alguna calle, tomando un simple helado con algún amigo sin que hagan de eso un completo desorden, lleno de paparazis y fans a tu alrededor; entonces, ¿de que sirve el que me ofrezcas algo que no puedes darme?

    Su rostro descompuesto, detuvo mi discurso, había elevado la voz, y una única lagrima se había deslizado por mi rostro, era una llorona ,¿pero que mas daba? Había metido la pata. El no sabía nada, había descargado un montón de mierda que no le importaba, por una frase sin mala intención. Suspire.

    -en verdad lo siento mucho, no es tu culpa, con que me acompañes a mi hotel estará bien, es muy tarde y me asusta caminar sola ¿está bien? El miro el suelo pensativo. Me tomo de la mano arrepentido.

    -será un placer acompañarte, ¿Qué me dices si mañana tomamos un helado? Cerca de aquí hay un local pequeño y poco concurrido, no nos molestaran.

    Sonreí apenada, el comenzó a caminar sin soltarme. Yo le seguí, entonces recordé a la multitud de mujeres y le detuve.

    -tal vez deberías quitarte esa chaqueta, la llevaste en el concierto, tengo una bufanda, es negra así que puedes usarla, te taparas la mitad del rostro yo me recogeré el cabello, no habrá problemas, el hotel es cerca de aquí y con respecto al helado, comámoslo en la tarde, debo visitar a mis sobrinas en la mañana, ¿te sirve? Bufo y el vaho que salió, me hizo notar el frio que hacía. Volvió a tomar mi mano.

    -¿tienes sobrinas? Le mire y suspire, que fácil era distraerle. El se encogió de hombros. – bueno, bueno, aunque me gustaría conocerlas, entonces, mañana a las ¿4:00pm?

    -esta bien.

    Llegamos a la entrada del hotel. ¿Dónde estaba la recepcionista? Me distraje al verle seguirme hasta el ascensor, me detuve y le mire. El sonrió.

    -yo también me hospedo aquí, era el hotel más cercano al bar… ¡que! ¿Sorprendida que no esté en un 5 estrellas? A veces es más fácil que los periodistas te encuentren en un lugar como ese, a que les dé por buscarte aquí. Me cruce de brazos.

    -ayer había una convención de gente y periodistas aquí, no puedes decirme que no te encontraron. Le mire obviando todo.

    -bien eso es cierto, pero fue información filtrada, no fue por sus propios medios, además, por suerte no estaba aquí cuándo esto se lleno de gente, nuestro manager logro hacerles creer que no estaríamos aquí, llevo a mi hermano cerca de otro hotel a caminar y todo el mundo se fue hacia allá, fue fácil. Llamo al ascensor. Yo me sentí intranquila, tenía que dormir sabiendo que él estaba en el mismo edificio que yo.

    -genial, yo voy al cuarto piso, y ¿tu? Las puertas del ascensor se abrieron y ambos entramos.

    -piso 7, te dejare en el tuyo de camino. Oprimió el botón 4. Yo m solté el cabello estando completamente agotada, mi celular vibro. 13 llamadas perdidas, ¡perfecto! Marcos debía estar que se lo llevaba el diablo. Se abrieron las puertas de ascensor. Salí, sin darle oportunidad de decir nada.

    -que tengas una buena noche. Mire el reloj eran las 12:30 am.-hasta más tarde Jared. El solo levanto su mano a modo de despedida mientras las puertas se cerraban. No descansaría nada. Y Jared se equivocaba si creía que podía pasar desapercibido aquí. Aun si no supieran de su fama, lo guapo que era atraería muchas miradas, mañana iba a ser un día agotador. No me cambie de ropa y me dormí en cuanto toque el colchón. No soñé nada.

     
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    estefasellan

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    Odio a los pedantes, ¿porque te quiero a ti?
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    Género:
    Romance/Amor
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    6
     
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    2246
    CAPITULO 7



    La luz se coló por la ventana. Ligeros pinchazos de dolor se clavaron en mi cien, carajo, ¿qué hora era? Me levante tambaleante por la salita y tropecé con el sofá. Ahogue una palabrota y saltando en mi pie izquierdo tome mi reloj, mientras me sobaba uno de mis deditos atrofiados. ¡Qué dolor! Y que horror. Eran las 10:30 Am, ya debía de estar llamado a marcos. Conseguir transporte hasta su casa iba a ser imposible tardaría demasiado y la hora pico estaba cerca. El caos en la vía seria atrapante.

    -aaah, ¿ahora qué? Y como invocado por el mal mi celular sonó. Lo tome renuente, marcos no iba a estar cordial. – ¿hola?

    -¿vas a venir a visitar a tu familia o vas a seguir perdiendo el tiempo en dios sabe qué? Hice un mohín. ¿Porque cuando me regañaba sonaba igual que papa?

    -iré, ya estoy saliendo de mi habitación, no sé cuánto me tome, pero prometo que estaré ahí, dime ¿las niñas tienen algún plan, algo que quieran hacer?

    -nada en especial, lo que en verdad desean es pasar tiempo contigo… ¡ah! E ir al museo, las escuche mientras charlaban ayer en la sala de televisión, ¿vas a encargarte de llevarlas? Por lo visto el ánimo de marcos había sufrido una mejoría.

    -cuenta con ello, vamos a pasar un día increíble lo prometo. Marcos suspiro.

    -mas te vale no faltarles, porque si lo haces en serio me molestare contigo, nos vemos más tarde, cuídate. Sonreí preocupada.

    -tú también, hasta la tarde. Colgó.

    ¿Qué diablos iba a hacer? Necesitaba un auto, pues el trasporte público era abominable aquí y pagando taxis me quebraría. Bueno, ya vería que hacer, lo primero justo ahora era bañarme. Cuando entre en el cuarto de baño y me vi el cuello sentí que me iba a desmallar.

    -¡maldita sea Jared!, hoy iba a encontrarme con mis sobrinas ¿Por qué lo hiciste? Pase suavemente las yemas de mis dedos por el círculo rojo en mi cuello. Un maldito chupón en el cuello asquerosamente visible. Recordé vagamente la noche anterior, me sentía ligeramente anciana, como si todo hubiese ocurrido hacia años. No podía hacer nada, una bufanda era la solución y, de nuevo, Jared me causaba irritación, la única bufanda que tenia se la había prestado a él para cubrirse de las fans.

    Ni loca saldría a la calle con ese bombillo en el cuello. Pero tenía que salir. Tenía que recuperar mi bufanda. ¿Qué piso había dicho? El 7, ojala aun se encontrase en su habitación. Me duche rápidamente. El cabello estaba limpio, gracias al cielo, me ahorraba tiempo. Me puse un pantalón negro entubado, unas zapatillas a cuadros negros con azul. Me puse una blusa de manga hasta los codos azul oscura. Me recogí el cabello en una cola alta, pero me arrepentí al ver expuesto el chupetón, que vergüenza. Me maquille, los labios rojos y los ojos delineados de negro. Tome mi bolso, puse mi celular dentro y algo de dinero. Salí corriendo para el ascensor y oprimí repetidas veces el 7.

    Cuando las puertas del ascensor se abrieron, empecé a mirar las 4 puertas que habían ante mí, ¿Cuál sería la de Jared? En verdad no quería empezar a incomodar a los demás clientes del hotel. ¿Habitación 701 o 703? Me dirigí a la puerta 702 y en el momento en que iba a golpearla, se abrió, me corrí instintivamente hacia atrás. Shannon Leto me miraba confuso. Me sentí enrojecer, solo faltaba que me encontrase a tomo casualmente. seguramente el no sabia hablar mi idioma, ojala no hubiese olvidado por completo hablar ingles, sabia que no tenia tiempo que perder, como cualquier cosa, tome mi cabello y la coloque sobre mi hombro para que cubriese el morado en el cuello.

    - Jared there inside? (¿jared esta ahí dentro?) El levanto una ceja.

    -for what you need my brother, and why you know that this here? (¿para que necesitas a mi hermano y porque sabes que el esta aqui?)

    -well, he tell me…okay he just have one thing that its mine, I just come to he get back to me, my scarf. (bueno, el me lo dijo…esta bien el solo tiene una cosa que es mia, yo solo vine para que el me la rergese, mi bufanda) El entrecerró el ceño y se inclino casualmente en la puerta.

    -You not are American, you are Colombian? (tu no eres Americana, ¡eres colombiana?) Sonrió. era bastante lindo, no como Jared, pero su belleza era mas agresiva, como estar viendo algún animal salvaje.

    -yes, why you ask? (si, ¿porque lo preguntas?)Entrecruzó sus brazos en el pecho.

    -for nothing, you speak good. (por nada, lo hablas bien) Sonreí ante el alago.

    -¡oh! Thanks, but please I really need my scarf, it’s a emergency, you can call Jared, or try to find my scarf yourself? (¡oh! Gracias, pero por favor de verdad necesito mi bufanda, es una emergencia, puedes llamar a Jared o ¿tratar de encontrar mi bufanda tu mismo?) Tenía afán.

    -of course, wait a minute. (Claro, espera un minuto)Saco su celular y marco a alguien.

    -Jared? Hey brother, here its a woman that are saying that you have her scarf, thats true?(¿Jared? Hey hermano, aquí hay una mujer que dice que tú tienes su bufanda, ¿eso es cierto? ) Solo asintió, pero me miro curioso. En ese momento las puertas del ascensor se abrieron y un Jared sudoroso apareció con una bolsa en las manos. Sentí calor en las mejillas, luego me quejaría de lo que me había hecho en el cuello, idiota inconsciente.

    -¿Qué te paso? El sonrió y levanto la mano a modo de saludo.

    -solo estaba trotando, con respecto a tu bufanda, está en mi habitación, espera un momento. El se dirigió a su hermano que lo miraba confuso.-take this, here are the think that you ask to peter, and she is the girl of the living i talk about she yesterday. (toma esto, aqui esta lo que le preguntaste a peter y ella es la chica del living, te hable de ella ayer)

    -She is pretty enough. (Es bastante linda) Entonces Jared le miro completamente serio.

    -yes, it it is and I thank you, that you not try anything. (Si, lo es y te agradezco, que no trates nada) Shannon sonrió y Jared regreso a mí.

    -mi habitación es esta, la 703, la 701 es de Tomo y la 704 de Peter, nuestro manager. Yo asentí. Entonces el fue a su habitación y abrió la puerta.-¿bienes o esperas afuera? Sin girarme sabia que Shannon aun me estaba mirando, si entraba le daba a entender a el que Jared y yo teníamos algún enredo. No gracias, no más malentendidos.

    -yo esperare aquí afuera, si no te molesta tengo poco tiempo. El asintió y entro a su habitación sin cerrar la puerta tras de sí. No negué la oportunidad de mirar un poco el interior del cuarto desde mi posición. Era un autentico desorden. Sabanas en el suelo que formaban algo parecido a un sofá al lado de una mesita de estar, que tenía un portátil y una lata de soda abierta. Así que trabajaba incluso cuando debía descansar. Me imagine que mi bufanda estaría bajo alguno de los montículos de ropa que había en toda la sala, pero sorpresivamente, se encontraba debidamente doblada en encima del pequeño comedor. El único lugar que aun no había sido ensuciado. Me sentí extrañamente conmovida, eso había sido dulcemente considerado. El la tomo y regreso a mí.

    -olvide regresártela ayer, gracias por prestármela. El miro a Shannon que aun no regresaba a su cuarto.-por lo visto eres inmune a todos nosotros, o simplemente no tienes en ti eso de perder el control en una inesperada situación. Bufe.

    -se lo guapos que son, no soy ciega y si, podrías ubicarme en fan o seguidora, pero no soy capaz de ponerme a gritar como loca, me da vergüenza, obviamente me pongo nerviosa, son “30 seconds to mars” pero no quiero ponerme en ridículo, además, ¿no te parece que cuando gritan hacen imposible la comunicación y ponen nerviosos a todo el mundo?

    -tienes razón, pero los gritos no nos ponen nerviosos, nos hemos acostumbrado a ello y realmente no pensé que fueras una fan, pareces mas una oyente irregular. Entonces sono mi celular y me puso en ridículo. Era marcos lo sabia porque la canción que sonaba cuando el llamaba era la de “Night of the hunter” mientras enrojecía tome el celular y conteste. Jared no disimulo la sonrisa triunfante, tratando de ignorarle le di la espalda y me encontré con el rostro de Shannon, que obviamente decía “¿así que nos escuchas?” intercambiaba miradas con Jared, ught que fastidio marcos.

    -¿Qué sucede? La pena me tenía ligeramente malhumorada.

    -¿Qué tan lejos estas de llegar?, las chicas se están arreglando Se me detuvo el corazón, ¡ni siquiera había salido de aquí! La única solución que encontré fue mentir.

    -no sé muy bien, sabes lo congestionada que se puede volver Bogotá, no sé en qué avenida estaré, tal vez me demore. Marcos suspiro cansado.

    -bien, lamento que tengas que hospedarte en otro lugar que no sea mi casa, lo lamento. El sentimiento de culpa me embargo, el que no durmiera en su casa ni siquiera era por su causa.

    -no te preocupes, llegare, te prometí que las llevaría al museo, no fallare, nos hablamos, cuídate.

    -ok, chao. Cuando corto la llamada suspire.

    -Have you just said a lie? (¿acabas de decir una mentira?) ¿Cómo había se había dado cuenta? Shannon había inclinado su rostro.

    -Since you knew it? I am not speaking in English.(¿como lo supiste? No estaba hablando en ingles) El se encogió de hombros.

    -Your tone of voice change, your face I fill of fault, imagine that you was saying a lie.(tu tono de voz cambio, tu rostro se lleno de culpa, imagine que estabas diciendo una mentira) había sido tan evidente, pero marcos no lo había notado.

    -Was I so evident? (¿fui tan evidente?) El se acerco un poco a mí y yo camine hacia atrás, entonces sentí la mano de Jared en mi hombro.

    -yes, you was really evident, do you need help with something? (Si, fuiste realmente evidente, ¿necesitas ayuda con algo?) Habia sido jared quien habia preguntado. Agite las manos en negación.

    -The truth, it is that I believe that i can not going with you to eat the ice cream, much does that I do not see my nieces and they and been absent many promises, do not get angry with me, ok?( la verdad, es que creo que no voy a poder ir contigo a comer el helado, hace mucho que no veo a mis sobrinas y les eh faltado muchas promesas, no te enojes conmigo, ¿ok?) Jared me miro amablemente.

    -no problem, but your not going to come in time if you raise a bus, we have a car, I can take you with your nieces, obviously if you accept.( no hay problema, pero tu no vas a llegar a tiempo si te subes a un bus, nosotros tenemos un auto, yo puedo llevarte con tus sobrimas, obviamente si aceptas.)

    -yes, we have a driver that know the city, he can take you. (si, nosotros tenemos un conductor que conoce la ciudad, el puede llevarte) eso era verdaderamente amable de parte de ellos, pero si aceptaba, ¿qué tendría que pagar después?

    -i don´t know, i don´t have with that pay and I am going only to pay with money, I do not want that they get confused, clear?(no lo se, no tengo con que pagarles y solo voy a pagarles con dinero, no quiero que ustedes se confundan, ¿claro?) Shanno miro sorprendido a Jared y ambos sonrieron.

    -clear. Dijeron al tiempo. no sabia en ese momento, que me arrepentiría de haber aceptado.
     
  7.  
    estefasellan

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    hola a todos ;) , quería saber ¿que les a parecido la historia?
    ¿les a gustado, los a aburrido?:cool:
    me encantaría saber su opinión, sus criticas buenas y malas.
    muchas gracias a los que han leido.
    un abraso.
     
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