Ocho días para San Valentín.

¡Yay! Acá hay conti~. Si tengo un error, por favor, márquenlo. :3

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Viernes 13 de febrero. 2012.​

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Mi cara sigue igual de inflamada como ayer. Espero que la chica no se burle de mí mañana por mi estado facial. Mi madre, Daniela, me aplicó una crema contra la alergia, para evitar pasar una vergüenza enorme. Agradecí a Dios porque quizo ayudarme.

En la mañana mandé a lavar el automóvil, pero para mi deagracia saqué mal las cuentas, por lo que me faltó dinero y mi billetera estaba sin ninguna moneda dentro. Suerte que andaba con Amelia, la cual me prestó unos billetitos porque sino me hubiesen retado y tachado como un ladrón. Me salvó la vida en ese momento, estaba completamente nervioso por lo que pasaría de mí y de mi coche.

También tuve el placer de hablar con Julieta en la panadería y la volví a ver con esa sonrisa encantadora y cálida de siempre. Me comentó que ese día su mascota se había perdido y por eso andaba media deprimida, por suerte que ya está bien. No me gusta ver a ninguna mujer triste, porque ellas se merecen una felicidad eterna.

No obviaré lo obvio, así que no diré quién es la que festejaré en unas horas más. ¿Tú ya debes saber, no amigo? Igual, su nombre todavía no será revelado.

¿Sabes que me encuentro extrañamente relajado? Dios, el calmante que me dio mi hermano debe haber funcionado en su totalidad. Cuando estoy tenso me da por tartamudar y no se me entiende absolutamente nada.

¡Ah! Éste es el plan que tengo para ella: iremos a desayunar y luego a ver al teatro a escuchar las óperas que tanto le gustas para después ir a almorzar. Caminaremos por la playa y cenaremos. Después la dejaré en su casa y todo será genial.

Tuyo, Reimundo D.​

 

Bien, lindos lectores, ha llegado el final de este FF. Me encantó tenerlos aquí conmigo y realmente fue un placer leer sus comentarios. La espera terminó y ya pueden disfrutar de este último capítulo y espero todo esto sea de su agrado. n-n.
Sí, es a Amelia a quien ama, están en lo correcto ---> Maté el final.
Me divertí mucho escribiendo estos para ustedes y espero que también se diviertan al leerlo. He dicho mucho. Que se abra el telón ya.

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Martes 14 de febrero. 2012​

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Todo salió de maravilla, querido amigo. Por suerte las cosas me resultaron a la perfección y mi festejada se sintió sumamente feliz con esa sorpresa de San Valentín. Ella se colocó un vestido azul que hacía juego con sus tacones altos. Traía una carterita hermosa negra, que convinaba con sus ojos y su cabello.​

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Fuimos a desayunar en un restaurante humilde, llamado: ''Hogareño'' y nos sirvieron un exquisito huevo con tostadas. Y ahora preguntarás, ¿por qué tan poco? A esta chica no le gustan las cosas tan aparatosas.​

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Nos subimos al carro y llegamos al teatro. Adentramos y el guardia nos sentó en primera fila. Para variar, le gustó tanto el canto de las óperas que salió con una sonrisa en la cara, para luego ir a almorzar un ''rebo de ternera''. ​

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Después nos fuimos a la playa a caminar, conversando de libros y películas de su interés. Me preguntó de dónde había sacado el dinero para poder hacerle este regalo, pero sólo me limité a sonreírle y correr de su mano por la arena. La noté cansada, así que la reservación se la di a mi hermano ya que por lo que tengo entendido, andaba medio corto de monedas.​

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Antes de irnos, tuve que dejarla un momento en la calidez del agua marina, para poder ir a buscar el ramo de flores y la tarjeta. Se los entregué, esbozó una sonrisa seguida de lágrimas de felicidad. ​

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—No llores en San Valentín, mamá. Nadie merece tus lágrimas, ni yo ni nadie. Sonríe y mira al cielo. ¿Sabes qué? Te quiero muchísimo, Daniela. Gracias por ayudarme día a día, por sostenerme, por darme tu apoyo incondicional, por darme la vida.​

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Me di cuenta que no amaba a Amelia, sólo me sentía culpable por no hacerle los favores que ella me hacía, y tampoco amaba a Julieta. Sólo eran caprichos por andar con una chica popular. Preferí festejar a mi madre, ella sí que se lo merece, más que a todas las otras madres del mundo.​

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En fin, Feliz San Valentín, querido literario. Espero volver a escribirte pronto. Tengo que admitir que extrañaré tu apoyo mudo.​

Tuyo, Reimundo Dominguez. ​

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Feliz día a todos los que leen este mensaje. Recuerden, no es necesario tener a un hombre o a una mujer para estar completo/a. Con ser uno mismo basta y sobra.

¿Se esperaban ese final? ​

¿Por qué?

Nos vemos y gracias por todo, chicos. ​