Nuestro Amor en la Guerra

NUESTRO AMOR EN LAGUERRA​

CAPITULO 10​

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Kagome suspiro y miro fijamente a sesshomaru. Necesitaba aclarar unas cosas que no la dejaban tranquila.

— ¿Porque haces esto?—Lo miro esperando respuesta, al ver que el solo la miraba decidió continuar. — entiendo que me protejas al parecer soy una amenaza si caigo en malas manos. Pero lo que no entiendo es ¿porque me besas? si es para enamorarme y así poder controlarme, ya no lo hagas soy consciente de que si me voy de tu lado correré riesgo. —Se giro y se volvió a sentar en el banco de piedra donde antes estaba. —Si no tienes nada que decir, me gustaría estar sola.

Sesshomaru se encontraba sorprendido él nunca hubiera imaginado que ella le dijera eso, y mucho menos que lo rechazara, nunca antes lo habían rechazado. En ese momento se dio cuenta de que no se estaba comportando como siempre que había cambiado su actitud todo por una humana, ¿Qué le pasaba? Esa pregunta que se formulo en su mente; no le gusto la respuesta tenia que volver a ser quien era antes, no podía seguir siendo débil eso no lo llevaría a ningún lado. Volvería a ser lord sesshomaru el demonio más frio, respetado y temido por todos.

—Eres muy inteligente, te diste cuenta de que todo esto era para manipularte; ya que eres consciente de tu situación podemos terminar con esta farsa. —Por que le molestaba hablarle de esa forma, pero no se echaría para atrás. — Como has madurado es hora de que sepas la verdad mañana vendrán personas que hablaran contigo y te aclararan todas tus dudas. —se giro emprendió camino hacia la mansión.

—Entonces era verdad todo era parte de su plan. —Las lágrimas empezaron a salir sin control alguno. — ¿Qué me pasa? —Intento secarse las lágrimas pero estas seguían brotando sin control alguno de sus ojos.

—Madre, hermano, abuelo como me gustaría que estuvieran vivos y estuvieran conmigo en este momento, me siento tan sola. —No supo cuanto tiempo permaneció sentada aquel lugar hasta que una voz la saco de sus pensamientos.

—Humana hasta cuando pretendes quedarte en este lugar. —Se fijo que ella estaba llorando. — ¿Te pasa algo?

—Nada grave jaken, solo son debilidades de humanos—Lo miro con melancolía.

— ¿Que le hiciste al amo? llego de muy mal humor y lo único que me dijo fue que te viniera ha buscar, no hiciste ninguna tontería que lo molestara. —Esta humana no tiene remedio solo sabe molestar, se paro frente a ella. — ¿responde?

—No te preocupes lo único que hice fue quitarle un peso de encima ahora ya no tendrá que fingir que tiene un interés personal en mi. —Dirigió la mirada al cielo. —A fin de cuenta tu tenias razón el gran sesshomaru nunca se fijaría en una humana.

— ¿De que hablas mujer? — Se sentó a su lado y la miro con curiosidad.

—Que tu amo ya me dijo que todo eso de ser su mujer y los besos era una farsa para poder manipularme. —las lagrimas amenazaban con volver a salir, pero ya no lloraría mas no tenia motivo a ella no le importaba el.

—Umm con que de eso se trata. —Se bajo de un salto del banco de piedra y se volteo para mirarla. —Lo único que te voy a decir es que mi amo jamás utilizaría algo así para manipular a alguien esa acción no es digna de él.

—Quiere decir que me mintió. — Se paro del banco y se para al lado de él. — ¿Pero por qué lo haría?

—Eso lo tienes que averiguar tú. —Por que hacia todo eso si su amo se enteraba seguro lo mataría. —Mejor vámonos ya esta haciendo mucho frio.

—Si volvamos. —Me pregunto cual será la verdad.

Lo que quedaba de noche paso rápidamente y al amanecer en la ciudad de Tokio tres personas se dirigían a donde se encontraban sesshomaru y kagome. En el carro se encontraba miroku conduciendo de copiloto su esposa sango y sentada en la parte de atrás la señora kaede.

—Todavía no puedo creer que sesshomaru nos halla llamado, parece ser que kagome lo debe estar presionando de alguna forma ¿Qué cree usted señora kaede? —La miro por el retrovisor del carro.

—No creo que alguien pueda presionar a ese demonio.

—Ella tiene razón miroku tu y yo sabemos que sesshomaru es demasiado orgulloso y vanidoso para dejar que alguien lo presione—Sango lo miro con seriedad. —Además si sesshomaru nos mando a llamar, será por que es hora de que entremos en su plan a él nunca se le pasa nada por alto, todo lo calcula muy bien.

—Tienes razón. —Su mirada se volvió seria. — ¿Qué es lo que le vamos a decir a kagome?

—Lo esencial el porqué de sus poderes y su misión. —Kaede respiro profundo antes de continuar. —Los detalles personales de su pasado, no creo que sean conveniente decírselos. De todas formas evaluaremos como reacciona primero y después decidiremos.

—Eso quiere decir que no le diremos nada de la relación que tuvo con Inuyasha.

—exactamente sango no creo que sea el momento. Además estoy segura que ella recordara todo a su tiempo.

—Ya estamos llegando a la costa del lago, me imagino que un bote nos debe estar esperando.

El resto del camino a la mansión se mantuvieron en silencio a la expectativita de lo que iba a suceder.
Kagome se encontraba el balcón de su habitación observando al jardín sabia que tenia que arreglarse para bajar ha desayunar pero no estaba de animo para hacerlo se había pasado la noche llorando y pensando.

—Y si jaken tiene razón y si me mintió, será que siente algo por mi—De repente sintió un escalofrió que le recorrió la espalda, se giro y hay detrás de ella se encontraba una mujer vestida de blanco y cubría su rostro con su cabello. — ¿Quién eres?

—Ódialo él nos quito lo que mas amamos.

— ¿De que hablas?

—Mátalo solo así todo acabara.

— ¿Quien eres? ¿y a quien quieres que mate? —Una sensación de angustia se apodero de su pecho. — ¿Dime tu nombre?

—Yo soy tu, tu eres yo. Mata a sesshomaru.

—No lo are, no lo matare aléjate de mi, no te obedeceré. —se acercó a ella. —vete o gritare.

—Di mi nombre concéntrate ¿Cómo me llamo?

—Tu nombre. —su corazón empezó a latir con fuerza, sentía que algo luchaba por salir de ella y sin darse cuenta un nombre salió de sus labios. — Kikio…—Una luz rodeo su cuerpo pero ella sentía que caía en un precipicio oscuro—Ayúdame sesshomaru—Poco a poco perdía el control de su cuerpo se estaban apoderando de ella poco a poco haciéndola caer en un sueño profundo.

—Kagome al fin me apodere de ti, no te preocupes después de matarlo serás libre y así yo podre reunirme con mi amado Inuyasha por la eternidad. —una sonrisa de triunfo se dibujo en su rostro. —Es hora de que pagues por lo que hiciste sesshomaru y que mejor que matarte con la espada de tu hermano. —Se adentro al cuarto y se vistió con un vestido rojo holgado que le llegaba a los tobillos le serviría para ocultar la espada, se recogió el pelo en una coleta baja como lo hacia cuando estaba viva y salió del cuarto dispuesta a cumplir con su venganza.

Sesshomaru se encontraba en su despacho no había podido dormir y prefirió ponerse a trabajar que pensar en ella. De repente un susurro llego a sus oídos.

—Ayúdame sesshomaru.

—Kagome. —Un mal presentimiento se apodero de él. —Que esta pasando. —salió del despacho y se encontró con su sirviente. — ¿Dónde esta kagome?

—Amo la mujer se encuentra en el comedor, venia a decirle que el desayuno ya esta servido. —lo miro con duda, no es que no estaba interesado en ella. — ¿nos va acompañar amo?

—No han llegado miroku y los demás—Empezó a caminar hacia el comedor.

—Todavía no .

—Ve a la costa ahora mismo a recibirlos estoy seguro que no deben tardar.

—En este momento. —Sintió como su amo lo miro de forma amenazante. —si amo como ordene voy saliendo.
Vio como jaken desaparecía en dirección contraria a donde él se dirigía, sabia que algo malo pasaba y ahora podía actuar sin que jaken le estorbara. Camino con gran velocidad al salón y cuando llego la vio hay sentada como si nada.

—Buenos días sesshomaru, como dormiste. —lo miro fijamente.

—Pasa algo. —vio como ella se paraba de su asiento y se acercaba a él.

—Estaba pensando en lo que hablamos ayer. —una sonrisa se formo en su rostro. —deseo que me vuelvas a besar. —Se situó frente a él y poso sus brazos en su pecho. — ¿Tu no lo deseas?

— ¿Que tratas de hacer? —Pero ella se le adelanto y lo beso con una lujuria que no pudo resistir y respondió al beso.

—Ya eres mio sesshomaru. Unió sus manos y las poso en el pecho de él y empezó a concentrarse, para poder purificarlo sin que se diera cuenta y de repente sintió una mano en su cuello que la aprisionaba y la alejaban.

— A mi no me puedes engañar dime ¿Qué le has hecho a kagome? — Ejerció mas fuerza en su agarre. —responde.

—Jajajaja tan astuto como siempre, kagome como decirlo esta durmiendo por el momento ahora su cuerpo me pertenece. —Lo reto con la mirada. —Dime ¿serias capaz de matarla? Como lo hiciste con Inuyasha.

—Cállate y libera a kagome.

— ¿O que? Dime que serias capaz de hacer.

Aprovecho el silencio de sesshomaru y le dio una descarga de energía dejándolo aturdido. Rasgo su vestido dejando al descubierto la espada que tenia amarrada a su pierna, la desenfundo y se acercó a él.

—Muere maldito—clavo su espada en el pecho de sesshomaru.

 

NUESTRO AMOR EN LA GUERRA​

CAPITULO 11​

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Aprovecho el silencio de sesshomaru y le dio una descarga de energía dejándolo aturdido. Rasgo su vestido dejando al descubierto la espada que tenia amarrada a su pierna, la desenfundo y se acercó a él.

—Muere maldito—Clavo su espada en el pecho de Sesshomaru. — ¿Qué pasa por que no puedo atravesarte? —Trato de empujar la espada con más fuerza contra su pecho, pero sus brazos se negaban a obedecerle. — Mereces morir por todo lo que has hecho, por quitarme lo que mas amo.

—Se giro y la retuvo por las mañecas—Lo único que quieres es venganza, si es así deberías ir a terminar lo que tu e Inuyasha comenzaron, mata a Naraku él es el verdadero enemigo.

—Suéltame. — Ejerció fuerza para liberarse del agarre pero fue inútil. — Me encargue de Naraku hace mucho.

—Estas totalmente equivocada, Naraku esta vivo y a regresado. A tratado de secuestrar a Kagome, quiere poder y venganza.

—Que cruel es la vida. —De sus labios salió una risa cargada de amargura. —Sacrifique mi vida por nada, no pude acabar ni con Naraku, ni contigo.

—Libera a Kagome; Ella es la única que puede terminar con todo esto. —Les soltó las muñecas. —Si es mi vida la que quieres, espera hasta que todo acabe yo tengo una promesa que cumplir una vez que lo haga te entregare mi vida y podrás cumplir tu venganza.

— ¿Tratas de engañarme? —Lo miro fijamente a los ojos tratando de averiguar si decía la verdad.

—No olvides con quien estas hablando. —la miro de la misma forma que ella a él.

—El gran lord Sesshomaru, ya no eres la sombra de lo que eras. —una sonrisa de satisfacción adorno su rostro. —El cargo de conciencia te ha estado consumiendo, todos estos años ¿verdad?

— ¿Vas aceptar? ¿Si o no?, es una oferta que no deberías perder
— ¿Por que debería confiar en ti? Traicionaste a tu hermano lo mismo harás conmigo.

—Es la única oportunidad que tendrás además ahora la prioridad es Naraku.

—Naraku ja ya no me importa, lo único que quiero es verte sufrir, como lo hice yo cuando perdí todo hasta mi vida. Mientras que tú llevaste una vida plena. —Las lágrimas se acumulaban en sus ojos. —Pero veo que en este momento no tengo opción, Kagome no me dejara matarte; ummm esta bien acepto tu propuesta pero te advierto que si no la cumples será Kagome la que pague por ello con tal de verte sufrir seria capaz de llevarme hasta su vida.
—No metas a Kagome en esto ella no tiene nada que ver. —Sentía como la furia se apoderaba de él. —Cumpliré con lo propuse. Ahora abandona el cuerpo de Kagome.

—Esta bien pero recuerda que estaré esperando el día de tu muerte, así que no dejes que te maten ese placer lo quiero tener yo.

En ese momento Kikio abandono el cuerpo de Kagome dejándola en profundo sueño, mientras se desvanecía fue atrapada por Sesshomaru.

Del otro lado del bosque se encontraba Jaken en la espera de sus invitados a los lejos en el lago se divisaba una lancha que se acercaba a toda velocidad y en ella se veían a bordo a varias personas.

—Hasta que por fin llegan estos humanos mira que hacerme esperar. —Espero a que la lancha bajara la velocidad y llegara al muelle para poder acercarse. —Bienvenidos.

—Señor Jaken que gusto volverlo. Déjeme presentarles a mis acompañantes, esta honorable señora a mi derecha es la señora Kaede Isaki y esta hermosa mujer de mi izquierda es mi amada esposa Sango Takedo.

—Ha con que estas humanas son las que vienen a hablar con la señorita Kagome.—¿Por qué mi amo mando a llamar a estas mujeres se ven tan comunes y corrientes que le pueden decir a la señorita Kagome.

—Señor Jaken desde cuando usted trata con tanta familiaridad a la señorita Kagome será que le ha agarrado cariño a la joven.


—Cállate humano, eso es imposible todo mi cariño y lealtad es para mi amo el gran Sesshomaru te quedo claro.

No muy lejos de donde se encontraba el grupo de Jaken estaba Sakura acompañada de un grupo de semis demonios, esperando el momento justo para atacarlos y tomarlos como prisioneros para así atraer a ese ser que tanto anhelaba ver y poder cumplir su deseo.

—Pronto muy pronto serás mio sesshomaru. —Se cubrió la sonrisa con su abanico.—recuerden que los quiero vivos a todos.

En ese momento el grupo que acompañaba ha Jaken se empezó a mover y ese ra el momento justo que tanto esperaba ella.

—Es el momento, atrápenlos que ninguno escape.

De un momento a otro Jaken y sus acompañantes fueron rodeados por semis-demonios

 

casi estoy de vuelta