One-shot de Naruto - Nuestra corta historia

Nuestra corta historia

Holaaaaaaaaa!, ¿Cómo están todos?
Bueno yo muy bien a quien le interese x'D
Ok, aquí vengo con un Long-fic. Tarde días para terminarlo debido a mi falta de creatividad D:, y por eso mismo no creo que la historia llegue a tener más de tres capítulos, así que se los advierto. e_____é
Hay un poco o mucho OoC en Sasuke, pero asdfgh no podía hacer más D:
Bueno, espero que lo disfruten

Nuestra corta historia​

[FONT=&quot]Por GabA *--*[/FONT]​

Capítulo I: ¡¿Un impulso?! ¡No lo creo!​

—Entonces, ¿No significó nada para ti?—preguntó la peli-rosa con un tono débil que apenas se llegaba a oír.


—Ya te lo dije—contestó el azabache que estaba frente a ella—Fue…sólo un impulso.


La Haruno trató de contenerse, de no llorar, pero las lágrimas salieron por inercia de sus esmeraldas. No podía evitarlo esas palabras le dolían en lo más profundo de su alma.


Mientras el culpable de aquellas lágrimas de la muchacha se acercaba de forma paulatina e insegura para intentar disculparse y tratar de consolarla aún sabiendo que él era el causante de dicho sufrimiento.


Ella retrocedía a medida que él avanzaba, y cansada de dicho suceso farfulló:


—¡No te me acerques!—le ordenó, tratando de no perder la calma, al Uchiha y este enseguida acató la orden de su compañera.


Se alejo tal y como la chica lo había ordenado. Se llegó hasta la puerta y empuñó el picaporte de la susodicha, y antes de salir de la habitación dirigió una última mirada a la chica de cabellos rosas, quien lloraba sin consuelo alguno, y aunque el semblante de su rostro era trivial y fútil a él también le afectaba el sufrimiento de la chica, por más de que no lo quisiera aceptar.


Salió de la habitación de la muchacha y empezó a caminar por las calles sin destino alguno, tratando de olvidar lo que había sucedido hace pocos minutos en casa de la Haruno, pero por más que lo intentaba, no podía. No podía dejar de pensar en todo el sufrimiento que le había causado a la chica antes mencionada y que esta no merecía.


Siguió caminando, hasta llegar a un viejo parque al cual ya nadie iba, para intentar aclarar sus ideas. Se recostó en una banca y miró el cielo, el cual se tornaba de rosa y oro lo que significaba que el día estaba llegando a su fin. Cerró sus ojos momentáneamente y suspiró con melancolía. Y de nuevo llegaron imágenes de aquel momento del cual se quería olvidar al que él denominó como “Un impulso”

Trató de calmarse nuevamente, trato de no meditar más la situación, y cuando por fin había obtenido una perfecta tranquilidad se escuchó:


—¿Sasuke?


El azabache volteó la vista para ver de quien se trataba, y era la Yamanaka la cual lo miraba con una gran sonrisa.


—¿Qué haces por aquí? —preguntó la albina.


—Tratando de pensar un poco—contestó frívolamente como era de costumbre en él.


La rubia se sentó junto al chico para continuar la conversación—Sabes, Sakura me llamó esta mañana, me contó lo que había pasado entre ustedes—comentó la chica— ¡Me alegra que por fin sean pareja!


Quedó cabizbajo por el comentario de la Yamanaka, y sólo tomo un poco de valor para responderle:


—¡No lo somos!


—¿Qué? —soltó la albina confundida.


—Hace un rato terminé con ella—aclaró con un poco de vergüenza el Uchiha, dejando indignada a la rubia.


La Yamanaka suspiró profundamente y trató de calmarse, aunque moría por darle la paliza de su vida se contuvo, sabía que él sufría al igual que ella lo podía ver a simple vista en sus ojos y su actitud, normalmente él no estaría dándole explicaciones a ella. Así que por dichas razones tomo aire y preguntó:


—¿Por qué hiciste eso?


—¡Porque todo lo que pasó fue un estúpido impulso! —respondió agobiado.


—¿Un impulso?—Repitió la chica y soltó una pequeña carcajada—¡De veras que estás mal Uchiha! —Le dijo mirándolo con disgusto—¿No puedes aceptar que te enamoraste? —Cuestionó— Fuiste a buscar a Sakura a su casa, ella no te estaba seduciéndote o tentándote para hacer lo que hiciste, ¡maldición! Como puedes decir que fue un impulso—vociferó la joven.


El Uchiha quedo absorto ante las palabras de la rubia, tenía toda la razón y este se había quedado sin argumento para defenderse y nuevamente quedo cabizbajo por su estupidez.


La albina al ver la reacción del chico sabía que lo había hecho entrar en razón así que se calmó y le aconsejó:


—Deberías hablar con ella.


—No creo que quiera verme ni en pintura—dijo con certeza el chico.


—Pues si de verdad la quieres, harías cualquier cosa por hacerlo—se paró de donde se encontraba—Yo me voy, ya se está haciendo tarde—agregó mientras se alejaba—Nos veremos luego.


El azabache no sabía qué hacer, ¿Cómo pudo hacer algo tan estúpido? Lo menos que merecía era el perdón de la Haruno, pero él estaba dispuesto a hacer lo que sea con tal de ganárselo.


Continuará...
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¿Y que tal? :'D
Lo sé, no fue muy bueno pero entiendanme tengo siglos que no escribo D:
Opinen, quiero saber si debo mejorar en algo, ¡quiero sinceridad! :o