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    sangura

    sangura Entusiasta

    Acuario
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    No hay edad

    ATRACCIÓN

    Dos años después

    - Muy bien, se ve muy hermosa señora - decia una mujer madura a otra que estaba modelando un hermoso vestido de novia.
    - Que dices Aome, ¿me lo llevo? — decía la mujer sonriendo a su hija de ya 12 años.
    La niña solo la mira y asiente con la cabeza, jugaba meneando los pies, aun era muy pequeña y sus pies no alcanzaban el piso; además que la silla era demasiado grande para la niña.
    — Pues bien, me lo llevo.
    — Mamí, ¿van a venir mis tíos y mis primos a tú boda?
    — Si corazón, pero dudo que Inuyasha sepa alemán, así que vas a tener que hablar con el en japonés igual tu hermano y Sango — le respondía Rin desde el vestidor, quitándose el vestido.
    — Si mamí, pero ¿por que te tienes que casar con ese señor?
    — Ya hablamos de eso, no quiero volver a discutirlo.
    — Perdón — se disculpaba Aome agachando la cabeza.
    Ella no quería a ese hombre, no le daba buena espina; su mirada tenia algo que a ella no le gustaba. Era muy chica, pero eso no importaba, su instinto nunca fallaba. Pero su mamá no la escuchaba, decía que lo hacia por el bien de ellos, solo que ellos están bien así.
    — Mi niña, no te pongas así, pero este es un tema que ya hemos hablado muchas veces. Yo se que tu instinto te dice que el no es de fiar, pero ese instinto a veces falla — decía la mujer acariciando la mejilla derecha de la niña — mírame a mi, yo sentía lo mismo que tu y ahora se que el es bueno, es de fiar.
    — Pero estamos bien así solo nosotros cuatro, no necesitamos a nadie mas — ya amenazaban una lágrimas por salir del infantil rostro.
    — De eso se trata — una ligera sonrisa se asomaba los labios en los labios de la mujer — Aome, solo es eso, celos. Vamos nadie ocupara el lugar de tu papá, el siempre será su padre.
    Claro ¿quien iba a escuchar a una niña de solo 12 años, si ni siquiera su propia madre lo hacia? La respuesta es sencilla, NADIE. Aome lo único que pudo hacer fue quedarse callada y ya no volver a tomar ese tema… por ese día. Y una picara sonrisa se formo en sus labios, como se va a arrepentir Naraku el quererse casar con su mamá.

    ~~~~~~~~

    — Joven Inuyasha, weiterhin mit der Klasse und aufhören zu spielen[3] — decía un hombre mayor, ya exasperado a un niño de apenas 12 años.
    — Pero es aburrido, a parte de que no entiendo nada — decía mientras se desparramaba en la silla, en que se encontraba senado.
    — Ah, ah en alemán.
    — Puf, esta bien… mjm… Cette classe est ennuyeux, je n'aime pas l'allemand [4] — después de decir eso se fue correr, están en clases de Alemán no Francés, solo que no llego muy lejos ya que en el camino se encontró con Sesshoumaru que lo regreso de la oreja a su clase — Au, au, au… suéltame animal.
    Hier ist, was ich bringen Professor [5] — y lo dejó tiernamente en la misma silla que anteriormente ocupó el niño.
    — ¡Oye animal! Ten mas cuidado — se sobaba la parte trasera de su cuerpo, ya que el golpe fue un poco brusco.
    — Cuide su vocabulario joven Inuyasha, gracias joven Sesshoumaru — haciendo una reverencia hacia Sesshoumaru.
    — Si no aprendes alemán no vas con nosotros a la boda de Rin, ¿entendiste? Ó ¿te lo explico con peras y con manzanas? — su tono no podía ser mas frío y sarcástico, el niño solo lo vio y asintió con la cabeza tragando saliva. A veces le daba miedo su hermano mayor — Muy bien, así me gusta, obediente — y le dio una ligera palmadita en la espalda — Bueno, me voy lo dejo continuar profesor. Por cierto, en unos minutos más esta la cena.
    — Maldito — mascullo entre dientes el pequeño Inuyasha, y solo iba a aprender porque quería ver a su tía y primos.
    Y así continuaron sus aburridas clases de alemán y es que el problema no radicaba en la lengua que estaba aprendiendo, sino en el maestro que se la enseñaba, era un viejo gordo, feo, chaparro y aburrido. ¿Por qué a él no le dieron una maestra como la de su hermano? Con ella hasta de seguro aprende a hablar en mandarín, ella si era bonita, divertida, delgada, joven, bonita, inteligente y bonita. Ni cuenta se dio del tiempo transcurrido, hasta que llego una de las sirvientas anunciando que ya era hora de cenar, cosa que el niño agradeció y hasta un beso le dio a la sirvienta, bueno era bonita, eso que ni que.
    Ich danke Ihnen sehr [6] Nagissa.
    — De nada jovencito — le respondía el saludo con una sonrisa y revolviendo el cabello del niño, el hecho de que ella supiera alemán, se debía simplemente a que muchas veces se quedaba con Inuyasha, a petición del niño, en sus clases. Y ya hasta había aprendido alemán sin proponérselo.
    Ya estando todos sentados en la mesa, cada quien en su respectivo lugar; Inutaisho en la cabecera, Izayoi a su lado derecho y Sesshoumaru al izquierdo e Inuyasha al lado de Izayoi.
    — En dos meses nos vamos a Alemania, así que ¿Cómo vas con tus clases Inuyasha? — informaba y preguntaba su padre.
    — Voy bien, ya estoy mejorando, aunque hubiera aprendido mas rápido si me hubieran dado una maestra como la de Sesshoumaru — lo dicho por el niño solo provoco la risa de su padre y una mirada reprobatoria de su madre; el aludido solo le dedicó una seca, muy seca mirada a su hermano menor.
    — Inutaisho no te rías de sus comentarios, así no es como debe hablar un niño de su edad — miraba con reproche a su esposo.
    — Vamos querida, ya esta creciendo es normal, me preocuparía si no pensara así.
    — Entonces en dos meses vamos, una pregunta — decía logrando captar la atención de todos, menos de Inuyasha el engullía su comida distraídamente — ¿Por qué tengo que ir yo?
    — Porque eres mi hijo y punto; ya lo hemos discutido hijo, no pienso volver a hacerlo, vas a ir… y tu mayoría de edad no me importa — se adelantaba al reproche que ya veía venir de su hijo — vives en mi casa, trabajas para mi, así que aun estas bajo mis reglas.
    — Sesshoumaru dime, ¿Por qué no te caí bien Rin? Digo yo batalle para que cuando menos pudiéramos comer y vivir donde mismo y verme a mi es como ver a Rin, no somos tan diferentes.
    — La única diferencia es que, tu eres la esposa de mi padre y madre de mi hermano, en cambio con ella no tengo nada que nos una — decía antes de llevarse un bocado de la cena, ya felicitaría a la cocinera, esta vez se esmero mas.
    — Te equivocas — él la volteaba a ver — me tienen a mi — le dedicaba una dulce sonrisa y se dispuso a comer. Ya no se volvió a tocar ese tema en toda la cena, se dedicaron a hablar de cosas triviales y sin mucho sentido.
    Ya para la hora de dormir:
    Inuyasha ya se encontraba desparramado en su cama, a pierna suelta y ¿por que no? Baba también.
    Sesshoumaru apenas salía de darse un buen baño y durante su refrescante baño no dejo de pensar en la hermana de Izayoi, si, la conoció cuando estaba mas chico antes de que se fueran a Alemania. Pero ay que podía hacer, su padre aun tenía mucha autoridad sobre él.
    Izayoi e Inutaisho ya estaban acostados, listos para dormir, pero el hombre tenía una duda que debía ser saciada.
    — Mi amor, ¿Por qué se va a casar con ese hombre? A parte a ti no te cae bien, ¿cierto?
    — Pues no se, creo que tiene que ver con la empresa y no nunca me va a terminar de caer mal, su mirada tiene algo que no me gusta; veo mucha maldad — se abrazo a su esposo, cada vez que hablaba de algo que no le gustaba se abrazaba el, la hacia sentir segura y claro que el la abrazaba con besito en la cabeza incluido — aparte estoy confabulando con Aome y Sango para que le hagan la vida imposible a ese — con una sonrisa traviesa decía eso.
    — A veces pareces una niña — le levantaba el rostro y la besaba tiernamente en los labios — mi niña, pero dime una cosita… que les va pasar a las niñas si Rin se entera.
    — De un regaño no pasa, Rin es muy dulce, a parte de que yo abogo por ellas.
    A eso los dos soltaron una pequeña carcajada y seguidamente se acomodaron para dormir.

    ~~~~~~~~~~

    Dos meses despues, una semana antes de la boda.

    — Padre, ¿Por qué hace esto? Usted no la ama ni siquiera quiere a los niños — sollozaba Kagura desde su silla en el gran comedor de la casa.
    — Cállate ya, me desesperan tus lloriqueos — decía Naraku con una cara de fastidio y levantándose de su silla — Ya me arruinaste la comida con tu actitud.
    — Lo siento padre, no lo volveré a hacer —cabizbaja sin poder hablar bien, a lo cual Naraku solo hizo un ademan de desdén y se fue — No entiendo porque el empeño en casarse con Rin si ni siquiera la ama.
    Pensaba Kagura aguantandose las ganas de lloro, en parte se sentia culpable. Ya que si ella no hubiera pasado tanto tiempo en casa de Rin, ella no se habria fijado en su padre. Y por más que confabulaba con las niñas e Izayoi, Rin no cedia y se empeñaba en casarse con Naraku, porque segun ella el era bueno.
    Pero como probarle lo contrario, si su padre era un pan cuando ellla estaba cerca. Y con Söta se llevaba bien y a Rin no había cosa que le importara tanto como sus hijos.

    ~~~~~~~~~~

    — ¡Al fin llegamos! Ya me estaban doliendo mis…
    — Inuyasha, cuida tus palabras — le reprendía Izayoi, ya que sabia como iba a terminar esa oración. Aunque para que negarlo, a ella también le dolían, el vuelo fue largo y no se podía levantar, solo lo hizo una vez y eso porque era urgente, malditas tormentas.
    — Si mamá — murmuraba un regañado y cabizbajo Inuyasha.
    — No entiendo padre, porque no pregunto antes sobre las tormentas — se quejo esta vez Sesshoumaru, para que negarlo a él tambien le dolian. No importa que tan alcochonados y suaves esten esos asientos, estar tanto tiempo sentados no hace bien.
    — No saben hacer otra cosa cosa mas que quejarse — caro le iba a salir el hablarle asi a su esposa, o si esa mirada lo decia todo — Hablo de los niños querida, tú nunca me molestaras.
    Inuyasha sonrie burlonamente.
    Sesshoumaru, alza una ceja y acto seguido baja ligeramente la cabeza y niega, como su padre pudo caer tan bajo — Vamos a ir nosotros a su casa o van a venir — pregunto el joven, para ya salir de esa situación tan embarazosa.
    — Creo que… dijeron que los esperáramos aquí — Sesshoumaru solo levanto una ceja lleno de sarcasmo ¿Cree? Acaso no pregunto, no la llamo.
    — Mami, tengo hambre.
    — Yo también, mi amor, pero cuando estemos en casa de tu tía le quitamos todo lo que tenga en el refrigerador — una gran gota resbalo por la cabeza de Sesshoumaru y su padre, eso es algo que compartían madre e hijo, comían demasiado y aun así no engordaban.
    — Querida, ¿en serio vas a hacer eso?
    — Bueno, no todo, solo la mitad, digo también ella tiene niños — y volvía a mirar a los alrededores por si veía a alguien conocido — Allá esta Kagura, por lo visto se la trajo.
    — Señora Izayoi, que gusto volver a verla y que bueno que los encontramos — decía Kagura, reverenciándose, que si bien en Alemania no era muy común, ella respetaba las costumbre japonesas, no por nada su ascendencia era japonesa.
    — ¡Oh! Linda, que bueno encontrarte mira te presento a mi familia, él es mi esposo, Inutaisho; él es mi hijo, Inuyasha; y el es mi hijastro, Sesshoumaru; ella es Kagura, hija de Naraku.
    — Hola, gusto conocerte, Aome me habla de ti en las cartas — decía el pequeño con una sonrisa muy grande, era bonita la muchacha.
    — Un placer conocerte jovencita, Iza nos hablo de ti y lo mucho que quieres a los niños — respondía la reverencia con otra reverencia, su comentario lo que logro fue un leve sonrojo en las mejillas de la muchacha.
    — Rin esta en la limosina con los niños alborotados por verlos, sobretodo Söta a estado muy inquieto con la idea de verla señora.
    Izayoi solo sonreía ante lo dicho de la muchacha, como extrañaba ya a esos niños, de seguro Inuyasha se divertiría mucho con ellos, si no había duda de ello, su hijo mostraba una gran sonrisa, parecía que nada ni nadie se la podría borrar. Y con esos pensamientos fue tras Kagura, que los ya guiaba a la limosina.
    — Mira mami ahí vienen — emocionado gritaba Söta señalando hacia donde venían ellos.
    — Si mi amor, pero ese muchacho que viene con ellos… no me digan que es… — más sorprendida no podía estar, ¿ese era el mismo niño que le hacia la vida imposible cada vez que iba a visitar a su hermana, el que le hacia esas bromas pesadas y terminaba con una sonrisa siempre burlona en el rostro? Pues esta muy cambiado y más guapo, nada que ver con ese niñito chiflado.
    — Mira mamá, son ellos ¿verdad?
    — Si, hijo.
    Sesshoumaru, no podía creerlo, tener hijos la había ayudado mucho, estaba más bonita que antes. Ahora ya creía eso de que la edad hacia mas bellas a las mujeres, si no, tenia a Izayoi como ejemplo. Pero Rin, tenía una belleza inocente, tierna y muy cautivadora; y a él ya lo cautivo.
    Se miraron fijos a los ojos, sin poder despegarse las miradas, se escrudiñaron de arriba a bajo y viceversa, era una atracción tal, que les era imposible despegar sus vistas. Tal y como el imán.
    Y así se quedaron, viéndose, observándose.






    [3] Continuemos con la clase y deje de jugar
    [4] Esta clase es aburrida, no me gusta el alemán
    [5] Aquí se lo traigo, profesor
    [6] Muchas gracias


    Bueno aqui esta la clamada continuacion, jajajajaja nymlc. Espero que les guste y reponga el hecho de que haya tardado tanto en publicar la continuacion, MIL DISULPAS

    Gracias a los que han leido hasta ahora y si pasan a leerla comenten, que eso es lo que me dan de incentivo para continuar.
     
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