Mirage

Re: Mirage

perdoooooooooon
esk mi hermano me ganaba
la compu y no me dejaba poner
la contiiiiiii
y odio a Lena ¬¬



rayos!!!!!!!!!! no puedo
poner la conti talves en
unos minutos y Consiencia y Curiosidad
ya dejen a la pobre
de NetMermaid sufre la pobeshita ToT
bueno hasta dentro de unos minutitos
chaito ;D

Ya pude poner conti
aki esta:

A Leer el Fic se ha dicho!


Ah Siii! Algo antes de empezar el capitulo:


Cursivas: Flash Blacks

Algunos significados...

Ashigaru: Samurai de rango más bajo

Awase: Kimono de invierno, usado del 1 de Octubre hasta el 30 de Mayo. Se usa durante todo este tiempo, no importa si hace calor o frío.

Makoto: "Sinceridad", también puede ser verdad, fidelidad o devoción. Es traducido tan bien como "El camino a la verdad".

Mirin: Licor dulce de arroz.

Yamero: Alto. Detente.

Bien ahora si!

A Leer el Fic se ha dicho!

18.- Itsu datte
​

La cena en aquella noche, se había vuelto amena y reconfortante, la mayoría de los que habitaban aquel castillo se encontraban ahí, disfrutando del banquete que las mujeres habían preparado. Lentamente todo transcurrió con calma, hasta que una vez saciados, los comensales empezaron a abandonar la habitación, algunos retirándose a descansar a sus habitaciones, otros mas, se dedicaron a pasear en los amplios jardines circundantes al castillo.

Sango miro con disimulo a donde la youkai, sentada demasiado lejos de Sesshoumaru y de ella, jugueteaba con la comida intacta que en su plato aun tenia, con la mirada perdida. Estaba diferente, desde hacia algunos minutos lo había notado. La exterminadora giro los ojos encontrándose con la mirada de Sesshoumaru, escrutando inquisitivamente a Makoto.

.-Será mejor que los llevemos a sus habitaciones.- le interrumpió Kamui que solicito sujetaba a Kohaku, quien al igual que Lin, se había quedado dormido sobre el regazo de la exterminadora.

La joven de castaña mirada no quería irse, pero, Kamui tenia razón, debían llevar a los dos niños a sus respectivas camas, necesitaban descansar. Sujeto con cuidado y suavidad a la niña, levantándose junto con ella. Dio un ultimo vistazo al youkai, que ni siquiera había notado aquella acción en ambos. Simplemente seguía ahí, observando a Makoto con la mirada levemente entristecida. Kirara maulló, logrando que dejara de ver a Sesshoumaru, comenzando a caminar siguiendo a Kamui que ya se le adelantaba.

Mako sujetaba entre su delicada y delgada mano el pequeño y aun lleno platillo lleno de mirin, la bebida le parecía tan dulce, que creyó en algún momento no le afectaría. Aunque el ligero carmín en sus mejillas y la suave ensoñación que sentía le hacían saber que era todo lo contrario. No importaba, simplemente tomo la pequeña botella que contenía mas de aquel jugo de arroz y se sirvió hasta que el pequeño recipiente en sus dedos quedara lleno.

Escucho el suave sonido de alguien acercándose a ella, pero sus sentidos entorpecidos no le ayudaban a identificar de quien se trataba, la cálida mano se poso en su hombro, haciéndola girarse levemente, sus negros cabellos se agitaron suavemente, quedando recargados en aquella mano intrusa como en su hombro.

.-Makoto, quiero hablar contigo.- aquella voz, inconfundible para ella, la hizo salir levemente de su aturdimiento y asintió levemente, levantándose.

El sabor de aquel licor aun estaba presente en sus labios y en el interior de su boca, aunque extrañamente sabia demasiado amargo y fuerte para su garganta. Levanto los ojos, mirando las pupilas doradas, un segundo antes de que el youkai apartara su vista y se girara caminando para alejarse de donde los demás les veían, saliendo por las delgadas puertas de papel, dirigiéndose seguramente al jardín.

Con pasos lentos la youkai se acerco, dándose cuenta que Sesshoumaru se había detenido justo a la salida, esperando a que ella abandonara la habitación, para después con un suave movimiento de su mano, cerrar las frágiles puertas. Mako no pudo evitar ver el semblante del youkai. Se le veía molesto y afligido.

No pudo evitar sentirse celosa, recordando una vez mas la mirada que el youkai a la humana siempre le brindaba, una que nunca, desde el primer momento que le conoció, le había regalado. Incluso podía comparar aquella mirada con las que Sesshoumaru celosamente solo compartía con Lena... No... era diferente... demasiado diferente.

Tanto que, incluso pudo sentir el enfado del youkai cuando Kamui se había acercado a la exterminadora, dejando su rostro muy cerca del suyo mientras practicaban, si, esa mujer tenia ahora la atención completa del youkai y Makoto desde el regreso de ambos, había sido dejada a un lado. Olvidada por aquel que suponía, amaba con locura. E infinita devoción y entrega.

Mako esbozo una sonrisa irónica en su rostro, antes de recargar su espalda en una de las columnas que sostenían el tejado de fina madera que protegía las entradas del castillo. Ella la youkai que mas lo quería, con devoción y sinceridad. En verdad le hacía honor a su nombre.

.-¿Makoto que sucede?.- aquella voz varonil y suave le saco de sus pensamientos, sus ojos verdes se mostraron tranquilos al encontrarse observada por las pupilas doradas.

.-Nada…-Makoto dejo de mirarlo para entretenerse en ondular con sus dedos algunos de sus cabellos.-Es solo que han pasado tantas cosas en tan poco tiempo, aun no me acostumbro.

.-¿Por Kamui?

.-La verdad no sé.- contestó encogiéndose de hombros, cubriendo su cuello con la suave tela de su awase.-Aunque, ya no tiene importancia.

Sesshoumaru lo miro con un atisbo de ternura, mezclada con compasión, sus ojos la observaron en silencio, viendo su pálida figura envuelta entre las rosadas y blancas telas de su awase, deseando encontrarse con aquellos ojos verdes que con alegría le miraban, pero ahora simplemente rehuían de una confrontación directa. El youkai enterneció un poco mas su mirada.

Sabia que para Makoto tener a Kamui cerca era doloroso, un verdadero suplicio ya que aun le amaba. En ocasiones la youkai se despertaba en las noches llorando y clamando con dolor su nombre. No había sido su intención dañarla, pero el mismo Kamui había vuelto, a cumplir la única misión que lo mantenía atado a ellos. Después de todo la tradición de su clan era la antigua promesa de siempre defender al primogénito de la milenaria raza de la que provenía Sesshoumaru.

El youkai negó con la cabeza, nunca había necesitado de Kamui para protegerse, pero era notorio que el youkai de cabellos de fuego estaba ahí solo para estar cerca de Mako. Pero si Kamui la quería, entonces ¿Por qué no hacia nada por arrebatársela?.

.-¡Deja de hacer eso!.-

.-¿A que te refieres Mako?.-Pregunto dudoso el youkai encontrándose al fin con la mirada de la joven, se sorprendió al ver la mirada borrosa que en sus ojos tenia.

.-Nunca Sesshoumaru, nunca me habías visto así, con compasión.-Menciono dolida, aquella mirada era la misma que Kamui le había dado antes de decirle que nunca podrían ser mas que conocidos.-No quiero que tu también me veas así.-

.-Mako-chan.-

Sesshoumaru se acerco hasta ella, eliminando la distancia entre ambos, atrayéndola hacia él sujetándola entre sus brazos, sintió como Mako se dejaba guiar, escondiéndose entre su pecho, sujetando con sus dedos las ropas de Sesshoumaru. La tibia humedad de sus mejillas empapo su ropa, pero de sus labios no broto sonido alguno. Simplemente se acerco mas a el youkai, dejando posados sus labios suavemente en su mejilla.

La cabeza del youkai se aparto de los cabellos de la mujer, al mismo tiempo que la alejaba de él, sintiendo la necesidad de dejarla lejos, después de haber sentido el leve cosquilleo de aquel gentil beso en su mejilla. Mako le observo confundida y tembló ligeramente al sentir el rechazo que el youkai le brindaba.

.-Yo... no... lo siento... es que...- por primera vez Sesshoumaru no lograba encontrar las palabras adecuadas para expresarse.

Makoto giro su cuerpo, dándole la espalda y alejándose del youkai. Su rostro se ensombreció, no pudo evitar esta vez soltar un sollozo, aquello le había dolido, el que Sesshoumaru la hubiese rechazado de aquella forma, le dolía.

.-Makoto...-

.-No necesitas decirme mas Sesshoumaru.-Makoto le interrumpió de pronto alejándose algunos pasos mas de él.-Se lo que vas a decirme... y no quiero oírlo.-

Sesshoumaru dejo de mirarla, sus ojos bajaron a la suave madera que pisaban sus pies. Mas una pequeña risa triste y débil fue escuchada por sus oídos, misma que había brotado de los labios rojos de la youkai.

.-No puedo creerlo Sesshoumaru.-el youkai le miro extrañado, pero inmediatamente la mujer respondió.-Lena siempre tuvo la razón, soy tan débil e inútil, que incluso a ti también te he perdido.-

.-Mak...-los labios del youkai fueron cerrados por el suave dedo de la mujer que se poso sobre los mismos, negándole a seguir hablando.

.-Auque hay algo que Lena jamás a entendido del todo de mi, Sesshoumaru.- las suaves manos de la youkai le sujetaron de las mejillas, donde le acaricio con cariño, antes de soltarle.-No soy como ella, yo si te quiero y ante todo, en verdad anhelo que seas feliz, como jamás lo seré.-

.-Tu sientes algo, por ella, es mas fuerte de lo que alguna vez sentiste por Lena, o por mí.- Mako soltó un suspiro derrotado.-Es por eso que no quieres ya nada conmigo, ni tampoco tener tu corazón para Lena, ya no quieres negar lo que sientes, deseas finalmente ser feliz como nunca lo has sido a nuestro lado.-

Si quería preguntar o decir algo, el youkai no tuvo tiempo de decirlo, Makoto simplemente se había girado una vez mas quedando frete a él regalándole una firme sonrisa sincera y verdadera, antes de palmear su hombro y abrir la puerta entrando una vez mas al castillo, dejando al youkai solo.

La antigua Makoto había desaparecido dejando en su lugar a solo una antigua...

Amiga de la infancia...

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Sus rosados ojos siguieron la elegante figura de Sesshoumaru, incluso cuando la misma desapareció lejos, internándose en una de las partes oscuras de aquel jardín. Una sonrisa despectiva se dibujo en sus labios. Al parecer sus sospechas eran ciertas, tanto que una magia de tan poco poder y fácilmente detectable había sido ignorada por el youkai, mas aun cuando él mismo había pasado cerca de ella.

Negó levemente con la cabeza...

Se estaba descuidando... demasiado... tan atípico de él.

Su delicada figura descendió del árbol donde estaba segundos antes finamente sentada, haciendo ondear sus oscuras ropas, dejando al descubierto un poco algunos blancos listones, sus largos cabellos ondearon de forma exquisita antes de descender por su espalda dejando los largos mechones lisos levemente separados.

Su sonrisa se disolvió, al igual que ella misma...

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Makoto se detuvo, escondiéndose en uno de los oscuros corredores del castillo, el pecho le dolía, aunque no de la misma manera en que lo había hecho tanto tiempo atrás cuando el único youkai que llegaba a su mente en esos momentos, le había comunicado que no se quedaría con ella.

“Makoto hubiera hecho hasta lo imposible por no perderte”

Recordó aquellas palabras, dichas por el joven pelirrojo, le dolían, porque a pesar de todo, aunque en ellas llevaran el desconsuelo plasmado, al mismo tiempo, el rechazo era presente en las mismas. Escondió su rostro en sus manos, mojándose con las gruesas lagrimas que bajaban por sus mejillas.

.-Kamui ¿Por qué jamás lo hiciste? ¿Por qué me dañaste tanto?.-

.-Por que fui un idiota Mako.- susurro quedo aquel hombre, que la apreso en sus brazos, evitando los intentos que esta hacia por soltarse de él.

.-¡Quisiera odiarte!... Pero yo solo...-

.-Déjame intentarlo otra vez Mako.- La youkai no lucho más, se quedo ahí estática, aquello a Kamui le pareció una respuesta afirmativa, soltó levemente sus brazos, pero fue aprovechado por la youkai para alejarse de él.

.-Lo... lo siento.- susurro quedo Mako, corriendo por el pasillo, dirigiéndose a sus habitaciones.

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.-Lena-sama.-

Un suave suspiro abandono sus rosados labios. Dirigió su mirada cansada sobre el joven que solicito se sentaba un lado de ella. Compartiendo ambos la calidez de las pequeñas y crispantes llamas de la fogata. Dentro de poco la leña se consumiría por completo, pero algo le decía que aquel hombre iría sin necesidad de decírselo por mas.

.-Se encuentra bien?.-

Lena asintió lentamente, moviendo un poco sus largos cabellos blancos. Tal vez no fuese algo común para aquel hombre la palidez de su piel. Tan parecida a sus cabellos. O tal vez la tenue energía que aun desprendía su cuerpo después de haber hecho aquel débil hechizo, podría preguntárselo, pero ese humano a ella no le interesaba.

.-Estoy bien.-

.-Que alivio.- La youkai miro como el joven soltaba un suspiro de alivio, como no estarlo, después de todo le había prometido una buena cantidad de dinero si le acompañaba, lo que ese hombre no sabia era que no solo le dari dinero sino que... le regresaría a alguien...

Pronto

Muy pronto...

.-Falta poco para llegar... muy poco.-

La rosada mirada de la youkai se poso sobre la dirección que en la mañana a primera hora tomarían. Sus dedos inconscientemente tocaron la joya que llevaba escondida entre sus ropas, sintiendo las enormes lesiones que la misma tenia. Pero cuando estuviera ahí. Las mismas desaparecían, porque él jamás... la olvidaría.

Nunca.

Aunque así lo deseara...

Sesshoumaru no la cambiaría...

Nunca

.-Verdad que falta poco Miroku-kun?.-

.-Si.- se limito a decir el monje, aunque en realidad no sabia cuanto faltaba.

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.-¿Sesshoumaru?.- pregunto despacio, no sabia si era en realidad él ya que aquella noche no había luna que brillara en el cielo y los jardines estaban oscuros, las débiles llamas de las velas se habían extinguido.

Pero de alguna forma sabia que lo era...

El youkai la miro en silencio, escuchando como a tientas a él se acercaba, una sonrisa se dibujo en sus labios al sentir como esta se sentaba a su lado, compartiendo el tronco del árbol junto a él. La joven busco su mano, entrelazando sus dedos con los de ella. Pasaron algunos minutos en silencio contemplando las brillantes estrellas, hasta que Sesshoumaru sintió un débil apretón en la mano. De aquella forma la mujer le pedía que se levantaran, era tarde y ambos debían dormir. Sesshoumaru lo hizo, aun sujetándola de la mano, dirigiéndose nuevamente al castillo. Donde la pálida luz les ilumino.

Sango le observo de reojo mientras caminaban. Sabia que había estado hablando con Makoto, Kamui se lo había dicho y al parecer lo que ambos hablaron había afectado de sobremanera al youkai. Aunque tratara de ocultarlo, ella claramente lo veía.

Sesshoumaru se detuvo cuado llegaron a la habitación que le pertenecía a Sango, era tan extraño estar así, desde la tarde no se habían quedado solos y ahora no sabían que decir o hacer. Aunque después de aquel abrazo y el suave beso que se habían dado en esa misma habitación, acordaron sin palabras que ambos necesitaban estar juntos. Sesshoumaru entrecerró los ojos un segundo. Eran extrañas todas y cada una de las nuevas sensaciones que ella le hacia sentir, por primera vez y en mucho tiempo no se sentía de aquella manera. No le desagradaba el sentirse así. Al contrario necesitaba todo lo que esa mujer le hacia sentir.

Sango tembló levemente, sin poderlo evitar y es que ella quería seguir al lado de Sesshoumaru, lo quería, de eso no tenia duda. Pero, tenia miedo. Miedo de no ser lo que el youkai quisiera, después de todo era una simple humana y como decirlo, no había comparación entre ella y las youkais que a Sesshoumaru amaban. O por lo menos querían. No se sentía con la fuerza suficiente para tratar de sacar su recuerdo de la mente de Sesshoumaru. Ajo la vista para luego cerrar sus ojos abatida, su mano si querer apretó la de Sesshoumaru

¿Qué es lo que haría si no lograba hacerlo?.

Los ojos del youkai la miraban, una suave sonrisa se había plasmado en el rostro de Sesshoumaru, el solo verla le hacia sentir una calidez en el pecho, tan reconfortante. Y le gustaba sentirlo, aquello que la humana en el provocaba.

La atrajo hacia si, rodeando su cintura con sus brazos, dejándola fijamente cerca de él. Sango no esperaba aquello, pero no se resistió, simplemente descanso su cabeza sobre el pecho del youkai, los suaves latidos del corazón del youkai la relajaban, haciéndole sentir bien y segura. Olvidando sus dudas. En los brazos de Sesshoumaru nada era preocupante, ni imposible de vencer. Sí, a su lado todo era posible.

Las tibias yemas del youkai recorriendo sus mejillas le hicieron temblar, apenas y era un fino toque, reconfortante y suave que recorría su blanca piel, reconociéndola. Con lentitud levanto su rostro encontrándose con las pupilas de Sesshoumaru que le veían con cariño. Mismo que no tardo ella en expresar uno igual o mayor con las propias.

.-Buenas noches.-Susurro quedo el youkai, antes de bajar su rostro y acariciar con sus labios las tersas comisuras de los de Sango. La joven le miro un segundo pero cuando las manos de Sesshoumaru trataron de soltarla de la cintura, ella lo impidió poniendo sus manos en las mismas.

.-¿No te quedaras conmigo esta noche?.- murmuro apenas la exterminadora, sintiendo como el tibio calor llegaba a sus mejillas.

Sesshoumaru sonrió, aquel leve sonrojo en sus mejillas le gustaba demasiado, inclino nuevamente su rostro tomando los labios de la mujer, aunque esta vez no se trato de un simple contacto. Ya que despacio fue profundizando el beso.

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Continuara...​

​

listop :P ​

 

Re: Mirage

Holasss!!!
Que Onda???
Estuvo Genial La Continuacion!!!
Valio La Pena La Espera!!!
Que Malo Tu Hermano!!!
Bueno La Continuacion Estubo Chidisima!!!
Pero Como Soy Experta Dando Lata, Pon La Conti Pronto!!!! (si No Quieres No) Solo Tenia Que Decirlo!!!jeje
Bueno Hay Se Ven
Bye, Bye
Atte
Akanna-air

P.d. Estuvo Genial!!!

 

Re: Mirage

Que bien soy la primera en postear!!!!!

Que linda conti!!!!!! me encanto la verdad es que mis felicitaciones y Makoto de verdad se posto como toda una dama al aceptar los sentimientos de Sesshomaru eso es amor!!!!!
Lena al parecer en muy bonita pero Sango siempre sera mi favorita!!!!!!!
espero leer la siguiente conti muy pronto!!!!!!!

Chaooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Re: Mirage

Nuuu...!!
Por favor sigue escribiendo ToT
EsTe fanfic es demasiado perfectooo!!
bubububu.. Pon una conti xFavor!!...

Se despide,
Fio Chan

 

Re: Mirage

muajajaja
sufran porque no
pondre conti
MUAJAJAJAJA

jeje ntc
aki sta:

Capitulo 19. Raraito. Intercambio
​

Incluso un pequeño Capricho ya es una motivación...

Rescribe ese calendario en blanco...

Rescríbelo...



Gruño levemente cuando la tibia luz de los rayos de sol dieron contra su rostro. No le gustaba que aquello lo despertara de aquella manera y por ello había mandado cambiar las delgadas puertas de papel claro por unas mas oscuras. O al menos eso era lo que recordaba haber pedido en alguna ocasión. Aunque si se ponía a pensar, el amanecer anterior no le había sorprendido así. A menos que alguien le hubiese cambiado las...

Un momento.

Algo, mas bien alguien se había movido cerca de él. Abrió levemente los ojos, despertando así también todos sus sentidos. No estaba en su habitación, sino. En la de ella. Hasta ahora se daba cuenta que incluso, la tenia abrazada, manteniéndola muy cerca de él. Con su cabeza reposada en el arco de su cuello. Una sutil sonrisa se dibujo en sus labios.

El suave aroma de sus cabellos le hizo cerrar levemente los ojos, dulce durazno, que se intensificaba con cada movimiento que la mujer daba, girándose entre aquellos brazos posesivos, que se negaban a separarse algunos centímetros para permitirle girarse y verle.

.-Buenos días!.-sus ojos castaños se notaban adormilados, mas aun así no opacaban el bello brillo que en los mismos se mostraban. Una sonrisa suave se dibujo en los labios de él, cuando le vio acercarse, depositando un cándido beso sobre sus labios. Ligero, tenue, un simple roce tan lleno de significado.

.-Ahora lo son.-Respondió Sesshoumaru, en tono calmado, contagiado por la dulzura que la exterminadora, dejaba entrever en cada sutil caricia que a su rostro le brindaba.

Pequeños momentos de alegría y dulzura que ambos odiaban interrumpir pero que irremediablemente, por una u otra situación terminaban.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
​

Kamui caminaba despacio, casi arrastrando los pies por los pasillos de madera del castillo, aun era demasiado temprano y el ya se encontraba despierto. Casi podía decirse que se encontraba mas dormido que despierto. Aquella no era una actitud digna para alguien como él. Pero jamás había respetado las etiquetas que le marcaban. Siguió caminado, o mas bien intentándolo.

Pero fue hasta que la vio sentada en los jardines que completamente se le olvido el seguir adormilado.

Sus cabellos bajo la luz tenue del sol se veían mas claros, dejando su verdadero tono al descubierto, un azul tan profundo y brillante, suelto en ligeros mechones. Nuevamente cortos. Justo como cuando la había conocido. Apenas y le llegaba a la punta del lóbulo de sus orejas. Una pequeña cinta a modo de diadema separaba sus cabellos cortos de su flequillo.

Se acerco despacio a ella. Como si temiese que fuera alguna alucinación suya, que desaparecería de un momento a otro. Pero aquello no sucedió. Las orbes verdes de la mujer se encontraron con las suyas. El contacto que habían tenido hasta ese momento se termino cuando Mako alejo sus ojos de él. Y aquello era una buena señal, podía acercarse a ella.

Lentamente elimino la distancia que les separaba, terminando sentado a su lado. Mirando hacia ningún punto en especifico tal y como ella lo hacia. Simplemente acompañándose. Simplemente ahí juntos. Un leve suspiro fue soltado pro la youkai antes de que cerrara los ojos cansada. Kamui le observo en silencio, mirándola con cuidado.

Las finas mejillas de Mako se notaban húmedas, seguramente y hasta hacia poco había estado llorando y claramente podía ver que ni siquiera había dormido. Unas tenues líneas oscuras se dibujaban bajo sus ojos. Inútilmente disimuladas tras una fina capa de polvo de maquillaje.

.-No dormiste nada anoche ¿Verdad?.- el youkai de cabellera de fuego se arrepintió de haber dicho aquello cuando las furiosas orbes de Mako se fijaron sobre él.

.-¿Y que si no lo hice?.-soltó a la defensiva la mujer.

.-Entiendo.- Kamui no quería incomodarla. Pero...

.-Te estuve esperando, siempre lo hice.-Mako susurro aquello despacio, sin mirarlo.- Y cuando decidí no seguir haciéndolo, era demasiado tarde para entrar en su corazón, alguien mas lo había hecho.- Los ojos de Kamui la observaron, encontrándose una vez mas con aquella verde mirada.

.-Y aunque lo niegue, quería que eso pasara.-Makoto desvió su mirada soltando otro suspiro. –Después de todo yo no podría amar a Sesshoumaru como se lo merece.- Mako guardo silencio. Levantando su vista contemplando el cielo. Se quedo así por algún tiempo. Demasiado, según Kamui.

.-Entonces...- Kamui dejo a medias la frase, esperando que Mako la continuara.

.-¿Por qué siempre tienes que saberlo todo?.- No estaba molesta, la pequeña mueca de enfado que llevaba en su rostro era mas cómica que colérica. Solo faltaba que inflara las mejillas y jugara con ellas como en antaño lo hacia, hacia tanto que no hacia esas clases de mohines .-No puedes conformarte solo con un poco.- Termino haciendo aquello y de paso moviendo sus manos de arriba a bajo, como una niña.

.-Tratándose de ti no... siempre has estado llena de sorpresas.- siseo divertido Kamui, soltando una risilla.

.-Solo por esta vez...- Mako lo miro disgustada, le saco la lengua antes de girar el rostro de mejillas infladas y cruzando sus brazos sobre sus pechos.-No lo negare.-

.-Solíamos tener este tipo de riñas antes lo recuerdas.-Susurro quedo el pelirrojo sumido en aquellos viejos recuerdos.-Volver a recobrar aquellos tiempos... ¿Se podrá Makoto?.- dirigió una vez mas su mirada hacia la mujer, que le veía, con unos ojos llenos de añoro y débiles lagrimas.

.-Tal vez si Kamui.-murmuro Makoto cerrando los ojos dejando que aquellas lagrimas una vez mas humedecieran sus mejillas .-Tal vez.-

Kamui sabia que esas palabras eran ciertas. Porque después de tanto tiempo, nuevamente le dejaba acercase a ella. E incluso había podio tomar su mano entre las suyas. Sin temor a que la separara inmediatamente de haberla tocado. Tal vez y si. Nuevamente ambos tuvieran una oportunidad.

Y esta vez si haría todo por no volver a perderla.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
​

Kirara maulló levemente llamando la atención de la exterminadora, que detuvo sus pasos unos momentos para bajar hasta ella, sujetándola entre sus brazos. Hacia algunos minutos había estado hablando con Sesshoumaru. Y justamente le había hablado de aquella mujer. Mas bien de aquella youkai de nombre Lena.

Ahora sabia el porque en aquella ocasión Sesshoumaru la había llamado...

Esa youkai había sido todo para Sesshoumaru, pero nunca la había podido amar, ella nunca lo permitió...

Paso sus dedos por la cabeza de Kirara, regalándole una suave caricia, escuchándola ronronear suavemente. No había entendido nada de aquello, pero cuando se disponía a preguntarle al youkai, Lin había llegado interrumpiéndoles. Su platica se postergaría. Tal vez por algunas horas mas. Al menos hasta que volviesen a estar solos.

Volvió a retomar el paso, adentrándose en los bien iluminados corredores, dirigiéndose hacia la habitación donde se encontraba su hermano.

Kohaku la miro entrar, despacio y casi pidiendo permiso para hacerlo, no dijo nada, simplemente desvió su mirada, hacia las finas puertas de papel, abiertas de par en par, permitiéndole ver el bello jardín, cercano a las habitaciones del castillo. La fresca brisa llegaba hasta sus mejillas golpeándolas suavemente e incluso sus cabellos se movían levemente con la misma, bailando acompañándola hasta quedar una vez mas en su lugar. Su flequillo cubriendo las pecas en su nariz pequeña.

Sabia que venia a ver como se encontraba, también para conversar algún tiempo con él. Intentando acercarse, intentando comprenderle. Pero el nunca lo permitía. Había tanta culpa dentro de él. Tanta que dudaba volver a ver a su hermana a la cara como antes. Por ello siempre le rehuía cuando le miraba. Era un exterminador. Tan bueno como ella. Fuerte y valiente. Alguien que pocas veces temía por algo.

Pero ahora lo hacia. Le daba mas miedo enfrentar algún reproche que Sango pudiera hacerle. Temía a su pasado, a lo que había hecho. En ocasiones era mas doloroso enfrentarse con las personas. Que con los demonios.

Soltó un suspiro. Demasiado fuerte y triste.

Aquel abrazo era demasiado. Pero también lo había necesitado. Desde hacia ya tanto tiempo. Se aferró con fuerza a la cintura de Sango. No pudiendo evitar que las lagrimas brotaran. Un llanto amargo, triste, doloroso. Pero que le tranquilizaba y reconfortaba, tal y como las manos de su hermana que acariciaban suavemente su cabello y espalda. Deseando olvidarlo todo. Dejarlo todo en blanco y rescribir la historia de nuevo.

.-Tranquilo... ya paso Kohaku.-Asintió a las palabras de Sango. Esas palabras tenían cariño y una promesa de olvidarlo todo por tan doloroso que resultara.

Habían prometido en silencio dejar atrás los recuerdos dolorosos... las limitaciones de los mismos...

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​

El leve resplandor púrpura, que de un momento a otro brillo con fuerza entre sus dedos, por un segundo le deslumbro, volvió a levantarlo entre sus uñas hasta la altura de sus ojos dorados. Ya habían pasado algunos días y el dueño de aquel fragmento no había dado señas de estar interesado en él. O al menos eso le parecía.

Volvió a dejar entre sus ropas aquel trozo de joya. Lo mejor seria que pronto se deshiciera de él. Y la una alternativa que tenia era buscar a la sacerdotisa que viajaba con su medio hermano. Después de todo ellos buscaban completar aquella joya. Cerro los ojos un momento. Tal vez también Sango quisiera volver con ellos.

Gruño levemente ante tal idea. Sango no se iría con ellos. Aunque no podía negar que había esa pequeña posibilidad. El mismo le había dicho que era capaz de hacer cualquier cosa por su hermano. Enredarlo a él para que diera con el paradero de Kohaku, era una de ellas. Y ahora que ya tenia al niño vivo a su lado, tal vez ahora quisiera seguir a su lado solo para apoderarse del fragmento que el conservaba.

Después de todo Naraku lo necesitaría y ella estaría dispuesta a entregárselo después de matarlo claro esta.

Los humanos son criaturas engañosas Sesshoumaru, en cualquier momento te traicionan...

Gruño otra vez, llevándose una de sus manos a la cabeza. Odiaba ese leve malestar que le producía al recordar aquellas palabras. Todas y cada una de las frases que alguna vez le había dicho resultaban ciertas tarde o temprano. Negó fuertemente con la cabeza. Quería creer que Sango, la que había estado a su lado todos esos días, no seria como los demás humanos. No podía ser igual. No podía.

No ella...

Gruño nuevamente, pero esta se debió al aroma que su nariz había percibido y no solo eso. La fuerte energía demoníaca que se filtraba a su castillo le alertaron. Se levanto con suavidad de donde se encontraba sentado. Las rápidas pisadas de Kamui acercándose no le incomodaron, sabia a lo que venia incluso antes de que este se lo dijera. No era necesario de todas formas, lo había sentido.

Había sido demasiado precipitado el decir que el dueño del fragmento no se preocupaba por el mismo.

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​

Los largos pasillos eran recorridos en silencio y con rapidez por ambos. Sesshoumaru al frente, siendo seguido por Kamui, quien había sacado sus espadas gemelas, dispuesto a matar a quien se lo mereciera. Había demasiados demonios rondando el castillo, nada bueno, de un momento a otro tratarían de atacarlos, para algunos matar o devorar a los ocupantes del mismo.

Todos habían sido enviados a un refugio especial, hecho especialmente para ocasiones como aquellas. No siempre sucedían invasiones de ese tipo. Pero al ser Sesshoumaru el dueño y señor de aquellas tierras, las mejores de todas las regiones. Ataques como estos eran de esperarse, aunque extrañamente solo sucedían cuando Sesshoumaru se encontraba en el castillo. Tal vez, las tierras no eran lo que la mayoría de los demonios querían. Sino el cuerpo muerto de un enemigo poderoso como Sesshoumaru.

Kamui lo sabia. Por ello, siempre estaba ahí, cerca del youkai. Incluso cuando este salía a sus viajes, recorriendo las tierras del Japón. Siguiéndole en secreto, alejado y oculto. Para que no le percibiera. Era su deber y misión, el protegerle, como Sesshoumaru alguna vez defendió a su familia, demasiados siglos atrás. Era un intercambio de favores, aunque el youkai de cabellera celeste se negara a aceptarlo.

Kamui alejo su mirada de la espalda del youkai que seguía. Para encontrarse con la delicada figura de Makoto, esperándoles casi a ala entrada del castillo. Su ceño se frunció molesto, estaba seguro de haberla dejado en el refugio con los otros. Apresuro el paso para volver a decirle que volviera, deteniéndose extrañado de la extraña mueca de preocupación que llevaba en su rostro.

.-¿Qué pasa Mako?.-La youkai termino sujetándole de las ropas con fuerza, las manos le temblaban, estaba mas que asustada.

.-La exterminadora, salió, el pequeño la siguió y a él, Lin... Los tres están afuera, no pude detenerlos.- Makoto cerro los ojos temiendo las represalias de Sesshoumaru. Kamui dirigió su mirada a donde este debía de estar, pero no lo encontró ahí.

Había salido del castillo, mucho antes de que ellos empezaran a hablar.

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Sango miro tras su espalda con preocupación. Kohaku cubría a Lin tras de él. Pero no era suficiente, no llevaba ni si traje de exterminador ni sus armas. Kirara podría cubrirles, pero no totalmente. Ella por su parte no se preocupaba. Estaba lista para enfrentar al demonio que frente a ella, sonreía despectivamente al verla. Pero estaba preocupada, tendría que cuidar de los niños que habían salido del refugio seguro siguiéndola.

Había demasiados monstruos rodeándoles. Exagerada cantidad tan solo para ellos. Pero comparándolos a los que Naraku solía mandarles cuando Inuyasha estaba presente, el numero era exageradamente escaso. Una de las largas piernas de Sango se enterró en la tierra, arrastrándose hacia atrás, acercándose a los niños. Kirara también lo hizo, podrían dañarlas a ellas pero no les tocarían.

Un leve movimiento de cabeza por parte de Naraku y los monstruos atacaron.

La gata de fuego y Sango se tensaron, no esperando el ataque de los monstruos, sino al sentir el cambio en el ambiente, las ráfagas de aire y energía pasando peligrosamente cerca de ellas. Mutilando a los monstruos. Haciendo que cayeran en trozos sobre la tierra tiñéndola de carmesí.

No era necesario que Sango volteara para ver al youkai, ahora se encontraba delate de ella. Sosteniendo a Toukijin en su mano derecha. Regresándole la misma mirada encolerizada al demonio frente a ellos. Los ojos de Naraku se desviaron entonces a los otros dos que detrás del principal grupo se habían colocado. Un youkai de rojiza cabellera sosteniendo unas curiosas espadas entre sus manos y otra de verde mirada que simplemente mantenía separadas sus manos palmas abajo sobre la tierra. Otra leve orden y mas monstruos atacaron.

.-Mako.-

La youkai asintió a las palabras de Kamui, una débil energía escapo de sus manos enterrándose en la tierra, de la cual hizo brotar, largos y amenazantes hileras de broza con espinas. No para los demonios, sino para proteger a la exterminadora y a los niños de los demonios. Mismos que fueron eliminados con las cortantes cuchillas de las hojas de aquellas espadas. Escindiendo el aire, haciendo un ruido molesto para demonios como aquellos, que aturdidos se dejaban rebanar.

Sesshoumaru dejo todo en manos de aquellos dos, encarándose frente a frente con el demonio. Su mirada fría y calculadora, contrastaba con la de desconcierto y asombro del otro. Una sonrisa mordaz se dibujo en los labios del youkai. Era solo una maldita marioneta. Naraku no había dado la cara esta vez.

.-Intercambio.-siseo fríamente el youkai, buscando con una de sus manos algo entre sus ropas.-Esto, por el chiquillo.-

Los rojizos ojos de aquella marioneta brillaron complacidos, el brillo púrpura de aquel pedazo era lo que buscaba.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
​

Continuara...

chaito ;D

 

Re: Mirage

Bien me alegra que le hayas continuado aunque comparada con otras contis esta estuvo un poco corta no te parece????

Bueno eso no importa me ha encantado de verdad ya quiero saber que va a pasar

Curiosidad: Tendras que esperar Jajajajaja!!!!

Conciencia: A si es Jajajajaja!!!!!

Yo: T.T no por favor que me muero!!!!!!

Chaooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Re: Mirage

hola!!!!!!!!
enserio esta mas cortito
~/lo checa/~
es cierto ToT
pos ni modo =D
aki sta la conti!!!!!!:

Capitulo 20. Barairo
​

Sin decir adiós te marchaste ayer...

Miles de lagrimas abandonaron tus ojos...

Y te encontrabas demasiado lejos...

Tanto que jamás podrías volver...

Solo estabas ahí contemplando la silenciosa luna...

Sango corría, sus piernas se movían frenéticamente, sin pensar, sin sentir, sin mirar, sus manos se encontraban ocupadas, el instinto la guiaba, siguiéndolo, sintiéndolo, dejándose absorber por él. Era lo único que podía hacer ahora, dejar que sus reflejos de exterminadora actuaran por si solos, destruyendo, asesinando y mutilando.

El hiraikotsu, la espada, sus bombas de veneno, utilizándose con maestría, con preescisión y gracia.

Cuanto desdichado demonio se encontrara en el camino. Para aliviar su frustración, para aliviar la rabia e impotencia que le consumía. Naraku se había largado llevándose consigo el fragmento de la perla Shikon. Y el se lo había entregado, Sesshoumaru sin dudarlo lo había hecho.

Sesshoumaru no era por así decirlo de ningún bando, ni del bando bueno o el bando malo. Ella lo sabia, no solo existía el orden bueno y el malo. Pero ¿Porque? Si sabia lo que pasaría al darle aquel fragmento a Naraku ¿porqué Sesshoumaru lo había hecho? Que le costaba negarse y levantarse en contra de aquel hanyou.

Tomar venganza, de todas las veces que le utilizo, de las que lo traiciono, de aquella cuando secuestro a su pequeña Lin.

¿Qué le costaba?

Y si el no había querido hacer nada, entonces por que no permitírselo a ella.

Hay cosas mas importantes que la venganza...

Detuvo su frenética carrera de golpe. Aquellas palabras alguna vez las había dicho su padre. Sabia que era verdad. La venganza no generaba mas que dolor y tristezas, se perdía mas de lo que se ganaba y pocas de las veces se podía vivir tranquilo y en paz después de realizarla.

Pero... aun así...

Miles de imágenes se congregaron en su mente, dolorosos recuerdos que durante noches enteras le lastimaron, convirtiéndose en pesadillas, despertándola, haciéndola gritar y llorar. Dejándole en el corazón frialdad, vacío y desolación. Todo creado por él. Ese demonio de rojiza mirada.

Todo por Naraku...

No... jamás dejaría de buscar esa venganza...

¿Como podría dejar pasar en alto todas las crueldades que Naraku había cometido?...

Giro un poco el rostro, pasando con rapidez la mirada a los alrededores, vendo mas de aquellos demonios pero también, un par de ojos profundamente azules. Le parecieron familiares, demasiado, como el leve trinar de aquellos anillos dorados.

o-o-o-o-o-o-o-o
​

Makoto avanzaba con facilidad por los verdes prados a los alrededores del castillo, casi nunca peleaba en batallas como aquella, pero en esta ocasión, Sesshoumaru se lo había permitido y demostraba que esa confianza era recompensada. Las hileras de ramas de espinas brotaban del suelo, creando una barrera sobre el refugio donde los demás se encontraban a salvo.

Kamui se encontraba cerca, destruyendo con sus espadas a algunos de los monstruos que siguiendo las instrucciones de Naraku, se habían quedado para destruir el castillo y a los habitantes del mismo. Los ojos azules del youkai de rojiza cabellera se encontraron con los de ella, quien no pudo evitar regalarle una gentil sonrisa. Para que negarlo, siempre había soñado pelear al lado suyo.

Aunque no fuese tan fuerte, aunque tuviese que dar toda su energía para convocar aquellas brozas.

.-Kamui.- grito alertándolo cuando un monstruo gusano salió de la tierra, tomándolo desprevenido, estaba en el aire y por mas veloz que fuera, no conseguiría esquivarlo sin resultar lastimado.

Pero Mako no tuvo que preocuparse por ello. Hileras de espino lo interceptaron, confinándolo entre las mismas, solo hasta que con una leve orden de la youkai, se cerraran con fuerza sobre el cuerpo del monstruo, haciéndole estallar por la presión de su agarre. Kamui quedo sobre una de aquellas ramas, contemplando como trazos de carne y sangre negra resbalaban de las mismas hacia el suelo. Desvió su mirada de la podredumbre dirigiéndola hacia Mako.

Una pequeña seña victoriosa, que le decía el buen trabajo que había hecho y su sonrisa. Solo lograron sonrojar a la joven.

Y por ahora habían terminado.

Aquella parte del castillo estaba despejada y segura. No había monstruos ya que resultaran ser una amenaza y los demás que quedaban en esos momentos debían de estar siendo eliminados por Sesshoumaru o la pareja de exterminadores. Mako frunció el cejo molesta, dejando de utilizar su energía, haciendo que la barrera que había creado despacio se desvaneciera.

No le gusto para nada la mirada de reproche que esta le había regalado al youkai, poco después de que le liberara del pequeño encierro al que Makoto le había sometido a ella y a los otros tres, protegiéndolos del inminente ataque de Naraku. Sesshoumaru no había dicho mas que, algunas ordenes, ellos dos protegerían el refugio, el perseguiría a los demás demonios que rondaban por el mismo y la exterminadora haría lo que quisiera.

Sango no había asentido o negado nada, simplemente había tomado su arma, comenzando a correr en dirección contraria a la que Sesshoumaru estaba, lanzando su boomerang, partiendo a la mitad a los demonios que a sus paso se topaba.

El pequeño exterminador le había seguido poco después, no sin antes pedirle a Lin que no lo siguiera. Rogándole que volviera al refugio, que se protegiera. La gata de dos colas lo había subido a su lomo, evitándole el caminar para alcanzar a su hermana. Y Sesshoumaru en dirección contraria de los exterminadores, había desaparecido.

Los cálidos dedos de Kamui acariciado su mejilla, la distrajeron un poco de sus pensamientos, sintiendo lo reconfortante y suave que eran aquellos dedos sobre su piel.

.-Vayamos y busquemos a los demás.- pido suavemente Kamui, aun acariciando a la youkai de azulada cabellera, que asintió a sus palabras sonriendo delicadamente.

o-o-o-o-o-o-o-o
​

Cuando desvió la vista de aquellos ojos color índigo, se encontró rodeada de aquellos demonios. Despacio y sin hacerse notar demasiado, deslizo sus dedos sobre la blanca y rasposa superficie del hiraikotsu, el leve gruñido de uno de los monstruos la hizo actuar con rapidez, enterrando el pico del boomerang demasiado adentro del suelo.

.-Kazzana.-lo escucho gritar y no pudo mas que aferrarse con toda la fuerza de sus brazos al hiraikotsu cerrando los ojos. Las violentas ráfagas del viento le golpearon el cuerpo, al igual que algunas de las pequeñas piedras que levantaba el agujero negro.

Pero tan rápido como comenzó, también termino. Se levanto con rapidez, volviendo a sujetar al hiraikotsu de la cintilla que lo sujetaba, manteniéndolo preparado. Vio como el monje se acercaba a ella. Quedando ambos espalda contra espalda, protegiéndose de los demonios que llegaban para suplir a los caídos.

.-No esperaba verte por aquí.-murmuro la exterminadora, desviando un segundo su mirada de los monstruos que otra vez y ahora ambos los rodeaban.

.-Ni yo.-Contesto el otro haciendo lo propio.

Por primera vez los ojos castaños y azules se encontraron, después de mucho tiempo. Los monstruos atacaron, rompiendo el leve contacto de aquellas miradas.

.-¿Qué es lo que haces aquí?.-No había forma de que algunas preguntas o palabras interrumpieran la labor que sus manos realizaban. El hiraikotsu salía disparado una y otra vez.

.-Busco a la mujer que decidí a acompañar.- respondió el monje, utilizando su báculo en ocasiones o bien los sagrados pergaminos que entre sus ropas llevaba.

.-Tan considerado como siempre Miroku.- Sango soltó aquellas palabras con burla, mientras desenvainaba la larga katana que en su cintura portaba. Cortando el aire, la piel e incluso hasta los huesos de los demonios.

.-Negocios, Sango, solo negocios.- Miroku siseo aquello entre risas, abriendo una vez mas el agujero de su mano, absorbiendo los monstruos que aun quedaban.

Solo después de aquello, ambos pudieron descansar un momento, antes de volverse a mirar. El monje abrió ligeramente los labios. Pero un grito a lo lejos llamo la atención de ambos. El grito de terror de una mujer.

.-Tal vez sea ella... bien entonces iré para...-Miroku detuvo sus palabras al ver que nadie le escuchaba, la exterminadora se había ido corriendo otra vez, hacia donde aquel sonido se había escuchado. Negó suavemente con al cabeza mientras sonreía. Esa mujer siempre había sido tan impulsiva.

o-o-o-o-o-o-o-o
​

Solo podía pensar en una cosa, aquellos monstruos eran tan asquerosos como peligrosamente mortales. Cuerpos deformes, con peligrosos tentáculos o bien filosas puntas en varias partes de su organismo. Algunos destilando un pestilente aroma y otros mas arrojando de su cuerpo sustancias verdosas que como ácido deshacían cualquier cosa que tocaran.

Peligrosamente mortales...

Para humanos o youkais débiles. Jamás para alguien como ella.

Abrió con lentitud una de las palmas de sus manos. De donde una cálida y rosada luz broto de sus delgados dedos, concentrándose hasta condensarse en una pequeña esfera roja. Aquellos demonios gruñeron amenazándola. Mostrando las hileras de dientes que componían sus fauces. Ella también sonrió. Mas la sonrisa que en principio se mostró dulce, cambio a una siniestra y perversa. Al igual que aquella esfera de luz, combinando sus matices hasta volverse oscura. Descomponiéndose en pequeños trozos, que parecían pétalos.

Pétalos que se transformaron en filosas dagas. Pero que se desintegraron con rapidez, ya que no hubo necesidad de ser utilizadas...

Quedo sentada sobre el suelo, cubriéndose con las manos su cabeza. Tratando de soportar el molesto sonido de aquella arma, que liberada en el aire mutilaba de un solo golpe a aquellos demonios que a ella y al monje habían perseguido e incluso, apartado. Varios trozos de carne y sangre cayeron cerca de ella. Mas no tuvo por que preocuparse, sus ropajes o cabellos seguían perfectamente blancos e inmaculados.

Solo hasta que el sonido de aquella arma a su alrededor se detuvo, abrió sus ojos. Encontrándose con la figura de una mujer. Sus pupilas rosadas brillaron levemente reconociéndola de inmediato. Una sonrisa despectiva se dibujo en sus labios, levantándose con suavidad mientras componía su largo cabello albino. Alisándolo con la punta de sus dedos. La rojiza piedra golpeo la blanca piel desnuda de su pecho, haciendo que su mirada se dirigiera a la misma. No brillaba. Pero...

Pronto lo volvería a hacer.

Sus ojos rosas se fijaron entonces en el arma que la mujer de cabellera castaña portaba. Un largo, pesado y voluminoso boomerang. Sabia que era exterminadora. Sabia de que aldea provenía. Pero aquella arma. Le recordaba un pasado. Un lejano pasado.

Uno que creía ya olvidado...

Dejo de ver a la mujer, paseando sus ojos en los alrededores. El monje debía de estar cerca. Buscándola seguramente. La pregunta era ¿Dónde se encontraba? Menudo sirviente, la primera vez que en verdad le necesitaba y no estaba.

La cintilla negra de hiraikotsu fue soltada levemente del fuerte amarre del que Sango le tenia sujeta. Los monstruos se habían retirado y los que habían intentado atacarla ahora estaban ahí. Tendidos sobre la tierra muertos. O dentro de poco lo estarían por la gravedad de las heridas que en su cuerpo mostraban.

Sango giro el rostro, viendo como la mujer de cabellos blancos le daba la espalda. Como si buscara a alguien. Tal vez Miroku le había dicho la verdad en cuanto a esa mujer. Aunque le parecía extraño, una mujer de cabellera blanca. Extraño pero no imposible.

Mas tuvo que corregir... no era una mujer sino una youkai.

O al menos eso era lo que sus ojos distinguieron cuando esta se dio vuelta encarándola. Aquellos ojos, las orejas puntiagudas, sus largas garras. Y los pequeños colmillos que mostraba en esa sonrisa que le brindaba. La belleza sublime que su faz portaba.

.-Gracias.- murmuro quedamente la youkai, echando hacia delante su cuerpo, con gracia y elegancia. Demasiada para una simple reverencia. Sango pudo ver los detalles de la ropa que portaba. La seda fina del kimono blanco, los listones rojos y las pequeñas rosas en la cintilla larga y gruesa que sujetaba suavemente sus cabellos lacios.

Despacio volvió a alzarse. Manteniendo su mirada sobre la de la mujer. Una sutil y divertida risa escapo de sus labios. Antes de comenzar a caminar lentamente hacia ella. Sango la veía. En silencio, incluso manteniendo la respiración detenida. Tenia un presentimiento, fatalidad.

Los largos cabellos albinos, se agitaron levemente, haciendo que los rayos dorados del sol les atravesaran con cuidado, iluminándolos tenuemente, casi coloreándolos del exacto tono de los destellos de sol. Las blancas ropas de la youkai, arrastraron descuidadas sobre el suelo, ensuciándose de tierra y hojas secas. Pero no avanzo mas de dos o tres pasos antes de detenerse y mirar con el rabillo del ojo a la exterminadora.

.-Así que tu eres quien ahora esta con Sesshoumaru...-

Los rosados ojos de la mujer albina se alejaron de ella, Sango abrió la boca para articular una frase, girándose para hablarle, pero se contuvo al ver el rostro nostálgico de un recién llegado Sesshoumaru que atónito observaba a la mujer que había llegado.

Kohaku, llego corriendo hasta su hermana, deteniéndose de golpe intentando captar un poco mas de aire en sus pulmones, las gotitas de sudor bajaban por su frente, cayendo de vez en cuando a sus ojos, impidiéndole mirara bien, pero aun así podía ver el seco y distante perfil de su hermana.

.-¿Hermana?.- Pregunto el joven exterminador al ver como la joven de cabellos, bajaba levemente el rostro, ocultándolo tras algunos mechones de su flequillo, noto con angustia como el semblante de Sango se ensombrecía. Dejo de verla para mirar hacia al frente donde Sesshoumaru, examinaba con cuidado a la joven youkai que frente a él de rodillas se postraba.

Las delicadas y exquisitas telas que conformaban aquel sencillo y elegante traje blanco, se expandieron por el verdoso pasto, sus cabellos largos y lacios se acomodaron sobre las mismas, contrastando los diversos tonos y matices níveos, una sumisa reverencia fue regalada al Lord que imponente le miraba, mas la mirada de hielo en sus orbes doradas, se derritió, mostrando calidez y añoro.

.-Ya ha pasado mucho tiempo- Susurro quedamente la joven de albinos cabellos, levantando despacio sus rosados ojos, sus labios dibujaron una sutil sonrisa al notar el rápido reconocimiento del youkai de cabellos celestes.-Mas de cincuenta años.-

.-Lena.-Aquella palabra murmurada a penas por los labios de Sesshoumaru, hizo que la exterminadora levantara la vista, mirando con enfado al youkai, los chocolatosos ojos del pequeño exterminador observaron confundido a su hermana, que a duras penas controlaba el impulso de arrojar el hiraikotsu con el cual había salvado a la mujer albina.

Ambos vieron como Sesshoumaru le tendía una mano a Lena ayudándole a levantarse y postrarse a su lado. Unas simples palabras de agradecimiento, secas y rutinarias, fueron expresadas por aquellos labios delgados que en contadas ocasiones soltaban alguna oración completa y no los monosílabos que siempre utilizaba.

Y fueron suficientes para ambos como exterminadores a modo de paga. Pero, desconsideradas para la joven dueña de la gata de fuego que simplemente cerro los ojos frunciendo el entrecejo dolida, solo después de que Sesshoumaru y Lena se alejaran murmurando y riendo felices lejos de ella.

.-Hermana.- Kohaku le llamo con entendimiento. Después de todo aunque aun fuese demasiado pequeño para esas cosas, levemente comprendía lo que sucedía en el corazón de su hermana.

Miroku estaba cerca, viendo lo que había ocurrido, pero no hizo nada por acercarse a ambos exterminadores. Al contrario solo siguió en silencio a la pareja de youkais que se alejaba. Después de todo solo había cumplido con un trabajo y ahora. Sin importar de quien se tratara. Quería su paga.

o-o-o-o-o-o-o-o
​

Los verdes ojos de Makoto la observaron entristecidos, las blancas piernas de Lena eran mostradas por ella misma, dejando libres a sus ropas de mojarse en la fresca corriente del río a la que se había metido, invitando con sus risas y jugueteos a un youkai de larga cabellera celeste que solicito le seguía.

Las risas alegres que ambos soltaban le parecían tan vacías y falsas, mas cuando sabia que una de ellas, mas que por gusto estaba siendo forzadas a salir de los labios. Miro con reproche a su hermana, que juguetonamente se había dejado caer contra los brazos de Sesshoumaru, en una falsa caída en las aguas, solo para lograr que este le sujetara con apuro y la tuviera cerca de sus brazos que jamás la tendrían para él.

Lena volvió a reír, acercando su rostro peligrosamente al del youkai, retirándolo de golpe al ver como la exterminadora que les veía a regañadientes, volteaba la cara molesta. Aunque río un poco mas cuando sus ojos rosas chocaron con la esmeralda mirada de Mako quien solo negó con la cabeza. Unas silabas melodiosas escaparon de sus labios antes de sujetar a Sesshoumaru de su brazo izquierdo y llevarlo camino arriba hacia los verdes prados.

.-No tienes por que seguirles.- Soltó de improviso Kamui quien no muy lejos de Mako se encontraba sentado como ella contra el tronco de uno de los árboles. Mako giro los ojos viendo como la exterminadora se había levantado de donde estaba, dándoles la espalda en dirección a donde Sesshoumaru y Lena habían partido.

.-Es parte de mis obligaciones.- dijo cortante Sango comenzando a renovar su marcha.

.-La principal es cuidar a Lin.- contraatacó Kamui tranquilizando a la youkai que tenia a su lado quien hacia el intento de levantarse también.

.-Esta con Kohaku... él sabe lo que tiene que hacer.-

.-¿Y tu lo sabes Sango?.- pregunto desafiante el joven de cabellos rojizos, mirando de la misma forma intensa a la exterminadora que de reojo le observaba. Escucho como Sango simplemente bufaba molesta antes de cambiar de rumbo, regresando al castillo donde la pequeña niña y su hermano esperaban.

.-Esto no esta bien Makoto, ¿A que mierda ha venido tu hermana ahora?.- exploto el joven de azulada mirada segundos después de que Sango desapareció de su vista. Makoto negó levemente con la cabeza mientras se levantaba y miraba en dirección donde seguramente se encontrarían los dos youkais.

.-Ni siquiera yo tengo la mínima idea del porque ha venido...- Los ojos verdes de la mujer se entrecerraron con temor.-Pero seguramente no ha venido a nada bueno.-

.-Lo se, debería de dejar de seguir jugando con las personas como siempre lo hace.- Mako asintió a las palabras de Kamui, dando varios pasos hacia el frente deteniéndose cuando pudo observar con facilidad a la pareja que sobre el pasto rodeado de bellas flores descansaban.

Makoto sabia que Lena solo quería lastimarlos, necesitaba decírselo cuanto antes a Sesshoumaru, pero, simplemente se quedo callada.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
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Continuara...

bueno
chaito ;D

 

Re: Mirage

Holasss!!!

Que Cuentan???

Esta Genial La Continuacion!!!!!

Pero Para Que Fregados Fue Lena Al Castillo???

Que Va A Pasar???? Pobre Sango!!!!

Pon La Continuacion Pronto!!!!esta Genial!!!!!

Bueno Bye

Atte

Akanna-air

P.d. Me Cae Mal Lena!!!^^

 

Re: Mirage

hola!!!!!
ya somos 3 (o talves mas)
mas k a Mako aparte de k ya me esta cayendo bien n.n
bueno
aki esta conti!!!

Capitulo 21.- Shinku ​

Con el pendiente rojo...

Capturare tu alma...

Te detesto...

Por haberme despertado...
Los blancos cabellos de la mujer se movieron suavemente como si bailaran de forma caprichosa al lado de aquella sutil y cálida brisa que le golpeaba. Las puertas que daban a los jardines se encontraban abiertas, dejando entrar la fresca brisa nocturna primaveral, aunque la misma era escasa. Pronto aquella época del año terminaría.

Escucho leves pasos entrando en lo que era su habitación. Tan conocidos para ella. Sonrió de forma dulce al saberse observada por aquellas pupilas doradas. Girándose poco a poco hasta quedar frente a aquel youkai que en silencio le observaba. Aunque su rostro no mostró emoción alguna, muy al contrario de sus ojos.

.-Vaya.-Lena desvió la mirada posándola sobre las elegantes pinturas que adornaban las paredes de aquella habitación.-Si alguien mas mirara tus ojos, pensaría “Lo ultimo que él deseaba era volver a verla”.-

Sesshoumaru no dijo nada, simplemente bajo la vista. Lena tenia razón, pero que podía hacer él. Mas volvió a abrirlos cuando escucho como la youkai se acercaba hasta él. Miro su sonrisa despreocupada y como jugueteaba con algunos de los mechones lacios que se encontraban en su rostro.

.-Quiero agradecerte por permitirle a mi sirviente quedarse aquí.-Lena sonrió mas que complacida al descubrir el intenso rencor que reflejaron los dorados ojos del youkai.-Mañana mismo se marchara, aunque, me gustaría que siguiera aquí.-

.-Haz lo que quieras.- siseo Sesshoumaru con rabia contenida, girándose y caminado hacia la puerta, abriéndola de golpe y marchándose de ahí.

Lena rió quedamente, sabia que Sesshoumaru estaba celoso, tal vez no por ella, pero al menos era lo que había deseado en principio. Miroku después de todo no seria un sirviente inútil, tal y como lo eran la mayoría de aquellos quienes le servían.

Tal vez debería de sentir algo de temor...

Que tal si Sesshoumaru se enfadaba por hacerle rabiar de aquella manera.

Bajo su vista hacia la joya que colgaba de su pecho, sujetándola entre sus manos. La brillante gema seguía sin resplandecer, rota, pero seguía ahí, junto a ella. Sus rozados ojos la miraron divertida. Mañana mismo la piedra y sus planes empezarían a cambiar.

Y mientras ella tuviese ese pendiente.

Sesshoumaru seguiría ahí.

Con sumisión y entrega. Solo hacia ella

o-o-o-o-o-o-o-o-o​

Makoto la miro aproximarse, realmente lo que menos quería era estar cerca de ella, pero en esa ocasión por mas que lo quisiera no podría negarse a tratarla con amabilidad. Mas no hablo ella primero, después de todo Lena era quien la buscaba a ella y no al revés.

.-Y aun sigues con Sesshoumaru?.- Lena quien le seguía de cerca se giro levemente para verla. Mas los ojos de Mako no le miraron, estaban ocultos tras sus párpados exquisitamente coloreados de rojo.

Caminaron en silencio por los alrededores del castillo, hacia calor y fuerte sol, pero eso a ambas parecía no importarles en lo absoluto. Makoto sin quererlo recordó tiempos pasados, cuando eran solo unas pequeñas niñas y juntas tomadas de las manos en el bosque jugaban. Cuando estaban unidas. Cuando aun podía decirse se querían como hermanas. Makoto suspiro suavemente antes de responder a la pegunta hecha con anterioridad por su hermana.

.-Ya no somos nada.-

.-Siempre tan insulsa Makoto.-Lena se acerco hasta ella acorralándola contra la gruesa columna de granito que conformaba una de las vallas que rodeaban el castillo. La youkai de cabellos negros no pudo mas que echarse contra el muro, aquella mirada en su hermana aun le aterraba.

.-Te lo dejo como regalo de consolación y que pasa... hasta a él pierdes.- las garras de los dedos de la youkai acariciaban con suavidad la mejilla de Makoto, trazando una que otra línea sobre la rosada piel. Un leve temblor recorrió a Mako, mismo que solo divertía a Lena.

.-Quiero que me digas algo hermanita.- los ojos rosados de Lena se entrecerraron maliciosamente y sus labios le regalaron a la menor una sonrisa sarcástica y burlona.-¿Cuántas veces grito mi nombre al estar íntimamente contigo?.-

Cruel... si tal vez lo había sido... pero, solo un poco...

Era una sensación agradablemente deliciosa la que le recorría, cuando Makoto bajo la vista derrotada, temblaba mas, e incluso pudo oler la sal de sus lagrimas. Eso le respondía su respuesta. La cual le dejaba mas que complacida. Iba a soltar una risita triunfante, pero se contuvo al ver como los ojos verdes de su hermana le miraban, odio y dolor, pero podía apreciar en ellos también un leve brillo de valentía.

¿En que demonios estaba pensando?

.-¿Por qué mejor no le preguntas eso a su nueva compañera?.-Makoto alejo la mano que aun estaba sobre la piel de su mejilla, para después regalarle una sonrisa burlona a Lena.-Pero, ¿Para que hacerlo? Dudo mucho que Sesshoumaru se acuerde de ti cuando esta con ella.-

Los rosados ojos de Lena le miraron con rabia, se alejo de ella unos cuantos centímetros, maldiciéndola en voz baja. ¿Cómo se atrevía? Pensar si quiera que la humana era mejor que ella. Rebajarla a su nivel y luego decir que la humana era mas importante que Lena. No nunca. Y eso le haría entender a Mako en ese momento.

.-Makoto.-gruño sus nombre y la otra al ver como surgía una leve aura violácea de su cuerpo supo que algo le haría.

Demasiado doloroso y mortal. No podría defenderse. No podría hacer nada por evitarlo.

.-Sucede algo.-

Esa voz. Makoto desvió su mirada de Lena, encontrándose a Sango que caminaba despacio hacia ellas. La energía que había sentido segundos antes emanando de su hermana había desaparecido y de no ser por que había volteado, hubiese visto como las facciones en el rostro de Lena se cambiaban, hasta quedar nuevamente con una faz serena, dulce y amigable.

.-No pasa nada Sango-san.- la youkai de blancos cabellos dejo de observar a la exterminadora para ver a Makoto quien le observaba entre temerosa y confundida. Una sonrisa suave se dibujo en sus labios, antes de acercar los mismos hasta la mejilla derecha de Lena, depositando un gracioso beso sobre la misma.

.-Hablaremos luego hermanita.-

Lena se aparto de Makoto, haciendo una leve inclinación, que repitió ante Sango antes de quedarse viéndole unos segundos mas. La exterminadora miro la sonrisa que la youkai le brindaba. Perfecta. Pero había algo en ella que no le agradaba. Como si toda esa amabilidad y dulzura fuesen fingidos. Aunque cada uno de los movimientos exquisitos y finos que realizaba eran tan naturales. Demasiados distintos a los sentimientos que expresaba.

Hubo un leve brillo rojo, débil, pero lúcido, proveniente de una extraña gema que la youkai portaba sobre su pecho pálido. Contrastaba en esa piel haciéndose notar mas carmesí. Los ojos castaños de Sango observaron aquella joya, pero la misma fue ocultada por la mano de Lena cuando esta se dio cuenta de que la veía. La sonrisa en los labios de la youkai resplandecía en burla.

.-Debo volver al lado de Sesshoumaru.- soltó Lena antes de girarse. Perdiéndose la mueca de desagrado que se formo en el rostro de Sango. Aunque sabia que algo así a la mujer le pasaría.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o​

El viento que en esos momentos golpeaba su cara era demasiado cálido, seco y molesto. Sabia que dentro del recibidor principal estarían mejor, ahí las habitaciones eran frescas y bien iluminadas. Los tatamis estarían húmedos ampliando al sensación de frescura y el podría estar dando su informe con mayor claridad y sin tantas interrupciones.

Pero cuando Sesshoumaru decidía algo, no mas bien, cuando se comportaba como un chiquillo que no escuchaba razones sucedía esto. Estar afuera en los jardines del castillo, pero sin la protección de algún árbol que bondadosamente les cubriera con sus ramas del implacable sol de verano.

Aunque Kamui estaba entrenado para soportar casi cualquier clima, las calurosas tardes de aquellos días lo exasperaban. Había algunos sirvientes que solícitos les llevaban agua y toallas húmedas para refrescarse, pero para el no era suficiente. Sus cabellos rojizos incluso estaban húmedos, habían absorbido el sudor que por sus ropas oscuras se filtraba.

Sabia que Sesshoumaru le escuchaba atento, a cada una de sus palabras, pero aun así parecía mas entretenido en mirar al horizonte. Como si buscase a algo o mas a bien a alguien. Aburrido Kamui dejo de hablar, acercándose a una de las youkais que traían algo de agua fresca, pero en cuanto estuvo a punto de tomar entre sus manos el ánfora con aquel preciado liquido, Sesshoumaru ya le llamaba.

.-Ya voy.-

Miro divertido la mueca de enfado que Kamui dibujaba en sus labios antes de que este volviera a quedar a un lado de Sesshoumaru, caminado a su lado mientras hablaba despacio informándole de algo.

Miroku no sabia exactamente de que se trataba, mucho menos desde aquella distancia en la que se encontraba. Sentado esperando que Kamui terminara informar a Sesshoumaru, para esta vez, ser el quien le hablara. Solo quería que le pagaran por haber traído a la youkai. Agradecería la amabilidad de esta que le había ofrecido quedarse unos días ahí. Pero inmediatamente recibiendo el pago, se largaría. ¿Para que quedarse ahí donde nadie le quería cerca?

Parpadeo perplejo cuando de improviso un torbellino de blancos cabellos y finas seda aparecía de la nada, echándose contra los brazos del youkai que con una suave sonrisa le recibía. Kamui por acto de reflejo se había echo para atrás, llevando rápidamente una de sus manos tras su espalda palpando con las yemas de los dedos el mango de una de sus espadas gemelas.

Mas la fría mirada dorada de Sesshoumaru le detuvo de desenfundarla.

Cuando todo el movimiento de cabellos y ropas hubo cesado, pudieron ver que se trataba de una joven, de Lena que con una suave risilla se colgaba de uno de los brazos de Sesshoumaru divertida. Kamui aparto la vista brindándole una muda inclinación que Lena respondió solo ladeando la cabeza, despidiendo con eso de su lado, al joven youkai de cabellera rojiza.

Silencioso, rápido y elegante, así fue como desapareció Kamui. Después terminaría de presentar su informe. Miroku entonces volvió a posar su mirada azul en la pareja de youkais que quedaba sola, no solo Kamui se retiraba sino todos los sirvientes también. Se fijo en la mueca disgustada pero divertida que la youkai presentaba en su rostro.

.-Que malo eres Sesshoumaru, dejarme sola toda la mañana.-

El monje, vio como una de las manos del youkai le acariciaba con suavidad los largos cabellos sueltos regalándole una débil sonrisa. Ella hizo algo parecido, ante solo alejo algunos de los mechones cortos de la frente de Sesshoumaru. Antes de ponerse en puntitas regalándole un beso al youkai demasiado cerca de la comisura de los labios.

Sesshoumaru lo permitía, e incluso podía ver que hasta disfrutaba de aquello. Miroku parpadeo perplejo.

¿Qué demonios pasaba?

Unos minutos y ellos se alejaban en silencio. Miroku sonrió comprendiéndolo todo. Despacio se levanto de donde estaba sacudiendo de sus ropas polvo y hojas que había en el suelo.

“Que irónico” pensó el joven monje regresando al castillo. Ahora tenia un plan diferente en mente y no desaprovecharía el mismo, ni la oportunidad de permanecer en ese castillo.

No solo se llevaría dinero del mismo, sino que recuperaría lo que ese youkai por algún tiempo le había quitado.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o​

.-¿Por que?... ¿Como pudo cambiar tanto?- Sango giro el rostro hacia donde se encontraba Makoto. Hacia algunos minutos tenia la vista perdida en el cielo, pero ahora se encontraba sobre el suelo de rodillas apretando con sus manos el verde pasto mientras sollozaba.

Se acerco a ella con cautela. Después de todo aun ni siquiera podían llamarse amigas. Termino arrodillándose a su lado. Viendo como las gruesas lagrimas de la youkai bajaban de sus mejillas, para luego caer de ellas, terminado en el césped. Sintió pena por ella y tratando de consolarla le dio unas cuantas palmaditas en la espalda. No sabia exactamente de que habían hablado ambas, pero, al parecer había lastimado a Makoto con sus palabras.

.-Makoto... yo.- La youkai levanto la vista encontrándose con la apenada mirada de la exterminadora. Sonrió levemente negando con la cabeza, limpiándose con una de las mangas de su kimono las lagrimas que de sus ojos aun brotaban.

.-¿Viste la joya?.-pregunto Mako echándose para atrás quedándose sentada mirando a la mujer que extrañada le veía.

.-La de su collar.-Sango asintió levemente, Mako solo suspiro entrecerrando su mirada.-Ahí es donde se encuentra el corazón de Sesshoumaru.-

.-Entiendo.-Susurro quedo Sango.-Pero Makoto ¿A que te referías con que ella ha cambiado demasiado?.-

.-Cuando los youkais sienten que han encontrado a la persona a la que aman y con la cual desean pasar el resto de su vida, entregan su corazón.-La mirada verde de Mako se dirigió al cielo, como si a ella le costara hablar de aquello.

.-Este solo puede ser entregado una vez, aunque se dice también que pueden ser varias.- Sango no dijo nada. No comprendía, ella no le había preguntado nada de eso.

.-Puedes entregar tu corazón varias veces, cuando no amas en realidad a esa persona, es decir cuando solo se lo entregas al confundir el cariño con el amor o bien cuando esa persona muere.-

.-Lena hace ya mucho tiempo atrás entrego su corazón a alguien...- Sango desvió la mirada, recordaba lo que le había contado Sesshoumaru, una pequeña incomodidad la molestaba.-Pero esa persona le rechazo, destruyéndole el corazón que había entregado.- Mako cerro los ojos dibujando en su rostro una mueca dolorosa. Como si reviviera el pasado de su hermana.

.-Nuestros corazones son demasiado vulnerables Sango.-susurro quedo la youkai haciendo que la mujer le viera en silencio.

.-Cuando la persona a quien entregamos nuestro corazón muere o nos lo destruye, nos sumimos en una desesperación terrible. Perdemos lentamente las fuerzas, hasta quedarnos sin energía. Podría decirse que estamos dormidos, cuando es en realidad un sueño tan profundo que nunca mas se despierta.-

.-Mueren.- Mako asintió a la frase de Sango.

.-Lena no lo soporto, a pesar de tenernos cerca, incluso aun y cuando Sesshoumaru le había entregado su propio corazón, con el hubiese resistido esa pena, aunque se hubiese unido a Sesshoumaru sin amarlo.-un leve sollozó escapo de los labios de la youkai, aunque se negó a derramar una sola lagrima.-No quiso condenarlo a eso, cayo dormida.-

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o​

Paso sus ojos sobre todo el paisaje, deleitándose con la bella visión que a sus ojos rosados llegaba. De todo lo que componía a aquel legendario castillo, ese pequeño jardín le agradaba. Casi podía decir que era su lugar favorito. O el único que le traía gratos recuerdos. De cuando era una niña, jugando entre lasa flores blancas, con Mako, Kamui y Sesshoumaru. Cuando era feliz, cuando nadie antes la había dañado.

Hacia tanto que no se sentía tan alegre, incluso hasta podía decir que había regresado a esos tiempos pasados.

Sujeto con cuidado una de las flores blancas, desprendiéndola con suavidad de la planta que les producía, las yemas de sus dedos acariciaron los blancos pétalos sintiendo la exquisita tersura de los mismos y el embriagante aroma de su perfume. La llevo a su boca, pasándola por sus labios, impregnando los mismos de su aroma.

Sesshoumaru, sentado a un lado suyo, la contemplaba con calma. Mas sus ojos reflejaban tristeza. Hacia mucho tiempo que no le veía, ahora le tenia cerca pero, no podía decir que se alegraba de ello. Todos los viajes que había realizado durante años, a lo largo del Japón, habían sido para buscarla y encontrarla, nunca hubo la suerte de topársela en el camino y justo ahora, cuando había dejado de buscarle, ella le había encontrado.

Sesshoumaru no podía darse el lujo de dudar ahora, había tomado una decisión.

.-Lena, necesito hablar contigo, es importante.- Lena que hasta esos momentos había estado jugando con la flor, le sonrió suavemente acercándose hasta él. Poniendo la misma en la boca de Sesshoumaru. Evitando que de sus labios saliera alguna otra frase.

.-Que tal si lo dejamos para después.- Lena desvió su mirada de la de Sesshoumaru, alejando de ella la flor, mientras sujetaba entre sus dedos el collar escarlata que de su cuerpo colgaba.

Los ojos dorados del youkai miraron como la piedra rojiza brillaba, curioso se acerco hasta la youkai trazando con sus dedos las finas ranuras que la misma tenia. Una sonrisa burlona se dibujo en los labios de Lena al ver como la mirada del youkai se volvía difusa, casi transparente, perdiendo el bello y vivo color dorado que las caracterizaba.

La piedra brillo con mas fuerza, iluminándose no solo ella, sino también al youkai que la tocaba, bañándolo con su rojiza luz. Lentamente la luz carmesí fue disminuyendo hasta extinguirse, los dedos del youkai dejaron de tocarla y donde antes había ranuras, ahora solo una superficie completamente lisa y pulida se mostraba. La sonrisa en los labios de Lena fue mayor, levanto una de sus manos hasta dejarla sobre la mejilla de Sesshoumaru, acariciándola suavemente, su mirada seguía perdida.

.-Sesshoumaru yo soy lo mas importante para ti, a la única que a tu lado quieres.-

.-La única.- respondió el youkai aun en transe, Lena alejo sus mano de la mejilla, logrando que con esto Sesshoumaru volviese en si. La youkai le regalo una suave sonrisa, puedo sentir el leve mareo que al youkai le asaltaba, mas no dijo nada. Simplemente se alejo unos cuantos pasos de el antes de levantar una de sus manos, pidiéndole mudamente al youkai que la tomara.

.-Vamos Sesshoumaru, recorramos las tierras del oeste, como en antaño.- Sesshoumaru asintió, tomando con delicadeza la mano que la youkai le ofrecía.

A lo lejos silencioso y oculto Kamui les observaba. No había sido nada bueno que Lena volviera.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o​

Sango la observo confundida. La misma Mako acababa de mencionar que había caído, entonces como era posible que en estos momentos estuviese vida. La youkai de cabellos azulados miraba hacia el verde césped que bajo de ellas crecía, enredando sus dedos en las finas telas de su kimono.

.-Ella era la mejor, educada, fina y bella. Pero nunca alardeo de ello ni se enaltecía de lo mismo. Siempre fue amable y sencilla. Todos la querían y apreciaban. Siempre cuidaba de nosotros y nos quería, nunca deseo una pena para nadie. Prefería dañarse a si misma que a los demás.-

.-Pero ninguna de estas cualidades logro salvarla de caer después de sufrir aquello.-una ligera lagrima escapo, rodando por la rosada mejilla de la youkai.

.-Cuando Lena cayo en ese sueño, Sesshoumaru nunca se aparto de su lado, siempre sentado a un lado suyo, sujetándole con suavidad una de sus manos. Teníamos tanto miedo, de que él también se dejara vencer como Lena lo había hecho.- Mako miro sus manos que sujetaban con fuerza sus ropas, e inmediatamente suavizó la presión que ejercía en las mismas.

.-Pero una mañana Lena despertó.-Los verdes ojos de Mako se escondieron tras sus párpados y relajo sus facciones. Sango pudo leer claramente su expresión, la cual casi gritaba “Lo mejor hubiese sido que nunca despertara”.

.-Ya no era la misma. Su mirada cambio. No, ella en si había cambiado. Se volvió sarcástica, cruel, nos odiaba. En especial a Sesshoumaru, pero nunca lo mostró frente a él. En cambio a mi y a Kamui, nos dejaba ver su desprecio hacia Sesshoumaru.-Makoto abrió los ojos viendo directamente a los de la exterminadora.

.-No lo quiere y si tiene su corazón es para que nunca sea feliz, como nunca lo ha sido ella.-

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Continuara...

bueno
chaito ;D

 

Re: Mirage

Lamento no haber porteado antes es que estaba ocupada pero aqui estoy y te digo que por que Lena!!!!! porque tuvo que llegar!!!! si Sango y Sesshomaru ya estaban bien!!!!! nooooooooooooooooooo!!!!!

Curiosidad: Si porque llego!!!!!

Conciencia: Yo queria que Sango y Sesshomaru se quedaran juntos!!!!!

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!! lo ves mi conciencia mi curiosidad y yo estamos de acuerdo y esto no pasa seguido te lo aseguro!!!!!!

Bueno espero que le sigas muy pronto!!!!!!! me dejaste intrigada!!!!

Chaoooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!

 

Re: Mirage

hola!!!!!!!!!!
OMG!!!!!!
xfin Curiosidad,Conciencia y
NetMermaid estan de acuerdo en algo!!!!
bueno aki esta la conti:

22.- Diferencias
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Esto es demasiado para mí​

​

​

​

No puedo más, ya no importa

Lo que vaya a pasar...

Makoto miro en silencio como la exterminadora se retiraba. Tenia un mal presentimiento. Por ello le había dicho todo aquello. Pero ahora se sentía mas inquieta de lo que en principio estaba. Soltó un suspiro cuando vio a Kamui muy cerca de ella.

.-Kamui.-

.-Mako.- sin esperarse siquiera, el youkai de cabellera rojiza simplemente abrió los brazos atrapando entre ellos a la youkai que sin avisar se había lanzado hacia los mismos.

.-Tengo miedo Kamui, Lena le va a hacer daño, y no solo a él, sino ambos.- el youkai la estrecho contra si, tratando de reconfortarla. Mientras le besaba suavemente sus cabellos.

.-Tranquila, no le dejaremos... estaremos ahí para protegerlos si es necesario.- Mako asintió levemente, enterrando su rostro en el pecho de Kamui. Solo esperaba que su hermana desistiera de su locura.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
​

Los pasos de la exterminadora eran suaves y silenciosos, tanto así que los finos tacos de las botas negras que usaba no proferían sonido alguno sobre las baldosas del suelo. Los amplios corredores que circundaban alrededor del castillo lucían solitarios e impasibles. Tal vez debido a la hora. A escasos minutos para anochecer y por ende la cena pronto estaría servida. Un momento en compañía de los residentes del castillo que ninguno de los habitantes del mismo estaba dispuesto a perder.

Todos... a excepción de ella.

Desde la mañana había evitado el encontrarse con alguien del castillo, no deseaba conversar con nadie, a si como tampoco dar explicación alguna a su indisposición de presentarse en los horarios de almuerzos y comidas, así como también al acostumbrado té de las tardes.

Aunque su verdadero motivo, era que no quería encontrase con aquellos dos. Mucho menos si se encontraban juntos, como siempre hacia. Por ello se había propuesto no asistir a ningún encuentro en el castillo. Tenia tanto que pensar y lamentablemente a pesar de todas las horas que llevaba en ello, ninguna idea clara se había formado en su mente. cerro los ojos frunciendo el entrecejo levemente, deteniendo sus pisadas.

Y es que después de todo lo que Makoto le había contado, habían demasiadas cosas que no comprendía...

Al menos no por parte de Sesshoumaru...

No deseaba encontrárselo, pero al mismo tiempo sentía una terrible necesidad de tenerlo cerca, de mirarlo, de preguntarle. Suspiro cansada abriendo los ojos, continuando con su caminada y la vista baja. Si tan solo pudiera comprender lo que Sesshoumaru pretendía.

Levanto la vista derrotada ante sus propios pensamientos, admirando como el ocaso moría con lentitud en el horizonte, bañando con sus últimos rayos naranjas todo lo que a su paso tocaban, incluso a la figura que cabizbaja, sentada bajo la sombra protectora del árbol, en completo silencio descansaba.

Sango se mordió levemente el labio inferior, dando algunas pisadas mas acercándose, la postura de aquel no cambio, seguía cabizbajo, escondiendo tras los mechones de su cabello las facciones de su rostro, aunque no era necesario mirarle perfectamente para notar la intensa mueca de melancolía y tristeza que portaba. Sintió su corazón templar y por un momento su respiración se contuvo, para después volver a normalizarse o por lo menos así le pareció.

Termino con la distancia que les separaba y en finito silencio tomo asiento a su lado, aunque no tan cerca como en ocasiones pasadas lo había hecho. Ninguno de los dos pronuncio palabra alguna, Sesshoumaru siguió en la misma postura y Sango solamente le observaba. Podría decirse que la exterminadora contuvo la respiración cuando sintió, como los largos y cálidos dedos del youkai buscaron los suyos, entrelazándose entre los mimos con delicadeza. Sin necesidad de mirarla o acercarse mas a ella.

Sin proponérselo la exterminadora se acerco un poco mas al youkai, quedando recargada contra el hombro del mismo, apretando ligeramente la mano que sostenía entre la suya. Cerrando los ojos un momento suspirando dolida.

.-¿Por qué Sesshoumaru?.- la mujer sintió como el youkai se tensaba, tal vez molesto o pudiese ser que también confundido.-Todo este tiempo solo has estado con ella.-Los dedos que hasta ese instante habían estado entrelazados se separaron y el rostro de Sesshoumaru simplemente se alzo al cielo ignorando por completo las palabras de la exterminadora.

Sango bajo la vista, tragándose las ganas de derramar algunas lagrimas. Se sentía perdida, desplazada, miro su mano, esa misma que había sido tomada por el youkai, sintiendo como toda la calidez y ternura que le había brindado en ese toque se perdía. Sin consideración y cruelmente por otra youkai, que a pesar de todo siempre estuvo presente incluso mucho mas tiempo antes de ella.

Como reclamarle a Sesshoumaru... como hacerlo cuando ella ya lo sabia...

Contra Lena... en el corazón de Sesshoumaru no tenia oportunidad alguna...

Cerro con fuerza su puño, abriendo los ojos y al mismo tiempo moviéndose para alejarse de Sesshoumaru, no tenia caso seguir al lado suyo. Para que seguir?. Enfilaría sus pasos hacia el castillo, se encerraría en su habitación y a primera hora junto con Kohaku, se marcharía. No había otra opción. Ni salida.

O al menos eso pensó que haría.

Antes de escuchar la fuerte voz del youkai.

.-¿Por qué intentas levantarte?.-su voz era fría cortante y parca, justo la que usaba al principio de conocerle, la misma que usaba para las personas que no le interesaban, la misma que pensó nunca mas escucharía ser usada contra ella.

.-Para retirarme.- respondió la exterminadora, deteniendo sus movimientos un segundo, con la vista baja, negándose a mirar aquellas pupilas que ahora sabia estaban fijas en ella. Perdiéndose del débil y temeroso brillo que portaban.

.-¿A dónde?.- volvió a preguntar Sesshoumaru, pero esta vez la castaña no respondió.

La joven movió su rostro ladeándolo un poco, permitiéndole a Sesshoumaru mirar sus ojos un segundo, aunque hubiese preferido no haberlo visto, pues e4se brillo lleno de dolor en los mismos le desagradaba. Intento acercarse a la castaña, que se alejo inmediatamente de él.

.-No te acerques.-

.-Sango… Por favor.- pidió el youkai atreviéndose a tomar el rostro de la joven con una de sus manos, logrando que esta le mirara, pero le privo de aquellos ojos castaños cerrándolos con fuerza tras sus párpados tenuemente coloreados de rosa.

Y es que no podía mirarlo, sentía que si lo hacia, comenzaría a llorar, aquellos ojos dorados, el mismo, tenerlo cerca, le hacia saber por que estaba a si lado, lo que para ella significaba. Si lo miraba, volvería a ceder, ante sus ojos, ante su cercanía, ante esa necesidad que había tenido durante todas esas horas de ausencia.

Pero no pudo evitar soltar ese gemido dolido, cuando se sintió envuelta entre los brazos de Sesshoumaru.

.-No te vayas... te necesito.-

Había tanta calidez en ese abrazo y Sesshoumaru se aferraba a su cintura con fuerza, temblando levemente acercándose mas a ella, manteniéndola sentada sobre el fresco pasto. Casi quedando el recostado contra su regazo. Lo había necesitado tanto, lo había extrañado tanto, que no pudo evitar regresarle el abrazo, al mismo tiempo que besaba sus cabellos celestes con ansiedad.

Sesshoumaru levanto su rostro, que fue tomado con suavidad por las manos de la exterminadora, quien tímidamente sonreía, le devolvió la sonrisa antes de guiar sus labios a los suyos atrapándolos con delicadeza, regalándole un gentil beso, que no fue rechazado por la castaña. Antes de volver a dejar su cabeza recargada contra el regazo de la exterminadora.

El aire a su alrededor se había convertido en una capa pesada que impedía ser respirada con facilidad, eso era lo que sentía la mujer que ahora, miraba como Sesshoumaru se levantaba, al presentir ese cambio en el ambiente, la intensa energía sobrenatural que se dejaba caer sobre ellos y que solo podía pertenecer a una sola persona.

O mas bien a una sola youkai.

La noche oscura, era cálida y tibia para la piel de cualquiera que estuviese en la intemperie, disfrutando de la misma, pero para Sango, la brisa solo era helada, vacía, solitaria, o al menos lo fue cuando sin mediar una palabra ente ellos, Sesshoumaru se parto de su lado, levantándose con rapidez, para después alejarse de su lado yendo hacia donde aquella energía demoníaca y muy bien conocida por ambos, se sentía.

Y es que Lena estaba cerca, tan cerca, que no podía pasar desapercibida por ambos. Mas bien por Sesshoumaru.

Sus castaños ojos solo lo vieron alejarse, antes de cerrarse con fuerza, mientras se abrazaba a si misma, tratando de preservar el calor, el aroma la esencia de aquel quien había estado en sus brazos y ahora nuevamente la abandonaba. Miro sus sentimientos con pena.

Ahora mas que nunca, sentía que no eran correspondidos de igual manera.

o-o-o-o-o-o-o-o-
​

No pudo evitarlo, pero una sonrisa de satisfacción se dibujo en sus labios delgados, así como también en el brillo de su mirada azul. Desde el principio solo había tenido una mera corazonada de que algo no estuviese bien entre aquellos dos, pero ahora con lo que veía, no podía mas que sentirse muy afortunado.

Sango, la altiva y elegante exterminadora, derrotada y deprimida y sin la mas mínima intención de luchar.

No es que le agradara tampoco el verla en ese estado...

Pero era mucho mejor de lo que podría desear.

.-Sango.-murmuro su nombre con suavidad, acercándose a ella con lentitud, quedando de pie cerca, la mujer no tenia la mínima intención verle y por ello seguía aferrada en mirar solo hacia el frente.

.-¿No has comido nada en todo el día verdad?.-Sango negó levemente a la pregunta que le fue hecha. Escucho como el joven soltaba un suspiro y negaba despacio.

.-Si sigues así, terminaras enfermándote.- susurro el joven de cabellos oscuros arrodillándose a su lado, mientras repartía una gentil caricia sobre la espalda de la exterminadora.

.-Como si importara.- cortante, fue la respuesta de Sango, alejándose de aquella mano que por unos segundos la había reconfortado con su calidez. Habían pasado ya muchas noches desde que Lena había llegado y Sesshoumaru en ninguna se apartaba de ella. Siempre a su lado, olvidándose de ella.

Dejándola en la oscura soledad del olvido...

Y ahora Miroku estaba ahí, queriendo consolarla. Tal vez la preocupación del monje por ella fuese sincera, pero el también siempre le había hablado con mentiras, que ahora no podía, no podía darse el lujo de volver a confiar.

.-A Kohaku le importas, a Lin, a los demás y a mi también, de no ser así, poco me hubiese importado el venir hasta aquí a buscarte.- Sango se dejo girar por aquella mano que con delicadeza la tomaba.

.-Me importas, realmente me importas Sango.- Solo pudo asentir a sus palabras, dejándose levantar por las manos del monje que con infinita ternura y cuidado la sujetaban, obligándola a caminar adentrándose al castillo.

.-Cenaremos los cuatro, Kohaku, Lin y yo no hemos comido nada, te estamos esperando.- Los azules ojos del monje miraron con calidez los de la castaña, quien solo lo seguía.- No iras de decir que no tienes hambre ahora.- una cálida sonrisa se formo en los labios del monje.

Sango ya no prestaba atención a las palabras que el joven mencionaba, de improviso y sin que este se lo esperara termino abrazándolo, necesitada de sentirse realmente importante para alguien, creyendo en las anteriores palabras que Miroku le había dicho, esas mismas que se repetían constantemente en su cabeza y que por ahora deseaban que fuesen ciertas. Puramente ciertas.

Los brazos del monje no tardaron en corresponder el asfixiante abrazo que la exterminadora le brindaba, sintiéndola temblar ligeramente de forma infantil, las húmedas gotas de sus lagrimas humedeciéndole sus sagradas ropas y los contenidos gemidos reprimidos inútilmente en sus labios rosados.

La abrazo con fuerza, haciéndole sentir que por lo menos en esos momentos no se encontraba sola, que el estaba ahí.

Y durante toda la noche las palabras del monje no abandonaron la mente de la exterminadora.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
​

Continuara...

a y x cierto el tatami es Tapiz acolchado sobre el que se ejecutan algunos deportes, como el yudo o el kárate
no es k sea inteligente,lo acabo de checar xD
bueno byeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ;D

 

Re: Mirage

Que buena conti pero tengo una queja...............

Conciencia: Que es la temporada de IMPIDAN A SESSHOMARU Y SANGO SER FELICES!!!!!!

Yo:Cierto esto es el colmo como me hacen esto!!!!!! yo queria que se quedaran juntos y ahora todos hacen fila para impedirlo T.T no se vale!!!!!!!!este fic a hecho que mi conciencia mi curiosidad y yo estemos de acuerdo y eso no es facil!!!!!

Curiosidad: Es cierto esta pareja es demasiado bonita T.T no se vale y creeme nosotros nunca estamos de acuerdo si ellas son blanco yo soy negro!!!!!!

^^u tal ves exageramos un poquito...............que historia romantica esta completa sin obstaculos verdad??? pero aun asi............

Curiosidad, Conciencia y Yo: NO ES JUSTO!!!!! NOS ENCANTA ESTA PAREJA Y LUCHAREMOS PARA QUE SEA FELIZ COMO??? POSTENADO SIEMPRE QUE PONGAS CONTI!!!!!!!!!!

Chaoooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Re: Mirage

Siguelo x favor!!
este fanficesta demasiado bueno ToT
Ruego xq pongas la continuacion pronto ^^
Muxa suerte!
besos!

Se despide,
Fio Chan

 

Re: Mirage

Donde estas itzumi!!!! y la conti que ya te olvidaste de nosotras o que!!!!! no es justo ya quiero saber que va a pasar!!!!

Chaoooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Re: Mirage

Holasss!!!
Que Onda???
Sorry Por No Postear Antes Pero... Me Quede Sin Internet
Y No Me Gusta Salir De Mi Casa A Un Ciber Porque Ademas No Se Donde Ahi Uno Pero Esta Genial La Continuacion!!!
Pobre Sango Y Maldita Lena!!!! Solo Complica La Cosas!!!!
Que Van A Hacer???
No Le Dejes Ahi!!!continualo Pronto Esta Genial!!!!
Bueno
Me Voy Byebye
Atte
Akanna-air