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    Chic

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    Virgo
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    Re: Mirage

    Vamos continúale pronto!! Sólo entro a Cz para ver si hay una continuación ToT este fic me fascina, todo de él... plis tráenos la continuación cuanto antes.

    Te estaré apoyando! Ánimos!

    Byes
     
  2.  
    Enma-Ai

    Enma-Ai Entusiasta

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    Re: Mirage

    conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti

    .......................por fa' continual pronto chauuuuuuuuuuuu
     
  3.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

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    Mirage
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    Re: Mirage

    hola!!!!
    kien no kisiera serlo? ToT

    Capitulo 9. Hilos de seda...

    Pobre el corazón de los apasionados

    Cruzan el desierto en busca de un oasis en flor..

    Arriesgando todo por solo un mirage

    La sutil loción de sándalo e incienso era lentamente quemada sobre aquellas tumbas, ocultando por algunos segundos aquel olor podrido y nauseabundo que aun podía percibirse apresar de tanto tiempo o eso al menos le parecía a Sesshoumaru, si fijaba con atención y detenimientos sus ojos dorados, aun podía distinguir la cobriza tierra manchada con sangre humana y demoníaca, los rastros de carne quemada y de armas pulverizadas, tan sutil y fino que ni siquiera podía ser visto por ojos humanos o incluso de demonios de baja categoría .

    Definitivamente todo aquello había sido...

    Una cruel carnicería...

    A su alrededor todo estaba en ruinas, dos o tres de aquellas casas aun en pie, desprovistas de techo o muros y en el mejor de los casos solo con la cimentación algo dañada. Una suave brisa volvió a llevarle aquel místico aroma, permitiéndole a su olfato descansar de aquel hedor que le atormentaba. El débil crispar de las varitas de incienso, el casi inaudible sonido del viento, la tranquila respiración de la mujer y la propia, eran los únicos sonidos que podían apreciarse en aquella villa.

    Desvió su mirada del suelo manchado donde se encontraba sentado, levantándola hacia las ramas, el único árbol que se encontraba aun de pie y le cubrían del sol con sus acogedoras ramas. Alejado demasiados metros de aquel improvisado cementerio y tan cercano a la única casona en la que había pasado varias noches, junto con la mujer y el demonio gato de fuego.

    Volvió a bajar su vista posándola tras la espalda de la mujer que arrodillada, oraba en silencio bajo los cálidos rayos de sol. Sentada en sus cuatro patas le acompañaba la gata, aguardándola con sagacidad y obediencia. La débil brisa del viento, esa misma que le traía el perfume del incienso colocado con cuidado sobre cada una de las numerosas fosas, simétricamente cavadas, movía sus cabellos castaños, atrapados en aquella delgada cintilla que aunque parecía sujetada descuidadamente, les sujetaba con fijeza sin dejarlos caer sueltos.

    Paseo su vista por los prominentes surcos de tierra y no hacia falta que le preguntara quien había cavado aquellas moradas para los guerreros caídos, su agudo olfato podía percibir la esencia de Inuyasha y de los otros presentes en la tierra que les cubría. Noto como las delicadas flores amarillas que nacían sobre las tumbas brillaron mas claras y vivas cuando los dedos de la exterminadora pasaron por ellas, despidiéndose en silencio de sus muertos, tal y como desde el primer día en que llegaron lo había hecho, atendiendo sus deberes para después profesar una o mas horas de su tiempo en aquel pequeño ritual de oración y ofrendas con sus camaradas.

    Los castaños ojos de Sango se encontraron con aquellas orbes doradas tranquilas y frías, mismas que le observaron en silencio antes de apartarlas para levantarse de un solo movimiento del suelo, el youkai le dio la espalda comenzando a caminar, pero se detuvo, escuchando como la mujer preparabas sus armas. Giro levemente su rostro, notando la débil sonrisa confiada que mostraba en sus labios, antes de quedar a un lado suyo, empezando a caminar al unísono, con la gata siguiéndoles varios metros atrás.

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    .-¿Este es el lugar, Mujer?.- siseo secamente Sesshoumaru, acercándose un poco mas a la oscura entrada de la cueva. Mirando de reojo como la exterminadora se colocaba la mascara protectora sobre su rostro.

    .-Si, aquí es.- susurro tras la mascara la exterminadora, acercándose también, tomando de entre sus ropas algunas bombas preparadas con hierbas.

    No eran venenosas, pero con su fuerte aroma, servirían para hacer salir a la araña, si es que se encontraba ahí, pero estaba segura de que no seria así, aquellas arañas tejedoras de cuerdas de seda, salían en aquellas horas tempranas del día para alimentarse con frutas y bayas.

    Soltó los pequeños círculos preparados que al contacto con la ruda constitución del suelo, se romperían liberando su contenido, solo esperaba que a Sesshoumaru, el olor no le fuera tan insoportable. Recordaba que en algunas ocasiones Inuyasha terminaba desmayado por los olores y siendo sincera, esperaba lo mismo del youkai, por su sensible olfato. Pero a pesar de que la densa capa de humo les dio de frente, al parecer esta no afectaba a Sesshoumaru o por lo menos eso aparentaba.

    Sujeto con fuerza el hiraikotsu, se sentía mas ligero después del nuevo arreglos que le había realizado que habían durado solamente dos días en realizar, sonrió confiada, seguramente una vez en el aire se movería con mayor rapidez y peligrosidad. Atributos que le parecían perfectos y adecuados. Bien ya había pasado el tiempo suficiente y como suponía no había nadie en aquella cueva, iba a dar un paso adelante, pero se detuvo al ver como el youkai se le adelantaba, entrando corriendo sin esperarla, con su espada toukijin desenfundada.

    Gruño molesta, reaccionando minutos después, para arrojarse en una rápida carrera hasta la entrada, era tan desconsiderado, que no tenia buenos modales. Las damas eran primero.

    Y si eran exterminadoras con mucha mas razón...

    Se detuvo en seco al igual que Kirara, una vez que llegaron hasta el oscuro interior de la cueva, continuaron despacio, protegiendo cada un de los pasos que daban y es que no podían estar tan tranquilas ambas ahí adentro, Sesshoumaru había entrado entres que ella, pero, el humo irritante que había quemado la bomba plástica, solo afectaba a las arañas tejedoras de aquellos hilos dorados, mismos que necesitaba para la reconfección de su traje destruido. No les temía a aquellas arañas, puesto que no eran peligrosas, a pesar de su increíble tamaño y fuerza, sino a las demás bestias y demonios que en ocasiones solían alimentarse de ellas y que asaltaban aquellos nidos-cuevas. Y para esas escorias aquellas bombas de humo no funcionaban.

    El débil resplandor en lo mas recóndito de la cueva llamo su atención, haciéndole una seña a Kirara para que ambas corrieran a toda velocidad hacia allá, alcanzado aquella luz que metro a metro aumentaba de intensidad e incluso al llegar al final de la misma les nublos la vista ambas. Tardo unos segundos en acostumbrarse aquel repentino cambio de luminosidad, distinguiendo la imponente figura de Sesshoumaru, siendo bañada por la intensa luz que entraba por una abertura en la cueva de forma irregular, dejando entrar los dorados rayos solares.

    .- Mujer... Es esto lo que vinimos a buscar?.- murmuro con frialdad Sesshoumaru, señalando con toukijin la brillante telaraña tejida con sumo cuidado sobre el techo y algunos troncos que ahí se encontraban.

    Sango asintió acercándose a la misma, una mueca de disgusto se formo en sus labios, recordando que durante todas las veces que Sesshoumaru se refería a ella, le decía secamente, mujer, nunca le llamaba por su nombre, volvió a negar arrodillándose frente a la telaraña, era mejor eso a que le dijese exterminadora, con el mismo desprecio y odio de la primera vez en que la vio, dejo de pensara en aquello, sacando de entre sus ropas una pequeña daga, rompiendo con cuidado aquellos hilos, enredándolos con maestría en un carrete, debía hacerlo lentamente, ya que si se rompían, no le servirían en absoluto. Deleitándose con el brillo dorado de cada una de aquellas hebras. Era solo el único elemento que le faltaba para completar su traje de combate, los demás armazones y protecciones las pudo reparara con algunos huesos de monstruos que quedaban en la villa, pero la elástica y resistente tela de su traje era lo que le faltaba, afortunadamente, aun había de aquellas arañas en las cuevas cercanas de su villa.

    Esos hilos dorados, mezclados con algunas esencias y hierbas mas, se convertirían en aquella poderosa tela negra que la cubría, protegiéndola la mayoría de las veces de los ataques de los demonios a los que perseguía. Sesshoumaru la miro insistentemente, se estaba tardando demasiado tiempo en realizar aquello, había algo que le decía que en aquel lugar no estaban seguros y casi nunca le fallaba su instinto cuando su olfato lo hacia, porque era si, aquel humo había confundido a su olfato y en esos momentos no percibía aroma u olor alguno.

    Y esa continua sensación de peligro que le recorría, le impedía estar a la guardia a cada segundo, muya la contrario a como estaba de relajadas la exterminadora y su felina acompañante. Pero aunque no lo pareciera, también la exterminadora estaba en alerta, en mas de una ocasión había ido a aquellas cuevas, encontrándose con todo menos las arañas benignas, miro de reojo al impaciente youkai que se movía cerca de ella, caminando desesperado de un lado a otro y no lo entendía, bueno porque ella no podía percibir auras malignas a su alrededor, aparte de la de Sesshoumaru y Kirara.

    Sango negó con la cabeza, mientras movía el cuchillo rebanando una gruesa capa de telaraña, no es que pudiera sentir las presencias malignas, los humanos comunes y exterminadores que no tenían poderes espirituales no podían lograr sentirlas, al menos no como una miko o houshi podrían. Pero podía sentir los ligeros e imperceptibles cambios en el ambiente, la densa capa de aire que estos formaban e incluso el aroma o los distintos sonidos que creaban al caminar, hablar o incluso al respirar. Y podía afirmar con seguridad que en aquella cueva no había nadie mas que ellos tres. Sango dio una vuelta mas a aquellos hilos, un poco mas y tendría la cantidad que necesitaba.

    Sesshoumaru paseo inseguro sus ojos por toda la cueva, buscando algo que le quitara aquella sensación que aun atorada en su pecho llevaba. Mas no encontró nada que le hiciera seguir con aquella defensiva actitud. Levanto a toukijin dispuesto a enfundarla nuevamente, cuando un ligero brillo rojo en lo mas profundo de la cueva llamo su atención, mas reacciono algo tarde percatándose de que era.

    .-Aléjate Sango!.-logro gritar, arrojándose contra aquel resplandor rojizo que había sido lanzado por una criatura oculta entre las sombras directamente hacia la exterminadora. Sango escucho aquello, dando un salto largo junto con Kirara, para ver después el azulado resplandor de toukijin cortando el viento y a la bestia.

    Los restos de carne cortada y vísceras explotadas cayeron al suelo con un golpe seco, quedando desperdigados en el suelo de piedra, manchándolo de rojo con la sangre que escurría en cada trozo. Sango suspiro aliviada, notando como el youkai de un solo movimiento agitaba su espada eliminando de ella los restos de sangre y carne antes de enfundarla. La exterminadora giro los ojos hacia la telaraña, buscando que esta estuviese dañada o destruida, pero se encontraba intacta, seguramente el ataque de aquel demonio había sido repelido por el brillo mortal de toukijin.

    Se acerco lentamente al youkai, que seguía ahí, con la vista baja mirando al demonio que había despedazado de una solo movimiento, Kirara gruño al olfatear el potente veneno que aquella sangre que empezaba a oscurecerse desprendía. Sango miro atónita los restos de demonio, reconociendo a que clase pertenecía, era un youkai escorpio, con forma semi-humana, vio con interés una de sus manos convertida en aguijón, de intenso color rojizo del que goteaban algunas gotas de oscuro veneno. Una mueca de desagrado se formo en sus labios, a esos espíritus les gustaba atacar a traición a sus victimas, disparando su aguijón desde varios metros atrás, como una delgada y afilada aguja que se encajaba en la piel atravesando el cuerpo y dejando impregnado su mortal veneno en la piel, carne y órganos.

    Pero aquel veneno no era lo que mataba, sino, la habilidad que este tenia para descomponer la carne viva de sus presas, inmovilizándolas o matándolas con el dolor para después devorarlas, muertas o vivas. Saco un pequeño contenedor de sus ropas, acercándolo al aguijón, cortando con la daga entre sus manos parte de este para que aquel veneno cayera en el recipiente, seguramente después le serviría. Suspiró cansada una vez que guardo el diminuto contenedor y se levanto despacio viendo con agradecimiento al youkai.

    .-Gracias.- murmuro la exterminadora, aunque en realidad quería agradecerle mas por haberle llamado por su nombre. Sesshoumaru solo se encogió de hombros, alejándose de ella, caminando hacia las salida, Sango acomodo sus armas y guardo bien todo lo que necesitaba llevarse entre sus ropas antes de seguir con lentitud a Sesshoumaru.

    Sesshoumaru emitió un inaudible gruñido, seguro de que la mujer no le escucharía, ya que se encontraba varios metros atrás de el, una de sus manos subió hasta su abdomen protegido por la gruesa armadura, sintiendo el pequeño y angosto agujero que tenia en la misma. Podía sentir el ardor y escozor de aquel ataque que con su espada no pudo evitar. Se maldijo en voz baja por haber sido demasiado descuidado, mas bien por haber dejado que un demonio de tan baja categoría le dañara.

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    .-Aquí me quedare.-

    .-Seguro.- contesto Sango mirando como el youkai se dejaba caer con pesadez contra el tronco del árbol que estaba cerca de la choza en la que por ahora vivían, no le tomo importancia, después de todo, ahí era donde solía pasar la mayor parte del día. Dejándole continuar con sus labores de reparar las armas y demás. Miro como Kirara se acomodaba al lado de él, tendiéndose con suavidad, recargando su molo en una de sus piernas. Aquello si que le pareció extraño, porque Kirara no soportaba tenerle cerca y Sesshoumaru tampoco. Problemas entre razas seguramente, pero por ahora, aquella pequeña discordia estaba olvidada. Se encogió de hombros, siguiendo con su camino, tenia toda una tarde por hilar.

    Sesshoumaru abrió los ojos con pesar, levantar las delgadas pestañas le atormentaba como mover algún otro músculo de su cuerpo. Giro su cabeza con demasiada lentitud, fijando sus ojos en los de la gata que le miraba, levanto una de sus manos, llevándola a la cabeza de la felina acariciándola entre las orejas y bajo la quijada, logrando que esta ronroneara con suavidad.

    .-Al parecer tu eres la única que sabe lo que me pasa.- Kirara maulló como respuesta, e iba a levantarse, pero esa misma mano se lo impidió, manteniéndola echada a su lado, una oleada de ardiente dolor le recorrió, subiendo de su abdomen a su pecho, concentrándose en su corazón, sintiendo como si algo se lo apretara con demasiada fuerza cortándole la respiración.

    .-No vayas, deja que acabe lo que esta haciendo.- Kirara lo miro son comprender y se encrespo cuando los ojos dorados y tranquilos de Sesshoumaru se tornaron rojizos al mismo tiempo que se le desfiguraba la cara.

    La transformación del youkai se detuvo cuando vio como la gata se transformaba y se echaba a su lado, sujetándolo de sus ropas hasta dejarlo recostado sobre su abdomen peludo, cobijándolo con su cola. Sesshoumaru se dejo hacer, cobijándose aun mas con la suave calidez de la gata, la fresca brisa le golpeo el acaricio el rostro, como si miles de pequeñas manos le reconfortaran.

    .-Kirara... gracias.- logro murmurar antes de caer en la inconciencia, siendo mirado con preocupación por la gata de fuego de dos colas.

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    Sango sonrió con dulzura cuando vio entrar a Kirara por la pequeña puerta de la casa, mas dejo de mirla para concentrarse en terminar los últimos arreglos de su traje. Un poco mas y estaría listo, los anaranjados rayos de sol daban contra sus pies, recordándole que dentro de poco anochecería y debía preparar la cena para el youkai. Aunque no sabia con claridad de ahora si probaría lo que cocinaba.

    Una sonrisa confiada se dibujo en sus labios, tendría que hacerlo, no se había pasado todo lo que restaba de mañana y tarde para terminar su traje rápido para que Sesshoumaru no se quejara de su perdía de tiempo. Logro terminar con todo con suma rapidez, logrando solo quedarse en la villa por tres de los cinco días que desde un principio había planeado.

    Y ahora pensaba terminar con broche de oro logrando que el youkai probará los alimentos hechos por una humana... bueno mas bien como el decía por una exterminadora.

    Una mueca triste se dibujo en sus labios, Sesshoumaru a pesar de que llevaba a su lado mas de dos meses, seguía sin confiar plenamente en ella. Negó fuertemente con la cabeza, era lógico que no lo hiciera, después de todo se encontraban en la clásica situación de depredador y presa.

    Aunque debía de reconocer que tenia un gran avance ya que le había confiado a la pequeña Lin. Sango sintió como los dientes de la gata la jalaban.

    .-Ya pronto termino Kirara, en un momento mas y les haré de comer.- pero aun después de aquellas palabras la gata no dejo de hacerlo, evitando que Sango continuara con sus costuras.

    .-Kirara basta!.-murmuro severa la exterminadora, para luego ver confundida a la gata que la tomo de la ropa subiéndola a su lomo para salir de ahí. Sango se bajo con rapidez de la gata mirándola con desaprobación e iba a regañarla una vez mas cuando giro sus ojos a donde estaba Sesshoumaru.

    Y la respiración en sus pulmones se detuvo.

    El youkai se encontraba nuevamente recargado contra el tronco, con la cabeza ligeramente echada hacia delante, los largos mechones de cabello le caían hacia el frente cubriéndole parte de la cara, dejando ver la piel extremadamente blanca, casi traslucida y sin vida, los delgados labios estaba entreabiertos de un pálido color azul. Y a pesar de estar tan lejos puedo percibir que el suave movimiento de su pecho bajando y subiendo esta vez faltaba. Sesshoumaru se encontraba ahí tendido, como sin vida.

    Las largas piernas de Sango se movieron torpemente, deteniéndose a su lado cayendo de rodillas junto a él, así de cerca pudo percibir con mayor intensidad la palidez de su piel y los resecos labios que ahora si le llamaba estaba segura por mas que lo quisieran lo le responderían.

    .-Sesshoumaru.-susurro quedamente, levantando sus manos hacia el youkai, moviéndolo ligeramente, mas nuevamente su respiración se contuvo cuando el cuerpo flácido, frío e inerte de Sesshoumaru cayo entre sus brazos.

    Y solo pudo sentir como las calientes lagrimas de sus ojos castaños brotaban.

    /7/7/7/7/7/7/7/7/7/7
    Continuara...
    bueno adios!!!
    atte:Itzumi-chan:rolleyes:
     
  4.  
    Chic

    Chic Entusiasta

    Virgo
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    Re: Mirage

    Noooooo ToT nooooooooo síguele pronto por favor! Nooo, quiero saber qué va a pasar! Buuu pobrecito Sesshomaru, waaaa pobrecito! ToT es tan cariñoso con Kirara, debería ser así con Sango x), ntc... síguele por favor lo dejaste muy emocionante!!!

    Ten en cuenta que siempre me tendrás aquí apoyándote, ÁNIMOOOOOOS

    Byes =3

    p.d: Podría poner, por favor, un tipo de letra más grande? .-.
     
  5.  
    NetMermaid

    NetMermaid Guest

    Título:
    Mirage
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    Re: Mirage

    No Sesshomaru T.T!!!!!!

    Ya se murio, que va a pasar con sus fanaticas T.T me incluyo!!!!
    Pero bueno tendre que esperar para saber que pasa pero que no se muera!!!
    y que suertuda salio Kirara nunca pense que Sesshomaru se comportaria asi con ella
    JAJAJAJAJAJA........espero ver la conti muy pronto

    Chaoooooooooooooooo!!!!!!!!
     
  6.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

    Título:
    Mirage
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    Re: Mirage

    hola!!!!!!!!

    no problem.
    No pude resistir a poner la conti ToT
    y aki esta:
    Capitulo 10. Maná
    Arriesgando todo por solo un mirage

    Pues van hacia una fuente oculta en las arenas

    Bienaventurados los que de ella beben

    Porque para siempre serán consolados

    La cálida fogata crispo, soltando débiles pero brillantes lucecillas doradas, haciendo que los castaños ojos de la chica se abrieran un poco mas, las marcadas ojeras se marcaban con claridad bajo las pestañas, la oscurecida zona aun seguía húmeda, al igual que las mejillas y los ojos ahora mas que nunca estaban irritados, denotando un intenso color rojizo. Y es que durante dos días no había dejado de llorar ni tampoco dormir.

    Los intensos ronroneos de Kirara y el crispar de las llamas, lograban destruir un poco el incomodo silencio y pasividad que envolvía aquella lúgubre y fría casona. El tibio calor de la gata en sus piernas la hacia sentirse bien, pero, no era suficiente. Se sentía culpable e inútil, porque a pesar de ser una experimentada exterminadora no pudo percatarse de aquel enemigo y aun mas.

    No se dio cuanta del daño que este le había causado a Sesshoumaru.

    Una débil lagrima abandono sus ojos, bajando con rapidez por la mejilla, hasta caer de la misma, cayendo sobre la húmeda nariz de la gata, que al sentirlo despertó, maullando y estirándose en las piernas de su dueña, antes de bajarse de ella y salir con naturalidad de la choza destruida.

    La joven levanto con pesadez su cabeza, girándola un poco, alejando su vista de las rojizas llamas para posarla sobre ese cuerpo que apenas y respiraba. Sesshoumaru no había muerto, pero a pesar de seguir con vida, la posibilidad de que nunca mas despertara estaba demasiado latente.

    Y su respiración forzosa y pausada, se escuchaba ahora con mayor intensidad, golpeando los oídos humanos de la exterminadora, clavándose en su memoria y en su corazón, dañándola, hiriéndola.

    Todo aquello había sucedido por su culpa.

    Y aunque pidiese perdón por sus descuidos, los labios de Sesshoumaru no se moverían.

    Al menos no por algún tiempo si es que vivía...

    Se movió despacio, acercándose con dolor hasta quedar junto a su futon. Los largos dedos tibios de la joven acariciaron con delicadez la mortalmente pálida mejilla y un escalofrió la recorrió al darse cuenta que estaba demasiado frío.

    A pesar de tener tantas frazadas sobre él, estas no le ayudaban.

    Alejo un poco algunos de los mechones de aquel celeste flequillo, notando que ni siquiera eran del mismo color que solían tener, estaban mas claros, casi blancos, se acerco un poco mas a él, resbalando sus manos por sus mejillas, su cuello, su pecho, hasta detenerlos en aquella parte donde el kimono se cruzaba, abriéndolo con cuidado, sus ojos se entrecerraron con sufrimiento, al ver aquel color tan oscuro que había tomado la piel, ahí mismo donde el aguijón había causado la mortal herida. Aunque contrastaba con la demás piel blanca como el papel.

    Sus dedos acariciaron la herida, con suavidad y las calientes lagrimas de sus ojos cayeron esta vez sobre la piel del youkai, mojándolo. La mujer cerro los ojo con fuerza, apenas conteniendo el fuerte lamento que murió entre sus labios. Le dolía, le dolía demasiado verle así. Había utilizado todos los remedios, las plantas curativas, brebajes, pociones, todo lo que sabia, pero nada parecía ayudarle a mejorarle, solo lo mantenían así, inconsciente, respirando, dormido.

    Y lo que mas quería en aquellos momentos era escuchar su voz, ver sus dorados ojos.

    Sentir la cálida piel del youkai regalándole una caricia.

    Abrió los ojos nuevamente con sorpresa, al sentir el inesperado movimiento del youkai, que había sujetado con suavidad su regazo, atrayéndola hacia él, miro el rostro contraído del youkai, que se acurrucaba mas cerca de ella, atrayéndola un poco mas, como su buscara con desesperación su calor.

    Sango se encogió en si misma, sonriendo un poco antes de depositar un suave beso sobre los cabellos de Sesshoumaru, moviéndolo un poco antes de acomodarse también, a su lado, quedando recostada junto a él en el futon. Los largos brazos del youkai se enroscaron en su cintura y su cabeza descanso sobre sus pechos antes de soltar un pequeño suspiro y quedar nuevamente profundamente dormido.

    Sango atrajo hasta ellos, las suaves y cálidas mantas, antes de abrazar al youkai, para intentar ella también conciliar el sueño. El tibio calor comenzaba a desprenderse de aquel cuerpo que segundos antes había estado demasiado frío. Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Sango, al menos aquello era una buena señal.

    Jugo un poco con los largos mechones del youkai antes de quedar dormida también.

    7/7/7/7/7/7/7/7/
    .-Que pasa Inuyasha?.- la pausada y algo desconfiada voz del monje hizo que el hanyou dejara de prestar atención por un segundo a aquella mezcla de aromas que su olfato percibía.

    Giro levemente el rostro encontrándolo sentado algunos pasos atrás de el, alejado de Kagome y Shippo, aunque también de él. Miro con fastidio la mueca de enfado que este continuaba portando el en rostro y le era dedicada la pequeño zorro y a la miko. Gruño levemente, después de todo Miroku se lo había ganado. En el ahora mini equipo de Inuyasha, ninguno de sus integrantes confiaba en él.

    Aunque debían agradecerle que los llevara sobre Hatchi.

    Feh! Pero aun así no era suficiente para perdonarlo!

    Por culpa de haberlo aceptado de nuevo en su equipo Kagome le había dejado de hablar por demasiado días eso sin contar los osuwari recibidos, esperados e inesperados que la chica solía soltar.

    Pero después de todo, el estaba ahí junto a ellos por una buena causa.

    Encontrar a la exterminadora perdida.

    .-Huele raro el ambiente, demasiado raro.-soltó al fin, logrando captar la atención de todos. Mas fue el pequeño Shippo quien grito primero.

    .-Naraku!.-

    .-No tonto, es otra cosa, aunque aun no puedo distinguir que es.- los dorados ojos del hanyou se clavaron sobre la joven miko quien había juntado sus manos en su pecho, como si realizara una plegaria, una sonrisa triste se formo en los labios de Inuyasha, sabia de sobre que pedía por el bienestar de su mejor amiga.

    Miroku se acerco lentamente a él, quedando parado justo a un lado suyo.

    .-Volvamos una vez mas a la aldea de los exterminadores Hatchi.- Inuyasha le miro sin comprender, mas una sonrisa confiada en los labios de Miroku le dio esperanzas.

    .-Tal vez ya se encuentre ahí.- murmuro quedo el monje, sentándose con suavidad, tomando la posición del loto con sus piernas para ponerse a meditar, Inuyasha lo imito ,as solo se limito a sentarse de piernas abiertas.

    .-Puede.- susurro el hanyou, un fuerte golpe con el báculo sobre su cabeza lo hizo callarse y mirara con rencor al monje.

    .-No seas negativo Inuyasha.- Shippo y Kagome rieron un poco, después de ver como el hanyou se lanzaba contra el monje para golpearlo juguetonamente.

    Los ojos de la joven miko se alejaron de aquella escena viendo hacia la inmensidad del cielo, todo parecía como si volviese a la normalidad, como si fuesen los que antes eran, pero estaba de mas, nada era igual, solo rogaba para que Sango en realidad si se encontrara en la villa.

    /77/7/7/7/7/7/7/
    Sango abrió lentamente los ojos, encontrándose con la claridad de un nuevo día. Sintió la tibia calidez de alguien junto a ella, durmiendo con tranquilidad y eso hizo que una ligera sonrisa se dibujara en sus labios, la respiración del youkai era normal ahora y su tibio aliento le golpeaba el rostro. Un violento sonrojo se apodero de sus mejillas.

    El rostro del youkai se encontraba a escasos milímetros del suyo, al menos ahora lo estaba, después de haber volteado el rostro para ver como se encontraba se lo había encontrado así, cerca de ella, los ahora rosados labios de Sesshoumaru estaban abiertos, exhalando el aire con lentitud, con cuidado de no despertarlo levanto una de sus manos, acariciándole las finas mejillas, trazando con ternura las violáceas marcas de las mismas, mas fue cuando alcanzo los mechones celestes de su brillante cabello cuando Sesshoumaru se movió, acercándose mas a la mujer, besándola por la cercanía de sus labios.

    La joven de cabellos castaños abrió los ojos con sorpresa, al sentir como entre sueños Sesshoumaru le besaba, oprimiendo un poco mas los labios contra los de ella. Como si pidiera permiso para hacer aquello. La exterminadora se relajo despacio, cerrando sus ojos, dejándose hacer, su mano que descansaba en la mejilla del youkai, descendió hasta su nuca, para pasarla después sobre su hombro, sosteniéndose del mismo. El tenue roce de aquellos aterciopelados labios fue pasando de un cándido y tierno beso a uno mas profundo, uno que le demostraba a la exterminadora que estaba demasiado hambrienta de aquellos labios que hacia unas horas estaban tan helados como el hielo y ahora eran cálidos y suaves.

    Abrió los labios un poco tímida la principio, esperando y supiera corresponder a lo que seguramente seria un demandante beso del youkai, estaba nerviosa porque en toda su vida aquel seria el primer beso que daría de verdad. Mas los labios de Sesshoumaru se movían con dulzura, y su boca fue adentrándose con suavidad invadiéndola lentamente con su lengua. Saboreando ambos del momento.

    Las garras que hasta aquellos momentos se habían quedado sobre su cintura, ahora se movían por su cuerpo, otorgándole sutiles caricias que al mismo tiempo lograban quitarle la respiración. Sango escucho como el youkai gimo al momento de abandonar sus labios, sujetándola con mayor fuerza pegándola aun mas a su cuerpo. Antes de atacar a su cuello con los mismos, besando, lamiendo y mordiendo su piel.

    La exterminadora suspiro con fuerza al sentir aquello, mas sus manos se dirigieron al rostro del youkai atrayéndola hasta ella, para buscar una vez mas sus labios. Sango abrió sus ojos lentamente buscando la posible mirada dorada deseosa del youkai, mas no la encontró, su mirada estaba perdida, como entre recuerdos. La joven entrecerró las cejas contrariada, parecía que Sesshoumaru, besaba alguien, tocaba alguien y gemía por alguien que no era ella.

    .-Lena...-suspiro el youkai antes de buscar los labios de la joven que le recibieron, pero no le correspondieron.

    Con habilidad fue separándose de aquellos brazos, de aquel cálido cuerpo, dejándolo recostado una vez mas en el futon solo, las escasas cenizas de la fogata que los había cobijado, chispaban rehusándose a morir, sus castaños ojos las observaron hasta que se extinguieron por completo, sentada una vez mas frente a la misma.

    ¿Que demonios había sido todo aquello?

    Por poco y comete una estupidez con el youkai...

    Sango maldijo rabiosa, no estaba enfadada por eso, sino...

    Porque Sesshoumaru la había confundido con otra...

    Tomo el atizado con sus manos moviendo de un lado a otro las cenizas, mirando como cubrían la pequeña madera de negro. La soltó al fin dejándola caer rudamente al suelo con un golpe seco.

    Ya lo sabia, sabia que Sesshoumaru amaba a otra...

    Pero por un momento...

    Había querido que fuese solo a ella...

    7/7/7/7/7/7/7/
    Inuyasha bajo corriendo de un solo salto de Hatchi, dejándolos atrás con demasiada rapidez y es que todo estaba mal, aquel aroma, esa pesadez, todo, escucho como Miroku le daba alcance. No se sentiría tan presionado si el mapache los hubiera dejado cerca y no a demasiados kilómetros de la villa, todo porque estaba cansado.

    .-¿Que pasa, porque tanta prisa?.- Inuyasha no se detuvo para explicarle, siguió con su violenta carrera, hasta que fue mandado al suelo por Kagome. Iba a gritarle reclamándole, mas sus palabras se enmudecieron en sus labios al ver la cara de terror de la joven, lo presentía algo malo pasaba.

    .-Es Sesshoumaru, esta en la villa y Sango también esta ahí.-

    Inuyasha de levanto rápidamente al ver como la miko caía, sus pierna le habían fallado y sus ojos se habían llenado de gruesas lagrimas, estaba demasiado mal, la sujeto con cuidado entre sus brazos y la sostuvo ahí con delicadeza tratando de calmarla.

    .-Es por Kohaku, seguramente Sango lo encontró y Sesshoumaru lo quiere matar.- los ojos dorados de Inuyasha miraron asesinos al endemoniado zorro, quien había soltado aquellas palabras sin consideración.

    .-Sangre.- grito Kagome de pronto, estirando los mechones blancos de Inuyasha, haciendo que la viera.-Oliste sangre Inuyasha?.- lentamente la cabeza del hanyou negó, impulsivamente Kagome se alejo de sus brazos y le hizo señas a Shippo para que se acercara a ella.

    .-Vamos entonces no hay tiempo que perder.- termino el monje empezando a correr siendo seguido por Inuyasha con Kagome sobre su espalda y Shippo en su cabeza también.

    7/7/7/7/7/7/7/
    .-¿Te sientes mejor?.-Sesshoumaru no contesto, solo se limito a intentar levantarse, mas un violento dolor en su abdomen se lo impidió. Sango se acerco rápido a el impidiéndoselo, dejando aun lado las plastas de hierbas que llevaba para aplicarle.

    El youkai volvió a echarse sobre el futon, mirando interrogante a la mujer, que sin decirle nada, se prepara para curarlo, sus dedos se movieron, retirando las prendas que cubrían su abdomen dejándolo descubierto, los dorados ojos del youkai miraron con interés las labores de la mujer que solicita le ayudaba a sanar. Gruño un poco cuando las quemantes plantas le entraron a la herida.

    .-No hubieses estado así si me lo hubieras dicho desde un principio.-

    .-Para que? De todas formas no me hubieses ayudado.- ataco Sesshoumaru, alejando con su anos los dedos de la mujer, cubriéndose con las mantas. Sango lo miro con rabia, antes de levantarse indignada.

    .-Y que crees que es lo que hago?... deberías de tenerme mas confianza.- se defendió Sango con ímpetu. Sesshoumaru le miro fríamente antes de darse vuelta e ignorarla, no sin sentir la presión de aquel movimiento lacerándole crudamente la minúscula pero molesta herida.

    Sango salió frustrada de la choza. Dirigiéndose a uno de los pequeños y cercanos ríos, necesitaba algo de agua para preparar la comida para los tres. Kirara la miro y maulló, mas no se extraño cuando su ama paso de largo sin saludarla también, después de todo en algunas ocasiones así se comportaba, mas cuando estaba demasiado molesta.

    Sesshoumaru logro soltar al fin aquel gemido de dolor, cuando percibió que la exterminadora se había alejado por completo. Fijo sus ojos en el techo, antes de sentir un violento vértigo que por un momento no le dejo enfocar bien la constitución de la estructura.

    No es que no confiara en la mujer, pero estaba demasiado acostumbrado a nunca mencionar lo que por su estupidez o sus malas decisiones le pasaba.

    No importaba si esto le traía, el aislamiento, la soledad o la muerte.

    Maldijo con fuerza al escorpión y se maldijo aun mas fuerte a él mismo por aferrarse a un pasado que de nada le servia.

    7/7/7/7/7/7/7/
    .-Sango-chan.- la joven de cabellos castaños, giro el rostro, dejando de llenar la pequeña vasija que había llevado. Busco entre los alrededores esperanzada aquella familiar voz y después de algunos segundos se encontró con la delgada y frágil figura de la miko, quien con Shippo tras sus hombros corría, alegrada hasta ella.

    Sango la alcanzo abrazándola con fuera como al zorrito y que hacia demasiado tiempo que no les veía y en realidad les extrañaba. El pequeño zorro se tiro en el piso jugando con Kirara, dejando de observar a las dos mujeres que tomadas de las manos se veían.

    .-Todo estará bien Sango, no te preocupes.- aquellas palabras dichas por la joven de cabellos azabaches desconcertó a la exterminadora. A que demonios se refería?. Kagome miro la extrañada expresión de su amiga y se apresuro a explicarle.

    .- Todo esta bajo control Inuyasha y Miroku se están encargando de Sesshoumaru, no te preocupes.- aquello detuvo en seco la respiración de la mujer.

    Solo podía ser...

    .-Maldición.- murmuró la joven, corriendo en dirección de la ladea, dejando desconcertada ahora ala miko y a Shippo ya que Kirara se había ido corriendo siguiéndola también.

    7/7/7/7/7/7/7/
    Su espalda golpeo con fuerza el rudo tronco al que fue arrojado, mas no fue el golpe el que le hizo demostrar aquella notable mueca de dolor, sino la herida en su vientre, los socarrones ojos de Inuyasha le veían con saña y los azules del monje que había osado arrojarlo le cuestionaban con valor.

    Y esa mujer que no estaba en ningún lado, necesitaba su espada!

    Se encontraba demasiado débil para utilizar su látigo de veneno y escapar jamás, ni siquiera a punto e morir lo haría, pero ahora lo que menos deseaba era soportar la mirada de burla y la creciente sonrisa de superioridad del híbrido de su medio hermano.

    La puntiaguda estaca del báculo del monje estaba clavándose en su abdomen, para ser mas específicamente, donde la aguja del escorpión le había perforado, sus ojos comenzaron a teñirse de rojo levemente y exploto en furia cuando escucho las burlonas risas de Inuyasha.

    .-Que te pasa Sesshoumaru? El gran Lord no piensa defenderse?.- Era demasiada humillación para un youkai de raza pura y exclusivo linaje como él. Su cara comenzó a deformarse, preparándose para revelarle una vez mas su verdadera forma.

    Mas el fuerte sonido del hiraikotsu rompiendo el aire le saco de su concentración, la arma paso cerca de el, destruyendo de un golpe certero el báculo, para salir disparado nuevamente a su dueña, que enrosco la suave y resistente cintilla del mismo entre sus dedos recibiéndolo, son sin ser repelida varios centímetros atrás.

    .-Basta ya.- grito con fuerza la exterminadora, corriendo hasta Sesshoumaru, cerciorándose que se encontrara bien, hasta antes de mirar con rencor a sus dos antiguos compañeros.

    .-Esperen aquí.- siseo con una frialdad digna de Sesshoumaru, quien la miro en silencio, intentando ayudarle a regresar a la choza, mas su ayuda fue rechazada con un movimiento de este, que se encamino con rapidez a la misma.

    .-No necesito tu ayuda, ni la de nadie.- dirigiéndole una mirada de odio a la mujer, antes de continuar solo seguido por Kirara, su camino.

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    Continuara...
    bueno adios!!
    atte:I_lo..espera aki no e cambiado mi nick! k bueno
    atte:Itzumi-chan:rolleyes:
     
  7.  
    NetMermaid

    NetMermaid Guest

    Título:
    Mirage
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    68
     
    Palabras:
    82
    Re: Mirage

    Que buena la conti

    Quien era Lena? acaso sera una antiguo amor de Sesshomaru? Sesshomaru se enamoro antes? Sesshomaru dejara de ser tan orgulloso? Sango se quedara con Miroku o con Sesshomaru? Sango perdonara a Sesshomaru por confundirla con la tal Lena? Kirara ahora es un personaje principal? Por que hago estas preguntas? Las respuestas en la proxima conti, en el mismo foro, por Itzumi-chan y su fanfic Mirage pero espero que rapido porque la curiosidad me mata

    Chaooooooooooooooooooo!!!!!!!!!
     
  8.  
    Umi-Chan

    Umi-Chan Guest

    Título:
    Mirage
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    68
     
    Palabras:
    18
    Re: Mirage

    hola!!!!!!!!
    soy nueva en el fic
    esta muy bien
    pon la conti rapido
    bye:saludar:!!!!!!!
     
  9.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

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    Mirage
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    68
     
    Palabras:
    4117
    Re: Mirage

    hola!!!!!!!
    aki ta conti:

    Capitulo.- 11. Mía
    El youkai entro rápidamente a la semi destruida choza, dejándose caer con fuerza sobre el futon, sin importarle la violenta punzada de dolor que le recorrió al dejar caer su peso haciendo presión en su abdomen, ahí donde la herida aun le latía. Escucho las pisadas rápidas acercándose a donde estaba pero no volteo su rostro, simplemente clavo su mirada en la ventana donde apenas y algunos minutos atrás había estado contemplando el cielo.

    Sango entró con cuidado, miro la amplia espalda de Sesshoumaru recibiéndola y camino despacio hasta él, Kirara simplemente paso entre sus pies, logrando por un segundo, hacerla trastabillar y por poco caer, mas aun así logro mantenerse en pie, no sin antes enviarle una mirada furiosa a la gata de dos colas. Termino sentándose a un lado del youkai, cerca del futon, mas este no emitió palabra alguna, sino más bien continuaba silencioso y desinteresado en ella, simplemente ahí, sentado mientras el viento se encargaba de jugar con sus largos cabellos celestes.

    Un largo y profundo silencio les envolvió haciendo mas pesado el ambiente. El youkai se negaba a hablar y Sango en realidad no sabia que debía decirle, mas aun cuando no sabia ni que había pasado realmente entre el youkai y los demás. Los pequeños dedos de la exterminadora se relajaron sobre las telas de su kimono que cubrian sus piernas cruzadas, mientras bajaba la mirada, mas despacio la fue subiendo, mirando temerosa a Sesshoumaru.

    .-¿Te encuentras bien?.- Sango se regaño mentalmente cuando aquellos ojos dorados se posaron sobre ella con rabia.

    Claro que no se encontraba bien, tal vez las heridas en su cuerpo no significaran nada para él, pero la herida en su orgullo, provocada por las burlas del hanyou y del humano le dañaron. Bajo la mirada y sus dedos comenzaron a apretar las ropas que llevaba puestas.

    Sesshoumaru se levanto con suavidad, denotando todos y cada uno de sus finos movimientos, mismos que fueron seguidos por esos ojos castaños que le veían, termino al lado de la ventana, pero giro su cuerpo, echando sus brazos fuera y apoyándose en el alféizar de la misma, viendo con altanería a la exterminadora.

    .- ¿Que se supone que haces aquí? Ve con tus compañeros, después de todo hace demasiado tiempo que no les ves.-

    Sango le miro desconfiada, mas aun así se levanto también acercándose una vez mas a él, quedando a una distancia considerable del mismo. Una sonrisa despectiva estaba plasmada en los labios del youkai, mas sus fríos ojos dejaron de mirar a la mujer para dejar volar sus pensamientos en el cielo.

    .- Quiero ayudarte.- una suave risa abandono los labios del youkai, llenado el grueso silencio que era incomodo, eran divertidas las palabras que salían de la boca de aquella mujer, llevo sus dedos a su frente, alejando algunos mechones de cabello, que por la suave brisa, habían quedado sobre su rostro molestándole.

    .- Ayudarme dices, claro, como no pensé eso, ayuda para un youkai proveniente de una exterminadora, que conveniente.-siseo con frialdad el youkai, mirándola con repudio, antes de acercarse a ella, acortando la distancia que les separaba.

    Sango no pudo evitar temblar al sentirle tan cerca, mas aun cuando una de las manos del youkai, había pasado por su cintura y fue subiendo lentamente por su brazo, hombro y cuello antes de quedar posada sobre una de sus mejillas, haciéndole sentir las afiladas garras y la tersa y cálida piel.

    Sus ojos castaños se entrecerraron, cuando aquel rostro tan agraciado fue acercándose al suyo con lentitud, dejándole observarle, una pequeña sonrisa siniestra se formo en sus labios, mas esta no fue vista por la exterminadora ya que ahora tenia los ojos cerrados, esperando seguir sintiendo aquel tibio aliento golpeándole las mejillas, los delgados labios de Sesshoumaru se saltaron los de la mujer, resbalando por su mejilla, hasta detenerse cerca de su oído. Sango no pudo evitar soltar un suspiro ahora que el youkai la tenia aun más cerca de él, haciéndole sentir una vez mas la firmeza y fuerza de casi todo su cuerpo contra ella.

    .- Creo que lo único que he logrado hacer contigo exterminadora, fue confundirte.- Sango abrió los ojos desmesuradamente al escuchar aquello, sintió que algo dentro de ella se helaba y ahora solo el vacío la rodeaba.

    .-No debí de haberte besado aquella vez y ahora no dejare que hagas lo que quieras conmigo, eres mi enemiga por naturaleza.-

    Sesshoumaru fue alejándose despacio de su oído para quedar una vez mas frente a ella, dejo sus manos sobre la delgada y estrecha cintura de la exterminadora, mas su mirada ahora era dura y amarga. Miro con placer aquellos ojos castaños que ahora le miraban expectantes y dolidos, mas aun faltaba la mejor parte de lo que deseaba decirle.

    .- Ayudarme… que cínica y mentirosa eres mujer, serias capaz de engañar y traicionar a quienes te rodean y te aprecian, para lograr lo que quieres.-

    .-Dejaste a Inuyasha porque con el jamás encontrarías a ese chiquillo, las prioridades de ese hanyou son primero encontrar a los fragmentos, matar a Naraku y después, si hay oportunidad, ver lo de ese niño.-

    .- Pero es algo que no puedes esperar, quieres encontrarlo ya, a como de lugar... Por eso cuando supiste que yo le buscaba, no dudaste en abandonar a tus “amigos” y seguirme, no me molesta, aunque debo decirte algo mujer-.

    .-Nadie me ha usado ni usara, para obtener sus propósitos, si pensaste que te ayudaría, olvidado de una buena vez exterminadora... Buscare a ese mocoso cuando yo así lo quiera.- la frente recta del youkai quedo recargada contra la de la chica, juntando su nariz con la de ella. Nuevamente pego su cuerpo contra el delgado de la mujer, mirándola ahora con lujuria inyectada en sus pupilas.

    .- Aunque me hubiese gustado saber, que más te hubieses atrevido a hacer para lograr que yo te ayudara.- aquello fue mas de lo que la exterminadora pudo evitar, se alejo con violencia del youkai, mirándolo con odio.

    .- Yo no confundí nada!.- la antes blanca piel de la mejilla blanca del youkai, ahora estaba coloreada de roja, bajo de aquella hinchazón provocada por la fuerte bofetada que le dejo marcados los dedos de la exterminadora. La mujer dio unos pasos mas antes de detenerse y gritar con todas sus fuerzas, mientras sus uñas se clavaban en sus manos fuertemente cerradas.

    .- Piensa lo que quieras… de todas formas no lograras que me aparte de ti -. Termino la mujer, para después salir con prisa de la habitación, moviendo con brusquedad la tierra que había pisado con sus pies. Sesshoumaru escucho el bajo ronroneo que la gata emitía, recostada contra las cálidas mantas del futon donde había estado.

    Sesshoumaru se alejo despacio de la ventana, acercándose al futon, dejándose caer con suavidad en el mismo al lado de la gata, que al sentirlo, se acurruco contra él, continuando con su siesta. Las largas garras del youkai acariciaron dulcemente la peluda cabeza de la gata, sintiendo como esta sé movía contra sus dedos.

    Aquello era relajante, levanto su mano llevándola a su mejilla palpando la adolorida piel de la misma, negó con la cabeza, sintiendo un extraño malestar en su pecho, la había tratado mal, demasiado, pero realmente no quería mezclarse con ella, mas exactamente con una exterminadora. Llevo una de sus manos a la frente y la dejo ahí, presionando levemente. Había olido sal, gruño enfadado consigo mismo. Por su culpa la mujer había llorado antes de salir de ahí y había dejado su aroma mezclado con lagrimas.

    Miro a la gata una vez mas, si ella estaba ahí era para cuidarlo, de eso estaba seguro, negó con la cabeza una vez mas, odiaba sentirse tan inútil y desvalido. Y todo por haber ser herido por un insignificante escorpión. Maldijo levemente, antes de cerrar sus ojos y cubrirse un poco mas con las mantas, debía de descansar aun por sus heridas, pero aun y aunque la mujer y la gata estuvieran cercas, debía de estar preparado para un posible arrebato de furia de su querido hermano.

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    Sango intento calmarse, sus dedos se dirigieron a sus mejillas, limpiándolas de aquellas lagrimas que rabiosas aun continuaban bajando por las mismas, Sesshoumaru ahora no la quería cerca y seguramente era porque estaba dolido, la ofensa que había recibido en su contra había sido demasiado y como todo ser vivo lo único que había hecho fue defenderse dañando a quien de aquel equipo tuviera cerca.

    Y le dolía que se hubiese ensañado así con ella…

    No le dolían las palabras tan crueles que le había dicho, sino más bien, le dolía que después de haber pasado demasiado tiempo preocupada por lo que le pasara, este no buscara mas que hacerla sentir mal y aun desconfiar de sobre manera de ella. Que no se lo había demostrado demasiadas veces? Ella no era su enemiga. Aunque ahora que lo pensaba tampoco podría decirse que había intentado ser su amiga, ya que ambos no se trataban bien, sino al contrario solo se toleraban cuando estaban cerca.

    Sango llevo una de sus manos a la boca tapándola, ahora entendía por que la había besado en aquella ocasión, solo lo había hecho para herirla, teniendo así una arma que utilizar para cuando el lo quisiera, la tenia en sus manos ya que desde aquel momento, Sesshoumaru no había salido de la mente de la exterminadora.

    Ni siquiera se había molestado en sentirse mal por lo que Miroku le había hecho, por estar alejada de sus amigos y por volver a ser la exterminadora que siempre había sido. Ahora era otra, una mujer que era solo eso, una mujer que esperaba callada que le diesen migajas de lo que nunca podría llegar a tener. Gruño colérica al darse cuenta de aquello, hasta donde le estaba controlando su vida aquel youkai.

    Empezó a alejarse dando grandes zancadas, aquello no se quedaría así, aunque por ahora no podría hacer nada, necesitaba primero estaría con sus amigos, saber lo que querían y después ya pensaría que haría con el youkai. Una sonrisa sincera se formo en sus labios al verlos esperándola, hacia demasiado tiempo que había necesitado verlos.

    .- Abajo.-Inuyasha quedo estampado contra el suelo, el hanyou levanto su rostro del mismo, aterrado y sucio, notoriamente molesto por lo que Kagome siempre hacia.

    .-Ha Kagome porque lo hiciste?.-

    .-Ya te lo dije, y lo volveré a hacer si no te esperas, Sango volverá pronto, dijo que la esperáramos.-

    .-Pero Ka... – Intento levantarse pero no termino de decir lo que quería cuando.

    .-Abajo!.-

    .-Pero Kagome.-

    .-Nada de peros! Aguanta a que venga!.- Miroku solo pudo negar con la cabeza, y Shippo igual.

    .- Nunca cambiaran.-murmuro quedamente Sango antes de reír un poco. Todo le vieron con sorpresa, pero esta se esfumo de sus rostros, cuando Kagome corrió hasta ella abrazándola. Pero aun y estando con ellos, le era imposible dejar de pensar en el youkai.

    Necesitaba saber que era lo que podía hacer para agradarle a Sesshoumaru...

    Pero como podría una exterminadora de demonios solucionar aquel problema?

    Eso era...

    Sesshoumaru no quería que ella fuese exterminadora, sino una simple mujer, una dulce mujer, bien, entonces así seria. Se comportaría, como la dulce, amable y complaciente Sango que muy pocos habían logrado conocer y aunque no lo quisiera, el youkai no podría hacer nada para alejarla de él. No al menos cuando la conociera realmente.

    .- ¿Sango-chan?.-

    La exterminadora salió de su mutismo, cuando Kagome le llamo preocupada, mas la miko se relajo al ver la sonrisa sincera que se dibujo en su labios, Inuyasha se tranquilizo también, acercándose a ellas, uniéndose a la animada platica que entre Shippo y las dos mujeres habían comenzado. El monje les miro mas no se les unió, en silencio observaba cada uno de los movimientos de la exterminadora. Necesitaba hablar con ella, cuanto antes.

    Había muchas cosas que le debía explicar, otras mas que tenia que aclarar y cientos de mas que debía de confesar. Los castaños ojos de la exterminadora se posaron sobre el, mas su corazón se calmo cuando estos no le miraron con rabia, sino al contrario, estaban calmados y le sonrió también correspondiendo su sonrisa. No pudo negarse a ir junto a ellos cuando Sango le llamo. Si, necesitaba hablarle, en cuanto pudiera arrebatarla del lado de aquellos tres.

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    La brisa nocturna era algo fría, o al menos eso le parecía a él, giro sus ojos al escuchar las suaves pisadas de alguien acercándose, mas se relajo cuando percibió el aroma de quien entraba a la choza, poso sus ojos en la gata que hasta aquellos momentos había estado a su lado y ahora se levantaba corriendo para salir fuera de la choza.

    .-No quiero.-siseo el youkai, al mirar como Sango se acercaba a él, con un plato de humeante comida. Giro el rostro a propósito cuando la mujer se arrodilló a un lado donde el estaba sentado, de piernas estiradas y relajadas, con la espalda recargada contra una de las paredes de aquella casa, Sango le sonrió sentándose en sus piernas dobladas mirándolo con dulzura.

    .-No quiero, mucho menos si es lo que ellos comieron también.- Sango emitió una leve risilla divertida por la tonta excusa que le youkai le había dado. Aun en contra de lo que Sesshoumaru quería, tomo los palillos, llenándolos un poco de arroz, preparándose para llevarlo a la remilgosa boca del youkai.

    .-Pues estas muy equivocado si crees que les cocine a los otros, esto lo hice solo para ti.-Aquellas palabras hicieron que Sesshoumaru volteara el rostro, e inconscientemente abrió la boca dejando que la joven que llevaba una tierna sonrisa en sus labios depositara dentro un poco de aquella comida, que inmediatamente fue desaparecida de su boca.

    El youkai abrió un poco mas los ojos dándose cuenta del exquisito sazón de aquella comida.

    .-Deberías de dejar de ser tan frío, al menos conmigo, no todo lo hago con una intención oculta Sesshoumaru-sama.- Sesshoumaru la miro extrañado de que le llamase así, mas no rechazo el siguiente bocado que la joven depositaba en su boca, mastico despacio las verduras, contemplando en silencio el rostro calmado y sonriente de la mujer y de vez en cuando aquel plato que en poco tiempo quedo vacío.

    .- Gracias por haber cuidado de...- Sesshoumaru detuvo sus palabras, cuando vio como la joven dejaba el trasto a un lado suyo, para después acercarse hasta él y acurrucarse entre sus piernas abiertas. Recargándose con cuidado sobre su pecho abrazándolo.

    .-Shhh... no digas nada.-susurro Sango cerrando los ojos, acomodándose aun mejor sobre el youkai.

    .-Mujer... te sientes bien?.-murmuro secamente Sesshoumaru sintiendo como la joven se relajaba entre sus brazos. Acomodándose mejor quedando recostada su cabeza sobre su pecho y su cuerpo mas cerca del suyo.

    .-Sango, me llamo Sango, que no se te olvide.-murmuro quedamente la exterminadora, pasando uno de sus brazo por la cintura de Sesshoumaru y el otro dejándolo sobre su pecho a un lado de su rostro. El youkai la miro dudoso por un segundo, mas reacciono cuando la respiración de la mujer se hacia mas ligera y su cuerpo se relajaba.

    Acaso quería dormirse así, junto a él.

    .-Mujer, Sango, oye...- el youkai detuvo sus palabras, ya de nada servían porque la exterminadora se encontraba totalmente dormida. Sesshoumaru suspiro derrotado, bajando su mirada dorada hacia el rostro relajado de la joven. Mirando sus mejillas, los párpados coloreados de aquel pálido rosado que solía usar.

    Estaba cansada, demasiado, seguramente atenderlo a él y a los demás era algo extenuante para aquel frágil cuerpo de humana que poseía. Pero por lo menos parecía que tenia un sueño tranquilo. La sujeto con sus brazos, protegiéndola y acomodándose también para dormir, era algo incomodo para ambos estar a si, pero no podía negar que no le importaba mientras la tuviera cerca de él.

    Pudo percibir la mezcla de aromas en el cuerpo de la mujer y eso hizo que su rostro se contrajera en una mueca de enfado. Aunque los mismos lentamente comenzaban a ser eliminados por su propia esencia, así debía de ser, aquella mujer no debía portar ningún aroma mas que el de su piel o como ahora el suyo. Ella solo podía oler a él y a nadie mas. Cuando su olor estaba presente en la joven, pudo relajarse también, recargando su barbilla en la cabeza de la joven, abrazándola con mas fuerza y sus ojos estaban a punto de cerrarse para dormir, cuando un pensamiento, cruzo su mente:

    Sango es mía... solo mía... y nadie la apartara de mi lado... jamás.

    ¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.·´¨"¤.¸¸.
    .-Inuyasha?.- susurro quedamente Kagome mirándolo acercarse una vez mas a ellos, se había ido siguiendo en silencio a la exterminadora y después de algunos minutos eternos volvía.

    .-Se quedo con él, no dormirá esta noche con nosotros.- siseo el hanyou sentándose cerca de la bolsa de dormir que era ya ocupada por Kagome.

    .-Ya veo .-Dijo Kagome decepcionada ya que pensaba que le diría que no trataría en llegar con ellos. Escucho un suspiro proveniente del hanyou y nuevamente clavo su mirada castaña en el.-Que sucede Inuyasha?.-

    .-Hablare con Sesshoumaru.-aquello hizo que la joven se levantara quedando sentada sobre la colchoneta de la bolsa.

    .-Pero si ustedes nunca han hablado, solo se golpean en cuanto se ven!.- Inuyasha sudo una gota, después de todo aquello era verdad. Pero por su amiga Sango, al menos debía intentarlo.

    .-Intentare no hacerlo esta vez, Sango no volverá con nosotros, de eso ya debiste de darte cuenta.-

    .-Si, aunque nos dijo que estaba con él por Kohaku, me parece que hay algo mas.-los castaños ojos de Kagome le observaron tristemente, seguramente recordando las penas por la que la joven exterminadora había pasado.

    .-Por eso hablare con Sesshoumaru, Sango ya ha sufrido demasiado para que le la haga penar mas.- Inuyasha dejo de mirarla para posar su mirada en el fuego, y de paso sobre el cuerpo del monje que dormía a una lado de este protegiéndose de la inusual frialdad de aquella noche de verano. Kagome no pudo evitar dibujar una sonrisa dulce en sus labios, adoraba aquello de Inuyasha, que se preocupara tanto por sus amigos y los quisiera demasiado.

    Definitivamente había escogido correctamente a la persona a la que le pertenecía ahora y siempre sus corazón.

    .-Inuyasha.- murmuro quedamente atrayendo la mirada dorada del hanyou hacia ella.

    .-Hum?... Que pasa?.-

    .-Te quiero.-Kagome miro contenta el sonrojo que había acudido a las mejillas del joven de cabellos blancos, mas no espero a que dijera algo cuando sus labios ya se encontraban sobre los de Inuyasha, le miro con ternura una vez mas cuando dejo de besarlo antes de recostarse nuevamente en su bolsa de dormir y cerraba los ojos.

    .-Kagome.- murmuro apenas el hanyou mirando como esta le daba la espalda acurrucándose junto a el pequeño Shippo.

    .-Buenas noches.- soltó la miko al igual que un suave bostezo.

    .-Descansa.- susurro Inuyasha también, acomodándose para dormir, aunque haciendo guardia por si algo pasaba.

    El monje cerro finalmente los ojos que hasta aquel momento había tenido entrecerrados, haciéndose el dormido, escuchando fácilmente la conversación de aquellos dos. Así que Sango quería quedarse con Sesshoumaru. Se movió un poco acodándose sintiendo la calidez de aquella fogata. Aquella actitud de la exterminadora le daba mala espina. Ahora mas que nunca necesitaba hablar con la mujer.

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    Continuara...

    bueno aki ta n.n
     
  10.  
    Chic

    Chic Entusiasta

    Virgo
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    Re: Mirage

    Es bellísimo!!!!!!! Así debe ser Sango ToT tan linda con Sesshomaru, y Sessh no debe negarse! Ahhh es tan lindo, me gustó cuando él dijo que ella debía oler sólo a él y que ella era suya y de nadie más, estoy enamorada de este fic!!!

    :estrellitas: es fantabuloso.

    Síguele plis, el fic es perfecto ToT síguele síguele
     
  11.  
    NetMermaid

    NetMermaid Guest

    Título:
    Mirage
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
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    68
     
    Palabras:
    62
    Re: Mirage

    Verdad ChI-cHi que asi deben comportarse Sesshomaru y Sango entre los dos???

    Asi me gusta sin duda alguna asi esta mejor y que tierno, que tierno!!!!
    Sesshomaru es muy dulce cuando se lo propone y esa Sango que bien a de cocinar para que Sesshomaru acepte comer

    Bueno espero ver la conti muy pronto se esta poniendo bueno

    Chaooooooooooooooooooo!!!!!
     
  12.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

    Título:
    Mirage
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    68
     
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    Re: Mirage

    hola!!!!!
    hay ni me di cuenta k ya estamos en el capitulo 11 jeje bueno pos aki va la conti:

    Capitulo 12. Decisiones...
    Tan solo por amor, ponemos nuestras manos

    Al fuego de la pasión

    Escucho un leve gimoteo, no más bien, parecían sollozos reprimidos, de alguien que no quería ser escuchada llorar. Abrió lentamente sus dorados ojos, el saldo olor de las lagrimas invadió sus sentidos y aquellos dedos presionando con fuerza sus ropas le alertaron. Despacio miro a la mujer que se revolvía entre sueños, llorando apagadamente, seguramente a causa de algúna pesadilla.

    Sus brazos que hasta aquellos momentos la habían tenido sujeta de la cintura, subieron despacio, palpando con la suavidad de sus yemas, la fina tela del kimono rosado que llevaba puesto la joven, trazando la estrecha espalda, deleitándose con la sedosidad de aquellos cabellos castaños que continuaban sujetos por la cintilla blanca que en ocasiones usaba.

    Deposito suaves caricias sobre los cabellos, espalda, hombros, para finalmente volver a apresarla tiernamente entre sus brazos, escucho como los pequeños lamentos se convertían en silenciosos suspiros, hasta que por ultimo simplemente cualquier sonido no fue presente. Los largos de dos de la exterminadora sujetaron las gruesas líneas del Kimono del youkai, como si no quisiera separarse de él.

    .-Tranquila, ya paso.-susurro quedo Sesshoumaru, alejando algunos de los mechones castaños de la frente de la joven para poder ver aquellos ojos vidriosos que le observaban tristemente.

    No supo porque, pero dentro de él, nació la necesidad de borrar aquella expresión de su rostro, inconscientemente fue bajando su rostro, para depositar un suave beso en la frente de la mujer, al mismo tiempo que una de sus manos se encargaba de acariciar con cuidado de no lastimarla con sus filosas garras, la delicada piel de sus mejillas, alejando de las mismas algunas de las humedas lagrumas que aun por las mismas bajaban. Sesshoumaru la observo detenidamente, su corazón latió deprisa cuando una luminosa sonrisa se formo en aquellos labios rosados, aunque se lamento cuando esta cerro sus ojos, encerrándolos celosamente tras los párpados levemente pintados de rosa. Pero no tuvo tiempo de enfadarse por aquello, ya que los delgados brazos de la joven le sujetaron de la cintura, abrazándole antes de soltar un suspiro.

    Sango se sentía medianamente bien, confortada y protegida por aquellos calidos brazos que la sujetaban con delicadeza. Odiaba infinitamente soñar aquello una y otra vez, ese recuerdo que la atormentaba de forma cruel y maligna. Un sueño que empezaba como una dulce memoria de su pasado, cuando solo era una pequeña niña, una niña que no sabia nada de muertes o matanzas, una niña que vivía en paz al lado de su madre y su pequeño hermano que apenas y caminaba.

    Su pequeño hermano... Kohaku...

    Y luego, aquellos recuerdos donde como exterminadora viajaba junto a sus padres y compañeros, cumpliendo las misiones que les encomendaban para poder llevar algún bocado a la extensa y unida comunidad de exterminadores que formaban.

    Pero aquella escena cambiaba drásticamente para mostrarla a ella, en medio de una poza de sangre, moribunda, vestida como la sanguinaria exterminadora en la que se había convertido. Herida mortalmente por su propio hermano.

    Sango se abrazo con mas fuerza a Sesshoumaru, ahora que lo pensaba aquella pesadilla algunas veces le mostraba algo nuevo...

    Y la risa de ese demonio de cabellos negros y rojizos ojos, ataviado en la blanca piel de mandril, escupiéndole palabras ofensivas para solo terminar gruñendo.

    “Solo fue justicia... exterminadora”

    Sí, escuchaba las palabras burlonas y socarronas de Naraku en ocasiones.

    Pero también desde hacia dos días...

    “Asesina... ”

    Escuchaba esa palabra, repitiéndose una y otra vez en sus sueños, dichas con frialdad y desprecio, dignas únicamente de un youkai de largos cabellos celestes.

    Abrió sus ojos asustada, había escuchado nuevamente esas palabras y esta vez si habían sido dichas, no en su cabeza como siempre, mas al ver aquel rostro relajado y tranquilo, desecho aquella idea, nuevamente su mente le jugaba bromas, los delgados párpados del youkai encerraban sus ojos, al parecer aun tenia sueño, la suave respiración de Sesshoumaru ahora le golpeaba las mejillas, después de haberse levantado un poco de donde se encontraba acurrucada.

    Las manos de Sesshoumaru estaban relajadas sobre su cintura, donde solo las tenia como puestas, se separó un poco, logrando quedar arrodillada frente a él, una de las manos de la mujer, se levanto temerosa al principio, para delinear con sus yemas la piel del rostro del youkai, pasando por el imperceptible hueso de la quijada, subiendo por las violáceos marcas de sus mejillas, palpando con suavidad, los párpados cerrados, llevándose entre los dedos un poco de la pintura roja que los coloreaba.

    Finalmente llego a la luna en la frente de Sesshoumaru, dibujándola con lentitud con sus dedos, delineándola al principio para después rellenar la azulada piel con sus movimientos.

    .-No hagas eso.- escucho que le dijo el youkai, bajo su vista para encontrarse con sus pupilas doradas, mas no las encontró, seguían ocultas tras esos delgados párpados, pero pudo ver una sonrisa en los labios del youkai.

    .-¿Porque?.- Pregunto de forma juguetona, antes de volver a pasar sus dedos por la luna. Vio como el youkai luchaba por no dejar escapar una risilla, controlándose a duras penas.

    .-Me haces cosquillas.-logro decir Sesshoumaru antes de soltar una débil carcajada. Sango continuo con aquello, mas en un momento cambio sus dedos por sus labios, besando la suave piel de la frente del youkai.

    Sesshoumaru iba a protestar, pero, aquellas atenciones que la mujer le estaba dando eran suaves y deliciosas, como pequeños mimos, ya que ahora esos delicados besos, no solo se concentraban en su luna, sino también por el resto de su cara. Sango sonrió entre besos, al sentir como el youkai, se dejaba hacer y sus manos que hasta aquellos momentos habían estado estáticas sobre su cintura ahora se movían, acariciando su espalda e incluso pudo sentir las garras del youkai, enredándose en sus cabellos.

    Sango detuvo sus labios sobre una de las mejillas de Sesshoumaru, abrió lentamente sus ojos, encontrándose con la mirada expectante del youkai, sintió las garras del youkai enroscándose una vez mas sobre su cintura, acercándola nuevamente, manteniéndola sumamente pegada a él. Pero Sesshoumaru no tuvo que eliminar la distancia que les separaba de sus bocas ya que la misma mujer fue quien lo hizo. Mas le sorprendió que la misma supiera corresponder a sus labios, de la forma en que él besaba. No le dio importancia, siguió disfrutando de aquella boca tan dulce que le embriagaba.

    Y al mismo tiempo, no solo quería saborear aquellos labios, sino tambien, deleitarse con el cuerpo de la dueña de los mismos.

    Y si ella lo deseaba y el tambien... ¿Por qué no hacerlo?

    Levanto sus garras, subiendo con lentitud por la espalda, hasta detenerlas en los hombros de la mujer, sujetando con fuerza la tela de kimono, si tiraba solo empleando un poco de su fuerza, la suave tela cedería y dejaría al descubierto la blanca piel de la mujer. Sus largos dedos apretaron las lineas de aquellas prendas que estaban cediendo, pero se detuvo, cuando un ruidito proveniente de la mujer, llamo su atención.

    Sango se alejo del youkai, sumamente sonrojada, quedando sentada en sus piernas flexionadas, dejando la vista baja¿Como se había atrevido su estomago a traicionarla de esa manera?. Aunque no negaba que tenia razón, ese gruñido se había debido a que tenia hambre, la noche anterior no había cenado, ya que solo le había preparado comida a Sesshoumaru.

    .-¿Porque no vas y preparas algo como anoche?.- Sango levanto la vista aun sonrojada, mas la mirada tranquila y serena del youkai la hizo sentir bien.- Yo también tengo algo de hambre.

    .-Si.- Sango levanto sus manos dirigiéndolas a su cabello, después de tomar entre sus dedos la cintilla blanca que se había caído de los mismos. Iba a sujetarlos con la misma mas los dedos del youkai sujetaron la cintilla quitándose la de sus dedos.

    .-Se ve más bonito si lo llevas suelto.- los largos dedos de Sesshoumaru sujetaron algunos de sus cabellos, antes de dejarles caer viendo las formas que formaban, hasta quedar quietos y lacios. Sango afirmo con la cabeza, antes de levantarse y salir en silencio de la choza, no sin antes regalarle una sonrisa al youkai que con la mirada la seguía.

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    Sango suspiro cansada, realmente era algo estresante estar viviendo de aquella manera, aparte de terminar de confeccionar su traje y armas, debía encargarse de las oraciones, de Sesshoumaru y de sus demás amigos. Lo primero ya lo había prácticamente terminado, bueno fue así hasta que Sesshoumaru le dio el visto bueno a su traje, el mismo que ahora llevaba puesto.

    Sesshoumaru...

    Estar ahí para él no se le hacia cansado, aunque si era algo inquietante cuando se encerraba en sus mutismos o bien cuando se le quedaba viendo por demasiado tiempo sin decirle palabra alguna. Aunque ahora ya era un poco más comunicativo con ella. También se comportaba amable y dulce. Aunque después de aquel beso de la mañana no habían hablado de lo mismo, y tampoco lo habían repetido, pero al menos se habían pasado varias horas del día hablando, de su gente, los exterminadores.

    Parecía que el youkai, sabia algunas cosas de ellos, para ser exactos sabia demasiado, siendo un youkai, aunque no le pareció extraño a la joven, después de todo, Sesshoumaru era uno de los más fuertes youkais y no solo fuertes sino de los mejores instruidos en combates y enseñanzas.

    Aunque algo le decía que el padre de ambos, de Inuyasha y Sesshoumaru, fue quien le había dejado, aunque solo fuese al hijo mayor, aquellas enseñanzas de su gente, los exterminadores.

    Y estaba Inuyasha y los demás, definitivamente con ellos se cansaba, aunque en esta ocasión el hanyou no se quedo demasiado tiempo junto a ellos, Inuyasha se había levantado en silencio y se había alejado. Sango había dividido su tiempo para poder estar con sus actividades, arreglar sus cosas, estar con Sesshoumaru y permanecer algunas horas con su antiguo equipo. Que por cierto no dejaban de acosarla con preguntas sobre el youkai.

    Mismas que no respondia... o bien solo daba respuestas a medias...

    Despues de todo, nada interesante por contar habia sudedido entre el youkai y ella...

    El Monje era el unico que no le preguntaba absolutamente nada, no se incluía en las continuas platicas que solo trataban del youkai con el que ahora estaba, solo permanecia alejado, sentado en posición de loto, meditando incansablemente. Aquello sí que extraño a Sango ya que durante el tiempo que había pasado con ellos anteriormente nunca lo había visto durante tantas horas en meditación. Pero después de un tiempo de verle, le pareció común y dejo de pensar en él.

    Se levanto aburrida de la platica de Kagome y Shippo, quienes nuevamente trataban de convencerla para que dejara a Sesshoumaru y volviera con ellos. Sacudió sus ropas negras, acomodando la cinta roja que llevaba atada en su cintura y servía para sujetar su espada, aunque en aquellos momentos, no llevaba arma alguna.

    Se había puesto el traje de exterminadora para que Sesshoumaru lo aprobara y no solo eso, también para que fuese él quien probara su resistencia. Una sonrisa se formo en sus labios, recordaba como el youkai, había puesto sus garras en una de sus piernas, arrañadientes, despues de que ella misma se lo hubiese pedido con inistencia, halando la tela negra con sus uñas sumamante filosas, sorprendiéndole aquello al youkai de lo elástica y resistente que era. Como una segunda piel, le había dicho y era verdad, depues de todo el traje negro era sumamente flexible y se pegaba al cuerpo tomando su forma exacta.

    E incluso, resaltando provocativamente, sus formas femeninas..

    Sango levanto sus castaños ojos mirando al anaranjado cielo, el sol estaba apunto de ocultarse y quería volver al lado de Sesshoumaru...

    .-Me voy.- miro como Kagome y Shippo se entristecían y se apresuro a decir algo mas.- Mañana vendré temprano.- ambos afirmaron con la cabeza antes de ver como la joven se daba vuelta y comenzaba a caminar, regresando a la aldea de los exterminadores.

    Después de todo ella misma les había pedido que no se quedaran ahí...

    No quería incomodar a Sesshoumaru...

    Mentira... no quería que los interrumpieran, si es que algo pasaba entre ellos...

    Aunque aun no estaba tan segura de aquello, tal vez solo estaba confundida y estaba haciendo aquello para tratar de celar a alguien, tal vez.

    Aunque no sabia con exactitud a quien...

    Sintió la mano de alguien sobre su hombro y giro levemente la cara, mirando fijamente aquellos ojos azules que le observaban. Aunque gracias a eso ahora podía comprobar lo que sentía.

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    .-Sango yo... necesito hablar contigo.- la exterminadora siguió mirando hacia el frente, caminando despacio, siguiendo al monje que le llevaba sujetada de una de sus manos.

    .-Y a donde me lleva?.- pregunto la mujer sin ganas.

    .-A donde ellos no nos molesten.- Sango asintió, pero se soltó de la mano del monje, haciéndole una seña con su cabeza de que caminara y ella lo seguiría. Llegaron hasta un pequeño claro rodeado de enormes e imponentes árboles.

    .-Sango quiero aclararte algunas cosas.- murmuro tranquilo Miroku, acercándose a la exterminadora, levantando una de sus manos, acariciando la mejilla de la misma, mas la mujer simplemente alejo aquella mano de ella, mirando fastidiada al monje.

    .-Que cosas?.-

    .-Sango, yo, lo que te dije antes que partieras, fue una mentira.-La joven de cabellos castaños no dijo nada, solo espero a que el monje continuara con su explicación.

    .-Yo no la amo, si hice aquello fue solo por interceder por la pequeña Koharu (1).-

    .-Ha sí? Vaya, que cosa.-

    .-Sango créeme, Koharu, necesitaba que la ayudara, trabaja para los señores feudales de esa aldea yo soy la única persona a la que puede recurrir.-

    .- Sí, ya veo.- Sango giro los ojos desinteresada.- Eres la única persona a la que se le puede pedir esa clase de favores.-

    .-Sango.- murmuro el monje extrañada por las irónicas palabras de la exterminadora, aunque esperaba que le golpeara y le gritara, le dolía que se mostrara tan indiferente y desinteresada. - No te importa ¿Verdad Sango?.-

    .-¿Y tiene que¿Acaso a ti te importo si me lastimaría lo que en esa ocasión me dijiste?.- exploto al fin la exterminadora, acercándose peligrosamente al monje.

    .-Sango yo no quería, y necesitaba explicarte y después te fuiste, no supimos nada de ti y ahora que te encontramos, quiero decírtelo, explicarte todo.-

    .-Pero ya no me interesa.- la exterminadora bajo la vista, dejando verle al monje su semblante entristecido.-Ya no.- quería convencerse la mujer. Los azules ojos del monje se fijaron en aquellos ojos castaños vidriosos, que amenazaban con dejar caer algunas lagrimas de un momento a otro.

    La abrazo suavemente, alegrándose de que la joven de cabellos castaños no le rechazara. Sintio las calidas lagrimas de la mujer, cayendo sobre sus ropas humedeciendolas, la abrazo un poco mas fuerte, diciendole sin palabras que, ahora ya nada los separaria.

    .-Béseme.- Miroku vio como la mujer levantaba su rostro.-Por favor.- Y accedió, juntando sus labios con los de la exterminadora.

    Mas lo que no sabían era que alguien los estaba viendo. Alguien que había salido a buscar a esa exterminadora.

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    Sesshoumaru giro los ojos e imperceptiblemente su semblante fue cambiando lentamente, sus puños fueron cerrándose con rapidez, hasta que sus garras se clavaron en su piel haciéndole sangrar. Se regaño mentalmente una vez mas.

    ¿Porque diablos sentía aquello, Bien, una cosa era que sintiera que Sango le perteneciera, pero aun no hacia absolutamente nada por demostrarlo, pero aquello que estaba sintiendo en aquellos momentos al verles juntos, era rabia.

    Coraje, impotencia, ira, de aquellos labios sobre los de la exterminadora, aquellas osadas manos sujetándola de la estrecha cintura y la otra acariciando con suavidad la tersa mejilla.

    Sentía dentro de él la sangre hirviéndole de rabia. Alguien que no era él tocaba lo que le pertenecía, la besaba y disfrutaba, solo como él podía. Sango era suya, solo suya y ni siquiera ese insignificante humano se la quitaría. Ahora mas que nunca estaba de acuerdo en tomar una drástica decisión. Y realmente no le importaba si la mujer estaba de acuerdo o no.

    Estaba decidido, esa noche, Sango realmente seria suya...

    ¿Pero que diablos? Nuevamente pensaba otra tontería.

    Esa mujer nunca seria suya...

    Porque seria una gran ofensa para su especie...

    Ya que era una humana...

    Peor aun...

    Una exterminadora...

    El youkai, vio con desprecio una vez mas frente a él, mirando el descarado beso que aquellos dos humanos se daban. Una mueca asqueada se formo en sus labios y negó con la cabeza, antes de girarse para largarse de una buena vez de ahí.

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    Sango abrió lentamente sus ojos, mirando desinteresada al joven de cabellos negros que le besaba, cuanto tiempo había esterado para que algo si pasara entre ella y Miroku? Demasiado, pero el joven monje jamás lo había permitido. No cuando ella asi se lo habia pedido.

    Hasta ahora... pero... a Sango... aquello ya no le importaba...

    Hacia unos momentos lo había hecho, para decidir...

    Y ese beso... solo le había hecho hacerse conciente de lo que en realidad quería...

    Tenia que decidir entre quedarse junto al youkai o volver una vez mas junto a con aquel monje y...

    Miroku...

    Miroku no era mas esa persona a la que su corazon, desesperado necesitaba...

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    Continuara...
    bueno aki sta n.n
    adios!!!!!!!!!

    parece k ahora no les gusto xk no pusieron un post ToT
    bueno ia k!
    aki ta conti:

    Algo antes de empezar el capitulo:
    Cursivas: Flash Back

    Comillas: " " Pensamientos

    Capitulo.- 13. Tsuki no Hiraki
    Miroku gruño molesto una vez más, alejándose con rapidez de aquella boscosa y acogedora cumbre, donde segundos antes había estado de muy buena manera con la mujer que aun quería. Gruño otra vez pensando aquello, ya que el la quería pero Sango, ella para nada le necesitaba mas.

    Flash back

    Los azules ojos del monje se abrieron despacio, después de dejar de besar aquellos labios suaves y tersos, una sonrisa confiada se formo en sus labios, Sango, su querida Sango seguramente estaría sonrojada y nerviosa después de aquello, pero al mirar el rostro de la exterminadora, solo se encontró con la expresión hastiada e indolente que momentos antes le había mostrado.

    .-Sango.-

    .-Suficiente Miroku.-la joven se soltó de sus brazos, aunque Miroku no dijo nada, estaba contrariado por la acción de la joven y mas un de que le llamase por su nombre y no con ese inusual respeto que siempre le mostraba.

    .-Que te sucede?.-

    .-Nada.-

    .-Nada?.-el joven monje se acerco hasta ella, levantando una de sus manos acariciando una de las mejillas blanca de la joven quien solo volteo el rostro, alejándose de aquellos cálidos dedos.

    .-No sentí Nada, ese beso no fue como alguna vez lo soñé, porque ya no hay en mi ningún sentimiento de amor ni cariño hacia ti.- Sango se giro dándole la espalda, e iba a retirarse cuando el monje le tomo por el brazo deteniéndola.

    .-Es por él verdad?.- Sango se soltó de su agarre furiosa.

    .-No tiene nada que ver en esto Miroku... Fuiste tu el único culpable de que dejara de quererte.-

    .-Eso no es cierto Sango, tu aun me quieres, lo sentí, cuando te bese.-

    Miroku trato de convencerla de aquello, volviéndola a sujetar del fino talle de su cintura acercándola hasta él, su rostro bajo al de la chica, pero antes de que le besara esta lo alejo con una de sus fuertes cachetadas. Miroku maldijo con fuerza, Sango tenia que estar en un error, como había sido él el culpable de que dejara de amarle. Que no le había demostrado en muchas ocasiones que solo la quería a ella y a nadie mas, no había sido suficiente aquello.

    .-No te atrevas Miroku, No hagas que termine odiándote... hasta ahora no lo he hecho pero puedes lograr que lo haga si continuas así.- A quien quería engañar... si había tenido la culpa de todo desde un principio.

    Había jugado con sus sentimientos, demasiadas veces, sabiendo que aquello estaba mal, había ayudado a otros con sus acciones, pero siempre terminaba dañándola a ella, a quien se suponía era lo mas importante para él, mas incluso que su propia vida.

    No le había importado dañarla... No sentía remordimiento tampoco...

    Aunque debía aceptar que aquellos ojos castaños llenos de un indescifrable odio, la habían asustado y por ello, le había soltado del agarre de su mano. La exterminadora se había girado empezando a caminar, pero se detuvo unos cuantos pasos mas adelante llamándole y mirándole de reojo.

    .-Pero aun después de todo esto Miroku, sigo considerándote un amigo.-

    Fin del Flash Back

    El monje se detuvo, para levantar su vista hacia el cielo, donde la plateada luna, arriba de su cabeza e iluminándolo todo, brillaba, inexistente y vacía. Un fuerte suspiro decepcionado broto de sus labios. Había encontrado a una mujer maravillosa y por sus debilidades termino perdiéndola.

    Seguramente aquello era por la maldición de su familia... portando un karma tan oscuro como el agujero en su mano. Nah, el único pecado que tenia Miroku y no su familia, era esa mala costumbre suya, su debilidad por las mujeres jóvenes y hermosas.

    .-Que le vamos a hacer! Pobre de mí.- susurro quedo, continuando con su marcha, “Una menos, pero debe de haber mas” pensó, alcanzando a ver con sus ojos el cálido anaranjado de la fogata donde sus compañeros, dormidos seguramente, esperaban. Dudaban mucho que se quedaran mas tiempo ahí, después de todo como hasta ahora se veía, Sango no volvería con ellos.

    7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7
    Los rojizos ojos del demonio miraron con mordacidad al niño que sumisamente frente a él postrado esperaba ordenes, después de haberle dado el informe de sus labores. Sigilosamente había seguido a todas partes a la exterminadora Sango y desde hacia varias semanas no se había movido de la aldea de los exterminadores.

    .-Has hecho un excelente trabajo Kohaku.- la ausente mirada del niño le contemplo, pero este solo se limito a asentir con la cabeza, sabia que cuando Naraku usaba ese irónico levemente divertido en sus palabras, era porque en su perversa mente algún nuevo plan se maquilaba con rapidez.

    .-Ahora, lo que harás será algo simple.- los muertos ojos del niño le siguieron cuando se puso de pie.-Te presentaras ante la exterminadora y el youkai.- el cuerpo de Naraku quedo a lado de él, quien con una rodilla en el suelo demostraba lealtad y obediencia.

    .-Harás que se maten entre ellos Kohaku, uno por protegerte y el otro por aniquilarte.- la sonrisa siniestra en los delgados labios del demonio, se intensificando viendo con deleite como el chico tensaba los músculos, aun y cuando se suponía tenia el control absoluto del mismo.

    .-Si, como ordene.- Kohaku se irguió, quedando de pie a un lado del hanyou, bajo su cabeza en forma de reverencia, antes de girar un pie y por consecuencia todo su cuerpo, corriendo silenciosamente para desaparecer entre las oscuras sombras de la noche.

    .-Esto será divertido.- Kanna se acerco a él, trayendo entre sus manos el espejo.-No es necesario, dudo que en esta noche el exterminador llegue hasta ellos.-Kanna no dijo nada, simplemente doblo sus piernas sentándose a un lado donde su creador solía sentarse a esperar.

    .-Y mañana, un enfrentamiento me divertirá un poco... solo espero que no se deje matar tan fácilmente, seria una desperdicio.- Naraku volvió a dejarse caer quedando sentado.

    .- Pero estoy seguro que Sango pelearía aun con mayor coraje si supiera la verdad.- Una risa maligna escapo de sus labios.

    .-Después de todo, no fui yo quien destruyó y mató a todos los que vivían en la aldea de los exterminadores.- Y la profunda y burlona risa del hanyou volvió a inundar las oscuras habitaciones de su fortaleza, una vez mas.

    7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7
    Flash Back

    Inuyasha había esquivado apenas, esas filosas dagas de acero que se encontraban en la pequeña choza donde Sango y Sesshoumaru solían pasar la mayor parte del tiempo. Le pareció extraño que el youkai hiciese aquello, mas cuando su costumbre era golpearlo el mismo con sus propias manos que utilizar sus poderes sobrenaturales para dañarlo.

    .-Que es lo que quieres Inuyasha?.-

    .-Hablar.-

    .-Tu y yo no hablamos... peleamos hanyou.- los dorados ojos del youkai, se fijaron coléricos sobre Inuyasha, quien como siempre le miro con desafió, pero se contuvo de hacer algún movimiento ofensivo.

    .-Esta vez te pido que hablemos Sesshoumaru...-

    .-No tengo nada que hablar contigo.-

    .-Es sobre Sango.-

    Fin del Flash back

    .-Sesshoumaru.- el youkai salió de sus pensamientos cuando escucho la suave y preocupada voz de la joven de cabellos castaños, giro sus ojos alejándolos de la ventana donde contemplaba en silencio la luminosa luna llena.

    .-No vas a comer nada?.-susurro la joven cuando la indescifrable mirada del youkai se poso sobre ella. El plato con la cena que había preparado para él estaba intacto, contrastando con el suyo, que desde hacia varios minutos estaba vació.

    Estaba demasiado callado y ausente de si, ni siquiera se había mostrado así cuando lo conoció. Algo había pasado, en las ultimas horas que se había ausentado. Cuando había entrado con la cena, le había saludado, pero él simplemente la ignoro, no le tomo importancia entonces, pero incluso ahora el silencio entre ambos era simplemente. Incomodo.

    .-No.-

    .-Te pasa algo?.- Sango hubiera preferido guardarse aquella pregunta, bajo la vista decepcionada de que Sesshoumaru le mirara de aquella forma, odio, otra vez, después de lo que había pasado creía que ya por lo menos las cosas entre ambos cambiarían.

    .-¿Donde puedo lavar mi cuerpo?.- la joven pestañeo varias veces, antes de poder articular palabra alguna en sus labios, Sesshoumaru se levanto despacio, la herida aun le dolía pero no debía mostrar como siempre debilidad alguna.

    .-Te mostrare, solo tienes que seguirme.-

    .-Bien.-

    .-Kirara?.- Pregunto la joven mirando como la gata salía de dentro de la suave y esponjosa cola que Sesshoumaru portaba sujeta sobre su hombro.

    .-Estuvo conmigo toda la tarde.- susurro quedo Sesshoumaru, sujetándola entre sus manos antes de acariciarle con cuidado entre las orejas, deleitándose con el suave ronroneo que emitía. Los dedos de Sango también se unieron a aquel juego de caricias sobre la felina.

    Kirara ronroneaba cada vez mas fuerte, contenta con tantas atenciones hacia ella, los suaves dedos, unos finos y pequeños y los otros fuertes y peligrosos con esas garras que podrían ser capaces de destazarla en pocos segundos si así lo deseaba su dueño, pero que ahora solo repartían sutiles trazos por el terso pelaje ambarino.

    Y entonces los dedos y miradas de ambos mágicamente se encontraron...

    Kirara ya no era quien recibía aquellas caricias sino la piel de ambos, aquellas manos recorriéndose, la una a la otra, memorizando la cálida piel, las pequeñas arrugas en las mismas, cada curva, cada punta. Hasta que simplemente, los movimientos cesaron y las miradas se alejaron igual que las manos.

    La gata fue dejada con delicadeza sobre los brazos de Sango, pero aquella mirada dorada no volvió a posarse sobre la joven y delicada exterminadora.

    .-Vamos.- Sango asintió, colocando a Kirara en el piso, antes de caminar hasta Sesshoumaru y posarse a un lado de él, guiándole en silencio.

    7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7/7
    Miro con cuidado su mano, pálida, donde aquella pieza de oro y rojizo rubí, que constituían un fino y brillante collar, sus ojos rosados miraron con preocupación la rojiza piedra que en el labrado mostraba una pequeña y delicada hendidura. Aquello era una mala señal, eso solo podía significar una cosa...

    .-El corazón de Sesshoumaru, esta luchando por liberarse.- la joven mujer cerro contra su puño el rubí, antes de acercarse a la ventana, que abierta dejaba entrar los plateados rayos de la luna.

    Su delicado rostro se contrajo en una mueca de fastidio y odio. Nadie excepto ella misma podía liberarlo, además dudaba mucho que Makoto tuviese la suficiente fuerza como para lograr algo como aquello, a menos que alguien que no fuese ella, estuviese mas que interesada en el youkai, alguien que no le importara mas que verle sonreír.

    .-Podría ser pero... de ser posible Makoto tiene la obligación de deshacerse de la competencia.- Movió su cabeza en forma negativa.- No puedo confiar absolutamente en ella, es demasiado débil como youkai.- se alejo de la ventana, colocándose nuevamente aquel collar sobre su cuello, el rubí brillo reconociendo a su única dueña.

    Una sonrisa confiada se formo en sus rosados labios, tal vez solo estaba algo confundida por una simple mella en la joya, tal vez se hubiese roto con algún movimiento descuidado de su parte, seguramente alguna vez se le cayo. El sonido de algo rompiéndose la alerto, bajo su mirada el rubí, que había dejado de brillar y ahora la quebradura era mayor y mas pronunciada.

    .-Debo volver... de seguir así... Sesshoumaru.- no dijo mas, comenzó a hablar en voz alta, llamando a sus sirvientes, una vez mas viajaría para visitar al Lord de las Tierras del Oeste.

    7/7/7/7/7/7/7/7/7/7
    Exactamente que era lo que quería, No lo sabia, solo le había dicho que se mojaría también un poco, después de todo, Sesshoumaru no quería bañarse, sino lavara el mismo la herida en su abdomen, que ahora ya estaba casi desaparecida. Bajo su vista hacia sus rodillas, que se veían con facilidad por la yukata blanca húmeda.

    Había querido mojarse los pies y el rostro, pero de alguna manera termino perdiendo el equilibro y cayendo al agua mojándose completamente. Un suave sonrojo acudió a sus mejillas de pronto, de no haber sido por los brazo de Sesshoumaru que la sostuvieron, estaría completamente mojada hasta en corto flequillo de su frente.

    Pero el que definitivamente quedo completamente mojado fue, Sesshoumaru.

    Sesshoumaru se acerco lentamente hasta donde la había dejado sentada sobre la orilla pastosa del lago, la exterminadora le miro en silencio, recorriendo con su mirada el rostro húmedo el youkai, viendo como las gotitas que fluían de su cabello mojado caían en sus mejillas, bajaban por su cuello y recorrían con lentitud sus hombros, pectorales y terminaban sobre su abdomen, uniéndose a los pantalones blancos empapados que aun conservaba puestos.

    Dejo de mirar aquello para levantar su vista, encontrándose con esa mirada dorada que ahora brillaba de forma extraña, pero no podía negar que le gustaba, solo pudo cerrar sus ojos cuando los labios del youkai, reclamaron los suyos, exigentes, mas no pudo levantar sus manos para enredar sus brazos en el cuello del youkai, Sesshoumaru tenia sujetas sus manos en las suyas, dejándolas sobre el verde pasto en el cual Sango estaba sentada.

    La débil corriente del río golpeo los pequeños pies de la mujer, mas dejo de sentir aquello, ya que alguien la levantaba despacio, echándola hacia atrás, alejándola del agua, su espalda quedo contra la mullida vegetación, la cual sirvió como una suave manta, mas no le importaba aquello, sino el youkai, que estaba sobre ella, acomodándose sobre su cuerpo.

    Un violento sonrojo adorno las mejillas de la exterminadora, sus manos desde hacia algunos minutos antes de aquel beso, ya no cubrían la parte superior de su yukata mojada y seguramente Sesshoumaru ya la había visto.

    Bueno, además no podía utilizar su kimono rosado para meterse al agua, hubiese quedado estropeado, por eso mismo se había quedando solo en la yukata blanca, que al ser mojada, era mas que lógico, con lo delgada que era, que la tela iba a traslucirse.

    Pero aquello realmente no importaba, no cuando las manos del youkai ya se estaban encargando de deshacerse de la cintilla que sujetaba aquella prenda de su cintura y sin aquella cinta, quedaría desnuda en muy poco tiempo.

    Soltó un suspiro cuando Sesshoumaru rompió el beso, para mirarla y acariciar su rostro, antes de que la mujer, levantara las manos para abrazarlo, escondiéndose entre los cabellos mojados del youkai.

    .-Sesshoumaru.-susurro quedo la exterminadora, alejándose un poco de él, los plateados rayos de luna iluminaron el fino semblante del youkai, haciéndolo verse mas atractivo e incluso la pálida piel del mismo brillaba gracias a las gotitas de agua que aun sobre la misma habían.

    .-Sango.- la imito Sesshoumaru, deleitándose con la exquisita visión de la joven, paso sus garras por las suaves mejillas coloreadas de rosado, aunque le gustaba aun mas, ese brillo en sus ojos, que reflejaban destellos al dar directamente sobre ellos el resplandor de la luna.

    Ninguno de los dos supo quien había iniciado aquel nuevo beso en el que se habían unido, pero de algo estaban seguros, esa noche, nada de lo que pasara a su alrededor o alguien en especifico los interrumpiría. Aquélla noche, la luna y sus brillantes rayos serian los únicos testigos de lo que entre ambos sucedería.

    7/7/7/7/7/7/7/7
    Contuniara...
    bueno
    chaito ;D
     
  13.  
    Chic

    Chic Entusiasta

    Virgo
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    Re: Mirage

    Nooooooooooooooo Cómo puedes dejarlo ahí!!!!! Es inaudito!!!!!!!!!!!!!!!! Ahhhhhhh por favor tienes que continuarle!!! No había podido postear porque el foro no funcionaba pero ahora que sí lo hace, no puedo permitir que lo dejes ahí!!!!!!!!!!! No ToT me destrozassss ia te dije que este fic es demasiado perfecto y te agradezco infinitamente por decidir traérnoslo para deleitarnos con tal forma de escribir!

    Ahhhhhh gracias Itzumi ToT gracias Namida!!!

    Ánimos, síguele

    Byes
     
  14.  
    NetMermaid

    NetMermaid Guest

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    Mirage
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    Re: Mirage

    Yo hubiera posteado antes es que ayer no puede entrar al cemzoo y la verdad es que yo ya queria seguirle a mi fic y ahora que veo el tuyo me ha dado una idea pero no te preocupes en muy diferente a tu fic no soy una copiona!!!!

    pero bueno me encantaron las dos contis espero que le sigas pronto ya quiero saber que va a pasar enseri me muero de la curiosidad!!!!!

    Chaoooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  15.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

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    Mirage
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    Re: Mirage

    k raro io tampoco podia entrar O.O
    da mello O.O
    bueno
    chaito ;D
     
  16.  
    Akanna-air

    Akanna-air Guest

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    Re: Mirage

    Holasss!!!!
    Que Onda???
    Acabo De Leer El Ff, Y Esta Genial!!!!
    Por Dios Esta Padrisimo!!!!
    Muy Bien Narrado!!!!
    Hay Porfavor Continualo!!!!
    No Lo Dejes Hay!!!!
    Porfavor!!!!
    Bueno
    Bye
    Atte
    Akanna-air

    P.d. Continualo Te Lo Suplico!!!!!
     
  17.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

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    Mirage
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    Re: Mirage

    hola!!!!!!!!!!

    aki ta conti!!!!!:

    14.- Kinjirareta Asobi: Parte 1
    Sus mejillas se colorearon de rojo, llena de vergüenza cerro los ojos, sintiendo como el youkai dejaba quedar tendido su cuerpo húmedo pero a la vez cálido sobre el suyo. No pudo evitar temblar y sus pulmones comenzaron a atrapar aire con fuerza, subiendo arrítmicamente su pecho, cuando los fríos labios de Sesshoumaru comenzaron a recorrer su cuello.

    Su respiración se detuvo cuando los colmillos de este le rozaron la piel, al mismo tiempo que sus garras abrían con lentitud la yukata, dejándole al descubierto, el nacimiento de su blancos pechos, pero solo hasta ahí quedo desprovista de prendas. Entreabrió los labios ligeramente, esperando el contacto de aquellos labios que despacio, entre suaves besos se dirigían a aquella zona.

    Pero los mismos nunca llegaron ahí...

    Sango soltó un leve suspiro, deseando que una nueva caricia se depositara sobres su cuerpo, los segundos pasaban, y la misma no se presentaba.

    Abrió despacio sus ojos, encontrando muy cerca de ella al youkai, sus largos cabellos celestes caían en suaves mechones sobre sus hombros, hasta quedar depositados con gentileza sobre el cuerpo de la exterminadora, tomando la forma de cada parte del mismo que tocaban, hasta quedar incluso tendidos sobre el mullido pasto en el que estaba recostada.

    Aquella mirada dorada le observaba, aunque no sabia con exactitud que significaba aquel leve brillo que en los mismos portaba. Místico, sí, esa era la palabra correcta que podría describirlo, a él, a Sesshoumaru, pero la joven dejo de pensar en aquello, cuando esa mano de afiladas garras, subió una vez mas a su mejilla, acariciándola levemente.

    .-¿Qué es lo que en verdad quieres Sango?.- pregunto de forma calmada y suave la tranquila voz de Sesshoumaru. Trazando con su filosa garra la cálida y blanca piel de pómulo de la mujer.

    .- ¿Qué quiero?...- soltó la mujer, preguntándose a si misma, sus mejillas perdieron el leve color rosado que habían adquirido, los dedos de Sesshoumaru se habían detenido, en sus labios y dejo de tocar la tersa piel de los mismos, cuando Sango giro el rostro, evitando su mirada dorada.

    -o-o- Flash Back –o-o-

    .-Habla rápido.- Había contestado Sesshoumaru, dejando caer las filosas garras que había dejado suspendidas al viento, esperando el solo pensamiento para arrojarse contra el hanyou que en silencio le observaba.

    Inuyasha le miro expectante, dudoso de saber cuales serian las palabras adecuadas para empezar su relato. Mismo que sabia, debía comenzar cuanto antes, después de todo Sesshoumaru no era de aquellas personas que pacientemente esperara la justificación de alguien, si no se le daba la información que necesitaba rápido, podrían irritarse con facilidad.

    Aunque en realidad, a Inuyasha, aquello no le importaba...

    Pero en esta ocasión la que podría salir lastimada era Sango...

    .-Y bien... hablaras o no lo harás.- gruño levemente Sesshoumaru, aun dándole la espalda a Inuyasha.

    .-¿Sabes lo que Sango ansía de ti Sesshoumaru?.- Sí, debía ser directo. Para que demonios se andaría con rodeos, después de todo ese no era sus estilo.

    .-Que más... hanyou... obtener lo que de ti no ha podido.-Los dorados ojos de Sesshoumaru miraron de forma despectiva a Inuyasha, aunque no había girado mas que un poco el rostro, observándolo de reojo.-Encontrar a ese niño... al pequeño exterminador.-

    .-No es solo eso.- contesto con un gruñido Inuyasha, molesto por aquel tono mordaz en las palabras de Sesshoumaru. Ese mismo tono que siempre lo hacia rabiar.

    .-Vaya... y según tu, hermanito, para que mas me quiere la exterminadora.-

    .-Me gustaría decir que para matarte.-escupió Inuyasha, pero inmediatamente se contuvo de soltar otra estupidez.-Pero no es así¿Es que acaso no lo has notado?.-

    Sesshoumaru volvió a girar el rostro, levantando su mirada, dirigiéndola a la ventana, aquel era un tema que ni siquiera él mismo deseaba tocar. Las débiles nubes blancas se movieron con lentitud, despejando una vez mas el cálido y suave celeste cielo.

    .-Lo que quiere es agradarte.- el youkai abrió los ojos incrédulo.- Y tu también así lo quieres, es por eso que, la dejas continuar a tu lado.-

    .-No se lo que quieras tu de ella Sesshoumaru... pero Sango ya ha sufrido demasiado, como para que tu también juegues con ella.-Inuyasha miro desafiante a Sesshoumaru, que ahora estaba frente de él, mirándolo de la misma manera, pero aun así no pudo evitar borrar de su rostro el semblante consternado de su rostro.

    Ella había sufrido... no ella aun sufría...

    .-Ella sigue siendo mi responsabilidad, aun y cuando este a tu lado, es por eso que te pido que...-Inuyasha bufo molesto, no le gustaba pedir nada a nadie, pero era su amiga la que ahora le necesitaba.-Que la cuides Sesshoumaru, evítale que siga sufriendo.-

    No supo por que pero, asintió a las palabras de su hermano.

    Y con ello, Inuyasha se la confió a él. Sesshoumaru era quien de ahora y en delante, protegería a Sango, por así decirlo, la exterminadora ya era parte de su grupo. No esa palabra estaba mas dada para los humanos y no para las bestias. Sango era parte de su... manada.

    -o-o- Fin del Flash Back –o-o-

    .-Lo que yo quiero es que...-

    Un débil sonrojo, acudió nuevamente sus mejillas. ¿Qué podía hacer? Decirle lo que sentía por él, no, no era conveniente, Sesshoumaru no le creería así de simple, tal vez y la confundiría con una oportunista que solo quería el puesto que hasta ahora, ninguna youkai o mujer tenia.

    Aunque Makoto, por así decirlo, parecía mas que la dueña de ese lugar...

    Sango tembló al sentir las manos del youkai una vez mas sobre su cuerpo, pero esta vez no le regalo caricia alguna, sino mas bien, se dedicaron a cubrir su cuerpo, aquella piel fue vestida nuevamente, dejándola oculta tras la blanca tela de la yukata.

    Los castaños ojos de la exterminadora le vieron, una vez que giro nuevamente el rostro, para observar al youkai, que con suma delicadeza y cuidado, ataba los pequeños amarres de las ropas de la mujer, antes de alejarse de su cuerpo y erguirse con lentitud, para ir hasta donde había dejado sus propias ropas. Volviéndolas a colocar sobre su cuerpo.

    .-¿Sesshoumaru?.- susurro quedo la exterminadora¿qué era lo que había pasado¿significaba a caso que la había rechazado?.

    El youkai se giro, acercándose una vez mas a ella, se arrodillo a su lado, antes de acariciar otra vez su mejilla, casi con cariño. Pudo ver la duda en los ojos de la joven y su creciente tristeza. Llevo sus labios hasta la frente de la misma, regalándole un suave beso.

    No... el no la había despreciado...

    Pero al parecer no quería que pasara nada entre ellos...

    Sango dibujo una sonrisa triste en sus labios. Conciente de que por mas que lo intentara, por mas que luchara, Sesshoumaru no la dejaría ser algo mas, que incluso ser su amiga le parecía algo, vago, incluso lejano.

    Casi como un Juego Prohibido...

    Exterminadora y youkai... no se podrían conjugar...

    Nunca...

    Se echo entre sus brazos, quería llorar, pero a la vez, no podía...

    .-Es mejor irnos a descansar, mañana partiremos temprano.- susurro quedo el youkai, alejándola de él, se levanto despacio y comenzó a caminar.

    .-¿Regresaremos al castillo?.- La mujer le imito levantándose también, aunque no pudo evitar, que sus palabras sonaran tristes y cansadas.

    .-No, Iremos a buscar a alguien.-

    Sesshoumaru se alejo en silencio, regresando a la aldea de los exterminadores, aquella sería la última noche que pasarían en la misma. No se detuvo, ni giro el rostro, cuando escucho el leve sollozo de la exterminadora, ni siquiera cuando esta se dejo caer de rodillas contra el pasto, llorando libremente, el era un youkai. Uno que se había ablandado mucho últimamente, al menos de vez en cuando debía de mostrar su temple frío e indiferente que le caracterizaba como tal.

    Como Sesshoumaru... el Inu Taiyoukai de las Tierras del Oeste...

    Sus lágrimas no eran de tristeza, como cualquiera lo pensaría si es que la vieran, era una felicidad que desde hacia mucho tiempo a ella no venia. Infinita y verdadera. Como las palabras de Sesshoumaru, ya que él mismo había tomado la decisión de buscar a Kohaku. Y en las palabras del youkai, había una secreta promesa, escondida tras la frialdad de sus voz, una promesa que profería la vida y libertad para el niño y una nueva oportunidad de ser feliz para ella.

    /7/7/7/7/
    La pálida luz de la luna, entraba sin impedimento alguno por los grandes ventanales, si se asomaba por ellos, como ahora ella lo hacia, podía verse con claridad las basta tierras del oeste y la inmensa grieta en el suelo, que dividía al castillo de las mismas, hecho alguna vez por su dueño para protegerlo.

    Makoto soltó un breve suspiro. Realmente el castillo se sentía tan solo cuando Sesshoumaru no estaba e incluso la pequeña e hiperactiva Lin se tranquilizaba. Una sonrisa triste se formo en sus labios rojos. Ese youkai que sacrificaba siempre su felicidad por el bienestar de cada uno de ellos.

    Era verdad, todos se comportaban como sus sirvientes, pero Sesshoumaru nunca les trataba como tales, sino mas bien, como miembros de una manada que le pertenecía, una manada inexistente.

    Incluso a ella, que nada cercano del youkai era.

    -o-o- Flash Back -o-o-

    Sesshoumaru se encontraba sentado en los jardines de cerezos en flor, su rostro mostraba una mueca algo extraña para alguien como él. Tristeza mezclada con odio, confusión y lamento. Aun no sabia que debía pensar o sentir por la confesión de aquella joven youkai de blancos cabellos a quien él amaba.

    ".-Lo lamento… Sesshoumaru, pero...-.

    .-Descuida Lena… sé quien es él, sé lo que sientes por él…

    .-Aun así, no debí dejarme llevar de esa manera… una vez mas me comporté como una idiota enamorada.-

    .-Nada de otro mundo Lena...

    Lena le miró antes de llevar sus manos a su pecho, ahí donde la gema roja, brillaba con fuerza, Sesshoumaru le miro también, viendo como su corazón brillaba junto a su dueña.

    .-Cuando encuentres a una persona que sea mas especial que yo… la gema se romperá Sesshoumaru y tu corazón será libre.-Lena le acaricio con suavidad una de sus mejillas, concentrándose en masajear las rojizas marcas en mas mismas- Y yo seré tan feliz el día que así sea.-

    .-No quiero...- Lena le observó sin comprender.-Tu lo prometiste, nadie mas que tu cuidara de mi corazón... nadie lo hará como tu lo has hecho hasta ahora... Te pertenece, hasta...- "

    .-El final de mis días… - murmuro suavemente el youkai continuando sus pensamientos inconclusos, una sonrisa en los labios y una mirada llena de ternura se dibujo en su rostro…

    Ella era todo para él, pero él... no significaba nada...

    No tenia nada...

    A nadie...

    .-Sesshoumaru.- El youkai se levanto rápidamente al escuchar la voz de la pequeña Mako.

    .-Mako-chan.-La llamo, mas no obtuvo una respuesta, la hermana menor de Lena se escuchaba mal, triste, no, lo sentía, su energía sobrenatural había cambiado, volviéndose deprimente, algo que la chiquilla no era.

    Algo realmente malo le había pasado, como para borrar de golpe la vitalidad y alegría que le caracterizaban. Comenzó a andar, usando su olfato para encontrarla, localizándola no muy lejos de donde ella se encontraba. Sus ojos verdes siempre brillantes estaban vacíos.

    .-Mako-chan.-Susurró quedamente, antes de ir hasta ella y refugiarla entre sus brazos. Esa jovencita siempre le había comprendió y ayudado cuando llegaba de sus viajes con Lena, abatido y desanimado por sus intensas platicas donde esta le contaba de su platónico amor hacia un humano.

    Hacia alguien que no era él...

    La atrajo mas hacia él, acunándola en sus brazos, protegiéndola o por lo menos intentándolo, dejando que su tibio calor la rodeara.

    .-¿Qué sucedió Mako?.- pregunto quedo, acariciando los cortos cabellos negros de la joven. Que entre sollozos a penas y le contesto.

    .-Se unirá a ella Sesshoumaru... Kamui se quedara con ella.- la joven youkai, escondió su rostro entre las ropas de Sesshoumaru, humedeciéndolas con sus lágrimas amargas, aferrando sus manos en la espalda de este, temblando como una pequeña.

    Pero ya no era una niña, ya era una joven... una que lamentablemente no había sido lo suficientemente fuerte y madura como para ganarse la unión con el youkai de rojizos cabellos que amaba desde pequeña.

    Sesshoumaru siguió acariciando los cortos cabellos negros azulados de la youkai. Al menos debía agradecer por eso. Sin su corazón en su poder, él no sentía aquellos sentimientos, ni dolor, tristeza o arrepentimiento, aunque tampoco, ningún otro que denotara felicidad. Y Mako, ella ahora era presa de su dolor, uno que en seres como ellos, era intenso y desgastante.

    Mako levanto el rostro, mirando la suave expresión en el rostro de Sesshoumaru. Era una mujer enamorada... que necesita de alguna forma olvidar... aunque fuese solo momentáneo...

    Se separo un poco de él, buscando sus labios, robándole un beso, caricias y mas besos sofocando al youkai que a penas y era conciente de lo que pasaba. Quiso quitársela de encima, pero había tanta desesperación y tristeza en los movimientos de Mako que le dejaron paralizado. Sin saber que era correcto y que no.

    .-Ayúdame Sesshoumaru... -Pidió la mujer, sollozando con voz entrecortada.-Haz que lo olvide, déjame ocupar el lugar que Lena rechaza, ocupa el que Kamui no quiso... déjame amarte como no puedo amarlo a él y ámame como la amas a ella.-

    .-Mako.-Sesshoumaru tomo entre sus manos el rostro de la joven, alejando con sus garras las lágrimas que bajaban sin consideración por su bello rostro. Se inclino hasta ella, besándole en los labios con suavidad, de forma tan contraria y menos desesperada de lo que ella había hecho.

    .-Desde ahora y para siempre Mako.-

    -o-o- Fin del Flash Back -o-o-

    Continuara...

    bueno
    chaito ;D
     
  18.  
    NetMermaid

    NetMermaid Guest

    Título:
    Mirage
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    Palabras:
    56
    Re: Mirage

    Que buena la conti!!!!!!

    Con que por eso el collar se estaba rompiendo {Creo que era evidente que el collar estaba relacionado con el corazon de Sesshomaru} Lo se pero es que soy una distraida de primera clase y a mucha honra!!!!! pero bueno espero que pongas la siguiente conti muy pronto

    Chaooooooooooooo!!!!!!!!!
     
  19.  
    Chic

    Chic Entusiasta

    Virgo
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    Re: Mirage

    Sesshomaru perro!!!!!!! Aunque es tan lindo ToT lo amo, nu... amo a Kouga, pero Sesshomaru es tan lindo! Jeje me encanta el fic! Ia sabes que me deja llena de emociones, confusiones, dudas, preguntas etc etc etc y lo único que puedo decirte que hagas es que le continúes!!! Ánimos, tienes toditito mi apoyo! Ya sabes que este fic es el mejor de todos! Es muy prometedor y demasiado interesante me encanta!!!!!!!!!

    Síguele por fa

    Ah... qué significa Kinjirareta Asobi?

    Byes
     
  20.  
    itzumi-chan

    itzumi-chan Guest

    Título:
    Mirage
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    Re: Mirage

    es ..........
    de hecho no se
    k es xD
    bueno en un
    ratito traigo la conti
    esk tengo k
    ir a cenar
    hasta al ratito
    chaito ;D

    bueno no e cenado xD
    pero bueno
    aki les traigo la conti :


    15.- Kinjirareta Asobi: Parte 2
    Y él había cumplido su promesa... pero

    Sesshoumaru jamás la había amado...

    El suave perfil de Makoto era iluminado escasamente por la brillante y pálida luna, sus cabellos largos y oscuros resplandecían haciendo que sus tonos azules se aclararan con cada brillo. Se acerco un poco mas a los amplios ventanales hasta que dejo la mano sobre el transparente cristal de los mismos, dejando escapar un suave suspiro de sus labios.

    Un joven desde la entrada a aquellas habitaciones en silencio la veía. Tantos años ya y ella seguía idéntica a como la recordaba, a excepción de su cabello ahora largo hasta la cintura y que suelto llevaba. En una noche idéntica a ella, la había conocido, cuando llevaba el cabello corto hasta el fino cuello y en los labios la sonrisa nunca desaparecía.

    Tal vez estaba idéntica físicamente, pero en su corazón... ella era otra.

    Mas bien de otro...

    .-¿Todo en orden Makoto?.-

    Aquella suave voz la saco de sus recuerdos, haciendo que girara levemente el rostro, sus ojos verdes reconocieron aquellos ojos azules y la larga cabellera roja que suelta con la leve brisa del corredor se agitaba. Le miro acercarse con cautela, llevando en la cintura aquellas espadas gemelas que siempre portaba

    .-Aquí si.-

    .-Eso lo noto, pero me refería a ti.- Mako entrecerró sus ojos, mirando confundida al joven quien en segundos había quedado cerca frente de ella, hacia tanto tiempo que no le preguntaba por algo personal.

    .-Si Kamui, todo esta bien, conmigo.- Susurro quedo la mujer, pasando sus ojos nuevamente por las espadas, pudo percibir el salado aroma del sudor proveniente del joven.

    .-¿Entrenabas? estoy segura que no es lo mismo sin Sesshoumaru como contrincante.-

    .-Eso creo.- dio como respuesta el pelirrojo, estudiando el agraciado rostro de la youkai frente de él.

    A Mako aquello le parecía extraño, tan fuera de lugar, sentía los ojos azules del pelirrojo mirándola, fijándose en cada detalle de la piel de su rostro, los mechones negros y libres que había dejado sobre su cara. Tan absorta se encontraba en aquellos ojos, que no noto cuando ese había levantado su mano y le acariciaba la mejilla, así como tampoco el que la había dejado contra los ventanales. Impidiéndole moverse con su propio cuerpo.

    Por instinto alejo su rostro girándolo levemente cuando el youkai de cabellos de fuego acerco el propio. La mano en su mejilla se encargo de devolver a aquel rostro a su lugar, dejando sus ojos nuevamente encontrados. Se sentía desesperada, no estaba acostumbrada a eso, no de Kamui a quien muy a su pesar aun amaba.

    Los labios de la youkai se abrieron, había palabras presentes en su mente, pero su voz se negaba a expresarlas. Además aquellos ojos azules tan penetrantes brillaban con cariño, cortando cualquier intento por querer o al menos susurrar que la soltara.

    .-Hubiera hecho hasta lo imposible por no perderte.-

    Susurro quedo Kamui, pasando sus dedos por la mejilla de Mako, deteniéndose en delinear los suaves labios teñidos de rojo, para después deslizarse a su mentón, sujetándola con cuidado del mismo, acercándola a su rostro.

    .-Así tu estarías conmigo y no con Sesshoumaru.-

    Los ojos de Makoto se llenaron de rabia, haciendo caso omiso al inmensurable dolor y el vació que llenaba su corazón, alejo aquellos dedos de su piel y de un empujón se quito al pelirrojo de encima. Que sin esperarlo trastabillo varios pasos atrás antes de ver como la youkai con fuertes pasos a la salida de las habitaciones se dirigía, se detuvo al llegar a la puerta, pero no giro si quiera el rostro.

    .-Pero jamás hiciste nada Kamui... y ahora es demasiado tarde para intentarlo.-

    Kamui apretó con furia los puños, viendo como la youkai se alejaba en silencio, obligándose a reprimir las molestas lágrimas que amenazaban por bajar por sus mejillas, golpeo con su puño una de las gruesas y firmes columnas de piedra.

    Makoto tenia razón...

    Había tenido la oportunidad de tenerla y no hizo nada para evitar perderla...

    /7/7/7/7/7/7/7/7/
    Llevaban varios minutos corriendo, aunque podía decirse que el youkai, había bajado a propósito su velocidad sobrehumana, compasándose a las fuertes zancadas que la exterminadora daba. Siempre quedando cerca o en ocasiones a su lado.

    Un fuerte crujido de huesos se escucho interrumpiendo el suave ritmo de cada paso, el hiraikotsu salpico de sangre las verdes plantas, después de que la exterminadoras con una sola mano lo utilizara para quitar de frente de su camino a aquel Oni, destruyéndole la garganta. Sus ojos castaños buscaron de reojo la figura de Sesshoumaru encontrándole algunos metros atrás, aniquilando a mas de cuatro de aquellas bestias con el látigo verdoso compuesto de energía.

    Sujeto fuertemente la cintilla delgada que sujetaba su boomerang, dando unos cuantos pasos certeros hacia el frente, dispuesta a ayudarle, pero las iris doradas se clavaron en ella, ordenando con su frío brillo una cosa, seguir adelante. Kohaku estaba cerca, eso ambos lo sabían y peder segundos innecesarios en ayudarse mutuamente, no estaba a su alcance. Sango dudo en seguir aquella orden, pero cuando la gata bajo del cielo, cayendo sobre una de aquellas bestias de piel oscura, pudo retirarse tranquila.

    Después de todo Kirara, le ayudaría...

    /7/7/7/7/7/7/7/
    .-Inuyasha, ya se marcharon.-

    Inuyasha miro como Kagome llegaba hasta él, triste por la repentina partida de la exterminadora, Shippo salto a sus brazos, sonriéndole tratando de reconfortarla. Había ido hasta la modesta casa que en la aldea aun quedaba en pie, pero ni Sango ni Sesshoumaru se encontraban en ninguna parte.

    .-Sabíamos que algo así iba a pasar, a Sango jamás le ha gustado despedirse de nadie.- Susurro quedo Inuyasha, acariciando con suavidad la blanca mejilla de la chica de cabellos negros que asentía, antes de depositar su mejilla contra aquella cálida mano, disfrutando mas de la caricia.

    .-Entonces, ya no tenemos nada mas que hacer aquí.- Shippo se abrazo a la miko, escondiendo su rostro, Inuyasha y Kagome asintieron en silencio, comenzando a alejarse de la aldea. Que una vez mas, volvía a quedar deshabitada.

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    .-¡Kohaku!.-

    El grito desesperado que broto de sus labios, no se comparaba con el violento latido de su corazón, su hermano estaba ahí a unos cuantos pasos alejado de ella, siendo golpeado salvajemente por varios de aquellos ogros de un solo ojo.

    Sus filosas garras se encajaban sobre su tierna piel, rasgándola, marcándolo de forma cruel, casi como si decidieran que parte de su cuerpo le tocaba a cada uno. Aquellas heridas le hacían sangrar demasiado y por las mismas le era imposible moverse, aunque ninguna era mortalmente peligrosa.

    El ensordecedor sonido del hiraikotsu cortando el aire se hizo presente, alejando aquellos demonios lo suficiente del niño, el mismo regreso, volviendo a pasar cerca de Kohaku, cubriendo la mismo tiempo el salto de la exterminadora que quedo a un lado de su hermano, tensándose preparada para un ataque de aquellas bestias, pero el hiraikotsu les tenia mas que alejados, bajando y subiendo amenizándolos con su cortante filo.

    La exterminadora dejo de prestarles atención, arrodillándose junto al niño, tomándolo entre sus brazos, las pequeñas pecas en las mejillas de Kohaku se tornaron levemente menos oscuras y sus ojos antes sin brillo, le reconocieron en seguida, pero apenas y seguía conciente, la sangre aun goteaba de su cuerpo, abandonándolo, Sango le miro estremecida, necesitaba curarlo y rápido.

    El sonido del boomerang dejo de escucharse, alertando a la exterminadora, un golpe seco de uno de aquellos monstruos lo había detenido, no sin antes arrancar de ese cuerpo la mano que lo logro.

    De un suave movimiento, volvió a dejar a su hermano en el suelo, sujetando la firme empuñadura de la espalda que llevaba sujeta a su cintura, esperando un ataque directo o a traición de aquellas bestias.

    Un movimiento en falsos de los demonios y la exterminadora salto, encima de sus cabezas, despedazando con el filo de su espada el cuello de uno de ellos, que intentó sujetarle de la pierna, la oscura sangre broto a chorros, llegando incluso a gotear sobre una de las mejillas de la joven de coleta castaña. De un solo golpe el cuerpo inerte del Oni cayo.

    Las garras filosas cortaban el aire, gruñidos y maldiciones se escucharon, ya que para ser humana, era rápida y letal, cayo con suavidad al fin sobre el verde pasto, pero para desgracia de los otros cerca de su arma favorita, enredo los dedos en la cintilla que sujetaba el ligero boomerang y con un simple movimiento el mismo salió disparado, algunos centímetros la echo para atrás la fuerza del mismo, pero valió la pena. Dos cuerpos mas cayeron, perfectamente cortados a la mitad.

    Ahora ya solo faltaba uno.

    Demasiado pequeño, de piel negra y cabellos grises, el ojo amarillento le miraba con odio, pero a diferencia de los otros calculaba cada movimiento. “Uno con cerebro” pensó la joven, aquella raza se caracterizaba por usar mas la fuerza bruta que materia gris, tal vez y ese pequeño Oni, fuese la diferencia de la especie, dotado de inteligencia y estrategias de combate.

    Pero ella en eso... no se quedaba atrás...

    Si lo pensaba con frialdad, el hiraikotsu y su espada no le servirían en absoluto, tal vez podría utilizar las filosas dagas que escondidas en sus antebrazos esperaban el suave toque de los músculos en las mismas para activarse, o tal vez, con suma lentitud fue bajando una de sus manos a la cintilla roja que cubría su cintura, metiendo dos dedos entre los pliegues de la misma tras su espalda, la fina redondez de las bombas venenosas fue sentida por las yemas en sus dedos.

    Una sonrisa confiada se dibujo en sus labios y al mismo tiempo desespero mas al Oni que solo gruño. Aquellas bombas estaban hechas con el poderoso veneno del escorpión que por poco y arrebataba la vida de Sesshoumaru.

    Con una sola de ellas y en pocos segundos esa bestia estaría muerta.

    Pero no hubo siquiera terminado de pensar en su estrategia, cuando un gemido de dolor escapo de los labios del demonio y la inminente sangre broto de su cuerpo, comenzando a caer desmembrado al suelo, manchándolo con su oscura sangre. Sus castaños ojos miraron las finas curvaturas que aquel familiar hilillo verde de energía hacían antes de regresar hasta su dueño escondiéndose en la punta de las largas uñas del mismo.

    Sesshoumaru caminaba tranquilo acercándose con elegancia hacia la mujer, siendo seguido de cerca por Kirara en su pequeña forma.

    .-Estas bien.- Aquello el youkai no lo hizo como pregunta sino mas bien como una firme afirmación, aunque su dorada mirada siguió buscando la presencia de mas de aquellos demonios a su alrededor.

    Noto como Sango dejaba caer el hiraikotsu y la espada en el suelo, antes de dejarse caer también de rodillas en el mismo junto al cuerpo moribundo de su hermano, revisando su cuerpo de manera rápida y solicita, Kirara también se acerco, lamiendo una de las heridas del niño en una de sus manos, con su rasposa lengua.

    Era extraño, que ese niño estuviese ahí, a no muchos kilómetros de la aldea de los exterminadores, pero más aun, sin monstruos cerca o abejas que lo protegieran de aquellos otros que quisieran dañarle. Las veces que lo había visto por casualidad al chiquillo, alguno de los sirvientes estaba cerca, protegiéndole para que nadie pudiese siquiera intentar hablarle.

    Y ahora...

    Sesshoumaru gruño imperceptiblemente, hasta ahora se daba cuenta de cual había sido el objetivo del repulsivo hanyou de cabellos negros, esbozo una ligera sonrisa burlona en sus labios. Levanto su mano derecha creando una vez mas aquel verdoso brillo en la punta de sus garras, sus ojos dorados se fijaron en su claro objetivo y de un solo movimiento el fino hilillo abandono sus dedos dirigiéndose al mismo.

    ¿Acaso creía que él caería en su estúpido juego?

    Definitivamente lo subestimaba demasiado.

    La respiración de la exterminadora se detuvo, la caliente sangre de Kohaku le empapo las ropas, antes de que el ligero cuerpo del pequeño abandonara sus brazos y de un golpe sordo cayera al suelo. Sus ojos le miraron, despidiéndose en silencio de la misma antes de que con rapidez perdieran todo brillo de vida. Un violáceo trozo fue alejado de su espalda, enredado en el hilillo verde de Sesshoumaru, regresando hasta él, dejando aquel trozo de la perla en la palma abierta de su brazo izquierdo.

    Sango quiso llorar, pero el profundo frío en su corazón de un solo golpe se transformo en odio al ver lo que el youkai había hecho.

    .-¡Maldito seas!.-

    Grito furiosa la mujer, varias gotas saladas abandonaron al fin sus ojos, mojando sus mejillas, las cortantes dagas en sus antebrazos surgieron, dispuestas a rebanar la piel de quien estuviera cerca, pero antes de lanzarse al ataque, el azulado brillo de colmillo de sagrado desenfundada, detuvo su marcha.

    La aparente mortal espada del youkai se fue acercando al cuerpo de Kohaku, un leve brillo místico se presentó en los entrecerrados ojos de Sesshoumaru. Demostrando cierto interés en figurillas etéreas e invisibles para la mujer, mismas que se movían con filosos hierros de acero mancillando al cuerpo inerte del niño. Uno, dos, tres cortes al viento pasando cerca del cuerpo y colmillo sagrado volvió a ser enfundado.

    Los castaños ojos de Sango dejaron de verle, cuando a sus oídos llego el fuerte sonido del corazón que latía en el corazón del pequeño y la suave respiración del mismo, se escucho una vez más de rodillas contra el suelo, sujetando entre sus manos a su hermano, viendo con anhelo como este abría una vez más sus ojos.

    .-Hermana.-Después de aquel suave susurro le abrazo con fuerza y con cariño, comenzando a derramar sus lágrimas sobre el hombro del pequeño.

    .-Si Kohaku soy yo, finalmente estas a salvo hermano.-Sesshoumaru les miro en silencio abrazarse mutuamente, su vista se nublo, llegándole a la mente uno de sus viejos recuerdos.

    “Estas a salvo Sesshoumaru, no dejaremos que nada te pase”

    Una de las manos del youkai fue directo a su rostro, cubriendo parte del mismo con sus dedos, tratando de evitar el violento vértigo que repentinamente le había asaltado. Se giro con suavidad dándole la espalda a ambos exterminadores, comenzando a dar unos pasos alejándose de ellos.

    ¿Porque?... ¿Porque aquellas palabras volvía a repetirse en su mente?...

    Había pasado mucho tiempo, demasiados años, debía de haberlo olvidado ya...

    .-Sesshoumaru... ¿Por qué no me dijiste que planeabas esto?.- se detuvo despacio después de escuchar aquella pregunta.

    .-De haberlo sabido... ¿Me hubieras dejado hacerlo?.- Sango no contesto aquello, simplemente se limitó a regalarle una sonrisa observándolo con infinita gratitud.

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    .-Tal y como lo supuse... es asusto Sesshoumaru-sama.- Murmuro divertido Naraku, observando toda la escena a través del plateado espejo de la niña albina.-Pero esto es solo el comienzo.-

    /7/7/7/7/7/7/7/7/
    Continuara...
     

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