Long-fic Mi perro, mi amante(InuxKag)

Re: Mi perro, mi amante(InuxKag)

Ola!!!!!!!!
Me alegra muchisimo que os guste mi fic, y no os preocupeis, ya estoy trabajando en la conti!! He intentare hacer el dibujo de Inuyasha, haber si me sale T-T
Mientrastanto, os dejo aquí el dibujo de Sango, no se ve muy bien ya que es hecho con el movil(La foto)
Chao!!!

 

Re: Mi perro, mi amante(InuxKag)

Ola!! Siento mucho el retraso de veras, pero por fin os traigo la conti! Espero os guste! Y muchísimas gracias por esperar, no os volveré a hacer esperar tanto, y bienbenidos a las nuevos en mi fic!
Capitulo 4: Enseñanza (Segunda parte)
Verdaderamente no tengo ni idea… ¿Por qué no hay un manual de cómo enseñar a un hombre las cosas básicas? De seguro lo compraría ahora mismo… por lo menos sabe hablar.

-¿Qué te parece si buscamos donde dormirás?
-Esta bien, aunque por mi puedo dormir contigo- Que descarado, no es mi novio ni nada.
-Esa opción la dejaremos a un lado.
-Siempre he dormido contigo o en mi cama.
-Cierto, pero entonces eras un perro y ahora eres humano.
-¿Qué importa eso?- No conteste, claro que importaba y mucho.

Tenia una habitación de invitados, pero ya que no se usaba la convertí en trastero, por lo que no tenía ningún otro sitio…

-Podrías dormir en el sofá- “O podría dormir en la cama junto a ti”.
-Es… ¿Cómo lo definiste tú? Creo que era cómodo, aunque sentía como algo me pinchaba.
-¿Algo te pinchaba?- Me acerqué hasta el sofá toque con cuidado por donde estuvo sentado hasta que halle algo puntiagudo que pinchaba tal y como dijo, era un muelle que se había salido de su lugar “Perfecto ahora tendré que comprar un sofá nuevo”.
-Está bien, dormirás conmigo… pero no intentes nada raro.
-¿Nada raro?
-Ya sabes… da lo mismo solo resígnate a dormir sin acercarte a mi.
-¿Entonces no será como antes?
-No- Es verdad él muchas veces se subía a mi cama y se acurrucaba a mi lado… pero no, ahora ya no es un perro, es un… humano. “¡Maldita seas Sango por marcharte y no ayudarme!”.- Que te parece si salimos a comprar un par de cosillas, ¿he?
-Está bien.

Su sonrisa me cautivo, manteniéndome hipnotizada durante unos segundos que se me hicieron eternos, fui a coger mis llaves y por inconsciencia cogí su correa. “Pero en que piensas Kagome, ¿pretendes llevarlo de paseo con la correa en forma humana?” solté la correa y rápidamente con la cabeza baja salí de casa seguida de Inuyasha, ya que no tenia ni moto ni coche fuimos hasta la parada del autobús. Inuyasha iba mirando de un lado a otro entusiasmado, como un niño pequeño que está de vacaciones en una ciudad desconocida, pacemos junto a un restaurante donde nos detuvimos, yo me quedé mirando a una pareja que comían y reían feliz mente.

-Kagome, ¿por qué esas personas comen en un sitio donde hay tanta gente? ¿Si son pareja no deberían de comer en casa los dos solos?-¿Cómo sabia tanto?
-¿Cómo sabes de eso?
-Te escuche hablando de ello con aquel tipo que no me gusta- Hoyo…
-Están teniendo una cita, cuando dos personas se gustan quedan para salir, comer juntos en un restaurante, ir a sitios, hacer cosas juntos…- Durante un minuto estuvimos en silencio, yo no dejaba de recordar los momentos vividos con Hoyo.”Kagome olvídate ya de una ves de ese idiota” No es tan fácil.
-¡Tengamos una cita!
-¿Eh?
-Venga Kagome- Parece bastante entusiasmado, además de que no pierdo nada.
-Esta bien Inuyasha, tendremos una cita.
-¿Y a donde iremos?
-Primero al centro comercial, aun tenemos que hacer esas compras- Le agarré de la mano y tirando de él fuimos hasta el borde de la cera, levanté mi mano y grite bien fuerte.- ¡Taxi!

Un taxi se paró al instante delante de nosotros, abrí la puerta y espere a que Inuyasha entrara primero, pareció dudar y estar bastante sonrojado pero acabo entrando, entré detrás de él, en cuanto cerré la puerta le di la dirección al taxista.
Estuvimos durante varios minutos en silencio, parecía que había un gran atasco, ya que a mitad del camino dejemos de avanzar, el taxista no dejaba de mirarnos por el espejo retrovisor.

-¿Van a una fiesta de disfraces?
-¿Perdón?
-Si van a una fiesta de disfraces, lo digo por las orejas de su compañero- Miré a Inuyasha y me quede helada, se me olvidaron por completo sus orejas no humanas y no tengo nada con que ocultarlas.
-Nos bajamos aquí.
-Ya queda menos para llegar.
-Da lo mismo, nos bajamos aquí, vamos Inuyasha-Abrí la puerta de su lado para que se bajase, pagué al taxista y le seguí, crucemos hasta la cera.- En menudo problema nos hemos metido.
-Mira mama, ese hombre tiene orejas de perro- Mire atrás mía y vi a un niño que señalaba a Inuyasha.
-Irán al festival, aunque están muy bien conseguidas, hasta se mueven- ¿Festival?¿Qué festival? Intente recordarlo, pero por mucho que lo intentase no lo conseguía, bueno… al menos eso me daría tiempo para conseguir algo para taparle las orejas.

Le volví a coger de la mano para que entrase con migo a la tienda de deportes de la esquina, la dependienta era una chica de unos 18 años, miró algo sorprendida a Inuyasha, pero después cambio su semblante a uno de <<Que tío más bueno que tenemos aquí, voy a coquetear un poco con él>> Una inimaginable rabia recorrió mi cuerpo y como impulso enrosqué mi brazo con el de Inuyasha y le miré con una sonrisa a la que me respondió.

-Mira Inuyasha por allí están las gorras, vamos a verlas- La chica parecía celosa, lo que hiso que dibujase en mi cara una sonrisa de victoria.
-¿Para que son las… gorras?
-Sirven para cubrirse la cabeza y que no te de el sol, pero la usaremos para ocultarte esas orejas de perro.
-¿No te gustan?-Pareció ofendido.
-Nada de eso, me encantan, pero no creo que todos los demás piensen igual que yo.
-A mi no me importa lo que piensen los demás, solo me importa lo que pienses tu-Ese comentario me hiso sonrojarme pero también que me sintiese feliz, aparté mi mirada de la suya y miré el estante en donde estaban las gorras.
-¿Cual te gusta?- Estuvo mirando las gorras durante un minuto, hasta que se decidió por una negra y roja. – ¿Esta?
-¿No te gusta?
-Al contrario, pienso que te quedara estupendamente- Pagué la gorra y justo antes de salir de la tienda se la puse “Ciertamente le queda de muerte”.

Fuimos a la hamburguesería más cercana, ya que no podía enseñarle como usar los cubiertos en pleno restaurante, además de que no sabía si le gustaría o no aquella comida. Cuando terminemos de comer fuimos al centro comercial, entremos en tiendas, una tras otra, pero solo podía mirar, no podía permitirme el gastarme el dinero en caprichos tontos. Inuyasha no dejaba de mirar las cosas impresionado, realmente parecía un niño, pensaba en marcharnos hasta que encontré a Sango que iba acompañada del tipo que conoció el otro día que salimos a bailar.

-¿Aquella no es Sango?
-Si, esta en su cita…-Salto como si se hubiese acordado de algo, sacó su móvil y empezó a escribir.
-Oye Inuyasha, que tal si nos vamos a casa y de camino nos acercamos al videoclub y alquilamos unas pelis.
-Está bien, pero Kagome… tengo un problema
-¿Qué problema?
-Necesito… -Parecía meditarlo.- Ir al baño.
-He… ¿Sabrás… eso… con este cuerpo?
-Sí, lo he visto en las películas, además de a aquel tipo, por accidente.- No necesitaba más para saber a quien se refería, y esa imagen se quedaría en mi cabeza durante algún tiempo haciendo que se me pongan los pelos de punta, le acompañé hasta los servicios, mientras que esperaba en la puerta intentando borrar esa desagradable imagen de mi mente, hasta que recibí un mensaje.

Sango
Kag, me ekivoke en lo q t dj los guau mach no s pon en x.
Sol las hemb, tu ten q enseñ a q le gus la tis.
Prue con pel xxx.
Tqm

-Sango y sus mensajes indescifrables…
“Kagome, me equivoqué en lo que te dije, los perros macho no se ponen en celo.
Solo las hembras, tu tendrás que le gusten las tías.
Prueba con películas xxx
Te quiero mucho.”
-Esta Sango, cuando la pille la voy a matar.
-¿Nos vamos?
-Si.

Volvimos a nuestro barrio en autobús, no dudó ni nada al entrar por lo que me pareció algo extraño, la parada en la que nos bajemos estaba cerca del videoclub y del supermercado, pensaba entrar primero a alquilar alguna pelis, y luego a comprar algo de comida. Cuando lleguemos entré como siempre sin más, pero Inuyasha no entró conmigo.

-¿Inuyasha, qué haces en la puerta?
-Esperarte, como hago siempre.
-Antes eras un perro y no podías entrar pero ahora si.-Le agarré del brazo haciendo que entrara, estuvimos mirando algunas películas, siempre que cogía una le explicaba de que iba.

Acabemos cogiendo <<Seducción a la carta, La marca del lobo, Un novio por navidad y Ojala fuera cierto>> no podía evitarlo, me encantan las películas de amor e Inuyasha, también disfrutaba viéndolas, ya que se sentaba junto a mi a verlas. Pero aun no había terminado, hice de tripas corazón y miré en la sección xxx cogí algunas y fui rápidamente al mostrador para pagarlas, estaba muerta de vergüenza.

-¿Es la primera vez?
-¿Cómo?
-Si es la primera vez que alquilas esta clase de películas- Esa pregunta hiso que me pusiese roja de vergüenza.
-Si…
-No estés tan avergonzada, no es malo alquilar xxx al contrario, además de que a tu novio le gustara bastante-No pude pronunciar palabra, miré de reojo a Inuyasha, el cual no parecía no haber escuchado nada, por suerte para mí. Salimos sin pronunciar palabra hasta el súper.
-¿Ella pensaba que tu y yo somos novios?-Lo escucho.
-¿Lo escuchaste?
- Si, recuerda que mi oído más fino que el vuestro-

Es cierto, pero eso no evito que me sonrojase, caminé calle tras calle mirando que podría coger, cada cosa que le enseñaba a Inuyasha me ponía mala cara, salvo a los filetes. Ignorando sus malas caras cogí algunas cosas, tras pagarlas en la caja nos repartimos las bolsas y salimos.

-Como se nota que se acerca el invierno, hace algo de frio- Lleguemos a casa, tras guardar las cosas Inuyasha fue a coger unas mantas mientras yo preparaba la cena, una pizza, ganchitos y palomitas.

Nos sentemos en el sofá y nos tapemos con las mantas para ponernos a ver las pelis. A la tercera película el cansancio hiso acto de presencia, por lo que fuimos a dormir, puse una separación con cojines, para que no se acercase a mi, pero cuando me quise dar cuenta ya se había dormido, me acosté y tiré de la manta tapándonos a los dos.

Sueño de Kagome.

-¿Don… donde estoy?
-Buenos días Kagome.
-Inuyasha, buenos días- Cerré los ojos mientras me estiraba. -Oye Inuyasha ¿Inuyasha?

No había nadie al mi alrededor, corrí gritando su sombre hasta que lo encontré de espaldas, llegue hasta él, pero no me miraba.
-¿Inuyasha? ¿Por qué no me miras?-Cuando lo hiso me miro con una cara de furia.
-Estoy arto de ti Kagome ¡Arto! Me marcho.
-No, espera Inuyasha, no es bueno que salgas tu solo
-Me da igual lo que tú pienses, adiós.
- ¡Espera!- Unos flash de unas cámaras de fotos me cegaron durante varios segundos, luego vi que no eran a mí a quien hacían fotos, si no a Inuyasha, eran periodistas y le hacían fotos con sus orejas de perro al descubierto.
-Serás “grande” muchacho, serás famoso en todo el mundo, tendrás una vida lujosa y feliz.
- ¡No! No le creas Inuyasha él miente, aran experimentos contigo- No pareció escucharme, vi como se alejaba he intente alcanzarle mientras que escuchaba palabras que oí antes.

-No recuerdo que esta calle estuviese cortada antes.
-Lo encontré hace unos días en un callejón, lo habían abandonado y apaleado. He intentado curarlo, pero no se deja, tiene bastante miedo, y tampoco come… por lo que si sigue así no tendré más remedio que sacrificarlo.
- Me lo llevo. Vamos pequeño, no te haré daño.
-Cuanto me alegra que te haya encontrado.
-Perdone, ¿Me podría decir en que calle estoy?
-En la calle destino, ¿Te has perdido? Este perro será “grande.
-Kagome llevo más de un año y medio saliendo contigo y aun no hemos hecho nada, siempre me dices que no estas preparada ¿Qué esperabas que hiciese?
-Que estupidez, los deseos no se cumplen.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Qué haces en mi casa? Y sobre todo ¡¿Por qué estas tan tranquilo?!
-Soy Inuyasha y vivo aquí.
-Eso es totalmente imposible, yo vivo sola con mi perro, además, no hay nadie que se llame Inuyasha.
-Claro que es posible, tu misma me lo pusiste.
-¿Obras? Que va, por estas calles no hay obras desde hace un año.
-Que tú tendrás que cambiar eso, por así decirlo.
-¿Entonces no será como antes?
-No.
-¡Tengamos una cita!
-A mi no me importa lo que piensen los demás, solo me importa lo que pienses tu…Me da lo mismo lo que tú pienses, adiós.
-Serás “grande” muchacho.
Aquellas frases se perdían en la lejanía, parecían esconder algo que no logre hallar.
-En la calle destino, ¿Te has perdido?
Destino…
Fin del sueño

Me desperté de golpe al oír el despertador sonar, el despertador que cualquier día tiraría por la ventana. Bostece y me estire para luego levantarme, miré hacia el otro lado, Inuyasha seguía durmiendo “Que siga durmiendo mientras me preparo”.
Cogí unos jeans ajustados de pitillo, ciertamente no me gustan, pero son más cómodos para las botas altas, también una camiseta azul de media manga. Entre en el baño p ara darme una ducha rápida, a la media hora salí vestida y peinada con mi pelo recogido con un pasador turquesa, fui a mi cuarto para despertar a Inuyasha, pero para mi sorpresa me esperaba sentado en mi cama ya vestido, pero con el pelo enmarañado.

-Vallas pelos que tienes- Se miró en el espejo para después mirarme algo avergonzado.-Deja que yo te los arregle.

Se sentó de nuevo en el borde de la cama, mientras que yo fui a coger mi cepillo, cuando volví pe puse de rodillas encima de la cama para poder peinarle, tenia un pelo hermoso y me encantaba peinarlo, cuando acabe de cepillarlo se lo recogí en una cola baja.
Nos marchemos a la tienda, como muchas otras veces habíamos hecho, la tienda ya estaba abierta por lo que supuse que Sesshomaru habría abierto. Entremos en la tienda, divise a Sesshomaru tras el mostrados, su semblante pareció serio.

-Buenos días Sesshomaru- El no me miraba a mi sino a Inuyasha.- Deja que te lo presente él es…
-Inuyasha, si no me equivoco-Su voz parecía fría y distante, ¿qué le había sucedido? ¿Y cómo es que sabía que era Inuyasha?


Lo siento mucho pero hasta aquí lo dejo, es algo mas largo que el ultimo como os prometí, y siento de veras haberme retrasado tanto, no volverá a suceder. Espero que os haya gustado este capitulo, luego subiré los dibujos, que ahora mismo no los encuentro.