Long-fic de Inuyasha - Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por aLeTheia_anGeL, 14 Mayo 2010.

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    jeniYasha

    jeniYasha Entusiasta

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    no conocia a ese inu!!! hace todo lo que kagome diga n.n
    mujeres al poder!!!! xD miroku no se queda atras... pero este es muy mujeriego!!
    pobres... usar los trajes... deben ser muy incomodo!!jaja pero se tienen que ir acostumbrando por la boda xD o que van a usar!! ropa de jamaica !
    me encanto la llamada por celular!! y terminar con un "te amo" que romantico!
    como quedo la decoracion? y como quedaron los brazos de inu y miroku xD
    espero la conti!! me gusto mucho!!
    ***sayito***
    ***dulcceammor***
     
  2.  
    aLeTheia_anGeL

    aLeTheia_anGeL Usuario común

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    Me Quedare a tu Lado [InuxKag]
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Hola Chicas :) Muchas gracias por todos sus comentarios, me ayudan mucho y de verdad animan bastante a seguir publicando el fic. Desgraciada universidad-quitatiempo- bueno en fin x'DD ...

    maFFer susin:
    Gracias amiga!!! No pensé alegrarte el día pero que gusto me da que así haya sido. Es cierto así es Inuyasha con Kagome y a su vez con los demás, espero ponerlo como verdaderamente es :) Amo a ese Hanyou ... Muchas gracias por tu opinión positiva en cuanto a la escritura y eso ^o^ Espero que este capi sea de tu agrado.

    kagomeG:
    Bueno no se me da mucho por escribir One-shot's, diría más bien que me gustan hacer Song-Fic's y Drabble's, supongo que me salen mejor ese tipo de escritos. Jajaja x'DD See!! Incluso escribir esa parte fue graciosa, típico entre ellos creo yo ¿no? Serán de personalidades diferentes pero los veo como muy buenos amigos. Gracias por comentar :) espero que te sigan gustando los demás capitulos.

    miko kagome:
    *verguenza* Gracias por esos comentarios tan lindos, sé que aun me falta por mejorar pero es bueno y satisfactorio saber que pienses así. No va ser precisamente para ir de compras ;) así que espero que este capitulo sea de tu agrado. Gracias por comentar ^^

    Pan-chan:
    Amiga gracias por tu comentario, me alegra estar mejorando en la narración, antes era uno de mis puntos débiles pero creo que con practica se mejora. Anteriormente mencionaste algo sobre Sesshomaru, la verdad es que es un completo reto escribir sobre él y su comportamiento, por eso trato de hacerlo lo más hostil (?) que pueda a pesar de que en este fic, se puede decir que los Taisho son una familia típica y normal. Pero bueno espero que este capitulo te agrade =)

    dulcceammor:
    Me alegra que te esté gustando, gracias por tu comentario. Jajaja xD es verdad, aquí los pongo como unos maniaticos que no les gusta usar ropa formal pero eso a su vez da algo de risa no ^^ Espero que te guste este capitulo.

    *º*º*º*º*º*º*​


    CAP. 11 UN ANTIGUO AMOR

    Aquella mañana lucia algo opaca pero después de todo reflejaba como se sentían los jóvenes ya que no despertaron exactamente recargados de energía. Habían recibido mensajes de texto desde muy temprano por parte de sus novias indicándoles que al llegar a la escuela las iban a encontrar en el gimnasio porque debían hacer la limpieza. Sin querer ellas se habían metido en el comité de decoración pero no se podían quejar, hacían un buen trabajo.


    Esa mañana Inuyasha aprovechó para ocupar el campo vacio y realizar una pequeña práctica solamente con su equipo. Se acercaban las Olimpiadas en la preparatoria y debían estar listos además este año era el más importante de todos, el entrenador resolvió terminar de una vez con la absurda rivalidad entre “Lobos” y “Tigres” cediéndole el puesto de equipo oficial de la escuela a quien logre ganar en esa competencia y era lógico que Inuyasha deseaba llevar a su equipo a la victoria así sea lo último que haga.


    Mañana era sábado, es decir el baile de primavera por ello las chicas hacían la limpieza debida a cada rincón del salón.


    —Hubiera traído la lustradora de mi casa —decía Kagome mientras movía con la escoba al paño que estaba en el piso.

    —El hubiera no existe amiga —le respondió Sango sonriéndole.
    —Ya sé no hay de otra ¿verdad? —contestó la aludida devolviéndole el gesto.
    —Oh vamos chicas ¡Qué no las venzan! —gritó entusiasmada Yuka.
    —Yuka, estas mojando el piso nuevamente —le decía Eri con una expresión graciosa en el rostro.

    Aquel comentario hizo que todas carcajearan escuchándose el eco de esas adorables risas por todo el lugar. Pasaba el tiempo y seguían barriendo, baldeando y echándole cera al piso para que quedara reluciente y ni que decir del aroma en el ambiente, despedía una agradable fragancia que perfumaba todo el lugar.


    *º*º*º*º*​


    En una escuela pública al otro lado de la ciudad, una joven con rasgos delicados salía del salón de clases. Tenía ojos marrones oscuros, su cabello era largo pero no se notaba ya que lo traía sujeto con una liga, una figura esbelta y con caminar elegante además su mirar era indiferente, lo era ya desde hace tiempo. Se dirigía hacia su casillero, cuando una de sus amigas le dio el alcance.


    —¡Nakamura! ¿Ya te vas? Aún falta una clase —le decía su compañera recuperando el aire.

    —Sí, ya sabes que hoy empiezo mi nuevo trabajo en el centro comercial —le recordaba pacientemente.
    —Es cierto ¿Cuál es tu horario? —quiso curiosear un poco.
    —Empiezo a las tres y salgo a las ocho —contestó sin problemas y sin mirarla.
    —Muy bien Nakamura entonces nos vemos —le respondió su compañera sonriéndole y dispuesta a marcharse.
    —Naomi, ya te he dicho que me digas por mi nombre —hablaba sin expresiones y cerrando su casillero.
    —Perdón Kikio, siempre se me olvida —se excusó ella para luego retirarse.

    Kikio se puso su bolso al hombro y salió de la escuela, camino a su nuevo trabajo de medio tiempo.


    *º*º*º*º*​


    Al llegar las 3:00 de la tarde, los chicos salieron resignados del aula camino al gimnasio para poder recoger a sus novias y de frente irse directo hacia el centro comercial. Todo el camino Kagome y Sango comentaban acerca del modelo del vestido que iban a usar, haciendo constantes señas en su cuerpo, sobre todo en la parte del pecho, indicando como sería el escote y demás detalles.


    Aquellos movimientos no pasaron desapercibidos por los muchachos, hasta Inuyasha se sintió vulnerable al tener ese tipo de pensamientos morbosos tal cómo su amigo, que por cierto no le quitaba la vista de encima a su novia.


    —Miroku ya basta, hasta yo me doy cuenta dónde la miras —lo regaño en susurro para que ellas no escucharan.

    —Relájate, ellas no sospechan nada —contestó de igual forma Kayama.
    —¿Dijeron algo? —preguntó de pronto Kagome por las dos.
    —Ehm no nada —le respondió su novio sonriendo nerviosamente.

    *º*º*º*º*º*º*​


    —Buenas tardes señor Kanemoto, soy Kikio Nakamura, inicio mi trabajo hoy —le recordaba ella a la par que dejaba sus cosas en el perchero.

    —Ah sí señorita Kikio, bien la vez pasada ya le explique cómo es la política de la tienda, usted ya sabe lo que tiene que hacer, eso sí no permita que los vestidos los toquen demasiado, la tela puede ensuciarse o dañarse —le volvía a repetir aquel hombre y seguido se retiró dejándola sola.

    Ella se ponía el uniforme laboral y una vez lista salió del cuarto de personal para empezar su primer día de trabajo.


    *º*º*º*º*º*º*​


    Los muchachos llegaron al centro comercial, estaba completamente lleno de personas que iban de un lado a otro con paquetes en mano. Ellos estaban con el uniforme escolar por lo que algunas personas se le quedaban viendo pero digamos que nada importante.


    En el primer piso visitaron varias tiendas pero en ninguna de ellas, las chicas se decidieron por algún vestido o traje elegante. Resolvieron entonces subir al segundo piso a través de aquellas escaleras eléctricas, donde Miroku empezó a juguetear como niño de cuatro años. Inuyasha le jaloneo de la camisa y sólo así pudo calmarse lo que causo la gracia en ellas.


    Fue así cuando se fijaron en una tienda donde habían bastantes personas además les llamo la atención los vestidos que los maniquís exhibían en las vitrinas.


    —Vamos entremos ahí —dijo Kagome tomando de la mano a su novio para jalarlo.


    La tienda llevaba por nombre “
    Krystal Fashion” y predominaba en cada esquina el color rosado. Pero no vendían sólo ropa de mujer sino también para varón, por lo que los chicos no se libraban esta vez.

    —Bien de nuevo a buscar —comentó Sango para de una vez recorrer la tienda.

    —Voy contigo —le dijo su amiga y seguido corrió tras ella.

    Los muchachos se quedaron sentados en uno de esos pequeños muebles esperando a que sus novias los llamaran y les avisaran que encontraron algo. No pasó mucho rato para que eso sucediera, Kagome regresó con ellos rápidamente y los haló para que vayan a la sección de vestidos donde Sango se encontraba ya probándose uno.


    —Y bien ¿Qué opinas Miroku? —preguntó ella mientras se miraba al espejo y se veía el escote en la espalda.

    —Digo que… sí no te gusta yo te ayudo a sacártelo —contestó frescamente él con una sonrisa en los labios.

    Fue entonces cuando se escuchó por todo el local una sonora cachetada, Sango entraba molesta nuevamente a los vestidores seguida de Kagome quien miraba con desaprobación a Miroku, éste a su vez yacía en el suelo con una marca roja en la mejilla derecha y a su lado estaba Inuyasha quien miraba hacia abajo con la misma expresión de reproche.


    Mientras esa divertida escena sucedía, el joven Taisho levanto otra vez la mirada y la fijo hacia la tienda en sí, pasando su vista por diferentes partes del local cuando en ese momento pudo reconocerla. En efecto era ella, se encontraba doblando algunos pantalones de buzos en la sección deportiva, estaba a una corta distancia desde donde estaba él y además pudo notar que aún se veía idéntica hace como algunos años atrás, no cambio mucho.


    ¿Kikio? ¿Qué rayos hace ella aquí? —se preguntaba mentalmente él de manera confundida.

    Ella sintió de pronto que la observaban, levantó su mirada para buscar quien era la persona responsable de hacerla sentir así y al verlo en dirección diagonal desde donde ella se encontraba no pudo ocultar su repentino asombro. Habían pasado exactamente cuatro años desde que vio a Inuyasha y toparse de esta manera tan casual era una circunstancia de total sorpresa.


    Él por su parte seguía igual de abrumado y atónito, ver a la mujer que le hizo tanto daño hace años atrás resultaba una sensación de incomodidad en su corazón. Miroku notó la expresión rara en su amigo y se lo hizo saber de inmediato.


    —Oye ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? —dicho esto le colocó una mano en su hombro para que él volteara.

    —Miroku… —habló en susurro el chico y tomando asiento en esos pequeños muebles.

    Kayama hizo lo mismo y frunció el ceño preocupado, la expresión de su amigo no decía precisamente que todo estaba bien. Se le veía como si su mente estuviera en “un viaje temporal”.


    —Bien sí es un juego conseguiste asustarme ¿Qué rayos te pasa? —le sacudía levemente por los hombros para que reaccionara de una vez.


    Inuyasha giró su mirar en forma abatida y le respondió.


    —¿Sabías que Kikio está aquí? —y con aquella pregunta dejó sorprendido a su mejor amigo que lo miraba sin poder creérselo.

    —¡¿La has visto?! —exclamó en murmullo para no llamar la atención de las otras personas.
    —No sé si sigue ahí, pero acabo de verla por la parte de atrás —señaló él con una mano mientras la otra la usaba para apoyar su cabeza.

    En ese momento Sango salía de los vestidores con un vestido rojo en mano pero justo cuando planeaba reclamarle a su novio su actitud anterior vio a los dos sentados con rostros preocupados.


    —Eh ¿Qué les pasa? —indagó mientras se ponía de pie frente de ellos.

    —¿Dónde está Kagome? —se apresuró a decir Kayama antes de que los problemas se acrecentaran.
    —Probándose un vestido ¿Por? —respondía ella sin percatarse de lo que venía a continuación.
    —Inuyasha acaba de ver a Kikio —soltó de un solo golpe el muchacho.
    —¡¿Qué?! —exclamó ella sin darse cuenta que acababa de gritarlo.
    —No grites Sango —demandó fastidiado el joven ambarino mientras seguía apoyando su cabeza en sus manos.

    Tanto Miroku como Sango intercambiaron miradas de preocupación y tristeza, ver así a Inuyasha después de tanto tiempo era como recordar cuando él se sintió destrozado por aquella ruptura con esa mujer.


    —¿Y qué hace esa tipa aquí? —preguntó la castaña como si ellos tuvieran la respuesta para todo.

    —No lo sé —contestó Inuyasha cabizbajo.

    En ese momento Miroku volteó a ver y efectivamente ahí estaba ella, arreglando algunas camisetas en la misma sección de antes. Concluyó entonces la razón por la que esa chica estaba ahí.


    —Al parecer por la ropa que trae, ella trabaja aquí —dedujo el muchacho volteando a mirar nuevamente a sus amigos.


    Al escuchar esas palabras, Taisho abrió un poco los ojos a manera de sorpresa. En ese instante su novia salía de los probadores con un vestido blanco en mano y sonrisa de satisfacción.


    —Amiga tenías toda la razón, el de Versace me quedaba mucho mejor, me quedaré con éste —decía la chica campante pero al ver el rostro de todos ellos su expresión cambió notoriamente —¿Pasó algo malo?

    —No me siento bien, nos vemos más tarde —les hizo saber el muchacho ambarino mientras se ponía de pie y se retiraba.
    —¡Espera Inuyasha! ¡¿Qué te pasa?! —dijo rápidamente su novia y tratando de evitar que se fuera lo tomó del brazo jalándolo —Sí es una excusa para no comprarte el traje te equivocas eh.

    Sango y Miroku intentaron a toda costa que su amiga no haga este tipo de bromas criticonas hacia él pero fue demasiado tarde, y es que ella no sabía aún cómo era el carácter de su novio cuando se enojaba y esta vez estaba muy molesto.


    —¡¿Podrías simplemente soltarme?! ¡Date cuenta que no todo es por esos trajes! ¡Maldición! ¡Me siento mal y tú en lo único que piensas es en esos ternos! —contestó sin reparar si le gritaba o no, si la hizo sentir mal o no, simplemente en esos momentos él ya no estaba de humor.

    —Inuyasha… —contestó en un hilo de voz soltándole al instante el agarre.

    Todos los que los rodeaban se quedaron mirándolos, incluso esa mujer quien a la distancia sonreía de lado por aquella escena. Al ver esto sus dos amigos giraron a ver a los alrededores y gritando despejaron el lugar diciendo repetidas veces que no había nada que ver por aquí. Mientras tanto Kagome permanecía con aquel semblante a punto de romperse en llanto y él la miraba fijamente con el ceño fruncido hasta que por fin reaccionó y al verla mostrando esas expresiones se sintió de lo peor.


    —Kagome yo… perdóname, no quería… lo siento tanto —decía el chico susurrándole ya que cada vez más se acercaba a ella.

    —No quería obligarte a usar un terno, simplemente yo quería… quería jugar un rato y pasarla contigo —le hizo saber mientras se mordía el labio inferior para evitar soltar esas gruesas lágrimas en cualquier momento.
    —Por favor perdóname… me sentía un poco alterado es todo —tuvo que mentir por esta vez para no seguir aumentando el problema.
    —Lo que importa es que estás bien —le dijo con total sinceridad sin atreverse a mirarlo a los ojos.

    En ese instante él la tomó de la barbilla y le alzó el rostro, la miró con la culpa aún consumiéndolo pero al menos le demostró una cariñosa sonrisa. Ella giró su mirar igual de triste, aún no quería verlo a los ojos pero en ese momento Inuyasha la besó sin avisarle a lo que ella al principio reaccionó sorprendida y luego ya no soportó más, le correspondió aquel ósculo pero a su vez soltó esas lágrimas que ya querían salir desde hacía rato.


    Se sintió a morir cuando se separó un poco de ella y la vio llorando, analizó entonces que ella no tenía la culpa de nada y jamás la tendrá. Fue muy injusto de su parte responderle de esa manera tan cruel, sólo porque se sintió deprimido y molesto cuando volvió a ver a esa mujer. No era justo así de sencillo; tomó sus manos y entrelazó sus dedos con los de ella para después apegarse lo suficiente como para dejar que su querida niña recostara su cabeza en su pecho. De ese modo aprovechó para darle un beso en su delicada cabeza.


    —Perdóname por favor… —volvió a susurrar.

    —No lo vuelvas hacer —dijo ella con una tierna sonrisa y aspirando el dulce aroma de su chico.
    —No lo haré —dijo él con la misma expresión de preocupado y apoyando su cabeza en la de ella.

    Sus dos amigos que hasta ese momento se habían encargado de correr a las personas curiosas que querían ver lo que pasaba, volvieron a intercambiar miradas cómplices. Sabían que a partir de este momento las cosas no serían precisamente iguales a cómo eran hace algunas semanas. Sabían también que tenían que contarle a Kagome sobre esa mujer pero no querían problemas con Taisho además él no se atrevería a decírselo por su propia voluntad así que, sí después del baile no le decía nada Sango se juró a sí misma que ella le contaría la verdad.


    Por otro lado, Kikio había observado toda esa escena a una discreta distancia.


    —Así que tiene novia, interesante, supongo que no será la última vez que nos veamos Inuyasha —dijo ella suspicazmente mientras daba media vuelta y se dirigía hacia otra sección de ropa.

     
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    Pan-chan

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    LOL, ya se van a complicar las cosas, ¿Será Kikyo una psicopata quita novios o tendrá otras intenciones?

    Me dio pena por Kagome, ella solo deseaba pasar un buen rato con Inuyasha y él gasta su frustración con ella, ya pasaron 4 años por favor, debería superarlo y seguir su feliz noviazgo con Kagome.

    Te doy un consejo, intenta no utilizar los *** para separar escenas, creo que pudiste haber narrado lo de Kikyo sin haber hecho eso, todo es cuestión de buscar las palabras adecuadas para saltar de una escena a otra. Gracias por haberme avisado de tu conti, sabes que espero el siguiente capitulo, las cosas se van a calentar XD
     
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    inulove

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    oh por Kami-sama, disculpame por aber pasado tan tarde, es que pues estuve algo ocupada, y acabo de conseguir tiempo, pero ya estoy aqui, y voy a dejar un comentario despues de taaaaaaanto tiempo

    estuvieron muy buenos los caps. aunque Inu fue bastante cruel cuando le grito a Kagome, Inuyasha deberia aprender a controlar su temperamento, aunque en parte tambien se le entiende, si ves a alguien te izo daño, te pones de mal humor.......
    ahora el unico problema es que Kikyo va a querer hacerle daño a Inu otra vez, parece, y de paso le va a hacer mucho daño a Kagome, pobre Kag......

    bueno pues espero con ancias el proximo cap. nos vemos

    te cuidas

    mata ne
     
  5.  
    kagomeG

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Noooo..!! Mugre bruja quita novios (no me gusta ofenderla pero esta vez si sentí feo, bueno no es la primera vez) como que lo hizo sufrir?!? Me las va a pagar! Malvada! Nadie puede hacerle daño! Nadie!!!
    Sentí horrible cuando le contesto así.... Pobresita! Hasta yo sentí feo... Pero que bueno que los vio besandose!! Kag es mucho mejor en todos los sentidos que ella!
    Ha de ser una loca quita novios, juega con ellos y deja por venganza!y celos!! Y detésto a esa gente!
    (ya se enfureció...)
    Bueno me despido antes de que la mis me regañe...
    Sayonara! Perdón por atrasarme pero la escuela no me deja.... ANIMO! Y no nos dejes!

    KagomeG
     
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    aLeTheia_anGeL

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Gracias por sus comentarios chicas :) Les traigo la continuación espero sea de su agrado ...



    CAP. 12 EL BAILE TAN ESPERADO

    Era de noche ya, y en la escuela el único lugar alumbrado era el gimnasio donde obviamente seria la fiesta que todo el alumnado había estado esperando durante varios días. Ya había varias personas en su interior mientras que otras recién llegaban, el tema de este año resultó ser “Elegancia y Placer”; las chicas del comité decidieron ese nombre al imaginarse la fiesta de primavera como una fiesta típica en los salones europeos.

    —¡Ya me voy! Los veo más tarde —gritó el Taisho menor bajando apresurado las escaleras y caminando hacia la salida de casa mientras que se arreglaba la solapa del saco negro.

    A punto de tocar la perilla para abrir la puerta, su madre lo detiene con un regaño maternal.

    —No vengas tan tarde, pórtate bien, ya sabes lo que opino de salirse a la mitad de una reunión… —la señora Izayoi al parecer no tenía intenciones de dejarlo ir, su hijo ya expresaba ese rostro de hastiado ya que su madre siempre repetía lo mismo. No era su primer baile por eso sabia a la perfección como comportarse además no era de esos chicos que solían salirse a la mitad de todo para hacer “cosas”, la tan sola idea le desagradaba.

    De pronto su padre bajaba las escaleras con una sonrisa de lado y en su boca un grueso puro que ya estaba encendido.

    —Querida déjalo ir ya, la señorita Higurashi se va a enojar —comentaba él mientras caminaba y se ponía al costado de su esposa.
    —Perdón, bueno Inuyasha que te diviertas —y dicho esto se acercó velozmente y deposito un leve beso en la frente de su hijo.
    —Sí claro —respondió éste un poco avergonzado.

    Mientras más rápido pudo, “huyó” de casa antes de que a su madre se le haya olvidado agregarle algo más a su sermón de veinte minutos. Anteriormente le había pedido prestado el auto a su hermano, éste no le contestó así que supuso que eso era un “sí”. Pero primero fue caminando a la casa de su novia, que no le tomó más de un minuto.

    —Buenas noches señor Higurashi, vengo por Kagome —le informaba aún un poco nervioso, a pesar de haber quedado en buenos términos con su “suegro” de igual forma su presencia todavía lo intimidaba un poco.
    —Claro muchacho —respondía el señor sin percatarse de la actitud del chico.

    En ese momento la joven de cabellos azabaches bajaba con suma delicadeza las escaleras, estaba simplemente hermosa: tenia puesto aquel vestido blanco con un escote no tan pronunciado en el pecho, la espalda estaba solo un poco descubierta conforme el modelo del vestido además de lucir esas hermosas sandalias con taco plateadas que caían a la perfección con el adorno en forma de rosa que traía en su cabello suelto, el cuál caía en armonía ondulada por sus hombros.

    El muchacho tragó saliva, no se esperaba semejante sorpresa por parte de ella. Se sintió más enamorado que nunca.

    Ambos salieron de la casa de la chica y volvieron a la de él para de una vez sacar el deportivo negro y una vez así fueron a la casa de su amiga donde estaría esperándolos junto a Miroku.

    No tardaron mucho en llegar, Inuyasha fue el encargado de bajar del auto y tocar la puerta para avisarles a sus dos amigos que salieran de una vez. Se saludaron como correspondía y finalmente todos subieron al auto para dirigirse a la velada que los esperaba.

    Al llegar se quedaron deslumbrados, el esfuerzo había valido la pena. Por fuera los arreglos estaban muy bien colocados y para llamar más la atención habían puesto luces que adornaban el cartel del baile de una manera distinguida. Por dentro estaba muy bien organizado, al frente estaba el telón donde se podía apreciar nuevamente el cartel con el nombre del tema de este año, además en una esquina del mismo lugar el disc jockey se encargaba de seleccionar y reproducir la música que las chicas le habían solicitado. En el medio del techo una esfera brillante que giraba lentamente alumbraba todo el lugar con un tono rojizo gracias a la luz que reflejaba en su dirección.

    —¡Vaya sí que nos esmeramos! —comentaba orgullosa la Higurashi.
    —Que nadie se atreva a decir que está feo —dijo su amiga apoyándola totalmente.

    De ese modo los cuatro se adentraron pero al estar ahí se separaron por unos momentos, ellas se fueron con las demás chicas mientras que ellos se reunieron con el equipo de soccer.

    —¡Ishikawa! ¡Higurashi! ¡Por aquí! —gritó Eri levantando la mano para indicarles que se acercaran.
    —Qué tal muchachas —saludó una de ellas a nombre de las dos.
    —No saben lo que nos enteramos hace unos minutos —habló Yuka con esa pisca de intriga que la caracterizaba.
    —¡Oye! ¡Prometiste no decirlo! Por favor no lo digas ¡Sus novios lo conocen! —intentaba excusarse una desolada Arimi además de estar un poco sonrojada.
    —A Arimi le gusta Sagara Jouske del 12 – 2 —comentó la chica con gran alegría.
    —¡Yuka! —gritó la aludida totalmente avergonzada.
    —¡¿Te gusta el segunda punta*?! —exclamaron ellas al unísono sabiendo ya de quien se trataba.
    —No… eso no es… —intentaba excusarse ella pero era en vano que lo ocultase, después de todo no era que eso fuese algo malo.

    Las chicas siguieron conversaron respecto al asunto ya que de pronto resultó ser un tema muy interesante. Mientras tanto los muchachos conversaban entre ellos, haciéndose bromas típicas entre los varones.

    —¡Miren chicos! ¡Ahí vienen nuestros capitanes! ¡O mejor dicho los amarrados! —y queriendo hacer una broma lo que en realidad se llevó después de eso fue un duro golpe en la cabeza por parte del capitán Taisho.
    —Deja de fastidiar Okimura —decía él mientras se arreglaba el saco.
    —Al menos tenemos quienes nos abracen luego de una dura práctica —contestó de manera asertiva Miroku obviamente menos violento que su amigo.
    —Sí como digan —contestaron los demás a la misma vez algo atemorizados.

    En ese instante, la profesora de arte y cultura subió al escenario, tomó el micrófono que ahí se encontraba y llamó la atención de todos los presentes quienes no tardaron en dirigirle su mirada.

    —¡Bien muchachos! Buenas noches, espero que en estos momentos la estén pasando bien, es el Baile “Elegancia y Placer” por lo tanto a las doce en punto habrá un dicho baile de Salón en general, recuerden que es un concurso donde coronaremos al rey y la reina de primavera así que los chicos que ya tienen pareja deben presentarse y los que aún no consiguen ¡Hay varias chicas lindas por aquí! Sigan divirtiéndose muchachos, con permiso —y dando ese pequeño discurso la sensei bajó del telón seguida de los forzosos aplausos que la mayoría de los chicos daba.

    Seguido de eso, el disc jockey volvió a reanudar la canción de antes. Los muchachos siguieron en sus anteriores actividades.

    —¿Y bien? ¿Esperamos a que Sagara te invite a bailar? —preguntó de manera divertida Kagome.
    —¡¿Qué dices?! —respondió Arimi totalmente avergonzada.

    Comentario que causo las risas de todas las presentes ahí.

    En ese instante, el equipo de soccer se acercaba a ellas, entre ellos obviamente iban Inuyasha y Miroku, quienes en menos de unos segundos se encontraban llevando a sus novias a la pista de baile. Incluso Eri y Yuka fueron invitadas a bailar con dos chicos más del equipo, y fue así como Arimi quedó sola con Jouske mirando como los demás bailoteaban.

    —Ehm… ¿Quieres no sé… bailar? —preguntaba sin mirarla ya que se había puesto un poco nervioso.
    —Sí claro —le contestó tratando de que su emoción no se le notara.

    Y así una pareja más se unió a la pista.

    Por otro lado no muy lejos desde donde ellos se encontraban antes, estaba Kouga y su equipo de futbol sentados en una sola mesa. El capitán de los lobos estaba cruzado de brazos mientras veía con extrema seriedad cómo su eterno rival bailaba con la chica de sus sueños.

    —Ya verás Inuyasha, cuando te descuides… —murmuraba para él sólo cuando de pronto una figura delicada le tapó por completo la vista. Levantó la mirada y vio a aquella chica de cabellos rojizos sonreírle tímidamente.
    —Hola Kouga —le saludaba ella con un suave tono carmesí en sus mejillas.
    —¿Qué quieres Kamiya? —le respondió fríamente sin tomarle mucho interés.
    —Ya te dije que me llames por mi nombre —le recordaba ella además ya estaba acostumbrada a su típico tono hostil cuando le hablaba.
    —Bien ¿Qué quieres Ayame? —recalcó la pregunta de igual modo que antes.
    —¿Quieres…? Ehm… ¿Quieres bailar? —se armó de valor y le preguntó al fin directamente.

    Ante esa proposición la observó de manera fija y analizó la situación, vio entonces que podía poner en práctica ese plan sí aceptaba así que le dio el gusto a la porrista de la escuela.

    —Bueno ya que, vamos —le respondió a la par que se ponía de pie. La tomó de la mano y la haló a la pista de baile aunque de todas formas sin muchas ganas.

    Ayame además de estar contenta y no darse cuenta de las verdaderas intenciones del chico que le gustaba, se encontraba ahora nerviosa después de todo siempre había querido que Kouga le tomara de la mano de esa forma tan romántica, para ella. Ahora se encontraban bailando y poco a poco Nagasaki guiaba a la chica pelirroja hacia donde estaban Inuyasha y Kagome.

    Justo cuando el baile iba por la mitad, Kouga aprovechó y se acercó a ellos con una reverencia típica de las altas clases sociales inglesas deteniendo así el baile entre su rival y su querida chica.

    —¡¿Qué rayos te traes lobo?! —le refutó el joven Taisho mirándolo con desdén.
    —¿Cambiamos parejas? —contestó inteligentemente el aludido con una sonrisa.

    Los tres jóvenes se quedaron mirándolo con expresión sumamente confundida. Al ver que ninguno comprendió sus palabras se apresuró en aclarar.

    —Es usual que en un baile inglés un caballero desee intercambiar parejas por un momento, sería una verdadera falta de respeto si el otro caballero no acepta —les dijo haciéndole entender a Inuyasha que prácticamente era un grosero. Éste sólo le dirigió una mirada llena de recelo.
    —Interesante, no había escuchado de eso —respondió Higurashi completamente inocente —¿Se podría Inuyasha?
    —Sólo por un rato —respondió éste para el asombro de Nagasaki. Y es que Taisho no quería empezar un pleito innecesario por lo mismo trataba de guardar la poca paciencia que tenía almacenada.

    La que no pudo ni siquiera articular palabra alguna era Ayame, quien de manera obligada fue a bailar con Inuyasha mientras veía con atención cómo el chico que le gustaba miraba de esa manera tan tierna y cariñosa a esa otra chica.

    —Kagome qué linda estas —la alagaba con aquella sonrisa coqueta.
    —Gracias… —respondía ella fingiendo sonreír.

    De pronto la apegó más a él cogiéndola por la cintura y quedando a escasos centímetros de ella. Kagome por su parte trataba de alejarse lo más que se podía pero al parecer sus fuerzas no se comparaban a las de él. No tardó mucho tiempo para que Inuyasha se percatara del acercamiento de su “enemigo” hacia su novia, frunció el ceño muy molesto y dejando a Ayame a su suerte se dirigió hacia ellos.

    —Kouga… podrías soltarme por favor —pedía ella expresando su incomodidad en su rostro.
    —Pero querida mía —y él la trataba de convencer al menos un poco más para poder darle el beso final.
    —¡¿Qué estás sordo lobo rabioso?! —refutó de repente el capitán de los tigres tomando la mano de su novia y halándola delicadamente hacia su lado pero lo suficientemente fuerte para separarla del otro muchacho.

    Fue entonces cuando se volvió a crear en medio de la pista de baile un laberinto lleno de tensión. Ambos jóvenes se miraban fijamente provocando un severo choque de miradas; los presentes veían la escena sonriendo nerviosamente ya que era gracioso pero a la vez intimidante. El chico ambarino deseaba golpearlo con todas sus fuerzas mientras que el otro joven de orbes azules quería despedazarlo en ese instante.

    —¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no te le acerques?! —le reclamaba furioso, verlo tan cerca casi por quererla besar hizo que su paciencia se quebrara.
    —Siempre de inoportuno ¿Verdad tigrecito? —comentó sarcástico mientras sonreía de lado.
    —¡Maldición Kouga! ¡Considérate muerto! —exclamó más fuerte lleno de cólera.
    —¡Inuyasha por favor! ¡No vayas a pelear por algo que no tiene sentido! —pedía la chica a gritos para luego sujetarlo del brazo e impedir que avanzara.
    —¡Kagome no lo defiendas! —le refutó sin voltear a verla, su mirada sólo estaba fija en su rival.
    —¡No lo estoy defendiendo! ¡No quiero que pelees y menos en el baile! —se apresuró en aclarar ella para poder calmarlo de una vez.
    —¡Alumno Taisho! ¡Alumno Nagasaki! —gritó de pronto un profesor aproximándose a ver lo que sucedía.

    Ambos muchachos voltearon a ver al sensei quien apenas supo de qué se trataba todo eso les dio una reprimenda además los puso bajo advertencia: Si volvían a gritar de semejante manera —en especial para Inuyasha— iban a quedarse todos los días después de clase a limpiar las aulas. Ante tan “horrible” castigo, los dos rivales decidieron calmarse y dejarlo por la paz; Taisho se retiró tomando de la mano a Kagome dirigiéndose hacia donde estaban su grupo de amigos mientras que Kouga regresó a sentarse con su equipo de soccer.

    Al llegar las doce en punto se dio inicio al gran Baile Final; el disc jockey, por orden de la profesora de arte y cultura, cambió el estilo de música y la pasó a una balada lenta pero que de todas maneras se podía bailar. Las parejas que entraron más en confianza se encontraban ahora abrazadas, las chicas rodeaban a sus parejas por el cuello mientras que ellos las tomaban por la cintura quedando de esta forma las opciones de juntar sus frentes o recostarse en el hombro de ellos. El escenario de pronto se tornó más romántico que de costumbre y la luz rojiza ayudaba bastante.

    Ayame intentó por segunda vez invitar a bailar a Kouga, pero éste ya estaba de un pésimo humor después de su interrupción con Kagome así que un rotundo no fue su respuesta y acto seguido se retiró de la fiesta, no quería seguir viendo a su contrincante bailar tan melosamente junto a la chica que le gustaba.

    El término de la fiesta fue todo un éxito, los chicos se divirtieron más de lo que creían además sin proponérselo los ganadores que fueron coronados rey y reina del baile de primavera fueron nada más y nada menos que Jouske y Arimi; según la profesora al dar su opinión por el micrófono dijo que nunca antes había visto expresar tanto amor en una danza. Comentario que causo el sonrojo extremo de la chica, la vergüenza del chico y las burlas en el buen sentido por parte de sus amigos incluyendo las demás muchachas.

    Al final todo pareció resultar bien… hasta ahora.

    -----------------------------------

    *En el fútbol moderno, existe una variedad de delantero, el llamado segunda punta, tienen gran movilidad por lo que retroceden varios metros del área rival para apoyar al mediocampo y recuperar el balón.
     
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    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    jaja como siempre huco enfrentamiento entre Inuyasha y Kouga, el chico no se da por vencido, aunque me dio un poco de lastima Ayame ya que ella estaba muy entusiasmada por bailar con el chico que le gusta.

    Tal y como tu dijiste, por ahora las cosas van bien, hasta que aparezca Kikyo y se arme un drama ^^U espero que pongas el proximo capitulo pronto, no te hagas del rogar XD
     
  8.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    hola!!!!
    disculpa por no haber podido pasar antes a leer tu fic u_uU
    este capitulo me gusto mucho ^^
    me sorprendiste con el final, porque yo pense que el rey y la reina del baile iban a ser Inuyasha y Kagome o Sango y Miroku, pero resulto que fueron Jouske y Arimi ^^
    me gusto muchísimo el baile, sobre todo me diverti mucho con el pleito de Inuyasha y Koga jajaa
    lo que yo pienso ahora es que en el proximo capitulo pasara algo malo, se que de seguro tendra que ver con Kikio T_T
    en fin espero la contiiiiiiiii
    bye n_n
     
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    inulove

    inulove Entusiasta

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Ohayo!!!!

    gomen por pasar tan tarde, pero es que me he estado quedando sin tiempo.......
    muy buen cap. aunque pobresita Ayame, que Koga la use de esa forma, no me rece que Ayame lo quiera tanto, estupido lobo sarnoso...........
    Bueno, solo espero que no suceda nada malo con la aparicion de Kikyo, despues de todo, por la reaccion de Inuyasha en cap anterior, podria causarle un gran daño a Kag!!!

    bueno pues, me voy, esperando con ancias el proximo capitulo!!!
    nos vemos

    te cuidas!!!!

    Mata ne!!!
     
  10.  
    jeniYasha

    jeniYasha Entusiasta

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    hola!! perdon por no comentar antes, pero no tengo mucho tiempo (gracias a la escuela ¬.¬) pero bueno... asi es la vida.
    me gustaron mucho estos dos capitulos! que lastima que aparecio kikyo!
    y inu tampoko tuvo el derecho de gritarle asi a kagome, todo por cualpa de esa tonta de kikyo que lo hizo sufrir! espero saber que le hizo!
    kouga es muy astuto en sus planes o inu y kagome son ingenuos o.O
    pero salio todo bien (en lo que se puede) espero la conti!!
    sayito
    dulcceammor...
     
  11.  
    aLeTheia_anGeL

    aLeTheia_anGeL Usuario común

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    Me Quedare a tu Lado [InuxKag]
    Clasificación:
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    Género:
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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Oh Dios ahora sí querrán matarme, bueno está bien no las culpo de verdad q me demoré con esto. Está bien, le dije a maFFer susin q no iba a publicar el proximo pero felizmente lo termine ToT solo espero q les guste y comenten :( Bueno d verdad ¡¡Perdonenmeee!! ...


    CAP. 13 EL REENCUENTRO


    Había pasado una semana desde el baile de primavera, además terminada esa semana también se le habían acabado las vacaciones al señor Higurashi. Ese domingo, Daijiro viajaba a Rusia ya que era de suma importancia que regresara inmediatamente por haberse quedado una semana extra, así que se encontraba en su habitación terminando de hacer las maletas. En ese momento Sonomi entró sin tocar y se quedó de pie apoyada en el marco de la puerta.

    —¿Ya tienes todo listo? No se te vaya a olvidar algo —le dijo con el único fin de asegurarse que él no volviera sólo a recoger alguna cosa.
    —Claro que no Sonomi, no te preocupes esta todo en mis maletas —le respondió sin voltear a verla, sabía en el fondo sus verdaderas intenciones.
    —En ese caso baja, tus hijos te esperan para desayunar —y diciendo esto dio media vuelta y se retiró de su dormitorio.

    Le causó fastidio tener que obedecer a esa orden pero de todas formas lo hizo, después de todo era por Kagome y Souta, no por ella.

    Mientras tanto en casa de la familia Taisho, el joven de cabellos plateados despertaba con algo de pesadez y es que ayer sábado se había amanecido en casa de Miroku junto con unos amigos más; la habían pasado bien pero le dejaron una jaqueca de tanto vino que bebieron, su único consuelo era que sus cuatro amigos debían estar igual o peor que él en esos momentos. Se dio vuelta en la cama y abrió sus ojos lentamente para después detallar cada parte de su habitación como si nunca hubiera estado ahí. En esos instantes pasaron por su mente los recuerdos de su reunión ayer por la noche, luego de la fiesta de primavera, cuando bailó cariñosamente con Kagome y la pasó bien con sus amigos.

    Se levantaba de la cama con una media sonrisa en su rostro cuando de pronto la imagen de Kikio vino a él repentinamente, abrió un poco los ojos del asombro y se quedó estático pensando”¿Por qué tenía que ser ella?”, se sacudió de forma leve la cabeza y movió sus cabellos despeinándose más. Mientras salía de su dormitorio directo a darse una ducha que lo ayude a despejarse, trataba de mantener la lógica idea de que no tenía ningún sentido seguir pensando en ella y en realidad hubiera sido magnifico sí seguía con ese pensamiento pero lamentablemente el destino a veces gira de manera brusca poniendo más obstáculos en la vida.

    —Hijo ¿Estás bien? —preguntó de repente su madre viendo como él daba vueltas sin sentido a su café de aquella mañana.
    —¿Cómo? Eh… sí mamá todo bien tranquila —contestó rápidamente tratando de disipar las sospechas de su comportamiento distraído.

    Había bajado a desayunar y ahora que recordó a Kikio no estaba precisamente en las mejores condiciones para dar la cara a su familia.

    —De hecho siento que es innecesario preguntárselo con tan sólo mirarlo ¿no crees madre? —opinaba su hermano mayor quien increíblemente estaba sentado junto a ellos por segunda vez que iba al mes.
    —Tú qué sabes, ya cállate —refunfuñó Inuyasha fastidiado por la actitud de él.
    —Los dos deberían guardar silencio mientras comen —opinó de repente su padre sin mirarlos, tan sólo se dedicaba a ver el periódico matutino.

    Era domingo, ya había terminado sus deberes y no tenía absolutamente nada que hacer el resto de la mañana así que se ubicó de nuevo en su cama levantando las piernas y apoyándolas en la pared, formando con su cuerpo la letra “L” cogió su pelotita de goma y la revotaba constantemente con el techo.

    De pronto un sonido musical en particular se dejó escuchar por toda la habitación, dio un volantín y poniéndose de pie tomó el móvil que estaba en su escritorio.

    —¿Diga? —contestó en lo que se acomodaba el aparato telefónico entre su oreja y su hombro derecho para seguir jugando a revotar la pelota
    —Inuyasha —habló esa dulce voz desde el otro lado de la línea.
    —Kagome… dime ¿Qué sucedió? —el sólo hecho de darse cuenta de que era su novia lo hizo extrañamente incomodarse, además de perder la concentración y dejar escapar la pelotita por debajo de su cama.
    —Te llamaba para decirte que dentro de media hora salgo al aeropuerto a despedir a mi papá, su vuelo sale a las tres —le comentaba ella sonando un poco emocionada.
    —Está bien, no te preocupes, despídeme de tu papá mándale mis saludos y que tenga buen viaje —fueron las únicas frases típicas que se le ocurrieron para tratar de cortarle el tema de una vez.
    —Gracias, yo se lo digo, te amo adiós —dijo la chica cortando la llamada.

    Al parecer algo no andaba bien dentro de los pensamientos del muchacho, siempre fue algo indeciso pero esta vez creía que estaba al límite y es que al escucharla decir esas amorosas palabras le causó un fastidio leve pero fastidio al fin. Entonces fue ahí cuando se percató de lo que realmente deseaba hacer, ya no podía seguir de ese modo así que decidió ir al centro comercial.

    Esperó pacientemente la media hora que su novia le había indicado, sí salía no quería que Kagome lo viera.

    —Y ahora ¿A dónde vas? —preguntó Izayoi quien veía a su hijo apresurado poniéndose la chaqueta.
    —Ya regreso madre, iré donde Miroku —y cogiendo sus llaves que se encontraban colgadas salió de casa en otra dirección.

    Sabia a la perfección que engañar de este modo a su novia estaba mal pero no podía con sus impulsos que lo obligaban a seguir caminando.

    A unos cuantos minutos de trayecto llegó al centro comercial, subió las escaleras hasta llegar al tercer piso y luego fue a la tienda “Krystal Fashion”, al entrar lo primero que vio fue a una señorita arreglando algunas camisas que las habían cambiado de lugar al probárselas, se aproximó hacia ella y le cuestionó sobre Kikio.

    —Eh… disculpe ¿Sabe dónde puedo encontrar a la señorita Kikio Nakamura? —era increíble que ahora se encuentre precisamente ahí buscando a quien jamás pensó que volvería a buscar.
    —Sí, bajó a tomar su refrigerio, en media hora regresa —contestó la muchacha sin problemas.
    —¿A qué lugar? —cuestionaba insistente el joven ambarino.
    —No lo sé pero sí bajó —solamente le pudo ayudar en esa simple orientación antes de pedir permiso y retirarse.

    Para eso él ya bajaba las escaleras, entonces estando ya en la primera planta se dedicó exclusivamente a buscar con la mirada por todos lados. Había bastante gente así que quedándose estático no conseguiría nada por lo que tuvo que caminar y voltear a ver todos los restaurantes que por ahí se mostraban.

    Fue entonces, en un momento en que giraba la cabeza cuando la vio, volvió a enfocarse en donde la había localizado y ahí estaba, afueras del restaurante sentada con una taza delante de ella. Al verla tan tranquila algo hizo que se estremeciera dentro de él, se sentía nervioso pero no sabía que era en realidad, sólo de algo estaba seguro en esos instantes: quería verla de nuevo. Se armó de valor y fue a su encuentro.

    La chica volteo a su lado izquierdo y vio como Inuyasha se aproximaba a ella, a pesar de eso su mirada inexpresiva no cambiaba en lo absoluto. De pronto se puso de pie, acto que hizo que él detuviera su caminar para mirarla confundido, Kikio salió del restaurante y decidió darle una mirada fija para avanzar hacia él. Le hizo creer que iba a su encuentro también pero en el momento en que ella pasó de largo por su lado derecho obviamente se dio cuenta que estaba en un error.

    Se había quedado estático por lo ocurrido, tenía que reaccionar ya, así que se dio una llamada de atención mental para luego voltear rápidamente y poder gritar.

    —¡Kikio! —por primera vez en muchos años dijo su nombre sin ningún tipo de fastidio.

    La aludida se detuvo en seco y volteó levemente para encararlo.

    —¿Qué? Inuyasha… —ahí estaba ella a unos metros de distancia de su antiguo novio.

    *º*º*º*​

    —¡Te vamos a extrañar mucho papá! —decía el niño abrazando con mucha fuerza al señor.
    —Es cierto, espero que algún día puedas regresar —Kagome le expresaba todo su cariño en aquellas palabras.
    —Gracias hijos, no saben cuánto los quiero, volveré así que no se preocupen —aseguraba el señor Higurashi dándoles un último abrazo a ambos para después coger sus maletas y entrar a la fila de pasajeros.

    Sonomi miraba de lejos aquella escena, sentía un vacío en su corazón al no poder despedirse correctamente de su ex-esposo. No se llevaban bien pero como dice el dicho “Lo cortés no quita lo valiente”, lamentablemente en este caso quitaba eso y mucho más.

    Daijiro abordó el avión rumbo a la ciudad de San Petersburgo en Rusia mientras que sus hijos se retiraban del aeropuerto camino a casa.

    *º*º*º*​

    Inuyasha sentía que su corazón latía más fuerte y es que sencillamente no sabía que decirle.

    —¿Y bien? ¿Qué sucede? —volvió a repetir su pregunta la chica de mirada hostil.
    —Necesito hablar contigo —fueron las únicas palabras que se le ocurrieron después de un profundo silencio incomodo entre ambos, aunque más para él.
    —Ahora no puedo, estoy en horario de trabajo, sí quieres esperarme… —decía ella a manera de dar una opción pero fue interrumpida inmediatamente.
    —Lo haré ¿A qué hora sales? —esta vez fue directo.
    —A las tres —contestó la chica sin inmutarse.
    —Bien entonces te espero afuera de la tienda —le comunicaba él a la par que metía sus manos en los bolsillos del pantalón dirigiéndose hacia las escaleras.
    —Como quieras —respondió Kikio cortante.

    Así ambos subieron las escaleras como sí de dos extraños se tratase aunque en el fondo la percepción que tenían el uno del otro era totalmente distinta. Kikio entró nuevamente a la tienda mientras que Inuyasha se sentaba en una de las bancas afuera del lugar.

    Las horas se le hicieron interminables, estaba echado mirando el techo del centro comercial cuando revisó por última vez su celular fijándose la hora percatándose que ya eran las 3 en punto. De un impulso se acomodó nuevamente en la banca para después fijar su vista al frente, efectivamente la tienda estaba cerrando así que se puso de pie a esperar que ella saliera.

    Kikio salió por otra puerta más pequeña que había al costado de la tienda junto a otros chicos y chicas que también trabajaban allí. Inuyasha la observaba con detenimiento hasta que ella también hizo lo mismo y con una seña le avisó que se acercara.

    Bajaron al primer piso y buscaron asiento en las bancas que estaban frente a la pileta del centro comercial. Inuyasha no dejaba de mirarla de vez en cuando, ella aún conservaba aquella belleza elegante que la caracterizaba aunque su mirada y su forma de ser cambiaron bastante.

    —Y bien ¿De qué quieres hablar? —fue ella quien empezó la plática al ver que él no se dignaba a decir nada.
    —¿Qué haces en Tokio? Se supone que tu… —comenzó a preguntarle luego de un pequeño sobresalto pero fue interrumpido.
    —¿Qué yo estaba en otro país? Pues nunca me fui, siempre estuve en Japón —decidió ser sincera al menos hasta que lo creyera conveniente.
    —Y ¿Por qué nunca te vi? —fue una pregunta bastante desesperada pero según él no había otra forma de cuestionárselo.
    —Simple, te evitaba así que me mude, cambie mis rutas de camino y decidí que eso era lo mejor —le explicaba y en todo el rato que llevaban conversando no deseaba mirarlo.
    —Estabas haciendo cosas innecesarias además soy yo el que debería evitarte —dijo esas palabras sin pensar.
    —Y sin embargo hoy me viniste a buscar… —le devolvió la jugada muy bien planeada.

    Obviamente el muchacho de mirada ambarina se quedó congelado, ella tenía razón, él como siempre sólo se contradecía. Trató de corregirse aunque ya no funcionaría.

    —Ese no es el punto, lo que quería decir era que el que sufrió más daño fui yo, así que haciendo todo eso sólo te hace ver como la víctima cuando no es así —le reclamó en un tono exasperado.
    —Y bueno a que llegamos con esto Inuyasha —le respondió ella evadiendo por completo el reclamo anterior.
    —Sólo quería saber qué hacías en la ciudad, pero ahora que mencionas que jamás te fuiste me quita una enorme duda de encima —y diciendo esto se puso de pie dispuesto a marcharse, según él.

    Daba media vuelta, listo para retirarse cuando en ese momento ella volvió a captar su atención.

    —¿Quién es esa chica que se parece tanto a mí? ¿Tu novia? —y esta vez sí deseó mirar su rostro de sorpresa así que volteó su rostro para encararlo. Porque sabía que esa pregunta definitivamente lo impresionó.

    En efecto, Inuyasha era una persona que no sabía controlar muy bien sus impulsos y cuando se veía acorralado lo único que hacía era desesperarse más.

    —¡Ella no se parece en nada a ti! —vociferó molesto con expresiones de intranquilidad y fastidio.
    —Vaya, entonces sí es tu novia, tus gustos no cambian Inuyasha —le decía ella suspicazmente con el único fin de hacerlo enfadar.
    —Déjame en paz, además tú tienes a ese tal Onigumo ¿o no? —rara vez se tranquilizaba casi de inmediato, además esa pregunta tenía una doble intención y él lo sabía muy bien.
    —Pues no, Onigumo y yo terminamos hace mucho tiempo —le contestó sin contratiempos cogiendo su bolso y poniéndoselo al hombro.
    —Lástima —fue su comentario cuando en el fondo sintió hormigueos en su interior al escuchar la respuesta de ella —¿Seguirás trabajando en esa tienda?
    —Así es… —contestó cortante.

    Kikio se retiró del lugar dejando a Inuyasha completamente confundido, esa conversación dejó muchos cabos sueltos además nada de lo que estaba sucediendo estaba bien y peor aún, tenía novia y hacía esas cosas. Veía como aquella chica se alejaba y él aún permanecía de pie con la mirada fija en su silueta, pensando en los varios “por qué” del asunto. Fue entonces cuando dio media vuelta para también irse mientras de lo único que estaba seguro era que iba a regresar a verla otra vez, definitivamente quería verla otra vez.
     
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  12.  
    jeniYasha

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    es una broma!! cierto??
    como inuyasha hizo esa tonteria!!
    es un total estupido! como rayos se le ocurre!!
    aaaaaaa! quiero gritar y goperalo!
    ama a kagome o no? por que con este capitulo me dejo entendido que no!
    que sigue a mando a esa! nunca lo pense de el! ser infiel!
    y fue horrible! mientras que ella despedia a su padre! inu esperaba a esa....
    hay! que rabia!! espero la conti!!
    sayito!!!
    dulcceammor...
     
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    kagomeG

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    Re: Me Quedare a tu Lado [InuxKag]

    Ok?! Me tengo que tranquilizar *inhala exhala* kyyaa..!! Al diablo la paciencia.!!!!
    Eso es una broma o que?! 1ro: falto a un capitulo!! 2do:el y sus impulsos y 3ro: Tienes novia baka..!!! Pero que demonios tiene en la cabeza?! (lo digo y lo seguiré diciendo innumerable veces tiene froot loops en la cabeza) oye ukyo.. Y tu por que tan tranquila?! (*la voltea a ver con el cabello despeinado y cara de gorila sin su banana* hay... No me sorprende... Ese baboso vuelve a caer... Aunque no apoyo en lo absoluto a kikyo)
    Quien te entiende?... Bueh... Me tengo que tranquilizar....
    Pero... Por que?! ToT.. Se supone que debió de haber estado con SU novia despidiendo a SU SUEGRO!!... No handando de incoherente con kikyo... Por que el muy hombre ya ni sabia que incoherencia decirle a kikyo... Ademas que necesidad de volver a verla?!? No lo entiendo!!!! :@.... Pero eso si... Amé el baile!! Y mas cuando jaló a kag.. Y le gritó.. Mi vida!!!!
    Pero... Aaa ya se! Deseguro su dawn inconsciente le quiere poner pruebas para ver si deverdad ama a kag... (ha! Pero el muy tonto esta cayendo redondito... -.-.. Tenemos que hacer algo..) sii!! Eres una genio! Nos meteremos a la historia y raptaremos a kikyo.. Buajaja!!! (buena idea! Yo traigo la soga!)

    Bueno amiga me despido... Y pon continuación antes de que ukyo y yo raptemos a kikyo... Buajajaja!
    Gracias por el capitulo!

    KagomeG y ukyo
     
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  14.  
    Loops Magpe

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    Ha, gomene por no haberme pasado hace mucho tiempo.

    Bueno, la historia cada vez te envuelve más (Aunque creo que vas muy rápido y que te falta un poco más de narrativa, pero no es nada grave) También creo que Inuyasha aún siente algo por Kikyo y que éta también, por lo cual le causarán varios problemas tanto a ellos mismos como Kagome, Ok, ese es mi punto de vista.

    ¡Nos vemos!
     
  15.  
    aLeTheia_anGeL

    aLeTheia_anGeL Usuario común

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    Me Quedare a tu Lado [InuxKag]
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    Género:
    Romance/Amor
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    Hola chikas muchas gracias por sus comentarios :) Me animan a seguir publicando el fic, últimamente andaba retrasada con los capitulos pero ya pude ponerme al corriente.

    Anime Angels: Quizá este avanzando un poco rápido la situación pero creéme xD aún falta bastante para el desenlace.

    Y bueno aquí les traigo el siguiente capitulo, espero les guste... SayoOoOpPp!!!!


    CAP. 14 APARECEN LOS PROBLEMAS

    No había podido dormir en la mayor parte de la noche, descansaba por media hora y luego despertaba preocupada. Y es que sus pensamientos e imágenes sobre Inuyasha entrando a su casa totalmente cabizbajo no desaparecían de su mente, y eso no es todo ¿Por qué apagó su celular? ¿Por qué mintió? No entendía el porqué de su comportamiento tan reciente.

    Esa mañana fue la misma rutina para poder ir a la escuela, mientras se acomodaba su maleta al hombro bajaba las escaleras aún con aquellos recuerdos divagando su mente.

    —Hija ¿No vas a desayunar? —le cuestionó su madre al verla coger sólo una tostada del plato y salir de la cocina.
    —Lo siento pero hoy me levanté tarde, Inuyasha ya debe de haber esperado demasiado, nos vemos después —fue su muy clara explicación y además tenía razón.

    Salió de casa en compañía con su hermano, quién no tardó en ver lo preocupada y pensativa que se encontraba.

    —Nee-chan ¿estás bien? —y con esa pregunta logró captar su atención.
    —Ah descuida Souta no pasa nada —trataba de que su hermanito no se preocupara por cosas innecesarias.
    —Bueno entonces démonos prisa y tomemos el bus —y diciendo esto la tomó de la mano jalándola hacia delante para poder apurarse.
    —Espera Souta, tengo que esperar a Inuyasha —le explicaba ella, además se le hizo raro ya que su novio no estaba en la misma esquina de siempre. No pudo irse temprano ya que hoy era lunes y no había práctica de soccer.
    —Bueno ojalá no llegues tarde —le respondió el pequeño para después correr hacia la parada de bus y tomar uno que lo lleve directo a la escuela.

    Kagome se quedó en aquella esquina, casi en frente de la casa de los Taisho. De pronto alguien abre la puerta y fue ahí donde ella aprovechó para acercarse, quizá esa persona podría darle razón de la ubicación de su novio.

    —¡Buen Día! Eh… Tú debes ser el hermano mayor de Inuyasha —esa era la primera vez que ella tenía algún tipo de contacto verbal con su “cuñado”. Él la miró de una forma muy hostil y penetrante lo que causó un poco de timidez en ella.
    —Su hermano, sí, por desgracia ¿Se te ofrece algo? —le respondió él cortante y directo.
    —Ehm sólo quería preguntarte si Inuyasha asistirá a la escuela, aún no sale así que… —le explicó ella pero a penas iba a terminar cuando Sesshomaru la interrumpió bruscamente.
    —Él ya se fue, salió temprano así que con permiso —contestó rápidamente para retirarse y dirigirse hacia la cochera.

    La chica se quedó completamente estática además de apenada. Se supone que él siempre le avisaba cuando no podía irse con ella a la escuela ¿Por qué de pronto no le dijo algo? Esperó unos minutos para poder irse, de igual forma ya había llegado tarde a clases por haberse quedado en esa esquina esperando a Inuyasha tontamente.

    Cuando llegó a la escuela, no sabía qué actitud tomar delante de él, mientras subía las escaleras meditaba sobre sí debía estar: molesta por no avisarle, preocupada por no saber que le sucedía, triste por su comportamiento reciente, en fin varios sentimientos se le cruzaban en ese momento. Sus amigos la vieron llegar e inmediatamente notaron su rostro lleno de molestia, al parecer al final decidió estar de esa forma.

    —Amiga ¿estás bien? —le cuestionó Sango rápidamente acercándose a ella.
    —¿Dónde está Inuyasha? —le preguntó ella fijándose alrededor de toda el aula.
    —Dejó sus cosas en la carpeta y salió del salón pero no dijo a donde se iba —respondió su amiga un poco preocupada por la forma en que Kagome hablaba.
    —Ok, gracias —y sin decir nada más se fue a sentar en su respectivo pupitre.

    Esa respuesta dejó aún más intrigados a sus amigos, de inmediato supieron que entre esos dos algo no andaba bien.

    Después de unos momentos llegó el primer sensei al aula y cerró la puerta pero Inuyasha aún no regresaba. “¡¿Dónde rayos se metió?!” pensaba Miroku algo inquieto mirando la puerta hasta que en ese momento, alguien dio dos tocadas. El profesor fue a ver y con una expresión seria al darse de cuenta de quién se trataba lo encaró severamente.

    —Alumno Taisho ¿estas son horas de llegar? —no tenía pensado dejarlo entrar hasta que él diera una buena explicación por lo menos.
    —Lo siento Fujiata-sensei, mis cosas están dentro solo salí por un momento —le contó el muchacho ambarino, esperaba realmente que este hombre le creyera ya que tenía reputación de ser muy estricto.
    —Lo voy a dejar a pasar por esta vez, que no se repita —ese día amaneció de buen humor para suerte del capitán de los tigres.
    —Gracias sensei —y diciendo esto entró nuevamente a clases.

    Fue directo a sentarse, ni siquiera se tomó la molestia de mirar a Kagome o a sus otros dos amigos. Todo el primer periodo se la pasaron en ansiedad, fastidio e impaciencia; los tres querían hablar con Inuyasha.

    Por fin el tormento acabó, sonó la campana del descanso, pero al parecer se veía venir otra tormenta mucho mayor. En ese instante Miroku se levantó rápidamente y se dirigió hacia su actual distraído amigo.

    —Oye Baka que rayos te pasó ¿por qué viniste tarde? —le preguntó como si de algún crimen se tratase.
    —Siempre hay una primera vez para todo, ya no fastidies —al menos seguía siendo el mismo en su manera de contestar, lo que tranquilizó un poco al sub-capitán.

    Ya venía siendo el momento en que Kagome le pregunte un par de cosas, por lo que acompañada de Sango se aproximaron hacia esos dos.

    —Inuyasha… —con una expresión seria empezó la charla.

    Él levanto la cabeza y sonrió sólo un poco.

    —Hola Kagome —ni siquiera se le pasaba por la mente lo mal que se había comportado el día de ayer.
    —¿Por qué no me avisaste que ibas a venir solo? —ella no cambiaba de expresión.
    —Pero sí lo hice, te mande un mensaje de texto —le dijo con total sinceridad.
    —¿Qué? —susurró para ella misma aquella expresión.

    En ese momento venía hacia ellos una chica de gafas, Osaki Kaname, compañera de su aula.

    —Taisho ¿por qué me mandaste un mensaje diciendo que llegarías temprano? —cuestionó ella algo confundida ya que en todo el periodo que llevaban juntos, Inuyasha ni siquiera le había dirigido el “hola”. Resulta que sólo tenía su número de celular porque una vez les tocó hacer trabajo grupal y necesitaban comunicarse únicamente para fines estudiantiles.
    —¿Te lo mande a ti? —realizó esa pregunta en voz alta pero se lo cuestionaba a él mismo. Sacó inmediatamente su celular y revisó en buzón de salida, efectivamente en su lista de contactos figuraba Kaname después de su novia —Lo ves Kagome fue un error, se lo mande a ella en vez de a ti.
    —Eso no fue un error, seguramente fue distracción —respondió la chica más seria que antes.
    —¿Por qué dices eso? —totalmente confundido guardando nuevamente su móvil en su bolsillo.
    —¿Te parece poco lo que hiciste ayer? —y con esa pregunta logró hacerle venir todos aquellos recuerdo de su visita al centro comercial.

    De pronto su calmado sentido del humor desapareció por completo, lo admitía, estaba un poco asustado ¿Y sí Kagome lo vio ayer conversando con Kikio? No, no puede ser, ya le hubiera dicho algo ¿O no? Su rostro expresaba ahora seriedad y ansiedad.

    —¿Ah sí? Entonces dime que hice ayer —la miró fijamente esperando una respuesta poco concreta, o los típicos berrinches que una novia haría pero no fue así.

    La chica tomó aire como si empezara a exponer al frente algún tema y acto seguido, sin quitarle la vista de encima, se lo contó todo.

    —Ayer Inuyasha, fui a buscarte a tu casa y no estabas, resulta que tenías el celular apagado ¿Y qué era? Le dijiste a tu mamá que ibas a la casa de Miroku pero no fue así porque fui a su casa y él me dijo que no tenía ni idea de donde estabas, te espere más de media hora y como a las seis estabas llegando de no sé dónde —y de ese modo terminó de explicar su “discurso”, el cual no fue considerando más que una burla por parte de sus amigos del equipo de soccer, quienes no paraban de silbar.

    Inuyasha estaba en verdad enojado, para él esto sólo fue la gran prueba que ella no le tenía la suficiente confianza como para dejarlo un momento libre y eso sumado a los comentarios burlescos de sus amigos, aumentó su coraje.

    —¡Ya cállense idiotas! —De un solo grito los mando silenciar, luego volteó a encararla fijamente —Se puede saber qué rayos te pasa ¡¿Acaso me estás vigilando?!
    —En ningún momento insinué algo como eso —ella también estaba empezando a perder la calma.
    —¡Eso fastidia Kagome! ¡El hecho que seamos novios no significa que estemos juntos las veinticuatro horas del día! ¡¿Entiendes?! —y aquí iba de nuevo, gritándole como en el centro comercial pero esta vez ella no se quedaría callada.
    —¡Eso ya lo sé! ¡No hace falta que lo digas! —le respondió aún más enojada.
    —¡¿Sabes qué?! ¡Sólo déjame tranquilo! —y haciendo un ademán indicando que la conversación se terminó ahí, dio media vuelta y se retiró del aula.

    Kagome quedó completamente ruborizada pero no de la vergüenza que podría tener sino más bien de la furia de no poder vociferar todo lo que aún le quedaba por sacar. Así que simplemente alzó su cabeza hacia el techo y poniendo sus manos en la cintura soltó un severo grito indicando su frustración.

    Sus amigos supieron que era “peligroso” acercársele en este momento por lo que dejaron que ella también saliera del aula.

    Al entrar nuevamente al último periodo de clases, se sentía una tensión en el aula. Los profesores veían con una expresión entre graciosa y confundida a los alumnos que habían separado sus carpetas a una distancia considerable de sus compañeros: Taisho y Higurashi, quienes quedaron en medio del aula desprendiendo un aura peligrosamente amenazante.

    Al sonar la campana de salida, todos tomaron sus cosas para poder retirarse. En esas estaba Sango pero se encontraba con una expresión muy preocupada, expresión que no pasó desapercibida por su novio, quien se acercó a preguntarle.

    —Mi querida Sanguito ¿Qué os pasa? —le dijo queriendo imitar el dejo español.
    —Nada, es sólo que… —le contestó ella sin mirarle y guardando su último libro.

    Levantó la mirada y la enfocó en él.

    —¿Estaría bien decírselo a Kagome? Después de todo tu y yo quedamos en eso y como sabíamos él no le diría nada —habló repentinamente un poco rápido de la desesperación que tenía.
    —Pero… ¿No crees que es cuestión de ellos? —él no quería meterse en problemas con su amigo y sabia que si Higurashi se enterara, algo no iba a salir bien.
    —Por supuesto que no, Kagome es nuestra amiga y además es lógico que ayer Inuyasha fue a ver a Kikio —ya lo había sospechado desde un principio y no dudo en decírselo a Miroku.

    *º*º*​

    La chica salía de los servicios higiénicos; necesitaba echarse agua al rostro si lo que quería era desaparecer la calentura de sus mejillas.

    Justo en ese momento al salir, sintió que alguien estaba apoyado en la pared así que volteó a cerciorarse y en efecto, ahí estaba él.

    —¿Qué haces aquí? —le preguntó de inmediato cambiando su expresión de asombro a la seria de antes.
    —Perdón… —lo dijo bajo y rápido lo que causó que esa palabra fuera inentendible.
    —¿Qué dijiste? —obviamente fue lo que preguntó ella.
    —¡Perdón! ¡¿Ok?! No quería gritarte antes, de verdad… Lo siento —exclamó primero alto y luego bajando el tono de voz.
    —Está bien, total, siempre te perdono —dijo ella sintiéndose en verdad triste.

    Además de poner una expresión muy deprimida, lo que hizo sentir doblemente culpable al chico ambarino. No supo cómo reaccionar en ese momento, aunque se le vino una idea de cómo animarla pero no deseaba hacer “eso” justamente en un pasillo de la escuela, alguien podría pasar y verlo, lo cual no le agradaba en lo absoluto. Pero sabía que había actuado mal de muchas formas así que “sacrificarse” así por ella era necesario.

    Se acercó por detrás lentamente posando sus manos en su cintura, ella parecía no resistirse así que siguió avanzando hasta lograr sostenerla por completo entre sus brazos. Sintió entonces como ella se recostaba en él, buena señal, así que siguió abrazándola de ese modo, disfrutando el delicioso aroma que sus cabellos tenían.

    —Inuyasha… —dijo de repente ella con los ojos cerrados, estar de ese modo con él era sumamente relajante pero debía seguir despierta para lo que diría a continuación.
    —¿Mmm? —exclamó tranquilamente él quien ya estaba embriagado con su dulce aroma.
    —Me parece que tú has vuelto a ver a Kikio —y soltó esa oración sin ningún tipo de tacto.

    El chico se quedó congelado, no podía moverse así que ella sola se zafó del agarre mientras veía cómo su novio no podía reaccionar.

    —¿Es eso no? —preguntó ella pero esta vez trató de sonar lo más comprensiva y tranquila que pudiera aunque en el fondo quería llorar.
    —Kagome… yo… —definitivamente era una “jaque mate” para el muchacho ambarino, no sabía que responderle.
    —Nos vemos mañana… —y con esa frase se despidió de él, totalmente destrozada por dentro.

    Su silencio lo sentenciaba, necesitaba hablar con alguien o acabaría yendo a su casa sola y llorando. Pensó que tal vez su amiga aún podría estar en el aula así que al estar frente a la puerta y a punto de deslizarla para entrar escuchó una conversación privada.

    —Pero… ¿No crees que es cuestión de ellos?
    —Por supuesto que no, Kagome es nuestra amiga y además es lógico que ayer Inuyasha fue a ver a Kikio…

    Sus ojos se abrieron expresando su enorme sorpresa, frunció las cejas en señal de frustración e instintivamente se tapó la boca con su mano para que no se oyera su inevitable llanto. Por supuesto que pudo reconocer las voces de aquellas dos personas que se encontraban hablando, así que no quiso decirles nada… aún.

    Dio media vuelta y se fue corriendo lo más rápido que pudo del lugar.
     
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  16.  
    inulove

    inulove Entusiasta

    Virgo
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    Pobre Kag!!!
    que te pase algo asi debe ser realmente terrible, ero tengo una dua................ como sabe ella sobre Kikyo??, se supone que cuando ella llego de Rusia Inu ya habia rot con ella no?, entonces que paso?, bueno creo que tendre que esperdar para saber que pasa en el siguiente cap.
    bueno me voy
    nos vemos
    gracias por el aviso!!!

    Mata ne!!!
     
  17.  
    ahomexInu

    ahomexInu Entusiasta

    Piscis
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    ahhhhhhaahhhhhhh me dan ganas de cgritar de la frustracion......
    Hola soy una nueva lectora creo que ya he leido otro fic tuyo y pues de este dejame decirte que me encanta, esta bn narrado, capitulos largos, pocos errores ortograficostodo en orden.
    La verdad no puedo entender a Inuyasha (solo le dice Inu cuando lo quiere) si Kikyo le hizo tanto daño para que la busca no que supuestamente ama a Kag me parece tan injusto que me provoca darle unas buenas cachetadas, pobre Kag yo siendo ella me vengaria de Inuyasha siendo mas amiga de Koga hasta hacer que aprenda la leccion pero como es Kag no lo va a hacer es demasiado buena.... Bueno amiga solo te digo que me encanta tu fic y que me tendras muy seguido por aqui...
    Espero la conty muy pronto... kisses....
     
  18.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
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    mi amiga me gusta tu historia de verdad, ese inuyasha y sus.... indecisiones me dan ganas de matarlo, jejeje Kikyo no es mala, es simplemente una mujer algo dura y complicada... una tipica chica que se defiende de los muchachos. Sango y Miroku como siempre tan divertidos y romanticos, me encanta su amor. Felicidades y sayonara, espero conti y te invito a pasarte por mis fics "pasado mañana" y " un juego por la vida de naraku" son comedia para que se diviertan
     
  19.  
    Loops Magpe

    Loops Magpe Entusiasta

    Leo
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    ¡Ja! Lo suponía: ¡Inuyasha no puede ser más baka porque no está más grande! ¡¿Cómo se le ocurre no decirle nada a Kagome?! ¡Las mentiras siempre se descubren por cualquier medio! y, para acabarla ¡En vez de miel comí cera! (?) Ah, gomene, jejeje, me emocioné y me equivoqué.

    Bueno, respira hondo anime angels, cuenta hasta 10 y tranquilízate. Recuerda: Lo podrás golpear tranquilamente.

    Me agradó mucho tu capítulo y, no hace falta pedírtelo, espero que pongas conti pronto.
     
  20.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
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    Escritora
    ¡¿Pero que demonios esta pasando aquí?!
    Reaccioné de la misma manera que kag... Pero es me va a dar algo!
    Kyyaaa..!!! Pero como Kagome lo supo? Y-ya-yaa la conosia? O quien le dijo en el pasado quien era kikyo y que había pasado entre ella e Inuyasha? (*saca una navaja y mira a los demás personajes con cara malvada* ¡respondan! ¿quien fue?) Me va a dar el cataflax! (¿o será que nos perdimos capítulos?) ¡no creo!
    Ademas es la segunda ves que le grita, y eso no me esta gustando, ¡querido Inuyasha, Comportate!
    Pero si me causó un poco de gracia la manera en la que se quedó Inuyasha (y bien merecido se lo tenia por estar de incoherente con la "querida" kikyo... ¡Es mejor que se la lleven como amigos!
    Y como dice anime angels (estoy de acuerdo con ella) ¡Ése BAKA no puede ser mas BAKA por que no le cave!
    Bueno amiga, gracias por avisarme (cof cof y dejarnos con la frustración) nos despedimos!
    Yaa nee!

    KagomeG y ukyo!
     
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