Long-fic Luna Roja

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Sumi Chan, 5 Abril 2010.

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    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Re: Luna Roja

    Hola, pff por fin lo publique mcuhas gracias por sus apoyos TT-TT me emcionan en verdad mcugaras gracias, jejeje en fin debo admitir que me dio medio escribir este capitulo xD mis crencias y todo eso hace que me revulevan la conciencia jeejejeje :o lo hago por ustedes chicas a demás tenia ganas de escribir eso xD en fin cuídense pórtense bien disfruten el capitulo que me costo trabajo xD sale cuidaos




    Capitulo once: El pasado de un arrepentido. Parte II

    Entre las ambiciones y la traición, donde el odio y el resentimiento arrastraban al que tenia la poca fe, llevándose consigo al más temido sufrimiento, situándolo en donde no había escapatoria y solamente los más fuertes podrían sobrevivir. El inframundo. Los débiles eran presas fáciles, los fuertes eran más crueles por sus victorias; el chico de ojos dorados sonrió cruelmente, arremetiéndose en una oleada de demonios, intentando conseguir la carne fresa, esquivando golpes, dañando con sus garras la piel dura, manchando sus manos y rostro de sangre. Recibiendo algunas heridas no tan graves como él daba. Era su entretenimiento preferido, además de que se alimentaba de eso. ‘¿Por qué tengo que hacer esto?’ ‘¿Por qué tengo que hacer esto?’ esa pregunta siempre rodeaba en su mente y su contestación siempre era otra ‘Para poder sobrevivir’ No se enfocaba en lo que hacía, sus pensamientos y su alma recordaban su vida, su madre, su infancia…No se había dado cuenta e que solamente atacaba ya a los cadáveres sin vida. Se dio cuenta que aquella aterradora oleada había acabado a todo. Mirando sus manos en aquel liquido carmesí, esa sangre que manchaba sus ropas, manos, cara y cabellos; hizo una mueca, el olor a sangre le inundó la nariz, un desagradable olor. Sus manos estaban bañadas recordando hace tiempo cuando se convirtió en un mounstro vengativo. Cegado por la ira y el odio olvidándose el plan que padre le había empleado hacia a él que era: perdonar. Amar, tal vez si lo hubiese hecho, si hubiese seguido el plan no estaría allí, tal vez tendría una familia e incluso un heredero pero no, tenía que sufrir aquí. Sus hermosos ojos se ablandaron…El remordimiento. Había vuelto a asesinar otra vez, tomo un pedazo de carne e intentó comerlo pero lo tiró al suelo…Esto era una masacre ¿Tenias que alimentarte de eso? Con tan solo ver la piel cruda de esos seres su estomago se e revolvió. De pronto sintió que todo le daba vueltas, el olor a sangre lo mataba, el olor a muerte lo envolvía, el olor a Naraku se presentaba. Alzó su hermoso rostro, entre la tormenta de arena se podía apreciar a una sombra masculina, caminado andante. Sin ninguna prisa, sin ninguna apuración. Sus pasos eran largos y lentos, podía escucharse el crujir de los huesos con cada paso que daba. Su mirada rojiza eran como dos reflectores macabros… En ese instante Inuyasha solamente se puso de guardia.

    No eran amigos pero tampoco eran enemigos, solamente con alguien que se puede contar. Inuyasha bufó molestó. Naraku podía observar las expresiones en su rostro, el era un demonio completo podría decirse que era uno de los mas destacados en este lugar… Rogaba que no fuese descubierto de que tenia aquel sentimiento llamado remordimiento si lo sabia podía causar problemas.

    — Inuyasha ¿Acaso es remordimiento lo que veo en tu rostro? — preguntó desafiante, su tono de burla llegaba molestar. Apretó los dientes, había sido descubierto. No contestó solo le dio la espalda y se fue de allí, antes de dar el primer paso una mano le sujeto fuertemente la espalda empujándolo contra una roca — no me dejes con la boca abierta imbécil.

    — No te tengo el por que contestar — retó el chico parándose y mirándolo cruelmente. Naraku le tenia abstante interés incluso soñaban que fuera un demonio, admiraba el rencor y el odio que tenía el medio demonio ya que cada vez su alma era arrastrada a la infinita oscuridad. Sus labios se curvearon haciendo una sonrisa llena de malicia.

    — Es por el ‘Ángelus’ ¿O me equivoco? — interrogó azotándolo otra vez contra la roca. El viento se arremetía con fuerza, el aire caliente rozo por su cara. — dime Inuyasha ¿Acaso quieres ser un se r de luz? — su odio contra aquello seres no lo comparaba con alguien. Una vez lo fue, podía decirse que cayó en las llamas del inframundo llenando su corazón de maldad y dio absorbiendo al escás de esperanza. Por ello se volvió un alas negras asesinando un ser que una vez le llamo ‘hermano’.

    — No me interesa eso — gruño zafándose del agarre.

    — Mentira, puedo leerlo en tu rostro, una vez mencionado el Ángelus desataste esa ilusión de querer ser salvado ¿No es así? — declaró alzándolo sus pies rozaron el suelo. Inuyasha apretó el cuello de él.

    — ¿Acaso te importa? ¡Je! Tu no eres NADIE para regañarme — apretó mas el cuello de Naraku, clavando sus garras en el cuello, sangre comenzó a brotar — déjame en paz si no quieres que te asesine.

    El Ángelus, algo tan infinito, solamente era un oportunidad para los caído. Podías salvarte si te arrepentías verdaderamente. Inuyasha comenzó a tener aquella fe que una vez perdió; perdonaba a todos, pero cuando se varia envuelto en esas batallas de querer sobrevivir tenía que defender no existía otra manera mas que esa. Inuyasha espero la respuesta de Naraku, sus ojos inyectados de sangre lo amenazaban ferozmente su respuesta fue contestada azotándolo otra vez en aquella roca que se cuarteaba. Ambas bestias desataron su furia. Inuyasha saco las garras de su cuello y arañó el rostro de el cegándole un ojos. La sangre volvió a surgir. Con ello le dio oportunidad para salir de la roca. Naraku rió y con sus alas negras comenzó a lanzar unas cuchillas que eran sus plumas pinatadas de negro. Dañando sus brazos y piernas Inuyasha tomo otra vez la rabia que tenia apresada y rugió como un animal. Lanzando contra el enemigo golpeó su rostro manchando sus garras. Rompiéndole el labio inferior Naraku retrocedió, limpiándose la sangre que escurría en su rostro. Inuyasha era veloz bastante veloz. Pero al fuera del chico de ojos rojizos nos e comparaba. Golpeándole en su estomago el medio demonio cayó de rodillas intentando controlar la respiración. Los chillidos de otras bestias se desataron. Era un combate con los dos oponentes más fuertes.

    Ambos chicos se pegaban, rasguñaban. Eran dos fieras odiándose sin cesar,. Los lamentos cesaron al ver como Inuyasha era aventado por Naraku, su gran ventaja del hombre eran sus alas, no le daba oportunidad a Inuyasha de nada a pesar de ser veloz. Cayendo entre los huesos y rompiendo el brazo izquierdo no se rindió sus ojos se volvieron rojos y en ese momento Naraku sonrió. Se etsaba transformando, se distrajo antes su pensamientos cuando e dio cuenta de la situación sus alas había sido arrancadas por las garras del medio demonio quien era el causante de aquel dolor. Para todo ser con alas su mayor punto débil era su espalda. Las plumas cayeron llenas de sangre, al espalda había sido dañada de una manera irreparable. Sintió que todo le había nado vueltas. Le había condenado otra vez a menos… Un ser oscuro esposos a Naraku, este había sido sentenciado para el exilio para un portal ahora que estaba sin alas su rango bajo desconsideradamente. Volteó a ver a Inuyasha quien estaba levantándose se aproximo a él Inuyasha se coloco a pesar con sus heridas en guardia.

    — Te dejo mi herencia, un recuerdo mío que una vez fuimos enemigos. — le sopló y comenzó a reír como un loco adentrándose entre la oscuridad.

    Inuaysha no entendió el mensaje después de que se parada sintió un mareo. Todo comenzó a darle vueltas, el dolor de su espalda surgió y cada evz aumentada con furia. Se contrajo y se arrinconó entre las rocas, sangre bañaba su espalda. Sorprendido toco la zona… sangre le inundaba.

    — ¿Qué…Que me está pasando? — aun con el dolor cayó entre la tierra, todos sus sentidos se descontrolaron dejándolo mareado; todo le dio vueltas su estómago se revolvió entre los delirios el rostro de Naraku el vino a la mente.

    ‘Te dejo mi herencia’

    Esa era la frase que se repetía una y otra vez. No se dio cuentas hasta que grito, el dolor era demasiado. El coraje surgió y se quito la prenda que lastimaba su espalda. Se dio cuenta de que unas alas negras salieron de allí. El dolor se calmo.

    — Un alas negras— murmullos se escucharon. Inuyasha abrió sus hermosos ojos a más no poder.

    — Infeliz— se le escuchó decir. Ahora entendía, lo que le había quitado ahora le pertenecía.

    — Jamás podrás pedir en Ángelus— su corazón paró al oír eso.

    — Eso es mentira — escucho otro sujeto, salió entre alas sombras. Un joven con una coleta alta salió — Mi nombre es Kouga y también soy un alas negras…Se puede pedir en Ángelus, porque yo también tengo pensarlo hacerlo.

    Cuando comentes uno de los siete pecados capitales puedes convertirte en un alas negras. Kouga era un mago… Su avaricia llego a causarle la muerte y aun así nos e arrepintió, su ambición era el dinero y jamás lo compartió. Para todo tenían que ser él y el temor a dios le hizo cegarse de la lujuria.

    Sus ojos e abrieron ante el cruel recuerdo de su vida. Despertó todo alterado colocando su corazón entre sus manos. Apretando su mandíbula. Kouga…Ese… Ambos al pedir el Ángelus un portal se abrió absorbiendo a Inuyasha. Su frente estaba perlada des sudor y su corazón se estaba a punto de salir de su cuerpo. Se recostó en las ramas. Aun no podía creer todo lo que había sufrido. Otra vez los sentimientos humanos.
    Se levantó y vio que al ventana estaba abierta, aun no amanecía. Entro otra vez a la alcoba, Kagome estaba titiritaba e frio a pesard e estar dormida. Inuaysha se acercó a ella y rozo sus dedos en la piel helada de ella. Cerró la venatan y se recortó en al cama.

    — Kagome… — la fragancia de ella le inundo las narices, motivado por la hermosura de ella cerró los ojos. Tal vez no era el recuerdo de Kikyo, tal vez Kagome provocaba aquellas reacciones que solo el podía tener. Su corazón latió con fuerza al sentir el calor que le brindaba. Sonrió a sus adentros, las pesadillas de su pasado se borraron. ¿Y si empezaba de nuevo? Aun tenía la certeza de ser salvado, aun tenía la esperanza. — tú me haces que no pierda la esperanza ¿Verdad? — suspiró cerrando sus ojos. La fragancia de ella era tan embriagante… Kagome, solo Kagome podía hacerle sentir eso. No kikyo ningún otro recuerdo — empezare desde cero — comentó decidido y en un impulso que no pudo contener abrazo a la chica y apoyando su mentón en la cabeza de ella.

    El amor quita el odio, es vencedor de todo aquello que una vez fue sentenciado… Se dice que el amor es una salvación y que solo unos pocos puede saber lo que es amar…
     
  2.  
    Zhiiny

    Zhiiny Usuario común

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    Re: Luna Roja

    Que hermosa contii
    Naraku le dio sus alas negras a Inuyasha
    Que rabia Naraku, aunque Inuyasha va a empezar de cero,
    Que kawaii que Inuyasha ya no piense que Kagome es el recuerdo de Kikyo
    Me fascio la contii, estuvo muy kawaii
    Gracias por visarme de la contii!!!
    Sayo~
     
  3.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: Luna Roja

    Ten cuidado con la palabra “tenia” ya que tiene dos significados —a pesar de mi año escribiendo, apenas me doy cuenta que una simple tilde cambia todo el sentido de la oración— cuando lleva acento en la vocal “i” se refiera al verbo de que tuvo, que poseía; en cambio sin tilde, como en un párrafo la colocaste, se refiere a un parasito o gusano. Ten cuidado. Revisa de nuevo el capitulo antes de publicarlo ya que en algunas partes o te comías palabras o ponías una mal puesta, suele suceder.
    Me gustó el capitulo por qué apareció Koga, es uno de mis personajes más queridos de la serie. Aunque me gusta también el pensamiento que tuvo InuYasha al final, fue como si hubiera estado organizando sus sentimientos, y a la vez comparándolos con su otro amor perdido: Kikyo.
     
  4.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    Re: Luna Roja

    que hermoso capitulo.! al ultimo lloré (un poquito) con el final,
    y me revolvi un poquito... entonces inu es hermano de...naraku?!, o eso es lo que entendi,
    pobre nadamas de recordar eso, y por todo lo que pasó, que feo seria no controlar tu cuerpo, y ni me lo quiero imaginar sufriendo por eso... pero tenia que ser por ese kouga...ToT

    me gustó mucho, (y amé la parte cuando ve a kagome...) si es srto.! olvida a kikyo.. y ve por kagome.!!!!
    bueno sayonara.! besos.!
    esperamos el prox capitulo..! con muchas anzias y gracias por avisarme.!
    con cariño:kagomeG y ukyo-chan.-!
     
  5.  
    Tamao

    Tamao Entusiasta

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    Re: Luna Roja

    Kon-nichiwa!!

    Toda la descripción del capítulo se me hizo tan real,aunque fue algo pequeño,pero eso es lo de menos.
    Pobre InuYasha sufrió tanto, que aún conserva la esperanza de poder ser salvado gracias a Kagome ~Dos personas destinadas a estar juntas~
    ¡Qué lindo!
    Buena suerte.

    Sayonara~
    :risa:​
     
  6.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Re: Luna Roja

    muchas garcias a todas jajaja bueno espero que les guste en capitulo, mi ausencia es que fui a un viaje de vacaciones solamente pude adelantar esto pero gracias se lo agradezco de corazón.

    Capitulo doce: amenaza.

    Oscuridad. Penumbra. Sombra… Era todo lo que describía aquella calle, un cuerpo inerte estaba tirado en medio del pavimento. La mitad de su cuerpo era borrado por la oscuridad. Sus ojos estaban cerrados, su rostro estaba boca abajo, dejando ver su cabello como un manto oscuro, tan negro que se confundía por la noche, deslizándose por su hombro, bajando por su brazo izquierdo, dejando ver la vista de su vestimenta. Era un vestido de noche como aquellas ropas de seducción y lujuria, con un escote triangular dando vista a la espalda y su esbelta cintura cerrando con otro escote en la pierna. Su rostro no mostraba ninguna emoción, solamente oculto entre su cabello. Hasta que despertó.

    Se levantó sigilosamente. La habían liberado del portal ¿Quién era el responsable? Se preguntó. Unos pasos se escucharon. La chica sorprendida y confundida se volteó a mirar quien era, un sujeto de traje negro le ofreció su mano; los ojos de él se parecían a los suyos, rojos, casi como el color de la sangre, los ojos femeninos mostraban una sensualidad y seducción en cambio los masculinos era de odio y burla. Aun confundida aceptó la mano y vio quien era gracias a la luz de la luna. Abrió sus ojos como dos platos y en un intento desesperado por huir, cayó de bruces y el sujeto la inmovilizo sosteniendo su brazo contra su espalda y en el otro su cuello.

    — Shh…— musitó en su oído — ¿Acaso no me vas a gradecer por haberte liberado? — la mujer mordió su labio inferior.

    — Eres un maldito ¿Lo sabías?

    — No tanto como tú mi primor. Sabes que ahora me perteneces porque te libere de aquel infierno que estabas atrapada. En el inframundo de las ambiciones y más por tu pecado ¿no? Bienvenida al mundo otra vez — aflojó el agarre aun así no la soltó, Naraku sonrió al ver que la ‘fiera’ estaba calmada.

    — ¿Para qué…Me necesitas? — balbuceó, Naraku apretaba su cuello y le dificultaba respirar. El demonio la soltó por fin, Kagura quien era la chica lo miró amenazante. A pesar de querer huir no podía él era mucho más fuerte que ella. Con un movimiento en falso volvería al infierno pero ¿De qué serviría si tu libertad era presa del demonio quien era el líder de los seres de oscuridad? El más temido en el inframundo, bueno…No tanto como el otro medio demonio. ¿Cuál era su nombre? ¿Yasha? ¿In? No lo sabía con exactitud. Caminado sensualmente tocó el hombro de él, su aliento acarició la mejilla de él, jadeaba. Naraku comenzó a reír.

    — ¿Piensas seducirme? Recuerda que por eso estas aquel en el infierno.

    Kagura era de estas épocas, su sensualidad la mando al infierno, llevándola de ambiciones… Después de todo cualquiera puede caer en las redes de la codicia y la lujuria. Resopló la mujer y se sentó en una banca que estaba cerca cruzando su pierna haciendo que el escote hiciera su labor.
    — ¿Qué quieres? — preguntó fríamente.

    — La perla de Shikon. — contestó sin más. Cruzando sus brazos, una brisa movió los cabellos de ambos.

    — No me hagas reír — comentó con sarcasmo. Posando una mano en sus sienes — No puedo conseguir tal joya.

    — Si lo podrás hacerlo.

    — ¿Por qué? ¿Para volver ser herido como lo hizo aquel chico quien te desafío y te quito tus alas? No me has reír… — Sintió la mano de Naraku en su cuello.

    — Haz lo que te digo.

    Los ojos de ella era dos perlas rojas llenas de odio. Soltándola con dureza, se fritó la herida y se levantó dejando que su belleza se luciera gracias por la luz de la luna llena. Kagura tan sólo tensó la mandíbula y gruño. Naraku dio media vuelta y desapareció entre la oscuridad de la noche.
    Kagura apretó los puños y comenzó a respirar de una manera frenética. Su mirada eran como dos llamaradas asechando la presa que tenía en mente. Su corazón comenzó a bombear tan rápido, llevando la sangre a todas partes. La adrenalina le inundo la mente.

    — ‘Vas a pagar por ello infeliz’— pensó despiadadamente — ‘recuperare mi libertad y seré libre…Pero tu pagaras por lo que me hecho’ — juró mordiendo su labio inferior. Cuando fue extraída por el portal sucedió lo mismo con Inuyasha. Le había arrebatado el Ángelus. Al menos lo iba a pedir. Se había arrepentido de tanto. Los lamentos, las amarguras, el miedo, la fe perdida. — Recobrare la joya y por fin pobre obtener mi gran libertad — murmuró dándose media vuelta y comenzando a caminar.

    Entre los callejones una sombra masculina con ojos zafiros la observaba desde lejos. La rabia le inundó.

    — Mas te vale que no arriesgues vidas ajenas Kagura si no jamás pobras tener tu adorado Ángelus. — su voz fue calmada aun contenida por la rabia.

    Kouga extendió sus alas blancas elevándose por los cielos. Mirando por las calles de Tokio, observando. Tenía que encontrar pronto los cuatro ángeles que padre mando. Por lo mientras su labor era ahora vigilar aquella chica tal vez encontraría aquella ‘Valiosa’ joya. Observó como el amanecer comenzaba a surgir, sonrió. Ya extrañaba la luz. Le recordaban ciertos recuerdos olvidados que surgieron mientras veía a Naraku. Hizo una mueca.

    — ‘¿Inuyasha seguirá siendo igual?’ — tenía que ser así. Cuando estuvo a punto de ser salvado un portal se abrió. — Espero que aun mantengas aquella fe Inuyasha. — musitó mientras volvía a su labor.
    ———————————————————————————————————————————-
    Abrió sus ojos dorados. Se levantó aun soñoliento, acostumbrándose por la luz; miró a su costado y vo aquella chiquilla. Kagome aun estaba dormida, su cabello se había revuelto por la almohada, la fragancia de ella le despertó completamente. Se sonrojo al instante…Había dormido con ella…Cuando supuestamente ‘quería velar su sueño’ Desvió la mirada y se fue de allí, con el temor de que ella despertara. Se fue al techo…Sonrió satisfecho. ¿Se enamoro otra vez? ¿La amaba? Bufó molesto. No quería volver a tener esos dolores de cabeza. No durmió mucho que digamos y no quería volver con el mismo tema. Tal vez Kikyo la amo una vez y la quiso o…

    Maldito infeliz.

    Sus ojos como el sol se abrieron desmesuradamente-. Esa voz…La voz profunda y firme. Se quedó estático recapacitando, creyendo que era producto de su imaginación. Tal vez porque había soñado con ello…Tal vez fue eso… ¿Verdad? Se levantó cuando el aire le llevo una fragancia desagradable, llena de azufre e incendio…Era un veneno que mareaba a cualquiera. Se paró pero fue absorbido pro una oscuridad…¿Se había desmayado? No, esto era un portal. Con la angustia de ser absorbido nuevamente intentó buscar otra salida. Las gotas de sudor gobernaron su frente…La oscuridad…No, no volvería en aquel lugar. Busco desesperadamente a todos lados, mirando pero era el mismo camino. Siempre la oscuridad. La desesperación el inundaba y el oxigeno comenzaba a escaparse en sus pulmones. Conocía aquella sensación. Abrió sus ojos con aquella decisión. Era el infierno. El aire caliente revoleteo sus cabellos ahora plateados como en aquel tiempo…¿Cómo se transformó sin darse cuenta? Tenía sus alas en la espalda, y sus garras junto con sus colmillos sobresaliendo de sus labios. Sus orejas salieron a frote en la cabeza. Sus ojos se volvieron rojizos…Estaba seguro de ello. El silencio invadió el lugar, escuchándose los murmullos del viento…¿Podria ser un portal?

    —Pero qué…—no pudo terminar la frase, un golpe en su costado le hizo sangrar. Atónito se paró levemente, dándose la vuelta. Allí estaba él, con una sonrisa divertida, mostrando sus dos finos colmillos sobresaliendo de sus labios, al igual que sus ojos tan rojos como dos llamas ardientes. Ambos gruñeron, sangre escurrió en el costado del medio demonio al igual una línea roja que sobre salía de sus labios. —Naraku…Veo que no has perdido tiempo en estos dos siglos ¿No? — escupió Inuyasha con sarcasmo.

    Naraku solo se limito a tacar, Inuyasha esquivó uno de sus ataque, pero era mucho más rápido que él… ¿Acaso se había vuelto más fuerte? No se había dado cuenta de tal velocidad hasta que su pecho fue totalmente rasgado, el líquido carmesí salió a frote. Inuaysha rugió y se inciorporó, de un solo saltó alcanzó a Naraku y se arremetió contra a él, golpeando su estomago y rostro haciéndole una herida en la frente. Con una patada en el pecho lo derribo; hiriéndolo con sus garras en los costados. Naraku sonreía...Inuyasha dio un salto a tras…Ese tipo era un demente...Se reía si estaba herido…De pronto todo desapareció, no lo encontraba. Utilizando su olfato pero solo localizaba el olor a sangre mezclada con arena, el aire caliente golpeo su cara y un poco de arena entro en sus ojos cegándolo, no se dio cuenta de que Naraku lo había hecho. Cayó de rodillas con una patada de él. Sintió crujir su hueso… ¿Era más fuerte que él? Se volvió a preguntar. Había roto la pierna izquierda con solo una patada. Enfurecido se levantó aun pesar de su dolor y golpeándole el costado. Naraku escupió sangre, le había roto una costilla; ambos se miraron a los ojos.

    Dando un salto hacia atrás y sin dar tiempo de moverse Naraku arrastró con sus garras la espalda del medio demonio arrancado sus alas, una estaba rota y la otra estaba torada en el suelo, eran como pieles de dagas hundiéndose en u piel, pero sabía que era el dolor…Gimió de dolor cayendo de rodillas…Era tan rápido que no lo había visto venir. La sangre se derramaba en su espalda podía percibir como sus plumas negras caían una en una, llevándoselas con el aire caliente. En sus labios hubo sangre. La sorna carcajada se escuchaba…Le dolía demasiado el cuerpo…Pero aun así no se rindió…A pasos lentos, comenzó a pararse, otra patada le hizo gritar, al mismo tiempo que tomaba la rodilla de Naraku y lo azotara con tras las rocas, el impacto fue tal fatal que se oyo un crujir de huesos…Naraku miró sorprendido al resistencia de él. Era un verdadero demonio, los cabellos de Inuyasha se mecían ferozmente con el viento, los rastros de sangre en su rostro, manchando la mitad de su cara, los pasos lentos pero firmes, el gruñido provocado por el dolor y la rabia. Se acercó bastate a él. Naraku por primera vez temió…Era el mismo diablo…Rugió Inuyasha tomando con su mano ensangrentada antes de que lo pudiera alcanzar Naraku comenzó a citar algo…Como un conjuro. A sus espaldas un remolino se abrió.

    —‘¿Otro portal?’—prensó Inuyasha retrocediendo, en su interior se veían lo que realmente era….El inframundo, entre los lamentos y los cadáveres allí estaba una mujer, su cabello negro ocultaba su rostro y las vestimentas desgarradas que al parecer fue un vestido…Ahora era un camisón que ocultaba su desnudes…Lloraba alzo su rostro. Kikyo miró el portal con sus manos frágiles, sucioas por la tierra y sangre tocaron y comenzó a traspasar. Inuyasha abrió sus ojos dorados…Era Kikyo. Solamente pudo tocar los cabellos de él. El rostro de ella se mostraba preocupado y horrorizado. Unas cadenas la detuvieron…

    —A pesar de todo aun así te sigo queriendo Inuyasha— se le oyó decir apra luego unos demonios aparecieron sujetándola con fuerza en las cadenas haciendo que cayera. El portal se cerró nuevamente. Inuaysha miró a Naraku…El infeliz tenía el alma de ella…Murió y el arrastro su alma en el infierno. Mirándolo despiadadamente se abalanzo hacia a él, no obstante el rió incorporándose a pesar de sus huesos rotos.

    —Puedo hacer lo mismo con la nueva guardiana… Una tal Kagome ¿No es así’?
    Inuyasha rechino los dientes de una rabia absoluta. Palecio un poco…Aquel sufrimiento era demasiado para el cuando estaba en el infierno y Kikyo…Ella apenas podía vivir…Apretando sus manos llenas de impotencia se dio media vuelta.

    —¡Y lo hice porque te arruino!—el gritó de Naraku no se hizo esperar—podíamos ser como antes, pero te dejaste llevar por aquella esperanza,….¡Pudiste ser un gran ser! Por eso me lleve a Kikyo y ahora también a Kagome.

    El chico se volteo tan rápido que no se dio cuenta que estaba afuera, el portal había desaparecido. Las gotas de sangre mancharon el piso del techo.

    —No soy lo suficiente mente fuerte como para defender—murmuró con amargura…—entonces jamás podre proteger a Kagome—su cuerpo recibió un escalofrió al recordar las palabras de Naraku y Kikyo…

    Todo comenzó a darle vueltas, la vista se le nubló…Dio unos cuantos pasos hacia atrás y sintió que todo se derrumbaba. Estaba cayendo del segundo piso.
     
  7.  
    luna sahara

    luna sahara Entusiasta

    Piscis
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    Re: Luna Roja

    NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!

    no me lo lastime asi pobre de inuyasha como haces esto,
    mi amado Inuyasha ToT, infelis de Naraku si se atrebe a hacerle algo mas a Inu
    lo mato!!!!
    ay amiga estubo muy interesante la conti peor tambien muy tragica ToT
    Inu nooo!!

    espero con añoranza la conti pliss mantenme informada, no me dees con la duda ToT
    ok, nos veremos ne la proxima ;)
    bay, bya
     
  8.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: Luna Roja

    Amiga, perdón por no comentar antes, pero con estas lluvias del huracán no me dejaban salir. (Y yo que me quería mojar… al menos lo hice en la tarde) Siempre describes muy bien las escenas de batallas, con la maldad y sangre por todos lados, (Tengo la impresión de que son sus recuerdos…) ¡Yuuko! (Es una demonio) Perdónala, esta loca. Noté varios errores de dedo, empiezas bien, pero por lo apresurado que escribes, siempre, al final, dejas todo como quedó. Deberías leerlo por lo menos una vez, para evitar esos errores.

    Ya sé que fue lo que pasó en el momento del Ángelus, (y aprovechando que aquí no estoy vetada, o silenciada… ¡¡libertad para los spoilers!!) Naraku hizo algo para llevarse a Inuyasha en el momento de su rito… (Nota: Se escribe “Ángelus” no “Angeluz” ¿Nee?) Nos leemos después, ¡Sayonara!
     
  9.  
    Yagami Raito

    Yagami Raito Entusiasta

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    Re: Luna Roja

    Bueno no se si es la primera vez que posteo en este Fan Fic pero bueno estoy un poco desorientado.

    El episodio estuvo dramático al ver la pequeña paliza que le daban al pobre de Inuyasha.

    Interesante fue lo que me falto decir para terminar de describir vagamente el episodio de este Fan Fic.
    -------------------------------------------

    Errores.

    Hubo varios como:

    - Espacio delante de signos de puntuación, que simplemente sucedió en dos oraciones.

    - Te comiste algunas palabras y le agregaste letras a otra.

    - Y algunas tildes que faltaron por ahí.

    -------------------------------------------

    No creo que sea mas

    sin más que decir os dejo

    PD: espero con paciencia el próximo episodio.
     
  10.  
    dulcekagome

    dulcekagome Entusiasta

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    Re: Luna Roja

    ***Hola amiga***
    que bueno tenias contis me gustaron mucho te quedaron buenisimas
    veo que naraku antes tenia sierta empatía con inuyasha ¿por que ahora no se
    pueden ver, acaso se produjo por el arrepentimiento de él? bueno
    espero que subas conti luego un abrzo y un kiss atte.dulcekagome

    sayo...;)
     
  11.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    Re: Luna Roja

    NNOOOoooooooOOOOOO!!! Pero como se te ocurre dejarlo así???
    Además de que como siempre describes a la perfección cada detalle de la batalla (pobre de inu..!! Sus huesitos) hasta sentí mis husesos romperse y se me quebró un poco el alma, maldito naraku.!! Por que?!?!? (algo me dice que esa no era kikyo... O sii?) por que dices eso? (pues por que a naraku se le pudo ocurrir crear una falsa kikyo para que inu se confundiera y pensara otras cosas) pues conclusión interesante... Haun que sentí feo lo de su sangre y... Kyyyaa.!! Me siento re mal,
    Bueno por hay te vi una que otra falta de ortografía.. Y palabras cambiadas.. Pero yo se que la gran sumi-sempai puede contra todo!!!

    Esperando con ansias la continuación...
    Sayonara! Besos y abrazos! ANIMO!!

    PD: viva las vacaciones y fuera presiones!
     
  12.  
    Circe

    Circe Usuario popular

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    Re: Luna Roja

    Holaa SuMi-cHan!! Perdon por dejar abandonado tu fic, te prometo que no lo vuelvo a hacer. Me gusta mucho aunque tienes varios errores de dedo pero solo eso qw. Es mui original e interesante tu fanfic, quiero saber que va a pasar :D Bueno amiga, espero que me avises de la conti :D jeje Bueno me voi yendo a hacer la tarea awe, practicamente me estan echando de aca xD Nos hablamos amiga!!! ;)
     
  13.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Re: Luna Roja

    ¡Hola!
    Perdón, perdón. Lo siento, en verdad, lamento mucho mi ausencia; es que me he enfermado de tos y la verdad es horrendo D: por fortuna eh terminado la continuación y me gusto, la eh leído varias veces, espero que sea de su agrado también les agradezco por aquellos que marcan mis errores, en verdad si ven alguno por favor escriban lo, por que en verdad quiero mejor mi escritura ;D


    Capitulo trece: Cambio.

    No le importaba el dolor, tampoco le importaba su vida. Sólo esperaba el crujir de sus huesos con el pavimento; cerró sus ojos sintiendo el aire que acariciaba su rostro de forma salvaje al igual que su cuerpo maltrecho, tenía la esperanza de morir, aunque lo dudaba; un ser como él solo tiene derecho de repetir una y otra y otra vez su desgraciada vida. ¿Regresaría al infierno?… ¡Qué importa! Al menos buscaría el alma de Kikyo y la salvaría aunque lo dudaba, ahora que su cuerpo estaba más desecho que nunca solo le serviría para alimentar a los que ansiaban la carne fresca. Ya nada importaba, tan sólo esperar su llegada al inframundo. Suspiró esperando aquel golpe tan esperado, pero nunca apareció. Cayó en los brazos de alguien. El ardor de su espalda fue tan horrendo que gimió de dolor, fue más que un gritó de un animal agonizando; entre la inconsciencia vio dos zafiros mirándole con desconcierto. Miroku lo sujetaba, estaba en shock... jamás lo había visto de aquella manera, el cuerpo parecía de trapo. Su rostro estaba lleno de sangre seca y lodo con un olor de putrefacción, una cortada adornaba su mejilla derecha desde el rabillo del ojo hasta la mandíbula en donde sangre desprendía de allí manchando su cuello. Sus ropas no eran más que harapos destrozados por un zarpazo, las cinco marcas estaban en el regazo del medio demonio. Y en su espalda sólo era en tono carmesí, mostrando un ala destrozada y la otra rota. Sango abrió demasiado sus ojos ante la apariencia de su amigo.

    — ¿Cómo se te ocurre enfrentarte solo?—exclamó enojada—eres un…

    — Sango.

    La castaña se volteó hacia su esposo, ella asintió, ahora no era la ‘situación’ para hacer ese tipo de cosas. Suspiró y lo ayudo para recostarlo en el suelo de la casa, todo se manchaba del líquido que comenzaba a secarse.

    — Iré por vendas —mintió la castaña, en realidad no necesitaban esas cosas para poder curarlo, un ángel podía curar a mano libre, pero tenía que retener a la colegiala, no tenía que verlo ene se estado si no iban a ser demasiadas preguntas y ella no sabia absolutamente nada. Sólo que le dieron una paliza y el muy tonto fue sólo para que se la dieran. Antes de llegar a la puerta de la chica se paró; estaba sorprendida… ¿Desde cuándo Naraku era más fuerte que Inuyasha? Sabía que ambos tenían la misma fuerza y ahora… No era necesario imaginarlo. — ‘al menos está con vida’—pensó. —‘siempre ha sido un idiota, espero que Miroku pueda ayudarlo, su espalda no está nada bien…’

    Sus ojos se posaron en aquel pasillo que llegaba a la sala, esperando escuchar las palabras de ambos. Era un silencio total, el medio demonio ponía todos sus esfuerzos para no estar inconsciente, comenzó a incorporarse, sintiendo el vivo ardor en su espalda al tocar el marco del ventanal. Apretó tanto sus labios casi poniéndose blancos, se sentía un imbécil, completamente inútil. Volteó, Miroku lo miraba serio; claro no era para más, no era cuestión de reírse.

    —¿Qué?—preguntó Inuaysha, estaba comenzando a impacientarse, la paciencia era uno de sus defectos. El silencio le incomodaba y le intimidaba la mirada del ángel — ¿Qué quieres?

    —Saber el por qué te enfrentaste sólo. Me imagino que fue algo tan importante para que te encuentres en ese estado ¿no crees? —se quedó allí sentado, observándolo fijamente. Estaba algo sorprendido, esperaba que Naraku estuviera así de herido — y al menos Naraku está sufriendo así — el silencio que produjo su amigo contestó su pregunta. —será difícil vencerlo.

    —Cállate. —le estaba diciendo débil, ya lo sabía. La molestia le causó. Miró su cuerpo, tomaría tiempo para poder recuperarse. — y ella…¿ Esta aquí? —se refirió a Kagome, la colegiala no había salido de su cuarto…¿Qué horas serian? Para el infierno, un minuto es toda una vida… Si él sufrió en esos minutos ¿Cuánto no habrá sufrido Kikyo? Kikyo, aquel nombre le dolía. Las palabras que ella dijo aun seguían allí en su mente, escribidas con fuego, reprochándose así mismo, insultándose por ser tan estúpido; quiso olvidarse por un momento e intentando enfocarse en su espalda. ¿Para qué le sirven las alas? Están más desechas que su cuerpo.

    —Aun no ha abajado—contestó el chico de ojos zafiros. — ya no hay nada que hacer Inuyasha. Tus alas están…

    —Lo sé—interrumpió. No le sirven de nada, solo quedaría igual, sin la ventaja de volar y tener más victorias en una batalla. —Quítamelas por completo de una vez —pidió, dándole la espalda y mostrando sus heridas,—una está rota y la otra no tiene plumas… Ya no sirven, no puedo quitármelas yo solo…Si pudiera ya lo había hecho.

    —Te dolerá…

    —Creo que me ha dolido más mi cuerpo que esto. No creo que un poco de dolor no me vendría mal —murmuró, bajando la cabeza, a pesar de todo sentía molestia gracias a sus alas…Su cuerpo podía regenerarse aunque su espalda y sus alas ya no valdrían la pena. Escuchó el movimiento de Miroku acercarse a él…Sintió el tacto en sus alas, sujetando una mano en su espalda y la otra en la ala. Como una palanca arrancó el ala deshecha. No pudo reprimir el dolor, gritándolo, la sangre surgió. Enseguida Miroku colocó su mano en aquella herida, la sangre se paralizó, no escurrió ni salió tan solos e fue desintegrando hasta quedar una simple cicatriz en el lado derecho de su espalda. La respiración del medio demonio e escuchaba; los jadeos eran más agonizantes que nunca, el sudor escurrió pro su rostro ardiendo gracias al rasguño en su mejilla. La sal del sudor provocó una ardor terrible pero aun así no se quejó, se estaba recuperando.

    —No puedo hacerlo—confesó, era horrendo, era dañar a un hermano…Pero era necesario. Más bien era su aliado, podía ser su hermano por el ángelus, pero la apariencia solo era de más.

    —Ya lo hiciste, termínalo sabes que…Puede…empeorar—su voz entrecortada se escucho como un silbido, apenas era audible su tono de voz. Apretó sus puños aun reprimiendo el dolor—solo es otra, no….no es mucho. —no hubo raspees. — ¡Con un demonio quítamela Miroku!—vociferó. Se escucho el sonido del arranque; Inuyasha cerró los ojos, contenido todo, no gritó esta vez. Miroku se retiró e Inuyasha estuvo a punto de caerse, el ángel lo ayudo a apoyarse.
    Sus las se trasformaron en un polvo azulado, semejante a las cenizas, el viento comenzó a llevárselos. Al menos no era tan horrendo.

    —¿Estás bien?

    —No me preguntes estupideces—alzó al vista. Esperó que su respiración se tranquilizara, miró a Miroku, su expresión aun no cambiaba. Se estaba hartando del silencio y más con la mirada intimidante de Miroku —¿Qué es lo que quieres? —preguntó bruscamente, su vos llena de rabia lo hizo sorprenderse. El chico no contestó, se levantó y se fue de allí.

    Miroku se fue de allí, la actitud del medio demonio lo ponía de mal humor, podía encargarse de Sango las heridas faltantes… La mirada del chico ahora era diferente ¿Qué había ocurrido? Subió al techo, necesitaba buscar algún rastro de Naraku, volteó por todos lados. Un olor a azufre inundo sus pulmones, tuvo que taparse la nariz, el aroma era demasiado fuerte que cualquier persona pudiera marearse.

    —Ahora que lo pienso, jamás vi alguien crear un portal conectado al infierno —se dijo así mismo —es extraño. Miró al cielo —hay que buscar a los demás y rápido— extendió su alas y comenzó a volar, daría una vuelta, necesitaba encontrar a uno de los suyos…

    Mientras tanto estaba Inuyasha sentado, al menos no le dolía la espalda como antes. Miró con desdén su pierna…¡Ah Maldición! Si tan sólo la pudiera mover, estaba rota, fracturada, con cualquier movimiento le dolía. Oyó algunos ruidos provenientes a las escalera, Kagome bajaba con Sango, la castaña estaba atrás de ella murmurando algo; refunfuñó a sus adentros, si estuviera bien podría oír claramente. Las voces aumentaron, Kagome entró a la sala. Sus ojos estaba muy abiertos como dos platos, Inuyasha la miró y rápidamente desvió su mirada. No quería verla, si la veía con tan sólo un instante…

    —Inuyasha—-instintivamente volteo. El rostro de Kagome estaba muy preocupado, sus ojos castaños tornaron otro color, un poco mas oscuros, claramente veía el rostro de Kikyo. Sintió temor y volteó la cabeza bruscamente sorprendiendo a la colegiala. —¿Qué… que fue lo que paso?

    —Nada. —conestó secamente sin verla; sus temores le invadieron , no deseaba verla. Le recordaba a Kikyo, aun tenia la imagen en su mente, con el cabello enredado, su rostro sucio, con algunas manchas de sangre en su mejilla. Ssu ojos mas tristes que nunca, con aquel aspecto frío que siempre tuvo, herida de las manos, mallugada. Era un completo idiota, aquellos dos siglos y medio que la juzgó, creyendo que lo había engañado y ella se sacrifico por el…por todos. ¿Cuánto no abra sufrido ella? Y para cerrar con broche de oro, esas palabras que le lelnaron el alma de remordimientos. ‘A pesar de todo aun así te sigo queriendo Inuyasha’ era un miserable. No conestó, se encerró en sus pensamientos. ¿Kagome tendría el mismo destino que Kikyo? No, mientras ello evitara, tendría que alejarse de ella era lo mejor… Además no sirve de nada, el era un inútil, estaba todo herido y estúpidamente roto. Se descuido por completo. Quería volverse fuerte…Necesitaba volverse fuerte. Kagome quiso acariciar su mejilla, el sujeto su mano con rudeza. Sintió las dos miradas confusas, Sango y la colegiala. La soltó con brusquedad. Si quería derrotar a Naraku no debía estar con ellos…No quería volver a experimentar estos sentimientos otra vez, bastante tiene con el arrepentimiento de él mismo. No quería volver a sufrir eso con Kagome. Además de que se tenía que preocupar después de todo no iba hacer anda No obtendría el Ángelus ni tampoco haría nada. ¿Qué era? Un medio demonio y tenía que comportarse como los demás.

    —Aléjate de mi—murmuró algo ronco. Detestaba eso, ¿Por qué no simplemente ella se iba y lo dejaba? ¿Por qué estas cosas eran difíciles? A pesar de todo tenía que herirla, quería que lo detestara, así poseería motivos para alejarse de él. Tuvo el valor suficiente y la miró.

    — ¿Qué…?

    —Ya oíste… Déjame, no te necesito ahora—mintió, mostrando rudeza. Sango se acercó a ellos, no pensaba que Inuyasha reaccionara así…¿Qué le ocurría?—no necesito a humana para estar conmigo.

    — ¿Qué te pasa por que…’

    Se estaba frustrando, ¿que no entendía nada? Comenzaba a impacientarse; Sango aun seguía en pie observándole. Su mirada era igual a la de Miroku. Su enojo se elevó, la impotencia lo dominó…

    — ¿¡Que no entiendes!? Me enferma tu presencia, lárgate de aquí, no te necesito ¿Crees que acaso estuve aquí porque quería? No, no lo era—gritaba como un loco, zarandeando los hombros de ella. — estuve todo este tiempo aquí pro lastima, esperando por fin a ver cuándo se acaba esto de los portales. No sabes cuánto odie tenerte a mi lado, solo me comporte así para ganarme la confianza de una maldita humana—descargó su impotencia en ella. De pronto una bofetada salió al aire estrechando su mejilla herida, la sensación de dolor no le importo. Había logrado su cometido. Kagome se incorporó, su ojos ardían.

    —Si tanto te enfermo entonces mátame —alzó su brazos, Sango estaba pasmada.—no sabes el favor que me haces. Yo creí muchas cosas, gracias por hacerme saber que todas tus acciones eran de tu estúpida hipocresía. Ada mátame de una vez— no hubo respuesta, Inuaysha estaba totalmente petrificado. No esperaba la reacción de ella. —anda vamos, destrózame con tus garras, como lo hiciste con mis amigos, como aquella personas que destrozaste sus cuerpos, riéndote como verdaderamente eres. Un demonio—su ira no se calmaba. ¿Entonces lo de ayer era un engaño? Claro que lo era— tienes razón. Un ser como tu ni siquiera merece una salvación. —aun con lagrimas en los ojos tomo su aeta y salió corriendo. Se escuchó el portazo.

    Silencio.

    Las palabras eran de sobra, Inuyasha suspiró, las palabras que dijo ella eran como dagas con veneno lastimándole su cuerpo, era verdad. Todo lo que dijo era la cruda y triste verdad. Era un ser que ni perdón se merecía.

    —¿¡Qué es lo que has hecho!? ¡Ella se preocupó por ti!—Sango gritaba con histeria, señalándolo.

    —no ves que ella está…

    —Sango. Cierra la boca. —había logrado su proposición, su cabeza se recargo en el vidrio del ventanal. Ya estaba hecho ahora tenía que seguir con todo lo demás.

    Trascurrió el tiempo, al principio Sango comenzó a interrogarlo, regañarlo exigiendo una explicación para aquel comportamiento; el ángel se preocupaba por ambos, no era agradable ver dos seres pelear y más cuando sabes los sentimientos de cada uno ¿Por qué? Esa era su pregunta. Inuyasha no prestaba atención, ignoraba aquellos regaños, se estaba conteniendo. Sólo contestaba con monosílabos; era molesto tener a una persona que cada rato decía algo; trascurrió tres horas de ese suceso. Entonces Sango se quedo callada, era silencio y anda más. Estaba preocupada, esa actitud le recordaba muchas cosas, esa frialdad e indiferencia. Entre aquel silencio Inuyasha aprovecho colocando su mano en sus costillas, estaba sanadas, ningún rasguño, intento con la pierna, con un movimiento la incorporo, se oyó un crujido. Estaba bien, podía caminar eso era por seguro.

    —Pareces el de antes… Me refiero, tu comportamiento, antes de conocernos, antes de llagar aquí tú…

    —Ya no soy el mismo de antes— contestó despreocupado, concentrado en el labor de estirar y encoger su pierna.

    —¿Por qué?—y esa pregunta otra vez.

    —Oh Sango ¿Acaso quieres saber todo de mí? —reprochó enfocando su mirada ambarina en ella —todo lo que dijo es cierto y no me arrepiento de ello.—los ojso de la chica se achicaron, eso lo habai tomado por sorpresa. Inuaysha s elevantó por fin, su camisa estab totalmente rasgada y kas heridas en su pecho ya no existían. Imagino que en su mejilla no había nada también.En un parpadeo tenia uan chaqueta negra al igual que un chico que pasaba por allí, pudo verlo claramente garcias al ventanal que etsaba al lado de él.

    —Inuyasha…¿Qué?

    —¿Acaso no te cansas Sangod e moelstar? Me cansé de ser un bueno, de ser un maldito hipócrita creyendo que puedo salvar al mundo, creyéndome infeior. —le dio la espalda—me harte de estar haciendo cosas estúpidas como tu Sango.

    —Oye Inuyasha…

    —¿Qué? ¿Acaso te hice sentir mal angelito?—rió mirándola con el rabillo del ojo, la chica aun
    seguía sentada, petrificada.—ya dejate de cursilerías Sango, asi siempre eh sido.

    —Estoy comenzando a extrañar a Inuyasha de ayer…

    —Más vale que comiences a olvidarlo angelito—su tono de sarcasmo aumentó. Comenzó a caminar.

    —Espera ¿A dónde vas? Todavía no…

    —Sólo te lo repetiré una vez Sango. Si vuelves a detenerme te prometo que te destrozare. —dijo sin verla.

    — ¿Crees poder hacerlo?—le reto, estaba convencida de que no lo haría. No era posible que de un día para otro Inuyasha haya cambiado. El chico bufó; se volteó hacia a ella alzando su mano la aventó hacia aquel ventanal, rompiendo los vidrio, no se lastimó. Inuyasha lo había hecho apropósito. Sitió sus ojos en el lugar donde estaba Inuyasha él ya había desaparecido.

    Caminaba, sus pasos no eran lentos, aun sentía molestia al caminar…Nah, un rato se le pasara. Era difícil lo que estaba haciendo aunque…¿Para qué importarle? Kagome lo odiaba y eso era algo neutro para él, así sería menos difícil la distancia. No tenía que preocuparse, ¿Para qué angustiarse si ella cuenta con la compañía divina? Y eran dos, además eran fuertes. Después de todo Kagome no era una chica normal. Ahora de todas maneras, se sentía tranquilo. Ahora tenía que derrotar a Naraku y salvar a Kikyo… Si lo hacia ella iría al cielo y el al infierno, desde un principio era así. Se paró suspirando, era necesario fortalecerse.

    —Ahora que lo pienso solo me distes las alas, nunca la fuerza para ser un ala negras… —murmuró con la esperanza de que fuera escuchado— ‘y en verdad tengo que alcanzar tu mismo nivel…y eso implicaría volver un alas negras, tengo que recuperar mis alas otra vez aunque eso signifique…’—negó con la cabeza… Volteando al cielo. Tendría que buscar otra forma.


    No sé si ya lo había escrito. Supuesta mente para ser un alas negras tenias que matar a un ser de luz, a por ejemplo asesinar a Sango o Miroku. Espero que lo hayan entendido jejeje
     
  14.  
    Nejiki

    Nejiki Iniciado

    Piscis
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    Re: Luna Roja

    Sugestivo.

    Me agrado la historia ese contenido con cierto gore lo hace maravilloso.

    El episodio actual pues dejaron un agradable sabor, mas que todo por lo que se viene, fue como una conexión para mas adelante, Inuyasha por fin se pondrá serio y acabara con Naraku, pero aún le falta convertirse en un alas negras, la pregunta seria, si lo conseguirá y mas aun, si estaría dispuesto hacer lo necesario para conseguirlo.

    Errores.

    -----------

    Ahí varios, algunos por dedito, es decir escribir rápido y que las palabras se salteen.


    Aquí pues el error fue de Concordancia en el grupo nominal.

    La parte de "extendio su alas" pues quedo inconclusa, debería estar en plural la parte de "su".

    -----------------

    Aquí pues fue. Concordancia entre sujeto y verbo.

    La parte de "sus ojos estaba muy abiertos" pues no concuerda ya que la palabra estaba le falta una "n"

    --------

    También, espacio delante de signos de puntuación, en algunas ocasiones estaban más colocados.

    ------

    No ahí más que decir os dejo.
     
  15.  
    Circe

    Circe Usuario popular

    Leo
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    Re: Luna Roja

    Holaa sumi! Aca me paso a dejarte mi comentario :D No note tu tardanza, quizas seria porque me tarde en leer el fic xD Espero que ya estes mejor, no hay problema si no puedes subir la conti a tiempo n.n Tus errores son pocos, solamente son errores de dedo, te recomiendo revisar la conti varias veces antes de subirla. Pobre, Inu T.T estaba muy mal! Como puedes hacerle eso? Todo herido, sangrando... bueno, me fui del tema :P Aii pobre Kikyo, me da una pena que sufran tanto ella e Inu. Me dejaste muy intrigada, ¿porque Naraku es tan poderoso? ¿como lo consiguio? Comprendo porque Inuyasja actuo asi, pobre, debe estar mal. Yo pense que Kagome lo entenderia y que se quedaria igual con el. Sango re molesta xD aunque, ojo, la entiendo :D esta preocupada nada mas, yo soi igual o peor xD Aii ya quiero saber que va a pasar! En fin, me voy... nos hablamos amiga! ^^
     
  16.  
    dulcekagome

    dulcekagome Entusiasta

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    Escritora
    Re: Luna Roja

    ***Hola amiga sumi-chan***
    gracia por avisarme de que habias subido conti.
    me gusto tu conti aunque fue algo triste por parte de Kgome. la pobre no se merecia que la tratara de esa manera
    y mas aun que inuyasha fuera quien la trato asi. me dejaste con sed de venganza ¿que hara Kagome la proxima vez que lo vea?
    el la matara o ella se vengara (es mi lado sadico el que esta hablando ahora).
    bueno cambiando a la ortografía, encontre algunas faltas: letras que te comiste, una que otra coma
    nada más espero que subas conti pronto. cuidate nos vemos un abrazo y un kiss de mi part atte.dulcekagome

    sayito...;)
     
  17.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
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    Escritora
    Re: Luna Roja

    En estos capítulos que me perdí son realmente fabulosos, la trama que le colocas es tan original que es muy asombroso en la manera en que lo manejas. Sin embargo, hubo que otro tropiezo con eso de las tildes, me alegra mucho saber que te fijaste en las palabras que te había marcado con anterioridad; no obstante, hubo confusión, por ejemplo:



    Aquí está hablando de soledad, y no la unión de una palabra con otra, por eso, debería ir sin tilde en la primera vocal ;). Noté que también quisiste colocar bien los guiones, está bien hacer eso, sin embargo, están mal colocados —la mayoría—, te invito a pasar por esta discusión; te ayudara a comprender mejor de lo que se trata y para qué realmente sirve. SuMi-cHan, tú sabes perfectamente que me gustan mucho tus historias, tanto las que has hecho y las que has abandonado dejándome con la duda todas las noches :A, pero aún así mis respetos con esta maravillosa historia.
     
  18.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    Escritora
    Re: Luna Roja

    Konichiwa!!! Sumí-chan!!, perdón por pasar hasta haora, (nos fuimos a un pueblito lejos de la sociedad) me encanto el cap, haun que estaba que las lagrimitas se me salían, aparte del dolor de su pierna... Luego lo que le dijo a Kagome....nooooo!!ToT piensa que alejandola de el le hará bien??, creo que todo el contrario!!!!
    Kyyyaaa...!! Esto va de mal a peor.. Y también se comportó muy mal con sangito, que es eso de: "angelito" ?!?!?!
    Y luego lo de sus alas.. ToT que dolor y que horror!!
    Snif snif ToT
    (y bueno si te vimos algunos errores) bueno pero fueron no muy graves, como siempre eres excelente en la redacción, pero si te fallaron algunas letras que cambiaste por otras, (y como ya dijeron otras..) te recomendamos que lo leas muchas veces antes de publicarlo, y leer en voz alta razonando cada palabra,
    Es un buen Tip... Intentalo
    Ya esperamos con ansias tu prox continuación, (pero no t preocupes yo la tranquilizo si te tardas) jeje que chistosa ukyo.. No te preocupes, tu tranquila y no t preocupes si te tardas
    Sayonara!! Besos y abrazos
    Atte: kagomeG y ukyo
     
  19.  
    kagbecky

    kagbecky Iniciado

    Escorpión
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    Re: Luna Roja

    Konichiwa!!!!! xD
    Creo que es primera vez que comento...mmm...si creo que sip ^^. Bueno para empezar tu fic me encanta, es muy interesante y claro que tienes una gran imaginacion con este fic...Inuyasha es muy lindo en casi todos los capis... fue muy lindo que haya querido empezar de cero con Kagome ^w^ pero lastima que en malvado de Naraku tuvo que aparecer a amargar vidas u.u tambien senti lastima por la pobre de Kikyo cierto no me agrada pero su sufrimiento eterno tampoco es algo que deseo para ella...aunque eso si a Inu lo mataria!!!! es un tonto al ver DE NUEVO a Kikyo en Kagome es un tonto!!!!!!!! y de paso todo lo que le dice a la pobre de Kag, pobrecita me dio mucha tristeza ella T.T ojala ponga a Inu en su lugar en el proximo fic o aunque sea que el vea como le rompio el corazon a la pobre u.u...

    Pero bueno los hombres...¬¬(despues se arrepienten ù.ú) espero tu conti pronto estoy muy anciosa por ver que pasara n.n

    Cuidate y Sayonara!!!!!!!!!! xD
     
  20.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Re: Luna Roja

    Capitulo catorce: Kouga.

    —Entonces se fue—su expresión era seria, examinando la espalda de su esposa. Al menos no tenía heridas en su espalda, lugar muy delicado para un ángel. Sango estaba adolorida, el golpe fue algo duro por supuesto que se destruyera el ventanal por el impacto donde mil fragmentos de vidrio cayeron en su rostro. Ninguno la marco…Por fortuna.

    —Me sorprendió—confesó la mujer, vistiéndose nuevamente—debió pasar algo en aquella pelea para que él tomara esa decisión.

    —Inuyasha es un demonio, es claro que sus instintos le reclaman pero no era necesario aquella discusión con la señorita Kagome— murmuró frotándose la barbilla—además no hay que confiarnos. Naraku se fortaleció en estos dos siglos, ahora puede hacer portales.

    —Entonces ¿No fue la culpa de Kagome en abrir el portal?

    —Sí, fue ella pero ahora es diferente. Naraku puede abrir un portal directo al infierno y eso sería grave para nosotros. Solamente podemos ir…

    —Cuando Padre lo ordena. Si lo sé, eso es muy importante para nosotros. Entonces, ¿Inuyasha fue transportado al infierno otra vez?—interrogó, su rostro estaba lleno de confusiones—tal vez…sólo tal vez Inuyasha cambió por eso, digo… Tal vez haya cambiado cuando fue allí, recordando ese sufrir o…

    —Fue amenazado—interrumpió Miroku, observando la ventana destrozada— ¿No vamos a arreglar esto?—señaló el ventanal destruido con pedazos de vidrio colgando en la plataforma.

    —Cariño…—el ángel habló dulcemente—concéntrate—lo fulminó con la mirada.—ahora no es importante.
    —Kagome se enojara.

    —No creo que este de humor para ello—suspiró sentándose en el sofá de terciopelo rojo con tonos negros—ahora que lo pienso, Inuyasha la hirió demasiado, ya sabes por todo lo que dijo… ¿Podrías dejar de mirar el ventanal?

    — ¿Recuerdas que antes los marcos eran de madera…Ahora son de aluminio…? Oye ¿Verdad que es aluminio esto?

    — ¡Miroku!

    —Sango si el ya se fue no hay por qué preocuparnos, además ya se recuperó y si esa fue su decisión no hay por qué impedirla…Aunque las cosas se complicaran…Si fue su decisión no hay razón para ponernos así—se encogió de hombros—si aun estuviera aquí la situación sería incomoda. Después de lo que dijo Inuyasha, Kagome no será igual. Lo que hay que preocuparse es por Naraku, se fortaleció y eso significa que hay que encontrar a los demás guerreros—Sango frotó su espalda, instintivamente su esposo estaba al lado de ella. La mujer sonrió, le encantaba que su chico estuviera atento hacia a ella— ¿Te duele? No estás lastimada…

    — Sólo adolorida. El golpe fue de una advertencia. Fui una imprudente al buscar respuestas cuando él me había dicho que parara. Me excedí un poco—sonrió acariciando la mejilla del ángel. El chico frunció el ceño. —me siento…triste. Creí que Inuyasha…

    — ¿Pero vez que no es así? También pensé lo mismo pero ahora todo se ha acabado.

    — Me aflige que él pueda volverse nuestro enemigo—confesó. La actitud del medio demonio no era nada buena— ¿Y si asesina a alguien? ¿Si se vuelve un alas negras otra vez?

    — Esperemos que no pase eso cariño. Tranquilízate, en dado caso no nos haremos responsables.

    — Creo que fue una amenaza creo que Naraku lo amenazó—musitó bajando la cabeza—relacionando a Kagome…

    — No lo sé, es mejor averiguarlo… Sango es mejor que no te preocupes—acarició la espalda de ella—nada pasara…Pareciera que no confiaras en los poderes de padre.

    — No es eso, jamás desconfiaría, solo que desconfió en el corazón de Inuyasha—sonrió ante la compresión que el ofrecía su pareja, al menos se sentía apoyada. Miró como el muchacho se incorporaba y observaba la ventana.

    —Vuelvo a decir…Hay que arreglar esto—su respuesta fue un golpe ocasionado por un cojín—Sango eso dolió. —la muchacha solo se rió.

    ———————————————————————————————————————
    —‘No quiero regresar a casa’—pensó desanimada mientras se sentaba en una de las bancas del parque; sus lágrimas habían cesado, dejando el rastro del olor salado que marcando su amargura. No fue al instituto, no tenia deseos de ir, sólo se refugió en el hermoso lugar que estaba rodeado. El viento fresco acarició con dulzura su rostro, el olor a plantas y flores. Cerró los ojos disfrutando el aire que danzaba en sus cabellos, podía sentir la tranquilidad que deseaba pero tenía que volver a la realidad. Estaba decepcionada y herida, con dudas en su mente. —‘¿Entonces lo de ayer era mentira?’— Claro, tenía que serlo. Todo absolutamente TODO era mentira, incluso lo de dama mía, aquel consuelo que encontró en él y… ese sentimiento que comenzaba a sentir hacia él. Todo era una absurda falsa… ¿Tan detestable era? No, al menos no lo era, Inuyasha era un demonio, de seguro el muchacho a si era de detestable. Bajó la mirada tocando su pecho, ya hacía tiempo de que la joya estaba con ella, la extraña perla brillo. Su tono rosado era espectacular. ¿Tan importante era? De seguro que sí, su vida cambió rotundamente gracias a ella. —‘pero me has traído desgracia’—pensó triste suspirando y estirándose. Oyó un pequeño ruido, antes de que pudiera averiguar que era, fue azotada hacia una árbol. Exclamó de dolor, era tan penetrante el golpe, no podía respirar. Sintió desfallecerse, cuando estaba a punto de deslizarse para poderse incorporar una mano sostuvo su cuello apretándola con dureza. Vio a una mujer, de cabello negro y una palidez extrema. Sus ojos le recordaban a alguien…

    —‘¿Onigumo?’

    —Jamás pensé que sería tan fácil—la voz de la chica era llena de ironía, pensaba que tendría guardianes o algo así —veo que no eres una chica fuerte después de todo. Lo supuse, ahora veo que Naraku me mandó por ti.

    —Pero no te será tan fácil Kagura—fue una milésima de segundo, no, fue fracciones de milésima, una sombra blanca empujó el cuerpo de la chica, cayendo lejos en el lugar donde estaba. El chico sostuvo a Kagome y le dio un espacio para que respirara— ¿estás bien?—preguntó preocupado, la chica agitada asintió torpemente. Alzó su castaña mirara y observó algo nunca antes visto. El chico tenía unos ojos celestes, eran tan hermosos…Llenos de preocupación. Una punzada de dolor oprimió su corazón, aquella ‘preocupación’ le recordaba a alguien. —Que bueno, al menos mantente tranquila, estoy aquí—sonrió tomándola por los hombros y brindándole una mirada llena de comprensión.

    —Vaya, un ángel, o más bien un guerrero—murmuró, su vista se entristeció…aun no pedía el Ángelus pero ahora podían negárselo, además estaba ‘esclavizada’ ese maldito de Naraku la tiene controlada. El hombre desvió su mirada y soltó a la colegiala. Su expresión era seria.
    —Y pensar que iban a perdonarte…

    — ¡Cállate!—la mujer extendió su mano, el viento fue controlado por ella. Se levantó de un solo golpe; su mano comenzó a girar, el chico extendió sus alas, se impulsó por el aire que brindaba. — ¿Sabes? Ya no me interesa eso…—comentó dolida. El chico no dijo nada, solo desenvaino su espada. Kagura sonrió mirándolo fijamente, sus ojos se concentraron en los celestes. Y él se concentró en ello.

    El ángel aun seguía en el aire, ambos se miraron. Quiso moverse pero no pudo ¿Por qué? Intentó mover su brazo, su cuerpo no respondía. Poco a poco dejó de respirar… su cuerpo estaba paralizado tanto física como interiormente. Dejó de respirara. Una de las técnicas de Kagura era manejado por el viento y claro…la seducción. Paralizaba a su contrincante. La mujer estaba dolida, ya nada importaba, su salvación, el Ángelus. Qué más daba. Alzó su mano, sus dos comenzaron a destellar, era si se transformaban en cuchillas. Kagome reacciono, aquel ataque se parecía una al que utilizó, cuando conoció a Inuyasha lo hirió…

    —Te cortare las alas—musitó, estirando su mano. El muchacho no respondía a sus sentidos, peleaba por moverse pero no podía apartar la mirada en ella. Kagome corrió hacia a ella empujándola, ambas cayeron al suelo. Aun aturdida vio como la mujer se incorporaba, entonces volvió abalanzarse hacia ella. Tomándola por las manos.

    —Qué… ¿Qué haces? Suéltame—ordenó Kagura, Kagome no se movió. —‘rayos…Pronto se acabara el efecto’ —con el rabillo del ojo observó al ángel que comenzaba a toser y recuperar aire. —‘maldición’

    —¿Qué quieres? ¿Por qué buscas la perla de Shikon?—Kagome comenzó a sacudirla, la chica resistió—tiene que haber un propósito, dime que es —exigó molesta.

    — Shh…Es un secreto—contestó burlándose de ella.

    Kagome se quedo paralizada, de pronto sintió que el tiempo se detenía, todo le daba vueltas y en su mente se repetía una y otra vez aquellas palabras. Movió la cabeza con brusquedad, esas palabras, esos ojos, aquella sonrisa llena de malicia. Su respiración era muy agitada y de pronto su frente se perlo de sudor… Lo había olvidado, en verdad había eliminado esos recuerdos pero ahora…
    El cielo estaba nublado, la lluvia había cesado. La pequeña estaba sentada en uno de los asientos del automóvil, miró a su izquierda. Una mujer de cabellera negra manejaba, sonriente. El infante miraba el cielo, estaba gris…Muy triste. Hizo un pequeño puchero, comenzando a mover sus pies.
    — ¿Por qué el cielo esta triste?—preguntó desanimada. La mujer sonrió.
    —No Kagome, solo está nublado es una reacción por la lluvia—murmuró la maestra de preescolar—es extraño que tu madre no haya venido por ti. Es mejor que hablemos con ella.
    —No, mejor no—murmuró Kagome—es que no tiene caso, mamá ha estado débil, tal vez por mi hermanito—sonrió emocionada.

    —Bueno ya llegamos pequeña— se detuvo el vehículo .—bueno, nos vemos mañana.
    La pequeña asintió, se bajo del auto, vio que la puerta estaba entre abierta. Vio como se alejaba su maestra dl automóvil. Iba a tocar la puerta cuando estabas e abrió completamente, un hombre paso a un lado de ella. Kagome se asustó, retrocediendo algunos pasos. El hombre volteó hacia a ella y se inclino acariciando su cabello, el infante vio que tenia guantes negros.

    — ¿Señor Onigumo? ¿Qué hace aquí?—preguntó inocente. Hace algunos días su padre y él se habían peleado por un proyecto de trabajo—‘tal vez se reconciliaron’— pensó encogiéndose de hombros.

    — Si te pregunta alguien que estuve aquí no le digas nada ¿Vale?


    — ¿Por qué?

    — Shh… Es un secreto—atrás de su mano izquierda tenía un arma. Ella ladeo la cabeza, el hombre le revolvió el pelo y se fue de allí con un paso rápido. La pequeña entró a su casa y antes de llegar a la sala vio aquellos cuerpos que eran de su familia y solo... Se quedo allí con lágrimas en los ojos corriendo, buscando a aquel sujeto, claro ¿Qué iba hacer una niña de cinco años con un hombre que traía consigo un arma? Nada.


    Volvió a la realidad, su cuerpo estaba temblando, la mirada de Kagura era extraña; presentía la burla de ella y eso la lleno de furia. ¿Era débil? Claro, un recuerdo le ponía de nervios. Apretó el agarre en sus muñecas y frunció el ceño. Ya no quería ser débil, ya no. Siempre tan ingenua y torpe, atormentada por aquellos recuerdos de su pasado, ahora no era momento de debilitarse, ponerse como una loca. La perla brillo y en ese momento entendió ella tenía que protegerla.

    —No estoy para juegos. Dime ¿Para qué buscabas esto?—preguntó otra vez con una voz firme señalando la joya. Kagura no comenzó desvanecerse, no antes que una corriente de aire llenara el lugar.

    — Esa joya tiene más poder de lo que puedes imaginar, por eso se abrió el portal y Naraku la busca.

    — ¿Quién es Naraku? —Kagura no contestó, solo desapareció, era como si pudiera traspasar el suelo. ¿Dónde estaba esa chica? Sus pensamientos fueron interrumpidos por una mano en su hombro, se sobre salto.

    — Tranquila… Gracias por ayudarme—agradeció el hombre brindándole una sonrisa.

    — No…Soy yo la que debe agradecerte, si no me hubieras protegido ya hubiera muerto…Aun que eso ya no importa—lo ultimo lo dijo tan bajo apenas audible. El muchacho frunció el ceño.

    — ¿Quién te hizo sufrir? —la colegiala se sorprendió ante la pregunta y el sujeto cruzó de brazos—alguien debió haberte lastimado para que digas esas cosas y también antes de que llegara ella ¿Por qué estabas llorando?—sus preguntas eran firmes, como si tuviera el derecho de saber todo.

    — No estaba llorando—negó Kagome desviando la mirada.

    — Mientes, ninguna mujer puede mentir bien. Tus ojos no están mirando a los míos y aquel mordisqueo en tus labios te delata. —Kagome se quedo sin palabras y solo se sonrojo. El chico rió pero era una risa tan jovial llena de sinceridad y no burlona como ‘cierta’ persona. —¿Quien eres?

    — Mi nombre es Kagome.

    — El mío es Kouga.

    Kagome se sorprendió ante el nombre…Eso significaba que él había sido salvado por el Ángelus.

    —Tú…Eres un ángel…Entonces conoces a Sango y Miroku ¿Verdad?—Kouga asintió algo extrañado y luego le dio una ligera palmada en la espalda de la chica.

    —Sabía que era bueno seguir a Kagura, aparte de encontrar la perla encontré a los demás. ¿Encontraste a todos? Bueno espero hablar con ellos…

    —Sólo son dos…
    —Lo sé. Pero eso es suficiente.

    —Kouga…—le llamó y el la miró con atención…— ¿Por qué…?

    — Porque te protegí. Creo que es obvio, tu vida es importante, bueno creo que todo ser humano su mas gran tesoro es su vida, es la cosa más preciada y que solo uno puede tener. Yo al desperdicié.

    — ¿Cómo?

    —No puedo decírtelo, curiosa—bromeó empujándola suavemente. Sus alas desaparecieron mostrando a un chico de cabello negro atado con una coleta y una vestimenta blanca parecida a Miroku. —la verdad es que si recuerdo mi pasado me quedo allí, los recuerdos vuelven… Y bueno, es difícil de explicar. —ambos jóvenes se sentaron en la banca. Kagome estaba impresionada, de pronto su timidez desapareció y su tristeza se esfumo. La verdad es que con él se sentía tranquila, como una relación de hermano y hermana. La tarde era perfecta y el cielo estaba despejado…Tal vez no que un mal día después de todo.


    Hola muchas gracias por leer, las nuevas lectoras no sabes que gusto me dan que me apoyen :llorar: MI esfuerzo vale la pena!!!! y gracias por señalarme los errores. :)
     
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