Los ojos de mi princesa

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por keNiezitHa Linda, 31 Enero 2012.

  1.  
    keNiezitHa Linda

    keNiezitHa Linda Guest

    Título:
    Los ojos de mi princesa
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    3298
    CAPÍTULO 1
    Lloviznaba.
    Las clases en la secundaria habían terminado, y Juan Bosco un joven de piel clara, alto, con el tamaño normal de un chico de quince años, de ojos cafés profundos, caminaba sobre el pavimento mojado con la vista al frente sin asustarse por la posibilidad de que la lluvia se convirtiera en aguacero.
    Sentía miedo, pero también alegría. Su corazón latía de forma diferente. Estaba enamorado por primera vez.
    Se preguntaba cómo se acercaría a la joven recién llegada a su colegio, compitiendo con tantos galanes desenvueltos. Él era tímido, introvertido ¡Pero soñó varias veces con esa chica! La imaginó y dibujó en su mente antes de conocerla que ahora, cuando al fin había encontrado, no podía permanecer escondido detrás del pupitre viendo como los demás conquistadores iban tras ella.
    Sus pensamientos se pusieron en pausa cuando un carro rojo (de marca Ford específicamente) se detuvo junto a él.
    -¡Hey, amigo!- el conductor abrió el vidrio moviendo e hizo un movimiento con su mano como tratándole de decir que se acercara. –¿Sabes dónde se encuentra la Escuela tecnológica ciento veinticinco?
    -Claro-contestó-, de allá vengo. Regrese por esa calle y después…
    -Perdón que te interrumpa, pero necesito a alguien que me guíe. ¿Podrías acompañarme? Solo te pido ese favor J
    Juan Bosco percibió la alarma de alerta en su cerebro ya que su mamá le había enseñado a no viajar ni tener confianzas con extraños. Respondió casi de inmediato.
    -No. Disculpe…lo siento…- Empezó a caminar tratando de alejarse.
    -Hey, ven acá, Juan Bosco…
    Se detuvo. ¿Cómo sabia su nombre?
    Giró el cuerpo muy despacio.
    Kevin, uno de los compañeros más aventado de su salón había salido por la puerta de atrás del vehículo. El conductor también se había bajado del auto y encendía un cigarrillo con gesto de grandeza.
    -¡Niño cerebrito! – dijo Kevin -, no tengas miedo, sube al coche… El señor es profesor de biología y vende algunos productos para jóvenes. Quiere que lo llevemos a la escuela. Anímate. Acompáñame.
    Tragó saliva.
    -¿Qué productos?
    -Sube no seas cobarde ya te explicaremos.
    -Pe… pero tengo algo de prisa. ¿De qué se trata exactamente?
    -Es largo de contar-intervino el hombre-; te interesará. Además, al terminar la demostración te daré un premio económico.
    A Juan Bosco no le faltaba dinero, pero tampoco le sobraba.
    Para conquistar a una chica como la recién llegada a la escuela se necesitaban recursos; pero por otro lado Kevin era un donjuán, sabía desenvolverse con las mujeres y sería interesante convivir con él para aprender. ¿Qué riesgos había? El vendedor de productos no parecía tener malas intenciones. Se acercó y subió.
    -¿Cuántos años tienes? Preguntó el hombre.
    -Quince
    -¿Cómo vas en la escuela?
    -Pues… bien… muy bien.
    -No me digas que te gusta estudiar.
    Miró la cara del hombre. Conducía demasiado rápido, como si conociese la ciudad a la perfección.
    -Sí me gusta, ¿Por qué lo pregunta?
    -Eres hombre… supongo. Aunque te guste estudiar, seguramente no te gusta tanto y el trabajo que te voy a proponer es mucho más satisfactorio. Algo que le agradaría a cualquiera.
    -¿El trabajo? ¿Cuál trabajo? ¿No es usted profesor de biología? ¿No vende productos? Mire… la escuela es por allí.
    -Ah sí, sí, sí, lo había olvidado, pero no te preocupes, conozco el camino.
    Percibió un sudor frío. ¨ ¡Estúpido!¨. Se repitió una y otra vez. Había sido engañado. Giró para ver a Kevin, pero éste parecía encontrarse en otro mundo. Hojeaba unas revistas con la boca abierta.
    -No te asustes, quiero ser tu amigo-el hombre sonrió y le dirigió una corta mirada; de lejos el saco y corbata del hombre aparentaban seriedad, pero de cerca había algo anormal y desagradable en su persona; era un poco bizco, tenía el cabello lacio y grasoso- Confía en mí, no te obligaré a hacer nada que te desagrade.
    -Regréseme a donde me recogió.
    -Claro. Si no eres lo suficientemente maduro para el trabajo te regresaré, pero no creo que haya ningún problema; supongo que te gustan las mujeres, ¿o no?
    Aceleró; parecía no importarle conducir como loco en plena zona. Juan Bosco estaba paralizado. Si sufrían un accidente tal vez podría huir, pero si no… ¿Adonde se dirigían con tanta prisa?
    -¿Alguna vez has acariciado a alguna mujer desnuda? – Juan Bosco tosió por la pregunta tan directa y el hombre soltó una carcajada-. Kevin, pásame una revista para que la vea tu amigo.
    Su compañero escolar obedeció de inmediato
    -Deléitate un poco. Es una ocupación muy, muy agradable… -La portada lo decía todo- Vamos. Hojéala. No te va a pasar nada por mirarla.
    Abrió la publicación con mano temblorosa. Eso Le desagradó hasta el extremo. Esas fotografías extendían sus límites, lo que estaba mirando iba más allá de los desnudos, las fotografías llegaban a la más grotesca perversidad, eran auténticas, las personas realmente fueron captadas por la cámara haciendo todo eso…
    Quedó asombrado y a la vez sentía un asco profundo, quedó como su compañero de estudios, totalmente en otro mundo.
    -Muy bien. Hablemos de negocios. Necesito fotografías de chavos y chavas de tu edad. Como puedes ver en mis materiales artísticos el acto sexual puede hacerse con una o con varias personas al mismo tiempo. Es muy divertido. También realizamos filmaciones. ¿Nunca has pensado en ser actor?
    El auto se metió en una hermosa ciudad rodeada de parques y juegos infantiles-. ¿Qué les parece esa muchacha?
    Kevin y Juan Bosco vieron al frente. Una jovencita vestida con el uniforme de su escuela caminaba por la acera. El auto llegó hasta ella y se detuvo al costado.
    -Hola
    La chica volvió a ver mostrando un rostro amable y pecoso. Juan Bosco abrió la boca, guardando respiración. Había espiado casi dos semanas a la hermosa joven de nuevo ingreso la cual era elegante, dulce, de carácter firme y tenía una sola amiga. ¡Una sola! ¡Una amiga pecosa! ¡Y era la misma pecosa que estaba a punto de ser abordada por el pornógrafo!
    -Que tal, linda-dijo el tipo-. Necesitamos tu ayuda; nos perdimos; no conocemos estos rumbos y queremos encontrar una escuela secundaria.
    - Pues mire, hay una muy cerca.
    No, no. Queremos que nos lleves. Si nos acompañas te daré una comisión económica.
    -” ¿Si nos…”? La pecosa se percató que había dos personas más en el automóvil.
    -¿Por qué no lo llevan ellos?
    Juan Bosco trató de abrir la puerta y aprovechar para huir, en eso se escuchó un ruido que lo delató.
    -Solo se abre por afuera-dijo el hombre- Tranquilízate o te irá mal- agregó.
    Las manijas habían sido arregladas para que el que subiera al coche, quedara atrapado.
    -¿Cómo te llamas?
    -Ariadne
    - Tú debes de conocer a varias muchachas y ellos no- comentó el tipo guiñando el ojo.- Si nos deleitas con tu compañía unos minutos te regresaré hasta aquí y te daré algo de dinero.
    Mira este será el trabajo que debes hacer. El hombre tomó una revista y empezó a hojearla delante de ella.
    Ariadne se había quedado inmóvil.
    -¿Cómo ves? Es atrayente ¿verdad?
    La joven permanecía callada. Asustada. La chica estaba pasmada.
    -Está bien. Aceptó finalmente.
    -¿Vives cerca?
    -Sí. Por la esquina donde va cruzando aquella muchacha.
    -¿Es tu compañera? ¿La conoces? ¡Trae el mismo uniforme que tú!
    -Estudia en mi escuela.-Respondió
    -Llámala. ¿Crees que quiera acompañarnos?
    Juan Bosco se quedó congelado! No podía creerlo! La chica a la que señaló la pecosa era la misma hermosa chica de nuevo ingreso! La chica a la que tanto quería!
    El conductor tocó la bocina del auto y gritó: Ven! -luego comentó en voz baja-: Así completan dos parejas.
    -Prefiero ir sola, no conozco a esa chava y tal vez lo arruine todo
    Ariadne estaba mintiendo, ¡claro que la conocía! ¡Ella era su mejor amiga!
    -Vamos entonces entra.- dijo el hombre.
    Ariadne recordó que el hombre había dicho que las puertas solo se podían abrir por afuera y que por eso la persona que entrara estría atrapada, se dio la vuelta para “entrar” al coche… en eso abrió una de las puertas traseras y comenzó a caminar deprisa, lo hizo para como para ayudar a los jóvenes, y más a Juan Bosco ya que él era el que tenía cara de preocupación.

    -El hombre gritó: ¡¿Qué haces niña?! ¡¿Adónde vas?! Me lo prometiste, no tardaremos! Anda vamos! ¡Los muchachos son buenas personas verás como no te dolerá!, pero Ariadne echó a correr.

    El hombre ordenó q Kevin que fuese por ella.
    Juan Bosco aprovechó para saltar, pero apenas recordó que había dejado su mochila, regresó para recuperarla pero sintió que alguien lo tomó de la muñeca y le dijo.- Vas muy aprisa cretino, tú vienes con nosotros. El sujeto era mucho más fuerte que el joven. Juan Bosco lo escupió y el hombre lo soltó dando un grito. Bosco tomó sus útiles y echó a correr con todas sus ganas y el hombre le gritó algo que él no entendió, vio como casi el auto rojo lo alcanzaba, en eso él dobló en una esquina y pudo escapar.
    Mientras que Kevin no pudo atrapar a la pecosa.

    Juan Bosco llegó a su casa y le contó todo lo ocurrido a su mamá.
    -¡Quiero que tu padre y yo vayamos a hablar con los padres de esa jovencita llamada Ariadne y juntos levantar una denuncia!- dijo su mamá.
    -¿Y a ves por qué no quería platicarte nada, mamá? ¡Solo complicarás las cosas!
    La mujer observó largamente a su hijo. Se acercó a él y lo abrazó. Juan Bosco sintió un nudo en la garganta. Tenía mucha vergüenza, pero a la vez le emocionaba pensar lo que habría ocurrido si sus compañeras hubieran subido al coche (O.O)!
    Agachó la cara y su confusión se convirtió en enojo.}
    -¿Por qué me pasa esto a mi?
    -¿Qué?- dice la mamá.
    -No puedo apartar tanta porquería de mi mente… Sé que es algo sucio pero en una parte me atrae. Me da asco, pero me gustaría ver más. No entiendo lo que me pasa.
    Su madre era una mujer preparada. Aunque tenía estudios de psicología, en uno de los momentos más importantes de su hijo, no sabía que decirle. Acarició la cabeza del adolescente y le comentó en vos baja:
    -Hace poco oí en las noticias que algunas agencias solicitan a muchachas jóvenes para contratarlas como “modelos”, pero al final las internan en trabajos sexuales… también informaron que la pornografía infantil se está convirtiendo en un gran negocio. Los que la venden dicen que no es dañina, pero millones de personas son dañadas por esa basura.
    -Mamá yo no soy un pervertido, pero… lo que acabo de descubrir no entiendo por qué me atrae tanto.
    -Sí, los adolescentes son como náufragos con sed.- dijo la mamá
    -¿Cómo?- preguntó Juan Bosco.
    - Imagina que los sobrevivientes de un naufragio quedan a la deriva del mar. Después de muchas horas el agua les parece muy deliciosa. Quienes la beben, en vez de calmar su sed, la aumentan, al grado de casi enloquecer, y mueren más rápido.
    La pornografía, el alcohol, las drogas, son como el agua de mar. Si quieres destruir tu vida, bébela…
    -No quiero destruir mi vida. ¡Pero sigo teniendo sed!
    -Encuentra agua pura.- dijo su mami.
    -¿Dónde?
    -¡Pide que llueva!
    -¿Cómo?
    -Busca el amor.-respondió la mujer
    -No te entiendo.
    -Me contaste que hay una chava muy linda que te inspira buenas cosas buenas. En sus ojos, en su dulzura.
    Borra de tu mente la pornografía.
    -¡Se dice fácil!- contestó.
    -Hijo, solo el amor cambia la vida. Había una historia donde un buen muchacho fue metido injustamente a una cárcel, sucia, llena de personas enfermas y pervertidas. Cuando el odio se estaba apoderando de él, la hija del rey, llamada Shecid, visitó la prisión. El joven quedó impresionado por su belleza. La princesa se conmovió por las personas de ahí y pidió a su padre que los sacara de ese lugar y le diera una mejor vida, el rey aceptó. Así el muchacho pudo escapar y tratar de conquistar a la princesa, se superó y pudo acercarse un poco a ella.
    -¿Y al final la conquistó?
    -No, Shecid solo fue su inspiración.
    -Qué lástima.- dijo el joven.
    -El resultado fue bueno para él de todos modos. Haz lo mismo aférrate a tu Shecid y olvida la porquería que conociste hoy.
    Se quedó callado por unos segundos y dijo: -Mis amigos dicen que los jóvenes podemos tener un poco de sexo e incluso tomar o fumar sin que lleguemos a pervertirnos. Oí que todo es bueno si se hace moderadamente.
    -No. Eso es mentira. La cerveza, el cigarro, la pornografía… lo que es malo es malo y punto. No puedes jugar con eso ni siquiera “con medida”
    -¿De verdad?- pregunto él.
    -Sí.
    Le dio las gracias a su mamá y se fue a acostar más tranquilo.

    Al día siguiente Juan Bosco se encontraba sentado en una banca del patio principal, levantó la cabeza y de repente sin poder creer lo que veían sus ojos quedó congelado.
    La chica de recién ingreso estaba ahí. A la que él había nombrado en su mente su “princesa”, su “Shecid”. Las manos comenzaron a sudarle y los dedos a temblarle. Dio unos pasos al frente. Tenía que acercarse a ella. Se lo había prometido a él mismo y a su mamá.
    Ella estaba rodeada de personas. ¿Qué es lo que pensaba decirle? Sin saber respuesta se aproximó poco a poco.
    De pronto todo el grupo de muchachos que la rodeaban comenzó a despedirse y la dejándola completamente sola. ¿So…la? El corazón empezó a latirle rápidamente como si se le quería salir del pecho. Nunca la había visto tan de cerca. Era hermosa, más de lo que parecía de lejs.
    -Hola.- dijo tartamudeando.
    -Hola.- respondió mirándolo con un gesto de confusión.
    -¿Son verdes o azules?-preguntó él.
    -¿Perdón?
    -Es que… tus ojos… me llamaron mucho la atención…
    -Son azules. Aunque a veces la luz los hace ver distintos.
    -Oh.- la voz del muchacho sonó insegura pero honestamente preguntó:
    -¿Puedes ayudarme?
    Ella movió un poco las cejas.
    -¿De qué se trata?
    -Se trata de… bueno, hace tiempo que deseaba hablarte… En realidad hace mucho tiempo. Mmm… ¡No sabía que decirle! ¡Tenía que decir algo ya! Sonrió y ella le devolvió la sonrisa.
    -Te he visto declamar dos veces y me gustó mucho.-dijo el muchacho.
    -¿Dos?- respondió confusa.
    -Sí, la primera vez lo hiciste para toda la escuela, y la segunda vez… en mis sueños.- la frase no tenía intención de conquistarla. – Declamas increíblemente. Quiero ser tu amigo.- ¿Por qué no te sientas? Eres una muchacha muy bella y me gustaría conocerte.
    -Vaya que vienes decidido.-dijo ella.
    Movió cabeza, avergonzado. Eso fue un error. Tenía que ser más dulce y suave antes de hablar.
    -¿Por qué no empezamos por presentarnos?- sugirió ella.
    Mi nombre es…
    -Shecid- la interrumpió él.
    -Che… ¿qué? Yo no me llamo así.-dijo ella.
    -Mi madre me contó la historia de una princesa árabe extremadamente hermosa llamada Shecid.
    La joven lo miró unos segundos.
    -¿Cómo dices que se llamaba ?
    -Shecid.
    -¿Así que vas a cambiarme de nombre?
    -Sí porque no quiero que te cases con otro sin saber que yo existo.
    Ella rió y movió la cabeza.
    -¿Siempre eres tan imaginativo?
    -Solo cuando me enamoro.
    Ella seguía riendo y de pronto levantó un brazo y agitó la mano para llamar a otra chica.
    -¡Ariadne, aquí estoy…! –bajó la voz para dirigirse a Juan Bosco y le dijo: -Te presentaré a una amiga.
    El muchacho sintió un poco de miedo y de angustia. La pecosa llegó. Él bajó la cabeza, pero fue reconocido de inmediato.
    -¡Hey! ¿Qué haces con este tipo…?
    La joven se puso de pié asustada.
    -¿Qué te pasa Ariadne?
    -¡Es que no comprendes! ¡Dios mío! ¡No sabes quién es él!
    -Acabo de conocerlo ¿Pero por qué?
    -Es el tipo del auto rojo del que te hablé.
    -¿Del auto roj…?
    -¡Por favor! ¡Ya se te olvidó! ¡El de las revistas pornográficas! A él y otro de la escuela les abrí la puerta creyendo que estaban atrapados, pero me equivoqué. Corrieron detrás de mí para obligarme a subir con ellos.
    -¿Él?
    -Sí.
    -¿Estás segura?
    -¡Claro!
    -No lo puedo creer
    -Eso… tiene una explicación.- dijo Juan Bosco.
    -¿De verdad? ¿Vas a inventar otra historia como la de que me viste en sueños y vas a ponerme el nombre de una princesa? ¡Pero qué te parece el cinismo de este idiota!
    Juan Bosco no pudo hablar. Las miró con ojos de vergüenza. Ellas no lo volvieron a ver, sólo se alejaron…

    Se celebraba el festival de fin de año. Todas las personas se reunieron en la plaza del colegio para presenciar la función. Juan Bosco decidió participar por primera vez e iba a declamar un poema. Lo repasaba a cada instante. Faltaban unos diez minutos para que empezara el show. Sintió deseos de huir. Respiró hondo, luchando contra el pánico.
    Vio a lo lejos a su princesa acompañada con un grupo de amigos y se dirigió hacia ella.
    Shecid!
    -Ella giró la cabeza al reconocer el nombre y miró que el joven se acercaba. Luego decidió ignorarlo.
    -Espérame por favor. Quiero decirte algo.
    Ella enojada dijo:
    -¡No me llamo Shecid! Y ya ¡déjame en paz!
    -Necesito aclarar lo que te han dicho de mí. Te mintieron.
    -¡Solo desaparece de mi vista quieres!
    Un tipo alto y recio se adelantó y se plantó al lado de la chica.
    -¿Oíste? Déjala en paz.-dijo el tipo.
    -Dentro de unos minutos voy a… voy a declamar un poema para ti.
    -No me interesa.-dijo ella y dio la vuelta para alejarse.
    -¡Un momento! ¿Por qué me hablas así? Ni siquiera sabes lo que pasó realmente aquél día.
    La chica se detuvo un instante al escuchar el reclamo, pero al fin decidió ignorarlo y continuó caminando.
    -No te acerques a ella. Estás advertido.- susurró el tipo que la acompañaba.
    -¡Púdrete!-respondió Juan Bosco.

    El acto estaba por comenzar y el maestro de ceremonias anunció su nombre.
    Comenzó a hablar sin fuerza.
    -Con que entonces adiós. ¿No olvidas nada? Bueno, vete. Podemos despedirnos. Ya no tenemos nada que decirnos. Te dejo puedes irte… Aunque no, espera. Espera todavía que pare de llover. Un abrigo de invierno es lo que habría que ponerte… (NOTA: XAVOS Y XAVAS ESTE FRAGMENTO DE POEMA LO TOMÉ DE UN LIBRITO DE POEMAS OKEY PARA LOS QUE PIENSAN QUE LO ESCRIBÍ YO NO ES ASI JEJE)
    De pronto se quedó callado frente al micrófono, sin saber cómo continuar, qué decir, sentía que estaba haciendo el ridículo.
    Alguien del público comenzó a aplaudir y el resto de los estudiantes imitaron el gesto para salvarlo de la penosa escena.
    Caminó rápidamente dirigiéndose hacia los baños queriendo que lo tragara la tierra

    Se encerró en un inodoro y no pudo evitar que las lágrimas de rabia se le escaparan. Recordó lo que dijo: “Dentro de unos minutos voy a… voy a declamar un poema para ti.”Imaginó cómo se estarían riendo Shecid y su enamorado cara de perro.
    Era inútil. Él no servía para declamar, ni para conquistar a una chica. Tenía mucha sed… y el agua pura estaba cada vez más lejos. Se sentía un fracasado… Salió el baño con gesto de amargura.
    CONTINUARÁ...chicos esperen el segundo capítulo!
     
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  2.  
    Kei

    Kei Usuario popular

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    Pluma de
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    +Ayudaría el que espaciaras más, el estar junto le da mala estética.
    +Usamos Guiones largos, (los cortos son para tartamudeos, palabras largas, etc...)
    +Los guiones... de nuevo, hay varias reglas sobre ellos en herramientas de escritores, ¿Por qué te lo digo?, pues... es sobre el uso del punto con el guión, en donde te he dicho lo explican mejor.
    +Las acciones, no solemos ponerles guión, pues se confunde con el dialogo
    +Tal vez al ser el primer capitulo, para atraer lectores sería bueno una sinopsis o un prologo
    +Como siempre le comento a un amigo, no vayas tan rápido, hay algunas cosas que tienes que alentar :3
    ejemplo:



    Ok... supongamos que... alguien lee esa parte y no ha leído el capitulo.
    ¿no crees que es mucho guión sin saber quien lo dice?
    ahora.. con lo de alentar...
    hagamos esto:


    En lo personal, la historia mola y mucho, tiene buena trama pero... creo que hasta luciría más moe si corriges algunas cosas que te he puesto nwn
    Espero no haberte malogrado el día con correcciones xD


    -Kei.
     
  3.  
    keNiezitHa Linda

    keNiezitHa Linda Guest

    Si no hay problema y muchas gracias por tus sugerencias. La verdad es que soy nueva y es mi primera historia. GRACIAS con tu ayuda espero llegar a hacer mejor el siguiente capítulo. :)
     
  4.  
    Kei

    Kei Usuario popular

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    :3 me alegra oírlo, ahora, otro consejo, por ahi debe aparecer un letrero para cambia a comentario", cambia a que es un comentario, si no parecera un capi más, ¿te fijas que dice 2 capitulos?



    Seguro que mejoras :3
     
  5.  
    keNiezitHa Linda

    keNiezitHa Linda Guest

    OK gracias x tu ayuda :)
     
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  6.  
    Niné.

    Niné. .

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    Empiezo con lo técnico:

    *Como ya te lo mencionó la hermosota de Kei, usa el guion largo. ;')
    *Tienes problemas con la narración, todo lo siento muy entrecortado y que pasa rápido, te falta un poco de fluidez en lo que a mi respecta.
    * ¿De qué se trata tu escrito?, ¿de que caricatura, grupo o programa? No sé si el título esté relacionado, pero al menos una persona que ignora esto, no entenderá bien de que se trata tu historia. Aunque, ¿acaso es de un libro? x'D. Algo así recuerdo.
    * Prohibidos los emoticones en el cuerpo del escrito.
    *Por estética, no pongas notas durante el desarrollo del texto, interrumpe la lecura (cosa que concidero molesta.), y pierdes el hilo de la historia.
    * La ortografía en general está bien, sólo faltan algunas comitas.

    La trama:
    Me gustó. A mi parecer tu introducción está bastante bien; te atrapa. Sin embargo, me recuerda muchísimo a algo que seguramente leeí. D:
     
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  7.  
    keNiezitHa Linda

    keNiezitHa Linda Guest

    Sí ya dije que para la próxima continuación ya mejoraré y pues sí es sobre un libro, pero estoy haciendo la historia a mi manera, y pues el título si se relaciona con la historia y si lees la continuación ya lo verás. Muchas gracias por tus sugerencias.
     
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  8.  
    keNiezitHa Linda

    keNiezitHa Linda Guest

    Título:
    Los ojos de mi princesa
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    574
    Capítulo #2:

    Los chicos comenzaron a desalojar el patio. Juan Bosco se mezcló en la multitud y recibió una fuerte palmada en la espalda.

    Te fue fatal declamando ¿verdad? Fue Cristian con su grupo de amigos, dirigentes de vagancias, mientras los demás le sonreían con burlas.

    contestó, pero la próxima vez me irá mejoragregó con voz firme.

    El grupo de jóvenes se alejaba. Juan Bosco debía superarse en la declamación, y también en su vida social. ¡Necesitaba ser aceptado y querido por sus compañeros!

    ¡Espérenme!gritó Juan Bosco refiriéndose al grupo de muchachos—. ¿A dónde van?

    Hoy traigo el coche de mi papá gritó uno de los muchachos del grupo. No me digas que quieres venir.

    ¡Claro! respondió Bosco.

    Los jóvenes corrieron hacia el estacionamiento. Juan Bosco dudó un instante, pero se unió a ellos y nadie lo rechazó.

    Apenas habían entrado al coche negro el conductor aceleró al máximo. Las llantas rechinaron demasiado al patinar en una curva. Todos gritaron, unos por el miedo y otros porque les parecía muy divertido. Juan Bosco permanecía callado.

    En ese instante Cristian distinguió a un grupo de jovencitas caminando en sentido contrario al auto. Juan Bosco se agachó de inmediato al reconocer que entre ellas venía Ariadne y Shecid.
    Al pasar frente a las chicas el chofer tocó la bocina y les gritó:

    ¡Que buenas están, mamacitas!con una voz muy chillona.

    Todos rieron y lanzaron sus piropos más desagradables. Cristian pidió al conductor que regresara y volviera a pasar por donde las chicas, y así fue.
    El auto dio vuelta en U y aceleró para llegar hasta donde iban las chicas, quienes no se percataron de que el auto venía por detrás. La acera era angosta así que Ariadne y Shecid caminaban sobre la calle. El conductor aproximó el coche lo suficiente y disminuyó la velocidad mientras Cristian sacaba medio cuerpo por la ventana. Cuando el auto alcanzó a las chavas, Cristian lanzó un alarido que hizo brincar a las chicas y con la mano bien abierta plantó una buena nalgada a Shecid, quien dio un grito aterrada.
    El auto aceleró de inmediato y las carcajadas se escucharon hasta la calle próxima.

    Juan Bosco estaba lleno de rabia e hundido de la pena en el asiento. No podía creerlo. Sentía como si alguien acabara de agredir a su hermana o a su madre.

    ¿Te asustaste niño cerebrito? No seas ridículo. Demos la vuelta y repitamos la broma, esa chica está buenísima.dijo Cristian.

    Es peligroso comentó el chofer, Mejor busquemos otras.

    ¡Te digo que quiero repetirlo con las mismas! agregó Cristian.

    Juan Bosco no pudo soportarlo más, lleno de cólera dijo:

    Déjenme bajar.

    ¿Qué dices? preguntó uno de losviajeros.

    Todos ustedes son unos imbéciles. respondió Juan Bosco con una fuerte voz.

    ¡Que se baje! opinó uno.

    ¿Qué hago?preguntó el conductor.

    Déjalo bajar.dijo Cristian.
     
  9.  
    Alexlector

    Alexlector Entusiasta

    Aries
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    Tu lo estas escribiendo? por que para decirte la verdad. Solo lo estas copiando de otro libro. de Cuauhtemoc Sanchez
     

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