La plebeya y el príncipe

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Némesis, 5 Marzo 2012.

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    Némesis

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    Escritora
    Título:
    La plebeya y el príncipe
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    407
    Advertencias: OoC, UA, es título nada más es metáfora.

    Dedicado: Mi nueva amiga Penélope.

    La plebeya y el príncipe.
    ─Será mucho pedir que limpien los pisos ─dijo el pequeño ambarino con molestia y altanería en el tono de su voz, miraba con ira a sus sirvientes ordenando con la mirada que se hiciese algo, era un pequeño niño mimado.
    Apenas tenía unos seis años y era un ejemplo claro de lo que eran las palabras, altanero, insoportable, mimado, etc. Vivía en una hermosa mansión, sus padres eran muy ricos, o al menos ahora su madre ya que su padre había fallecido hace un tiempo, él y su hermano, Sesshomaru, eran unos pequeños niños intolerables.
    Sesshomaru contaba con unos 8 años, era el mayor y se lo refregaba en la cara cuando podía a su hermano lo que era un SIEMPRE, pero no había remedio.
    Su madre apenas estaba en casa, así que a Inuyasha y Sesshomaru lo criaban el señor Manake y la señorita Higurashi, la señorita Higurashi era muy amable, pero el señor Manake era un ogro antipático de primera, cada uno vivía ahí junto a sus hijas, ambos eran divorciados, el señor Manake y su hija la pequeña Kikyo vivían como sirvientes la mansión Taisho, y la señorita Higurashi y su dulce Kagome no recibían mejor trato, pero que Bah.
    Como Kikyo y Kagome eran las únicas niñas de la casa, bueno claro está dejando de lado a los Taisho que pasando de antipáticos eran intocables por ser "los amos", jugaban a la traes como siempre, Kagome corría de su mejor amiga Kikyo cuando se topa con el mayor Taisho de golpe haciendo que este se caiga hacia atrás.
    ─Oh por Dios, cuánto lo siento, yo... ─Kagome fue bruscamente tomada del cuello de sus ropas por el peliplateado, que para tener con suerte unos ocho años y ser una cosa petaca tenía una fuerza increíble.
    Continuará...
     
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    Kei

    Kei Usuario popular

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    Es muy facil imaginarse a Inuyasha hablando así.
    xD
    me ha gustado mucho
    me gusta que no sea el tipico "el amo se enamora de la sirvienta a primera vista"
    esta genial
    :D
    Solo que tengo curiosidad...
    ¿Esto es un one shot? -espero y no-
    o es una historia?
    -espero y si!-
    :3


    Un error técnico


    *-* Ya quiero leer más

    -Kei
     
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    Némesis

    Némesis Usuario común

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    La plebeya y el príncipe
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
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    1148
    Hola ¡Vivan las prontas continuaciones! Nah!, sólo tenía tiempo de sobra...

    Advertencias: OoC (?), y UA y RECUERDO el titulo no es nada más que una METÁFORA...

    Dedicado: Cygnus, por ser un buen amigo <3

    Notas de la autora: Espero sea de su agrado...

    Capítulo 1: "Nuevos amigos"
    ─Niña tonta ─aún teniendo a la pequeña azabache del cuello y mirándola con esas orbes de oro que la estaban penetrando hasta el alma dejando más que bien grabado en su interior un claro mensaje.
    "Aléjate de mí"
    Kagome lo miraba con suplica, rogaba que no fuera a hacerle nada porque, si bien Sesshomaru era nada más un enano mocoso de ocho años de edad y eso con suerte, podía ser intimidante a un grado delimitado.
    ─Bájame por favor, te prometo que no me volverás a ver, pero bájame...
    ─Mejor será que cumplas esa promesa, humana inútil él albino bajó toscamente a la chica y se volteó con movimiento rápido dejando que ondeara su melena plateada, así rosando con las puntas de los cabellos la frágil y detallada carita de Kagome, comenzó a caminar perdiéndose en los pasillos adornados a la antigua, con cuadros echos por gente de la cual ya no existe linaje y demás cosas hermosas, Kagome sólo se quedó ahí parada como bruta observando como los cabellos del ojiambar se perdían con la honda obscuridad, aún dando luz, na vez fuera de su alcancé dejó caer su cuerpo quedando de rodillas en el piso de madera, se tomó las ropas y las estiró para verlas, estaban ensanchadas la asombraba y aterraba la fuerza de ese niño presumido al que por mucho vio sólo como un mimado que no movía un dedo sin sirvientes; y ahora que lo vio, de esa manera tan directa fue extraño, sus del color del oro, la hacían temblar, pero acaso eso era bueno o malo, ahora se sentía torpe, debió ponerle los pies en la tierra a ese idiota de una, no esperar a que se hubiese ido para maldecirlo.
    Se puso de pie al mismo tiempo que su hermana de otra madre y otro padre, Kikyo se aparecía y le daba las "traes" a su amiga, la azabache reaccionó y se puso a correr y hacer de cuenta que nada pasó aquí.
    Pasaban los días y a ratos la azabache miraba de reojo y cuando se le daba la oportunidad a ese albino al que por alguna razón perdonó, quería hablar con él con tantas ganas como jamás imaginó, pero una promesa era para ella más sagrado que cualquier otra cosa, y ella dijo que jamás él volvería a verla, por lo que procuraba desaparecer cuando el volteaba, se hacía difícil porque ese mocoso era de movimientos muy rápidos, apenas había un tiempo ínfimo de reaccionar y hacerse el que nuca se estuvo ahí para no ser visto.
    Un día de otoño como cualquier otro Kagome se puso a ayudar a su mamá a recoger las hojas, era un trabajo infinito porque era un jardín enorme, al fin del día ya estaba listo, era un montaña exageradamente grande, de pronto mientras la chica admiraba su trabajo aparece un joven albino vociferando que se lo dejase solo Kagome por un momento pensó que se podía tratar de Sesshomaru y como no tenía una mejor opción se clavó un pique a la pila en la que trabajo su día entero, el albino miró la escena divertido con la torpeza de la niña, se largó a reír enseguida, Kagome atenta se puso a pensar, probablemente no era la persona que mejor conocía al pequeño Sesshomaru Taisho pero él NO reiría así nada más, no haría nada, a lo sumo llamarla estúpida.
    Sacó la cabeza, apenas era una cabecita con cabello azabache desordenado cayéndole hasta más que su misma cara, en medio de todo el montón enorme de hojas otoñales, Inuyasha, el "Misterioso" albino, cayó al suelo riéndose como idiota.
    Kagome se puso de pie y se quedó a distancia respetable viendo como bruta al niño matarse de la risa con el chiste que al parecer era Kagome "la niña que se lanza a los montones de hojas secas y saca la cabeza despeinada".
    ─No te rías de mí ─dijo la pequeña y se sentó en el suelo de brazos cruzados y con un puchero.
    Inuyasha paró de reírse y fue con la chica que parecía una estatua, caminó rodeándola y analizando, de pronto Kagome lo tiró al montón de hojas de improviso.
    ─Bu ─ahora era la pelinegra quien se mataba de la risa, el albino hubiera reaccionado con ira y hubiera echo despedir a cada empleado que hubiera cruzado al menos una palabra con esa niña desagradable, pero en cambio estaba extasiado con esa nueva sensación, diversión, siempre tuvo la arrogante compañía de su hermano y anda más ahora por primera vez estaba entretenido, se puso de pie riendo y tiró a la chica al montón junto con él, se subieron a un árbol y de él se tiraron muchas veces al montón, para la noche estaban los dos dormidos en el montón, muy cansados cayeron como muertos en las hojas secas, los Taisho y la señorita Higurashi los buscaban como diamantes, desesperados por encontrar a sus bellas criaturas, hasta que por fin dieron con ellos, enternecidos con la imagen que proyectaban esos pequeños, Inuyasha tenía a Kagome tomada de la mano y abrazada a él y ella estaba sonriente, parecían los mejores amigos.
    Al día siguiente despertaron en sus respectivas camas y sin desayunar ni saludar a nadie se fueron a encontrar, estuvieron después todo el tiempo jugando, durante mucho tiempo, siempre estaban juntos, eran los mejores amigos, obviamente Kikyo no estaba fuera, jugaba igualmente con ellos siempre, eran tres, los tres mejores amigos, inseparables.
    Continuará...
     
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    razon

    razon Usuario común

    Tauro
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    La verdad, linda, pensé que tu narrativa sería más suspicaz.

    Hay algunas partes que son muy obvias, otras que no tienen importancia y están de más. Trata de describir bien los sentimientos como el dolor que le causo Sesshomaru a Kagome por ahorcarla.

    Aun no se si tu narración me parece simple o simplemente obvia. La narrativa no es uno de tus mejores punto, amiga. Pero eso es fácil de desarrollar.

    Has tenido algunos errores de dedo, nada grave.


    atte: razon


    pd; Esto tiene pinta de un SesshomaruxKagome, probablemente cuando Kagome crezca Sesshomaru se enamore de ella? Y probablemente ella estara constantemente escondiéndose de el. é-é
     
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