La nueva vida de Rin y Kagome

Hola, acá dejo la continuación:

Capitulo 10:

Ellos nos separaran:

— ¿Cómo te fue en la evaluación? —Preguntó Sesshomaru de repente sorprendiendo a Rin.

—Bien, gracias a ti —Contesto Rin con una gran sonrisa.

Mientras seguían caminando, Rin le contaba las cosas que le habían tomado y Sesshomaru solo escuchaba además de buscar algo en su bolsillo derecho del pantalón.

— ¿Qué tanto buscas? —Preguntó Rin algo nerviosa por notar que estaba todo el tiempo revolviendo su bolsillo.

—Toma —Fue lo único que contestó antes de extender una cajita color violeta con bordes dorados.

— ¿Qué es eso? —Volvió a preguntar la muchacha mirando la hermosa cajita.

—Es un regalo, por haber aprobado —Respondió Sesshomaru mientras le tomaba la mano y le dejaba la cajita en ella.

—Gracias —Agradeció Rin tímidamente con un sonrojo muy notorio.

Llegaron a la casa y Sesshomaru se fue a su habitación directamente sin decir nada, Inuyasha y Kagome saludaron y se sentaron en la mesa, mientras que Koga al igual que Rin saludaron y fueron a dejar sus cosas en sus respectivas habitaciones.

— ¿Cómo les fue en el colegio? —Preguntó Izayoi con su acostumbrado tono dulce.

—Muy bien, me saque un ocho —Contestó primeramente Kagome con una sonrisa.

—Yo tengo un nueve —Se burló Inuyasha con una sonrisa triunfante.

—Yo un diez —Contó Rin llegando al comedor.

—Muy bien a los tres —Felicito Izayoi riendo un poco por la reacción de Kagome e Inuyasha al saber la nota de Rin.

—A mi me pusieron un 9 —Agrego Koga mientras se sentaba en su silla.

—Diez —Pronunció Sesshomaru dando a conocer su nota.

—Muy bien ambos —Los felicito Inu llegando a la mesa.

Cuando ya todos estaban sentados Izayoi como de costumbre sirvió los alimentos a cada uno y empezaron a comer en silencio, luego Kagome y Rin empezaron a contar todo lo que habían hecho en el colegio, acompañado por algunos comentarios de Inuyasha y Koga.

Ya por la tarde Rin se dirigió a la habitación de Sesshomaru, este le abrió y la dejó pasar, estuvo todo el día intentando explicarle los temas de biología. Por su parte Inuyasha intentaba explicarle a Kagome por que debían aprender a hablar el inglés, y Koga estaba escuchando la pelea entre ambos, Izayoi simplemente se reía por lo bajo mientras miraba la escena. Inu no se encontraba en la casa ya que estaba trabajando en su empresa.

— ¿Entiendes? —Preguntó Sesshomaru mirando fijamente a Rin.

— Sí —Contestó la aludida con una gran sonrisa.

— Entonces ahora intenta hacerlo sola —Sugirió Sesshomaru pasándole el lápiz.

— De acuerdo —Dijo Rin tomando el lápiz muy decidida.

Pasaron cinco minutos y aún no terminaba, pasaron diez minutos pero seguía igual, pasaron veinte minutos y Sesshomaru empezaba a creer que ella no lo había entendido.

— ¿Terminaste? —Preguntó Sesshomaru luego de cuarenta minutos de haber empezado el ejercicio.

— Aún no —Respondió la aludida muy concentrada en lo que hacía.

Pasó media hora más y aún no lo terminaba, Sesshomaru ya se había cansado de esperar y le dijo que lo haría él, Rin se negó a la oferta y prosiguió con lo que hacía. Así otra media hora asó y el pobre chico se aburrió de tanto esperar, como se encontraba recostado en su cama se quedó dormido.

— Terminé —Avisó Rin victoriosa con una gran sonrisa en su rostro, ya había pasado luego de una hora y cincuenta minutos de esfuerzo. Pero al ver que Sesshomaru se había quedado dormido sonrió y se recostó sobre el escritorio.

Cuando él despertó vio a Rin recostada sobre el mueble, se levantó para observarla de cerca, tenía una gran sonrisa en su rostro, al mirar la hoja vio que el ejercicio estaba terminado y para su sorpresa estaba muy bien hecho. Terminó de revisar lo que Rin tanto se había esforzado por realizar para luego quedarse mirándola, luego de unos minutos la tomó en brazos y la recostó sobre su cama.

Mientras tanto Kagome e Inuyasha habían dejado de discutir hacía rato, se encontraban jugando en el patio junto con Koga. Pasadas las ocho de la noche llegaron Inu e Izayoi, ella cocino y llamaron a todos para comer. Sesshomaru despertó a Rin la cual seguía dormida, luego bajaron a comer con el resto. Al terminar cada uno se fue a su habitación.

Al día siguiente todos se dirigieron al colegio. Rin y Kagome tendrían un nuevo compañero de nombre Yuki Kagami.

— Hola, mi nombre es Kagami Yuki —Se presentaba el muchacho de cabellos naranjas, largo hasta media espalda, ojos color rojizos sangre y de alta estatura.

— Puede sentarse a un lado de la señorita Rin Higurashi —Avisó el profesor mientras señalaba el que sería su lugar.

— Hola —Saludo Yuki a Rin mientras se sentaba en el lugar indicado.

— Hola mucho gusto, mi nombre es Rin —Se presentó la aludida con una gran sonrisa.

La hora de clase pasó bastante rápido, ya era la hora del receso y el nuevo le había pedido a Rin que le enseñara el colegio, ella aceptó y empezaron su recorrido. Cuando terminaron de recorrer el lugar tocó el timbre indicando la hora de volver al salón. A las tres en punto el timbre volvió a sonar para avisar que ya podían retirarse.

— Rin, ¿Por qué no lo llevas a recorrer la ciudad? —Preguntó Kagome con una gran sonrisa, ya que se había enterado de que el no conocía nada sobre Tokio.

— Es una buena idea, ¿Quieres ir Yuki? —Respondió emocionada mientras le preguntaba a su compañero de banco que le parecía la idea.

— Claro —Contestó Yuki con una sonrisa divertida.

Al salir del colegio Sesshomaru los estaba esperando, Inuyasha y Koga también ya se encontraban fuera. Ellas llegaron junto con Yuki a donde se encontraban ellos y empezaron a caminar, mientras Rin presentaba a Sesshomaru, Inuyasha y Koga con Yuki.

— Iré a mostrarle la ciudad —Contó Rin a Sesshomaru con una felicidad enorme.

— ¿Ahora? —Preguntó el aludido con cierto interés en el tema.

— Sí —Contestó únicamente mientras le sonreía nuevamente.

A Sesshomaru le empezaba a hervir la sangre, recién le conocía y le daba mala espina, además no le agradaba la idea de que Rin se fuera sola con él por ahí. Para que no se diera cuenta de su enojo se hiso el desinteresado y empezó a caminar más rápido, llegaron a una parte en la que se separaron, Yuki y Rin se dirigieron al parque y el resto a su casa.

Mientras recorrían la ciudad se contaban cosas sobre el otro para conocerse mejor, se estaban llevando muy bien. Cuando pasaron por una heladería se detuvieron y entraron a comprar un helado, al salir Rin desafortunadamente vio algo que hubiera deseado no ver, Sesshomaru estaba con una muchacha, se le hacía conocida pero no podía recordar quién era.

— Ya lo recordé —Habló Rin repentinamente con tristeza— Ella es…

Hasta acá el capitulo 10 :) espero les haya gustado. Espero sus opiniones y/o críticas.
Saludos..

 

Capitulo 11:
Más celos:

— Ya lo recordé —Habló Rin repentinamente con tristeza— Ella es Kagura —Susurro Rin con una expresión bastante triste y sorprendida, sus ojos comenzaron a aguarse sin explicación alguna y antes de que Yuki dijera algo ella ya se había ido corriendo.

Yuki quedó completamente sorprendido ante la reacción de Rin, no entendía su comportamiento hasta que miró hacia donde ella había estado viendo antes de salir corriendo, en ese momento el empezó a correr por donde su nueva amiga se había ido anteriormente.

Rin seguía corriendo y corriendo sin rumbo fijo, solamente corría sin ver el camino ya que sus ojos llenos de lagrimas contenidas no le dejaban ver bien, luego de unos pocos minutos empezó a cansarse estaba a punto de empezar a parar de correr, pero de repente sintió un gran golpe en su cuerpo y en un instante se encontraba tirada en el suelo.

— Lo lamento, ¿Te encuentras bien? —Preguntaba la voz de un muchacho extendiéndole la mano para ayudarla.

Rin estaba con los ojos cerrados aún limpiándose las lágrimas con sus manos, hasta que abrió los ojos y pudo observar a un chico bastante alto de ojos marrón, cabellos medianos, atados en una coleta color castaño medio, llevaba uniforme de colegio, el cual disponía de una camisa blanca con corbata negra, un chaleco gris y un pantalón igualmente gris y zapatos negros.

— Gra… Gracias —Agradeció Rin mientras tomaba la mano del el chico y él la ayudo a levantarse.

— Siento haberte chocado —Se disculpaba nuevamente el muchacho.

— No fue tu culpa, iba distraída —Intentó disculparse ella también.

— ¿Ibas llorando? —Preguntó el chico castaño mirándola a los ojos los cuales estaban algo húmedos y rojizos.

— Sí —Respondió Rin tímidamente agachando la cabeza.

— ¿Puedo saber la razón? —Volvió a preguntar el chico.

— Prefiero no hablar de ello —Contestó con tono triste.

— De acuerdo —Dejó de insistir— Me llamo Kohaku Hiraikotsu ¿Y tú? —Se presentó el muchacho para luego preguntar su nombre.

— Soy Rin Higurashi —Se presentó igualmente ella con una pequeña sonrisa en el rostro.

— ¡Riiiiiiiiiiiin! —Se escuchaba a lo lejos el grito de un muchacho llamándola.

En ese momento recordó que antes de salir corriendo ella estaba con Yuki y lo había dejado solo. Cuando él llego hasta ellos Rin se disculpó por salir corriendo sin explicación alguna, y luego se despidió de ambos chicos y se fue corriendo nuevamente sin dar explicaciones.

Al llegar a su casa Kagome estaba esperándola ansiosamente sentada en el sillón junto a Inuyasha quien no parecía de buen humor, un poco más lejos estaba Koga con una sonrisa y Sesshomaru se encontraba parado en la entrada de la cocina. Cuando Rin vio a este último las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos, entró a la casa cerrando la puerta tras de sí, para luego echar a correr hacia las escaleras que la llevarían a su habitación, pasó por al lado de Sesshomaru y él pudo notar que estaba llorando.

Cuando Rin ya estaba en su habitación cerró la puerta y se tiró en su cama regañándose a sí misma por llorar por cosas como esa.

— ¿Qué era lo que esperaba? Él es mi hermano ¿Por qué me siento así? —Todas esas preguntas atormentaban su mente y no la dejaban en paz.

Mientras ella se regañaba mentalmente no se dio cuenta de que abrieron la puerta y que había alguien detrás suyo.

— ¿Qué ocurre? —Escuchó la voz de Sesshomaru, mientras ella caía de la cama por el susto.

— ¿Qué…Qué quieres? —Tartamudeó un poco por estar nerviosa.

— Quiero saber lo que te ocurre, estás llorando —Sesshomaru se notaba muy preocupado por ella, pero cuando Rin estaba por contestar entró Kagome en la habitación.

— ¿Qué hacen ambos aquí? —Preguntó la recién llegada, la cual al ver que su gemela lloraba se enojó mucho— ¿¡Qué le hiciste a Rin!? —Gritó enojada mirando con rabia a Sesshomaru.

— Descuida, no fue su culpa —Intentó defenderlo sin razón alguna, sabiendo que él si era el culpable.

— ¿Entonces qué ocurre? —Preguntó Kagome preocupada.

— Nada hermanita, estoy bien —Respondió la aludida secando la lágrimas que aún estaban en sus ojos e intentando sonreir.

— Si tú lo dices —Dijo la de ojos chocolate no muy convencida.

— En dos días nos vamos de vacaciones —Informó Sesshomaru antes de salir del lugar.

— ¿¡Qué!? —Gritó Rin sorprendida por la noticia— ¿Cuándo pensabas avisarme? —Preguntó mirando a Kagome la cual agacho la cabeza.

— Cuando llegaste, pero saliste corriendo hacia aquí —Le relató Kagome apenada.

— Oh, entiendo… Lamento haberme comportado así —Se disculpó por sus actos para luego empezar a llorar nuevamente.

— ¿Qué ocurrió? —Preguntó Kagome con un tono algo materno.

— Estaba con Yuki tomando un helado, y cuando salíamos de comprarlo vi a Sesshomaru con Kagura… Y… Me puse triste —Confesó Rin mientras era escuchada atentamente por su gemela.

— Así que si fue su culpa —Comentó la otra con un tono enojado.

— No del todo, él puede salir con quien quiera, no debe de ser de mi incumbencia —Admitió su culpa ante la situación.

— Entiendo, pero no te preocupes, estoy segura de que no tiene nada especial con esa chica —Intentó calmarla y animarla para que dejara de llorar.

— ¿Me lo prometes? —Preguntó Rin dejando de llorar un poco.

— Sí… Ahora si me disculpas debo ir a hablar con Inuyasha —Mencionó antes de retirarse.

Rin dejó de llorar y buscaba su ropa hasta que escuchó que nuevamente abrían la puerta, creyó que era Kagome así que no le dio importancia hasta que nuevamente escucho la voz de Sesshomaru detrás suyo haciendo que volviera a caer al suelo, esta vez golpeándose también con la cama.

— ¿Estás bien? —Preguntó Sesshomaru preocupado por su caída.

— Sí, no te preocupes —Contestó Rin con una sonrisa fingida levantándose del suelo— ¿Qué necesitas?

— ¿Por qué no me dijiste que estabas enojada por verme con Kagura? —Preguntó con enojo ante el comportamiento de la chica.

— ¿Cómo sabes eso? —Preguntó ella igualmente enojada— ¿Estuviste escuchando mi conversación con Kagome? —Volvió a preguntar más enojada ya que él no le respondía.

Sesshomaru no tenía escusa alguna, era demasiado orgulloso para admitir que se preocupaba por ella pero tampoco quería que ella estuviera enojada.

— Sí, estoy enojada por eso, no sé la razón del enojo pero… Tienes derecho a estar con quien quieras así que no te preocupes por mí —Admitió Rin.

Sesshomaru se quedó callado y no respondió nada, no porque no supiera que decir si no que tenía tantas cosas para decirle que si decía algo demás ella lo malinterpretaría. Se quedaron conversando temas triviales hasta que Rin se levantó de su cama, que era donde ella se encontraba sentada mientras que él se encontraba sentado sobre la cama de Kagome.

— Debo bañarme —Dijo Rin mientras se dirigía nuevamente al armario para tomar la ropa que había buscado anteriormente.

El armario después de tantos años seguía siendo muy grande para su estatura, entonces para buscar una remera, que era lo único que le faltaba, debía subirse en uno de los estantes y luego subir al otro donde estaba lo que ella quería, cuando llegó a subir empezó a buscar pero vio una araña que la asustó mucho lo cual hiso que retrocediera y callera de donde ella se encontraba….

Terminé la continuación :3 espero les guste, y dejen sus comentarios, perdón por no haber avisado de la conti anterior :( no tuve tiempo.
Saludos.. (por cierto, tengan en cuenta que Rin está a dos metros y medio del suelo -tienen un armario enorme- si se golpeara la cabeza con la cama probablemente moriría)

 

Holaaa!! Perdón por la tardanza en subirlo, pero acá está :) Espero lo disfruten:

Capitulo 12:

Mientras tanto Kagome tenía una conversación con Inuyasha sobre las cosas favoritas de cada uno, en poco tiempo sería el cumpleaños del muchacho por lo que ella necesitaba información para saber que regalarle.

— ¿Cuál es tu color preferido? —Preguntó Kagome mientras estaba lista para anotar la respuesta.

— El rojo —Respondió Inuyasha con una sonrisa.

— ¿Qué están haciendo? —Preguntó Koga acercándose a donde ellos se encontraban.

— Le estoy haciendo preguntas para… —No acabó de hablar ya que Inuyasha la interrumpió.

— ¡A ti que te importa! No es de tu incumbencia… Vámonos Kagome —Empezó a gritar Inuyasha para luego tomarla de la mano y llevársela literalmente arrastrando.

— ¿Por qué hiciste eso? —Preguntó la chica levantándose del piso con reproche.

— Khe, no entiendo porque eres tan buena con él —Se quejó Inuyasha.

— Ooh, ¿Estás… celoso? —Preguntó Kagome con burla.

— ¿¡Cómo piensas eso!? Claro que no, ¿porque estaría celoso de una niña fea como tú? —Cuando acabó de gritar Kagome ya le estaba pegando un puñetazo en la cabeza con algunas lágrimas en los ojos y empezando a correr para las escaleras.

— ¡Espera Kagome! —Gritó apenado mientras iba tras ella.

Cuando ella acabó de subir las escaleras escucho un ruido muy fuerte contra el piso que provenía de su habitación y fue corriendo hasta allí, ¿Cuál fue su sorpresa al ver a Sesshomaru tirado en el piso con su gemela encima de él?

— ¿Qué ocurrió? —Gritó preocupada la recién llegada ayudando a Rin a levantarse.

— ¡Sesshomaru! —Gritó a su vez Rin viendo como el muchacho la había salvado.

— ¿Estás bien? —Preguntó con voz algo débil el aludido.

— Sí, gracias —Respondió Rin con lágrimas en los ojos mientras se agachaba y lo abrazaba con mucha fuerza.

— ¿Te encuentras bien? —Preguntó Kagome a Sesshomaru con preocupación.

Sesshomaru no respondió nada y Kagome se dio cuenta de que estaba siendo completamente ignorada, y que además estaba interrumpiendo esa hermosa situación.

— ¿Estás bien? —Preguntó Rin entre sollozos separándose de él.

— Sí —Respondió mientras la atraía hacia su cuerpo nuevamente haciendo que ella no pudiera soltarlo.

Rin al principio se sorprendió un poco por su actitud, pero luego decidió no decir nada y quedarse de esa manera tan agradable, estuvieron así por una larga media hora hasta que ella le recordó donde estaban y Sesshomaru por fin la soltó. Rin buscó unas vendas para vendarle a su salvador donde le había quedado todo rojo y algo de sangre.

Luego de todo eso Rin se fue a bañar dejando a Sesshomaru en su cama para que descansara, mientras se bañaba le latía muy fuerte el corazón al recordar esa situación. Inuyasha le pidió disculpas a Kagome por lo que le había dicho y esta le perdonó, se pusieron a estudiar y Koga se les unió esta vez sin ser ahuyentado por el otro muchacho.

Mientras tanto Sesshomaru en la habitación de las gemelas dormía plácidamente, se había olvidado de donde se encontraba y se había dormido. Rin al terminar de bañarse se vistió, y fue a su habitación a ver como estaba “su salvador”, muy grande fue su sorpresa al ver que él seguía ahí y más aun, se encontraba durmiendo. La muchacha se adentró en la habitación cerrando la puerta tras de sí, sin hacer mucho ruido se acercó a él y se quedo mirándole por un buen rato, estuvo de ese modo por minutos y el no mostraba señales de estar despierto. Por su cabeza pasó un pensamiento muy extraño, darle las gracias de alguna manera, pero más se sorprendió al imaginar la manera en que lo haría, lo único que se le ocurrió fue besarlo, y sin darse cuenta eso fue lo que hiso, de un segundo para otro ella ya lo estaba besando, sus labios ya estaban posados sobre los de él. En ese momento Sesshomaru abrió los ojos sorprendido y al verla los volvió a cerrar correspondiendo a ese beso.

Kagome como siempre en mal momento entró a la habitación sin hacer ningún tipo de ruido, pero al verlos salió corriendo silenciosamente dejando la puerta entreabierta. Inuyasha la encontró corriendo escaleras abajo mientras el subía tranquilamente, ella no se dio cuenta de su presencia y siguió corriendo mientras que el chico estaba en su mundo y chocaron cayendo de las escaleras, rodaron los cinco últimos escalones que quedaban y cayeron en seco al suelo con Inuyasha de espaldas y Kagome encima de él. Ambos se miraron por tres largos minutos hasta que ella recordó lo que había visto en su habitación y temió que ocurriera lo mismo con Inuyasha y ella, se levantó del susto y salió corriendo hacia el patio, pero allí se encontró con Koga el cual estaba llendo a la puerta y se lo llevó por delante volviendo a caer al suelo esta vez con el pelinegro.

— Kagome, ¿Te encuentras bien? —Preguntó un muy preocupado Koga mientras se levantaba y la ayudaba a ella para que también se levantara.

— S-sí —Tartamudeo ella con miedo.

— Estás mintiendo, ¿Qué te ocurre? —Afirmó el muchacho para luego preguntar.

— ¡Sesshomaru y Rin se estaban besando! —Soltó en un grito repentino asustando un poco a Koga.

— ¿¡Qué!? —Gritó exaltado y algo preocupado.

— Eso —Contestó Kagome mientras se arrodillaba en el suelo.

Mientras ellos hablaban Rin y Sesshomaru seguían en la habitación, ya se habían separado pero se habían quedado mirando, hasta que Rin cayó en cuenta de lo sucedido y su expresión dejó de ser serena y tranquila para pasar a una preocupada.

— ¿Qué ocurre? —Preguntó Sesshomaru al notar su cambio de expresión.

— No debí hacer eso, eres mi hermano ¡esto está mal! —Empezó a hablar en tono bajo para terminar en un grito adolorido.

— No eres mi hermana, no eres nada mío, legalmente no lo eres, porque en primer lugar no te podían adoptar, legalmente deberías vivir con tus tíos no con nosotros —Le explicó él para calmarla.

— Pero aun así está mal —Repitió ella mientras se alejaba de él.

En cuestión de segundo ella ya se encontraba en la puerta y por salir de la habitación antes de que él pudiera pronunciar palabra Rin ya se había ido, Sesshomaru luego de unos minutos de reflexión se levanto y salió de la habitación de las niñas para dirigirse a la propia.
Rin bajo las escaleras apresuradamente para poder hablar con Kagome y al verla gritó.

— ¡Kagome! —La llamó mientras corría hacia a ella.

Pero notó algo raro, su gemela no la miraba como lo hacía siempre, entonces frenó en seco para ver como ella estaba llorando y mirándola un poco enojada.

Acá termina espero les haya gustado, perdón por hacerlo tan corto, pero prometo subir el 13 en poco tiempo :) Chau.. Saludos..

 

Hola! Perdón por tardar tanto en subir el capi. Pero por fin, acá está, bastante largo como lo pidieron ;) Gracias por los comentarios que me dieron.
Sin más el tan esperado capitulo 13:


Capitulo 13:
Los celos vuelven a atacar!:


— ¿Qué ocurre Kagome? —Preguntó Rin preocupada mientras se acercaba a ella.

— ¡No te acerques! —Gritó Kagome llamando la atención de Izayoi e Inu que acababan de entras a la casa.

— ¿Ocurre algo niñas? —Preguntó la mujer preocupada por las gemelas ya que parecían estar peleando, algo que nunca había pasado antes.

Como si ella estuviera pintada, las gemelas Higurashi siguieron con su discusión.

— Lo viste ¿Verdad? —Preguntó nuevamente Rin refiriéndose al beso que le dio a Sesshomaru, pero al ver que ella no respondía y solo bajaba la mirada dedujo la respuesta rápidamente— ¡No era mi intención! Lo lamente hermanita… No debí hacer eso —Se disculpó mientras se acercaba más hacia su hermana para abrazarla.

— Pe… Pero… ¿Por qué no me contaste nada? —Preguntó la de ojos chocolate con algunas lágrimas en los ojos.

— Lo lamento, fue algo del momento —Contestó rodeándola por los hombros para quedar abrazada a ella mientras también empezaba a llorar.

— Oigan, ¿Me están escuchando? —Preguntó Izayoi nuevamente para ver si ahora si le prestaban atención.

— Sí, lo lamentamos mamá, no ocurre nada —Dijeron ambas al unisón con una nueva sonrisa mientras se secaban sus lágrimas y salían corriendo hacia el patio en el que solían estar con Inuyasha.

Al pasar la puerta, los recién llegados se miraron por segundos para luego girarse hacia Koga y empezar a interrogarlo, mientras que él no sabía que haces. Las niñas por su lado estaban conversando felizmente, sentadas en un banco que habían puesto recientemente.

— Cuéntame, cuéntame —Decía Kagome ya del todo bien, sin rastro de lágrimas.

— Bueno, el estaba dormido cuando llegué a la habitación, y me senté a su lado, quería agradecerle por haberme salvado y… —Relataba Rin mientras su gemela la escuchaba atentamente con una gran sonrisa.

Inuyasha por su lado había salido de la casa, se dirigió a un parque que se encontraba completamente vacío. Se sentó en la hamaca y empezó a balancearse lentamente mientras pensaba en lo mal que había tratado a Kagome. Sumido en sus pensamientos no escucho como alguien se le acercaba por el costado hasta que la persona le tocó el hombro.

— Hola —Habló un muchacho de cabello negro y ojos igualmente negros, de su altura y su misma edad, estaba vestido con un jean gris claro y una remera larga de mangas cortas y color azul combinando con unas zapatillas igualmente azules.

— ¿Quién eres? —Preguntó Inuyasha mientras lo miraba de mala manera.

— Mi nombre es Miroku Houshi —Se presentó el muchacho con una sonrisa— ¿El tuyo?

— Inuyasha Taisho —Respondió el peli-blanco sin muchas ganas.

— De acuerdo Inuyasha, y dime ¿Por qué estás tan desanimado? —preguntó Miroku con mucha confianza como si se conocieran de toda la vida.

— ¡No es tema tuyo! ¡No sé ni quién eres! —Le gritó con furia mientras se ponía de pie y empezaba a caminar.

Miroku igualmente se paró y lo empezó a seguir.

— Entonces, ¿No me recuerdas? —Preguntó mientras lo frenaba poniendo la mano nuevamente en su hombro.

— ¿Recordarte? No sé de que hablas, nunca te había visto en mi vida —Le respondió irónicamente mientras se volteaba.

— Verdaderamente no me recuerdas ¿eh?, solíamos jugar juntos de pequeños, cuando teníamos cuatro años, antes que yo me mudara a Kioto, ¿Ahora recuerdas? —Intentó recordarle.

— ¡Oh! ¡Miroku! —Gritó emocionado mientras quedaba con mucha sorpresa en su expresión.

— ¡Y recién te acuerdas! Éramos mejores amigos y ¿te habías olvidado de mí? Que mal amigo —Pregunta con tono enojado y a la vez haciéndose el enojado.

— Lo lamento, me tomaste en un mal momento —Se disculpó Inuyasha.

— ¿Mal momento? ¿Ocurrió algo malo? —Preguntó Miroku algo preocupado.

— Me peleé con Kagome —Contestó agachando la cabeza.

— ¿Quién es Kagome? —Preguntó nuevamente esta vez intrigado.

Inuyasha empezó a relatarle todo lo ocurrido, mientras que Miroku le escuchaba muy atento, pasaron toda la tarde juntos, tenían tantas cosas que contarse, después de todo hace ocho años que no se veían. Miroku hacía apenas una semana había vuelto, y había pasado todos esos siete días buscando su casa, pero no recordaba bien donde era, y su madre tampoco lo sabía puesto que había pasado ya mucho tiempo y además ya habiéndose acostumbrado a Kioto, no recordaba nada acerca de Tokio.
Entre charla y charla se hizo de noche e Inuyasha le invitó a ir a cenar a su casa, Miroku aceptó después de haber hecho un pequeño llamado a su madre para ver si le dejaba ir. Cuando llegaron Izayoi e Inu se sorprendieron mucho, no se esperaban su visita, pero lo recibieron muy bien, conoció a Kagome, a Rin y a Koga, todos se llevaron muy bien y mientras la señora Taisho cocinaba ellos estaban en el patio trasero conversando riendo y jugando. Sesshomaru por su lado estaba en su habitación escuchando música.

Cuando la cena estuvo lista Inu llamo a todos a la mesa, y empezaron a comer, Rin y Sesshomaru debes en cuando se miraban y todos quedaban completamente extrañados ya que al estar ellos observándose el ambiente tan alegre y familiar que había se cambiaba por uno muy extraño, lleno de secretos y conversaciones, también peleas de miradas debido a que Kagome e Inuyasha seguían un poco enojados por lo ocurrido varias horas antes.

Al retirarse Miroku de la casa para ir a la propia Rin se fue a su habitación mientras Kagome peleaba con Inuyasha, y Koga ayudaba a Izayoi a levantar la mesa, Sesshomaru subió las escaleras y entró en la habitación de las gemelas sin tocar. Inu se fue al tercer piso y entro a la biblioteca mientras empezaba a buscar un libro que quería leer.

— ¿Qué haces aquí Sesshomaru? —Preguntó Rin mientras abría el armario para sacar la ropa que se pondría al día siguiente.

— Vine a hablar contigo, no puedes seguir enojada —Contestó Sesshomaru con su acostumbrado tono sereno.

— No estoy enojada, es solo que… Estoy algo confundida —Habló la muchacha mientras sacaba su uniforme y se dirigía a dejarlo en el perchero.

— ¿Por qué? —Preguntó el aludido.

Siguieron conversando, y esta vez Kagome no los interrumpió ni entró a la habitación, sino que entro en la de Inuyasha con el cual ya se había arreglado y se pusieron a hablar de temas triviales dándole tiempo a Rin para que terminara de hablar con su posible primer novio.

Pasaban días y días, Rin y Sesshomaru no habían quedado de novios, pero tampoco seguían como ese día, hablaban normalmente y se trataban como si nada hubiera pasado. En cambio Kagome e Inuyasha se acercaban cada vez más estrechando lazos cada vez más fuertes. Koga había conocido a una chica llamada Ayame, de ojos claros y pelo rojizo y una personalidad que a él le encantaba, había empezado semanas después de la cena con Miroku, el cual parecía ya conocer a esta chica por haber vivido también en Kioto. Este último nombrado se pasaba casi todas las tardes en casa de los Taisho, ya que en la suya nunca había nadie y se aburría demasiado estando solo, su madre trabajaba todo el día y no tenía padre ya que este había fallecido cuando él tenía dos meses de nacido, su madre lo había criado sin ayuda de nadie, por lo tanto el tubo que aprender a ser independiente de otros porque su madre necesitaba trabajar.

Habían pasado ya cuatro años de todo esto, Rin, Kagome y Koga ya tenían 15 años y estaban por entrar en la preparatoria. Por su parte Inuyasha y Miroku ya tenían 16 y hacía un año y habían entrado a ese colegio, estaban en una competencia de haber quién recibía mayor número de declaraciones por partes de chicas, ya que ambos eran muy populares entre las mujeres. Sesshomaru ya había terminado y entrado a la universidad de Tokio hacía un año, le iba muy bien y también era bastante popular, más de la mitad de las mujeres de ese lugar ya se le habían declarado siendo rechazadas por él, no había ni una sola que le llamara la atención, claro él ya se encontraba enamorado de una chica, la cual era hermosa e inteligente ante sus ojos y lamentablemente cuatro años menor que él, además de que ella vivía en su casa y sus padres no aprobarían su relación por ser algo así como hermanos.

Fuera de la preparatoria, en el jardín de esta durante el receso se podía distinguir a una bella muchacha de quince años ojos color negros, y un muchacho de cabellos naranjas, estaban conversando muy alegremente sentados en un banco y con los codos sobre la mesa donde también se encontrabas sus almuerzos.

— Cuéntame Rin ¿cómo te ha ido? —Hablaba Yuki con ella después de tanto tiempo.

— Muy bien, hace tanto que no nos veíamos, han pasado cuatro años ¿verdad? —Respondió para luego empezar a recordar el día en que se conocieron.

— Así es, luego de ese día no nos volvimos a ver —Recordaba también mientras tomaba un sorbo de su jugo— Dime ¿Sigues saliendo con Kohaku? —Preguntó el muchacho dejando a Rin completamente helada.

— Él no era mi novio, nunca lo fue, además después de esa salida no lo volví a ver, empezó a faltar al colegio y luego me llegó la noticia de que se había mudado a América, creo que a México o por ahí —Le contó tomando uno de sus onígiris, que había preparado muy apurada por la mañana, y empezó a comerlo.

— Entiendo, a veces pasa —Comentó Yuki mientras miraba hacia el cielo.

Mientras ellos conversaban Kagome se encontraba en un pasillo al lado de una máquina para comprar un jugo, la cual no tomaba la moneda que ella quería poner. Entonces Inuyasha que pasaba por ahí junto a Miroku, colocó una moneda de más valor que la que ella tenía, y la máquina la tomó sacando el jugo anteriormente seleccionado por la muchacha, él se agacho y tomó la cajita en sus manos y se lo colocó en las de ella.

— Ten —Pronunció al dejarla en sus manos.

— Gracias Inu —Agradeció Kagome con una sonrisa y algo sonrojada.

— Hola Kagome —Saludó Miroku con una sonrisa y sacándolos del momento tan sentimental.

— Hola Miroku, ¿Cómo te va? —Saludó devolviéndole la sonrisa.

Empezaron a conversar y así estuvieron durante todo el receso ya habiéndose dirigido al comedor para tomar su almuerzo allí.

Koga por su lado se pasó todo el receso hablando con Ayame la cual también asistía a esa preparatoria.

Sesshomaru estaba solo sentado en una de las escaleras con la mirada totalmente perdida mientras pensaba en Rin y lo que podría llegar a estar haciendo en ese momento, estaba tranquilo hasta que por su mente pasó una imagen de ella con otro muchacho entonces se levantó y fue a su salón rápidamente para sacar ese pensamiento de su mente, durante la clase no se podía concentrar, ese pensamiento lo seguía atormentando. Entonces sin hacer mucho ruido se paró y salió del salón para luego dirigirse a su casa a esperar a que llegaran los otros.
Al escuchar que abrían la puerta se giró a mirarla para ver si era la persona que el esperaba. Entraron primero Inuyasha y Kagome a los pocos segundos entraron Koga y Miroku y luego de ellos pasó Rin con otro chico al que él no conocía. En el momento que vio como Rin lo tomaba de la mano para que pasara, se levanto como impulsado por un resorte y caminando hacia la puerta salió y la cerró de un fuerte portazo dejando a todos muy extrañados ya que eso nunca había pasado.

Sesshomaru empezó a caminar sin rumbo, cruzaba las calles sin ver y varias veces le tocaron bocina, llegó a un parque y allí se quedó sentado en una banca que había a un lado del sendero. Se sentía tonto por pensar que ella lo quería a él y a nadie más, ahora se encontraba muy deprimido y pensativo, algo que no le había pasado nunca excepto por aquella vez que Rin le besó hacía cuatro años atrás.

En la casa Taisho todos estaban divirtiéndose conversando, tomando té y comiendo pastel de chocolate. Pero Rin no la pasaba tan bien, estaba muy preocupada por Sesshomaru así que salió a buscarlo, no le preocupo en nada que Yuki recién conociera al resto ya que se estaba llevando muy bien con todos.

Empezó a caminar sin saber dónde buscar, camino y camino recorriendo todos los barrios más cercanos y alrededores, pero no estaba en ningún lado, pensó que tal vez estaría en casa de algún amigo pero entonces recordó que al que buscaba era Sesshomaru, nunca iría a la casa de un “amigo” por estar enojado o lo que fuere que le ocurriera. Entonces siguió buscando por todo el centro de la ciudad, hasta que vio a una persona de cabellera blanca sentado en la banca de una placita, no era un lugar muy conocido ni tampoco frecuentado, por lo tanto supuso que esa persona debía ser él, porque seguramente estaba buscando un lugar pacífico y así terminó en ese pequeño parque donde solo habían algunos niños jugando.

Se acercó lentamente y sin hacer ruido para poder tomarlo por sorpresa. Mientras tanto Sesshomaru pensaba en que haría ahora, la verdad no tenía ganas de ir a su casa, ya que vería a Rin y a ese chico inevitablemente, entonces pensó en ir a la casa de Kagura, ella vivía sola y siempre lo estaba invitando a que fuera, ahí podría estar en paz y tal vez ella podría decirle que hacer, pero descartó la idea al recordar que esa chica estaba saliendo con uno de sus compañeros, Naraku Minero, seguramente él estaría ahí, y si se atrevía a interrumpir un momento especial entre ellos, Kagura se las tomaría contra él. Mientras pensaba todo esto sintió como alguien tocaba su hombro por detrás, entonces salió de sus pensamientos y se giró.
Rin abrazó por detrás al peli-blanco entonces el chico se volteo con sorpresa.

Continuara..
¿Qué les pareció el capitulo 13? espero que les haya gustado. Nos vemos en el capitulo siguiente!
Saludos..