la maldición de la sirena

Re: la maldición de la sirena

Sango estaba desesperada, no sabía que hacer, kagome se le estaba muriendo poco a poco en las manos, y ella no s…., no espera!, si que sabia que era lo que tenía que hacer!
-marchaos de aquí- dijo sango con un tono de voz apagado-
-y ahora porque quieres que nos marchemos- dijo fastidiado inuyasha-
- porque tengo algo que hacer, y punto- dijo sango intentando incorporarse con kagome en brazos, y, a duras penas lo logró-
- que le ha pasado?- pregunto inuyasha, aparentemente sin preocupación alguna-
- no te incumbe, y, ahora, lárgate, tengo algo importante que hacer- dijo sango fríamente-
- que no me incumbe!- gritó furioso- miroku esta erido, y ella también!, exijo saber que es lo que esta pasando aquí!- grito rojo de rabia, ya estaba harto de la indiferencia de sango-
- porque nos quieres ayudar?- pregunto sorprendida-
- vosotras nos habéis ayudado a nosotras.
- así que es por despecho?- dijo ella burlonamente, y algo ofendida- no hace falta, gracias, me las puedo arreglar sola, y, deja que me baya de una vez, o, sino, ella morirá- dijo sango afligida, le dolía en el alma ver a kagome en ese estado, y, inuyasha, lo noto, noto en sus ojos la preocupación, muy dentro de ellos, se encontraba una persona amable y comprensiva, que, por algún extraño motivo, estaba protegida y encarcelada por unas enormes capas de indiferencia-
- sabes, ya me estoy empezando a cansar de ti y tus caprichos- dijo conteniéndose para no estrangularla- primero, vosotros nos habéis ayudado, y segundo, sea por despecho o no, os ayudaré, no me gusta tener una deuda pendiente con nadie, y menos con alguien como ella- dijo señalando a kagome con indiferencia, haciendo que sango tuviera que morderse la lengua de rabia, se estaba mofando de kagome!-
- si no te gusta estar al lado de ella- dijo sango empezando a caminar por la costa, dejando a inuyahsa a tras- no nos sigas, no pienso consentir que la insultes- decía cambiando a kagome de posición, poniéndosela a la espalda para así caminar mas rápido, y sin cansarse tanto-
- yo no la e insultado, no te confundas- dijo enfadado- lo único que quiero es ayudar! Tan difícil es creer eso!?
- Si,-dijo sango- sobretodo viniendo de bosotros- dijo sango, empezando a correr, ya que kagome se le estaba haciendo cada vez mas pesada-
- - que pasa con nosotros?- gruño furioso inuyasha-
- nada que te importe-

La pelea poco a poco iba aumentando de intensidad, habían acabado corriendo los dos, inuyasha detrás de sango.
Pero, que le costaba a esa maldita mujer dejar que llevara a kagome, que no entendía que ella sola no podía?
Una idea loca paso por su mente, acelero, y se puso a su lado, quitándole a kagome de la espalda, sujetándola el en sus brazos, evitando que ella no se diera ningún golpe.
-que haces- dijo sango exaltada-
-si esta es la única forma de detenerte, es lo que hago, detenerte-dijo con voz espera, acercando un poco mas ese pequeño cuerpo al suyo-
la furia de sango creció, y mucho, en un ataque de rabia, se acerco a el, y le dio tal cacheada que lo dejo aturdido, después, aprovechando su asombro le arrebato a kagome, como si de un objeto se tratara, y empezó a caminar a paso apresurado, tenia que llegar antes de la media noche, en el “claro de la luna llena” era una cala, que estaba a unas horas de la que estaban ahora.
Esa sería su única oportunidad de salvar a kagome, y si ese hombre continuaba deteniéndola, no respondía de ella misma.
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Por otra parte, inuyasha se había quedado estático, ante la reacción de esa mujer, la quería ayudar y ella lo abofeteaba!, pues bien, que después no le viniera llorando pidiéndole ayuda porque no se la daría
Giró sobre sus pasos, y volvió con miroku y shippo, que en cuanto lo vieron tan furioso, desviaron la mirada, por si acaso.
Sabían que cuando inuyasha se ponía furioso, no le importaba quien estuviera en su camino, la tomaría con cualquiera que le quisiera dirigir la palabra
Miroku ya se encontraba mejor, la herida estaba cicatrizando rápidamente con la ayuda de las algas, dolía, mucho, pero se tenia que aguantar el dolor, era como si le estuvieran todo el rato, poniéndole un dedo en la herida.
Shippo, en cambió se encontraba de perlas, alo asustado por lo que había pasado, y por el comportamiento de inuyasha, que sabía que no seria nada bueno.
Apreciando la vida, miroku y shippo se apartaron de su camino, como su fuera un noble, bueno, en parte lo era no?
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Sango intentaba acelerar el paso, para ella era muy difícil llevar a kagome en brazos, le pesaba, aún que no lo reconociera, le pasaba mucho, y estaba muy cansada.
Pero eso no lo reconocería delante de ese presumido, eso nunca.
Aún que un poco de ayuda no le vendría mal, además si hubiera aceptado… seguramente ahora estaría con Miro…. BASTA!
Se dijo a si misma moviendo la cabeza de un lado para el otro, pero como demonios podía estar pensando en ese mañoso?, ese pervertido, depravado, cortes, sexy amable…… bueno…. ¡ya basta!
Otra vez estaba pensando en el, y la verdad es que no podía evitarlo, es que sus ojos eran como un puñetero imán! Como una droga que necesitara todos los días.
Movió la cabeza negativamente, volviendo a la tierra, no tenia que pensar así kagome estaba en estado crítico, y solo tenia unos pocos minutos para llegar al “claro de la luna llena”
El claro de luna llena, era un ritual que todos los tritones hacían, era como una especie de iniciación al mas fuerte, cada noche de luna nueva, los tritones salían a la superficie y cambiaban su forma, una, conocida por los humanos, como “hombres lobo” o como antiguamente les decían “licántropos”.
Solo esa noche, cambiaban sus escamas, por colas de lobo, colmillos, y garras, todo lo referente a un canino, poro con forma humana.
Eran feroces, pero extremadamente hermosos, solo esas noches, eran dignos de comer mujeres.
Se decía, que adoptaban la forma humana, del último humano que hubieran devorado.
Esa noche, decidían cual de ellos se internaría en el bosque para encontrar, a la dama adecuada, para saciar su hambre.
Sango sabía que solo esa noche podría hablar con ellos, aún que era muy arriesgado, teniendo en cuenta, que solo esa noche comían carne de mujer, pero como mínimo estaba casi del todo segura que humanas inmortales no comían, según había oído hablar, las encontraban demasiado duras.
Y, si las cosas se ponían malas, siempre le quedaba ese as que siempre tenia en la manga.
Noto como kagome se removía inquieta en sus sueños, uno de los síntomas del veneno, eran las pesadillas.
Seguramente ahora mismo, estaría recordando su pasado, el pasado que a ella nunca le había gustado hablar de el.
Entre pensamientos, no se dio cuenta pero ya había llegado, estaba a solo unos treinta metros de ellos.
Ahora, estarían decidiendo, el mas poderoso, el mas “atractivo” para salir a cazar, fajándose mas, descubrió, que entre ellos, se encontraba, uno con la apariencia de miroku, era algo diferente, pero se parecía muchísimo a el.
Tenia el pelo completamente revuelto, es sus manos, se podían distinguir unas feroces garras, iba vestido, por el momento, con unos harapos, ya que al estar un mes entero en el agua, no necesitaban ropa, y, por último, tenia esos ojos, los ojos que la habían cautivado, los ojos azules de miroku, pero eran diferentes, eran fríos, y siniestros, con un toque rojizo en ellos.
Eso la asusto, y le quito la ilusión en la que se había envuelto, decidió salir, solo le faltaban menos de 10 minutos, y tenía que darse prisa.
Salio de su escondite, siendo vista, por unos cuantos, que en cuando la divisaron se relamieron las garras.
- exijo hablar con koga!- gritó, viendo como los tritones, ahora con forma humana, reían por su ignorancia-
- crees que el general querrá ver a alguien como tu?- dijo el que tenia la apariencia de miroku, haciendo que el corazón de sango se encogiera de dolor-
era como si miroku le estuviera diciendo esas cosas, intento no hacer caso al agudo dolor en su pecho y volvió a hablar
- ¡teníamos un trato! Nosotras no os molestábamos y viceversa!

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- inuyasha estas seguro que es conveniente que las sigamos?- preguntaba shippo algo confundido, había llegado echo una fiera, había cogido su espada y las votas que se había sacado para que se secaran, se había ido, diciendo que tenían que seguirlas-
- te han salvado la vida, es que no las quieres ayudar?- pregunto dándole a shippo, la peor mirada de su vida, haciendo que el pobre niño diera un salto del susto.-
- no, no es eso- dijo miroku tragando a penas, mientras intentaba seguir a inuyasha, ya que aún estaba algo cojo por la herida- es solo que no entendemos nada.-dijo confundido miroku-
- la sirena, esta herida, una de esas bestias que te mordieron a ti también la mordieron a ella, y por lo que se ve, no se la puede curar con las mismas algas que a ti-
- que la mordieron?- pregunto sorprendido miroku, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo, aún recordaba las pesadillas que había tenido, antes de que sango, le pusiera esa alga, que agradeció, ya que el dolor lo saco de sus pesadillas- démonos prisa, te prometo, que en lo que haga falta ayudaré a esa chica.-dijo miroku, dejándose de hacer el cojo, ya que el dolor le había desaparecido completamente, y siguiendo el ritmo de inuyasha-
- así me gusta- dijo inuyasha dejando a shippo atrás-
- oye!, no entiendo nada! esperadme!- dijo intentando coger el ritmo de inuyasha
- eres demasado lento!- gritó furioso inuyasha-

tenia que encontrarlas, por un despiste de sango, inuyasha había podido ver la herida de kagome, y la verdad es que se veía muy mal, estaba infectada y encima de ella salía una extraña sustancia verdosa, supuestamente pensó que era sus sangre, pero revoco la idea al oler el veneno en ese líquido.
Aún que su olfato, le estuviera fallando, tenia que darse prisa, solo faltaban unos minutos para que la luna se posara en su punto mas alto.
Si eso pasaba, se trasformaría en humano, aún que shippo y miroku ya sabían de eso, estaba preocupado por ellas, no, mas bien por “ella” porque se dirigían hacia un lugar donde el, ahora con mucho esfuerzo, podría detectar, el apestoso olor de pez, y a la vez de lobo.
Y, sabía que había rumores sobre unos hombres lobo, que en las noches de luna llena, se comían la carne de las chicas.
Estaba preocupado por ella, como se le ocurría a esa loca llevarla a un sitio tan peligroso, definitivamente sango estaba loca!!
empezó a acelerar el paso, notando como su cuerpo cambiaba, sus abultados músculos bajaban de forma, su cabellos se volvía negro, al igual que sus ojos, sus orejas de perro desaparecían, para aparecer unas humanas, y también desaparecían sus colmillos y garras, quedando un humano, normal y corriente, pero mucho mas guapo que el resto.
Pronto pudo divisar algo lejos de donde ellos estaban a sango siendo rodeada por esos hombres lobo, sin embargo, parecía como si de momento, no le hubiesen echo nada, a cada zancada que daba, podía oír levemente lo que decían.
Lo primero que escudo, fue un grito proporcionado por sango, diciendo algo que lo sorprendió, después del grito dijo algo mas pero no lo alcanzo a oír.
- ¡teníamos un trato!
Que tenían un trato?, un trato de que?
Se preguntaba intrigado inuyasha, y, de repente, freno en seco, viendo como un individuo se acercaba a sango, haciendo que los otros licántropos se apartaran de su camino, como si el que estuviera pasando, fuera como una especie de rey, o conde.
Tenia una larga cola alta, negra, con una cinta en la frente que le rodeaba la cabeza pasando por debajo de la cola, bestia unos extraños ropajes, parecían pieles de lobo, tenia una larga cola marrón y unos grandes ojos fríos, de color azul cielo.
Miro primero a sango y después a kagome, enviándole a sango una mirada furiosa.
- yo soy koga- dijo el hombre lobo- que es lo que le ha pasado a mi esposa- rugió intimidando a sus camaradas.-

Haciendo que inuyasha, al estar ahora cerca, pudiera oír a la perfección lo que dijo ese hombre, quedándose con la boca completamente abierta del estupor.


bueno como prometi aqui esta la conti!!
por fin a aparecido koga! jiji bueno haber que me inventaré para que inuyasha y koga peleen,
jajaja
gracias a todos!! por los comentarios!!

 

Re: la maldición de la sirena

perdon perdon perdon!!! carezco ultimamente de inspiración,
bueno espero que les guste este capitulo a toda prida ^^

-no lo repetiré una vez mas- dijo severamente mirando a cada uno de sus camaradas- quien a tocado a mi mujer!-
Silencio, eso era lo que había, el mas puro silenció, nadie hablaba, nadie respondía, solo se podía escuchar los sonoros jadeos de los tritones, nerviosos, de la reacción de su líder
koga ya estaba hasta las narices, no le contestaban, es que querían morir?
Miró a la humana que acompañaba siempre a su mujer, puede que ella le estuviera mintiendo?
Sango miró temblando a koga, sabía que furioso era temible, y si eras listo, sabías que enfadarlo, era la última cosa que deberías hacer.
Vio temblando como koga daba una mirada furiosa a sus hombres, y después dirigía su mirada hasta ella, furioso.
Y como si de un presentimiento se tratara hablo, y increíblemente, su voz no le salió quebrada.
- teníamos un trato!- volvió a decir- nosotras evitábamos que las sirenas devoraran a vuestras presas, y bosotros, no matabais a los humanos que nos acompañaban!- grito mirando no solo a koga, si no a la tribu entera de tritones- nosotros hemos siempre cumplido el trato, pero bosotros hoy lo habéis roto, y encima, habéis mordido a kagome! Es vuestra culpa que este así!
- estas insinuando que no cumplo con el trato?- dijo koga, captando la mirada asustada de sango- con que derecho te crees para hablarme así, humana?- preguntó koga furioso, mientras le daba una gran bofetada, haciendo que sango cayera al suelo, con kagome en brazos-
Aterrorizada, sango intentaba hablar como podía, sacando un insignificado reproche de su garganta.
- pero es la verdad….
Koga la miró con superioridad, clavando su mirada en ella, percibiendo el miedo que le tenia, y aún así lo estaba afrentando, esa humana estaba loca, o era muy valiente, aún que el no comía carne inmortal de mujeres. El la podía matar solo por diversión, al fin y al cabo, solo le tenía que separar la cabeza de los hombros.
- quien tiene la culpa de esto.- dijo calmadamente koga mirando hacia su tribu-

Sango se quedo estática, acaso la había creído?
Se fijo con sorpresa como tres tritones daban un paso adelante mientras temblaban
- que es lo que ha pasado- volvió a decir mas calmado, al ver que sus camaradas reconocían sus errores-
- e-ellas nos han robado nuestra presa!- replico el que parecía mas impulsivo-
- nosotras no te hemos robado nada!- dijo sango mientras miraba al tritón con aspecto de miroku, era igual a el, la diferencia era que bestia pieles de lobo, sus cabellos estaban sueltos, y sus ojos eran rojos, estaba simplemente sexy, y imponente, sin embargo, no era miroku, se le podía ver en esos ojos color sangre, que desprendían una gran furia- nosotras estábamos con ellos, no teníais el derecho!- grito recibiendo otro bofetón de koga-
- a callar!- grito- así que la humana tiene razón, no? Habéis roto el pacto; nosotros nos comemos la carne de los hombres inmortales, pero, habíamos prometido, que no nos comeríamos los que los acompañaran, ¡ porque no podeis ni cumplir un pacto tan insignificante como ese!- esploto furioso- y por si fuera poco, habeis mordido a mi mujer, en que estabais pensando!-grito-

Mientras se acercaba a ellos a paso firme, y se colocaba delante de dos de ellos, y, con un rápido movimiento, les atravesó el pecho a dos de ellos.
Retiro sus manos, y en cada una de ellas, había un corazón.
Los cuerpos de los dos tritones cayeron si vida en el suelo, mientras que el de apariencia humana (el que se parecía a miroku) empezaba a correr desesperado, porque no lo matara, mas sin éxito, ya que al dar dos pasos, su cabeza se separo de sus hombros instantáneamente.
-va para todos, quien vuelva a tocar a mi mujer, o intentar robarles al humano, se la verá con migo.-dijo en tono autoritativo-
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Esa chica estaba loca
Eso era lo único coherente que pensaba inuyasha, como se le ocurría ponerse en el campo del enemigo, prácticamente sola y sin nadie que las protegiera.
Definitivamente se le había ido la olla por completo, había perdido el juicio.
Ahora el se encontraba cerca de la manada, mas sin embargo se había escondido, el quería saber que es lo que esas dos les escondían, por lo que parecía ya se conocían, así que intervenir sin saber antes nada era de tontos.
Porque, si en el loco caso de que fueran “amigos” y interferían la vergüenza lo arrastraría de por vida, así que prefirió esperar, aún que se maldijo mentalmente al no poder escuchar nada de nada.
No eran amigos.
Lo descubrió cuando el licántropo llamado koga, la golpeo por segunda vez, y mato a dos de sus camaradas, pero como era posible que kagome estuviera prometida con alguien así?
Furioso, con sango, con el mismo por pensar estupideces, Salió de su escondite, empezando a correr en la dirección donde estaba sango, encontrándose por el camino a miroku y a shippo.
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- y tu, mocosa, ni se te ocurra volverme a dar ordenes, que te has creído- dijo koga mientras la cogia por el cuello de sus ropas y la elevaba a su altura- ten en cuenta que tu no me importas, la que me importa es kagome, puedo prescindir de ti cuando yo quiera.
Sango no se podía mover, solo miraba sus ojos azules, que en ese momento estaban brillando tenuemente, seguramente le estaría lanzando algún tipo de hechizo, porque no se podía mover, su cuerpo no le respondía, y poco a poco sus parpados le empezaban a pesar.
Koga la soltó, y sango cayo al suelo sin poder remediarlo, respiraba fuertemente, conciente de ello, sin embargo, tenia algo, que no la dejaba mover.
Vio con horror como koga cogía a kagome en brazos, y desaparecía en un parpadeo de su vista.
Su vista se nublo, y cayo inconsciente en el suelo
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miroku estaba sorprendido, se había escondido al igual que inuyasha, cuando de los labios de sango había oído el “teníamos un trato”.
Pero, porque tenían un trato? De que se trataba?, el también lo quería saber, por lo que se escondió cerca para escucharlo, y, a diferencia de inuyasha, el si escucho alguna que otra cosa, ya que utilizo un conjuro de audición.
Demo, todo su mundo se derrumbó cuando vio que koga la había golpeado por segunda vez, como se atrevió ese maldito lobezno!
La primera vez ya tenia ganas de estrangularlo, pero la segunda se llevaba el colmo, ahora tenia ganas de atravesarle con su báculo el corazón, como había echo el con sus camaradas.
Por mucho que esa mujer siempre se encontrara en su mundo y solo pensara en su compañera, como si fuera su gran tesoro, sabia que muy dentro de su corazón había un sitió para el, sino, no le habría curado la herida, que ahora ya había cicatrizado, dejándole una sensación adormilada en la pierna.
Y, el aria todo lo posible, para ocupar ese pequeño trozo de corazón que podía ser para el.
Se levanto de su sitió y empezó a correr, encontrándose por el camino a su capitán, inuyasha.
También, detrás de el, estaba shippo, que por cierto, no había percibido su presencia hasta ahora.
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Estaban los dos solos, sin estorbos, y el la cuidaba lo mejor que sabia, aún que aparentara ser un desquiciado asesino, todo ser vivo tiene una parte buena, y en el caso de koga, su debilidad era kagome, a ella no le podía hacer nada, le era imposible, después de haberla conocido como la conoció, no se la quito de la mente.
El sabia de sobras que ella no lo quería como “marido”, solo se invento esa excusa para poner orden en su clan, para decir de alguna forma “propiedad de koga, no tocar”.
Teniendo una manada de tritones, les era muy fácil matar a una sirena tan dulce e inocente como kagome, además, las sirenas te otorgaban la inmortalidad, aparte de que su carne era deliciosa.
Ahora se sentía mal, por haber abofeteado a esa humana, pero no podía permitir que su clan se pensara que era débil.
Miro sus manos, llenas de la sangre de sus camaradas que el mismo había matado, cuando se dio cuenta de lo que había echo ya era demasiado tarde.
Si, cierto que eran despiatados y carnívoros, pero nunca rompían una promesa.
Pero esos desgraciados, incumplieron un sencillo pacto, y encima, mordieron a kagome, eso era una falta gravísima, y se dejo cegar por la rabia.
Cerro su puño, y miro a kagome, que dormía en sus brazos, seguramente, sumergida en una pesadilla, si no se daba prisa, moriría.
La saliva de los tritones era venenosa, pero su sangre era curativa, por eso, algunos humanos los cazaban para hacer medicinas.
Así que con sus garras se hizo un corte en el labio, haciendo que saliera bastante sangre, chupo un poco de ella, reteniéndola en su boca, acomodo bien a kagome en sus brazos, le abrió levemente la boca.
Y junto sus labios, con los abiertos de ella.
Le traspaso su sangre a ella, hizo presión con sus labios, haciendo que ella tuviera que tragar la sangre para poder respirar. Cuando escucho, que ella tragaba se aparto, mirando la herida del brazo, viendo como esta poco a poco empezaba a generar un extraño humo que regeneraba su piel.
Sonrió para sus adentros, mientras la abrazaba fuertemente, recostándose en una piedra para poder estar más cómodo.
La miro, y volvió a sonreír, sus sueños se apaciguaban, la herida ya había cerrado, y ahora ella dormía placidamente en sus brazos.

 

Re: la maldición de la sirena

si, la verdad es que si, saque la idea de mermaid forest de rumiko takahashi, pero solo la idea de las sirenas los arisacunais y los inmortales (los humanos inmortales) la historia es completamente mia. y si la vi entera en el youtube, creo que son 13 capítulos, y no hay final (como inuyasha)
solo vi el primero en subtitulos al español, pero eso me vasto, mirando tambien los siguientes en ingles para hacer este fic.
por cierto me tienen que reformatear el ordenador, (acerle algo vamos) y como no estoy segura de si se borrará todo lo que tengo pongo lo que tengo hasta hora , muy poco pero bueno espero que les guste.



La había conocido hacia muchos años, y en todos ellos no se le había podido sacar de la cabeza.
Era tan hermosa, tan frágil, tan… tan… tan humana.
Si, su corazón era humano, y compasivo, era buena con cualquier criatura, incluso con el, su anterior enemigo.


En esos tiempos, el, estaba prácticamente solo, su tribu había sido exterminada por un hechicero, y el, lo único que tenia en mente era la venganza.

Y, fue justo en esos tiempos de confusión, que la conoció.

Había oído que el hechicero se había ido hacia el norte, así que el no se lo pensó dos veces mas y fue hacia ese dirección.
Nado por mas de tres semanas seguidas, día y noche, casi no paraba para descansar, en su cabeza solo habían esas tres silabas “venganza”.
En los días de luna llena, corría por la noche, sin importarle la comida.

Ya era la cuarta semana que se había puesto en marcha, cuando lo encontró, en la punta de una gran colina, se encontraba una gran casa, de numerosas habitaciones, y lujosas estructuras.

La mansión era preciosa, estaba claro, sin embargo, tenia la sensación que en cuando entrabas en esa casa no salías mas, parecía una “fortaleza” era como una prisión, y estaba muy vigilada.

Entonces, la conciencia que había perdido cuatro semanas atrás tras encontrar su clan muerto, le volvió de golpe, y lo golpeó como si le hubiera tirado una gran roca en la cabeza.

Estaba solo.
Era el único de su clan, y hasta ahora, no había pensado en nada mas que vengarse, y no había pensado, en, si tan solo llegaría a ver la cara de la asesina.

La única información que tenia, era que el atacante, era una mujer.

Ya esta, nada mas, solo una mujer, que se había dirigido hacia el norte, y olía a carne en descomposición.
No estaba seguro si ella vivía o no aquí, pero lo único que tenia claro, es, que esa mansión, apestaba a carne podrida.

Además, tenía la corazonada de que allí encontraría respuestas.

Ahora mismo, no podía salir del agua, pero dentro de 5 días si, y, cuando estos pasaran…… se las arreglaría de alguna manera para entrar.

Ya habían pasado 4 días, pronto, sería lobo, y se podría infiltrar mas fácilmente que siendo tritón.
En los cuatro días que había estado rondando la mansión, había pensado, si, pensado en su situación, solo, y hambriento, pero por lo que parecía, la segunda solución se arreglo al pasar pocas horas de haber llegado, casualmente y como caído del cielo, del castillo habían caído varios cadáveres de hombres inmortales, decapitados, y casi mutilados, pero aún así era comida, y no la desaprovecharía.

Se paso los siguientes 4 días devorando los tres cadáveres que habían caído, modelando su cuerpo, y adoptando la apariencia de un humano con cola.

Su apariencia, era la de un despampanante joven que aparentaba unos 25 años, de cabellos rojizos, y ojos del mismo color, su cuerpo era musculoso y con ciertas cicatrices en el, pero eso no le pareció importar para nada a koga, ya que al obtener ese cuerpo, se dejaba en claro que el cuerpo que el había devorado debería de ser el de un gran guerrero, y eso le encantaba, el cuerpo tendría mas resistencia.

El cadáver tenia el pelo largo, pero el prefirió cortárselo, en este tipo de misión no estaba para cortejar humanas, y el aspecto que tuviera le traía sin cuidado, lo único que le interesaba era la venganza, y la obtendría.

Se corto el pelo porque en ese momento le estorbaba. Además era molesto, y a veces podía distraerte.


Faltaban ya pocas horas para que la transformación fuera completa

continuará