Leyenda Popular La leyenda de Sanada Yukimura

Nota
1. Este escrito esta basado en la vida de Sanada Yukimura
2.Está exclusivamente diseñado para la actividad de "¿Donde están las musas cuando las necesitas?"

Un hombre extranjero se acercó a una tumba algo celebre en Osaka, Japón, por motivos turísticos el sujeto quiso verla de inmediato pero estaba cerrada al público, por lo que al día siguiente reservó una entrada, preparando su cámara para no perderse ningún detalle

-Esto le encantara a mi madre- pensaba emocionado el hombre, consultó el calendario, el cual ponía que mañana seria 13 de junio de 2017.

Después de tener todos los preparativos se dispuso a dormir.

Al día siguiente, miro su móvil dándose cuenta que iba retrasado treinta minutos.

-Demonios ya la cague de nuevo- se levantó, se puso su ropa y salió corriendo a el lugar de encuentro.

Cuando llego vio que el tour había se había marchado y que la tumba estaba de nuevo cerrada al público, se resignó, ya comenzaba a alejarse cuando una voz temblorosa lo llamó.

La extraña pero peculiar voz era de un viejo encorvado con algo de cabello rojo en su cabeza.

-¿Querías ver la tumba? – le cuestiona el viejo, a lo que el asiente segundos después.

-Bien, te la dejare ver, pero solo esta vez- afirmó el viejo sacando unas llaves que tenía en uno de sus bolsillos.

-Señor, ¿cómo obtuvo eso?- preguntó curioso el joven.

El viejo no respondió y solo hizo un gesto para que el sujeto avanzara.

El chico miraba sospechoso aquello pero igual era una buena oportunidad para tener lo que estaba buscando, así que sin pensarlo dos veces atravesó la puerta y caminó directo a la tumba subiendo una que otra escalera.

Cuando estuvo allí notó que había una pequeña banca, dejó sus cosas y comenzó a tomar las dichosas fotos.

Al cabo de un rato cuando su trabajo había terminado, se sentó para contemplar el paisaje del hermoso país asiático.

El viejo lo acompañó en su descanso, y tomó asiento con él, luego de unos incomodos segundos comenzó a hablar

-¿Sabías quien es Sanada Yukimura?- le cuestionó.

El negó con la cabeza.

Durante la hora siguiente el viejo con su taimada pero contundente voz le narró la historia del que fue llamado el demonio carmesí de la guerra, desde como ganó ese apodo, como fue traicionado y desterrado por su hermano, como mantuvo vivo a hombres al borde de la muerte, como fue el sucesor del gran maestro ninja Fuma Kotarou, como instauró la leyenda de los diez de Sanada y como murió intentando defender aquella misma ciudad hacia más de trescientos años atrás, cuando concluyo, el joven se sentía maravillado con la historia tanto que le al anciano pidió que la contara de nuevo.

El anciano hizo una mueca con su arrugado rostro, la cual parecía una sonrisa y asintió.

El chico puso su cámara en modo de grabación, pero vio como la batería se estaba agotando así que no le quedo de otra que ir por una nueva al morral, mientras la buscaba en su usual desorden le habla al hombre mayor dándole la espalda.

-Lo siento buen señor, creo que he sido muy maleducado, ni siquiera le he preguntado su nombre-

-Es fácil, puedes llamarme Fuma Kotarou- dice con un tono tranquilo el viejo.

El joven abre sus ojos algo perturbado y voltea solo para notar que el viejo se había esfumado.

Ese suceso lo marcó y decidió contar la historia del samurái en cuanto volvió, en muestra de respeto a la cultura del país nipón.

Así se empezó a transmitir la leyenda del demonio carmesí de la guerra, Sanada Yukimura.