La historia del hombre que no existe.

Tema en 'Relatos' iniciado por faustitoVIII, 2 Febrero 2012.

  1.  
    faustitoVIII

    faustitoVIII Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    24 Junio 2010
    Mensajes:
    51
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La historia del hombre que no existe.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3196
    La historia del hombre que no existe.

    Intento disfrutar el último cigarrillo del paquete, preguntándome al mismo tiempo de donde lo habré sacado.
    Me levanto de la silla con nerviosismo, las manos me sudan y tiemblan y mi respiración está algo agitada. Trato de caminar lentamente hacia esa misteriosa puerta, y con mucha cautela, la abro.

    La potente luz del sol hace que tenga que cerrar los ojos. Siento un viento algo frío correr por mi cuerpo y puedo oler un casi imperceptible aroma a lavanda.
    Cuando puedo enfocar la vista, me doy cuenta de que estoy en lo que parece ser un pequeño suburbio, detrás de mí hay una cabaña de huéspedes. Varias personas pasean por las calles con sus mascotas y a lo lejos pueden verse montañas.
    Cómo si empezara a correr un montaje en mi cabeza, miles de imágenes pasan frente a mis ojos, y poco a poco empiezo a recordarlo todo, cosas que ni siquiera sabía hasta ahora, pero que por una extraña razón, sabía que todas eran reales.

    Me llamo Kevin Johnston, tengo 27 años, mi pelo es marrón corto y tengo un poco de barba, estoy actualmente desempleado y soltero, me retiré de vacaciones a la ciudad de Capilla del Monte, en Córdoba. Quiero descansar de mi familia y amigos, quizá asistir a un par de eventos, comprar unas baratijas y aprender de los músicos clandestinos del lugar. También toco el sax. Me considero un músico bastante talentoso, aunque no tanto como quisiera.

    La tormenta de recuerdos hace que me tambalee un poco, teniendo que agarrarme de un árbol cercano para no caerme. Mientras trato de enderezarme, intento adaptarme a ésta nueva realidad, que se me presenta tan extraña e invasiva, pero aún así raramente familiar.
    Observo a mi alrededor, con algo de curiosidad. Hay muchas especies de flores plantadas, especialmente lavandas, y el aroma dulzón de dichas plantas le emboba a uno el cerebro.

    Suena demente, pero pasa siempre lo mismo, cada cierto tiempo el mundo a mi alrededor se desvanece y aparezco en una extraña habitación, sin saber quién soy, durante días o semanas, en los cuales apenas soy conciente de lo que pasa. Luego de eso aparece una extraña puerta, la cual me deja salir hacia un lugar que no conozco, sólo para recordar segundos después cuál es mi identidad, y que hago en dicho lugar.
    No se que pasó las anteriores veces que abrí esa puerta, de hecho eso es lo único que recuerdo de antes. Esa habitación extraña y la puerta que aparece de vez en cuando.

    Estoy empezando a sospechar que sufro de alguna rara enfermedad mental, tal vez estoy en coma, en la habitación de un hospital, y mi mente me sumergió en éste eterno sueño, que se ve y se siente tan real.
    A veces deseo que todo esto termine, poder despertar de ésta coreografía sin fin sería agradable. Pero en cierta forma no me desagrada, cómo dije antes, no recuerdo nada de lo que pasó antes, pero aún así creo haberla pasado bien.

    Mi curiosidad me vence una vez más, así que decido caminar por ahí, en busca de algo o de alguien. Me voy acordando más cosas, cómo que se supone que tenía que ir a la feria de artesanías, y luego a comer a algún lugar, así que me pongo en marcha, dirigiéndome hacia el “Patio techado”, un lugar de la ciudad donde puedo encontrar lo que busco, trato de recordar como conocía ese lugar, pero es en vano.

    Apenas llego noto que hay mucha gente recorriendo el lugar, aunque sea un miércoles. Varios adolescentes van de acá para allá, riendo y charlando de cosas que no entiendo. Voy a comer antes que nada, en un pequeño resto-bar clandestino. Todo el lugar está hecho de madera, y hay una pequeña cascada que desencadena en un enorme charco lleno de peces. A mí me gustan esta clase de cosas, así que disfruto mirando la cascada y los peces mientras como una hamburguesa. Me tomo un tiempo para disfrutar del viento también, el cual me despeina un poco, y enfría el ambiente, así esta bien, me gusta el frío, me hace sentir tranquilo.

    El resto de la noche pasa cómo en cámara rápida, y antes de que pueda darme cuenta, estoy de nuevo en la cabaña dónde me alojo. Miro a mi alrededor, y nuevamente recuerdo lo que acaba de pasar.

    -Ahh, fue una buena noche.- Digo para mí mismo, estirando los brazos, la verdad es que ya es tarde y necesito dormir un poco, quizá mañana pueda visitar otros lugares.-

    Evidentemente, la pasé muy bien, había un grupo musical Indie tocando en la plaza, donde también vendían algunas artesanías. No compré nada, pero me gustaba ver lo que ofrecían. También una de las chicas cerca del escenario (Que era bastante atractiva), me invitó a bailar un poco, al compás de la música que tocaban. La gente de acá no tiene vergüenza de hacer esa clase de cosas, me alegro por eso.

    Tuve un sueño muy placentero, de hecho dormí casi 10 horas. Al levantarme me preparo un café y me visto, quiero salir a visitar más, ésta ciudad me gusta mucho.
    Luego de terminarme la infusión, me levanto emocionado de la silla, y me dirijo a la puerta.
    Pero para mi desagradable sorpresa, por más que trato de abrirla, la perilla no cede, la puerta no abre.

    Desesperado, choco con todas mis fuerzas contra la maldita puerta, pero no cede ni un centímetro. Busco alrededor por alguna ventana, pero ya no están, desaparecieron todas. Enfadado golpeo las paredes, tratando de encontrar alguna salida, esto no puede volver a pasarme, no ahora que deseo tanto salir.

    -¡No, no quiero volver a quedarme encerrado acá, quiero salir!- Grito con furia, mientras comienzo a tirar tazas y vasos a la puerta, la ira comienza a crecer, estoy harto de esto, ésta vez sólo quiero ver que hay afuera. Y si no puedo hacerlo, voy a destrozar todo el lugar, no me importa.
    Rompo todo a mi paso, poco a poco noto cómo la realidad vuelve a distorsionarse, sea quién sea responsable de esto (Mi mente o alguien más) está tratando de calmarme, pero eso no va a pasar. No voy a volver a caer en ese sueño, ésta vez voy a salir. Quiero ver el mundo real de una puta vez.

    Finalmente llego al gran espejo que está en medio de la sala, el cual no recordaba que estuviera allí (Pero para ser sincero, a estas alturas tampoco recuerdo por qué quiero destrozar todo, simplemente sé que debo hacerlo). Corro hacia él, sintiéndome cada vez más cansado, en cualquier momento voy a colapsar, pero no antes de que destroce ése espejo.
    Le doy un puñetazo con todas mis fuerzas, pero no siento el vidrio cortando mi mano, ni ninguna clase de dolor. De hecho, parece que hubiera algo detrás del espejo, porque lo atravieso sin problemas, y apenas lo hago, mi mente se apaga, y caigo en una luz interminable.

    Siento el cuerpo pesado, cómo si hubiera caído desde una gran distancia. Trato de incorporarme, con dificultad y noto que estoy sobre una alfombra, y probablemente dentro de una casa, debido a que puedo divisar una pared a mi lado.
    Cuando por fin me levanto completamente, trato de enfocar la vista, y veo que efectivamente, estoy en la sala de una casa, diferente a aquella en la que siempre me quedo encerrado. En frente mío hay una gran mesa, y parado detrás de ella, un hombre, mirándome muy sorprendido. Tiene bastante barba y no parece haber dormido muy bien últimamente.

    -¿Quién sos vos?- Me pregunta con una voz ronca, pero a la vez amistosa.-
    -Yo… ehh… ¿Dónde estoy?- Le pregunto. Mi cabeza aún me duele, estoy confundido y trato de identificar al sujeto, pero no lo consigo.
    -Ohh, bueno, ésta es mi casa, y yo soy Matías. Vos me parecés extrañamente familiar ¿Podés responder la pregunta que acabo de hacerte?- Una vez más, me habla como si fuera un viejo amigo, bastante tranquilo para dirigirse a alguien que apareció de la nada en su casa.-
    -Mi… mi nombre es Kevin Johnston, y yo…-
    -¡Kevin Johston, no puedo creerlo!- Grita él, emocionado, y corre hacia donde yo estoy, analizándome de arriba a abajo.- No podés estar mintiendo, sos exactamente cómo te imaginé, lo sospeché cuando apareciste, pero realmente parecía una locura.-

    El hombre volvió corriendo hacia su mesa, donde había muchos papeles desparramados por todo el lugar. Parecía no ser más joven que yo, era un poco más bajito, y tenía pinta de tomar y fumar mucho, debido a su voz ronca.

    -Exactamente.- Dijo mientras pasaba sus ojos frenéticamente por todos esos papeles.- Exactamente igual, no hay ni una diferencia, esto sí que es raro.-
    -Ehh, disculpe señor, pero no entiendo de que habla.- Repliqué, alejándome un poco de él.
    -Y ni siquiera sabés quién soy yo, mucho menos debés saber quien sos vos.- Dijo en forma enigmática.- Generalmente los otros se me aparecen en sueños, que esto pase en la vida real es muy poco usual.-

    ¿Qué no se quién soy? ¿Los otros? De qué está hablando este tipo, me está poniendo nervioso, no entiendo nada de lo que dice, y creo que él me conoce por alguna razón.

    -Disculpe, pero yo se quién soy.- Contesto de forma grosera.- Mi nombre es Kevin Johnston, y no se a que se refiere con “los otros” pero…-
    -Ahh, pero en eso estás equivocado.- Me vuelve a interrumpir, ríendo.- Lo único que conoces de vos mismo es tu nombre, es imposible que sepas quién sos, si ni siquiera yo lo sé.-
    -¿De qué mierda hablás?- Pregunto, ya un poco asustado.- Puede que no recuerde mucho de mi pasado, pero estoy seguro de que vos sí ¡Explicame de que estás hablando ahora!
    -Un poco arrogante y maleducado, justo como te imaginé.- Contesta él, con una sonrisa, pero se da cuenta de que no bromeo.

    Vuelve detrás de la mesa, y agarra más papeles, acto seguido, se aclara la garganta.

    -¡Ejem! Sí, como te decía, mi nombre es Matías Baykert, y yo soy… un escritor, como podrás ver.- Se presentó, mientras señalaba con los ojos los papeles que tenía en la mano.-
    -¿Y eso qué? No me aclara nada.-
    -Todavía no ponés las piezas juntas, ya veo.- Me dice algo preocupado.- Bueno, supongo que tenés que verlo por vos mismo.-

    Me da los papeles para que los lea, y como si creyera que voy a estallar, se aleja un poco de mí. Comienzo a leer, y cada vez abro más los ojos, debido a la sorpresa.
    En el papel está escrita la historia de un hombre llamado igual que yo, desempleado y soltero, que se va de vacaciones a Córdoba para descansar de su familia y amigos. En el papel está todo, mi llegada, mi paseo y hasta cuando me voy a dormir.

    -¿Q…qué es esto?- Pregunto casi gritando.- Ahora lo recuerdo, esto… esto es lo que hice anoche, antes de destrozar esa sala y escapar, pero como… ¡no entiendo!-
    -¿No lo captas aún? Deberías saberlo ya- Me dice socarronamente.- Es simple, yo soy el escritor, y vos sos mi personaje principal, es por eso que estás ahí.-

    Tambaleo hacia atrás, chocándome con uno de los jarrones del lugar, realmente no me esperaba esa respuesta. Lo que dijo sonó cómico en una forma, tanto que largué una pequeña risa.
    -Dejá de jugar conmigo.- Le dije sonriendo, pero asustado en el fondo.- ¿Cómo voy a ser un personaje o lo que sea? ¡Estoy acá en frente tuyo!-
    Suena tan cómico que casi espero que él se eche a reír también, y me diga que era una broma, pero eso no pasa.

    -Deberías haberlo deducido ¿No te parece?- Vuelve a preguntarme, suspicaz.- Vos sos Kevin Johnston, el personaje principal de una novela que quiero escribir, pero lamentablemente, no me va tan bien en eso.-
    - ¿Qué no te va tan bien? De que carajo hablás…- Ahora sí estoy algo aterrado, sin saber la razón, algo me oprime el pecho.
    -Es por eso que siempre entrás en un sueño profundo después de hacer algo, y al despertar no te acordás de nada. Sos un personaje que creé hace un tiempo, y desde hace mucho que estoy buscando alguna forma de narrarte, alguna novela que pueda escribir con vos cómo protagonista, debido a que de todos los personajes ficticios que creé, vos sos mi favorito.- Me confiesa, con una sonrisa amable en su rostro.- Pero lamentablemente… No logro ubicarte en ningún lugar, al principio eras un adolescente que trataba de sobrevivir la vida en los suburbios, luego te convertiste en un escritor frustrado, que buscaba ideas e inspiración en la bebida y las salidas. Y en mi último intento, fuiste un músico de jazz retirado, que buscaba algo de tranquilidad en unas vacaciones, ésta todo en esos papeles.-

    Me negaba a creerlo, pero mientras leía, efectivamente comprobaba que lo que decía era cierto, yo aparecía en todos esos escritos, con diferentes vidas y entornos, pero era siempre yo, con mi misma personalidad.

    -No… Esto tiene que ser un mal sueño, tengo que estar enloqueciendo.- Dije respirando pausadamente. Me negaba a creer semejante locura.-
    -De hecho, debido a que vos sos mi personaje, creo que el que está enloqueciendo soy yo ¿No creés?- Vuelve a echarse a reír, pero no dura mucho, debido a que sufre un ataque de tos.- Ejem… bueno sí, como te decía, todo el tiempo que pasas en ese lugar, es el tiempo en el cual no te escribo, ahí no sos nadie, sos simplemente una figura humana esperando que alguien te dé una vida, y una historia.
    -No te creo.- Le contesto cortante.- Vos sos un loco, es imposible que me conozcas.-
    -Ahh ¿Eso creés?- Volvió a aclararse la garganta.- Como dije antes, sos Kevin Johnston, sos una persona algo solitaria, pero igualmente simpática. Te gustan las artes, el viento y el frío, la lluvia te pone de mal humor y no te gusta que te toquen los brazos. ¿Necesitás otra prueba?- Me pregunta, sarcásticamente

    Trato de no hacerle caso, me quedo callado unos segundos, asimilando todo lo que acabo de escuchar, decido seguir un poco con esto, y averiguar más.

    -¿A que te referías con… los otros?-
    -Ah bueno, me refería a mis otros personajes, aquellos que ya han sido escritos.- Me dice él.- Suelen aparecer en mis sueños, me hablan y me cuentan cosas. Vos sos el primero en venir a verme personalmente, cosa que probablemente indica que enloquecí, pero no veo eso cómo algo malo, realmente.-
    -Pero… ¿Por qué? Según lo que decís yo nunca tuve una historia como los demás ¿Por qué es eso?-

    Cada vez subo más la voz, la verdad que me está presentando me aterra terriblemente, no puedo no existir, es imposible.-
    -Si lo que decís es verdad… quiero ser alguien, no quiero seguir despertando en esa habitación por siempre.-
    -Entonces era eso. Ésa es la razón por la cual apareciste acá.- Me contesta él, y por un segundo, puedo ver un destello extraño (¿De tristeza?) en sus ojos.- No vas a volver a despertar ahí, al menos no por ahora.-
    -¿Por ahora? …-
    -La cosa es Kevin… que yo decidí dejar de escribirte.-
    Las palabras me golpean con un impacto asombroso, caigo de rodillas al suelo, sin saber porqué, y mi cuerpo empieza a sentirse cansado, es esa sensación otra vez.

    -¿¡Qué, cómo que no podes escribirme más!? ¡Tenés que hacerlo, necesito una historia, necesito ser alguien, necesito existir!-
    Asimilo la verdad asombrosamente rápido, probablemente debido a que él así lo desea, después de todo, el controla quién soy realmente.
    -Lo siento mucho, en serio.- Puedo notar la seriedad en su voz, evita mirarme a los ojos.- Traté durante mucho tiempo de escribirte una historia, pero es inútil. No logro hacerlo, sufro de un terrible bloqueo cuando se trata de vos.-

    De repente me arranca las hojas de la mano, y las arruga haciéndolas una pelota, para luego tirarlas a la chimenea. Apenas hace eso siento como si estuvieran destrozando partes de mí. Comienzo a olvidar lentamente quién soy, y me vuelve a invadir esa sensación de vacío, de sueño.

    -Por favor… no me hagas esto.- Le suplico desesperado, cada vez me cuesta más mantenerme conciente.- Quiero… existir, no podés negarme eso.-
    -De hecho, sí puedo, debido a que yo te creé.- Me contesta fríamente, mirándome a los ojos.- Algun día… vas a existir, te lo prometo Kevin. Pero por ahora vas a dormir, por un largo tiempo, hasta que pueda escribir algo para vos. Mucho tiempo pasé fumando y bebiendo en un vano intento de encontrar una forma hacerte real en mi historia, pero eso tiene que terminar por ahora, ambos nos estamos autodestruyendo.-
    -Vos… estás matándome.- Alcanzo a decirle, con lo último que me queda de voz.- Estás matando a tu personaje.
    -No, vos vas a seguir viviendo en mi cabeza.- Me contesta él, ahora serio.- Por un buen tiempo más, hasta que pueda sacarte de ahí y meterte en un pedazo de papel.-
    Agarra su copa con algo de Whisky, y la tira al fuego de la chimenea, la cual empieza a arder con más potencia. Ya no puedo soportarlo más, estoy a punto de desaparecer.
    -Espero volver a verte, el día que dejes de atormentarme y pueda finalmente librarme de vos.- Me dice, puedo notar un poco de rencor en su voz.

    Se da vuelta, caminando hacia su mesa, veo cómo todo desaparece finalmente, desvaneciéndose en un humo negro, las últimas palabras que logro escuchar de su parte son “Hasta pronto”.

    Mi grito de súplica queda ahogado en la nada, vuelvo a caer, y ésta vez por más tiempo del que puedo recordar.
    No se hace cuanto que me encuentro en esta nada, vagando por recuerdos que no existen. Pero aún sin pensar o sentir, anhelo terriblemente el poder vivir. Existir, aunque sea dentro de un papel, sería agradable. Al igual que mis compañeros, quiénes fueron creados por la misma persona y tienen su propia historia.
    Sólo queda esperar una promesa vacía, del hombre que apenas conocí, pero que sabía todo sobre mi existencia. Hasta que ese día llegue y logre salir de acá, yo descanso, yo espero.

    ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
    Espero que les guste el fic, lamento el hecho de que no pude escribirlo en español neutro, quizá a alguno s les incomode la forma de hablar argentina ^^u
    Pongan sus opiniones, todas son bien recibidas, gracias.
     
  2.  
    MidnightMoon

    MidnightMoon Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    31 Enero 2012
    Mensajes:
    67
    Pluma de
    Escritor
    Bueno me anime a leerlo el titulo se me hizo muy interesante.
    Hablando sobre lo del español a mi por lo menos no me afecto a mi n.n
    Yo he tenido ideas un tanto parecidas pero porque yo soy de los que creen que el mundo que creas cuando escribes realmente existe y es tu mundo, no es de nadie mas. Todo eso existe en algún lugar.
    Bueno te felicito por la idea, hablando sobre la forma de escribirla yo soy un principiante aun así que no puedo decir mucho de eso, pero la escritura fue amena y ligera, desde mi punto de vista no se volvió pesada.
    Nos estamos leyendo n.n
     
  3.  
    Navaja

    Navaja The best people in life are free

    Libra
    Miembro desde:
    14 Junio 2009
    Mensajes:
    181
    Pluma de
    Escritora
    Vaya, Li...

    Una historia muy conmovedora, desde el punto de vista del personaje. Pobrecito :( ÉL quiere ser alguien y al escritor se le acabó la imaginación temporalmente.

    Me gustó tu narrativa, bastante dramática y misteriosa. Aunque a veces no deberías usar tantos puntos seguidos, porque la lectura se corta mucho. Deberías usar comas y el punto y coma :) Solamente eso hay que recalcar.

    Y no te preocupes por el lenguaje, acá cada uno escribe como mejor le acomode :)

    Eres buen escritor, espero que tengas más imaginación que Matías Baykert xD y que sigas escribiendo historias. Tu estilo es bastante dramático y profundo.

    Un beso para tí !
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso