Inmortalidad

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Celas, 7 Agosto 2009.

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    Celas

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    Inmortalidad

    Este es uno de mis fics recien empezado y espero que os guste tanto como a mi! Aqui dejo el pimer cap!

    Capitulo 1

    El frescor de la noche alimenta mis ganas de vivir, mis deseos y me llena de furor ante aquellas criaturas. La luz de la luna llena me reconforta y a la vez me estremece a tal punto de sentir placer. Así soy yo y así me siento, ¿es extraño, verdad? Nadie me lo dice pero sus simples miradas hacía mi hablan por si solas, están llenas de rencor y odio, tal vez por que… les he robado los novios y después simplemente los he dejado como unos meros juguetes viejos y sucios. Para mi suerte en la ciudad en la que vivo yo y mi familia siempre esta cubierta de grises nubes que oscurecen cada rincón de la ciudad, realmente me encanta esta ciudad.

    Es de noche, estoy cansado de haber desempaquetado mis cosas como mis atuendos entre otras cosas y para suerte la mía no puedo conciliar el sueño. No me gusta la noche y menos esta ciudad sometida a la oscuridad del día. Mañana empiezo mi vida de bachiller y yo aquí sin pegar ojo, ¿Y si me duermo mañana? ¿O llegó tarde? No quiero que me pase eso el primer día, haría un ridículo espantoso, al fin y al cabo la primera imagen es lo que cuenta. El reloj ya marca las tres en punto, el tic-tac me pone más nervioso y tenso de lo que estoy, sigo bostezando a cada momento pero mis parpados no se cierran, siguen dando guerra. Me levanto de la cama, me coloco la bata, y salgo de la habitación cerrando la puerta cuidadosamente para no hacer ruido alguno. Ando por el gran pasillo de la casa, la puerta de la habitación de mi hermana pequeña esta entreabierta, se mueve mucho, probablemente esté teniendo una pesadilla y no me extraña. Nos hemos mudado a esta ciudad, por que mi padre y mi madre recién se han divorciado y yo y mi hermana nos hemos venido a vivir con nuestra madre, pero en realidad hubiese preferido ir a vivir con mi padre y no venir aquí. El no dormir y el trabajo que he tenido esta tarde ha hecho que tenga hambre, así que aquí estoy en la cocina comiendo un tazón de cereales chocapic, realmente están muy buenos y probablemente me echen la bronca de comérmelos ya que son de mi hermana, pero me da igual. Guardo la leche en la nevera y los cereales en el cajón de debajo de la encimera, frego el tazón y la cuchara y de nuevo me siento en la vieja mesa de madera.

    -Te echo de menos Erika, mira que tener que romper nuestra relación por culpa del divorcio de mis padres, ya llevábamos cuatro años juntos…-los recuerdos de Erika aparecían en mi mente uno tras otro y sin darme cuenta mis parpados flaqueaban hasta que finalmente se cerraron por completo. Tuve un sueño, un hermoso sueño con la niña que llenaba mi pobre corazón.

    Un calor siento en mi rostro que me tranquiliza y me cobija, que bien estoy pienso pero repentinamente recuerdo que hoy es mi primer día de bachiller y de un golpe me levanto. El sonido de la silla al caer me distrae y nuevamente miro el reloj, son las siete y veinte y el autocar pasa a las siete y media y yo con el pijama aun puesto. Me preparo lo más rápido que puedo, me coloco el primer suéter que encuentro y los primeros pantalones, calzo mis bambas Nike recién estrenadas y me cuelgo mi mochila de hace dos años. Cierro la puerta y salgo corriendo como un rayo, a lo lejos veo el autocar, parece que voy a llegar, no esta todo perdido, aumento mi velocidad pero para cuando llego el autocar arranca y se marcha. Menuda suerte la mía y encima en mi primer día.
    Ahora esperar unos quince minutos hasta que pasa el siguiente, mientras tanto me pongo mis auriculares, enciendo el mp3 y a escuchar mi música favorita, Linkin Park.
    El tiempo hasta que llego el próximo autocar se me paso volando, el autocar no era gran cosa a comparación de donde venía, llevaría años sin pasar la revisión, ya era un milagro que el motor arrancara pero me tenía que conformar… al menos me lleva al instituto. Al bajar del autocar tuve que cruzar unas dos calles para ver el instituto, si no hubiera sido por que ponía en un letrero, Instituto Dusk, que menudo nombre, nunca hubiese adivinado que aquel horrendo y basto edificio fuera un instituto. Lo único bueno que podía a ver en aquel instituto eran los grandes jardines que lo envolvían, las de siestas que me daré, pensé inmediatamente. Recorrí todo el instituto con la mirada y en un árbol vi una figura que me llamó bastante la atención, al parecer no era el único que llegaba tarde. Me acerque a la silueta y esta se alejo y desapareció entre unos arbustos. Corrí todo lo que mis piernas me permitieron y seguí a la misteriosa figura y cuando llegue allí no había nada excepto un gran árbol, posiblemente el más viejo del instituto. De nuevo mire mi reloj, eran las nueve menos cuarto, debía esperar un cuarto de hora más para entrar a la segunda clase. En recepción me dieron una tarjeta de estudiante, que por cierto no se de que servía, y un plano del instituto con mi horario a seguir.

    Después de haber recibido el horario con el plano del instituto y la tarjeta de estudiante tuve una pequeña regañina, pero no fueron duros ya que decían que el primer día era normal que me pudiera ocurrir, así que salí al jardín y me senté en unos de los bancos. Mi mirada se situó en el árbol donde vi hace pocos minutos atrás la figura, parecía la de una chica de mi misma edad, no pude verle la cara pero tenía una larga melena que le llegaría aproximadamente hasta la cintura y entre sus brazos probablemente llevaría un cuaderno, eso pensé.

    Ya eran las nueve, lo supuse por la gran cantidad de estudiantes que salieron de la puerta y yo entré. Tenía la sensación de estar siendo observado pero no divisaba a nadie que lo estuviera haciendo, miré mi horario de nuevo para ver que clase era la siguiente.

    -Lengua castellana-dije y alcé la mirada y de nuevo entre la multitud de estudiantes vi por segunda vez la figura femenina, ahora la veía claramente. Su larga melena plateada revoleteaba con el viento a su alrededor, era una imagen preciosa, pero aun no podía llegar a ver su rostro, ella estaba delante de mí unos metros y únicamente veía su larga melena, no se porque pero sabía que era una preciosidad y aun sin ver su rostro. Ella giró hacía la izquierda para su siguiente clase, deseé que tuviera que ir para la izquierda pero no fue así, yo tenía que girar hacía la derecha para asistir a mi primera clase de la mañana aunque respecto al horario era la segunda. Desilusionado entre en clase, colgué mi chaqueta en el perchero como tantos otros estudiantes, le di la tarjeta de estudiante a la profesora y esta me escogió un asiento.

    -Hoy día 15 de septiembre comienzo mi vida de estudiante bachiller, en el instituto Dusk, yo Saxor Asai, la vida que me espera-me dije a mi mismo sin dejar salir un suspiro de preocupación.

    Espero que os haya gustado! Hasta el proximo!
     
  2.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Inmortalidad

    Bueno aqui el segundo cap espero que os guste!!
    este es algo más largo que el anterior!xD

    Capitulo 2

    La profesora de lengua castellana o español, era una mujer de no más de cuarenta años, regordeta, de estatura mediana, ojos marrones y con el pelo corto teñido de rubio, vamos del montón. Su nombre era Teresa, pero la llamaban Tere. Esta empezó a nombrar a todos los estudiantes del aula y cada uno respondía con un presente y la mano levantada para ver situado su ubicación.

    -Jordi Asai, Jordi Asai, Jordi Asai…-la profesora seguía repitiendo el nombre varias veces y yo sin darme cuenta sumido en mis pensamientos. Pocos minutos me vi cubierto por una sombra, como si alguien tapará la poca luz que había y efectivamente era la profesora Tere. Al darme cuenta levante la mano, la mire y entre dientes le dije presente, ella tenía el ceño fruncido, suspiró y seguidamente continuó con la lista. Mi verdadero nombre es Jordi Asai, pero entre compañeros me llaman Saxor, es como un mote y como desde bien pequeño me han llamado Saxor todos menos mis padres he llegado a creerme que ese es mi autentico nombre.

    La clase transcurrió lentamente según mi parecer, era sobre el libro de Don Quijote de la Mancha, teníamos que dar nuestra opinión y por supuesto argumentarla. Un compañero mió de dos mesas más adelante que la mía, era el típico chico 10 en los estudios que se dedicaba exclusivamente a estudiar en sus tiempo libres, vamos lo que sería un empollón, comunicaba su opinión yo estaba embelesado observando la puerta cuando pude contemplar por mínimos segundos aquella figura femenina de cabello plateado. Me levanté de golpe de un salto y toda la clase puso su atención en mi, yo más ruborizado que nunca y tenía que inventarme una excusa lógica.

    -¿Qué te pasa Jordi? ¿Quieres algo?- las preguntas de Teresa me ponían más nervioso de lo que estaba y dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
    -Tengo que ir al baño-dije colocándome las manos entre las piernas y encogiéndome para que pareciese más real. Tere me dio permiso pero no antes de echarme una pequeña charla de que no debía hacerlo más, yo por supuesto a penas le escuché, solo quería salir de esa tediosa clase. Salí de la clase como un rayo en dirección donde ella se había dirigido, era un pasillo todo recto hasta llegar a una encrucijada de tres caminos, debía elegir, recto, derecha o izquierda. Conté hasta quince y el pasillo que se llevara el quince pues allí iría, me tocó por la derecha pero recordé que cuando la perdí de vista, ara cosa de una hora, ella se fue por la izquierda pues yo ahora también tomaría el mismo pasillo, la izquierda. A cada banda del pasillo había innumerables taquillas pero no me distraje con eso, estuve andando a ritmo más rápido de lo normal y en una de las esquinas pude presenciar por unos segundos la larga melena plateada.

    Me quedé plantado delante de la puerta con la mano en el pomo cuando escuché la voz ronca de un hombre mayor de unos cincuenta, sesenta años. Por la superioridad de su tono al hablar y la importancia que reflejaba su voz supuse que sería el director del instituto. No escuchaba claramente lo que decía pero parecía que le estuviera echando la bronca por algo, tal vez por no haber asistido a la primera clase de la mañana, entonces… ¿yo también tendría que hablar con el director? Únicamente escuchaba la voz del director, no la de ella, así que deduje que estaría asistiendo con la cabeza. A pesar de agudizar el oído no oía nada de la conversa, solo un cuchicheo o palabras sueltas como no lo vuelvas hacer, no en horas de instituto… cada vez entendía menos.

    Me recosté en una de las paredes a entender o a ligar las palabras sueltas que había podido escuchar pero no me encajaban, era como uno de esos puzzles de mil piezas y únicamente tienes trescientas de ellas, me faltaba información y por más que me estuviera enganchado con la oreja puesta en la puerta no escucharía nada más. Crucé los brazos y bajé la mirada muy pensativo. Todo estaba en silencio solo el tic-tac de la aguja de la manija disturbaba el silencio.

    -Espera… el reloj… ¿Qué hora es?-dije exaltado y mire la hora -¡Mierda! ¡Llevó fuera más de quince minutos!-pegué un salto y un pequeño grito y eché a correr hacía la aula. En esos momentos la puerta del director se abrió dando a contemplar la figura femenina que llevaba toda la mañana siguiendo. Finalmente pude contemplar el rostro de aquella joven, sus ojos eran dorados y grandes, del color de la miel, no tenían profundidad, sus labios eran finos y delicados; sus dientes eran tan blancos como los copos de nieve; su tez era de un tono normal tirando a pálido y su gran melena plateada contrastaba con el color de sus ojos y su estatura de un metro sesenta y pico encajaba perfectamente con sus características. Su expresión lucía seria y centrada, pasó por mi lado como si yo fuera invisible a sus ojos, y su forma de caminar se asemejaba al deslizamiento de una pluma al caer.

    Me quedé absorto ante semejante belleza, nunca antes había visto alguien así, era mucho más hermosa que cualquier famoso o modelo. La seguí con la mirada hasta perderla en la profundidad del pasillo y fue cuando volví a mi mismo, debía ir a prisa corriendo al aula de lengua castellana que ahora si que llevaba una media hora fuera. No me supuso dificultad alguna llegar, lo primero que hice al entrar fue disculparme con un me he perdido buscando el baño y no sabía como llegar, la profesora lo aceptó y yo me dirigí a mi asiento pensando en aquella joven que me había dejado impactado. El timbre no tardó mucho en sonar y todos salimos del aula hacía la siguiente clase, la siguiente clase era la de educación física, por lo cual nos fuimos a los vestuarios. Aquellos vestuarios eran pequeños a comparación de mi antiguo instituto, algunas caras las reconocía de la anterior clase pero no recordaba el nombre de ninguno. Nuestro profesor de educación física era un tipo de estatura mediana-alta, de unos treinta y picos años, fuerte, de ojos marrones y lo mejor de todo es que se rapaba. Su nombre era Lázaro, como el nombre del perro de la vecina de mi antigua casa, la clase trataba de voleibol, vamos el deporte que tanto se me ha dado tan bien. Estuvo casi toda la hora explicando como golpear la pelota, el saque, el remate, el golpe de antebrazo como el golpe de dedos, como si no lo supiéramos… fue a mi gusto una clase bastante aburrida ya que todo eso lo había aprendido en secundaria. Ya eran las once y tocaba la hora de almuerzo, así que todos para el comedor y aquí estoy esperando en la cola para recoger lo que es mi almuerzo. Me sirvieron un bocadillo de lomo con queso y una botella de medio litro de agua fría, me dirigí a una mesa cualquiera, no me importaba cuala y fue cuando por primera vez un grupo de amigos y amigas fueron hablar conmigo.

    -Hola, me llamo Erik ¿Cómo te llamas?-era un chico moreno, alto y ojos oscuros, parecía estar interesado en hacerse amigo mío, yo un chico de metro setenta, de pelo en punta corto castaño y ojos color jade, vamos un chico normal.
    -Jordi… me llamo Jordi, aunque me podéis llamar Saxor-le dije mostrando una sonrisa no muy convincente.
    -Encantado, estos son Alex, Ángel, Leire y Sara- eran estudiantes que también habían estado en las mismas clases que yo. Alex era un poco más bajo que yo, rubio y ojos marrones; Ángel era como yo de alto, de pelo castaño corto y ojos marrones; Leire mediría un metro sesenta y tres más o menos, morena y ojos oscuros y Sara fue la que más me llamó la atención, no se por que, era de un metro sesenta y cinco más o menos, cabello castaño con mechas rubias, escalado que le llegaba por debajo de los hombros, ojos color chocolate y lo más bonito que tenía era su blanca sonrisa, era una chica bastante guapa.

    Todos ellos se sentaron en mi mesa y me estuvieron hablando de cómo veía el instituto, que seguro que era muy diferente al que iba antes y todo eso. Me caían bien, eran buenos compañeros. Recorrí la vista por todo el comedor sin ver nada que captara mi atención hasta que vi entrando por la puerta la joven de ojos color miel y cabello plateado, se sentó en la mesa de al lado de la ventana y se quedó contemplando el paisaje detrás de la ventana. Un chico, tipo play boy, de un curso superior se le acercó pero minutos después se marchó con cara de pocos amigos, había sido rechazado por ella pensé.

    -Ha rechazado a Damián, uno de los chicos más guapos del instituto, si le ha rechazado, tú no tienes oportunidad-dijo Leire con expresión angustiada.
    -Saxor será mejor que te olvides de ella, es verdad que es muy guapa, es como una rosa negra que tiene espinas para defenderse pero a la vez son extremadamente delicadas, no te dejes engañar porque sus espinas se clavaran en ti provocando una herida terriblemente profunda-las palabras de Alex eran profundas y muy dolorosas, sus ojos estaban llenos de dolor y sufrimiento a cada palabra que pronunciaba, imaginé que tuvo una dura experiencia con ella y aquellas palabras no saciaron mis ganas de saber más de ella, sino que alimentaron mi curiosidad.
    -Es conocida como Asakura Celas, pero su verdadero nombre es Shila Celas, la rosa negra-dijo Erik muy serio y confiado. Ellos podían proporcionarme información de ella, al menos ahora ya sabía como llamarla, pero aún quería saber mucho más así que gosé de preguntar el por que del apodo de Asakura.
    -¿Por que la llamaís Asakura? ¿Y lo de la rosa negra?- pregunte con mucha curiosidad esperando que alguien me contestara.
    -¿Sabes lo que significa Sakura?-me preguntó Sara y yo respondí un sí, significa flor de cerezo- ¿Y el prefijo A?- volvió a preguntar y yo de nuevo conteste de la misma manera, sí es un prefijo de negación que significa sin- Ahí tienes la respuesta, estan hermosa como una flor de cerezo pero a la vez estan fría como una rosa negra-dijo de nuevo Sara mirandome fijamente y con una divertida sonrisa.
    -Igualmente su verdadero nombre significa Caida del Cielo, le va que ni pintado-dijo Álex riendose con una pequeña sonrísa y los demas también se echaron a reir. Me quedé fascinado al escuchar toda esa información de golpe y de nuevo deposité mi mirada en ella, por unos instantes vi que ella me estaba observando por el reflejo del cristal de la ventana cosa que me quede blanco. Cerré los ojos, me los froté y los volví abrir para de nuevo mirarla, ahora ella ojeaba un libro que tenía encima la mesa.

    -Lo de hace un momento... ¿había sido mi imaginación? ¿O es verdad que me ha estado mirando por unos instantes?-pensé inquieto y volví la mirada a ella y Shila seguía ojenado el libro pasando las páginas rápidamente con una pequeña sonrísa sagaz.

    espero que os ahya gustado!
     
  3.  
    Saxor

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    Re: Inmortalidad

    Holaaa:)

    me he leído los dos caps nada mas llegar y estan muy bien:)

    Así k Asakura Celas... Que preciosidad:) Y que nombre mas bonita para llamarlaxd

    Jajaja como mola la clase de Volley:) me resulta familiarxd

    El chico escucha Linkin Park:) me encanta ese grupo:D

    Espero que lo continues Celas:) Esperare la continuación con muchas ganas:)Como siempre en todas tus contis vayasxd

    Cuidate!!!

    De:Un tal Saxor
     
  4.  
    Celas

    Celas Usuario común

    Aries
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    muxas gracias saxor el prox cap te lo dedico y estoy esperando colgar la conti de la ultima esperanza pa cuando vuelvas!!

    Bueno e aqui el cap 3 espero q os guste :) este esta dedicado a saxor!

    Capitulo 3

    Ante la conversación que tuve con mis nuevos amigos y el saber que Shila me había estado observando, o eso habían visto mis ojos, no había pegado bocado alguno a mi bocadillo de lomo con queso y sin darme cuenta la hora de almorzar había acabado. Nos fuimos todos juntos a la siguiente clase, la clase de matemáticas. De nuevo le enseñé la tarjeta de estudiante al profesor y nos coloquemos todos juntos en la quinta fila. El profesor era bajito, de un metro cinquenta y pico, regordete, cabello negro con coronilla y ojos oscuros. Tenía la manía de colocarse bien las gafas de culo de botella, era el tipíco profesor amargado de por vida, su nombre era Eduardo, pero nosotros lo llamamos La Marmota. La clase me pareció de lo más insoportable posible, estabamos estudiando sucesiones y progresiones, vamos de lo peor. Me pase la clase con el bolígrafo entre los dientes y de tanto en tanto bostezaba y como no, Sara se reía de mi actitud mientras que Leire me pedía con imposibles suplicas que parase, que entre la pésima explicación de La Marmota y mi actitud no se enteraba de nada. Realmente el comienzo de la clase fue algo… como decirlo… ¿peculiar?

    Nos sentamos en la quinta fila, Erik a mi izquierda, Sara a mi derecha, al lado de Sara estaba Leire, a su lado Alex y Ángel. Cuando finalmente todos los estudiantes del aula estamos en nuestros respectivos puestos, La Marmota por quinta vez se coloca sus gafas culo de botella, coge la tiza y comienza su “peculiar inicio” de clase.

    -Hoy ante todos ustedes, voy a demostrar que Dios existe- el profesor empezaba a escribir con letras cosas, que vete tu a saber… Finalmente llega a la conclusión de que “A es igual a A, por eso Dios existe”. Yo ante semejante demostración de Dios, me quedé más idiota de lo que era ya, los demás estaban como si nada, como si fuera algo de más normal, mis nuevos amigos ya me habían avisado de que estaba algo majareta, pero no pensaba que tanto y después de esto comenzó lo que sería la clase. Ahora de nuevo estoy bostezando del aburrimiento mientras escucho las pequeñas risitas de Sara, las quejas de Leire y los intentos de calmar a Leire por parte de Alex y Ángel mientras que Erik esta tomándose una pequeña siesta.

    Salimos corriendo de esa horrenda y entupida clase de mates y finalmente tocaba la última clase del día. Mi siguiente clase era una que se semejaba al bachiller que yo estaba estudiando, física. Entremos todos juntos de nuevo, volví enseñar por cuarta vez la tarjeta de estudiante a la profesora. Nos sentemos por el medio del aula en la misma posición que en clase de La Marmota. La profesora de física era de estatura mediana, delgadita, cabello corto estilo chico, rubia y ojos oscuros. Su nombre era Fina, pero tenía el mote de Piolín, se le parecía. Esta clase ya era más normalita que la anterior, que madre mía… Física era una de las asignaturas más difícil, ya que si no entendías mates, física lo tenías difícil, así que a todos no se nos daba muy bien. Estábamos estudiando la velocidad, siempre he maldecido este tema, pero algo saqué en claro después de esta clase, ¡Aprendí algo más de mates!

    Ya es hora de ir a casa, se acabó el día. Me despido de mis amigos con un mañana nos vemos. El autocar pasaba a las dos y cuarto y eran las dos, aún me quedaba un cuarto de hora, así que me estuve esperando en la paraba del autocar con mi mp3. Como esta mañana se me paso el tiempo volando, me subí en él y me senté en uno de los asientos al lado de la ventana. Apoyé la cabeza en el vidrio de la ventana murmurando la letra de la canción que estaba escuchando. Bajé del autocar y me dirigí a casa, allí estaba mi hermana pequeña y mi madre. Me preguntaron como me había ido mi primer día de clase y todo eso, no les conté que había llegado tarde y contesté con un sí, sí muy divertido, ya tengo amigos, mi madre se alegró y seguidamente me preguntó que deseaba para comer, no me apetecía nada en particular, pero tenía un hambre de lobo, así que le dije que con cualquier cosa me bastaba. Intenté contestar a todas las preguntas con una sonrisa convincente, sabía que para mi madre esto era muy duro así que tenía que hacer todo lo posible para que pareciese más fácil. Subí a mi cuarto, solté mi mochila y dejé caer mi cuerpo en la reconfortable cama sin antes dejar salir un suspiro de cansancio. Tocaron a mi puerta y di permiso para que pasara, era mi hermana pequeña.

    -¿Qué quieres Claire?- pregunté después de sentarme en la cama. Tenía un rostro no muy animado, así que me imaginé que no lo había pasado del todo bien su primer día de clase. -Es que… no me gusta este cole… es muy feo y viejo- dijo cabizbaja y mirándome de reojo para ver como reaccionaba. La mire extrañado y le dediqué una sonrisa, le coloqué la mano encima de la cabeza y la acaricié - Sé que tu nuevo colegio no es como el anterior y tampoco es mi instituto como al que antes iba yo pero de ahora en adelante ayudaremos a mamá para así poder cambiarnos a una casa más grande y mejor, ¿vale?- Claire se calmó al ver mi sonrisa, y me sonrío de lado a lado, ando unos pasos hacía la puerta y se paro cosa que me extraño. –Dime hermanito… ¿Has conocido a una chica que te guste?- mi hermana a pesar de tener solo ocho años es muy enteradilla y bastante cotilla. Me miraba de reojo acechándome con una sonrisa burlona y levantaba las cejas seguidamente. A veces parecía un ángel, otras… un demonio. -¡Que no! ¡Vete a tu cuarto!- grité algo malhumorado y esta siguió insistiendo hasta que la cogí y la eché de mi habitación.

    Después de tranquilizarme un poco, despejé mi escritorio y empecé hacer los deberes de las materias que tenía, por suerte solo era acabar el comentario del libro del Quijote y unos pocos problemas de física. Únicamente me quedaba tres problemas de física cuando mi madre me llamó para comer. Comimos un poco de ensalada y unos trozos de lomo acompañado de unas cuantas patatas. La hora de la comida era el momento perfecto para hablar de lo que habíamos hecho en toda la mañana. Les expliqué lo que había hecho en el instituto sin mencionar a Shila y menos que había llegado tarde, mi hermana en cambio, no se cortaba ni un pelo, lo explicó todo con pelos y señales, mientras yo y mi madre reíamos. Lo que había hecho mi madre… pues era obvio acabar de deshacer las maletas y algo de limpieza. Mi madre fregó los platos mientras yo ayudaba a limpiar la casa y mi hermana arreglando su habitación a regañadientes. Cuando la casa estaba ya más ordenada, seguí haciendo mi tarea. Estuve enfrente de mis tres últimos problemas unos quince minutos, básicamente por que no los entendía. Ya eran las siete y yo aún sin acabar mis deberes así que lo deje- ya me copiaré de alguien mañana- dije cansando y me acosté en la cama para descansar un poco.

    Me quedé dormido cosa de una por que el móvil sonó, lo cogí y rápidamente me lo aparté del oído. Eran mis viejos amigos, Carlos y la pandilla como decía yo, estaban gritando todos eufóricos y yo recién levantado. De nuevo el mismo interrogatorio de preguntas, ¿Cómo estoy? ¿Cómo es el instituto? ¿Si me gusta?... y yo medio dormido sí, sí estoy muy cansado, el instituto es un anticuario y no me gusta esto. Carlos con su humor hizo la pregunta que menos quería oír, ¿Hay alguna tía buena por allí? Por detrás se escuchaba Erika quejándose de Carlos y este reía a carcajadas limpias. Por un momento me sentí contento y aliviado, no había perdido a mis viejos amigos. Ahora tenía el teléfono Erika, con su dulce pero preocupada voz me preguntó como había sido mi primera experiencia y yo le dije que mejor de lo que pensaba, que no eran malos compañeros los que tenía y que no debían preocuparse, yo estaba bien.

    -Me alegro-dijo Erika por el auricular pero su tono de voz no era del todo convincente. Seguramente estaba preocupada de que hubiese conocido alguna chica más guapa o mejor que ella y yo por no herir sus sentimientos tuve que mentirle a medias. –Tranquila, no he conocido a ninguna otra chica mejor que tu-dije para tranquilizarla y Erika dejó caer un suspiro de alivio. En cierto modo no le había mentido, pero tampoco le había dicho toda la verdad, se podría decir que había conocido a una belleza como Shila, al menos de vista. Estuve hablando con cada uno de ellos bastante tiempo y sin darme cuenta ya eran las once así que me despedí de mis amigos y colgué. Mi madre me había llamado hacía una hora para cenar pero le dije que no tenía hambre, por lo tanto aquella noche no cené. Preparé la ropa que me tendría que poner para mi siguiente día de clase, los libros, puse el despertador del móvil a las seis y media y me acosté en la cama, esta noche conciliar el sueño no fue un gran problema.

    Es de noche y únicamente puedo ver la luna des de las paredes que me encierran en esta pequeña y oscura habitación. Tocan a mi puerta, escucho el chirreo de la puerta al abrirse, una figura pequeña femenina entra, la reconocí en un instante a pesar de no entrar un hilo de claridad, es mi hermana pequeña. El tartamudeo que hace al llamarme me provoca dejar salir una risita. Rápidamente se giró a su espalda, rígida del miedo que yo le provocaba pero no me lograba ver.

    -A-aquí t-tienes tu comida-dijo ella, pero yo eso no lo quería, yo quería proporcionarme mi alimento fresco y recién cazado por mi. Me deslicé como una pluma desde el techo hasta el suelo contemplando el asombro de mi hermanita. Gruñí delante suyo y ella salió corriendo hacía la puerta para de nuevo encerrarme cosa que yo no permitiría, la cogí del hombro, la empujé contra la pared del fondo y cerré la puerta dejándola atrapada dentro. –Felices sueños, claro si los tuvieras-dije antes de cerrar la puerta. Salí de la pequeña mansión en la que vivía por un pasillo que únicamente sabíamos yo y mis hermanos mayores. Aquél pasillo me llevó hasta el jardín y seguidamente me introduje en el bosque.

    De nuevo siento el frescor de la noche en mi piel, siento que mis ojos cambian de color y como mi sangre me hierve por dentro, es hora de cazar. Me estremezco de la sensación de ser libre y poder saciar mi sed. Recorro el bosque entre los árboles sin prisa pero sin pausa. Pienso quién será mi próxima víctima. No tardo mucho en llegar a la pequeña ciudad sometida a la oscuridad de la noche, recorro lentamente las calles, cabizbaja a un ritmo pausado hasta que finalmente diviso mi presa. Son un grupo de amigos que van de fiesta, pero yo me he interesado por uno en especial.

    -¿Habéis visto que bombón hay ahí? Es de mi tipo-dijo mi próxima víctima. A cada paso que daba hacía mi, mi respiración se retornaba más profunda y más ligera. Mis colmillos crecían a un ritmo lento, me sudaban las manos y se me formó una sonrisa sutil. Él se quedo de pie delante mió, echándome piropos, uno tras otro, lentamente rodeé su cuello con mis brazos, se reía orgulloso, miré directamente sus ojos mientras mostraba una sonrisa dejando ver mis queridos y afilados colmillos. Se llevó un gran susto al presenciar mis blancos colmillos, forcejeaba para salir de entre mis brazos pero yo no le dejaba escapar, había caído en mi telaraña, por decirlo de algún modo.

    -¡Pero que coj-…!- gritó con fuerza aterrorizado pero no le brinde el placer de acabar su frase. Mis colmillos ahora yacían hincados en su yugular, la sangre brotaba sin parar, su camisa como la mía se impregnaron de su sangre. Su grupo de amigos al ver la escena que estaba montando, salieron corriendo horrorizados. La verdad es que no me importaba si contaban algo de lo que habían visto por que nadie les creerían, pensarían que habrían tenido una imaginación provocada por el efecto del alcohol.

    Por fin, después de semanas encerrada en mi cuarto, siento el frescor y el aroma de la sangre de un humano recién extraída. Mi sangre se regocija ante semejante sensación, el recorrido que recorre las gotas de sangre sueltas estremece mi cuerpo. El placer que siento en estos momentos es lujurioso, obsceno, sensual, es inexplicable, incomprensible para la mente humana. Al acabar mi banquete me lamo las manos y así finalmente mi sed ha sido saciada.
     
  5.  
    Eileen

    Eileen Entusiasta

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    Re: Inmortalidad

    Hola!!!
    Esto me recordo casi a Crepusculo xD En serio, muy parecido o-o...
    Pero ta chido xD Una recomendacion, cuando la persona que narra es otra, podrias separalo con una rayita (---) o asteriscos o tal vez poner "(insterar nombre del personaje) Pov", asi se facilita la lectura n-n
    Ojala lo sigas... creo que ya veo por donde va esto n-n
     
  6.  
    Celas

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    Re: Inmortalidad

    Bueno aqui dejo el cap 4 espero que os guste!

    Capitulo 4

    El sonido del despertador me despierta no con muy buen humor, básicamente por que son las seis y media de la mañana. Me visto con una sudadera azul oscuro y unos tejanos acompañados por mis bambas Nike. Camino despacio para hacer el mínimo ruido y así no despertar a mi hermana pequeña que duerme profundamente y finalmente llego al final del pasillo de la primera planta, donde veo una puerta entreabierta, la puerta del baño. Hago mis necesidades como todo ser humano cuando se levanta, me lavo las manos y finalmente me peino el pelo de punta con la ayuda de mi gomina Giorgi comprada del super de abajo. Después bajo las escaleras de madera, que cada escalón cruje de diferente manera y llego a la cocina. Me preparo unas tostadas y un baso de leche, vamos el típico desayuno. Al acabar de desayunar lavo lo ensuciado y miro el reloj, ya son las siete y cuarto y el autocar pasa a las siete y media, por lo tanto me voy al salón a ver un poco la televisión. Me quedo viendo las noticias, cosa que una noticia me llama la atención, un joven ha muerto desangrado en esta ciudad, vamos lo que nos faltaba, un tío muerto. Pero lo que más me llamó la atención fue lo que dijeron los supuestos amigos del chico, una tía lo había matado hincándole el diente, era la primera vez que lo oía, me pareció gracioso.
    Sin darme cuenta ya eran las siete y veinticinco por lo tanto me fui hacía la parada del autocar. No tardó mucho en pasar, en él había algunas caras que reconocía pero no sabría en qué clase las había visto. Me apoyé en el vidrio de la ventana mientras escuchaba el canto del loco por mi mp3, tenía la mirada perdida en el grisáceo cielo que podía preciar por la ventana. Bajé del autocar, crucé dos calles y nuevamente me encontré en frente del letrero del instituto.

    -Vamos otro día empieza-dije antes de adentrarme en el recinto del instituto. Faltaban unos quince minutos para entrar, o llego muy pronto o demasiado tarde pensé suspirando algo angustiado. Me senté en uno de los bancos que posaban en el jardín, divise algunos grupos de amigos y alguno que otro como yo, solo sentado en un banco. Al parecer no había llegado ninguno de mis amigos, ya me habían contado que vivían cerca de aquí y por lo tanto se despertaban media hora antes, en parte les envidiaba. Deposité mi mirada en el árbol donde por primera vez vi a Asakura con la esperanza de que estuviera allí, pero nada ni nadie estaba. Revisé por tercera vez que tuviera todos los libros para el día de hoy, lo que hacía el aburrimiento y para mi suerte la batería de mi mp3 se había agotado, me levanté y di unas vueltas por el jardín para encontrar algo para matar el aburrimiento y lo encontré, bueno mejor dicho la encontré. Allí estaba, sentada en un banco escondido entre grandes árboles y con los ojos cerrados, su melena plateada revoloteaba con el viento mientras ella se sujetaba la parte derecha del flequillo con la mano. Me pareció una imagen digna de fotografiar, cogí el móvil y me quede inmóvil. Pensé en echarle una foto pero en el último instante pensé si era justo o no tomar una foto suya sin permiso, por lo tanto baje el móvil y lo cerré dejando un suspiro de arrepentimiento.

    ---

    Golpean varias veces a mi puerta para que yo me levante de la cama, pero no se por que el día de hoy no lo han hecho. Son las siete de la mañana, me visto con una camiseta de media manga color blanca sin abrochar los dos primeros botones para dejar ver algo de escote, unos tejanos negros calzando unas botas oscuras. Me peino mi gran melena plateada lentamente y cuidadosamente en el baño de mi cuarto. Mis ojos vuelven a ser del color de la miel y mis colmillos vuelven a tener el tamaño de siempre y por último me cuelgo mi cadena con el rosario que recae en mi pecho. Hoy más que nunca lo necesito. Antes de irme miro las noticias, efectivamente comentan el incidente de anoche pero como supuse no se cree lo que dice el grupo de jóvenes, dejo salir una risita y me marcho por la puerta no antes de mirar hacía atrás esperando que alguien de mis hermanos saliera a despedirme. Cruzó el bosque rápidamente y en unos diez minutos llego a mi destino, el instituto del que llevo cosa de unos años viniendo. Son las siete y media y me siento en mi banco favorito, el banco que esta escondido entre grandes árboles.

    ---

    Me quede embelesado observando el paisaje que se mostraba en frente mió, pero de repente todo se torno oscuro.

    -¿Quién soy?- reconocí al instante la voz, no podía ser de otra persona.
    -Sara, ¿Qué haces?- Aparte sus manos de mis ojos mientras ella sonreía divertida pero a la vez algo angustiada.
    -Es que no respondías, te he estado llamando pero tu, ni mu- cruzó los brazos haciendo una mueca como si aparentara estar enfadada. Me disculpe con una sonrisa no muy convincente e interceptando su campo de visión cosa que no le paso desapercibido. Su mirada se entristeció al ver quien ocupaba aquel banco rodeado de grandes árboles y su sonrisa tímida casi inadvertida ante aquel rostro sombrecido que presentó por segundos. Me cogió del brazo y me estiraba insistiendo que probablemente los demás ya habían llegado. Me sentí mal por Sara, era como si la hubiera traicionado ya que ella como todos los demás me advirtieron que no me acercara a Shila y yo cuanto más me lo decían más me quería acercar y saber de ella. Me dije a mi mismo no hacer de nuevo que Sara se sintiera triste, no otra vez, ella era ahora una amiga muy preciada para mi.

    En efecto, los demás ya habían llegado, cada uno cargado con su mochila en la espalda, Leire nos saludaba con la mano levantada mientras que Erik, Alex y Ángel hablaban entre ellos. Entremos todos juntos y nos fuimos a la primera hora de clase, la clase de inglés. Como el día anterior tocaba enseñar mi tarjeta de estudiante, nos sentemos como el día anterior, el que sería el orden habitual. El profesor de lengua inglesa o extranjera, era un hombre alto, de ojos negros con unas gafas modernas y cabello… era calvo, mejor dicho se afeitaba la cabeza. Era un tío bastante… como decirlo, ¿enrollado? Su nombre era Juan Carlos. Me dio buena impresión al verle, me llevaría bien con él pensé, pero también había que decirlo era un capullo. El primer día y nos mandó una montaña de trabajo y se defendía con un so what? Traducción: ¿y que? Aún no me había dado cuenta que Shila iba en mi misma clase hasta que acabó el día, sentada en el fondo de la clase en la última mesa de la izquierda y siempre detrás mió.

    ---

    Es hora de entrar y dar comienzo a las clases. Me adentro entre la multitud de estudiantes y me dirijo a la primera clase del día la de inglés. Paso desapercibida por los otros estudiantes y me siento en mi respectivo asiento. Observo todos los grupos de amigos que hablan entre ellos, pero de entre todos los grupos hay uno que llama la atención por lo ruidoso que es. Normalmente son tres chicos y dos chicas, pero esta vez son cuatro chicos y dos chicas, veo que el nuevo ya tiene un grupo de amigos, que odioso… pienso desviando la mirada hacía la ventana. Escuchó algunos susurros acerca de mí, no les doy la mínima importancia. Me paso toda la clase en silencio aparentando escuchar al profesor esperando que de fin a la clase de hoy.

    ---

    Nuestra próxima clase era la de historia, con la profesora Eva. Estuvimos un rato sentados en nuestros asientos esperando a la profesora y mientras tanto hablando de los programas que dieron la noche anterior. Yo la noche anterior no pude ver ninguno del cansancio que llevaba por lo tanto no abrí prácticamente la boca. Estaban hablando de CSI, Alex y Ángel hablaban muy entusiasmado mientras que Leire y Erik discutían de quién era el asesino. Sara tampoco habló por lo que deduje que CSI no lo veía o básicamente se lo perdió.

    -¿Tu no ves CSI?- pregunté a Sara que yacía perdida en sus pensamientos.
    -No, no lo veo mucho, tampoco tengo interés en esa serie- dijo algo aburrida-¿Y tu?- me preguntó algo interesada.
    -No, tampoco-dije desanimado.
    -Entonces igual que yo-dijo riéndose para si misma.
    -¿Has visto las noticias esta mañana? Lo del chico que ha muerto desangrado me ha dejado blanco- intentaba cambiar de conversación para que ninguno de los dos nos aburriéramos.
    -Pues para mi no ha sido una sorpresa, des de hace tres años aparecen algunos casos como ese en este pueblo- Sara lucía seria cuando hablaba de lo sucedido, lo que dijo me dejó patidifuso y la verdad es que tuve un poco de miedo después. No era normal que murieran jóvenes desangrados en una pequeña ciudad como esta y encima casos similares desde hace tres años. -¿No te habré asustado, no?-dijo algo preocupada por mi reacción.
    -No. No, que va- estaba realmente asustado.

    Poco después llegó la profesora de historia disculpándose con un lo siento por la tardanza. Era una mujer de unos treinta años, de estatura mediana, pelo corto teñido de rubio y ojos claros. Su manera de explicar la lección me sorprendió, era fácil de seguir y extrañamente divertida. De vez en cuando también nos explicaba alguna anécdota que tenía que ver con el temario, la hora se pasó rápidamente para mi gusto.

    Una hora más y tocaba la hora del almuerzo, la tercera hora del día era la de castellano con el temario de Don Quijote, fue una hora de lo más pesada y aburrida. Tomaba apuntes sin saber bien, bien que escribía en mi cuaderno, de vez en cuando copiaba algunas cosas de lo que escribía Sara sin que ella se diera cuenta mientras que Erik copiaba lo que yo escribía al pie de la letra. Después de la clase nos fuimos al comedor y me pedí un bocata de lomo con queso ya que el día anterior no pude brindarme el placer de probarlo. Nos sentemos en la segunda mesa de la izquierda del comedor al lado de la ventana.

    -¿Os salieron los últimos problemas de física?-pregunté como si la cosa no fuera conmigo.
    -Los dos últimos no los entiendo-dijo Leire preocupada.
    -Tampoco-dijo al unísono Alex y Ángel.
    -No, que va, no entiendo ni uno solo-dijo Erik un tanto orgulloso.
    -Eres penoso, mira que no salirte ni uno solo-dijo Leire algo decepcionada.
    -Ese es nuestro Erik-dijo Ángel riéndose sin fuerzas.
    -Tendrás que ir a recuperación, lo sabes ¿no?-dijo Alex con una sonrisa divertida.
    -Ya lo se, los exámenes de recuperación son más fáciles de aprobar que los de todo el curso-
    -Vamos que te lo vas a jugar todo en los de recuperación-dije algo fastidioso.
    -Se podría decir que si-
    -Tu caso Erik es especial, pero… ¿a vosotros no os han salido los últimos problemas de física? Si eran fáciles- dijo Sara extrañada de la situación.
    -¡Déjanoslo para copiar!-dijimos todos a la vez entusiasmados.
    -Vale, vale pero solo por hoy-

    Nos copiemos rápidamente los problemas que nos quedaban por hacer y continuemos con la charla. Yo de vez en cuando miraba la puerta del comedor esperando ver pasar a Asakura, pero no la vi pasar durante toda la hora. Me sentía algo triste de no poder verla durante la hora que teníamos libre y sumido en mis pensamientos sin darme cuenta tiré un baso de agua con el codo cuando alguien pasaba por mi lado. No se si fue por suerte o por desgracia, la persona que pasaba por mi lado era ni más ni menos que Shila. Me quedé bloqueado al verla, por primera vez crucemos las miradas, mis palabras no querían salir de mi garganta, era como si algo interrumpieran su camino y mi cuerpo temblaba como una pluma. Respire profundamente y pude pronunciar algunas palabras sueltas.

    -Y-yo… no.. l-lo…lo siento-dije tartamudeando y me agaché a coger los trozos de vidrio del baso roto. El silencio que ella producía me inquietaba y mis movimientos se volvían más torpes aún, tan torpes que me corte el dedo índice-¡Mierda!-grité al instante.

    Un hilo de sangre recorrió mi dedo y sin darme cuenta Shila se agachó, ahora ella estaba delante mió y yo sin poder creérmelo. Con dulzura y delicadeza me cogió la mano, pasó su lengua por el hilo de sangre hasta llegar al corte. Mi dedo se encontraba dentro de su boca mientras notaba como jugaba su lengua con la herida, la sensación que sentí en ese momento fue como decirlo… placentera y a la vez escalofriante. Nuevamente mi mirada se cruzó con la suya y sonrió dejándome la mano.

    -Podría infectarse, cúratelo- me susurró en el oído. Su voz era fina, serena, aguda, era como angelical. No le respondí, mejor dicho no tuve tiempo de responderle por que acto seguido se levantó y se colocó en la última mesa al lado de la ventana con la mirada perdida en el paisaje que se observaba a través de ella. Otra vez volvía a ser la misma estudiante distante y fría; algo dentro de mí se lleno de tristeza al ver de nuevo el rostro musito de la joven de ojos color miel.

    -¿Estas bien?-dijo Leire al verme absorto.
    -S-si-dije apenado y con una sonrisa poco convincente.
    -Eso te pasa por estar distraído a todas horas-dijo algo malhumorada Sara.
    -Bueno que se le va hacer-dijo Erik suspirando mientras Ángel dejaba una salir una risita. Alex no dijo nada solo miraba a Shila con odio y desagrado. Tenía ganas de preguntarle que le había hecho Asakura a él, pero por supuesto era demasiado pronto para saberlo eso fue lo que pensé.
    -Vamos, la siguiente clase comenzara dentro de poco-dijo Alex antes de salir por la puerta del comedor.
     
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    Eileen

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    Re: Inmortalidad

    Holas! Yupiii!
    A mi me encanteria tener una profe de historia asi xD!!! Seria tan genial, snif, con lo "uuy u-u" que me cae la materia xD
    Me pregunto cuanto tiempo se tardara Saxor en darse cuenta de lo que es Shila u-u La pregunta del millon xD Que no se tarde T-T (???)
    Siguelo pronto =D!
    Sayo~
     
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    Saxor

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    Re: Inmortalidad

    Holaaa:)

    ya me lo leí y esta muy bien:)

    Es normal que haya gente que no vea CSI, sobretodo si repiten los capitulosxd

    Ya le pueden decir a la profe de historia que no pasa nada:) que llegue tarde todas las veces que quieraxd

    ¿Habeís hecho los problemas de física?=¡Quien los tenga echos me los va a tener que dejar copiar!

    Parece que Saxor esta muy enamorado que Asakura, porque aparte de buscarla siempre con la mirada no puede decirle un lo siento tranquiloxd

    Asakura pasa de él siempre... Pero a la que había un poco de sangr por medio cambia la cosaxd

    "Espero no haberte asustado"- No no me has asustado, pero donde esta el bañoxd

    esta muy bien y me ha gustado mucho:) esperare con ansias la contii:)

    Arany tiene razon:) Cuando él descubra lo que és... la cosa seguira igual o se asustara y se volvera a cambiar de ciudadxd

    Sube la contii pronto!!

    De:Un tal Saxor
     
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    Celas

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    Re: Inmortalidad

    Bueno aqui dejo el cap 5 espero que os guste!!!

    Capitulo 5

    Siempre que hablábamos de Shila, Alex la miraba con odio y rencor. No sabía el por que, pero tampoco quería ir y preguntar directamente. Aún tenía la posibilidad de preguntar a Erik y a estos, probablemente supieran algo, pero ¿Cómo sacar el tema? No quería parecer un cotilla, ni mucho menos, pero este asunto me tiene muy intrigado.

    La siguiente clase era la de física con La Piolín. Primero de todo pasó lista y cada uno de nosotros tuvimos que contestar con un presente y también había el típico listillo de turno que decía una de las suyas. La forma de corregir los ejercicios que tenía la profesora Fina, era apostando a la suerte o que alguien de clase dijese un número. El número era la posición que teníamos en la lista. Salíamos a la pizarra ha resolver el problema que teníamos de tarea para hoy mientras los demás comprobábamos que lo teníamos bien o si no lo corregíamos. Por suerte mía yo no tuve que salir, pero Leire sí. Tuvo algunas pequeñas dificultades en las cuales Fina le ayudó. Ahora solo faltaba resolver el último problema, el más difícil.

    -A ver quién es el afortunado o afortunada de resolver este problema-dijo la mujer mirando su agenda de arriba abajo mientras que los que no habíamos salido esperábamos que no dijese nuestro nombre –Shila, Shila Celas, sal por favor.

    Al escuchar el nombre de Shila me quedé impactado, no podía creer lo que escucharon mis oídos ¿es que estaba en mi misma clase? Asakura se levantó lentamente sin hacer ruido alguno, bajó las escaleras des de su asiento hasta la tarima elegantemente, como si se tratase de una delicada flor de primavera. Pasó por nuestro lado sin siquiera apartar la vista de la pizarra, en cambio yo no le aparté la vista de encima y es cuando me percaté de la cadena que llevaba en el cuello y en ella el rosario que caía en su pecho. No tardó ni cinco minutos en resolver el problema a la perfección, Fina no abrió la boca para echarle la bronca solo le elogió pero para ella era como si todas aquellas palabras fueran transparentes, sin significado. Volvió a subir las escaleras hasta su asiento de la misma forma que antes, como si todos no existiéramos en su mundo, como si fuéramos invisibles.

    La clase continuó como si nada, La Piolín seguía con la explicación y yo de vez en cuando tornaba la cabeza para verla de nuevo, su posición no cambiaba, miraba tras la ventana con la mano apoyada en su mejilla, no se movió en toda la hora, como si se tratase de una muñeca. En su cuaderno no había nada escrito, todo estaba en blanco, como si fuera recién comprado. Encima de la mesa aparte del cuaderno no había nada más, ni bolígrafos ni estuche, solo las motas de polvo que se iban acumulando. Finalmente, Fina nos dio permiso para abandonar el aula y así lo hicimos, pero Shila aún seguía sentada en su asiento con la mirada perdida tras la ventana. Alex recogió sus cosas y para sorpresa la mía se dirigió al asiento de Asakura.

    -¿Qué crees que estas haciendo?
    -Uhm.
    -No te acerques a ninguno de mis compañeros, ¿me entiendes maldito vampiro?
    -Hahahahaha, tu no eres nadie para… ¡darme ordenes! ¡Yo hago lo que me de la gana!
    -Te voy a estar vigilando y juro que un día te mataré.
    -Hump, como si pudieras…

    La pequeña conversa que tuvieron ellos dos apenas se oía, Shila parecía divertirse con la situación y reía satisfactoriamente mientras que Alex lucía furioso. Nadie le preguntó sobre lo que había pasado en el aula, por respeto o por miedo. A Erik, Leira, Ángel y Sara no parecían estar sorprendidos de que Alex hubiera tenido una pequeña charla con la estudiante de más mala fama del instituto, en cambio, les pareció algo normal pero para mí no parecía normal. Quería saberlo lo más rápido posible.

    La siguiente clase nos situemos en el laboratorio, era la clase de biología. La profesora era una mujer de unos treinta y cinco o algo más, alta, delgadita, pelo color castaño claro y ojos color chocolate. Su nombre era Emilia. Teníamos que realizar un experimento, saber nuestro grupo sanguíneo. El experimento en si consistía en punzar a tu pareja y analizar su sangre y así averiguar su grupo sanguíneo y viceversa. Cada uno tenía su parella des de la secundaria, pero en mí caso era diferente porque yo recién había llegado y no tenía parella.

    -Jordi, no te preocupes tu pareja vendrá dentro de poco.
    -Claro.

    Asistí con la cabeza esperando ver la persona que ocuparía el asiento de al lado mió. Tardó unos cinco minutos en llegar, entró por la puerta como si nada, Emilia la miro y sonrió satisfactoriamente y le mostró su asiento. Por supuesto, era el asiento que estaba a mi lado esperando ser sentado. Apartó la silla, se sentó y atendió la explicación de la profesora. Esta era mi oportunidad debía causar una bueno impresión, ya que durante todo el curso seríamos pareja de trabajo.

    -Esto… me llamo Jordi Asai, pero me puedes llamar Saxor- estaba realmente nervioso. Me miró por el rabillo del ojo por un momento y atendió nuevamente la clase.

    Finalmente, Emilia acabó de explicar todo lo que tenía que decir y nos dio permiso para dar comienzo al experimento. Yo la verdad, con los nervios que tenía encima no pude escuchar ninguna palabra de lo que dijo Emilia, así que no sabía que hacer. Observé a las demás parejas con discreción mientras mi parella apuntaba algo en su libreta.


    -Tu grupo sanguíneo es A, ¿verdad?- dijo con una sonrisa de satisfacción. Aquella pregunta me sorprendió.
    -S… sí… ¿Cómo lo supiste?
    -Por el sabor de tu sangre- dijo mientras examinaba su jeringuilla.
    -¿Es que por el sabor de la sangre se puede saber?- pensé confundido.

    Me fijé en lo que tenía escrito en su libreta y elaboré una tabla de la misma forma que ella lo había echo. Casi todos los grupos ya habían comenzado con el experimento y nosotros aún no por lo que di el primer paso.

    -Bueno… tenemos que empezar.

    No respondió solo me miró. Fui acercándome lentamente con la aguja para punzarla y así extraer un poco de su sangre. Comenzó a susurrar en voz muy baja algunas palabras que yo no llegaba a escuchar mientras su mirada se endurecía cada vez más al ver la aguja más cerca. Supuse que le calvaran la aguja le daría algo de impresión, como me suele pasar a mí, pero nada más creí. El susurro se volvía más fuerte mediante mi brazo se acercaba al suyo hasta que no pudo aguantar más.

    -¡NO ME TOQUES!- gritó eufórica con una respiración brusca golpeando la mesa mientras que su rosario resplandecía con una luz tenue. Toda la clase depositó su atención en nosotros cosa que me ruboricé. Acto seguido salió corriendo de la clase desesperadamente.
    -¡Shila!- gritó la profesora esperando pararla pero no consiguió hacer nada. Se acercó a mí y puso su mano sobre mi hombro para tranquilizarme-Tranquilo, no te preocupes, a veces actúa de esa manera.

    Después de eso la clase se acabó, la profesora abandonó el aula dejándonos tiempo libre. Todos se agruparon alrededor mió preguntándome sobre lo sucedido y yo con una sonrisa poco convincente respondía probablemente tendría miedo a las agujas. La realidad es que no sabía quién estaba más sorprendido si todos mis compañeros o yo. No lo entendía.

    ---

    Salí corriendo de clase, mi sangre hervía en mi interior, mi visión se distorsionó y mis colmillos querían mostrarse cosa que no debían hacerlo. Por suerte el rosario que llevaba en mi pecho controló mis instintos y mis impulsos, pero a la vez me sentía débil y sin fuerzas. Salí a las afueras y me apoyé en el gran árbol del jardín del instituto que tanto me reconfortaba. Agarré fuertemente el rosario para que dejase de abatirme y así que dejara de brillar. Pensaba que podía retenerme con la ayuda del rosario pero mi sangre de vampiro ante tanta sangre en un mismo sitio se volvió muy fuerte. Mi visión era ya borrosa y mis parpados se cerraban lentamente. Pasé todo el tiempo que quedaba de la hora descansando para así poder ser yo misma otra vez.

    ---

    Abandonemos el laboratorio, se había acabado el día por hoy. Ahora cada uno a sus respectivas casas. Iba acompañado por mis compañeros y ellos me hablaban sin yo escucharlos, solo asistía con la cabeza pero hubo algo que nos llamó la atención a todos. En la entrada principal había una gran aglomeración de estudiantes. Nos acerquemos a ver lo que sucedía y allí apoyada en la pared había una joven de unos veinte años, delgadita de estatura uno setenta y pico, melena negra que le llegaba por debajo la cintura, tez pálida y ojos color zafiro. Aquella joven era asombrosamente bella, causaba impresión, sensación, seducción y a la vez tan frágil. Parecía que estuviera esperando a alguien.

    -Es Natalie-dijo Leire con una pizca de envidia.
    -¿Natalie?
    -Si, es una ex-alumna de este instituto, es todo un bombón-afirmó Erik.
    -Probablemente este esp… -Ángel no pudo acabar la frase por que es cuando ella apareció.

    Shila se acercó Natalie y esta la acarició en la cabeza como si se tratase de un perrito pero con cariño y se fueron las dos juntas. Shila a su lado parecía feliz, era la primera vez que la veía sonreír de aquella manera, su sonrisa desprendía gentileza y serenidad. Como si se tratase de una niña pequeña.

    -Natalie es la hermana mayor de Shila, Natalie Celas- dijo Sara sin brillo en los ojos, como si una tristeza la invadiera.
     
  10.  
    Saxor

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    Re: Inmortalidad

    Holaa:)

    que ganas tenía de leer la contii y aquí esta!!

    Si que esta enfadado Alex con Asakura si... me pregunto que le habra echo ella a él...

    Y de pareja de Bilogia Saxor con Asakura!! Seguro que Alex después de la bronca que le ha hechado al saber eso esta mirando siempre para atrasxd

    Jajajaj que bueno lo de: ¡No me toques! "Tendra miedo a las ahujasxd"

    bueno decirte que esta muy bien:) y que espero la contii con ansias!!

    De:Un tal Saxor
     
  11.  
    Eileen

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    Re: Inmortalidad

    Biologia xD
    Estuvo chida la conti, asi que Asakura tiene una hermanita =D!
    Que chido n-n
    Seguramente Alex sabe desde hace tiempo lo ke es xD
    Siguelo, esta muy bueno.
    Ciao~
     
  12.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    bueno aqui dejo el cap 6 onde sabemos mas cosas de Shila Celas nuestra vampira y de su familia espero q os guste!!

    Capitulo 6

    Llegué a casa aún pensando en lo que había pasado esa mañana, estaba muy confundido cuando la inoportuna de mi hermanita tuvo que avasallarme con sus peculiares preguntas.

    -¿Has encontrado alguna chica que te guste? ¿No me digas que te has declarado y te han rechazado? Pobre hermanito mío.
    -¿Cómo?- no entendí nada de lo que me decía mi hermana de ocho años, ella solita se montaba la película.
    -Es que como te veías triste y desanimado… lo única opción posible es que te habían rechazado, o… ¿me equivoco?
    -No, no me han rechazado-dije sacando la lengua como burla.
    -Pues que pena-dijo Claire suspirando.
    -Pues menuda cría tengo que aguantar-pensé algo mosqueado-Y tu que, como te va a ti por el colegio-dije para cambiar el tema.
    -¡Muy bien! Sabes… me he hecho muy amiga de una niña.
    -¿A sí? Pues que bien ¿Y como se llama?-dije algo aburrido.
    -Se llama Nana y lo mejor de ella son sus ojos.
    -¿Sus ojos?-dije confuso.
    -Sí, los tiene de diferente color, el derecho verde y el izquierdo azul. Tienes que verlo, ¡es increíble! Además nos hemos hecho inseparables.
    -Vaya que bien, ¿no?-dije con una sonrisa sarcástica mientras pensaba pues que niña más extraña, aunque hablando de mi instituto también hay alguna chica rara.

    Poco después nos llamó nuestra madre para ir a comer. Claire estuvo casi toda la hora de comer contándonos cosas de Nana y de su colegio, en cambio yo a penas dije nada, básicamente tampoco sabía que decir, ¿Shila, Natalie? Aún ni había mencionado a Shila a mi madre o a mi hermana y menos iba a mencionar a Natalie, por lo que conté cosas que había sucedido en clase.


    ---

    Durante el camino a casa Natalie no dijo nada pero yo sabía de algún modo lo que mi iba a suceder, pero no pregunté por miedo a acertar en mi suposición. Lleguemos a casa, en la entrada estaba Alan mi hermano mayor, nos comunicó que fuéramos al salón principal donde el resto de la familia yacía esperando mi llegada. El primero en entrar fue Alan, ahora debía entrar yo pero Natalie me detuvo entre sus brazos. “No te preocupes, yo estoy contigo” me susurró en el oído, Natalie era la única en quién he podido confiar ciegamente y lo sigo haciendo por que se que ella siempre esta allí cuando la necesito. Seguidamente entre y Natalie a unos centímetros detrás de mí, me senté delante de mí padre y Natalie a mi lado. En frente mió estaban mi padre, Alan y Jess, mi supuesta madre.

    -Sabes lo que has hecho, ¿no?- el tono de voz de mi padre era muy serio como lo esperaba, yo simplemente me quede en silencio- Te escapaste, encerraste a tu hermana pequeña en tu habitación, mataste a un chico y encima en público.
    -Papá, ya sabes que cuando nos alimentamos de alguien, ese debe acabar muerto- mi hermana mayor me apoyaba firmemente.
    -¡A callar, Natalie! Nadie ha pedido tu opinión.
    -Perdón…
    -¡Shila, con tus actos te has puesto en peligro, nos has puesto en peligro a todos!
    -¡Pero nadie nos ha acusado!- grité apretando los puños y los dientes fuertemente.
    -¡¿Y si te hubieran reconocido, eh?! ¡¿Qué hubieras hecho?! ¡¿Matarlos a todos?! ¡Tu forma de arreglar las cosas es matando a todos! ¡Eres un vampiro, no un asesino!
    -¡TE ESTAS PASANDO, PAPÁ!-Natalie golpeó la mesa levantándose y encarando a nuestro padre por tal de defenderme. Alan la agarró del brazo para calmarla, mientras yo me acurrucaba en el sofá aguantando las lágrimas mientras me estiraba del cabello fuertemente.
    -Siéntate, Natalie.

    Natalie se sentó lentamente manteniendo la calma y Alan se separó de ella pero sin quitarle la vista de encima. Jess por otro lado intentaba calmar a papá, cosa que lo consiguió al menos un poco. La discusión retornaba nuevamente.

    -Vale, puedo entender que te escapaste, pero… ¿Por qué encerraste a tu hermana pequeña y la atacaste?
    -No la encerré.
    -No mientas. ¿Por qué la encerraste? No había necesidad.
    -No la encerré.
    -Vuelvo a preguntar, ¿Por qué la encerraste?
    -¡No la encerré!-grité conteniendo la rabia que había en mí.

    Mi padre me golpeó en la mejilla, esta vez Natalie no intervino solo miraba hacía otra parte. Mi padre de nuevo pregunto el por que y yo seguía con la misma contestación de siempre, no la encerré. Cada vez que decía lo mismo recibía una bofetada en la mejilla, unas en la izquierda otras en la derecha. Detrás de la puerta se encontraba escuchando todo lo sucedido mi hermana pequeña.

    -No quiero que peguen más a mi hermanita…

    El dolor en mis mejillas apenas ya lo sentía, aunque me pegaran más fuerte cada vez. La verdad es que encerré a mi hermana pequeña pero no quería reconocerlo y menos delante de mi padre, creo que fue por orgullo o cabezonería, no lo sé y entiendo que Natalie no interviniera, por que en realidad ella sabía que yo estaba mintiendo. Al fin y al cabo yo era la oveja negra de la familia, yo era diferente a todos los demás, no era de sangre pura.

    -¡Basta papá!¡Shila no me encerró!¡La puerta se cerró sola y me quedé dentro!¡Shila no me encerró!- dijo mi hermana pequeña agarrándome fuertemente mientras de sus ojos caían innumerosas lagrimas.
    -¡Nana!-gritó Natalie al verla protegiéndome. La verdad es que ni yo misma me lo esperaba ese acto, pero gracias a ella la discusión acabó.
    -De acuerdo. Pero Shila, no creas que te has librado de las cadenas. Se acabó la charla por hoy.
    -¡¿Las cadenas?! ¡Eso es pasarse!
    -Natalie, ¿acaso no me has oído? He dicho que se ha acabado por hoy.
    -¿Pero…?
    -Natalie, déjalo, lo entiendo, no te preocupes más por mí-dije pero en realidad tenía miedo, otra vez las cadenas. Pensaba que me había librado de ellas y algo en mi me atormentaba. Todo esto ocurre por lo que soy, incluso ha tenido que defenderme Nana, estaba cayendo muy bajo y eso me atormentaba, me estaba volviendo un monstruo, estaba enloqueciendo, no aguantaba esta situación, me desesperaba cada vez más, era como si estuviera andando en círculos, cometiendo los mismos errores una y otra vez.

    Jess se acercó a mí para tranquilizarme, estaba demasiado nerviosa, apenas controlaba mis emociones.

    -Shila, tranquila, hablaré más tarde con vuestro padre para…- decía Jess mientras acercaba su mano a mí hombro pero yo la rechacé golpeando su mano.
    -¡NO ME TOQUES!¡¿QUIÉN TE HAS CREIDO QUE ERES?!¡TU NO ERES MI MADRE!-grité y acto seguido salí corriendo hacía mi habitación. Aquellas palabras tuvieron que herir profundamente a Jess, por lo que se callo y bajo la mirada deprimida.

    Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación aprisa corriendo y cerré la puerta de un portazo. Me coloqué delante de mi ventanal y mire entre las cortinas el jardín que envolvía la casa recordando las palabras que mi padre me había dicho. La euforia me comía por dentro no podía aguantar, estaba fuera de si, golpeé fuertemente el cristal del ventanal rompiéndolo, tiré todo lo que había encima de mi escritorio, arranqué las cortinas, lancé la silla contra el suelo, rompí las almohadas haciendo salir todas las plumas de dentro, lance todos los libros de mis estantes. Natalie desde su cuarto escuchó todo el ruido que estaba haciendo y salió en mi busca.

    -¡Shila!¡Shila!¡Abre, Shila!¡Hey!¡¿Que esta pasando?!¡Dime que esta pasando!¡Shila!¡Abre!¡Shila!¡Hey, Shila!-gritaba Natalie mientras golpeaba fuertemente la puerta para que yo abriera. Me quedé escuchando sus llamadas hacía a mí pegada en la puerta para que no abriera.
    -No es nada-dije desanimada.
    -Shila…
    -Vete. Vete…-musite dejándome caer y arrastrando mi mano ensangrentada por el umbral de la puerta.
    -No hagas ninguna tontería… Las palabras de Natalie eran débiles y desoladoras. Se quedó en el otro lado de la puerta escuchando mis sollozos sin abrir la boca, esperando que en cualquier momento yo abriera esa puerta que nos separaba.

    La noche empezaba y el día se acababa. Me quedé dormida recostada en la puerta, Natalaie al parecer ya se había ido. Esa noche fue una de las más largas de toda mi vida.

    Alan mi hermano mayor fue en busca de Natalie que se fue hacer una vuelta por la ciudad ha despejar sus ideas. La estuvo buscando por todos los lados pero no la encontró, hasta que se adentro en el bosque.

    -Natalie, al fin te encuentro, llevo varias horas buscándote.
    -Por que… esto no es justo… Shila no se merece lo que le esta pasando.
    -Cierto. Pero ninguno de nosotros podemos hacer algo para impedir lo que le sucederá. Al fin y al cabo… ella es débil, diferente a nosotros.
    -¡Mentira! Ella no es diferente a nosotros… solo es… especial. Solo especial nada más.
    -No te culpes, Natalie. Todos lo sabíamos des de el principio y cuando llegué el momento la tendremos que matar.
    -¿Matar? ¡JA! No lo consentiré. Shila es mi preciada hermana menor, no permitiré que le hagáis más daño del que ya le hacéis. Siempre la miráis de manera diferente, como si fuera basura.
    -Por mucho que no lo consientas, no te puedes oponer a nuestro padre.
    -Eres despreciable, ¡¿te estas oyendo?! ¡¿Matar a Shila?! ¡ES NUESTRA HERMANA PEQUEÑA!
    -Lo sé y es por eso que me siento tan impotente. No puedo hacer nada.
    -¿Qué no puedes hacer nada? Pues yo no me quedaré con los brazos cruzados. Hice una promesa a Sonia, prometí que protegería a su hija de cualquier cosa y así lo haré.
    -¿Y como piensas hacerlo? No es de sangre pura. Todos los vampiros como ella acaban igual. Su sangre humana no es capaz de controlar su sangre de vampiro y…
    -…su sangre de vampiro la esta volviendo una fiera, una criatura que solo piensa en matar y seguir matando. Eso ya lo sé.
    -¿Tienes alguna idea de salvar a Shila? Cada vez le cuesta más ser ella misma. Esta siendo consumida por su sangre de vampiro.
    -Algo se me ocurrirá. Estoy segura.
    -Volvamos.

    Algo me presionaba las muñecas y los tobillos. Me desperté acostada en mi casa, con un camisón blanco caído puesto y en mis muñecas y tobillos las cadenas yacían puestas. Tenían restos de sangre, eran mucho más largas que la otra vez y más pesadas. Una cadena iba des de mi muñeca derecha pasando por la espalda hasta mi muñeca izquierda y con la cadena de los pies lo mismo. Cada vez que hacía un movimiento sonaban y cada vez que hacía un paso se arrastraban, era odioso.

    Me sentía más débil que de costumbre, quería salir de la habitación pero no podía, caí al suelo, intenté andar con las manos pero la presión que ejercía en mí las cadenas impedía el movimiento y no pude avanzar ni un centímetro. Quise gritar y que viniera alguien a ayudarme pero la voz no me salía, me ardía el cuerpo entero, la sangre de vampiro rebosaba en mí, mis ojos se tornaron rojos y mis colmillos crecieron más de lo habitual, estaba llegando a mí límite, estaba perdiendo mi manera de ser, mi esencia, ahora yo no controlaba ese cuerpo, eran todo impulsos y instintos de matar.


    espero q os aya gustado!

    el proximo cap sera interesante! lo aseguro!
     
  13.  
    Saxor

    Saxor Entusiasta

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    Re: Inmortalidad

    Holaa!!!

    esta muy bien la contii!!

    Que pesada Cleire siempre esta con lo mismoxd Ni que Saxor fuera a decir algo de Shilaxd

    Es triste cuando Shila esta recibiendo bofetadas de su padre y le dice lo de las cadenas... Aunque todavia lo es más cuando hasta su propio hermano dice que habra que matarla... ¡Menudo hermano que tiene!

    Y Shila una vez termina de deshaogarse y se duerme... Cuando despierta ya tienes puestas las cadenas... Pobrecita:( Solo espero que no lo tenga que pasar peor... y que al final no la maten...

    Tranquila Asakura que tu hermana Natalie te protegera:)

    esta muy bien la conti:) y esperare la proxima con muchas ansias:D Porque a saber que pasara después de eso... o si volvera al colegio con esas ganas de matar:S

    De:Un tal Saxor
     
  14.  
    Celas

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    Re: Inmortalidad

    Holaaaa!!
    aqui de nuevo con el cap 7!!! Este cap esta narrado como protagonista Natalie!!!
    Espero que os guste tanto como a mi!!!:)

    Capitulo 7

    Estábamos todos reunidos en el salón principal menos mi hermana pequeña Shila que probablemente siguiera durmiendo. El único que hablaba era el patriarca de la familia, mi padre. Nos comentó sobre la situación crítica que estaba pasando Shila y que en el peor de los casos deberíamos acabar con su existencia. Aquellas palabras eran demasiado duras para mis oídos, en el regazo de Jess yacía la pequeña Nana llorando. Al fin de cuentas Jess era su madre biológica. Después de la conversa que tuvimos todo se quedó en silencio.

    Estuvimos en silencio varios minutos, sin decir nada, sin ni siquiera movernos de nuestra posición inicial hasta que un ruido se escuchó. Fue un ruido que duro apenas segundos, era como si algo hubiese caído en la planta de arriba. Pocos minutos más tardes se escuchaba como si arrastrasen algo, algo metálico o de hierro. En un instante me di cuenta de lo que se trataba, eran las cadenas de Shila. Al parecer no fui la única en darse cuenta, todos los demás también llegaron a la misma conclusión. Probablemente esté bajando al salón pensé inquieta. Ninguno de los presentes en la sala nos movimos, estábamos esperando ver pasar por la puerta la bella melena plateada de Shila. Pero por la puerta no pasó nadie.

    El ambiente era demasiado tenso, ya no se escuchaban las cadenas. Ni el más mínimo sonido hasta que de nuevo se volvió a escuchar un pequeño golpe. El golpe provenía nuevamente de la segunda planta, tantos golpes seguidos no eran normales. De pronto un fuerte chasquido resonó por toda la primera planta. Todos salimos corriendo a ver lo que pasaba pero nos quedemos parados en los pies de las escaleras. Todas las luces de la segunda planta habían petado a la vez, toda la segunda planta se encontraba sumida en la oscuridad. Crujidos y más crujidos se escucharon a continuación acompañados del ruido de las cadenas que arrastraba Shila. Damian, mi padre, nos alejó lo de las escaleras y nos advirtió que no nos acercáramos y que mucho menos subiéramos, era peligroso.

    La luz que desprendía la luna era el único foco que había en la segunda planta. No podía apartar la vista de aquella planta, todo estaba a oscuras pero a pesar de todo veía completamente bien. En el suelo había trozos de vidrio y en ellos gotas de sangre. Por un segundo en uno de los vidrios que estaban esparcidos por el suelo de la segunda planta pude ver el reflejo que ejercía la melena plateada sobre la luz de la luna. Me daba igual lo que estaba sucediendo, solo quería ver de nuevo el rostro de Shila, en mi cabeza se repetía una y otra vez el nombre de la hija de Sonia, mi hermana pequeña.

    -Iré a ver que pasa, no os mováis de aquí y si escucháis algo no subir- nos ordenó nuestro padre pero para mí ya era demasiado tarde, estaba subiendo por las escaleras-¡Natalie, no vayas!-logré escuchar pero yo ya estaba en la segunda planta.

    En esa planta, en el suelo había diminutos trozos de vidrios esparcidos por todos lados. El umbral de la puerta del cuarto de Shila estaba destrozado, como si algo fuerte hubiera colisionado contra él, las cadenas, pensé. Las cortinas arrancadas, las puertas de todos los cuartos abiertas de par en par, las paredes rasgadas, esto no era normal.

    Me quedé parada en medio del pasillo que comunicaba con todas las puertas, algo frió tocaba mi piel, arriba mío noté un cosquilleo, era agradable, como si se tratase de una pluma que me acariciaba. Alcé la vista para averiguar de qué se trataba, contemplé dos pupilas color carmesí como si se tratase de dos luciérnagas rojas y encima de mi rostro una melena plateada. Era Shila. Estaba sujeta en el techo por manos y pies.

    Shila se soltó cayendo encima mío clavándome las uñas en los hombros, dejé salir un gemido de dolor al notar sus afiladas uñas en mi cuerpo. Me quedé inmóvil al ver aquellos ojos sedientos de sed y aquella sonrisa perversa. Esa no era la hermana a la que tanto quería.

    -¡Natalie!-gritó mi padre sacándome de encima a Shila de un empujón-¡¿Estas bien?!
    -S-si…

    La sangre brotaba de mí sin parar, me había petado alguna vena quizás. Damian me pidió que bajara que él se las arreglaría solo. Shila gruñía como si se tratase de un perro salvaje y se lanzó contra mi padre. Damian la esquivó y la golpeó en la nuca estampándola contra la pared. Tenía a Shila delante de mí, me miró y me empujó escaleras abajo. Caí por las escaleras rodando hacía atrás, me golpeé fuertemente en la cabeza y en la parte final de la ceja izquierda me di con el borde de una de las escaleras formándome una brecha que me partió la ceja en dos. La sangre entorpecía mi visión, no podía ver claramente, únicamente veía parte de la situación rojiza.

    Shila estaba en la primera planta, evadió a Alan y a Jess y se abalanzó contra Nana pero Alan le paró los pies a última hora, esta vez no le pudo esquivar. Se lanzó contra ella agarrándola de la cintura fuertemente. Shila golpeaba fuertemente la cabeza de Alan para sacárselo de encima, Jess en cambio encerró a Nana en una habitación de la planta baja. Al fin y al cabo Shila iba a por Nana. Damian me ayudó a inaugurarme de nuevo a la situación.

    -¡Alan, sujétala fuerte!-gritó mi padre mientras se acercaba a Alan.
    -Es fuerte…

    Shila continuó asestando golpes sin parar, las cadenas chocaban contra el cuerpo de mi hermano mayor y finalmente tuvo que soltarla. En un descuido de Alan, Shila lo lanzó contra Jess. Shila se había vuelto muy fuerte, las cadenas eran ahora un arma para ella, también era rápida y por si ya era ágil. Alan y Damian tuvieron que ponerse serios para detenerla. Era una fuerte contrincante.

    El objetivo de Shila era la planta baja donde se encontraba la pequeña Nana, pero primero tenía que ganar terreno. Saltó encima de Alan, pero Damian la cogió de las cadenas y la lanzó contra la mesa de cristal del salón. Para amortiguar el choque se giró y cayó apoyando la parte derecha de su cuerpo. La mesa se partió en dos, una parte de la mesa en muchos pedazos de cristal pero hubo la otra mitad de la mesa sobresalía un gran pico afilado. Shila gritó de dolor, los cristales se le habían clavado por el costado derecho, el brazo derecho y la pierna derecha. Se retorcía del dolor, un hilo de sangre caía por su boca.

    Aquella escena no la podía aguantar, ¿Qué estaba haciendo yo por ayudarla? Nada, ¡NADA! Estaba siendo testigo de la muerte de mi hermana menor, no lo soportaba. Salí corriendo hacía mi hermana para ayudarla pero Alan me detuvo.

    -¡DEJADLA! ¡NO LE HAGAIS MÁS DAÑO! ¡BASTA!-gritaba mientras forcejeaba para salir de los brazos de Alan.
    -Natalie, ya no hay marcha atrás para Shila, compréndelo.
    -¡NO!¡NO LA MATEIS!¡ES… ES MI HERMANA PEQUEÑA!
    -¡Alan llévate a Natalie lejos de aquí!-dijo Damian mientras sujetaba fuertemente a Shila con los brazos en la espalda.
    -¡Si!

    Alan tenía más fuerza que yo, no podía liberarme de él, me llevaba arrastras hacía la planta baja junto a Nana. Escuchaba los gritos de dolor de Shila, se me clavaban en mí como si se tratasen de miles de agujas finas. Era una tortura para mí, tenía que liberarme de mi hermano como sea. Actué por mis instintos, mordí fuertemente el brazo de Alan para que me soltara, pero a pesar de morderlo él aguantaba el dolor. Nuevamente mordí con más fuerza en el mismo brazo, esta vez Alan tuvo que soltarme por que si no le arrancaba un trozo de carne. Para acabar con Alan le empujé contra las escaleras de la planta baja y salí en la ayuda de Shila. Escuché de Alan “tu eres la única que la puede salvar” antes de caer por las escaleras.

    Jess me detuvo del brazo y sin pensármelo le asesté un puñetazo en el estomago seguidamente de un golpe en la nuca dejándola inconciente. Aquellos dos golpes me costaron un gran esfuerzo, las heridas que tenía en los hombros se abrieron más de lo que estaban ya. No iba a permitir que mataran a mi preciada hermana menor.

    Al entrar al salón donde se disputaba la pelea de Shila y Damian, se escuchó un fuerte crujido. Damian había hecho pedazos los huesos del brazo derecho de Shila y también había torcido su brazo izquierdo. Shila cayó de rodillas en el suelo, gimiendo de dolor. Mi padre se apartó lentamente para observar la reacción de su hija. Se levantó torpemente, tenía el cuerpo lleno de heridas y cubierto de sangre. Su melena yacía manchada de sangre, escupía sangre, sus brazos no respondían, le temblaban las piernas, estaba en las últimas. Me acerqué rápidamente a ella, mi padre se sorprendió al verme a mí y no a Alan. Me gritó algo pero yo no le escuché, me abracé a Shila llorando en su hombro. Noté su respiración en mi cuello, intentaba decirme algo, su voz era muy débil, me susurró en el oído “Lo siento”. Por un instante había recobrado su consciencia, aún podía salvar a Shila.

    Aquellas palabras cobraron esperanzas en mí, pero nuevamente Shila volvió a ser la misma fiera sedienta de sangre. Se abalanzó contra mí para morderme pero Damian me apartó de un empujón y cogió a Shila por las cadenas y la lanzó nuevamente contra los pedazos de cristal de la mesa. El empujón de mi padre hizo que yo perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Aquél gemido de dolor estallando en mi cabeza. No, en mi cabeza no, fuera, en el exterior, delante de mí. Shila tenía… el pico de la mesa de cristal clavado de la parte trasera del abdomen y le sobresalía por el pecho. Aquél pico estaba cubierto de la sangre de Shila, de la boca brotaba un mar de sangre que acababa en el cuello del camisón que absorbía aquel carmesí líquido salado. Los carmesíes ojos de Shila ahora eran color plateado, sin brillo, solo mostraba el terrible vacío en ellos, su melena revoloteaba jugando con el viento alrededor de su lastimado cuerpo, su vida estaba apunto de extinguirse.

    -Es el fin de Shila-dijo Damian apretando los puños de rabia.

    Mis ojos estaban presenciando los últimos minutos de la vida de mi hermana pequeña. La desesperación invadió mi cuerpo por completo, arranqué con todas mis fuerzas hacía mi querida hermana pequeña. La agarré fuertemente de los hombros, su cuerpo se estaba enfriando, se estaba convirtiendo en una rígida coraza de lo que era mi pequeña hermana. La dama del juicio final danzaba a su alrededor arrebatándole lo poco de vida que le quedaba, pero yo no iba a permitir que se la llevará. Grité su nombre una y otra vez entre lágrimas, mi voz se quebraba por momentos pero por lo menos pude sujetarla a este mundo.

    -N…Na…ta…li…e

    Un hilo de voz salió de su garganta, estaba luchando por sobrevivir con todas sus fuerzas. La abracé sin muchas fuerzas para no hacerle más daño del que ya tenía. Nuevamente noté su respiración pausada y quebrada en mi cuello. Su lengua raspaba mi cuello, sus fríos labios se posaron en él y sus colmillos lo agujerearon. Un pinchazo noté en mi cuello, Shila estaba saciando su sed con mi sangre, era una sensación agradable y reconfortable. Siempre había experimentado la sensación de absorber la sangre de mis víctimas pero nunca antes la sensación de ser mordida y que mi sangre fuera extraída por otro vampiro. Shila se apartó de mí lentamente y con delicadeza. Me buscaba con la mirada pero no me veía, probablemente su visión estaba distorsionada o simplemente borrosa, alzó su mano derecha aguantando el dolor que le suponía, le cogí la mano y me la coloqué en mi mejilla para que notase que estaba allí, a su lado.

    -Estoy aquí, estoy a tu lado-dije mientras acomodaba mi mejilla en su mano.
    -T… ten…go…frí…o.... mucho... mucho... frío-dijo antes de dejar su mano caer como si fuera de plomo.
    -¡¡¡SHILAAAAAA!!!
     
  15.  
    Saxor

    Saxor Entusiasta

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    Re: Inmortalidad

    Hola!!!

    Esta muy bien la conti!!

    Al final sucedió lo que más temian... Que Shila perdiera el control...

    Menudo susto se devió de llevar Natalie:S

    En el fando Alan tampoco querían que mataran a Shila, no era tan malo... En el fondoxd

    Buaa... Que tragica escena la del final. Espero que Shila consiga vivir:)

    Por fin el misterio de Alex se sabra:D Y haber si en ese día Shila se pasara por el colegio o no, porque sino se pasa creo que Saxor le hechara mucho de menos:)

    esta muy bien la conti:) esperare la proxima con ansias:)

    De:Un tal Saxor
     
  16.  
    Aven

    Aven Iniciado

    Tauro
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    Re: Inmortalidad

    ola! como stas?
    Hace poco que he regresado al foro después de... en fin, mucho tiempo, jeje.
    bueno, quiero decirte que tu historia me encanta!!! es realmente buena, lo juro.
    bueno, he de decir que la encontré grcias a Saxor aunque él no lo sepa.
    bueno, esperaré esa conti tan interesante!!!
    bye! cuidate muxo!
    Aven^^
     
  17.  
    Celas

    Celas Usuario común

    Aries
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    Re: Inmortalidad

    Bueno aqui dejo el cap 8!
    Espero q os guste!!

    Capitulo 8

    No sé el por qué pero aquella noche no pude pegar ojo, me la pase pensando en Shila y en su hermana mayor, Natalie. A decir verdad, sabía muy poco sobre Asakura, únicamente su nombre y ahora que tenía una hermana mayor. Pero… en realidad ¿quién era ella? ¿Por que en el instituto la miran tan mal? O simplemente ¿Por qué se comportaba de esa manera? Tan fríamente, tan distante…¿Por qué tienes esos ojos tan solitarios Shila?¿Qué o quién te hace causar tanto dolor?¿Por que cierras tu corazón? Me dejarías…¿entrar?

    Era mi tercer día de clase pero para mí era como si hubiera pasado tres meses, tantos secretos hacía Asakura atormentaban mi sueño, quería saberlo más que nunca. La primera hora de clase con La Marmota con su “peculiar” inicio de clase, pero esta vez con letras y números nos demostraba que Dios no existía. Un día que existe Dios, otro día que no existe Dios, este profesor estaba peor que yo. Esa clase simplemente me la pasé mirando al asiento que ocuparía Shila, en la última fila, en el asiento izquierdo del final, pero ese día no se presentó. En la clase de inglés tampoco estaba, ni en la de castellano, ni en historia… Ese día no había asistido a clase.

    No se por que, pero me sentía destrozado, necesitaba ver una vez más su rostro, su melena plateada y aquellos ojos… que gozaban de pasión en mi interior, necesitaba verte…ahora más que nunca…

    La hora del almuerzo me la pasé en la biblioteca, básicamente no tenía hambre. Estuve rondando de estantería en estantería como un tonto, pensando en que encontraría algo que me sirviera de ayuda. A cada minuto, a cada segundo me ahogaba en mi mar de dudas y cuando estaba perdiendo la esperanza llegué al estante más viejo, donde encontré algo que me llamó la atención, las listas de graduados de cada año. Las listas de graduados estaban recopiladas en pequeños libros, estaban de todos los años, des del primer año del instituto hasta el año pasado. Cogí los libretos de los últimos cuatro años y el del año pasado de secundaria. Cogí otro de los libros, el de hace tres años de graduado de bachillerato y le eche una ojeada por encima. Pasaba las páginas observando las fotos y en una de las páginas vi la foto de carné de Natalie, en tres años no había cambiado nada, era tan bella como hasta ahora. Después de echar una ojeada más, lo aparté y cogí el de hacía cuatro años, pensaba que no iba a encontrar nada pero por mirar no pasaba nada. En la última página había un chico de pelo negro con el flequillo levantado de ojos color chocolate y tez pálida, su nombre era Alan Celas. Realmente esto si que no me lo esperaba, a parte de Natalie también tenía un hermano mayor y por último en abrir fue el de secundaria donde vi a Shila en foto de carné como todos los demás, la verdad es que me hacía gracia, la obligaron a sonreír. Mis ojos se fijaron únicamente en Shila y en nadie más en aquella página de fotografías.

    Asakura tenía los ojos sombríos, como llorosos, esa foto de carné representaba toda su tristeza, su corazón hecho pedazos, su inexistente vida… su forzada sonrisa mostraba angustia y desesperación por algo perdido y con ganas de querer recuperarlo…pero…¿el que?¿Que busca tu corazón realmente, Asakura? Pero lo más importante…¿Aún lo buscas?

    -¿Has visto lo bien que salgo? Parecía una cría-dijo Leire a mi espalda a puntando a una fotografía de la página.
    -Sí… espera ¿te graduaste con Asakura? Además esto es del año pasado, no has cambiado nada.
    -Vaya, gracias hombre. Además no fui la única que se graduó con Asakura-dijo sentándose a mi lado señalándome a Sara, Alex, Erik y Ángel. La verdad es que me había quedado absorto mirando la fotografía de Shila que no me había dado cuenta de las demás.
    -No me digas que estabas mirando solo la foto de Shila-dijo con un tono de ironía.
    -¡Que va!¡Que va!-dije con una sonrisa poco convincente, la verdad es que había dado en el clavo.

    Leire me cogió el libreto y empezó a contarme cosas de sus años en secundaria. Atendía a cada palabra como si fuera única y esperando que dijera algo de Shila, al fin y al cabo estuvieron en secundaria en la misma clase durante cuatro años. Había pasado algo más de media hora y ella aún no había dicho nada de Shila.

    ¿Qué ocultas Asakura? ¿Tan doloroso es como para rechazarte incluso a ti?¿Por que te pierdes siempre en tus pensamientos?¿Que piensas?¿Desearías volver a reconstruir tu pasado?

    -¿Y Asakura?-pregunte algo ansioso.
    -Asakura… la verdad es que era muy animada y siempre se metía en problemas con los profesores. La solías ver bastante en el despacho del director con Andrea echándoles la bronca pero a la mínima que tenían oportunidad la volvían a liar y otra vez en el despacho. Pero a pesar de todo era una de las más famosas del colegio por su belleza y su forma de ser. Asakura y Andrea eran las ídolos del colegio.

    Entonces…Shila no siempre fue la que es ahora, si no fue una chica alegre y feliz. Estoy aliviado y contento…

    La verdad es que las palabras de Leire sobre Shila no me las podía creer, era imposible, la Asakura que yo conocía era seria, fría, solitaria y distante, en cambio, la Shila que me contaba Leire era totalmente lo puesto.

    -¿Andrea? ¿Quién es Andrea?-pregunté intentando saber más cosas pero al preguntarle sobre Andrea la mirada de Leire se entristeció.
    -Andrea… fue la mejor amiga de Asakura, eran inseparables, como si se conociesen de toda la vida y también era la hermana gemela de Alex.
    -La… hermana…gemela de ¿Alex?-dije mientras la buscaba entre las diferentes fotografías y fue cuando me di cuenta que unas de las fotografías estaba amarillenta y borrosa, la imagen no se apreciaba. Su nombre era Andrea.
    -No la vas a encontrar en la lista, la borraron, como a los otros tres…

    Cada vez que Leire hablaba de Andrea sus palabras eran débiles y perdían fuerza. Tenía ya algo más de información acerca de Shila, al menos tenía una buena amiga, a ella podría preguntarle cosas sobre Asakura.

    Tenía envidia de Andrea en cierto modo, ella la conoció más que nadie, tuvo una fuerte relación. Yo quería lo que ella consiguió, lo anhelaba más que nada en el mundo… ser parte del corazón de Shila, al menos una mínima parte.

    -¿Por qué?-me atreví a preguntar.
    -Era siempre tan animada, alegre, no hacía caso a lo que decía los profesores, era mala estudiando, pero era una buena persona y un día…
    -¿Un día?
    -Un día… simplemente murió. Como algún día nosotros también moriremos.

    ¡¿Murio?! ¿Cómo?¿Por que? Muchas preguntas se me cruzaron por la cabeza, algo así nunca me lo hubiese esperado. Al parecer Leire apreciaba mucho a Andrea por lo que me di cuenta que hablar de ella le suponía un gran esfuerzo.

    -Vaya así que murió…
    -Estas interesado en saber más cosas de Asakura a pesar de que te advertimos, ¿no?
    -¿Tanto se me nota?
    -La verdad es que sí.
    -Que vergüenza-dije algo ruborizado y nuevamente Leire se puso seria.
    -Yo no soy quién para contarlo pero Alex nunca lo dirá, pero eres un amigo de Alex como yo y creo que entre amigos no se tiene que ocultar nada.
    -¿Erik y Sara lo saben?
    -Si, por eso no es justo que tú no lo sepas. ¿Quieres saber como murió Andrea, verdad?
    -Sí.
    -Fue hace dos años, una noche de luna llena y…nadie lo sabe excepto una persona.
    -¿Cómo?
    -Solo Asakura sabe lo sucedido aquella noche.
    -¿Asakura?
    -Al amanecer encontraron a Shila y entre sus brazos el cuerpo sin vida de Andrea. Las dos estaban cubiertas de sangre y llenas de heridas, pero Asakura no dijo nada solo lloraba. A partir de aquél día Shila no asistió a clase durante un mes entero y cuando volvió había perdido la sonrisa, des de entonces se le puso el nombre de Asakura. Y esa chica es la que ahora conoces.

    Tu dolor esta relacionado con lo pasado aquella noche, ¿verdad Shila? ¿Eso es a lo que tanto miedo tienes? Te quieres culpar de todo lo sucedido y así parecer la mala…te debes sentir muy sola en noches de luna llena, ¿quién te consuela en esas noches? ¿Quién esta a tu lado esas noches de luna llena? Tus recuerdos no son suficientes para aliviar esa soledad que te atormenta…esa soledad que te devora por dentro…

    Me quedé sin palabras, no sabía nada de ello. Algo oscuro, misterioso envolvía a Shila, sumergiéndola en la tristeza. ¿Un sentimiento de culpa? Todo aquello tuvo que ser muy doloroso para ella, tanto que ni siquiera me lo puedo ni creer. Leire continuó hablando con tristeza…

    -La mala fama de Asakura viene a partir de lo que pasó aquella noche también. Algunos estudiantes le tenían miedo, la discriminaban, la llamaron asesina en muchas ocasiones, la miraban con odio, con desprecio y es cuando comenzó a meterse en peleas fuertes y agredió a varios alumnos. Des de entonces nadie se le acerca o hablan con ella, se volvió una mala estudiante para todos.
    -Ya veo…

    Odias a todos, quieres hacerles daño, tanto como el que ellos te hicieron a ti. Te entiendo…ellos son en gran parte la culpa de tus emociones y sentimientos negativos…pero yo no quiero hacerte daño…quiero acariciarte y mimarte como nunca lo has sentido. Quiero ver tu sonrisa de nuevo, quiero provocar tu sonrisa yo, no tu hermana…No lo olvides…estoy y estaré a tu lado…siempre…para siempre…

    Ahora entendía más a Shila, al menos un poquito más, para ella este instituto era el mismísimo infierno, ¿Quién querría estar en la misma situación que ella? Nadie lo soportaría.

    Después de aquello fuimos a nuestra siguiente clase, no podía quitarme de la cabeza la historia que me contó Leire. Ahora como miraría a la cara a Shila, bueno más que mirarla a la cara, como la miraría a ella. Siempre esta evadiendo las miradas de todos, escapando de todos, se encierra en sí misma, sin saber nada ni de nadie. Pero lo que más me intrigaba ahora era el echo de que hacía Andrea en los brazos de Shila, que pasó aquella noche y la única que lo sabe es ella. Creo que esta vez no tengo oportunidad de saber que pasó aquella noche, Asakura no soltara prenda y menos sobre ese asunto. No creo que ella la mató, lo único que intenta es parecer ser la mala en todo y así no sentirse tan culpable. Alex… ¿es por eso por lo que odias a Shila? ¿En serio crees que Shila la mató? No me lo creo. Me gustaría tanto decírtelo Alex, con esa actitud solo estas haciendo más daño en la herida, deja que Andrea descanse en paz y deja que Shila también descanse en paz…

    Volvimos a clase otra vez, y ella de nuevo seguía sin aparecer. Se acercaba la hora de ir a casa, no podía aguantar no verla el día de hoy. Salí corriendo hacia secretaria y cogí la dirección de casa de Shila. No dije ni siquiera un adiós a mis compañeros pero en Leire se observaba una sonrisa satisfactoria. Gracias por tu ayuda Leire, me hubiese gustado decírselo al menos una vez, pero siempre le doy más prioridad al asunto de Asakura, lo siento Leire, creo que me entiendes.

    Llegué a casa y dejé la mochila y salí corriendo buscando la dirección hasta que finalmente llegué a mi destino. Era una casa de lo más normal, la verdad es que me llevé una sorpresa pensaba que sería más misteriosa, más oscura, más siniestra…”Mira que soy tonto, ni que fuera un vampiro” pensé riendo en mi interior. Piqué varias veces al timbre y una señora regordeta abrió la puerta.

    -¿Quién eres tu?
    -Perdona. Soy Jordi Asai, un compañero de clase de Shila Celas. ¿Podría verla un momento?
    -¿Celas? Perdona jovencito pero la familia Celas se mudó hace ya dos años.

    ¿Cómo era posible? ¿Que se mudaron? Esto no me puede estar ocurriendo…Me marché corriendo sin antes no decir un perdona por las molestias. Me pasé toda la tarde preguntando por la familia de Asakura, si sabían donde vivían pero nadie lo sabía o simplemente me decían no te acerques a ellos son gente muy rara, bastante peligrosa.

    Día tras día Shila no daba señales de vida, como si hubiese desaparecido del mundo, ni ella ni nadie. Ni siquiera Damian, jefe de policía sabía algo de ella ni de su familia. Todo era como si hubiese sido un sueño, un sueño que nunca se volviera a repetir, un sueño de verano… Pasaron varias semanas y yo sin poder saber nada de ella, todos vivían sus vidas como si nada hubiese sucedido, como si todo estuviese bien, pero para mí…no estaba bien. Nada bien.

    Esta noche de luna llena no puedo dormir, allá donde esté esta noche debe estar pasándolo mal, estará sola, sola con sus recuerdos… Salí a dar una vuelta por el bosque y me perdí en mis pensamientos, en mis pensamientos y en mi ubicación, no sabía donde estaba. Recorrí algunos metros más y me encontré con una casa abandonada. Estaba destrozada de arriba bajo, resultaba difícil creer que se mantuviera de pie. Me daba grima entrar pero un relámpago me asustó y salí corriendo hacia la casa a refugiarme. Estaba a oscuras y finos flashes de luz entraban de vez en cuando por los cristales rotos de las ventanas. Al parecer por dentro no estaba tan mal deteriorara, era como si la hubiesen recogido y limpiado hace poco. Percibí unas escaleras que subían a la segunda planta y las subí. El agua de afuera se calaba por las goteras y el frío era el ambiente. Aunque costara de creer en la segunda planta estaba más oscura, sería porque había pocas ventanas. Un rayo iluminó la habitación, algo había detrás de mí. Pisé algo metálico, me giré a verlo con más detenimiento, agudice la vista por que apenas veía y nuevamente un rayo iluminó la luz. Aquello que estaba allí me dejo sin respiración y sin palabras, de la sorpresa dejé caer mi cuerpo como si fuera de plomo, aquello, no mejor dicho, aquella persona me dejó atónito. No podía creer lo que veían mis ojos. Aquella persona apoyada en la pared, con brazos y pies atados con cadenas como si estuvieran muertos, aquella sabana ensangrentada que envolvía su cuerpo golpeado y malherido, aquél hilo de sangre que caía de su boca, aquellos ojos tapados con un trozo de tela y esa melena plateada envuelta en su cuerpo, helaron por completo mi cuerpo. Aquella persona, no… aquella chica tirada en esta casa abandonada era ni más ni menos que Shila… Shila Celas…


    Dime Asakura, ¿estas contenta como estas ahora? ¿Eres feliz? Seguro que no… ¿Por qué no te perdonas a ti misma? eso calmaría tu dolor, al menos un poco. Sabes…a pesar de mostrar siempre esa faceta tuya de chica dura, tú no eres así. Sigues siendo la niñita pequeña que busca las faldas de mamá y llorar en ellas. Quieres ser querida pero tienes miedo a que te hagan más daño del que tienes, pero para ser amada por alguien debes amar a alguien primero. Lo sabes mejor que nadie pero quieres aferrarte a tus estúpidas ideas de chica mala y así mantenerte firme. Déjate llevar al menos una última vez por el corazón. Dejarte llevar no es algo tan malo…si así…avanzas.
     
  18.  
    Saxor

    Saxor Entusiasta

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    Re: Inmortalidad

    Hola!!

    que buena la conti!!!

    es normal que si Saxor es nuevo u todos miren mal a Asakura quiera saber el porque:)

    menuda pillada de Leire! si Saxor tu disimula que lo haces muy bienxd (en serioxd se te da fatalxd)

    Leire si que es una amiga:) por fin sabe porque Asakura es tan odiada. Aunque pobrecilla:(
    como va a matar Asakura a su mejor amiga aunque sea una vampiraxd

    jajajaj cuando encuentra la casa es muy buenoxd-Era una casa de lo más normal, la verdad es que me llevé una sorpresa pensaba que sería más misteriosa, más oscura, más siniestra…”Mira que soy tonto, ni que fuera un vampiro” jaja es que menudas ideas tienexd

    y al final se pierde y se tiene que refugiar en una casa pa no mojarse pero...

    menuda escena final... como debe de ser ver a Asakura encadenada, sangrando y con los ojos bendados de repente por la luz de un rayo:S

    pobrecilla:(

    ha estado genial la conti:) esperare la proxima con ansias:)

    De:Un tal Saxor
     
  19.  
    Kárupin

    Kárupin Usuario popular

    Tauro
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    Re: Inmortalidad

    Hola, como estas??
    Queria decirte que me gusta mucho tu fic.
    parecera mentira pero he estado muy atenta a las conti.
    Me encanta como lo narras, le das un toque misterioso.
    tengo que decirte que te esta quedando WOW!!
    espero que sigas, y que me dihas que va a hacer Saxor chon Shila.
    Bye, espero que subas conti prontto. cuidate
     
  20.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Inmortalidad

    Bueno aqui el cap 9 espero que os guste!!!


    Capitulo 9

    Una brisa fresca acaricia mi piel, a mi alrededor la cristalina agua paraliza mi cuerpo desnudo, las fuerzas me abandonan, mi respiración se relenteriza . Mis ojos se pierden en la inmensa oscuridad que hay, es lo único que hay, solo oscuridad y agua por todos los lados. Mi garganta seca se niega a pronunciar el mínimo sonido, estoy perdida pero me siento bien. Suspiro dejando escapar mis preocupaciones, aqui no haré daño a nadie, a nadie más, excepto a mí. Cierro los ojos y en mi rostro se dibuja una pequeña sonrisa, quiero descansar y ahora puedo.

    Un susurro escucho entre la brisa, me llaman...¿pero quién? Dejame, ya no quiero seguir como hasta ahora, dejame estarme así hasta la eternidad...

    Una cálida mano se posa en mi pecho, mis parpados estan ya muy cansados para abrirlos y saber quién es, ya todo me da igual.

    -No deberías estar aquí, no perteneces a este mundo. Tienes que marcharte.
    -No puedo... tampoco quiero.
    -Este no es tu sitio, no conmigo.
    -¿Contigo?¿Quién eres?
    -No quieras saberlo.

    La mano cálida acariciaba mi rostro con delicadez pero yo no podía saber de quién se trataba. Su voz desprendía harmonía y tranquilidad. Nuevamente una nueva voz me susurró en el oído, su voz me resultaba familiar y no sé el por qué. Su mano cubría toda mi cara.

    -Shila... ¡¿QUE NARICES HACES AQUÍ?!¡LARGATE DE UNA VEZ!

    Me agarró fuertemente de la cara y me sumergió. No me dio tiempo a reaccionar, ahora me ahogaba en el agua, mi cuerpo pesaba como el plomo, mis fuerzas regresaban poco a poco, necesitaba aire y mis ojos se abrieron de par en par. La escena que presencié por unos segundos la tengo grabada en la mente, aquellas dos personas, aquellas dos mujeres...

    -¡AN... ANDREA! MA...¡MAMÁ!- grité con las pocas fuerzas que poseía y extendí la mano para alcanzarlas. Andrea se reía de mí como siempre hacía y Sonia me agarró la mano fuertemente para después dejarme caer no antes de decirme estoy orgullosa de que seas mi hija...

    Me levanté sobresaltada con lágrimas en los ojos y mi corazón latía rápidamente. Al lado de la cama donde supuestamente estaba tumbada estaba Natalie durmiendo profundamente, lucia con un rostro cansado y abatido. Llevaba unos de los camisones de Natalie puesto, mi pecho estaba vendado con varias vendas, como mis brazos y piernas. Mis brazos estaban doloridos por las innumerables fracturas y encima con el toque de grácia, el peso que aportaban las cadenas por si. La pierna izquierda a penas la podía mover pero aún así intente levantarme de la cama. Al primer paso caí al suelo como si fuera de plomo, las cadenas resonaron por toda la habitación ocasionando el fin del sueño de Natalie.

    -¡¿Shila?!¡Estas despierta!

    Natalie me abrazó como nunca lo había hecho antes, más que un abrazo pasional fue un abrazo doloroso. No pude evitar dejar salir un gemido de dolor.

    -¿Estas bien?¿Como te encuentras?
    -Entre tus brazos no muy bien, la verdad.
    -Uy, perdona.

    Natalie me volvió a colocar en la cama de nuevo, cosa que yo no quería. No tardaron en subir los demás y no pude evitar desviar la mirada con frialdad. Todos cuatro se quedaron parados debajo del umbral de la puerta, en silencio, poco después se acercaron.

    -Me alegro que te hayas despertado, Shila.
    -Hermana, ¿te sientes ya mejor?
    -¡Hermanita!

    Nana se lanzó encima abrazándome fuertemente, reprimí con fuerzas el dolor que sentía y le acaricié el cabello con una sonrisa forzada. Llevaba un día de abrazos demasiado fuertes, la verdad. Siempre había tratado con frialdad a la pequeña vampira de la familia, ella nunca me ha echado en cara nada, ni me odia, ni se enfada, su actitud siempre me había frustrado. Pero esta vez no podía decirle nada malo, sino todo lo contrario “gracias por estar a mi lado”, nunca se lo he dicho y creo que nunca se lo diré, tal vez... soy demasiado orgullosa...

    Mi padre no se acercó, me observaba des de la distancia, mejor así.

    Siempre he pensado que mi padre nunca me aceptó como soy, por quién era, era solo un vampiro de sangre sucia, no merecía vivir y de alguna manera le entiendo, por que yo también me detesto. No podía ser humana pero tampoco podía ser vampira, era un bicho raro que necesitaba un rosario para poder mínimamente controlar la sangre vampírica que poseía. Ojalá nunca hubiese nacido...

    Llevaba una semana sumida en un sueño, en la soledad de mi silencioso mundo. Pero... lo que más me preguntaba es que hacía Andrea allí en mi mundo y también que hacia mi... madre. Nunca la he visto, ni siquiera en fotos. Yo con mis propias manos le arrebaté la vida. No entiendo ni tampoco quiero entender el por qué no me odia, porque no me detesta, al fin y al cabo fui yo la persona, no... persona no, fui yo el monstruo que le arrebato su último aliento de vida. A pesar de nunca verla visto no se por qué pude reconocerla, creo que fue por las descripciones que Natalie me hacía de ella, Sonia y tu Shila, sois dos gotas de agua. No creo que vi a mi madre, si no a mi reflejo....


    Des de el primer momento fui una asesina y siempre le seguiré siendo, un asesino que no tiene a donde ir, ni a donde volver... esa era yo.

    Pasé unos cuantos días en cama sin moverme con un dolor implacable en mi cuerpo, no lloraba, pues mis lágrimas yacían secas hacía años. No vi más a mi padre, pocas veces pasaba por la habitación Alan y Jess me cuidaba a ratos, pero Nana y Natalie las tenía cada una a un lado de la cama. Nana me hablaba de su nueva amiga Claire y Natalie comprobaba mi estado de vez en cuando. Un vampiro de sangre pura con un día hubiese bastando para curarse de estas heridas, pero yo... no era un vampiro de sangre pura...

    Una mañana... Natalie me cogió fuertemente y me susurró en el oído “debo sacarte de aquí rápido” No sé el por qué pero aquellas palabras no me sorprendieron en absoluto, de alguna manera me lo esperaba, en mi interior quería escuchar esas palabras más que nada en el mundo. Quería irme de aquí rápido, me sentía como la oveja negra de la familia, a pesar de que trataban de la mejor forma que podían. Soy de lo peor que hay.

    Esa misma noche Natalie me cargo en su espalda, todos estaban durmiendo o lo pretendían estar, creo que me entendéis, no fue difícil para Natalie salir de la casa conmigo a cuestas sin ser vista, básicamente porque la mejor habilidad de Natalie era la agilidad y la astucia. Toda una experta en el arte de matar. Nunca ha habido testigos de sus cazas.

    Como criminales en busca y captura salimos sin hacer el mínimo ruido de la casa. Se adentro en el espeso bosque de al lado. Entre tanto salto y correr entre las ramificaciones de los arboles, la herida de mi pecho se abrió. El camisón que portaba de Natalie se impregnaba de mi sangre poco a poco, Natalie se dio cuenta pero no bajo el ritmo, quería llegar lo antes posible. Las cadenas rozaban los troncos de los arboles provocando grandes marcas, Natalie se le dibujaba una sonrisa, la verdad es que esa sonrisa nunca la entendí. Mi piel empezó a humedecerse, como también la de Natalie, estruendos se escuchaban, estábamos debajo de una tormenta y yo cada vez veía más borroso, ya no distinguía del tronco de los arboles a sus ramas.

    Finalmente de un largo camino lleguemos a nuestro destino, una casa abandonada. Era una casa abandonada de dos plantas, estaba realmente a oscuras pero para nosotras no nos resultaba ninguna dificultad. Las gotas se calaban por las goteras y un frío penetrante habitaba en la casa. Me colocó en un rincón de la casa, me cambió las vendas y empezó a recogerla mínimamente decente.

    -Mañana por la noche vendré otra vez, no te muevas mucho o si no la herida no se te cerrará.

    La voz de Natalie era débil y sin fuerzas, estaba al borde del llanto, su cara no la pude ver con claridad, el dolor que me causaba el pecho me dificultaba la visión. De mí boca solo pude pronunciar su nombre otra vez. Se acercó a mí y me abrazó “No te preocupes, puedes hacerlo”, ella me conocía demasiado bien, me daba hasta miedo y vergüenza a la vez, pero ella me dio el permiso para hacerlo. Mi lengua recorrió parte de su cuello y mis colmillos se hundieron en él, necesitaba esa sangre más que nada, esa sangre era mi droga, mi adicción, pero yo no quería y mi cuerpo desgraciadamente sí. Natalie no soltó ni un gemido de dolor, solo me acariciaba la cabeza diciéndome una y otra vez, “buena chica, buena chica…” Esto no podía continuar así, ya ni si quiera tenía la voluntad de decir basta, ahora podía ser yo a costa de Natalie y eso me disgustaba. No pude evitarlo, las lágrimas, que pensaba que se habían secado, recorrían mis mejillas mientras absorbía la sangre pura que me servían, no podía parar, me estaba pasando, Natalie apretaba los dientes para no soltar ningún gemido, me golpeé el pecho para poder liberarme de mi adicción. Acto seguido Natalie rompió una tela para poder vendarse las marcas del cuello y también me vendo los ojos.

    -No quiero que me veas así.

    Me dio un beso en la frente y se marchó. No pude evitarme sentirme culpable y odiarme. Entre golpes y tropezadas conseguí subir a la segunda planta, estaba más oscura y era más acogedora para mí, me recosté a un lado y intenté conciliar el sueño.

    El ambiente estaba cargado de estruendos, frío y agua. Escuché un ruido diferente, la puerta chirriaba, los escalones crujían, ¿alguien venía? Imposible, imaginaciones mías. La cadena rozó el suelo nuevamente, y después silencio, nada. Como si todo aquello hubiese sido una invención de mi cabeza. Un rayo entró por la ventana iluminando la habitación, algo cayó, como si se hubiese caído del susto.

    -Shila… Shila Celas…

    Alguien pronunció mi nombre, pero ¿de quién se trataba? ¿Natalie? Ya se había ido hacía bastante rato, no era posible. Entonces… ¿quién?

    -¿Quién hay ahí?
    -Yo… yo soy Jordi, Jordi Asai… encantado de conocerte.
    -Encantada.

    ¿Jordi Asai? No sé el por qué pero su nombre me resultaba familiar y tampoco sé el motivo de porque le dije encantada. Todo estuvo en silencio después, no habló ni yo tampoco, básicamente no sabíamos que decir, o eso creo. Intenté levantarme pero volví a caer, estaba muy cansada, una mano sujetaba mi brazo.

    -Estas malherida, no deberías levantarte.
    -No hace falta que te preocupes por mí.

    No dijo nada, se quedo en silencio, quería preguntar de que me conocía y quién era, pero no me atreví porque… no sé el por qué.

    -Creo que ahora entiendo porque no has estado viniendo al instituto. Pero tranquila también he hecho tu parte del experimento de biología.

    ¿Instituto?¿Experimento de biología? Espera…Jordi Asai…¡Mierda!

    Me deshice de su mano bruscamente, de todos los chicos que vivían en la pequeña ciudad tenía que ser precisamente él, la situación se había complicado más de la cuenta. Saxor se disculpó con un lo siento, lo único que yo quería ahora es que se fuese rápido de mi alcance, porque si no ¿debería matarlo? ¡No! No quiero matar por matar.

    -No le digas a nadie que me has visto y menos que estoy aquí. ¿Entendido?
    -Sí, por supuesto.

    Jordi no abrió la boca más, solo se sentó a mi lado esperando que la tormenta amainara. El sueño me estaba venciendo, me quité la venda de los ojos y miré a mi lado, él ya estaba durmiendo, será idiota… pensé pero inexplicablemente dibujé una ridícula sonrisa en mi rostro, creo que me sentía bien. Me dejé llevar por el sueño y mi cabeza acabó apoyada en su hombro derecho.

    ---

    Los rayos de sol entraban por las ventanas sin cristales, me froté los ojos y es cuando noté un pequeño peso en mi hombro. La cabeza de Shila yacía apoyada en él, mi corazón se ablandó, era como una niña pequeña que necesita ser mimada, quería ser parte de su vida, al menos como un amigo… era tan mona que me daba ganas de abrazarla fuertemente pero no lo hice, no quería estropearle el sueño, había descubierto una nueva faceta de ella, o eso creía. Me quedé a su lado esperando a que diera fin su sueño mientras los finos rayos de sol iluminaban la pequeña habitación.
     

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