I´m with you (naruhina)

Los personajes de esta historia son propiedad de Kishimoto, sin embargo la historia y las situaciones si, las canciones presentadas en este capitulo son “I can't be with you.- the cramberries” y Three Days Grace - Animal I Have Become…
Ademas de que el fic en si esta ambientado en una cancion del mismo nombre.


Capitulo 9: Sin ti, Sin mi

La chica de ojos perla, recorría los campos cercanos a la aldea, observando el cielo claro y el sol radiante, escuchando el canto de los pájaros trinar, palpando el roció depositado en las plantas y flores, escuchando el arrollo que fluía después de aquél sendero, preguntándose por que este día que por tantas razones podría se perfecto le parecía tan sombrío y frió. Entonando al firmamento y tal vez a aquellos sueños que ahora yacían en vació una tonada desde el corazón, para ella esa timidez eterna, le hacia callar tanto.

—Lying in my bed again, And I cry 'cause you're not here. Crying in my head again, And I know that it's not clear. Put your hands, put your hands, Inside my face and see that it's just you. But it's bad and it's mad and it's making me sad, Because I can't be with you.

Con cada estrofa fue descendiendo hasta encontrarse postrada en el piso y dejando que una lágrima de melancolía resbalara en su mejilla, cerró los ojos por un momento.

—Esa es una linda canción aunque un poco triste. —La voz de una pequeña la hizo volver en si. — Me llamo Ibiki, hola. —Agrego la pequeña niña de trenzas.

—Hola... — Respondió Hinata cabizbaja, en estos momentos no tenía deseos de hablar con nadie.

—¿ Que no venían otros ninjas contigo?, el chico rubio era bastante divertido —Dijo la pequeña sonriendo.

Esto fue demasiado para Hinata, por mas que intentaba despejar su mente de los recuerdos de sus compañeros, sobre todo los del Uzumaki, siempre había algo que se lo recordaba al menos una vez al día.

—Si, pero ellos se han ido —Contestó la joven mientras su voz se entrecortaba.

—Yo no lo recuerdo, no recuerdo haberlo visto partir y comúnmente me paso días enteros con mi padre que es vigía en la entrada, no será que….

—¡Ibiki! —Exclamó la voz de una mujer —Allí estas, vamos niña no debes de acercarte a ella lo sabes…. —Agregó la mujer mientras la tomaba de la mano y se la llevaba.

Hinata observó esto desconcertada, con esta era la cuarta ocasión que le sucedía, muchos de los aldeanos la miraban con algo de miedo, como si algo estuviera mal con ella.

—Quisiera saber que sucede —Suspiró triste.

Mientras tanto.

Entre unas habitaciones ocultas por debajo de esta aldea, se escucha entre los ecos una voz, existen unas celdas recién improvisadas para los ahora prisioneros ninjas de Konoha.

—Help me believe it's not the real me, Somebody help me tame this animal, I can't escape myself, So many times i've lied..... —Tarareó Obito haciendo como que toca la guitarra con su mano.

—Es enserio, Óbito —Respondió Kakashi —Permite que me concentre en encontrar una forma de escapar, tenemos que encontrar a Naruto.
—Kakashi-sensei, ¿esta bien?, ¿sabe por que nos tienen aquí? —Preguntó el Uchiha mientras con uno de sus pies se esforzaba por alcanzar una kunai.

—Obito…—Kakashi se detuvo….

Por segundos intento reorganizar los eventos en que actualmente giraba su vida. El que ese muchacho le hablaba, que estuviera frente a él llamándolo “sensei”, se supone que Obito Uchiha había muerto hace tiempo en aquella batalla, la prueba de esto se encontraba su ojo derecho.

—Kakashi- sensei, eso suele sucederle mucho últimamente, ¿Se encuentra bien? —Preguntó a Obito al notar la ausencia del jounnin.

—No sucede nada Obito, solo pensaba en un plan —El ninja copia llegó a conclusión que es esta no era el momento indicado para tratar este tipo de asuntos. —Debemos de aprovechar este tiempo, es claro que han calculado mal la cantidad de la sustancia con la que nos durmieron y por eso no nos tocan en cuanta.

—Eso es cierto, discúlpeme buscare liberarme, pronto. —Asistió Obito.

Mientras tanto.

Naruto tenía los pies entumidos, la mala posición en la que se ha encontrado durante los últimos días no le permitido conciliar ni un poco el sueño, caería al suelo sus cadenas no lo mantuvieran de suspendido en el aire marcando yagas en éstas. En el lugar apenas se percibía luz y reinaba un extraño olor a húmedo, posiblemente por que en otros tiempos este lugar había sido usando como drenaje. Precisamente fue una gota de agua vertida a través del techo la que lo había vuelto en si, su estomago ruge para recordarle que había comido muy poco apenas en los últimos días, pero su voluntad y espíritu no lo habían dejado flaquear, “debía de volver a ella”, era un pensamiento que se aferraba a su cabeza. Su fortuna no era del todo mala; pues se ha mantenido en pie gracias de a la ayuda de otro prisionero. El destino y las circunstancias los habían hecho grandes amigos en los últimos días.

—Naruto, Naruto, ¿Dime que sigues aquí? —Exclamó el chico preocupado al ver que sus movimientos cesaban.

—Claro, baka, solo intentaba dormir un poco, ¿Aún sigue allí? —Preguntó el Uzumaki levantando un poco la mirada.

El muchacho se arrastró, lo máximo que las cadenas que lo mantenían aferrado al piso se lo permitían, hasta donde se encontraba la reja.

—Me temo que si, te lo digo debemos de idear otra manera... —Contestó

—¡Maldición! —Exclamó Naruto furioso, mientras movía las cadenas que lo tenían prisionero con la invención de romperlas.

—Espera —Índico el otro prisionero mientras con su mano le señalaba que se detuviera.

—¿Qué sucede? —Preguntó el muchacho preocupado.

—Alguien llego con Tenshi… discuten, al parecer él no es el jefe de todo esto— Afirmó el muchacho…

Tenshi se encontraba un poco nervioso al abrir la puerta, indico al guardia que le abriera paso hacia la celda con cierta severidad. Su voz se encontraba quebradiza y sus manos temblaban; a aquel prisionero le parecía bastante extraño ver a aquel muchacho de esa manera, comúnmente se había mostrado bastante despiadado y duro con él, le parecía algo muy complicado que alguien pudiese asustarlo de esa manera.

—Sempai, créeme es demasiado malo, el que termine enojándome por que no te dejas de rodeo y me entregas al bijuu de una vez por todas —Expuso un hombre que vestía de negro y portaba una mascara con un tono bastante infantil, que contrastaba con su forma de actuar.

El hombre enmascarado mantenía de Tenshi del cuello contra la pared, asfixiándolo, después de unos cuantos segundos lo suelta y se dirige a la celda, emitiendo una risilla absurda.

—Bien, bien…allí lo tienes, ese maldito Uzumaki solo me ha causado problemas.

—Vaya, vaya pero si es el mismísimo Kyuubi —Exclamó el enmascarado con la misma voz infantil, con el ojo que se encuentra visible levanta la ceja. — Estupido, no vez que en esas condiciones puede morir y que diablos haríamos con el contenedor muerto, no sabemos que les suceda a la criatura. —Le gritó a Tenshi con otra voz que parecería ser de otra persona.

—Ahora mismo lo saco, mi señor lo haré, vera que se encuentra todo en orden —Tartamudeó Tenshi asustado, mientras buscaba la llave entre sus bolsillos.

Dentro de la celda.

—Amigo, creo que no queda otra forma, promete que buscaras a Hinata y te llevaras de aquí…—Susurró Naruto.

—Yo, yo estaré bien, buscare la forma de salir lo prometo —Dijo el Uzumaki, aunque sabía que mentía.

Acto seguido, como el que creía que seria su ultimo acto de valentía, Naruto torció su pie de tal manera que pudo agarrar el impulso suficiente para arremeter contra la cadena que mantenía aprisionado al otro muchacho, lastimándose seriamente, la puerta se abrió y el amigo del uzumaki ya liberado salió corriendo en cuatro patas.

—Mi nombre Kiba Inuzuka y por la lealtad que se maneja en mi clan, cumpliré mi promesa Uzumaki Naruto. —Exclamó mientras se pierde en las sombras.

La noche caía, entre un melancólico y rojizo atardecer la aldea se veía iluminada por las lámparas de aceite en cada uno de los hogares y comercios. Por alguna razón este pueblo había perdido su brillo unos días atrás, para estas horas era normal ver a cientos de niños corriendo y varios trabajadores del campo portando sus arados, cenando en uno de los tantos establecimientos de alientos posesionados a los largo de la ciudad. Pero en esta ocasión esta permanecía enteramente desierta; Hinata hubiese dado lo que sea por en ese momento hablar con alguien y contarle acerca de los que sentía pensó en su nana Hikari, cuantos consejos no le hubiese dado, su padre aunque duro y firme pero cariñoso la habría consolado, Naruto, él solo con esa sonrisa picara e inquieta la habría reanimado enseguida, pero se encontraba sola, ni siquiera un regaño, ni una reprimenda, la misma voz de su conciencia parecía haber cesado a causa de la tristeza y así derramando lagrimas y arrastrando sus pies fue hasta su habitación. Aquella que había compartido con aquel equipo siete que ahora le parecía tan vagos, lejanos y dolorosos sus recuerdos, se sentó en la cama dispuesta a dormir, pero al posar su peso sobre esta algo metálico toco el piso, se levanto en seguida y busco en la oscuridad indicios de esto, palpo con sus manos un objeto plano y un tanto oblicuo, lo arrastró hacia ella.

—Es el protector pectoral de Naruto-kun, él…él jamás lo olvidaría…Esto no este bien. —Exclamó la chica de ojos perla alterada.

Ella lo conocía a la perfección, recordaba que en los bordes de la parte metálica algunas rasgaduras que se las había hecho al estar entrenando. Se encontraba confundida, su mente intentaba unir las piezas de todo esto, tantas incógnitas bombardearon su cerebro en este momento, ¿Por qué lo olvidaría?, ¿Realmente se fue?, ¿Si no lo hizo donde esta?....

—Tengo que encontrar respuestas —Dijo Hinata decidida.

Salió corriendo de la tienda, pensando en lo crédula e inocente que había sido por tanto tiempo, como su inseguridad había obstaculizado tantas cosas: sus capacidades, su voluntad, sus sentimientos. En este momento podría haber perdido ya todo y habría sido por esta causa; corriendo aún más rápido, se dirigió hasta donde se encontraba aquel muchacho Tenshi, al que le exigía respuestas.

 

Me llevo un poco que la inspiración volviera, asi que me disculpo de ante mano pero aqui esta de nuevo. Los personajes y varios elementos de esta historia pertence a Masashi Kishimoto sin embargo la historia realizada si es de mi autoria. Capitulo 9: Akatsuki

Flash Back

Esa era una noche de invierno, mientras el sol emanaba sus últimos rayos del día, ambos ninjas se encontraban al pie de uno de los cientos de árboles de cerezo que los rodeaban, rodeados pequeños luceros que surgían de algunas luciérnagas. Ella vestía un kimono color azul que parecía fundirse de cierta manera con el cielo nocturno, el vestía de manera informal tenia una camisa color negro y un pantalón de mezclilla, faltaban unos cuantos meses para comenzar como gennins y después de una exhaustivo entrenamientos habían decidido tomarse un descanso.

— Mira Hinata-chan mi protector frontal hoy me lo dio Iruka-sensei…— dijo el muchacho colocándoselo en la cabeza — jamás me lo quitare de nuevo, será mi prueba de que he crecido, de lo que puedo hacer y todo gracias a ti.

— ¿A- a…a mi? —preguntó la Kunoichi completamente ruborizada — pero Naruto-kun, yo no hecho nada, yo lo solo he estado aquí solamente contigo.

— Exacto, por que necesitaría otra cosa mas Hinata-chan — exclamó sonriendo el muchacho con las manos en su nuca. — Gracias — Diciendo esto, la abrazó.

Por segundos la vista de chica de la chica se nublo, una sonrisa se dibujo en su rostro mientras sus brazos dudaban en corresponder el gesto del muchacho, hasta que casi de manera inconciente sus brazos lo envolvieron. Eterno fue para ambos ese momento, único, mágico e inigualable, era cada unos que podía durar por siempre, hasta que fue interrumpido. Por una especie de opresión en el estomago, no realmente significativa el chico se contrajo, alejándose un poco, la joven pudo observar un cara de dolor en el Uzumaki e instantáneamente lo ayudo a sentarse.

— Naruto-kun, Naruto-kun, ¿Estas bien?... — dijo la chica pelinegra preocupada.

— Tranquila Hinata-chan es solo esta marca, me pasa casi todo el tiempo aunque no recuerdo que fuese tan intenso, me preocupa que algo malo pueda pasar.

— Yo-yo… estaré allí, Naruto-kun…— contestó tomando su mano mientras cerraba los ojos.

Pocos segundos el malestar desapareció.

Fin del Flash Back.

Hinata entraba a la habitación donde el joven mercante Tenshi permanecía casi todo el tiempo que había observado ella mientras había permanecido allí, claro mientras no estaba a su lado o rondando el pueblo como si lo vigilara. Se encontraba completa oscura y ante la luz crepuscular del sol todo tenia de formas de alargadas combinadas con sus sombras. Mordió su labio y con un gesto pensativo abrió la puerta, dudando por segundos empujo con ambas manos empuñando un kunai en su mano derecha. Una silueta camina lentamente entre la habitación, un aditamento de oro que siempre portaba en su pretenciosa vestimenta el muchacho lo delato al instante. La chica noto algo extraño en su forma de moverse pero pensó por un instante que estaba con sueño o tal vez había bebido. Se acercó a el con precaución, pero el al instante se dio la vuelta, dispuesta a defenderse se puso en posición de pelea, pero al observar la expresión de su rostro, retrocedió.

— ¿Qué-que… fue lo que te sucedió? — cuestionó la kunoichi intentando que el nudo en la garganta que se había formado por la impresión de lo que observaba.

Retrocedió unos pasos mientras el muchacho se movía hacia ella, arrastrando los pies con cierta pesadez, balbuceando palabras ininteligibles y una terrible expresión en el rostro de miedo y angustia, era victima de un genjutsu en extremo poderoso.

— Ten-tenshi, ¿Quién te hizo? — tartamudeó la chica de ojos perla, poniendo sus manos cubriendo su boca.

Dudando un poco se dispone a ayudarle, cuando escucha voces detrás de ella, el muchacho ya alterado, se pone a temblar y entre sollozos y su voz impregnada de miedo le suplica que huya.

— Vamos, vamos, ¡Huye!, ¡Huye! — exclamó el muchacho cayendo al suelo— y Hinata, perdóname…

La chica salió huyendo, mientras temblaba por lo sucedido.

Las celdas donde Kakashi Hatake y Obito Uchiha se encontraban recluidos retumbaron ante una intensa explosión mientras el ninja copia derrapaba hacia afuera de estas impulsado por la intensidad de un golpe, mientras un extraño vestido con una enigmantica capa negra con adornos rojos arrastra al joven Uchiha desde el cuello.

— ¡¡Suéltalo tu pelea es conmigo!! — prorrumpió, Kakashi empuñando una kunai y dirigiéndose hacia el.

— Ahora que peleo contra ti, creo que eres una enorme decepción Kakashi Hatake, realmente no importa a quien enfrente primero, no lo entiendes ambos morirán, pero como gustes, seré piadoso contigo. — contestó el ninja mientras soltaba al muchacho.

Apenas el jounnin se disponía ha dar el primer golpe sintió que era alcanzado de nuevo por varios golpes invisibles que se conectaron en su rostro, su abdomen y estomago, retrocedió de nuevo.

— Ni siquiera, ni siquiera te has movido, como puede ser…

— ¿Acaso soy demasiado rápido para ti? —exclamó airoso el ninja rival al jounnin de la hoja.

— En estas condiciones no creo poder ganarle, se mueve una velocidad impresionante. — se dijo para sus adentros Kakashi.

— No tienes oportunidad, no intentes descifrarlo — indicó con una sonrisa retorcida — ¡¡¡¡acabare contigo!!!!

— Kakashi- sensei ¡¡¡No!!!

El Genin impulsivamente se dirigió a atacar al hombre de la capa negra dispuesto a defender a su maestro.

— ¡¡¡Estilo de fuego: Jutsu bola de fuego!!!

El ninja renegado con suma facilidad detuvo su jutsu con una mano, pero el hecho de que este lo hubiera atacado lo enfureció.

—Chiquillo insolente, morirás — gritó el ninja mientras se dirigía hacia él.


— Obito, ¡¡Corre!! — ordenó Kakashi al muchacho pero por la impresión había quedado congelado — ¡¡Corre, maldición!!.

Con este último grito, Obito volvió en si y comenzó a correr, apenas logro esquivar apenas dos golpes de su atacante, pero un tercero le dio justo en el mentón, con quien es golpeado por un auto terminó estrellándose contra la pared, tambaléate se levanto de nuevo dispuesto ha seguir huyendo, pero era demasiado tarde se encontraba justo enfrente de él. Se disponía a dar el terrible golpe de gracia cuando Kakashi intervino y lo hizo retroceder.

— Te dije que tu pelea era conmigo, lo haremos enserio esta vez, — dijo el ninja manteniendo al muchacho detrás de él — ¡Obito! — exclamó en tono severo — Pase lo que pase en la pelea no quiero que intervengas, ¿entendido?

El muchacho hizo un gesto afirmativo con la cabeza.

Descubriendo su ojo izquierdo, resguardado desde hace tiempo debajo de su protector, dejo ver aquella enigmática pupila impregnada de aquel rojo carmesí y ese iris negro particionado en 4 puntos.

— ¡Sharingan!

Y al mismo tiempo que lo hacia, en Obito Uchiha sucedía algo, como si la conciencia le fuera arrancada de golpe, se desvanecía en el piso.

Mientras tanto.

En medio del bosque, dentro de una cueva cercana a aquella aldea, surge monstruosa figura, una criatura cadavérica y sombría compuesta de roca llamada Gedo Mazo, donde nueve miembros, nueve hombres y mujeres renegados de sus propias aldeas habiendo traicionado y abandonando por todo lo que se creía hoy se denominan Akatsuki. En el piso en medio de este, condenado a un inminente fin yace Naruto Uzumaki portador de zorro de las nueve colas, al menos por ahora.

— Tobi-sama, el novato ya se encuentra enfrentándose a Kakashi y al muchacho, por lo menos lo mantendrá ocupado mientras terminamos el ritual. — exclamó un hombre palido y rasgos bestiales como de un tiburón.

— Es ciertamente es una buena noticia, en este lugar se realiza una tarea bastante importante para ser interrumpidos, -sempai. — respondió el hombre enmascarado haciendo un gesto infantil con las manos.

Un segundo hombre mitad blanco y negro surgió de entre las sombras.

— Señor no quisiera interrumpir, pero el ritual, si no lo comenzamos en este momento puede que el bijuu pueda intentar defenderse y bajo el proceso lo perdamos. — exclamó el ninja con una reverencia.

— Claro, claro pero que estoy pensando — dijo, su voz entonces se volvió mas sombría — El ritual de sellado de los nueve dragones comienza.

Agónico Naruto intenta despertar, escuchando a lo lejos solo ecos de aquellas personas que se encuentran a su alrededor en shinobi, impotente sin poderse mover busca sin desistir lograrlo.

En el interior de Naruto.

— ¡¡¡Aaaaaaaaaaa!!!, ¡que diablos es esto!, yo, yo tengo que liberarme, no puedo simplemente morir aquí, ¡no puedo!. — exclamaba Naruto corriendo desesperadamente entre las penumbras de su interior, sin llegar a ningún lado.

Un solo toque en la cabeza y esos terribles ojos rojos de aquel enmascarado había bastado para someterlo.

— ¡Kakashi-sensei!, ¡Obito!, ¡Hinata, Hinata. Hinata-chan!, ¡No puedo fallarles!. — dijo Naruto con coraje, presionando sus puños y sus dientes.

De entre las sombras surgió una puerta, un enorme portal resplandecía en una funesta e intensa luz roja, algo que se acercaba desde el otro lado, una fuerza oscura pero imponente.

— Yo puedo brindarte mi fuerza, si la quieres. — exclamó la criatura posando una de sus garras en la reja — solo…libérame.

Continuará.

 

Capitulo 10: Desatado

Quiero dar un agradecimiento a mi amiga y colega Anto-chan que ayudo a recabar algo de información para este capitulo ^^.

Derrapó por segundos y se reincorporó, le sorprendía que a la edad del muchacho tuviera tanta fuerza, empuñó con decisión la kunai y replicó de nuevo el jutsu de polvo que utilizaba su oponente. Algo extraño sucedía el ojo en que mantenía el sharingan activado le proporcionaba un gran malestar y al activarlo Obito había quedado inconciente. Sabía que le pertenecía que ese ojo a él, que se había dado al morir, lo recordaba no podía haber sido un sueño o una pesadilla, no podía haberse explicado como hace años había encontrado al niño de nuevo justo como lo recordaba, era imposible.

— ¡¡Chidori!! —la carga el eléctrica concentrada en el índice y medio fue impactada con fuerza ante el cuerpo del villano que al fin comenzaba a ceder.

Un fuerte dolor surgía nuevamente desde su ojo, cada vez era mas intenso y le producía vertigo, un golpe del puño del titán de polvo de su enemigo le arrojaba expulsado con fuerza a uno de los edificios, intentaba recuperarse, apunto de recibir un segundo golpe detuvo el puño en el aire.

— Que…—jadeante— ¿Qué diablos me pasa? —jadeando dijo Kakasho— Mi chackra se disminuye, tengo que acabar con esto, ¡ Katon fumetsu no senshi-bi!.

Una inmensa cantidad de fuego surge del cuerpo de shinobi, un aura ígnea en forma de un guerrero flameante emana expulsada ante el enemigo, que fue al fin derrotado.

—Se acabo…—exclama Kakashi mientras cae inconciente, el ojo donde mantenía activado el sharingan, sangra.

Mientras tanto en otro lugar.

Pasos incesantes en un suelo húmedo, sin que pudiera controlarlo el labio inferior de Hinata temblaba después de todo, ninja o no, era una niña apenas. La luna llena iluminaba el sendero por el que corría guiada por su Byakugan, hacia el paradero del joven Uzumaki, podía sentir incluso antes de activar esta habilidad el inmenso poder que emanaban sus captores y eso le atemorizaba.

Una tenue luz al final de aquella cueva, una tétrica estatua monstruosa en su interior, cientos de ojos muertos de poca en ella, diez dedos alzados desde la tierra y en cada uno de estos una silueta y en el centro, Naruto.

— Na-Naruto-kun…— presiona los puños intentando pasar saliva— …yo…yo…no puedo hacerlo…

Un grito de dolor desde el cuerpo inconciente del rubio retumbo en la cueva, algo terriblemente malo le sucedía, un segundo lamento, su cuerpo se retorció en el piso mientras intentaba tocarse el pecho.

—¡¡Naruto!! —presionó sus ojos perla y lagrimas de impotencia brotaron de ellos— tu eres la persona que mas ha creído en mi debo…yo…yo debo intentarlo.

Tambaleante, forzándose a encontrar valor, Hinata Hyuga apareció ante aquellos tiranos, insegura, con miedo, apenas de pie, pero decidida a todo.

—Naruto-kun yo…

En la mente de Naruto…

—¡Naruto! ¡Naruto! ¡Libérame! —prorrumpía la criatura.

—Tu, tu…¿Quién eres? —pregunto el muchacho casi hipnotizado por la criatura.

— Yo soy parte de ti y tu de mi, somos uno, yo puedo ser tu fuerza si tu eres conducto— dijo pegando su rostro a la reja.

— Yo…— respiro— yo no lo se…

Mientras tanto.

— Será cuestión de unos segundos Toobi-sama y acabaré con ella…—murmuró uno de los de las siluetas.

— Como gustes Deidara-sempai, no tardes por favor— contesto el enmascarado con un gesto cínico.

Uno de las 10 siluetas descendió de unos de uno de los dedos de roca, fue hasta entonces que la niña se dio cuenta que solo dos de ellos se encontraban físicamente en ese lugar. Pero es que esa cantidad era tan intensa, que hasta un ANBU de su clan lo habría pasado por alto. El hombre enmascarado emanaba tan solo el poder que expulsaba allí superaba al de un jounnin con facilidad y era claro que no hacia ni el mas mínimo esfuerzo.

— Mi nombre es Deidara, niña, debes de sentirte afortunada serás de las primeras personas en conocer mi arte —Algo tomo en sus manos mientras caminaba hacia ella— la única arte que vale la pena es la que termina con un “Bang” y la mejor forma de conocerla es pereciendo con ella.

Ante la media luz de la cueva se mostró un muchacho de ojos azules, cabello largo y rubio, peinado de tal forma que le tapa el lado izquierdo de la cara. Sonrió de una forma macabra sacando la lengua.

Hinata no dijo nada, dirigió solo su cuerpo hacia el adoptando una posición defensiva.

Mientras tanto.

Unas cuantas horas en la madrugada un joven genin de la aldea había aparecido combalenciente y herido después de varios dios días de haber desaparecido en una misión de rastreo de rango D días atrás. Algunos equipos habían sido enviados en su búsqueda pues se sospechaba que hubiera sido raptado por alguien dado su clan y su experiencia innata de rastreo era imposible que se hubiese perdido. Su nombre era Kiba Inuzuka.

—Sus signos vitales se encuentran mas estables— pronuncio la chica pelirosa dando un suspiro—Aunque aún no creo que pueda hablar, ¿me pregunto que le habrá pasado?...¿Iruka-sensei?...

— Perdona pensaba en algunas cosas, Naruto un muchacho amigo mió, a salido de misión para una aldea próxima a donde este chico provenía y hace unos días no se sabe nada de él ni del equipo al que pertenece.

— Naruto, ese cabezota, seguro debe de estar perdiendo el tiempo en algún lugar—sonrió— ya vera que pronto volverá.

El sonido de algo metálico al caer suelo llamo su atención, Iruka se acercó para recogerlo, venia envuelto en algo había caído de la mano de Kiba, era una shuriken pero en lo que venia envuelto.

— ¡Este símbolo!, Sakura cuida al chico por favor, debo hablar con el Hokage— al decir esto Iruka salió apresuradamente de allí.

Mientras tanto.

Una niebla roja emanaba de aquella enorme reja oxidada, la criatura yacía cabizbaja aforrándose a la reja, rasgándola para poder escapar.

— ¡Libérame, maldición!, no vez que ya ha comenzado, ¡libérame o moriremos los dos! —Profeso el monstruo gritando.

Naruto que yacía en el piso de rodillas también levanto la mirada.

— ¿Qué ha comenzando?...¿Qué es lo que pasa?, …mi vida, mi vida siento que se va—dijo el muchacho tocándose el pecho.

— Nuestro fin..estamos muriendo, me extraen de ti y al hacerlo quedaras como un cascaron vació…

— Yo, yo no quiero morir…—Naruto quedo perplejo.

—Entonces, libérame.

Mientras tanto.

— C1…¡Katsu! — al pronunciar esto Deidara ocurre una gran explosión.

La chica retrocede un poco esquivando apenas los cientos de miles de insectos explosivos que detonan sin cesar.

— ¡Ocho Trigramas Sesenta y Cuatro Palmas Protectoras! —pronunció la chica, emanado un gran poder en su palmas logrando repeler cada ataque con cierta maestría.

Su poder comenzaba a agotarse, esta era la cuarta vez que requería este jutsu.

— Como te atreves a repeler mi arte, niña insolente, ¡C2! —prorrumpió con cierta rabia.

Surgio de el un enorme dragon de papel que libero al instante ante Hinata millones de bombas.

— ¡¡Katsu!! —agregó el rubio e hizo detonar a todas.

Hinata apenas pudo activar su jutsu pero no fue suficiente, varias de las explosiones llegaron a darle y causarle daño. Estaba agotada y herida, sin embargo adopto su posición de pelea de nuevo.

En el interior de Naruto.

— Si no te importa morir tu, que tal esa chica…

— ¡¡Hinata-chan!!, ¿que le pasa? —preocupado

—Ella se enfrenta ahora mismo con las personas que te han capturado, pero no le queda mucho tiempo…

— Yo…—Ruge y presiona tus manos— yo te liberaré…Kyubi...

Diciendo esto se acerca a la criatura y posa su mano sobre él. Un fuego de furia en su mirada aparece a abrir los ojos al exterior, colmillos fericos surgen de fauces y a pesar de estar atrapado se libera, emanado una especie aura demoníaca.

Continuara.