Historia larga Hilos del destino

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por KothStark, 29 Mayo 2017.

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  1. Threadmarks: Hilos del destino
     
    KothStark

    KothStark Mortal

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    Hilos del destino
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    693
    Notas de la Historia:
    1. Esta aventura es algo diferente, en esta, el destino sera decidido por los estimados lectores, las posibilidades son infinitas.
    2. Las decisiones sólo serán validas 48 horas después de la publicación.
    3. Todos los personajes han sido registrados en derechos de autor por lo que su reproduccion parcial y total sin el permiso del autor sera considerado como plagio.
    Que lo disfruten.
    Prólogo: Genesis
    Notas del capítulo:
    Este el prólogo, es un breve resumen al pasado de nuestro protagonista Zeth
    Las decisiones comenzaran en el siguiente capitulo, las cuales deben ser votadas en la caja de comentarios
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    Siempre me he sentido incómodo con este mundo, es como si estuviese todo fuera de lugar, en el poco tiempo que llevo en este sitio he podido entender que algo anda mal con las personas de aquí, son conflictivas e ignorantes, incluso de vez en cuando siento un extraño impulso, casi como un antiguo reflejo de lo que era, el cual me hace actuar de aquella manera. Sin embargo entre todo el caos en el que vivo también me doy cuenta de que en aquellas personas nace un sentimiento único, algo inexplicable y maravilloso. Eso fue lo primero que logre pensar al salir del hospital hace 2 años, después de despertarme sin tener recuerdos de absolutamente nada.

    En mi primer año fuera estuve viviendo en las instalaciones de la fundación Bucle donde alimentaban y daban techo a los niños desamparados con la condición de que aceptaran ser observados como conejillos constantemente, no recuerdo mucho de aquellos días en aquel lugar, es casi como si lo hubiese olvidado también.

    Cuando salí de Bucle, la subdivisión del gobierno A.C.E (Asociación de Casos Externos) me dio un nombre y me propuso empezar a vivir una vida a la que ellos llamaban “normal”, accedí, y desde ese entonces he empezado a conocer más de todo, asisto a un instituto algo prestigioso, y vivo en una zona de renombre en esta ciudad: Nueva Metrópolis

    Mis días transcurren normalmente como cualquier adolescente de mi edad o eso considero yo, no soy alguien de muchos amigos, realmente solo tengo uno, el cual lo conozco desde mis días en Bucle.

    Mi vida sería completamente monótona y común, hasta aquellos días turbios.

    El aire soplaba suavemente, la tierra fría y áspera me despertó, un punzante dolor en mi hombro, fue lo primero que sentí, al parecer tenía una vara atravesada, no, mejor visto era un trozo de metal bastante dañado, la sangre abundante y seca bañaba mi camisa, casi no podía mover mi cuerpo, mucho menos mi brazo izquierdo, me encontraba a lo lejos de los rastros de lo que parecía un avión, yacía en llamas, envuelto en humo negro y cenizas.

    Mi mente se estaba desvaneciendo, «y pensar que acababa de despertar» reflexionaba y sonreía amargamente mientras me levantaba, el dolor se agudizó de una manera inconcebible, di dos pasos antes de caer sobre mis rodillas, escupí un poco de sangre, mi cuerpo estaba muy débil, no había duda que morir era cuestión de tiempo.

    Caí de lado, aceptando mi muerte, mientras me daba cuenta de algo horroroso, no sabía quién era por más fuerte que intentaba recordarlo no lo sabía , ni él porque estaba en aquel lugar. Todo era demasiado confuso, «a lo mejor era pertinente morir» pensé mientras mi vista se tornaba blanca

    No sé cuánto tiempo había estado allí tendido, solo escuchaba el sonido de las llamas provenientes de los restos de la aeronave caída en medio de la hierba, por mi parte cada vez estaba más débil, imaginé que era el fin, el fin de un don nadie como yo, alguien que no tenía nada a lo que aferrarse.

    - Oye ahí está – escuché a lo lejos lo que decía una voz femenina.

    - Es verdad, es el último que encontramos hoy – le contestó un voz mucho más refinada que la anterior

    - Yo…yo me encargo de él, está muy malherido, va a necesitar ayuda – comentó el que parecía el único hombre en aquel trío

    Es el último recuerdo que tuve antes de despertar en la sala del hospital.
    Siguiente : Capitulo 0: Amanecer
     
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    Última edición: 25 Julio 2017
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    KothStark

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    Capitulo 0: Amanecer
    Notas del Capitulo :
    Aquí empiezan las decisiones. Solo validas 48 hrs despues de la publicación
    Para los que estan aqui unas pequeñas aclaraciones
    1. Hay 150 finales posibles.
    2. De esos 150 por lo menos el 60% son finales malos, los cuales son basicamente un final donde la historia es cortada precipitadamente.
    3. Para que los estimados lectores puedan llegar al final de la historia se les dara 3 Oportunidades de Redencion o OR con los cuales podran retroceder hasta el punto que quieran despues de una votacion.
    4. Cuando los OR acaben, la historia termina.
    5.Voten en la caja de comentarios con el numero de la opcion.

    Eso es todo por ahora, Que lo disfruten
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    Abrí mis ojos consternado, hacía mucho no tenía una pesadilla, por lo que noté cómo estaba cubierto en sudor respirando agitadamente en el gran cuarto de madera, me levanté de la cama, encendí la linterna antes de salir a la sala, la cual era modesta pero acogedora, seguí dispuesto a comenzar mi rutina diaria, fuí a la habitación más grande del apartamento donde mis pesas e implementos de entrenamiento aguardaban su uso.

    Después de acabar con la última parte de mi entrenamiento físico, las ciento cincuenta flexiones, me dirigí a la ducha, sentí mientras me duchaba que algo no andaba bien, así que revisé mi cuerpo frente al espejo del baño, y supe que mi teoría era cierta, la cicatriz de mi hombro se había abierto un poco de nuevo, tomé unas nano gasas y las puse en mi hombro inmediatamente.

    Me vestí con mi uniforme usual, básicamente un traje formal negro con una corbata a juego y el logo de la institución de forma minimalista en donde se ubica el corazón, era bastante simple a comparación de otros institutos.

    Prepare mi desayuno predilecto: Waffles, no entiendo realmente el porqué de mi gusto por esta comida, supongo que debe ser algo relacionado con mi vida anterior.

    Después del desayuno, salí del apartamento donde una visita inesperada estaba junto a mi puerta

    - ¡Hola Zeth! – decía una bella voz, lo suficiente para hacer que mi corazón se acelerase, provenía de una joven de piel bronceada que me sonreía amablemente

    - Oh, Buenos días Platea, es raro que vengas tan temprano, ¿Necesitas algo? – respondí apresuradamente.

    La chica de hermoso cabello negro y ojos pardos hizo un gesto de negación mientras me miraba fijamente

    - Entonces, ¿Qué haces aquí? – pregunté con inquietud

    - Vaya, tan grosero como siempre, solo me preocupaba por ti, ayer te veías más deprimido que de costumbre, por lo que vine a revisar si todo andaba bien – se quejaba calmadamente con una linda mueca

    - Si, todo en orden, no hay de qué preocuparse. – contesté sin inmutarme

    - Ya veo, ¿Ya sales hacia al instituto? – indagó Platea

    Afirme con mi cabeza mientras cerraba la puerta del apartamento

    - ¿Vamos?, hoy André llegara más tarde por lo que no iremos juntos al instituto - dijo luciendo desanimada

    - Ok, da igual – contesté a su propuesta

    La verdad Platea es la única persona por la que realmente he llegado a sentir algo, al parecer fuimos amigos de la niñez o eso me comento cuando nos conocimos apenas entre al instituto, le sorprendía que no la recordara, sin embargo después de comentarle sobre mi accidente de hace dos años, ella se encargó de “reinsertarme” de nuevo al mundo, siempre con una paciencia y amabilidad inigualable, eso hizo que rápidamente me terminara enamorando de ella.

    No obstante, era obvio que alguien como ella tendría un interés amoroso, por lo que termine viendo cómo se involucró con André, el cual si pudiese describir brevemente, sería el típico estereotipo barato de adolescente atleta de instituto que muestran en la televisión, apuesto, acaudalado, popular y claramente hueco.

    Cabello rubio, ojos verdes y una tez pálida que combinaba de manera perfecta con sus demás rasgos, era alto y esbelto prácticamente un hombre estéticamente perfecto, pero lo que tenía de apuesto, lo tenía de idiota. No solo por no contar con una habilidad intelectual eficiente, sino también por su retorcida percepción de la vida, las personas eran básicamente sus herramientas, las cuales caían rendidas por el carisma del sujeto, lo cual André sabía aprovechar de manera sorprendente.

    Platea no fue la excepción, en cuestión de tiempo el rubio la conquisto, desde entonces he visto sufrir a Platea de muchísimas maneras, física y mentalmente, además siempre que voy a confrontar a aquel monstruo por lo que le hace a Platea, ella es la primera en defenderlo y excusarlo, es como si le hubiese lavado el cerebro, así que decidí que no me metería en su vida, aunque no puedo evitar sentirme desolado por ver así a quien secretamente quiero y para colmo ella siempre está preocupándose por mí por lo que nunca me deja solo, a veces me pregunto ¿Qué soy yo para ella?.

    Mientras pensaba aquello llegamos al gran conjunto de edificios que eran nuestro instituto, después de una fugaz despedida Platea se marchó a su clase mientras yo me dirigía a la mía, al llegar me recibió una cara familiar.

    - Zeth, ¿tienes el informe de química? – preguntaba una angustiaba voz

    Mientras asentía se lo di, realmente no me importaba que hiciese con eso.

    - Gracias, otra vez me salvaste, no sé qué haría sin tu ayuda – decía el joven

    - Absolutamente nada, no es obvio Elet.- contesté despreocupadamente mientras tomaba asiento

    Éramos los únicos sin un apellido real en todo el gran repertorio de estudiantes del instituto, esto debido a nuestro pasado con Bucle y A.C.E , nos dieron un nombre pero no un apellido en concreto, por lo que nuestros registros están con el apellido de Zero, lo sé, es patético aunque no haremos nada al respecto, aparte de quejarnos.

    Las clases terminaron, ya todos se habían marchado y no sabía qué hacer en concreto, había quedado con Platea pero está el riesgo que estuviese con el estúpido de André, también puedo ir a casa de Elet, no es muy lejos de mi apartamento y puede que juguemos el nuevo juego de inmersión que consiguió con su trabajo de medio tiempo.

    Que debería hacer:

    • Ir a casa de Elet.
    • No lo sé, ha sido un día agotador, mejor ir a dormir al apartamento.
    • Ir a buscar a Platea.
     
    Última edición: 30 Mayo 2017
  3.  
    KothStark

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    Capítulo 0: Atardecer (Ruta del alma)
    Notas del capítulo:
    1. Se ha escogido la ruta del alma.(Ir a buscar a Platea)

    Pido su colaboración en la encuesta para saber sus opiniones y decisiones en este relato.

    2. Recuerden las decisiones son solo validas en la encuenta y por 48 horas.

    Eso es todo por ahora.

    Que lo disfruten
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    Es verdad, aun si Platea estuviese con el incompetente de André, no puedo dejarla sola.

    Tomé mi mochila, y me dispuse a buscarla.

    Inicialmente salí del edificio “Alpha” donde me encontraba para dirigirme a “Épsilon” el edificio más cercano a la puerta sur y también donde Platea y André tomaban clases, no obstante no se encontraba a ninguno de los dos a las afueras de la edificación, entre a su salón de clases e igualmente no pude encontrarlos.

    Pasaron 20 minutos desde que empecé la búsqueda, aun sin resultados, es muy probable que ya hubiesen salido a casa, sin embargo algo me tenía preocupado, no sé qué fuera pero debía hallar a Platea, a como dé lugar. Ya eran pasadas las 5, todavía nada, por lo que decidí que iría a casa de Platea y en última instancia a la casa de André.

    Me dirigí a la salida sur pero algo llamó mi atención, había algo extraño tirado cerca del callejón que iba hacia el viejo club de Kendo, se me hizo muy extraño ya que nadie solía usar aquella ruta debido al derrumbe del viejo edificio del club, el cual a su vez dejó en muy mal estado el callejón, por lo que era muy arriesgado ir, todos en el instituto lo sabían.

    Además ese semidestruido edificio tiene la mala fama de haber sido usado en ocasiones en cosas “turbias”, cosas que es mejor no preguntarse. En fin lo más curioso de todo es eso que estaba en el suelo, ya sabía que era, realmente esperaba que no fuera lo que estaba pensando, pero cuando me acerque a recogerlo ratifique mi teoría, era la pulsera de Platea, el icónico accesorio que siempre tenía puesto.

    Platea solía ser muy despistada pero es raro que no haya notado la carencia de su pulsera, es posible que deba estar buscándola en este momento, evitando los malos pensamientos que me acechaban entre al tenebroso y largo callejón que tenía en frente. Cuando iba por el final del callejón, justo en el punto donde se doblaba hacia una esquina y se hallaba la entrada al viejo edificio, escuche una conversación.

    - André, para por favor, nos meteremos en problemas si hacemos esto aquí – decía una angustiada voz muy familiar

    - Vamos Platea, no me vas a dejar con estas ganas ¿o sí?, además nadie usa esta ruta, les da miedo esa estupidez de la maldición, así que nadie nos vera – replicaba la voz de aquel tarado rubio.

    - Ya lo hicimos muchas veces ayer, por favor déjame ir, además yo también tengo miedo de este lugar- rogaba al borde del llanto la mujer hermosa de cabello negro.

    No podía soportarlo más, iba a matar a ese sujeto, -justo como hice con los ladrones ayer- pensó , ¡estoy harto de aquellos monstruos que se hacen llamar personas!

    Me levante, sacando el único obsequio que me dio A.C.E, un cuchillo negro del tamaño de mi mano, el cual guardaba celosamente en un bolsillo oculto en mi mochila.

    Pero… al momento de tener que doblar la esquina, un dolor bastante conocido apareció, justo como en aquella ocasión, mi hombro se había abierto y la sangre salía a montones, no podía moverme, caí sobre mis rodillas, donde mi cabeza quedo expuesta en la esquina.

    Podía ver todo, como ese desgraciado intentaba quitarle la ropa a Platea, como ella intentaba evitar aquello y como yo yacía impotente en el suelo sangrando sin poder moverme.

    - Por favor, te lo pido, aquí no, déjame ir, no quiero esto – protestaba enérgicamente Platea.

    - Vamos cariño, es solo un momento, no te dolerá…si me obedeces – contestaba aquel idiota con una sonrisa despreciable en su cara.

    - No, ya dije que no André, es suficiente – decía Platea mientras intentaba apartarlo entre manotazos y patadas

    - Tienes razón es suficiente – murmuro el sujeto, dándole un beso a Platea.

    Lo que sucedió después fue simplemente horroroso, André después de besarla noto que la protesta se detuvo, por lo que opto por darle una bofetada a la chica, procediendo a darle un fuerte golpe en el estómago para finalmente arrojarla al suelo.

    - Harás lo que te ordene basura - se limitó a decir quitándole la falda a la joven

    - No… por favor – imploraba sin aire la maltratada muchacha

    No puedo ver esto, no quiero ver esto, pero no puedo moverme, maldecía sin poder hablar. Mi visión se empezaba a poner borrosa como aquella vez, solo que esta vez no puedo permitirme desmayarme, ahora no se trata de mí, debo salvar a Platea.

    Platea se encontraba en ropa interior cuando sucedió algo infame.

    Un destello que por una extraña razón creí haber visto antes, salió del destruido edificio y nublo la vista de todos los presentes, a continuación un grito desgarrador que no parecía humano se escuchó, provenía de donde se encontraba la pareja.

    Quise seguir escuchando, pero curiosamente mi dolor se intensifico al salir aquella luz, haciendo que no pudiese concentrarme en los sucesos que acontecian a pocos metros. Después de unos segundos agonizantes pude volver a concentrarme, ya no se oía nada

    Hasta que…

    - Así que eso hicieron con lo que me robaron, debería matarte, pero tengo curiosidad de que lograras hacer con lo que te fue dado, hasta otra ocasión, si es que no te desangras primero - decía una voz que no había escuchado nunca, estaba cerca, lo sabía, no podía verla por el destello pero era alguien desconocido, su voz era tierna como la de una madre, pero a la vez imponente como alguien poderoso, era una voz femenina claramente perfecta.

    El destello acabó, estaba a punto de desmayarme y con mi visión aún borrosa sólo distinguí una cosa, algo realmente perturbador.

    La cabeza de un hombre rubio.

    Perdí el conocimiento.

    Cuando me desperté, estaba en mi cama.

    « ¿Otra pesadilla? » pensé, me levante de la cama sin ninguna dolencia

    « Ugh…Esa se sintió demasiado real » reflexionaba quitándome la ropa con la que suelo dormir

    Hice mi rutina diaria, cuando me duche, note que mi hombro estaba completamente normal « Menuda pesadilla, es obvio André es un completo idiota, pero dudo que se atreviera a hacerle eso a Platea »

    Desayune, y me puse mi uniforme, completamente limpio « Se lo contare a Elet, a lo mejor se ríe de mi pero pues es un sueño bastante raro a fin de cuentas »

    Mire el calendario, era viernes, «A lo mejor ayer fui a mi apartamento y soñé aquella locura » pensaba mientras me reía

    Salí de mi apartamento, cerré y me dirigí al instituto « Debe de estar con ese inútil »

    Llegue por mi usual puerta, la puerta norte y arribe a Alpha relativamente rápido.

    Entre a mi salón donde todo parecía normal… hasta que llego Elet

    - Oye, estas bien – pregunto el chico pelirrojo.

    - Sí, ¿porque lo preguntas? – replique rápidamente.

    - Pues pensé que no vendrías hoy – siguió con su interrogatorio.

    - Lamento decepcionarte ¿Y eso? ¿Qué te hizo pensar aquello? – insistí.

    - Nada – contesto pensativo el joven.

    - Ya veo, por cierto, tengo un sueño súper raro que contarte – continúe la conversación.

    - ¿No lo sabes, verdad? – interrumpió Elet.

    - ¿Qué? – respondí frustrado.

    - André y Platea desaparecieron ayer – musito deprimido.

    Sentí como un frio recorrió mi espalda « ¿No fue un sueño? »

    Yo:

    • Debo pensar que sucedió ayer.
    • Es broma, eso no pudo pasar en verdad, debo olvidarlo.
    • Eso fue completamente cierto. Debo investigar.
     
    Última edición: 17 Junio 2017
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    KothStark

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    Capítulo 0 :Anochecer (Ruta Celestial)

    Notas del capítulo:
    1.Se eligio la ruta celestial (Investigar)
    2. Me encantaría que pudiesen dejar su voto con la decisión que prefieran o en la caja de comentarios
    Eso es todo por ahora. Espero que lo disfruten
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    No hay tiempo para quedarse pensando si lo que vi fue real o no, puede que Platea esté en peligro, tengo que investigar que sucedió realmente ayer.

    Me aparté de Elet y salí del salón de clases, no podía estar tranquilo hasta ver que Platea estaba bien, fui apresuradamente al callejón, donde se supone que ocurrió aquella locura, pero cuando llegué noté que estaba lleno de cintas amarillas y había un grupo de oficiales en el área así que no podía entrar por ahora. Me acerqué a uno de los uniformados preguntándole qué había sucedido ayer, aquel sujeto me miro de manera un tanto curiosa y me comentó el hecho de que un estudiante había sido asesinado en condiciones extrañas el día anterior.

    Inmediatamente le cuestioné al hombre si no habían sido dos estudiantes, pero el negó con la cabeza y comenzó a mirarme de manera extraña, por lo que decidí retirarme de aquel lugar antes de verme más sospechoso, vagué un par de horas en el amplio campus del instituto, pensando e intentando encontrar evidencias que me ayudaran a resolver este rompecabezas, y en ese momento algo obvio que no había pensado cruzó por mi mente « Si todo esto es verdad hay muchas cosas que no encajan».

    Debido al incidente de ayer, se dictó un toque de queda en el instituto tanto para los que usaban los dormitorios como para los que éramos ajenos a estos, por lo que nadie podía quedarse en el campus de la institución después de las seis de la tarde.

    Así que cuando llegó esa hora me ví en la obligación de dejar de investigar en aquel lugar y me dirigí a casa pensativo, al llegar noté como mi apartamento estaba algo diferente de como lo había dejado, sin embargo no le dí relevancia a este hecho y seguí indagando.

    Tenía una cantidad descomunal de preguntas sobre aquel incidente, debía organizarme o solo me confundiría aún más. Al cabo de unos minutos había creado una lista con la mayoría de preguntas que surgieron a raíz de aquel suceso, el dichoso listado era:

    1. ¿Todo lo que vi fue real?

    2. ¿Qué me paso antes de atacar a André?

    3. ¿Por qué no estoy herido?

    4. ¿Qué mato a André?

    5. ¿Dónde está Platea?

    6. ¿Cómo volví a casa?

    7. ¿Dónde está la pulsera que recogí?

    8. ¿Por qué todo estaba como si nada cuando desperté?

    No recuerdo muchas cosas más, debido a que memorizar un sueño detalladamente es muy difícil, por no decir imposible, así que por el momento estas son todas mis dudas.

    Empecé a buscar una explicación de los hechos o en su defecto una solución a esta situación, pero no era tan fácil, por dos sencillas razones, la primera es que no soy un investigador o detective, en definitiva no sé nada de esto, no tengo la experiencia, ni la audacia para resolver algo como lo que paso ayer, pero tampoco voy a rendirme, porque por otro lado si cuento lo que sucedió tal y como lo recuerdo, solo se me tildaría de demente y es probable que quede como un sospechoso implicado en el asesinato de André

    Mientras pensaba con una taza vacía en mis manos, noté que el reloj marcaba las nueve de la noche, ya había pasado más de un día desde que Platea desapareció y no tenía idea de donde pudiese encontrarla, o en que condición estuviera, no obstante sabía que no tenía tiempo de deprimirme y de hecho este era el momento ideal para hallar pistas o encajar ideas para solucionar esto, así que lo único que debo hacer es:

    1. Deducir que pudo haber sucedido

    2. Ir a recolectar pistas

    Siguiente Capitulo 0:
    Conclusión
     
    Última edición: 21 Junio 2017
  5.  
    KothStark

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    857
    Capítulo 0: Conclusion (Ruta de la convergencia)
    Notas del capítulo
    1.Se ha escogido la ruta de la convergencia (Recolectar pistas)
    2.Si se desea influir en el desarrollo en la historia, por favor votar en la encuesta que se encuentra en la parte superior
    3. Esta es la última parte del capítulo 0
    Eso es todo por ahora que lo disfruten

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    Lo más prudente debe ser recolectar pistas, luego sacar una conclusión, sin embargo, no podía olvidar hacer el otro “entrenamiento” que solía hacer todos los días, exceptuando ayer y en contadas ocasiones.

    Miré a la ventana llena de gotas por la breve llovizna de hacia unas horas, me levanté y fui al cuarto al final del pasillo que guardaba bajo llave para evitar cualquier acceso indeseado por si algún curioso buscaba algo, cuando entré, observé satisfecho el interior de la habitación.

    —Vacío— pensé en voz alta

    Hice ese “entrenamiento” un tanto especial, salí agotado de allí, cerré con llave, bebí agua después de un arduo estiramiento y me dirigí a la ducha.

    Después de un largo baño bajo la adormecedora temperatura del agua caliente, miré el reloj, el cual marcaba las once de la noche, así que me prepare para dormir, apagué la lámpara y cerré mis ojos.

    Cuando los abrí noté que estaba mirando el infinito mar, mientras el cielo se llenaba de fuego, era simplemente magnifico, el sol naranja creaba un hermoso reflejo en la superficie del agua cristalina.

    —Hoy no habrá pesadillas— pensé tranquilo

    Vaya que había caído en un error. De repente el cielo se oscureció

    Intenté moverme, pero me era imposible, luego dos voces, una conocida y una desconocida resonaron al unísono

    —Eres un portador— se oyó una risita, cuando la risa cesó únicamente la voz de Platea continuó

    —Sí que eras especial Zeth, se fuerte y salva este mundo, yo ya no tengo salvación, después de todo solo soy un recipiente... un recipiente para Madre— eso último lo dijo con una voz vacía

    —Hey Platea, no digas eso, te estoy buscando, te salvaré, te juro que lo haré, solo resiste. —

    Platea dejo salir un pesado suspiro y una luz como la de aquel incidente se manifestó, había una sombra de una mujer que no lograba ver bien, lo único que podía notar eran unos brillantes ojos amarillos, aquello me sorprendió bastante.

    Sin embargo, la silueta que realmente me interesaba estaba frente a mí, era la chica que me ha mantenido preocupado todo este tiempo, era Platea la que estaba viendo, pero un ojo amarillo como los de aquella otra mujer, reemplazaba el color negro del ojo derecho que siempre había tenido en su lugar.

    — ¿Estas bien Platea? — pregunté preocupado mirando el cambio de la chica

    —Sí— dijo casi de manera automática

    Soy consciente de que estoy hablando con un espejismo de mis sueños, pero igual seguía siendo Platea

    —No soy un producto de tu imaginación humano— se quejó la dueña de la voz desconocida, quien parece que leyó lo que pensaba mirándome con esos llamativos ojos.

    —Vine a despedirme, eres el único del que puedo despedirme ahora— musitó sin sentimiento alguno, sacándome de mis pensamientos por un instante

    — ¿A dónde vas? — cuestioné estúpidamente

    —A un futuro incierto— murmuró mirándome fijamente

    Antes de que siguiera con esta absurda conversación Platea me interrumpió apresuradamente como si su tiempo se agotara

    —Yo no te amo, no te amé y no te amaré más de lo que se puede amar a un amigo, siempre supe que me querías, pero jamás podría verte como algo más, así que para de buscarme, nunca me encontraras, solo hallaras dolor, busca a alguien mejor, sé feliz —me sonrió con el semblante que conocía de ella — Y deja de hacer estupideces, eso es todo— murmuró a mi oído para luego darme un abrazo cálido y lleno de afecto

    Estaba conmocionado, no solo por el tierno y amable rechazo de Platea, sino porque veía como la pareja de mujeres se desvanecían ante mi incrédula mirada.

    Cuando me encontré solo de nuevo, la luz se dispersó y estaba de nuevo ante un mundo cubierto de oscuridad, de repente otra voz resonó en mi cabeza.

    —La convergencia empezara pronto, no hay casi tiempo, los portadores que oigan esto, por favor vayan al corazón—exclamó amablemente para luego desaparecer

    Abrí mis ojos, esta vez estaba en mi cama, sudando como era costumbre al tener pesadillas o sueños con emociones fuertes.

    —Tengo sed — musité adormilado, me levante, llegué a la cocina y mientras tomaba un vaso de agua fría intenté asimilar todo lo que había sucedido de manera fallida, finalmente, decidí reanudar mi sueño

    Cuando me dispuse a ir a mi habitación noté que la puerta del cuarto donde solía entrenar “aquello” estaba entreabierta, corrí hasta allá, abrí la puerta pero esta vez había una pequeña nota con una caligrafía que no conocía, aquel papel rezaba

    —Encuéntrate con Platea—

    No, sé quién escribió la nota, ni el porqué, lo único que sé es que sabré quién fue si acato la instrucción, así que el lugar más apropiado para hallar a Platea es

    1. Su casa

    2. La escena del crimen de André


    Siguiente: Capítulo 1: La unión de los mundos
     
    Última edición: 21 Junio 2017
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    KothStark

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    10
     
    Palabras:
    849
    Capítulo 1: La unión de los mundos (Ruta 28)

    Notas del capítulo:

    1. A partir de este punto, los finales malos serán activados, cuidado con las OR

    2. Si desean influir en la historia por favor darme a conocer su decisión en la encuesta de la parte superior

    3. Si tienen una corrección o una sugerencia, me encantaría recibirla en la caja de comentarios

    4. Se ha escogido la ruta 28 (Ir a casa de Platea)

    Eso es todo por ahora. Que lo disfruten


    --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Si la nota habla de ir a encontrar a Platea, lo más conveniente es buscarla a su casa, me lavé la cara despejando aquella pesadilla de hace poco, fui a ponerme una sudadera y salí rápidamente de mi apartamento.

    La casa de Platea quedaba relativamente cerca, en los suburbios a unas cuantas calles de donde me encontraba, tomé mi bicicleta la cual no solía usar mucho y me dirigí hacia su hogar en contra del inclemente frio que hacia aquella madrugada.

    Al cabo de media hora me encontré en el distrito residencial donde vivían Platea y el difunto André, ubiqué la gran casa blanca que se erguía imponente en la usualmente concurrida Calle Nottingham, claro que cabe aclarar que hoy estaba desierta, debido a que eran casi las cuatro de la madrugada, fui directo a la majestuosa edificación y algo extraño me llamo la atención.

    -La puerta no está cerrada- murmuré pensativo al ver como la gran puerta de abeto yacía levemente abierta y mostraba signos de forcejeo.

    Decidí entrar por la parte trasera de la casa, la cual se encontraba cerrada, revisé donde la familia de Platea escondía sus llaves de repuesto y justo como recordaba las halle debajo de una de las piedras del jardín.

    Después de entrar a la gran casa lujosa, me dispuse a caminar por la edificación, cuando me encontraba cerca de la sala de estar, descubrí una nota que decía:

    Querida hija

    Tu madre y yo tuvimos unos contratiempos en nuestro último viaje así que tardaremos unos dos meses más al menos, pero no te preocupes, si te hace falta algo ya sabes, usa el número de cuenta que te dejamos.

    Te queremos, nos veremos pronto. Te extrañamos

    Debieron ser los padres de Platea, unos acaudalados extranjeros que se asentaron aquí hace unos años, se dice que están involucrados con un gran imperio hotelero, de allí vienen sus vastos fondos.

    Antes de seguir pensando, un ruido se oye en el piso de arriba, sin pensarlo dos veces busco el origen de aquel sonido, pero al seguir avanzando, vi como la oscuridad cubría todos los rincones de la casa, donde solo podía ver mínimamente las pequeñas formas envueltas en un manto oscuro.

    -Todavía no debo usar eso, es solo para cuestiones de emergencia- pensé mientras sacaba el cuchillo que había traído conmigo por si algo malo sucedía -Con esto será más que suficiente-musité para mis adentros.

    Atravesé dificultosamente la sala carente de luz para continuar hacia a la elegante escalera que se ubicaba en el costado occidental de aquella enorme casa, sin embargo, antes de subir a la segunda planta pude oír cómo se desenvolvía una extraña conversación.

    -No puede ser, ama, es solo un humano, es imposible que tenga eso que estamos buscando, ni siquiera es un portador- decía una voz sin sentimiento alguno en un tono calmado

    --Puede ser, pero si lo capturamos y le sacamos la información a las malas, podremos ver si mi hipótesis es correcta o no- le contestó educadamente una voz femenina.

    -Además, nuestro estimado conejillo de indias ha llegado justo a tiempo- murmuró amablemente -, Por favor, tráemelo, no importa si está vivo o muerto, pero que sus ojos estén intactos- le comentó a la otra chica que tenía al lado.

    De inmediato oigo como si el aire fuese rasgado violentamente y mi cuerpo es disparado recorriendo toda la sala en pocas milésimas de segundos.

    -¿Qué demonios? - murmuré con sangre en mi boca para después recuperarme del ataque, sabía que aquel movimiento no me lastimaría mucho, pero algo era claro, aquella silueta iba en serio, no le importaría si yo moría o no.

    -Eso debía de dejarte fuera de combate- dijo desinteresada – Bueno, solo necesitamos tu cuerpo- comentó como si de una autómata se tratase, mientras me apuntaba con algo .

    Pude reconocer la herramienta que tiene en sus manos antes de que la disparase -¡Un revólver! -medité confundido cuando la bala impactó a la pared, mientras yo yacía en el suelo habiéndola esquivado por muy poco.

    -Ama, puede que tengas razón, este humano es diferente, ya debería estar muerto. -Le comenta a quien parecía ser su dueña, la cual yo no podía detallar debido a la oscuridad que bañaba la sala de estar, solo una muy leve luz púrpura entraba por las ventanas indicando la llegada de las cinco de la madrugada, por lo que no podía distinguir bien a mis dos atacantes.

    -Bueno, da igual el siguiente disparo es el último- exclamó fríamente mientras me apuntaba

    Yo:

    1. Debo intentar correr

    2. Debo protegerme con el cuchillo

    3. Debo intentar esquivarla de nuevo


    Siguiente: Capítulo 1: Colisión (Primera parte)
     
    Última edición: 19 Junio 2017
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    Capítulo 1: Colisión
    Notas del Capítulo:
    1. Si se desea intervenir en la historia, votar en la encuesta de la parte superior

    2. Si desea dejar una opinión o reseña, estaré encantado de recibirla

    Eso es todo por ahora. Espero que lo disfruten
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    Sin pensarlo dos veces por instinto puse el cuchillo enfrente de mí, milésimas de segundo más tarde el disparo resonaba mientras el acero se deformaba al recibir el impacto, la cuchilla salió disparada al ocurrir aquello, quedando clavada en la pared, dejándome únicamente con el mango y un pequeño trozo de metal.
    —Estoy perdido, tendré que usar “aquello”—pensé mientras la pequeña chica enfrente de mí apuntaba a mi cabeza.
    —En serio que no eres ordinario— comenta levemente sorprendida la tiradora.
    —Obvio que no lo es, después de todo tiene los Yanhang en su poder—afirma amablemente la figura que permanecía en el fondo.
    No estaba entendiendo un bledo de lo que decían, pero debía aprovechar la distracción, comprimí un poco de aire en mi palma justo como lo había practicado un centenar de veces y lo lancé a mi atacante, haciendo que la tiradora que contaba con una estatura baja, cayera a unos metros.
    Me levanté y me dispuse a correr desesperado, sin embargo, antes de que saliera de la cocina la pequeña chica empezó a dispararme, aunque logre esquivar los impactos debido a la distancia que había ganado, una bala rozó mi brazo dejando una dolorosa quemadura.
    —Ama, no traje más balas— comenta la tiradora.
    —Eso te pasa por confiarte, además— suspiró pesadamente— nuestra fuente se equivocó, este sujeto es un portador, debemos tener cuidado, no sabemos qué tan fuerte es, mejor retirémonos, no creo que podamos llevarnos los Yanhang después de todo— musitó la educada chica que por su tono de voz parecía ser la mayor del dúo.
    Se escuchó una especie de silbido y en cuestión de segundos todo quedó en aparente silencio.
    Revise mi brazo izquierdo que sangraba moderadamente mientras ardía intensamente, apreté mis dientes aguantando el dolor, me saqué la chaqueta de la sudadera para hacer un vendaje improvisado.
    Revisé de reojo si las figuras se habían marchado, al no ver movimiento me incorporé, caminé por la maltratada sala y me dispuse a salir de aquella casa tranquilamente hasta que el ensordecedor sonido de una sirena de policía se escuchó a lo lejos
    —Lo que faltaba— pensé amargamente, obviamente el escándalo que armó aquella chica con sus disparos debió llamar la atención de los vecinos —Debo largarme de aquí o estaré en problemas— murmuré dirigiéndome hacia la puerta de atrás a toda velocidad.
    Escuché el rechinar de la puerta principal cuando salía de la casa, sin pensarlo mucho tomé mi bicicleta y me fui a mi hogar inmediatamente.
    Cuando llegué noté que mi chaqueta tenía una gran mancha roja y mi cuerpo estaba cubierto de sudor, debían ser las cinco y media de la mañana debido a que el sol comenzaba a dejarse ver levemente.
    Entré a mi casa sin terminar de digerir lo que acababa de ocurrir, absorto entre el dolor y el cansancio me saqué la ropa, dejé lo que había sido mi cuchillo tirado en el suelo para meterme en la ducha, mientras permitía que el agua recorriera mi cuerpo y bañara mi herida, me puse a pensar.
    ¿Qué demonios había ocurrido allí?... Ahora tengo más preguntas que respuestas… Primero desaparece Platea, luego tengo pesadillas más raras que las usuales y ahora me disparan sin motivo aparente… Esto se está tornando muy confuso.
    Me puse a meditar profundamente bajo la caída constante del agua, y después de cierto tiempo llegué a una teoría de la cual a pesar de ser la más lógica me parecía dudosa.
    Salí de la ducha y miré el reloj el cual marcaba las seis con quince minutos, me puse ropa común después de vendarme la herida, no me sentía con ganas de ir a estudiar, además era viernes, no es como si me perdiera de mucho, lavé mi sudadera, comí algo de cereal y me marché de mi casa para dirigirme al enorme parque público del centro de la ciudad.
    Mientras andaba meditaba sobre mi teoría:
    —Platea está desaparecida, si lo que decía la mujer de los ojos brillantes es verdad, lo de ayer no fue únicamente un sueño, entonces Platea se fue con ella, mientras tenía aquella extraña conversación alguien irrumpió en mi apartamento y sorprendentemente entró a mí otro cuarto de entrenamiento, dejando la nota como un señuelo, fui a la trampa estúpidamente para ser emboscado por esas dos chicas que por algún motivo querían mis ojos. —llevé instintivamente mi mano a mi quijada buscando una posible resolución.
    Después de sentarme en una de las sillas del parque y esperar una hora llegué a una conclusión —Hay muchas cosas que desconozco, pero hay algo claro, hay personas que saben lo de Platea, un ejemplo claro serían las dos atacantes y el contacto que mencionaron, ya que dejaron aquella nota, debo salvar a Platea y la única forma es encontrarlas de nuevo. —murmuré decidido.
    Me levanté, compré un takoyaki para comerlo en casa, miré a un niño que jugaba con su pelota y reía inocentemente, sonreí levemente solo para cambiar mi cara por una de preocupación al recordar la fecha —Hoy es el vigésimo primer día del mes, hoy viene el Señor Astel— razoné angustiado corriendo hacia el apartamento.
    Cuando llegué a mi residencia vi como el agente de A.C.E miraba su reloj y tocaba la puerta como lo hacía usualmente, todo sería como todas las veces que me visitaba si no fuera por las extrañas personas que lo acompañaban.
    Que debería hacer:
    1. Esto es inusual, mejor espero que se vayan y luego hablo con Astel.
    2. Esto es sospechoso, mejor voy a casa de Elet.
    3. Esto es curioso, debería ir a ver.
     
    Última edición: 22 Junio 2017
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    Capítulo 1: Colisión (Parte 2)
    1.Segunda parte de colisión (Estado actual de las OR (3 vidas)
    2:Tengo un leve problema con las encuestas, si has votado y deseas seguir dejando tu huella en la historia, por favor cambiar tu voto a la opción que desees, si no has votado y quieres influir en la historia, adelante, es una buena oportunidad, eso sí ten cuidado de no escoger un final malo.
    3. Si deseas corregir,sugerir u opinar la caja de comentarios está disponible.
    Eso es todo por ahora. Espero que lo disfruten
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    No es momento de huir, debía ir hacia los tres sujetos que aguardaban en mi puerta, me acerqué distinguiendo a las dos nuevas figuras e intenté actuar cordialmente.

    —Lamento la tardanza señor Astel, olvidé que hoy venía, le pido disculpas— me excusé educadamente.

    —No hay problema Zeth, y no seas tan educado, no es propio de ti— comenta sonriendo el agente de A.C.E.

    Astel es un agente de la Asociación de casos externos, la verdad no se mucho de su vida privada, no es un portador, es solo un ser humano corriente, es lo más cercano que tuve a un padre y me suele visitar para verificar como estoy, a veces viene más de una vez por mes a hacerme compañía, lo curioso de él son sus ojos de un color magenta intenso y su cabello blanco.

    Lo que me inquieta son las dos personas que trae con él, eran dos chicas pelirrojas que a pesar de todo eran algo diferentes entre sí, la primera era una joven de estatura baja, de cabello desarreglado, pálida y portaba unos lentes muy oscuros que hacían juego con su ropa negra, mantenía una expresión seria; Por otra parte su acompañante era muy diferente, su cabello era corto, impecable y levemente más oscuro que el de la pequeña, tenía una piel bronceada, ojos dorados, ropa costosa que acompañaba con una expresión digna y amable.

    Quedé maravillado que no sé cuánto tiempo había transcurrido desde que dejé de hablar.

    —¿Nos invitaras a pasar?— comentó cordialmente la chica alta.

    —S... Si— dije tartamudeando mientras dejaba mi sorpresa de lado.

    Algo me inquietaba, aquella voz parecía familiar.

    Abrí mi apartamento permitiendo que los tres invitados pasaran. Cuándo estuvimos cómodos vi como la chica pequeña me pasaba un objeto familiar.

    —No deberías dejar cosas así por tu apartamento, además no puedo creer que hayas roto el regalo que te di— afirmó el señor Astel al ver la escena.

    Miré el pedazo de cuchillo que había lanzado momentos después de llegar a casa y lo guardé en mi habitación, fui a preparar un poco de té para después sentarme con ellos.

    — ¿Y bien, cual es el motivo de esta inesperada visita? — pregunté tranquilamente mirando al agente Astel.

    —Necesito pedirte un favor Zeth—me responde sonriente.

    — ¿De qué se trata? — cuestioné intrigado.

    Astel miro a las dos jóvenes —Necesito que te quedes con ellas dos mientras A.C.E las reubica— contestó serio.

    Recuerdo que cuando recién salí de A.C.E con Elet nos quedamos con un adulto que había sido un paciente de Bucle como nosotros, fue como una semana hasta que la Asociación le dio su pequeña casa a Elet y el apartamento a mí.

    — ¿Pacientes de Bucle? — le dije a Astel mientras me levantaba para apagar él té.

    —Correcto— se limitó a responder.

    —Entiendo— miré a las chicas, no parecían ser malas personas, así que asentí dando mi consentimiento a la petición del agente.

    —Muchas gracias Zeth— musitó Astel mientras yo llenaba las tazas de todos con la bebida que había preparado.

    —No es un problema, después de todo hay que dar de lo que se recibe— sonreí amablemente al decir aquello.

    —Ya que aceptaste, puedes acompañarme, tengo unas cosas que comentarte— pidió Astel dejando su taza en la mesa central.

    —De acuerdo— respondí dudoso a su petición acompañándolo afuera del apartamento.

    Cuando estuvimos fuera de su alcance el hombre empezó a hablar — ¿Sabes el motivo que me hizo traerlas aquí y no a un distrito diferente como el de Elet? —preguntó mirando al cielo.

    —No, no me lo había cuestionado— le contesté sinceramente dando sorbos a mi té.

    —Por tu poder, veras, estas chicas han sido atacadas por lo que parecen desertores de Bucle, no entendemos él porqué pero no podemos permitirlo, así que creímos prudente dejarlas en lugar poblado como este distrito para que no puedan rastrearlas, y en el caso de que las ataquen estarás tu ayudándonos ¿Verdad? —suplicó mirándome a los ojos y poniendo una mano en mi hombro.

    Astel es a la única persona que le he contado de mi extraña habilidad.

    —Entiendo, con que ese es el verdadero motivo— pensé para mis adentros —Entonces por ahora no se trasladaran— medité en voz alta—Muy bien, pero que sea algo temporal, no creo que pueda vivir tranquilo con dos mujeres mucho tiempo— acepté rascando mi cabeza.

    Astel sonrió —Si, no se trasladaran por un tiempo, traeré las cosas, me quedaré con ustedes esta noche y mañana iré a la Asociación por respuestas— aclaró el agente mientras entraba en el apartamento.

    La chica alta se acercó a mí en cuanto entre a la sala —Muchas gracias la bebida estaba deliciosa, creo que no me he presentado, me llamo Riha Greyhold, la chica de allí es Neus Adame—la chica baja levantó su cabeza al ver que su nombre había sido pronunciado luego al ver que no era nada relevante volvió a mirar su taza que ahora estaba vacía.

    —Espero que nos llevemos bien, gracias por recibirnos en su hogar Zeth—comentó cordialmente Riha extendiéndome su mano.

    —Espero lo mismo— musité anonadado por la educación y belleza de aquella joven que tendría mi edad o menos.

    Astel sonrió y miró a Riha —Iré por las cosas de ustedes dos volveré en una hora, por favor aprovechen para conocerse— afirmó mientras se iba.

    Cuando Astel se fue la chica pequeña se acercó, jaló mi manga y señaló el pasillo hacia el baño —Discúlpala, suele ser muy tímida, dice que si podemos usar la ducha de tu baño— aclaró Riha sonriéndome cálidamente.

    —Claro— contesté apresuradamente mientras ocultaba el rubor de mi cara al imaginar que dos chicas usarían mi ducha.

    Pasadas unos minutos miré el reloj marcaba las 9 en punto de la mañana, y las dos chicas ya se encontraban en mi baño, ayer fue un día pesado, no he dormido bien, me senté en el sofá.

    —Tomaré una siesta—pensé en voz alta.

    No recuerdo cuando tiempo ha pasado, ni que soñé, solo oía que alguien me llamaba.

    1. No debe ser nadie.

    2. Debe ser Riha.

    3. Debe ser Neus.

    4. Debe ser Astel.

    Siguiente: Capítulo 1 : Tempestad
     
    Última edición: 25 Junio 2017
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    10
     
    Palabras:
    1321
    Capítulo 1: Tempestad

    Notas del capítulo:

    1. La opción elegida fue (Debe ser Neus.)

    2 Si se quiere influir en la historia, dar tu voto en la encuesta de la parte superior.

    3. En este particular caso, las votaciones se cerrarán en 4 días.

    4. Si deseas dar tu opinión o sugerencia sobre el escrito, me encantaría recibirla.

    5. Estado de las OR (3 vidas)

    Eso es todo por ahora. Espero que lo disfruten.

    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Debe ser Neus, a lo mejor ya terminó de ducharse, abrí mis ojos adormilado, efectivamente era la chica pelirroja, de lentes negros y cabello desarreglado, que me miraba silenciosamente mientras me levantaba del sofá.

    Me dirigí a la chica que me observaba— ¿Qué tal estuvo la ducha? —Pregunté estirándome para despejar mi pereza, hasta que noté un extraño hecho que acaba de ocurrir —Espera… ¿Hablaste? — cuestioné algo sorprendido.

    La chica asintió ignorando la pregunta de la ducha y señaló la cocina sin inmutarse.

    — ¿Tienes hambre? —Comenté amablemente levantándome del mueble, miré el reloj que marcaba las once de la mañana —Astel está tardando demasiado— pensé para luego volver a fijarme en Neus.

    — ¿Tú y tu amiga desayunaron? — seguí interrogando a la chica sin darme cuenta.

    —No, no hemos desayunado— musitó educadamente Riha mientras se acercaba en bata hacia nosotros.

    Me di cuenta de cómo mi cara se tornaba roja al ver a la chica que caminaba hacia mi dirección, no entendía por qué, hasta que la vi detenidamente, la bata carmesí que usaba aquella mujer era la que yo solía ocupar en Bucle cuando era más pequeño —Eso es mío…bueno era— murmuré ocultando mi cara.

    —Oh, esta pequeña prenda, lo siento, no tenía con que cubrirme ya que mi ropa se está secando, espero que no te moleste— dijo haciendo una reverencia.

    Aquel educado gesto resaltaba indirectamente los atributos de la pelirroja, aquello hizo que tuviera que dejarla de ver, en definitiva aquella joven era igual o un poco más bella que Platea.

    —No me molesta, en fin deben tener hambre, preparare algo rápido y ligero, después de todo también debo tener listo el almuerzo para cuando llegue el señor Astel—afirmé apresuradamente dirigiéndome a la cocina.

    —Esas chicas son algo extrañas—pensé cuando ya calmado, batía lo que pronto sería un omelette.

    Después de un rato terminé el desayuno de las invitadas, el cual comieron en poco tiempo, luego de unos minutos, llego Astel con dos maletas enormes.

    —Señor Astel, ¿Qué sucedió?, es mediodía, ¿Por qué tardó tanto?— le repliqué a el agente.

    —Lo siento, recibí órdenes y me dijeron que tendremos que transferirlos a los tres a una casa a las afueras de la ciudad— comentó el sujeto amablemente.

    — ¡¿Pero qué demonios?! Yo no he accedido, este es mi hogar, no voy a irme— protesté firme.

    —Entonces A.C.E. no cubrirá tus gastos—me advirtió Astel levantando sus hombros.

    Era verdad, no tuve la necesidad de trabajar porque A.C.E. pagaba mi alquiler y me daba una mensualidad, la cual se agotaría cuando terminara de estudiar, si me quedaba sin fondos ahora probablemente mi vida sería arruinada, sin embargo tampoco tenía la intención de dejar mi apartamento.

    —Nos mudaremos mañana— continuó Astel —Por hoy les suplico que busquen la forma de acomodarse— musitó con una agradable sonrisa.

    El agente se dirigió a mi cuarto y dejó las bolsas —Permite que las chicas usen tu cama por hoy—pidió el sujeto.

    —Sí, lo haré— comenté calmado sin buscar ser maleducado con las dos invitadas.

    —Iré a comprar las cosas del almuerzo—dije desinteresado mientras salía de la casa.

    —Permítame acompañarlo— exclamó Riha, quien ya se había vestido antes de que terminara el desayuno.

    —De acuerdo— afirmé sin detenerme.

    Tenía curiosidad por las dos chicas, me intrigaban bastante, esta sería una oportunidad para conocerlas mejor, y pues Neus no parece que vaya a contarme mucho, así que Riha es la indicada para darme información.

    Caminamos hacia el hacia el distrito comercial, hablamos un rato, y a pesar de mis preguntas, no obtuve más datos de los que ya sabía.

    Entré al supermercado mientras Riha se quedaba afuera, aproveché ese momento a solas para meditar—Debo encontrar a las dos figuras, debo encontrar a Platea— pensé en voz alta mientras me llevaba el paquete de espagueti para el almuerzo.

    Compré las cosas restantes mientras seguía pensativo, pagué y salí de la tienda para encontrar a Riha rodeada de tres sujetos que no me inspiraban confianza alguna.

    —Está conmigo— comenté interrumpiendo la conversación que se llevaba a cabo —Seguramente le están coqueteando— deduje rápidamente.

    Los sujetos se disgustaron y me miraron con resentimiento — ¿Qué quieres?, Largo de aquí— gruñó uno de los tipos sacando una navaja.

    Los otros sujetos me rodearon amenazantes —Nos vas a dejar con ella, ¿Entendido? —amenazó otro.

    Riha me miraba sorprendida pero no decía nada, casi como si estuviera paralizada, aunque no parecía de susto.

    No comenté más, solo negué con mi cabeza, tal como imaginé el sujeto del arma me atacó inmediatamente, así que me moví hacia mi costado y asesté un puño a uno de los sujetos que me acechaba.

    El sujeto cayó sobre sus rodillas, tomé ventaja de aquello y salté sobre el sujeto creando una distancia entre mis atacantes y yo.

    Riha estaba detrás de mí sin inmutarse, los otros dos hombres se lanzaron al tiempo, paré a uno de una patada, sin embargo el otro sujeto, el cual tenía la navaja, logró atinar a mi brazo lastimado, abriendo levemente la herida de la bala de esta mañana.

    Sentí un chispazo en mi brazo por unos instantes y luego comencé a esquivar aquella arma justo como me enseñaron en los cursos de defensa personal de A.C.E. cuando el atacante restante me mostró una apertura, logré conectar un codazo en una de sus costillas, el tipo se retorció de dolor y cayó al suelo momentos después.

    Me acerqué a Riha — ¿Estas bien? — le pregunté preocupado.

    —Sí, estoy perfectamente, gracias por preguntar Zeth—contestó radiante —Por cierto, eso fue raro, los noqueaste a todos de un golpe, eso es bastante inusual—musitó pensativa.

    Era verdad, aquello nunca me había sucedido, por lo ridículamente increíble que se veía, casi parecía una mala copia de una escena de esos personajes de películas de acción que tanto detestaba. No les pegué con extrema fuerza ni nada por el estilo, pero los tres dormían en el suelo, miré a Riha y levanté los hombros en señal de ignorancia con respecto a lo que aconteció.

    Riha sonrió, me dio la espalda y empezó a caminar elegantemente —Vamos, ya ha pasado más de una hora desde que nos fuimos, Neus debe tener hambre— afirmó la atractiva chica mientras se marchaba.

    La seguí y pronto llegamos a casa, antes de entrar la chica habló, cosa que no había hecho desde que sucedió lo del supermercado.

    — ¿Por qué me ayudaste? —me cuestionó mirándome a los ojos con un semblante diferente al usual.

    —Porque ahora somos compañeros, vamos a vivir juntos, es normal ayudarnos unos a los otros— respondí sin pensarlo mucho.

    Riha me sonrió de una manera diferente, asintió y entró a la casa, honestamente no sé qué es lo que pasa con ella, no me puse a pensarlo detenidamente, tenía pereza de hacerlo, debe ser por no dormir correctamente, ahora que recuerdo no he entrenado mi cuerpo, hoy debería tener energía de sobra, así que no tendría que sentirme cansado pero aun así lo estoy, finalmente concluí que simplemente hoy es un día raro.

    Cuando ingresé en la casa, Astel recibió los víveres y se ofreció a preparar el almuerzo, acepté y por el momento era libre. Miré mi camisa, tenía una mancha roja debido a la pelea de hace poco.

    Que debería hacer

    1. Ir a la cocina, tengo hambre.

    2. Preparar mi habitación para que las invitadas se sientan cómodas

    3. Ayudar a Astel con el almuerzo.

    4. Tengo que salir a comprar vendas.

    5. Mejor me encierro en mi habitación especial.


    Siguiente: Capítulo 1: Tormenta.
     
    Última edición: 27 Junio 2017
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    Palabras:
    460
    Finales malos.
    Notas del capítulo:
    1. Se ha escogido una opción errónea (Ir a comprar vendas) Cortesía: Myuzu :P

    2.Estado de las OR (2 vidas)

    3 Ya que se ha perdido una vida se puede retroceder hasta el punto de la historia que se quiera, si deseas escoger un punto de retroceso, házmelo saber en la encuesta.

    Hasta dentro de poco.


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    Informe de guerra. (Final malo #6)

    Salí de casa a comprar vendas, aunque creo que podía haber reutilizado las que tenía puestas, en fin qué más da, me despedí de Astel, el cual cocinaba el almuerzo con esmero, me puse mis zapatos y me alejé de casa, fui a la droguería, donde para fortuna mía solo aguardaba una persona en caja, cabe aclarar que ese lugar solía estar abarrotado de muchísima gente a esta hora.

    —Qué raro—pensé para mis adentros mientras buscaba en el pasillo del fondo las vendas, cuando ya las tuve, fui hacia la registradora donde se encontraba la chica que pagaba por unas pastillas para la migraña, me resultaba familiar por algún motivo pero no lograba recordar cual, cuando la joven termino de pagar susurro algo extraño.

    —Lo siento mucho Zeth—musitó mientras se iba.

    — ¿Qué? —Me pregunté mientras miraba como se alejaba, pagué mis vendas y me fui pensando en aquello — ¿Qué demonios significaba eso?… ¿Por qué mi vida se está volviendo tan caótica? — meditaba camino a casa hasta que escuché de nuevo esa voz.

    —Son órdenes de mi padre…y de la orden de Jigen— expresó la chica de ojos violeta y cabello azul abalanzándose contra mí.

    Lo último que recuerdo fue que caí dormido.

    —Bienvenido a casa— comentó una voz grave cuando me desperté.

    Intenté moverme o hablar pero era inútil, estaba atrapado en algo que parecía una camilla, tenía los ojos cubiertos y la boca tapada con algo que parecía una máscara. Probé con comprimir aire pero no sentía mis manos.

    —Tu cuerpo nos será de utilidad en esta guerra, lástima que no te unieras a nosotros voluntariamente— afirmó el sujeto alejándose de mí.

    En un momento se detuvo y dijo:

    —No volverás a salir de aquí muchacho—

    En ese momento perdí toda esperanza.








    Entrevistas en el Limbo #6

    Bienvenido, te encuentras en lo que conocemos como un punto muerto, tomaste una mala decisión, es un fallo humano usual, bueno, debes saber quién soy.

    Por si no me conoces me llamo Neus, llegaste aquí por una falla o carencia de percepción, aunque no se descarta un error de cálculo.



    Para resumir… Estas muerto o atrapado, da igual, si te quedan OR para continuar, te daré un consejo con un refrán humano, la unión hace la fuerza, no es prudente retirarse del fuerte en una guerra.

    Bueno hasta después. No tengo mucho más que decirte.
     
    Última edición: 5 Julio 2017
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