Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Hola ya lei la conti, cada vez esta más interesante espero la conti con ansias, te cuidas.

Bye
Darka_loka​

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

hola kru!
amiga gracias por desirme que sinificava
^-^arigatou!
ah espero que te vaya muy bn en u viaje
y que le sigas pronto al fic jeje
bueno me despido y les
deseo a todos un feliz y prospero año nuevo!

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

ay q bonito continualom plis esta bn hermoso
continualo plis jeje andale sipis andale esta bn lindo
esa cancion ami me acemmlloratr muchiote sigueloToT
bezotes
kawome_wotica

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

hi kru!
aqui paso namas pa no dejar esta
conversasion en el olvido hasta que
regreses ^-^
bueno espero que pongas la conti
cuando puedas jejej
bye!!!
se cuidan todos y feliz año nuevo!

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Parte Segunda, capítulo Noveno:


Abrió la puerta con tal tranquilidad como si fuese su propia habitación.
Kagome, sonrojada, vio como ante ella se abría un mundo completamente nuevo, la cama, la mesa, los ventanales, todo era increíble, ¡¡hasta el tapiz cambiaba de color cada cierto tiempo!! La vergüenza desapareció unos momentos mientras admiraba el lugar, pero volvió al encontrarse con un serio InuYasha mirándola fijamente. Bajó la cabeza para que no se pudiese notar su sonrojo…y evitar esas penetrantes orbes grises que la hipnotizaban
-perdón…yo solo…
-¿sabes que no deberías estar sola en el castillo?- medio gruñó, por lo visto todo lo que tenía ella que decir no le importaba en lo más mínimo
Lo miró con un mezcla de asombro e indignación, ¡¿cómo se atrevía?!
-tranquilo Inu…ella vino conmigo a saludarte- Sango se le acercó y le sonrió afablemente y para sorpresa de kagome, se acercó a él y este no la mordió
Sango soltó una carcajada al leer los pensamientos de la muchacha, pero se contuvo a hacer un comentario al ver a su amigo algo más enojado de lo normal.
-¿Saludar o hacerme ver como animal que necesita una veterinaria?
-no tienes por qué ser tan sarcástico- se defendió furiosa. InuYasha abrió los ojos, levemente sorprendido.
-¿sabes? Por lo visto tienes más carácter de lo que creí…princesa
A Kagome le hizo algo de gracia el cómo pronunciaba la ultima palabra con total desánimo, porque era comprensible…no querer compartir el resto de tu vida con un completo desconocido.
-Lo siento- agachó la cabeza en señal de disculpa- no debí de hablar de ese modo, señor
Ahora la carcajada de Sango fue bastante más fuerte
-No le digas señor si pronto deberás de llamarle amante.
-Sango…- El chico la observó fríamente, haciéndola callar de inmediato y la humana no pudo evitar sonrojarse al venirle a la mente imágenes de sus sueños nocturnos
-yo…debo volver a mi habitación- se excusó la pelinegra y se propuso a salir de la habitación rápidamente. Cerró la puerta cuidadosamente y la sonrisa de la atlética muchacha se desvaneció. Lo observó gélidamente.
-Muy bien InuYasha, acabemos con esto de una maldita vez

*

Corrió por los pasillos hasta un enorme Salón, miró cerca de los cinco largos pasillos que se cernían sobre ella imponentemente, pero aun no quería darse por perdida…pero por lo visto ya no había otra manera de definirse.
Cerró los ojos e intentó relajarse para continuar…y sintió un suave aroma distinto al de toda la mansión, una fragancia extravagante y atrayente.
Abrió los ojos, sorprendida, era el perfume que acostumbraba a usar su hermana. Siguió el aroma entrando por el pasillo de la derecha, extrañada de poder de pronto oler tan bien si siempre tenía problemas diferenciando olores de las flores.
A los pocos minutos se descubrió en un pasillo algo conocido, corrió por él y llegó a su habitación, la abrió gustosa y cerró rápidamente para echarse a la cama, Evitó sollozar, pero fue en vano.
¿Por qué tenía que ocurrirle esto? Sabía que ella no era la gran cosa…ella nunca podría salvar el mundo ni ayudar a las personas además de unas vagas palabras de consuelo…nunca había hecho nada especial, ella era una mera florista y quería la vida normal que eso significaba.
Se limpió los ojos al escuchar pasos acercarse, eran inconfundiblemente los de su hermana, se extrañó de ser capaz de escucharla desde tan lejos, se demoró cerca de un minuto en llegar, ¿qué le estaba pasando?
-… ¿dónde estabas?
La vio entrar, se había puesto uno de los fastuosos vestidos que le habían ofrecido a ella en primer lugar, parecía una muñeca…una hermosa muñequita de porcelana.
A decir verdad, Kikyou era muchísimo más bella, delicada y fina que ella…Kikyou no subía a los árboles, Kikyou no jugaba en el parque ni le gustaba correr por ese bosque que había cercano al pueblo, Kikyou Sabía comer educadísimamente en la mesa mientras que ella todavía confundía los tenedores de la carne y el pescado, Kikyou sabía maquillarse y conquistar chicos solo con la mirada…ella con suerte podía numerar al menos cinco hombre que la hubiesen saludado alguna vez
Kikyou, Kikyou, Kikyou…
Miró el suelo, todo este tiempo había estado viviendo como la sombra de su hermana, sin ningún talento en especial que la ayudara a sobresalir…solo el ser su gemela acompañante…la persona anónima que observaba de lejos.
-¿Kagome, me escuchas?
- perdón… ¿decías?
-me informaron que había una cena esta noche y que debíamos de estar presentables.
-¿quién te dijo eso?- preguntó anonadada, pero la joven no contestó.
-Debes de prepararte, escoger ropa, maquillarte, verte decente ante esta gente
Su fría mirada se detuvo ante el armario y sacó cerca de tres vestidos, todos demasiados preciosos para alguien como Kagome, pensó.
-Si los usas tendrás que comportarte como toda una señorita o los estropearás.
-pero…hermana…
Se puso el primero, era de un blanco nevado, largo hasta sus tobillos y de una tela que no conoció pero parecía acariciar su piel con el movimiento.
-Pareces un espectro con lo pálida que estás.
Si no tenía el mismo tono de piel era, exclusivamente, porque ella odiaba esos centro de estética donde te arreglaban toda, hasta las cutículas; aun sospechaba de cómo conseguía semejante dinero, debía de ser de sus novios
-Tendrás que maquillarte
-pero si a mí no me gusta…
La chica chasqueó la lengua y le entregó otro vestido, este era completamente negro, con un pequeño escote y corto hasta la mitad de sus muslos, mostrando sus lindas y largas piernas
-Esto me sienta incómodo- susurró sonrojada, pues no estaba acostumbrada a mostrar su cuerpo, ¿dónde estaban los pantalones largos, los vestidos hasta las rodillas y los suéteres cómodos y anchos?
Kikyou entornó los ojos y le pasó el último, era más encaje que tela y tenía cerca de diez cintas alrededor, lo observó por todos lados, pero aun así no encontró la forma de ponérselo.
-Esto es inusable…
-olvidaba que te quejabas tan seguido…- le sacó la prenda de los dedos y le mostró el armario- entonces elige lo que te plazca, pero no será mi culpa si pareces un payaso.
-“gracias”- pensó en un tono sarcástico mientras apretaba los puños y se dirigía al guardarropa, lo abrió, vaya, estás gentes por lo visto no asimilaban en gastos, había ropas en todo tipo y colores como si hubiesen estado esperando pacientemente por quién los usase, para que se acomodase a cualquiera fuesen sus gustos. Cerró los ojos y con sus dedos buscó el más suave y con menos detalles…tocó muchas texturas antes de encontrar una parte que permanecía lisa, en el fondo a la izquierda pensó mientras abría los ojos y había cinco vestidos de sencillos colores. Sonrió ampliamente, eran tal cuales le gustaban
Su hermana abrió los ojos, algo ofendida al verle usar un vestido igual al que la habían encontrado (solo que este era celeste y le llegaba solo un poco más debajo de las rodillas) Suspiró resignada y le entregó un cepillo de cabello mientras murmuraba algo cómo “nunca aprovechará nada de lo que se le ponga encima ni aunque…”
Se arregló las onduladas hebras azabaches y suspiró, todo esto era tan diferente a como en casa. A estar horas quizás estaría viendo la televisión afuera, en las vidrieras de las grandes tiendas de electrónica que había cerca de su casa. Pero era imposible deducir la hora por el sol, iluminaban colores muy, muy tenues, como un atardecer permanente y luego la noche, platinada y pacífica, y todo aquí evitaba ser de colores muy brillantes.
-Casi y como si les dañase la luz fuerte- pensó al tiempo que se ponía una cadenita que colgaba algo alejada de las demás joyas del tocador, tenía el símbolo de piscis en celeste hecho de una piedra que no supo identificar.
-¿preparada? ¿Recuerdas todas las normas de conducta?
Kagome asintió, no muy segura del todo. Sentía su corazón palpitar con fuerza, el atardecer había terminado, la luz albina se filtraba por la habitación, haciendo brillar las extrañas letras que aun adornaban la pared de un modo amenazador

****

holas!!! feliz anio nuevo!!!
disfrutenla y ia puse conti en mi otro FF (Tú...¿amante?) así que ia saben!! ^^

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

siguelo xfa
esta mb
BESOS

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

amiga ke bueno ke dejaste conti!!!!!!!!! estubo muy padre me a encantado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!;) porfis no demores con la siguiente ke se kedo genial!!!!!!!!! espero y te le ayas pasado bien en año nuevo jejejejeje....

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Conti pronto porfas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Bye
Darka_loka​

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Hola kru!
me gusto musho la conti
espero lo puedas continuar pronto
que este año les traiga a
todos muchos triunfos y oportunidades
que se la hayan pasado muy bien en estas fiestas ^-^
me despido, saludos especiales a mi novio ;P
bye!!

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Parte Segunda, Capítulo Décimo:


La puerta se abrió y lo primero que vio la joven fue una bella mujer ataviada con un hermoso vestido, observó sorprendida su rostro, pues parecía furiosa y pensativa, pero cuando la vio sus expresiones se suavizaron y le sonrió, sorprendiéndola aun más
-Ven, te guiaré al comedor.
-Gracias…Sango
Kikyou observaba la escena con algo de recelo, mirando a la fémina como sintiendo que era alguien con quién debía irse con cuidado.
Caminaron por los pasillos, Kagome evitaba cerrar los ojos, aunque el aroma de las dos tan cerca lo sentía revoloteando de tal manera en su nariz que la estaba mareando. No entendía el por qué tenía últimamente sus sentidos tan desarrollados, todo esto le estaba dando miedo, pero debía mostrarse valiente como su hermana y seguir adelante.
La chica las condujo a un comedor que quedaron ambas boquiabiertas, solo que supieron ocultarlo enseguida. Solo rodeaba una palabra en la mente de Kagome: hermoso. Todo en este reino salía de los límites de esplendor que se permitían en su pequeño y sencillo pueblo. Por primera vez pudo entender a qué siempre se había referido su hermana con llegar lejos y vivir entre la riqueza. El sentimiento de ser recibido en un cálido salón repleto de manjares, con una música suave y bella proveniente de unos músicos jóvenes y de pieles algo doradas creando melodías que la dejaron prendada unos segundos, podía sentirse al lado de ellos, gracias a su ahora desarrollado oído, suspiró gustosa y evitó cerrar los ojos y dejarse llevar por el lindo sonido.
InuYasha observó interesado la curiosa reacción de la muchacha ante la música. Sonrió vagamente mientras repasaba vagamente su cuerpo, las delicadas hebras azabaches que caían revoltosas sobre sus estrechos hombros y parte de su espalda, un bello rostro aun con inocencia palpándose en sus mejillas y brillantes ojos chocolate, un cuello fino y níveo, unas curvas suaves y tan tentadoras que estaba seguro ella desconocía, unas largas y bonitas piernas…
Volvió a mirar sus ojos y descubrió que lo miraba con algo de miedo y que su gemela lo miraba seriamente, él enarcó levemente las cejas, ¿acaso le habían descubierto inspeccionando descaradamente el cuerpo de la “princesa”?
La expresión despreocupada del joven descolocó algo a Kagome, parecía tan…tan normal para tener dieciséis en estos momentos, si sacábamos sus rasgos extraordinarios, el lugar, las ropas estrafalarias y se ponía esas típicas ropas de su tierra que tanto variaban en extremos, él se veía tan…
-¿Lindo?- le susurró de cerca Sango, haciéndole pegar un respingo. La mujer le sonrió, gustosa- tranquila, estará todo bien, solo procura estar a mi lado y junto a tu hermana, aquí no todos tenemos tan buenas intenciones.
Recordó la escena del espía y sintió un escalofrío. Asintió tímidamente y fueron a sentarse.
La mesa estaba tal cual temía, llena de tenedores y cuchillos diferentes. Se sentó creyendo que se desmayaría al sentir tantos exquisitos olores tan de cerca.
-¿estás bien?- le preguntó la castaña, extrañada de verle con tal desánimo.
-no…estoy bien- respondió vagamente
Notaba como la mirada de su hermana también estaba sobre ella mientras comían, fríamente como siempre, pero había otra…una más penetrante y escalofriante aun. Levantó la vista débilmente, Tsuki al observaba detenidamente, con repugnancia, con odio.
Su mano tembló tanto que el tenedor se le cayó entre los dedos, sonando estrepitosamente, pero su sonido se hizo mudo ante las conversaciones de todos quienes estaban en la casa, por lo visto todos Dioses…todos tan extraños como la atormentante mujer.
-Estás muy pálida…- Sango la obligó educadamente a mirarla para no levantar sospechas. Advirtió el miedo en sus ojos- ¿qué ocurre?
- Kagome…esto termina al menos en quince minutos- susurró de pronto Kikyou sorprendiéndolas- no termina hasta que esas dos de ahí se levanten- muy suavemente con la mirada señaló a Tsuki y Tsurue- intenta mantener el control hasta entonces.
La chica asintió, sorprendida, su gemela había detectado el problema enseguida… ¿y le daba ánimos?
No, debía ser nada más porque no podían dar una mala impresión, solo eso.
Su cansancio iba en aumento, dejó el servicio ahí, con la comida a medio comer. Kikyou y Sango estaban terminando y por lo visto estaban igual de incómodas, pero la castaña se mantenía seria y, por lo visto, tenía una reputación por mantener, a pesar de que muchos dioses le habían mirado con desprecio.
Kagome levantó la vista una vez más, habían otros ojos observándola, pero…por lo visto esta vez…algo menos fríos. Era Inuyasha, el cual comía lentamente, sin dejar de observarla, sintió un escalofrío lento recorrerle al tener esa profunda mirada ante ella y ver el movimiento de sus labios mientras comía, cuando abría un poco la boca para recibir un bocado y se veía su lengua, la cual se movía lentamente para recibir el alimento y luego al cerrarse y masticar…sus labios…otra vez.... Sus mejillas empezaron enrojecer y bajó la vista, sintiendo su corazón latir rápidamente
“Kagome…no es normal que tengas fantasías subiditas de tono viendo a alguien comer…”
Pero es que… ¿cómo evadir el recuerdo del chico de sus sueños?
La Diosa lunar se levantó y todos se quedaron en silencio, expectantes. Los observó vagamente a cada uno de ellos, los seres sobrenaturales, sus compañeros en todos estos extraños y poderosos reinos.
-ya sabéis, podéis disfrutar cuanto queráis en mi ausencia…- inclinó la cabeza y todos se levantaron dando a entender que la cena había concluido.
Kikyou se incorporó rápidamente y la castaña ayudó a la débil pelinegra a levantarse.
-Debemos salir rápido de aquí, ellos pueden sentir la fragilidad de las almas humanas.
-¿qué harán con ella de descubrirla?- preguntó la chica fríamente sin dar un paso, por lo visto con una cruel curiosidad
La mirada de Sango, más que seria, era de indignación, ¿nada…ni una milésima de cariño a su hermana?
-No creo haberte contado que muchos dioses comen humanos…
Una silenciosa figura se les acercó
-Kouga…- la atlética joven sonrió a medias, con Kagome a punto de desmayarse entre sus brazos, demasiado pálida como para estar bien
-Ven, la llevaremos a su habitación- Su mirada azulina brilló de decisión y, disimuladamente, lograron sacarla a los pocos minutos. Pasó completamente desapercibida, a excepción de dos hombres albinos, que observaban la puerta con una expresión cauta y seria. Uno de ellos suspiró y se dispuso a atender a los invitados de su madre, el otro…se dispuso a ser atendido

***

Holas! akí les traigo la conti que sale fresquita de mi imaginacion xD
queria avisarles que tengo otro fic, en realidad, es un one/shot - songfic que hice con una cancion de Warcry Llamada Espítiru de amor:
Los interesados (ojalá y sean muchos ToT) aquí el link:
http://foro.cemzoo.com/showthread.php?t=141333
besos!!!
Las kiero Demasiado! ^0^
Kru

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

MUY WAPO TE A KEDADO SIGUELO XFA
BESOS

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

wow pero chica tu siempre aces contis tan buenas la verdad me encanta hay amiga por ke lo dejaste en una parte tan buena buaaaaaaa ToT ya kiero conti porfa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! no demores amiga!!!!!!!!! olle y espero ke te la allas pasado super en año nuevo nose si ya te lo pregunte pero bueno espero ke si feliz año!!!!!!


pd. CONTI!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :altavoz: