One-shot de Pokémon - Fugaz

Fugaz

Summary: EL amor es bonito, tierno y fugaz.
Clasificación: Todo publico.
Advertencias: Ninguna

Fugaz

Contó risueño las gotas de agua que caían del cielo. Comenzando a cantar aquella dulce canción que escuchó hace días, su nariz redondeada se movía al silbar de su boca. Extrañamente estaba feliz desde hace dos noches, su estomago se retorcía produciendo sensaciones placenteras y de vez en cuando su rosado rostro adquiría un tono rojizo en sus mejillas. Lanzó una risilla al aire y giró sobre su eje.
Estaba enamorado.

Y no de cualquier pokémon, claro que no. Estaba loco por la más bella Chikorita que nunca jamás había visto. Recordaba con exactitud cómo se perdió en el brillo rubí de sus ojos, ojos que miraban a su alrededor con desconcierto y tristeza, el dulce sonido de su voz aunque éste se apagara hasta convertirse en un susurro ahogado.

Recogió un par de flores más y vio con gratitud como las nubes despejaban el cielo y en su lugar, el sol salía tan resplandeciente como lo hacía al amanecer.

James sonrió complacido y juntó unos cuantos leños, aún estaban húmedos por la lluvia. Sabia que con el sol pronto se secarían. Jessie decidió no salir de la cueva o al menos hasta que estuviera consciente de que no volvería ese diluvio descomunal y arruinaría su cabello. Instintivamente el único hombre del Equipo Rocket miró de reojo la jaula donde estaba su más reciente pokémon robado. Chikorita le dirigió un semblante serio y arisco, intentando inútilmente romper su pequeña cárcel con sus hojas navaja.

Los ojos esmeraldas observaron incómodos a Mime Jr. No lo quería admitir pero pudo notar el cambio de actitud que se produjo en el. Desde que el pokémon de hierba estaba con ellos, Mime Jr. No la dejó sola ni un segundo. Pasaban horas y horas platicando, algunas veces sacaba una que otra sonrisa de su compañera. Y no era tonto, pues había visto los continuos sonrojos por parte de ambos. Siempre era lo mismo. Hablaban, sonreían, se sonrojaban pero la Chikorita terminaba triste y desolada en una esquina de la jaula.

Mime Jr. Al ver eso bajaba la cabeza avergonzado y corría en dirección a su pokebola adentrándose en ella. Su vista verdosa se vio opacada por las flores que pasaron justamente frente a él. Estornudo inoportuno al oler el polen silvestre. Su pokémon estaba tan emocionado que no sintió su parecencia, de salto en salto llegó a su objetivo.

Chikorita gustosa olió las rosas, las cuales sólo se daban en Ciudad Rocavelo. Se acostó sobre ellas hasta llenarse de la dulce escencia. Mientras hablaba hizo varias señas, señalando lugares con sus brazos rosados. Sin embargo, eso sólo la entristeció. Mime Jr. Sonrió y le dijo otras cosas al tiempo que se acercaba con cautela y le robaba un beso fugaz a su amiga. Chikorita se alejó un momento, y aunque una rebelde lagrima cayó de su ojo izquierdo, regresó a su posición, y esta vez fue ella quien lo besó.

-¡Mime Jr!, creo que iré a despertar a Jessie. Dejé las llaves de la jaula aquí en el pasto. No creo que tú la dejes escapar- Le guiñó un ojo a su pokémon, y esté se sonrojó al verse descubierto. James estaba seguro que Meowth lo regañaría, y no se atrevía siquiera a pensar lo que le haría su pelirroja amiga. Después de todo, al fin habían tenido éxito al robar un pokémon.



Fin.

Enserio que pude alargarlo más, incluso hacerlo mas tierno. Pero asi lo dejo xD.
Como no me fije, pues pueda que tenga sus fallas.