Long-fic de Inuyasha - Errores (Inu&Kag)

Re: Errores (Inu&Kag)

Estos magníficos personajes de Inuyasha le pertenecen a la sensei Rumiko, yo solo los eh tomado para crear esta historia la cual si me pertenece, pero no la hago con fines de lucro, solo para sacar todas esas ideas que rondan en mi cabeza.
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ERRORES​

Capítulo IX.
PV Inu.
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La siguiente semana Kagome solo se la quería pasar durmiendo y cuando se despertaba aun lucia cansada, además de que comía muy poco. Su salud comenzaba a preocuparme, así que llame al doctor para hacer una cita.
– ¿Por qué tengo ir al doctor?– dijo mientras entraba a la sala y yo iba tras ella.


–Por que no es normal que estés tan cansada.– intentando hacerla entrar en razón.


–Es por el trabajo, estoy bien. No quiero ir.– hizo un puchero y cruzo sus brazos, al momento que se sentaba en el sillón.


–No te estoy preguntando qué si quieres ir, ¡vas a ir!– me iba a volver loco.


–Ya te dije ¡Que no voy!, vamos a ir y te dirán que no tengo nada malo. ¡Eres un exagerado!


–Kagome ya está la cita hecha, vas a ir al médico aunque te tenga que llevar a rastras. ¡Así que ve a cambiarte!– le ordene, no me gusta hacer eso y gritarle, pero se estaba portando como una niñita.


–No lo hare.– kami ¿Por qué se comportaba así? Nunca lo había hecho, era terca, pero no tanto.


–Entonces me obligaras a cambiarte yo mismo.


–Hazlo, al fin de cuentas tú eres quien me quita la ropa, no me la pones.– ¿Por qué debía tener razón? Si veía o tenía contacto con su cuerpo, no saldríamos de la recamara en toda la tarde.


–Vamos Kagome, es porque estoy preocupado.– trate de poner mi mejor cara de cachorro desvalido y de hacerla entrar en razón.


–Si logras cambiarme sin que terminemos en otra “cosa” voy.– si no hay de otra, kami dame fuerzas.


–Tú lo quisiste, luego no te eches para atrás.– la tome en mis brazos y ella se rio.


La lleve a la recamara y la deje en la cama. Saque del armario una playera y un pantalón, los puse en la cama y me le quede viendo, ella solo alzo los brazos para que le quitara la playera de su pijama.
–Anda estoy esperando.


–Vas a perder pequeña, estoy más preocupado por ti.– me miro con cara de no creerme, pero ya vería.


Le quite su ropa y solo kami sabe lo mucho que tuve que contenerme por no devorarla a besos, pero ella no ayudaba mucho que digamos, en momentos de descuido mío me daba besos en la comisura de los labios.
–Lista, perdiste.– dije victorioso al terminarle de poner la ultima calceta.


–No lo creo.– me abrazo por el cuello y me beso.


De pronto estaba sobre ella, besándola cada vez más con más ímpetu y desabrochando su pantalón. Una vez que logre bajar el cierre del pantalón, acaricie su estomago y baje hasta su vientre, fue entonces que reaccione y ella estaba por comenzar a desabotonarme la camisa, así que la tome de las manos para detenerla.
–No, perdiste.– acomode su pantalón de nuevo.– Vamos al doctor.– me separe con dificultad de ella.– Vamos.– la jale y caminamos a la puerta.


Kagome no estaba feliz pero había perdido la apuesta, se tenía que atender a las consecuencias. En el médico le mandaron hacer unos estudios, lo cuales debíamos recoger en dos días. A Kagome tampoco le gusto que le sacaran sangre, pero debía entender, que era necesario.



PV Kag.
Apenas si bien me había despertado, cuando Inuyasha me dijo que me arreglara porque me llevaría al médico. Yo no me sentía enferma y los hospitales o clínicas no me gustan, así que si podía evitarlas mejor.
– ¿Por qué tengo ir al doctor?– dije comenzando a molestarme por la insistencia de él. Me dirigí a la sala e Inuyasha me siguió.


–Por que no es normal que estés tan cansada.


–Es por el trabajo, estoy bien.–solo con que durmiera mejor estaría yo bien. Pero bien dicen que las horas de sueño perdidas es difícil recuperarlas de un día para otro.– No quiero ir.– me cruce de brazos y me deje caer en el sillón.


–No te estoy preguntando qué si quieres ir, ¡vas a ir!– si él se ponía en ese plan de autoritario yo también podría.


–Ya te dije ¡Que no voy!, vamos a ir y te dirán que no tengo nada malo. ¡Eres un exagerado!


–Kagome ya está la cita hecha, vas a ir al médico aunque te tenga que llevar a rastras. ¡Así que ve a cambiarte!


–No lo hare.– dije firmemente, no haría cambiar de opinión.


–Entonces me obligaras a cambiarte yo mismo.– ¿cambiarme el mismo? eso lo tenía que ver. Entonces una idea perversa se me cruzo por la mente.


–Hazlo, al fin de cuentas tú eres quien me quita la ropa, no me la pones.– ¡ja! ¿Ahora haber qué hace? Tiene las de perder.


–Vamos Kagome, es porque estoy preocupado.– puso su cara de cachorrito y estuve a punto de acceder, pero no. ¡No iría!


–Si logras cambiarme sin que terminemos en otra “cosa” voy.– ya está que no vamos y pasaremos toda la tarde juntos.


–Tú lo quisiste, luego no te eches para atrás.– me tomo en sus brazos y no pude evitar reírme.


Me llevó a la recamara y me dejo en la cama. Se dirigió al armario, saco una playera y un pantalón. Regreso, puso la ropa en la cama a lado mío y me le quede viendo, alce los brazos dándole a entender que me quitara la playera del pijama.
–Anda estoy esperando.


–Vas a perder pequeña, estoy más preocupado por ti.– sí, claro, pensé sarcásticamente.


Comenzó a quitarme la ropa y a leguas se notaba que estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no lanzarse sobre mí. Así que pensé malvadamente ¿Por qué no ayudarlo un poco? Por lo que en momentos de guardia baja, aprovechaba para darle besos en la comisura de sus labios y juntaba mi cuerpo más al de él.
–Lista, perdiste.– dijo en tono victorioso al terminarme de poner la última calceta.


–No lo creo.– le abrase por el cuello y lo comencé a besar.


No tardo mucho tiempo en comenzar a perder el control y sonreí interiormente. Me tumbó en la cama y sus manos comenzaron a desabrochar mi pantalón, al mismo tiempo que me besaba con más pasión. Sentí sus manos acariciar mi estomago, provocándome ondas de electricidad en todo mi cuerpo, puse mis manos en su pecho para desabotonar su camisa, pero él me detuvo.
–No, perdiste.– ¿Cómo? ¿Qué había pasado?– Vamos al doctor.– se separo de mi y ya tenía mi pantalón de nuevo acomodado.– Vamos.– me jalo y caminamos a la puerta.


¡No era justo! estaba tan cerca. Hay duda que cuando se propone algo lo logra, pero nunca me imagine que se resistiera a eso. Ya en el médico, me mandaron hacer estudios, lo que significo agujas y mi sangre, pero el tonto de Inuyasha no se daba cuenta que no me gustaba eso.


***
PV Inu.
Llegue a la casa y Kagome aun no llegaba, me había dicho en la mañana que acompañaría a Sango por un regalo para Miroku, ellos dos se habían casado hace seis meses y pasado mañana era el cumpleaños de él. Por lo que fui yo el que paso al doctor por los resultados.



Deje mi portafolio en la mesa de centro de la sala y tome el sobre blanco con sus resultados, quería confirmar mis sospechas y lo abrí, pero lo mejor sería verlo con Kagome, por lo que lo deje en la mesa junto al portafolio. Me acosté en el sofá para dormir un rato, ya había terminado el plano y me merecía un descanso.


Me desperté al sentir unos cálidos labios sobre los míos y el sol comenzaba a teñir de anaranjado la sala. Abrí mis ojos y vi esas lagunas chocolate que tanto me gustan, acompañadas de una hermosa sonrisa.
–Debería estar enojada contigo por no esperarme, pero mi felicidad es más.– ¿de qué hablaba? ¿No esperarla? Pero si ella fue la que me dijo que me viniera a la casa.


– ¿A qué te refieres?


–A los resultados. Aun que, ahora que lo pienso tu me insististe en ir al médico y no creo que fuera porque estaba cansada, además que te me resististe de una manera sobre humana.


–Kagome no los vi, abrí el sobre, pero decidí esperarte.– despertando por completo.


– ¿No los viste?– pregunto sorprendida.


–No. Pero ya lo sabía, tu cuerpo esta diferente pequeña y si, para confirmar mis sospechas te lleve al doctor. Aunque me costó mucho trabajo llevarte.– me incorpore y la deje sentada de frente en mis piernas.


– ¡Vamos hacer papas!– en su rostro solo había felicidad.


–Si pequeña, te amo tanto.– la envolví en mis brazos y la bese.– Pero ¿sabes algo?– me miro como queriendo saber la respuesta.– Ya no hay razón por la que me tenga que resistir a ti.– le sonreí y la jale de nuevo a mí, para seguir en lo que estábamos.


Si, después de tantos meses queriendo un bebe, mi Kagome estaba embarazada.



PV Kag.
Después de una tarde agotadora en el centro comercial con Sango, ella tratando decidir que iba a darle a Miroku en su cumpleaños, regresaba a casa.


Al entrar a la casa todo estaba en silencio, entre a la sala y vi a Inuyasha plácidamente durmiendo. Pobre debía estar muy cansado. Camine junto a él y me hinque a su lado, siempre me gusta verlo dormir, se veía tan lindo, como un ángel. En eso, un sobre blanco a lado de su portafolio me llamo la atención, lo tome y vi que estaba abierto, eran los resultados mis exámenes. Todo debió salir bien, ya que si tuviera algo malo no estaría tan tranquilamente dormido, ya decía yo que era un exagerado. Saque la hoja y comencé a leerla, plaquetas bien, glóbulos bien, embarazo positivo, colesterol bien…

Embarazo positivo.

¿Eh? Volví a leer ese párrafo y una de mis manos fue a mi vientre. Kami, un bebe, un bebe que se estaba formando dentro de mí en esos momentos. Una lagrima de infinita felicidad, rodo por mi mejilla y la limpie. Voltee de nuevo a ver a Inuyasha y no pude evitar besarlo, sentí que mi beso fue correspondido, me separe un poco y mis ojos se toparon con los de él, le sonreí no pudiendo contener mi felicidad.
–Debería estar enojada contigo por no esperarme, pero mi felicidad es más.


– ¿A qué te refieres?– ¿Cómo que a qué? Está bien que se acabe de despertar, pero lo cache.


–A los resultados. Aun que, ahora que lo pienso tu me insististe en ir al médico y no creo que fuera porque estaba cansada.– lo mire, queriendo saber la verdad.


–Kagome no los vi, abrí el sobre, pero decidí esperarte.– ¿Qué no los vio? ¡Oh kami!


– ¿No los viste?– él los quería ver conmigo y yo aquí sacando conclusiones apresuradas.


–No. Pero ya lo sabía, tu cuerpo esta diferente pequeña y si, para confirmar mis sospechas te lleve al doctor. Aunque me costó mucho trabajo llevarte.– se incorporo y me dejo sentada en sus piernas. Me le quede viendo y sonreí de pura felicidad.


– ¡Vamos hacer papas!


–Si pequeña, te amo tanto.– me envolvió con sus brazos y me beso.– Pero ¿sabes algo?– me le quede viendo, para que me respondiera.– Ya no hay razón por la que me tenga que resistir a ti.– me sonrío traviesamente y me jalo de nuevo a él, para comenzar donde se había quedado.

Tendríamos un bebe, un bebe mitad de él, mitad mío. Un hijito o hijita.


***
PV Inu.
Tres meses después.

Era un día lluvioso y ya era de noche. Yo estaba remodelando el cuarto de la mamá de Kagome ya que ese sería el que ocuparía el bebe cuando naciera, aunque faltara mucho para que naciera y lo ocupara prefería tener todo listo. Kagome mientras, preparaba la cena. Estaba por meterme a bañar cuando oí que sonó el timbre, así que fui a ver quién era. Kagome ya había abierto e invitaba a pasar a un muchacho de larga trenza.
–Inuyasha, el es Bankotsu.– me dijo cuando me vio parado junto a ellos.


–Ah ¿en serio?– me le quede viendo y el asintió.– En ese caso.– aparte un poco a Kagome y golpe a Bankotsu en la cara, el cual cayó al piso de inmediato.


– ¡Inuyasha! ¿Por qué lo hiciste?– grito enojada.


Continuara…

******************************
Jijiji, bueno ya está la conti, eh estado ocupadita ya que estoy arreglando todo para regresarme al DF (la maleta y esas cosas).
Como siempre muchas gracias por sus mensajitos, ya saben que no recibo dinero por escribir esto y sus comentarios son mi pagó XP.

ahomexInu, kztrov, Ayasha, Izayoi, STELL, machi, Taori, hime y kunoichi.​

Espero que fuera de su agrado la conti, pero una mala noticia… Creo que no lo podre seguir por unos meses…
Entonces nos vemos, se cuidan, no me extrañen mucho.
No ya, la mala noticia es que creo que por mucho son dos capítulos más y acaba, si no es que en el siguiente. Pero pondré todo de mí (sudor, lágrimas y sangre) para no decepcionarlas. Aun así, me queda la otra historia y otras que me llegan en sueños o en noches de desvelos, pero les falta tomar forma.
Una última cosita… “SOUTA ¬¬” (espero que sepan porque ) gomen pero no me resistí a ponerlo.
Bien ahora si me despido, nos vemos pronto, espero no tardar mucho con la conti.

05 de febrero de 2010.

 

Re: Errores (Inu&Kag)

Estos magníficos personajes de Inuyasha le pertenecen a la sensei Rumiko, yo solo los eh tomado para crear esta historia la cual si me pertenece, pero no la hago con fines de lucro, solo para sacar todas esas ideas que rondan en mi cabeza.
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ERRORES​

Capítulo X.
PV Kag
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Tres meses después.

Estaba preparando la cena e Inuyasha remodelaba el cuarto de mamá, ya que ese cuarto lo ocuparía el bebe. Escuche que una puerta se abrió, lo más probable es que Inuyasha ya hubiera acabo por hoy. Faltaba mucho para que naciera nuestro bebe, pero el insistía en hacer todas las remodelación desde ahora.
Sonó el timbre y fui a abrí la puerta, me lleve una gran y grata sorpresa, al ver quién era.
–Bankotsu.– de inmediato lo abrase, en verdad que era una grata sorpresa, desde la última vez en Londres no lo había visto, nos habíamos escrito y llamado por teléfono, pero no me espera que un día llegara a la casa de la nada.– Hola ¿Qué haces aquí? Pasa.

–Con permiso, vine a ver como estabas.–

Sentí que alguien estaba detrás de mí y voltee.
–Inuyasha, el es Bankotsu.

–Ah ¿en serio?– se le quedo viendo a Bankotsu y este asintió.– En ese caso.– Inuyasha me aparto un poco lo que me desconcertó, pero lo que me desconcertó más, fue que golpeara a Bankotsu, provocando que este callera al suelo.

–¡Inuyasha! ¿Por qué lo hiciste?– grite enojada.


PV Inu
–¿Ya todo bien?– pregunto Bankotsu desde el suelo.

–Claro.– le sonreí y le tendí la mano, para ayudarlo a levantarse.

–¡Inuyasha!

–No te enojes Kagome, me lo merecía.

–¡¿Cómo dices?!

–Fue porque en aquella ocasión no me dio mi merecido.– refiriéndose a cuando la beso.– Ya todo está bien.

–Están locos.– se dio la vuelta y regreso a la cocina murmurando “hombres tenían que ser”.

–¿Quieres que hable con ella?

–No, ya se le pasara. Pasa.


Bankotsu estaba de paso por Tokio así que decidió ir a visitarnos y aprovecho para traer un presente para el futuro bebe. La cena paso como si nada hubiera pasado, hasta que Bankotsu se fue y Kagome volvió a estar molesta por el “incidente” de hace rato.
Entre a la cocina y ella estaba lavando los platos.
–¿Aun estás enojada?– me acerque a ella y la abrase por la cintura.

–¿Tenías que hacer eso?

–Como tú dijiste somos hombres.– le dije bromeando.

–Tonto.

–Deja de hacer eso, yo los lavo… tu ve a alistarte para bañarnos.

–Ya voy a terminar.

–Kagome ve o me obligaras a llevarte hasta el baño.– dejo el plato que estaba enjabonando y se volteo quedando enfrente a mí.

–¿En serio?– rodeo mi cuello con mis brazos y acerco su cara a la suya.

–Oh si.– la estreche más a mí y capture sus labios.– Creo que los platos pueden esperar.– tome a Kagome y la saque de la cocina, sería una noche larga y placentera.


PV Kag
–¿Ya todo bien?– pregunto Bankotsu sorprendiéndome.

–Claro.– Inuyasha le sonrío y lo ayudo a levantarse.

–¡Inuyasha!– ¿Qué era lo que pasaba?

–No te enojes Kagome, me lo merecía.– ¿Cómo había dicho? ¿Acaso estaba de acuerdo en que lo golpeara?

–¡¿Cómo dices?!

–Fue porque en aquella ocasión no me dio mi merecido.– supongo que refiriéndose al beso.– Ya todo está bien.

–Están locos.– me di vuelta y regrese a la cocina.– Hombres tenían que ser.– dije molesta.


Bankotsu estaba de paso por Tokio y decidió ir a vernos, además para aprovechar y dejar su regalo para él bebe. Durante toda la cena no se discutió más del asunto del golpe, pero eso no significaba que lo hubiera olvidado.
Cuando él se fue me fui a la cocina para lavar los platos, no deseaba estar discutiendo con Inuyasha, pero supongo que él no dejaría las cosas tan fácilmente, ya que a los pocos minutos lo escuche entrar a la cocina.
–¿Aun estás enojada?– escuche que me pregunto, estaba por mandarlo a volar, cuando sentí sus brazos rodearme por la cintura tan delicadamente y tiernamente ¿es que no podía enojarme por mucho tiempo con él?

–¿Tenías que hacer eso?– pregunte serenamente.

–Como tú dijiste es algo entre hombres.

–Tonto.

–Deja de hacer eso, yo los lavo… tu ve a alistarte para bañarnos.

–Ya voy a terminar.– dije al ver que solo faltaban los platos y los cubiertos.

–Kagome ve o me obligaras a llevarte hasta el baño.– deje el plato que me encontraba enjabonando y voltee, para quedar frente a frente.

–¿En serio?– pregunte incrédula. Rodee su cuello y me acerque más a su cara.

–Oh si.– me estrecho más y capturo mis labios.– Creo que los platos pueden esperar.– solo puede sonreír interiormente por su comentario, era tan desesperado. Me tomo en brazos y nos fuimos a la recamara. En definitiva, los platos tendrían que esperar mucho, pero mucho tiempo.

***
Seis meses después.

Eran las nueve diez de la mañana y estaba sola en la casa, Inuyasha iba a tener muy temprano una junta y no debía faltar. Así que para distraerme me puse a acomodar la ropita del bebe. Faltaban dos semanas para que ya estuviera con nosotros, el simple hecho de pensar en el parto, me ponía nerviosa, pero Inuyasha iba a estar a mi lado todo el tiempo y eso me tranquilizaba.
–Hey no tan fuerte.– le dije a mi pequeño que en ese momento había dado una patadita.– Desearía que tu padre sintiera tus patadas.– dije al poner una mano sobre mi gran panza y sentí otra patadita.– Creo que no me dejaras terminar ¿verdad? Vamos a ver una película, tal vez así te calmes.


Era casi medio día y la película que estaba viendo, ya estaba terminando, cuando me dio hambre. Espere a que terminara y fui a la cocina.
–¿Qué comeremos hoy? ¿Qué se te antoja pequeño?– abrí el refrigerador y nada se me antojaba, de lo que tenía ganas en ese momento era de una pizza.– Vamos pequeño no hay que ser tan exigentes comamos algo de lo que hay.

Me serví gelatina y volví a la sala, le di la vuelta a todos los canales y no encontré nada interesante que ver, así que la apague. Todo quedo en silencio, de pronto la casa me pareció enorme y sola. Siempre que Inuyasha estaba había ruido o el estaba a mi lado.

Era de madrugada y no podía dormir porque mi pequeño se estaba moviendo, trate de calmarlo acariciando mi vientre y acomodarme de otra forma pero nada.
–¿Qué pasa?– me pregunto Inuyasha que se había despertado y yo que trate de no hacerlo.

–No puedo dormir.

–¿Otra vez está despierto?– puso una mano sobre mi vientre y el pequeño pateo de nuevo.

–Eso responde a tu pregunta.

–Cachorro deja dormir a mamá, ella tiene que descansar.– Inuyasha acaricio mi vientre, lo que era tan tierno. Pero aun así, otra patita se hizo presente.– Tengo una idea.

Inuyasha se levanto y salió de la recamara, ¿ahora qué haría? No tardo mucho en regresar y en sus manos traía lo que parecía un libro azul.
–¿Y eso?

–Un libro.– se para a mi lado y me lo enseño.

–Ya lo sé, pero para qué.

–Sara la esposa de Sesshoumaru, me lo dio en la mañana, es de cuentos. Pensé que podría leerle algo, es un bebe después de todo.– me ayudo a sentarme en la cama y después el se sentó junto a mí, me rodeo con un brazo y comenzó a leer.– “Hace mucho, mucho tiempo, vivía un dios en el fondo de una montaña”.– kami, Inuyasha leyéndole al bebe como si ya estuviera aquí, era tan hermoso, me dieron ganas de llorar a causa de un sinfín de emociones que me provocaba eso.– “Un 30 de diciembre, dicho dios envió unas cartas a todos los animales del país […] Todos se dirigieron corriendo a la casa del dios. A la salida del sol del nuevo año, apareció primero el toro en el lugar fijado…”

Y eso es lo último que recuerdo, ya que me quede dormida.

Ahora todo se veía tan diferente y sentí miedo.
–Quiero que tu papá ya llegue, esto está muy solo.– sonido del timbre me saco de mis pensamientos, una cosa era segura, no era Inuyasha porque el tria llaves.– Ven vamos a ver quién es. ¿Quién es?– pregunte a pocos paso de la puerta.

–Soy yo Kag.– de inmediato reconocí esa voz y no dude en abrir.

–Hola Kouga.– le un abrazo, que él me correspondió.– Me da tanto gusto que estés aquí. Pasa.

–¿Qué hacías?

–Nada, bueno iba a comer algo de gelatina.– dije sin muchas ganas y es que en verdad ¡no quería gelatina!– ¿Gustas?

–¿Qué pasa?

–Nada.

–Kag, algo tienes ¿Qué es?

–Es que yo quería pizza.– me senté en el sofá y Kouga junto a mí.

–¿Y por qué no la pides?

–Porque siento que últimamente como demasiado.

–Oh vamos, pidamos una.– saco su celular y pidió una pizza.– Listo. Mira les traje un regalo.– dijo al sacar de luna bolsa negra que tria (y que hasta ese momento la note) una caja cuadrada de cartón morada y otra blanca pero delgada.– Un pastel para ustedes y un carrusel para mi sobrino, espero que no tengan uno ya.

–No tenemos, muchas gracias, es muy lindo.– el carrusel por lo que se veía en la caja, tenía peluchitos de un oso, un borrego, un león, una jirafa y un tigre.

–¿Dónde está el pulgoso?

–Trabajando.– no le dije nada a Kouga de cómo se expreso de Inuyasha ya que, Inuyasha le decía sarnoso. Algo me decía que si dejaban sus diferencias a un lado, serían buenos amigos, no mejores ya que ese lugar ya lo ocupaba Miroku.

–Ya veo, pensé que como era sábado estaría aquí.

–No, tenía una junta importante.– dije un poco triste.


Poco después de la media hora de haber pedido la pizza, tocaron a la puerta y Kouga salió a recibirla; nos sentamos a la mesa a comer y nos pusimos a recordar viejos tiempos de la escuela. Cuando terminamos le mostré el cuarto del bebé y me ayudo a instalar el carrusel en la cuna.
–¡Uhm!– me queje al sentir un pequeño dolor, acompañado de un movimiento del bebe.

–¿Qué pasa?– me pregunto preocupado Kouga, que acababa de terminar de poner el carrusel.

–Nada, está inquieto es todo.

–¿Segura?

–Sí. Vayamos por algo de té y probemos ese pastel que trajiste.– le sugerí mientras me paraba.

–No crees que sería mejor esperar al pulgoso.

–No se molestará.– camine a la sala acompaña de Kouga. Cuando estaba por entrar, el dolor se intensifico y solté un pequeño grito.

–¡Kagome!– Kouga me sostuvo y gracias a él no caí del dolor.– Kagome ven a sentarte.– escuche que me dijo Kouga, pero no logre dar un paso, ya que otro dolor se hizo presente y sentí mis piernas mojarse.

–No ahora no.– no Inuyasha no estaba, iba a tener que estar yo sola en la sala de parto.

–Kagome tranquila, vamos te llevo al hospital.– Kouga miro su reloj y me sentó en el sofá.– Mejor pido una ambulancia.

–¿Por qué?– ¿Por qué cambio de opinión?

–Es casi hora pico y las ambulancias tiene preferencia.– ¿hora pico? ¡No! Inuyasha no llegaría a tiempo al hospital, kami no quiero estar sola, las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos.

–Kag, ya viene todo va a estar bien. Vamos Kag, respira.

–Tengo miedo.

–Hey, tu eres fuerte, todo saldrá bien.

A lo lejos logre escuchar las sirenas de la ambulancia, tal vez esa era para mí.
–Kag, ¿hay alguna maleta para esta ocasión?– ¿maleta? Es verdad Inuyasha la había preparado para esta ocasión.

–Sí, está en la cuna.

–Voy por ella.

Kouga fue y regreso rápido, poco después sonó el timbre y escuche a Kouga ir a abrir.
–Pasen.

–¿Es el padre?

–No, soy el tío del bebé.

–Kouga, llama a Inuyasha. Su número esta registrado.

–Claro.– tomo el teléfono y pico unos botones.– Inuyasha… Me llevó a Kagome al hospital su parto se adelanto… Lo que oyes.


Por los sonidos de los claxon de los carros, el tráfico debía estar a todo lo que daba y por la velocidad de la ambulancia supe que le costaba trabajo pasar, entre los carros. Oh kami, si a ellos les costaba trabajo, Inuyasha no pasaría, no llegaría. Y no quería estar sola.
–Kouga.– lo tome de la mano y volteo a verme.

–¿Mande?

–Si Inuyasha no llega, ¿podrías estar conmigo?

–No te preocupes él llegará.

–Kouga, prométemelo, no quiero estar sola.– suplique con lagrimas en los ojos.

–Está bien.

–Gracias.

Inuyasha se molestaría mucho, pero yo no quería estar sola, quería tener a alguien cercano allí.
Continuara…


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Bueno pues como ven saldrá otro capítulo y esta vez sí será el último u_u.
Espero que les gustará ¿ahora qué pasará? Eso lo veremos en el próximo y ultimo capitulo.
Muchísimas gracias por sus mensajes:

Kunoichi, inuXahome, hime, kztrov, machi, ahomexInu, Taori, Stell Rosse, Izayoi, ​

Kira ra, InnuxLuLii.​

Como leyeron el golpe a Bankotsu no fue tan grave como pareció, si tenía que ver en la historia y si tuvo motivo.
Sé que la historia fue corta, pero creo que desde el principio no quería que fuera larga y es que en la pasada sí que se exagero con lo larga JeJeJe.
Creo que algunas si se creyeron lo de que no iba haber conti por unos meses, gomen. Machi ¿cómo que no está el nueve? Y ¿A qué te referías de que no te eh mandado las anteriores? (es que luego tengo mala memoría XP) Ah! e inuXahome claro que no te eh olvidado ˆˆ.
Se cuidan y nos estamos leyendo.

17 de Febrero de 2010.
(Ya lo tenía desde ayer pero por cosas del destino no pude subirlo aquí gomen)