Long-fic El comienzo de mi llanto...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Ahome Dea, 24 Mayo 2009.

  1.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    No me gusta para nada esa actitud egoísta de Sango, una mujer debe saber cuando rendirse, Sesshomaru no la quiere! ¿es tan dificil aceptar eso? -.-

    Por otro lado no me agrado que Kagome sacara la menor nota, espero que las cosas le salgan mejor en el próximo capítulo, y que Sango deje de comportarse como una idiota. Por cierto me pareció muy original la imagen de Kirara XD, hasta tiene mechas del mismo color que la cola del simpático animalito jejeje.

    Me pasaré luego en el proximo capi:rosa:
     
  2.  
    Kyouko Kiryuu

    Kyouko Kiryuu Adicto

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola!
    Acabo de terminar de leer tu fic, y que puedo decir, me encanto, yo concuerdo con Pan-chan, Sango es una egoísta si sabe que a Sesshomaru le gusta Kagome ahi anda de encimosa, y exactamente una mujer debe darse a respetar.
    Se vió bien linda Kagome al cambiar su examen por el de Inuyasha, aunque eso le afecto en su calificación. Estuvo muy lindo el dibujo de Kirara, se ve genial, espero que lo continues prontito...va.

    Nos vemos...
     
  3.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola. Aquí les traigo el otro cap. ToT Estoy dejando atrás La Sinfonía del Vampiro pero ni modos.

    SESSHOGRISS - Que bueno que te guste, pero no la regañó el profesor, entendió sus buenas intenciones jeje, espero este cap sea de tu agrado.

    sessxrin - Bienvenida n . n que bueno que te gustara. Y claro que apareceran en el fic esos personajes, sólo que faltan varios capítulos y te adelanto que Rin no será una niña.

    Pan-chan - Que bueno que te guste, me alegra. Sip, no será la única vez en que Sango se porte así, de hecho su imprudencia le acarreará problemas n . n. Me alegro de que te gustara mi kirara.

    kagomeXinu - Bienvenida al fic n . n que gusto que te gustara @.@ ya verás que te gustará mucho el fic. Por ahora las cosas no le salieron bien, pero luego verás.

    Bueno, espero que les guste el cap. Creo que es algo aburrido, pero necesario para el número nueve.

    ---------------------------------------------------

    CAPÍTULO 8:
    EL PRIMER FIN DE SEMANA QUE ANHELO LA ESCUELA...




    Como ya había dicho, era una chica muy estudiosa. Se podía decir que la escuela no me hacía falta en lo más mínimo, sólo iba por ir, porque la verdad era que yo hubiese podido dar las clases en esa secundaria.

    Tenía trece años pero era algo amargada, aunque sí, los sábados estaba muy contenta porque podía descansar de ese bullicio de la escuela, sin embargo ese sábado, el primero que pasó después de conocer a Inuyasha y Sesshoumaru...

    - Qué aburrido... -suspiré tirada en mi cama con unos cuantos libros alrededor-. Estos libros no me dicen nada que yo no sepa -me senté y vi hacia mi tocador. Había un alhajero de madera, me acerqué sentándome frente al espejo y abrí el alhajero... ahí estaba una pulserita dorada con una figura en forma de olas y con unas piedrecillas incrustadas- Akitoki...

    Volví a pensar en él, últimamente lo recordaba muy seguido, tal vez se debía al incidente con Hakudoshi. Pensando en eso recordé otras de las palabras de ese enano.

    - Sé cuál es tu punto débil niña… y me las pagarás.
    - Tú no sabes nada de mí.
    - ¿Ha no? Y… ¿qué me dices de tu miedo a enamorarte ha? Ves… ¿ves cómo tengo razón? Tienes miedo de que alguien que te quiera acabe como aquél niño. Jajajaja Akitoki era un estúpido.
    Enojada murmuré.
    - Jamás se lo perdonaré -apreté la pulsera, luego en el mismo alhajero vi un anillo con esa piedra que cambia de color según tu energía, o por lo menos eso es lo que dicen. Lo tomé, lo vi... me lo puse-. Náraku... -dije en un susurro.
    Ese anillo Náraku me lo había regalado. Él era un chico muy lindo, bien lo dice una canción "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida..." jamás me hubiese imaginado lo que me haría. Jamás hubiese sospechado el daño que... bueno, creo que por ahora no es tiempo de hablar de eso.

    Náraku me regaló ese anillo antes de partir a parís.

    - Es increíble, eres tan lindo... pero no puedo sentir por ti aquello que una vez sentí cuando era más niña.

    Comencé a recordar el momento en que me dio ese anillo…

    Era uno de mis viajes a Osaka a visitar a mi hermano Souta, me encontraba con él en uno de los jardines de su casa sentados en el borde de la fuente.

    - No sabes cuánto te había extrañado mi bebé –me decía tomándome las manos.
    - Yo también te extrañé mucho Náraku.
    - ¿Lo dices en verdad? -me preguntó clavando su mirar de fuego en mis ojos...
    - Sí, de verdad te extrañé mucho... me tratas tan bien, me haces sentir querida.
    - Eso es lo que trato de hacer siempre mi bebé... Ahome... te amo.

    Esas palabras para mí eran como un balde de agua fría...


    - Yo… también te quiero mucho Náraku.
    - Tengo algo que decirte –de repente se puso muy serio.
    - Aja...
    - Sabes que ya he terminado una carrera y el master, ¿verdad?
    - Sí eres un chico fuera de lo común.
    - Sí... pero ahora necesito más, debo estudiar un doctorado.
    - Me parece bien.
    - Debo estudiar un doctorado... en París.
    - ¿Qué? -me paré de golpe...
    - No te pongas así mi niña, será sólo un año.
    - Náraku... -le susurré.
    - Yo te amo mi niña, y lo que quiero es poder ofrecerte muchas cosas.
    - Pero sabes que sólo nos podemos ver en vacaciones, yo vivo en Tokio, de por sí estamos lejos... ¡¿cómo irte a París?!
    - Entiéndeme por favor –dijo serio.
    - Entonces es un hecho que te vas –dije algo triste.
    - Perdóname -me dijo bajando la mirada para que no se notasen sus ojos llenos de lágrimas.

    Me percaté de ello, entonces me le acerqué, limpié sus lágrimas con mis manos y le di un beso en la mejilla y le dije...

    - Da lo mejor de ti -él me abrazó muy fuerte.
    - Tengo algo para mi bebé de cristal –dijo.
    - ¿Ha sí? ¿y qué es?
    - Mira... -sacó de la bolsa de su pantalón una cajita color azul y la abrió.
    - ¿Un anillo? –me sorprendió ese detalle.
    - Para que no te olvides de mí... Tráelo contigo siempre -me lo puso en el dedo anular de la mano izquierda-. Pondré todo mi empeño para regresar pronto y verte.

    Hacían ya seis meses. A veces esa relación se me hacía absurda. No había sabido de él desde entonces, volví a poner el anillo dentro del alhajero. Me tiré nuevamente en la cama y tapé mi rostro con la almohada, estaba pensando en mi madre, apenas el día anterior se había ido y ya la extrañaba demasiado. No me quejaba, tenía la compañía de mi abuelita, y también la de mi papá, aunque no hablaba mucho conmigo.


    De repente unos recuerdos que no me esperaba se aparecieron en mi mente...



    - ¿Oye de verdad no andarías con ninguno de los chicos que vengan?
    - Ya te dije que no, yo tengo novio, se llama Naraku, y no tengo pensado estar con nadie más.


    - ¿Entendiste la clase?
    - Si la hubiera entendido no estaría sufriendo aquí
    .
    - ¿Cómo te llamas?
    - Si tanto te interesa saber mi nombre pregúntaselo a cualquiera de tus amigas, ya les dije, y no pienso seguir repitiéndolo

    - Dices que es hermano de Inuyasha, entonces debe ser igual de antipático.
    - Te equivocas, no es antipático. Nada que ver con el idiota de Inuyasha.
    - Pues tú no eres la señorita perfección.


    - Lo siento. Desde ayer me porté mal contigo, tú no tienes la culpa de que me hayan trasladado a esta escuela, ni de los problemas que tengo, no debo desquitarme contigo… lo siento.

    - ¿Te gusta mi hermano?
    - Perdona… ¿dijiste algo?
    - Ni creas que te permitiré acercarte a mi hermano.
    - ¿Qué cosa?
    - Nuestra familia es de clase, jamás permitiría que alguien como tú se acerque a mi hermano.

    - Oye... si eres tan fuerte ¿por qué no me golpeaste así hace rato?
    - Buena pregunta...
    - ¿O es que acaso te gusto y no quieres lastimarme?
    - ¡¡¡¡Estás demente!!!!
    - Tranquila... era sólo una broma.
    - ¡¡¡Pues tus bromas no me agradan en lo más mínimo!!!
    - Eres una amargada ¿lo sabías?


    - Inuyasha… ¿qué te pasa?
    - Nada.
    - No somos los mejores amigos del mundo pero… me gustaría saber qué es lo que te pasa.
    - ¿Y eso para qué?
    - Hace bien hablar de lo que sentimos…


    - Hace un par de días mi padre le pidió el divorcio a mi madre.
    - ¿Qué?
    - Mi madre está mal, Sesshoumaru está molesto conmigo, y no lo culpo, pues soy el culpable… y hoy, nuestro padre insistió en traernos a la escuela, no quería… sabía que me sermonearía, y lo peor… frente a Sesshoumaru.
    - Por eso él estaba molesto…
    - Por eso me lo preguntabas.
    - ¿A qué te refieres?
    - Viniste a mí para saber por qué el estado de ánimo de Sesshoumaru.
    - No Inuyasha, cómo puedes pensar eso.
    - Olvídalo… sólo déjame solo por favor.



    - ¿Qué te pasa?.
    - Nada importante.
    - ¿Estás segura?
    - Lo que le pasa es que no le fue muy bien en el examen.
    - ¿Y no tu eres la cerebrito?

    - Vaya. ¿Y tú era la que me explicaba los ejercicios cuando llegué?
    - ¡¡Cállate!!
    - Tranquila, no te molestes.



    - Oye tranquila, no le hagas caso a ese enano.
    - Fácil decirlo…
    - No sé lo que te pasa, pero no es bueno que estés así.
    - Déjame sola por favor…



    - ¿Pero qué me pasa? –dije extrañada. ¿Por qué yo recordaba esas cosas?-. Será que acaso... no, debo estar loca –reí divertida al pensar en una, según yo, tontería. Había pensado que quizá extrañaba a Inuyasha, pero no, en ese momento me pareció tonto, muy absurdo-. Vaya, no puedo creer que extrañe la escuela, es sábado... en toda mi vida jamás en sábado había pensado en la escuela.


    En eso comenzó a sonar el teléfono, de inmediato fui a contestar...

    - Hola. Casa de la familia Higurashi.
    - Hola bebé.
    - ¿Quién habla?
    - ¿No reconoces mi voz?

    En ese momento sí supe quien era...

    - ¿N... Naraku?
    - Así es bebé. Cómo estás?

    Yo no le respondía... estaba prácticamente sin habla.

    - ¿Bebé?... ¿estás?... Ahome...
    - Sí, es sólo que... me sorprende mucho tu llamada, hace tanto tiempo que no me hablabas.
    - Si lo sé bebé, pero estuve estudiando mucho y te tengo buenas noticias.
    - ¿Sí? Dime cuáles son.
    - El doctorado que era para un año, lo he terminado en seis meses. Volveré a Osaka bebé, volveré a Osaka, podré verte en diciembre...
    - No sabes el gusto que me da –dije no muy entusiasmada.
    - Ya te extraño mucho, quiero verte, abrazarte y... te amo Ahome.
    - Gracias Náraku, yo también te quiero mucho.
    - ¿Crees poder venir en diciembre?
    - Claro que sí...
    - Esperaré ansioso...

    Nuestra platica se alargó mucho. Escuchar a Náraku me hacía sentir bien, sin embargo... él me amaba, pero yo no... no podía responderle lo mismo cuando él me decía "Te amo" yo no sentía eso por él, y se me hacía injusto engañarlo.

    Pasó ese día y no dejé de suspirar un sólo momento... extrañaba mucho la escuela, moría por ir. Al día siguiente por suerte Sango fue a mi casa, para hacer la tarea conmigo, pero fue y no estaría sola sumiéndome en los recuerdos ni suspirando por ir a la escuela.

    Aunque...

    - ¿Qué te pasa Ahome? –me preguntó al verme ida.
    - ¿He? ¿Qué? ¿Por qué lo dices? –respondí un tanto despistada.
    - Te veo muy pensativa...

    Suspiré antes de responderle.

    - Es que quiero ya ir a la escuela.
    - Yo también, me muero por ver a Sesshoumaru.
    - ¡Sesshoumaru! -pensé en él no supe cómo. A Sango le gustaba mucho y la verdad era que a mí también, su nombre aceleraba mi ritmo cardiaco.
    - Creo que él va a participar en las competencias de equitación mañana –su comentario me sorprendió muchísimo.
    - ¿Qué?
    - Sí... Sesshoumaru se inscribió, fue por eso que se estaban peleando él y Hakudoshi.
    - No me digas eso –dije evidentemente muy preocupada.
    - Así es amiga.

    Hakudoshi era quien tenía el primer lugar en las competencias cada semestre. Por fin comprendía por qué le molestaba tanto Sesshoumaru, lo había desafiado.

    Nuevamente recordé…

    - Sé cuál es tu punto débil niña… y me las pagarás.

    - Tengo miedo –dije a Sango.
    - ¿Miedo a qué?
    - ¿Las competencias son mañana cierto?
    - Así es...
    - Sango quiero pedirte un favor muy grande…
    - Dime.
    - Mañana pasa por mí a las seis de la mañana por favor.
    - Debes estar bromeando, entramos a las ocho.
    - ¿Te interesa Sesshoumaru cierto?

    Pese a que éramos amigas de mucha confianza Sango se sonrojó muchísimo.

    - Sí, pero ¿eso qué tiene que ver?
    - Si no quieres que a Sesshoumaru le ocurra algo será mejor que lleguemos temprano mañana para impedir que participe en las competencias.
    - ¿Qué? ¿Y eso por qué?
    - Hakudoshi sabe que yo temo querer a alguien por lo que pasó con Akitoki, y se ha dado cuenta de que Sesshoumaru es especial para mí. Tengo miedo de que para desquitarse de lo del otro día le haga algo a Sesshoumaru en las competencias.
    - Oye tranquila... tantas películas de ciencia ficción te tienen medio traumada. Sólo son chicos de secundaria, Hakudoshi de PRIMERO de SECUNDARIA.
    - Por favor Sango, tú no conoces a Hakudoshi, yo lo conozco desde que teníamos tres años, siempre ha sido un chico de cuidado. Tiene una mente maquiavélica...
    - Insisto en que estás exagerando un poco.
    - Está bien, si no quieres venir temprano no vengas, pero no pases por mí porque yo si me iré desde las seis para que a las siete que llegan ellos pueda decirle a Sesshoumaru que no participe en las competencias.
    - Ahome... -murmuró al ver mi rostro de preocupación-. Está bien... llegaré mañana temprano. Llegaremos, hablaremos con él, y listo, aunque sigo creyendo que estás exagerando un poco.

    Con la mirada le di las gracias a Sango, pero estaba intranquila, tenía un mal presentimiento...

    -----------------------------------------

    Y bien??? Qué me dicen n . n
    Espero fuera de su agrado.
     
  4.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Heloooooo!!!!
    Oh my god!!!!!!! niña te voy a matar...cada vez me fasna este fic.......
    no tengo que estar traqila para esperar el proximo!!!!! xD
    no ensrio te pasas cda vez... me dejas con el alma quien sabe en donde
    y maas aun que aparece naraku , lo de sessho y lo de haduu
    no creo esperar mas estoy que brinco i no me puedo controlar...asi que estare aqui esperando la
    proxima actualizacion niña...
    asi que nos leemos pronto...
    bessoss
    ti fuiel lectora sesshogriss
     
  5.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola!!!!
    porfa no te tardes en las contis x ke me encanta tu fuc jaja, la verdad cuando comenze a leer el fic me di cuenta la extraña paraeja ahome y naraku, estan raro, jajaj, me gusto la conti, y espero con ansias el porx.cap para ver que va hacer ahome para impedir ke hakudoshi haga algo malisismo, pero en algo hay razon, ese niño tiene un cerebro maquiavelico y desquiciado, jaajaj espero pronto tu conti
    sessxrin
     
  6.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Bueno, tal parece que en este fic odiaré a Sango ¬¬ porque no la paso ni con agua!, en fin, me alegra que hayas puesto la conti, ya aclaraste la antigua relación que Kagome tenía con Naraku y debo admitir que esa actitud melosa y cursi no me la esperaba, es tan tierno que cae en lo hipocrita, o tal vez es porque estoy acostumbrada a verlo como el villano en todos lados :P.

    Hakudoshi no se rinde en su intento por fastidiar, como dicen en mi pais, es un enano siniestro, ¿Qué piensa hacerle a Sesshomaru? >.< que ni se le ocurra tocarlo. No se por que, pero me da la impresión de que Naraku va avolver...Sesshomaru se enterará de que Kagome tenía ese novio y se alejará y Sango aprovechará para metersele por los ojos, es que no la soporto!!, en fin...te quedó muy bien este capitulo, tan bien que ya odio a uno de tus personajes, muy realista la trama...

    Nos vemos luego, chaito!
     
  7.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola mis fieles lectorcitas, ¿cómo están? Espero que muy bien, les traigo la conti, como el cap es largo tardé toda la mañana corrigiéndolo y me atrasé en mis deberes de ama de casa, así que aquí está, y perdonen que no les conteste individualmente, pero si no está todo limpio y la comida lista cuando mi arcial llegue me va a ir mal n . n

    Espero les guste.

    ----------------------------------------------

    CAPÍTULO 9:
    LA FURIA DE UN CABALLO




    Al día siguiente, Lunes por la mañana, esperaba a Sango en la esquina de la calle G de V, que atravesaba igual que otras tantas a la principal, sólo que no era como de costumbre, esta vez eran las 6:00 a.m. nadie pasaba por ahí, sólo ciertas personas en sus autos rumbo al trabajo que me miraban de forma extraña, quizá se preguntaban ¿qué hacía ahí una estudiante de secundaria a esa hora?, quizá si ahora con los veinte años que me cargo viera en la esquina de una calle mientras voy al trabajo a una niña de trece años parada en una esquina a las seis de la mañana, igual lo vería extraño, y pensaría mil y un cosas fuera de lugar, sin embargo, yo tenía mis razones... aunque pensándolo bien, ahora los pobres alumnos entran más temprano a la escuela.

    Sango no llegaba, vi mi reloj, ya eran 6:12 a.m. a decir verdad era un retraso muy pequeño, pero estaba paranoica, sentía una opresión en el pecho que no cesaba.

    Por fin la vi venir corriendo por la banqueta...

    - ¡¿Qué te pasa?! -le grité-. ¡Son las seis y cuarto!
    - Oye discúlpame, pero mi mamá es igual de paranoica que tú, me costó mucho convencerla de salir tan temprano.
    - Está bien, ya no importa, démonos prisa, los lunes la ruta roja pasa por la escuela 6:50, apenas y llegaremos a tiempo.

    Comenzamos a correr, eran veinte cuadras para llegar a la escuela, mientras corríamos...

    - ¿Por qué insististe en venir tan temprano? –me pregunta Sango-. Pudimos ver a Sesshoumaru antes de que cerraran el portón, cuando más llegamos 7:45…
    - No seas boba, quince minutos no me alcanzarán para convencerlo de retirarse de la competencia.
    - ¿De verdad crees que Hakudoshi le haga algo a Sesshoumaru?
    - No lo sé, pero no estaré tranquila a menos que evite que él participe en las competencias.

    Llegamos a la escuela justo a tiempo, 6:50, y los chicos que iban a la escuela en la ruta roja estaban bajando apenas, Sango y yo buscábamos con la vista a Sesshoumaru. Vimos a Kagura, a Onigumo, a Miroku... pero nada de Sesshoumaru, por fin vi bajar a Inuyasha y corrí a preguntarle...

    - ¿Inuyasha en donde está Sesshoumaru?
    - ¿Y ustedes que hacen aquí tan temprano? –dijo extrañado por la hora que era.
    - Deja de preguntar tonterías, es importante –le dije molesta.
    - Pues... creo que no vendrá hoy a clases.
    - ¿Qué? -dije aun sin creer lo que Inuyasha acababa de decir, esas palabras en ese momento fueron música para mis sentidos.
    - ¿No vendrá? –preguntó Sango algo decepcionada.
    - No, salió con mi padre a comprar algo que necesita el inútil de mi hermano.
    - Hay Ahome, me hiciste correr tanto y todo para nada.
    - Es verdad, par de locas, ¿ya se vieron en un espejo?
    - ¿Qué? –dijo Sango extrañada.
    - ¿Por qué lo dices? –pregunté sin darle mayor importancia.
    - No es por ofender chicas, pero se ven asquerosas.
    - ¡¿Qué dijiste?! –Sango sí se molestó.
    - Calma, calma... es que están muy sudadas, bueno Sango, tú no te vez tan mal, pero tú Ahome... encima de que estás sudada, vienes con el pelo suelto y está empapado en sudor y se te pega en la cara.

    Quizá en otro momento lo hubiese golpeado o insultado por lo que me dijo, pero sólo sonreí, Sesshoumaru no iría a la escuela y estaría bien.

    - ¿Oye qué te pasa? ¿Por qué no gritaste por lo que dije?
    - No me pasa nada, vine corriendo hasta aquí para poder platicar más tiempo con Sesshoumaru.
    - ¿Que vino corriendo para ver a mi hermano? –pensó tristemente.
    - Pero dices que no vendrá y eso me hace sentir más tranquila... gracias por la noticia Inuyasha.


    Caminé rumbo al salón, Sango me seguía pero...

    - Oye espera –la detiene Inuyasha-. Dime para qué querían ver a mi hermano.
    - Ahome estaba preocupada por él por lo de las prácticas de equitación y la competencia.
    - ¿Preocupada por qué?
    - Está paranoica, es porque Hakudoshi desde que le permitieron participar en equitación ha ganado la competencia con su caballo Entei, y tenía miedo de que por participar Sesshoumaru en la competencia, Hakudoshi le hiciera algo, pero como le dijiste que no vendrá se tranquilizó pues ya no participará.
    - Te equivocas, le dije que no vendría a las clases, pero llegará a tiempo para las prácticas y para la carrera.
    - ¿Qué? –dijo Sango emocionada.
    - Sesshoumaru fue con mi padre al rancho a traer a Hun, el caballo de Sesshoumaru, y a comprarse algunas cosas, cómo una nueva silla de montar.
    - ¡O sea que sí participará! –dijo dando un salto.
    - Sí, iré a decirle a Ahome...
    - No, por favor –lo detuvo-. No le digas... - esas palabras harían que yo me peleara por primera vez con Sango.
    - ¿Por qué no?, debo decírselo, o se molestará conmigo si se entera que no se lo dije.
    - No, si se lo dices ella le dirá a Sesshoumaru cuando llegue que no participe, y yo lo quiero ver montar.
    - Pero... y si Ahome tiene razón con respecto al enano ese.
    - Ahome ve mucho anime y películas de ficción, exagera. Además... ¿no se supone que a ti no te cae bien Sesshoumaru?
    - Pu... pues... ¡Eso no te importa! -le dijo en un tono más fuerte y notoriamente ruborizado.
    - Como sea. No le digas por favor, cuando lo vea se sentirá feliz de ver a Sesshoumaru cabalgar y se sentirá bien al ver que no pasa nada.
    - Está bien, no le diré nada –dijo no muy convencido.

    Mientras tanto en el salón...

    - ¿Ahome por qué viniste tan temprano? –me pregunta Miroku.
    - Seguramente mojó la cama y se despertó más temprano –dijo Onigumo antes de que yo pudiera responderle.
    - ¡Cállate! –le grité molesta.

    Onigumo salió antes de que me le fuera encima, sabía de lo agresiva que podía resultar. Suspiré y respondí la pregunta de Miroku.

    - Vine temprano porque quería hablar con Sesshoumaru.
    - ¿Y eso? –dijo extrañado.
    - ¿Qué tienes tú que hablar con Sesshoumaru? –de nuevo interrumpían mi conversación con Miroku.
    - Cosas que no te incumben Kagura.
    - Todo lo que tenga que ver con Sesshoumaru me interesa.
    - El que desde que eras una escuincla estés enamorada de Sesshoumaru, no te da derecho a saber los asuntos que él tiene con otras personas.
    - ¡¡¿Qué dijiste?!! –gritó golpeando con ambas manos la paleta de su silla.
    - Ya párale Kagura, no quiero lastimarte.
    - No, no le paro, Sesshoumaru es mío.

    En eso entraron Inuyasha y Sango al salón, escucharon esto último.

    - Sesshoumaru no tiene dueña, no le pertenece a nadie.
    - Ahome... te lo advierto, aléjate de Sesshoumaru, él es mío.
    - Pues él no opina lo mismo –le dije sarcástica. Yo sabía que ella sabía que yo le interesaba a Sesshoumaru.

    Kagura estaba por írseme encima pero en eso llegó el viejo Toutosai.

    - Niñas... ¿qué hacen? ¿Higurashi tú aquí tan temprano?
    - Así es profesor -le sonreí.
    - Ya me las pagarás –susurró Kagura.

    Inuyasha me preguntó…

    - ¿Tú y Kagura estaban peleando por Sesshoumaru?
    - No, no es eso. Es que me molesta que sea tan entrometida, quería saber a fuerza lo que yo tenía que decirle a Sesshoumaru y no se me pegaba la gana el decírselo.

    Ése día tuvimos otro examen, era más fácil así que Inuyasha no tendría problemas... transcurrió la mañana como si nada, todo muy tranquilo.

    - ¿Inuyasha cómo te fue en el examen? –le pregunté.
    - Muy bien, esta vez estaba sencillo.
    - Ya veo...


    Media hora antes del receso el profesor habló al el grupo.

    - ¿Están listos? Las prácticas de equitación van a comenzar.
    - Ya lo creo que sí –dijo emocionado Inuyasha.
    - Me alegra su entusiasmo Taisho. Bien, salgan todos, les recuerdo, de tarea las lecciones veintiuno y veintidós de álgebra y el tema de evolución celular de biología. Ya pueden salir.

    Todos abandonamos el salón. Al estar en los patios algunos murmullos comenzaron a oírse, y sólo escuché unas voces conocidas.

    - Ya llegó Hakudoshi –decía Kagura a Kirara.
    - Su caballo es hermoso –respondía-. ¿O tú qué dices Ayame?
    - Sin duda alguna el caballo de Hakudoshi es divino.
    - Simplemente Entei es el mejor –dijo Onigumo.

    Hakudoshi entraba con su majestuoso caballo sin duda alguna hermoso, un caballo blanco con melena color naranja. Era bellísimo, a no ser por la mirada que tenía, era tan maquiavélica como la de su dueño.

    - ¿Ese es el caballo de Hakudoshi? -dijo Inuyasha en un tono antipático.
    - Sí, es ese... es muy lindo –le respondió Sango.
    - ¿Fhe! No se compara con Han, ni con Hun.
    - ¿Han? ¿Hun? –pregunté.
    - Han es mi caballo, y Hun, el de Sesshoumaru.
    - Ha, ya veo.

    En ese momento un Ferrari se colocó frente al portón de la escuela y tras de él una camioneta algo grande.

    - Llegó el odioso de Sesshoumaru –dijo Inuyasha haciendo que mi piel se erizara.
    - ¿Qué? -de nuevo esa opresión en el pecho llegaba a inquietarme...
    - A... Ahome ven por favor –me llamó Sango.
    - ¡No Sango! -le grité-. Tú bien sabes que...

    Ella no me dejó decir nada, me jaló para llevarme a algún lugar…

    - Tranquila Ahome...
    - Tú sabías que Sesshoumaru vendría, lo sabías y no me dijiste -le dije en un tono que no era ya molesto sino más bien muy preocupado.
    - Te equivocas, yo no lo sabía Ahome... si lo hubiese sabido te lo hubiese dicho.
    - Debo decirle que no participe –me dirigía de regreso a la terraza principal.
    - No por favor Ahome –me jaló del brazo-. Si vino cuando ya sabíamos que no vendría quiere decir que Kami quiere que participe en la carrera.
    - Pero...
    - Te prometo que todo estará bien.
    - ¿Pero y si no?...
    - Confía en mí –me dijo suplicante.
    - Está bien Sango, sólo espero que este presentimiento no sea real.

    Sango me sonrió, pero yo no estaba tranquila. Regresamos... Sesshoumaru ya estaba con Inuyasha.

    - ¡Hola lindas! –saludó coqueto como siempre Sesshoumaru.
    - ¡Hola Sesshoumaru! -dijo y se le aventó para abrazarlo, cosa que a mí no me agradó en lo más mínimo.
    - Hola... -respondí sin ánimo, sentía que algo no andaba bien, lo veía y mi corazón latía desesperadamente causándome malestar. No era el latir de la emoción de verlo, sino de desesperación... ese mal presentimiento no me dejaba en paz.

    Hubo silencio unos segundos, hasta que Sesshoumaru carraspeo para indicar a Sango que ya podía dejarlo en libertad. Inuyasha miraba divertido la escena.

    - Lo siento –dijo y lo soltó.
    - Te presento a Hun, mi caballo –me dijo él una vez libre del abrazo de Sango.

    Tan preocupada me encontraba que no me di cuenta de el hermoso corcel que tenía en frente. Era precioso, un corcel pura sangre color café casi dorado, melena café oscura, las patas parecían tener botas, ese corcel era de ensueño, su pelaje era muy lindo y este caballo no tenía la mirada que tenía el caballo de Hakudoshi.

    - ¿Participarás con este caballo? -le dije viéndolo a los ojos.
    - Sí... - me respondió clavando su ámbar mirar en el mío y con una mirada llena de ternura.

    Por un momento desapareció todo lo que a nuestro alrededor había... o al menos eso sentí, como si con esa mirada nos escapáramos de la realidad...

    - ¿Por qué? ¿Por qué se miran así? –pensaba Inuyasha observándonos de manera un poco seria.
    - Ahome tú… Tú estás enamorada de Sesshoumaru –pensó Sango viéndonos con algo de sorpresa.

    En ese momento...

    - Vaya, así que con esto piensas ganarme -dijo Hakudoshi dándole un manazo en el anca al caballo de Sesshoumaru.

    Este reaccionó queriendo írsele encima.

    - Tranquilo... Tranquilo Hun –le decía Sesshoumaru jalando la rienda y éste le obedeció.
    - Qué delicadito, igual que su dueño.
    - Lárgate de aquí enano, en la carrera veremos quién es mejor, si mi Hun, delicado o tu caballo de quinta.

    Los ojos de Hakudoshi brillaron con malicia... no respondió nada al comentario de Sesshoumaru, pero sonrió de una forma en que todo mi cuerpo se erizó.

    - Ahome... ¿Ahome estás bien? –me dijo Sango deteniéndome pues casi pierdo el equilibrio.
    - ¿Qué te pasa? –preguntó Inuyasha acercándose.
    - ¡Ahome! –dijo Sesshoumaru preocupado quitando a Inuyasha y a Sango para detenerme él.
    - He... pero qué… -a penas caía en cuenta de mi situación.
    - Te pusiste muy pálida –dijo Sesshoumaru.
    - Y tu frente está sudando –decía Inuyasha mientras me secaba con un pañuelo.
    - Además tienes las manos muy frías... ¿qué te pasa? –hasta Sango estaba asustada.
    - No es nada –les dije-. Estoy bien, sólo me maree, es que no tuve tiempo de desayunar.

    El profesor llamó a Sesshoumaru, al verlo alejarse sentí dentro de mí una ansiedad tan horrible que me gritaba que eso no debía pasar, una ansiedad como la que sintiera siete años atrás...

    - Akitoki... ¿por qué? ¿Por qué me siento así?... Es como ese día.

    Decidí ya no hacer caso a mi presentimiento, aunque me arrepentiría de no haberlo hecho.

    Las prácticas comenzaron, el caballo de Sesshoumaru era maravilloso, no parecía tener problema para los obstáculos. Y ante las actuaciones de Hun se desprendieron ciertos comentarios.

    - ¡Es fabuloso! ¿Verdad Ayame?
    - Sí Kirara, no cabe duda que ese caballo es genial.
    - Genial es poco, es simplemente maravilloso.
    - Es tan maravilloso como su jinete –dijo Kagura ganándose una mirada asesina de Sango.
    - Pues el jinete no es tan bueno, pero el caballo sí. Sin duda alguna se arrastra al caballo de Hakudoshi –decía Onigumo.

    Ante esos comentarios mi ritmo cardiaco se aceleraba... Hakudoshi estaba parado a unos cuantos metros de nosotros junto con sus compañeros Muso y Moriomaru.

    - Sí, la verdad algo me dice que esta vez Entei no será el campeón –dijo Miroku-. Hun ganará.

    Hakudoshi no decía nada, sólo miraba a Sesshoumaru y a Hun, saltar todos los obstáculos y volver a empezar como si nada.

    - ¡Hola Ahome! ¡Hola Sango!
    - Hola Yura –le respondí, se veía contenta.
    - Floja, ¿qué haces aquí? deberías estar limpiando los salones –le dijo Sango y comenzó a reírse.
    - No le veo el chiste –le dice Yura fingiendo seriedad-. Pero de todos modos ya terminé de hacer todo mi trabajo de hoy, así que puedo venir a ver a ese maravilloso caballo, desde que lo vi me enamoré de él, apostaré todo lo que me pagaron de la semana a que él ganará la carrera.
    - Yura... -murmuré con preocupación, ya que ante el comentario de Yura, Hakudoshi sonrió de forma sagaz.
    - ¡Atención! ¡Alumnos de la Shikon No Tama!-se escuchaba la voz de la directora Kaede por toda la escuela-. ¡Las prácticas han terminado, los participantes por favor lleven a los caballos al establo para que descansen! ¡Todos los demás por favor esperen, la competencia empezará en una hora y media!

    Cabe que aclare que la equitación era algo así como un taller que escogían los alumnos... yo estaba en pintura, Inuyasha se había metido a esgrima, Sango estaba en cocina, y así eran los talleres, en equitación sólo entraban los que tenían caballos y tiempo para entrenar en la escuela y llevar a los caballos, sólo habían diez participantes en total, tanto de secundaria como de primaria. Se preguntarán cómo de primaria si eso era secundaria, pues les explico, Shikon No Tama, era el nombre del colegio, el cual tenía preescolar, primaria, secundaria y hasta preparatoria, y para equitación, se permitía inscribirse a los alumnos desde el quinto grado de primaria.

    Desde quinto grado Hakudoshi había ganado con Entei, ya cuatro competencias en dos años seguidos.

    Volviendo a donde estaba... Sesshoumaru, Sango, Miroku, Inuyasha y yo estábamos platicando.

    - Oigan ustedes -dijo Sango refiriéndose a Inuyasha y Sesshoumaru-. ¿Ese Ferrari de quién es?
    - Es cierto –la secundó Miroku-. El otro día traían un Lexus...
    - El Ferrari es de mi padre –respondió Sesshoumaru-. Mi madre tiene un Jetta, ella prefiere lo sencillo, el Lexus del otro día era mío.
    - ¡¿Tuyo?! –Sango se sorprendió.
    - Así es...
    - ¿Inuyasha no tiene? –me había dado curiosidad por saber.
    - Mejor no preguntes -me dijo enfurruñado.
    - Está bien, está bien, no preguntaré, pero díganme, o bueno, dime tú Sesshoumaru, ¿por qué se vienen en la ruta roja si sus padres tienen ese tipo de autos y si tú tienes el tuyo propio? ¿Y por qué Inuyasha no tiene? –no me aguanté la curiosidad, y antes de que Inuyasha objetara algo le dije-. Lo siento Inuyasha, pero soy muy curiosa.
    - Ya me di cuenta...
    - No le hagas caso Ahome, lo que pasó fue que nos habían comprado los autos, el maldito este -dice dándole un zape a Inuyasha.
    - ¡Oye! –se queja pero nadie le presta atención.
    - Tenía un porsche.
    - ¡¿UN PORSCHE?! –preguntamos al unísono Sango, Miroku y yo.
    - Sí, un porsche –dijo Inuyasha con carita triste-. Yo lo adoraba...
    - Pero... -dije para que Sesshoumaru continuara contándonos.
    - Pero el idiota lo estrelló por andárselo presumiendo a su novia Tsubaki -cuando escuché eso sentí algo raro, no supe qué era, ahora sabía que Inuyasha ya había tenido novia-. Mi padre se molestó con él y lo castigó diciéndole que no le compraría otro auto hasta que tuviera los dieciocho años, y de paso yo fui arrastrado por la estupidez de mi hermano y me quitaron el Lexus diciéndome lo mismo, no volveré a tener auto hasta que tenga dieciocho.
    - Vaya... es una lástima.
    - Un error lo comete cualquiera –dijo Inuyasha en su defensa.
    - Pues en sí tú eres un error hermano, el más grande error que cometiste fue haber nacido -todos rieron ante la broma de Sesshoumaru, pero yo no, noté cierta tristeza en la mirada de Inuyasha debido a su comentario, así que decidí cambiar el tema.
    - ¿Y díganme? -dije dirigiéndome a Sango y a Sesshoumaru-. ¿Cómo va su relación? –con esa pregunta mataba a dos pájaros de una sola pedrada, ayudaba a Sango y a la vez a Inuyasha, al menos eso creía.
    - ¡Ahome qué cosas dices! –dijo Sango ruborizándose.
    - ¿Qué? –a Sesshoumaru no pareció causarle la mínima gracia.
    - ¿Sango tú andas con Sesshoumaru? –le preguntó Miroku.
    - ¿Hermano tú? –Inuyasha aprovechaba para molestar a Sesshoumaru.
    - No se hagan pillines, yo los vi irse juntitos el otro día a algún lugar solitario de la escuela –les dije.

    Sesshoumaru se levantó serio, fue hacia mí y me tomó las manos...

    - Ahome... ¿estás celosa?
    - ¿Qué?
    - ¿Ha? –Inuyasha estaba anonadado ante la actitud de su hermano.
    - Por fin, que se decida de una vez por una... –pensó molesto Miroku.- Sesshoumaru... –murmuró Sango.
    - ¿Yo celosa? Para nada, no soy celosa Sesshoumaru, además no tendría motivos -le dije sonriéndole.
    - Pues de todos modos te aclaro que si fui solo con Sango es porque es tu mejor amiga y quería saber cosas de ti. Ya te dije que me interesas y mucho.

    ¡Dios mío! Pero qué directo. No hubo duda en su comentario, no hubo ni una pizca de ironía. No pude evitar ponerme nerviosa. Por alguna razón extraña para mí y que no me interesaba, Inuyasha se puso de pie y se fue.

    - No tenías que explicarme nada –le dije.
    - Cielos... veo que sí estás muy molesta –decía con la vil intención de enojarme.
    - ¿Pero qué le pasa? Ya le dije que no estoy molesta.
    - Ya sé que hacer para que me perdones.
    - ¿Ha sí? ¿Qué?
    - Te dedicaré la carrera.
    - ¿Cómo? –eso me sorprendió.
    - ¿Le dedicarás la carrera? –preguntó Sango triste.
    - Así es. Y si la gano, serás mi novia.

    Sólo dijo eso y se fue, no me dio oportunidad de decirle si sí aceptaba ese trato o no. Sango estaba con la boca abierta.

    - Parece que al joven Sesshoumaru le gusta la señorita Ahome –dijo Miroku.
    - No seas tonto, eso no es cierto, es una broma pesada de ellos ¡es todo!, y deja de hablar como monje tonto –le gritó Sango.


    Me reí y seguí disfrutando del descanso.

    Mientras nosotros platicábamos de cosas sin sentido pero divertidas, en los establos comenzaba a suscitarse una situación peligrosa...

    Hakudoshi, Muso y Moriomaru caminaban por el establo, llegaron hasta donde se encontraba Entei, Hakudoshi lo acarició, luego sacó un pequeño frasco con un líquido color azul que traía en su bolsillo.

    - Nadie va a humillarte Entei –le dijo.
    - ¿Qué es eso Hakudoshi? –le preguntó Moriomaru.
    - Es una pócima mágica –le dijo y comenzó a reír.
    - Me imagino que con eso planeas desquitarte de Sesshoumaru –le dijo Muso.
    - No. Con esto mataré a dos pájaros de un sólo tiro... esa machorra no volverá a meterse conmigo, y de paso me desquito del galancito de cuarta por retarme.
    - ¿Y qué es lo que tienes pensado hacer?
    - ¿No lo imaginas Moriomaru?
    - ¿Vas a envenenar a Sesshoumaru o qué? –dijo Muso.

    Hakudoshi sonrió...

    - Sólo síganme.

    Ellos caminan y se detienen frente a Hun, el caballo de Sesshoumaru. El caballo los ve y lanza un resoplido, al igual que yo el caballo tenía un mal presentimiento de la cercanía de Hakudoshi.

    - ¿Qué hacemos aquí?

    Como respuesta a la pregunta de Muso, Hakudoshi saca una jeringa...

    - Hakudoshi tú...
    - Así es Moriomaru... -Hakudoshi introduce la aguja de la jeringa en el frasco y succiona el líquido-. No permitiré que Sesshoumaru y este caballo humillen a Entei en la carrera.

    Hakudoshi se mete al compartimiento contiguo al del caballo de Sesshoumaru y entierra la jeringa a este, se escuchan sus relinchidos.

    - Tranquilo.... jajaja a ti no te pasará nada -cuando dice eso termina de aplicar la ampolleta.

    El caballo está intranquilo, se azota hacia ambos lados de su compartimiento.

    - ¿Qué hará ese líquido al caballo?
    - Nada Muso, sólo lo alterará un poco... bueno, un mucho. El caballo se pondrá cómo loco... furioso, este líquido hace que su cerebro se altere cómo si estuviese siendo golpeado, se enfurecerá tanto, que si Sesshoumaru lo monta le costará muy caro. No debió retarme.
    - Sesshoumaru es un buen jinete, no creo que el caballo lo tire fácilmente.
    - Mmm quizá... Muso, Moriomaru, traten de hacer que deje de moverse.

    Ellos dos se metieron al compartimiento del caballo y lo hicieron estar quieto sosteniéndolo con unas cuerdas, Hakudoshi se acercó y le puso la silla, pero no la amarró bien. Después de hacer esto salió de ahí.

    - Por muy buen jinete que sea, con la silla floja y el caballo furioso, no evitará terminar en el suelo haciendo el ridículo por caerse, y por no poder controlar a su propio caballo.
    - Será muy sospechoso que sólo el caballo de Sesshoumaru tenga la silla puesta.
    - Pues pongámosle la silla a todos los caballos, así pensarán que esta vez la escuela los preparó.

    Iba a ocurrir algo muy malo, muy, muy malo, sin embargo nosotros no teníamos ni la más remota idea de lo que pasaría, aunque esa ansiedad no me había dejado en paz... seguía sintiendo ese mal presentimiento, pero no le presté atención, gran error mío.

    - ¡Sesshoumaru, nuestros padres llegaron! –dijo Inuyasha.

    Había olvidado mencionarles que no sólo los alumnos eran invitados a presenciar la carrera, también se invitaba a los padres de familia y si ellos gustaban podían invitar a sus amigos, la verdad era que esos días la escuela se convertía en un hipódromo.

    Ése día conocí, bueno, sólo de vista, a la mamá de Inuyasha y Sesshoumaru, más tarde tendría oportunidad de conocerla mejor. Era hermosa, tenía un largo cabello negro y su piel era tan blanca como la nieve... por fin entendía por qué ellos eran tan guapos, teniendo unos padres así cualquiera. Algo llamó mi atención, un niño como de unos ocho años, se parecía mucho a Inuyasha en el rostro, pero con la fisonomía de Sesshoumaru, sólo que él tenía el cabello negro y los ojos cafés.

    Inuyasha ya había corrido hacia sus padres y ese niño mientras que Sesshoumaru aun permanecía a mi lado.

    - Vaya... trajeron al enano.
    - ¿Quién es?
    - Se llama Inumaru, es nuestro hermano.

    Fue lo último que me dijo, se dirigió hacia sus padres.

    Yo me fui con Sango al lugar donde sería la carrera, buscamos un buen lugar para verla, estábamos enfrente así que tendríamos la mejor vista.

    - ¡Mira! ¡Ya van sacando a los caballos! –dijo Sango emocionada.

    Voltee a ver, algo andaba mal, la directora y algunos profesores estaban cerca viendo como algunos señores de los que contrataron para atender a los caballos, sacaban al caballo de Sesshoumaru...

    - ¿Qué tiene Hun? –pregunté.
    - Nada mujer, ¿qué va a tener? Sólo está ansioso por participar.
    - Esto no está bien -susurré...
    - Ya no te preocupes tanto y prepárate para ver la carrera.

    La escuela tenía un lugar en el que se jugaban carreras, era un espacio grande, trescientos metros, ese día lo prepararon con obstáculos y lo necesario para las carreras de caballos.

    Cada caballo fue metido en su compartimiento, y sí que algo andaba mal, el caballo de Sesshoumaru no dejaba de azotarse de un lado a otro. Todos los participantes se dirigían hacia donde se encontraban sus caballos. Sesshoumaru nos hizo un ademán de "hola" desde allí.

    - Sesshoumaru...
    - Ahome ya deja de preocuparte, todo estará bien.
    - Eso espero Sango, eso espero.

    En ese momento Hakudoshi pasó atrás de nosotros.

    - Aprenderás a no meterte conmigo -me susurró...
    - No... Hakudoshi sí hizo algo. Kami, por favor protege a Sesshoumaru.


    Sango había escuchado lo que me dijo.

    - No le hagas caso.

    En eso llegó Inuyasha.

    - ¿No estarás con tus padres? –le pregunté.
    - No, desde aquí veré mejor.
    - ¿Vienes a apoyar a tu hermanito? -le dijo Sango en un tono meloso.
    - No molestes, Sesshoumaru no necesita apoyo, con o sin el, el resultado es igual. Sé que ganarás hermano... no necesitas de la suerte, eres el número uno. Es un perdedor -fue lo último que dijo, y se acomodó en el barandal para ver a Sesshoumaru.

    Todos los padres de familia habían ido a ver las carreras, claro menos los míos, mi madre se había ido a Osaka, a mi papá no le interesaba y a mi abuelita menos.

    Hakudoshi se trepó a su caballo...

    - Anda Sesshy, ¿o tienes miedo de perder?
    - ¿Miedo de perder contigo? Jajaja no me hagas reír Hakudoshi. ¿Qué te pasa Hun, por qué estás así? -Sesshoumaru estaba preocupado, había notado algo raro en su caballo pero no le importó, él confiaba en el, se subió.

    El caballo comenzó a moverse como queriendo hacer que Sesshoumaru se cayera...

    - Hun, tranquilo. Soy yo, qué te pasa Hun.

    La directora habló de nuevo por el micrófono.

    - ¡En sus marcas! ¡Listos¡ ¡FUERA!

    Las puertas se abrieron y los caballos comenzaron a correr, pero...

    - ¡¿Un qué te pasa?! -el caballo de Sesshoumaru salió y se dedicó a brincar de un lado para otro, quería quitarse de encima al jinete.
    - ¿Qué pasa? –Inuyasha se sorprendió al ver que Sesshoumaru no podía controlar a Hun.
    - Ho no... –vi la mirada del caballo ya había cambiado, ahora tenía la misma mirada que Entei.
    - ¿Qué está pasando? –Sango empezaba a preocuparse.

    No éramos los únicos que estábamos preocupados...

    - Dime qué está pasando Inutaisho, ¿por qué actúa así el caballo de nuestro hijo?
    - No lo sé Izayoi –sus padres observaban confundidos desde las gradas.
    - Parece que el alumno Taisho tiene problemas con su caballo –decía la voz de la directora por las bocinas. El caballo de Sesshoumaru no dejaba de reparar-. ¡Se suspende la carrera! ¡Por favor vayan a ayudar al alumno Taisho!
    - No Dios mío –dije horrorizada, apenas se iban acercando algunas personas hacia el caballo de Sesshoumaru, éste comenzó a correr.
    - ¡Maldición! ¿Qué te pasa? ¡¡Por favor Hun, contrólate!!

    Ahora mi corazón latía más fuerte... yo sabía, me repetía una y otra vez, yo sabía que Sesshoumaru no debía participar.

    - ¡Yo iré a ayudarlo! -dijo Hakudoshi para que nadie más se le acercara a Sesshoumaru. Junto con Entei pronto alcanzaron a Un y a Sesshoumaru-. Te dije que te iría mal por retarme y aquí entre nos, por fijarte en esa machorra, Ahome será solo para mí -le dijo despacio mientras los dos caballos corrían.
    - ¡¿Qué le hiciste a Un?!
    - Sólo lo hice enojar, te dije que era muy delicadito -diciendo esto sonrió y le dio un fuetazo al caballo.

    El relinchido se oyó muy fuerte, y el caballo reparó violentamente.

    - ¡No! –Sesshoumaru sujetó fuertemente la rienda.
    - ¡¡¡Sesshoumaru!!! -grité, Sango me agarró, de no hacerlo yo hubiese corrido hacia la pista para tratar de controlar al caballo, pero ella me lo impidió.
    - No puedes ir ahí, es peligroso.
    - ¡Pero Sesshoumaru está en peligro!
    - No... Esto no puede estar pasando -Inuyasha saltó hacia la pista y corrió hacia donde se encontraba el caballo.

    Sin embargo antes de que Inuyasha llegara el caballo se echó a correr de nuevo.

    - Hun, no sé lo que te hicieron, pero pasará, te lo prometo -le decía Sesshoumaru mientras se abrazaba a su melena.
    - Sesshoumaru es un buen jinete, no se caerá -dije con un leve tono de esperanza pero...
    - ¿Qué pasa? ¡Maldición la silla! -la silla no estaba bien atada, la dejaron floja y eso provocó que se volteara mientras el caballo dio un nuevo reparo, haciendo que Sesshoumaru cayera al suelo.
    - ¡¡¡¡NO!!!! ¡¡¡¿SESSHOUMARU!!!! –grité moviéndome bruscamente mientras Sango me abrazaba con fuerza.
    - ¡Inutaisho haz algo! ¡Nuestro hijo!-la señora lloraba desesperada.
    - ¡Maldición!... ¿Pero qué puedo hacer?

    Al caer Sesshoumaru…

    - Maldición mi brazo...

    Trató de hacer menos pesado el golpe pero cayendo sobre su brazo izquierdo, pero no resultó como esperaba, la caída había sido muy violenta, lo peor fue que eso no terminó ahí.

    - No, por favor no -su pie se había quedado atorado en el estribo de la silla del caballo y éste vuelve a correr y arrastrándolo.
    - ¡¡¡¡SESSHOUMARU!!!! –grité con toda mi fuerza.
    - ¡Dios mío! -dijo Sango tapándose la boca.
    - ¡¡SESSHOMARU!! –gritó Inuyasha en medio de la pista.
    - ¡¡Hijo!! –gritaron sus padres en las gradas.

    Al principio se oían los gritos de Sesshoumaru, no gritos pidiendo ayuda, sino hablándole a su caballo. Luego dejaron de oírse y el caballo lo seguía arrastrando.

    Yo ya no articulaba palabra, sólo veía que Sesshoumaru sangraba, no sabía de dónde provenía la sangre pero me imaginaba lo peor. De nuevo veía sangre, de nuevo la sangre de un ser especial para mí era derramada por mi culpa.

    ----------------------------------
    Ok, dígamne qué les pareció y espero no quieran lincharme n . n
    Hasta pronto!!!

    Ha, les dejo un croquis de la escuela (la parte de Secundaria) para que en capítulos posteriores se ubiquen mejor sabiendo hacia dónde se dirige cada personaje.

    El patio C es donde estaban los establos.

    Bye!
     
  8.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
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    1,048
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    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    hols!!me gusto el capi!!!!
    pero no se la verdad, que pareja es este fic, es un InuxKag o un SessxKag (ojala no lo sea), pobre Sess un golpe como esos duele mucho, pero duele mas un golpe psicologico de ver como no puede controlar su caballo, bueno en tal caso me gusto tu conti, espero que no demores en la otra
    nos leemos
    sesssxrin
     
  9.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

    Piscis
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    Pluma de
    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    hello!!!!!!!!!1
    de nuevo por aqui ...me reporto mi capitan!!!!!!!!!
    ( gritando como histerica)AGRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! como le has podido hacer eso ha sesshomaru!!!!!!!!!!!!!! agggggggggggggrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! matare a ese mocoso por inyectar a hun!!!!!!!!!! que ni me lo pongan en frente por que hago una masacre mundial!!!!!!!!!!! kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por que nadie hace algo!!!!!!!!!¬¬ estan pintados el personal o que! ( ha 1,2,3,4,5,6,7,8,9...tomando aire) .... ya me recupere...buen esta vez el capitulo te quedo bien padre que podre decir, niña me has puesto en mis peores condiciones,,jajajaja pero ya recobre la cordura..me has dejado con el alma an un hilo , asi que esperare la proxima continuacion con desesperacion..Que la sucedera a sessho?, Quien salvara a sessho?, que maten a sango por no permitir a ahome ayude a sango! , que quemen viva a la autora del fic...jajajaja no te creas pero no puedo mas me voy a morir ......creo que fue demaciado para mi...necesito un sedante>.<u .........
    bueno no sigo mas sino si termino de matar a alguien .
    nos leemos pronto..
    bessoss.
    tu fiel lectora sesshogrisss

    PD. te quedo padrisimo el fic...fue a toda onda*~~~*;)
     
  10.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Dejame ver si entendí, ¿Hakudoshi está interesado en Kagome? O.O
    me parece que esa rivalidad es más profunda de lo que parece, pero tantos pentagonos amorosos me confunden ._. Sango y Kagura con Sesshomaru, Sesshomaru con Kagome, Kagome con Sesshomaru, Inuyasha con Kagome, Miroku con Sango y Kagome WAAAAAA me voy a volver loca -.-

    Por un pequeño instante me pareció creer que Sango empezaba a aceptar los sentimientos de Kagome por Sesshomaru, espero bque deje su egoísmo de lado y permita que su amiga sea feliz, o de lo contrario no sería tan buena amiga como proclama. Respecto a Sesshomaru, espero que no sea nada grave lo de su herida, Hakudoshi tendrá que pagar caro más adelante:mad:, y la pobre Kagome se siente muy culpable de lo que pasó, después de todo ella tenía ese presentimiento de que algo iba a salir mal.

    Te ha quedado muy bien el capítulo, no te tardes con la conti, bye!
     
  11.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    El comienzo de mi llanto...
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    119
    Re: El comienzo de mi llanto...

    Fe de erratas:

    Disculpen, acabo de notar ciertos errores en el fic, como lo revisé rápido no lo noté.


    Trató de hacer menos pesado el golpe cayendo sobre su brazo izquierdo, pero no resultó como esperaba, la caída había sido muy violenta, lo peor fue que eso no terminó ahí.

    Lo siento, ya no pude editar. En capítulos anteriores también hay unos errores de homonimas, que ya no pude corregir, pero a estas alturas este tipo de errores ya no son aceptables.

    Si hay más no duden en decírmelo por favor.

    Tal vez al rato edite este post y suba aquí mismo la conti.

    Saludos!!
     
  12.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, lamento mucho el doble post, como tardé tanto en poner el cap ya no lo pude editar.

    Aquí la conti y una disculpapor la demora.

    Pan-chan - Je, es lo divertido de este fic, que no sabes en dónde acabarán. Espero te siga gustando. Vendrán capítulos en dónde te haré morir de incertidubre. Los sentimientos de Sango no tienen ni pies ni cabeza y Sesshoumaru, adoptará ahora la personalidad que todos conocemos.

    SESSHOGRISS - Me encanta tu entusiasmo n . n hacía tanto tiempo que no recibía amenazas de muerte en mis fics que hasta lo extrañaba. Gracias por leerlo y qué gusto que te enagene tanto. Espero disfrutes el resto de los capítulos.

    sessxrin - Tienes toda la razón, más que caerse del caballo, es lo que más le dolió el hecho de que Hun no le obedeciera. En cuanto a tu prgunta jeje, es un misterio. Es que si te digo pierde la gracia. Aun sí, por favor sigue leyéndolo que aun hay muchas sorpresas.

    Espero les guste.

    ----------------------------------------------------------------


    CAPÍTULO 10:
    LA PRIMERA PELEA DE LAS MEJORES AMIGAS






    Seguía sin moverme, mis piernas temblaban, mis ojos escocían, quería llorar pero no me atrevía a hacerlo. Sesshoumaru seguía siendo arrastrado por el caballo.
    Inuyasha pidió a otro de los participantes que le prestara a su caballo y pidió también una cuerda, se trepó al caballo y comenzó a correr tras el otro, lo lazó, y lo hizo detenerse.

    - ¡Por favor alguien que venga! –gritó desesperado sosteniendo firmemente la cuerda para detener a Hun, varios de los alumnos de tercero se acercaron para ayudarlo a mantener quieto al caballo, rápidamente se bajó y fue hacia Sesshoumaru...

    - ¡Sesshoumaru! -desatoró su pie del estribo-. ¡Sesshoumaru contéstame!

    Sesshoumaru no reaccionaba. Su padre llegaba, había abandonado las gradas.

    - ¡Sesshoumaru, hijo!
    - Maldición, su brazo... -algo horrible, no era una herida, no era un raspón. Pasaba de hecho el título de fractura.

    El hueso de su brazo salía de su piel, se había quebrado, pero del impacto ambas partes de sus huesos rompieron la piel y salían de su brazo. Ver esa herida era una impresión tremenda, por lo menos yo, jamás había visto una herida como esa.

    - ¿Cómo está mi hijo? –la señora también había ido, su preocupación era demasiada como para permanecer en las gradas.
    - Te dije que no vinieras.
    Sesshoumaru hijo! –exclama al ver su herida-. ¡No!, ¡no!, ¡no! -la señora se desmaya.
    - Maldición... ¡Izayoi! ¡Izayoi reacciona!
    - Sesshoumaru... no, Sesshoumaru -Sango ya no había podido detenerme más, ya yo estaba frente a Sesshoumaru, él estaba muy mal herido.
    - Pobrecito... –dijo ella llegando hasta nosotros.
    - No reacciona... –dijo Inuyasha preocupado.

    Además de esa herida en el brazo, tenía muchos raspones y una herida en la cabeza... su cabello plateado estaba cubierto en polvo y sangre.

    - Dios, santo –dijo llegando con nosotros la directora-. ¿Pero cómo pudo pasar esto?
    - Jamás había ocurrido que un caballo se pusiera así –la secundó el viejo Toutosai.
    - Lo sentimos mucho -dijo el profesor Jakotsu.
    - ¡Llamen a una ambulancia! -el anciano Mihouga era el doctor de la escuela, él atendía la enfermería, pero ese caso ya no era tan sencillo...
    - Por eso le dije que no debía participar en la carrera -dijo Hakudoshi fingiendo un tono de preocupación.

    Yo lo vi queriendo fulminarlo con la mirada...

    - Si no sabe montar, o no puede controlar un caballo, no está hecho para la equitación –dijo, me miró y el maldito sonrió.
    - Mi hijo sabe montar perfectamente –dijo el señor Inutaisho-. Esta vez el culpable es este animal, pero lo pagará caro -sacó una pistola, apuntó al caballo-. ¡El haber lastimado a mi hijo te costará la vida! -el señor estaba por dispararle al caballo cuando…
    - No... Padre no.
    - ¡Sesshoumaru! reaccionaste hermanito... -esa fue la primera vez en que vi que Inuyasha se preocupaba por su hermano, sin embargo lo único que me importaba en ese momento era que Sesshoumaru estaba bien.
    - Sesshoumaru... -dije sonriéndole pero sin poder hacer que mis ojos se secaran...
    - Padre... Hun no tiene la culpa, no le hagas daño –le decía dificultosamente.
    - Hijo...
    - Ahome... perdóname por no ganar la carrera.
    - ¡¡¡No digas tonterías!!! -le dije en un tono de regaño pero sonriéndole-. Eso no tiene importancia para mí.

    Sesshoumaru me miraba tristemente, se veía sumamente adolorido.
    ¡¡¡Sesshoumaru!!!! –se acerca gritando Kagura, quien apenas se había enterado de lo que pasó-. ¡Quítate! -dice y me empuja-. ¡No te le acerques! ¡¡Esto le pasó por tu culpa, por tu culpa!!

    Las palabras de Kagura me dolieron mucho porque tenía razón...

    - No... no la alejen de mí... –pensaba Sesshoumaru.

    En eso recordó…


    - Te dije que te iría mal por retarme y aquí entre nos, por fijarte en esa machorra, Ahome será solo para mí.

    - A... Ahome... -dijo y cerró los ojos.
    Al verlo cerrar los ojos…
    - ¿Sesshoumaru?... ¡Sesshoumaru!... ¡¡¡¡¡¡¡Sesshoumaru!!!!!!!

    Temí lo peor... se me figuró que era Akitoki, de nuevo a mi mente llegó el recuerdo de aquel momento.

    - Ahome... -dice en un susurro casi inaudible y cierra los ojos para no abrirlos jamás.

    - ¡No!... ¡no!, ¡no!, ¡no!, ¡¡no!!, ¡¡¡no!!! –comencé a gritar como una demente.
    - Ahome tranquilízate –me decía Sango.
    - ¡La ambulancia llegó! –gritó Ayame y vimos que detrás de ella venían unos jóvenes vestidos de blanco con una camilla.

    Recogieron el cuerpo de Sesshoumaru...

    - ¿A donde llevan a mi hijo? -preguntó la señora que ya se había recuperado de su desmayo.
    - Al hospital, vámonos Izayoi, tú irás con él en la ambulancia, yo me llevo el coche, Inuyasha date prisa.
    - Sí padre...

    Antes de que Inuyasha se fuera...

    - Por favor... llámame en cuanto sepas algo de tu hermano, por favor... si no de todos modos a la hora de la salida iré al hospital.

    Inuyasha no me respondió, sólo asintió y se fue.

    - Por favor... que todo salga bien -decía yo nerviosa.
    - Tenías razón... -me dijo Sango con un tono de culpa que no entendí.
    - No hables así... pareciera que la culpa pesara sobre tus hombros y no es así, yo no debí de hacerte caso, debí hablar con él... no debí hacer a un lado ese presentimiento.
    - También Inuyasha tenía razón.
    - ¿Por qué dices eso?
    - Te mentí Ahome...
    - ¿De qué estás hablando Sango?...
    - Te mentí, yo sí sabía que Sesshoumaru vendría a la escuela a las carreras.

    Cuando dijo eso me quedé helada...

    - Cuando entraste al salón Inuyasha me preguntó por qué buscábamos a Sesshoumaru, le dije lo que sentías, él me aclaro que no vendría a clases pero sí a la carrera y dijo que iba a decírtelo, yo le pedí que no lo hiciera...

    Escuchaba cada palabra que Sango decía... prestaba atención a cada sonido que emitía su boca, a cada movimiento de sus labios, a cada facción de su rostro...

    - Yo le dije que no te dijera, por un motivo muy frívolo, sólo quería verlo montar... y supuse que cuando lo vieras y vieras que nada pasaba estarías feliz también de verlo cabalgando, Inuyasha dijo que debía decirte o te molestarías, o pudieras tener razón, pero igual que a ti lo convencí de que sólo eran exageraciones tuyas por...

    La interrumpí...

    - Porque veo muchas caricaturas y películas de ciencia ficción -completé lo que ella iba a decir, haciendo que sus ojos se llenaran de agua...
    - Ahome yo...
    - Mi propia amiga... mi mejor amiga, no, mejor no, ¡mi única amiga no confió en mí! ¡¡dudaste de lo que te dije cuando bien sabes que no es la primera vez que tengo esa clase de presentimientos!!
    - Ahome...
    - No puedo creerlo, eso fue una traición Sango, yo confiaba en ti...
    - Pero yo no creí que fuera real... -le di una bofetada-. ¡Ahome!
    - ¡¡¡TE ODIO!!! -sólo le dije eso por la rabia y el miedo que sentía en ese momento.
    - Ahome…
    - No me vuelvas a dirigir la palabra Sango, jamás te perdonaré, ¡¡¡te juro que si a Sesshoumaru le ocurre algo malo jamás te perdonaré!!!
    - ¡¡No tienes derecho de hablarme así!! ¡¡¡¡Es fácil dudar de lo que dices con lo fantasiosa que eres!!!! ¿Dios, pero por qué dije eso?

    Sin querer, Sango había dicho lo que pensaba de mí...

    - Así que entonces siempre dudas de lo que te digo porque soy muy fantasiosa...
    - No, no quise decir eso yo...
    - Olvídalo... no te me acerques, no me hables, no me toques, no me dirijas la palabra, ¡ni siquiera la mirada! Si Sesshoumaru sale de esta, habrá posibilidad de reconciliarnos, pero si no... Jamás, óyelo bien, jamás te perdonaré Sango, ¡¡¡jamás!!!

    Me fui al salón... en todo el resto de las horas de escuela no se habló de otra cosa más que de lo que le había pasado a Sesshoumaru.

    A la hora de la salida.

    - Ahome...
    - Te dije que no me dirigieras la palabra.
    - Perdóname pero... quiero saber si irás al hospital.

    Entendí que Sango estaba preocupada, jamás la había visto tan interesada en un chico...

    - Sí... iré.
    - Puedo...

    No la dejé terminar.

    - Vamos...

    Ella sonrió, pero no le hice caso, nos disponíamos a tomar un taxi cuando...

    - ¡Esperen! –nos gritó Miroku.
    - ¡¡Esperen por favor!! –gritó un chico que venía con él. Era del mismo salón que Sesshoumaru, de baja estatura y de no muy buen ver.
    - ¿Qué pasa? –les dije seria.
    - ¿Irán al hospital a ver a Sesshoumaru? –dijo Miroku.
    - Sí, ¿por qué?
    - Quiero ir con ustedes.
    - ¿Y eso? –le preguntó Sango.
    - Inuyasha es mi mejor amigo.
    - ¿Qué? –me sorprendió escuchar eso de Miroku.
    - Nos hicimos muy buenos amigos, y sé que el debe sufrir por lo que le pasa a su hermano...

    Un recuerdo vago y rápido llegó a mi mente...
    - ¿Vienes a apoyar a tu hermanito?
    - No molestes... Sesshomaru no necesita apoyo, con o sin él, el resultado es igual... es un perdedor.

    - No es cierto, a él no le interesa su hermano, no puede ni verlo –le dije.
    - Yo soy su amigo y lo conozco más que tú.

    No le respondí a su comentario...

    - Por favor, déjenme ir con ustedes, no quiero llegar solo.
    - Está bien.
    - ¿Y tú quien eres? –dijo Sango dirigiéndose al otro chico.
    - Mi nombre es Jaken, soy de primer grado grupo B.
    - ¿Y para qué nos hablabas?
    - Miroku me dijo que ustedes irán al hospital donde está Sesshoumaru, quiero ir a verlo, Sesshoumaru me ayudó en los exámenes el viernes, y le debo haber pasado la materia, además de que desde que llegó nos hicimos amigos. Le he tomado mucho aprecio y quiero ir a ver cómo se encuentra. Quiero pedirles que por favor me dejen ir con ustedes.
    - No hay problema... vamos.

    Tomamos un taxi y llegamos al hospital...

    Pregunté a la recepcionista...

    - ¿En qué habitación se encuentra el joven Sesshoumaru Taisho?
    - ¿Taisho dice?
    - Sí.
    - Permítame –consulta el computador-. Lo siento pero el señor Taisho ha pedido que no se den informes de su hijo.
    - ¿Qué? –Sango puso cara de frustración.
    - ¡¡Por favor necesitamos saber cómo se encuentra!! –le dijo Jaken.
    - Es injusto que no nos lo quiera decir –Miroku se veía desesperado, en verdad quería estar con Inuyasha.
    - Son órdenes del señor Taisho.
    - Usted no sabe con quién se está metiendo -le dije con una voz seria pero muy firme...
    - No la entiendo...
    - Soy Ahome Taisho.
    - ¿Qué?
    - ¿Taisho? O sea usted es...
    - Así es, soy hija de Inutaishou Taisho, y hermana de Inuyasha e Inumaru Taisho Takahashi. Y mi hermano Sesshoumaru se encuentra en este hospital, herido, y usted se niega a darme informes de él, e incluso a pasar a verlo.
    - Discúlpeme usted señorita Taisho, pase por favor, el paciente Sesshoumaru Taisho se encuentra en el segundo piso en el área de terapia intensiva... ahí encontrará a sus padres y a sus hermanos, discúlpeme por favor.
    - Agradezca que no le diré a mi padre de su altanería -le dije y comencé a caminar junto con los muchachos hacia el elevador...
    - Disculpe, pero ellos no pueden pasar... -dijo refiriendose a Sango, Miroku y Jaken...
    - Son nuestros amigos, claro que pueden -me di la vuelta y seguí caminando con ellos.

    En el elevador...

    - Eres muy lista Ahome –me dijo Miroku.
    - ¿Entonces no es hermana de Sesshoumaru? –preguntó Jaken.
    - No seas bobo, sólo lo dijo para que nos dejaran pasar –le dijo Sango.

    Salimos del elevador...

    Sólo Inuyasha e Inumaru estaban ahí sentados en unos muebles.

    - Mira hermano, son tus amigos de la escuela -dijo el pequeño al vernos, ya que estaba de frente.
    - ¿Qué? -dice Inuyasha, se levanta y voltea a vernos-. ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Cómo entraron?

    No le respondí nada, me le fui encima y le di una bofetada.

    - ¡¡¡Eres un maldito!!! ¡¡¡Si no le hubieses hecho caso a la tonta de Sango nada de esto estaría pasando!!!
    - ¿A qué te refieres? -me preguntó quedo y tocándose el rostro...
    - Yo sabía, no, no sabía, yo sentía que esto estaba mal, que Sesshoumaru no debía participar en la carrera, yo lo sabía... y ustedes dos no me hicieron caso.
    - Por alguna razón el caballo actuó de forma extraña.
    - No puedo creer que seas tan tonto, Hakudoshi lo provocó. El caballo conocía a Sesshoumaru, no se hubiese portado así con él, ¿o me equivoco?
    - Es verdad... el caballo conoce a Sesshoumaru muy bien.
    - ¿Cómo está él? –le preguntó Sango.
    - Mal...
    - ¿Qué tiene Sesshoumaru? –preguntó Jaken.
    - Son múltiples golpes, pero las heridas más graves son la del brazo y la de la cabeza.
    - ¿Y cómo se encuentra tu mamá Inuyasha?, la vi muy mal –le dijo Miroku.
    - Tuvieron que darle unos calmantes, se puso muy nerviosa con lo que dijo el medico.
    - Qué dijo.
    - Verás...

    El señor Inutaishou está parado junto a su esposa al lado de la cama de Sesshoumaru quien permanece inconsciente. Inuyasha e Inumaru estaban sentados en un mueble en la misma habitación.

    - ¿Doctor cómo está mi hijo? –pregunta el señor.
    - No les tengo muy buenas noticias.
    - ¿Dígame qué tiene mi hijo? –la señora lloraba.
    - Tiene heridas menores que no tardarán en sanar, el golpe de la cabeza puede dejar secuelas.
    - ¿Qué clase de secuelas?
    - Es probable que haya pérdida de memoria, o que surja algún tumor posteriormente.
    - No…
    - Es sólo posibilidad, pero lo dudo, aun así le practicaremos estudios posteriores a cuando abandone el hospital, eso no es lo más grave, por ahora lo más importante es su brazo.
    - ¿Qué pasa? –preguntó Inuyasha.
    - Al principio había la posibilidad de que lo perdiera.
    - ¡¡¿Qué?!! –la señora tapó su rostro con sus manos.
    - ¡¡¡No permitiré que usted mutile a mi hijo!!! –el señor había tomado al doctor de la bata.
    - Tranquilos, ese peligro ya pasó –cuando dice eso el señor lo suelta-. Logramos unir ambos huesos con unos clavos de platino pero... lo más probable es que no pueda volver a mover el brazo.
    - ¿Qué? ¡¿Usted me está diciendo que el brazo de mi hijo quedará inservible?!
    - No del todo señora, pero no podrá volver a ser un chico normal, su brazo podrá flexionarlo, pero no al cien por ciento, además de que no podrá ejercer fuerza con el.
    - ¿No se puede hacer nada más?
    - Me temo que no señor, con esfuerzos le hemos salvado el brazo.
    - Maldición... hermano.

    Inuyasha recordó...

    - ¡No te muevas tanto!
    - Déjame tranquilo, yo no te dije que me curaras, además son sólo unos rasguños.
    - Si por mi fuera te dejo así... pero no quiero que se te infecten y te den gangrena y apestes toda la casa.
    - Eres un estúpido...
    - Además si te cortan algo la lucha por la causante de estos rasguños no tendría caso.

    - Hermano...
    - ¡Mi hijo! ¡Mi pobre hijo! –la señora lloró con más fuerza.

    - Y es todo lo que sé por ahora –terminó de decirnos.
    - Maldición... -dije apuñando mis manos-. Es mi culpa, es mi culpa...
    - Deja de culparte por algo que es obvio no estuvo a tu alcance...
    - No entiendes nada... jamás podrás entender.

    Salí corriendo del hospital, ya no quería escuchar ni saber más... Sesshoumaru no volvería a sonreír de la misma manera al no ser un chico completo en toda la extensión de la palabra y eso era por mi culpa.

    Sango se quedó en el hospital con Miroku y Jaken acompañando a Inuyasha, pero en ese momento, Inuyasha era la persona que menos me importaba.

    Sesshoumaru... él estaba mal por culpa mía, no podía evitar sentirme culpable, de nuevo me sentía así, con esa enorme culpa sobre mis hombros... todo era tan parecido, pero agradecía mil veces a Dios, que Sesshoumaru sí estaba con vida.

    Me fui a casa, me encerré en mi cuarto y el sueño me venció... no despertaría hasta el día siguiente.


    ----------------------------------------------


    Ok, admito que estuvo aburrido, pero el proximo será mejor se los prometo.

    Proximo cap.

    CAPÍTULO 11:
    Ahome vs Hakudoshi


    No se lo pierdan!
     
  13.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, por fin pones conti de este fic, ya me estaba impacientando.

    Primero lo primero, bueno yo no diria que el capítulo estuvo aburrido, más bien Kagome se la pasó lamentandose de lo que sucedió ya que según ella todo es su culpa, pero la verdad es que Sango e Inuyasha no fueron de gran ayuda al mentirle sobre la competencia de Sesshomaru. Otra cosa que me tiene muy sorprendida es la supuesta atraccion que siente Hakudoshi hacia Kagome. Perdoname si lo he pasado por alto pero en lo que va de fic no recuerdo ningun acercamiento especial entre Kagome y Haku ._.

    Ya me imagino por donde va la cosa con la posible perdida de memoria de Sesshomaru, viene drama, mucho drama, lo presiento. Me inquietó un poco cuando me dijiste que Sango no está clara con sus sentimientos, yo pienso lo mismo, mas bien pareciera un capricho, como que se antoja de tener lo que Kagome consigue y si no lo obtiene arma un lloriqueo:o

    Bueno estaré esperando el proximo capítulo, lo esperaré con ansias para ver como trata Hakudoshi a Kagome XD, nos vemos bye!!
     
  14.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola !!
    ahome dea me has dejado muy mal T-T, si de por si tengo yo lastimado el brazo , y tu desquitandote con sesshy me has dejado
    con una herida ( me imagine que era sesshy y ha como me dolio), pero lo del brazo con clavos eso kyaaaaaaaaaaaaa, pobre, la verdad dejaran de ser amigas ahome y sango¿? que pasara despues en la escuela entre hakudoshi¿?.
    nome queda mas que esperar la proxima actualizacion del ff que cada vez se pone padrisimo...!!
    asi que nos leemos luego!!;)
    bessos.
    sesshogriss
     
  15.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Holas, aquí les traigo la contide estefic n . n espero que les guste.

    Pan-chan - Tan linda siempre n.n, qué bueno que te gustara, gracias por animarme ji, lo que dices de Haku y Kag, es uy cierto, en lo que va de fic no se ha visto un acecamiento especial entre ellos, pero la cuestión es... bueno, en el cap de hoy tal vez te hagas una idea, espero te guste, ha otra cosa jeje, eres buena para descifrar la personalidad de los personajes n. n

    SESSHOGRISS Holitas... dos cosas, una yaeí tu fic y terminando de poner conti me lanzo a postear y dos... que bueno que te gusta n . n y no, ni dios lo mande no imagines esas cosas jeje, es muy doloroso. Y por tu espera aquí va la conti, espero te guste.

    -----------------------------------------------------


    CAPÍTULO 11:
    AHOME VS HAKUDOSHI








    Dormía plácidamente, el viento movía las cortinas de la ventana, y unos rayos de luz asomaron a mi cama. Abrí lentamente los ojos, enseguida pensé... "Quizá todo fue una pesadilla y hoy iré a la escuela y todo estará bien" pero no, luego recordé que el día anterior llegué a casa, me encerré y me tiré a la cama, no cerré la ventana. Hoy estaba abierta... entonces de nuevo ese sentimiento de culpa. Me levanté, busqué mi otro uniforme porque el del día anterior lo traía puesto aun, me metí a bañar.

    Sentía cada gota de agua recorrer mi cuerpo, parecía todo tan pacifico... sin embargo no era así, mis lagrimas se revolvían con las gotas de agua.

    Salí, me pase el peine por el cabello para desenredarlo, salí de mi habitación, bajé las escaleras... me disponía a salir pero...

    - ¿Qué te pasa Ahome?
    - Nada, ¿por qué lo dice abue?
    - Ayer ya no te vi en todo el día, te encerraste en tu cuarto y ya no saliste ni a comer.
    - No tengo nada abuelita, discúlpeme por eso, al rato sí vengo a comer con usted y con mi papá.
    - Está bien ¡¡cuídate mucho!!

    Salí caminado lentamente, eran las siete de la mañana, pensé que iría sola pero...

    - Tardaste...

    Me paré sorprendida... ¿qué hacía Sango ahí? aparte estaba un poco mojada de la ropa... me le quedé mirando, preguntándome yo misma la razón, pero como nos conocíamos tan bien, ella leyó mis pensamientos...

    - En la mañana llovió un poco, pero me vine temprano para esperar a que pasaras –me dijo.
    - ¿Qué quieres? Te dije que no... - ella me interrumpió...
    - Pensé que desearías saber qué pasó ayer en el hospital después de que saliste corriendo.

    Me interesaba, pero...

    - No me interesa, con tu permiso...

    Seguí mi camino...

    - ¡¡Por favor Ahome!! ¡¡Ya he dicho que lo siento, por favor no sigas molesta conmigo!!

    Me detuve, voltee levemente a verla y...

    - Te equivocas Sango, yo no estoy molesta contigo... simplemente me decepcionaste.
    - Ahome por favor...
    - No te preocupes Sango, seguimos siendo amigas, pero por el momento me siento mal, me siento ofendida, no puedo hablar contigo como si nada, sabiendo que Sesshoumaru está muy mal por una imprudencia nuestra.
    - Ahome...
    - Hasta que todo esto se solucione de la mejor manera, por favor Sango, mantente alejada, no quiero ser grosera contigo.

    Sango ya no me dijo nada... se quedó parada a esperar a que me alejara lo suficiente para que ella pudiera continuar caminando.

    Llegué a la escuela, estaba muy triste...

    - Hola Ahome... ¿qué sabes de Sesshoumaru?
    - Hola Yura -le respondí sin ánimo-. No sé mucho, pero está mal.
    - Lo siento.
    - Sí... lo sé.

    Seguí caminando hasta el salón, tan distraída iba que choqué con alguien y caí al suelo...

    - Me dolió... supongo que no tanto como a Sesshoumaru la caída de ese caballo -pensaba sin levantarme del suelo hasta que...
    - ¿Te encuentras bien? –me preguntó la persona con quien chocara.
    - Sí, disculpa, no me fijé por donde iba...
    - ¿Tan mal te sientes por lo que pasó con mi hermano que hasta te disculpas?

    Alcé la vista para verlo, era Inuyasha.

    - Ha, eras tú... de todos modos lo siento -le dije y seguí caminando rumbo al salón.
    - Por lo que veo mi hermano le importa demasiado... -dijo bajo mientras veía como me alejaba.
    - Le importa más de lo que ella misma se imagina –le dijo alguien detrás de él.
    - ¿Sango?
    - A ella le gustaba Sesshoumaru, mucho, pero como se enteró de que a mí me gustaba se hizo a un lado... parece increíble, una semana de conocerse, una semana y Sesshoumaru se convirtió en su razón para despertar.

    Inuyasha recuerda algo...

    - Ahome… tienes que decirle que no lo quieres, por favor Ahome… ¡me gusta! ¡Me gusta mucho! ¡Por favor Ahome! ¡¡Inuyasha!! ¡¡Dile por favor que no!! ¡Dile que le diga a Sesshoumaru que no lo quiere! ¡¡Por favor!! ¡¡¡Yo lo quiero Ahome!!! ¡¡¡Me gusta mucho!!!!

    - Entonces a ella si le interesaba. Pero... ¿por qué me mentiría? Bueno, aun así a mí no me importa –pensaba pero luego dice-. No, no es tan increíble... suele suceder.
    - ¿A qué te refieres? ¿Te ha pasado?
    - No me refiero a nada en especial y no, jamás me había pasado- le dijo y se fue...
    - ¿Qué habrá querido decir con eso?

    Yo dejé mi mochila en el salón, sabía que ese día no habría clases, los maestros andarían ocupados con los estudios al caballo, y cosas así... tendríamos todo el día libre.

    Después de dejar mi mochila salí y me fui a sentar a la parte trasera de la escuela en mi árbol favorito...

    - Sesshoumaru... tienes que estar bien, te debes poner bien...

    En eso...

    - ¿En qué piensas? –me dijo dulcemente Inuyasha.

    Escuché su voz, voltee a verlo y me encuentro con esos ojos ámbar tan parecidos a los de Sesshoumaru, mis ojos se ponen llorosos. Llorosos por culpa de un recuerdo...

    - Qué chico tan mal educado. No tiene nada que ver con su hermano. Sesshoumaru.
    - ¿Pensando en mí?
    - Ha… hola, este… ¿qué haces por aquí?
    - Pues… estudio en esta escuela y también tengo receso.

    - No te pongas triste... está mejor -me dijo y se sentó a mi lado-. ¿Lo quieres cierto?

    No sé por qué razón me sentí rara cuando él me preguntó eso, y no sé por qué razón le mentí, o bueno, al menos eso creí...

    - No Inuyasha, tu hermano no me gusta y no lo quiero en un sentido fuera de lo normal, lo aprecio ya te dije por qué, pero por ahora me siento mal, porque lo que le pasó fue en gran parte por mi culpa.
    - ¿Por qué dirá que no le interesa? No fue tu culpa... ya deja de decir eso.
    - No sé... no sé cómo me siento.
    - Pues por ahora supongo que Sesshoumaru ya está bien, sólo falta a que sus heridas sanen del todo, su brazo pues... es inevitable, quedará como dijo el médico, pero por lo demás estará bien.
    - Aun así...
    - Está con vida.

    No entendí por qué había dicho eso... pero me llegó muy dentro lo que dijo.

    - Está con vida y es lo que importa, al verlo caer del caballo temí lo peor... y más aun cuando fue arrastrado por él. Pero está bien, se repondrá y volverá a fastidiar a la casa muy pronto, e igual, volverá a venir a la escuela a hostigar con su putrefacta presencia...

    No entendí al principio su manera de decir las cosas pero luego sí, así, de la nada... esa era su manera de quererse, ellos eran así. Inuyasha quería a su hermano, le importaba, después de todo, era su hermano, pero se trataban... bueno, ustedes ya lo habrán notado.

    - Tienes razón... -dije y volví a sonreír, en eso comienza a llover.
    - Vaya qué bien, llueve.
    - No... Detesto la lluvia -dije con pesadez por algo que más adelante sabrán.
    - ¿Y eso?... es linda.
    - ¿Qué tiene de linda? Hace que se hagan charcos y si algún automóvil pasa por ellos te salpica, hace lodo, y no, simplemente no me gusta... detesto la lluvia.
    - ¿Qué te ha hecho la pobre lluvia?
    - Me trae malos recuerdos...
    - ¿Cómo cuales?
    - Mejor olvídalo... - le dije escondiendo mi mirada aun más triste.
    - Oye... ¿sabías que tienes una mirada muy fría?
    - ¿? - inevitablemente volví a verlo.
    - Bueno, no vayas a molestarte pero... aunque en ocasiones te rías, cosa que tampoco es muy común, tus ojos se ven muy serios, tienes una mirada no sé si es fría, así indiferente, o triste...
    - No lo sé, soy así. También tú tienes una mirada misteriosa.
    - ¿Misteriosa?
    - Aja...
    - ¿Y cómo es eso?
    - No me atrevo a decírtelo por ahora, será cuando te conozca mejor.

    Por suerte las ramas de ese árbol tenían un espeso tejido de hojas que impidieron que nos mojáramos... y cuando la lluvia cesó…

    - ¡¡¡Ahome!!! –me gritó a lo lejos Yura y corrió hacia nosotros-. ¡Ahome te estaba buscando!
    - ¿Qué pasa? –le pregunté.
    - Lo escuché –dijo casi sin aliento.
    - ¿Qué escuchaste? –le preguntó curioso Inuyasha.
    - ¿Tú eres el hermano de Sesshoumaru verdad? –Yura casi no se llevaba con él.
    - Sí.
    - Ahome... escuché a los maestros hablar sobre los análisis que le hicieron al caballo de Sesshoumaru.
    - ¿Y qué pasó?
    - ¡Salieron positivos!
    - ¿Qué quieres decir? –le dijo Inuyasha con una expresión en el rostro que desconocí.
    - Al caballo le fue suministrada una sustancia que altera al cerebro y provoca desequilibrios en su comportamiento, por eso actuó así... los maestros están preocupados, no saben quién pudo ser el responsable.
    - Con razón Hun se portó tan extraño.
    - Lo sabía... lo sabía... ¡fue él! –dije.
    - ¿De qué hablas? –dijo Inuyasha, pero no le respondí.

    No le dije nada, salí corriendo... deseaba con todas mis fuerzas encontrar a ese maldito.

    - Hay no –dijo Yura.
    - ¿Qué pasa?
    - Irá a buscar a Hakudoshi.
    - ¿Qué?

    Yo corría y buscaba con la mirada a ese maldito... en eso choqué con Sango.

    - ¿Ahome a dónde vas?
    - A hacer que Hakudoshi pague por lo que ha hecho.

    En eso pasaba Jaken.

    - ¡¡Jaken!! ¿Has visto a Hakudoshi?
    - Lo vi con Morioumaru y Muso en el patio trasero F.
    - Con que sí ha...
    - No... ¡¡Ahome espera!!!

    No le hice caso a Sango, seguí corriendo...

    - Ahome –se quedó mirando.
    - ¡Sango! ¿Has visto a Ahome?
    - Pasó por aquí hace un momento... dijo que iba a buscar a Hakudoshi.
    - ¡Mierda! ¿Hacia dónde se fue?
    - Hacia el patio trasero F -los patios de la escuela estaban divididos, y los de atrás muy en especial debido a que eran distintos, unos eran patios con árboles y pasto, otros simplemente jardines y así.
    - ¡Vamos Inuyasha o se meterá en problemas!

    Muy tarde...

    Hakudoshi hablaba con sus "amigos"...

    - Fue genial jajaja –le decía Muso.
    - Claro, además... Entei y yo quedamos como héroes al tratar de ayudar al idiota de Sesshoumaru jajaja.
    - Eres un genio –dijo Morioumaru.
    - Claro que sí.... -fue lo último que pudo decir Hakudoshi, ya que alguien a quien él no vio le dio un puñetazo-. Pero que demo... ¿tú?
    - ¡Eres una mierda Hakudoshi! –le dije.
    - ¿Qué te pasa?
    - Maldito... ¡tú le diste algo a Hun para que actuara de esa manera y lastimara a Sesshoumaru!
    - Te advertí que me las pagarías... tú y ese maldito.
    - ¡¡¡Si te querías desquitar de lo que pasó el otro día lo hubieses hecho conmigo!!! ¡¡¡No tenías que dañar a Sesshoumaru!!!

    En eso iban llegando Sango, Yura e Inuyasha...

    - Muso... ve a llamar a Kanna y Azuka.
    - De acuerdo, están cerca...

    Se va...

    - Maldito engendro... ¡tú lastimaste a mi hermano y lo pagarás! -se iba a acercar a Hakudoshi pero...
    - Sí quieres pelea yo seré tu oponente –le dijo Morioumaru poniéndosele en frente.
    - ¿Me llamaste primo? –dijo Kanna acabando de llegar.
    - Sí... me parece que voy a necesitarte.
    - Quiero pelear contigo Hakudoshi… -le dije viéndolo furiosa.
    - ¿Qué? –Inuyasha se sorprendió.
    - Era conmigo con quien tenías el problema ¿no? resolvámoslo.
    - Por mí... perfecto.
    - Que sea limpio Hakudoshi... ¡no importarán los golpes ni heridas ni nada! La pelea se terminará hasta que uno de los dos pierda el conocimiento... y que tus amigos no se metan.
    - Es lo mismo que te diría... aparte, que no importe nada, los maestros no deben enterarse....
    - De acuerdo.
    - ¡¡¿Estás loca?!! ¡¡¡Te va a lastimar!!! –me gritó Inuyasha tratando de disuadirme.
    - ¡¡¡¡Tú cállate!!!!

    Jaken había avisado a Miroku y apenas llegaba...

    - Ahome por favor no lo hagas...
    - Miroku... tú me conoces, sabes que soy muy fuerte.
    - ¡Claro que lo eres! Pero no debes pelear con Hakudoshi, él no te tendrá compasión...
    - Ni yo tampoco a él...

    Hakudoshi me miró con una mirada muy fría, como si además disfrutase ese momento...

    - ¿Cómo te sientes Ahome? –dijo con una sonrisa cínica.
    - ¡¡Cállate y prepárate!! -le dije yéndomele encima con golpes pero los esquivaba-. Maldición…
    - Eres tan predecible... -dijo suave y me dio un rodillazo en el estomago que hizo que cayera al suelo.
    - ¡¡¡Ahome!!! –gritaron Sango, Inuyasha y Yura.

    Ellos iban a correr a levantarme pero...

    - Ya te dije que si quieres pelea, conmigo... -dijo Morioumaru tapándole el paso a Inuyasha.

    - ¡¡¿A dónde barrendera?!! -dijo Azuka poniéndose frente a Yura.
    - ¡Eres una maldita perra desgraciada! –le respondió-. ¡Es tu prima!
    - ¿Ha sí?... se me olvidó, ¿cómo vez?
    - ¡¡O te quitas o te quito escuinclita!! Soy mucho mayor que tú y más grande, te irá mal si te pones conmigo...
    - Pues lo sentiré por ti... porque siendo madre soltera necesitas limpiar lo que nosotros ensuciamos y si yo me quejo con la directora te correrán.
    - ¡¡¡Maldita, con mi hijo no te metas!!!
    - Entonces mantente quieta...

    - Ni siquiera intentes pasar Sango –le dijo Kanna.
    - Maldita... ella quería ser tu amiga, ¿cómo es posible que hagas esto?
    - Pero yo no quería ser su amiga, había oído de ella y la odiaba antes de conocerla, mi primo me habló mucho de ella...
    - ¿Pero cómo la conociste de vista? cuando ella te habló no sabías que era Ahome...
    - Claro que sí... Hakudoshi tiene una foto de ella en su cuarto -antes de que Sango pudiera pensar algo- la cual usa como blanco de dardos...
    - Maldita... por eso la ignoraste.

    - Ahora entiendo por qué su indiferencia cuando le hablé el día que llegó. Sango... me defiendes de ellos –pensaba escuchando su conversación, luego volví a lo mío-. No cantes victoria Hakudoshi, un golpe no es nada -diciendo esto me le fui encima con un puñetazo que no fallé, y luego lo tomé del brazo y lo azote en el suelo...
    - ¡¡Maldita machorra!! -dijo en el suelo, pero antes de que se pusiera de pie yo me subí encima de él y le di varios puñetazos en la cara...

    Él no podía librarse de mí...

    ¡Vamos a ayudarlo! -le dijo Muso a Morioumaru...

    Los dos se dirigían hacia nosotros pero...

    - Dijiste que si habría pelea sería conmigo... –Inuyasha se interpuso en su camino.
    - ¿A donde crees que vas? De aquí no pasas -dijo Miroku poniéndose frente a Muso.

    - ¡Maldito! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡¡Por Sesshomaru!! -por cada palabra que decía a Hakudoshi, era un puñetazo que asestaba a su cara.
    - Esta maldita... me va a matar... ni hablar, juguemos sucio. ¡Maldita machorra quítate! ¡¿No vez que hay lodo?! ¡Mira lo que deja la lluvia!

    Me quedé estática... "Lluvia... Mira lo que deja la lluvia" una de las frases exactas que me partían en dos...

    - ¡No! ¡Eso es trampa! –gritó Sango.
    - ¿Qué pasa? ¿Qué le pasa a Ahome? –le preguntó Inuyasha.
    - Los recuerdos que la persiguen...

    Hakudoshi estaba aprovechando la confusión de esas palabras...

    - Sí, ¿lo recuerdas verdad?, recuerdas la brisa...

    Me puse de pie... él se levantó.

    - ¿Recuerdas las risas y la lluvia no?

    Me tapé los oídos, no quería escucharlo.

    - ¡Cállate! ¡¡Calla!!
    - Sí... la lluvia...

    - ¿Qué pasa? –seguía preguntando Inuyasha-. ¿Qué tiene la lluvia? ¿Por qué le afecta tanto? -ante sus preguntas recuerda algo...

    - Vaya qué bien, llueve.
    - No... Detesto la lluvia.
    - ¿Y eso?... es linda.
    - ¿Qué tiene de linda? Hace que se hagan charcos y si algún automóvil pasa por ellos te salpica, hace lodo, y no, simplemente no me gusta... detesto la lluvia.
    - ¿Qué te ha hecho la pobre lluvia?
    - Me trae malos recuerdos...
    - ¿Cómo cuales?
    - Mejor olvídalo...

    - ¿Le tienes miedo cierto? -decía Hakudoshi avanzando hacia mí, se pasa por el rostro la mano y se limpia la sangre que le salió de las heridas provocadas por mis golpes-. Mira, sangre... sólo para esto sirves, para derramar sangre...
    - ¡¡¡Cállate!!!
    - Mira... Mira... ¡¡¡Mira!!!-grita y me da un puñetazo en la cara.
    - ¡Ha! -la nariz me sangraba-. Sangre...
    - Así es... sólo sirves para eso, por eso Houjo y su familia te odian.
    - ¡¡No es cierto!!
    - Claro que sí, incluyendo a la pequeña Ayumi. ¡Todos te odian por lo que hiciste!
    - ¡¡¡Cállate!!!

    - Houjo... ella ya me lo había mencionado antes –Inuyasha buscaba confundido respuestas para mi actitud.

    - Por favor Inuyasha… tienes que entrenarlos. Cuando ibas a venir a esta escuela todos decían que eras genial jugando soccer, por favor, no me hagas esto.
    - ¿Pero qué te pasa? No te estoy haciendo nada…
    - ¡¡Por favor Inuyasha!!
    - ¿Tan importante es para ti que yo sea el capitán?
    - En la escuela Jubangay, en el equipo de segundo grado B, hay un chico llamado Houjo al que quiero que venzas…
    - ¿Qué?
    - Por favor… sólo no renuncies al cargo, te lo ruego…

    Hakudoshi me volvió a golpear, esta vez no me levanté del suelo y el aprovecho para patearme... despacio, para disfrutar mejor...

    - Ahome... –Inuyasha apretaba los dientes, no podría moverse de ahí-. La esta lastimando mucho pero no puedo ayudarla...

    - Eres tan poca cosa –me decía Hakudoshi viéndome con asco.
    - Maldición... –pensaba adolorida.
    - Sólo un tonto como Akitoki pudo quererte... por estúpido, ya que haber llegado a apreciar a alguien cómo tú le costó la vida al idiota.

    Tonto, estúpido, idiota... eran demasiados insultos juntos para su memoria, no lo resistí... sin saberlo, Hakudoshi me dio la fuerza necesaria para vencerlo...

    - Jamás... te vuelvas a expresar así de Akitoki.
    - De nuevo ese nombre... ¿quién será Akitoki? –Inuyasha estaba cada vez más confundido.
    - ¿O si no qué? –me dijo retándome.

    No le dije nada, sólo lo golpee... una, dos, tres veces...

    No le di oportunidad de volver a hablar... me había hecho llorar con los insultos que le dijo a Akitoki y eso no se lo perdonaría. Lo golpee sin darme cuenta de cómo, el caso es que él se desmayó y ahí había acabado la pelea...

    Sus compañeros fueron a levantarlo...

    - Rápido digámosle a la directora –dijo Kanna a los demás.
    - Si ustedes hacen eso, también les partimos la "%$#&% -le dijo Yura.
    - Tengan un “poquito” de dignidad y cumplan con la palabra de su "amigo" –les dijo Inuyasha.

    Ellos nos vieron amenazantes pero se fueron de la escuela... llevaron a Hakudoshi a un hospital.

    Yo seguía llorando...

    Como ya todo había acabado mis amigos... sí, mis amigos... se acercaron a mí.

    - ¡¡Ahome!! -dijo Sango y me abrazó-. Amiga ve cómo te dejaron...

    Sonreí entre lágrimas... apenas me daba cuenta de que no estaba del todo sola, Sango era mi amiga, pero nunca me detuve a pensar en Miroku, en Yura y ahora también tenía a Inuyasha y Jaken, aunque era peque...

    - Esto se te va a hinchar -dijo Inuyasha mientras me tomaba del mentón y observaba el golpe que Hakudoshi me había dado en la nariz.

    Me ruboricé al ver cómo me tenía, de lejos cualquiera hubiese pensado que estaba a punto de besarme.

    - E... estoy bien.

    Él al percatarse de cómo estábamos también se puso rojito.

    - Lo... lo siento.
    - No te preocupes –le sonreí.
    - No se muevan de aquí... en seguida vuelvo.

    Inuyasha se fue corriendo...

    - ¿A dónde irá? –preguntó Sango.
    - No lo sé –respondió Miroku.
    El silencio se hizo presente por largo rato, hasta que…
    - Ahome... estaba muy preocupado por ti –dijo Miroku viendo en dirección a donde Inuyasha se fue.
    - Gracias Miroku –le dije.
    - No... bueno sí, yo también, pero me refería a Inuyasha.
    - ¿Ha?
    - Mejor olvídalo.
    - ¿Ya te sientes bien? –me preguntó Yura.
    - ¿A qué te refieres?... -le dije temiendo lo que diría.
    - Obvio no hablo de los golpes, sino de lo que te dijo ese maldito enano.
    - Aun me duele mucho...

    En eso...

    - Pues con esto ya no te dolerá -dijo Inuyasha sin darme tiempo de reaccionar y me puso algo en la cara, algo que se sentía caliente...
    - Qué es eso…
    - Una pomada especial, mi padre la mandó a hacer debido a que Sesshoumaru y yo siempre nos andábamos golpeando... sirve para quitar el dolor y para evitar la aparición de moretones.
    - Gracias...
    - Pero no debe ser así... -él comenzó a pasar sus manos sobre mi rostro esparciendo la pomada-. Sango... ve con ella al baño y ponle en el resto del cuerpo, en dónde la golpeó Hakudoshi...
    - ¿Y por qué no se la pones tú? –le dijo Miroku con una expresión entre que molesta y acusadora.
    - ¡¡¿Estás loco Miroku?!! ¡¡Para hacer eso tendría que alzar su blusa y su falda!! –le respondió Inuyasha con un rubor más que notorio.
    - ¿Pero qué le pasa? –me pregunté.
    - Bueno, tú te lo pierdes... si no quieres yo lo hago -diciendo esto me mete la mano bajo la falda.

    Resonaron dos cachetadas y un golpe seco.

    - Hay... no se enojen –dijo el pobre Miroku tambaleándose.

    Sango le dio una bofetada, yo le di otra e Inuyasha un puñetazo... leve, pero le dolió.

    - Yo le pegué porque se propasó conmigo... ¿pero y ustedes? Sango sé que se puso celosa, ¿pero Inuyasha?
    - He... pues... –Sango estaba nerviosa.
    - Este... yo... –pero Inuyasha mucho más.
    - Porque tú siempre me defiendes de él, ahora me tocaba a mí –Sango ya se había librado.
    - Bu... bueno yo... ha... porque... porque lo estoy ayudando a dejar ese vicio, aja, eso es... ¡vámonos Miroku! -lo jaló de las greñas y se lo llevó.

    Se fueron corriendo...

    - Tengo la leve sospecha de que a Inuyasha le gustas –me dijo Yura risueña.
    - ¡¡¿Qué?!!!
    - No es por nada Ahome, pero yo también lo creo –Sango la respaldó en su comentario.
    - ¿Que a Inuyasha le gusto?

    Nunca me hubiese pasado por la cabeza eso... Inuyasha... ¿yo le gustaba a Inuyasha? No, definitivamente eso era una tontería.
    -----------------------------------------------

    ¿Qué les pareció?

    Espero que sí les gustara, nos vemos!!!
     
  16.  
    LadyWitheRose

    LadyWitheRose Usuario común

    Acuario
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    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    ahora si que me paso de nuevo por aqui jejejeje
    te a quedado excelente desde el ultimo capitulo que lei...en verdad casi me da un infarto cuando le paso
    a mi querido Sesshomaru el accidente del caballo...pobre de Kagome...y casi lloro por que Sesshomaru no pudo cumplir su promesa...demo...creo que aqui esta llendoce hacia la pareja de Inuyasha y Kagome...no no!!!...yo kiero que sea Sesshomaru y Kagome...xD....pero todo sea lo que la escritora mande jejejeje... espero la continuacion pronto...
     
  17.  
    tempest

    tempest Entusiasta

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    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola, que bueno que volvistes apublicar este fic que por cierto es uno de mis favoritos. me enccanta la forma en que narras y describes las emociones de los personajes.
    este capitulo y el anterior fueron muy interesantes pero a la vez muy tristes. pobre ahome es horrible lo que le paso.
    ¿puede ser que hakudoshi tenga un amor obsesivo por ella y como no puede tenerla la lastima? otra pregunta más ¿puede ser que ahome sea algo así como clarividente?...se que suena fantasioso perpo se me ocurrio. espero que lo continues pronto
     
  18.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, primero que nada, Guaooo :) estuvo genial este capítulo no se por donde empezar XD

    Debo admitir que me equivoqué un poco al juzgar a Sango, ella siempre está junto a Kagome en los malos momentos y por lo que ententí incluso está dispuesta a hacerse a un lado para que Kagome y Sesshomaru sean felices, pero está el detalle de Inuyasha, que al parecer siente algo especial por Kagome ._. Bueno nunca pensé decirlo pero me cae bien Inuyasha en este fic, POR AHORA!

    Hay un pasado oscuro atormentando a Kagome, alguien murió por su culpa, un accidente, no entendí muy bien ya que solo eran pequeños recuerdos, no capté muy bien la relación que tiene Hakudoshi en todo esto, tampoco pude notar mucho amor entre el y Kagome, esa pelea estuvo reñida y el enanito no tuvo compasión a pesar de que estaba peleando con una chica:eek:

    Pero como dicen, el amor es muy extraño, así que todo es posible. No supimos de Sesshomaru en este capítulo, espero que pongas conti pronto amiga porque me tienes de nervios!:D Bye!!

    pd: Te quedó genial la narración ;)
     
  19.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Holas!!! Al fin vengo a poner la conti. Me fui de unas vacaciones cortas a veracruz pero ya estoy de regreso y corregí el cap que seguía.

    LadyJazminar - Vaya! creí que ya no volverías al fic porque había dejado de gustarte, que bueno verte de regreso. Sip, te perdiste de mucho, y en cuanto a lo que dices... es más complicado que eso n . n ya verás.

    tempest - me alegra verte también en este n . n hasta donde lo dejé la vez pasada se quedaron con muchas dudas verdad? Hakudoshi sí, está obsecionado con Ahome, ya verás por qué en capítulos posteriores. Y Ahome pues... no tanto como una clarividente pero sí tiene un don especial.

    sessholove - hola n . n me alegra que te gustara el fic, bienvenida, espero lo sigas leyendo. Todas las cosas giran de manera estrepitosa y a cada rato hay giros en los sentimientos de todo, es típico deestudiantes de secundaria n . n espero te guste.

    Pan-chan - Amiguis!!! Sip, Sango es buena cuando quiere n . n después de todo Ahome es su amiga desde mucho tiempo, sólo que sí, hay cosas en las que tienen que competir, por ejemplo lo académico y lo principal, que es la cuestión sentimental. Aun así es buena amiga, en cuanto a Hakudoshi jeje, es un amor apache XD.

    Bueno, va la conti, espero les guste.


    -----------------------------------------------------


    CAPITULO 12:
    EXAMEN POR PAREJAS...


    Ya el resto del día pasó normal. Siguieron las clases... gracias a la pomada de Inuyasha no me salieron moretones ni nada por el estilo, aparte de que no me dolían los golpes que me dio Hakudoshi.

    Sango me miraba en el salón con mirada curiosa, quizá preguntándose si ya todo estaba bien, pero con una mirada mía ella entendió que no y a la hora de la salida ella ya se iba, sólo que...

    - ¡¡Sango espera!! –le grité.
    - ¿Ahome? –se extrañó de que le hablase.
    - Gracias Sango.
    - ¿Por qué?
    - Por preocuparte por mí y sobre todo por... enfrentarte a Kanna.
    - ¿No para ayudarse en los más malos ratos están los amigos?
    - Sí… gracias.
    - ¿Entonces todo olvidado?
    - ¡¡Claro que sí!!

    Nos dimos un fuerte abrazo... después de todo la ocasión lo ameritaba.

    Me parecía increíble... llevábamos siendo las mejores amigas cinco años, cinco. Por cierto, ahora que lo recuerdo también Kirara se llevaba conmigo, aunque la verdad es que nunca la había considerado tan amiga como a Sango, y con ella nos llevábamos bien desde primer grado de primaria. A Sango la conocí en quinto. Pero bueno, por ahora son cosas que no importan.

    Nos fuimos juntas, bueno, hasta donde nos desviábamos... llegué a casa, mi abuelita y mi papá me esperaron para comer, después de eso me fui a mi cuarto a estudiar, al día siguiente teníamos examen de física.

    Estudiaba, muy metida en mi mundo de números, letras y formulas cuando algo que no me esperaba llegó a mi mundo.... bueno, más bien a mi libro.


    - ¡Hi! Dice Inuyasha -sonreí-. Vaya, quién lo diría, su nombre en un libro.

    En eso pensé otra cosa...

    - Este examen también le resultará difícil y no creo que esta vez pueda ayudarlo -pero recordé...

    - ¡Hola Inuyasha! ¡Felicidades!
    - ¿Felicidades por qué?
    - Pues por tus notas…
    - ¿Fuiste tú quien resolvió el examen cierto?
    - ¿Cómo dices?
    - Sí. Yo no podía con él, no había respondido absolutamente nada, salí y cuando regresé el examen estaba contestado. ¿Fuiste tú?
    - Sí fui yo, pero pensé que no te darías cuenta - No tienes idea de cuánto te agradezco… me has salvado, no tienes idea de lo importante que era para mí esta prueba.

    - ¡¡¡PUES QUE LO AYUDE SU QUERIDA KIKYOU!!!

    Sin darme cuenta di un grito enorme, tanto que...

    - ¿Estás bien? –mi abuelita se asoma al cuarto.
    - He... sí, sí abuelita, es que estaba practicando para mi clase de canto.

    Ella salió sin creerme ni una palabra.

    - Ahome tonta... qué te pasa? por qué gritas de esa manera… ¡Huy! Inuyasha es un tonto, no le perdono eso todavía, ¿cómo pudo pensar que ella lo ayudó?. Por su culpa saqué treinta puntos. ¡¿Pero qué demonios me pasa?! ¡Debo de ponerme a estudiar!

    Lo intenté, pero no pude... seguí recordando cosas que no valían la pena. Por ejemplo lo bien que se había portado ese día conmigo...

    En fin, todo terminó de la peor manera, me quedé dormida sobre el escritorio, cuando abrí los ojos eran 7:45.

    - ¡¡HAY NO!!

    Me vestí lo más rápido que pude y salí corriendo a la escuela, y grande fue mi sorpresa cuando...

    - ¡¡Ahome!! ¡¿También se te hizo tarde?! -me dijo Sango mientras corría igual que yo...
    - Sí. ¡Pero démonos prisa o nos dejaran afuera!

    Al llegar...

    - No, definitivamente no.
    - Por favor Yura... déjanos pasar –le suplicaba.
    - No seas mala, hoy tenemos examen –al parecer Sango se había desvelado estudiando.
    - Pero no es mi culpa.
    - Eres muy mala –le dije casi llorando-. Estuve estudiando toda la noche Mentira, mentira...
    - Debieron ver sus caras –nos dijo y comenzó a reír como una desquiciada.
    - ¿Qué pasa? –preguntó Sango.
    - Tontitas, tienen muy buena suerte, el profesor de ustedes salió un momento, dijo que vendría en una hora, o sea que llegará como en diez minutos porque hace mucho que se fue, pasen -nos abre la puerta.
    - Yura... te odio.
    - ¡¡Mala!!

    Nos metimos al salón...

    Al ver a Inuyasha corrí a preguntarle por Sesshoumaru.

    - ¡¡Inuyasha!! ¡¿Cómo sigue Sesshoumaru?!
    - Igualmente -me dijo en un tono sarcástico...
    - No seas payaso, responde lo que te pregunté.
    - Ya está mejor, lo dan de alta mañana, aunque a la escuela, creo que regresará el lunes.
    - ¡Qué bueno!

    Ya en eso iba entrando el maestro...

    - Buenos días... ya he llegado, por favor... siéntense.

    Todos obedecieron al profesor.

    - Hoy el examen será aplicado de manera diferente.
    - ¿Cómo diferente? –preguntó Ayame.
    - Será por parejas.
    - ¡¡¿Qué?!!

    Me sorprendí, sí que era diferente. Un examen por parejas…

    - Así es, a cada uno les daré su examen, pero lo resolverán entre los dos...
    - Ojala me toque contigo –se dirigió a mí Sango.
    - Sí, ojala...

    Nos repartieron los exámenes, otra vez eran de cincuenta reactivos. El profesor comenzó a decir cómo se integrarían las parejas...

    - Kagura Ichihoyi y Onigumo Ichihoyi, Ayame Yagami y Kirara Lunar... -y así siguió diciendo las parejas hasta que sólo le faltaban cuatro personas-. Sango Kamilla...
    - Por favor, por favor... por favor... –pensaba.
    - Y Miroku Kido....
    - ¿Qué? –los colores de Sango subieron.
    - Ahome Higurashi e Inuyasha Taisho.

    Voltee a verlo, él me miró sacado de sí.

    - Junten sus sillas y pónganse a trabajar....
    - ¿Por qué? Por qué me tuvo que tocar con ella? –pensaba Inuyasha…
    - Bueno... ya qué, supongo que está bien, así puedo ayudarlo de nuevo.

    No podía evitarlo, así que decidí acomodarme en su banca con mi silla, fue la primera vez que estuve tan cerca de él, aunque era sofocante, al menos en ese momento.

    - ¿No crees que vuelvas a sacar treinta? -me dijo en un tono burlón.
    - No, no lo creo, aunque yo no tengo a quien me haga el examen -le dije y noté que cambió de expresión-. Tranquilo, es una broma, seguramente esa persona te aprecia y deseaba ayudarte.
    - ¿Qué si me aprecia? me adora -dijo en una risita coqueta que no entendí...
    - ¿Pero qué tonterías estoy diciendo? Será que lo... ¿apreció? Jajaja pobre chico, que lo adoro, cómo no... ups, olvidé que él cree que quien lo ayudó fue Kikyou... Un momento, ¿lo adora? sabía que le gustaba, pero de ahí a que lo adore, esa niña cada día está más loca.
    - ¡Hey, te estoy hablando! –me dijo fuerte sacándome de esos pensamientos.
    - ¿He? ¿qué?
    - No sé, te quedaste ida. Oye, ya empecemos ¿no?
    - He... sí.

    Comenzamos a escribir nuestros nombres en los exámenes...

    - ¿Entiendes algo? -me dijo después de un rato de estar batallando viendo el examen para ver si algo entendía...

    No pude evitar reír por lo bajo...

    - No le veo la gracia.
    - Yo sí... haber -le dije y jalé su examen-. Esto por esto es igual a esto... -murmuraba mientras escribía.
    - ¿Esa es tu letra? -me dijo en un tono no sé... entre de que sorprendido y a la vez incrédulo.
    - Sí, ¿por qué? ¿algún problema con mi letra? -no era la más bonita ni nada por el estilo, sin embargo, no era eso lo que importaba en ese momento-. No... y si lo dijo por... hay no, que no la reconozca, que no la reconozca, por favor Diosito que no la reconozca.
    - La he visto antes en algún lado... pero no sé en donde.
    - Estás loco. Ya mejor apúrate a copiar en tu examen.
    - No estoy loco, la he visto antes, y no soy ningún copión.
    - Lo siento, bueno, sólo apúrate ¿sí?

    Noté que estaba nervioso, aunque no sabía por qué, simplemente pensé que era por lo difícil de la prueba, y que el tarado no confiaba en mí debido a mi calificación del viernes.

    - Es una chica muy lista... cómo ella... cómo Tsubaki -sacude la cabeza-. Debo dejar de pensar tonterías -trata de ponerse a escribir en su examen, pero vuelve a mirarme- Tiene unos ojos muy bonitos, bueno, su mirada pareciera que es una puerta blindada, es muy misteriosa, aunque a la vez se ve triste, pero más bien parece indiferente o quizá sea fría...

    Noté que me miraba y...

    - ¿Qué tanto me vez? Apúrate a escribir.
    - He... sí, sí, ya voy... 0//.//0

    Mientras tanto Sango tenía sus propios problemas...

    - No entendí –le decía Miroku.
    - Bueno, ¿cuáles no has entendido?
    - Pues fíjate que es gracioso, he resolvido veinticinco.
    - Resuelto, tonto.
    - Sí cómo sea, sólo veinticinco. Y es uno sí, uno no, uno sí y uno no y así me voy.
    - Ok, yo hago los que no pudiste, pásame tu examen, y toma el mío, has de nuevo los que pudiste en el tuyo.
    - Cómo diga mi princesa -dice tocándole la pierna.

    Un “plaft” resonó en todo el salón.

    - Ese Miroku con sus mañas de nuevo –dije.
    - Así es él... no aprende.

    - ¿Pasa algo jóvenes? -dice el viejo Toutosai parado frente a la banca en dónde estaban ellos dos.
    - No, nada profesor... es sólo que aquí el compañero tenía un mosquito en la cara y se lo espanté.

    El profesor se le queda viendo a Miroku, y este asiente con la cabeza...

    - Pues yo creo Kamilla, que lo que le has espantado a Kido fueron los dientes -le dice y se va y Sango se pone roja como un tomate.

    Inuyasha y yo reímos por lo bajo. Entregamos los exámenes y salimos a receso, me fui con Sango a descansar bajo la sombra de ese árbol que adoraba.

    - ¿Cómo te fue en la prueba? Porque a mí de la fregada, Miroku sólo ayudó con la mitad.
    - No veo por qué te quejas, de eso se trataba la prueba.
    - Sí pero...
    - Yo tuve que hacer el examen sola, aunque eso para mí no es problema, pero Inuyasha no hizo ninguno.
    - ¿Es en serio?
    - Sí.

    En eso vimos pasar a Ayame... llevaba una cara perdida, bueno, siempre había tenido una cara despistada, pero ese día exageraba, tanto que chocó con el pozo que había en la escuela y casi se cae la tonta a no ser por que...

    - ¿Estás bien? –Inuyasha la detuvo.
    - He... Este sí, gracias.

    Sango y yo nos pusimos de pie y fuimos a ver qué le pasaba.

    - ¿Qué te pasa?
    - ¿Por qué andas así?
    - ¿He? Ha, pues... es que... vez que ayer no vine a la escuela.
    - No lo noté –pensé, sin embargo-. Sí, ¿por qué faltaste?
    - Pues, fui con mi mamá a un viaje rápido a Odaiba.
    - ¿Odaiba? ¿Y qué? ¿Tan bella es que andas así? –preguntó extrañada Sango.
    - No, no es eso...
    - Pues ven, vamos a sentarnos bajo el árbol y nos cuentas.
    - Sí –dijo sin mucho ánimo.
    - ¿Inuyasha no vienes? –lo invitó Sango.
    - He... bueno.

    Nos sentamos bajo el árbol...

    - Ahora sí, cuéntanos –le dije.
    - Lo que pasa es que... ¿te acuerdas de Kouga?
    - ¿Kouga? mmm, déjame ver –por unos segundos me quedé haciendo memoria-. ¡Ha sí! ¡El niño guapo! ¡El de la guitarra!
    - Sí... ese mismo.
    - ¿De quién hablan? –preguntó Sango.
    - Es verdad, tú no lo conoces, es un chico, bueno, niño… que conocimos en el kínder...
    - Pues lo vi en Odaiba –dijo Ayame.
    - ¿En serio? ¿Y cómo está?
    - Muy bien, dice que estudia y... -la interrumpí.
    - No boba, qué cómo está de cuerpo de cara...
    - ¿Qué? –Inuyasha habló un tanto molesto.
    - ¿Por qué preguntas eso? –dijo risueña Sango.
    - Porque cuando era niño era muy guapo, así que me imagino que ahora estará mucho mejor, debe de verse muy bien.
    - Con permiso... -nos dijo Inuyasha y se levantó...
    - ¿Por qué te vas? –le pregunta Sango.
    - No me gusta estar en conversaciones de chicas, además olvidé que tengo que ir a hablar con Kikyou... -se va...
    - ¿Kikyou? –dije bajito.
    - ¡Lo odio! –dijo Sango-. ¡Cómo se lleva con la zarrapastrosa esa!
    - Tranquila... –le dije-. Qué te ha hecho la pobre.
    - Tú no entiendes, ni entenderás hasta que te haga una jalada -no le hice caso, sólo sonreí...
    - Pues sí Ayame... respóndeme ¿cómo está Kouga?

    Ayame se ruborizó antes de contestar...

    - Está muy guapo... demasiado.
    - Huy… te gusta...
    - Mucho, pero lástima... vive muy lejos, jamás vendrá -nos dijo, se levantó y se fue un poco triste...
    - Vaya, sí que le dio fuerte –dijo Sango.

    Ayame estaba equivocada... el tiempo y el destino, siempre juegan con nosotros, nunca se sabe lo que pasará. Pensando en esto una vez escribí un poema, y uno de sus versos dice esto...

    Tiempo y destino ¿amigos de verdad?
    la amistad de estos amigos, qué risa me da...
    el destino cruza los hilos,
    que el tiempo separará...

    Ese día pasó todo tranquilo, después de eso, al final de las clases estaba la tabla de calificaciones y volví a ser la número uno... con Inuyasha, ambos obtuvimos 100, Sango también sacó 100 y Miroku 97, al parecer Sango le hizo una trampita para no sacar la misma nota.

    Ya nos íbamos cuando...

    - ¡Todos los alumnos a sus salones! –habló nuestro profesor por medio del alta voz.
    - ¿Y ahora qué pasará? –me dijo Sango.
    - Ni idea.

    En el salón...

    - Taisho, ¿cómo van los entrenamientos? –le pregunta el maestro.
    - ¿De soccer?
    - De qué si no taradete –dice Onigumo.
    - Sí Taisho, ¿cómo van?
    - Bien hasta ahora. Por qué su pregunta.
    - ¿Cómo que por qué? Mañana es el torneo en contra de la secundaria Jubangay y ya sabemos con cual equipo nos toca. El partido será con el segundo grado grupo B.
    - ¡¿Qué?! –exlamé temblorosa-. En ese grupo está Houjo, eso significa que... vendrá. Veré a Houjo.
    - ¿Segundo grado B? –preguntó bajito Inuyasha y recordó…

    - En la escuela Jubangay, en el equipo de segundo grado B, hay un chico llamado Houjo al que quiero que venzas…

    - ¿Recuerdas las risas y la lluvia no?
    - ¡Cállate! ¡Calla!
    - Sí... la lluvia... ¿Le tienes miedo cierto? Mira... sangre... sólo para esto sirves... para derramar sangre.
    - ¡Cállate!
    - Mira... Mira... Mira.
    - Sangre...
    - Así es... sólo sirves para eso... por eso Houjo y su familia te odian.

    - Mañana es el gran día, den todo de sí –terminó de decir el maestro.

    Ya todos comenzaban a salir...

    - Ahome... tranquila –se me acercó Sango.
    - Va a venir... Sango, Houjo vendrá, Houjo vendrá...

    Sango me abraza...

    - Tranquila Ahome... esta vez no estarás sola.

    Inuyasha y Miroku nos veían con mucha curiosidad.

    - Oye... ¿tú sabes quién es Houjo? –le pregunta Inuyasha a Miroku.
    - No muy bien pero algo he oído de él cuando ellas platican, parece que es hermano de un chico llamado Akitoki.
    - Sí... también he oído ese nombre.
    - No sé bien qué pasa, pero sí sé que Ahome le tiene no sé, cómo miedo a ese tal Houjo...
    - Ya veo... Mañana... mañana lo sabré. Mañana sabré qué misterios guarda el pasado de Ahome.

    Salimos de la escuela, Sango en todo el camino me iba dando ánimos... pero sin embargo no pudo hacer que me sintiera mejor.

    Tenía miedo del día siguiente, no podía faltar, era obligatorio asistir y tenía mucho miedo de ir, tenía miedo del mañana... Vería a Houjo de nuevo, lo vería otra vez y volvería a escuchar de él las mismas palabras y vería en su mirada el mismo desprecio.

    De nuevo tenía que enfrentar mi recuerdo más triste...
    --------------------------------------

    Y bien???

    Espero les haya gustado n . n

    Hasta pronto!!!

    P.D.
    La cuestión de los ejercicios en el libro de Ahome es una total estupidez he, me inventé los supuestos problemas para que pudiera decir INUYASHA su libro n . n
     
  20.  
    Pan-chan

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hooola :) que bien una conti de tu fic.

    Vaya vaya, puede que sean cosas mías pero me da la impresión de que Kagome está algo celosa de Kikyo. A veces no se lleva muy bien con Inu pero siento algo especial entre ellos...un amor-odio irresistible XD

    No apareció Hakudoshi ._. la verdad es que quería ver más acción entre el y Kagome (sin peleas); me gustaría un capítulo donde ellos pudiesen hablar tranquilamente >>ok eso es casi imposible>> pero que al menos discutan sin llegar a los golpes.

    Dentro de pco sabremos la verdad sobre Houjo y el pasado tormentoso de Kagome, sea lo que sea no creo que ella tenga la culpa, o al menos no lo habrá hecho intencionalmente. Disculpa pero sigop sin entender el parentesco de Haku con Houjo.

    Bueno nos vemos lueguito ;) bye!!
     

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