El Caos Helado (SesshxKag)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Kayazarami, 29 Mayo 2007.

  1.  
    Kayazarami

    Kayazarami Usuario común

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    El Caos Helado (SesshxKag)
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    El Caos Helado (SesshxKag)

    Capitulo 1. Sentimientos helados, el nacer de la oscuridad.
    El mundo sufrió una congelación terrible hace trescientos años, y la mayor parte de los humanos murieron, sobreviviendo solo algunos de ellos. Los supervivientes perdieron las ganas de vivir, aterrorizados por el invierno eterno y así la raza llego hasta casi la extinción. El mundo, antes tan ampliamente poblado por ellos, se dividió en tan solo cuatro ciudades en una misma península: La ciudad del Norte, Sur, Este y Oeste.

    Dios, alarmado, envió a sus ángeles a la Tierra a ayudar a sus hijos, para ello, les doto de “calor”. Es decir, el cuerpo de los ángeles desprendía un calor agradable que se extendía por la zona en donde él alado ser habitase.

    Sucedió entonces algo que el mismísimo Dios no había previsto: muchos ángeles quedaron corrompidos por la maldad de los corazones humanos, absorbiéndola y haciéndola parte de ellos.

    Se convirtieron en ángeles caídos, que odiaban a la humanidad y pretendían acabar hasta con la última persona. Al frente de ellos estaba un arcángel poderosísimo que había luchado contra el mismo Dios.

    El resto de ángeles del mundo, viendo el peligro que acechaba a los humanos, comenzaron a instruirlos en la lucha divina, sobresaliendo entre todos ellos, dos tipos de “guerreros”: las sacerdotisas y los caballeros.

    Así dieron comienzo las batallas entre “ángeles (humanos y ángeles.) y demonios (ángeles caídos y sirvientes)”.

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    Ciudad del Norte
    Kagome estaba aterrorizada ante la sola idea de que aquello les estuviera pasando. Se oían las maderas de los sitiadores chocar contra las puertas de roble. La poderosa ciudad del Norte estaba siendo atacada por aquellos malditos demonios, y estaban apunto de penetrar en la “capilla” principal, en donde se encontraba su “fuente de calor”.

    Pero era normal, teniendo en cuenta que el maldito arcángel caído los dirigía.

    Volteo rápido para ver como y donde se encontraba el ángel.

    Había un chico vestido con un traje de batalla blanco, una larga cabellera plateada y...orejas de perro en una esquina del habitáculo, mirando tranquilamente los temblores de las puertas. Ella se aproximo a él. Como siempre, noto como si la temperatura alrededor subiera unos grados, lo cual era agradable.

    -Inuyasha, ¿estas bien?

    -Tranquila, sacerdotisa, la cercanía de ellos no me ha afectado.

    -Inuyasha...

    -Venga, Kagome, relájate. Los escuadrones del Sur y el Oeste no tardaran en llegar.

    -Claro, como llegaron al Este en su momento, ¿no?

    La voluntad del ángel flaqueo. Lo del Este había sido una masacre. Los demonios estaban ganando mucho terreno y su ejército había aumentado considerablemente, al punto de lanzar un ataque a la Ciudad del Este y destruirla por completo. No hubo supervivientes y los ángeles de aquella zona, Kagura, Rin y Kohaku, habían desaparecido. Cuando el resto de ciudades acudió en su ayuda, ya no había nada que salvar, ni siquiera quedaba piedra sobre piedra.

    -No te desanimes, desde entonces estamos mucho más en contacto y alerta que antes y lo sabes bien, no permitiremos que eso se repita de nuevo.

    -Ojala que no, no quiero morir sin haber visto antes la muerte de “ese”.

    -La verdad, yo tampoco.

    “Ese” era como nombraban a el arcángel que los dirigía, por miedo, desprecio o cualquier otro motivo, siempre evitaban pronunciar su nombre.

    Kagome echo otro vistazo a la sala donde estaban. Ellos dos se encontraban en un extremo derecho de la parte trasera del lugar, junto con los otros dos ángeles de la ciudad, Shippô y Miroku, varios caballeros estaban esperando frente a la puerta, entre ellos reconoció a su amiga Sango, a prudente distancia de ellos había diez o doce más y después mucho más rezagados había sacerdotes y sacerdotisas dispuestos a disparar sus arcos, lo que le recordó a Kagome que ella debía hacer lo mismo, y, tomando una flecha, tenso su arco. Para después dirigirse corriendo a donde se encontraban las sacerdotisas y situarse.

    De vez en cuando, echaba miradas a su hermana Kikyô, Alta sacerdotisa del Norte, que era quien debía dar la orden de disparar.

    La puerta comenzaba a dar claros signos de derrota, cuando se escucharon las grandes trompetas del Oeste y el Sur, ¡aleluya! Estaban salvados, eso, claro, si “ese” no acababa con todos.

    La puerta cedió, dejando visible el Caos que reinaba fuera. Las sacerdotisas tensaban sus arcos y disparaban sin cesar, los sacerdotes luchaban contra las bestias aladas, los y las guerreros, luchaban contra los demonios y varios ángeles caídos allí presentes. Los guerreros y sacerdotes del interior de la Capilla salieron para ayudar.

    La sangre de los demonios corría a mares por la ciudad, pero muy pocos humanos morían, pues sabían muy bien que si lo hacía, su especie se extinguiría, de manera que luchaban con la desesperación de aquel que defiende lo último que le queda.

    De repente, alguien entro en la Capilla principal y todas las sacerdotisas se prepararon para disparar. Cuando el polvo generado por las batalla de fuera se disperso un poco, se quedaron de piedra.

    Sesshômaru, arcángel caído y señor de los demonios, se encontraba allí frente a ellos. Con su típico atuendo de guerrero celestial, pero negro. Inuyasha solo lo miro despectivamente antes de comentar.

    -¿Sabes, hermanito? El negro no te favorece nada.

    El otro se enfado, momento en el cual Kikyô considero prudente dar la señal y un mar de flechas espirituales fueron directas a Sesshômaru, que se limito a hacer un gesto con su mano, formándose un campo de energía a su alrededor que reenvió las flechas a sus propietarias en el lado izquierdo de la sala.

    Kikyô cayó al suelo, como el resto de las sacerdotisas, atravesada por su propia flecha y otra más. Muchas de ellas hacían claros gestos de dolor, de forma que se podía predecir que no todas habían muerto.

    Kagome, en cambio, se salvo de aquel destino. Kikyô había atraído la flecha que estaba dirigida a ella con su propia energía, salvándole la vida. Sintió deseos de llorar, pero los reprimió, se había educado para el dolor y debía mantenerlo a raya por si necesitaba hacer pleno uso de sus poderes.

    -Vaya, Inuyasha, tus amiguitas son muy débiles.

    Inuyasha ya no reía, podía sentir a quienes de ellas había segado la vida y, para su desgracia, Kikyô había muerto. Y él la amaba.

    -Maldito Sesshômaru.

    Kagome se alarmo muchísimo al ver como una luz mortecina comenzaba a cubrir el corazón de Inuyasha y, le pareció que el calor comenzaba a descender.

    Aquello solo podía significar algo: Inuyasha estaba siendo corrompido por sus propios sentimientos...

    Sesshômaru parecía terriblemente complacido. Sin duda, ese había sido su plan desde el comienzo...

    -¡Inuyasha!

    Este la miro, con unos ojos entre dorado y rojizo. Miro a Kagome, la chica más dulce que había conocido jamás, ahí, en medio de los cuerpos de las sacerdotisas muertas, y se dijo que aun tenía algo que proteger y por lo que vivir. Su “transformación” se detuvo y Sesshômaru chasqueo los dientes, frustrado.

    El ángel y sus dos compañeros corrieron hacia Kagome y se pusieron frente a ella. Sesshômaru lanzo una bola de energía hacia ellos, que los ángeles no tardaron en repeler con una barrera de energía espiritual.

    Entonces, llegaron nuevos visitantes a la Capilla. Tras Sesshômaru surgieron Naraku y Onigumo, ángeles caídos. Y para sorpresa de todos, pero en especial de esos tres, del suelo surgieron tres pares de alas blancas, que al poco se impulsaron, apareciendo Kagura, Rin y Kohaku.

    -¡¡Pero si estabais muertos!!

    Kagura rió.

    -Ni lo sueñes, nos escondimos en vuestras sombras hasta pisar territorio seguro, matasteis a todos los nuestros y no hay cosa que más deseemos que la venganza.

    Kagome suspiro, ya podía ser todo lo arcángel que quisiera, pero si son seis ángeles en contra, por mucho poder que se tenga, no es suficiente.

    Ellos parecieron entenderlo e iniciaron la retirada, que les costo cara. Los caballeros habían acabado con todos los demonios y se dirigieron a la Capilla, mientras que varios sacerdotes seguían ocupados con las bestias.

    Al frente, para alivio de Kagome, iban Sango y Kôga, un amigo de Oeste, que, con todo su valor, comenzó a luchar cara a cara con Sesshômaru.

    Inuyasha se aparto de la sacerdotisa y se dispuso a ayudar a Kôga, desenvainando su katana, Colmillo de Hierro Celestial.

    Naraku y Onigumo estaban siendo presionados por Kohaku, Rin y el resto de guerreros, a los que se les sumaron los sacerdotes. Las sacerdotisas de las otras ciudades corrieron en ayuda de las heridas del Norte.

    En un momento, llegaron aun más refuerzos, pero de modo diferente.
    Los ángeles habían decidido capturar a Sesshômaru y era imposible que este lograra escapar. Llegaron cuatro ángeles más: del Sur, Kirara y Midoriko, y del Oeste llegaron Tsubaki y Kaede.

    En un descuido, Naraku y Onigumo lograron escapar. Finalmente, los ángeles crearon una gran y potente barrera alrededor de Sesshômaru, lanzado su “Corriente Divina” y dejándolo sin fuerzas e inconsciente.
     
  2.  
    aNgelux

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    wow me encanto tu ff
    de sesshxkagome! esta muy interesante! espero que lo continues luego!!
    asi que de angeles y arcangel! pues me parece una historia muy interesante ^^
    bueno espero la conty bye!
     
  3.  
    Rukia

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Valla, tu fic es muy bueno, esta muy bien descrito, y bastante interesante *-* xD
    Espero que pongas pronto la continuación :)
     
  4.  
    inu-irz92

    inu-irz92 Guest

    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    hola!! me pareció bastante intereante tu fic. espero q lo continues.!
    un beso
     
  5.  
    Flor-sama

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    NOOOOOOOOOOOOOO xD, matalos a todo Sesshomaru YA! Que no te dejen vencer siiii se malo *-*,,, ejem.... -.- xD, me encanto fue genial sobre todo porque no esta servido la manera en la que ellos se conoceran y la idea es muy original! Espero que lo sigas pronto tienes mi apoyo! Besos y Suerte, Flor!
     
  6.  
    Kayazarami

    Kayazarami Usuario común

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Capitulo 2.El instinto de la sacerdotisa.

    La Ciudad del Norte se había convertido en algo cercano a la Ciudad de la Alegría. Todos los humanos residentes en el mundo habían decidido vivir allí, alentados por los ángeles, que necesitaban estar cerca de ese lugar.

    Se celebraron grandes fiestas y se colmo de honores a los caballeros más valientes. Pero también, se rindieron honores a los fallecidos y se celebraron los funerales de muchas sacerdotisas.

    A pesar de los lamentos, la ciudad era feliz. Por primera vez desde hacía casi ciento cincuenta años, podían dormir sin temor a los “demonios” y, por primera vez, los que habían tenido que huir para salvar la vida, habían sido ellos.

    Bajo la Capilla, se encontraba el Santuario del Norte, en donde estaba encerrado Sesshômaru, por una potente barrera espiritual imposible de romper.

    Aquellos días, la ciudad tenía un aire a normalidad increíble. La gente se dedicaba a cocinar, cuidar plantas, el ganado, los niños jugaban...Nada de entrenamientos, peleas, tornas ni nada...

    Sin no fuera por el clima helado y las calles recién nevadas, parecerían los tiempos remotos, se decían entre ellos.

    Por su parte, Kagome no compartía su alegría. Tras la muerte de su hermana, que lloro en silencio y a solas, había sido nombrada Alta Sacerdotisa del Norte y tenía por delante una tarea que se le hacía insoportable: Debía alimentar al prisionero.

    Sabía por boca de Inuyasha, que Sesshômaru estaba débil al punto de no poder moverse y que ellos no permitirían que recuperase su poder en ningún momento. No es que lo temiera, es que se temía a si misma. También le había dicho Inuyasha, que si en el estado en el que se encontraba el preso, no se alimentaba, moriría.

    Él había matado a su hermana y ella deseaba devolverle “el favor”, aun que fuera matándolo. Pero claro, en lugar de eso, debía alimentarlo, que eran sus recién adquiridas responsabilidades como “Alta Sacerdotisa”.

    La joven se dirigió a la Capilla, atravesó la puerta trasera de esta y, descendiendo por unas retorcidas escaleras, llego a las puertas blancas del Santuario. Hizo el gesto de sacerdotisa y estas se abrieron, para cerrarse una vez entro en el recinto.

    La paredes, decoradas con hermosas pinturas de ángeles y...Se detuvo delante de una pintura en concreto. Aquel cuadro lo recordaba muy bien, era la bellísima imagen de un ángel de doble ala blanca, cubierto con un fino kimono blanco, de largo cabello plateado y unos profundos ojos dorados, que tenía un rostro delicado, con dos maracas en las mejillas y una media luna en la frente, pero muy frío, aunque igualmente hermoso y “bueno”.

    Tan parecido a Inuyasha, pero a la vez tan diferente. No sabía quien era, una vez le había preguntado a Inu, pero este evadió la repuesta, murmurando un seco: “Esta muerto”, que a Kagome le partió el alma.

    Desde pequeña que estaba enamorada de aquel ser. De un ser pintado en un cuadro. Sabía que era ridículo, pero aun así no lo podía evitar. La mirada de aquel ángel, aunque fuera a través del cuadro, la atraía. Ojala él fuese rea....

    -¿Piensas quedarte mucho más babeando ante un estúpido cuadro? Tengo hambre.

    La chica giro la cabeza hacía el centro de la sala, en donde se encontraba Sesshômaru.

    El “demonio” vestía una túnica negra, que nadie sabía como diablos había conseguido. Sus profundos ojos carmesíes brillaban de desprecio y su largo cabello negro tenía un aire tétrico.

    Ella no contesto a su provocación, nunca le hablaba. Se limito a cruzar el circulo sagrado que había dibujado en el suelo, que componía la barrera y dejar dos platos frente a él, más un jarro de agua.

    -Que menú más interesante...Legumbres y arroz....Mira que sois patéticos los humanos...Ni carne tenéis...

    Kagome no le escuchaba, el tono de Sesshômaru siempre era mortalmente frío y había que cualquier cosa sonara como una terrible y despiadada amenaza. Así que siempre optaba por mirar “su cuadro favorito” mientras el demonio comía, después se llevaba los platos y aquí no ha pasado nada.

    Por su parte, a Sesshômaru le intrigaba y a la vez disgustaba la indiferencia para con él. Cualquiera otra se hubiera echado a temblar ante su sola presencia, por debilitada y limitada que estuviera. Aunque tampoco pensaba mucho en eso o en nada, ya no pensaba, no tenía fuerzas para ello.

    Aquella chica que miraba extraviada un cuadro le parecía familiar, pero no recordaba de que. Acabo de comer y entonces ella se le acerco.

    Kagome se agacho a coger los platos cuando se fijo en algo que la alarmo. El demonio estaba terriblemente delgado.

    Claro, perdía muchísimo poder a cada momento y el alimento que Inu le hacía de traer no le daba nada de fuerza, si no que apenas le mantenía. Si seguía así, lo más probable era que muriese, aunque sin duda era lo que merecía.

    Sin embargo algo dentro de ella le decía que no. Que no debía morir. Y aquello la alarmaba, pues, como buena sacerdotisa que era, tenía fuertes presentimientos y, uno de ellos era que el demonio moriría en breve, aunque no sabía por que.

    Retiro los platos y el jarro y miro a Sesshômaru, este no la miraba, cerraba los ojos, sentado con las piernas entrecruzadas. Estaba débil, muy débil. Y mañana por la mañana e sello absorbería otra parte de su fuerza. Era probable que muriese.

    Abandono la sala y se dispuso a hablar con Inuyasha. Le menciono lo que había notado y él se limito a asentir y confirmarle que posiblemente Sesshômaru moriría mañana o quizás aguantase otro día, pero no mucho, pues llevaba un mes perdiendo poder y ya no debía quedarle. Y que eso era lo que esperaban, a ver cuando moría agotado, sufriendo por el hambre que causa la perdida de poder. Y que bien estaría hecho.

    Aquella noche tomo una decisión. Si los ángeles habían perdido el corazón, ella no. Como siempre, a la hora establecida, se dirigió al Santuario y atravesó la puerta blanca, pero esta vez no se paro a mirar su cuadro predilecto, algo la sobresalto apenas paso la puerta.

    Sesshômaru estaba tumbado en medio del círculo y no parecía respirar. Asustada, corrió hacia él, que cuando se acercaba, noto su presencia y, aunque le costo un esfuerzo considerable, abrió los ojos y se sentó.

    -¿Es la hora de las legumbres? Será mejor que te las guardes, ya no son necesarias.

    Kagome lo miro sin comprender y muy confusa por el aterramiento que había sufrido al ver el demonio... ¿Agonizando?

    -A partir de mañana tu tediosa obligación será innecesaria.

    El demonio se inclino y entonces ella comprendió que ya no tenía ninguna fuerza y lo sostuvo antes de que se golpease con el suelo. A través del contacto, se percato de que el cuerpo de él no era como el de Inuyasha, él no emanaba ni una pizca de calor, estaba helado.

    -¿Tienes hambre?

    Incrédulo, el demonio levanto la cabeza, la tía lo sujetaba y luego que... ¿Lo torturaba verbalmente?

    -No.

    -Entonces...

    -No seas imbécil, muchachita, no voy a caer en tus estúpidos juegos de venganza.

    -Muy bien.

    Kagome tomo el cesto que traía consigo. El demonio se sorprendió ¿Un cesto?

    Entonces, ella extrajo una olla que olía a... ¿Estofado? Comenzó a chafarlo con una cuchara que llevaba y apoyo la fría cabeza del demonio sobre su regazo, para ir dándoselo cucharada a cucharada.

    Sesshômaru tragaba incrédulo. ¿La sacerdotisa le estaba dando de comer? ¿Estaba salvándole la vida? ¿Acaso estaba loca?

    Cuando se acabo el estofado, ella saco pollo rebozado y se lo dio en pequeños trozos. Al pollo le siguió una sopa de carne, varias empanadas, dos platos de legumbres y pan mojado en caldo.

    Sesshômaru recupero bastantes fuerzas como para resistir la perdida de mañana y pudo incorporarse.
    Una vez acabo la comida, Kagome le entrego una bota de agua, que se bebió de un tragó y comenzó a recogerlo todo.

    El demonio la miraba confundido. No entendía nada.

    La chica termino de recoger y volteo para irse. Pero él la tomo del brazo y la obligo a mirarle, cosa que ella hizo de forma inexpresiva.

    -¿Por que lo has echo?

    - No lo sé. Creo que pensé que si los ángeles han perdido su buen corazón, alguien debía demostrar que aún quedan buenos sentimientos.

    - Que ideología más patética.

    -....

    La chica se soltó y avanzo rápido hacía la salida, pero de golpe se detuvo en seco, tiro el cesto al suelo y volvió a entrar corriendo en el circulo.

    Sesshômaru no entendía la actitud de la humana, pero menos lo entendió cuando esta lo miro fijamente y sonrió.

    -Vaya, esto no me lo esperaba.

    -¡¿De que hablas, sacerdotisa estúpida?

    Ella solo le sonrío de nuevo, parándole el corazón con esa sonrisa y le cogió un mechón de pelo, para que él lo viera.

    Sesshômaru se quedo de piedra. El mechón era completamente plateado. El buen gesto de ella le había afectado de algún modo.

    Si los ángeles se contaminaban con la maldad de las personas y pasaban a ser ángeles caídos... ¿Podía ser que con la bondad se descontaminaran y volvieran a ser ángeles?

    Aquello nadie nunca lo había pensado. Kagome le miro de nuevo.

    Sesshômaru, por primera vez, se fijo realmente en ella. Era morena, tenía el cabello largo, aunque no mucho, los ojos color chocolate, vestía un kimono corto y parecía tener muy buen corazón. Y era muy bella, de eso no cabía duda.

     
  7.  
    laurita

    laurita Guest

    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    holaaaaaaaaaaaaaa
    que bueno es tu nuevo ff
    me ha gustado muchisimoooooo
    esero q pronto pongas la contiiiiiiii

    adiossss y besos
     
  8.  
    Rukia

    Rukia Usuario popular

    Aries
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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Cada vez me sorprendes más en realidad eres una excelente escritora, me hipnotizan tus letras xD, quiero leer más mujer eres genial de de veras :D
     
  9.  
    Flor-sama

    Flor-sama Usuario popular

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Genial, muy bueno. Me encanto la descripcion de la imagen, muy bello. Ademas como llevaste la historia tambien. Ya quiero saber como suige, espero que lo continues pronto. Besos! Flor
     
  10.  
    Hotaru_01

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    Piscis
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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    HOLA* KAYAZARAMI MI ACABAR DE LEER TU FIC, Y HABERME ENCANTADO ^^ , MI YA QUERER SABER Q SUCEDER ENTRE KAG Y SESSH KLOP
    PLEASE COLOCAR LA CONTI PRONTO OJITOS
     
  11.  
    Beatriz22390

    Beatriz22390 Guest

    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    ^^ Que bonito fic ,espero q lo sigas pronto.
    Tienes todo mi apoyo
     
  12.  
    kitas

    kitas Entusiasta

    Acuario
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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    eres una .......... excelente escritora >.< quiero escribir asi
    cont pronto besos
     
  13.  
    Natsume

    Natsume Entusiasta

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    ¡Hola! soy nueva en tu fic y he de decirte que me encanta, me ha gustado mucho como Kagome ha cuidado de Sesshomaru al final y como Kagome con un simple acto de bondad le hizo cambiar.

    Ánimo tienes todo mi apoyo, síguelo cuando puedas ^_^
     
  14.  
    Kayazarami

    Kayazarami Usuario común

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    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Capitulo 3. Surge un sentimiento.

    Inuyasha estaba muy contento, pues el que Sesshômaru hubiese sobrevivido ese día significaba que al día siguiente seguro moriría y así se lo expuso a Kagome, que solo asintió en silencio.

    La ciudad estaba feliz ante la idea de que el arcángel oscuro muriera, y los niños le habían perdido el miedo. Y un día más de deliciosa rutina para los ciudadanos, de paz y tranquilidad.

    Cuando llego el mediodía, Kagome bajo al Santuario con su bonita cesta. Ahora no quería darle al demonio solo lo suficiente para que sobreviviese, sino que quería que tuviera fuerzas.

    No sabía que diablos le pasaba con él, pero era superior a sus fuerzas y había dejado de intentar encontrarle explicación. Apenas entro, se fijo en el cuadro de siempre, suspirando.

    Sesshômaru había sentido la presencia de la chica antes que entrara, como hacía días que no podía sentir. Se sentía raro. Por un lado, aquella mañana la forma en que le fue arrancada la energía no le pareció tan dolorosa como antes. Por otro, la chica volvía a llevar la cesta y aquello indicaba que volvería a darle una buena comida.

    Y luego estaba esa manía de la chica de quedarse ante el mismo cuadro. Si pudiese salir del maldito círculo, lo vería, pero desde donde estaba no alcanzaba a ver cual era la obsesión de la chica.

    Se ponía ante el cuadro y suspiraba y susurraba palabras incoherentes. Tampoco es que en realidad le interesase tanto, era solo que allí no tenía nada mejor en que pensar.

    Cuando al fin se aparto del cuadro, se percato de que el demonio no dejaba de mirarla y se pudo nerviosa. Cruzo el círculo y comenzó a sacar la comida.

    Era: Pescado al horno, pollo en salsa, ensaladilla, escalibada y fruta variada. Además de la ya habitual botella de agua.

    Sesshômaru lo miro todo y luego se dispuso a comer... Para su sorpresa, a media comida, la chica comenzó a hablarle, estaba de espaldas a él, pero eso no le impedía escucharla.

    Le hablaba de los campesinos, las labores de reconstrucción, lo que hacían los ángeles, como iban los huertos y cosas vanas que él consideraba normales en una ciudad.

    La charla de la chica continuó hasta el final de la comida y, una vez este acabo, ella le sonrió de nuevo, volviendo a acelerarle el corazón. Luego ella le dio un espejito y se fue.

    Sesshômaru se quedo sorprendido y, cuando vio su reflejo en el espejo, lo entendió todo. Ahora, en lugar de un mechón plateado, tenía tres.

    Así se sucedieron los días, para desesperación de Inuyasha, que no comprendía como era posible que Sesshômaru siguiese vivo y Kagome no hizo nada para contárselo, al fin y al cabo, los ángeles no podían bajar al Santuario mientras hubiese un preso en él (de ahí que Kagome sea la que le da la comida a Sesshômaru).

    Kagome cada vez le contaba más cosas a Sesshômaru e incluso este comenzó a hacer preguntas. Al principio, las conversaciones eran tontas, sobre cosas pasadas o banalidades. Pero luego tomaron un cariz más importante.

    A medida que avanzaban los días y el pelo de el demonio de volvía cada vez más plateado, su forma de ser iba cambiando suavemente, según podía notar Kagome. Seguía siendo frío, pero ya no había tanta maldad en su forma de hablar, ni parecía que cada palabra fuese una amenaza.

    Sesshômaru sentía lo que estaba ocurriendo en su interior y, en lugar de alarmarse, como al principio, lo acepto en silencio. Dentro de el había un nuevo sentimiento que jamás había conocido, ni siquiera cuando era arcángel.

    La morena era realmente dulce, le hablaba de muchas cosas, de lo que quería, de sus tontos sueños y él comenzó a hablarle también de su vida, de la ilusión al llegar a la Tierra y el horror del frío, el miedo de los humanos y su odio. De todo aquello que lo había vuelto como era y lo había empujado a desear la muerte de hasta el último humano.

    Y un día, se le ocurrió preguntar por el cuadro. La respuesta de Kagome lo dejo aturdido.

    -Estoy enamorada de él. Del ángel que aparece en ese cuadro.

    Sesshômaru había tenido que hacer acopio de todas sus fuerzas para formular la pregunta siguiente.

    -¿Y cual es su nombre?

    -No lo se, le pregunté a Inuyasha, pero me dijo que estaba muerto.

    Aquello le tranquilizo. Y cuando ella se hubo retirado, se paro a pensar en por que le importaban tanto los sentimientos de la chica. No encontró una respuesta, tan solo fragmentos de emociones.

    En ese mismo instante, su pelo se volvió completamente plateado.

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    Kagome paseaba confundida entre las calles, como ya venía siendo costumbre desde hacia unas semanas, desde que había tomado la decisión de salvar a Sesshômaru de la muerte.

    Como siempre, sus pensamientos giraban en torno a de que iba a servir lo que estaba haciendo y por que lo estaba haciendo.

    Aquello no llevaba a ninguna parte y lo sabia bien, únicamente retrasaba el momento de su muerte, pero ¿para que? ¿Para que acabase teniendo el poder suficiente como para huir de allí y de paso matarlos a todos?

    En resumen, era una completa estúpida y encima les podía causar la ruina a todos. Pero no podía evitarlo, deseaba ayudar a Sesshômaru, aunque....Tal vez ya iba siendo hora de hacer algo mejor por él.

    No quería seguir haciendo aquello, no quería volver a verle, cada vez era más confuso y su corazón se desbocaba a cada momento que por cualquier motivo, el se acercaba a ella.

    Se estaba purificando, si, pero a costa de que, ¿a costa de su corazón?

    De todas formas, a la hora señalada volvió a bajar al Santuario, con la cesta en sus manos.

    Le pareció que el demonio estaba durmiendo y no quiso despertarle, de manera que dejo los platos en el suelo y se aparto, a la espera de que el se levantase.

    No tardo mucho en hacerlo y ella se percato de que su pelo era completamente plateado, aunque por desgracia, tuvo que reprimir el impulso de acercarse a él y acariciarle sus hermosos cabellos.

    No le dijo nada, espero a ver si él la notaba extraña y le preguntaba, pero no Sesshômaru no hizo ningún comentario al respecto. Tan solo le notaba una expresión un más oscura de lo acostumbrada.

    Entonces, se fijo en algo que brillaba junto a él y...Se quedo paralizada, allí, junto a Sesshômaru, había una fina daga de oro y la cuchilla plateada, la daga de....Inuyasha.

    -Sesshômaru...¿Qu...?

    -Inuyasha la lanzo contra mi desde la puerta- Su expresión no revelaba nada, ni su tono frío de voz, pero su rostro estaba un tanto ensombrecido -Creo que esta realmente desesperado por que muera.

    Kagome le miro más detenidamente, algunos mechones plateados estaban grisáceos. Aquello no era buena señal. Pero no lo comprendía, Sesshômaru estaba seguro de que Inuyasha había tratado de matarlo, pero ella no lo veía capaz de algo así, se pregunto por que lo habría hecho....Y entonces lo comprendió.

    -Te equivocas, Sesshômaru.

    Él no le respondió, pero alzo la cabeza para mírala.

    -Inuyasha no ha tratado de matarte, lo ha hecho por ti.

    -¿Si?- sonrió sarcásticamente- Curiosa manera de hacerlo.

    -Lleva muchos días obsesionado contigo, al principio pensé que te odiaba tanto que te quería muerto, pero creo que ya he entendido lo que pasa en realidad. Es tu hermano y si ha echo eso es por que te quiere.

    -No digas tonterías.

    -Inuyasha cree que estás sufriendo y te ha ofrecido la única alternativa posible.

    -....

    El demonio calló, como calibrado esa posibilidad, Inuyasha siempre la había querido, desde que eran niños, pero ahora... ¿Después de TODO seguía queriéndole?

    -Vaya parece que lo conoces muy bien.

    La joven sonrió al ver que el cabello volvía a ser completamente blanco y decidió contarle toda la verdad.

    -Le quiero.

    El la miro entre asombrado y... ¿Preocupado?

    -¿Que le quieres?

    -Antes, durante mucho tiempo estuve enamorada de él.

    -¿Antes? ¿Y ahora?

    -Ahora ya no, bueno, no lo se, creo que no...

    -¿Y que te hace dudar?

    -Pues t...-se mordió la lengua-.Pues a ti no te importa. Ya has acabado, hale, adiós.

    Se dispuso a retirar los platos cuando sin previo aviso el la tomo de la mano y la acerco peligrosamente a el, hasta que podían sentir el uno la respiración del otro.

    -Si me importa.

    Sus ojos, que antes eran de un rojo sangre se estaban aclarando y ella podía ver un color claro tras ellos, pero aun no sabía cual. Perdida en aquellas urbes de fuego claro, no se dio cuenta de que Sesshômaru acercaba sus rostros hasta que ya no quedo distancia que salvar y sus labios se encontraron.
     
  15.  
    laurita

    laurita Guest

    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    holaaaaaaaaaaa
    aaaaaaaaaaaa como nos dejas asiiiiiiii!!!
    que fuerteeeeee
    me encanta eres genialllllllll
    me has dejado superintrigada
    tengo muchisimas ganas de leer la contii
    que pasaracon ese beso
    q emocionnnnnnnn
    wenu pon pronyo la contiiiiii porfaaaaaa

    adios y besos
     
  16.  
    Rukia

    Rukia Usuario popular

    Aries
    Miembro desde:
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    630
    Pluma de
    Escritora
    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Me encato el capitulo, ya sabia que algo así ocurriria pero no crei que fuera tan pronto,es realidad eres exelente escritora y de las mejores que e leido, tu escritura me muestra tanta cálides y me atra por completo ^^
    Quiero leeer más pronto ^^
     
  17.  
    Hotaru_01

    Hotaru_01 Usuario popular

    Piscis
    Miembro desde:
    23 Febrero 2007
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    863
    Pluma de
    Escritora
    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    HOLA* KAYAZARAMI MI ACABAR DE LEER LA CONTI DE TU FIC, Y ESTAR GENIAL, CADA VEZ MAS EMOCIONANTE.
    PLEASE MI YA QUERER SABER QUE HACER KAGOME LUEGO DEL BESO
    PLEASE CONTI PRONTO OJITOS
     
  18.  
    kitas

    kitas Entusiasta

    Acuario
    Miembro desde:
    5 Mayo 2007
    Mensajes:
    100
    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    como siempre esta muy bueno
    ajo que contigo un kagome jaken me gustaba
    besos y cont pronto
     
  19.  
    Aiduchi

    Aiduchi Entusiasta

    Géminis
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    23 Agosto 2006
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    Pluma de
    Escritora
    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Me ha encantado sobre toda la parte en la que Sesshomaru tiene el pelo completamente plateado.Pero no me ha quedado muy claro lo de la comida ¿Podrias explicarlo?

    Posdata:Actualiza tu firma
     
  20.  
    Beatriz22390

    Beatriz22390 Guest

    Re: El Caos Helado (SesshxKag)

    Que bonito!!! Ay q emoción. ^^ Me encata q Sesshoamru se este purificando gracias a Kagome.
    Coloca pronto la conti.
     

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