Historia larga El arma Boek

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Agus estresado, 13 Octubre 2016.

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  1. Threadmarks: Prólogo
     
    Agus estresado

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    Saludos. Ahora mismo voy a publicar lo que es mi primer capítulo en una historia de aliens. Es la primera vez que escribo algo relacionado con ese género y quiero ver que tal me va. No es una historia que hago porque si. Tengo una historia que contar, una historia muy buena que se me ocurrió hace tiempo, pero estuve perfeccionando detalles.

    En esta historia, a diferencia de la mayoría, no tratará sobre una invasión alien a la tierra. Si bien empieza con una invasión, toma un rumbo diferente. Los humanos se defienden de los aliens, y luego todos los países forman una alianza, buscando el desarrollo tecnológico y la forma de asegurarse de que los aliens invasores no conquisten o esclavicen la tierra.

    Este capítulo es un prólogo, el cual solo muestra el contexto de la situación y una introducción para los villanos. En este prólogo se explicarán varias cosas, sin embargo, una de ellas no es el título.

    La razón por la cual el título de esta historia es "El arma Boek" será explicado en los capítulos siguientes. Así que no se preocupen si no lo entienden al principio.

    Bueno, no creo que haga falta explicar nada más por ahora. Les dejo el capítulo.

    Editado 17/03/2017: El día de hoy empecé una nueva historia la cual tiene conexión con esta. Dejaré el link a la historia y el orden de lectura recomendado que se irá actualizando a medida que se publiquen más capítulos.

    El arma Boek

    Prólogo:

    Son muchos los que creían que una invasión extraterrestre iba a separar a la Tierra, pero, para sorpresa de muchos, no fue así.

    Hace varios años, una nave gigantesca proveniente del espacio aterrizó en Europa. De ella salieron unos seres caracterizados por ser muy altos, con piel verde arrugada pero gruesa y con una mandíbula gigante, ojos azules muy profundos y brazos no tan largos.

    Dichos “extraterrestres” empezaron a capturar a las personas, no queriendo matarlas, comerlas o estudiarlas como en una película, sino esclavizándolas. Aparentemente estos seres vinieron desde el espacio para colonizar a la raza humana. Para hacernos prisioneros en nuestro propio planeta.

    Los países no se quedaron de brazos cruzados. Los gobiernos ordenaron un llamado a las armas y los ejércitos de todas las naciones se reunieron en Europa para pelear por defender a la Tierra.

    Finalmente, fue nuestra raza la que obtuvo la victoria. Los superamos en número y logramos expulsar a la mayoría de ellos de nuestro planeta. Pero todos sabían que el peligro no había terminado. Es más, solo había empezado.

    Temiendo el regreso de los extraterrestres que sobrevivieron al ataque, o incluso a la llegada de otros aún más fuertes que ellos, los países se pusieron todos de acuerdo y fue ahí cuando se fundó lo que hoy se conoce como la Fuerza de la Órbita Terrestre. FOT según sus siglas.

    En un principio eran simplemente pequeñas naves armadas que circulaban alrededor del planeta vigilando posibles amenazas externas, pero con el paso de los años, todo eso fue evolucionando.

    Ahora mismo, la FOT está formada por una nave madre gigante, mucho más que la nave que un día llegó desde el espacio. Las otras naves son naves de viaje capaces de recorrer centenares de kilómetros en pocos minutos.

    Los avances de la ciencia permitieron a la raza humana alcanzar el viaje intergaláctico. Literalmente, un grupo de humanos podía salir de nuestra galaxia y llegar a otra y luego regresar en un plazo de como máximo dos meses.

    Si bien, la FOT nació para proteger al planeta, nadie descartó la idea de investigar quienes habían sido los que habían atacado.

    Finalmente, se descubrió. En una expedición reciente, un grupo de exploradores llegó a un planeta donde los habitantes de él explicaron todo lo que querían saber.

    Aquellos que llegaron desde el cielo para esclavizarnos son extraterrestres conocidos con el nombre de “Vofkridianos”, una raza proveniente de un planeta llamado Driun Morgh. Todo el proceso de conquista fue organizado por un solo ser. Un tirano. Su nombre es Hkras.

    La información que los exploradores recolectaron revelo una aterradora verdad. Hkras y toda su raza decidieron lanzarse a la conquista de todos los planetas del universo. Su objetivo era crear un imperio, y dicho objetivo estaba siendo cumplido sin problemas.

    Hkras y sus seguidores exterminaron a todas las especies de su galaxia para que su imperio no corriera peligros. Una vez que su imperio estuvo a salvo, empezaron a recorrer planeta por planeta conquistándolos y esclavizando a sus habitantes. Cada planeta que era colonizado por Hkras debía pagarle un impuesto a los Vofkridianos, o de lo contrario dicho planeta encontraría la muerte.

    Luego de tantos años, llegó el turno de la Tierra. Hkras envió a un grupo de Vofkridianos a colonizar nuestro planeta tal y como lo había hecho con varios más.

    Y lo peor llegó cuando descubrimos la verdad sobre Hkras y el resto de su raza. Los Vofkridianos tienen un promedio de vida de 850 años. Si la Tierra llegara a ser conquistada por esta raza, pasaría un largo tiempo viviendo bajo una esclavitud que podría deparar en su perdición. Hkras tiene 200 años de edad, encontrándose en el apogeo de su juventud, del cual no saldrá hasta que no llegue a cumplir los 700.

    La FOT entendió ese mismo día que Hkras debía morir y que todo su imperio debía desintegrarse si querían estar a salvo de ser conquistados. Hasta que Hkras no desapareciera del universo, la Tierra y el resto de los planetas del universo estarían en peligro.

    Los exploradores intentaron forjar una alianza con la raza que les había dado toda esta información, pero estos se negaron a hacer tal cosa. Aunque permitieron que “robaran” algunas cosas que podrían ser de utilidad para la lucha en contra de los Vofkridianos.

    La FOT organizó expediciones hacia los planetas cercanos a la Tierra para convocar aliados que ayuden en la lucha contra Hkras. Todos los planetas ayudaban dando los recursos que podían, pero ningún habitante de esos planetas tenía el valor para pelear junto a los humanos, y si había alguien que lo tenía, prefería pelear por su cuenta.

    Los gobiernos se encargaron de hacer que la ciencia se desarrolle y que los humanos se prepararan para una lucha que podría decidir el destino del planeta.

    Se eliminaron ciertas profesiones y se empezaron a crear otras nuevas, poniendo como prioridad a la lucha en contra de los Vofkridianos.

    […]

    Ya ha pasado tiempo. Una exploración terrestre hacia un planeta no tan lejano le dio a la FOT información que le podría ser muy útil. Hkras actualmente tiene 250 años y en estos días estaría visitando uno de los planetas que esclavizó para “cobrar el impuesto” correspondiente. La raza que vive en ese planeta es una raza muy débil, por lo que la FOT asumió que Hkras llevaría a pocos de sus hombres para escoltarlo, dado a que se trataba de una raza que no iba a defenderse.

    Esa fue considerada como la oportunidad perfecta para atacar. Hkras nunca esperaría un ataque de una raza a la cual el no conoce en uno de sus planetas.

    La FOT decidió que un grupo partiera hacia ese planeta y eliminaran al emperador Hkras para poder traer la tranquilidad que tanto ansiaban.

    Enviaron a un grupo de diez de los mejores hombres para que juntos pudieran acabar con el tirano. El capitán de ese grupo era un hombre llamado Jerry, quien portaba la espada de bronce.

    El rango en la FOT era como el rango militar en cualquier ejército del mundo, pero con una diferencia. Existen tres hombres que se encuentran por encima del rango, y a esos tres hombres se los conoce como: la espada de oro, la espada de plata, y la espada de bronce. Cada uno de ellos porta una espada que es del color indicado anteriormente.

    Jerry porta la espada de bronce, lo cual lo convierte en el tercero al mando en la FOT. Es un soldado formidable, siendo considerado uno de los mejores soldados que la FOT pudiera tener, y en un par de años, cuando adquiera más experiencia, podría ser nombrado como espada de plata o incluso espada de oro.

    A Jerry eso no le importaba. A él no le interesaba el color de su espada, lo único que le interesaba era poder usarla para ponerle fin a la vida de Hkras.

    La nave terrestre aterrizó en una zona despejada y toda la tripulación bajó de ella armados con sus espadas. Cada soldado llevaba un traje que cumplía varias funciones. En primer lugar, cada traje tenía un traductor automático que permitía a cada soldado escuchar lo que sus compañeros dijeran en su idioma natal. Esto fue hecho para que los mejores soldados puedan entenderse aun siendo de diferentes países. La segunda función era convertir las moléculas presentes en el aire en oxígeno, para que nadie se ahogara en los planetas en donde no hay oxígeno, o en los que se respirara otra clase de sustancia. La tercera función del traje era suavizar los golpes recibidos por caídas o ataques, aunque nadie estaba a salvo de la muerte, con el traje, las heridas disminuían un poco más, lo que podría llegar a salvar vidas.

    Jerry, la espada de bronce, avanzó al frente seguido del resto de sus hombres. Todos se movían de la forma más sigilosa que podían, tratando de no llamar la atención de nada ni nadie.

    — No tenemos por qué pelear contra ellos — dijo Jerry en voz baja hacia su equipo — Un ataque sorpresa será suficiente para eliminarlo. Recuerden atacar todos juntos.

    El objetivo de esta misión era claro: eliminar a Hkras. Su imperio no caería con su muerte, pero sin su líder sería más fácil de desbaratar. Además, puede que otros planetas consideren una alianza con la Tierra al ver que los vofkridianos se hacían más débiles.

    Los diez soldados avanzaron hasta que escucharon unos pasos no muy lejos de su posición. Todos se quedaron quietos a la espera de ver quienes hacían ese ruido. Se escucharon un par de susurros que provenían desde el frente. Los trajes de comunicación y protección, contaban con un traductor que podía traducir los dialectos de varias razas, por lo que solo les bastó hacer un poco de silencio para poder entender de qué estaban hablando esos seres.

    — Este es uno de los sin duda mejores planetas que tenemos — el idioma de los vofkridianos es muy difícil de traducir, y el traje de comunicación no estaba del todo perfeccionado, por lo que los soldados escucharon esas palabras algo confusas.

    — Su entrega fue muy generosa, tiene miles de recursos, a pesar de ser pequeño, este planeta — nuevamente el traje no lograba traducir sus frases a la perfección.

    Las fallas y errores de traducción le indicaron a Jerry y su equipo que se trataba de Hkras y sus secuaces. Todos sabían lo que tenían que hacer.

    Cuando sintieron sus pasos muy de cerca, la espada de bronce y sus soldados salieron de la nada e intentaron atacar al emperador. Desafortunadamente, Hkras, a quien nunca le falta precaución, estaba rodeado de ocho vofkridianos. Jerry y uno de sus hombres lograron asesinar a dos de ellos, atravesando sus gruesas gargantas con el filo de las espadas. Pero ahora no contaban con el factor sorpresa de su lado.

    — ¿Quiénes son estos extraños? — por primera vez, el traje logró traducir a la perfección las palabras de Hkras, el cual se veía sorprendido, ya que nunca había visto a los humanos.

    — ¡Vinimos a eliminarte, desgraciado! — gritó Jerry esperando que Hkras haya entendido sus palabras — ¡Ataquen!

    Eran Jerry y sus diez soldados en contra de Hkras y seis vofkridianos más. Los números estaban a favor de los humanos en esta pelea. Lamentablemente, los números no pelean.

    Los vofkridianos restantes también llevaban espadas como armas, y a pesar de su desventaja numérica, sus movimientos eran extraordinarios.

    Los vofkridianos detuvieron los ataques de los humanos, y luego intentaron atravesar sus cuerpos con las espadas. No por nada, Jerry llevaba a diez de los mejores soldados, por lo que estos eran muy difíciles de matar. Jerry esquivó el ataque que se dirigía a él con un movimiento rápido y luego, antes de que su rival pudiera realizar otro movimiento, clavó su espada en su cuerpo, perforando su corazón.

    Tres de los hombres de Jerry no tuvieron la misma suerte. Los vofkridianos atacantes consiguieron eliminarlos clavando sus espadas siempre en la cabeza.

    Jerry decidió no perder más tiempo e ir por Hkras.

    — Deberías estar agradecido — fueron las palabras del emperador, las cuales fueron traducidas perfectamente — Serás asesinado por el emperador del universo.

    Jerry atacó a la cabeza, pero Hkras puso su espada en el frente y rechazó su ataque. Ahora era el turno del emperador. Este intentó atacar a los pies para inmovilizar a su agresor. Jerry saltó esquivando el ataque y quiso partir la cabeza de Hkras al medio, pero este retrocedió impidiendo que Jerry lo alcanzara.

    Jerry corrió hacia Hkras, y este hizo lo mismo. Sus espadas chocaron produciendo un ruido de metal contra metal. Ambos empujaban con fuerza en un intento de vencer al otro. Jerry era determinado, pero era el emperador quien tenía más fuerza. Hkras levantó su espada e hizo que Jerry retrocediera.

    La espada de bronce estaba enojado con el resultado de la batalla. Siendo uno de los mejores soldados, no podía hacerle un rasguño a su enemigo.

    En ese instante, todos escucharon un grito lejano acercándose cada vez más. Siete vofkridianos más aparecieron para auxiliar a sus compañeros. Dos humanos fueron asesinados, mientras que los otros cuatro fueron derribados y despojados de sus armas.

    Jerry fue atacado por uno que era casi de la misma altura que Hkras. Jerry intentó partirlo a la mitad con su espada, pero el recién llegado rechazó el ataque con un movimiento rápido usando su espada, y luego le atravesó la rodilla al humano. A pesar de que llevaba puesto el traje, la espada pasó sin problemas. Jerry cayó al piso con su rodilla destrozada y sangrando. Al caer, perdió su espada de bronce, la cual fue tomada por Hkras.

    — Gracias Veygh — dijo Hkras sin que los humanos pudieran entender si Veygh era el nombre de su compañero o alguna palabra que el traje no fuera capaz de traducir.

    Hkras tomó la espada de bronce y la puso en el cuello de Jerry. El soldado estaba siendo amenazado con su propia arma.

    — Cuéntame, ¿de qué planeta vienen rebeldes ustedes? — el traductor volvía a presentar fallas.

    — ¡Vete a la mierda! — gritó Jerry sintiendo un gran dolor en su rodilla.

    El traje tampoco traducía muy bien desde el lenguaje humano hacia el vofkridiano, pero por el tono, Hkras, consideró las palabras de Jerry como un insulto. El emperador levantó la espalda de bronce y decapitó a su portador con ella. Los cuatro hombres restantes vieron como su líder y uno de los mejores hombres que tenían moría en manos de Hkras.

    Luego de que Jerry estuviera muerto, Hkras hizo unas señas extrañas, y luego señaló a uno de los humanos sobrevivientes. Los vofkridianos que estaban con él asesinaron a todos los humanos, excepto al que fue señalado por su emperador.

    Hkras se dirigió al único humano con vida.

    — Tu nombre, ¿Cuál es? — fue lo que Hkras dijo según el traductor.

    — Kendrick — dijo el humano asustado, sabiendo que responderle al emperador de la misma forma que Jerry solo lo llevaría a sufrir el mismo destino.

    — Bueno, “Kendrick” — decía el emperador tomando del cuello al humano y levantándolo del piso con brutalidad — Regresa al donde viniste planeta, y dile a tu raza que se rinda. Veo que tienen valor, así que si nos facilitan la conquista, tendrán el honor de en mi ejército servir.

    Hkras arrojó a un Kendrick asustado al suelo. El único humano que sobrevivió a la misión miró con terror al emperador, el cual le hizo una seña de que se retirara del lugar.

    — Me quedo con la espada — dijo el emperador entregándole la espada de bronce al vofkridiano llamado Veygh — Si su color es diferente a las demás, es entonces una muy especial.

    Kendrick se alejó del lugar corriendo sin poder creer lo que había pasado. La misión fracasó. No solo no fueron capaces de matar a Hkras, sino que ahora, el mismo conocía la existencia de su raza. Y para ser peor, el portador de la espada de bronce estaba muerto y su espada estaba en manos de Hkras.

    Kendrick llegó hasta la nave, la puso en marcha y fijó la ruta de regreso a la tierra, pero luego pensó que Hkras lo pudo haber dejado escapar para así poder seguirlo hasta la tierra. Así que cambió el rumbo de la nave, no sin antes comunicarse con la FOT.

    — Aquí Kendrick comunicándose con la FOT — decía Kendrick hablando muy asustado de que Hkras pudiera estarlo siguiendo.

    — Recibido Kendrick — respondió una voz desde el comunicador — ¿Cómo le fue al equipo en la misión?

    — Tengo que darles una noticia… — respondió Kendrick sin saber cómo explicar lo sucedido con Jerry y los demás.
     
    Última edición: 17 Marzo 2017
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    Nicolás Pink How the Terminator say "I back"

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    Es solo wow, no esperaba que la espada de bronce muriera creía que iba ser el protagonista simplemente wow. Me sorprendiste.
     
  3. Threadmarks: Inicios - Parte 1: Las pruebas
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    El segundo capítulo de la historia ya está listo. Al igual que el prólogo, este capítulo no revela la razón por la que esta historia se llama "El arma Boek". Eso será revelado en el capítulo siguiente donde se aclararán varias cosas que no fueron aclaradas en el prólogo. De todas formas, hay algunos diálogos que podrían darles alguna idea sobre el título de la historia en este capítulo, pero no tienen que comerse la cabeza por eso.

    Espero que disfruten la historia.

    Inicios – Parte 1: Las pruebas


    No había nadie en la FOT que pudiera creer las palabras dichas por Kendrick. No porque no quisieran aceptarlo, sino porque les parecía imposible que Jerry, la espada de bronce, haya sido asesinado en combate siendo uno de los mejores soldados que podían tener. A Kendrick le encomendaron regresar y explicarle todo lo sucedido a la espada de oro y a la espada de plata.

    El único sobreviviente les pidió que seleccionaran un punto de encuentro, ya que tenía sospechas de que Hkras pudiera haberle ordenado a alguien que lo siguiera, y no quería guiar a su enemigo hacia la tierra.

    La FOT y Kendrick pactaron un planeta en donde podrían encontrarse para despistar al emperador en caso de que la hipótesis de Kendrick fuera cierta.

    El punto de encuentro sería en el planeta Júpiter, esperando que el tamaño de aquel gran planeta sirviera para intimidar a los hombres de Hkras si estos estuvieran siguiendo la nave de Kendrick. Aunque pronto se dieron cuenta de que no había nadie siguiendo al soldado, por lo que, para ahorrar combustible, le dijeron que se dirija directamente al cuartel de la FOT.

    Al llegar, la espada de oro y la espada de plata, quienes eran amigos de Jerry, esperaron a Kendrick para que este les explicara lo sucedido.

    Las palabras de Kendrick fueron desalentadoras. La misión no solo no tuvo éxito, sino que logró el efecto moral opuesto que se quería que tuviera originalmente. La idea de asesinar a Hkras, además de debilitar a su imperio era motivar a los soldados a pelear con más entusiasmo tras ver que su enemigo potencial estaba muerto. Pero, la supervivencia de Hkras y el asesinato de uno de los mejores hombres de la FOT, llenó de miedo a varios soldados, incluyendo a los que llevaban un tiempo en este asunto.

    Lo peor de todo era que se perdió una oportunidad única. Tenían el paradero de Hkras, y esa era la oportunidad perfecta para matarlo. Sin embargo, ahora, no había forma de saber cuál sería su próximo movimiento. Podría estar en cualquier planeta de cualquier galaxia.

    Dos días después de la misión, la espada de oro le dio un comunicado a toda la FOT y a toda la Tierra en el cual establecía que los soldados serían entrenados para la defensa del planeta. Ya no volverían a buscar a Hkras. Seguir perdiendo hombres solo iba a llevar la situación a un rumbo peor.

    […]

    Han transcurrido treinta años desde que aquel comunicado fuera dado a conocer. Fueron los treinta años en los que la Tierra pasó más miedo que nunca. Hkras y sus hombres podían llegar en cualquier momento y atacar el planeta. Todas las esperanzas estaban puestas en la FOT, pero cuando se enteraron de que uno de los mejores soldados fue asesinado por el emperador, la gente sabía que podría no ser suficiente.

    En estos treinta años, hubo cambios y evoluciones. En primer lugar, los trajes protectores ahora eran más resistentes y contaban con traductores perfectos en casi cualquier idioma extraterrestre existente en el universo. El lenguaje de los vofkridianos ahora tenía una traducción perfecta, lo que haría las cosas más fáciles en las misiones.

    Las naves no se hicieron más rápidas, ya que la prioridad de la FOT en el manejo de las naves era hacer que pudieran recorrer distancias más largas gastando menos combustibles, y lo consiguieron.

    Kendrick, el único sobreviviente al primer enfrentamiento contra Hkras, fue nombrado como la espada de oro cuando el anterior soldado a quien le correspondía el puesto se retiró. Su experiencia y habilidades lo hacían merecedor de ese puesto.

    A pesar de los avances de la tecnología, la FOT no fue capaz de crear armas de fuego de largo alcance que fueran tan letales como las espadas que tenían, por lo cual, los soldados seguirían usando sus clásicas espadas, las cuales eran perfectas para atravesar casi sin problemas la piel de los vofkridianos.

    Una nave estaba llegando desde el planeta tierra hacia el centro de comandos de la FOT, que ahora contaba con muchas naves más para la defensa de la tierra.

    Kendrick se encontraba esperando la llegada de la nave en compañía de Simón, un hombre veterano de unos cincuenta y cinco años actualmente, siendo diez años mayor que Kendrick. Simón, a pesar de su edad, tenía movimientos ágiles y una experiencia que sobrepasaba a la de la mayoría de soldados de la FOT. Él era quien portaba la espada de plata. Por respeto a Jerry, la FOT decidió no crear otra espada de bronce, y decidieron eliminar ese rango, dejando solo a las espadas de oro y de plata.

    Kendrick esperaba impaciente la llegada de la nave.

    — ¿Cuántos son? — le preguntó Kendrick a Simón.

    — Cincuenta — respondió Simón — Pedí que trajeran solo a los que tuvieron un puntaje perfecto.

    — Esperemos que esos cincuenta obtengan un buen puntaje en esta prueba, que es la que importa realmente — respondió Kendrick.

    — ¿Estás seguro de querer enviar a los soldados? — preguntó Simón presentando sus dudas ante Kendrick — Tenemos a los exploradores para encargarse de esto.

    — Tú recuerdas lo que pasó la última vez que envié a los exploradores — dijo Kendrick muy serio ante las palabras de su compañero.

    — Sí, lo recuerdo — respondió Simón — Pero eso fue hace veintiséis años. Y la suerte tuvo mucho que ver en eso.

    — Mejor no tentar a la suerte — respondió Kendrick — Tienen que ser soldados. De preferencia, los mejores.

    Ambos hombres contemplaron como la nave espacial proveniente de la Tierra aterrizaba en la nave madre de la FOT. Decidieron que lo mejor sería ir a recibir por su cuenta a los que llegaran de aquella nave.

    Una vez que la nave aterrizó, una puerta se abrió, y los pasajeros que iban a bordo escucharon la voz del piloto.

    — Hemos llegado — decía el piloto a los soldados que abordaban esa nave — Yo tengo que sacar la nave de esta plataforma, así que bajen todo lo que trajeron.

    Los cincuenta soldados, entre los cuales se podía ver a unos treinta y cinco hombres y quince mujeres, tomaron todas las cosas que habían traído consigo y bajaron de la nave. Tal y como el piloto lo dijo, la nave salió de la plataforma de aterrizaje, dejándolos a todos en ese lugar.

    Algunos se sorprendieron al no ver a nadie ahí para recibirlos.

    — ¿Esta es la bienvenida que se les da a los mejores soldados de la FOT? — preguntó uno de ellos fanfarroneando de sus habilidades.

    Algunos de sus compañeros se rieron, mientras que otros se mostraron indiferentes ante el comentario.

    Dos mujeres y un hombre, entraron al lugar en donde estaban los cincuenta soldados para “darles una bienvenida”.

    — Felicidades por haber sacado puntaje perfecto en la prueba terrestre — dijo una de las mujeres felicitando a los presentes — Acompáñennos. La espada de oro y la espada de plata vendrán a recibirlos.

    Todos tomaron sus cosas y siguieron a las tres personas que salieron a su encuentro. Al llegar a una sala, las mujeres y el hombre se retiraron y les dijeron que aguardaran en ese lugar.

    Poco tiempo después, Kendrick y Simón fueron al encuentro de los cincuenta soldados.

    — Bienvenidos de vuelta — dijo Kendrick saludando cordialmente a los soldados.

    Los cincuenta hicieron una reverencia ante la espada de oro. Todos ellos eran jóvenes que tenían entre dieciocho y veintiséis años. Dado a que el encuentro entre Kendrick y Hkras ocurrió antes de que ellos nacieran, todos creyeron que Kendrick había sido capturado y posteriormente escapó. Le mostraban más respeto por eso que por ser la espada de oro.

    — Quiero felicitarlos por haber obtenido el puntaje perfecto en la primera prueba — dijo Kendrick a los soldados — Pero no se confíen ni tampoco se muestren presumidos. La primera prueba era simplemente para descartar gente para la segunda. En esta no es necesario que obtengan un puntaje perfecto, pero deben obtener una calificación del ochenta por ciento si quieren ir en la próxima misión.

    — ¿Sólo el ochenta? — preguntó el mismo que había fanfarroneado cuando llegaron — Creo que eso significa que iremos todos.

    — No deberías confiarte demasiado — respondió Simón dando una advertencia al chico — Esta prueba será más difícil.

    Si se hubiera tratado de otro soldado de menor importancia, el fanfarrón del grupo le habría respondido de una forma poco agradable. La única razón para no hacerlo era que se trataba de la espada de plata.

    — Acomódense en una de las habitaciones y dejen todas sus cosas — les indicó Kendrick — El viaje seguro los tiene cansados. Mañana empezaremos con las pruebas. Lo haremos temprano, así los que no consigan un puntaje mayor al ochenta por ciento podrán volver a la tierra a retomar sus labores de soldados de campo, pero es posible que nos quedemos con algunos que están cerca del ochenta para futuras misiones más sencillas.

    Los cincuenta soldados se dirigieron al complejo de habitaciones de la FOT. Dado a que eran demasiados y la FOT no tenía demasiadas, las habitaciones debían compartirse. Había varios que preferirían tener una habitación para ellos solos, pero sabían que solo era por un día, así que lo aguantaron.

    El día transcurrió muy rápido para ellos, y después de asegurarse de que todos desayunaran correctamente, las pruebas iban a dar inicio. Había una sala gigante en el interior de la nave madre. Esa sala podría ajustarse para modificar la presión, el oxígeno y la fuerza de gravedad en el interior de la misma, incluso podrían usar unas máquinas para generar vientos fuertes en el interior.

    Los chicos estaban junto a Kendrick, y otro hombre, que iba a controlar la sala de pruebas. Dado a que se requería un ochenta por ciento para aprobar esta prueba, iba a ser el mismo Kendrick el encargado de evaluar a los soldados. Simón se encargaría de sus funciones habituales y trataría de suplir a la espada de oro por unos momentos.

    La sala era grande, pero Kendrick quería evaluarlos atentamente, por lo que les haría pruebas a cinco personas en simultáneo.

    — Muy bien, escuchen con atención — decía la espada de oro a los soldados — Cuando diga sus nombres deberán entrar en la sala y hacer lo que les indique. Las pruebas se encargarán de evaluar la velocidad, fuerza, resistencia, y habilidad en combate. Primero lo iniciaremos en el mismo nivel de dificultad que tuvo la prueba en la Tierra, luego lo iremos subiendo más.

    Y fue así como dieron inicio las pruebas. Kendrick llamó a los primeros cinco de la lista en orden alfabético. Les deseó suerte y fue ahí cuando las pruebas dieron inicio.

    La primera prueba era recorrer la sala ida y vuelta con una gravedad igual a la de la tierra, y posteriormente, aumentándola hasta un punto en el cual Kendrick iba a realizar la evaluación. La segunda prueba consistiría en escalar una pared comenzando con gravedad igual a la terrestre y después aumentándola. En la tercera prueba, los chicos deberían hacer flexiones de brazos y ejercicios abdominales mientras el oxígeno en el interior de la sala se reducía poco a poco, para poder evaluar la resistencia. En la última prueba, los soldados debían enfrentarse entre ellos sin pelear en equipo. No iban a utilizar armas peligrosas, sino unas que no causaran mucho daño.

    Así fue como Kendrick empezó la evaluación de los cincuenta soldados.

    Cada prueba duraba media hora, lo cual quería decir que se perderían unas cinco horas hasta que se pudieran evaluar a todos los chicos.

    Los primeros cinco que entraron no parecieron tener problemas en las dos primeras pruebas. Pero al momento de llegar a la tercera, estaban exhaustos. No pudieron completarla correctamente, y para cuando llegó la cuarta, ya no podían moverse. Aun así la prueba no se detuvo hasta el final.

    Los siguientes fueron un poco mejores que los primeros en entrar. Superaron las tres primeras pruebas sin dificultad, pero la cuarta les costó mucho a todos.

    Los que entraron después de ellos tuvieron problemas desde el inicio de la primera prueba. Las otras tres les costaron demasiado, y Kendrick no observaba contento el desempeño de los soldados.

    La cuarta tanda de chicos que entró no presentó dificultades. Sin embargo, Kendrick aún no se veía del todo satisfecho. La quinta tanda fue muy variada, dado a que cada uno de ellos mostró dificultades en una prueba diferente. Uno de ellos tuvo fallas en la primera pero se recuperó y pasó las otras tres casi sin dificultades.

    La sexta tanda fue casi perfecta para los ojos de la espada de oro. Los cinco que entraron no mostraron ninguna dificultad en el proceso y superaron sin problemas las cuatro pruebas.

    Todos aquellos que vinieron después tenían un rendimiento parecido a los chicos que entraron en segundo y en quinto lugar.

    Tras un largo período de evaluación, Kendrick estuvo anotando todo lo que vio, desde el inicio de las pruebas hasta el final, tomando nota en los momentos en los que había un cambio en las condiciones de la sala. Cuando las pruebas terminaron, la sala fue apagada para que pudiera recargarse después de haber sido usada.

    — ¿Cuándo tendremos los resultados? — preguntó una de las chicas.

    — Voy a ir a mi oficina y calificar lo que observé — respondió Kendrick — Todos ustedes vayan a ducharse y a comer algo. Así, cuando tengan sus resultados, todos aquellos que no pasaron la prueba podrán dirigirse directamente a la plataforma de despegue y dirigirse a la Tierra.

    Los cincuenta chicos y chicas siguieron las órdenes de la espada de oro. A diferencia de otras instalaciones, la nave madre de la FOT no tenía demasiadas duchas, por lo cual los chicos tardaron un poco en poder quedar limpios.

    Para cuando terminaron de ducharse, todos se dirigieron al comedor, donde había dos soldados y tres científicos analizando los resultados de un informe.

    Estos tenían curiosidad sobre el resultado de las pruebas que sus compañeros habían tenido que pasar.

    — Dígannos — dijo uno de los científicos poniéndose de pie — ¿Cómo les fue?

    — Kendrick va a calificar las pruebas mientras comemos — respondió uno de los chicos — No sabremos cómo nos fue hasta que no tenga los resultados.

    — A lo que me refiero es a como creen que les fue — dijo el científico después de recibir esa respuesta.

    — Kendrick evalúa usando su criterio — contestó ahora una de las chicas — No podemos decir si lo hicimos bien o mal.

    — Quiero preguntarles algo — agregó uno de los jóvenes que había sido evaluado — ¿Alguno de ustedes sabe por qué Kendrick nos tomó estas pruebas? ¿Qué es lo que necesita de nosotros? ¿Cuál es el objetivo de todo esto?

    — Lamento decirte que nosotros no sabemos nada — respondió otro científico — Los únicos que saben el por qué son Kendrick y Simón.

    Los chicos estaban ansiosos por conocer el resultado de las pruebas, pero aún más ansiosos por saber cuál era el objetivo de las mismas.

    No les habían dicho nada ni a ellos ni a los otros soldados en la Tierra que no lograron superar la primera prueba. Sabiendo que no iban a descubrirlo hasta que Kendrick no se los dijera, decidieron comer tranquilos. Es probable que aquellos que no obtuvieron el ochenta por ciento del mínimo requerido nunca llegaran a enterarse el porqué de todo esto.

    Todos ya habían terminado de comer y los resultados seguían sin llegar. Algunos de los jóvenes ya estaban poniéndose impacientes, mientras que otros luchaban por mantener la calma. Los científicos y los soldados que estaban en el comedor ya se habían retirado a seguir trabajando. Algunos de los chicos hablaban entre sí, mientras que otros simplemente ignoraban a sus compañeros.

    Finalmente, Simón entró en la sala. Todos esperaban que tuviera los resultados.

    — ¿Y bien? — preguntó uno de los chicos queriendo saber los resultados.

    — Kendrick ya tiene los resultados listos — respondió Simón dando tranquilidad a todos los presentes — Vengan conmigo.

    — ¿Podrías decirnos antes para qué fue que hicimos estas pruebas? — preguntó uno de los chicos algo curioso.

    — Será Kendrick quien lo revele — contestó Simón — Pero solo se lo dirá a aquellos que hayan aprobado. Vengan conmigo así terminaremos esto más rápido.
     
    Última edición: 18 Octubre 2016
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    Nuevo capítulo de la historia. En este capítulo sí se explica la razón del título. No hace falta que se sigan comiendo la cabeza pensando en por qué le puse este título a la historia. Espero que les guste.

    Inicios – Parte 2: Inicia la misión

    Los cincuenta reclutas provenientes de la tierra salieron del comedor siguiendo a Simón. Algunos se aliviaron al saber que los resultados de las pruebas estaban listos. Otros se pusieron muy nerviosos por los mismos. Aunque sin importar lo que sentían, todos querían saber sus resultados.

    Simón se mantuvo callado todo el recorrido hasta que llegaron con Kendrick. La espada de oro tenía una lista con los nombres de todos los chicos y el resultado. Simón les pidió que se formaran en orden para que todos pudieran escuchar. Una vez que ya todos se acomodaron, Kendrick les empezó a hablar.

    — Antes que nada tengo que decirles que no son los resultados que yo esperaba — les dijo la espada de oro — Fueron muy pocos los que obtuvieron el ochenta por ciento mínimo requerido por la prueba.

    — ¿Podrías decirnos para qué hicimos todo esto? — preguntó otro de los chicos ansioso por conocer su resultado y los motivos de las pruebas.

    — Solo voy a rebelarles eso a quienes hayan conseguido el ochenta por ciento de puntaje — respondió Kendrick algo serio.

    — ¿Por qué no nos puedes decir a todos? — preguntó otro de los chicos.

    — Es algo que acordamos Simón y yo — dijo Kendrick que ya no iba a dar más explicaciones — Ahora mismo yo voy a decir sus nombres, su país de procedencia y los puntajes que obtuvieron. Si hay algún error en el país de procedencia quiero que me lo informen. Si no hay error, den un paso al frente.

    En la sala en donde estaban todos no podía escucharse nada. Todos los chicos guardaron un gran silencio para que Kendrick les pudiera decir los resultados rápidamente.

    — Evandro, de Colombia, obtuviste un ochenta por ciento — dijo Kendrick.

    Evandro se sintió bien al saber que había pasado la prueba. No había nada de malo en el país de procedencia, así que simplemente dio un paso al frente como Kendrick lo ordenó.

    — Naomi, de Japón, obtuviste un ochenta y uno por ciento — fueron las palabras de la espada de oro.

    La chica japonesa dio un paso al frente y se paró junto a Evandro. A ella le interesaba más conocer sus propias capacidades en una misión que aprobar la prueba en sí, pero las palabras de Kendrick le hicieron saber que sus capacidades eran suficientes.

    — Uriel, de Canadá; y Morani, de Kenia — agregó Kendrick mencionando a dos chicos a la vez — Ambos obtuvieron un ochenta y cinco por ciento.

    Los dos chicos se dieron la mano mostrando compañerismo y avanzaron al frente junto a sus otros dos compañeros. No había errores en los datos de ninguno, así que Kendrick pudo seguir sin problemas.

    — Tiana, de Polonia, obtuviste un ochenta y siete por ciento.

    La chica europea se mostró contenta por haber sacado un puntaje superior al que era requerido para la misión. Una sonrisa se formó en su rostro y luego se fue a hacerle compañía al resto de sus amigos.

    Kendrick llamaba a los chicos por puntaje desde el más bajo hasta el más alto. Hubo algunos que se dieron cuenta con esto que no habían pasado la prueba, y solo se quedaban por obligación.

    — Kate, de Francia, obtuviste un noventa por ciento — continuó Kendrick.

    Kate estaba asombrada de haber sacado un puntaje “alto”. Ella confiaba en que podía aprobar, pero no creía que estaba solamente unos diez puntos por debajo del puntaje perfecto.

    Kate estrechó las manos de Naomi y Tiana, mostrándose contenta de no ser la única mujer que había superado la prueba.

    — Asher, de Estados Unidos, obtuviste un noventa y dos por ciento — proseguía Kendrick.

    Asher, a diferencia de los demás chicos, se mostró modesto ante los resultados. No le gustaba presumir de sus hazañas, incluso aunque tenía varios motivos para hacerlo. Asher avanzó y estrechó las manos de Uriel.

    — Felicidades hermano — dijo uno de los primeros en ser llamado por Kendrick.

    Esto generó un poco de confusión, ya que Uriel era de Canadá mientras que Asher era de los Estados Unidos. Y la forma en la que Uriel llamó a Asher “hermano”, no sonaba como si fuera un símbolo de amistad. A pesar de esto, Asher no le informó a Kendrick sobre un error en los datos, lo que quería decir que todo estaba correcto.

    Kendrick no le dio importancia a este detalle y dijo otro nombre más, el último de la lista.

    — Y por último, Nikolai, de Rusia, obtuviste un noventa y cinco por ciento — dijo Kendrick guardando la lista en su bolsillo.

    — ¿Por qué no me sorprende? — dijo Nikolai con aires de superioridad al escuchar que su puntaje fue el más alto de los cincuenta soldados.

    Ya todos conocían sus resultados en las pruebas. Los cuarenta y dos chicos que no obtuvieron el ochenta por ciento requerido se sentían mal porque sabían que Kendrick no iba a decirles los motivos de la prueba.

    — Simón, quiero que te quedes aquí con los ocho chicos que pasaron las pruebas — fueron las órdenes de Kendrick — Yo me llevaré a todos los demás conmigo. Que nadie entre o salga de esta sala.

    Simón asintió inmediatamente luego de recibir las órdenes de su superior. Kendrick se retiró del lugar acompañado por todos aquellos que no pudieron pasar la prueba.

    — ¿Podemos saber el por qué ahora? — preguntó Asher que estaba harto de tanto misterio.

    — Te he dicho que será Kendrick quien lo explique — respondió Simón ya harto de recibir siempre la misma pregunta.

    Después de esas palabras, Tiana le hizo una pregunta a Simón.

    — Oye, Simón — decía la chica algo tímida al momento de preguntar — ¿Tú de que país provienes?

    — Yo soy de España — respondió la espada de plata en un tono amable para hacerle saber a la chica que no debía ser tímida.

    — ¿Y de qué país es Kendrick? — preguntó Evandro algo curioso.

    — Kendrick es de los Estados Unidos — respondió Simón ante las preguntas de los soldados.

    — Dime Asher, ¿por qué tú y Uriel se llaman hermanos si no son del mismo país? — preguntó Naomi, recordando la nacionalidad de sus dos compañeros después de la respuesta de Simón.

    — Yo nací en Estados Unidos, pero antes de que mi hermano naciera, nos mudamos a Canadá — respondió Asher — Como la FOT necesita una buena organización, el lugar en el que naces tiene más peso sobre la nacionalidad de tus padres o tu país de procedencia. Es por eso que Uriel es canadiense y yo soy estadounidense.

    Los chicos continuaron hablando entre sí. Sabían que el haber superado las pruebas significaba que iban a estar juntos por un buen rato, por lo que eso significaba que debían empezar a llevarse bien.

    Tras una larga espera, Kendrick regresó. Al entrar a la sala, todos guardaron silencio. La espada de oro cerró la puerta de la sala para que nadie pudiera interrumpir.

    Llevó a los ocho soldados y a la espada de plata a un pequeño escritorio con hojas y carpetas por encima de él. Todos pensaban que la información contenida en ellos debía ser importante si es que se mantenía impresa y no guardada en computadora.

    — Muy bien, ya se terminaron los misterios — dijo Kendrick poniéndose serio — Voy a explicarles a todos por qué están aquí. Por qué les tomé estas pruebas, y por qué solo ustedes estarán aquí presentes.

    Kendrick abrió una de las carpetas y sacó una imagen en alta resolución. En ella se podía observar a un vofkridiano.

    — Este es Hkras, nuestro enemigo — dijo Kendrick poniendo la foto para que todos pudieran verlo — Esta es una reconstrucción antigua, y es posible que su imagen haya cambiado un poco, pero es lo que tenemos. Es posible que esta sea la primera vez que ven a un vofkridiano, ya que no tenemos muchas fotos, y ustedes no habían nacido cuando invadieron. Pero es necesario que lo conozcan.

    Kendrick tomó un descanso para tomar aire y luego siguió.

    — Hkras es el emperador de la raza vofkridiana — agregó Kendrick teniendo la atención de todos los presentes — Él es el responsable de que todos nosotros estemos reunidos aquí hoy. Es una amenaza potencial, y debe ser detenido a toda costa.

    — Escuchamos la historia — dijo Evandro — Usted y otros nueve soldados incluyendo a la espada de bronce fueron a matarlo, pero no pudieron. ¿Espera que nosotros podamos?

    — Me siento halagado, pero no es eso lo que quiero decir — respondió Kendrick — A medida que Hkras conquista planetas se hace cada vez más y más poderoso. Nosotros solo tenemos la tecnología que hemos desarrollado, complementando un poco con la información que obtenemos de otros planetas; pero Hkras tiene tecnologías más avanzadas. No hemos dicho esto antes porque la gente perdería la esperanza, pero ahora mismo, una guerra contra Hkras es una guerra perdida. La FOT no podrá detenerlo.

    Las palabras de la espada de oro sembraron el pánico en los ocho soldados, quienes empezaron a arrepentirse de haber superado las pruebas. Kendrick lo notó y creyó que debería tranquilizarlos antes de que la desesperación los dominara.

    — Sé que mis palabras pueden ser aterradoras, pero no tiene sentido que yo les mienta — respondió Kendrick ganándose las miradas de todos — Lógicamente no voy a ir a decirles a los países de la Tierra que la FOT es una pérdida de tiempo y recursos, y que lo mejor que podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados hasta que los vofkridianos decidan atacar.

    — ¿Y qué es lo que vamos a hacer? — preguntó Asher sintiéndose inútil — No vamos a ganarle a Hkras con el puntaje que obtuvimos en estas pruebas.

    — Hkras tiene tecnología infinitamente superior a nosotros — respondió Kendrick — Pero hay algo que él no tiene. Y ese algo podría ser lo que necesitamos.

    — ¿Y qué es ese algo? — preguntó Nikolai algo intrigado.

    — Un arma — respondió Kendrick tomando otra de las carpetas.

    Kendrick sacó una foto del interior de la carpeta que había tomado. En esa foto podía verse un planeta del mismo color que la Tierra. Kendrick puso la foto en la mesa. Posteriormente tomó una hoja con información del planeta que se veía en la foto.

    — Este es el planeta Boek — mencionó la espada de oro — Hemos descubierto que una raza muy inteligente creó un arma muy poderosa. La hemos denominado “el arma Boek”. Según sabemos, el poder de fuego de esta arma es inmenso. Y sin duda alguna, es muy superior a toda la tecnología que Hkras pueda obtener.

    — ¿Cómo sabemos todo esto? — preguntó Kate dudando de las palabras de Kendrick.

    — No somos los únicos que mostramos resistencia ante Hkras — respondió Kendrick — Existe un planeta con tecnología de navegación muy avanzada, pero con pocos recursos para crear armas potentes. Sabiendo que no podían vencer a Hkras, decidieron buscar armamento de otros planetas. Fue ahí cuando descubrieron el planeta Boek. Desafortunadamente, Hkras conquistó su planeta antes de que encontraran el arma; y ellos sabían que si Hkras obtenía el arma sería imparable. Así que no tuvieron otra opción más que destruir toda la información relacionada al arma. Un grupo de exploración pasó hace unos meses por ese planeta, y ellos nos entregaron todo lo que fueron capaces de recordar. Nadie más sabe sobre esta arma. Si podemos ir hasta allá, encontrarla, y aprender a utilizarla, podremos derrotar a Hkras.

    — El planeta Boek es un planeta muy similar a nuestra Tierra, pero las condiciones de la atmósfera son un poco más hostiles — respondió Simón para que Kendrick pudiera descansar — Es por esto que requeríamos que obtuvieran un puntaje superior al ochenta por ciento. No queremos llevarnos a los soldados a que mueran en otro planeta. Es por eso que los necesitamos a ustedes.

    — ¿Pero qué hay de Hkras? — preguntó Uriel pensando que Kendrick no lo estaba teniendo en cuenta — Si él llega a ese planeta, se pondrá a buscar el arma. Y podría encontrarla antes que nosotros.

    — No hay que preocuparse por eso — respondió Kendrick — Hkras ya fue a conquistar Boek. Pero en ese planeta no queda vida inteligente. Todas las razas de ese lugar son como animales. Hkras no puede cobrarles ningún impuesto, por lo que abandonó el planeta. No tendremos que preocuparnos por él. Pero la atmósfera de ese planeta, y la existencia de criaturas en él requieren de que sean soldados bien preparados los que acudan a la misión.

    — Si esa raza era muy inteligente y fueron capaces de crear un arma tan poderosa, ¿Cómo fue que se extinguieron? — preguntó Nikolai sabiendo que algo no encajaba — Si solo queda vida sin inteligencia en ese planeta, quiere decir que los que crearon el arma ya no existen.

    — Eso no lo sé — respondió Kendrick esperando que nadie le hiciera esa pregunta — Tal vez no tuvieron tiempo de usar esa arma, o tal vez fue la misma la que los llevó a extinguirse. El caso es que la necesitamos. De lo contrario, Hkras va a esclavizarnos y no sé si la Tierra pueda sobrevivir a la tiranía de un extraterrestre capaz de vivir hasta los 850 años.

    — ¿Entonces ese es el motivo de hacernos las pruebas? — preguntaba Evandro algo aterrado por la idea — ¿Ir a un planeta para buscar un arma desconocida para poder detener a Hkras?

    — Si no la encontramos, cuando Hkras ataque, la FOT va a caer, y con ella todas las esperanzas de la Tierra — respondió Kendrick — Hay cientos de planetas en la galaxia, y debemos estar agradecidos de que Hkras no se volvió a fijar en nosotros. Pero esto no durará para siempre. Si seguimos esperando, en algún punto será muy tarde. Necesitamos esa arma, y la necesitamos lo más pronto posible. Y para eso, los necesitamos a ustedes. Todos van a jugar una parte crucial en esta guerra. La misión para ustedes acaba de comenzar ¿Puedo confiar en que van a pelear por nosotros?
     
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  5. Threadmarks: Inicios - Parte 3: Planeta Boek
     
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    Ya está listo el siguiente capítulo. Por lo general, para esta historia yo no me pongo plazos de entrega. Cuando termino un capítulo lo subo. Ahora que solo estoy trabajando en esta historia y la universidad está un poco mas light que antes tengo tiempo de sobra, pero en algun momento va a terminar. Digo esto para que lo sepan nada más. Yo no tengo una fecha definida para el siguiente capítulo. Solamente los voy haciendo en mi tiempo libre y los voy publicando.

    Los dejaré leer sin interrupciones.

    Inicios – Parte 3: Planeta Boek


    La espada de oro esperaba que los ocho soldados elegidos para ir a la búsqueda del arma Boek respondieran a su pregunta. En un principio, a los chicos los aterraba un poco la idea de ir hacia un planeta desconocido, en busca de un arma desconocida; pero pronto comprendieron que si querían ganarle a Hkras y vivir una vida tranquila, esa arma era su última esperanza.

    — Acepto — dijo Asher muy seguro de sí mismo — Si esa arma es lo único que podemos usar en contra de Hkras, hay que buscarla.

    — Yo también acepto — respondió Kate detrás de Asher — No dedique mi vida entrenando para la FOT para perder ante Hkras.

    — Yo estoy de acuerdo con la chica — dijo Nikolai hablando en un tono no arrogante por primera vez — Iremos todos juntos y traeremos el arma Boek hasta aquí.

    — Si mi hermano está de acuerdo, entonces yo también — respondió Uriel — Ya superé la prueba. No voy a quedarme afuera.

    — Hagámoslo — agregó Tiana — Todo sea por salvar a la Tierra.

    — Si es la única manera de vencer a Hkras, entonces no tengo opción — respondió Morani — Será un honor ayudarlos.

    — Los países del mundo no crearon la FOT para que nos acobardemos — dijo Evandro — No importa a donde tengamos que ir, encontraremos el arma Boek.

    — No voy a ser la única de los ocho que se negó — respondió Naomi — Yo también voy.

    — Excelente — respondió Kendrick muy satisfecho con sus soldados — Acompáñennos a mí y a Simón. Les explicaremos todo lo que necesiten saber.

    Kendrick y Simón salieron de la sala y llevaron a los jóvenes hasta la plataforma de despegue. Allí se podía ver una nave de gran tamaño, primera en la fila de despegue. Esa iba a ser la nave que iba a llevarlos a todos al planeta Boek a cumplir con la misión.

    Kendrick abrió la puerta y luego hizo que todos entraran a la nave para que pudieran ver bien como era. Iba a ser su transporte, por lo que era necesario que todos supieran como manejarlo en caso de que algo sucediera. Recorrieron la nave desde adelante hacia atrás para observar las instalaciones. Había una sala de control, la cual tenía una enorme pantalla gigante en el centro de una pared y dos computadoras hacia los costados.

    Saliendo de la sala de control estaban todas las habitaciones. Esto era una medida de precaución para que, en caso de ser atacados en plena noche, no tuvieran que ir muy lejos para acceder a la sala de controles. Las salas eran pequeñas, y su única función sería servir de descanso para los soldados. Más atrás había dos salas. Una sala médica, equipada con inteligencia artificial y varias dosis de medicamentos para poder tratar a alguno de los soldados si estos fueran a contraer algún virus proveniente de Boek. La sala también contaba con suministros para curar heridas de combate, pero se supone que la función de los trajes de protección era evitar las mismas.

    Más atrás se encontraba una sala de entrenamiento. Era la segunda sala más grande de la nave y contaba con pesas, gimnasio, e incluso máquinas de correr. Durante el viaje y en los ratos libres, los soldados debían usar estas salas para mantenerse en forma. La última sala era la sala de vehículos. Tratándose de la exploración de un planeta desconocido, los soldados necesitarían vehículos para recorrer grandes distancias. Los vehículos se recargaban con luz, lo que quería decir que se cargarían mientras fueran usados en el día. Había tres motos y cinco quads. Cada vehículo contaba con un trazador de mapas, y conexión directa al navegador de los demás vehículos, lo cual indicaba que al recorrer una zona, el mapa se grababa y era enviado al resto de vehículos, aunque mostraba algunos desperfectos técnicos, sobre todo si los vehículos se encuentran a una distancia considerable. Había un vehículo para cada uno de ellos.

    — Vamos a cargar raciones de comida suficientes para un año — les dijo Kendrick anticipándose a las preguntas de los chicos — Con respecto al agua, sabemos que Boek debe ser un planeta con grandes cantidades de agua, así que la nave va equipada con una planta purificadora. Solo deben extraer agua y en unos minutos estarán listos para beber.

    — ¿Solo iremos nosotros ocho? — preguntó Morani teniendo curiosidad.

    — No, la espada de plata irá con ustedes — respondió Kendrick — Sé que están bien capacitados para esto, pero Boek está muy lejos de la Tierra. Me sentiré más seguro si Simón va con ustedes.

    — Yo voy a estar a cargo de esta misión — añadió Simón haciéndoles saber a todos como iban a manejarse las cosas — Cualquier pregunta que quieran hacer, siéntanse libres de hacérmela a mí.

    — Descansen por ahora — les dijo la espada de oro — Voy a hacer que los soldados carguen la comida que ustedes van a llevar. Saldrán mañana a primera hora. Y no le digan a nadie sobre el planeta Boek, sobre el arma o sobre nuestras probabilidades para vencer a Hkras.

    — ¿Alguien más sabe de esto a parte de nosotros? — preguntó Tiana.

    — Solo nosotros y los exploradores que nos trajeron la información — respondió Kendrick — Tratamos de que no se difunda la palabra para que esto no se convierta en un caos.

    Los ocho chicos fueron a sus habitaciones a descansar. Pronto sería la hora de dormir, y debían estar en la cama temprano si querían partir a tiempo.

    Todos entendían a la perfección que su misión era un punto clave para la guerra en contra de los vofkridianos. Algunos se sentían muy presionados, mientras que otros trataban de mantener esa presión a raya. Aunque no era una situación difícil. Si tenían éxito, la Tierra se salvaría. Pero si fracasaban, todo habría sido para nada.

    Las palabras de la espada de oro quedaron grabadas en sus cabezas. No había margen de error aquí.

    Los que tenían a sus familias tenían ganas de llamarlos e informarles la situación, pero tal y como dijo Kendrick, la situación podría descontrolarse si todo eso se extendiera, por lo que no tuvieron otra opción más que callar y esperar que regresaran a salvo.

    A pesar de todo, los ocho soldados consiguieron tener una noche tranquila.

    Había llegado el día y la hora. Era tiempo de partir hacia el planeta Boek. Los ocho chicos se reunieron con la espada de plata en la plataforma de salida. Estaban esperando a que Kendrick llegara para poder partir.

    Cuando la espada de oro llegó, venía acompañado de dos soldados más. Ambos traían cajas. Kendrick hizo que los dos soldados dejaran las cajas en la nave y se retiraran. Una vez que los dos hombres se fueron, todos abordaron la nave.

    — Escuchen, en esta primer caja grande están puestas sus espadas — dijo la espada de oro informando a los jóvenes sobre el contenido de las cajas — Tratamos de hacerlas lo más ligeras y filosas que pudimos. Ténganlas siempre a mano.

    — ¿Qué hay en la segunda caja? — preguntó Kate.

    — En la segunda caja hay trajes de protección — respondió Kendrick — Los más avanzados hasta ahora. Tienen un traductor que viene configurado con el idioma de cada uno de ustedes. Están hechos a su medida para que sean cómodos y brinden la protección necesaria. Tienen equipado un dispositivo que convierte las sustancias en el aire en oxígeno, y funciona igual debajo del agua. Cada uno cuenta con un regulador de temperatura, que adaptará la temperatura de su cuerpo dependiendo de la zona en donde estén. Si notan que el regulador está presentando fallas, regresen a la nave y Simón se encargará de arreglarlo. Y además cuentan con una nueva característica.

    — ¿Cuál es? — preguntó Asher muy intrigado.

    — Los trajes miden las energías de su cuerpo en una escala de 1 a 100 por ciento — respondió Kendrick — Cuando se pongan los trajes, estos deberían marcar un 100 por ciento en un marcador localizado en el hombro. Cuando se detecta que la energía disminuye, la marca irá bajando. Si la el traje marca energías de 25 por ciento o menos, deben retirarse del lugar de inmediato o de lo contrario será muy probable que mueran. En lo posible, sus compañeros deben ayudarlos a retirarse. Si no se retiran y luego el traje marca energías inferiores al 15 por ciento, sus compañeros no deben correr el riesgo de ayudarlos, y si es necesario, los deberán dejar atrás. Energías entre el 100 y el 25 por ciento, indica que pueden proseguir con la misión. Energías entre 25 y 15 por ciento indica que deben retirarse, y recibir ayuda si la requieren. Energías menores al 15 indican que deberán retirarse del lugar por su propia cuenta. Sus compañeros no pueden arriesgarse a salvarlos si es que están a punto de morir.

    Las palabras de Kendrick fueron muy duras para todos los soldados. Aunque claramente tenían algo de sentido. El objetivo primordial de la misión era encontrar el arma Boek, y todos comprendieron que de ser necesario, debían morir para no comprometer al grupo.

    La espada de oro le deseó la mejor de las suertes a sus ocho soldados y también a la espada de plata. Ahora iban a partir hacia un planeta lejano para ir en busca de la única arma capaz de frenar el avance de Hkras.

    Kendrick bajó de la nave, dejando solos a la espada de plata y a sus reclutas. Una puerta se abrió y la plataforma de despegue fue llevada hasta el espacio. Una vez afuera de la nave madre, la nave que llevaba a los nueve encargados de la misión despegó. Simón tomó el mando y la puso en movimiento recto hacia la galaxia en donde se encontraba el planeta Boek.

    En cuestión de segundos, la nave madre de la FOT desapareció de la vista de todos. Simón y los soldados se encontraban en la sala de control.

    — ¿Cuánto tiempo nos tomará llegar hasta el planeta Boek? — preguntó Uriel queriendo saber que tan lejos estaban.

    — Necesitaremos unos tres días para llegar hasta allá — respondió la espada de plata — Las naves no se hicieron más rápidas, simplemente mejoraron su rendimiento para que consuman menos combustible.

    — ¿Qué podemos hacer mientras tanto? — preguntó Naomi.

    — Tienen la sala de entrenamiento para ir a ejercitarse, o pueden usar una de las computadoras para estudiar las condiciones de Boek — respondió Simón — Y llegado el momento, alguno de ustedes deberá tomar el comando de la nave.

    Todos se fueron directamente hacia la sala de entrenamiento. Sabían que estos tres días deberían aprovecharlos a la perfección para entrenar y no perder su forma.

    Cada uno de ellos hacía un ejercicio diferente, y cada diez o quince minutos, hacían un cambio para poder hacer ejercicios variados. Una charla interesante se desarrolló entre ellos.

    — Díganme, ¿se pusieron a pensar en lo que pasará cuando encontremos el arma? — preguntó Nikolai a sus compañeros — Gracias a nosotros, la FOT podrá derrotar a Hkras. Seremos recordados para siempre como héroes.

    — ¿Quiere decir que si no la encontramos nadie nos recordará? — preguntó Evandro ante la suposición de Nikolai.

    — Si no la encontramos, la FOT caerá ante Hkras, y no quedará nadie con vida para recordarnos — respondió Nikolai algo molesto.

    — ¿Por qué estás tan confiado de que la encontraremos? — preguntó Asher.

    — Porque yo mismo la estaré buscando personalmente — respondió Nikolai — Si esa arma existe y sigue en ese planeta, entonces yo la encontraré.

    — Yo estaba pensando en que es lo que podría pasar después de que derrotemos a Hkras si es que encontramos el arma — dijo Kate algo nerviosa — Y me preocupa mucho.

    — ¿Por qué? — preguntó Uriel queriendo saber los motivos de la preocupación de su compañera.

    — Antes de Hkras, los diferentes países del mundo se odiaban entre ellos — respondió Kate — Fue la llegada de sus tropas a la Tierra lo que hizo que se unieran. Pero, ¿qué pasará si lo derrotamos? ¿Podrán mantener la paz, o volverán a odiarse unos a otros?

    — Es una pregunta interesante — respondió Tiana — Si han aprendido algo de todo lo que está pasando, no volverá a haber otro conflicto en la Tierra. Si no aprendieron nada, todo volverá a ser como antes.

    La pregunta de Kate dejó a todos en duda. Era un tema verdaderamente importante. Una vez que no haya ninguna amenaza proveniente del espacio que pusiera en peligro a la Tierra, es probable que los países volvieran a sus conflictos.

    Algo positivo de todo esto era la unificación que habían tenido. Varias personas de países que se odiaban mutuamente ahora estaban unidos en contra de algo mayor. Si la gente de la Tierra hubiera alcanzado la paz antes de la llegada de Hkras, es probable que ni siquiera fuera necesaria la creación de la FOT para poder detenerlo. Pero ahora eso nunca se sabrá.

    La nave continuaba su curso en la tranquilidad del espacio. Cuando el entrenamiento se terminó, Uriel, Asher y Nikolai fueron hacia la sala de control. Simón le pidió a Nikolai que tomara el control de la nave. La dirección hacia Boek ya había sido programada, y el trabajo de Nikolai era controlar que esta no se saliera del camino.

    Los hermanos Asher y Uriel se pusieron a estudiar un poco acerca de las condiciones del planeta Boek. Por lo que se veía, sus condiciones eran muy semejantes a las de la Tierra, sin embargo, un poco menos gentiles. El centro de calor de la galaxia en donde se encontraba estaba algo lejos del planeta, lo cual quería decir que las temperaturas serían más bajas. El planeta era más grande que la Tierra, lo cual significaba una fuerza de gravedad mayor. Boek no tenía lunas, por lo que las mareas presentes en el planeta actuaban de forma impredecible e imposible de calcular.

    Tras leer un poco más de tiempo, Uriel se cansó y se fue a dormir. Nikolai y Asher quedaron solos en la sala de control. Ninguno de los dos tenía tema de conversación, por lo cual se podía decir que había más silencio en el interior de la nave que en las afueras de ella.

    Kate entró a la sala de control luego de ver que Uriel salió. Ella consideró que necesitaban a alguien más en ese lugar.

    — Preciosa, ¿te gustaría venir a pilotear la nave conmigo? — preguntó Nikolai en tono amigable a su compañera.

    — Gracias, pero creo que prefiero estudiar un poco sobre Boek — respondió Kate tratando de ser amable.

    — Claro, supongo que eso es más interesante que dirigir una nave con destino fijo — respondió Nikolai — Pero me debes una cita.

    Kate se sentó en la computadora junto a Asher y le pidió que le explicara algunas cosas relacionadas al planeta al que iban.

    — Dime, ¿Cómo te llamas? — preguntó la chica proveniente de Francia.

    — Asher — respondió el chico — ¿Qué quieres que te muestre?

    — Todo lo que la computadora tenga sobre las regiones del planeta — respondió Kate — Sería bueno tener una idea de a dónde vamos.

    Asher buscó en la computadora toda la información que había acerca de las regiones en Boek y amplió toda la información para que se mostrara en pantalla.

    — Llanuras, bosques, montañas, lagos, mares, ciudades, glaciares — nombraba Asher — Todo lo que se encuentra en la Tierra se encuentra en Boek, exceptuando los desiertos.

    — Eso es bueno — respondió Nikolai que estaba escuchando la conversación — No vamos a tener que perder el tiempo buscando el arma debajo de la arena.

    — En cierta forma es un alivio — respondió Kate — ¿Qué hay de las razas que habitan en el planeta?

    Asher cerró la información correspondiente a las regiones y empezó a buscar en la computadora para ver si decía algo respecto a las razas. Toda la información de la nave era una recopilación de todo lo que tenían los habitantes del planeta en el cual descubrieron la existencia de Boek.

    Asher buscó en todos los archivos, pero solo encontró poca información.

    — Según esto, hay varias razas poco inteligentes habitando el planeta Boek — decía Asher mirando la información — Pero solo está el nombre de una.

    — ¿Cómo se llama esa raza? — preguntó Kate queriendo saber con quienes podrían encontrarse en aquel planeta.

    — Aquí dice: “gyot” — dijo Asher intentando pronunciar el nombre de la misma forma en que estaba escrito — No hay mucho de ellos. Dice que viven en manadas y tienen cuatro patas y dos brazos. Solamente pelean usando sus patas. Los brazos solamente son para sujetar la comida.

    — ¿Hay alguna foto para saber cómo son? — preguntaba Nikolai algo aburrido de llevar el control de la nave.

    — Nada — respondió Asher — Todo lo que acabo de decir es todo lo que hay.

    — Bueno, supongo que ya habrá tiempo para aprender sobre esto — respondió Kate retirándose de la sala de control — Voy a pedirle a alguien más que venga aquí.

    — Yo también — agregó Nikolai — Me estoy aburriendo como loco. Tal vez Evandro o Naomi quieran llevar el control.

    — Voy a buscarlos — dijo Asher poniéndose de pie después de cerrar la información — Ustedes vayan a descansar.

    — Gracias, Ashy — respondió Kate en un tono muy amable para luego retirarse de la sala.

    — Sí, gracias, “Ashyto” — dijo Nikolai con un sarcasmo que molestó un poco a Asher.

    Nikolai salió de la sala para retirarse a su habitación a dormir. Asher buscó a sus compañeros para que pudieran reemplazarlos. Evandro y Morani, que habían ido a inspeccionar la sala médica para ver si podían entender su funcionamiento se encontraron con Asher. Este les pidió que fueran a la sala de control, ya que no había nadie ahí.

    Luego de esto, Asher ya se sentía demasiado cansado como para buscar a Naomi o a Tiana, así que fue a su habitación a dormir.

    Los otros dos días que duró el viaje fueron más de lo mismo: un poco de entrenamiento, y también intercambio en los turnos para el manejo de la sala de control.

    Algo que sorprendió mucho a los chicos era que Simón también entrenaba. A pesar de su edad, él tenía buenos movimientos, y eso llenó de confianza a los jóvenes. La espada de plata era un buen soldado y sabían que con alguien como él para liderarlos en esta misión no podían perder.

    Finalmente los tres días habían pasado, y la nave estaba a punto de llegar al planeta Boek. Simón, que se encontraba manejando la nave en ese momento los llamó a todos a presentarse a la sala de control. Una vez todos estuvieron presentes, decidió informarles que ya estaban por llegar.

    — Miren con atención — les dijo la espada de plata — El planeta Boek está por aparecer justo en frente de ustedes.

    Todos centraron sus miradas en el exterior de la nave, y cuando llegó el momento, lograron ver un planeta de gran tamaño, mucho más grande que la Tierra, enfrente de ellos. El planeta desde lejos tenía los mismos colores que la Tierra.

    Los soldados se pusieron serios. Ahora que habían llegado hasta el planeta Boek, daría inicio la misión más importante de sus vidas.
     
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  6.  
    Nicolás Pink

    Nicolás Pink How the Terminator say "I back"

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    Posdata: No mates a el ruso que mola :P
     
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  7. Threadmarks: Inicios - Parte 4: Exploración
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Ciencia Ficción
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    Terminado el último capítulo perteneciente a la parte Inicios. Es el capítulo más largo hasta ahora. Lo cual no quiere decir que los capítulos vayan haciéndose mas y mas largos cada vez.

    Yo siempre considero que un capítulo de al menos 2000 palabras es un capítulo de duración buena. Ni muy corta para quedar con ganas de más, ni muy larga para cansarse. No me pongo plazos para la historia ni tampoco limite para la extensión de los capítulos. Los que leyeron otros fics mios lo saben bien.

    No voy a quitarles mas tiempo. Disfruten del capitulo.

    Inicios – Parte 4: Exploración


    La nave que los estaba transportando se acercaba cada vez más al planeta Boek. Los ocho soldados ya estaban preparados para iniciar a buscar el arma. Simón les pidió que se sujetaran bien en caso de que la fuerza de gravedad de Boek los obligara a aumentar la potencia de la nave y se hicieran movimientos bruscos.

    Afortunadamente para todos ellos, no hubo necesidad de hacer tal cosa. La nave espacial entró al planeta. La zona en la que habían entrado estaba llena de árboles, los cuales impedirían un aterrizaje en ese lugar. Simón desactivó el sistema de navegación automático para tomar el control total de la nave.

    — Necesitamos encontrar un lugar en el cual aterrizar — les dijo la espada de plata — ¿Alguna idea?

    — ¿Qué tal las montañas? — preguntó Nikolai — Desde una zona tan alta podríamos ver si alguien se acerca a nosotros, y podríamos provocar un derrumbe en caso de ataque.

    — No sería conveniente — respondió Simón — Si bien tienes razón en todo eso, estar en las montañas complicaría la salida y el regreso de sus vehículos.

    — Entonces un lugar cerca de las mareas — respondió Tiana.

    — Boek no tiene lunas — le dijo Uriel — Las mareas son impredecibles en este planeta. Un simple viento puede hacer que se salga de control.

    — Parece que alguien estuvo estudiando — respondió Simón al comentario de Uriel.

    — Tiene que ser un lugar donde tengamos visión clara, donde no corramos peligro y donde la salida y entrada de vehículos no presente problemas — dijo Kate — ¿Qué tal una llanura?

    — Es una buena idea — respondió Simón — Que sea una llanura, entonces.

    — Bien pensado Kate — le dijo Asher mostrándole una sonrisa.

    Kate le devolvió el gesto a su compañero. Nikolai observó la escena y puso una cara de pocos amigos cuando sus dos compañeros intercambiaron miradas. Evandro, que estaba cerca de él, lo notó y empezó a preocuparse de que hubiera tensión entre ellos.

    Simón no notó las miradas por estar concentrado en el camino. Si bien, él ya sabía en donde era conveniente aterrizar, solamente le hizo esa pregunta a su tripulación para ver si de verdad habían estudiado.

    La nave pasó por encima de varios árboles de tamaño mediano. Era un bosque muy largo, pero finalmente lograron llegar hasta el final, en donde iniciaba una llanura aún más larga. Dado a la poca información que se tenía sobre las razas que habitaban en ese planeta, Simón se alejó del bosque. La información que reunieron no especificaba si las razas vivían en el bosque, pero prefirió no arriesgarse a descubrirlo.

    Tras ponerse a una distancia que él mismo consideraba segura, Simón aterrizó despacio para no llamar la atención de nada ni nadie. Una vez que la nave tocó tierra firme, apagó el sistema de navegación, el cual ya no sería necesario.

    Los chicos sentían una mezcla de emoción y nerviosismo. Ya estaban en el interior del planeta Boek. La parte complicada estaba a punto de comenzar, pero era necesario que se hiciera.

    — Escuchen, antes de que hagan algo, necesito que se pongan sus trajes — les dijo Simón a todos ellos.

    Nadie mostró objeción alguna ante las palabras de la espada de plata. Abrieron la caja que contenía los trajes. En el interior había ocho trajes de diferentes tallas. Para saber cuál le correspondía a cada quien, miraron la configuración del traductor automático y el tamaño del traje.

    Una vez que todos tuvieron sus trajes puestos, estos se activaron. En el hombro izquierdo, tal y como Kendrick había dicho, se encendió un marcador, que para todos mostraba el número 100 acompañado del símbolo de porcentaje. Ese número indicaba la energía disponible que los cuerpos de los chicos tenían.

    Ahora que todos tenían los trajes, Simón se los llevó hasta la parte donde se guardaban los vehículos. En esa sala había cinco quads y tres motos. Al final se ubicaban dos puertas, que al abrirse darían paso a una rampa para que estos no se dañaran al estar en contacto con el suelo del planeta.

    — Cada uno de ustedes va a tomar uno de los vehículos — indicaba Simón — Van a dividirse en cuatro grupos de dos personas cada uno, y van a recorrer el planeta con el creador de mapas activo. Es posible que la conexión entre los vehículos falle un poco por ser la primera vez que se usan en este planeta, pero no se preocupen. Cuando todos regresen y los vehículos estén lo suficientemente cerca, los mapas se mostrarán a la perfección.

    — ¿Qué pasará si somos atacados y necesitamos ayuda? — preguntó Morani.

    — Su misión ahora no es pelear contra las criaturas de este planeta, solamente recorrer el lugar para que sus vehículos tracen mapas — le respondió Simón — Si alguna criatura se aparece ante ustedes, solo escapen. No tienen que pelear, al menos no ahora. Igualmente todos se llevarán una espada. Si se ven superados ampliamente en número, despístenlos y regresen a la nave.

    — ¿Y si son demasiados y no podemos regresar? — preguntó Naomi algo asustada por la idea de quedar atrapada — ¿Los vehículos tienen comunicadores?

    — Los tienen, pero preferiría que usaran el de los trajes — dijo la espada de plata — Si consideran que no pueden escapar, llamen a sus compañeros con los comunicadores. Pero recuerden en todo momento que esta es una misión de exploración, no de combate. Iré a buscar las espadas mientras ustedes elijen vehículo y compañeros para la misión.

    Simón se retiró para ir a buscar la caja que contenía las espadas que iban a usar en la misión. Kate, Naomi y Tiana consideraron que no podrían manejar bien una moto, por lo que pidieron que les permitieran usar los quads, que parecían más fáciles de controlar.

    Asher, Uriel y Nikolai pidieron tener las motos para ellos porque les parecían vehículos más eficientes para esta misión. Eso dejaba a Evandro y a Morani con un quad para cada uno de ellos. La repartición de vehículos no tuvo ningún problema, por lo que comenzaron a buscar compañeros para la exploración.

    — Vendrás conmigo, ¿verdad hermano? — preguntó Uriel a Asher esperando que la respuesta fuera que sí, ya que todavía no le tomó demasiada confianza al resto.

    — Por supuesto — respondió Asher tranquilizando a Uriel.

    — Dime, Evandro, ¿vienes conmigo o prefieres a alguna de las chicas? — preguntó Morani.

    — Iré contigo esta vez — respondió Evandro — Si tienes un buen sentido del humor, lo repetiremos.

    El comentario de Evandro hizo reír a Morani, el cual tenía dudas de ir con alguna de las chicas pensando que no conducirían bien los vehículos, y no quería iniciar un curso de conducción. El chico de Kenia se alegró cuando Evandro aceptó.

    — ¿Te gustaría venir conmigo, Naomi? — preguntó Tiana a su compañera.

    — Claro — respondió la chica de Japón.

    — Eso quiere decir que vendrás conmigo, Kate — dijo Nikolai algo feliz de saber que podría estar con ella — Después de todo, me debías una desde que no quisiste acompañarme a manejar la nave.

    — Está bien — respondió Kate algo decepcionada de no poder ir con Asher, pero entendía que Uriel era su hermano y lo quería con él — Espero que todos tengamos suerte ahí afuera.

    Todos se subieron a sus vehículos. Iban a esperar a que Simón volviera para ponerlos en funcionamiento. Cuando la espada de plata volvió, observó que todos ya tenían vehículos y compañeros para la salida.

    — No tienen por qué ir demasiado lejos en este primer día — decía Simón entregando las espadas — Además, llegamos un poco tarde. Dentro de poco va a anochecer. Quiero que hagan unos doscientos kilómetros como mucho.

    — Entendido — respondieron todos.

    Simón les explicó como encender los vehículos y como activar el creador de mapas. Tal y como había dicho, los vehículos no pudieron conectarse a los demás porque era la primera vez que se usaban en ese planeta, lo que quería decir que los mapas se actualizarían cuando regresaran.

    — Voy a ir a la sala de control y activar el receptor de sus trajes — les dijo Simón — Cuando escuchen mi voz, salgan y diríjanse a algún sector distinto.

    Los primeros en salir iban a ser Asher y Uriel. Los hermanos iban a ir al norte. Las puertas de salida se abrieron y una rampa se extendió hacia el suelo. Simón les dio la orden de salir. Los chicos aceleraron y empezaron a recorrer el planeta.

    Los siguientes en salir fueron Evandro y Morani, quienes irían al oeste. Tiana y Naomi irían al este, dejando a Nikolai y a Kate para que vayan al sur.

    Una vez que los vehículos salieron, Simón cerró la plataforma y se quedó en la sala de control para recibir noticias de los chicos.

    Los vehículos eran rápidos, y se cargaban con energía proveniente del calor del sol del sistema solar de Boek, por lo cual no tenían miedo de perder el combustible al acelerar.

    El cielo de Boek no tenía una sola nube en el cielo, y no había viento. El cielo era del mismo color que el de la Tierra, y el sol que daba luz al planeta se veía de un color blanco pálido por la distancia entre Boek y este.

    Asher y Uriel avanzaban hacia el norte mirando el camino atentamente. Todo lo que había eran llanuras con un amplio campo de visión. Si bien, esto podría significar que no serían atacados por ninguna criatura, decidieron no bajar la guardia. Nunca podrían saber si algo iba a aparecer desde debajo de la tierra.

    A medida que sus vehículos avanzaban, el trazador de mapas hacía su trabajo. Los hermanos decidieron hablar para hacer más llevaderos esa exploración.

    — Finalmente estamos aquí — dijo Uriel a su hermano — ¿Qué crees que van a pensar mamá y papá cuando se enteren de que estamos buscando un arma que derrotará a Hkras?

    — Seguro que se sentirán orgullosos de nosotros — respondió Asher — ¿Crees que tardemos mucho en encontrarla?

    — Sinceramente espero que no — le respondió Uriel — No quiero quedarme aquí por mucho tiempo.

    — ¿Crees que tendremos que pelear para conseguir el arma? — preguntó Asher.

    — Pues, no lo sé — respondió Uriel — Si tuvieras un arma muy poderosa, ¿Dónde la habrías escondido?

    — Si estos Boek fueron inteligentes, la escondieron en un lugar donde nadie buscaría — respondió Asher — Pero es posible que las otras razas la hayan encontrado y la hayan cambiado de lugar sin saber que era.

    — Me pregunto por qué será tan poderosa — decía Uriel — Que es lo que la hace tan especial. Por qué nosotros no podemos crear una similar.

    — Ni siquiera podemos crear balas potentes para atacar a los vofkridianos a distancia — respondió Asher — Tenemos que pelear cuerpo a cuerpo usando estas espadas. No me sorprende que no podamos crear un arma como esa.

    Los hermanos continuaron avanzando en silencio hasta que las llanuras terminaron. No recorrieron una distancia muy considerable hasta que una extensa zona de montañas les cortó el paso. No tenían como atravesarla, por lo que la única opción era rodearla. Para estar más seguros de no ser atacados, decidieron que ambos la rodearían por la izquierda. Ya tendrían tiempo para ir por la derecha otro día.

    Evandro y Morani avanzaban hacia el oeste. A pesar de que podían, no iban demasiado rápido. Al igual que con Asher y Uriel, la zona en un principio era una llanura con un enorme campo de visión. No había nada por la izquierda ni por la derecha, por lo que podían avanzar sin miedo a ser atacados.

    Evandro decidió hablar con Morani sobre algo que observó antes en la nave.

    — Dime, Morani — le decía Evandro — ¿Viste a Nikolai en la nave antes de que entráramos al planeta?

    — No — respondió Morani — Estaba ocupado mirando la superficie del planeta Boek. Me sorprendió mucho que se pareciera tanto a la de la Tierra que simplemente no pude apartar la vista. ¿Por qué?

    — Porque yo vi como Nikolai no vio con buena a cara a Asher después de que él felicitó a Kate — respondió Evandro — Me preocupa que Nikolai intente atacar a Asher o a Kate. Ya viste que tiene el ego por las nubes, y la gente así suelen ser muy peligrosas.

    — No vi lo que me dices — dijo Morani — Pero dudo que Nikolai sea tan estúpido para atacarlos solo por unos celos. Él es un adulto, no un niño. Además, no tenemos tiempo para algo así. Estamos aquí para buscar un arma y librarnos para siempre de Hkras, no para ser los actores de una novela.

    — Es que me preocupan Asher y Kate — decía Evandro en un tono que lo decía todo — ¿Qué tal si esto afecta las misiones?

    — La espada de plata vino con nosotros — respondió Morani intentando calmar a su compañero — Si esto que dices afecta las misiones, él se encargará. No fue nombrado la espada de plata solo por que combinaba con el color de sus canas.

    El comentario le causó mucha gracia a Evandro, que empezó a reírse descontroladamente. El chiste Morani realmente lo había ayudado a relajarse un poco.

    Los dos chicos siguieron avanzando hasta que empezaron a notar elevaciones en el terreno. A pesar de que el camino dejó de ser llano, los chicos siguieron avanzando. El terreno los llevó hasta un punto alto. Al llegar a la cima, pudieron ver que hacia abajo había un océano. Les pareció sorprendente que fuera posible la existencia de un océano a pocos metros de distancia de un bosque. Eso los ayudó perfectamente a entender que ya no estaban en la Tierra, y que Boek ofrecería cosas inesperadas para ellos.

    Al igual que Asher y Uriel, los chicos no regresaron, sino que continuaron avanzando.

    Por otro lado, Naomi y Tiana, quienes recorrieron la zona del este, habían llegado hasta la entrada al bosque que habían pasado por encima con la nave. Los árboles estaban muy juntos, por lo que era imposible entrar con los vehículos. No tuvieron otra opción más que cambiar su rumbo y dirigirse hacia el noreste, en vez del este.

    — Esperemos que el arma no esté ahí dentro — decía Tiana alejándose un poco del bosque por miedo a que algo saliera de ahí.

    — Va a ser difícil recorrerlo sin los vehículos, sobretodo porque creo que los trajes no tienen creador de mapas — respondió Naomi — Dime, ¿Qué tipo de especies crees que vivan aquí?

    — Kate me contó acerca de algo llamado Gyor, o Gyot — decía Tiana intentando recordar la pronunciación de la raza — Pero no hay fotos, ni mucha información. Además, no son los únicos que habitan este planeta.

    — ¿Crees que sean grandes y peligrosos? — preguntó Naomi pensando en lo peligroso que podría ser el planeta teniendo en cuenta de que no se conocía a ninguna de las razas.

    — Es difícil imaginarlo — decía Tiana — Pero si los Boek crearon un arma tan fuerte, debe ser por algo. Además, sabemos que se extinguieron.

    — ¿Qué crees que los habrá llevado a la extinción si eran tan inteligentes? — preguntó Naomi.

    — Ni siquiera Kendrick pudo responder a eso — decía Tiana mirando atentamente hacia el bosque — Espero que no haya tenido nada que ver con las criaturas de aquí.

    Las dos chicas siguieron avanzando hasta que el bosque llegó a su fin, topándose con unas montañas. Las mismas que estaban en el camino de Asher y Uriel. Fue algo oportuno que decidieran ir hacia la derecha, lo cual significaba que ya no sería necesaria una segunda exploración para que Asher y Uriel lo hicieran.

    Por su parte, Nikolai y Kate, que fueron al sur se encontraron con otro bosque, pero este no tenía los árboles tan juntos, e incluso había zonas donde los árboles estaban a una distancia considerable. No tenían problemas en circular sus vehículos ahí adentro. Nikolai decidió hacerle una pregunta a Kate.

    — Dime Kate — decía Nikolai poniéndose serio — ¿Te gusta Asher?

    — ¿Qué? — preguntó Kate sin poder creer que Nikolai le hiciera una pregunta en un momento como ese — ¿Por qué preguntas?

    — Porque cuando te ofrecí venir conmigo hace unos días, fuiste con él — respondió Nikolai sin dejar su seriedad — Además, él y tu intercambiaron sonrisas cuando llegamos.

    — Asher es un buen compañero — respondió Kate — Le tengo aprecio, el mismo aprecio que te tengo a ti y a todos los demás.

    — Vamos, no me engañes con eso — dijo Nikolai insistiendo — Aprecio no es mostrar una sonrisa de niña linda. Yo sé que eres hermosa, pero una sonrisa como la que le mostraste a él no se la muestras a alguien a quien aprecias.

    — ¡Ahora no es momento para hablar de algo así! — dijo Kate algo cansada de las palabras de Nikolai — Si Asher me gusta o no, no es asunto tuyo. Además, estamos haciendo mucho ruido en este bosque. Podríamos llamar la atención de alguna criatura de aquí.

    — Gran cosa — respondió Nikolai ahora con un tono de arrogancia — Si alguna criatura aparece ante nosotros, haré que se arrepienta por ello en los pocos segundos de vida que le quedan. Recuerda que yo saqué el puntaje más alto en las pruebas. No me asustan esos gallitos o gyot, o como se llamen.

    Antes de que Kate pudiera responderle a Nikolai, un gruñido pudo escucharse no muy lejos de donde estaban ellos. Kate detuvo su quad, y Nikolai, que no quería dejarla atrás, detuvo su moto también.

    — ¿Qué estás haciendo? — preguntó el chico ruso — Si te quedas quieta serás un blanco fácil.

    — Escuché un ruido — dijo Kate pidiéndole silencio a Nikolai, que aparentemente, no escuchó nada.

    Otro gruñido se escuchó, pero este estaba más cerca de ellos. Kate empezaba a asustarse. No sabía que podía estar causando ese sonido, y no se sentía demasiado segura solamente con Nikolai cerca.

    — Tenemos que volver — dijo Kate dando vuelta su vehículo para regresar.

    — Pero aún no hemos recorrido los kilómetros que Simón nos pidió — dijo Nikolai.

    — Entonces hazlo tú solo, yo regresaré a la nave — respondió Kate alejándose del lugar.

    — ¿Y dejarte sola? — preguntó Nikolai de forma retórica — Solo un idiota dejaría sola a una chica hermosa como tú.

    Nikolai, a pesar de que quería seguir explorando, decidió acompañar a Kate hasta la nave. Una parte de él deseaba que una criatura apareciera para poder mostrar todas sus habilidades, pero otra parte tenía miedo de que fuera más de una. Además, había posibilidades de que el vehículo se arruinara, y si eso pasaba, iba a ser muy complicado regresar.

    Finalmente empezó el atardecer. Aquí se pudo notar una gran diferencia entre Boek y la Tierra. Mientras el cielo de atardecer en la Tierra toma colores anaranjados y rojizos, en Boek el cielo se pone de un color muy parecido al púrpura, pero más intenso. Eso era considerado una gran desventaja, ya que la visión estaba un poco más reducida ahora.

    Para cuando llegó la noche, todos estaban en la nave. Simón sincronizó el mapa de la sala central de la nave con el de los vehículos en el momento del regreso.

    — Díganme — les llamó la atención la espada de plata — ¿Vieron un lugar en donde podría estar oculta el arma Boek?

    — Tiana y yo seguimos unas montañas hasta que llegamos hasta una parte donde se veía una entrada lo suficientemente grande para los vehículos — respondió Naomi — Era la única en kilómetros. Es posible que la hayan escondido ahí.

    — Excelente chicas — les respondió Simón — Entonces, ese será el primer lugar en el que buscaremos el arma. Duerman bien. Cuando el sol salga mañana, todos irán a inspeccionar. Si tenemos suerte, el arma estará ahí y nos largaremos.

    Todos los chicos se fueron a dormir, para de esa forma, estar preparados para el día de mañana. Tal y como dijo Simón, si el arma estaba ahí, significaría que su expedición en Boek y la guerra contra Hkras terminaría más pronto de lo esperado. Todos esperaban que la suerte les sonriera en el momento de ir a buscar el arma.
     
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  8. Threadmarks: Peligros - Parte 1: Cybershark, la máquina de ejecución
     
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    Ya está listo el capítulo inicial de la segunda parte de la historia. La primer parte llamada Inicios tuvo ese nombre justamente por la poca acción que tuvo. En esta la acción estará más presente que en todos los demás capítulos.

    Espero que les guste. Un aviso, en el final repito varias veces la misma palabra, pero es porque no encontré muchos sinónimos adecuados y porque no quiero revelar las cosas con demasiada prisa. Espero que ya no tenga que volver a pasar.

    Les dejo el capitulo.

    Peligros – Parte 1: Cybershark, la máquina de ejecución

    El amanecer estaba naciendo. Era el primer amanecer que los soldados encargados de la misión iban a contemplar en el planeta Boek. Y si las cosas salían bien y la suerte les sonreía, iba a ser el último.

    Simón les dijo que comieran bien y se prepararan para ir a buscar el arma en el momento en el que el cielo estuviera lo suficientemente claro. No tenían demasiada información respecto al amanecer en Boek. En caso de que tuvieran que quedarse por más tiempo, Simón decidió guardar todo lo que pudieran observar en una base de datos. No quería perder ningún detalle.

    Los ocho chicos fueron a la zona donde estaban guardados los vehículos. En cuanto Simón les diera la orden, todos iban a partir hacia la zona que Naomi y Tiana habían descubierto. Cada uno de ellos subió a sus vehículos, los mismos que habían utilizado para la exploración.

    — ¿Qué tan lejos queda ese lugar? — preguntó Kate a Tiana y Naomi.

    — No está muy lejos — respondió Tiana — Estoy segura de que llegaremos en una hora.

    — ¿Dijeron que estaba cerca del bosque que sobrevolamos el día anterior? — preguntaba Uriel.

    — Exactamente — le respondió Naomi — Ese bosque no tiene espacio suficiente para que entraran los vehículos, es por eso que decidimos no recorrer ese lugar.

    — ¿Vieron o escucharon algo cuando pasaron cerca del lugar? — quería saber Asher.

    — No, nada afortunadamente — le respondió Tiana — ¿Alguno de ustedes tuvo un encuentro con las criaturas?

    — Kate y yo escuchamos un gruñido en nuestra exploración — respondió Nikolai — Ella se asustó y quiso regresar.

    — ¿Cómo sonaba? — preguntaba Morani con curiosidad.

    — Era como el gruñido de un animal — respondió Kate — Y parecía ser de gran tamaño.

    — No los atacó, ¿verdad? — preguntó Asher.

    — No, estamos bien — le respondió Kate amablemente — Gracias por preocuparte.

    El comentario de Kate hizo que Nikolai bajara la mirada hacia el suelo mostrando una cara de odio. Evandro, al igual que ayer, lo volvió a notar. Eso no le gustaba nada. Temía por la seguridad de Asher y Kate. Era casi imposible saber si Nikolai iba a cometer alguna locura.

    Esta vez, Morani prestó atención y fue capaz de notarlo. Tal y como Evandro le había dicho, algo pasaba entre ellos tres. Aunque sabía que él no tenía mucho que decir en un asunto como ese, no estaba tranquilo.

    Simón les llamó la atención haciéndoles saber que era hora de partir.

    — Salida en unos quince segundos — dijo la espada de plata — Recuerden, Naomi y Tiana se encargarán de ir al frente.

    Las puertas de salida se abrieron, las plataformas bajaron al suelo y una rampa conectó la nave con la superficie del planeta.

    Naomi y Tiana fueron las primeras en salir. Asher y Uriel las siguieron. Kate y Nikolai iban a ir tras ellos, y al final irían Evandro y Morani.

    Los ocho soldados se pusieron en marcha.

    Apenas inició el viaje, Uriel quiso hablar con su hermano.

    — Dime Asher — le dijo Uriel hablando en voz baja — He notado que miras mucho a Kate. No quiero que me mientas porque te conozco muy bien y lo sabré. ¿Ella te gusta?

    La pregunta sorprendió a Asher, quien no podía creer que su hermano menor se diera cuenta de eso. Aunque no lo quería reconocer, no tenía sentido mentirle.

    — Es linda — le respondió Asher siendo sincero, imitando el tono bajo de su hermano — Me agrada mucho.

    — Lo sabía — respondió Uriel feliz por su hermano — ¿Te vas a declarar cuando termine la misión o tienes una fecha fija para eso?

    — No seas tonto, hermano — respondió Asher en un tono amable — Claro que se lo diré. Una chica como ella no se encuentra dos veces. Y menos ahora. Pero no creo que el momento sea ahora. Dime, ¿a ti te gusta alguien?

    — Creo que Tiana es hermosa — respondió Uriel — Pero quiero conocerla un poco mejor para ver si ella de verdad me gusta o solamente es una atracción.

    — Si le dices algo a Kate, yo le diré a Tiana — respondió Asher en un tono un poco amenazante, pero simpático.

    — No le diré nada — respondió Uriel — Quédate tranquilo.

    Nikolai y Kate estaban detrás de ellos cuando tuvieron esa conversación. Si bien, Kate no escuchó nada porque estaba mirando el mapa atentamente, Nikolai escuchó cada palabra. Incluso aunque los hermanos se pusieron a hablar en voz baja. No le agradaba la idea de que a Kate le agradara Asher y que también se cumpliera lo mismo en el caso opuesto. Deseaba que la misión terminara rápido solo para que ambos se separaran.

    Evandro y Morani iban atrás de ellos. Estaban un poco más alejados de su grupo pero sin perderlos de vista.

    — Escucha, Evandro — le dijo Morani — Hoy estuve prestando atención y tenías razón.

    — ¿En qué? — preguntó Evandro sin saber a qué se refería Morani.

    — En el hecho de que Nikolai cambia la expresión de su rostro cuando Asher habla con Kate — le respondió Morani — No digo que sea un gran problema, pero no me puedo quedar tranquilo.

    — Es tal y como yo lo había dicho — respondió Evandro — Claramente algo está pasando entre ellos tres. Principalmente con Nikolai. Deberíamos decírselo a Asher y a Kate. O sino a Simón.

    — Por el momento no creo que sea una situación tan desesperada como para eso — le respondía Morani — Preferiría no hacer que Simón pierda el tiempo en cosas como esa. Además, si mantenemos a Nikolai vigilado, el no hará nada grave.

    Si bien, Evandro consideraba que tenían que decirle lo que pasaba a Asher y a Kate, decidió que su compañero tenía razón. No había por qué alarmarse. Además, el delatar a Nikolai con Simón por un asunto como ese, podría generar algo de malestar en el grupo.

    Los ocho soldados continuaron el recorrido hasta que llegaron a los bosques, zona en la cual se debía dar un giro para poder dirigirse hasta las montañas.

    Cuando pasaron cerca de los árboles, notaron unos ruidos muy extraños. Pudieron ver que las hojas de algunos de ellos se movían, y se escuchaba el sonido de unas pisadas en el interior. Mas precisamente en la zona donde se movían los árboles. Y esos no eran los únicos ruidos notables. Los chicos notaron gruñidos, muy parecidos a la descripción que Kate y Nikolai les habían dado en la mañana; pero además se lograba escuchar otro sonido. Uno que era mucho más fuerte, que era similar a un rugido.

    Los chicos sabían que dos criaturas pertenecientes a dos razas distintas estaban teniendo un enfrentamiento en ese bosque. Aunque la curiosidad los hacía querer ir a ver, decidieron no desviarse de su objetivo principal.

    — ¿Por qué crees que estén peleando? — preguntaba Tiana algo curiosa.

    — Quien sabe — respondió Uriel — Podría ser territorio, o comida.

    En un momento, el movimiento se acabó y los ruidos cesaron. Eso indicó que la pelea entre esas criaturas se terminó.

    — Me gustaría saber cuál de los dos ganó — decía Nikolai que se quedó con ganas de ver la pelea.

    — No tenemos tiempo para eso — respondió Naomi — Las montañas están junto al frente de nosotros.

    Tal y como dijo la chica, todos ellos se encontraban en la zona de montañas. Sin saber qué dirección tenían que tomar, Naomi y Tiana se pusieron por delante, liderando la marcha. Tal y como ellas dijeron, en una hora desde la salida de la nave, ya estaban en la entrada hacia el interior de las montañas.

    La descripción brindada por las chicas no era exagerada. La entrada era enorme, y había espacio suficiente para que cuatro vehículos entraran al mismo tiempo. A pesar de que estaban a plena luz del día, no se podía ver con demasiada claridad en el interior.

    — ¿Quién va a ir primero? — preguntó Kate a sus compañeros.

    — Yo iré al frente, preciosa — respondió Nikolai posicionando su vehículo en la entrada — Es conveniente que el mejor soldado vaya primero.

    Asher escuchó la forma en la que Nikolai le había hablado a Kate, y recordó que ya lo había hecho antes hace unos días. A diferencia de su compañero, Asher no se enojó, solamente puso una cara algo seria. Uriel lo vio y le pareció que era raro que su hermano tuviera esa cara. Él no acostumbraba a mostrar expresiones como esa.

    — Yo entraré ahora — dijo Uriel asegurándose de no dejar a Asher con Nikolai.

    — Te sigo — respondió Naomi.

    — Detrás de ti — agregó Tiana.

    Ya no quedaba espacio para que más vehículos avanzaran, por lo cual, los cuatro que quedaron atrás debían esperar a que sus compañeros se alejaran un poco. Cuando había distancia suficiente, Kate y Morani entraron.

    Asher se disponía a entrar cuando Evandro lo detuvo.

    — Escucha, Asher — dijo su compañero — Si no encontramos el arma en este lugar, hay algo que tengo que hablar contigo.

    — ¿De qué se trata? — preguntaba Asher algo confundido por la pregunta de Evandro.

    — Por ahora centrémonos en la misión — dijo Evandro entrando al interior de la montaña.

    Asher estaba algo intrigado por las palabras de su compañero, pero decidió que lo mejor sería no quedarse atrás.

    La entrada era muy grande y extensa. Todos avanzaban despacio por precaución. Para ver con más claridad encendieron las luces de los vehículos, cosa que servía un poco para iluminar el lugar.

    A menos de doscientos metros, había un pozo algo grande el cual estaba tapado totalmente por el agua. Miraron hacia arriba y notaron como varias gotas de líquido caían, llenando el pozo. Los vehículos no iban a poder cruzarlo, por lo que tenían que dejarlos y cruzar nadando por su cuenta.

    — El arma debe estar del otro lado — dijo Morani — Esto no es natural. Es seguro que lo hicieron ellos. Y claramente fue para protegerla.

    — Entonces supongo que debemos cruzar — respondió Uriel bajándose de su moto.

    — Esperen, guarden silencio — les llamó la atención Evandro — ¿No sienten un ruido?

    — Es el agua que cae goteando de la montaña — respondió Tiana sin saber por qué Evandro quería que hicieran silencio.

    — No, no es eso — decía Evandro en voz baja — Escuchen bien.

    Todos se callaron durante unos segundos para ver si lograban escuchar que era lo que Evandro quería que escucharan. Al principio no se podía oír nada, pero después lograron escuchar unos pasos aproximándose hacia ellos.

    Pensaban que se trataba de alguna criatura que habitara el planeta, pero luego escucharon una voz extraña. Esa voz hablaba en su mismo idioma.

    — Cuando tengan el arma se las voy a quitar de las manos — dijo una voz desconocida que sonaba como un robot.

    Desde el lugar por donde habían entrado, aparecieron ante ellos unos seis robots. Los robots tenían una estructura parecida a la de un ser humano, pero su cuerpo estaba hecho de metal puro. Al frente de ellos iba uno que era de un color azul muy brillante, seguido de otro del mismo azul, pero más opaco. Los cuatro que iban detrás de ellos eran del color de la plata.

    El grupo no creía que hubiera robots habitando en el planeta, y mucho menos que hablaran su idioma. Cuando los robots se acercaron a ellos lo suficiente, pudieron verlos más de cerca.

    — No tienen el arma — pronunció el segundo de la fila.

    — Veo que no — le respondió el que iba al frente — Es una decepción. Ahora tendré que buscarla yo mismo.

    — ¡¿Quiénes son ustedes?! — preguntó Uriel muy confundido por lo que veía.

    — Nos denominamos como “Máquinas de ejecución” — nuevamente habló el que iba al frente — Ustedes son humanos provenientes del planeta Tierra, si mi disco tiene información correcta. Y están aquí por el arma de Boek.

    — ¿Cómo lo sabes? — preguntó Asher algo aterrado al ver todo lo que sabían.

    — En este planeta no queda vida inteligente — decía la máquina de ejecución — Todos los seres con cerebro que se encuentren en este planeta están aquí por el arma. Además, ustedes tienen vehículos que las criaturas de aquí no son capaces de crear.

    — ¿Qué te trae aquí? — preguntaba Morani un poco intimidado tras escuchar esas palabras.

    — Lo mismo que ustedes, el arma — respondió el líder de ellos — Planeo usarla para eliminar a los vofkridianos. Y tomar el control de su imperio.

    — Lo siento, pero es mía — dijo Nikolai arrogante como siempre — Me pertenece a mí.

    — Entonces me veré forzado a quitártela — respondió el que era el líder.

    El robot que iba al frente se tomó el hombro, presionó un botón, y un compartimiento en su torso se abrió. De aquel compartimiento sacó una espada que parecía estar hecha del mismo material que las espadas que portaban los soldados. Los otros cinco que estaban con el repitieron el mismo proceso. En menos de diez segundos, los seis robots estaban armados.

    Los soldados supieron que era el momento de pelear. No esperaban encontrarse con un grupo como ese en su primera misión, pero no se iban a echar atrás.

    — Xorcut, tú y los otros encárguense de ellos — dijo el líder de ellos a su segundo al mando — Yo iré por el arma.

    — Recibido — contestó el que respondía ante el nombre de Xorcut — Ataquen.

    Xorcut y los otros cuatro robots se lanzaron al ataque con sus espadas ante los ocho soldados de la FOT.

    Asher, que era el que estaba primero, fue a pelear contra él. Intentó atacar la cabeza del robot, pero este se cubrió rápidamente con su espada y rechazó el ataque. Xorcut intentó hacer el mismo ataque, pero Asher logró interceptarlo y rechazarlo también.

    Evandro fue a pelear en contra de otro de los robots. Intentó dos ataques directos, pero el robot se cubrió con su espada y con el otro brazo, el cual estaba hecho de un metal demasiado resistente. Ahora era el turno de su atacante. El robot chocó su espada contra la de Evandro, y ambos empezaron a forcejear. El robot iba ganando, hasta que Morani lo atravesó en un punto débil que tenía en la espalda. El robot había perdido movilidad, cosa que Evandro aprovechó para incrustar su espada en la cabeza del robot, cortando varios claves y dañando piezas. Ahora era un robot menos con el que pelear.

    El líder de los robots, se aproximó a ellos listo para cruzar el pozo inundado y llegar hasta el otro lado. Tiana fue a detenerlo con un ataque. El robot dio un salto de gran altura para esquivar el ataque de la chica y cuando tocó tierra, le dio un golpe con sus piernas metálicas en la espalda. Tiana estaba en el suelo, y ahora nada le impedía ir a buscar el arma.

    Un robot se acercó a la chica que estaba en el piso. Cuando Uriel lo vio, fue corriendo hasta ella. El robot trató de matarla antes de que se levantara. Tiana esquivó el ataque de su espada estando en el suelo. Antes de que su atacante pudiera hacer otro ataque, Uriel atravesó el cuello del robot con su espada, provocando que se desarmara. El robot no estaba apagado, pero ya no podía moverse.

    — ¿Estás bien? — preguntó Uriel extendiendo su mano a su compañera.

    — Sí, gracias — respondió Tiana muy agradecida — Me salvaste la vida.

    Asher intentó eliminar a Xorcut con otro ataque, pero este hizo un mejor cálculo y logró tirar su espada al piso. Asher ahora estaba indefenso.

    Kate se aterró cuando lo vio.

    — ¡Asher, no! — gritó Kate mientras corría a ayudar a su compañero.

    Xorcut atacó a Asher, quien esquivó el ataque por muy poco. Fue ahí cuando Kate lo atacó directamente a la cabeza. Xorcut solo retrocedió un poco pero no recibió daños. Ahora se dispuso a eliminar a Kate. Xorcut movió su espada intentando cortarla en dos pedazos. Kate se agachó sabiendo que no podía repeler el ataque. Fue ahí cuando Xorcut la pateó y la tiró al piso.

    Antes de que pudiera hacer algo, Nikolai saltó y le dio una patada al robot. Esto hizo que retrocediera unos pasos, momento que Asher aprovechó. Se agachó y pateó las piernas metálicas de Xorcut por detrás, haciendo caer al robot.

    Asher fue a recuperar su espada mientras que Nikolai y Kate intentaban perforar el cuerpo del enemigo de alguna forma. Sin embargo no era sencillo. Los movimientos de Xorcut eran ágiles, bien calculados, y el metal de su cuerpo servía como un escudo perfecto.

    Naomi, Evandro y Morani trabajaban juntos luchando contra otro de los robots. Cuando el robot golpeó su espada contra la de Evandro, haciendo que este cayera al suelo por la fuerza del impacto, Morani y Naomi atacaron su cabeza al mismo tiempo, rompiéndola y generando que el robot muriera en el instante.

    El líder de los robots estaba regresando desde el otro lado del pozo inundado. Se sorprendió mucho al ver que solo Xorcut y otro de sus robots estaban de pie.

    — ¡El arma no está! — gritó el líder de los robots — ¡Salgamos de este lugar!

    Xorcut y el otro robot que estaban con vida se retiraron del lugar. El líder del grupo atacante evadió los ataques de Uriel y Tiana y se puso a correr hacia la salida.

    Nikolai lo interceptó. El chico ruso atacó con tres ataques que fueron bloqueados sin problemas por el robot. Nikolai lo volvió a intentar y fue ahí cuando el robot rechazó el ataque, y luego, en menos de un segundo, lo atacó con todas sus fuerzas. Nikolai retrocedió, pero el ataque lo alcanzó en el brazo. El traje amortiguó un poco el golpe, pero había provocado una cortada en el brazo de Nikolai.

    El robot líder pateó las piernas de Nikolai y lo derribó. Antes de que Nikolai tomara su espada, el robot le pisó la mano.

    — ¡Mierda! — exclamó Nikolai sintiendo dolor en donde estaba siendo pisado — ¡Suéltame!

    — ¡Ya lo tengo! — gritó Evandro corriendo hacia el robot.

    — ¡No, detente! — le ordenó Nikolai.

    Evandro golpeó la cabeza del robot con todas sus fuerzas, esperando que eso sirviera para destrozarlo, pero el metal de la cabeza del robot era demasiado resistente. Tanto así que el golpe no le hizo ningún rasguño.

    El robot líder dejó de pisar a Nikolai, se dio la vuelta y antes de que Evandro pudiera defenderse, le perforó el hombro con su arma, provocando que Evandro soltara la suya.

    — ¡Muere! — gritó como si Evandro lo hubiera ofendido.

    El robot comenzó a frotar los dedos de su mano izquierda, la cual no estaba siendo usada en combate. El roce provocaba impulsos de choque con mucha energía. Tocó el corazón de Evandro tres veces mientras frotaba los dedos de su mano izquierda. En menos de cinco segundos, y con solo tres toques, el traje de Evandro, y también su corazón, fueron perforados por los impulsos de choques del robot. Su marcador de energía bajó al cero por ciento, y cuando el robot retiró la espada de su hombro, Evandro cayó sin vida al suelo.

    — ¡No! — gritó Morani horrorizado al ver a su amigo cayendo muerto al suelo.

    El robot líder pateó a Nikolai en el pecho, provocando que su marcador de vida bajara a sesenta, y luego se retiró del lugar de la misma forma que Xorcut y el otro robot sobreviviente.

    Morani se acercó hacia Evandro sin poder creer que estuviera muerto. Miró el pecho de su amigo y pudo ver un gran agujero provocado por el ataque del robot. No solo fue su corazón. El traje fue perforado totalmente en la zona que recibió el tacto. Morani empezó a golpear el suelo con su puño.

    — ¡Mierda! — gritó el chico muy enojado — ¡Mierda, mierda, mierda! ¡¿Quién carajo se cree que es para hacer esto?!

    — Morani…— Naomi intentó hablar con él.

    — ¡Lo voy a encontrar, y lo voy a matar! — gritó el chico de Kenia sin mostrar nada más que rabia por la muerte de su amigo.

    Nikolai, por su parte, estaba tirado en el suelo sujetando su pecho en la zona donde el robot le dio la patada. Gracias a su traje, no se rompió ningún hueso, pero estaba muy adolorido. Kate se acercó a él.

    — ¿Estás bien? — preguntó la chica sujetándolo despacio para no lastimarlo.

    — Me gustaría decir que sí, pero no lo estoy — respondió Nikolai muy adolorido — Esa máquina maldita me lastimó, y me humilló. Argh, me duele el pecho y las piernas.

    — Tenemos que explicarle esto a Simón — decía Asher ayudando a Kate a levantar a Nikolai.

    — Gracias — respondió Nikolai sin poder creer que le estaba dando las gracias a Asher.

    Sabiendo que el arma no estaba allí, los siete chicos subieron a sus vehículos y emprendieron el viaje de regreso. Morani iba a llevar el cuerpo de Evandro. No iba a dejar que se pudriera en esa cueva, ni tampoco iba a permitir que se convierta en alimento para alguna criatura.

    Cuando los chicos regresaron a la nave, Nikolai fue llevado a la sala médica, donde le administrarían calmantes para tratar las heridas que sufrió, Morani se quedó con él, ya que era el único que sabía cómo usar los elementos del lugar en forma apropiada. El resto del grupo fue a la sala central, donde pusieron el cuerpo de Evandro para que Simón pudiera analizarlo. El portador de la espada de plata se sorprendió mucho al escuchar el relato contado por los soldados.

    — ¿Cómo dicen que era el robot? — preguntó la espada de plata.

    — Era de un color azul muy brillante — respondió Asher — Él y uno llamado Xorcut eran los únicos capaces de hablar.

    — No puedo creer que él esté aquí — decía Simón muy asombrado con lo que escuchaba de Asher.

    — ¿Quién es él? — preguntó Kate muy intrigada por las palabras de Simón.

    — No conocemos su verdadero nombre — le respondió Simón — Pero la FOT se refiere a él como Cybershark. Es el líder de las máquinas de ejecución.
     
    Última edición: 28 Octubre 2016
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    Bueno, voy a avisarles que este capítulo que publique será el último en un largo tiempo. La universidad me está matando. Para decir la verdad, sabía que esto iba a pasar, pero pensé que iba a tener más tiempo para publicar aunque sea unos cuantos capítulos más. Lamentablemente no será así, por lo que me despido temporalmente en caso de que no tenga tiempo de conectarme al foro.

    Esto que está pasando ahora pasa con todas las historias largas que escribo. Siempre me veo obligado a dejarlas de lado para centrarme en cosas mas importantes.

    No tengo nada más que decir más que hasta luego, y disfruten la historia.


    Peligros – Parte 2: La llegada del emperador

    […]

    En un planeta no tan lejano de Boek, se vivían momentos llenos de tensión. Los habitantes del planeta Eikrat recibieron una visita sorpresa de Hkras, quien no parecía nada contento.

    El planeta era demasiado pequeño comparado con la Tierra, y mucho más con Boek. En el centro del planeta se localizaba un palacio de un diseño muy raro comparado al diseño tradicional de un palacio en la Tierra. Pero el palacio no es importante, sino lo que transcurría en el interior del mismo.

    Hkras, acompañado de Veygh y otros vofkridianos estaban en frente del encargado de manejar el palacio. Los vofkridianos y los habitantes de Eikrat eran dos razas muy diferentes, por lo que ambos contaban con sus propios traductores personales.

    Veygh, la mano derecha de Hkras, estaba dándole una paliza a uno de los eikratianos, quien, aparentemente era muy importante. El encargado del palacio rogaba por piedad mientras sus sirvientes no hacían nada más que mirar.

    — Por favor — imploraba el encargado del palacio — Ya no lo lastimes más. Es mi hijo.

    — Todo esto terminará cuando me respondas la pregunta que te hice en un principio — le respondió el emperador empezando a levantar el tono — ¡¿Por qué las máquinas de ejecución fueron a Boek?!

    — No lo sé — respondió el encargado tratando de no hacer enojar a Hkras — Deja ir a mi hijo. Él tampoco sabe nada.

    — Cuando encontramos a tus hombres en Boek, nos dijiste que estaban buscando recursos en ese planeta — le respondió Hkras — Pero una patrulla mía me avisó que vieron como las máquinas de ejecución salían desde aquí para dirigirse a Boek. ¿Por qué? Ellos saben que en ese planeta no tienen nada.

    Veygh seguía golpeando al hijo del encargado del palacio de Eikrat. Aquel ser sabía que su hijo no iba a soportar demasiado. No quería rebelarle la información que tenían sobre el arma Boek a Hkras, pero sabía que no tenía otra opción disponible.

    — De acuerdo, te lo diré — le dijo el encargado del palacio — Descubrimos un arma muy potente en Boek. Un arma creada por una raza muy inteligente que ahora está extinta. Estuvimos buscándola para entregársela a usted, mi emperador. Pero cuando las máquinas de ejecución vinieron aquí, nos obligaron a darles armamento. Usted sabe que nuestras armas son inútiles, así que no tuvimos otra opción más que darles esa información.

    — ¡¿Un arma? ¿En Boek?! — preguntaba Hkras enojado con la respuesta del encargado del palacio — ¡¿Por qué no nos diste esa información antes?! ¡Más aún, ¿por qué se las diste a las máquinas de ejecución?!

    — Queríamos ser nosotros quienes les entregáramos el arma en persona — respondió el encargado del palacio — Es el arma más poderosa que existe en el universo, según sabemos.

    — Así que en Boek existe un arma muy fuerte superior a toda mi tecnología — decía Hkras a sus sirvientes vofkridianos.

    El emperador estuvo meditando con la información por unos minutos hasta que finalmente tomó una decisión.

    — Veygh — le decía Hkras a su mano derecha.

    — ¿Sí, mi señor? — respondió Veygh esperando órdenes.

    — Dirígete a Driun Morgh y encárgate de liderar a mis tropas en mi ausencia — le respondió el emperador — Yo me llevaré a cinco vofkridianos conmigo hacia Boek para encontrar esa arma antes de que las máquinas de ejecución lo hagan.

    Veygh decidió soltar al hijo del encargado del palacio. El joven regresó a salvo a los brazos de su padre. Luego de eso, se retiró del lugar acompañado de todos los vofkridianos presentes, exceptuando a los que iban a acompañar a Hkras hacia el planeta Boek.

    Hkras, caminó hacia el encargado del palacio y a su hijo, tomó su espada y los mató a ambos. Primero al hijo, y luego al padre. Los sirvientes del encargado se llevaron un enorme susto cuando vieron a su líder y al heredero muertos en un segundo.

    — Tienen que acostumbrarse a que las cosas se hacen cuando yo lo digo — les dijo Hkras a todos los eikratianos presentes — Cuando yo hago una pregunta, esta debe ser respondida de inmediato. Elijan a un nuevo líder y comuníquenle este mensaje: cuando Hkras da una orden, esa orden se cumple.

    Hkras y sus cinco soldados se retiraron del palacio para dirigirse hacia la nave que los llevaría hacia el planeta Boek. Eikrat y Boek no estaban separados por una distancia larga, por lo que podrían llegar en poco tiempo.

    Los eikratianos estaban sin habla. Era el encargado del palacio quien les daba esperanzas para seguir con vida, a pesar de estar bajo el control de Hkras. Pero lo que más les preocupaba era que ahora su conquistador sabía de la existencia del arma Boek. Con tantos planetas bajo su dominio, esa arma es lo único capaz de detenerlo. No querían imaginar que es lo que sucedería si Hkras lograba obtenerla y aprender a usarla.

    […]

    Las palabras de Simón llenaron de curiosidad a todos los que estaban presentes.

    — ¿La FOT se enfrentó alguna vez a Cybershark? — preguntó Asher queriendo saber si tenían algo para usar en contra de su enemigo.

    — No. Para ser sinceros, ninguno de nuestros hombres lo vio — respondió la espada de plata — Sabíamos de su existencia por la información que conseguimos de otros planetas.

    — ¿Qué es lo que tenemos sobre Cybershark? — preguntó Uriel.

    — Él, y todas las máquinas de ejecución nacieron en el planeta Tech 001 — les respondió Simón, quien tenía la atención de todos — Los seres de ese planeta eran débiles, pero muy inteligentes. Cuando se enteraron de la existencia de Hkras, sabiendo que no podrían pelear contra él, crearon a las máquinas de ejecución. Los robots están hechos de un acero muy duro, incluso más duro que el metal del que hacemos nuestras espadas. Para asegurarse la victoria y evitar que Hkras no pudiera reprogramarlos, dotaron con inteligencia artificial a cinco de ellos. El objetivo de esos cinco era liderar a los otros hacia la victoria en contra de Hkras. Pero uno de ellos, al enterarse de que Hkras conquistaba cada vez más y más planetas, decidió que eso era lo que quería para él. Destruyó a los otros cuatro robots con inteligencia artificial, y tomó el control del resto de las máquinas de ejecución. Su objetivo ahora es eliminar a Hkras, y tomar su imperio.

    — ¿Pero cómo se enteró del arma? — preguntaba Kate — Se supone que este planeta es conocido por no tener vida inteligente.

    — No lo sé — respondió Simón algo preocupado — Y lo que me intriga más es lo que ustedes me contaron. Nunca escuché nada acerca sobre el arma de impulsos que Cybershark usó para matar a Evandro. Sé que nuestros trajes de protección no son armaduras de guerra, pero no puedo creer que lo haya perforado desde ambos lados en solo cinco segundos.

    — ¿Qué es lo que vamos a hacer? — preguntó Tiana pensando que la misión iba a salir mal.

    — Lo que vinimos a hacer — respondió Simón — Encontrar el arma. Y la tenemos que encontrar antes que Cybershark lo haga. Si él consigue el arma y elimina a Hkras, pueden estar seguros de que nosotros seremos los siguientes.

    — Tengo una última pregunta — decía Asher — ¿Por qué lo llamaron Cybershark?

    — Ya me estaba olvidando de eso — dijo Simón aliviado por la pregunta de Asher — Si Cybershark los ataca, nunca intenten escapar saltando hacia el agua. Él rápido en tierra firme, pero en agua es aún más rápido. Es por eso que la FOT le dio el nombre de Cybershark. Si están bajo el agua, y Cybershark los ataca, no habrá forma de que escapen.

    Las palabras de la espada de plata sembraron el pánico entre los cinco soldados presentes en la sala. La misión acababa de volverse más complicada para ellos. No solo no habían explorado demasiado el área del planeta Boek, sino que ahora, tenían que encontrar el arma mucho más rápido.

    Asher, Uriel, Kate, Naomi y Tiana fueron a ver a Morani y a Nikolai a la sala médica. Cuando Simón se quedó solo en la sala central, supo que tenía algo que hacer, pero prefería que nadie lo escuchara.

    Activó el comunicador y realizó una llamada hacia la nave madre de la FOT. La llamada fue recibida por un agente que se encargó de ponerlo en contacto con Kendrick inmediatamente. La espada de oro atendió la llamada esperando que se tratara de buenas noticias.

    — Simón, es bueno oírte — le dijo la espada de oro — ¿Tuvieron suerte?

    — Todo menos eso — respondió Simón tratando de ser directo — Cybershark está aquí. Él y sus máquinas de ejecución están buscando el arma al igual que nosotros. Atacaron a los chicos en plena misión y asesinaron a Evandro.

    — ¡¿Qué?! — gritó Kendrick sorprendido a la vez que horrorizado — ¡Imposible! ¡¿Cómo lo descubrieron?!

    — No estoy seguro — respondió Simón — Pero los chicos necesitan ayuda. No quise hacer esta llamada con ellos presentes porque sentí que solo les quitaría confianza. Pero vamos a necesitar refuerzos. No tenemos ni idea de cuantas máquinas vinieron con Cybershark al planeta, y ya perdimos a un hombre.

    Kendrick se quedó callado por unos segundos. No quería levantar la voz, pero maldecía por dentro una y otra vez. La oportunidad perfecta para la FOT para poder encontrar el arma que derrotaría a Hkras ahora estaba arruinada con la llegada de Cybershark.

    — Voy a hacer pruebas nuevamente — le dijo la espada de oro a Simón — Enviaré a los soldados de la élite protectora para que vayan a ayudarlos. Que los chicos continúen con la misión con mucho cuidado. Cybershark es peligroso. No podemos dejar que consiga el arma.

    — No lo hará — respondió la espada de plata — Pero necesitamos ayuda. Date prisa con las pruebas.

    Simón cortó la llamada a la FOT para después tomarse la cabeza con las manos con un gesto de preocupación alarmante. Intentó mantenerse sereno ante los soldados para no generar más miedo del que ya tenían.

    Asher decidió irse a su habitación a descansar junto a Uriel. Los hermanos no podían creer que uno de sus compañeros haya muerto tan repentinamente. Uriel notaba una mirada extraña en Asher. Entre lo que había pasado antes cuando Nikolai le habló a Kate, y la mirada reciente, sabía que su hermano no estaba bien.

    — Asher, ¿te sientes bien? — preguntó Uriel preocupado por su hermano, aunque ya sabía cuál sería la respuesta.

    — Evandro me dijo que si no encontrábamos el arma en las montañas, me iba a decir algo — respondió Asher sin dejar de pensar en lo que pasó — Pero ahora él está muerto. Nunca sabré que era de lo que tenía que hablarme.

    — Lo siento — respondió Uriel — Intenta descansar bien. Hoy fue un día muy largo.

    Mientras los hermanos dormían y Simón pensaba en que era lo que podían hacer para sacarle ventaja a Cybershark mientras Kendrick enviaba a los refuerzos, los otros soldados estaban en la sala médica. Nikolai ya se estaba recuperando de sus heridas, y el traje de protección estaba a punto de marcar el cien por ciento otra vez.

    — ¿Cómo te sientes? — le preguntó Kate.

    Nikolai estaba encantado de ver a Kate preocupada por él. Aunque hubiera deseado que las cosas en la batalla contra Cybershark no hubieran salido tan mal.

    — Estoy bien, preciosa — respondió Nikolai — Te agradezco que te preocupes por mí, pero por quien deberías preocuparte es por Cybershark. Voy a vengarme por lo que me hizo.

    — Yo también — respondió Morani muy enojado recordando la muerte de Evandro — La próxima vez que lo encontremos, lo voy a eliminar yo mismo. No dejaré que se salga con la suya después de haber matado a mi amigo.

    — Los dos tienen que tranquilizarse y empezar a pensar bien en lo que están diciendo — les dijo Tiana — Cybershark es muy difícil de vencer. Si intentan matarlo sin un plan, él los va a matar a ustedes. Recuerden que él tiene a todas sus máquinas de ejecución para pelear por él.

    Nikolai y Morani reconocieron que Tiana tenía razón. Cybershark no solo era un robot inteligente, sino también era casi indestructible. Pelear en contra de él no iba a ser sencillo.

    Cuando Nikolai vio que su traje volvía a marcar el cien por ciento se retiró de la sala médica y fue a descansar. Kate decidió acompañarlo hasta su habitación.

    — ¿Por qué no te quedas un rato conmigo? — le preguntó Nikolai.

    — Lo siento, pero necesito descansar — le respondió Kate tratando de ser amable — Lo que dijo Simón realmente me asustó mucho, y necesito relajarme.

    — Estoy seguro de que te habrías quedado con Asher si él te lo hubiera preguntado — le dijo Nikolai ante la respuesta que recibió.

    Kate decidió no responder. Estaba muy cansada para ponerse a hablar ahora mismo. Tenía ganas de ir a la habitación de Asher y Uriel para preguntarles cómo se sentían, pero sabía que ambos necesitarían descansar, y ella también. Por lo que simplemente se fue a dormir.

    Morani se quedó con Naomi y Tiana en la sala médica para explicarles como era su funcionamiento. Evandro era el único que sabía cómo funcionaba todo allí, además de él, por lo que consideró que no se debían correr riesgos. Una vez que la explicación terminó, Naomi, que ya estaba muy cansada, se retiró a dormir.

    Tiana aprovechó para repetirle a Morani lo que le había dicho antes.

    — Escucha, Morani — le dijo su compañera — Quiero que pienses en lo que te dije. No intentes atacar a Cybershark sin una estrategia primero.

    — Ya lo entendí cuando me lo dijiste la primera vez — respondió el chico de Kenia — ¿Por qué me lo repites?

    Tiana sabía que seguir hablando era una pérdida de tiempo, por lo que decidió ser más directa. Se acercó a su compañero y le dio un beso en la mejilla. Morani no sabía cómo reaccionar ante eso.

    — Porque no quiero perder a nadie más — le respondió Tiana algo sonrojada — Menos a ti.

    Tiana se fue a su habitación a descansar. Morani seguía sorprendido por la acción de su compañera. Su ira por la muerte de Evandro se había ido, y ahora empezaba a pensar con más calma. Tiana tenía razón. Atacar a Cybershark sin un plan adecuado solo lo llevaría al mismo destino que su amigo. Y no podía dejar que eso pasara. No ahora.

    En la mañana siguiente, todos fueron despertados muy temprano por Simón. La espada de plata les dijo que lo que deberían hacer sería recorrer el bosque por el que Nikolai y Kate habían circulado, ya que era el único lugar cercano a su ubicación en el cual podrían buscar, ya que el resto de lugares recorridos por Asher, Uriel, Morani y Evandro no parecían llevar a una posible localización del arma Boek.

    Luego de que todos comieron y se prepararon, salieron con sus vehículos listos para la búsqueda. Ahora iban mucho más atentos, sabiendo que podrían recibir un ataque sorpresa de Cybershark, o incluso de las criaturas del planeta, a quienes no habían visto todavía.

    No tardaron mucho para llegar al bosque. Nikolai y Kate iban al frente porque ya habían estado antes en el interior de esos árboles, aunque no recorrieron una gran distancia. Cuando avanzaron unos metros más se encontraron con algo misterioso. Había varios huesos desparramados en el camino. Había tres cráneos y restos de costillares y huesos pertenecientes a columnas vertebrales.

    — Parece que hubo una pelea aquí hace poco — decía Asher mirando los huesos tirados.

    — Será mejor que nos demos prisa para salir de aquí más rápido — decía Kate algo asustada — No es que me guste este bosque.

    — Deja de preocuparte — le dijo Nikolai — Yo voy a protegerte de cualquier cosa que aparezca.

    Nuevamente, las palabras de Nikolai generaron una mirada seria en Asher. Estaba harto de que estuviera presumiendo a cada rato y de la forma en la que le hablaba a Kate. Uriel veía como su hermano se mostraba cada vez más serio, y esto lo aterraba mucho. Nunca en su vida vio a su hermano de esa forma, y le preocupara que eso afectara su desempeño en la misión.

    No les quedó demasiado para dejar el bosque. Unos metros más adelante, los árboles llegaban a su fin y se veía la entrada a una cueva. Era un lugar muy grande, y se veía más extensa que el interior de las montañas en las que habían estado el día anterior.

    Dado a que tenían espacio suficiente, entraron todos juntos. Aunque parecía un buen escondite, el lugar tenía una apariencia aterradora.

    — No creo que hayan escondido el arma en este lugar — decía Naomi algo asustada.

    — Recuerda que las criaturas de este planeta no son inteligentes — respondió Uriel — Es posible que la hayan encontrado y la hayan transportado hasta aquí sin saber que era. Podría estar en cualquier parte.

    Al avanzar más al fondo de la cueva, vieron que el camino se dividía en dos. Nunca creyeron que iba a ser un lugar tan grande. Había una pequeña probabilidad de que el arma se encontrara en el camino de la izquierda, otra pequeña probabilidad de que estuviera en el de la derecha, y una enorme probabilidad de que no estuviera en ninguno de los dos.

    — ¿Hacia dónde? — preguntaba Morani — Tenemos que elegir un camino, pero no podemos separarnos.

    — Yo diría que nos adentráramos un poco en ambos y revisemos primero el que tiene menos luz — respondió Tiana — Al menos yo habría hecho eso si tuviera que esconder un arma.

    — Pero no sabemos si ellos la escondieron allí — decía Naomi — Podría estar en cualquier camino. Es más, es posible que esos caminos se dividan también.

    — Este lugar es enorme — respondió Nikolai — Si vamos todos juntos no vamos a encontrar el arma nunca. Hay que separarnos.

    — ¿Estás loco? — preguntaba Asher — Cybershark podría estar buscando el arma también.

    — Una razón más por la que tenemos que separarnos — respondió Nikolai — Tenemos que buscar por separado para encontrar el arma o descartar rápido este lugar.

    — ¿Y qué pasará si nos encontramos con alguna criatura aquí adentro? — preguntó Tiana.

    — Kendrick nos dio las espadas por algo — respondió Nikolai harto de que nadie escuchara su aviso — ¿Quieren encontrar el arma o quedarse aquí a perder el tiempo?

    Antes de que alguien pudiera responder a esa pregunta, varias pisadas se empezaron a escuchar desde el lugar por el que habían entrado. Todos se dieron vuelta de inmediatamente para ver cuál era el origen del ruido y lograron ver a Cybershark acompañado por Xorcut y cuatro máquinas de ejecución, al igual que el día anterior.

    — ¿Ya localizaron mi arma? — preguntó el líder de las máquinas de ejecución — Porque si es así me estarían haciendo un enorme favor. A mí y a ustedes mismos.

    — ¿Cómo supiste que estábamos aquí? — preguntó Uriel sin poder creer que su enemigo los encontrara dos veces seguidas.

    — Tengo a varias máquinas observando el planeta — respondió Cybershark — Cuando uno de ellos los detecta, solo tengo que ir en su dirección.

    — Vas a pagar por la muerte de Evandro, Cybershark — le dijo Morani en un tono desafiante.

    — Cybershark…— pronunciaba la máquina de ejecución — En el idioma terrestre significa tiburón cibernético. Me agrada ese nombre. A decir verdad, es mejor que máquina de ejecución número 5.

    — Disfrútalo, porque no te va a durar mucho — dijo Nikolai sacando su espada listo para pelear.

    — ¿Qué hay de lo que les dije ayer? — preguntó Tiana al ver la imprudencia que Nikolai estaba por cometer — ¿Qué hay de la estrategia?

    — Con mis habilidades no necesito una estrategia para vencerlo — respondió Nikolai — Vamos a terminar con todos ellos y luego continuemos con la búsqueda del arma.

    — Esta vez te mataré — respondió Cybershark sacando su espada, acto que Xorcut y los demás también imitaron — Tu amigo ya no está para recibir el daño por ti.

    Sabiendo que no tenían otra opción más que pasar a la acción, todos los soldados sacaron sus armas y se prepararon para la pelea.

    Cybershark fue el primero en atacar. Su pelea fue con Nikolai. El chico ruso bloqueó sus ataques con algo de dificultad y luego lo atacó con su espada en la cabeza. Cybershark ni siquiera se movió. Recibió el ataque sin sentir daño alguno gracias a su metal. Morani se sumó a la lucha junto a Nikolai. Ambos atacaban intentando encontrar un punto débil en el resistente cuerpo de Cybershark.

    Los dos soldados atacaban unidos mientras que el robot bloqueaba sus ataques con su espada y con su brazo.

    Asher fue a la carga en contra de Xorcut, igual que el día anterior. Asher esta vez atacaba con más precisión, pero el sirviente de Cybershark bloqueaba los ataques y luego contraatacaba. Asher los esquivaba o rechazaba dependiendo de cómo lo considerara prudente.

    Uriel, Kate, Naomi y Tiana luchaban cada uno en contra de los otros robots. Estos eran un poco más rápidos y mejores que los que habían enfrentado ayer.

    Tiana atacó a uno, el cual se cubrió a la perfección de su ataque y luego intentó eliminarla. Tiana se agachó para evitar el ataque, y fue ahí cuando Uriel le atravesó la nuca al robot. Aunque esto provocó que descuidara al robot contra el que estaba peleando.

    El robot que luchaba en su contra lo atacó directo a la cabeza. Uriel logró cubrirse, pero su espada cayó al piso. Tiana atacó al robot antes de que este atacara a Uriel, y le cortó el cuello. Su cabeza se separó de su cuerpo, provocando que quedara inmóvil.

    Ahora que Uriel estaba libre, fue a darle una mano a Asher en contra de Xorcut. Los hermanos peleaban ágilmente en contra del robot, que se defendía a la perfección de sus ataques.

    Cybershark, por su parte, rechazó un ataque de Morani, y luego le dio un golpe en la cabeza que lo tiró al piso aturdido. Nikolai golpeó a Cybershark en la cabeza directamente, pero este no recibió ningún daño. El líder de las máquinas de ejecución devolvió el ataque en contra del chico ruso, que se cubrió con su espada, pero el choque de armas lo hizo retroceder unos metros.

    Antes de que el combate continuara, un brazo perteneciente a uno de los robots de Cybershark fue arrojado a una de las paredes de la cueva. Inmediatamente después, fue una pierna lo que fue lanzado hacia la pared. Esto llamó la atención de todos los que estaban en la cueva, quienes dejaron de pelear.

    Todos centraron su mirada en la entrada y vieron como todas las piezas restantes de una máquina de ejecución fueron tiradas hacia el interior. Pudieron observar cómo seis miembros de una raza que no habían visto antes entraron en la cueva y llegaron al lugar donde transcurría la batalla.

    Los soldados vieron atentamente al que iba al frente de ellos, y de alguna forma, les resultaba familiar.

    — No lo puedo creer — decía Asher recordando aterrado en donde lo había visto — Él era el vofkridiano que estaba en la foto que Kendrick nos mostró.

    — ¿Quieres decir que él es…— quiso decir Uriel, que fue interrumpido por Cybershark antes de terminar.

    — Hkras… — dijo el líder de las máquinas de ejecución reconociendo al emperador vofkridiano en cuanto lo vio.
     
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    Borealis Spiral

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    ¡Hola! Bueno, bueno, hacía un buen rato que no me pasaba a leer una obra de ciencia ficción por estos lugares y la tuya me llamó mucho la atención, por lo que heme aquí.

    Tu ortografía es buena, cosa que se agradece mucho; con fallos de vez en cuando, pero ¿a quién no le pasa? No es grave. La trama y el desarrollo en sí me está gustando bastante... Noto que es una historia que va directo al grano y no se detiene mucho a narrar excesivamente detalles que podrían no aportar mucho a la historia; a la hora de leer me lo imaginaba como un estilo reporte o algo así. Eso está bien, insisto que no siempre me toca leer este estilo y menos que esté tan bien llevado; no obstante, personalmente a veces sentía que hacía falta un poco más de detalle en algunas ocasiones, especialmente lo extrañé a la hora de describir los entornos de forma más específica. Pero de nuevo, eso es más mi percepción; estoy acostumbrada a muchos detalles en vez de a algo tan conciso y directo.

    La historia es interesante, especialmente porque la Tierra en sí no está conquistada todavía pese a que está en amenaza de ello, sino que está intentando algo junto con otros planetas con tal de derrocar a Hkras; al menos en esta historia la humanidad no es tan ignorante del peligro, jeje. Me han gustado los giros que has dado, como el hecho de que mataras a Jerry la espada de cobre, siendo que también pensé que sería el protagonista y nada, así que cuando Kendrick quedó vivo y se volvió la espada de oro también pensé que sería protagonista y resulta que tampoco fue así, sino que Simón la espada de plata es el que tiene más protagonismo aquí junto con los ocho chicos que pasaron las pruebas. Engañas al lector y eso es bueno porque nos sorprendes.

    Algo más que me ha gustado es que no temes matar a tus personajes y eso me quedó muy claro cuando asesinaste a Evandro. Una muerte muy sorpresiva porque pácticamente la misión acaba de empezar y sin embargo tú ya nos quitaste a uno de estos chicos. Te felicito porque no todos tenemos el coraje de matar a nuestros personajes y en una historia de misiones peligrosas, aventuras y con mucha acción eso es simplemente imposible; forzosamente alguien debe morir y se nota que tú lo sabes. Lo malo diría yo, es que como no presentaste mucho a Evandro no me afectó que muriera, me sorprendió por lo dicho anteriormente, pero no me causó mayor impacto. Veremos cómo desarrollas a los demás y si sus futuras muertes me producen algo (el día que Nikolai muera, si es que lo matas, me va a doler).

    La aparición de Cybershark ha sido otro gran toque que le añade incertidumbre y mucha tensión a los terrestres, pues sus planes de conseguir el arma que podría destruir al malvado emperador Hkras podrían verse muy, muy amenazados. Y por si fuera poco, el mismo líder vofkridiano se ha enterado de la existencia de dicha arma y ahora quiere obtenerla también él. Creo que si lo consigue, será el final de todo. Y hablando de dicha arma, de pronto no se me antoja que sea una exactamente física o del todo tangible. No sé por qué se me vino a la mente la posibilidad de que se trate de una arma biológica; quizás no lo sea y lo más seguro es que no lo sea, pero por el momento es mi idea.

    Como ves, en general me está gustando mucho, pero hay ciertas cositas que no terminan de cuadrarme a mí, como el hecho de que se usen espadas para pelear. Vale, ya has dado la explicación de que no tienen la tecnología para hacer armas de fuego o de otro tipo, pero no me convence del todo, no sé, es que si actualmente EEUU, por ejemplo, es el más empeñado hasta en crear armas de destrucción masiva y el número uno del mundo que las vende, pues como que no me entra en la cabeza que en este futuro no puedan tener alguna potente por allí. Lo mismo para las demás razas que han salido hasta ahora, incluyendo los vofkridianos. ¿También luchan con espadas solamente? Me hace creer que no son una especia tan fuerte y que sólo van por planetas en verdad débiles y subdesarrollados con tecnología mediocre como la Tierra. Otra cosa es el hecho de que las cosas pasan extremadamente rápido y no me refiero a tu forma de narrar, sino al hecho de que han pasado básicamente dos días desde que llegaron a Boek y ya Hkras se enteró del arma y también ha llegado al planeta. Es raro; pero bueno, esas son quejas mías.

    Y nada más, aquí le corto porque ya he dejado un testamento y seguramente te aburras de leer. Espero el siguiente capítulo gustosa y con ganas, pero tú no te presiones que yo entiendo que a veces no es posible sacar tiempo de otras actividades importantes. Me despido esperando que estés bien siempre. Te cuidas mucho.

    Hasta otra.
     
    Última edición: 16 Noviembre 2016
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Hola. Gracias por tomarte el tiempo para leer y para comentar.

    Sobre la ortografía, sí, hay veces que cometo errores. Los capitulos los suelo escribir por la noche porque es el unico momento donde tengo el pc disponible para escribir y el tiempo y tranquilidad necesaria para ellos. Además hay veces que reviso la historia y no encuentro los errores, pero después al día siguiente los encuentro. Cuando encuentro uno lo corrijo, pero si hay alguno que no corrijo debe ser porque no lo encontre.

    Acerca de los detalles, es verdad. Yo voy directamente al grano. Cuando estoy contando algo lo cuento directamente y nada más. En lo personal, a mi me irrita que una historia esté cargada de detalles. Eso le quita cosas épicas. Si bien es cierto que si están bien equilibrados le dan riqueza a la historia, si están en exceso la hacen aburrida. Es muy cansador para mi andar imaginandome que tipo de pensamientos recorren las mentes de los personajes, y además se me hace pesado escribir eso. Si dos personajes van a tener una pelea épica, quiero que esta sea directa. Obviamente no escribiré, el heroe ataco y mato al villano así de seco. Pero si escribo que el heroe tomo su arma, miró al enemigo, dio un paso, se armó de valor, movió los brazos, levantó la espada, la acercó a la garganta del enemigo enfurecido, se irritó mas al fallar el ataque, etc, la historia se vuelve pesada para mí y para algunos lectores.

    En cuanto a las muertes de personajes es algo en lo que no voy a mentir. No me tiembla el pulso para matar a ningún personaje. Cuando quiero que un personaje muera, el personaje morirá. Que después me arrepienta es otra cosa, pero no le tengo miedo a matar personajes. Aunque eso sea cierto, trataré de no abusar sobre eso en esta historia. No manejo demasiados personajes, y si empiezo a matar a lo loco, me quedaría sin trama en muy poco tiempo. Pero quiero que las muertes de los personajes en esta historia tengan un por qué y un para qué. Ninguno de los personajes va a estar explorando para que una criatura "random" aparezca y lo mate así nada más. Eso no me sirve. No le agrega nada bueno a la historia y solo me deja con un personaje menos. Lógicamente, no puedo hacer que la historia se ponga de cabeza con cada muerte, pero quiero que cada muerte tenga una causa razonable y una consecuencia duradera.

    Acerca del arma Boek... estoy barajando varias posibilidades ahora mismo (las cuales no pienso revelar porque se arruinaría la historia).

    Sobre las espadas... es cierto que existen armas de destrucción masiva, pero el uso de estas podría ser peligroso. La idea es eliminar a los atacantes y no a los humanos. Iba a hacer la historia con armas plasma, pero lo vi muy cliché y complicado de narrar. La razón por la que los vofkridianos tengan la piel bastante gruesa es por eso. Las espadas son de un material muy filoso (no presente en la Tierra) y causan más daño que un fusil de asalto. Un lanzagranadas o una bazooka funcionarían, pero en caso de ser atacados en una cueva (como en estos ultimos capítulos) no sería muy recomendable.

    La razón por la que Hkras y los vofkridianos tienen espadas en el prólogo era porque en ese planeta solamente estaban para "cobrar impuestos". No iban a llevarse la mejor tecnología para ir a un planeta que ya conquistaron. Cybershark y sus robots están hechos de un acero muy duro (lo mismo que sus espadas). Ellos son muy difíciles de destruir (algunos más que otros) por lo que no necesitan una tecnología muy avanzada. Además si tuvieran algún arma que disparara alguna clase de rayo requeriría que se recargara constantemente, lo cual requeriría una fuente de energía muy grande (difícil de conseguir en Boek ahora que no queda vida inteligente). Igualmente voy a profundizar un poco mas respecto a las armas en futuros capítulos.

    Sobre lo de la llegada de Hkras a Boek lo expliqué en la historia. La Tierra está a tres dias de Boek, pero Eikrat está muy cerca de Boek. Por eso Hkras llegó en poco tiempo.

    Nuevamente, gracias por leer y comentar. Subiré el próximo capítulo cuando tenga tiempo disponible suficiente. Saludos.
     
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  12. Threadmarks: Peligros - Parte 3: Conflictos en la cueva
     
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    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    El arma Boek
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    40
     
    Palabras:
    3018
    Bueno, finalmente conseguí tiempo libre suficiente para poder seguir la historia, y les traigo el tercer capítulo de la parte Peligros.

    Quiero informarles que por la gran cantidad de acción y las peleas, este capítulo será más narración que otra cosa, eso es porque este capítulo estaba planeado para que el tema central sea la pelea, y no quería que se desviara de eso, es por esa razón que no hay muchos diálogos aquí.

    Sobre cuando voy a escribir el siguiente capítulo, tal y como dije antes, yo no me pongo fechas limite. Cuando el próximo capítulo este listo lo voy a publicar.

    Sin más que hablar, les dejo el capítulo.

    Peligros – Parte 3: Conflictos en la cueva

    La cueva estaba en un silencio total luego de ver como Hkras, el temido emperador vofkridiano se encontraba ahora en el mismo lugar que ellos. Ninguno de los soldados de la Tierra apartaba la vista de él. El ser maligno del que habían escuchado hablar ahora estaba enfrente de ellos, en el mismo lugar al mismo tiempo. El miedo se había apoderado de ellos. No se sentían preparados para enfrentarse a él, y menos ahora que estaban en medio de una batalla contra Cybershark.

    Excepto por Cybershark y su mano derecha, Xorcut, las máquinas de ejecución no hablaban. Sin embargo, todas estaban mirando a Hkras, como si no pudieran apartar la mirada.

    El emperador vofkridiano, por su parte, miraba atentamente a los humanos intentando adivinar el nombre de su raza, ya que no la recordaba muy bien. Le pareció extraño encontrarse con ellos cuando se suponía que los Eikratianos solamente le revelaron el secreto del arma Boek a las máquinas de ejecución.

    — Parece que los eikratianos han revelado el secreto del arma Boek a más de una raza — decía Hkras mirando a los humanos — Son unos mentirosos desleales. Cuando terminemos con todos estos estorbos y encontremos el arma Boek, regresaré a Eikrat y haré desaparecer su raza.

    — Él sabe del arma — decía Kate algo asustada tras escuchar las palabras de Hkras — ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora?

    Ninguno de los otros soldados le respondió a Kate. No por miedo, sino por no saber que podrían hacer. Con los vofkridianos y las máquinas de ejecución, la misión se complicaba mucho más.

    — Creo que el día de hoy va a ser un día de oro para el imperio vofkridiano — decía Hkras ordenado a sus soldados que se prepararan para pelear — Vamos a obtener el arma Boek y asesinar al líder de las máquinas de ejecución.

    — Estás demasiado confiado, Hkras — decía Cybershark alejándose de Nikolai y Morani para acercarse al emperador — Esta vez no será como la última.

    — Estoy de acuerdo con eso — respondió Hkras acercándose a él — Esta vez no te vas a escapar de mí… Número 5.

    — Por favor, llámame Cybershark — le respondió la máquina de ejecución.

    Luego de pronunciar estas palabras, Cybershark fue corriendo hacia Hkras. Los hombres de Hkras saltaron sobre Cybershark para ir a pelear en contra de sus máquinas de ejecución. Xorcut y los otros dos robots se prepararon para recibir los ataques vofkridianos.

    Los soldados de Hkras dieron el primer ataque. Uno de los vofkridianos atacó a Xorcut, que frenó el ataque produciendo un choque de espadas. La mano derecha de Cybershark luchaba poniendo toda su resistencia en contra del vofkridiano atacante, mientras las otras dos máquinas de ejecución simplemente bloqueaban los ataques de los vofkridianos.

    Los soldados de la Tierra miraban paralizados la pelea. Tanto vofkridianos como máquinas de ejecución se estaban enfrentando entre sí. Si las cosas salían bien, había probabilidades de que se mataran entre ellos, y de esa forma tendrían dos problemas menos.

    En el momento de la pelea, eran 6 vofkridianos en contra de 4 máquinas de ejecución. Lo cual significaba que había dos vofkridianos que no luchaban contra nadie. Ellos fijaron la vista en los soldados y al ver que estaban casi inmóviles, decidieron atacarlos.

    — Aquí vienen, prepárense — decía Asher tomando una postura defensiva.

    Los otros seis imitaron la postura de Asher. El primer vofkridiano atacó a Asher. El soldado estaba preparado para bloquear su ataque, pero en el último momento, lo esquivó saltando hacia el suelo. Tras haber fallado el ataque, este vofkridiano atacó a Uriel, que al igual que su hermano, no bloqueó el ataque, sino que retrocedió.

    Nikolai aprovechó la pequeña distracción del vofkridiano y lo atacó con su espada. El soldado de Hkras bloqueó el ataque con su espada y luego le dio una patada en el estómago a Nikolai, tirándolo al suelo unos metros lejos. Posteriormente, el vofkridiano quiso atacar a Nikolai mientras este se encontraba en el suelo. Nikolai bloqueó su ataque evitando la muerte, pero ahora intentaba resistir el peso de la espada del enemigo.

    Viendo que el vofkridiano bajó la guardia, Morani le atravesó el estómago desde atrás con su espada. La piel del vofkridiano era gruesa de verdad, por lo que necesitó hacer un gran esfuerzo para atravesarlo. A pesar de todo, el guerrero seguía con vida. Asher y Uriel se apresuraron y le clavaron sus espadas en la cabeza, uno por la izquierda y otro por la derecha. El vofkridiano murió al instante.

    Mientras tanto, el otro vofkridiano luchaba contra Kate, Naomi y Tiana. Las chicas estaban algo asustadas con el guerrero vofkridiano, por lo que simplemente esquivaban sus ataques. No intentaban bloquearlos ni atacar, solo esquivaban.

    — ¡Maldita raza de cobardes! — gritaba el vofkridiano viendo los movimientos de las chicas terrestres — ¡Esto no es nada divertido!

    El vofkridiano que atacó a Xorcut dejó de forcejear en contra de este y decidió atacarlo a la cabeza directamente. Xorcut recibió el golpe de su espada pero por la dureza del acerco del que estaba hecho, no había sufrido ningún daño. Rápidamente, con un movimiento fugaz, movió su brazo hacia el cuello del vofkridiano y enterró su espada en este.

    Una vez muerto su rival, estaba decidido a ir a ayudar a su líder en la pelea contra Hkras, pero luego miró como Kate, Naomi y Tiana no se atrevían a pelear contra uno de los vofkridianos. Viendo la oportunidad perfecta para asesinarlas, Xorcut atacó.

    Kate, quien se distrajo luego de esquivar un ataque del vofkridiano, vio como Xorcut venía hacia ella. Levantó su brazo intentando defenderse, pero no fue lo suficientemente rápida, por lo que la máquina de ejecución la golpeó en el brazo, provocando que cayera al suelo, y que el marcador de Kate descendiera a 92%.

    Asher y Nikolai vieron esto y corrieron a ayudar a Kate. Xorcut le pisó el brazo a Kate impidiendo que levantara su espada. La máquina de ejecución estaba por matar a la chica cuando recibió un golpe de la espada de Asher. Dado a que no estaba atento, el golpe lo hizo retroceder unos metros atrás, pero no le hizo ningún daño notable.

    Antes de que Xorcut pudiera tomar una postura de pelea, Asher lo atacó unas cuatro veces más con su espada, golpeando el cuerpo del robot con toda su fuerza. Sin embargo, los golpes no le hacían nada a su enemigo. Asher se sentía impotente al ver como sus ataques parecían no servir de nada.

    — ¡¿Por qué no te puedo destruir?! — gritaba Asher atacando con su espada al robot.

    Asher logró dar dos golpes más a su enemigo, que después, se recuperó y detuvo el tercer ataque con su brazo.

    — Eso es porque tu carne es débil, y mi acero es fuerte — dijo Xorcut levantando el brazo y tirando la espada de Asher al suelo.

    Xorcut golpeó a Asher en la cara con su puño. El golpe lo dejó algo confundido e hizo que su nariz sangrara. Antes de poder hacer otra cosa, Nikolai golpeó a Xorcut en la zona del cuello intentando desprender su cabeza del resto de su cuerpo. El ataque no hizo nada, y antes de que pudiera atacar de nuevo, Xorcut giró y le dio un rodillazo en el estómago.

    Mientras Asher y Nikolai luchaban contra Xorcut, Morani y Uriel ayudaban a Naomi y Tiana en contra del vofkridiano restante. Este era mucho más rápido que el anterior al que habían enfrentado, y no limitaba sus ataques al alcance de su espada, sino que luego de atacar con su espada a un soldado, intentaba dar patadas o codazos a otro. Morani y Uriel atacaban inútilmente ya que sus ataques eran bloqueados por el enemigo. Naomi y Tiana estaban muy asustadas para atacar.

    — Esto no funcionará — decía Morani evaluando los movimientos del vofkridiano — Tenemos que atacar los cuatro al mismo tiempo.

    — Pero primero tenemos que dejarlo encerrado y con poco espacio para moverse — respondió Tiana — Tenemos que arrinconarlo o de lo contrario el esquivará nuestros ataques y podría matarnos.

    — Intentemos llevarlo hasta esa pared — respondió Uriel moviéndose hacia adelante intentando hacer retroceder al vofkridiano.

    — ¡Uno a la vez! — gritó Naomi atacando con precaución.

    Luego del ataque de Naomi, Morani, Uriel, Kate, quien ya se había recuperado un poco del golpe en el brazo, y Tiana atacaban al vofkridiano tratando de llevarlo hasta una pared.

    — ¡Ahora sí estamos hablando! — gritaba el vofkridiano entendiendo lo que los humanos intentaban hacer, e intentando defenderse.

    Xorcut esquivaba los ataques de Nikolai y Asher sin problemas. Sabía perfectamente que los dos soldados no iban a atacarlo al mismo tiempo. Su plan era cansarlos y luego eliminarlos uno a uno. Nikolai se puso por detrás del robot y lo atacó, pero este se agachó rápidamente esquivando su movimiento. Nikolai chocó contra Asher luego de fallar el ataque. Nikolai estaba furioso al ver que no podía vencer a Xorcut.

    — ¡Maldita sea, Asher, deja de meterte en mi camino! — gritaba Nikolai — ¡Solamente eres un estorbo!

    Nikolai tomó a Asher y lo empujó hacia atrás con mucha fuerza. Asher chocó contra Naomi, y la fuerza del empujón hizo que ambos cayeran al piso. La formación que los soldados hicieron para arrinconar al vofkridiano se rompió, y este tenía vía libre para atacar.

    El vofkridiano quiso atacar a Morani, quien esquivó el ataque rápido. Luego de ver que Naomi estaba en el suelo, el vofkridiano aprovechó su oportunidad y la atacó. La chica japonesa lo esquivó rodando unos metros, pero luego fue pisada por el vofkridiano en el estómago y ya no podía moverse.

    — ¡Muere! — gritó el vofkridiano atacando a una Naomi indefensa.

    El vofkridiano logró atravesar el traje de protección de Naomi con tres ataques seguidos en el pecho de la chica. Naomi gritó de dolor tras recibir los ataques de su enemigo, y luego de recibir el tercero, su traje marcó el 0% y perdió la vida.

    Los otros soldados no pudieron creerlo. Ahora fue el turno de Naomi. Aún no habían superado la muerte de Evandro y ahora otra de sus compañeras había muerto.

    — ¡Naomi! — gritó Kate viendo morir a su amiga.

    — ¡No! — exclamó Asher muy enojado levantándose — ¡Deja de matar a mis amigos!

    Asher atacó al vofkridiano dirigido únicamente por su ira. No estaba pensando bien en lo que hacía, por lo que el vofkridiano no tenía problemas en detenerlo. Tras bloquear uno de sus golpes, le dio un rodillazo en la barbilla. Asher cayó al piso instantáneamente. Uriel trató de ayudar a su hermano.

    — ¡Asher, no! — gritó Uriel viendo lo que le pasó a su hermano.

    Gracias a la intervención de Uriel, el vofkridiano no logró matar a Asher, quien ya había cerrado los ojos esperando la muerte. Antes de que el vofkridiano pudiera hacer otro movimiento, Kate le perforó el cuello al enemigo.

    Nikolai se acercó y vio el cuerpo sin vida de Naomi. Antes de que alguien lo acusara de algo, el chico ruso se adelantó y le echó la culpa a Asher.

    — ¡Mira lo que hiciste! — gritó Nikolai enojado con Asher — ¡Eres un inútil!

    — ¡¿Yo?! — preguntó Asher poniéndose de pie muy enojado — ¡Tú fuiste quien me empujó!

    — ¡Cierra la boca, estúpido! — le gritó Nikolai — ¡Te dije que dejes de meterte en mi camino!

    Nikolai tomó su espada y atacó a Asher, quien también imitó la acción de su compañero provocando que ambas armas chocaran.

    — ¡Deténganse! — gritó Kate intentando parar la pelea.

    — ¡No, Kate! — le respondió Asher sin bajar la guardia — ¡Ya estoy harto de Nikolai!

    — Eso es algo que tenemos en común — decía Nikolai.

    Mientras todas estas peleas se desarrollaban, Hkras tenía dominado totalmente a Cybershark. Todos los ataques del líder de las máquinas de ejecución eran bloqueados por el emperador vofkridiano, el cual, luego de detenerlos, lo golpeaba. Los golpes no hacían daño al robot, pero tampoco le dejaban moverse. Antes de que Cybershark recuperara estabilidad, Hkras lo tomó de la cabeza y se la estrellaba en contra de las paredes de la cueva.

    — ¡Vamos! — gritaba Hkras estrellando la cabeza de la máquina de ejecución contra las paredes de la cueva una y otra vez — ¡Quiero ver cómo me derrotas! ¡¿No dijiste que esta vez no sería como la última?!

    Luego de golpear a Cybershark durante unos minutos, Hkras lo tiró al piso. Posteriormente, le indicó que mirara detrás de él.

    Cybershark volteó su cabeza y vio a todos sus robots, excepto a Xorcut, destruidos en el suelo. Uno de los vofkridianos peleaba contra Xorcut, mientras que el otro atacó a los humanos quienes luchaban todos juntos en contra de su rival. La máquina de ejecución se puso de pie y luego miró a Hkras, produciendo el sonido de una risa. Esto llamaba la atención del emperador.

    — Creo que dañé tu disco de tantos golpes — decía Hkras — Porque te estás riendo de tu derrota.

    — Por el contrario — respondió Cybershark frotando los dedos de su mano izquierda activando nuevamente su arma de impulsos — ¡Me estoy riendo de la tuya!

    Cybershark intentó golpear en la cabeza a Hkras con su arma de impulsos para matarlo de una vez por todas. El emperador detuvo el ataque poniendo sus manos en la muñeca de Cybershark. Acto seguido, golpeó las paredes de la cueva con el arma de Cybershark. Los impulsos generados por el robot eran demasiado fuertes. Las paredes de la cueva empezaron a temblar por la potencia del ataque, lo que provocaba que la pared y varios pedazos del techo empezaran a desprenderse en el interior de la cueva. Cybershark quería soltarse, pero no podía, por lo que decidió apagar su arma.

    Los humanos, Xorcut y los otros dos vofkridianos cesaron las peleas para esquivar los pedazos que caían desde el techo por las vibraciones.

    — ¡Cuidado! — gritó Uriel moviéndose para evitar que un pedazo le caiga en la cabeza.

    — ¡Tiana, muévete! — gritó Morani viendo como una parte del techo iba a caer sobre su compañera.

    Morani corrió hacia Tiana y la empujó del lugar, evitando de esa forma que fuera golpeada por el derrumbe. En su lugar fue él quien fue golpeado. El vofkridiano que estaba cerca de él veía como Morani se tambaleaba después del impacto recibido y decidió matar al soldado.

    — ¡Morani, cuidado! — gritó Tiana tratando de advertir a Morani.

    Morani escuchó un grito y se movió a la izquierda justo a tiempo. El ataque del vofkridiano lo alcanzó, pero en vez de atravesar su estómago, le atravesó el costado. Morani dio un grito de dolor por el ataque y cayó de rodillas al suelo. Afortunadamente, el techo se siguió derrumbando y el vofkridiano soltó a Morani para no morir aplastado por el derrumbe, por lo que no logró matar al chico de Kenia.

    Tiana se asustó al ver como Morani había recibido el golpe y el ataque del vofkridiano, por lo que corrió hacia él.

    — ¡Morani, Morani! — gritaba Tiana — ¡¿Estás bien?!

    Tiana revisó el marcador de Morani y vio que estaba marcando treinta por ciento, lo cual era demasiado bajo.

    — ¡Oh, no! — gritó Tiana tomando a Morani — ¡Morani, no te mueras! ¡No me dejes así!

    Los chicos vieron sorprendidos la reacción de Tiana, sobretodo Uriel, quien empezó a sentir una sensación extraña luego de escuchar las palabras que Tiana le decía a Morani.

    — ¡Tenemos que llevarlo a la nave rápido! — gritó Tiana.

    — Pero todavía no encontramos el arma — respondió Nikolai.

    Antes de que alguien pudiera decir algo más, se escuchó un gruñido detrás de ellos, proveniente desde el interior de la cueva. El gruñido atrajo la atención de todos los presentes, quienes voltearon para ver quién era el causante.

    En la parte donde los caminos se dividían en dos, pudieron observar una criatura de gran tamaño mirándolos a todos fijamente. La criatura era horrible para los ojos de los humanos. Tenía cuatro patas parecidas a las de un insecto, solamente que estas eran del mismo grosor de una pierna humana. El torso era exactamente igual al de un humano, y el cuello también. Pero lo que más impresión daba era su cabeza. Su cabeza no tenía pelos. Era una cabeza pálida sin nariz y con orejas muy pequeñas. Tenía una boca en la mitad inferior de la cabeza y dos ojos que se encontraban por debajo de la misma. La criatura era muy fea, tanto que provocaba repulsión en todos.

    — ¿Qué es esa cosa? — preguntaba Uriel algo aterrado por su apariencia.

    — Debe ser un gyot — respondió Kate — Es probable que el derrumbe que Hkras provocó lo atrajera hasta aquí.

    El gyot que estaba allí empezó a gruñir con fuerza, provocando un ruido que lastimaba un poco los oídos de los humanos por el eco producido en la cueva. Otros dos gyot aparecieron detrás del primero. Aparentemente, los gyot habitaban esa cueva, y cuando vieron a los vofkridianos, las máquinas de ejecución y a los humanos, pensaban que estaban siendo invadidos.

    — Perfecto — decía Hkras pateando la cabeza de Cybershark, que aún no podía soltarse de la pared — Dejemos que estas aberraciones devoren a estos estorbos mientras nosotros seguimos buscando el arma.

    Hkras y los otros dos vofkridianos que estaban vivos después de la pelea salieron de la cueva siguiendo las órdenes del emperador vofkridiano. Los gyot gruñeron muy enojados luego de ver que tres de sus presas se habían escapado, por lo que decidieron correr hacia los humanos y las máquinas de ejecución que se encontraban en el interior de la cueva antes de que estos escaparan.

    — ¡Vienen hacia nosotros! — gritaba Kate algo aterrada viendo la forma en que los gyot corrían hacia ellos.
     
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  13.  
    Nicolás Pink

    Nicolás Pink How the Terminator say "I back"

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    — ¡No! — exclamó Asher muy enojado levantándose — ¡Deja de matar a mis amigos!
    Esto me pareció muy pero que muy falso ya que se conocían desde hace muy poco, que estuvieran sorprendidos por su muerte si pero no para tanto en mi opinion. Después el resto del capitulo me gusto :3
     
  14. Threadmarks: Peligros - Parte 4: Los refuerzos
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Bueno, no tengo mucho que decir sobre este capítulo más de que, a diferencia del anterior, no tiene tanta narración y habrá más diálogos. Eso se debe a que no hay demasiada acción en este capítulo, ya que el anterior se encargó de eso.

    Originalmente mi idea era que lo que pasó en el capítulo anterior y lo que pasa en este se hubiera contado en un solo capítulo, pero la narración de la pelea se extendió demasiado y tuve que cortarlo. Aun así espero que les guste.

    Peligros – Parte 4: Los refuerzos

    La forma en la que los gyot corrían daba algo de miedo. El movimiento de sus cuatro patas avanzando rápido hacia el frente mientras tenían sus dos grandes brazos levantados asustaba al grupo.

    En total eran tres gyot, uno de ellos corría hacia Xorcut; otro corría hacia los soldados; y el último corría hacia Cybershark.

    Xorcut sujetó su espada con firmeza y cuando el gyot le saltó encima para atacarlo, le atravesó el pecho, provocando que escupiera un líquido rojizo que parecía ser sangre mezclada con saliva sobre su cuerpo de metal.

    El que se dirigía hacia los chicos dio un salto y cayó sobre Uriel. El chico quería interceptarlo con su espada, pero las patas de la criatura lo derribaron del todo y ahora lo tenían en el piso. Aparentemente, la raza es carnívora, puesto que la criatura intentaba morder a Uriel en el cuello para matarlo.

    — ¡Ayúdenme! — gritaba Uriel poniendo su espada cerca de los colmillos de la criatura para evitar que lo mordiera.

    Asher y Kate atacaron cada uno una de las patas del gyot, cortándolas por la mitad y provocando que este cayera al suelo sin poder levantarse, a pesar de tener otras dos patas enteras.

    — ¡Tenemos que irnos aquí! — gritaba Kate algo asustada — ¡No podremos seguir peleando si vienen más de ellos!

    — ¡Necesito ayuda para subir a Morani a mi vehículo! — decía Tania pidiéndole ayuda a sus compañeros.

    Asher ayudó a Tania a llevar a Morani hasta el quad de su compañera. Kate subió al suyo, mientras que Nikolai y Uriel se subían a sus motos. Una vez que terminó de ayudar a Morani, Asher subió también y arrancaron los vehículos.

    — ¡Xorcut, necesito ayuda! — gritaba Cybershark quien todavía tenía su mano atrapada en la pared de la cueva.

    El gyot que atacó a la máquina de ejecución lo golpeaba con sus patas y sus manos una gran cantidad de veces, e incluso lo mordía intentando comérselo, sin saber que el metal del que estaba hecho Cybershark no se rompería tan fácil. Sin embargo, Xorcut no podía ayudarlo. El robot estaba limpiándose la sangre que le había salpicado para que no le entrara nada al sistema que pudiera dañar su funcionamiento. Sin poder alcanzar su espada, Cybershark se defendía con su mano libre.

    Los chicos salieron de la cueva siendo observados por el líder de las máquinas de ejecución y por el gyot que lo atacaba.

    — ¡Esto todavía no termina! — les gritaba Cybershark viendo como se marchaban — ¡Pronto nos volveremos a ver!

    Los seis chicos que sobrevivieron a la pelea escaparon finalmente de la cueva, esperando que los gyot hicieran algo útil por ellos y eliminaran a Cybershark y a Xorcut, aunque era algo muy poco probable. Mientras recorrían el bosque, decidieron llamar a Simón para informarles lo que había pasado.

    — Los escucho, chicos — decía la espada de plata contestando la llamada de sus soldados — ¿Qué pasó?

    — ¡Simón, tuvimos un problema! — respondía Tiana algo agitada — ¡Mientras buscábamos el arma, Cybershark volvió a aparecer! ¡Y unos minutos después fuimos atacados por Hkras!

    — ¡¿Qué?! — gritó Simón algo asustado cuando escuchó la última frase de Tiana — ¡¿Hkras?! ¡Por favor, Tiana, dime que es una broma!

    — ¡No lo es! — decía Asher agitado igual que su compañera — ¡Él apareció y nos atacó! Morani fue herido, y Naomi fue asesinada.

    — ¡¿Cómo es posible?! — exclamaba Simón algo preocupado por la situación — ¡¿Cómo se enteró del arma?!

    — ¡No lo sabemos! — respondió Tiana — ¡Pero tuvimos que escapar de la cueva! ¡Necesitamos llevar a Morani a la sala médica, su contador está muy bajo!

    — ¡Iré a prepararla para cuando regresen! — dijo Simón cortando la llamada.

    Tras escuchar las palabras de los chicos, Simón supo que se encontraban frente a una emergencia. En primer lugar Cybershark, y ahora Hkras. Es como si varias razas se hubieran enterado del arma y ahora Boek fuera el centro del universo.

    Considerando que Naomi murió, y que Morani estaba herido, Simón decidió hacer una llamada a Kendrick. La situación que estaban atravesando requería que algunos soldados más fueran a darle apoyo al grupo para la misión. Simón llamó nuevamente a la nave madre de la FOT, donde un soldado lo puso en contacto directo con Kendrick de inmediato. La espada de oro sabía que se trataban de malas noticias, ya que un hombre como Simón no llamaría solamente para saludarlo, y dudaba que en poco tiempo hubieran encontrado el arma.

    — Simón, ¿estás bien? ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Kendrick esperando una respuesta poco alentadora.

    — Es Hkras — respondió Simón algo preocupado — Está en Boek.

    Las palabras de Simón dejaron sin habla a Kendrick. Él estaba esperando recibir una mala noticia, pero nunca hubiera imaginado eso. El peor enemigo de la FOT ahora se encontraba en el planeta donde yace la única arma que podrían usar para derrotarlo. Era como si el destino les hubiera prohibido derrotarlo.

    — ¡Maldición! — gritó Kendrick golpeando su escritorio — ¡Maldición! ¡¿Por qué él?! ¡¿Por qué siempre está a un paso delante de nosotros?!

    — Escucha, Kendrick, los chicos van a necesitar ayuda — respondió Simón intentando hacer que la espada de oro se calmara — Naomi murió enfrentándose a los vofkridianos. Y con la muerte de Evandro, eso solo deja a seis soldados. Necesito que envíes a algunos soldados más hacia Boek.

    — Lo entiendo — respondió Kendrick — Hoy mismo enviaré a cuatro soldados. Trataré de que sean soldados con experiencia, para que no sea necesario hacer pruebas.

    — De acuerdo — contestó Simón sabiendo que eso era lo mejor que podía hacer Kendrick por el momento — Mientras tanto, yo intentaré que los chicos permanezcan a salvo.

    Simón cortó la llamada a Kendrick y luego se fue corriendo a preparar la sala médica para poder atender a Morani apenas llegaran a la nave. La espada de plata aun no podía entender por qué tuvo que pasar todo esto. Se suponía que Hkras ya había estado en Boek, y que no tendría motivos para regresar a atacar. No había dudas de que las cosas serían más difíciles a partir de ahora.

    Pasaron unas horas hasta que los soldados llegaron. Nada más al entrar, Tiana y Nikolai llevaron a Morani hacia la sala médica. Simón se preocupó al ver que su marcador mostraba 10%.

    — ¡Pónganlo sobre la camilla! — dijo Simón preparando medicamentos y vendajes para evitar que la herida de Morani siga sangrando.

    — ¡Se va a salvar, ¿verdad?! — preguntó Tiana algo asustada de que Morani muriera.

    — Eso espero — respondió Simón.

    Para cuando Simón empezó a tratar a Morani, todos los demás soldados estaban observando, esperando que su compañero se pusiera bien. Luego de que la espada de plata lo conectó a una máquina que le proporcionaría medicamentos, Morani empezó a gritar de dolor.

    — ¡Agh! — gritó el chico de Kenia sujetándose la herida — ¡Duele mucho!

    — ¡No te toques ese lugar, de lo contrario no podremos curarte! — le ordenó Simón.

    — ¡Pero me duele mucho! — se quejaba Morani.

    — ¡Morani, por favor, haz lo que Simón te dice! — respondió Tiana con lágrimas en los ojos acercándose a él — ¡No quiero que mueras, por favor, hazle caso!

    — Está bien, está bien — respondió Morani soltándose su herida — Gracias, Tiana.

    Uriel se dio vuelta algo molesto. Sabía que su compañero estaba en un estado grave, pero eso no hacía que le gustara lo que vio. Uriel sentía algo por Tiana, pero podía ver que ella no sentía lo mismo. Sabía que no tenía mucho por hacer al respecto, pero aun así no le agradaba lo que veía.

    Nikolai decidió ir a buscar alguna pastilla sedativa para ver si Morani podía tranquilizarse un poco, lo que le haría que sea más fácil curarse. Después de darle las pastillas, le susurró algo al oído. Simón le agradeció por la ayuda, ya que no había pensado en eso. Le dio las pastillas a Morani, quien se sentía un poco más aliviado. Dado a que no se sentía muy bien, quedó inconsciente, lo que preocupó mucho a Tiana. Aunque luego, todos observaron como el marcador empezaba a subir poco a poco.

    Simón sabía que necesitaría algo de tiempo para recuperarse, por lo que decidió pedirle a todos que dejaran la sala médica para que Morani pudiera descansar.

    — Todos vayan a la sala central — respondió Simón algo serio y centrando la mirada en Asher — Tenemos que hablar.

    […]

    Kendrick estaba en su oficina principal, y acompañándolo había cuatro soldados. Tres de ellos eran hombres, y una era mujer. Kendrick tenía algunos archivos en la mano. Por lo que se veía, esos cuatro soldados que estaban con él en la oficina sabían que algo malo estaba pasando, y que iban a partir en algún tipo de misión. Uno de los chicos, el más alto quiso hacer una pregunta.

    — ¿Qué es lo que sucede?— preguntó el soldado algo intrigado.

    — Iré directamente al grano porque disponemos de poco tiempo — respondió Kendrick algo acelerado — Hace unos meses, en una exploración, descubrimos un planeta llamado Boek. En ese planeta existe un arma que puede servirnos para eliminar a Hkras. Unos días atrás, envié a ocho soldados a que fueran a buscarla, pero Hkras nos descubrió, y ahora él también está en Boek. Dos de esos seis soldados ya murieron, y si esto sigue así, el resto de soldados no durará mucho tiempo. Es por eso que los enviaré a ustedes a Boek, como apoyo. Siendo sinceros, nunca creí que Hkras pudiera presentarse en Boek, pero ahora que lo ha hecho, es necesario que vayan.

    — ¿Qué es lo que estamos esperando, entonces? — preguntó otro soldado — Si es una emergencia, hay que ir ahora.

    — Quiero ver si los datos que tengo de ustedes están correctos — respondió la espada de oro — Cuando mencione sus nombres y su país deben decirme quienes son, y si hay algo mal, quiero que me lo hagan saber.

    Los cuatro soldados guardaron silencio para que Kendrick pudiera hablar.

    — Sixto, de Irlanda — decía la espada de oro.

    — Así es — respondió el soldado llamado Sixto — No hay ningún error.

    — Benjamín, de Inglaterra — agregó la espada de oro.

    — Soy yo — respondió el chico — Los datos son correctos.

    — Y por último, Ismael, y Alison — decía Kendrick — Ambos son de Nueva Zelanda, ¿verdad?

    — Claro — respondió Alison.

    — Perfecto, ya que no hay error, vengan conmigo — respondió Kendrick saliendo de la oficina.

    Kendrick caminó acompañado de los cuatro soldados hacia la plataforma de despegue de las naves. Los chicos estaban algo nerviosos por la misión, pero sabían que sus compañeros necesitaban de toda la ayuda posible. Al llegar a una de las naves, uno de los pilotos la puso en funcionamiento. Kendrick les dio instrucciones rápidas a los cuatro chicos.

    — En la nave hay cuatro vehículos y cuatro trajes de protección — les indicaba la espada de oro — Cada uno de ustedes tomará uno de ellos, y cuando lleguen a Boek, se comunicarán con la espada de plata y se dirigirán hacia su nave en sus vehículos. El piloto que los lleve a Boek regresara inmediatamente después de dejarlos allí.

    — Entendido — respondieron los cuatro soldados en simultáneo mostrando respeto a Kendrick — Haremos lo que podamos — esta vez, solamente habló Sixto.

    — También he cargado en la nave unos diez cascos de buceo — respondió Kendrick — No los hemos podido perfeccionar demasiado, pero les permitirán a ustedes y a los demás respirar bajo el agua sin tener que utilizar el respirador equipado en los trajes.

    Una vez que les dio todas las instrucciones, Kendrick se despidió de sus cuatro soldados deseándoles la mejor de las suertes en la misión. Los soldados subieron a la nave y se preparaban para el viaje hacia Boek, y para luchar en contra de sus enemigos apenas llegaran al planeta.

    Una vez que la nave partió con los soldados, Kendrick fue a su oficina y dio un comunicado oficial. El comunicado fue programado para escucharse por todas las personas del mundo, y también por los que se encontraran en alguna misión en ese momento.

    — Aquí habla Kendrick, espada de oro de la Fuerza Orbital Terrestre, dirigiéndose a todos los humanos — decía Kendrick a través de una línea de comunicación que le permitía llegar hasta todos los humanos — Luego de varios intentos, hemos logrado localizar a Hkras… Nuestro peor enemigo se encuentra en Boek ahora mismo. Boek es un planeta que se encuentra lejos de la Tierra, lo que quiere decir que él no va a acercarse a nuestro planeta, al menos no por ahora. Solo quiero que permanezcan la calma. Tenemos la situación controlada. Hemos enviado a un grupo de soldados a Boek para acabar con Hkras. Esperamos que esta vez no resulte como la última vez, pero no puedo prometer nada. A pesar de todo, el objetivo de este comunicado era darles a conocer la posición de nuestro enemigo y ayudarles a mantener la calma sabiendo que se encuentra lejos de nosotros por el momento.

    Una vez que terminó de decir estas palabras, Kendrick cortó la comunicación. Ahora que el mensaje había sido enviado, decidió irse a su oficina para seguir llevando el control de la FOT. La espada de oro sabía que a partir de ahora, tendría más trabajo que nunca.

    […]

    En la sala central de la nave, Asher, Uriel, Kate, Nikolai y Tiana estaban esperando a que Simón regresara de la sala médica, ya que quería asegurarse de que Morani estaba recuperándose. Nikolai era el único que entendía de lo que quería hablar con ellos, mientras los demás estaban confundidos.

    Finalmente, Simón llegó a la sala central y no estaba muy contento.

    — Supongo que se preguntan por qué los reuní aquí — decía la espada de plata mirando a Asher, quien estaba algo intimidado por su mirada — Asher, Nikolai me dijo que lo atacaste en la cueva.

    — ¡¿Qué?! — gritó Asher algo enojado por las palabras de Simón — ¡Eso es mentira!

    — ¡Claro que no! — respondió Nikolai también a los gritos — ¡Tú me atacaste en el medio de la pelea contra Xorcut! ¡Intentaste culparme a mí por la muerte de Naomi!

    — ¡Y fue culpa tuya, no necesito culparte! — respondió Asher algo agresivo — ¡Tú me empujaste y por culpa tuya, Naomi murió asesinada por el vofkridiano!

    — ¡Nada de eso, fue Xorcut el que te empujó! — le respondió Nikolai — ¡Tú no pudiste destruirlo, te distrajiste en el medio de la pelea y él te dio ese empujón! ¡Luego de que Naomi murió, tú me atacaste como si yo tuviera la culpa!

    — ¡Pero si fue culpa tuya, estúpido! — gritó Asher que ya no soportaba las acusaciones de Nikolai.

    Asher le dio un golpe de puño en la cara a Nikolai, quien en un principio estaba muy enojado, pero al mismo tiempo feliz, ya que eso era lo que él quería.

    — ¡No vuelvas a tocarme! — gritó Nikolai devolviendo el golpe — ¡Te dije que dejes de meterte en mi camino!

    — ¡Ya basta! — gritó Simón golpeando la mesa causando que todos se asustaran un poco — ¡Esto es una estupidez! ¡Tenemos a nuestro peor enemigo y al líder de las máquinas de ejecución en el mismo planeta que nosotros! ¡Deberían pelear en contra de ellos, no entre ustedes mismos! ¡Cosas como las que pasaron hoy no pueden repetirse, o de lo contrario terminaremos fracasando en esta misión, y Hkras se quedará con el arma Boek! Uriel, Kate, Tiana, quiero que alguno de ustedes me diga como pasaron las cosas en realidad.

    — No lo sabemos — respondió Tiana algo asustada por lo que Simón podría responder después de su respuesta.

    — Ninguno de nosotros vio lo que pasó en la cueva — respondió Uriel.

    — Nikolai me empujó, y fue por eso que Naomi murió — respondió Asher — Eso es todo lo que pasó.

    — No intentes culparme por lo que pasó en la pelea contra Xorcut — dijo Nikolai — Si no sabes cómo pelear contra él, no vengas a tirarme la culpa encima.

    — Ya fue suficiente — dijo Simón algo serio — No sé bien lo que pasó en esa cueva, y sus compañeros tampoco. Pero por culpa de una pelea entre ustedes, una de sus compañeras terminó muerta. No puedo permitir que eso siga pasando en una misión tan importante como esta. Así que he decidido que ustedes no volverán a ir a una misión juntos.

    — ¡¿Qué?! — exclamaron al unísono Asher y Nikolai — ¡Pero…

    — ¡Cállense! — gritó Simón casi sin paciencia — ¡No voy a permitir que sus conflictos sigan causando problemas en la misión! Así que a partir de ahora, cuando haya una misión, uno de ustedes irá con el grupo, mientras que el otro se quedará en la nave. Si no pueden llevarse bien, entonces me aseguraré de que no vayan juntos.

    — Si haces eso, no tendrás suficientes hombres para la misión — respondió Nikolai — Evandro y Naomi están muertos, y Morani herido. Ahora solo quedamos cinco soldados para continuar con la búsqueda del arma, pero si uno de nosotros se queda aquí, significa que solo seremos cuatro para pelear.

    — Te equivocas — respondió Simón — Ustedes ya no continuarán la misión solos.

    — ¿Qué significa eso? — preguntó Kate.

    — Le pedí a Kendrick que enviara más soldados para que nos ayuden en la misión — les dijo la espada de plata — Él me dijo que solo podía enviar a cuatro soldados más por ahora. Lo cual quiere decir que tendremos más ayuda en esta misión. Pero hasta que esos cuatro soldados lleguen hacia aquí, y hasta que Morani se recupere, solo realizaremos misiones de exploración. Sabemos que el arma Boek no está en esta zona, por lo que las próximas misiones serán de exploración para seguir trazando mapas. Retomaremos la búsqueda del arma cuando los otros soldados lleguen aquí. Así que será mejor que se preparen. Porque ahora mismo van a salir y van a continuar explorando el planeta. Cada uno de ustedes irá a una zona distinta para cubrir más terreno. No podemos desperdiciar el tiempo que tenemos.

    Los cinco soldados estaban sorprendidos al saber que otros cuatro soldados más se unirían a ellos para ayudarlos en la búsqueda del arma. Si bien, no todos estaban muy contentos con ello, ya que creían que Simón había pedido ayuda porque no los consideraba lo suficientemente capaces para continuar la misión.

    Y otra cosa que los sorprendía era la decisión de hacer que Asher y Nikolai ya no fueran más a las misiones a partir de ahora. Nikolai estaba algo molesto, ya que esperaba que Simón le diera algún castigo mayor a Asher, y no que decidiera dejarlo fuera de las misiones cuando fuera el turno de Asher. Asher, por su parte, estaba muy molesto con Nikolai. No solo porque había mentido, sino también porque no podría estar en todas las misiones. Uriel sabía que la pelea entre su hermano y Nikolai tenía que ver más con Kate que con lo que pasó en la misión. A Tiana no le interesaba mucho esta situación. A ella solamente le interesaba que Morani se recuperara de sus heridas y que pudiera ayudarlos en la misión. Kate, sin embargo, no sabía que pensar. Dado a que ella estaba peleando en contra de un vofkridiano en el momento en el que ocurrió la discusión entre Asher y Nikolai, no sabía quién de ellos decía la verdad. Parte de ella deseaba que Asher fuera quien dijera la verdad, ya que no soportaba la idea de que el chico que le interesaba se hubiera puesto a pelear contra Nikolai y que eso desencadenara la muerte de su compañera.

    Los cinco chicos salieron de la nave cada uno en su vehículo. En un principio, todos iban en la misma dirección, pero luego se separaron para que los trazadores de mapas de sus vehículos lograran crear mapas más completos.

    […]

    Habían pasado dos horas desde que Kendrick dio el comunicado que revelaba la posición de Hkras. La espada de oro se encontraba en su oficina cuando uno de sus hombres entró para informarle de algo.

    — Señor Kendrick, tengo algo que informarle — dijo el soldado hablando con respeto.

    — ¿De qué se trata? — preguntó Kendrick queriendo saber qué era lo que el soldado tenía para decirle.

    — Uno de los soldados nos envió un mensaje — decía el soldado informando a Kendrick de la situación — Dice que terminó su misión con éxito, y ahora está solicitando su permiso para dirigirse al planeta Boek.

    — ¿Quién es? — preguntó Kendrick esperando la respuesta del soldado, aunque ya imaginaba de quien se trataba.

    — Es el Rompe Huesos —respondió el soldado de Kendrick.
     
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  15.  
    Nicolás Pink

    Nicolás Pink How the Terminator say "I back"

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    No entiendo porque no envían en ejercito si los Boeks ya saben que esta ahí xD
     
  16.  
    Bahamut

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    Hola.

    Leí tu historia y déjame decir que la trama es interesante, aunque a veces siento que te apresuras un poco a la hora de narrar las escenas y eso crea lagunas de información que como lector hace difícil captar bien lo que nos intentas contar en la historia. Por ejemplo, en algún momento nos dices que los humanos no pueden usar otras armas contra los Vofkridianos, sin embargo, no específicas muy bien el motivo o a las maquinas Cybershark tienen armaduras que son impenetrables ante el daño (no sé tal vez puedes decirnos que son de una aleación rara de carbono que es indestructible o algo así xD). No obstante, el fanfic tiene otros aspectos que sobrepasan por bastante los puntos más flacos de la historia como una ortografía agradable y sin errores (fáciles de identificar), además de la dinámica que entregas con giros inesperados a la historia añade un atractivo a la historia como la muerte de Evandro y Naomi por mencionar algunos acontecimientos importantes. También la aparición de nuevos personajes como Rompe Huesos, ¿quién será?.

    Como he mencionado en el primer párrafo te entrego mi punto de vista, porque tal vez esa es la manera en que creo poder aportar algo más a la historia como lector y ,obviamente, me interesa contribuir si puedo claro esta.

    Sin más que agregar me despido.

    Saludos y suerte.
     
    Última edición: 28 Noviembre 2016
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  17.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Hola. Gracias por leer y comentar. Sobre el porque los humanos usan espadas y no otras armas es porque el acero del que estan hechas es de otro planeta y son es más fácil atravesar la piel de los vofkridianos con estas. Mencione en un comentario anterior (mas arriba) que armas como un lanzacohetes o un lanzagranadas servirian, pero si fueran encerrados en una cueva, seria peligroso. Y el uso de armas nucleares podria exterminar la vida terrestre.

    Cybershark y sus robots están hechos de un metal muy sólido, crei que eso se entendia. Igualmente, en los proximos capitulos voy a profundizar un poco mas a la máquina de ejecución y sus robots en esos aspectos.

    Una vez más, gracias por comentar. Esta noche estare trabajando en el proximo capitulo, cuando esté terminado, estará publicado.
     
  18. Threadmarks: Peligros - Parte 5: Rompe huesos
     
    Agus estresado

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    Muy bien, aquí está el quinto capitulo de la parte Peligros. Este me quedó un poco largo, más largo que los demás capítulos, pero eso es porque lo que quiero narrar aquí lo quería contar todo en un solo capítulo. Pude haber dejado algunas cosas para el siguiente capítulo y así no extender este demasiado, pero no quería. Espero que de verdad les guste este capítulo, porque a mi si me gustó al momento de escribirlo.

    Y un aviso importante. Esta será la primera vez que en esta historia utilice el recurso de los flashbacks. No soy de utilizar demasiado este recurso en mis historias anteriores, pero creo que en esta es verdaderamente necesario. Hay cosas importantes que transcurrieron, las cuales no fueron contadas porque estaban acompañadas por otras cosas no importantes para la historia. Pero creo que es necesario que aparezcan en la historia, para que se entiendan un poco mejor algunas cosas.

    Los flashbacks los identificaré con el cambio de letra normal a letra cursiva. No me gusta poner cosas como, "inicio de flashback/fin de flashback" porque creo que eso rompe la narración. Es por eso que para diferenciar un flashback de los sucesos que ocurren actualmente utilizaré el cambio de letra normal a letra cursiva. De todas formas no es un recurso que va a adueñarse de los capítulos, solo lo usaré para contar acontecimientos pasados importantes que venían acompañados por otros no importantes y que no hacía falta contar; de esa forma, la historia no se alejará de su tema central.


    Peligros – Parte 5: Rompe huesos

    — ¿Qué debería responderle, señor? — preguntó el soldado esperando la respuesta de Kendrick.

    — No te preocupes — le respondió la espada de oro — Yo hablaré con él. Tú regresa a tu puesto.

    El soldado de Kendrick asintió con la cabeza y caminó hacia afuera de la oficina de la espada de oro. Kendrick, ahora que estaba solo, intentó comunicarse con el soldado al que el soldado había nombrado como Rompe Huesos. Lo llamó esperando comunicarse exitosamente con él, y tras un minuto, su llamada fue recibida.

    — Veo que has cumplido con tu misión sin problemas… — le decía Kendrick al soldado que se encontraba en otro planeta — Felicidades, Tiberio.

    — Gracias, señor, pero no fue para eso que llamé — le respondió Tiberio, quien aparentemente era el dueño del apodo Rompe Huesos — Quiero que me permita dirigirme al planeta Boek, si es que Hkras está ahí. Sabe que yo me he preparado toda mi vida para esto, no puedo desaprovechar esta oportunidad. Hkras está siempre moviéndose de un lado a otro. Quién sabe cuándo podamos conocer su posición nuevamente.

    — Por supuesto, tienes mi permiso para ir hacia Boek — le respondió Kendrick — Cuando Simón me dijo que Hkras estaba ahí, yo tenía pensado enviarte en cuanto terminaras con tu misión.

    — ¿La espada de plata está en Boek? — preguntaba Tiberio algo sorprendido — Creí que se necesitaban tres días para llegar a un planeta de esa galaxia, y solamente pasaron un par de horas desde que dio el comunicado.

    — La espada de plata está ahí junto a otros seis soldados en una misión — respondió la espada de oro — Otros cuatro soldados están en camino para ayudarles. En el planeta Boek se encuentra un arma muy poderosa, con la cual seremos capaces de derrotar a Hkras de una vez y para siempre. Y te estoy dando el permiso de ir a Boek para ayudar a buscar el arma, no para que pelees contra Hkras.

    — Pero esta es mi oportunidad — respondía el rompe huesos, poco contento con las últimas palabras de Kendrick — Estuve entrenando toda mi vida para vengarme de Hkras. Tú me conoces desde que era pequeño. Sabes que necesito esto.

    — Lo sé, pero no eres el único que quiere vengarse de Hkras — respondía Kendrick — Luego de decapitar a uno de los hombres que yo admiraba, mató al resto de mis compañeros y se quedó con la espada de bronce. Pero esto no se trata de venganza, se trata de salvar a la Tierra. Y para salvar a la Tierra, necesitamos el arma Boek.

    El rompe huesos guardó silencio por un momento. De no ser porque Kendrick lo conocía muy bien, habría pensado que había cortado la transmisión. Pasó medio minuto hasta que la espada de oro recibió la respuesta de su soldado.

    — Está bien, estoy de acuerdo con tus órdenes — respondió el rompe huesos — Pero si tengo a Hkras en frente mío, pelearé contra él. Y si no, cuando encontremos el arma Boek, seré el encargado de eliminarlo.

    — Sabía que entrarías en razón, Tiberio — le respondió Kendrick — Ven aquí de inmediato y haré que te lleven al planeta.

    — Eso no será necesario — respondió Tiberio — Robé algo de tecnología útil de este planeta. Podré llegar a Boek en tres días por mi cuenta. Si puedo, alcanzaré a los otros cuatro soldados.

    El rompe huesos cortó la llamada con Kendrick, quien ahora estaba un poco más calmado. Un soldado como Tiberio les sería de mucha utilidad a los chicos en la misión. Aunque sabía que las cosas no serían fáciles. No con Hkras en ese lugar.

    Tenía la tentación de enviar a varios soldados en la búsqueda del arma. Pero eso solamente dejaría a la Tierra con pocos hombres para defenderse ante un posible ataque de los vofkridianos, lo cual podría ser muy probable, dado a que no tenía confirmado el número de soldados que Hkras llevó a Boek. Prefería no correr ningún riesgo.

    […]

    Ya habían pasado tres días desde el enfrentamiento contra Hkras y Cybershark en la cueva. Simón había recibido un mensaje de Kendrick, el cual le informó que los soldados de refuerzo ya estaban en Boek, y que estaban usando sus vehículos para dirigirse hacia la nave.

    Simón y el resto de los soldados que seguían con vida estaban esperando afuera de la nave con los vehículos ya preparados, ya que Simón quería que partieran en la búsqueda del arma apenas llegaran los refuerzos enviados por Kendrick. Sin embargo, no había suficientes vehículos. Asher, Uriel, Kate, Nikolai, Tiana y Morani eran los que seguían con vida, siendo un total de 6 soldados. Sin embargo, los vehículos de Evandro, Morani y Naomi fueron dejados atrás en las misiones anteriores, lo que significaba que uno de los soldados se quedaría atrás, o que dos soldados deberían ir en un mismo vehículo. Tras una breve espera, todos lograron divisar como cuatro vehículos se acercaban desde lo lejos hacia ellos.

    Unos minutos después, los cuatro soldados enviados por Kendrick llegaron hasta la nave, donde fueron recibidos por Simón y el resto del equipo.

    — Me alegro de que hayan llegado a salvo — decía Simón alegrándose de tener a más hombres para la misión — Les presento al resto del equipo. Asher, Kate, Uriel, Morani, Tiana, y Nikolai.

    — Hola — saludaba uno de ellos, el que se veía de mayor edad — Ellos son Benjamín, Ismael, y Alison. Mi nombre es Sixto.

    — Ahora que estamos todos es el momento de salir, ¿verdad? — preguntaba Asher.

    — Aún no — respondió Simón — Falta alguien más.

    Las palabras de la espada de plata causaron algo de confusión en los diez soldados presentes. Los seis soldados que ya estaban en Boek creían que Kendrick solo había enviado a cuatro soldados, mientras que los cuatro soldados que habían llegado apenas hace poco no sabían nada sobre otro soldado que estuviera en camino al planeta.

    — ¿A quién estamos esperando? — preguntó Ismael algo curioso — Kendrick solamente nos envió a nosotros cuatro.

    — Estamos esperando al Rompe Huesos — respondió Simón.

    — ¿Quién es el “Rompe Huesos”? — preguntó Morani sin saber a qué se refería la espada de plata.

    — Su verdadero nombre es Tiberio — respondió Simón empezando a explicar — Él es el mejor soldado que tiene la FOT actualmente. Luego de enterarse que Hkras estaba aquí, le pidió a Kendrick permiso para acudir a la misión.

    — ¿Por qué quiso venir después de enterarse de lo de Hkras? — preguntaba Kate algo curiosa.

    — Él le guarda un gran resentimiento a Hkras — decía la espada de plata — Todos lo hacemos, pero él debe ser el soldado que más lo odia. Sus padres eran exploradores parte de un equipo científico. Lamentablemente, tuvieron mala suerte en una misión. Su tripulación estaba investigando justo en uno de los planetas en donde se encontraba Hkras. Cuando Hkras los vio investigando el lugar pensó que se trataba de un complot en su contra, por lo que no corrió ningún riesgo y los mató a todos, los padres de Tiberio incluidos. Desde que era solamente un niño, Tiberio estuvo entrenando para enfrentarse a él. Esperaba la oportunidad de cobrar venganza por la muerte de sus padres. Fue el soldado que más ha entrenado desde que la FOT se fundó, y es el mejor soldado que tenemos actualmente. Es más, yo mismo le ofrecí ser la espada de plata, ya que pensé que él sería más útil como espada de plata para la FOT que yo; pero Tiberio lo rechazó. Dijo que solo aceptaría un cargo mayor cuando lograra matar a Hkras, y vengarse de la muerte de sus padres.

    — ¿Y por qué lo llaman Rompe Huesos? — preguntó Nikolai algo intrigado por ese apodo.

    — Hace unos años atrás, uno de nuestros soldados traicionó a la FOT — respondió Simón — Intercambió secretos verdaderamente importantes de nuestro planeta a cambio de tecnología extraterrestre. Su idea era juntar tecnología de varios planetas para eliminar a Hkras, pero no lo pensó muy bien. Los extraterrestres a los que les dio información la utilizaron para atacarnos. Logramos detenerlos, pero perdimos a varios hombres dado a que conocían nuestro secreto. Cuando descubrimos quien era el traidor, enviamos a un grupo de soldados a ese planeta para encontrarlo. Tiberio fue el primero en encontrarlo. Tuvo una pelea difícil en contra de él, dado a que estaba utilizando tecnología desconocida, pero a pesar de todo, logró derrotarlo. No podía matarlo ya que la FOT quería interrogarlo para conocer perfectamente los motivos de su traición, por lo que decidió romperle los huesos de los brazos y las piernas para evitar que escapara utilizando su tecnología. Desde ese día, lo conocemos con el apodo de Rompe Huesos.

    — Vaya — respondía Sixto algo asombrado por lo que escuchaba — Tendremos un refuerzo verdaderamente increíble en esta misión.

    Simón y los soldados permanecieron cerca de la nave durante un largo rato esperando la llegada del rompe huesos al planeta. A pesar de que Simón les dijo que iba a llegar casi al mismo tiempo que los cuatro soldados de refuerzo de Kendrick, Tiberio no estaba apareciendo. A pesar de todo, ninguno quería partir en búsqueda del arma sin conocer primero al soldado del que Simón les había hablado.

    Finalmente consiguieron divisar un vehículo a la distancia acercándose a su posición.

    — ¿Es él? — preguntaba Tiana.

    — Podría ser — respondía Benjamín.

    Todos miraron atentamente hacia el vehículo esperando que se tratara del rompe huesos. Cuando se acercó más hacia ellos lograron identificar a un humano sobre él. El vehículo era una moto, pero su diseño era muy diferente a las motos que utilizaba la FOT.

    Tras una larga espera, el rompe huesos había llegado hasta la nave. Todos lo estaban esperando impacientes.

    — Simón — decía Tiberio bajando de su vehículo — Es bueno volverte a ver — ahora centraba la vista en sus compañeros — ¿Todos ellos están aquí para buscar el arma?

    — Así es — respondía la espada de plata — No hay tiempo para presentaciones ahora. Tienen que partir en la búsqueda del arma de inmediato. Creíamos que llegarías antes.

    — Lamento la tardanza — respondió Tiberio — Pero me encontré con una criatura extraña cuando llegué al planeta. Tuve que matarlo ya que no quería traerlo hacia aquí.

    — Muy bien, entonces creo que es tiempo de empezar — decía Simón ganándose la atención de todos — Morani y Nikolai se quedarán aquí. El resto de ustedes irá a una de las posibles ubicaciones en donde podría estar el arma.

    — ¿Por qué tengo que quedarme atrás? — respondió Morani algo decepcionado — Ya me recuperé de mis heridas.

    — No quiero arriesgarte aún — le respondió Simón — Tendrás un día más de descanso.

    — ¿Y qué hay de mí? — preguntó Nikolai — ¿Por qué no voy a ir con ellos? Esta misión es ideal para mí. Imagina un equipo compuesto por Tiberio y por mí. Seríamos imparables, incluso para Hkras.

    — Tú sabes perfectamente por qué no vas a ir a la misión — respondió Simón algo enojado.

    — ¿Quiere decir que Asher irá y yo no? — preguntaba Nikolai algo molesto — ¿Vas a dejarme afuera de esto cuando sabes a la perfección que soy mejor que él?

    — Eso es exactamente lo que haré — respondía Simón firme en su decisión — Ya les había dicho que ustedes no volverían a ir juntos en una misión. Hoy será tu turno de quedarte atrás.

    Nikolai quería insultar a Simón, pero decidió no hacerlo, ya que eso no mejoraría la situación. Las palabras de Simón fueron un golpe para su orgullo, pero tendría que soportarlo.

    El grupo ya estaba listo para ir a la localización indicada. Antes de partir, Tiana se despidió de Morani, que no iba a acompañarla en la misión. La chica se acercó a su amigo y le dio un beso de despedida en la boca. Uriel apartó la vista algo molesto por lo que acababa de ver. No le gustaba para nada el hecho de que Tiana se haya fijado en Morani. Sabía que no podía hacer nada para cambiarlo, pero eso no ayudaba en nada.

    Había llegado la hora de la salida. Asher y Uriel iban al frente, seguidos por Sixto, Benjamín, Tiana y Kate. Ismael, Alison y Tiberio iban a ir en la retaguardia. Los vehículos de los soldados recién llegados aún no se habían sincronizado con los soldados que se encontraban en Boek, por lo que sus mapas estaban incompletos, obligándolos a ir detrás de Asher y Uriel.

    Una vez todos se fueron, Simón se dirigió a Morani y Nikolai.

    — Necesito que se encarguen de algo — decía la espada de plata.

    — ¿Qué es? — preguntó Morani.

    — No tenemos suficientes vehículos para todos — respondía Simón — Y estos no están muy bien diseñados para dos personas. Sé que no podremos recuperar los vehículos de Morani y Naomi si es que están en la cueva de los Gyot. Pero si no me equivoco, el vehículo de Evandro sigue en el interior de las montañas. Nikolai, quiero que lleves a Morani a las montañas y traigan ese vehículo, así tendremos uno para todos. Las montañas no están demasiado lejos de nosotros, por lo que el viaje en un solo vehículo no debería ser demasiado trabajo.

    — ¡¿Me estás jodiendo?! — preguntó Nikolai sintiéndose ofendido por lo que Simón había dicho — ¡Soy uno de los mejores soldados, ¿y en vez de enviarme a buscar el arma me envías a recoger un vehículo?!

    — ¡Estoy harto de tus quejas, Nikolai! — le respondió la espada de plata — ¡Kendrick me puso a cargo de la misión, y vas a obedecer mis órdenes en cuanto te las diga!

    — ¡Veo que el paso de los años le ha hecho mal a tu juicio, anciano! — respondió Nikolai — ¡Pero los mejores soldados deben estar en las misiones importantes!

    — ¡Haré de cuenta que no escuché lo que dijiste! — respondió Simón — ¡Será mejor que vayas a hacer lo que te encargué, o de lo contrario, seguiré dejándote atrás!

    — Nikolai, ya basta — decía Morani intentando tranquilizar a su compañero — Solo hagamos esto y terminemos rápido. De cualquier forma, vamos a necesitar ese vehículo en el futuro si no encuentran el arma.

    Nikolai se dio la vuelta rápido ya que no soportaba seguir viendo a Simón. El chico ruso se subió a su vehículo y lo encendió algo frustrado al saber que no lo usaría en la búsqueda del arma Boek. Morani subió a la moto de Nikolai y se sujetó fuerte para no caerse, ya que creyó que Nikolai iría rápido.

    Simón veía como Nikolai puso en movimiento su vehículo en la dirección de las montañas donde Evandro había sido asesinado. Luego de que todos los soldados se habían ido, regresó al interior de la nave.

    Mientras tanto, los otros nueve soldados que habían partido en búsqueda del arma tenían otro tipo de conversaciones. Algo que tenía intrigados a los soldados que recién habían llegado era el motivo por el cual Simón dejó atrás a Nikolai.

    — Y fue por eso que Simón decidió que solamente iba a enviar a uno de ellos en las misiones a partir de ahora — decía Kate, quien ya les había explicado lo sucedido hace días.

    — Ya veo — respondió Benjamín luego de escuchar la historia que su compañera le había contado — ¿Y tú a quien le crees? ¿A Asher o a Nikolai?

    — La verdad es que no sé a quién le tengo que creer — respondió Kate algo desanimada.

    Asher escuchó la respuesta de su compañera, la cual le trajo recuerdos de algo que había ocurrido la noche del incidente en la cueva.

    Asher, ¿puedo hablar contigo? — preguntaba Kate entrando en su habitación.

    Sí, claro que puedes hablar conmigo — respondió el chico — Nunca te negaré una conversación, Kate.

    Quiero que me digas que es lo que ocurrió en la cueva — le decía Kate — Ya hablé con Nikolai, y ahora quiero hablar contigo.

    Kate, yo ya lo he dicho — respondía Asher — Nikolai fue quien me empujó, no Xorcut. Fue su culpa que Naomi muriera. Lo peor de todo es que él está tratando de culparme a mí. Quiere poner a los demás en contra mío. Quiere ponerte a ti en contra mío. Por favor, Kate, dime que me crees — estas últimas palabras fueron dichas con un poco de desesperación por el chico.

    Me gustaría poder creerte, Asher — respondió Kate retirándose de la habitación — Pero Nikolai me ha dicho que tú estabas molesto con él por la forma en que me hablaba, y que inventaste todo para que yo no hablara más con él. Me encantaría que sea mentira, pero no hay forma de saberlo. Lo siento, pero hasta que no esté segura de lo que pasó en realidad, no hablaré con ninguno de los dos de nuevo.

    Ya habían pasado dos días desde ese momento y a Asher aún le seguían pesando esas palabras. Nikolai había logrado su objetivo de poner a Kate en su contra. Lo odiaba con todo su ser, pero sabía que debía evitar discutir con él, o de lo contrario, solo haría que la historia de Nikolai tuviera mayor credibilidad que la suya.

    Uriel veía a su hermano y sentía pena por él. Uriel sabía que Tiana nunca se enteró de lo que él sentía por ella, pero él conocía a la perfección que Kate y Asher tenían una cierta atracción, y era frustrante ver que Kate desconfiara de su hermano por las palabras de Nikolai. Él estaba convencido de que su hermano decía la verdad. No ignoraba el hecho de que Asher no estaba contento con las palabras de Nikolai, pero conocía a su hermano muy bien, y sabía que nunca mentiría en algo así.

    Tiberio, quien era el que iba en último lugar, era el único que no estaba interesado en el conflicto entre Asher y Nikolai. Él creía que se trataría de algo más importante, y cuando se enteró de la realidad del conflicto empezó a creer que ambos soldados eran inmaduros. Él sabía que Kendrick los había enviado a Boek por una razón, pero estaba algo preocupado por como la relación entre ambos podría afectar la misión.

    Los chicos ya estaban cerca del lugar en el que buscarían el arma, por lo que bajaron un poco la velocidad. En el lugar había un pequeño pozo el cual tenía un camino un poco angosto, pero muy bien construido para el paso de personas y vehículos pequeños, lo cual llevó a pensar que podría ser la entrada a un laboratorio.

    Temiendo que pudieran encontrarse con Hkras o alguna de las criaturas del planeta, los chicos decidieron entrar con sus vehículos, aunque entrarían uno por uno. Tiberio fue el primero en entrar. Sixto lo siguió. Detrás de él entraron Asher y después Uriel. El siguiente en entrar fue Benjamín. Luego de él, entró Tiana. Kate la siguió, y por último entraron Ismael y Alison.

    El camino era angosto en un principio, pero unos metros más al fondo, empezó a ensancharse, lo que permitía el avance de varios vehículos al mismo tiempo. Mientras continuaban el camino notaban algunas máquinas en el lugar, aunque estaban algo separadas. La presencia de las máquinas significaba para ellos que el lugar era un laboratorio, y por ende, el lugar era un gran candidato a esconder el arma Boek.

    Cuando avanzaron un poco más, observaron más maquinas, lo cual confirmaba que el lugar era en efecto un laboratorio, a pesar de estar apagadas. Aunque este hecho sería normal, dado a que la raza Boek se había extinto, lo que significaría que no habría más trabajadores para mantenerlo en funcionamiento.

    Los soldados continuaron avanzando hasta que vieron que tenían enfrente a dos vofkridianos. Eran los mismos que habían atacado en la cueva, pero Hkras no estaba con ellos. Los vofkridianos escucharon el ruido de los vehículos y estaban esperando a que llegaran. El laboratorio se extendía mucho más hacia el interior del túnel subterráneo, lo cual quería decir que no habían encontrado el arma aún.

    — Son más que la última vez — decía uno de los vofkridianos — ¿De dónde salieron los otros?

    — No lo sé, pero aun así tenemos que eliminarlos — respondió el otro.

    Los soldados de Hkras corrieron hacia los chicos, que rápidamente se bajaron de los vehículos y se preparaban para pelear. Todos, exceptuando a Tiberio, sacaron sus espadas.

    Asher, Uriel, Kate y Tiana iban a pelear contra uno de ellos mientras que Sixto, Benjamín, Ismael y Alison lucharían contra el otro.

    Uriel quiso atacar al vofkridiano con su espada, pero este hizo un gran movimiento y bloqueó su ataque con su arma. Inmediatamente después, levantó su rodilla golpeando a Uriel en el estómago. Asher quiso aprovechar el movimiento del vofkridiano y eliminarlo cortándole el cuello, pero este retrocedió y esquivó el ataque. Luego de esquivar su ataque, el vofkridiano atacó, pero ahora Asher logró detenerlo con su espada. Tiana atacó intentando partir su cráneo al medio, pero el vofkridiano retrocedió, provocando que la espada de Tiana chocara contra el suelo. El vofkridiano pateó la espada de Tiana y luego dio un golpe con su codo hacia atrás, logrando golpear a Kate en la cara. La chica no pensó que el vofkridiano la hubiera visto, pero ahora se dio cuenta de que su enemigo era verdaderamente inteligente.

    Mientras tanto, los refuerzos enfrentaban al otro vofkridiano. Sus movimientos eran más rápidos. Sin embargo, el vofkridiano al que se enfrentaban era muy bueno en las peleas. Sixto y Benjamín atacaban sin éxito, ya que sus ataques simplemente eran esquivados por su enemigo, pero Alison e Ismael se aseguraban de atacar inmediatamente después que sus compañeros para evitar que su enemigo pudiera atacar. Los cuatro soldados luchaban bien, pero no lograban tocar a su enemigo.

    El vofkridiano esquivaba sus ataques o en su defecto, los bloqueaba con su espada. Sin importar la estrategia, los ataques de los soldados no lo tocaban.

    Tiberio, quien no atacaba porque estaba analizando los movimientos de los enemigos, comenzó a correr hacia el vofkridiano, quien no le estaba prestando atención. Tiberio saltó y le dio un rodillazo en la nuca al extraterrestre, el cual había quedado algo confundido.

    — ¡Ahora, mátenlo! — les gritó el rompe huesos.

    Benjamín clavó su espada en la muñeca del vofkridiano, lo que provocó que este soltara su espada. Sixto atacó su pierna desde atrás, atravesando su rodilla con su espada, provocando que la rodilla del enemigo tocara el suelo. Alison e Ismael atacaron la cabeza del vofkridiano desde posiciones opuestas, logrando cortarle el cráneo en dos partes; matando al enemigo.

    — Bien hecho, Ali — respondió Ismael guiñándole un ojo a su compañera.

    — Gracias — respondió Alison algo sonrojada por el gesto.

    Los otros chicos aún no podían dominar a su enemigo. Tiana quiso atacar de nuevo. Su espada chocó contra la del vofkridiano, y luego del choque, la chica quedó desarmada ya que el extraterrestre era más fuerte.

    — ¡Tiana cuidado! — gritaba Uriel.

    Uriel saltó hacia Tiana, tirándola al suelo justo a tiempo para evitar que el vofkridiano pudiera matarla. Pero ahora era él quien estaba indefenso.

    — ¡Veamos como esquivas esto! — gritaba el vofkridiano listo para matar a Uriel.

    Antes de que su ataque alcanzara a su hermano, Asher pateó el abdomen del vofkridiano, impidiéndole realizar su ataque.

    — ¡Dejen de resistirse y mueran! — gritó el vofkridiano algo enfadado al ver que no podía matar a sus enemigos.

    El extraterrestre atacó a Asher con su espada, pero el soldado consiguió bloquear el ataque con su arma. Sin embargo, el vofkridiano reaccionó rápido y atacó a Asher en el estómago, causándole una cortada horizontal al soldado y provocando que cayera al suelo dando un grito de dolor.

    — ¡Asher! — gritó Kate algo preocupada intentando acercarse.

    El vofkridiano le dio un golpe con su puño a Kate, derribándola al suelo y evitando que se acerque.

    — ¡Ahora no te salvará nadie! — decía mientras levantaba su espada.

    Asher cerró los ojos esperando la muerte. Sin embargo, escuchó el ruido del choque entre dos armas. Al abrir los ojos, veía como Tiberio, que estaba usando un escudo de color ámbar pegado a su brazo derecho, había frenado el ataque del vofkridiano.

    A todos les sorprendía el escudo de Tiberio, ya que esa no era un arma hecha por la FOT.

    — ¿Pero qué…— quería decir el vofkridiano, que fue interrumpido cuando Tiberio levantó su escudo y lo golpeó en la cara con él.

    El enemigo retrocedió unos pasos hacia atrás, y luego de eso, Tiberio metió su mano en su cintura y sacó algo que parecía ser un mango oscuro. Cuando lo despegó de su cuerpo, una espada del mismo color de su escudo salió del mango.

    — Esta es tecnología que encontré en el planeta al que fui antes de venir aquí — respondió el rompe huesos sosteniendo una espada y un escudo, como si se tratara de un caballero.

    — No importa qué tipo de armas tengas, no pienso caer ante ti — respondía el vofkridiano.

    El extraterrestre atacó a Tiberio, quien bloqueó su ataque con su escudo. El vofkridiano quería romperlo, por lo que atacó a Tiberio unas tres veces más, intentando destrozar el escudo. Sus tres ataques fueron bloqueados por Tiberio de manera exitosa, y luego de recibir el último, movió el escudo hacia un costado provocando que el vofkridiano perdiera su espada. Rápidamente, le atravesó el pecho utilizando su espada. El vofkridiano emitió un grito de dolor mientras perdía sangre y caía de rodillas ante el rompe huesos.

    — Es tu oportunidad — les decía Tiberio a sus compañeros — Pueden matarlo.

    Kate se levantó del suelo, y con su espada, atravesó el cuello del vofkridiano dándole un fuerte golpe para poder cortarle la cabeza. Luego del ataque, la cabeza ahora sin vida del vofkridiano caía al suelo.

    Uriel ayudó a levantarse a su hermano, el cual tenía una cortada en su estómago, aunque no era demasiado grande. Aun así, dolía un poco. El contador de Asher bajó a 92%, aunque Asher se sentía un poco más adolorido.

    — ¡Lo conseguimos! — exclamaba Ismael levantando su espada como símbolo de victoria — ¡Derrotamos a los vofkridianos de Hkras!

    A pesar de que no todos compartían del todo el entusiasmo de Ismael, estaban contentos de haber derrotado a sus enemigos en la batalla.

    Tiberio realizó un movimiento con su brazo, lo que hizo que el escudo desapareciera; y luego la espada que tenía se guardó en el mango, el cual se volvió a colocar en la cintura. El rompe huesos caminó despacio hacia su vehículo, se subió y lo puso en marcha. Se podía ver que su cara mostraba una expresión de decepción.

    — ¿Qué sucede Tiberio? — preguntó Sixto sin saber que pasaba con su compañero — No te ves muy contento.

    — Ellos eran solo dos vofkridianos y nosotros éramos nueve — respondía Tiberio algo serio — Además Hkras no estaba con ellos. Esta victoria no vale nada. Yo regresaré a la nave. Ustedes busquen el arma. Yo no tengo mucho interés en eso.

    Los otros ocho soldados observaron cómo su compañero el cual había sido fundamental para la victoria que consiguieron en el día de hoy abandonaba el lugar para dirigirse de nuevo a la nave.

    A pesar de las palabras del rompe huesos, los chicos trataron de celebrar su victoria, además de que registraron el lugar para ver si encontraban el arma.

    Buscaron durante media hora en el laboratorio, e incluso revisaron detrás y entre las máquinas, pero no lograron encontrar nada parecido a lo que estaban buscando. Decepcionados por no haber tenido éxito en la búsqueda, decidieron regresar a la nave para descansar y continuar con la búsqueda el día siguiente.
     
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    Apareció el crack de la historia, ese tipo que arrasa con su habilidad con los enemigos y que todo buen equipo tiene que tener. Al menos para eso está Tiberio jejeje. Nikolai es un desastre, es el tipo de sujeto que con su actitud daña, severamente el trabajo colaborativo del grupo y eso ya sé a comenzado a evidenciar con todos los conflictos que está desarrollando con el grupo primero fue Asher y luego discute con su superior lol. Todo parece indicar que el grupo va a tener que subir su nivel de combate o sino van a convertirse en el almuerzo de los vofkridianos.

    Sin más que decir. Me despido.

    Saludos y suerte.
     
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  20. Threadmarks: Peligros - Parte 6: División
     
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    El arma Boek
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    40
     
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    Ya tengo listo el siguiente capítulo de la historia. Quiero adelantarles que es probable que no entiendan algunos de los sucesos que transcurren en este capítulo, principalmente los que transcurren desde la mitad del capítulo hacia el final; pero no tienen que preocuparse. Gran variedad de las cosas transcurridas en este capítulo tendrán una explicación lógica en el siguiente, solamente disfruten la lectura del capítulo, y como dije anteriormente, no se preocupen. Sus preguntas tendrán respuesta en el próximo capítulo.

    Peligros – Parte 6: División

    La tranquilidad del cielo nocturno en el planeta Boek fue interrumpida cuando una nave de gran tamaño despegaba desde el suelo para dejar el planeta. La nave un poco ruidosa solamente tenía un tripulante a bordo, nada más y nada menos que el emperador vofkridiano, Hkras, el cual estaba abandonando el planeta Boek.

    Una vez que salió de la atmósfera del planeta, la nave empezó a dirigirse por su cuenta hacia un destino seleccionado por el emperador. De inmediato, Hkras inició una comunicación inmediata con su mano derecha, Veygh, quien ahora se encontraba en el planeta habitado por vofkridianos.

    — Hkras, ¿qué es lo que sucede? — preguntó Veygh — ¿Lograron obtener el arma?

    — Desafortunadamente no — le respondió el emperador vofkridiano — Los cinco guerreros que traje perdieron la vida. Había otra raza además de las máquinas de ejecución buscando el arma. Tal parece que los eikratianos han soltado mucho su lengua.

    — ¿Quieres que envíe a más vofkridianos hacia Boek? — le preguntaba su mano derecha — Tardarían unos días en llegar hasta el planeta, por lo que sería mejor que partan de inmediato.

    — Ya he dejado Boek — respondió Hkras — Seguramente los eikratianos revelen mi posición a otras razas. Y sin soldados para protegerme no puedo arriesgarme. Sin embargo, quiero que prepares a varios soldados. Voy a dirigirme hacia Driun Morgh ahora mismo.

    — ¿Qué planeas? — preguntaba Veygh — ¿Estás seguro de que vas a dejar a esas dos razas en el planeta? Podrían encontrar el arma mientras no estamos ahí.

    — Boek es un planeta grande — respondía Hkras — Y está habitado por una gran cantidad de criaturas. Dudo mucho que consigan el arma tan rápido. Mientras ellos pierden el tiempo buscando el arma, nosotros nos pondremos por delante de ellos. Prepara a mis soldados. Te lo explicaré todo en cuanto llegue.

    […]

    Pasaron dos días desde la pelea en el laboratorio subterráneo en contra de los soldados de Hkras. El día posterior a la pelea, los soldados partieron en una misión de exploración para poder completar aún más los mapas que tenían del planeta.

    Ese día lograron recorrer grandes distancias y encontrar varios lugares interesantes. Varios kilómetros hacia el norte, había una gran zona de acantilados y al final de esta, se podían ver varios volcanes. Como si los acantilados estuvieran ahí para proteger a los seres vivos de los volcanes.

    Hacia el sur, se encontraba un extenso bosque, como los que el grupo ya había encontrado antes; sin embargo, estos se veían mucho más extensos. Podría decirse que ocupaban una gran parte del planeta.

    Al este era simplemente una zona de mesetas de muy poca altura. No había nada más que eso. Ninguna entrada a un laboratorio, ni ningún camino que pudiera conducir hacia otra parte del planeta. Sin embargo, había algo fuera de lugar en esa meseta. En un sector, había un pozo de un diámetro muy amplio, se veía muy profundo y oscuro. Caerse en ese pozo significaría una muerte segura, por lo que se decidieron a no acercarse a ese lugar.

    Por una sugerencia de Uriel, Simón llevó la nave hacia otra zona distinta a la cual se encontraba. El desplazar la nave sería una gran ventaja, ya que no sería necesario recorrer siempre los mismos caminos para partir en la búsqueda del arma. Eso les ahorraría mucho tiempo, y sería mucho más conveniente cambiar la ubicación de la nave cada cierto tiempo.

    En el día de exploración, el grupo no fue atacado ni por vofkridianos ni por ninguna máquina de ejecución. Esto los hizo llegar a la conclusión de que sus enemigos estaban a una gran distancia de ellos, lo que les simplificaría mucho las cosas para la misión.

    Ahora que sabían que estarían libres de peligro, Simón decidió decirles como continuaría la búsqueda desde hoy en adelante.

    — Dado a que no hemos detectado la presencia de máquinas de ejecución ni vofkridianos en esta zona, van a dividirse en equipos de dos personas — les decía la espada de plata — Asher se quedará atrás esta vez. El resto de ustedes elijan compañeros y prepárense para la salida. Habrá un total de cinco equipos buscando el arma, lo que hará que sea más fácil de encontrar, y si no la encontramos, al menos descartaremos varias zonas.

    — Yo iré con Nikolai — respondía Tiberio adelantándose al resto de sus compañeros — Aun no he ido a ninguna misión con él, y sería bueno aprovechar esta oportunidad para conocer su estilo de pelea.

    — Ja, veo que el mejor soldado de la FOT me eligió como compañero por encima de los demás — respondía el chico ruso algo orgulloso.

    — Yo iré con Benjamín — agregó Sixto — Si estás de acuerdo con eso.

    — Por supuesto, amigo — le respondía Benjamín — Haremos un buen equipo.

    — Kate, ¿te molestaría si voy contigo? — le preguntaba Uriel a la chica.

    — Claro que no me molesta — respondió su compañera.

    — Alison y yo iremos juntos — decía Ismael.

    — Y yo iré con Morani — decía Tiana.

    Nuevamente, las palabras de la chica volvían a pesar sobre Uriel. Cada día que pasaba era un recordatorio repetitivo de que la chica que le gustaba había elegido a Morani sobre él. Aunque esta vez lo tomaba mejor que el día en el que Hkras y Cybershark los atacaron en la cueva.

    Me tenías muy preocupada — Uriel podía escuchar la voz de Tiana desde afuera de la sala médica — Creí que te perdería. Que ibas a morir.

    No tienes que preocuparte por eso ahora — respondía Morani — No pienso morir. No antes de hacerle pagar a Cybershark por la muerte de Evandro.

    Quiero que tengas mucho cuidado — le decía la chica a su compañero — Apenas conocí a Evandro y a Naomi, y sus pérdidas me duelen mucho. No quiero imaginar lo que pasará si te pierdo a ti.

    No pasará — respondió Morani — Prometo ya no preocuparte más. Yo tampoco quiero perderte a ti.

    Cada vez que Uriel recordaba la forma en la que Morani y Tiana hablaron en la sala médica el día del ataque solo le traía un sentimiento de descontento a su mente. Se lamentó por haber tardado tanto en hablar con Tiana respecto a lo que él sentía. Ahora ya no podía hacer mucho. Solo soportar lo que veía.

    Una vez que todos los equipos estuvieran formados, la espada de plata les asignó una zona por investigar a cada uno de ellos. La idea era que, como más tardar después del mediodía, todos regresaran e informaran de lo que encontraran en ese lugar. Todos los chicos estaban esperando en la plataforma de descenso de los vehículos, esperando las órdenes de Simón de partir hacia sus objetivos. Todos excepto por Asher, quien le haría compañía a la espada de plata en la sala central.

    Cuando Simón dio la orden, los cinco equipos partieron. Cada uno a una zona distinta con un único objetivo: obtener el arma Boek para poder regresar a la Tierra, y asegurarse de que Hkras nunca más vuelva a ser una amenaza.

    Tiberio y Nikolai corrían con sus motos a toda velocidad por un camino en el cual se notaba que había sido circulado por varios vehículos, aunque haya pasado un largo tiempo desde eso. El rompe huesos decidió aprovechar que no había nadie en el lugar para poder hablar seriamente con su compañero.

    — Entonces dime, Nikolai — le decía Tiberio — ¿Qué fue lo que pasó en esa cueva entre tú y Asher?

    — Me sorprende que Asher no te lo hubiera contado — respondió Nikolai ante la pregunta de Tiberio — Creí que serías uno más de lo que cree las mentiras de ese idiota.

    — Asher ya me dijo su versión de la historia — respondía el rompe huesos — Y por alguna razón, me cuesta creerle. Pero prefiero escuchar tu versión antes de apresurar conclusiones.

    — No hay mucha diferencia entre mi versión y la de Asher — le dijo el chico ruso — Excepto que fue Xorcut quien empujó a Asher, provocando la muerte de Naomi. Asher está celoso de mí porque hablé con la chica que le gustaba, así que aprovechó la muerte de nuestra compañera para poner al equipo en mi contra. Para que tengas una idea de que tan lejos es capaz de llegar.

    Tiberio empezó a pensar en las palabras que Nikolai les había dicho.

    — Es increíble, pero no le creo a ninguno de ustedes dos — respondía el rompe huesos — Ninguna de las dos historias me resulta lo suficientemente creíble.

    — Yo te dije la verdad — le decía Nikolai — Si tu no quieres creerme, no me importa. Mientras no creas la mentira de Asher, con eso es suficiente para mí.

    Tras recorrer un largo y extenso camino, los dos soldados llegaron hasta la entrada a una pequeña cueva. A Nikolai ya le estaba empezando a cansar la idea de tener que buscar el arma en el interior de las cuevas. No le traía los mejores recuerdos, pero aun así, había que hacerlo.

    — Tú entra y registra el lugar — respondía Tiberio poniendo su vehículo cerca de la entrada — Yo vigilaré que no entre nadie. Si ocurre algo ahí adentro, avísame y entraré.

    Nikolai simplemente entró a la cueva en silencio. Sacó su espada y la empezó a sostener con su mano izquierda, mientras maniobraba su moto utilizando su mano derecha. El chico de Rusia sabía que debía estar preparado para ser atacado, ya que cada vez que fue en una misión, los enemigos lo tomaron por sorpresa. Procuraba que eso no pasara esta vez. Además de que tenía que considerar la posibilidad de ser atacado por los gyot, o alguna otra criatura que habite el planeta.

    La cueva no era demasiado ancha, por lo que dudaba que alguna criatura viviera en el lugar, pero nunca se sabía. Tras avanzar despacio y atento durante unos cinco minutos, llegó al final de la cueva. En ese lugar no había nada. Ni siquiera una simple máquina. Estaba decepcionado. Esperaba poder encontrar el arma Boek en ese lugar, pero sus esperanzas se desvanecieron.

    Nikolai salió de la cueva sin nada.

    — ¿Nada? — preguntaba Tiberio algo molesto — ¿Recorrimos un largo camino para nada?

    — Lamento decirte que sí — respondía Nikolai también frustrado por la situación — Otra decepción es que no apareció ningún enemigo. Esperaba mostrarte a un soldado de verdad.

    — Eres muy optimista cuando se trata de tus habilidades — respondía Tiberio tras escuchar las palabras de su compañero.

    — Cuando llegue el momento de pelear, descubrirás que no soy un fanfarrón, y que lo que digo es verdad — respondió Nikolai — Me enteré de que salvaste la vida de Asher en la última misión. ¿Es cierto?

    — Así es — respondió el rompe huesos — Él estuvo a punto de morir ese día.

    — Nunca tendrás que hacerlo conmigo — respondía Nikolai algo arrogante — A diferencia de Asher, yo sí le agrego utilidad al equipo.

    — Será mejor regresar — decía Tiberio poniendo su moto en marcha — Solamente estamos perdiendo tiempo aquí.

    […]

    Algunos kilómetros lejos de ese lugar, Uriel y Kate conducían sus vehículos a través de un camino arbolado, el cual no llegaba a ser un bosque por la poca cantidad que había. Para ambos chicos, eso era una ventaja ya que no tendrían que hacer ninguna maniobra difícil para manejar en esa zona.

    Uriel quería hablar de algo con Kate, y decidió que era el momento oportuno.

    — Escucha, Kate — le decía Uriel algo nervioso — Quiero que hablemos. Sobre Asher.

    — Ya sé lo que me vas a decir — le respondió Kate con seriedad — Dirás que él fue quien estaba diciendo la verdad, y que Nikolai inventó lo de Xorcut solamente para que yo no le hable más.

    — Sé que tal vez no me vayas a creer — le decía Uriel — Pero lo tengo que intentar de todas maneras. Conozco a Asher durante toda mi vida. Él nunca haría algo como eso. Nunca inventaría algo así. Si la muerte de Naomi hubiera sido su culpa, él habría aceptado cargar con eso.

    — Tú lo conoces, Uriel — le dijo Kate algo seria — Pero yo no lo conozco.

    — Tal y como dices, yo lo conozco — respondía Uriel — Pero a quien no conozco es a Nikolai. Y tú tampoco lo conoces. Ninguno de nosotros sabe que es lo que es capaz de hacer.

    — Lo siento, Uriel — respondía Kate algo molesta con el chico — Sé que Asher es tu hermano, y qué harías cualquier cosa por defenderlo, tal y como él lo haría contigo. A mí tampoco me gusta esto; porque Asher me gusta, pero no puedo estar con alguien si desconfío de él. Él único que sabe de verdad que fue lo que pasó, además de Asher y Nikolai, es Xorcut. Pero él no está aquí para preguntarle.

    Uriel bajó la mirada al piso algo triste por no haber podido convencer a Kate de que su hermano estaba diciendo la verdad. Quería decir algo más, pero antes de que pudiera, se escuchaba como unos pasos fuertes y rápidos se acercaban a ellos.

    En un instante, un robot se tiró encima de Uriel, provocando que se cayera de su vehículo. El robot era una de las máquinas de ejecución de Cybershark. Antes de que Uriel pueda hacer algo, su enemigo puso el filo de su espada en su cuello.

    Kate quería ayudar a su compañero, pero antes de poder hacer algo, otro robot se acercó a ella desde atrás, y de una patada logró derribar a la chica.

    Kate y Uriel ahora estaban en el suelo indefensos ante los robots de Cybershark. Xorcut, quien se encontraba cerca del lugar, apareció, mostrándose ante los dos soldados.

    — Tal vez sí lo estoy — decía el robot haciendo referencia a la última frase que dijo Kate antes de que ella y Uriel sean atacados.

    […]

    Sixto y Benjamín recorrían un camino subterráneo con sus vehículos. Habían entrado a ese camino hace varios minutos, pero todavía no alcanzaban la salida de ese lugar. El camino estaba algo oscuro, pero podían ver gracias a las luces de sus vehículos.

    — ¿Qué crees que haya al final de este lugar? — preguntaba Benjamín — ¿Crees que encontremos el arma?

    — Eso espero — respondía Sixto — No hemos visto a Hkras con sus soldados hace dos días, y los chicos dijeron que Cybershark no apareció desde que los gyot los atacaron en la cueva, ni tampoco una de sus máquinas de ejecución. Si no aprovechamos este momento, puede que no haya otro.

    — Creo que puedo ver la salida del camino al frente — decía Benjamín mirando atentamente hacia adelante.

    — Muy bien, prepárate para lo que sea que haya del otro lado — respondió Sixto.

    Los dos chicos aceleraron con sus vehículos hacia la salida del camino subterráneo. Al final del camino se podía ver una luz muy brillante, lo que indicaba que tendrían un espacio amplio que recorrer cuando estuvieran afuera.

    Sin embargo, al salir, no se encontraron con lo que esperaban. Del otro lado del camino, unas quince máquinas de ejecución estaban bloqueando el paso. Sixto y Benjamín frenaron de golpe en el momento en que vieron a todos los robots que se encontraban en fila esperando a que salieran de ahí.

    — ¡Mierda, regresa! — gritó Sixto algo asustado después de ver a todas las máquinas de ejecución juntas.

    Dado a que frenaron de golpe, los vehículos habían perdido velocidad, lo cual causó que ambos chicos tardaran demasiado en dar vuelta sus vehículos, cosa que las máquinas de ejecución aprovecharon.

    Los robots enemigos corrieron rápido hacia Sixto y Benjamín, y antes de que ellos pudieran escapar, los golpearon en la cabeza con sus brazos de metal, causando que cayeran al suelo.

    Sin que pudieran defenderse, ambos fueron capturados por las máquinas de ejecución, quienes los pusieron de pie y los hicieron caminar hacia el frente. Algunos sujetaban a los soldados para evitar que escaparan, mientras que los otros se llevaban los vehículos de los chicos.

    […]

    Alison e Ismael dejaron sus vehículos estacionados fuera de la entrada de una cueva. Para asegurarse de que no tendrían problemas, decidieron entrar juntos. La cueva tenía mucha luz, y a diferencia de la cueva donde entró Nikolai, esta tenía algunas máquinas en las paredes.

    Las máquinas eran de un tamaño muy pequeño comparadas con las que habían visto hace dos días cuando se enfrentaron a los soldados de Hkras.

    — ¿Por qué estás son más pequeñas? — preguntaba Ismael algo confundido — ¿Crees que este laboratorio y el que encontramos hace dos días pertenezcan a la misma raza?

    — Simón nos dijo que los Boek eran la única raza con inteligencia en el planeta — respondía Alison — No creo que pertenezca a otra raza que no sean los Boek.

    — Pero, ¿entonces por qué estas máquinas no tienen el mismo tamaño que las demás? — dudaba Ismael — Entiendo que no todos deben ser iguales, pero no entiendo por qué la variación de tamaño.

    — Tal vez este laboratorio sea más reciente y ellos lograron poner más potencia en estas máquinas — respondió Alison intentando buscar una explicación a las preguntas de Ismael.

    — Hay algo aquí que no me gusta — decía Ismael verdaderamente preocupado.

    Los chicos siguieron caminando hasta que se encontraron con el final de la cueva. Lo que vieron en ese lugar los dejó con la boca abierta. Había dos máquinas que estaban encendidas y funcionando, a diferencia de las demás que estaban apagadas.

    Ambos chicos avanzaron para ver quien las estaba controlando, pero solo encontraron unos cuatro esqueletos tirados en el suelo. Estos esqueletos tenían un gran parecido con los esqueletos de un ser humano. Tenían la misma apariencia, excepto porque en algunas zonas habían huesos que no estaban en el esqueleto humano y en otras faltaban huesos que sí estaban presentes en el humano.

    Ismael y Alison se asustaron por lo que habían visto, por lo que decidieron salir de la cueva sin registrar el lugar en busca del arma Boek. Sabiendo que algo raro estaba pasando, consideraban que sería mejor que acudieran a ese lugar con el resto del equipo. Al llegar a la parte de afuera de la cueva no lograron encontrar sus vehículos.

    — ¡¿Qué pasó con nuestros vehículos?! — se preguntaba Alison algo aterrada por lo que pasaba.

    — No lo entiendo, ¿qué demonios pasa en este lugar? — preguntó Ismael compartiendo la actitud nerviosa de su compañera.

    Varios pasos se escucharon provenientes desde los alrededores del lugar. Ismael sacó su arma algo asustado y listo para defenderse, mientras que Alison se quedó totalmente paralizada por el miedo que recorría su cuerpo.

    El sonido de las pisadas se hacía más fuerte, hasta que finalmente aparecieron cinco máquinas de ejecución, quienes se acercaron a los chicos, bloqueándoles todas las salidas. Todos ellos estaban armados.

    Ismael y Alison se vieron totalmente superados y estaban demasiado asustados como para defenderse o incluso intentar escapar. Las máquinas de ejecución se acercaron a ellos y les quitaron las armas. Posteriormente, sujetaron con fuerza a ambos chicos para que no pudieran escapar. Esto sorprendió mucho a ambos chicos, quienes estaban esperando aterrados que las máquinas de ejecución los asesinaran.

    — ¿No van a matarnos? — preguntaba Alison muy sorprendida cuando las máquinas de ejecución empezaron a hacerlos caminar.

    […]

    Morani y Tiana ya habían llegado a su destino. A la pareja le había tocado dirigirse hacia una zona de montañas, donde había una de diferente tamaño que las otras. Una de las montañas era muy pequeña, mientras que las demás eran enormes. La montaña pequeña estaba algo escondida, lo que los llevó a pensar que ese tenía que ser el lugar en donde se localizaría el arma Boek.

    Los chicos dejaron sus vehículos para explorar las montañas a pie. Al observar la montaña pequeña, Tiana notó una particularidad en ella.

    — ¡Mira! — decía la chica señalando hacia arriba.

    Morani levantó la vista y pudo ver que en la parte media de la montaña, había un hueco, y alrededor de ese hueco, se podían ver varias marcas en la roca, como si ese lugar hubiera sido escalado varias veces y las marcas se hubieran grabado.

    — ¡Este tiene que ser! — exclamaba Morani algo contento — ¡¿Por qué otra razón pondrían un laboratorio a esa altura en una montaña pequeña?!

    — ¡El arma Boek está ahí adentro! — celebraba Tiana empezando a escalar la montaña utilizando su espada como apoyo — ¡Sé que lo está!

    — ¡Por fin nuestra misión terminó! — respondió Morani empezando a trepar junto a su compañera.

    Los dos chicos estaban felices de haber encontrado el lugar en donde los Boek habían escondido su arma. Solo les restaba subir y tomarla para poder darle la noticia al resto de sus compañeros.

    Dado al buen agarre de los trajes, los chicos no tuvieron muchas dificultades para trepar la montaña. Tiana llegó primero hasta el hueco. Muy entusiasmada por ser ella quien encontraría el arma, decidió entrar sin esperar a Morani. El chico de Kenia sonreía mientras esperaba que su compañera le confirmara que el arma se encontraba ahí dentro.

    — ¡¿Ya la tienes?! — gritó Morani muy entusiasta esperando a que su compañera saliera de la montaña con el arma en sus manos.

    Tiana no le dio ninguna respuesta a Morani. El chico de Kenia empezó a preocuparse por ver que su compañera no salía, sobretodo porque no había pasado mucho tiempo desde que había entrado.

    — ¿Tiana? — llamó Morani a su compañera, nuevamente sin recibir respuesta — ¡Tiana!

    Morani subió desesperado pensando que su compañera pudiera haber caído al entrar al hueco. El chico de Kenia se apresuró y logró entrar al hueco de la montaña. Al entrar se llevó una sorpresa muy aterradora.

    En el interior del lugar, Cybershark estaba ahí acompañado por otros cuatro robots. Dos de ellos sujetaban a Tiana. Uno de ellos le sujetaba las manos en la espalda para que no pudiera defenderse, mientras que el otro tenía su espada apoyada en el cuello de la chica, listo para cortarlo con solo una orden.

    — Bienvenido, Morani — decía Cybershark saludando al chico de Kenia.

    — ¡Déjala ir! — gritó Morani sacando su espada intentando defender a Tiana.

    Cybershark se limitó a levantar su mano derecha y hacer una seña con sus dedos. El robot que tenía atrapada a Tiana ejercía presión sobre sus brazos, provocando que la chica sintiera dolor en donde estaba siendo sujetada; mientras que el otro robot se preparaba para cortarle el cuello a la chica.

    — Baja tu arma y ponte de rodillas — le decía Cybershark al chico en un tono amenazante — O ella sufrirá el mismo destino que el chico al que le perforé el corazón.

    — ¡No, Morani, no lo hagas! — gritaba Tiana que no quería que Morani le hiciera caso a Cybershark — ¡Escapa de aquí y busca a los otros!

    Morani no lo dudó ni un solo segundo. Tomó su espada y la tiró a los pies de Cybershark, para después ponerse de rodillas ante el líder de las máquinas de ejecución. Odiaba tener que hacerlo, más después de lo que ocurrió con Evandro, pero no quería arriesgar la vida de la chica que le gustaba.

    Uno de los robots de Cybershark tomó la espada, mientras que el líder de las máquinas de ejecución caminó hacia Morani.

    — Así me gusta — decía Cybershark poniendo su mano en la cabeza de Morani, burlándose de él — Es hora de llevarlos a mi guarida.
     
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