Dicen que la muerte es solo el inicio ¿Pero el inicio de que? (SxS,NxT,NxH,SxT,GxM,SxI)

Bueno aqui estoy de vuelta luego de un buen rato con un nuevo ficc xD tal vez les paresca un poco raro pero espero que les guste, les dejo algo asi como una pequeña introduccion (o prefacio, no estoy muy segura) es la primera vez que lo pongo de esta manera un ficc, asi que espero que les guste y aqui esta:

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Algunos dicen que al morir te espera el juicio, la balanza del arcángel miguel lista para pesar lo bueno y lo malo de toda tu vida para decidir el destino que te tocara por el resto de la eternidad. Otros piensan que no hay nada, que luego de la muerte todo se acabó y no hay nada más que tu muerte, que es el acto final para ti tanto en este mundo como en cualquiera que pueda existir. También al contrario se dice que la muerte es el inicio, que al morir abandonas tu actual cuerpo para renacer en otro y dar inicio a una nueva vida… pero ¿qué pasaría si todas estas suposiciones estuvieran erradas? si no fueran más que vagas ideas de un todo ¿qué pasaría si al morir inesperadamente fueras despertado por la sonrisa de un ángel? ¿Qué pasaría si ese mismo ángel te muestra que la muerte no es lo que creías? Si de la nada lo perdieras todo y tuvieras que estar entre la vida y la muerte sin poder acercarte a los que amabas, pues ellos aún siguen vivos ¿aceptarías este final?


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Se que es corto pero solo es un prefacio asi que supongo que es aceptable por eso no?? bueno pondre el primer cap lo más pronto que pueda, y avisenme si esta bien o mal, o corrijanme porfavor ;)

Cerezo

 

Bueno aqui esta el primer capitulo ;) espero que les guste!!!

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Cap. 1: Morte

¨La muerte no tiene consideración alguna. Cuando debes de morir, mueres¨​

– ¡Ottoto, apresúrate! –escucho gritar a su hermano mayor desde el piso de abajo.

– Hmp –una sonrisa chueca se formó en sus labios mientras levantaba las llaves de su escritorio, su hermano nunca cambiaría.

Bajo las escaleras con una tranquilidad única, aparentemente no le importaba en nada el hecho de que ya iban con media hora de retraso, además ese baka de Naruto se lo merecía luego de haberlo dejado esperando 2 horas el día anterior, una pequeña probada de su propia medicina no le haría daño.

– ¡Hasta que te dignas a bajar! –le grito un rubio de ojos azules cuando llego a la sala en la que lo esperaban – ¡Teme tu sí que eres vengativo! ¡Ya me había disculpado por lo de ayer! –seguía con su berrinche cuando el Uchiha a quien le gritaba pasaba por su lado ignorándolo.

– Sasuke, creo que nosotros no merecíamos esperar solo porque querías castigar a Naruto –dijo Itachi entre enojado y divertido.

Si… eso tal vez fuera cierto pero, cuando alguien toma venganza siempre salen afectados algunos involucrados aunque no tuvieran nada que ver, eso siempre sería algo inevitable en toda revancha, así que ¨técnicamente¨ no era culpa del Uchiha menor, que solo le dio una sonrisa chueca a las dos pobres víctimas (no vinculadas) que habían sido afectadas en su pequeño desquite contra el Uzumaki.

Por su parte el rubio al ver su pequeña sonrisa de falso arrepentimiento o más bien de ¨me va y me viene, siempre y cuando el dobe tenga lo suyo¨ (según el Naruto) se dirigió hacia él con todas ganas de golpearlo, las cuales gracias a Kami habían eran detenidas por su pequeña novia que con una dulce sonrisa le pedía que se calmara. Sasuke miro de lo más divertido la pequeña escena ¨!Pero Hinata-chan él no se merece que lo defiendas luego de dejarnos esperando tanto!¨ se quejaba una y otra vez a la Hyuga.

Una vez que el ojiazul fue tranquilizado por Hinata todos se subieron al auto para poder ir al restaurante y de ahí tal vez al cine, un antro o simplemente a sus respectivos hogares. No era muy común que salieran los cuatro juntos, rara vez lo hacían; sí, Naruto y Sasuke eran mejores amigos, por supuesto salían de cuando en cuando, pero los dos con Hinata solo a veces pues el moreno era más del pensamiento de que sobraba cuando esos dos empezaban a ¨acaramelarse¨; con Itachi… bueno era el hermano mayor de Sasuke y les caía bien a ambos amigos, pero solo lo veían de vez en cuando y los cuatro en conjunto… con el trabajo de Itachi, la escuela de los tres y las actividades de cada uno, era casi imposible.

¡En fin! La razón del raro acontecimiento era que el hiperactivo del grupo se había pasado la semana entera diciendo que deberían hacer una salida entre todos pues últimamente no se veían y más cosas como esa que al final convencieron a los otros tres. Y antes de que se dieran cuenta de habían aceptado y acordado el día de la salida.

Llegaron rápidamente al restaurante favorito del rubio ¨Ichiraku¨ y para darle gusto pidieron un plato de ramen cada uno, empezando a comer entre charlas y peleas de los dos amigos.


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Ya casi todo estaba listo, rebusco un medicamento entre sus cosas, con la penumbra que inundaba su habitación casi no veía, pero ¿para qué prender la luz si ella ya iba de salida? Tanteo un poco más hasta encontrarlo y lo metió a su pequeña mochila, ¨esto siempre es necesario para ayudarlos a recuperarse¨ pensó la muchacha al ponerlo dentro.

– Ya es hora de irnos –escucho que le decía una voz masculina desde atrás.

– Lo sé –respondió con voz un tanto juguetona, mientras cerraba rápidamente la mochila y se la cargaba. No podía evitar estar un tanto emocionada, obviamente no era la primera vez que iba a recoger un alma, pero si era la primera vez que iba a recoger un alma tan… peculiar como esta.

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De nuevo en el auto luego de cenar, los cuatro se preguntaban que podían ir a hacer ahora. Naruto decía que una pequeña parranda no estaría mal, Hinata ofrecía ir al cine y por su parte tanto Itachi como Sasuke preferían ir a descansar a casa.

– Decídanse ¿Qué haremos? –pedía el mayor de los hermanos Uchiha para tomar un camino de una vez.

– ¿Y si vamos a casa de Itachi-san y Sasuke-kun a ver una película?

– ¡Estoy de acuerdo con Hinata! –indico el moreno a cargo del volante.

– Yo también –dijo Sasuke sin dejar de ver por la ventana del copiloto como si no le importara.

– ¿P-pero y mi fiesta? –reclamo Naruto viendo que sus planes de ir al antro se desmoronaban ante sus ojos.

– L-lo siento Naruto-kun, pero la mayoría gana –le dijo Hinata mientras se abrazaba levemente a él.

Itachi tomo la carretera para llegar más rápido, era un gran conductor, pero cuando un imprudente se te mete en el camino no hay nada que tú puedas hacer por más bueno que seas. ¿Y cuál era el nombre del imprudente en esta ocasión? Soshiro Amane, un chico relativamente normal de unos 17 años, pelo negro, estudiante promedio, padres que lo adoraban, una novia que lo quería... su único error de esa noche y el ultimo que cometería, era haberse puesto al volante del auto de su padre luego de haber bebido como diez cervezas o más en la fiesta de un amigo. El pobre infeliz estaba que casi no tenía conciencia, su auto poco más y salía del carril que le correspondía, pero ni cuenta se daba por la poca visión que poseía por efecto del alcohol. Así como tampoco se dio cuenta cuando su auto arremetió contra otro… al menos su muerte había sido inmediata, eso y la distracción que la bebida causaban en su mente le habían ahorrado el dolor.

Pero para quienes iban en el otro auto no podía decirse lo mismo, Itachi no tuvo tiempo para esquivar la camioneta blanca que choco contra ellos desde el carril izquierdo y vio con horror como impactaba contra la puerta de su hermano menor, Hinata se abrazó a su novio soltando un grito desgarrador a lo que Naruto solo la aferro con más fuerza en un vano intento de protegerla. Sasuke, Sasuke no había tenido tiempo más que para mirar sorprendido el cofre del otro auto que rompía su ventana al estrellarse de lleno con el deportivo negro de su hermano. Todo se sacudió cuando el auto a causa del golpe se movió bruscamente un par de metros quedando casi destruido.

Todos los pasajeros del auto Uchiha estaban desmayados, todos menos Sasuke que era el único que seguía consiente ¡Pero como le torturaba la conciencia! No podía moverse, cada parte de su cuerpo, cada musculo, cada neurona, solo le transmitía dolor. Hizo un esfuerzo por pararse pero sintió un crujido en su interior ante lo que se dejó caer en el asiento sin poder evitarlo, seguramente tenia algunos huesos rotos… Apenas podía ver, ni siquiera era capaz de mover un poco la cabeza para ver cómo estaban los demás ¿estarían sufriendo tanto como él? Rogaba que no, porque el dolor era insoportable. Su mente se nublaba cada vez más pero ni así el tormento cedía, todo lo contrario pareciera aumentar.

Tenía que hacer algo, tenía que levantarse, llamar una ambulancia, sus amigos lo necesitaban, no podía dejarse ir. La desesperación lo mataba, pero no podía hacer nada.

Escucho vagamente el grito de una mujer y como alguien decía ¨llama una ambulancia¨ su ojos se cerraron lentamente cuando una calma repentina lo invadió, la ambulancia ya venía en camino… Aguanten un poco, ya viene, pensó el Uchiha con su último aliento antes de caer en el sueño eterno.

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Podía escuchar las sirenas de las ambulancias a lo lejos, casi lo despertaban, habían pasos de gente apurada y murmullos, muchos murmullos. Intentaba abrir los parpados, pero estos le pesaban como si estuvieran hechos de plomo y no era que no pudiera moverlos porque aún le lastimaran, extrañamente todo el dolor que antes lo había abrumado como por arte de magia había desaparecido, aun no podía moverse pero no era como antes que el más mínimo movimiento lo torturaba, sino que ahora… era como si todo su cuerpo estuviera dormido, como si no lo hubiera usado hace un buen rato, o como si no lo hubiera usado nunca.

– Despierta – escucho decir con dulzura a una mujer, se removió un poco más, intentando despertar sus extremidades pero logrando solo revolver un poco la cabeza.

Al menos ya sentía cierto control sobre sus ojos, lentamente empezó a abrirlos, la luz lo cegó levemente y tardo unos segundos en acostumbrarse a ella. Ante sus ojos estaba la silueta difusa de una joven, todo empezó a tomar forma de a poco, su rostro era precioso, la muchacha le sonrió tranquilamente transmitiéndole una paz única, él se quedó viendo esa hermosa sonrisa. Aun le costaba trabajo pensar, solo podía concentrarse en esa sonrisa que iba poco a poco haciéndole reaccionar.

– Bienvenido, mi nombre es Haruno Sakura –le saludo la chica con una gran sonrisa.

La cabeza le daba vueltas al Uchiha, apenas y tambaleándose un poco había logrado sentarse. Llevo una mano a su cabeza empezando a masajear levemente su sien ¿Dónde estaba? abrió los ojos mirando a su alrededor. Asfalto, dedujo al sentir la superficie dura y lisa en la que se encontraba, trato de recordar cómo había llegado ahí, hasta donde él recordaba estaba sentado dentro del auto de su hermano, no en medio de la carretera.

– Hmp –miro a su alrededor, habían dos autos totalmente destrozados, alguien había tenido un accidente… No, él había tenido un accidente… ya recordaba, la camioneta blanca, el choque, el grito de una mujer; claro… eso era lo que había ocurrido.

Alrededor de los dos carros destruidos estaban dos ambulancias y una patrulla; los enfermeros caminaban apresurados tratando a los heridos que se hallaban inconscientes y los policías intentaban alejar a los transeúntes curiosos que se habían acercado.

Miro más detenidamente a la chica que lo había estado cuidando, tenía piel pálida, ojos grandes de color verde esmeralda, pelo corto de color ¿rosa? De acuerdo, eso era algo no muy común… era delgada, con facciones suaves. Como diría su amigo Naruto: esa chica tenía rostro de ángel y cuerpo de diosa ¡¿pero que estaba pensando?! No, no… era solo la conmoción por el accidente, su cabeza no estaba bien, solo era eso.

La pelirosa se sintió algo incomoda al ver como se le había quedado mirando Sasuke ¿Qué tanto veía su cabello? ¡¿Es que nunca había visto a una chica de cabello rosado?! Bueno… si… lo admitía no era muy común… ¡pero no era para que se le quedara viendo como si fuera un fenómeno de la naturaleza! Lo vio de frente cruzando con su mirada un segundo, un ligero sonrojo surco sus mejillas, era guapo, MUY guapo y no paraba de mirarla, su sonrojo aumento y desvió la mirada de la del Uchiha.

Que chica más extraña, pensó el azabache volteando a ver el accidente. Vio como dos enfermeros subían a un chico a una camilla lo más rápido que podían, trato de enfocar un poco más la vista para ver mejor al chico al que llevaban, apenas podía distinguírselo por como lo tapaban al llevarlo a la ambulancia.

– Itachi –soltó casi sin aliento al ver de quien se trataba.

A duras penas se levantó y casi tropezando empezó a caminar hacia su hermano, vio como subían la camilla a la ambulancia y apuro lo más que pudo el paso.

– ¡Rápido! ¡Debemos llevarlo lo antes posible al hospital! –grito el que cerraba la puerta del vehículo antes de que este partiera a toda velocidad.

Sasuke empezó a correr en un intento de alcanzar la ambulancia antes de irse, pero solo pudo ver como desaparecía en la carretera. Tenía que alcanzarlos iSu hermano lo necesitaba! Busco a alguien que pudiera llevarlo, los enfermeros pensó. Corrió hacia uno de ellos lo más rápido que pudo y empezó a hablarle.

– ¡Necesito que me lleve al hospital al que fue esa ambulancia inmediatamente!

El hombre ni siquiera se inmuto ante el grito del pelinegro y siguió escribiendo en la libreta que traía en manos.

– ¡No se haga el loco! ¡Necesito ir a ese hospital! –gritó aún más fuerte perdiendo los estribos. Nuevamente el hombre ni se movió ante su grito. Bajo la libreta un poco y miro hacia donde la policía controlaba a los curiosos transeúntes, volvió a su libreta y siguió escribiendo.

– ¡¡Maldición!! ¡¡Necesito ir a ese hospital!! –de acuerdo ese hombre ya había cruzado la raya, NADIE le hacía eso a Uchiha Sasuke ¡por Kami! ¡Era una emergencia y el tipo no le hacia el menor de los casos! Alzo la mano y la dirigió con fuerza al ¨bendito¨ cuaderno con toda intención de tirarlo al piso.

Los ojos de Sasuke se abrieron a más no poder, subió la mano y la miro casi con terror. Volvió a intentar tirar la libreta una y otra vez sin que esta se moviera un solo centímetro, casi histérico en lugar de la libreta lanzo un puñetazo directamente a la cara del enfermero para luego ver aterrado como el golpe solo lo atravesaba.

– ¿Q-que está pasando? –susurro mirando fijamente como el hombre seguía escribiendo.

Sintió como una mano se posaba en su hombro, no dio vuelta para ver de quien se trataba, no sabía quién era pero no le importaba.

– Ven conmigo –dijo Sakura mientras lo guiaba hacia un grupo de doctores que tenían el rostro lúgubre. Sasuke levanto un poco la vista y se vio. Si, se vio a si mismo tirado en una camilla rodeado de 4 médicos.

– ¿Hora de muerte? –pregunto la que parecía ser la jefa.

– 10:45 pm –le respondió un muchacho mirando su reloj y dejando de tomar el pulso del cuerpo sin vida de Sasuke.

La pelirosa que había estado a su lado todo el tiempo se puso frente a él y lo miro con pena a los ojos.

– Lo siento Uchiha Sasuke, pero tu vida… ha llegado a su fin.


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bueno espero que les haya gustado y no olviden dejar reviews!! avisenme que tal esta

Con cariño Cerezo

 

lamento haber tardado tanto :( pero es que he estado un poco ocupada... bueno en fin aqui les traigo la conti y de nuevo... LO SIENTO!!!!

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Cap. 2: Aceptando la muerte

¨La manera de aceptar cada suceso depende del individuo en cuestión, pero por lo general existen 5 pasos fundamentales¨​

Muerto… ¿estoy muerto?...

Vio como uno de los doctores lo cubría con una manta para que nadie viera su cuerpo sin vida.

– Llévenlo a la morgue –ordeno la doctora en jefe antes de retirarse del lugar.

El Uchiha solo vio cómo se alejaba la doctora mientras las palabras resonaban en su cabeza. Él no podía estar muerto, estaba ahí, lo veía todo, no podía estar muerto… miro a la chica que estaba a su lado ¿Quién era ella? ¿Por qué ella si podía verlo? ¿Cómo sabia su nombre?

Sakura lo miro a los ojos, le daba algo de pena ver así a ese chico… sabia como era morir y hallarse totalmente confundida. Era todo un trauma verte a ti mismo inerte y no poder hacer nada. Y lo que le esperaba para adaptarse a su nueva ¨vida¨ era todo un circo la verdad, pero al menos haría todo lo posible para ayudarlo, después de todo, era su trabajo.

La pelirosa lo tomo de la mano y empezó a jalarlo hacia dos hombres que estaban en la acera: un peligris tal vez un par de años mayor que ellos que parecía esperarlos, tenía aspecto aburrido y llevaba una jersey verde con un pantalón negro además de que extrañamente llevaba casi todo el rostro cubierto dejando a la vista solo su ojo derecho; el segundo era un chico de su edad, pelo corto negro, un jean gris y una chamarra gruesa negra. Estaba sentado totalmente destruido en la acera, con la cabeza enterrada en ambas manos de manera que no se le veía el rostro y por los pequeños temblores que su cuerpo emitía a momentos parecía estar llorando.

La pelirosa se detuvo frente a ellos y soltó la mano del azabache para acercarse un poco más al peligris.

– Mmm… veo que ya lo trajiste, buen trabajo Sakura –hablo el hombre del rostro cubierto aparentemente sonriendo por debajo de la máscara– bueno, solo llevemos a este chico al otro lado y volvemos a casa con tu nuevo amigo –explico aun sin dejar de sonreír.

Sakura asintió con la cabeza y miro a Sasuke esperando ver alguna reacción, hasta ahora había estado muy callado para lo que había pasado. Él solo estaba serio, como si nada hubiera pasado, pero aun con su máscara de frialdad se notaba (aunque fuera un poco) que estaba algo confundido y desconfiado. Vio como miraba a los dos desconocidos para él y los miro también, tal vez sería buena idea presentarlos…

– Sasuke ellos son Hatake Kakashi y… –bajo la vista hacia el chico con el rostro oculto un poco insegura de presentarlo– y él es Soshiro Amane.

Sasuke solo los miro a ambos un segundo antes de voltear a ver a la ojijade desconcertado, ya había aguantado demasiado y esto era demasiado hasta para él. Quería, no, NECESITABA respuestas ya.

– ¿Qué es lo que está pasando aquí? –preguntó con voz entre sombría y adolorida– ¿es alguna clase de broma? No sé de dónde sean, pero esto es ridículo.

– Lo siento pero no es ninguna broma, ya te lo dije Sasuke, estas muerto.

– Muerto… Hmp, no puedo estar muerto – le dijo mirándola con una sonrisa amarga– estoy aquí frente a ti ¿me ves no? Si estuviera muerto todo habría acabado, no estaría aquí.

– Sasuke tú mismo viste tu cuerpo, estas aquí pero ya no estas vivo –trato de explicarle la pelirosa.

Kakashi paso la vista de uno al otro, aparentemente el Uchiha estaba en negación. Ya era hora de que le explicara todo.

– ¿Y cómo explicas que sigo aquí si supuestamente estoy muerto? –soltó amargamente.

– Sasuke ¿verdad? –cuestiono el peligris acercándose un poco a él– Mira sé que esto te parece extraño y lo es. Seguramente esto no es lo que esperabas de la muerte, la verdad nadie sabe lo que pasara luego de que muera, pero debes aceptar que estás muerto. Te explicare un poco de lo que sucede, nosotros… mmm… podría decir que somos los encargados de recoger las almas y llevarlas a donde les corresponde y en este momento son la tuya y la de este chico las que debemos llevar, es por ello que nadie más aparte de nosotros pudo verte, ni siquiera ese enfermero al que casi golpeaste. Lastimosamente solo tienes dos opciones, venir con nosotros y aceptar que estás muerto para que podamos llevarte a donde te corresponde o negarte cuanto quieras, pero igualmente venir con nosotros hasta que podamos convencerte, porque después de todo nadie más puede ayudarte, tú decides.

Tanto Sasuke como Sakura lo miraron sorprendidos, ¿dos opciones había dicho? Hasta donde se entendía ahí solo había una, ir con ellos, nada más. Era ir queriendo o que te arrastraran para ir.

– Supongo que no me queda más que ir –dijo a regaña dientes el azabache sin aceptar aún ninguna de las explicaciones que había recibido.

– Bien –respondió dándose media vuelta el peligris– al menos sabes tomar decisiones Sasuke-chan.

Sasuke miro un poco enojado como el hombre de la máscara se agachaba hacia el chico que aun temblaba en la acera y que había empezado a llorar más enérgicamente luego de escucharlo hablar. Kakashi puso una mano en el hombro de Soshiro y empezó a moverlo un poco para que reaccionara.

– Cálmate ya muchacho, de nada sirve hacer tanto escándalo –Soshiro lo miró con lágrimas en los ojos levantando finalmente la cabeza– debemos irnos ya.

– ¿A-a... dónde va… vamos? –pregunto aun entre sollozos el pelinegro.

– Eso depende de lo que hayas hecho hasta ahora –le respondió mientras lo ayudaba a pararse y empezaba a caminar con él por una calle desierta. Sakura hizo una seña al azabache y empezaron a seguir a los dos anteriores.

El camino por el que iban no tenía el menor sentido para ninguno de los dos recientes muertos, habían estado caminando hacia ya un buen rato dando vueltas repetitivas por lo menos unas 8 veces y aun así no llegaban a ninguna parte, además del pequeño hecho de que no les habían dicho a donde iban o que harían ahí… sin aviso alguno Kakashi se detuvo frente a un callejón y entro arrastrando a Soshiro con él.

La ojijade avanzo de lo más tranquila luego de verificar que el Uchiha, este por su parte se limitó a hacerle una mueca a la muchacha cuando le miro y siguió caminando. Los cuatro se detuvieron al llegar al final del espacio en el cual había una puerta negra con algunos detalles metálicos. Kakashi saco una extraña llave del bolsillo delantero de su pantalón y abrió la puerta con un rechinido que daba a entender lo vieja que era la misma.

– Pueden pasar –les anuncio con una sonrisa por debajo de la máscara haciendo un ademan con la mano a modo de bienvenida.

Los tres entraron lentamente mientras el peligris cerraba la puerta, Sasuke y Soshiro se quedaron observando la habitación que estaba ante ellos. Era un lugar de lo más simple: paredes blancas sin siquiera un cuadro o adorno, una planta en la esquina derecha, un escritorio pequeño con una silla en frente y una detrás, una puerta en un extremo de la pared de en frente y un interruptor que aparentemente fallaba pues el foco no paraba de titilar como si en cualquier momento fuera a dejar de funcionar o simplemente a explotarles en la cabeza. A primera vista el lugar no tenía nada de especial, era normal, incluso un tanto deprimente por cómo se hallaba cuidado, ni siquiera había alguien dentro del pequeño lugar, tanto caminar para hallarse en un sitio así realmente les parecía extraño a los dos jóvenes.

El peligris fue caminando con toda tranquilidad hacia la puerta que estaba frente a ellos y se pasó frente a ella como esperando a que algo pasara. La puerta se abrió lentamente y por ella entro una mujer que parecía estar muy cansada, la muchacha tenía el pelo corto y de color negro intenso al igual que sus ojos, era de piel blanca y tenía un rostro casi aniñado a causa de la suavidad de sus facciones, llevaba un vestido blanco con estampados de flores negras (parecidos a los de las pinturas japonesas) que le llegaba hasta un poco más debajo de las rodillas y hacia juego perfecto con sus sandalias negras.

– Hola Shisune, se te ve mal ¿mucho trabajo el día de hoy? –pregunto acercándosele Kakashi.

– Kakashi-san... –saludo dedicándole una leve sonrisa– si… hoy hemos estado muy atareados, hubo un accidente aéreo esta mañana y no han parado de llegar los interitum.

– ¿Interitum? –pregunto Sasuke alzando la voz.

– Discúlpenme – Shisune volteo hacia los 3 más jóvenes dándose cuenta de su presencia– no los vi, Hola Sakura-san y bienvenidos –les dijo a ambos muchachos– supongo que vienen a reubicarse…

– De hecho solo Soshiro lo hará Shisune, Sasuke viene con nosotros.

– ¡Oh! Entonces él debe ser el nuevo compañero de Sakura-san. Bueno en ese caso –volteo hacia el moreno de pelo corto y le tendió la mano– Ven conmigo Soshiro-kun.

El chico un poco indeciso tomo la mano de la pelinegra y se dejó guiar hasta la puerta de la cual había salido ella hace algunos minutos. Shisune le hizo una seña para que entrara el primero y antes de ingresar ella también les dirigió una sonrisa a los que quedaban en la habitación para luego cerrar la puerta sin decir nada.

Un ligero escalofrió recorrió la columna del Uchiha, luego de ver la tétrica escena. No conocía de nada al chico que acababan de llevarse pero aun asi le preocupaba que se lo hubieran llevado de esa manera.

– Bueno nosotros ya nos vamos, es hora de que veas a donde debes ir tu Sasuke.

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jeje bueno espero que les haya gustado y pronto pongo conti (lo prometo), pero les dejo unas preguntitas XD

¿Que creen que significa interitum?
¿A donde llevaran a Sasuke?
¿A donde se llevaron a Soshiro?

 

Se que me retrase mucho en dar la continuacion... sinceramente me disculpo, pero supongo que es mejor tarde que nunca y aprovecho que estoy de vacaiones para subir el siguiente capitulo del ficc.

espero sus reviews!

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Cap. 3: Adaptándose al nuevo hogar

¨la muerte de un hombre es una tragedia. La de varios una estadística¨
Stanley


El camino le parecía interminable, en cuanto hubieron salido de la oficina. Sasuke hubiera querido quedarse un rato más para ver cuál había sido el destino del pobre chico al que se llevaron, pero naturalmente el peliplata que hasta ahora había demostrado tener un deseo casi enfermo de sacarlo de sus casillas, les había casi ordenado que debían irse. Si el camino anterior había sido de unas 8 vueltas a la ciudad, este tenía como 15 mínimo. Sasuke ya se había cansado de lo repetitivo de las calles y ya hasta podría reconocer una o dos de ellas cada 3 vueltas ¿Acaso tenían algo en contra de los vehículos a motor? Realmente les ahorraría un buen trecho y mucho tiempo.

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– Hmp –dejo escapar con aburrimiento el azabache mirando hacia el hombre que se hallaba delante de él liderando al grupo– ¿Falta mucho para llegar a… a donde sea que vayamos?

– No de hecho ya falta poco –respondió Kakashi provocando una pequeña risa por parte de la pelirosa y dejando a Sasuke más inconforme con su respuesta.

Al parecer de Sakura, a Kakashi se le estaba pasando un poco la mano, admitía que era divertido ver a su nuevo compañero de ese humor y sabia a la perfección porque Kakashi estaba haciendo tan largo el camino, pero era un poco cruel de su parte. Después de todo, alargar a tal punto el recorrido que como máximo tomaría una hora a casi 4 era algo exagerado.

– ¿Por qué tan feliz? –pregunto con una ceja alzada el Uchiha viendo al ver la reacción de su compañera.

– Por nada, emm… ¡mira ahí es!

Sakura empezó a correr y se adelantó a ambos hasta llegar a una gran mansión blanca casi de estilo gótico por los detalles que mostraba la gran arquitectura, o al menos lo que se veía por la gran reja que la cubría casi por completo dejando ver solo la parte superior. Extendió la muñeca y Sasuke pudo ver que de ella caía en una cadena de plata con una llave de que no alcanzo a ver por completo, Sakura la tomo y abrió la puerta dando lugar a un gran ¿pasillo? Por la estructura podría jurarse que en medio de la casa y la reja había un jardín ¿cómo había un pasillo ahí? Pero ya que podía sorprenderle al chico, hasta ahora una falla de construcción podría ser lo más normal que le había pasado esa noche.

Sakura extendió la mano invitándoles a pasar y ambos entraron, cerrando Kakashi la puerta al salir, empezaron a caminar por el amplio pasillo lleno de puertas a cada costado, un diseño un poco antiguo pero exquisito a la vista de cualquiera por la simple vista de los detalles. Cada puerta aparentemente hecha a mano de color negro, cada una con un diseño diferente en el marco, la madera y el pomo; las paredes de un tono entre hueso y crema grisáceo, con unos delicados candelabros entre cada puerta (que aparentemente habían recibido una instalación eléctrica para poder poner los focos en lugar de velas) el espacio entre las puertas no era demasiado 1 metro y medio tal vez dos.

– Ahora conocerás al resto –dijo casi en un susurro Sakura mientras sonreía.

– Esperemos que aun estén todos levantados.

– Dudo que cualquiera quisiera dormir tan temprano, además Kakashi-sempai habríamos llegado más temprano si no te hubieras entretenido con la caminata – le recrimino con una leve carcajada.

– Admitirás Sakura-chan que fue algo divertido –Sasuke solo se limitaba a escuchar, después de todo él no tenía lugar en su pequeña charla, solo quería saber que era lo que estaba pasando.

Al final del pasillo había una gran sala, la cual estaba relativamente repleta, tenía el mismo estilo del pasillo solo que esta presentaba algunos avances del actual siglo XXI como un gran estéreo, una computadora, un teléfono, una cafetera… era interesante ver la rara combinación de modernidad, seriedad y ese aire de antigüedad. Demasiados detalles en la habitación como para reparar en ellos así que simplemente se limitó a dar una rápida mirada las personas que se hallaban en ella y se habían quedado mirando en su dirección. El más próximo, un pelirrojo sentado en una silla al lado de la mesa de almuerzo; parada a su lado una rubia de cuatro coletas que se apoyaba en el espaldar de su silla; un poco más allá tendido y a medio dormir en un sofá estaba un moreno que llevaba el pelo recogido en una coleta alta; en el sillón que estaba al lado del sofá estaba un muchacho de ojos afilados y marcas rojas en ambas mejillas con un gran perro echado a sus pies y por ultimo una chica de pelo café recogido en dos moños que se dirigía a la mesa con un plato de galletas en las manos.

– Sakura, Kakashi-sempai –saludo con alegría la muchacha de los dos moños– que bueno que llegaron los estábamos esperando.

– Hola Tenten –saludo Sakura– lamentamos llegar tarde pero Kakashi-sempai se emocionó con el recorrido.

– ¿Cuántas vueltas les hizo dar? ¿10? –pregunto con pereza el chico de la coleta levantando levemente la cabeza.

– 21 de hecho –respondió restándole importancia al número Kakashi.

– Si, si muy divertido. Kakashi ya dio su cuota de sufrimiento al nuevo ¿ahora podrían decirnos al menos su nombre? –reclamo el castaño con cierta diversión.

– Claro, muchachos este es Sasuke el nuevo integrante del grupo. Sasuke ellos tienen el mismo trabajo que nosotros y son algunos de los que viven en esta casa. Él es Kiba –apunto al castaño quien le dio una leve sonrisa un tanto lobuna– Shikamaru, Temari, Tenten y Gaara –dijo apuntando a cada uno– Ah, y el perro blanco al lado de Kiba es Akamaru, es algo así como la mascota de la casa.

– Hmp…

– Bienvenido Sasuke, debes de estar cansado –dijo Kiba, aparentemente era uno de los focos alegres de esta de la casa, seria molesto convivir con él, o eso le pareció a Sasuke– Después de todo la muerte de uno mismo siempre es algo traumático.

– Hmp

– Sí que encontraste un buen compañero Sakura… con suerte algún día te dirá más que Hmp, pero al menos no se quejara todo el día por tener que hacer algo –se burló Temari mirando a Shikamaru divertida al decir la última parte.

– Problemática –se limitó a suspirar el moreno de cabellos recogido.

– De hecho si puede hablar – defendió Kakashi– pero creo que se auto impide usar la capacidad del habla.

El muchacho de cabellos negros le dedico solo una mirada de enfado y luego volvo su vista a la pelirosa, ya había tenido suficiente de presentaciones, lo único que le interesaba era saber en qué diablos estaba metido.

– ¿Puedes explicarme ahora porque estoy aquí? –pregunto. En el camino y al llegar todos habían hecho alusión a que ambos serian compañeros. Bueno si iba a ser su compañera, como mínimo debía de explicarle las reglas del juego.

– Sakura explícale todo, pero antes muéstrale su habitación y dale el mana, esta tan pálido que parece que en cualquier momento fuera a levantarse.

– Había olvidado el mana, gracias Kakashi-sempai. Vamos Sasuke te mostrare donde te quedaras. Buenas noches.

Luego de despedirse Sakura se dirigió hacia el mismo pasillo por el cual habían entrado seguida por Sasuke.

– Esta es la tuya –dijo abriendo una puerta negra de metal con detalles de pequeñas cadenas enlazadas en dibujos medievales, decimosexta puerta a la izquierda pensó mentalmente el Uchiha.

Al abrir la puerta Sasuke vio que el lugar no estaba muy bien equipado, es más, literalmente la habitación solo tenía un catre de madera oscura tallada y un ropero de la misma talla a un costado, sin contar por su puesto puerta al borde de la pared de enfrente.

– Sé que esta vacía, pero es que muchos de estos cuartos están desocupados y como no son utilizados no se los equipa. Pero no te preocupes iremos a traer un colchón, sabanas, colchas, almohadas y lo que puedas necesitar –atravesó la habitación en un par de pasos y con la mano le mostro la puerta que ahí estaba– este es el baño.

Sasuke entro en la habitación y se acercó al catre; por suerte no era pequeño, su tamaño era una plaza y media. El ropero era de dos cuerpos, espacioso aunque Sasuke no creía necesitar tanto espacio ya que no traía más ropa que la que llevaba puesta.

– ¿Qué tal si vamos por las cosas que necesitas? –el azabache solo la miro reclamando las respuestas que le había pedido, cosa que ella entendió pasados un par de segundos– te explicare todo mientras traemos tus cosas.

Sasuke asintió con la cabeza y la chica salió de nuevo con él a sus espaldas, le molestaba un poco que fuera tan silencioso. No es que no le gustara le gente callada o reservada (ella tampoco era de las que se pasaban hablando cada segundo de su vida, o eso creía), pero si iban a pasar tanto tiempo juntos en futuras misiones podrían llevarlo mejor si eran amigos.

En medio del molesto silencio ambos caminaron por varios pasillos hasta llegar a lo que parecía ser un almacén en el sótano, la ojiverde hizo a un lado la pesada puerta de madera y dio paso a Sasuke para que entrara primero.

– Aquí tenemos de todo un poco así que solo debes escoger –dijo mirando a los grandes conjuntos de cosas acumuladas con orden impecable– supongo que lo primero sería un colchón, ven por aquí.
Camino hacia una pequeña habitación al lado de la entrada en donde había varios colchones y tomo el primero que estuvo a su alcance con cierta dificultad.

– ¿Qué tal este? Parece cómodo ¿Te gusta o prefieres otro? –pregunto con una sonrisa mirando por todo lado el artefacto.

– Eres una molestia –soltó haciendo que se quedara repentinamente quieta y la sonrisa desapareciera de su rostro– Creí que me explicarías todo mientras traíamos las cosas.

Una mueca de dolor atravesó su rostro por un momento, para su buena fortuna el Uchiha no la vio pues ella estaba de espaldas a él. Sintió un leve dolor en el pecho a la altura del corazón y pero rápidamente ignoro todo aquello y puso nuevamente una cara sonriente dándose vuelta para ver a su acompañante.

– Lo siento Sasuke-kun, supongo que me distraje un poco. No se por donde debería empezar, la verdad es un poco largo de explicar.

– Que tal si empiezas diciéndome que es lo que hacen ustedes.

– Bueno eso es más simple de explicar. Nosotros… podría decirse que somos recolectores de almas. Nos encargamos de guiar a las personas que han muerto al sitio que les corresponde. Nos dan distintos nombres en todo lugar Shinigamis, Caronte, Parcas, Ángeles de la muerte… un sinfín de apodos adoptados a lo largo de la historia, pero por lo general aquellos que realmente saben de nuestra labor y nos llaman ¨Cuervos¨. Ese es el trabajo que te corresponde a partir de hoy – dijo mirándole con seriedad– Por lo general trabajamos en parejas para que el movimiento sea más rápido y seguro. A veces las parejas son momentáneas para impartir conocimiento, otras rotatorias para ver con quien se formaría un equipo funcional y las estables se dan cuando ya se ha verificado la funcionalidad del equipo. En nuestro caso yo estoy encargada de enseñarte todo y ver que seas capaz de acomodarte en tu nueva vida. Soy nueva en esto de así que tenme un poco de paciencia, de hecho hasta hace no mucho yo también era estudiante Kakashi-sempai fue quien me enseño.

Volvió a darse vuelta y tomo el colchón intentando llevarlo fuera de la habitación. Sasuke cerró los ojos sintiéndose un completo inútil mientras la chica intentaba a duras penas levantar el objeto. Avanzo hasta su lado y tomo el colchón con las manos alejándola ella para que no cargara nada.

– Yo lo llevare –Sakura sonrió levemente por sus palabras y le dejo el campo libre para levantarlo.

Con más dificultad de la que esperaba, pero sin dejar que se notara, el chico levanto el colchón y lo saco de la pequeña habitación. Se sentía extrañamente cansado y débil, tal vez fuera simplemente por todos los sucesos de la noche.

– Déjalo en la puerta de la entrada, aún nos falta recoger algunas cosas. Pero primero necesito que tomes esto.

Luego de dejarlo en la entrada como le habían indicado vio como la chica sacaba de su mochila un pequeño frasco de cristal que contenía un líquido de color ambarino. La chica lo destapo y lo extendió hacia el para que lo tomara. Él solo alzo una ceja viendo el pequeño recipiente.

– Tranquilo solo es mana ¿recuerdas cuando nadie pudo verte u oírte en el lugar del accidente? –asintió con cierto enojo– En estos momentos no eres más que un alma en contraste con la realidad, es cierto que debes de quedarte y cumplir con el trabajo que se te ha asignado, pero en este estado no puedes ya que fuera de las paredes de este edificio no serás visible para nadie. Por eso debes tomar esto, más tarde te explicare en que consiste exactamente el mana.

– Esta bien –se limitó a decir antes de tomar el tónico. Acerco sus labios aun con un poco de desconfianza e inclino la botella sintiendo como el líquido ingresaba con lentitud en su boca, era liviano y extrañamente dulce, casi como ambrosia. Era extraño como ese sabor en su boca le daba cierto sosiego, sintió como desde la primera gota su cuerpo recuperaba fuerza y se revitalizaba. Termino todo el contenido y devolvió el frasco de probablemente lo mejor que había bebido en la vida, o en la muerte mejor dicho.

– Te deja una sensación excelente ¿verdad? Es porque despierta todo lo que estaba dormido y lo prepara nuevamente para la vida. El mana solo se toma durante la primera semana en la que un espíritu se transforma en recolector o cuando se encuentra en un estado critico

– ¿Prepararte para la vida? ¿Qué significa eso?

– Los recolectores somos personas que han muerto pero que vuelven a la vida en un estado de parálisis temporal para poder cumplir con su trabajo. Comemos, dormimos, respiramos, sentimos… no nos diferenciamos en nada de un ser humano común y corriente con la diferencia de que nosotros no envejecemos, estamos parados en el tiempo hasta el momento de concretar nuestra tarea, además de ello tenemos una resistencia casi divina. Ningún arma humana puede causarnos un daño grave, mucho menos matarnos. Somos muertos vivientes que cumplen un deber y que tienen algo cercano a la vida, que se les presta solo por un tiempo y luego debe devolverse.

– ¿Es decir que podríamos vivir como personas normales? –pregunto más interesado que nunca Sasuke.

– Se lo que estás pensando, no puedes volver con tu hermano –le respondió reflejando el dolor que él mismo sentía– Tu ya no perteneces al mundo de los vivos, tenemos prohibido interactuar con aquellos que nos conocieron ya que después de todo estamos muertos. Hay reglas y de ser incumplidas estás se castiga según la gravedad.

– Entiendo –susurro pesar en la voz– ¿Qué más necesitamos buscar? –pregunto volviendo a su típica frialdad e ignorando lo que acababa de pasar.

– Sabanas –respondió Sakura siguiéndole la corriente.

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Sakura fue la primera en entrar en la habitación cargada con las almohadas y dejándolas sobre la cama, que ya llevaba puesto el colchón, y pidiéndole a Sasuke que pusiera enn el piso el edredón.

– Es un poco tarde pero deberíamos dejar tendida tu cama para que puedas dormir.

El muchacho solo asintió empezaron a poner las sabanas al colchón, luego las frazadas y finalmente el edredón negro que Sasuke había elegido de entre el montón. La peligrosa puso las fundas en las almohadas y las puso sobre la cama para terminar finalmente con su pequeña labor.

– Debo irme ya es tarde, que duermas bien –vio como ella iba hacia la puerta con intenciones de irse y cerró los ojos con cansancio.

– Buenas noches –dijo antes de que ella cerrara la puerta.

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Que tal estuvo la conti???
espero sus recomendaciones y criticas XD