Romántico D de Deidara [Días de abecedario]

Tema en 'Relatos' iniciado por AldiiUchiha, 24 Mayo 2017.

  1.  
    AldiiUchiha

    AldiiUchiha Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    8 Noviembre 2014
    Mensajes:
    101
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    D de Deidara [Días de abecedario]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1412
    Hoy teníamos una nueva misión, ya era la tercera en esta semana, no me quejaba, para nada, al contrario, me alegraba el saber que estaría a solas otra vez con él. El líder acabo de darnos las instrucciones y se fue del cuarto, mire de reojo a ese chico de ojos azules, no pude evitar sonrojarme en el momento en el que su mirada se fijo en mi, rápidamente desvíe mi vista hacia un extremo de la habitación evitar el contacto visual con él, sentía como me inspeccionaba con la mirada y solté un pequeño suspiro.


    — Descansa bien, se te nota agotada. — Lo mire confundida y con mis mejillas aún rosadas, sonreí un poco, mis cachetes me ardían ¿se preocupaba por mi? Mi corazón se acelero, me ponía tan nerviosa el estar con él. — No quiero fallar en mi misión solo porque no estabas lista. Así que trata de no ser una carga esta vez hum. — Abrí mis ojos como plato al oír esas palabras, claro estaba, mira si alguien como él iba a inquietarse por alguien como yo, era evidente que no le importaba para nada, después de todo casi arruino nuestra última misión.


    Suspire y mi expresión en mi rostro cambio por completo, mis ojos expresaban tristeza, tenía mi vista en mis zapatos y asentí con la cabeza gacha, camine hasta la puerta y salí de allí, dirigiéndome a mi dormitorio. Al llegar me tire en mi cama y abrace mi almohada con fuerza, una pequeña gota de agua recorrió mi mejilla, mire el cielo oscurecido por la ventana que tenía de frente.


    — Esta vez, no quiero ser una molestia para él. — Me levante de donde yacía para ir a mirar más de cerca el exterior, apoye ambos codos en el marco de la ventana y admire la luna llena, realmente brillaba bastante, cerré mis ojos e inhale aire puro. — Sempai... — Sentí como unas cuantas lágrimas recorrían mis mejillas, humedeciendo mi rostro y cristalizando mis pupilas, suspire y me retire de allí, me recosté una vez más en la cama para descansar un buen rato.


    Al otro día me levante temprano, ya era hora de partir, cambie mi ropa lo más rápido que pude y me dirigí rumbo a la salida, pasaron los minutos y vi que él venía hacia mí con mala cara. Sonreí cerrando mis parpados y le hable con un tono de voz agradable.


    — Buenos días Sem- .— No logre acabar mi frase al ver que sus ojos me miraban con rabia, sin decirme nada avanzo dejándome detrás, fije mi mirada en el suelo con tristeza y lo seguí desde atrás.


    El día pasó demasiado rápido, ya estaba anocheciendo y aun no llegábamos a nuestro destino, quería detenerme a descansar ya que no habíamos parado de caminar desde que salimos de la casa. Choque mi frente con algo duro y alto ¿un muro? Levante mi cabeza y me sonroje inmediatamente al ver que me encontré con la gran espalda de aquel muchacho de cabello largo rubio.


    — Pararemos. — Hablo con su típico tono de voz, frío y seco, se sentó en el suelo pegando su dorso contra un árbol, poniendo ambas manos en su nuca y cerrando sus ojos con tranquilidad, se veía tan lindo.


    — Sigamos. — Murmure algo molesta, se que ya no aguantaba pero quería demostrarle que podía aun mas. Abrió uno de sus ojos y me miro enfadado.


    — ¿A quién quieres engañar? Se te nota demasiado que no puedes seguir, eh oído tus suspiros de cansancio todo el día hum. — Volvió a cerrar su parpado sin nada más que decir.


    — Te equivocas, te demostrare que puedo. — Comencé a caminar hacia la dirección en la que debíamos de ir y sentí como algo tomo con fuerza mi brazo haciendo que me detenga, gire para ver detrás de mí y era él. — ¿Q-que estás haciendo? — No pude evitarlo, y un notorio rosado tiño mis mejillas, me puse nerviosa, demasiado nerviosa. Él solo me miro enfadado.


    — No puedes desobedecerme, ¿aun no sabes eso? —Me jalo del brazo con más fuerza, se lo notaba enojado, esta vez de verdad. — Estoy a tu cuidado, si algo te llegase a pasar, yo no podría per-. — Abrí mis ojos como plato mirándolo sorprendida, y millones de preguntas se cruzaban por mi mente ¿qué iba a decir? ¿Por qué se detuvo? ¿Le importo? — Argh, olvídalo, solo haz lo que te digo sin chistar ni protestar hum. — Soltó mi brazo con rudeza y se ah echado otra vez en el lugar en el que yacía momento atrás.


    Toque mi brazo, suspire y me recosté en el frío piso haciendo que me den escalofríos, cerré mis ojos y me dispuse a dormir un momento.

    Pasado un rato sentí algo cálido sobre mí, abrí los parpados y contemple al rubio de ojos azules poniendo su negro manto de nubes rojas sobre mí. Otra vez, volví a sonrojarme, me torne incomoda en el momento en que observe como me ojeaba de abajo arriba, cuando se encontró con mis confundidos ojos se puso inquieto, juro haber visto que sus mejillas estaban sonrosadas.


    — Yo... Te vi temblar por eso te lo doy, tengo calor de todos modos, a demás si enfermas o algo así serías una molestia.— Bufo y giro su cabeza en otra dirección evitándome y evadiendo mi mirada. Sonreí por tal gesto y cubrí mis labios con el manto.


    — G-gracias... Sempai. — Lo vi llevar una de sus manos a su boca y poner el pulgar en medio de sus labios, no le preste mucha atención, el sueño me invadía y ahora sí, cerré mis parpados una vez mas y caí en un sueño profundo.


    Desperté casi de un salto debido a que él me estaba sacudiendo y gritando para que me levantara ya. Eleve mi torso quedando sentada en la tierra, refriegue mis ojos y solté un gran bostezo, observé de reojo una pequeña sonrisa en su rostro provocando me que riera, me estudió con la mirada ladeando su cabeza, dando a entender que no entendía el motivo de mi risa.


    — Buenos días, Sempai. — Le sonreí con ternura haciendo que este se sonrojara por mi acción.


    — Buenos días. — Su expresión en el rostro se torno seria, y su tono de voz volvió a ser frío. No me importo, después de todo lo único que me interesa es el poder pasar tiempo con él.


    Una vez listos, ambos seguimos nuestro camino, íbamos tranquilos sin decir ni una palabra, caminaba a su lado y de a ratos lo miraba de reojo sonriendo para mí misma. Después de unas horas caminando llegamos hasta un punto en el que nos encontrábamos en una especie de cima, iba a decir algo cuando un hombre cubierto de ropas negras ocultando su rostro con una mascara del mismo tono apareció delante nuestro.


    Desperté y lo vi peleando con ese hombre que iba de negro, ¿qué fue lo que paso? ¿Por qué estaba dormida? Iba a levantarme, me arrodille para ponerme de pie y me sorprendí al ver que el muchacho de negro corría a gran velocidad hacía mi con una espada en su mano. Me asombre al ver que lo tenía a pocos centímetros de mi y su espada dirigida a mi pecho, cerré bruscamente los parpados y me cubrí con mis brazos, abrazándome a mí misma.


    Al abrirlos me encontré con aquel gran dorso una vez más frente a mí, mire al suelo y pude observar un charco de sangre. Cayó en la tierra, tenía mis ojos abiertos como plato, perdía una gran cantidad de sangre de su estomago, mis ojos comenzaron a desbordar lágrimas sin parar, aquel hombre había desaparecido. El cielo se veía gris, estaba triste, ya que empezó a llover.


    — S-sempai... ¿P-por qué? —No podía contener las gotas de mis ojos.


    — Porque... Mi deber es... Protegerte con mi vida... Aldi. — Corrió mi flequillo con su mano y lo puso detrás de mi oreja. — ¿No crees que es hora de que me lo digas ya? hum. —Me sonrió débilmente y yo devolví el gesto de la misma forma. — Quiero, quiero que me lo digas hum. — Mas lágrimas rodeaban mis mejillas, y el sonrojo en estas era inevitable.


    — D-Deidara-sempai! ¡Usted me gusta! — Al terminar de decir eso sentí sus cálidos labios chocar con los míos de una manera tan dulce, ambos abrimos un poco mas nuestras bocas, tornando así más apasionado e intenso aquel beso. Nuestras lenguas se unieron, tome su mano y nuestros dedos se entrelazaron. — *Deidara... Sempai... Lo amo tanto*.
     
Cargando...
Similar Threads - Deidara abecedario]
  1. Kaisa Morinachi
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    517
  2. Gamenor
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    525
  3. AldiiUchiha
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    474
  4. AldiiUchiha
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    472
  5. Wolf Boy
    Respuestas:
    2
    Vistas:
    504

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso