Long-fic Cupido Drogado (Inu&kag)

Re: Cupido Drogado (Inu&kag)

Gracias chicas por seguir todavia este fic, gracias por sus hermosos comentarios y mil gracias por haber tenido paciencia ;)

XV

¾ ¿Estás bien? ¾preguntó Rin en un susurro.
¾No ¾respondió Kagome con seguridad, sin quitar su mano del pecho.
¾Vámonos ¾anunció Rin y después la jaló, sacándola del bar.
¾ ¿Quién era ese tipo? ¾le preguntó Kagome esquivando la gente bailando.

La chica la ignoró, mascullando cosas que no se entendían.
¾ ¿Quién era ese joven? ¾volvió a preguntar la azabache, esta vez elevando un poco la voz.
Como siempre, Rin hizo caso omiso al comentario.
Molesta, Kagome cogió del brazo a Rin y la paró afuera del bar.
¾ ¿Quién era? ¾preguntó y su voz daba a saber que quería respuestas.
Rin no se giró, siguió dándole la espalda, con su brazo atrapado en la mano de Kagome.
¾Sesshoumaru, el hermano mayor de Inuyasha ¾susurró bajito, y después se zafó del atrape, metiendo a Kagome al carro¾. Espérame aquí ¾dijo a la azabache, dejándola con la palabra en la boca.


Rin se fue del lado contrario, imposibilitando el que Kagome viera, pero por el espejo retrovisor podía mirar algo. La chica se detuvo debajo de un farol amarillento que apenas lograba iluminar la calle, pero que la cegaba un poco.

Y él estaba ahí, de espaldas a ella, fumando un cigarro.

¾ ¿Por qué volviste? Después de diez años… ¾comenzó Rin, mirándolo fijamente a la espalda, con su voz un poco afligida.
Él sacó su cigarro de la boca y botó despacio el humo.
¾No es asunto tuyo ¾respondió seco y frío.
¾ ¡Si es asunto mío! ¡no puedes volver así como así! No puedes… ¾su voz se convirtió en un suave susurro, triste y confundido.
¾Rin ¾pronunció lentamente. Ella sintió una corriente eléctrica por toda su espina dorsal al haber escuchado decir su nombre de esa forma¾, no te metas en lo que no es de tu incumbencia; lárgate.

La susodicha apretó los puños y también la mandíbula. Quería decirle tantas cosas, pero no se atrevía a hacerlo, no podría aguantar las ganas de llorar.
Tomó aire y después salió corriendo de aquel lugar, montándose en el asiento piloto del carro, donde Kagome sólo fue capaz de preguntarlo si estaba bien.
Ella no respondió, sólo aceleró el auto, lastimándose las manos por la fuerte presión que le hacía al volante.

Al llegar al apartamento, a la Higurashi le tocó abrir la puerta, pues Rin no reaccionaba, miraba fijamente el piso, afligida y ausente.
Al sentir la mirada fija de Inuyasha, la menor levantó los ojos, aguados y rojos; luego se tiró en sus brazos, sollozando y gimiendo. El peli-plateado pasó su mano por la espalda de la chica y suavemente la acarició.

¾ ¡Ese maldito de Sesshoumaru! ¡me las va a pagar! ¡juro que me las va a pagar! ¾masculló rabioso Inuyasha.
Rin negaba con la cabeza, pero no dijo nada.
¾Ya Rin, todo mejorara ¾dijo Miroku calmo, intentando tranquilizarla, posando suavemente su mano en la espalda.

Kagome se recostó en la puerta y no dijo nada, mientras bajaba la cabeza. Todo estaba raro, realmente la situación la estaba confundiendo
Los sollozos de Rin la aturdieron y de alguna forma la lastimaron, así que lo único que fue capaz de hacer fue ayudar a consolarla, porque era lo único que podían hacer.