Song-fic de Inuyasha - "Contigo" (InuxKik)

"Contigo" (InuxKik)

Tipo de escrito: Song-fic
Canción: Abrázame – Camila
Cantidad de Palabras: 970
Título: "Contigo"
Fandom: Inuyasha.
Pareja: InuyashaxKikyo.
Género: Romance/Drama.

“Contigo"​

By: SangoHanyou​

- Entonces… ¿Lo recuerdas… Inuyasha? – le preguntó la chica que estaba cubierta por sus brazos que la sujetaban fuerte pero suave al mismo tiempo.

El joven comenzó a recordar aquel tiempo, en el cual estaban juntos, vivían tranquilos y felices.

- ¿Cómo puedo olvidarlo? – Le comentó el chico, con tal tristeza en su voz que no podía contener ni fingir – En aquel entonces estaba dispuesto a convertirme en humano para vivir contigo

Tienes que saber qué es lo último que pido.​

Que estoy desesperado y según mis latidos, no me queda mucho tiempo a mi favor.​

La chica estaba viviendo sus últimos momentos, luego de una ardua batalla con Naraku, a quien aún no habían podido derrotar, Kikyo había quedado muy débil, y estaba segura que en pocos minutos su vida terminaría.

- Finalmente… me convertí en una mujer normal – susurró Kikyo, ese era su mayor deseo desde que tenía memoria. Quería ser como cualquier chica, vivir su vida a pleno. Inuyasha le había dado esa posibilidad, que les fue arrebatada luego. Pero por fin podía sentir que todas las responsabilidades no estaban en sus manos, ya había hecho todo lo que debía.

- Kikyo… eres la primera mujer a la que he querido, y aún así… ¡No pude hacer nada! – las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del Hanyou, le estaban quitando a su primer amor en frente de sus ojos, sentía rabia y dolor al mismo tiempo, quería hacer algo por ella.
- Es la primera vez que te veo llorar Inuyasha – La chica había sentido el miedo de Inuyasha, quería calmarlo, decirle que todo estaría bien, pero no podía porque hasta ella sentía miedo en ese momento.

Y antes de perder de vista mi camino quiero mirarte un poco​

Y soñar que el destino, es junto a ti mi amor.​

- Kikyo yo… ¡No pude salvarte! – Inuyasha de verdad se sentía culpable por todo lo que había pasado, tal vez si el la hubiese protegido como debería, esto no hubiera pasado.

Quédate un segundo aquí a hacerme compañía​

- Tú viniste por mi… Eso es suficiente… - le respondió Kikyo, estar esos momentos con él era lo que más quería, saber que le preocupaba, saber que la amaba y que no le había mentido.

Y quédate tantito más, quiero sentirte mía.​

Inuyasha sabía perfectamente que, por cada segundo que pasaba, la vida de Kikyo se hacía cada vez más lejana de él. Estaba totalmente mal, paralizado, no sabía qué hacer o decir. No aguantaba lo que estaba pasando. Quería más tiempo con ella, poder estrecharla más por mucho tiempo, quería irse con ella en ese momento, que estuvieran juntos el resto de su vida como se lo había prometido.

Abrázame…​

Abrázame…​

Abrázame…​

Abrázame…​

El cielo estaba lleno de estrellas, como nunca, brillaban a lo alto, desde donde estaban se las podía ver tan cerca, Kikyo sintió que podía tocarlas, llegar a ellas, los minutos habían pasado y no se decían nada, ese silencio, y los dos abrazados era suficiente para demostrarse todo lo que sentían.

Hoy me he dado cuento que no había sentido tanto miedo antes.​

Que yo no decido, que Dios lo hace mejor.​

No quiero que te vayas – le susurró el chico.

Yo tampoco quiero dejarte – respondió, pero sabía que su vida ya había llegado a su fin, había tenido una segunda oportunidad y la había aprovechado, ahora su alma podía descansar en paz, sabiendo que el chico al que amaba con todas sus fuerzas no la había traicionado – pero… recuerda que yo no estoy “exactamente viva” – comenzó – solo soy un cuerpo hecho de barro unido a unas almas que tampoco son mis almas originales. No es que yo volví, es que me dieron la oportunidad de reparar lo que Naraku intentó hace cincuenta años. – concluyó.

Y antes de perder de vista mi camino quiero mirarte un poco​

Y soñar que el destino, es junto a ti mi amor.​

Quédate un segundo aquí a hacerme compañía​

Y quédate tantito más, quiero sentirte mía.​

Abrázame…​

Abrázame…​

Abrázame…​

Abrázame…​

Y abrázame…​

De nuevo quedaron en silencio. No sabían con exactitud cuánto tiempo estarían así, pero deseaban que fuera por toda la eternidad. Kikyo se sentía segura, protegida y débil al mismo tiempo, en los brazos de Inuyasha, había perdido sus poderes, así que ya no era la sacerdotisa poderosa sino que era solo una mujer enamorada en los brazos del hombre que siempre iba a querer. Inuyasha en esos momentos sintió lo que nunca, que Kikyo finalmente era suya, aunque era por poco tiempo.

Dame una razón para quedarme,​

Yo no quiero tu compasión​

Quiero que estés conmigo, hasta que me haya ido.​

Y abrázame…​

Y abrázame…​

Y abrázame…​

Y abrázame…​

De pronto, la sintió fría. Había llegado el momento de su partida. Los dos lo tenían claro.

!Kikyo! – La llamó Inuyasha, tenía la esperanza de poder retenerla un poco de tiempo más Inuyasha… - susurró ella, todavía estaba con él, tenían unos segundos más para estar juntos.

Abrázame…​

Dame una razón, para quedarme, sólo dame una razón.​

Abrázame…​

Dame una razón, una razón, una razón.​

Y abrázame…​

Dame una razón, para quedarme, yo no quiero tu compasión.​

Y abrázame…​

Dame una razón, sólo dame una razón.​

Se acercaron lentamente, sus cuerpos chocaban también, generando un aura tibia y dulce. Hasta que se unieron en un beso, el más importante de los dos, el último. En esos momentos, la calidez se expandió más envolviendo a Inuyasha y a todos los que estaban observando metros tras ellos, incluida Kagome. Cuando lograron separarse de ese suave beso, la vida de Kikyo tuvo fin, y con ella, parte del alma y corazón del Hanyou.

Tienes que saber qué es lo último que pido​

Que estoy desesperado y según mis latidos…​

No me queda mucho…​

Tiempo a mi favor.​