Castillo en el aire

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Mr Fey, 25 Junio 2010.

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    Mr Fey

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    Castillo en el aire
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    Castillo en el aire

    Título: Castillo en el aire.
    Summary: A veces nosotros tenemos que cargar con el peso de los demás. Aunque no sea en esta vida.
    Pareja: Shinji/Hikari
    Tipo: Long Fic (20 Capítulos)
    Cantidad de palabras: 926
    Clasificación: K
    Advertencias: Es fantasioso.


    CASTILLO EN EL AIRE
    Prólogo

    Hace seiscientos años en el Mundo Pokémon, se alzó un castillo del tamaño de una ciudad. Pokémon y Humanos quedaron fascinados ante su belleza. El blanco color se acentuaba en la oscuridad y las estrellas como si estuvieran de acuerdo, brillaban a su alrededor. Las murallas aparentemente de mármol resistente, imponentemente reguardaban el castillo. Las cuatro torres, mucho más altas que la torre del homenaje que era la principal, estaban estratégicamente colocadas alrededor de esta.

    Por varias décadas el castillo siguió ahí, ignorante de cualquier otra vida existente en la tierra. Sin embargo, cada noche los campesinos de ese pueblo subían su rostro hacia el alcázar y desde las fértiles tierras veían con lucidez las tres aves pasar. Articuno, Moltres y Zapdos recorrían la región de Kanto y al amanecer regresaban perdiéndose en las murallas de la fortaleza.

    Entonces el Rey, creyéndose amenazado por los continuos despliegues de las aves, mando a llamar a su mejor tropa. Con voz firme les ordenó:

    ¡Destruyan el Castillo!

    Los soldados con miedo contenido asintieron. El General los organizó en grupos diferentes. Y en Salamance ascendieron al cielo, en la primavera más bella que nunca antes vieron.

    El Castillo al sentirse amenazado por los humanos se cubrió de nubes, y el cielo comenzó a llover. Las nubes se volvieron negras y la tormenta se desató.

    Pero los soldados no desistieron. Con bandera en mano entraron al castillo, las nubes se dispersaron como si sólo fuese una ilusión y los Pokémon salían de las bonguri bolas adentrándose en los pasillos de la torre principal.

    Y el Mágico castillo en el aire se derrumbó.

    Se dice que dentro de los escombros surgió el Rey, un Mago de juventud eterna. Quien débil por una batalla de ataño no podía defenderse. Lloró amargamente y fue encerrado en una cárcel construida a base de las paredes de su castillo.

    Según cuenta la leyenda, al ver ese comportamiento tan cruel en los humanos. Ho-oh mandó sobre ellos una tormenta de piedras que borró el rastro de cada uno de ellos.

    Y las tres aves centellantes en el sol reconstruyeron el castillo. Cubriéndolo de nubes con un joven mago eterno que busca encontrar adentro el perdón de un Dios que no conoce.

    Doscientos años después, el joven Rey Mago lanzó un pergamino a la tierra, sucio y amarillento descendió el papel al suelo. Guiado por su magia llegó hasta una vieja cabaña, se adentró cauteloso y lo guardó entre las sabanas de la cuna de un bebé. El niño de apenas un año jugueteó un poco con él. El pergamino se abrió y en la frente del bebe apareció apenas un diminuto circulo negro. Minutos después la hoja de papel desapareció.


    Yo no he sido perdonado señor y llevo sobre mí el cuidado de este castillo. Mi poder es muy grande, pero no tanto como el tuyo.

    Las cadenas que lo ataban al suelo se hicieron más pesadas obligándolo a incarse. Articuno bajó de la torré y a su lado las otras dos aves lo siguieron. El joven eterno rió con sarcasmo, al fin conocería la muerte.

    Las tres aves picotearon su cuerpo, una a una disfrutando su dolor. Ese era el castigo de una traición. Las cadenas apretaron sus brazos y piernas hasta que murió.

    El Castillo parecía reírse pues los arboles que abundaban a su alrededor comenzaron a agitarse.

    Y el mago despertó.

    Las amargas lágrimas cayeron de sus plateados ojos. Todos los días al atardecer, volvería a morir sintiendo el mismo dolor y la misma agonía.

    Por toda la eternidad.

    Oh así debería ser.


    Pasó una de sus manos por su sudada frente y vio su rostro reflejado en el agua del rio. Observó con cautela el extraño lunar. Una media luna y una estrella entre ambos picos de ella.

    Muchas veces preguntó a su madre respecto a ello, pero siempre decía que seguramente algún vecino o su hermano le hicieron un hechizo dejando aquella marca en su frente.

    Es tan extraño.

    Cerró los ojos restándole importancia. El molino todavía estaba lejos de su hogar y tenía que regresar pronto. Esperó a que Mightyena dejara de beber agua y subió a ella emprendiendo el viaje nuevamente.

    Los cabellos morados eran alborotados por los fuertes vientos que se estaban viviendo en la región de Kanto. Su Pueblo estaba en la zona céntrica de la región, el Pueblo del inicio como se le conocía por el hecho de que en ese Pueblo salían grandes guerreros y la Tierra era bendecida por el Dios Ho-oh.

    Muchas personas decían, que tal vez, sólo tal vez un hijo de Ho-oh vivía entre ellos.

    NOTAS DE AUTOR:


    OMG con este fic si que estoy emocionada ya eh escrito dos capítulos y prácticamente tengo la historia ya hecha. Mezcla fantasía, aventura, misterio y romance. El domingo subiré continuación.
    Es mi primer Ikari, es que wow no encuentro una chava para Shinji. Asi que Plushy me dijo que ella quedaba bien y pues, no me desagrada la pareja tanto. Asi que ahí esta.
    Advierto, talvez tenga ooc de Hikari, un poco porque casi pues no le hago caso.
    Aviso importante. Como ya casi estoy de vacaciones ya podre continuar tranquilamente mis demás fic como Chef Nana e Historial médico, que los terminare en estas vacaciones .
     
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