Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Nami Roronoa, 21 Junio 2010.

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    Nami Roronoa

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    Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)
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    Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    ¡Hola amigas!
    Aca me encuentro con este nuevo fic, nunca habia escrito KibaIno y se me ocurrió incluirlo con mis tres parejas favoritas. :D
    Les aclaró porque tal vez no este claro en el fic, que Kiba es el hermano mayor de Moegi (raro, pero que mas da, me gusto XD)
    ¡Adios y cuidense!



    Casi un ángel


    Capitulo 1​






    —¡Damas y caballeros, con ustedes, el Circo Mágico! — anunció el ya anciano presentador del circo.


    El circo completo, todos sus malabaristas, acróbatas e incluso sus animales, apareció en escena, abriendose paso desde el telón rojo y comenzaron a desfilar. La presentación era un éxito, la gente aplaudía y silbaba con fuerza.

    La acróbata principal saludaba con ambas manos y enviaba besos a su público. Muchos se fijaron en ella debido a su particular cabello, rosado natural y corto hasta sus hombros, un color raro y al parecer único. Los ojos jade de la bailarina eran como piedras preciosas que brillaban cuan ella sonreía con su balnca y radiente dentadura. Y ni hablar de su figura, al cual ella mantenía para que sus trucos le salieran a la perfección como siempre. Sakura Haruno era su nombre, y había sido parte de ese circo toda su vida.

    “¡El circo esta lleno!” pensaba Sakura con felicidad para sus adentros sin dejar de saludar. "¡Hacia rato ya que no estaba tan lleno!"

    En ese momento, ingresaron al Circo Mágico tres jóvenes, un chico de dieciséis años de cabello castaño y dos extrañas marcas rojas en sus mejillas, un niño de diez años con una bufanda larga con la que a menudo tropezaba, y por último, pero no por eso menos importante, una pequeña niña de unos nueve años con cabello castaño muy claro atado en dos coletas, y unos gogles en su frente. El mayor se llamaba Kiba, y los pequeños eran Konohamaru y Moegi, y no estaban allí sólo para ver el circo….


    —¡Mira Kiba! — exclamó con admiración Moegi, señalando a Sakura que comenzaba su número — ¡Me encantan los circos y las bailarinas!

    —No estamos aca para ver la función — le recordó Kiba a la niña — Por cierto, ¿dónde están Naruto, Hinata y Temari?

    —Se quedaron, creo — dijo Konohamaru, y luego agregó en un susurró — Mira cuanta gente rica aca, es como robar un banco.

    —No es algo que me enorgullezca hacer — murmuró Kiba, recordando sus órdenes con odio — Ya que, a trabajar.


    —Yo quiero ver la función, hermano — protestó Moegi. Antes de que Kiba pudiera responder, su hermanita se fue a la primera fila, a un asiento vacío.

    Kiba y Konohamaru se miraron y decidieron hacer ellos el trabajo, tal vez era mejor dejar a Moegi fuera de esto. Aplicando todos los trucos que conocían, los dos chicos comenzaron a robar todos los objetos de valor que podían, billeteras, collares, anillos, relojes y demas.

    —¡Que alegría que vinieron todos! — gritaba Sakura en el escenario con todas sus fuerzas, y la gente la aplaudía — ¡Vamos a cantar!

    “Hay que decidirse y animarse a buscar, un amor, un viento nuevo, una esperanza para el corazón
    Que el sol, saldrá, solo acercate hasta tu ventana, y verás que el sol saldrá
    No te pierdas la alegría, que te trae un nuevo día, lo que tanto ayer querías, esta por llegar”



    Mientras Sakura bailaba y ahora cantaba, un hombre ricachón vestido en traje blanco y de la mano de su esposa, se detuvo frente a Moegi.

    —Niña, estás en mi lugar, desaparece — ordenó con voz ronca. La niña, asustada, se puso de pie y se marchó. Pero en cuanto vio al señor sentado, con la billetera gorda a punto de salirse de su bolsillo, decidió vengarse…

    “Hay que convencerse y no mirar hacia atrás, la ilusión esta delante de tus ojos y viene por vos.
    Por más, yo voy, y busquémos esperanzas nuevas, es mejor si somos dos.
    No te pierdas la alegría, que te trae un nuevo día, lo que tanto ayer querías, esta por llegar
    Y así me siento, es el momento, tiempo de despegar. ¡Voy por mi libertad!”


    Moegi se acercó lentamente hasta el hombre, que estaba concentradísimo en el espectáculo, por suerte para la niña. Sakura bailaba de aquí para allá, haciendo piruetas y pasos de baile junto a sus compañeros acróbatas. Y Moegi extendió su mano, experimentada ya en el robo, y recogió la billetera en una milésima de segundo. Pero cuando se disponía a salir, mientras Sakura cantaba el coro, algo la detuvo.

    —¿A quién crees que le estas robando, niña? — dijo el hombre, sujetándo a la pequeña de la mano.





    Lejos del circo, una chica de cabello azulino y hermosos ojos perlados bailaba en plena calle, moviéndo sus caderas al compás de la música, una canción llamada “Bacchikoi” de un tal Maito Gai. Y no lo hacía nada mal. La joven se llamaba Hinata Hyuga, y aunque en ese momento no lo parecía era muy tímida, pero en su mente ella sabía que no le quedaba otra opción más que bailar hasta el cansancio, si tenía deseos de comer esa noche.

    No muy lejos de Hinata, se encontraba Naruto. Este joven de ojos color cielo y con el cabello dorado y desmarañado pasaba una gorra roja por delante de los espectadores que observaban la danza de Hinata, y algunos de ellos dejaban monedas e incluso algunos billetes dentro de la gorra, y a aquellos que no contribuían, Naruto les robaba la billetera entera en cuanto tuviera la oportunidad, Hinata recibía tanta atención que nadie notaba al ladrón de cabelllo rubio.


    —Muchas gracias a todos — agradeció Hinata con una pequeña reverencia al finalizar su danza, mientras su pequeño público la aplaudía ferozmente. Naruto se acercó a la chica, que ya había tomado en sus manos el equipo de música y se disponía a irse corriendo de allí.

    —Hinata, hemos obtenido una buena ganacia, de veras — le dijo Narto, mostrándole la gorra — No sabía que bailaras tan bien, ¿por qué nunca te he visto bailar?

    —Es q-que no me gu-gusta que me ve-vean bai-bailar — tartamudeó una nerviosa Hinata, con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

    —No tienes que avergonzarte, bailaste muy bien — le dijo Naruto con una sonrisa

    —¿Tu cr-crees? — preguntó la joven de cabello azulino, ocultando su cara para que Naruto no viera su sonrojo.

    —De veras, seguro que Orochimaru con esto queda complacido — le aseguró el rubio, para luego agregar con desdén — Pero sabes, no podemos seguir viviendo así el resto de nuestras vidas.

    —¿Pero que ponemos hacer? — le preguntó Hinata. Ambos emprendieron el camino de regreso a la mansión Akatsuki.




    La mansión Akatsuki era en realidad la sede de la fundación Akatsuki, que ofrecía protección, comida y educación a los niños desamparados de la calle. Su dueño era Orochimaru Akatsuki, quien ante todos se presentaba como un hombre simple y humilde, que daba todo por sus chicos y por su fundación. Pero los niños sabían que no era más que un explotador, era él quien los mandaba a robar, era él quien los explotaba para ganar el dinero necesario para pagar su vida de lujo.

    En la mansión también vivían otras dos personas. El ama de llaves, Anko Mitarashi, era una mujer violenta y fría, otra cómplice de Orochimaru. La otra habitante de la mansión era Karin Akatsuki, la hermana del dueño, una mujer que vivía una vida de lujo sin poder importarle menos que hiciera su hermano mayor con los chicos.



    En este momento, la mansión no esta en paz. Karin esta junto a sus decoradoras, yendo y viniendo por la mansión y preparando todo para esta noche, su fiesta, donde anunciaría a sus amigas su compromiso con el amor de su vida, Sasuke Uchiha. Sasuke también estaba presente, sentado en una silla del recibidor y mirando al suelo con expresión de aburrimiento. Cada tanto venía Karin a preguntarle algo, y él sólo contestaba con un simple “Sí” a todo. El era un hombre con un muy buen físico, con cabellos negros y ojos también oscuros que derretían a cualquiera. No era una sorpresa que Karin se enamorara de él a primera vista.


    —Cuñado, ¿cómo estás? — lo saludó una voz a sus espaldas. Sasuke se estremeció al oír esa voz, y e levantó de su asiento par ver a Orochimaru detrás de él, con una sonrisa burlona. — No te asustes, ya casi somos familia.

    —Sí, pero no te me aparezcas así tan de repente — respondió Sasuke seca y fríamente. Esa maldita costumbre de Orochimaru no la soportaba, es más hasta le daba miedo.

    —Mi hermana te espera arriba para decidir que color de manteles usar — le contó el dueño de la mansión.

    —Da igual, son todos iguales — comentó Sasuke, pero de todos modos subió las escaleras y fue tras Karin ya que no quería estar ni un segundo más con Orochimaru.


    En ese momento, apareció Anko, el ama de llaves. Orochimaru la interceptó.

    —¿Se puede saber dónde te habías metido, Anko Mitarashi? — la interrogó el hombre

    —Estaba ocupada — soltó la mujer secamente — ¿Sucede algo señor?

    —Naruto y Hinata están en mi despacho, sacales el efectivo a mis pimpollos que tengo que seguir preparando la fiestita de Karin — Orochimaru sonrió antes de subir las escaleras tras Sasuke. Anko, por su parte, pasó al escritorio.



    —A ver, rata rubia — le gritó la violenta ama de llaves a Naruto al irrumpir en el escritorio de Orochimaru. Naruto y Hinata se estremecieron al verla entrar tan de repente, y Hinata mantuvo la mirada en el suelo mientras Naruto le entregaba el dinero a Anko y esta lo contaba.

    —¿Qué hay de nuestra parte? — le preguntó Naruto, ya que nunca recibían nada.

    —Irán a sus cuentas, de las cuales sólo podrán sacar dinero a los dieciocho años de edad, ¿algún problema con ello, gusano? — le gritó Anko, aunque en realidad todo eso de las cuentas era una excusa, una mentira de Orochimaru para callar a los chicos.

    —No, ninguna — se disculpó Naruto

    —Entonces, vayan a hacer la cena, que seguimos sin mucama — les ordenó Anko — ¡Más rápido! ¡Camine, march!





    “¡Voy por más y más, amor y amigos nuevos, y sueños por realizar.
    Voy por más y más, la vida nos espera y la podemos alcanzar!”


    Sakura cantaba sin cesar, pero entre el público un pequeño conflicto surgió.

    —¡Devuélveme mi billetera! — le ordenó el ricachón a Moegi

    —¡Suélteme! — le dijo la niña, para luego morderle el brazo con todas sus fuerzas. Por el dolor, el hombre la soltó, y Moegi comenzó a correr.

    —Vuelve aquí, mocosa — gritaba el hombre.

    Moegi, sin tener lugar a donde escapar, se metió dentro del espectáculo y corrio entre los artistas del circo. El hombre intentó seguirla, pero Sakura, al ver esta situación, le pidió al tragafuergo que ayudara a la niñita, y este lanzó una llamarada de fuego que dejó al ricachón pelado. La gente reía mientras el hombre trataba de taparse la calvicie y lanzaba amenazas de juicio. Sakura le guiñó el ojo a Moegi, quien estaba escondida detrás del telón por donde Sakura había entrado. La pequeña rió y se marchó. Aunque no se fue muy lejos….





    Una joven rubia asomó su cabeza al recibidor. No había ni un alma.

    Temari era su nombre, y era una chica de armas tomar. La rebelde del grupo, a Temari no le hacia ni pizca de gracia robar, pero no le quedaba otra más que hacerlo porque apreciaba a sus amigos y temía por su seguridad, era la mayor y era su responsabilidad protegerlos. Su pelo de un amarillo mostaza estaba atado en cuatro coletas, como de costumbre.

    Pero aún estaba a tiempo, y no habia nadie en el lugar. Era su oportunidad, debía aprovecharla y escapar. Tomando la mochila negra que contenía sus pertenencias, que no eran mcuahs por cierto, Temari corrió hasta la puerta y salió, luego saltó la gran reja de la mansión. Ahora estaba en la pequeña plaza frente a la mansión, que tenía una fuente en el medio y un colegio a la derecha de la fuente, el prestigioso colegio “Konoha High School”. Al lado del colegio, había un bar llamado Ichiraku, que era atendido por una hermosa mujer llamada Ayame.

    Temari ya se encontraba fuera, pero aún no estaba relajada. Debía alejarse lo más posible, luego tenía que buscarlos. Tenía que encontrar a su familia, ese era su deseo, estar en la mansión se lo impedía.

    “Tengo que encontrarlos. Gaara, Kankuro….” Pensaba Temari para sus adentros.


    Pero estaba tan concentrada en sus ideas que tropezó con la fuente, y cayó dentro de ella.

    Pero por fortuna para Temari, alguien se acercó, la tomó de la mano y sacó del agua a la empapada joven. Temari se puso de pie y salió de la fuente con la ayuda del hombre que la sacó. Él tendría unos dieciséis años, cabello castaño oscuro atado en forma de piña y ojos también oscuros, alto y moreno.

    Y sin hablar, se quedaron mirandose el uno al otro, sin saber ni sospechar siquiera que les esperaba recorrer un largo camino juntos….



    Continuara….




    ¿Les gusto? ¿Debería continuarlo? Dejenme su opinión :D
    Y a cambio, yo les dejo aquí la canción que canta Sakura, una de mis favoritas :)
    Voy por más
    ¡Bye!
     
  2.  
    Junho

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    Bueno... Si mis ojos no me engañan y me acuerdo bien estás haciendo tu fic partiendo de Casi ángeles xD
    Es más, hasta ahora es lo mismo solo que escrito y adaptado a los personajes de Naruto.
    Ok, tu narración está bien, tienes errores en la ortografía y de dedo, mejora eso.
    Ahora lo que me llama la atención es que te copias mucho de una serie que ya está inventada, cambia cosas ya que es muy parecido y no creo que sea muy bueno.

    ¡Bye!
     
  3.  
    Nami Roronoa

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)


    Si, tal vez debí aclarar que esta es la adaptación de casi angeles de Naruto, ya que me inspire al leer la adaptacion de Floricienta con Inuyasha
    Y no queria que el principio quedara tan igual, asi que hare lo mejor para despegarme de la serie :D
    gracias por comentar :)
     
  4.  
    Nahi Shite

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    hola!
    me alegra de que me hayas avisado sobre tu fic...
    ¡esta rechulo!
    me gusto muchisimo...
    ¡pobrecitos! ese maldito de orochimaru los explota...
    es algo raro que Kiba sea hermano de Moegi, pero es genial...
    Si es muy parecido a casi angeles, pues no se, trata de cambiarlo un poco... pero en general te ha quedado muy bien

    Adios amiga, espero que pongas la conti pronto
     
  5.  
    ruviesita

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    Me gusto mucho este primer capitulo estubo muy divertido. Me rei con lo del pelado ke keria atrapar a Moegi.
    Me encanto el encuentro de Temari y Shikamaru. Que malos son Orochumaru,Karin y Anko.

    ¿¿? ue pasara ahora?=

    Espero con ancias el proximo capitulo

    bsssss ruviesita tkm
     
  6.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    Perdon por dos cosas:
    1) por la tardanza de la conti XD
    2) porq el primer capi es horriblemente parecido a CA como algunos ya me dijeron, asi q me propongo despegarme de ellos
    ojala les guste este capitulo y dejen lindos comentarios
    Ino, les cuento, tardara un ratito mas en salir ya que quiero dejarla para cuando la historia haya avanzado un poco, y cuando salga entenderán el porque.
    adios y besotes a todas
    rocio


    Capitulo 2

    Dos ojos se encuentran




    —¿No estuvo genial la función? – les preguntó una sonriente Sakura a sus compañeros cirquences.

    —Muy divertida — opinó un payaso.

    —Llameante, diría yo — rió el tragafuegos

    —Cantaste bien, Sakura — la felicitó el trapecista

    —Sakura, quisiera hablar contigo un momento, por favor — le pidió el viejo Danzou, jefe y manager del circo.

    —Por supuesto — accedió la joven Haruno.


    Los dos miembros del circo se apartaron un poco de los demás para charlar en privado. Detrás de ellos, escondida, estaba la pequeña Moegi, escuchando todo y esperando a Sakura para agradecerle.

    —Sakura, esto es serio — le contó el anciano con seriedad.

    —Pues dime entonces, Danzou — le pidió con curiosidad la joven de cabello rosado.

    —Estás despedida — le resumió el jefe del Circo Mágico

    —¡¿Qué?! — Todo el país pudo escuchar su grito.

    —Perdóname, pero ese hombre rico de la función de hoy amenazó con demandarnos y hablaba en serio — le confesó el viejo Danzou — Dijo que la única solución para evitar la demanda era despedirte. Toma tus cosas y lárgate lo más rápido que puedas, lo siento. — Danzou nunca había sido muy amable con los demás, y no parecía querer empezar ahora.

    —Pero, ¿qué hay de mí? No sé hacer más que bailar y cantar, ¿qué hago ahora? — Sakura estaba por llorar, y Danzou decidió dejarla para que llorara tranquila.

    —Si queres llorar, llora, pero vete cuanto antes, por favor, y lo siento pero así son las cosas — y el viejo se marchó.

    —No llores — le dijo la pequeña Moegi, acercándose a Sakura en cuanto el anciano se marchó. Le dio una flor blanca.

    —Gracias linda — le sonrió la joven Haruno, secándose las lágrimas

    —Moegi, ahí estas — el hermano de la joven y Konohamaru llegaron. La estuvieron buscando por todo el lugar después de la función.

    —¡Hermano! ¡Konohamaru! —sonrió Moegi, corriendo hacia ellos. — Perdóname Kiba

    —Hey, no hay problema, son cosas que pasan — le dijo Kiba, abrazando a su hermana menor, para luego hablarle a la bailarina — Gracias por salvarla

    —Ni lo mencionas. — replicó Sakura

    —Pero Kiba, se quedó sin trabajo por mi culpa — reveló Moegi

    —En ese caso, le ofreceremos trabajo — sugirió Konohamaru — En la fundación, la mucama anterior renunció, así que puedes ocupar ese puesto.

    —Es una brillante idea, enano — le felicitó Kiba, aunque a el pequeño de bufanda no le agradaba que lo llamaran enano — ¿Cómo te llamas?

    —Sakura Haruno — respondió la aludida. La idea de trabajar de mucama no le entusiasmaba mucho, pero cualquier cosa era mejor que terminar en la calle. Además, le agradaban estos chicos.

    —Bien Sakura, ven con nosotros, te contaremos todo en el camino. — Moegi no dejó de sonreír mientras decía esto, y Sakura le devolvió la sonrisa con amabilidad mientras marchaban hacia la mansión sin dejar de parlotear.





    —¿Qué no vas a agradecerme? — le preguntó el joven castaño. La rubia simplemente se echó para atrás, algo avergonzada de sí misma.

    Y para colmo, empezaba a anochecer, y por lo tanto, a refrescar, y como Temari estaba empapada no tardó en empezar a estornudar.

    —Eres problemática, pero no puedo dejar que te resfríes — confesó el moreno, quitándose una campera de cuero marrón para colocarsela a la joven Sabaku No.

    —Gra-gracias — odiaba agradecerle a la gente, pero a regañadientes tuvo que hacerlo. Después de todo, la había ayudado, era lo menos que podía, y pensaba, hacer.

    —Mi nombre es... — cuando el joven se estaba por presentar, apareció Hinata, que salió de la mansión a toda prisa y vio a Temari en la fuente.


    En cuanto Hinata encontró con la mirada a la rubia, corrió hacia ella y prácticamente la arrastró de regreso a la fundación Akatsuki antes de que la rubia de las cuatro coletas oyera el nombre del castaño con pelo en forma de piña.

    Ya dentro de la mansión, la joven Sabaku No miró a su única amiga en la fundación con curiosidad, no era usual en Hinata el actuar así. Ella sólo se limitó a sentarse en el recibidor, en un sillón color bordo, y Temari la imitó.

    —¿Qué sucede Hinata? — preguntó la rubia preocupada

    —Es Naruto, Anko le aplicó un correctivo. — explicó Hinata, a todas señales muy nerviosa. Incluso temblaba — Lo puso en celda de castigo.

    —¡¿Qué?! — gritó la Sabaku No — ¿Qué hizó él?

    —Él no hizo nada, es que, fue mi culpa — admitió Hinata — Yo me guarde una billetera extra, tú sabes que estoy ahorrando diero amiga, y como era una billetera con tanto dinero...

    —Sí, te comprendo — le aseguró Temari

    —El punto es, que Anko no es ninguna tonta y se dio cuenta. Y en ese momento, Naruto me defedió, diciendo que él se había quedado con la billetera y que yo no tenía nada que ver. Y él esta tomando mi lugar en la celda de castigo. — Y Hinata miró al suelo con tristeza y dolor, parecía que fuese a romper a llorar en cualquier momento.

    —Pues no te preocupes, porque ya tengo un plan para rescatarlo — le sonrió Temari.

    —¡Sabía que podías! ¡Eres la mejor, Temari-chan! — Hinata le devolvió la sonrisa

    —Bien, esto es lo que haremos....




    Mientras tanto, en la planta superior de la mansión Akatsuki…

    —El rojo definitivamente debe ser el color del ambiente, resaltara tu cabello — aconsejó la decoradora a la dama de cabellos rojizos.

    Esa mujer se llamaba Karin, y se encontraba en su habitación decidiendo los últimos detalles de su “fiesta donde anunciaría su compromiso con el amor de su vida”, como ella misma la había nombrado. La colorada estaba tirada en su cama mientras su manicure terminaba de secarse. Se colocó sus lentes con su mano libre y se puso de pie.

    —Buena elección, ¿estás de acuerdo, mi vida? — miró a su prometido, Sasuke, que estaba sentado en la cama. El Uchiha respondió con un lento asentimiento de su cabeza. — Esta decidido, será el rojo.

    —Muy bien. Pero antes de seguir, ¿va a haber niños en esta fiesta?

    —Los pobretones mugrientos — los definió Karin. La decoradora arqueó las cejas y la pelirroja se corrigió rápidamente — Quiero decir, esos chicos pobres de la fundación. ¿Qué pasa con ellos?

    —¿No cree que deberíamos armarles otro ambiente para que no estén dentro de la fiesta? — sugirió la decoradora.

    —No te preocupes, Orochimaru se encarga de ellos — dijo Karin con certeza. Miró a su hermano y este sonrió con aprovación.

    —Ire con ellos ahora mismo, si me disculpan — se excusó el hombre de cabello oscuro.


    Orochimaru descendió a la planta baja y se encontró con sus dos adolescentes apadrinadas, que estaban sentadas planeando el rescate de Naruto. Ambas enmudecieron como tumbas al ver al dueño de la mansión.

    —Niñas, ¿qué están tramando? — sonrió con malicia el hombre.

    —Nada, señor Orochimaru — le aseguró Hinata, al mismo tiempo que llegaba Anko.

    —¿Otra vez desapareciste, Anko? — Orochimaur sonrió burlonamente.

    —Señor, tuve que salir por órdenes de su hermana — le aseguró el ama de llaves. Miró a las dos chicas. — La rata rubia esta de castigo, y todavía no vuelven los otros tres.

    —No tardan en llegar, Anko, o por lo menos más les vale — les dirigió una mirada atemorizante a las chicas mientras decía estas palabras.

    El timbre sonó, y Temari fue enviada a atender mientras Anko se llevaba a Hinata a la cocina a cocinar unos platillos especiales, aunque la joven de ojos perlados trataba de explicarle que no sabía preparar ni un café.

    La joven rubia abrió la puerta para encontrar parada ante ella al joven que anteriormente la había sacado de la fuente, ese joven moreno cuyo nombre no llegó a escuchar.

    —¡Tú! — casi gritaron los dos al mismo tiempo.

    —¿Se conocen? — se sorprendió Orochimaru, entrando en escena.

    —No — respondió inmediatamente la rubia y se dirigió al chico que estaba en la entrada — ¿Se te ofrece algo?

    —Sí, quisiera pasar a mí casa, si no es mucha molestia — ironizó el chico.

    —Pasa, hijo mío — ñe dijo Orochimaur, y el muchacho entró.

    “¿Hijo?” se decía Temari para sus adentros mientras dejaba pasar al joven “Que yo recuerde, Orochimaru nunca estuvo casado”

    —Ah, no debes conocerla porque hace mucho que no estas aquí — recordó el dueño de la mansión — Ella es Temari, una de mis pimpollos, y él es mi hijo, Shikamaru

    —Mucho gusto — dijo la rubia, mirando al joven castaño. “No parece malo, ¿cómo puede ser su hijo?” pensaba con rabia.

    —Querida, ve a ayudar en la cocina — prácticamente le ordenó el hombre de cabello negro. Y la chica marchó sin poder protestar.

    —¿Qué es todo esto? — preguntó Shikamaru, mirando alrededor todas las decoraciones de la casa.

    —Ah, tu tía, ella va a anunciar su compromiso — le comunicó su padre con orgullo

    —Iré a saludarla — se dispuso el chico, y subió las escaleras.



    La rubia de las cuatro coletas entró en la cocina para encontrar lo que podría haber sido el escenario de una batalla campal. Había harina esparcida por todo el suelo como si fuera talco, unos pedazos de lechuga se encontraban sobre las hornallas, la pava chillaba como poseída, indicando que el agua caliente estaba lista ya, unas ollas estaban colocadas sobre la mesa, una sobre la otra y blancas de tanta harina que había sobre ellas, y había un río de aceite que recorría toda la cocina. En medio del desastre, estaba Hinata, llorando.

    —Hinata, ¿qué sucedió aquí? — le preguntó la Sabaku No, caminando hacia ella

    —Quise explicarle que no sé cocinar, pero no me escuchó — lloró ella en respuesta — Y ahora, me castigarán.

    —Hinata, no es para tanto — intentó hacerle ver Temari — Mira, tú no sabes cocinar, pero sabes hacer muchas otras cosas, cosas que ni yo sé hacer, como leer por ejemplo. No llores, ¿sí?

    Hinata se limpió las lágrimas y su amiga la abrazó.

    —Ahora vamos, hay un rubio hiperactivo y cabezahueca que rescatar — suspiró Temari y Hinata rió. Ambas salieron de la cocina para poner su preciado plan en marcha.



    —¡Shikamaru-kun! — exclamó Karin, dándole a su sobrino un beso en cada cachete al estilo europeo — ¡Qué bueno que hayas llegado justo para mi compromiso!

    —No es nada, tía Karin — suspiró el chico, arrepintiéndose de ir a saludarla. Sabía que su tía estaba obsecionada con las bodas (y con su noio según había oído) pero esto ya era demasiado. Había tantas decoraciones en el cuarto que parecía un salón de fiestas más que un dormitorio.

    Sasuke estaba en la cama matrimonial de Karin, sentado en la orilla de la misma y rodeado por moños rosas y tules, de los cuales se estaba hartando.

    —Las mujeres son bastante problemáticas, ¿no crees? — le dijo Shikamaru a su futuro tío político, sentándose a su lado.

    —Tú lo has dicho — suspiró Sasuke, mientras Karin reía de un chiste malísimo que le contaba su decoradora mientras decidían si usar moños rosas o rojos. — ¿Tú estabas de viaje?

    —Sí, llegue hoy del extranjero, mi papá me envió a estudiar allí — le contó Shikamaru — Pero me fue mal, los profesores dijeron que no me esforzaba lo suficiente, que era un vago, y me enviaron de regreso….




    —No puedo quedarme aquí — decía Naruto, yendo de un lado para otro de la celda de castigo. Ésta era fría y lugubre, y ni mencionar que pequeñu y húmeda — Tengo que hallar la manera de salir de aquí, de veras.

    —Naruto-kun — susurró una voz en la puerta del calabozo. Naruto corrió hacia la puerta para encontrarse con Hinata y Temari de pie allí, con una llave en sus manos.

    —¡Hinata! ¡Temari-chan! ¡Gracias a Kami! — sonreía el rubio, mientras Hinata abría la celda y entraba en busca del joven de ojos claros.

    —¡Alguien viene! — les advirtió Temari, oyendo pasos que se aproximaban. La joven de cabello azulino estaba dentro, pero la rubia estaba afuera. — ¡Hinata, escóndete!

    La chica de ojos perlados sólo encontró un posible escondite en la cuadrada celda, detrás de la puerta abierta. Temari se quedó fuera, y quien entró fue Orochimaru.

    —¿Qué haces aquí? — le preguntó el dueño de la mansión Akatsuki.

    —Vine a ver a Naruto —respondió ella sin miedo.

    —Si ya lo viste, vete — le dijo él, y la chica se fue del lugar sin poder decir más. — ¿Y por qué esta la puerta abierta? Esta Anko, siempre deja las llaves puestas.

    Y el hombre cerró la puerta con llave, dejando a Hinata y Naruto encerrados dentro de la celda de castigo juntos.




    —¡¿En serio es esta?! — se sorprendió la joven artista de circo

    —Por supuesto — sonrió la pequeña Moegi

    —Es enorme, una mansión como esta debe costar una fortuna — comentó Sakura, admirando el tamaño de la mansión Akatsuki.

    —Eso creo — dijo Konohamaru — Vayamos adentro, que estamos llegando tarde.


    Dentro de la mansión…..


    —Bien, creo que sabes que no se permiten visitas a los castigados — le dijo Orochimaru con su sonrisa malvada característica en su rostro. Se encontraba retando a Temari en el recibidor, acompañado por Anko.

    —¿Quién te dijo que tenías permiso para hacerlo, gusano, con tanto para hacer? — tronó Anko. Temari sólo rezaba porque no atraparan a Hianta, quien estaría en serios problemas si la encontraban

    —Tranquila Anko, no es para gritar así — la tranquilizó el hombre de tez pálida. El timbre sonó entonces — Deben ser los otros tres.

    Anko les fue a abrir, y se encontró no sólo con los tres huérfanos faltantes sino también con una joven extra.

    —¿Perdón, y usted quién es? — preguntó Anko, dejando pasar a los chicos pero no a Sakura.

    —Orochimaru-sama — dijo Kiba — Ella esta buscando trabajo, pensamos que podría ser una buena nueva mucama.

    —Hmm — pensaba el hombre — Déjala pasar, Anko.



    El ama de llaves se hizo a un lado y la chica entró, admirando el interior de la mansión. En ese preciso momento, Shikamaru bajaba las escaleras, en compañía de Sasuke quien se había por fin cansado de los arreglos para la fiesta de Karin.


    “Dos ojos se va, se van de viaje, no tienen consciencia de lo que vendrá, no sabes de amor, ni de libertad, no tuvieron tiempo y el tiempo se va….”


    Sakura alzó su mirada para contemplar al joven de cabello azabache que bajaba por la escalera, sus ojos jade no pudieron apartar la mirada de los ojos negros de Sasuke.


    “No te digo adiós, acompañame, no perdemos nada con sólo probar, luego una canción nos describira, yo te doy mis sueños aprendé a soñar…”


    Sasuke bajó su mirada fría para dirigirla a la chica de cabello rosado que acababa de llegar y que nunca había visto. Pero no la miró con esa mirada fría que siempre tenía, su corazón empezó a palpitar con fuerza y sus ojos no podían apartar su mirada de los ojos jade de Sakura.


    “Vayamos lejos mi amor, lejos de acá, mis ojos pueden llevarnos hacia otra realidad….que sea un mundo mejor, y la verdad….no sea triste, te juro que existe, existe ese lugar….

    Vayamos lejos mi amor, lejos de acá, mis ojos pueden llevarnos hacia otra realidad….que sea un mundo mejor, y la verdad….no sea triste, te juro que existe, existe ese lugar….”



    Continuara….
     
  7.  
    ruviesita

    ruviesita Usuario común

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    Me encanto estubo muy bueno y recontra entretenido.Pobre Hinata se kedo encerada con Naruto en el caraboso, ojala ke no la atrapen.
    Shikamaru ya se entero que Temari vive en la casa de el......¿ Que pasara ahora?........
    Me encanto ke apenas se vieron se conecatron Sakura y Saske..

    Por ahora lo ke entendi Temari seria como Mar.....Kiba como Rama...Hinata como jazmin.....Naruto como Tacho....Saske como Nico.... Sakura como cielo.....Moegi como aleli....Anko como gustina....Orochumaru como Barto......Shikamaru como Tiago....Konohamaru como lleca....Kari como Malvina....

    Pero para mi queda mas Temari como Vale ¿?'¡
    Y como Rama es Kiba,Vale es Ino?¿?¿ Va a parecer Ino¿??

    Espero con ancias el proximo capitulo

    bsssssss ruviesita tkm
     
  8.  
    Nahi Shite

    Nahi Shite Usuario popular

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    guau!
    estoy ansiosa por saber que pasara con Naruto y Hinata...¡pobres!
    y como que Shikamaru el hijo de Orochimaru? eso este ultraloco
    me gusto esta conti, para mis ojos no tienes errores ortograficos.. aunque me concentro tanto en la historia que no me fijo mucho en eso jeje.

    Espero conti, avisame
    Bye
     
  9.  
    gonzaushiha

    gonzaushiha Iniciado

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    Re: Casi un ángel (SasuSaku, NaruHina, ShikaTema & KibaIno)

    Aww... me facina demaciado
    realmemte este ff es uno de los mejores, te felicito.
    ya quiero conti.
     
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