Caprichosa Venganza

Re: Caprichosa Venganza

GRACIAS POR PONER LA LETRA UN POCO MAS GRANDE... mis ojos te lo agradeceran eternamente, amiga...


debo decir que... no me ha quedado claro lo de shippo... esque , a ver,,, es hijo de inu.no.tashio y otro hombre?

... nO LO ENTIEDOO!!! por favor... expliquenmelo!!!

 

Re: Caprichosa Venganza

¡Hola a todas!, muchísimas gracias por todos y cada uno de sus comentarios. Me hacen querer saltar de felicidad, se los juró.
Cof, cof, creo que ha habido un malentendido. Un enorme malentendido, mejor dicho.
Gracias a leti por hacérmelo ver, ni por allí me hubiera dado cuenta yo sola. Y aunque la idea me ha hecho gracia a revenar, te culpo directamente por dar rienda suelta a mi imaginación xD, en serio que esa no era lo que quería plasmar.
Pasó que me enrollé tanto en crearle una historia a Shippo (que por desgracia no toca pitos en este cuento), que dejé algunas cosas colgando y las incoherencias hicieron acto de presencia. ¡Gomennasai!, no volverá a ocurrir. De nuevo gracias por estar pendientes. Para que no hallan dudas del rumbo normal de la sexualidad del señor Inu no Taisho, ni de las leyes naturales que acompañan esta historia, he corregido el fragmento:

Ok eso era todo. Ahora a continuación, la entrega de hoy.

 

Re: Caprichosa Venganza

CAPÍTULO 20: CAVILACIONES

Mañana del 5 de Septiembre a las ocho y treinta. Era domingo y en el apartamento de Kagome Higurashi, un hombre bien parecido aprovechaba sus últimos minutos de sueño sobre esa cama de sábanas revueltas y aroma a efusión. Acababa de despertar y aún se sentía cansado.
Recordó como llegó allí y poco le importó. La espalda pasaba factura y no tuvo más opción que acomodarse tarde en la noche, allí junto a su compañera
Tardó unos segundos en tantear todo el lecho hasta darse cuenta de que tenía más espacio del que debería tener. Era domingo y agradecía poder descansar un poco más de lo habitual.
Abrió un ojo perezosamente, con los cabellos revueltos y ganas de seguir durmiendo después las infinitas horas de reflexión antes de caer profundo. Examinó el espacio vacío a su lado y cayó en cuenta de que ella no estaba. Gruñó un poco.
Se obligó a despegarse de la comodidad para sentarse, con malas pulgas y el rostro ensombrecido. Kagome no estaba y él que no dejaba de pensar en ella.
—“Perfecto, se va ahora que más necesitamos hablar”—pensó con pesadumbre tallándose los ojos.
Salió de la cama con las sábanas tapándole la parte inferior de su cuerpo. Cubriéndole los venéreos y arrastrándose por la alfombra, amenazándole con enredársele entre los pies hasta hacerlo caer.
Recogió su ropa hecha un ovillo y comenzó a vestirse tomándose su tiempo.
Tenía muchas cosas en que pensar, tenía que ir a su casa a ponerse presentable para verle la cara chocarrera a Miroku en el almuerzo. Tenía que morirse porque, por primera vez, no tenía ni una miserable idea de qué debía hacer.

***​

La señorita de pelo oscuro salió de su apartamento hacía menos de una hora y todavía no encontraba rumbo fijo a donde dirigirse.
Avanzó por las calles sintiendo el viento helado acariciarle los pómulos con descaro, sosteniendo paso firme y mirando a algunas personas terminar su rutina diaria de ejercicio. Algunos le saludaron, otros simplemente pasaron de ella.
Es que el temor de haberle dicho lo que creía haberle dicho era demasiado como para afrontar verle a la cara una vez que despertara. Tal vez; hubiese sido un sueño, un “me dejé llevar” o una tontería que su mente imaginó. Tal vez.
Sea como sea, lo que más le intimidaba era averiguar si sus sospechas eran ciertas.
Caminó y caminó intentando hacer memoria, preguntándose un millón y una vez “¿Por qué?” Sin darse cuenta arribó a un parque a no más de cuatro cuadras de su residencia. Uno enorme que no veía hace semanas. Alzó la vista y se asombró de que, en su distracción, hubiese llegado tan lejos sin ser atropellada o haberse topado de lleno con algún peatón inocente.
Que más daba, no tenía a donde ir y si seguía caminando terminaría seguramente al otro lado de la ciudad.
Entró en el parque colmado de árboles, con las hojas teñidas de colores rojizos de intensa belleza, ofreciéndole un paisaje absorbente, lleno de color y emociones. Sus grandes ojos café se iluminaron de puro júbilo. Era impresionante ver como toda la ciudad cambiaba de color en tan solo un par de días. A penas ayer, Inuyasha le obsequió rosas en la puerta de su apartamento y…
—“Inuyasha”.
Nuevamente el asolamiento le embargó y sintió ganas de llorar. Ahora la sola mención de su nombre la hacía sentir afligida… arrepentida.
Se dirigió rápido a uno de los bancos del parque antes de caer sollozando de rodillas. Bajo la sombra de un cerezo de hojas rojas y redondeadas.
—“¿Por qué?” —se preguntaba— “por qué ahora es tan difícil. No me puede estar haciende esto, ¡no me puede estar pasando esto!”.
El cabello coqueteaba con el viento y los ojos se esforzaban por no deshacerse en amargura: “¿Por qué siempre es lo mismo? ¿Por qué siempre tienen que afectarme tanto estas cosas?”, se reprochó a si misma mirando hacia arriba para contenerse y no desbaratarse con el siguiente suspiro.
La sola alusión de ése sentimiento, recordaba heridas pasadas que definitivamente no quería revivir. Ella aceptó estar con él, ella quiso ayudarle porque sí… ella nunca previno que esto llegase a hacerla decir (y sentir) cosas que alcanzan a doler, sabiendo que el resultado siempre es lo mismo. Un desastre, para ella.
Volvió la vista al frente y se topó con el luminoso cuadro de una pareja que transitaba feliz cargando al que, ciertamente, era su primer hijo. La muchacha estaba radiante con la vista fija en la criatura que lleva en brazos y el muchacho le miraba a ella y a su retoño con infinita alegría.
Sonrió y el alma se permitió soñar abiertamente.
Soñó que ella podía ser esa muchacha. Soñó que ella podía llegar a ilusionarse con una familia cada vez más numerosa. Soñó que las heridas sanaban sin dolor y que él, ÉL estaba allí con ella, dispuesto a quererla, dispuesto a estar a su lado y decirle que ella era la única en su vida.
Por desgracia los sueños sólo son eso… sueños.
Despertó de su ensoñación y se dio cuenta de que la pareja ya no estaba ahí. Se azoró de inmediato ante todas las libertades que se había tomado y llevó su mano a su boca como si hubiese hecho algo imperdonable.
—No puede ser. Me he enamorado de Inuyasha—dijo en un murmullo quebradizo y lastimero.
Esa vez no pudo contenerse. Lágrimas salinas bañaron sus mejillas y Kagome maldijo la verdad una y otra vez en su cabeza.
Se había enamorado de un hombre que nunca podría ser suyo.

***​

​

Más tarde ese mismo día el almuerzo de Keita Sugase se desarrolló en la recepción del nuevo hotel de moda en toda la gran ciudad. Un esbozo de la prepotencia del primero por decir; “mirad, mirad, tengo dinero”.
Maldecía a Miroku por arrastrarle a un lugar como ese. Compromisos, son compromisos, lo sabe. Pero tenía asuntos mucho más importantes en que pensar como para ponerse a negociar con una partida de buitres y estirados esnobs. Puso los ojos en blanco.
Escuchaba a su camarada, sin prestar mucha atención, contarle sobre cómo la amazona más brillante, hermosa, encantadora y demás cosas maravillosas… había aceptado salir con él. Una chica que conoció en un bar y que le dejó noqueado en el club hace un tiempo, una “mujer de belleza sin igual, sonrisa hipnotizante y atributos que…” mejor no dar detalles por honor al decoro. Era tal la preocupación por el asunto que se apellidaba Higurashi, que la quimera de su amigo se volvía un cero a la izquierda.
—Lo juro, ella será la madre de mis hijos—proclamó con ilusión.
Los ojos azules se pasearon por la figura distraída de Inuyasha y el suspicaz brillo se mostró repentino. No le estaba escuchando.
—Y los marcianos invadieron Escocia en el siglo menos veinte con ayuda de los tres ratones ciegos.
Nada, ni un respingo ni una flageladora mirada de confusión.
Suspiró.
—¡Oh por Kami-sama! ¿esa no es la señorita Kagome quién esta en aquella mesa?
Atención inmediata, vigilancia oportuna. Quitando el hecho de que sólo conocía a la famosa señorita Kagome de palabra y que era poco probable que estuviese invitada a la reunión. El suceso podía ser muuuuy factible.
—Vaya si es que ya encontré otra forma de hacer que me escuches.
Inuyasha lo miró con reproche. Un lugar rodeado de testigos no es la escena más conveniente para un homicidio. Tocó conformarse con lanzar una mirada que exterminaba y calaba hasta los huesos.
— ¡¿Se puede saber por qué demonios hiciste eso?! —vociferó para no llamar la atención.
— ¿Se puede saber por qué me dejas hablarte como un idiota de mis cosas si no me vas a escuchar?
Guardó silenció unos momentos sin perder el contacto visual. Luego se cruzó de brazos desviando la mirada y espetando uno de sus fáciles y exclusivos “¡Fhe!”, como si eso arreglase la situación. Miroku, no estaba molesto, se suponía que en aquella amistad el es el divertido e Inuyasha el gruñón, únicamente le sorprendía que siendo amigos tanto tiempo, aún le ocultara cosas.
—Venga ¿Qué ha sido esta vez? ¿Qué le has hecho a la muchacha?
Inuyasha abrió los ojos y le encaró casi por reflejo.
— ¡Yo no he hecho nada! —afirmó.
El hombre le miró con cara de no creer y él frunció indignado.
— ¡No te estoy mintiendo!
Concluyó por creerle esta vez y seguir indagando en el asunto.
—Y entonces qué pasó —dijo entornando los ojos y le mostró una mueca de asombro—. ¡No puede ser!, es increíble Taisho, ¡la has decepcionado!
Lo dijo alto y es vergonzoso porque algunos se habían volteado para ver. Rápidamente le metió un pisotón bajo la mesa, con toda la fuerza que su pie le permitió. Quería matarlo, ahora sí quería estrangularle.
—¡Vuelve…! —se corrigió, no quería armar un alboroto— Vuelve a decir algo como eso y te arranco la cabeza de una patada.
El pie dolía pero la tentativa homicida era tan tangente que tuvo algo de temor. Él era el único que tenía el derecho de bromear con Inuyasha. También era el único que pagaba las consecuencias.
—Ya, ya, piedad por favor. Ahora sí, muy en serio, ¿puede saber que paso?
La cara de ira desapareció casi tan rápido como vino y otra vez se devolvió al enajenamiento previo. Kagome podía darse por bien servida, estaba consiguiendo que perdiera la cabeza con la sola insinuación de su asomo en cualquier lugar.
—Me ha dicho que me ama—confesó.
No bromas, no chistes, no sarcasmo. Una situación seria, algo incómoda, era lo que vivían por no decir que nunca antes creían que podían llegar a algo parecido.
—Vaya, ¿y qué le has contestado?
—Pues…—fue lo único que alcanzó a decir.
— ¡Serás idiota! ¿Y ya le has llamado?
—No me contesta—respondió con nostalgia.
Un consejo era lo más apropiado pero, ¿Qué le va decir si de cualquier forma la chica sale perdiendo?
— ¿Qué has pensado hacer? —preguntó sin muchas ganas.
Él le volvió a mirar con el gesto grave, medio agobiado y con las manos cruzadas sobre el mantel blanco que cubría la mesa.
—Lo mejor —acotó— terminar esta situación de una vez por todas.

Continuará…

N/a: Hola a todas, muchas gracias por su comentario. Uhmmm no tengo mucho tiempo, sólo le decía que lo último se puede dar a muchas interpretaciones, pero, NO SE APRESUREN, todo a su tiempo. Sé que tal vez soy algo mala al cortarlo a esta altura pero… bueno cada vez tengo la necesidad de escribir más y estoy inspirada. ¡Yupi! Ahora se viene lo bueno.

Las quiere, Marinen Bell.

 

Re: Caprichosa Venganza

Holaaa !!
q bueno te quedo este capiii ......estoy deseando ver el siguiente capiiii !!!

estaaaa fantassssticooooo

jejejejejeje Animooo continualooo!!!

 

Re: Caprichosa Venganza

TE HA IDO QUEDANDO MUY BN EL FIC Y ME HA GUSTADO MUCHO LA CONTI ESPERO QUE SIGAS ASI Y HECHANDOLE GANAS PERO Q YA NO NOS HAGAS ESPERAR TANTO X FAVOR :llorar: Y TMB TE AGRADEZCO X HABERME ENVIADO EL LEMON DE VDD GRACIAS Y CUENTAS CON TODO MI APOYO

 

Re: Caprichosa Venganza

Oye Me Gustaria Saber Si Aun Vas A Seguir Este Fic Xq A Mi Me Encantaba Y Aun Tngo La Esperanza De Q Lo Continues Xfa Hazlo Stoy Segura Q Muchos Mas Tmb Esperan Conti Xfaas Siguelo Sta Genial Tu Fic

 

Re: Caprichosa Venganza

oie te quedo super tu fic espero la conti pronto
oie me puedes mandar la conti con lemon o ponerla aqui por fa si no puedes ponerla mi correo es hungryheart_dearboys@hotmail.com grax no demores chao