Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por ElSchumi DelaAcera, 17 Octubre 2006.

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    ElSchumi DelaAcera

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    Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)
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    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    Señores, ya está listo. Aquí va:

    Planeta Tierra
    Hace once años

    ¿Alguna vez has intentado revelar un secreto a la persona que más quieres, pero no tienes el valor para decírselo? Edward pasa por la misma situación. La confianza entre ambos no está reforzada al máximo, pero dentro de su corazón siente que debe decírselo, ya que se encuentra con alguien de confianza; por otra parte, su mente le produce un miedo. Su miedo es sobre la reacción con la que Nemesio tomaría el secreto. Apenas lo conoce ¿Pero cómo estar seguro de que ellos se conocían antes?
    Nemesio: Vamos, que se nos va a acabar el recreo.
    Edward(Nervioso): Bueno, yo…
    Nemesio(Un poco desesperado): No pierdas el tiempo, dilo ya.
    Edward(Toma un gran respiro y suspira para evitar las presiones): De acuerdo(Cierra los ojos)… Somos… hermanos(Los abre).
    El hijo de la Madre Superiora mira con certeza a su amigo y pensando por un rato una vez que ha sido confesado el secreto.
    Nemesio(Ríe cuan si fuera una broma): Vamos, ¿No estarás bromeando?
    Edward: No es broma. Realmente somos hermanos.
    Nemesio: ¿Qué tonterías estás diciendo? ¿Para eso estuviste perdiendo el tiempo? ¿Para una tonta actuación de telenovela?
    Edward: No estoy actuando. ¿Entonces por qué me ayudaste?
    Nemesio: ¡No sé! ¡Sólo lo hice!
    Edward: ¡¡¿No tuviste una razón?!!
    Nemesio: Sólo lo hice y ya. ¿Algún problema?
    Un día es suficiente para que el lazo de estas dos almas sufra una fisura. Edward, después de comprender lo sucedido, mira con temor y desconfianza a aquel amigo que en realidad ya no puede comprender.
    Edward(Con voz de frustración): Todo es una mentira ¿Cierto?
    Nemesio: Ya deja de actuar ¿Quieres?
    Edward: No estoy actuando, te digo.
    Nemesio: Como sea, vámonos(Toma a Edward del brazo).
    Edward: ¡No me toques!
    Nemesio: Sí, sí, como quieras(Voltea alejándose de él), pero sé que si quieres decirme la verdad puedes hace sin tanto(voltea para verlo una vez más)…
    Juraría él que u mejor amigo le estaba jugando una broma, pero cuando volteó, Edward ya no estaba. “Tal vez sea parte de la trama” piensa el obstinado chico. Aunque pronto sabrá que Edward estaba diciendo la verdad.

    Ya es de noche…
    Nemesio(Devorando con un hambre voraz): No va a creer lo que hizo. Después de chorearme con eso de que somos hermanos, me hizo su teatrito y luego se esfumó, jeje.
    La Madre Superiora puso atención sobre la historia de Nemesio y azota la cuchara contra la mesa. Es el momento de que Nemesio sepa la verdad, salvo que éste observa a la monja sin tomar en cuenta la rigidez de su rostro.
    M.S.: Ese chico no está mintiendo.
    Tras escuchar a la superiora, él suelta una carcajada.
    Nemesio: No me diga que le está siguiendo la corriente.
    M.S: No le estoy siguiendo la corriente a nadie. Él te contó la verda(Se levanta para caminar un rato). Ven conmigo.
    Nemesio(Sarcástico): Sí, sí, sí, claro, después de la cena(La religiosa se molesta ante la nefasta actitud del chico y lo arrastra con un tremendo jalón de orejas).
    Nemesio: ¡AY, AY, AY, AY, AY, AY, AY! ¡ESTA BIEN! ¡SI VOY, SI VOY, SI VOY!

    Todo se ha quedado en perpetuo silencio salvo el cantar de los grillos en abril.
    En la antigua iglesia del orfanato, las puertas se vuelven a abrir desde hace mucho tiempo que no lo hacían. A nadie le estaba permitido entrar durante los siete años que transcurrieron desde el día aquellos dos jóvenes fueron enviados a la tierra por mandato divino. A medida de que recorría el pasillo, el precoz muchachito observa con asombro el paseo de santos, ángeles y querubines repletos de polvo y telarañas. Y en el altar yace despojos de un arribo celestial. Ni siquiera Nemesio ha entrado por su propia cuenta tras burlar la seguridad, por lo que el jovencito jamás imagina lo sucedido con su llegada.
    Nemesio: ¿Oiga, qué es este lugar? ¿Por qué estaba cerrado?
    M.S(Mirando directamente con suavidad a los ojos de su hijo).: Desde un principio él nunca te mintió sobre la llegada de ambos.
    Nemesio: Un segundo, ¿Está diciendo que ese cráter representa la pista de aterrizaje forzoso y que caímos él y yo como si la cigüeña estuviera descuidada?
    M.S.: ¿Crees que te mentiría?
    Nemesio: Eeeh… No(Se acerca a los escombros). ¿Pero seguramente voy a creer todo…?
    No sabía lo que realmente estaba pasando: Al agacharse y tomar uno de los fragmentos del altar destrozado, algo pasa por su alrededor. Mira hacia la Madre Superiora, pero no está ahí.
    Nemesio: Seguro hizo lo mismo que Edward para tragarme el cuento(Voltea hacia el altar, pero ya no había ningún despojo frente a él). ¡Ah, chirrión! ¿Qué pasó aquí(Voltea otra vez hacia atrás)? ¿No estaba en mal estado este lugar cuando llegué?
    Las dudas se hacen grandes cuando en ese instante percibe un fuerte sonido. Un sonido que adquiere más fuerza conforme su fuente se acerca. Es un meteorito que se acerca a toda velocidad y choca con el altar. El precoz chico no tiene tiempo para escapar al impacto y es lanzado debido a la explosión. Por un momento creyó haber estado inconciente, pero pudo levantarse para indagar el misterioso cuerpo celeste. Una extraña nube de humo rodea la casa del Señor el cual cruza Nemesio. Y al llegar ahí y al disiparse el humo, es increíble su hallazgo: Dos recién nacidos se encuentran en medio del destrozado altar. Uno de ellos era un pequeñín castaño; el otro era con una cabellera color avellana.
    No lo puede creer: Todo este tiempo Edward le ha estado diciendo la verdad. Una verdad que para Nemesio fue fácil de ignorar, y que al final pudo comprender a través de sus lágrimas.
    Mientras se reprime por lo cruel que se comportó con Edward, las puertas de aquel recinto se abren por las monjas que residen en el orfanato. Incluyendo respectivamente a la Hermana Valeria y la Madre Superiora. Tratando de contener su llanto, el desperado jovencito de siete años avisa a gritos sobre la llegada de ambas criaturas. Es imposible, los gritos de ayuda por más fuertes que sean no son captados por los oídos de las religiosas. Tal vez el contacto cercano sería efectivo para narrarles lo sucedido, pero en cuanto él y las monjas se acercan uno al otro, al llegar, el chiquillo se queda pasmado, ya que al acercarse las religiosas hacia él, ella atraviesan su cuerpo, lo cual lo llenó de miedo. Nadie lo escucha ni observa, simplemente él presencia los hechos de una forma como nunca antes había visto las cosas. Trató de contener sus lagrimas mientras cae arrodillado con la cabeza con la vista al suelo, observando cómo sus lágrimas caen formando una lluvia que inunda no solamente su conciencia, sino también su corazón.
    Cerró sus ojos fuertemente para detener su llanto, pero lo único que sucede, es que él regresa a realidad. Todo fue una simple ilusión, pero más que eso, es un reflejo de su pasado. Miró con sus ojos repletos de llanto hacia el destrozado altar, recordando que Edward algo más que otra persona del montón; es un hermano.
    Nemesio(Mirando con sus ojos de llanto a la Madre Superiora): Vamos a casa.

    En el corazón de Nemesio, un silencio se produjo desde que él y su “madre” dejaron la iglesia abandonada. Él piensa en cómo se siente Edward ahora por no haberle hecho caso. Todo estaba tranquilo hasta que…
    M.S.: Hermana Valeria ¡Qué sorpresa encontrarla a esta hora!
    Valeria(Con voz triste y preocupada): No es ninguna sorpresa.
    M.S.: ¿Qué sucede?
    Valeria: Edward Wolfgang…
    Nemesio(Preocupado): ¿Hay algo respecto a él de que quiere hablarme?
    Valeria(Una lágrima rueda por su rostro): Edward… No está en su habitación.
    La noticia anunciada estremeció más la conciencia de Nemesio.
    M.S.: No puede ser posible, Edward es un buen muchachito. Dudo que se haya ido; Seguramente está en alguna parte del orfanato.
    Nemesio(Interrumpe preocupado): No lo encontrarán.
    M.S.: ¡Jovencito, no es de buena educción interferir en las conversaciones de los demás!
    Nemesio: Esto también me interesa. Él es mi hermano.
    M.S(Rígida con su carácter frente al muchacho): No importa cuál sea el motivo. No es tu responsabilidad y no tienes derecho para tomar esa decisión.
    Nemesio(Indignado): ¡NO TIENE IDEA DE LO PELIGROSO QUE ES LA CALLE PARA ÉL PARA CUALQUIER NIÑO A ESTAS HORAS(se marcha con la frente en alto)! Iré por él.
    M.S.: NO IRÁS A NINGUNA PARTE.
    Valeria: Madre Superiora, déjelo ir. Conozco también a Nemesio, sé que es muy terco para su edad, pero ahora que sabe la verdad, ha tomado una decisión. Ahora sólo necesitamos rezar por que regrese junto con Edward sanos y salvos.
    El cálido sentimiento con el que la Hermana Valeria expresa el coraje que encontró en el testarudo chico, dejó que la Superiora razonara la situación. Ahora todo depende de un pequeño, para poder salvar la vida de otro.

    A pesar de que la noche de abril es cálida, las calles por donde ronda Edward son frías como su corazon al recibir el desprecio de Nemesio. Se siente cansado físicamente, pero no se ha cansado mentalmente, Últimamente sus pensamiento se concentran en “¿Por qué no tengo amigos?” “¿Por qué todos huyen de mí?” “¿Quién soy?”. Todas esas preguntas sirven para él como una forma de olvidar su vida. Nunca pensó esa noche en acordarse de la Hermana Valeria, ni siquiera de aquel lugar que lo vio nace. ¿Qué precio tiene odiar a los seres que más amas en tu vida aunque sea la anterior?
    Ha pasado una hora desde que se escapó del orfanato. No quiso dar un paso atrás cuando tomó su decisión. Tal vez no comprendió su vida en aquel refugio, pero su nueva vida será más dura que la anterior.
    Al sentir la caída de la primera gota de lluvia sobre su cabellera, mira el sombría cielo que cubre la ciudad entera y corre hacia un almacén que está no muy lejos de donde se encuentra él. Llegando a ese lugar, logra abrir la puerta corrediza para entrar arrastrándose pecho tierra. Al estar adentro, se levanta y cierra la reja. Allí descansará para después continuar su nueva vida, acostado sobre un techo sin estrellas que mirar. Esas estrellas ya no son visibles para él. Ya no es necesario que un cielo cubierto de resplandor consuele su alma, porque su corazón, está roto.
    ***Iniciando sueño***
    Las estrellas dejaron de ser un consuelo para el triste muchacho. Ahora el ambiente que lo rodea está repleto de oscuridad. Edward no se da cuenta de ello hasta que despierta. Está solo, sin nada ni nadie a su alrededor. O al menos eso creía: Una silueta se divisa lejos y delante de él. Edward corre hacia ella y francamente no comprende de quién se trata…
    Nemesio: ¡Edward, perdóname!
    Edward(confundido): ¿Nemesio?
    No es nada del otro mundo que Edward sintiera miedo. Él corre para acercarse a quien ayer consideraba como su único amigo, aunque las tinieblas eran lo único alrededor de ambos. Están cada vez más cerca de llegar, algo les impide reunirse: un muro de fuego que se abre sobre una tierra que se descubra mientras que las tinieblas se esfuman dejando al descubierto un cielo rojo. A medida que la tierra se estremece, las llamas se consumen y se extinguen dando a presentar una bestia que surge de las profundidades del infierno. Los impulsos del corazón de Edward se aceleran cada vez más cuando su mirada se perfila ante la siniestra criatura. No importa cuanto temor había en su corazón, tenía que reestablecer ese lazo de confianza con él.
    Edward(Grita asustado): ¡NEMESIO! ¿SIGUES AHÍ? ¡NEMESIO!
    Sus esfuerzos son en vano. De tanto intentarlo, finalmente cae de rodillas y atemorizado, pero todavía falta lo peor. Sabiendo que es inútil seguir luchando, la bestia se abalanza con sus fauces atacando al atemorizado chico.
    ***Sueño interrumpido***
    Edward(Grita asustado): ¡AHHH!
    Su respirar se hace lento al recordar lo sucedido en el pasaje que le ofreció Morfeo. Tal parece que su sueño lo obliga regresar a aquel refugio donde pasó su vida anterior. Sin embargo, el espanto de aquella pesadilla lo hace escuchar de repente una voz brava.
    ???: ¿Qué fue eso?
    Una sombra se acerca con cautela para sorprender al atemorizado chiquillo. Por fortuna pasa una rata al lado de él y cruza hasta la brecha que forman un montón de cajas y en el que está oculto Edward.
    Mafioso 2(Enfundando su arma): No era nada.
    Mafioso 1: Estamos perdiendo tiempo valioso. Así que iremos directo al grano
    Muestra un pequeño insecto en su mano. Sus dos secuaces quedan intrigados por conocer realmente el plan, mientras que oculto tras el camuflaje metálico, mirando a travçes de una ventanilla formada por las cajas, Edward descubre el plan de los tres rufianes: Mañana en la noche enviarán al insecto(que no es más que un decodificador) para nulificar la seuridad de la Base Xanford: Una base en la cual se encuentran confiscadas armas nucleares. Una vez que tengan poder absoluto sobre la barricada, tendrán control total de la ciudad. Edward espera hasta que los criminales desaparecen de la escena de la reunión y abre la reja para salir y denunciar; sin embargo, a la salida, encuentra a alguien inesperado.
    Nemesio: ¿Dónde estabas? Las monjas se preocuparon por ti busqué por casi media ciudad.
    Edward: Gracias, pero ahora hay problemas. Unos hombres muy malos quieren apoderase de armas nucleares y…
    Nemesio: Oye, oye, oye, si crees que te voy a ayudar si ninguna razón para hacerlo, estás muy equivocado(Suspira). Fui muy necio al no haberte creído. Pero está bien porque es la primera lección que tenemos… Ahora me doy cuenta de que te ayudé por algo sin saberlo antes… porque eres mi hermano. Y pase lo que pase, nunca te abandonaré.
    Todo lo que dijo aquel arrepentido niño fue cierto que hasta lo hizo con la mirada directo a Edward. Esa visión en la iglesia fue lo que despertó el sentimiento de hermanos. Edward descubre no sólo a través de su mirada, sino también de la calidez de su voz con la que expresaba Nemesio su sentimiento de reconciliación. Después de escuchar todo, Edward perdona a su amigo y van de una vez por todas por aquellos truhanes.
    Nemesio: ¡Agárrate fuerte! Que esto se va a poner peligroso.
    Edward: ¿?¿?¿?
    Una inmensa ola se forma por debajo de los dos niños. Edward se asombra por lo que sucede, como si se encontrara todavía en su sueño. Inmediatamente la fuerza del agua se expande y persiguen una Hummer modelo 2059, la misma camioneta en la que los tres gañanes se alejan del almacén. Y hablando de gañanes…
    Mafioso 3(mirando a su compañero): ¿Qué te pasa? No has dicho nada desde que salimos.
    Mafioso 2: Siento que alguien nos ha estado espiando desde que entramos a esa bodega.
    Mafioso 3: Tú y tus presentimientos. No había nada más que puras ratas y cucarachas.
    Mafioso 2: Había alguien ahí. Estoy seguro.
    Mafioso 3: ¡No estás seguro de eso!
    Mafioso:1 ¡¿Quiere dejar de discutir?!
    Mafioso 3: Lo siento, jefe.
    Jefe(Observando mediante el espejo retrovisor): ¿Qué demonios…?
    Es difícil creerlo, pero tenía que pasar: El inmenso Tsunami artificial se abalanza justo detrás de la camioneta. Y en la cresta de la ola, mientras Edward se maravilla cada vez más porque jamás ha sentido la intensidad de una ola sobre las plantas de sus pies. En cuanto a Nemesio, su control sobre el torrente acuático es eximio, es una sinfonía en el que predomina el elemento vital. Quién diría que estos dos niños empezarían a conocerse de una manera extraña, y que al fin terminarían compartiendo una aventura como hermanos.
    Nemesio: A las tres te sueltas y saltamos ¿O.k?
    Edward: Claro.
    Mafioso 3(Desperado): ¡Más rápido, Jefe! ¡Más rápido!
    Jefe(Conservando la calma): No te quejes y haz algo, pronto.
    Acatando la orden, el tercer ganster saca un rifle de doble impacto y dispara contra los niños.
    Edward: ¡Cuidado!
    Nemesio protege a él y a su compañero cubriendo las balas con una especie de prisión de agua.
    Nemesio: ¡A las tres(sigue deteniendo las balas)! ¡Tres!
    Ambos niños saltan dejando que la ola cruze y arrasara con el vehículo, volcándolo, dando 2 giros y cuarto con su conductor y sus dos pasajeros adentro.
    Con una actitud temeraria, Nemesio se acerca a los truhanes. Edward lo acompaña sin temor alguno, ya que su hermano custodia la seguridad de ambos.
    Nemesio(desafiando a los gandayas): Más les valga que no se metan conmigo y/o con mi hermano. O habrá problemas.
    Los tres ingratos obedecen a la exigencia del muchachito, no sin antes que Nemesio se deshiciera de sus armas y del decodificador con su control del agua. Después él y su hermano desaparecen.

    Pasaron casi toda la noche caminando sin poder dormir. Es una dicha para Edward saber que Nemesio lo reconoció por fin como su hermano. Pero fue más dichoso perdonarlo, ya que después de la experiencia que acaban de tener, se da cuenta de que son lo que uno no esperaba del otro.
    Edward: Oye.
    Nemesio(más calmado): ¿Qué ondón?
    Edward: ¿Te puedo preguntar algo?
    Nemesio: Venga de ahi la pregunta
    Edward: ¿Cómo obtuviste esos poderes?
    Nemesio: ¿Cuáles?
    Edward: controlaste el agua ¿cómo lo haces?
    Nemesio: Quise ocultarlo delante de los demás y llevo controlando mi poder desde hace nueve meses. Y eso que la Madre Superiora piensa que es un don.
    Edward: ¿Un don(se queda mirando cómo avanza su compañero)?
    Nemesio: ¿No vas a venir? Falta poco.
    Edward(despierta de su duda): Voy(sigue a su hermano).
    Finalmente los dos llegan sanos y salvos al orfanato, Edward toca la puerta y nadie responde. Todos en aquel lugar descansan para recobrar energías.
    Nemesio: Va a ser inútil. Afortunadamente estoy preparado(retira una tablita recostada en la pared).
    Edward: ¿Cómo sabías que hay una entrada secreta?
    Nemesio: Jeje, yo mismo la hice. Andando.
    Los dos hermanos se agachan y cruzan arrastrándose la entrada que Nemesio hizo con una de sus travesuras. Luego llegan a casa de Nemesio en donde la Superiora se encuentra profundamente en los brazos de Morfeo(o sea ese que esta dormida, para que entiendan). Y al llegar a la habitación del travieso muchacho, ambos se quedaron dormidos como si fueran los mismos recién nacidos, que habían llegado a la tierra hace siete años.
    CONTINUARA…
     
  2.  
    Ein

    Ein Guest

    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    mola monton la conti, por cierto... aprovexo para decir que ya e welto al foro xD despues d mi larga ausencia
     
  3.  
    -ED-

    -ED- Guest

    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    ME encanto a conti me encanta como redactas *.* y como pusiste lso personajes
     
  4.  
    ElSchumi DelaAcera

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    Tauro
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    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    Tardé mucho para continuar, pero al menos sigo trabajando:

    PLANETA TIERRA
    ÈPOCA ACTUAL
    Son bellos los recuerdos que tiene Edward sobre su infancia. Han sido para él una dicha aquellos días en los que se encontraba solitario para que después todo cambiase en un abrir y cerrar de ojos con la amistad de Nemesio. Esos recuerdos son el tesoro preciado por aquel joven que ahora tiene dieciocho años, y que al volver a vivirlos, siente regresar a tener siete.
    Verónica: Disculpa. Tu sopa se está enfriando.ffice:office" />Edward(Despierta de su rincón nostálgico): Lo siento ¿Dijiste algo?
    Verónica: Tu sopa se está enfriando.http://foro.cemzoo.com/ />[/FONT][/SIZE]
    <FONT face=<font size=" />
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: Gracias(Prueba el platillo).
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Un sujeto muy peculiar acaba de entrar al refugio. Observa de un lado a otro buscando con la mirada a una persona en específico. Por alguna razón sabe que se encontraría con dicha persona en este mismo lugar. Finalmente la localiza, se acerca directamente detrás de aquella persona y lo saluda sin acercarse delante de él.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>???: Ausente de mí y no has cambiado nada.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward(Deja de sorber su sopa y observa a la persona que se encuentra detrás de él): ¡¿Nemesio?º
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Némesis(Iracundo con expresión anime furioso): ¡¡¡YA TE DIJE QUE NO ME LLAMARAS CON ESE NOMBRE!!!
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>La gente alrededor mira al obstinado joven con curiosidad por su comportamiento. Él por su parte se disculpa con tal de que lo dejaran en paz con esas miradas.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica(Extrañada): ¿Quién es ese payaso?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward(Sonríe): Él es mi hermano.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Némesis(Se siente junto a su hermano): Oye, preséntame a tu novia.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica(un poco molesta): ¡Yo no soy novia de nadie, patán!
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Némesis(Sarcástico): ¡¡¡Aaaah!!! Con que muy brava ¿No?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica: Disculpa ¿Eso fue sarcasmo?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: ¡Basta, los dos! Por lo que veo, su relación comienza con el pié izquierdo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: Está bien. Sólo quería saber qué hacía contigo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: Es una nueva amiga y se llama Verónica.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio(Mirando a Verónica): ¿Y qué haciendo tan sola?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica: Voy a ver a un amigo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio(Mirando con curiosidad todo el lugar): Pues es raro que alguien quiera verse con una persona en estos parajes.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: De hecho, ella habla de un amigo que está hospitalizado.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio(Piensa distraído por un segundo): Eeh… ¿Nos disculpas un momento?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica: Como quieras.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Los hermanos salen. Las nubes están alejando poco a poco, pero las diferencias entre ellos están a la orden del día.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: Si crees que voy a acompañarte, no cuentes conmigo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward(conforme): De acuerdo(Trata de entrar pero es detenido por su hermano).
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: Aguarda ¿Sólo eso puedes decirme eso?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: Sabes que nunca me opondré en tu camino. Te dejé hacer lo que quieras y volviste por tu cuenta. Y si quieres irte otra vez, a mi no me importa en lo más mínimo(Suspira mientras su voz baja hasta ser suave). Lo único que me interesa es que seas feliz dependiendo de tus decisiones(Voltea y sonríe). Hasta pronto(Entra).
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Y así es como comprende Nemesio a su hermano. No importa qué tan grave sea la discusión, Edward dejará a su hermano tomar la decisión que sea satisfactoria para este. Es una forma para agradecer a Dios y al cielo por conocer a su hermano antes de que ambos supieran su paradero, y sobre todo, el origen de su sangre. Para el obstinado chico de ahora dieciochos años, esa forma en la que es tratado por su camarada lo obliga a mirar a aquel niño que había conocido hace once años, ese pequeñín con una tierna mirada que expresa esperanza en la vida y en la amistad. Y cuando continúa internándose en lo más profundo de su nostalgia, dibuja en su rostro una leve y cálida sonrísa. Con aquel gesto de confianza nota cómo la puerta se abre y cómo sale su compañero en la vida acompañada de la chica.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio(Sonríe): Tardaste un poco, hermanito.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: Nemesio. No esperaba…
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: ¿Qué te acompañara?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Edward: ¿Entonces?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: ¿Qué estamos esperando? Si es que tu amiga no tiene ningún reparo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Verónica: ¿Qué?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nemesio: Si quieres ver a tu amigo, adelante. A menos que me consideres un estorbo.

    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Cada pisada por los suaves charcos es un paso en el cual Aiko trata de comprender a Hiro. Él prometió llevarla a su hogar como muestra de amistad. Todavía el sentimiento de ella ante el ambiente que lo rodea está lleno de confusión. Incluso al estar con él, la hace sentir insegura.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Aiko(pensando): ¿Por qué me siente igual cuando estoy de Hiro que cuando no estoy con nadie?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Hiro: Aiko, Aiko.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ella no responde. La dulce voz de Hiro no penetra en los oídos de la joven korn, en su lugar, hay una niebla que cubre su mente y su alma. Él opta por abrazarla para que no sintiera ese rechazo por el mundo. El cariño que demuestra hacia ella es tan diáfano como su propio corazón. Cuando ella está resguardada tras los brazos de él, rodeada de su sincero afecto, despierta de su trance y refleja su rostro en los ojos de él.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Hiro: Ya estamos en tu casa.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Aiko: Gracias.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Hiro: Sé que tienes mucho por ocultar. Y lo haces para no lastimarte, sé que te cuesta expresar lo que sientes por ese temor. Pero creo en ti. Tal vez puedas vivir con este remordimiento tan grande que te carcome, pero no pierdo la esperanza. Algún día sé que demostrarás tus sentimientos pase lo que pase sin temor a lastimarte. Seguramente estaré ahí(fin del abrazo). Hasta mañana.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Él se despide cordialmente de su estudiante y se retira con su chaqueta al hombro. Ella observa cómo su profesor camina cuan si vagara dentro de los sueños de ella. Esa muestra de afecto por parte de su profesor de preparatoria. ¿Pero serán realidad las esperanzas de Hiro?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Después de que él despareció en su trayecto, ella entra. No era muy acogedor el interior de vez en cuando ella se disponía ayudar en el aseo del hogar. Sin embargo eso no le importó a su padre quien yace dormido en el sofá, con una botella de sake en la mano, su nombre: Kenzo Bacuryu, único padre de Aiko. La historia de este trotamundo no siempre fue miserable; De hecho, su vida fue catastrófica cuando fue un hombre influyente en el comercio. En ese entonces fue Vicepresidente de las Industrias Mecánicas Katsuragi, llegar ahí no fue fácil. Tuvo que escalar posiciones a base de triquiñuelas, halafos y trabajo duro. Su modelo de inspiración para alcanzar su objetivo fue “La Muerte de Ivan Illich” de Tolstoi, fue así como logró lo que quería: lujo, confort, la “buena” vida. Hasta que un día todo se tornó en tonos oscuros para el Exvicepresidente: una crisis económica ocurrió entre los años dos mil cincuenta y siete y dos mil sesenta y dos, por lo que varias empresas, incluyendo Katsuragi, cayeron en la quiebra. Todos los privilegios de los cuales gozaba Bacuryu fueron devastados tras la drástica situación empresarial. La consecuencia de esto, una brutal caída hacia el alcoholismo. Corría el año dos mil cincuenta y nueve, mientras deambulaba por el Río Matsumiya olvidando todo el confort que poseía con orgullo y soberbia, algo choca en trato la espesa y transparente tela con la que divide dos lados de la ciudad.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>El ebrio ex–empresario no pudo distinguir el objeto que cayó al río, por lo que a pesar de su precaria condición en la que se encontraba debido a la bebida entra nadando para indagar lo que cayó ahí. Al principio creyó que era un bulto con comida; no obstante, al varar descubrió que si era un bulto, más no estaba cargado de comida, en su lugar, había una niña de tres meses de nacida con cabellos dorados como los destellos del sol. La caída fue lo que le provocó a aquella chiquilla una severa neumonía. Bacuryu pensó que si la llevaría a urgencias, lo discriminarían por su marginada condición ¿Pero de qué servía dejar moribunda a una pequeñita que aun no conoce el mundo? Finalmente tomó su decisión: corrió hasta llegar a un hospital, humillado desde que su vida social comenzó a decaer en la crisis económica. Pero al mostrar a la niña con la neumonía que ella tenía después de caer al río, los doctores tomaron en cuenta el caso y puso cartas en el asunto para salvar su joven vida.
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Pasaron varios días sin saber del estado de salud de la niña, a Kenzo no le preocupó si estaba mejor o peor. Hasta que llegó la noticia: La niña se ha recuperado sana y salva.
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Como el paradero de los padres de la cría es desconocido, aquel inmundo ser toma la opción de adoptarla, el nombre simple y adecuado para esa pobre criatura es Aiko.
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Desde ese entonces aunque ella tiene un hogar y una familia, aún no ha recibido una gota de amor hasta en aquella ocasión en la que Hiro le dirigió la palabra, pero ella no sabe si quiere rechazarla, o en caso contrario, aceptarla.
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">*Flashback*
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Hiro:… Sé que te cuesta expresar lo que siente por eso temor, pero creo en ti…
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">*Fin del Flashback*
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Recostada en la puerta de su habitación, la introvertida joven de dieciséis años repasa tanto sus lecciones del colegio como las de la vida, y con el recuerdo de Hiro por su mente, más le hace cuestionarse “¿Por qué siempre me siento rara día tras día?” No es rareza. Lo que hay dentro de ella, como dijera Hiro, es temor a dañarse a sí misma.

    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Pasan con más frecuencia los momentos en los que una pequeña niña convive con sus padres alrededor de un gélido lago, a 350º C bajo cero, en medio de un congelado paisaje. Ver cómo la nieve cae desde lo más alto del cielo es un momento de satisfacción familiar, pero con una profunda tristeza, son recuerdos que nunca volverán, todos esos momentos pertenecen a un baúl de recuerdos cremado. Son recuerdos en los que la vida de Ginebra, no volverán a sentirse. Ella mira el resplandeciente sol apareciendo detrás de las nubes Sus tristes ojos pueden sentir como los rayos del son cálidas miradas y sus frágiles oídos escuchan las leves ráfagas de viento cuan si fuesen elocuentes palabras de consuelo, un consuelo para su soledad, sin un padre, una madre, un amigo o una amiga. La única compañera en su vida ha sido una dama con una voz nostálgica y un paso que es tan suave y ligero como la nieve en invierno. Esa misteriosa mujer es Winever, la verdadera identidad de Ginebra.
    <FONT size=3><FONT face="Times New Roman">Una vez que baja su cabeza con una profunda melancolía, continúa su tratito infinito, esperando a que la muerte encarne en el ser más inesperado. Camina sin rumbo por los mercados más agitados de la ciudad, ignorando el estruendo de los pregones de los mercaderes, viendo cómo aquella costumbre humana le recuerda los días en que ella iba por las compras para la comida acompañada de su madre. Todo es nostalgia para la joven friceriana hasta que…
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Comerciante: ¡¡¡Estás loco, niño? ¿Còmo vas a pagar esa cantidad?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Solo quiero cincuenta kilos de chocolate. ¿Es mucho pedir? No sea gacho(toma la situación con calma).
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>La multitud se asoma con sumo interés a la trifulca en la que Noland no derrama una gota de furia. El carácter que siempre ha disimulado ante la civilización humana es diferente a aquella ocasión en la que enfrentó a lado de Mina a los demonios. En aquella muchedumbre que observa la discusión se encuentra la sensible friceriana, jamás había visto una discusión antes de perder a sus padres: Es la primera vez.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Por fa, no sea desconsiderado, deme cincuenta kilos de chocolate.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Comerciante: Ni loco te daré esa cantidad. Además no puedes cargar eso.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Ahí tengo la moto. No habrá problema para llevármelo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Comerciante: Con todo lo que vas a llevar será difícil de transportarlo… No, para nada dejaré que un cliente se lastime por una carga pesada.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Me da igual. No sea gacho.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Comerciante(un poco molesto): No quiero empezar una rencilla. Así que vete a molestar a otro lado.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Déjelo hablar, a ver qué dice.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ginebra: Bueno ¿Qué tal si le compra veinticinco kilos ahora y los otros veinticinco los compra después?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Comerciante(Analizando el plan de la joven): No está nada mal. ¿Tú qué opinas, chico?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland(sin queja alguna): Hmm… algo es algo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Problema solucionado, Noland compra los veinticinco kilos que había sugerido la chica. Ella se retira de aquel mercado sin dejar de pensar en los bellos recuerdo que vivió anteriormente, últimamente el más hermoso fue actualmente, cuando conoció a Axel. Se juraron amor aunque su destino sea enfrentarse uno al otro. Entre ambos el amor es más grande que una rivalidad, la única alegría de ella sería que a pesar de los obstáculos, ella y su amor prohibido se vieran un última vez, en una batalla, ya que en la guerra y en el amor, todo se vale.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Inmediatamente despierta de su nostalgia cuando escucha una bocina detrás de ella. Ella observa lo que hay en su retaguardia y es el mismo chico quien ayudó en su trivial dilema.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland(Se detiene a un lado de ella: ¿Te llevo?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>La chica no comenta nada y simplemente se sube. Él no se molestó porque ella actuó sin decir algo y da marcha a su camino.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>En el bullicioso y agitado camino, mientras el horizonte cambia conforme a su dirección, él inicia una amena conversación para simplemente romper el hielo.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: ¿Sabes? Gracias por lo del mercado.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ginebra: No fue nada, solamente fue sentido común.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland(Sonríe): ¡Lo sé!
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ginebra: ¿Qué?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Descuida. Quise poner a prueba a alguien, sólo para saber si hay alguien de buen corazón. Y finalmente lo encontré, jeje.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>La joven friceriana se quedó pensando en las intenciones del chico, pero vio que aqueñ chico no conoce otras emociones que no sean la alegría y la felicidad, algo que ella perdió en el momento más cruel de su vida.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: ¿Y para donde vas?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ginebra: A donde llegue mi vida.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: ¡Vaya! Una chica sin rumbo fijo, salvo que yo…(Siente una presencia humana y da un vistazo al espejo lateral de su motocicleta). ¡Caramba!
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Ginebra: ¿Qué pasa?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: ¡Sujétate fuerte(Acelera)!
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Era de esperarse: Esos sujetos continúan con la persecución. Son 6 camionetas y un helicóptero de guerra. Parecía que el y su tranquila compañera burlarían fácilmente a estas autoridades anónimas. Sin embargo no son veloces en primer lugar, y egunda, el helicóptero es lo más duro de persuadir.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Nolando(Pensando): Tendré que hacer un pequeño sacrificio.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Suelta la carga de chocolate haciendo perder la orientación de una de las camionetas que choca contra la vidriera de una tienda deportiva En ese momento la feroz bestia alada metalizada dispara sus ráfagas ante un chico que no pierde la concentración y una chica que siente temor a algo más que una inagotable cacería. Inmediatamente Noland descarga la potencia turbo mientras Ginebra se aterra por el hecho de que chocarán con un Porsche modelo dos mil setenta y dos. Sin embargo, el audaz joven hace saltar su potro de acero evitando el choque y utilizando el auto como rampa. En el breve periodo en el que ambos jóvenes desafían la gravedad, él lanza una potente granada directamente a la cabina del arma voladora, por lo que su consecuencia lleva a una explosión que lleva justamente a impactar contra el suelo, impidiendo momentáneamente la persecución, por lo que Noland escapa tras aprovechar la ventaje entre él y su camarada.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Soldado(Baja de una de las camionetas, observando el acervo de chatarra consumiéndose en las llamas y llamando a través de un radiotransmisor): Escaparon. Vienen hacia ti.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>???: Afirmativo. El objetivo se aproxima a noventa kilómetros por hora. Altitud: sesenta y tres grado norte; latitud: veinte grados este. No envién refuerzos. Esta misión dependerá de mí. Cambio y fuera.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Alejados de sus captores, Noland sonríe satisfecho al haber eludido a los tipos de negro una vez más, pero por el lado de Ginebra, algo no estará bien dentro de su fuga.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland: Disculpa los ajetreos, si te contara qué es lo que sucede, jamás me creerçias.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Umna vez más la voz de Ginebra es nula ante las preguntas. En estos momentos su boca calla para no lastimarse., para no recordar nada de su presente, ni de su pasado. Lo único que expresa es su cabeza recostada en el hombro de él, queriendo olvidar las penas del pasado cuando…
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Noland(Divisa a alguien en medio del asfalto): ¿Pero qué diantres…?
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>Cada vez es más fácil distinguir la figura en medio del solitario camino. Y al detenerse a veinte pasos de distancia, aquel misterioso transeúnte lleva la misma apariencia, es idéntico a Noland, y además porta un traje negro.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>???: Saludos, Noland, si ese es tu verdadero nombre.
    <FONT face="Times New Roman"><FONT size=3>CONTINUARA…
     
  5.  
    Heaven

    Heaven Entusiasta

    Tauro
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    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    No me había dado cuenta de la anterior conti, pero ya me las leí las dos, me gusto mucho la historia de Edward y Nemesis. Además la relacion de Aiko con Hiro es muy interesante, al fin supe como encontraron a Aiko. Felicidades muy buensa contis, espero las próximas :)
     
  6.  
    DiKa

    DiKa Usuario común

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    Re: Batalla por el control de la tierra(FF colectivo)

    ToT me perdi en las continuaciones, no se ek fue lo ultimo ke lei
    pero weno lei la ultima continuacioon es bastante buena
    bueno espero sigas asi
    byee
     
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