Shaman King Barrera de la amistad

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Lilina, 8 Octubre 2011.

  1.  
    Lilina

    Lilina Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    23 Noviembre 2010
    Mensajes:
    218
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Barrera de la amistad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1035
    —Al fin...—susurró adolorido el peliverde—se acabó. Todo—cayó de frente al suelo con una sonrisa.

    Hao Asakura había renunciado a destruir a la humanidad, aunque aún lo seguía odiando se mantenía conforme con la promesa que le había hecho a Anasoha. Giró sobre sí mismo para ver a sus amigos en las mismas condiciones que él.

    —Amidamaru, me duelen lugares del cuerpo que no sabía que existían—reclamó Asakura Yoh.

    —A mi me duelen los bolsillos.

    —Callate HotoHoto—Len lo miró con odio e hizo un amague de pararse—no estoy de humor, te mataré ahora mismo.

    Sonrió, aún en las más pésimas condiciones sus amigos tenían la alegría y energía como para seguir molestando. Oyó las voces de las niñas, Anna, Pilika y Tamao.

    —¡Yoh levantate! Debes entrenar para el próximo Shaman Fight.

    —Pero Annita, faltan quinientos años.
    —Es cierto señorita Anna—la miró de una forma atemorizante

    —Tú también Horo, levántate—Pilika lagrimeó—me deprime verlos en esa condición.

    Su mirada se deslizó por la hermana del Usui, ya no era la misma niña que conoció a sus trece.

    Sus azules ojos brillaban al caer finas gotas saladas de ellos, y su cuerpo había cambiado respecto a sus cumplidos quince años. Ya no usaba la falda negra, tenía una blusa de tirantes blanca con un corazón lila y una falda de jean gris llevando las mismas botas. Su largo cabello celeste ahora llegaba a duras penas a sus hombros coronado por un sexy y salvaje desmechado.

    En lo que se habían conocido un fuerte lazo de amistad los unió llegando a ser mejores amigos durante los dos años de estadía del inglés en la pensión. Pero poco a poco se dió cuenta que la conexión había cambiado.

    Ella se volteó y abrió grandemente los ojos al ver su aspecto desmejorado. Su traje de niño rico estaba despedazado, solo su pantalón seguía en pie dejando al descubierto su fuerte torzo.

    —Lyserg—susurró y corrió hacia él— ¿estas bien?—se redujo de rodillas hasta su altura.

    —No te preocupes niña—recibió un coscorrón—Oye si tan preocupada estás no me golpees.

    —Callate—se volteó. Que chica más bipolar...

    —Tranquila—se levantó un poco adolorido y la agarró por los hombros.

    —Hao te dió una paliza.

    —Seh, ya lo sé.

    Sus manos se movían por el cuello femenino masajeandolo, de repente y curioso fué más allá abrazando sus hombros. La jaló hacia atrás y ella cayó sobre él horizontalmente. Un gruñido salió de sus labios.

    —Oye—golpeó su hombro—¿por qué lo hiciste?

    —Me dolió.

    —Y pues avisame hombre.

    —Creo que no hace falta.

    Un silencio corto fué interrumpido por un chiste de Chocolove, seguido por un callate colectivo.

    — Hueles a sudor—se miraron y rieron.

    Ella estaba acostada con la cabeza en su hombro. Volteó la mirada y se miraron a los ojos. Lentamente se fueron acercando hasta que...

    —¡Tú, mocoso! ¡Suelta a mi hermana!—se separaron de golpe. Se paró y le tendió la mano a su amigo para ayudarlo a pararse.

    —Vamos.

    Todos se fueron cansados, con su última fuerza Ryuu hizo su posesión y llamó a Bill, quién los llevó de nuevo a la pensión.

    En el lugar se oían risas y comentarios alegres, un ambiente ameno. Más entrada la noche cada uno se fué a dormir exeptuando a la pareja que se quedó jugando un buen partido de ajedrez bajo la luz de la luna.

    —Ví que eres muy fuerte niño—miró desafiante a Lyserg.

    —Niño, ¿Me dices niño a mí? Te recuerdo que tengo diecisiete y tú quince—movió una pieza.

    —Si. Eres un niño—su turno llegó, hizo una buena jugada que la comprometía—actuaste como un niño al haberte ido con Jeanne.

    —No me lo recuerdes, eso fue mi peor...—fué interrumpido por ella.

    —¡Jake!—gritó—soy inteligente Lyserg, las apariencias engañan.

    —Nunca dije que no lo eras, así como yo fuí malo—buscaba la forma de salir de la jugada que lo acorralaba.

    —No eres un niño malo—miró a sus ojos compasiva—entiendo lo que hiciste y sé que aceptas que estuvo mal, pero eres bueno.

    — Lo sé, tan bueno como para ganarte.

    Levantó el tablero desde abajo y lo arrojó lejos.

    —Qué mal perdedor...

    La luz de la luna los bañaba, estaban sentados en el verde pasto al lado del laguito*.

    —Dame la mano—Lyserg obedeció. Entranzaron una batalla de pulgares, y ya cansado él agarró su mano con la otra dandole fin al encuentro.

    En un movimiento bruto la atrajo hacia él dejandola encima suyo. Rodó quedando arriba.

    —Estas cambiada—le susurró—eres mas atractiva—acarició su mejilla.

    —G-gracias— ¡oh por Kami! Agradecía que esté obscuro ya que sus mejillas ardían en un rojo furioso.

    Sus labios se atraían, ya era inevitable evitarlo. Torpemente se besaron, ya que se dedicaban puramente a entrenar y a ser entrenados y no tenían tiempo para eso.

    Con delicadeza acarició su labio inferior con la lengua, Pilika abrió los labios dejando la entrada libre. Recorrieron cada lugar de la boca ajena hasta que se quedaron sin aire. Se lanzó hacia un lado cayendo en el cesped y escondió la cabeza en el hombro de su chica.

    —Niño bueno, bueno. Así estas—rieron al unísono.

    Estaban juntos, rompieron la ancha barrera de la amistad.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
Cargando...
Similar Threads - Barrera amistad
  1. Alexa Hime
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    736
  2. montsehinata
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    2,372
  3. Anneliese
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    1,479

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso