One-shot de Inuyasha - Amo a ese desconocido (InuxKag)

Amo a ese desconocido (InuxKag)

Hola!!! Éste es mi primer One-shot (¿Te gusta andar de estrenos no?) Sí. La idea se me ocurrió gracias a un suceso que me pasó en el trayecto a la secundaria, es algo corto (Entonces ¿Por qué no es drebble?) Porque es más grande que eso ¿No hay nada que decir? (¡Yo, yo, yo!) ¿No? Bueno ¡Aquí se los dejo!

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Ya era la hora en que el autobús se detuviera en esa parada. Y sí, ahí estaba él: sus ojos ámbar, su cabello plateado y su carácter serio. No había duda, era él.
Subió y luego se sentó al lado mío, y yo, como siempre, solamente me quedé callada.

Desde hace tiempo se comenzó a situar en mi asiento del bus, sin saber quién era y por qué. Lo único que sabía, al ver su uniforme, era que pertenecía a la academia Hagaren. Todos los días que iba a la escuela eran iguales.

Recordaba muy bien la primera ves que sucedió eso, pero ya de ello pasaron más de tres meses. Aún así, nada cambiaba: el mismo lugar, la misma conducta entre los dos y yo, como tonta, me daba esperanzas.

—Quizá se sienta conmigo porque le gusta la vista que se puede observar— pensaba tratando de explicar lo que pasaba —O porque se siente cómodo aquí. No sé ¡Quiero saberlo ya o me volveré loca!

Pero un día ya no fue lo mismo. Cuando subí al tan conocido vehiculo, me encontré con la sorpresa de que mi lugar de costumbre había sido ocupado por una chica de cabello azabache, largo y muy lizo, una piel extremadamente clara, casi pálida, y, al parecer, estudiaba en el mismo grado y la misma prepa que MI desconocido. Sin otra mejor opción tuve que sentarme en un lugar más atrás.

El tiempo pasó y él se sentó con aquella anterior chica, mientras, mis sospechas de que solamente le gustaba ahí se hacían cada ves más grandes. Me sentía mal: quería llorar, quería gritarme que era una idiota al darme alas y volar tan alto pues, debido a la distancia, la caída se había hecho más fuerte.

Sentía como si a mi corazón lo hubieran tomado y hecho trocitos. Lo extraño de estos sentimientos era que nunca los había sentido, hasta ahora. El gran dolor en el pecho aumentó cuando noté que ellos se conocían.

—Hola— lo saludó la muchacha.

—Bueno días Kikyo— “Kikyo”, comenzaba a despreciar ese nombre, comenzaba a sentir ¿celos?

Estaba tan atenta viéndolos juntos que no me di cuenta de que un muchacho estaba a mi lado izquierdo y que, además, era el que siempre lo acompañaba. También, hacia tiempo que se integró a la charla.

—Eres muy extraño Miroku— mencionó kikyo a ese joven de lindos ojos azules mientras se levantaba.

—¿Te vas a bajar ya aquí?— le preguntó Miroku. Después oí como decía que su grupo iba a ir al museo o algo así.

Ya se había ido pero eso ya no me importaba, lo único que quería era que todo fuera igual, como antes de haberlo conocido.

—Te dejo amigo mío, voy al lado de mi Sanguito— le pronunció Miroku al oji-dorado, mirando raro a una chica de largos cabellos castaños y ésta se enojó al escuchar lo que dijo. Antes de que se fuera vi como le decía algo al oído que hizo que se le pintara un sonrojo y le dijera: “Estás loco Miroku ¿Cómo se te ocurre?”

Los minutos que pasaron se convirtieron en eternidades y la gran herida lastimera aún me atacaba pero ¿por qué? Una respuesta llegó a mí, lo había pensado algún tiempo anterior y no le había tomado tanto caso, ahora me daba cuenta de ello: ¿Estaba enamorada? Sí, eso era ¡Amo a ese desconocido! Estaba enamorada de alguien sin nombre y si lo tenía, no merecía el saberlo. Y eso me lo mostraba el que ya estaba con otra y sino, solamente no le interesaba.

Mi mirada estaba en los suelos, como si algo interesante pasara, al igual que mis ánimos. Unos instantes capté que alguien comenzaba a sentarse lentamente a mi lado ¿No se dan cuenta que ya tuve suficiente? Al levantar la mirada noté que me había equivocado ¡Era él! ¿Qué pensaba hacer?

—Hola— mencionó silenciosamente y continuó de la misma forma —No te vi y creí que no habías venido hoy.

—…— me mantenía sin habla, estaba sorprendida, pero no, no arruinaría este momento con más silencios. —Mmm… etto… pues no, aquí estoy je jeje— estaba muy nerviosa.

—Por cierto, mi nombre es Inuyasha y sino me reconoces, soy el que siempre se sentaba contigo, junto a ti, bueno, ya sabes— ¿era mi imaginación o el también se moría del nerviosismo?

—¡Sí! Sí te reconozco, sé quién eres ¡no! Digo, solamente de rostro— noté como decía las cosas muy rápidamente así que callé y luego dije —Soy Kagome y estoy en tercero de secundaria.

—¡Que mal! Yo estoy en segundo de preparatoria, el lado positivo de esto es que pronto se acabará el ciclo y estarás ahí, eso creo— Entonces, volteé a verlo y vi como un color carmesí se asomaba en sus mejillas y, al parecer, también en las mías. —Perdón, creo que voy muy rápido.

—No importa, podemos retroceder. Hola, soy Kagome y es un gusto conocerte Inuyasha— le sonreí y ambos no estrechamos las manos.

—El gusto es mío…

***

Y por fin llegamos a esta día. Las cosas han cambiado mucho: tengo nuevos amigos (Miroku, Sango y, aunque suene algo raro, Kikyo) y espero con ansias mi integración a la preparatoria para estar cerca de mi amado desconocido, digo, de mi novio. Así como lo oyen. Descubrí que yo también le gustaba y que lo que le dijo mi alocado nuevo amigo fue que se atreviera a hablarme.

—Nunca creí decir esto, pero ¡Gracias Miroku!— me dijo Inuyasha mientras estábamos en nuestro lugar de siempre.

—Sí, yo también— estaba tan feliz estando entre sus brazos.

—Además, que bueno que le hice caso porque, sino, nunca hubiera escuchado esa linda vos. Aunque la dueña de esa vos es algo regañona y enojona.

—¡Oye! No soy la única señor orgulloso que siempre…— no me dejó terminar porque me interrumpió con un dulce y calido beso.

Nada podría ser mejor, miento sí, porque aquí entre nos les diré que no dejaremos que nuestros amigos queden solos ni solteros ¡Prepárense Sango y Miroku, siguen ustedes!

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(Espera un momento anime angels! ¿Tienes un novio y no me dijiste?) ¡No! ¿Acaso no oíste que dije que solamente me INSPIRÉ en eso más no dejé a entender que era lo mismo?
Eso es todo ¡Comenten! (¡Matte, matte yo!) ¿Qué pasa? Luego dices que tardo mucho Chijoku (¿Qué te parece una apuesta?) Te escucho…