Amnesia

Tema en 'CLAMP' iniciado por mimi_chan21, 26 Abril 2007.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    mimi_chan21

    mimi_chan21 Guest

    Título:
    Amnesia
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    8756
    Re: Amnesia

    Todos vosotros quereis matarme y lo meresco lamento un monton la tardanza, pero mi mundo real me reclama a veces mas de lo que yo quisiera, pero aqui vengo de nuevo, espero y les guste este capitulo.

    antes que nada gracias a Compudescams, Pami, Marioly, Angie-chan y Ying Fa por sus mensajes.

    Mimi chan.

    __________________

    Todos los personajes de la serie Tsubasa Reservoir Chronicle son propiedad del grupo CLAMP hago esto sin fin de lucro, por ello no cometo ningún delito, aclarado esto aquí vamos.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Amnesia
    Por Mimi chan
    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Capitulo 3:
    Regresando a casa.

    El aire en la carretera golpeaba con fuerza su rostro, pero eso era muy agradable, tenía la extraña sensación de querer tener alas y volar, con el aire envolviéndola de esa manera.

    Después de esa noche los dos en el hotel de Syaoran, solo habían salido para ir al departamento de Sakura, recoger una maleta y partir de inmediato rumbo a Tomoeda, en la mañana habían desayunado juntos en un pequeño café a unas calles del hotel y planeado todo. Syaoran ya le había dicho que el director le había dado el permiso por el semestre entero si lo necesitaba así que podía tomarse todo el tiempo posible.

    Al principio ella se sintió un poco asustada por el hecho de ir a ver a personas que eran su familia pero le eran desconocidas pero por dentro también estaba ardiendo en deseos por poder volver a verlos, quizás, si los veía podría recordar todo su pasado perdido en sus memorias, Syaoran los mencionaba como personas tan dulces y tan amables que era una verdadera pena no recordarlos.

    Volteó a ver al chico de ojos castaños al volante y sonrió solo para si misma, si la mitad de esas personas eran tan dulces como Syaoran sería muy agradable poder verlos. Solo esperaba…

    Ella se sentó de nuevo en su lugar mientras el jeep siguió avanzando por la carretera, Syaoran la volteó a ver y vio sus ojos volviéndose poco a poco opacos.

    - ¿Qué pasa princesa?
    - Ah – dijo al verse descubierta en su introspección – no nada.
    - Tienes una pésima cara de pocker Sakura, dime que te preocupa.
    - No lo se en realidad. - Sakura se puso a jugar con la cabeza de un pequeño perro en el tablero del auto, una cosa muy extraña para un chico como él pensó ella - ¿Como crees que me reciban en casa?, quizás antes de irme hice algo muy malo y por ello me fui, o tuve una pelea con todos y ya no quieren saber de mi, quizás ellos me echaron, no estoy segura de que sea la mejor idea ir a casa ahora.
    - Princesa…
    - ¿No crees que sea probable? – dijo sin poder dirigirle la mirada, - me conozco, bueno me conozco de este tiempo en adelante y soy algo irascible y a veces tengo muy mal carácter, pudo haber pasado.
    - Sabes que tu hermano Touya me odia.

    Sakura lo volteó a ver ante tan extraña respuesta, el chico no parecía contrariado por eso al contrario se mostraba sonriente.

    - Tu hermano Yukito fue quien siempre me defendió, pero tu hermano Touya no me soporta, cada vez que me ve casi quiere morderme – dijo y la volteó a ver por un segundo antes de volver a la carretera – y no estoy hablando en sentido figurado.
    - ¿Por que?
    - Por que sabía desde un principio que tú y yo nos queríamos, creo que el se dio cuanta mucho antes de que nosotros lo hiciéramos... claro como los mejores amigos – dijo y un suave sonrojo le atravesó las mejillas pero no descuido su camino, cambio la velocidad a medida que se acercaban a una zona urbana – Yukito me dijo una vez que él temía que tú y yo nos fuéramos lejos que por el estilo de vida que yo llevo, te llevaría lejos de Tomoeda y él se moriría si eso pasaba. Te ama más de lo que ha amado nunca a nadie estoy seguro, y no quería perderte, así que difícilmente pudo haberte echado de casa, y el amor que tu padre te tiene compite con suficiencia al de él.
    - ¿De verdad?
    - Si – dijo sonriente – créeme no te lo digo solo por poderte tranquilizar te lo digo por que es la verdad – cambio la velocidad de nuevo al salir de la zona urbana y entrar de nuevo a una carretera – al que deben odiar a muerte es definitivamente a mi.

    Sakura quedó medianamente tranquila, le creía si le decía que sería bien recibida, pero definitivamente no le gustaba la forma en que decía que lo despreciarían a él, ella no quería eso de ninguna manera, ella no quería eso, ella sentía por dentro una sensación de soledad tan profunda en Syaoran y no quería que estuviera solo.

    - ¿Por qué no me llevas primero con algunos amigos?- dijo tratando de sonar entusiasta - Tenemos amigos en Tomoeda ¿o no?
    - Oh, tu definitivamente tienes muchos amigos. – dijo ameno.
    - ¿Y tú?
    - Yo… - Syaoran ciertamente había tenido muchos amigos pero después de que todos supieron lo que le había hecho a Sakura la mayoría lo repudiaron - los perdí a casi todos.
    - Pero tenemos algún amigo en común o no, alguien que nos reciba bien a los dos.

    Sonrió, si algunos amigos quedaban que no los juzgarían tan duro y seguro una de ellas le daría un ataque al corazón, la imagen de ver a la chica tan feliz le dio ánimos para seguir su sugerencia.

    - Se exactamente con quien ir, seguro se pondrán felices de verte.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    El día era precioso, ese día la chica de largo cabello negro se había levantado con un buen presentimiento y más animada que en mucho tiempo, tuvo voluntad incluso para entrar a su enorme estudio donde había maniquís y trazos de tela por todos lados. Fue a donde había dejado su ultimo bosquejo en la mesa de trabajo y empezó a revisarlos, tenía un porta retratos en la mesa que vio con añoranza un par de minutos una foto abrazando a una querida amiga en la que siempre pensaba cada vez que iniciaba un bosquejo nuevo “estoy segura que esto se le hubiera visto hermoso” pensaba cada vez que terminaba un vestido.

    - Nee chan ¿estas aquí? – pregunto una voz masculina desde afuera.
    - Si pasa, One chan – respondió ella.

    El chico abrió la puerta trayendo una taza enorme de chocolate en la mano, se veía algo somnoliento, sus ojos azules derramaban sueño, se acerco a ella y ella presurosa le arregló su cabello rubio.

    - Lo juro Fai eres un desastre andante, mira la hora que es y apenas te levantas.
    - yo no tengo la culpa de que tu querido Kuro pipi sea una tortuga en la clase de literatura universal.
    - Sabes que Kurogane odia que le digas así.
    - Si lo se – dijo dando un sorbo a su chocolate y sonriendo con diversión – por eso lo hago.
    - Ustedes dos son imposibles. – dijo y le quito su taza de chocolate y se la empezó a beber ella - aun así gracias por ayudarlo a repasar.
    - Es divertido - su hermano mayor solo salio de su estudio para ir por una nueva taza.

    Tomoyo se quedo allí bebiendo chocolate, y nadie lo hacia mejor que él, no por nada trabajaba en la misma cafetería que su querido Kurogane, pero simplemente no comprendía como podían pasar cerca de 14 horas juntos si se odiaban.

    Kurogane había entrado a la misma universidad que su hermano Fai, el estudiaba Historia universal, no sabía por que él tenía mucho más instinto de medico brujo que de historiador pero bueno, prácticamente cada persona que llegaba a conocer al profesor kinomoto se dejaba seducir por la historia. Kurogane estudiaba lo mismo, aunque tenía la mirada y la apariencia de un guerrero samurai, ella solía imaginárselo dos por tres en una armadura samurai con una enorme parca negra y una gran espada, una vez le había diseñado ese vestuario pero el se había negado terminantemente a ponérselo. Así que ellos pasaban en el colegio cerca de 5 horas juntos, luego pasaban otras 6 horas en el café “Eyes Cat” la cafetería donde ellos trabajaban, y desde que ella y Kurogane eran pareja, no hacia más de dos años pasaban otras tres horas bajo el mismo techo.

    Terminó su chocolate y empezó a checar los detalles de un diseño en papel, cuando escucho el timbre sonar

    - Yo atiendo – grito su hermano mayor desde la sala.

    Tomoyo se volvió a sentar y seguir con su trabajo. Se rió un poco para si misma, en el momento que Fai recordara su facha la visita ya lo habría visto así, pero bueno, la mayor parte de las personas que lo conocían ya sabían como era Fai, era casi como un dulce y grande gato que siempre lucía algo desaliñado. Fue cuando escucho caer algo al piso y romperse que se alarmo, dejo sus diseños en la mesa y salio de su pequeño estudio, fue a donde estaba su hermano para verlo mirar la puerta con la expresión más sorprendida que nunca hubiera visto en él, la taza de chocolate estaba partida a la mitad en el piso sobre una mancha marrón.

    - Fai – dijo alarmada y miro lo que el miraba también.
    - Hola Tomoyo.

    Tomoyo se quedo helada ante la visión que tenía delante de ella, su respiración se acelero y sintió que caería en cualquier momento al piso.

    En la puerta estaba Lee Syaoran, pero la presencia de Lee le era completamente insignificante en comparación con la de la mujer detrás de él, una joven de ojos esmeralda que estaba tímidamente recargada en el hombro del joven viendo adentro como si temiera.

    - Sakura chan…

    Después de eso se volvió todo negro y cayó al piso.

    Un aroma salado le llego a la chica a la nariz y con una mano lo aparto, volvió a sentirlo y empezó a abrir los ojos, vio dos ojos marrones delante de ella, que la miraban con aprensión.

    - ¿Te sientes bien Tomoyo?
    - Syaoran…
    - Si soy yo, ¿Te sientes bien?
    - Si – dijo empezando a levantarse en el sillón donde estaba sentada – Kami eso si que fue una loca visión, hubiera jurado ver a Sakura chan contigo.

    Tomoyo volteó a ver a su alrededor y vio a su hermano aun en la puerta con la misma expresión y después vio salir a la misma chica que hubiera visto antes con una palita y una pequeña escoba buscando a su alrededor.

    - En la cocina hay un cesto Sakura, bueno ¿Aun lo hay verdad Tomoyo?
    - Si – dijo mecánicamente – detrás de la estufa, donde siempre.
    - Muchas gracias – dijo sonriente la chica y empezó a buscar de nuevo
    - Es la puerta del fondo, la que tiene un cartel con una calavera, - la instruyó de nuevo, volteó de nuevo interrogante - ¿Aun no lo han quitado o si?
    - No, - volvió a responder mecánicamente - Fai sigue pensando que es el mejor chiste de la historia.
    - Gracias de nuevo – dedico una suave sonrisa la chica y fue por el pasillo a la cocina.

    Sakura caminó por el pasillo y llegó a una puerta color amarillo que tenía colgado un letrero de “peligro toxico” con un dibujo muy mono de la chica de afuera sosteniendo una pala de cocina y una calavera detrás y entró.

    Puso la taza rota en el cesto de la cocina cuando oyó un pequeño escándalo afuera y vio a la chica de cabello negro entrar a la cocina corriendo, ella se hizo para atrás chocando con la estufa a su espalda mientras la chica siguió avanzando y no se detuvo hasta que la tenía atrapada en un fuerte abrazo.

    - Sakura chan – la chica de cabello negro empezó a llorar – Sakura chan no puedo creerlo, estás bien, estás bien.

    Sakura estaba muy confundida por la repentina reacción de la chica, primero había estado preocupada por su desmayo y luego asustada por su reacción y ahora estaba confundida, vio a Syaoran entrar y quedarse parado en la entrada.

    - Sakura, ella es Tomoyo Daijouji es tu mejor amiga y tu prima.
    - ¿Tomoyo?

    Sakura, se sintió un poco decepcionada al saber que no podía recordar a su mejor amiga que evidentemente había estado muy preocupada por ella y que la quería mucho, nada en ella le era familiar.

    - ¿Dónde has estado Sakura chan?, toda tu familia te ha estado buscando como locos, tu hermano Touya estaba desesperado, ¿Por qué te fuiste así?

    Sakura no supo que responder le dedico una mirada de auxilio a Syaoran que se acercó a las dos mujeres tan calmado como podía.

    - Tomoyo, le han pasado muchas cosas a Sakura que creo que es mejor que escuches con más calma, volvamos a la sala.
    - ¿Que ha pasado? – dijo mientras Syaoran la sostenía de un brazo y la jalaba a la sala, cuando iban saliendo.

    Se sentaron en la sala, pero la chica de cabello castaño se acerco al chico que aun estaba de pie en la sala.

    - ¿Cómo dijiste que se llama Syaoran?
    - Fai, es tu primo Sakura.
    - Fai – dijo la chica y tomó el hombro del alto hombre de cabello rubio – Fai san ¿esta bien?

    El chico no se movió, después ella volvió a golpear su hombro y el chico cayó de espaldas en el piso.

    - Syaoran – dijo asustada la chica – él se ha caído
    - Creo que Fai estaba desmayado también – dijo tratando de parecer calmada la chica de cabello azabache.
    - Yo iré. – dijo el chico y avanzo hacia el joven delgado tirado en el piso, levantarlo no fue muy difícil, en verdad el chico por lo mucho que comía no debía ser tan delgado pero lo era de una forma alarmante no pesaba casi nada.

    - ¿Entonces no recuerda nada de nada? – dijo con suma sorpresa Tomoyo
    - No, la encontré solo hace dos días y ni siquiera a mi me reconocía.
    - Bueno contigo no me extraña que se pudiera hacer la loca, pero que no me recuerde a mi – Fai se puso a llorar llevándose una mano al rostro en forma de garra de gato – ¡¡Como pudo olvidarme a mi!!
    - Oh a mi, - dijo casi igual Tomoyo y la volvió a encerrar en un abrazo apretado - somos casi como hermanas.

    Sakura empezaba a sentirse un poco incomoda por todo, quizás no hubiera sido la mejor idea ir con sus amigos y hacerlos entristecerse así, además por que iba a “hacerse la loca” con Syaoran. Él la miro de reojo y se acerco a ella y la tomó de una mano, ella sonrió tímida.

    - No te preocupes solo están sobre actuando.
    - Como que sobre actuando – dijeron los dos al unísono y se arrojaron sobre ella – ella es como nuestra hermana, no estamos sobre actuando.

    A Sakura le corrió una gotita por detrás de la cabeza, ahora lo supo, ellos de verdad estaban sobre actuando, eran tan peculiares que ambos le cayeron bien de inmediato.

    - Tadaima…

    Una voz grave se escucho por la casa y varias miradas fueron a la entrada de la casa.

    - Ya llego Kurorin – anuncio el chico de cabello dorado como la alarma de una ambulancia.
    - Deja de ponerme apodos tan estupidos Fai, de verdad…

    El hombre de regia apariencia y alto de cabello negro se quedo viendo a la joven de cabello rojizo, como autómata dejo caer la mochila de su hombro y se acerco a él.

    - Sakura… - dijo teniéndola enfrente y se inclino delante de ella para poder examinarla de cerca.
    - Amor por favor no te vayas a desmayar, ya hemos sido suficientes el día de hoy – dijo Tomoyo tomándolo de un brazo.
    - Estoy bien - dijo con una casi dulce mirada a la chica detrás de él – pero – dijo y regreso a Sakura – ¿De verdad es Sakura?, ¿La misma Sakura?
    - No creo que haya otra persona que se parezca tanto. – le respondió Fai.

    Sakura miró al hombre delante de ella, a pesar de su apariencia algo intimidante ella no le podía temer, algo en él despertaba su confianza, pero volteo a ver a Syaoran.

    - ¿Quién es? – dijo sin mucho tacto y Kurogane abrió los ojos muy amplio.
    - El es Kurogane, es un buen amigo tuyo, fue asistente de tu padre hace algunos años, y casi tu guarda espaldas.
    - ¿Tú que haces aquí cachorro?
    - No seas descortés Kurogane – lo detuvo de nuevo tomoyo – Syaoran encontró a Sakura en Kyoto y la ha traído de regreso.
    - ¿En Kyoto?
    - Ella… – empezó Syaoran.
    - No te preocupes Syaoran yo le explicare – dijo Tomoyo – dudo que tengas la paciencia para explicarle algo a Kurogane.
    Algunos minutos después…
    - ¿Pero que hacía en Kyoto?, hasta donde Sensei Kinomoto sabía, ella había estado en Kobe.
    - No lo se mi amor, ella no nos ha dicho eso todavía. – recalcó como por tercera vez tomoyo

    Kurogane seguía discutiendo con Tomoyo los pormenores de la historia que todavía no terminaba de asimilar mientras Syaoran y Sakura se sentían casi excluidos, fue cuando Fai se dirigió a ellos.

    - No hagas caso Sakura chan, ellos seguirán discutiendo eso por algunos minutos más a Kuropuu le cuesta un poco entender las cosas.
    - Deja de ponerme apodos absurdos Fai. – dijo Kurogane molesto cuando lo escuchó.
    - Pero lo importante es – dijo ignorando por completo a Kurogane que era retenido por Tomoyo en su lugar – si sensei Kinomoto ya sabe que estas bien.
    - Aun no – dijo ella casi tímida – yo no se como va a reaccionar cuando me vea, yo no se por que me fui de casa.

    El silencio se hizo en la habitación entonces, todos en esa habitación sabían por que Sakura se había ido de casa, el responsable de eso bajo la mirada incapaz de mirar a los demás.

    - Oh no te preocupes Sakura chan, sensei Kinomoto estará más que feliz cuando te vea, en todo este tiempo te ha estado buscando sin descanso, claro que no imagino que pudieras estar en Kyoto, nadie en la familia nunca ha estado en esa cuidad.
    - ¿De verdad lo crees Fai?
    - Claro Sakura – dijo y jugó un poco con su cabello – ¿Quieres que te llevemos?

    Sakura no le respondió si no que volteó a ver a Syaoran que aun no subía su mirada del piso.

    - Syaoran me prometió que él me llevaría, quiero ir con él

    Syaoran subió la mirada para ver los ojos verdes que lo miraban con decisión y casi por impulso sonrió, ella le respondió la sonrisa aunque vio que era la única persona en esa habitación que lo hacia.

    - Claro princesa yo te llevare con él – dijo y vio las miradas pesadas de toda la habitación menos la de ella, que al final de cuentas era la más importante.
    - Pues iremos todos en ese caso – respondió Kurogane levantándose del lugar que compartía con Tomoyo – no pienses que te voy a dejar solo con ella cachorro.
    - Estas en todo tu derecho – dijo seriamente.
    - Oh pero debes verte hermosa para ese momento Sakura chan – dijo Tomoyo sosteniéndola de un brazo y jalándola con ella a su estudio – tengo un montón de diseños que he hecho pensando en ti, estoy segura de que uno de ellos se vera más que hermoso en ti.
    - Pero Tomoyo…
    - Nada de peros Sakura chan, vamos

    La chica dedico una última mirada al joven arqueólogo y este asintió con la cabeza, ella siguió a Tomoyo a su estudio después de eso.

    La tensión del cuarto se dejó cernir sobre ellos en el momento que las chicas ya no estaban.

    - ¿Dónde estaba ella? – dijo Kurogane fríamente.
    - En Kyoto, pensé que ya te lo había dicho Tomoyo – respondió un tono más abajo.
    - Te lo dije Kuropon es lento de entender. - dijo con una sonrisa el chico de cabello dorado.
    - Cállate estúpido, no estoy hablando contigo. – dijo con desprecio y se acercó al joven de ojos chocolate al que le llevaba con facilidad dos cabezas de alto – ahora explica como no recuerda a nadie.
    - Ella tuvo un accidente de camino a Kobe – el hombre mayor solo farfullo – hasta donde yo puedo entender debió sufrí algún tipo de golpe que la dejo así, no recuerda nada, solo algunas cosas básicas que sabe hacer, pero nada más, definitivamente no me recuerda a mi.
    - Empiezo a pensar que por su bien así debería seguir siendo – dijo con un tono aun más frió el hombre delante de él mientras Syaoran no pudo evitar que un velo de tristeza se tendiera en sus ojos
    - No, creo que es una buena oportunidad de empezar de cero – dijo Fai a su lado – al contrario de todos los demás Syaoran yo si te creo.
    - Gracias Fai – dijo con un poco más de espíritu.
    - Pues yo no, pero estas corriendo con mucha suerte por que ella no recuerda lo que ha pasado.
    - Lo se pero no pienso ocultárselo por mucho tiempo, solo quiero que ella este segura y tranquila antes de decírselo e… e irme.
    - Por tu bien cachorro espero que así sea.

    Diciendo esto ultimo salio de esa habitación para dirigirse al patio trasero dejando a Syaoran y Fai solos. Syaoran se volvió a sentar en el sillón, le costaba mucho trabajo tomar esa decisión, pero por dentro sabía que no era sano para Sakura quedarse con él con toda la historia que ambos compartían, era mejor dejarla en su casa y con su familia antes de causarle más dolor.

    - No creo que eso sea sabio Syaoran.

    Syaoran levantó la vista para poder ver a Fai que seguía mirándolo con la misma calma con la que solía hacerlo todo el tiempo.

    - Tú no lo sabes pero después de que te fuiste Sakura chan sufrió muchísimo, si, pero dudo que haya sido por lo que dijeron que habías hecho, sufrió por que tú no estabas con ella, y por la mirada que aun tiene por ti podría decir que si te vas ahora, ella volvería a sufrir igual y eso es algo que ahora si, nadie podría perdonarte.
    - Fai, pero yo…
    - Tú has dicho que lo que paso no fue por tu culpa ¿O no? pues bien Syaoran yo te creo, desde que los conozco a los dos he sabido que ustedes nacieron para estar juntos casi podría decir que ustedes son almas gemelas. Por el bien de ella Syaoran, quédate a su lado. – dijo seriamente y luego volvió a poner una sonrisa de oreja a oreja – bien ahora me iré a arreglar, hace tiempo que no veo a sensei Kinomoto y no quiero que me vea en estas trazas.

    El chico lo dejo solo en la habitación esperando por todos, y en ese mismo instante realmente se sintió solo.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    No fueron demasiado lejos cuando habían estado listos, habían subido a una lujosa limusina de Tomoyo y todos juntos habían ido a la casa de la familia Kinomoto, Sakura no se había separado de Syaoran en ningún momento, estaba nerviosa a pesar de que todos decían que su familia estaría feliz de verla de nuevo.

    Pronto llegaron a una zona elegante de Tomoeda, ella miro las calles tratando de reconocer algo, alguna calle, una persona lo que fuera, pero no había nada en su cabeza, simplemente todo estaba borrado. Sintió un apretón en su mano y volteo a verla, la mano de Syaoran no la había soltado en ningún momento, él era tan bueno con ella.

    Llegaron a una casa no muy grande ni muy pequeña, con un patio grande donde había muchas macetas de flores y estaba amarrado un perro pequeño y lanudo color blanco. Que tenía colgado del cuello un cascabel.

    Todos bajaron, primero se acercaron Tomoyo, Fai y Kurogane atrás de ellos se quedaron Syaoran y Sakura, la chica miro al perro con atención que dormía profundamente.

    - Creo que es Mokona.
    - Ah.
    - Si, bueno hace años cuando yo me fui era solo un cachorrito, pero creo que es la misma cachorrita que tenías hace años.
    - Mokona. – Sakura se acercó a la casa del perro y le tocó una oreja, la perrita brinco en su sueño y la miro, después saltó sobre ella lamiéndole las mejillas y haciéndola reír.
    - Si, creo que definitivamente es Mokona.

    En ese momento la puerta de la casa se abrió y salio un joven de cabello negro azabache, saludo a todos afuera y después miro a la persona que estaba parada solo a unos pasos de ellos, la furia se desato dentro de su cuerpo, y avanzo contra él, antes de que pudiera siquiera notarlo lo tomo por la camiseta y le propino un fuerte golpe en la cara.

    - ¡¡Como te atreves a venir aquí maldito mocoso!!

    El joven se llevo una mano a la parte golpeada, sintió la mandíbula rígida y empezó a moverla para poder ponerla en su lugar.

    - Syaoran, ¿Estás bien? – se acercó enseguida Sakura a auxiliarlo – ¿Te ha lastimado?
    - Estoy bien princesa tranquila – dijo con calma, incluso hablar dolía en ese momento.

    El joven que apenas había golpeado al castaño se quedo de piedra viendo a la joven mujer que lo auxiliaba, su respiración se detuvo por un momento.

    - ¿Qué esta pasando Touya? – un joven más, de cabello gris salio por la puerta y fue atraído sin remedio al mismo foco de atención que su hermano mayor – Sakura…

    La chica de vestido color verde oscuro de terciopelo y una cinta ancha que cubría todo su estomago y que caía elegante al piso, y largas botas negras con una boina del mismo color ayudo a levantarse al chico que había quedado en el piso, con los ojos llenos de preocupación, el verde de sus ojos esmeralda brillaba con el color que la ataviaba.

    - Sakura – dijo Syaoran cuando estuvo de pie – ellos son tus hermanos, Yukito y Touya.

    Sakura volteó a ver a los dos jóvenes casi con temor, los dos jóvenes miraban con total sorpresa a la joven que no soltaba al joven que se sostenía de su hombro.

    - Sakura…

    Una voz más la llamó y ella volteó a ver al hombre detrás de los otros dos jóvenes, el hombre extremadamente alto, de largo cabello azabache y lentes de lectura vestido de un suéter color negro y un pantalón color marrón claro la miro sin poderlo creer.

    - Sakura – la llamo Syaoran de nuevo - el es Fuyitaka Kinomoto, tu padre.
    - ¿Mi padre?

    Repitió Sakura sin poderlo creer, el hombre se acerco a ella y se puso frente a ella por completo, sin previo aviso se arrodilló y la abrazó, una descarga inmensa de emociones la recorrió de arriba abajo.

    - Bienvenida a casa hija.
    - Padre…
    Fin capitulo 3

     
  2.  
    mimi_chan21

    mimi_chan21 Guest

    Título:
    Amnesia
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    10156
    Re: Amnesia

    Todos los personajes de la serie Tsubasa Reservoir Chronicle son propiedad del grupo CLAMP hago esto sin fin de lucro, por ello no cometo ningún delito, aclarado esto aquí vamos.
    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Amnesia
    Por Mimi chan
    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Capitulo 3:
    Noche de Recuerdos
    Sakura entró a su habitación ya por la noche ese día, empezó a ver a todo su alrededor para tratar de recordar algo, pero las cosas le eran vagamente familiares, en realidad la habitación que tenía en esa casa se parecia mucho a la suya, había muchos cuadros pegados en las paredes, la mayoría sobre las viejas ruinas del país de Clow, una cama sencilla, con cobertores rosados, un adorable muñeco de peluche con al forma de lo que parecía ser un conejo muy gordo, un escritorio donde estaba una maquina de escribir manual y varias libretas apiladas y una pared llena de un estante con libros y libros, empezó a revisar los títulos y muchos eran libros de historia, los tomos más accesibles eran libros sobre las ruinas de Clow, paso sus manos en esos libros y quiso tomarlos y leerlos, empezaba a sacar uno cuando llamaron a su puerta.

    - Adelante – respondió dejando en su lugar que quería sacar.

    Su padre entró a la habitación, Sakura no sabía que tenía ese hombre que despertaba una sensación verdaderamente calida en ella, su apariencia a intelectual, su cara llena de tranquilidad, y de inteligencia, siempre le había simpatizado los hombres que lucieran así y ahora suponía por que una parte de ella recordaba a su padre al verlos.

    - ¿Estás cómoda? – dijo el hombre, que se sentó en la cama junto a ella - ¿No necesitas nada?
    - No gracias, - dijo amablemente viendo a los ojos al hombre a su lado, era impresionante de verdad, su solo cabello negro como caía en la cama ondulándose por su largo se pregunto en ese momento como sería su madre, si ella se parecería a ella - traigo conmigo todo lo necesario en mi maleta, Syaoran sabía que me quedaría un tiempo y me ha dicho que trajera lo que necesitaba.
    - Veo que Syaoran es muy inteligente después de todo – dijo sin abandonar su afable opresión.
    - Si lo es mucho – dijo mientras un sonrojo se le subía a las mejillas, aun no tenía la explicación para eso – ¿Se ha ido ya?
    - Si, - le respondió - pero dijo que volvería mañana sin duda, como te lo prometió.
    - A mi hermano Touya no debía hacerle gracia – dijo con un poco de pesar.
    - No, no lo hizo, - dijo y puso una mano sobre su cabeza - pero no se interpondrá en nada que te haga bien, bien te dejare descansar, ha sido un día muy largo y cansado y seguro estarás exhausta.
    - Un poco - reconoció.
    - Descansa entonces – dijo y puso un beso en su frente – dulces sueños pequeña princesa
    - Gracias… - las mejillas se le había puesto rosadas, eso había sido tan dulce - papá.

    El hombre dio una ultima sonrisa y salio de la habitación, Sakura dejó de revisar, debería esperar al menos hasta el día siguiente, tomó su mochila y sacó lo necesario de ella, su cepillo de dientes, jabón y una esponjosa toalla, se dirigió al baño que había en esa planta y se dispuso a darse un largo baño, al entrar encontró todo lo que necesitaba pero no tomó nada, a pesar de saber que era su casa y todos ellos su familia se sentía como una visita en casa de extraño y no se atrevía a usar cosas que no eran de ella.

    “Hubiera deseado quedarme con Syaoran” pensó una vez que estuvo dentro de la tina de agua caliente, después de una ducha, hacía mucho que no se metía en una tina como esa y se sentía en una nube, la comodidad le dio por dejar su mente vagar en lo que había pasado ese día.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: Flash Back:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Después del incidente en el patio con Syaoran todos había entrado a la casa, su padre no la había soltado en ningún momento, y sus hermanos a volteaban a ver cada 10 segundos, ella se llego a sentir de pronto como si la voltearan a ver para asegurarse que no desaparecería en algún momento o que era real y que estaba allí.

    Tomoyo fue la que explicó todo lo que Syaoran le había contado mientras él se mantenía en silencio sentado en uno de los sillones con Fai a su lado, él lucía tan culpable en su lugar, y no era para menos, la forma en que sus hermanos lo miraban como si quisieran verlo muerto la afectaba incluso a ella, deseo estar a su lado y volver a sostener su mano, en medio de toda esa gente ella se sentía tan extraña y la verdad era que lo necesitaba a él.

    - Pero ahora todo volverá a ser como antes verdad Sakura chan – dijo esperanzada Tomoyo cuando todos había escuchado todo el relato.
    - Ahora estarás a salvo aquí hija, no tendrás que preocuparte por nada, nosotros te cuidaremos, empezare a buscar a los mejores doctores para ayudarte a recuperar la memoria – Sakura no supo que responder al ver tan entusiastas a todos – todo estará bien ahora hija.
    - Oh quisiera poder quedarme no concibo dejar sola a Sakura ahora después de tanto tiempo, hay tantas cosas que quiero contarle – dijo Tomoyo haciendo un puchero.
    - Ya tendrás tiempo después Tomoyo, Sakura no ira a ningún lado – le aclaro Kurogane.
    - Kuropuu tiene razón Ne chan, ahora debemos dejar a Sakura dormir y tranquila.
    - Te lo estas buscando Fai.

    Todos parecían contagiados del buen humor que Fai creaba a su alrededor, todos menos Syaoran que no había dejado de tener una expresión triste que no paso desapercibida para Sakura.

    - Nos retiramos entonces – se levantó Kurogane seguido de Tomoyo – sensei Kinomoto, Touya, Yukito, Sakura.
    - Hasta pronto Kurogane – respondió Sakura tímidamente.
    - Nos veremos pronto Sakura – se despidió Fai amablemente.
    - Que así sea Fai
    - Sakura chan – la abrazo Tomoyo casi llorando – ven a mi casa pronto hay un montón de diseños que quiero que te pruebes, te vas a ver tan hermosa.
    - Lo haré Tomoyo.

    Sakura se le quedó viendo a Syaoran, esperando que él se despidiera también, pero sus dos hermanos se pusieron detrás, de ella como una barrera, así que el chico solo inclino su cabeza a manera de despedirse de ella. Todos empezaron a salir, Fai puso un brazo sobre Syaoran y salio con él, no sabía por que pero cuando todos estuvieron en el patio Sakura sabía que no podía dejarse ir a Syaoran así como así.

    - Syaoran…

    El chico se detuvo y atendió su llamado, la chica se acercó también a él un poco nerviosa.

    - ¿Donde te quedaras hoy? – preguntó casi con angustia, la forma en que se había ido era como si no quisiera despedirse de ella.
    - No lo se princesa – dijo sinceramente.
    - ¿No puedes quedarte aquí? – lo invitó.
    - Yo… – Syaoran volteó a ver la casa donde había pasado la mayor parte de su infancia, pero la mirada pesada de Touya en la puerta le dijo que claramente allí ya no era bienvenido – no te preocupes princesa, encontrare un lugar donde quedarme esta noche.
    - ¿Y tu casa? – pregunto la joven de ojos verdes.
    - La vendí después de que mi padre muriera – explico el joven arqueólogo con una sombra de pesar en los ojos, no hubiera podido conservar esa casa aunque la amara, le traía muchos recuerdos tristes.
    - No te preocupes Sakura chan - intervino Fai en la charla a unos pasos – Syaoran puede quedarse con nosotros esta noche.
    - Gracias Fai san – dijo al joven con una sonrisa – Syaoran, no te vayas a ir por favor, prometiste que me contarías una cosa cuando regresara a casa, ¿Lo recuerdas?
    - Claro que si princesa – dijo tratando de disimular su impresión, como si ella supiera que él en realidad tenía planeado irse.
    - Por favor Syaoran - dijo y subió una mano a su mejilla derecha, la dejó correr allí, sintió la temperatura del chico subir un poco – no vayas a irte a ningún lado.
    - No lo haré – dijo poniendo una manos sobre la de ella.

    Sakura sonrió y sintió una mano en su hombro, volteó y vio a su padre detrás de ella con una expresión afable.

    - Sakura puedes subir a tu habitación, - dijo amablemente - todo esta limpio ya, y tu maleta esta allí, creo que es mejor que todos descansemos, supongo que Syaoran también esta cansado.
    - Si – dijo y volteo a ver a su amigo – vendrás mañana ¿verdad?
    - Sakura… - quiso poder explicarle que él no era bienvenido en su casa y que no quería perturbar a nadie con su presencia.
    - ¿Me lo prometes? – dijo y puso un puño cerrado en su cara soltando el meñique.
    - Te lo prometo – dijo uniendo sus dedos como cuando niños.
    - Sube hija, - le insistió su padre - yo despediré a Syaoran ahora.
    - Hasta mañana Syaoran – dijo dulcemente y le dio un beso en la mejilla rápidamente.
    - Hasta mañana - dijo recuperándose de la sorpresa de aquel beso, se llevó una mano a la mejilla y sintió la pequeña humedad de su beso - princesa

    Sakura entró a la casa viendo a su padre y a su mejor amigo en el patio compartiendo unas palabras.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: End Flash Back:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
    Salio del baño limpia y fresca después de ese día y entró a su habitación, se dejó caer en la cama, la verdad si estaba cansada, antes de quedarse dormida su último pensamiento fue dedicado al joven de cabello castaño y ojos chocolate.

    “Syaoran kun…”

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Syaoran estaba recostado en una cama grande y cómoda, un gran ventanal a su lado dejaba entrar toda la luz de la luna, y las farolas en el gran patio de la casa de Tomoyo. Estaba cansado y aun así no podía conciliar el sueño, no dejaba de darle vueltas a lo que el profesor Kinomoto le había dicho al salir de su casa.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: Flash Back:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Sakura había entrado por la puerta principal y el trío que lo acompañaba ese día estaba ya fuera esperando por el en el auto.

    - Sensei Kinomoto – quiso pode decirle algo Syaoran.
    - Syaoran… yo… - suspiro pesadamente y miro con pesar al joven delante de él, lo había querido durante un tiempo como a un hijo - yo debo darte las gracias.

    Syaoran lo volteó a ver muy sorprendido, cualquier cosa esperaba en ese momento antes que lo que él profesor había dicho.

    - Se que todos hemos sido muy duros contigo, - empezó a explicar - pero la verdad es que teníamos mucho dolor, perder a Sakura fue como perder un trozo de nosotros mismos.
    - Yo… -no tenía que explicar ese dolor, él lo había sentido igual también - entiendo ese dolor.
    - Syaoran, yo conozco la historia de lo que paso para que ustedes se separan mejor que nadie – dijo seriamente.
    - Eso… - quiso explicarle que eso había sido solo una mentir, que él nunca hubiera dañado a Sakura por su propia voluntad.
    - Eso, lo interrumpió - creo que ahora solo te concierne a ti y a Sakura en su momento tratar cuando ella se encontré bien.
    - Así lo creo yo también – dijo conciliando con él.
    - Por eso tengo que pedirte un favor muy grande.
    - Dígame profesor.
    - Ayúdala a recuperar sus recuerdos. – Syaoran lo volvió a ver aun más sorprendido – puedo ver que tu eres la única persona en la que Sakura confía plenamente en este momento, al menos hasta que nosotros nos ganemos su confianza, te pido que no la dejes sola, ella te necesita mucho, si alguna deuda de honor crees tener con ella, por favor no la dejes sola ahora.

    Syaoran lo vio con los ojos volviéndose turbios, suspiró profundo y lo volteó a ver con una semi sonrisa.

    - Tengo más que una deuda de honor con ella sensei Kinomoto, -le dijo con seriedad - le aseguro que haré todo lo que este en mis manos para que ella recupere sus recuerdos.
    - Sabía que dirías eso, - dijo dándole una semi sonrisa - ahora ve a descansar muchacho.
    - Si - le sonrió de vuelta.

    El profesor le extendió una mano a señal de despedida y Syaoran la tomó con alegría, el profesor Kinomoto era lo más cercano que tenía a una familia después de la muerte de su padre y hacer las paces al menos con él lo llenaba de una extraña paz.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: End Flash Back:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Una nube negra se puso delante de la luna ocultando momentáneamente su brillo, las facciones del chico se volvieron negras. La ayudaría, no solo por que tenía una deuda de honor con ella como lo había dicho el profesor Kinomoto, si no por una razón mucho más importante, por que él la amaba.

    “Princesa…”

    Para ella, para su querida princesa fue su último pensamiento antes de caer profundamente dormido.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Sakura estaba profundamente dormida en su cama, la luz de la luna se colaba por la ventana que había frente al escritorio, las sombras plateadas cubrían su cama y se deslizaban por sus ángulos como si la acariciaran.

    Soñaba, y era realmente un hermoso sueño.

    La noche era oscura, la luna apenas se perfilaba en el cielo, solo las tintineantes y pequeñas estrellas iluminaban en firmamento. Había pasado ya mucho tiempo, o al menos para ella esos tres días había sido toda una eternidad, quería verlo, quería verlo.

    Fue en ese momento cuando más intensamente pensaba en él que escucho ruidos fuera de su ventana, se levantó rápido de la cama y se asomó por el quicio de la misma, y allí estaba él, subido en un árbol que daba justo frente a su ventana, su corazón empezó a latir muy rápido al verlo allí.

    - Syaoran… - lo llamó de entre la oscuridad viendo el reflejo de sus ojos marrones mirándola.
    - Hola princesa… - dijo el joven con ojos soñadores.

    El chico alcanzó su ventana y se sentó allí, ella lo acompaño rápido se sentaron uno cerca del otro.

    - ¿Cómo te fue? – dijo animándolo pues sabía que él adoraba ir a esas exploraciones con su padre.
    - Bien, - dijo con entusiasmo - en realidad la investigación fue muy interesante, la estatua de la reina Ashura y el rey Yasha estaba en increíbles condiciones para ser tan antiguas.
    - Me alegro mucho de que les haya ido tan bien – dijo contenta al verlo contento pero con cierto dejó de tristeza, el parecía habérselo pasado tan bien mientras él lo extrañaba tato.
    - ¿Pasa algo? – dijo el al ver ese tono de tristeza en sus ojos verdes.
    - Te extrañe mucho Syaoran – dijo y las mejillas se le pintaron de rojo, mientras él la miraba fijamente – de noche cuando me quedaba sola me preguntaba que estarías haciendo en ese momento y si pensarías aunque sea un poco en mi.
    - Claro – dijo tomándola suavemente de los hombros – claro que yo también pensaba en ti y siempre preguntaba como te encontrarías en ese momento.

    La cercanía y la añoranza se colaron por sus sentidos en ese momento y antes de saberse en movimiento los dos se acercaron el uno al otro los alientos de pronto se mezclaron y nació un beso, dulce, calmado e intimo.

    - Syaoran yo… - quiso decir algo, decirle lo mucho que lo echaba de menos que no se fuera de nuevo de su lado.
    - Si…
    - Yo, yo…

    Sakura abrió los ojos en ese momento, se sentó en su cama y se llevó una mano al pecho su corazón latía muy rápido, ese… ese no era un sueño, no, no era un sueño aquello había sido un recuerdo, inspirado quizás por estar de nuevo en casa, pero si no era un sueño eso quiere decir que ellos eran mucho más que amigos. Se llevó una mano a los labios, sus ojos bailaban de un lado a otro sin poder quedarse quietos en un solo lugar.

    - Entonces nosotros... éramos novios.

    Si era así lo que sentía cuando estaba con él tenía sentido, por eso se sentía nerviosa y al mismo tiempo tan atraída por el, por que ellos habían llegado a ser más que amigos, pero si así era ¿Por qué él no le había dicho nada de eso?, ¨Por qué se lo estaba ocultando?, ¿Tendría que ver eso con el hecho de que ellos se hubieran alejado y ya no se dirigieran la palabra?, quizás era justo eso.

    “Pero yo no lo quiero lejos, quiero estar con él”

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    - crees que debo ir.
    - Definitivamente Syaoran, - lo animo Fai - ella te pidió ir ¿Recuerdas? No puedes decepcionarla.
    - Pero sus hermanos.
    - ¿Quieres distraer a sus hermanos? – intervino Tomoyo desde la puerta – Oh eso es pan comido, verdad corazón – Tomoyo jalo a Kurogane a la habitación que tenía aun reservas – oh vamos.
    - Tomoyo… - quiso escapar el joven de ojos rojos.
    - ¿Tú confías en mi no es cierto? – él no dijo nada - pues yo confió en él y creo que es lo mejor para ella.

    El solo medio gruño y volteó a otro lado.

    - Oh esto va a ser tan romántico, ven ven – dijo jalando al joven de ojos marrones – te pondré un conjunto que si no te recuerda al menos no te vuelve a olvidar, oh y tengo que mandarle algo a ella, debe verse de lo más hermosa.
    - Tomoyo…
    - Ningún pero cachorro tu has lo que yo te digo, tal como en los viejos tiempos.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Esa mañana después de cambiarse y distraerse un poco por todas las cosas que había en su cuarto, los libros, los dibujos y demás, y cuando bajo vio solo a su padre tomando té en la sala leyendo un libro pesado con notas a todo su alrededor.

    - buenos días papá.
    - Buenos días Sakura, no quise despertarte, espero que hayas dormido bien y suficiente.
    - Si muy bien gracias, y… - miro a su alrededor – ¿Donde están Touya y Yukito?
    - Oh ellos han salido, tenían cosas que hacer,
    - Ya veo – dijo un poco decepcionada, ellos había pareado tan interesados al día anterior y el día de hoy tenía deseos de desayunar con ellos y conversar, convencerse de que en realidad era bienvenida.
    - Touya tuvo que ir con Tomoyo, tu prima lo convenció de llevarla a la ciudad por algo importante, y al parecer Kurogane tenía que hacer un encargo y se ha llevado a Yukito, necesitaba a algún historiador y decidió llevarlo a él.
    - Ya veo.
    - A propósito, Tomoyo llamó antes de que se fuera y dijo que esperaba que pasaras un muy buen día.

    Sakura se quedo pensando en es oración “espero que tengas un muy buen día” lo deseaba y para eso se había llevado a sus hermanos, tomo la cafetera y se sirvió una taza llena del caliente liquido, corrió por sus sistema como combustible. La oración le resulto inevitablemente extraña.

    En ese momento el timbre de la casa sonó, y su padre se levantó a abrir ella fue a la sala y vio el libro que él leía.

    - buenos días princesa.

    Saura volteó a ver después de recocer la voz y quedo pasmada, si había pensado que era apuesto cuando lo conoció ahora, sabía que si tuviera fantasías él sería el protagonista. Venia con un pantalón negro tipo sastre, una camisa blanca que no estaba atada en ls primeros botones y un saco negro se veía muy casual y al mismo tiempo muy elegante.

    - Wow – dijo con una sonrisa – esto esta muy lejos de ese look de arqueólogo que usas.
    - Bueno, - dijo un poco sonrojado - Tomoyo lo eligió por mí.

    Sakura rió entonces, eso era lo que significaba, por que sospechaba que esa no era la primera vez que Tomoyo hacía eso.

    - Te envió esto para ti. – le extendió una caja larga y ella la tomó.
    - Bajare en un minuto.

    La chica subió corriendo las escaleras, mientras él la seguía con la mirada

    - ¿Qué tenía preparado para mi la pequeña Tomoyo si no le hubiera dicho que yo pensaba salir? – dijo el hombre mayor una vez que se hubieran quedado solos.
    - Ella no… - empezó él nervioso.
    - No creas que no note antes que siempre lograba de un modo u otro o sacarla de la casa para que ustedes se vieran o lograr sacar a sus hermanos, - Syaoran abrió os ojos enormes, no podía creer que él se hubiera dado cuenta de eso - Tomoyo es muy buena en eso, incluso ellos nunca se dieron por enterados.
    - Sensei Kinomoto…
    - Como te dije ayer, no me interpondré, solo cuídala mucho muchacho, no la lastimes de nuevo.
    - No lo haré – no lo haré dijo seriamente, más tranquilo
    - Lista.

    Gritó la chica desde las escaleras y bajó corriendo, lucía el más lindo vestido de gasa blanca jamás creado, ligero y corto con la parte de arriba con encajes color de rosa, unas calzas blancas que se ataban en las piernas con listones, y tenía en el cabello el adorno de una Sakura blanca de la que colgaba hilos dorados, rojos y rosas, parecía un dibujo sacado de un libro y de alguna manera, un vestido que se hubiera visto infantil en cualquier otra mujer de 23 años, no lo hacia en Sakura, solo la hacia lucir como lo que era para él, como una princesa.

    - Me veo bien – dijo tímidamente.

    El chico no le respondió, se veía hermosa, completamente hermosa, como sacada de un sueño.

    - Te vez hermosa hija – se acercó su padre y acomodó una hebra de cabello traviesa tras su oreja – perfecta para salir, ¿No lo crees Syaoran?
    - ¿Salir? – dijo la chica animada
    - Si, Syaoran me estaba diciendo que quizás si das un paseo por la cuidad podrías recordar algo.
    - Si tienes razón Syaoran, yo había estado pensando lo mismo – dijo y lo tomó de la mano y empezó a jalarlo afuera – vamos.
    - Vayan con cuidado hija – se despidió sus papá.
    - Si…

    La chica sacó a empujones a Syaoran de la casa, y corrieron por la acera hasta un par de calles más abajo y ella se detuvo para respirar, cuando hubo recuperado su aliento lo miro con curiosidad.

    - ¿No es la primera vez que hacemos esto cierto?
    - No, de hecho lo hacíamos muy a menudo.
    - Jeje, supongo que algunas cosas son tan mecánicas que las hago sin recordar, lo siento.
    - No te disculpes, fue divertido princesa.
    - Bueno, que bueno que pensaste en salir un raro, tenía muchas ganas de salir y recorrer el pueblo en realidad, como dices quizás recuerde algo.
    - Si – no quiso aclarar que la idea no era suya cuando ella estaba tan emocionada solo por la idea en si – vamos princesa.

    Así pasaron la mayor parte del día, caminando por toda la ciudad, recorriendo caminos que les fueran familiares, visitaron la escuela, los parques, las cafeterías, librerías, y bibliotecas todos los lugares que hubieran frecuentado juntos, algunas personas que la conocían la saludaban al pasar, pero por mas cosas que vieron nada pudo recordarle nada, pero no significo que no fuera un día excelente, la verdad era eso, ellos había pasado un día excelente por que estaban juntos, entre historias de su infancia, y anécdotas de todos los lugares que veían, pasaron la tarde entera.

    Una vez ya en la tarde se sentaron en un par que a comer albóndigas de pulpo y ver el atardecer.

    - Syaoran…
    - Dime princesa.
    - ¿Por que solo me hablas de cuando éramos niños?, ¿Por que no me dices nada de lo que pasamos antes de que yo me perdiera?

    Syaoran se quedo viendo el atardecer, sabía que solo era cuestión de tiempo para que ella preguntara por eso.

    - Sakura…
    - Sabes… anoche tuve un sueño, un muy bonito sueño – sus mejillas se tornaron rojas – pero creo que no fue un sueño, creo que fue un recuerdo.
    - ¿Que soñaste Sakura? – pregunto con curiosidad
    - Soñé, - sus mejillas se arrebolaron - creo que la primera vez que nos volvimos a ver después de que tú y tu papá regresaran de ver la estatua del rey Yasha y la reina Ashura.

    Syaoran se ahogó con una de las albóndigas de pulpo y ella rápido lo auxilio dándole palmadas en la espalda, cuando se recuperó tomó un largo trago de soda y se quedó callado, claro que recordaba muy bien la primera vez que la había visto después de ese viaje.

    - ¿Qué tanto recuerdas? – dijo para cerciorarse de que tan lejos iría el recuerdo de aquella noche.
    - Ahm - se sonrojo en el acto - Recuerdo que platicábamos y que nosotros bueno… bueno que nosotros… tú y yo…
    - Ya, entiendo – dijo él, era por demás obvio que ella recordaba su beso.
    - ¿Nosotros fuimos más que amigos verdad Syaoran? Por que no creo que lo que paso esa noche lo haga yo muy a manudo con mis amigos.
    - Por supuesto que no lo haces – dijo casi alarmado el chico por su repentino pensamiento.
    - Y entonces… - dijo tímidamente.
    - Si, - respondió él finalmente - nosotros fuimos más que amigos por un tiempo.
    - ¿Nos queríamos mucho? – preguntó de nuevo con curiosidad.

    Él la volteó a ver, sus ojos la devoraban con esa pregunta y ella casi no necesito escucharlo decirlo, sus ojos casi le estaban gritando, lo que era más, le estaban diciendo que él sentía lo mismo justo en ese momento.

    - Si, - dijo con voz grave - nos quisimos mucho Sakura.
    - ¿Por que no me has dicho nada de eso? – preguntó confundida.
    - Por que… - como explicárselo, el mismo no tenía todas las respuestas correctas - nuestra historia no termino muy bien Sakura, y yo no quiero causarte dolor por medio de ese recuerdo en el momento que tú recuerdes eso yo…

    No dijo más, Sakura no necesito que se lo dijera, en el momento que ella recordara eso, él ya no estaría allí, él pensaba irse y dejarla y eso le dolió por dentro como ninguna otra cosa en años le había dolido

    - No me dejes sola – dio de improviso rompiendo el silencio que se había creado entre los dos – no quiero que me dejes sola, ni quiero que estés solo Syaoran.
    - Sakura… - se asombro de los bien que había leído sus pensamientos.
    - He estado durante 5 años sola sin saber nada de mí, y ahora que empiezo a recordar todo lo que recuerdo tiene que ver contigo, - Sakura casi le rogaba con la mirada - no quiero que te alejes de mí, por favor.
    - Sakura, yo… - bajo su mirada, no se atrevía a mirarla a la cara - deje que ocurrieran cosas que te lastimaron mucho en el pasado.
    - Pero no lo hiciste a propósito - dijo con seguridad - ¿Verdad?
    - No – respondió de inmediato el chico.
    - Y nunca lo harías ¿Cierto?
    - Nunca – dijo aun con más convicción
    - Entonces - dijo delante de él tomándolo del rostro, con dulzura – no me dejes sola de nuevo, por favor.
    - Sakura… - sus ojos verdes se clavaban dentro de él con tanta fuerza.
    - No estés solo.

    El tomó su mejilla de regreso y sintió como el calor lo invadía de nuevo, no se había dado cuenta de que el calor que ella le otorgaba siempre le hacía falta, que las cosas que había vivido con ella las echaba de menos, que la vida que había pasado a su lado le hacía tanta falta como le hacía a la propia Sakura, por que al contrario que ella que las había perdido, el las conservaba pero no se sentía con el derecho de recordarlas. Y ahora, de una forma que ni siquiera Sakura entendía con esa sola frase “no estés solo” era como si se las devolviera.

    Sin notarlo los rostros se acercaron lo suficiente y se creó un beso, un beso que no se repetiría nunca con nadie en el mundo, había tantas emociones cargadas en ese beso necesidad, añoranza, perdón, culpa, miedo, soledad, pero sobre todas esas emociones había amor, un amor que nada había podido destruir en todo ese tiempo y nada lo haría.

    Cuando el beso se rompió ella descubrió que estaba sentada en las piernas de él sobre el columpio y que dos niños comiendo helado los estaban mirando. La chica saltó enseguida de su regazo y el chico se cayó hacía atrás estampándose en el piso, los niños explotaron en una carcajada.

    - Syaoran – se apresuró la chica a ayudarlo a levantarse – lo siento mucho no note lo que estaba haciendo

    El no respondió nada, solo le dio una media sonrisa muy sonrojado.

    - Yo… ceo que es mejor que vuelvas a casa Sakura, creo que tus hermanos quizás ya hayan vuelto y querrás verlos tu también.
    - Si – dijo sonrojada si era posible aun más que él - creo que ya es hora de volver. Pero…
    - Pero… - la alentó él.
    - Quiero… – dijo seriamente – quiero que me prometas que mañana me dirás que fue lo que paso entre nosotros y por que nos alejamos.
    - Yo no puedo, - dijo casi asustado - eso podría hacerte daño.
    - Me daña más que alguien tan importante como tú para mi me oculte cosas, no quiero que nosotros nos guardemos secretos.

    Syaoran bajó la mirada, hubiera deseado que fuera más tiempo, que ella o supiera la verdad de su relación tan pronto, pero si ella quería saber, él le diría, y eso significaba que él también se iría de su lado.

    - Está bien Sakura, mañana te diré lo que paso.
    - Gracias Syaoran, gracias.
    - Volvamos a casa.

    El chico se levantó de nuevo y le extendió la mano con una sonrisa, le diría todo y después que el destino se encargara de lo demás.
    Fin capitulo 4
     
  3.  
    angie-chan

    angie-chan Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    19 Febrero 2006
    Mensajes:
    65
    Pluma de
    Escritora
    Re: Amnesia

    ToTeste fic es imprecionante, hace que las emociones se convines, escribes de una mena sorprendente , te felicito eres grandiosa, espero con ansias la proxima conti, hay :llorar1: eres genial, felicidades :fiesta5: :aplausos: :fiesta:

    mata ne
     
  4.  
    merlina

    merlina Guest

    Título:
    Amnesia
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    20
    Re: Amnesia

    hi!!!!
    pofa continualo pronto
    me emocino mxo...:'(
    escribes fantastico...:D
    bueno xau...
    ^^
     
  5.  
    Pami

    Pami Guest

    Acuario
    Miembro desde:
    Mensajes:
    0
    Pluma de
    Re: Amnesia

    Como siempre: excelente.

    Por ahí encontré unos errores de dedo, si no es que ya me ando confundiendo por el sueño.
    Es entendible que no puedas venir a continuar el fic, pero... está muy muy interesante.
     
  6.  
    merlina

    merlina Guest

    Título:
    Amnesia
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    17
    Re: Amnesia

    porfa continualo..

    k estoy intrigada kn lo k va a pasar...

    bueno

    bye...

    cuidense
     
  7.  
    Marioly

    Marioly Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    17 Febrero 2006
    Mensajes:
    319
    Re: Amnesia

    Ok, pégame, pégame!

    No había venido hace tiempo, perdón, pero ya estoy aquí!

    Ok, se que no soy importante pero buehh...

    Espero que pronto puedas continuar el fic, está muy bueno, de verdad, aunque ya me sepa le final xD!.
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso