Aidda the magic of the love

Re: Aidda the magic of the love

Esta Super Amirem

 

Re: Aidda the magic of the love

Wa waaaaaa ke geniaaaaal esta éste fic! ><
me lo trague compñlettito de principio a fiiiiiiiiiiin!!
y tengo muchas preguntas pero
hare primero
comentarios de los
personajes que me
gustaron!

Me encanta el personaje de Kaori!!!!
el caracter ke le pones es demsiado genial me agrada
ke sea aci!
no es la cliche niña tierna e inocene para kaiaba **!
pero que tan baja es??? O.O

Aidda tmbn me parece genial
aunke me parese muy
inocente y
no c me hace tan pekeña
solo es 3 cm mas peke ke yo
ero igual me encanta para
Atem **
me gusto un dibu que suiste
donde atem la carga
ella sale demasiado peke o
atem es demasiado gigante.

ahora si mis preguntas oxo!!!
donde esta el rompekbzas???? se upone
que atem iene su union con el no?

Odio a la tipa esa mala llamada mina
me cayo de la patada
y zack tmbn se me hace pervertido
y aiddadeberia tener mascuidado la
proxima ves o.ó.

esperare ansiosa tu siguiente conti ><!!

 

Re: Aidda the magic of the love

Esta Genial Tu Fics

 

Re: Aidda the magic of the love

ESTA SUPER EL FICS

 

Re: Aidda the magic of the love

awwww aún no actualizas
qe triste...
espero qe lo
hagaspronto
por cierto tengo
otra pregunta es
sobre aidda
ella tmbn es una cantante
como kaori?
es que se me hizo xtraño
pk nunca especificaste eso .-.
y yo pensaba que nada mas
hacia teatro y obras...
aunke tmpc he visto sus
actuaciones ni nada
x eso tengo dudas.
Incluso sabe pelear es muy
habilidosa en muchas cosas
creo k eso es lo ke me
parece de lo mas comun
en los personajes femeninos
de los fics de YGO que he
leido.
haces un buen contraste
y diferecias en eso con tu
personaje d kaori k parece
menos perfecto o solo es
habil en una o dos cosas
imagino ke controlar a seto
kaiba es una
habilidad muy cool!!.

tmbn kiero saber ke pasa
con el rompecabezas **

perdona soy muy
preguntona y observadora;_;...
pero tu historia
me gusta muxo y x eso
lo hago perdon

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola!! ya volvi
perdonen la tardansa y agradesco a los que
parecen ser mis dos nuevo lectores XD les prometo esforzarme
para hacer de este fic - novela de su agrado
bueno e de dicirles que me da algo de penita subri la conti de hoy XD
por cierta cosita locura mia que vien incluida...pero igual espero les guste
(me esforce mucho ToT) pero para lo que no conoscan a Hilary Duff (la voz de Aidda) o su cancion Stranger...les pido primero me visiten aqui
YouTube - Hilary Duff - Stranger - Official Video (HQ)
me da miedo que no le entendan ToT
bueno ya sin mas la conti .....



La mañana amaneció fría y oscura, como era de esperarse después de una noche de tormenta. Para algunos, había sido una noche normal de sueño, tal vez algo mas agitada que de costumbre. Pero para otros, había sido una noche llena de sobresaltos y sombríos pensamientos. En la enorme casona de los Mecinyer por ejemplo, donde dos personas apenas si pudieron pegar el ojo en toda la noche.
Una de ellas se encontraba paseando por el pasillo, superando las expectativas de cualquiera que lo conociera, levantándose temprano aquella mañana. Deslizándose como una sombra por la casa; se detuvo al llegar a cierta puerta.
La contemplo largamente. Por un momento tuvo el impulso de abrirla de una patada y entrar en ella. Pero se contuvo. Sabia que el estaba vigilando.
Lentamente se dio la vuelta, regresando sobre sus pasos, nuevamente rumbo a su alcoba.
Por que tenia razón, el estaba vigilando...
Lo había sentido en cuanto se acerco a la puerta...Atem miro enfurecido la puerta que tenia enfrente, sintiendo como, lentamente, la presencia se iba alejando.
Se trago las ganas de ir, alcanzarlo en pleno pasillo y golpearlo. Tomo aire lentamente, la visión de la pequeña figurita que dormía entre sus brazos lo ayudo a tranquilizarse. Pero ver las marcas rojizas, que aun conservaba en las muñecas, amenazo con volver a sacarlo de quicio. Suavemente se separo de ella sin despertarla, y se levanto de la cama. La joven se removió en sueños y Atem se aseguro de arroparla bien para evitarle el frío de la mañana. Se dirigió al baño en silencio. Abrió el lavabo y se mojo la cara con el agua fría, intentando despejarse. Aun le latía la vena de la sien de pura rabia solo de imaginarse lo que le hubiera podido hacer aquel bastardo a Aidda.
Levanto la mirada; en el espejo se reflejaba la figura de la joven entre las sabanas, con su larga cascada de mechones rojos extendida sobre la almohada.
Ahora que lo pensaba, no le había preguntado aun como se las arreglo para safarse de Zack. Se había alterado tanto la noche anterior que no reparo en ese detalle. Atem soltó un suspiro, salió del baño con cuidado y observo por última ves a la chica. Aunque deseaba volver a acostarse a su lado, debía aprovechar que ella continuaba dormida, para poder calmar la ira que aún permanecía en su interior. Por lo que decidió salir de la habitación, caminando por el pasillo. Dirigiéndose a una habitación en particular.
Zack, después de su meditabunda incursión por los pasillos de su casa, había regresado a su cuarto; cayendo profundamente dormido otra vez en cuanto su cuerpo entro en contacto con las sabanas y los colchones.
Una sombra silenciosa irrumpió en la habitación, sin que Zack se diera cuenta ya continuaba dormido. Atem lo observaba de pie al lado de la cama.
Sonrió fría y malévolamente para después estirar, con ambas manos, una venda la cual encogió y estiro como un acordeón, sonriendo más grandemente, mostrando sus blancos dientes, al mismo tiempo en que una sombra oscura cubría sus ojos mostrando un brillo diabólico.
No paso mucho tiempo cuando Zack comenzó a sentir una incomodidad alrededor de sus muñecas. Apretó levemente los ojos comenzando a abrirlos, parpadeando un par de veces para que sus ojos se acostumbraran a la luz. Fue cuando se dio cuenta. Sus muñecas estaban amordazadas fuertemente por vendas contra el barandal de la cama
- ¿Pero que demo...? – Guardo silencio al ver a Atem recargado en la puerta de la habitación con sus brazos cruzados, viéndolo de una forma fría mientras mostraba una sonrisa maliciosa.
- ¡Tu! ¿Pero que te as creído? - exclamo Zack enfurecido viéndolo sonreír de aquella manera.
Atem dejo de sonreír, viendo a Zack con una mirada fría y diabólica, una que causo escalofríos en el chico. Nunca había visto esa expresión en Atem.
- Que las marcas en tus muñecas, sean un recordatorio eterno de lo que le pasara a tu cuello la próxima ves que intentes hacerle algo a Aidda - Dijo seca y fríamente - Y no intentes retarme, por que puedo incluso destruir tu alma si colmas mi paciencia.
Esas palabras tomaron por sorpresa a Zack quien por unos momentos se quedo sin habla. Pero no tardo en recobrarse de la impresión, también el adopto una actitud fría y desafinaste. Miro a Atem directamente a los ojos, mostrando una expresión que le disgusto a Atem.
- ¿Tu? ¿Destruir mi alma?...¡JA! No me hagas reír Atem. Tus amenazas no me asustan, aun no sabes de lo que soy capaz; soy yo quien te aconsejo que te cuides...Además, yo nunca intentaría hacerle daño a Aidda...Y tu no eres quien como para decirme que debo y no debo hacer. – respondió con odio encarnado.
Zack enmudeció de pronto al percatarse de que los ojos de Atem habían cambiado brutalmente de color. A un rojo carmesí, algo que no esperaba llegar a ver. Y no solo eso, comenzó a sentir como la cama temblaba con discreción al igual que toda la habitación
A pesar de que no era su intención, no puedo evitar sentir un ligero temor, algo no uy propio de el.
- Siegue y te matare en este instante Zack, prefiero desaparecer a los insectos de mi camino antes de que se vuelvan una plaga innecesaria - Expreso fríamente, al mismo tiempo en que la lampara de noche que se encontraba en un velador explotaba- No me interesa si me temes o no, pero ya me estas cansando y prefiero destrozar tu cuello de una buena ves.
Ahora el sorprendió fue Atem. Una aura violeta oscuro comenzó a formarse al rededor de Zack. El también lo miraba enfurecido mas que asombrado. La presencia de ambas energías en la habitación comenzó a provocar que todo temblara a su alrededor. Los objetos mas pequeños comenzaron a levitar lentamente. Un trozo de vidrio de lo que quedaba de la lampara de noche voló por la habitación, provocando accidentalmente un profundo corte en la mejilla de Atem.
Atem se toco la mejilla y vio sus dedos donde se encontraba la sangre. Cerró los ojos sonriendo con ironía
- Siempre supe que escondías algo, sucio bastardo.
- Mira quien habla - respondió Zack con el mismo tono - Tu que vienes y me amenazas en MI propia casa...Y encima vas y te aprovechas del temor de una niña...¿Y dices que el bastardo soy yo?
- Lo eres por acercarte a un terreno que no es tuyo - Expresó viéndolo- No me intimidas Zack y no vas a ganarme, porque amo a Aidda y no pienso dejar que un bastardo como tu intente quitármela.
- Pues ya veremos...ya veremos Atem...Ya veremos quien es el que sobrevive para quedarse con ella.
- Tsk... Yo no veo a Aidda como un trofeo. - Aclaro, ocasionando que Zack cerrara la boca - Si al final ella te prefiere la dejare ir, pero hasta ese momento, sigue luchando por lo imposible - Cerró los ojos mientras abría la puerta - Y espero que sepas usar tu “polvo de hadas” para liberarte - Dijo burlonamente, mientras salía de la habitación cerrando la puerta.
Asta ese momento fue cuando Zack callo en la cuenta de algo que olvido por completo durante aquel “amistoso” intercambio de palabras.
Seguía atado a la cabecera.
- ¡Maldición!...Atem, esta me la pagas.

Atem se dirigió de nuevo a la habitación, rogando internamente por que Aidda continuase dormida.
Tal ves su plegaria fue escuchada debido a que al ingresar a la habitación se encontró con la grata sorpresa de que ella continuaba durmiendo. Rápidamente y sin perder tiempo el chico se dirigió al baño para limpiar la herida en su mejilla con agua. No pasaron ni dos minutos cuando salió del baño ya con una postura normal, inclusos sus ojos habían vuelto a su color natural.
Se acerco a la cama, acostándose suavemente para no despertar a Aidda por el movimiento. La observo en silencio, viendo como sus cabellos rojos, esparcidos en la cama, jugaban con las sabanas que la cubrían. Una cálida sonrisa se dibujo en los labios de Atem, quien se acomodo para abrazarla con cuidado, procurando no despertarla. Para volver a dormir con ella y ver si en sus sueños podía verla también.
"Tan pequeña" Penso para si; ya con ella nuevamente entre sus brazos, sintiendo el calor de su pequeño cuerpo contra el suyo, sintiendo en su pecho el suave movimiento que hacia el pecho de ella cuando subía y bajaba lentamente al respirar.
“Pequeña...MI pequeña...” No pudo evitar pensar con una sonrisa.
Nuevamente miro sus muñecas enrojecidas. Suspiro profundo.
“No dejare que nada, ni nadie te lastime, lo prometo”
Como si aquel prolongado suspiro, sentido en la mejilla que tenia sobre el pecho de Atem, o como si hubiese sentido la profunda mirada de el sobre ella; abrió los ojos lentamente; algo amodorrada aun, logro distinguir el rostro de Atem muy cerca de suyo. Esbozo una pequeña sonrisa, aun con el sueño en puerta.
- Duerme otro poco - Susurró él mientras acariciaba su mejilla - yo velaré por ti...
Ella sonrío, aun aturdida por el sueño. Pareció que iba a hacerle caso; pero algo la detuvo, haciéndole abrir los ojos extrañada.
- ¿Que le paso a tu mejilla? – murmuro con expresión preocupada. Atem se llevo una mano a la mejilla; el contacto con la herida le ardió. Al retirar la mano, comprobó sombrío que tenia la punta de los dedos manchada de sangre.
Se quedo callado.
- Es que, resbale en el baño y logre herirme con el filo del lavamanos - Explico calmadamente
Aidda lo miro largamente, escudriñando entre las profundidades de su rostro. Por un momento Atem temió que pudiera leer su alma y su mente. No pudo evitar acordarse de Pegasus y agradeció que ella no tuviera un ojo del milenio.
- ¿Seguro que solo fue eso? – insistió ella alzando la mano para rozar la herida – Se ve algo profunda...
- Si, se que fue una torpeza de mi parte – Alego cerrando los ojos, tomando la mano de la chica – descuida, no es nada por lo que te debas preocupar.
Aidda entorno la mirada. Por mas dormida que estuviera, su intuición era buena, comprendió Atem; ella debía saber que algo le ocultaba. Pero Atem no estaba muy seguro de querer explicarle lo que había sucedido. Probablemente eso solo la inquietaría.
A pesar de la mano que la retenía, Aidda logro que sus dedos rozaran la mejilla de Atem. Una súbita sensación de calor invadió al joven por momentos, haciéndolo estremecer. Atem parpadeo y guardo silencio un momento; sintiendo esa sensación, disfrutando de ella. Para cuando volvió a abrir los ojos, ella había retirado la mano.
Se las arreglo para llevarse él una mano a la mejilla, sin soltar a la joven. Palpo la zona donde tenia la herida...Solo que, esta ya no estaba.
“Regeneración espontanea” Recordó Atem sonriendo. Miro a Aidda, pero ella seguía mirándolo con una seriedad un tanto inquietante.
- Increíble... - murmuró sorprendido. Tratando a toda costa despejarle las dudas de la mente.
- No es la primera vez que te hago esto - contesto ella, aun con el semblante inmutable.
Atem rió
- Es verdad pero, no dejo de sorprenderme.
Un largo y tenso momento de silencio para el.
Finalmente ella dejo escapar una ligera sonrisa. Cerro los ojos un segundo, pero, en cuanto volvió a abrirlos, clavo su mirada en la de Atem, quien se perdió entre la profundidad y el misterio que envolvían a esos extraños pero atrayentes ojos. Por un momento creyó verlos brillar, pero, de la misma forma en que lo vio, el reflejo desapareció.
- No te quiero obligar a decirme algo que no quieras – dijo ella entonces, con un suspiro bajo y prolongado.
- Lo diré cuando lo crea conveniente – Dijo el, acariciando su rostro - Te lo prometo.
Comenzaron a escucharse ruidos en el pasillo. Atem alzo la mano para mirar su reloj. Eran las ocho y media.
- ¿Atem, estas despierto? – pregunto la voz de Tamara al otro lado de la puerta.
- No - Respondió él divertido mientras abrazaba a Aidda – Aun sigo dormido.
- Ja, ja...Evítate las bromitas Atem – respondió Tamara - ¿As visto a Aidda? Fui a su cuarto pero no me contesta.
- Durmió conmigo - Respondió
Aidda miro a Atem con ojos de plato y con un rubor que se le extendió asta el cuello.
- ¡Oye! – exclamo alarmada.
- ¿Du...Durmió contigo? – repitió la voz temblorosa de Tamara desde afuera. Aidda quiso intervenir, pero Atem la sujeto por la cintura tapándole la boca.
- Ajá, así que no es necesario que sigas buscándola. –Respondió - Puedes irte tranquilamente.
- P...Pe...Pero...- insistió Tamara. Aidda intentaba safarse de Atem desesperadamente. – Bu...Bueno yo venia a decirles del...del desayuno...si ya desean desayunar...
- Vamos a dormir otro poco Tamara, nos vemos mas tarde - Respondió Atem, conteniendo la risa mientras sujetaba a Aidda de la cintura.
- ¿¡Como que vamos a dormir otro poco!? – exclamo Aidda roja cuando pudo liberar su boca. Para desesperación suya parecía que Tamara había salido huyendo hacia otra parte. – Imagínate que va a pensar
- No pensara nada anormal - Cerró los ojos - Si tanto te molesta entonces sal y alcánzala
- Pues ganas no me hacen falta - exclamo ella haciendo ademan de levantarse.
- Bien - Dijo Atem mientras se recostaba - Pero si vas para tratar de dar explicaciones estarás dando la razón a sus pensamientos insanos.
- ¿Pe...Pensamientos insanos? - repitió Aidda frenándose con una gota y líneas azules. Nuevamente se quedo mirando hacia la puerta; instante tras el cual se dejo caer en la alomadas abatida
- Hay no... – exclamo juntando sus cejas asta hacerlas una única fina línea.
- Si vas a darle explicación le estarás dando razón – Explico Atem con una sonrisa – Sencillamente déjala que crea lo que quiera, si te pones nerviosa pensara que paso algo y nada mas dormimos
- Si...Solo eso. - respondió ella. Lentamente se dio la vuelta dándole la espalda a Atem, turbada por los recuerdos de la noche anterior.
Todo lo que la llevo asta ahí. Se sintió extrañamente incomoda. Se miro las muñecas, y eso hizo que se sintiera aun mas turbada. Penso que esos recuerdos eran lo que provocaban que se estremeciera. Pero, había otra razón....
Aidda interrumpió sus pensamiento de golpe, al sentir como las manos de Atem se escabullían por debajo de su blusa para dormir, sintiendo como él acariciaba su abdomen para después empezar a subir cautelosamente las manos, hasta sostener entre ellas su busto. El se encontraba sentado a espaldas de ella mientras los apretaba levemente, ocasionando un sonrojo inevitable en ella.
- A...Atem...
- ¿Si? - Preguntó el, susurrándole al oído
- ¿Que...que haces? - pregunto temblando ligeramente.
- ¿Te molesta? - Preguntó con los ojos cerrados mientras se detenía y retiraba las manos.
Aidda no supo que contestar. Se llevo una mano al pelo, enredando un mechón en su dedo índice y retorciéndolo; un ademan que hacia siempre que estaba nerviosa. Atem la noto, además, cohibida y asustada. Como si su tacto hubiera sido mas hiriente que una daga clavándosele en el pecho.
Aidda hundió sus manos en su cabello, dejando que estos se escurrieran entre sus dedos. Se le venían demasiadas sensaciones, relacionadas un secreto profundo y sombrío; que asta ahora no había tenido valor de confesarle.
Además, se le vino a la mente una imagen...un recuerdo del pasado...
...Una noche especial, tiempo atrás...la imagen de ella, bañándose en una piscina de piedra, y la presencia de una sombra a sus espaldas...unas manos que recorrieron sus hombros con suavidad, descendiendo por su cuerpo...los cálidos besos...las caricias...
Se sintió extraña y mareada de solo ver ese recuerdo.
- ¿Aidda? - Pregunto Atem extrañado
- No...no, es nada. - Respondió ella distraída al regresar del trance. - Estoy bien.
- Lo lamento
Aidda negó con la cabeza, totalmente roja como manzana.
- Me duele la cabeza – murmuro, llevándose una mano a la misma.
- Creo que es mejor que duermas un poco
Aidda permito que el la tomara en brazos y la recostara, todavía sintiéndose mareada.
Atem cerro los ojos mientras acariciaba la cabeza de la chica, jugueteando con mechones de su cabello. El movimiento la adormecía a ella. Pero, por alguna razón que Atem no compendia, estaba temblando. Atem la abrazo mas, apretando levemente los ojos
- Perdóname
- No...no eres tu...- contesto ella aun temblando – No se que tengo...es solo que...yo...el ambiente...- Se mordió los labios, incapaz de terminar la frase.
Atem abrió levemente los ojos, la abrazo más, intentando calmarla
- Duerme Aidda... todo esta bien.
Aidda cerro los ojos, dejando que el abrazo de Atem la calmara. La extraña sensación continuo ahí. Finalmente vencida por el cansancio, y acunada en brazos de Atem quedo profundamente dormida.
Eran mas de las nueve de la mañana cuando volvió a despertar. Atem aun estaba acunándola en sus brazos. Tenia la pinta de averse dormido por un buen rato, pero al mismo tiempo daba la impresión de que ya llevaba rato contemplándola dormir.
- ¿Te encuentras mejor? – pregunto el cálidamente. Aidda asintió con la cabeza. Se incorporo suavemente.
- ¿Que horas son? – pregunto tallándose un ojo.
- Poco mas de las nueve. – contesto Atem despreocupadamente. – Creo que los demás ya están levantados. ¿Quieres que vallamos a desayunar?
- Pero primero voy por mi ropa. – contesto ella levantándose de un salto – Ayer la deje en el otro cuarto; no bajaré vestida si para desayunar – dijo señalo la camiseta que llevaba. – Tu puedes irte adelantando si gustas
Atem sonrío. Contemplándola desde donde estaba.
- Pues, yo pienso que te queda bien. – dijo y Aidda se ruborizo suavemente sonriéndole.
- Aun así, voy por mi ropa. – sonrío
Salió de la habitación, no tardo mas de dos minutos en recorrer el pasillo y llegar a la suya.
Encontró su ropa en la silla donde la había dejado la noche anterior, y rápidamente se apresuro a cambiarse. Mientras se colocaba el pantalón, contemplo las sabanas, que la noche anterior habían estado blanquísimas, ahora presentaban un lamentable estado, quemadas como estaban del centro.
Aidda miro aquello apesadumbrada y en cierta forma avergonzada por dañar una propiedad ajena; recordó que también había quemado las manos de Zack, y se sorprendió preguntándose si no lo abría lastimado demasiado.
Decidió que tal vez era mejor que si lo hubiera lastimado.
El ruido de su celular la saco de sus pensamientos. Se apresuro a contestarlo.
- ¿Bueno?
- Aid, ¿Donde andas? ¿Sigues en casa de Tamara?
- Si, aquí seguimos Sherán. – contesto Aidda mirando el reloj. – Pero, solo desayunamos y ya nos vamos para allá.
- Bien por que te necesito. – respondió la voz de su hermana al otro lado de la línea – Alguien dejo la ventana del baño abierta, y con la tormenta de ayer el pasillo esta echo un desastre.
- Enseguida estoy allá descuida. – corroboro Aidda solidaria, aunque ya teniendo y contemplado que, en algún momento de esa tarde, terminaría resbalándose y golpeándose contra un piso lleno de agua.
- Te espero...No tardes mucho....¿Te encuentras bien? – pregunto de pronto sobre saltando a Aidda.
- S...Si...¿Por que lo dices?
- No se...Te oigo rara – insistió Sherán arqueando una ceja desde el otro lado de la línea; donde una imitación de fuente de agua brotaba de un grifo del baño, mientras Rayan estaba metido de cabeza en la tubería tratando de repararlo.
- Será porque me acabo de levantar – contesto Aidda – En seguida estoy allá.
- ¿Segura que todo...?
- Si, segura...Nos vemos hermana.
- De acuerdo...- sonrío - ...te espero en...- tubo que interrumpirse; y Aidda intuyo, por los ruidos que escuchaba, que Rayan había soltado la tubería en lugar de arreglarla y ahora estaban luchando contra un bombardeo de agua a presión.
Aidda suspiro mientras colgaba. Genial. Tendría que llegar a fregar pisos, como si todo lo ocurrido no fuera suficiente.
Salió del cuarto ya completamente cambiada, y se encontró con la sorpresa de que Atem estaba esperándola justo afuera.
- Tardaste mas de lo que habías dicho - Dijo viéndola
Aidda sonrío levantando el celular.
- Mi hermana pidiéndome que me reporte al cuartel general – dijo bromeando – No me digas que estuviste contando el tiempo que me tardaba.
- En algo tenía que perder el tiempo - Sonrío con los ojos cerrados
Aidda alzo una ceja.
- ¿Hubieras preferido que entrara? - Pregunto sonriendo
- No, creo que te prefiero aquí afuera – contesto ella; sonriendo con un leve sonrojo – Demasiadas incursiones secretas a mi cuarto por una noche.
- Pero mira, el burro hablando de orejas – Dijo divertido
- Al menos yo tuve la decencia de tocar – apunto cerrando los ojos – No como...otros.
Aidda guardo silencio, al percatarse de lo dicho, era evidente que eso recordaría a Atem el coraje por lo que había hecho Zack la noche anterior
Pero antes de que alguno de ellos pudiera decir una palabra Anelys llego sonriente por las escaleras.
- ¡Ah! Ya se levantaron – dijo sonriendo al verlos – Tamara me mando para ver si ya estaba despiertos. No se por que no quiso venir ella, normalmente le encanta ir y despertar a Zack de un golpe cuando no se levanta...¿Saben si aun esta en su cuarto? – pregunto mirando hacia en otro lado del pasillo.
- No, no sabemos por que acabamos de despertar - Se adelanto a decir rápidamente Atem "Y con suerte no lograra levantarse" Penso - Nos vemos abajo Anelys – dijo mientras tiraba de Aidda hacia las escaleras; y, por su tono, Aidda tuvo la ligera sospecha de que Atem era culpable de la supuesta desaparición de Zack.
Pero al momento que se vio siendo arrastrada por Atem al interior del comedor comprobó que, efectivamente, ahí no estaba Zack. Atem sonrío complacido.
- Buenos días Tamara – saludo de buen humor.
- Buenos días. – contesto Tamara sonriendo - ¿Van a querer desayunar?
- Yo si. Tengo hambre – contesto Atem. Aidda lo miro extrañada, que repentino cambio de humor.
Tamara sonrío.
- ¿Bueno que el idiota de mi hermano no piensa bajar? – pregunto en voz mas alta de lo necesario – Si se acaba el desayuno yo no pienso alimentarlo después. – cerro los ojos con aire resuelto.
Quince minutos después el tan aclamado hermano apareció, con pinta de estar de muy mal humor. Se sereno un poco en cuanto vio a la muchachas sentadas a la mesa, pero a Atem le lanzo la mas fría mirada asesina.
- Buenos días Zack – saludo Atem como si nada – Pero que cara tienes, ya es tarde, ¿acaso tuviste una mala noche?
Zack lo hubiera ahorcado ahí mismo.
- No todos estamos siempre tan de buen humor Atem – contesto fríamente – Claro que, siempre hay cosas que te ATAN a otros asuntos ¿no?
- Si, pero a mi siempre me atan cosas buenas y agradables - Respondió
- Si...Ya e imagino que clase de "cosas" - respondió Zack lanzándole una mirada mordaz a Aidda. La chica ladeo la cabeza turbada. Cada vez estaba mas convencida que de algo ahí no cuadraba.
- Si, cosas en las que debes ocupar tu mano para poder disfrutarlas - Añadió Atem tranquilamente, mientras tomaba un poco de jugo
A Aidda y a Tamara se les vino un sonrojo colosal. Anelys miraba tanto a Zack como a Atem sin comprender muy bien; Angiil por su parte escuchaba en silencio y sin molestarse en interrumpir su desayuno. Tamara la miro furtivamente, con esperanza de detectar algún gesto en ella. Pero Angiil no dijo nada, y Tamara no se atrevió a hacer nada mas
Zack miro fríamente a Atem. Sonrío sádicamente.
- Si, supongo que tienes razón...Se necesitan ambas manos para disfrutar al máximo algunas cosas. ¿Y sabes algo?...Se disfrutan mas...cuando tienes experiencia...Por mas corto que sea el tiempo que duren. – Añadió malévolamente.
- Y las tuyas deben ser demasiado cortas – Dijo al punto de reírse
- Tal vez no tanto como a ti te gustaría - respondió Zack riendo mordazmente al pasar por su lado. Cuando paso por detrás de Aidda, con todo sadismo ante la mirada iracunda de Atem, deslizo una mano por el cuello desnudo de la chica.
Atem cerró los ojos, la sombra que se formaba bajo la silla de Aidda, se estiro como una mano y con discreción se interpuso en el camino de Zack, haciéndolo tropezar y caer de boca al suelo. Mientras la sombra desaparecía al instante.
- Vaya pero que imbécil eres para caminar - Comento Atem con indiferencia.
- Zack...- intervino Anelys asomándose por debajo de la mesa - ¿Estas borracho o que?
- Esta en sus momentos de idiotez Anelys – contesto Tamara con una pequeña vena en su frente mirando a Zack – Te acostumbras con el tiempo. Si no, mírame a mi que ya me acostumbre.
- Es que la estupidez es algo difícil de quitar - Respondió Atem
- Y lo maldito y bastardo aun mas - comento Zack
Atem estornudo una ves y tallo su nariz
- Disculpen, es que soy alérgico a la idiotez - Se disculpo sarcásticamente cerrando los ojos.
Tamara se disculpo para ir a la cocina por mas jugo. Anelys continuo comiendo llenándose con pan dulce. Aidda había permanecido callada prefiriendo no intervenir, intuyendo que eso que Atem no había querido decirle tenia que ver con Zack. Una platica “amistosa” tal vez. Pero, prefirió no hablar de momento; ya interrogaría a Atem después.
Zack se puso de pie con aire resuelto. Aidda tomo un trago de jugo viéndolo de reojo. Zack también la miro, discretamente le dio un golpe a la silla haciendo que a Aidda se le derramara el jugo.
- Oh, perdona – se disculpo inclinándose para tomar una servilleta – déjame ayudarte.
- No es necesario - Intervino Atem sujetando la muñeca de Zack – Suficiente torpeza has hecho ya, como para hacer más – Agrego sonriendo sarcástico – Yo me encargo, es mejor que no te esfuerces Zack... andas muy torpe hoy. Intenta sentarte bien y no te ahogues con la comida - Le empujo la mano con discreción.
- ¡Bueno ya! ¡Dejen de hablar como si yo no estuviera aquí! – salto Aidda con una vena. No permitió que Atem la limpiara, ella misma tomo la servilleta apartando la mano de Atem con un leve empujón – Asta parecen niños chiquitos – observo.
Atem y Zack se miraron breve y desafiantemente, antes de que Zack fuera a tomar asiento al otro lado de la mesa.
- Dime la verdad - le susurro Aidda a Atem, ya segura de que Zack no los escuchaba - ¿Que esta pasando aquí?
- Que un idiota esta dando un show. ¡Hay! Nada, sólo esta fastidiando – Respondió
- Estas mintiendo - insistió ella - Si vas a estar así prefiero que nos vallamos ya, no me siento muy bien - agrego.
- De verdad, no sucede nada...”Al menos no todavía” – penso con malicia
- De todos modos me requieren en casa. - insistió ella - Mi hermana a de estar echa un manojo de nervios
- Pues entonces nos iremos ya - Dijo Atem
- ¿Se van ya? – pregunto Tamara entrando nuevamente en el comedor.
- Tenemos que. – respondió Atem poniéndose de pie – A Aidda la llamaron desde hace rato, que ya la quieren de vuelta.
- Pasare un momento a tu baño Tamara. – dijo Aidda.
- Aquí te esperamos – le grito Atem al verla partir - ¿Angiil, te ayudo? – pregunto dirigiéndose a la joven que había permanecido silenciosa todo el rato.
Parecía sumida en profundas reflexiones, y tardo un rato en levantar su mirada apagada hacia el chico. Atem seguía preguntándose como rayos se las arreglaba para localizar en donde se encontraba la persona con la que hablaba.
- No Atem, ahora los alcanzo.
- ¿Segura? – insistió.
- Segura. – sonrío
Algo en su gesto, lo hizo desistir
- De acuerdo. Se que eres perfectamente capaz de valerte por ti misma – añadió con una sonrisa que ella no pudo ver – Iré por el auto. Ya vuelvo.
Angiil lo sintió irse. Se quedaron solos, ella y Zack.
El silencio era sepulcral; Zack estaba concentrado en su comida, mientras que ella mantenía la barbilla apoyada en sus manos, con los codos sobre la mesa.
Ninguno hizo nada para romper el largo e incomodo silencio.
Tras unos minutos, en los que ni Aidda ni Atem volvian, Zack termino e hizo ademan de levantarse.
- ¡Zack espera! Quiero hablar contigo.
El se detuvo solo unos segundos; los suficiente como para volverse y contemplar a la joven sentada a la mesa.
Suspiro largamente.
- No se que puedas decirme Angiil – dijo simple y fríamente reanudando su marcha.
Salió de la habitación; no había dado ni dos pasos cuando ella lo alcanzo y lo retuvo nuevamente.
- Sabes bien que es lo que quiero decirte – contesto ella fríamente. - ¿Dime que rayos pretendes ahora?
- No se de que hablas. – respondió Zack, acalorado. Tratando de evitar verla a la cara a toda costa.
- Sabes muy bien de que hablo – recalco Angiil alzando la voz – A mi no me engañas...Se lo que paso anoche Zack – añadió acusadoramente.
Por primera vez desde que lo había alcanzado Zack se volvió para mirarla. No pudo evitar sentir dolor cuando miro sus ojos. En otro tiempo habían sido brillantes y rebosantes de vida, ahora parecían un oscuro e inexistente pozo sombrío.
No había nada en ellos; salvo, tal vez, una débil chispa de percepción. Eso le llamo la tensión mas que otra cosa.
Aun así, le dolió voltear, y encontrarse con esos ojos.
- ¿Que es lo que sabes? – pregunto dándose cuenta de que no valía la pena mentir. Pero sin abandonar aquella fría indiferencia con ella.
Angiil esbozo una sonrisa irónica.
- Aveces, cuando se es ciega, se perciben cosas que los demás no ven. Sobre todo, también, cuando ya conoces bien a ciertas personas y sabes de sobra como acostumbran a moverse – explico con fría indiferencia. – Además, esta de por medio la escenita que se aventaron Atem y tu hace rato. Eso ya da lugar a muchas cosas Zack y, conociéndote como te conozco, no me es muy difícil adivinar que fue lo que paso. – sonrío sarcástica – Pero, por si las dudas, te lo preguntare. ¿Que intentaste hacerle a Aidda? – pregunto en un tomo mas amenazador.
Zack respiro profundamente, sacudiendo la cabeza. Por la forma en que se rió, Angiil intuyo que no parecía en nada avergonzado, atrapado o temeroso. Eso fue, entre otras cosas, lo que mas la hizo enojar.
La respuesta de el, no ayudo mucho:
- Creo que no tengo que contestarte algo que ya sabes ¿no? – respondió con total cinismo
Angiil se tenso, frunciendo los labios con enojo.
- ¡¿Zack que es lo que intentas?! ¡¿Que pretendes hacer?! ¿¡Acaso piensas aprovecharte de otra chica!? – insistió ella lívida
- Tu no sabes nada Angiil – mustio Zack comenzando a enfurecerse – No tienes nada que ver en esto...
- ¡CONTÉSTAME! – grito ella, ya echando chispas - ¿¡Piensas enamorarla para abandonarla cuando ellas obtenido lo que quieres de ella!? ¡Como hiciste conmigo! ¿verdad? – Añadió temblando de rabia e impotencia. – ¡Si lo de esa noche fue para ti un juego pudiste avermelo dicho antes para ahorrármelo!
- ¡Angiil ya basta! –grito Zack comenzando a temblar, también de furia.
- ¡¿Pero que te as creído?! – exclamo ella perdiendo completamente la paciencia y atestándole un golpe en la cara - ¡¿Zack en que te as convertido?!...¡Tu no eras así! Eras tan diferente...¡No te pareces en NADA al Zack que yo conocí!...¡Al que yo ame!...¡AL QUE LE ENTREGE TODO POR AMOR!...
- ¡ANGIIL BASTA! – exclamo Zack enfurecido- La tomo por los hombros, sacudiéndola con brusquedad. - ¡NO ENTIENDES NADA!¿ME OLLES?¡NADA!
- ¡ENTONCES EXPLÍCAME PARA PODER ENTENDER! – arremetió ella también gritando.
Zack no respondió; se quedo respirando agitado, con las manos aun en los hombros de ella.
Angiil aguardo; esperando algo...Una explicación, una respuesta...lo que fuera. Algo que la ayudara a comprender que había sido del joven amable y apasionado del que se había enamorado cuando niña; el que le había correspondido cuando se confesaron su atracción en la adolescencia; y al que se había entregado, sin importar las consecuencias.
Espero...paciente...algo, lo que fuera...
...Pero nunca llego.
Nunca.
- ¿Que paso contigo Zack? – repitió, esta vez entristecida y desilusionada como nunca en su vida - ¿Que paso contigo?
“Eras tan diferente...y te volviste...un extraño...”




- ¿Angiil, nos vamos? – dijo una voz detrás de ella.
- Vámonos Aidda – contesto Angiil tras dirigirle una ultima mirada a Zack.
Atem las esperaba afuera ya con el auto. A Aidda no se le escapo que le lanzaba una mirada retadora a Zack, quien había salido junto con Tamara y Anelys para despedirlos.
- ¿Angiil, todo esta bien? – pregunto Aidda mientras la ayudaba a subir.
- Si todo esta bien, no te preocupes.
- “Por que siento que el día de hoy todos me ocultan algo” – penso para si.
No dijo nada sin embargo, no quiso insistir, tomando en cuenta la presión tan cargada que se sentía en el ambiente, por parte de Angiil, Zack...y Atem de por medio.
Zack se desapareció por la puerta en cuanto vio que el auto plateado encendía sus motores. Partir antes incluso de que el auto arrancara.
Tamara y Anelys, por el contrario, habían esperado asta que el auto desapareciera por la calle. Una vez que dejaron de verlo, cambiaron el semblante, a uno mas serio y resignado. Se miraron mutuamente.
- ¿Te diste cuenta? – pregunto Anelys, con un dejo de preocupación en la voz, mientras lanzaba una mirada furtiva al interior de la casa, como comprobando que Zack ya no seguía ahí.
- Si. Lo hice – respondió Tamara. Su tono y su mirada, no mostraban otra cosa que no fuera desilusion y tristeza – Pero no puedo entenderlo, ni aceptarlo.
- No puedo entender...que paso con mi hermano – murmuro Tamara tras una breve pausa – Tu sabes...tu sabes que el no era así – añadió
- No. No lo era – murmuro Anelys pensativa, compartiendo la misma duda y desilusion que inundaba el corazón de su amiga.
Se quedaron en silencio un rato, contemplando como caían las hojas de los arboles, para ser arrastradas con el viento.
“Exactamente así, una hoja arrastrada por el viento” Penso Tamara, contemplando una hoja afilada y perfecta, como las facciones de su hermano, posarse sobre su mano. La vida de su hermano parecía averse vuelto eso precisamente. Se había dejado arrastrar, y conducir por un camino, que lo alejo de todas las personas que amaba y lo amaban. Dejándolo perdido, y desubicado.
Nunca lo entendió...nunca lograría entenderlo.
- Aunque...tampoco puedo entender, porque Angiil no le dice nada – murmuro Anelys – tal vez...si se lo dijera, el cambiaría. ¿No crees?
Tamara no dijo nada.
El viento se llevo la hoja que posaba en su mano, y la contemplo partir, movida por el viento, dejándose arrastrar a su antojo.
Aveces, somos arrastrados, arrastrados como una hoja en el viento, por fuerzas mayores. Destino. Casualidad. Todo conlleva a la búsqueda de aquello que nos impulsa a movernos. Que nos impulsa a seguir.
Tal vez – penso Tamara – su hermano hubiera sido arrastrado por fuerzas mayores. “El destino suele tener caminos inesperados” había dicho, alguna vez, una sabia mujer. Su hermano podría aver sido arrastrado por una fuerza mayor.
...Una fuerza mayor...y, tal vez...
...oscura...

 

Re: Aidda the magic of the love

holaaa amiren SEEEE
wiiiiiii soy la primera en postear yeah :cool: muy buena la conti :)
me hubiese gustado que Atem se hubiese cargado a Zack xD
jeje pero bueno vivito y coleando aun sige :mad: :mad: :mad:
bueno me despido bye bye xau besos cuidate t.k.m :besito: :rosa: :saltarin: :beso:

 

Re: Aidda the magic of the love

orale ** que genial continuación!.
me sorprende que zack tmbn tenga esa clase de poder,
pk teniendo ese poder pk no se deshizo de
las cuerdas con las que había sido atado por Atem? o.o
Tmbn me agrado k pusieras esos dibujos de la canción de
stronger de la Hillary!
eso me confirma que Aidda es cantante! ** parece k
Akihisa tendrá una rival! y una MUY buena. genial ><!!
yo siempre pense k zack era rubio que tonta soe vdd? ToT...
Tmbn ya me puse a leer la historia de ella, no sabía k era
un dojinshi... (se escribe asi? ;_; ) ya voy en el cap 4 apenas...
tu historia esta ligada a la de la chica? o nada mas
ocupas el personaje o.o?