¿Te seguire amando?...

Especial de Año Nuevo​

Con: Ryoma, Sakuno, Fuji & Reyko.​

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Importante:
—Este capítulo se llevará a cabo en chibi.-


—El personaje principal será Reyko, o sea yo, sus asistentes serán Fuji & Sakuno. También tendrán una mascota; ésta, será Ryoma, quien estará con el traje de Rodolfo el Reno, (incluyendo la nariz roja).-


—Este capítulo será muy, pero muy extraño.


—Si usted no quiere leer cosas que le puedan causar molestias, por favor, abstengase de leer este episodio.



Comienzan las escenas...



—¡Hola!, ¿qué tal están? —dice Reyko saludando a “su audiencia” —...oh, vaya, puedo reconocer a varios —volvió a decir, pero el lugar estaba completamente vacío.—Me presento; Soy Reyko, escritora de este fic. Tengo 14 años y bueno, no sé que más escribir, digo decir —se sentó en el suelo, y empezó a hacer dibujitos con su dedo índice. —¡Sabía que esta era una mala idea!...En primer lugar, ¡¿qué estoy haciendo acá?!, ¿qué debo hacer?...correr de lado a lado.



—¡Reyko-chan!...¿tú eres la escritora de este fic, verdad, verdad? —decía Sakuno, mientras se aproximaba a Reyko dando pequeños saltitos.



—¡Eh!, Maldición, estoy tan alterada, que estoy cambiando las personalidades de los personajes. Sí, yo soy Reyko.



—A pues mi nombre es Sakuno Ryuzaki, estudiante de tercer año de secundaria, y estoy diciendo esto, porque tú lo estás escribiendo —dijo Sakuno con una gran sonrisa en su rostro.



—¡Con que tu eres la creadora, ehh! —dijo alguien interrumpiendo la conversación. De repente aparece un muchacho de pelo negro con destellos verdosos, y unos hermosos ojos color ámbar. Este muchacho estaba disfrazado de reno, más bien; “Rodolfo el Reno”, tenía hasta la nariz roja, pero un aura negra había empezado a salir de su cuerpo.



—S...sí, yo-yo soy Reyko —dijo Reyko tartamudeando, porque Ryoma la intimidaba.



—Pues tengo que conversar cosas muy serias contigo, ¿me acompañas? —decía este con una risa malévola.-



—¡No seas tonto Ryoma! —interrumpió un chico de ojos azules —...ella es nuestra dama de honor —dijo Syusuke besando la mano de Reyko, muy parecido a un príncipe.-



—¡¿Ehh?!...¿Su qué?...—exclamó Reyko sobresaltada y colorada por la acción de Syusuke.



—Nuestra dama de honor—repitió Fuji.



—A no, mejor yo me voy, adiós —dijo Reyko retirándose del lugar.



—¿Y no pasarás el Año Nuevo con nosotros Reyko-chan? —dijo Ryoma sollozando.



De acuerdo, esto es raro,¿Ryoma sollozando?. ¡Dios, sí que estoy mal!. Pero se ve tan lindo con su traje de Reno, se ve tan tierno.



—Sí, pero...



—Y de acuerdo a lo que habías escrito hace unos momentos...Syusuke y Sakuno son tus asistentes, y Ryoma es el reno, pero entonces...¿qué pasa con resto del equipo? —preguntó un chico de lentes mirando su cuaderno.



—Bueno...no había pensado en eso...pero, ¿les parece bien si es que son el grupo que toca la música? —preguntó Reyko, mientras que a todos les caía una gotita en sus cabezas.



—¡Un momento! —dijo Tezuka —soy el capitán, y por ende debo llevar un papel principal.



—Bueno, entonces...Tezuka es el vocalista, Kikumaru toca la guitarra, Kawamura el bajo, Inui el teclado y Kaidoh la batería. —ordenó Reyko.



Todos tomaron sus posiciones y empezaron a tocar muy mal.



—¡Chicos!, ¿podrían tocar algo más decente? —cuestionó Reyko.



—Pero, ¿qué tocamos? —preguntaron al unísono.



—Mirotic, de TVXQ —respondió Reyko.



Y empezó a sonar la música de fondo.



—Ustedes dos son los que darán el saludo de Bienvenida del Año Nuevo —dijo Reyko dirigiéndose a Fuji y Sakuno.—...y tu Ryoma serás la hermosa mascota de Bienvenida al Año Nuevo.



—¡WUAF! —ladró Ryoma.



—Eso es un perro, Ryoma —dijo Reyko agarrándose la cabeza.



—¡MIAAUUU! —repitió Ryoma.



—Y eso es un gato —dijo Reyko con muchas gotitas cayendo de su pequeña cabeza.



—Y entonces...¿qué sonido hago?—preguntó Ryoma ladeando su cabeza hacia el lado izquierdo.



—Ninguno, Ryoma. Solo quédate ahí, bonito y sonriendo a todas las personas.



—De acuerdo, pero...¿y Momo-chan? —cuestionó Ryoma a los chicos de la banda.



—¡Ah! Momo está en el hospital, por una intoxicación de dulces. Ayer el pobre estaba tan feliz, porque había ganado unos cupones para comer dulces, cuantos se le dieran la gana, pero los aprovechó mal y terminó en el hospital. —dijo Eiji lamentándose.



—Bueno, bueno como sea —dijo Reyko. —será mejor que comencemos esto.



—Esta bien —dijeron todos al unísono.



—Muy bien, Música por favor. —pidió Reyko.
Y empezó a sonar música nuevamente, pero esta vez era Wrong Number.



—Bueno...digamos todos; 1, 2, 2, 2, 2, 2, 2, 2, 2, 2...



—Emmm..3.—dijo interrumpiendo Fuji.



—¡Feliz año nuevo! —dijeron todos al unísono



—¡¿Esto es todo?! ¡¡¿¿Me hicieron disfrazarme de Reno, sólo para esto??!!



—¡Cállate Ryoma! O si no, no escribiré más momentos románticos entre tú y Sakuno.—dijo Reyko, y Ryoma calló. —...Eso es todo amigos, nos vemos en la próxima.



Hablando bajito:
—Nos hicieron hacer esto sólo por unos instantes
—Es cierto...
—Y más encima no hay nadie.
—Sí, eso también es cierto



—¡¡A callar he dicho!! —gritó Reyko mientras se transformaba en un mounstruo y empezaba a perseguir a todos.

 

Traigo contiii e.e!!!​

Chicas espero que les guste este capítulo, no estaba muy inspirada, pero lo traje porque tenía que traerlo, si no ustedes se aburrirían de mí :´3
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Capitulo XI



Se quedaron unos momentos observándose cada mínimo detalle de lo que estaban haciendo, sus labios fueron acercándose poco a poco, pero sonó el celular de Ryoma y él dudó en contestarlo. Ryoma observó por última vez los finos labios de Sakuno, y luego contestó su celular, mientras ayudaba a la castaña a pararse, y con una mirada decía “adiós”, para luego marcharse.



—¿Qué?, ¿qué...demonios fue eso? —se cuestionó la castaña, bajó su mirada y dijo—:...es cierto...no fue nada.



Sakuno sacudió su ropa, y cerró la puerta de la casa; lo único que quería, era dormir.



Al día siguiente, todo se sentía extraño, era como si ella hubiese hecho algo malo.



Ninguno de ellos se dirigió la palabra en toda la mañana, ni siquiera se atrevían a cruzar miradas. Ryoma sentía que no había hecho bien, y que no debería haber puesto a Sakuno en una situación tan incómoda; claro que la suerte estaba de su lado, Sakuno no recordaba nada de como había actuado el ambarino en la habitación aquella noche. Él sólo se había quedado con el recuerdo de esa noche, el de tenerla en sus brazos, poder abrazarla, y olfatear ese delicioso aroma que emanaba de ella. Syusuke -en cambio-, añoraba la posibilidad de volver a tener ese momento con ella, de poder tener sus finos labios frente a él, de sentir su cuerpo rosando con el suyo; él quería volver a experimentarlo, pero sí, él aprovecharía esa oportunidad para llegar un poco más lejos.



—Falta poco para volver a verte Sakuno, ya nos volveremos a ver... —decía un chico de pelo rojizo y alborotado.



Ryoma fue a entrenar a las canchas de la calle. Estaba un tanto irritado por su comportamiento, porque su maldito orgullo no le permitía hacer nada, porque por dentro se moría por Sakuno pero, nuevamente su maldito orgullo le impedía actuar de manera adecuada, a veces, lo único que conseguía era que Sakuno sufriera, por supuesto que esto sólo él mismo lo reconocía, porque jamás, jamás lo reconocería en público.
Aún seguí practicando, cuando comenzó a llover, a éste le importó la nada misma que estuviera lloviendo, porque la única forma en la que se sentía bien, era el hecho de practicar tenis.



Un chico; de cabello rojizo, con una raqueta de tenis colgada a sus espaldas, iba en dirección a casa de Sakuno.



Qué extraño, ¿quién será?, ¿algún familiar?, pero por alguna razón se me hace muy familiar.



Ryoma sin darse cuenta, había empezado a caminar en dirección a casa de Sakuno, pero, más bien, seguía aquel chico pelirrojo.



¿Qué demonios me pasa?. Yo no soy así, esto no va con mi personalidad, yo mejor me voy.



Aquel chico ya había llegado a la casa de Sakuno, esto hizo que Ryoma sintiera mayor curiosidad.
Cuando vio que habrían la puerta, pues era Sakuno; el chico la miro y le hizo un gesto de saludo, y Sakuno corrió a abrazarlo bajo la lluvia, por supuesto que el chico le correspondió aquel abrazo.



¿Qué está pasando, por qué ella lo abraza?, ¿y por qué me importa tanto?, ...¿por qué me causa una sensación extraña, como esa sensación de golpear a alguien, como ir corriendo y separarlos?.
Yo me voy .



Y así lo hizo, Ryoma se alejó del lugar lo más rápido posible.



En casa de Sakuno...



—A pasado bastante tiempo sin verte, Kintarou, llegué a pensar que te habías olvidado de tu amiga —le dijo la castaña —ven, ven a saludar a mi abuela.



—Claro, iré enseguida —respondió el chico, y la siguió hasta donde estaba Sumire.



—¡Por Dios! ¡Cuanto tiempo sin verte pequeño Kintarou!, ¡cuanto has crecido! —dijo sobresaltada la anciana.



—Lo mismo digo yo abuela —respondió Kintarou llevándose la mano atrás de su nuca.



—Ven, cenemos juntos, Sakuno cocinará algo para nosotros —dicho esto Sakuno se dirigió a la cocina, y después de 1 hora, la cena ya estaba lista.



Al otro día, en la clase de Sakuno, se veía al Kintarou, con su enorme sonrisa, ahí, donde el siempre había deseado estar, junto a Sakuno, junto a ella casi todos sus sueños se realizarían, sería llevar una vida hermosa junto a ella.



—Sakuno, ¿almorzamos juntos? —preguntaba un chico hermoso, de ojos azules.



—Es que, tengo un amigo, ¿podría almorzar con nosotros? —respondió.



—Claro —asintió el rubio.



—Hola, me llamo Kintarou. Gusto en conocerte —dijo extendiéndole la mano. Syusuke le dio un apretón de manos.



—Bueno, vamos...—dijo Sakuno.



Se marcharon a la cafetería, Sakuno se sentaba justo en el medio de los dos, y todos conversaban, pero había ocasiones en las que Kintarou quedaba excluido de la conversación, e intentaba llamar la atención.
Ryoma había llegado tarde, y no alcanzó asiento, había decidido ir a almorzar a la azotea, pero hubo algo que le llamó la atención. Eran los tres personajes que se lucían en la mesa del medio; Syusuke, Sakuno, y el mismo chico de la otra noche. Ryoma se dirigió a aquella mesa, y se sentó al frente de Sakuno.



—Ho-hola Ry-ryo-ma —saludó ella.



—Hola Ryoma —saludó el rubio.



—Ryo-ryo-ma, te-te presen-to-to a-a un ami-amigo —dijo la castaña señalando a Kintarou. Kintarou la miró extrañado, y luego miró al Ryoma y le dijo:



—Hola, me llamo Kintarou, gusto en conocerte. —se presentó, mientras le extendía la mano. Ryoma lo miró extrañado, y no le correspondió el apretón de manos, solo lo miró de una forma despreciativa.



—Hoy no tendremos clases, para que aproveches el tiempo con tu “amigo” —dijo él, haciendo énfasis en la palabra “amigo”.



Dicho esto, se levantó y se fué, pues ese chico había logrado amargarle el almuerzo.



Sakuno quedó muy incómoda con la reacción de Ryoma ante su amigo y dijo:



—No te preocupes, él es así.



—Sí, se nota —dijo riéndose, luego acomodó un mechón de cabello de Sakuno.



¿Quién se creé este tipo?. Syusuke, cálmate, ella dijo que sólo era un amigo.



—Creo que nosotros tampoco tendremos clases, para que aprovechemos la tarde para salir a divertirnos, con tu amigo obviamente. ¿te parece? —preguntó Fuji.



—Está bien...¿pero a dónde? —cuestionó ella.



—Les parece al parque de diversiones? —preguntó Kintarou, con su enorme sonrisa.



—Claro...entonces en el parque a las cinco de la tarde, ¿de acuerdo? —dijo Fuji



Pasaron volando las horas, y Sakuno ya estaba lista. De repente suena el timbre y era Ryoma.



—Ryuzaki...



—¿Nos vamos Sakuno? —preguntó un chico que estaba atrás de Ryoma



—Ehh...sí, ¿Ryo-ryoma quie-quie-eres venir? —preguntó la castaña —iremos al parque de- de Di-diversiones.



Ryoma miró de reojo al chico que estaba atrás suyo, y al darse cuenta de quién era, dijo:



—Claro...si él va, yo también...—se dirigió a Kintarou.



—Pues vamos...—dijo él con una enorme sonrisa.



Cuando llegaron vieron...