¿Te seguire amando?...

Re: ¿Te seguire amando?...

Hola Chicas les traigo el cap.
Lamento la tardanza...*verguenza*
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Capítulo IV​

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Ryoma acercó lentamente sus labios a los de Sakuno y dio un pequeño roce.​

Sakuno se levantó de inmediato e intento salir corriendo pero no pudo, ya que el ambarino había jalado de su brazo y acorralándola por la cintura delicadamente con sus brazos, acercó nuevamente sus labios a los de ella, pero esta vez ya no fue sólo un simple roce. Sakuno y Ryoma se estaban besando. Ryoma se detuvo y le susurró al oído:​

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-te...te...quiero.- dijo Ryoma.​

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-Yo igual- contestó ella.​

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Se abrazaron por unos instantes.​

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—Ryuzaki, ¿puedes quitarte de encima?— dijo Ryoma tratando de sacarla de sus pensamientos.​

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—¡Ah! Lo siento— dijo la castaña retirándose de aquel lugar.

En que rayos estaba pensando, como si el gran Ryoma Echizen me besara a mí; a Sakuno, Sakuno Ryuzaki, nieta de la entrenadora de Seigaku. Yo y mi estúpida imaginación y para colmo creo que Ryoma se enojó...​

Dios...¿Por qué me castigas así?...¿qué te he hecho yo?​

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Sakuno se marchó de aquel lugar lo más rápido que pudo.​

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Cuando llegó a el colegio. Ella no podía ni mirar a la cara a él, sí, el chico que tanto le gustaba y que tanto tiempo se había esmerado para poder conquistarlo. ​

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—¡Ryuzaki!—gritó el profesor.​

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—¡Sí!— dijo Sakuno levantándose de la silla mientras se escuchaban risas de los chicos. Sakuno se puso roja, incluso más que un tomate.​

—Ryuzaki, venga a hacer los ejercicios de matemáticas— dijo el profesor pasándole el plumón para la pizarra (pizarrón).​

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—¡Sí!— volvió a contestar la castaña.​

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Las horas de clases fueron una tortura para Sakuno. Luego sonó el dulce sonido del timbre, pero Sakuno no pudo retirarse tan pronto porque el profesor dijo que tenía que hablar con ella. Sakuno alisto sus cosas lentamente hasta que llegó el profesor.​

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—Ryuzaki, sabes que has tenido serias dificultades en matemáticas este año ¿verdad?— preguntó el profesor.​

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—Bueno la verdad es que yo...yo—trató de contestar la castaña.​

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—No me interesan las razones pero si sigues empeorando no podrás permanecer en este curso— terminó de decir el profesor.​

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—¡No! Profesor déjeme intentarlo de nuevo, solo...solo deme otra oportunidad sé que puedo mejorar, por favor se lo suplico— dijo Sakuno tratando de ocultar su llanto que cada vez se hacía más profundo.​

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—Te daré una sola oportunidad, la próxima semana el examen final de el semestre, tendrás que obtener una nota que me diga que has mejorado—dijo el profesor retirándose de el salón de clases.​

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¿Cómo? ¿cómo pasó esto? No debí descuidar mis estudios, porque debí dejar de sufrir por cosas que quizás no valían la pena, era feliz, era una de las mejores alumnas de la clase, era alguien...​

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—¿Sakuno?— dijo un chico de cabellos rojizos alborotados.​

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—Eiji...— alcanzó a decir, para luego echarse a llorar.—¿porqué? ¿porqué siempre yo?...​

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—Sakuno...¿que te sucede?— preguntó aquel chico tan alegre que había cambiado su semblante por uno que mostraba preocupación.​

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—Yo...yo necesito que me ayuden...— dijo la castaña abrazando a Eiji.​

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—¿Pero en qué?—preguntó Eiji.​

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—Estoy a punto de que me saquen de mi grado, porque bajé mis notas.​

—No te preocupes Eiji Kikumaru te ayudará a mejorar tus notas, yo me encargaré en ayudarte.—dijo Eiji recuperando el mismo brillo de siempre.​

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La noche ya había caído. Sakuno se encontraba recostada en su cama, ese día muchas cosas habían pasado, eso había logrado que ella sólo se propusiera un objetivo, el único objetivo que estaría en su cabeza, ya no dejaría que nada se interpusiera.​

De repente se escucha el sonido de su celular.​

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—¿Aló?— respondió.​

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—Hola Saku. ¿Te acuerdas que dije que te ayudaría?—preguntó la voz.​

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—Ajá Eiji, ¿te arrepentiste?— dijo ella con una voz de desilusión.​

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—¡No! Para nada, es más ya conseguí quién te ayude en todos tus ramos dijo él—...nos vemos mañana, te lo presentaré mañana. ¿de acuerdo?.​

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—Sí, pero dime quién es...— dijo ella.​

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—Claro que no, será una sorpresa— terminó de decir para luego cortar la​

llamada.​

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—!Gracias a Dios¡, pero también gracias a Eiji— dijo Sakuno. Después de aquellas palabras ella empezó a caer en un profundo sueño.​

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A la mañana siguiente...


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Kárupin: Gracias por los comentarios. Con los del Ooc y todo ya tenía la cabeza en las nubes. Use el guión largo. xD
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Re: ¿Te seguire amando?...

Chicas lamento la tardanza, pero tuve muchas cosas, mas bien dicho, demasiados cosas que hacer *verguenza*.
Pero les traje la conti... Les prometo que la otra la subiré más rápido







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Capítulo V​

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A la mañana siguiente...​

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---------P.O.V Kikumaru Eiji-----------------​

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Me desperté muy temprano por la mañana.​

Estaba ansioso, tan solo por el hecho de que le iba a sacar una sonrisa a Sakuno. Si supiera quién es su tutor...Me preguntó cuál sería su reacción, lo más probable es que...¡Se caería de espalda!.​

Bueno si no me apresuro voy a llegar tarde a darle la noticia a Sakuno.​

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--------Fin P.O.V Kikumaru Eiji--------------​

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​

La mañana ya había comenzado. ​

Todos los estudiantes ya se encontraban en Seigaku, excepto uno; Ryoma Echizen. Obviamente se encontraba plácidamente aún en camino a Seigaku.​

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—¡Saku!, ¡Saku! —gritaba un chico de cabello rojizo.​

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—¿Qué pasa Kikumaru? —preguntó Sakuno.​

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—Ne- necesito que...que en la tarde vayas a el salón de profesores, porque te tengo una sorpresa —respondió Eiji, casi sin aliento.​

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—Pero, ¿no me puedes decir que es? —cuestionó la castaña intrigada por la sorpresa.​

​

—No, no te lo diré hasta que nos encontremos —fueron las últimas palabras de Kikumaru, le guiñó un ojo y se fue. ​

​

Sakuno pasó toda la mañana intrigada, por la sorpresa que le tenía preparada Eiji. Por fin llegó la tarde y ella se fue a encontrar con Eiji; en el salón de profesores. Cuando llegó al salón vio a Syusuke y Ryoma.​

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—Hola Syusuke. Hola Ryoma —saludó ella.​

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—Hola —correspondió Syusuke con una gran sonrisa.​

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—Hola —dijo Ryoma.​

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—¡Hola! —saludó Kikumaru. Él se acercó dando pequeños brincos. La voz de este hizo que la castaña se sobresaltara, porque ella no se había dado cuenta de que el pelirrojo ya había llegado.—perdón Saku, no quise asustarte.​

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—No importa —respondió esta.​

​

—Bueno señorita Sakuno Ryuzaki. Aquí está su sorpresa —dijo Eiji apuntando a los dos chicos sentados.—Ellos serán tus tutores —continuó.​

​

—¿Qué?¿Cómo?¿cuándo?¿Eiji que hiciste? —cuestionó la castaña.​

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-------P.O.V Sakuno Ryuzaki--------​

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No, no...Esto no puede estar pasando ¿cómo pasó?. Sabía que las cosas empeorarían si se las dejaba en las manos Eiji. ​

¡Ryoma me será mi tutor! ¡Por Dios! Eiji en qué estás pensando.​

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----Fin de P.O.V Sakuno Ryuzaki------​

​

—Calma, calma Sakuno. Una pregunta a la vez —contestó éste. Kikumaru le explicó a la castaña todo lo que había hecho para conseguir, a los que ahora eran sus tutores; Ryoma y Fuji.​

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Sakuno se marchó a su casa con muchas preocupaciones, ¿qué iba a hacer ella con Ryoma al lado enseñándole?. Nada, lo más probable era que se desconcentrara, y se perdiera en los hermosos ojos color ámbar de este.​

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-----P.O.V. Ryoma Echizen-----​

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¡Maldición!, en que lío me metí. ​

Como se supone que le enseñaré a la nieta de la entrenadora Ryuzaki, si a penas tengo tiempo para mí. ​

Sé lo que haré. Le diré a Fuji que se encargue él. ​

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---Fin del P.O.V. Ryoma Echizen-----​

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A la mañana siguiente Ryoma estaba seguro de lo que iba a hacer, iba a dejar las clases, sin ni siquiera haberlas comenzado. ​

Ryoma se dirigía a la sala de profesores, ya que se suponía que se encontraría Fuji con Sakuno allí. Pero cuando llegó vio algo que realmente lo molestó, ¿qué era?. Pues vio a Fuji demasiado cerca de Sakuno y él le observaba todo el tiempo, cada movimiento que hacía. Una sensación extraña se adueñó de su cuerpo en ese momento, pero ¿qué demonios era?. Ryoma no quizo contestarse esa pregunta, pero de una cosa ya estaba seguro, no iba a abandonar las clases para Sakuno.​

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Espero que les haya gustado.
También lamento que sea tan corta , pero como les mencioné anteriormente; el tiempo me mata :(
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Re: ¿Te seguire amando?...

Gracias Karupín ^^
La verdad era bastante obvio que algo en la ortografía se me iba a acabar.
Pero gracias.
Lo de los POV`s, lamento eso, pero es que no se me ocurría como hacer lo del pensamiento, pero ahora tendré más tiempo :). Lo del Ooc, well traté de no hacerlo taan notorio.

Contenido oculto

Sí, ahora eres más buenito :3

 

Re: ¿Te seguire amando?...

He aquí la chica que no cumple sus promesas *verguenza*
Les prometí el caitulo la semana pasada y recién se los publicaré.
Lo siento :o

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Capítulo VI​

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Ryoma se dirigía a la sala de profesores, ya que se suponía que se encontraría Fuji con Sakuno allí. Pero cuando llegó vio algo que realmente lo molestó, ¿qué era?. Pues vio a Fuji demasiado cerca de Sakuno y él le observaba todo el tiempo, cada movimiento que hacía. Una sensación extraña se adueñó de su cuerpo en ese momento, pero ¿qué demonios era?. Ryoma no quizo contestarse esa pregunta, pero de una cosa ya estaba seguro, no iba a abandonar las clases para Sakuno.​

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Ya llegaba la hora de salir de clases y Sakuno se sentía demasiado nerviosa, pues estaría con su príncipe, ahí, él acompañándola. ​

Ryoma salió de entrenamiento y fue a las duchas. ​

​

—Ryoma, ¿a dónde vas? —preguntó Fuji, mientras se ponía la camiseta.​

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—¿A dónde crees tú? —respondió Ryoma de forma sarcástica.​

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—Bueno, es que tenía pensado invitar a Sa...​

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—No podrá, tiene clases conmigo —interrumpió el ambarino saliendo de las duchas. ¿quién se cree que es? Como es posible que se le haya ocurrido semejante barbaridad, ¿Fuji y Sakuno?, ¿el genio de Seigaku y la nieta de la entrenadora, saliendo juntos?, es una completa estupidez —pensaba el ambarino camino a casa de Sakuno. Cuando Ryoma llegó a la casa de la entrenadora, dudo en tocar el timbre. Pero, ¿por qué avergonzarse?, él no estaba haciendo nada malo después de todo, más bien, estaba ayudando a alguien más a parte de él mismo. ¿Qué? Exacto, él estaba pensando en alguien más a parte de sí mismo.​

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—¿Quién es? —se oyó la voz de una anciana desde dentro de la casa.​

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—Echizen Ryoma...—contestó, aún dudoso de lo que estaba haciendo.​

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—Ah, Ryoma, ¡pasa, pasa!. Está abierta la puerta —gritó la anciana. Ryoma entró a la casa más despejado de sus pensamientos. Pues ya no dudaba tanto al haber encontrado una respuesta a sus preguntas; aunque parezca raro, Ryoma Echizen, sí se preocupa por los demás. Aquel descubrimiento lo había dejado atónito...Pero he ahí nuevamente otra pregunta venía a su cabeza, _¿por qué se preocupaba tanto ahora por Sakuno?, sí a él antes le daba lo mismo lo que hiciera, y que no hiciera la castaña. ​

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Maldición, ¿por qué me estoy preguntando tantas cosas?. Mas bien, no tengo nada que cuestionarme, después de todo estoy haciendo algo bueno para ella.—pensó este.​

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—Ho-hola Ry-ryoma —dijo tartamudeando la castaña, interrumpiendo sus pensamientos.​

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—Vamos a estudiar —contestó secamente el ambarino. ​

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—Claro...—dijo con voz desanimada. ​

​

Ellos se dirigieron a la pieza de Sakuno, pues ahí nadie los molestaría. Cuando llegaron a la habitación de Sakuno, ella fue un cajón, del cuál sacó todos los cuadernos necesarios para estudiar.​

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—¿Co-n q-qué em-pezamos? —preguntó la castaña. Ella estaba asustada, se notaba en su mirada. La mirada de Ryoma la intimidaba.​

​

—Empezaremos con Matemáticas —contestó éste. Al escuchar la respuesta, Sakuno, se dirigió a la mesa de centro que tenía en su pieza; estando ahí ella se sentó. Ryoma imitó la reacción de Sakuno.—...empecemos...¿qué es lo que no entiendes?—.​

​

Empezaron a pasar las horas muy rápido. ​

Ryoma mientras observaba a Sakuno hacer los ejercicios; él la miraba detenidamente de pies a cabeza, también olisqueaba los cabellos de Sakuno, ya que de ahí emanaba un delicioso olor, que a Ryoma lo hacía perder la concentración, ya habían pasado recién horas, y él ya era adicto al perfume de Sakuno. Cada hora que pasaba, cada minuto, cada movimiento de la manecilla del reloj, lo hacían cada vez más adicto a ese aroma.​

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Aquel aroma que emana desde el cabello de ella, es como, como un delicioso manjar, al que uno no se puede resistir. ​

¡Maldición! ¡¿por qué pienso de esta manera?!, yo no soy así. —se decía Ryoma.​

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—Creo...que ya entendí algo...—dijo Sakuno, volviendo a interrumpir los pensamientos de Ryoma.​

—De acuerdo. Ahora lo único que necesitas es terminar de hacer los ejercicios. Ya me voy, porque es muy tarde. —dijo Ryoma levantándose de de la mesa de centro, y saliendo de la habitación de Sakuno.-​

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Al otro día....​

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Sakuno se había dado cuenta que no había sido tan incómodo estar con Ryoma enseñándole, así que esta vez intentaría...






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Lo sé, lo sé...también les había prometido conti larga u.u
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Re: ¿Te seguire amando?...(RyoXSakuXFuji)

Capítulo VII​

Sakuno se había dado cuenta que no había sido tan incómodo estar con Ryoma enseñándole, así que esta vez intentaría...intentaría no obsesionarse por el príncipe; tal vez ella podría dejarle de lado, y poder encontrar a la persona indicada para ella.


Fuji por otra parte se encontraba en el salón de maestro esperando a Sakuno. Él observaba la venta; miraba cada detalle de aquel árbol que se encontraba afuera, era un árbol frondoso, sus colores, quizás no eran llamativos, pero lo que perduraba en éste es que aún daba buenos frutos, quién sabe cuantos años tenía, a quién le importaba todos los demás lo veían como un simple e inútil árbol, pero Fuji no, él no, aquél árbol era el que le había visto crecer, aquel árbol representaba su niñez; sus viejos recuerdos. Todos aquellos momentos tan preciosos de su niñez, ya habían quedado en el pasado.


Nadie sabe qué escondo detrás de mi simple sonrisa, nadie.
Sonreír es fácil, demasiado, pero hacerlo de verdad cuesta; nadie se imagina el dolor que escondo detrás de mi sonrisa, nadie, nadie se imagina que es lo que me hace crear una máscara; mi “supuesta felicidad” y mi dolor. Nadie se ha dado cuenta, aún nadie. Para mía es así; detrás de cada sonrisa hay un oscuro pasado, siempre lo hay. Después de la alegría viene la tristeza, luego el sufrimiento, la rabia y nuevamente alegría. Me pregunto...¿quién será capaz de sonreír, con sinceridad, en momentos difíciles. —pensaba él.


—Lamento la-la... demora —decía la castaña, mientras entraba al salón. Ésta se percató de la mirada de Fuji, ya que hubo algo que la dejó sorprendida, él tenía sus hermosos ojos abiertos.—es extraño...nunca había visto a Syusuke con los ojos abiertos, claro a no ser que estuviera enojado, o sorprendido por algo.


—Bueno, ¿podemos empezar?—preguntó Fuji.


—Claro...—dijo un poco desanimada y obviamente Syusuke lo notó, pero no le quiso preguntar.


—Bueno, ¿con qué empezamos?...te parece con Matemáticas? —volvió a preguntar él.


—Es..que..ayer ya estudié matemáticas con Ryoma.—contestó ella.


—¿Qué? Ryoma estuvo ayer en su casa, yo...yo creía que se habían quedado a estudiar en la escuela. Ah...de acuerdo...entonces empecemos con otra materia...¿Te parece Química?—preguntó éste. (bueno como verán, desde ahora el pensamiento lo haré con letra itálica y ya no pondré más ese “pensó él, pensaba ella, se preguntaba él/ella, etc, es para que comprendan el tipo de escritura y no se enreden).


—Amm...eh..está bien-n —contestó Sakuno.


Así fue como empezaron a estudiar Fuji sentía una sensación extraña e incómoda en su cuerpo, pues era...era como si quisiese abrazar y aspirar el aroma de la castaña, era realmente raro, jamás en su vida le había pasado, tal semejante deseo.


Ryoma por otra parte, lo único que quería, lo único que deseaba en ese momento, era poder acercarse a la castaña, ¿para qué?, para poder volver a aspirar ese delicioso aroma que manaba de ella. Él ya no lo aguantaba más, sólo quería verla, por lo menos ver a esa persona.


¡Maldición! Estoy pensando nuevamente en ella. ¿por qué tengo que pensar en ella en momentos como este? ¿por qué?. Simplemente hay que dejar de pensar en ella, al menos por algunos minutos, y concentrarme en lo realmente importante; el torneo de canto.


Ryoma no puedo llevar a cabo su cometido, pues Sakuno ya se había marchado a casa. Pero había algo que lo animaba un poco, pues era algo en cual sólo estaría satisfecho con solo escuchar su voz, su dulce y delicada voz.


Ryoma tomó su celular y marcó el número de Sakuno, para preguntar si iba a tener que ir nuevamente a su casa, para las clases.


—¿Aló?, ¿quién habla? —se escuchó detrás del celular.


—Aló, soy Ryoma. Quería preguntar si tengo que ir nuevamente a tu casa hoy. —terminó de decir Ryoma, estaba nervioso, es por eso que lo dijo todo rápido.


—¿Ry-ryoma?, cla-claro si tu quieres...—contestó ella, aún más nerviosa que él.


—De acuerdo, voy en camino —fue lo último que dijo y colgó. Ryoma estaba feliz por dentro, pero muy adentro.


Ryoma iba camino a casa de Sakuno, pero justo en ese momento quedó frente a frente con Fuji, y para más colmo empezó a llover.


Los dos se empujaron para entrar y tocar el timbre. Cuando tocaron el timbre abrió la puerta Sakuno.


—Hola chicos —a Sakuno le causó gracias la cara que traían ambos, los estaban empapados por el agua y ambos tenían cara de pocos amigos.


—Hola —contestaron al mismo tiempo. Fue en ese momento que Sakuno no aguantó más la risa y se echó a reír con todas sus fuerzas. Ambos la miraron más enojados aún, pero luego de que ella los invitara a pasar y les sirviera una taza de té, para que entraran en más calor.


Así comenzaron a estudiar, Ryoma y Fuji no se dirigieron la palabra en toda la tarde.


—Ya se hace tarde, ¿no creen? —dijo Fuji observando el oscuro cielo de afuera.


—Es cierto, ¿por qué no te vas si es tan tarde? —preguntó Ryoma con un tono desafiante.


—No, no es necesario, puedo quedarme un rato más —contestó Fuji con el mismo tono de agresividad.


Luego de unos minutos se escuchó el sonido de un trueno, y se apagaron las luces de la casa.


—Creo que hay tormenta, es peligroso que ambos se marchen con esta tormenta, ¿les parece si se quedan el cuarto de huéspedes? —preguntó la castaña con un tono de preocupación en su voz.


—Por mí no hay ningún problema, pequeña Sakuno —contestó Fuji.


—Mmhhh...está bien—contestó Ryoma con un tono indiferente.-


Sakuno fue a buscar algunas frazadas y...




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Chan-chan
Como se habrán dado cuenta este capítulo es más largo :o.- o eso creí yo xD
WOW en mi laptop se veía más grande o,O
Este capítulo se lo dedico a Zhiiny-chan *-* :D
Bueno espero que les haya gustado...

Nos leemos pronto :)

 

Re: ¿Te seguire amando?...

Capítulo VIII

Sakuno fue a buscar algunas frazadas y cuando regresó, Ryoma y Fuji ya no estaban. Ella quedó bastante inquieta por la reacción de ambos, así que los fue a buscar a la cocina, pero en la cocina sólo encontró a Fuji.

—Fuji...¿qué pasó?—preguntaba ella.

—Nada, sólo tenía un poco de sed y me vine a servir un vaso de agua —respondió Fuji.

—Y...¿dónde está Ryoma? —volvió a preguntar la castaña.

—Creo que está en el baño —volvió a responder Syusuke. —...¿te ayudo con eso? —dijo éste apuntando en dirección de las frazadas.

—Claro...gracias —respondí ella, con una cálida sonrisa.

El cuarto parecía una sola habitación dividida por un pasillo, que formaban dos cuartos, ambos eran del mismo tamaño. El cuarto de Fuji era el de la izquierda y el de Ryoma, el de derecha.

Ellos acomodaron las frazadas en el cuarto de huéspedes y Sakuno le indicó, a Fuji, su habitación.

—Muy bien Fuji, iré a buscar a Ryoma y luego me iré a acostar. Buenas noches —se despidió Sakuno.

—Buenas noches, pequeña Sakuno.—respondió él, con su típica sonrisa.

Sakuno salió de la habitación de Fuji, y se dirigió a el baño, ya que Fuji le había dicho que Ryoma estaba ahí. Cuando Sakuno llegó a el baño, tocó la puerta dos veces, pero nadie respondió, así que decidió entrar y vio a Ryoma saliendo de la ducha. Ryoma sacó una toalla rápidamente y se cubrió con ella.

—Lo lamento...—dijo la castaña, ella estaba totalmente hecha un tomate. —...no fue mi intención.

—No importa, después de todo ya me viste —respondió Ryoma, mirando hacia otro lado.

—Bu-bue-bueno...sígueme te enseñaré tu habitación —dijo ella, aún ruborizada por lo que había pasado hace un momento. —...pero antes...puedes ponerte tu ropa, yo esperaré afuera

—No, no importa, si llego a la habitación tendré que volver a cambiarme, prefiero salir con esta toalla, y no hacer doble trabajo.

—Esta bien...sígueme, por favor —repitió la castaña.

Se dirigieron al segundo piso.
Sakuno iba muy nerviosa, y al subir las escaleras ella tropezó y cayó de espaldas, y como Ryoma iba después de ella, éste cayó encima de ella. Quedaron muy cerca, ellos alcanzaban a sentir sus respiraciones, la de la castaña era agitada; por el nerviosismo, y la del ambarino era semi-agitada.

Ambos quedaron mirándose a los ojos, Sakuno se dio cuenta que los ojos de Ryoma, centellaban en la oscuridad; eran como los ojos de los gatos. Y Ryoma se dio cuenta de que los ojos de Sakuno parecían verdaderos caramelos en la oscuridad. Fue un momento incómodo, se quedaron varios minutos en silencio y Sakuno irrumpió el silencio.

—Creo...creo que e-es me-mejor apu-apurarnos —terminó de decir la castaña. Ryoma tardó algunos segundos en reaccionar, ya que se encontraba sumergidos en esos hermosos ojos de color carmesí.

—Sí, vamos...—dijo levantándose.

Cuando llegaron a la habitación, todo estaba ordenado. Así que la castaña dejo sólo a Ryoma.

—Buenas noches Ryoma —dijo la castaña.

—Buenas noches...—dijo respondió secamente el ambarino.

Sakuno salió de la habitación, y se dirigía a su habitación, pero entonces se da cuenta de que había olvidado algo en la habitación de Ryoma y fue a buscarlo. Cuando entró a la habitación, olvidó tocar la puerta antes de entrar y para su sorpresa Ryoma estaba nuevamente cambiándose. Sakuno cerró la puerta inmediatamente y se quedó afuera esperando. Pasaron algunos segundos, y Ryoma abrió nuevamente la puerta y dijo:

—Eso de entrar sin tocar la puerta, ya se te está haciendo una costumbre, ¿no? —bromeó él.—¿que quieres?.

—Só-sólo vi-vine a bu-buscar al-algo —respondió la castaña apenada por la situación. Sakuno sacó lo que estaba buscando y salió inmediatamente de la habitación. Eso momento había sido muy vergonzoso para ella, más bien, aún estaba colorada por aquella situación que la apenaba.

Sakuno estaba recostada en la puerta de la pieza de Ryoma, pero en ese momento se escucha que alguien abre una puerta.

—¿Saku?...¿que te pasa, estás bien? —preguntó Syusuke.

—Sí...estoy...bien...gracias —contestó la castaña. Luego de cinco minutos volvió la luz, a Sakuno no le asustaba, pero en ese momento que había llegado la luz ella había empezado a retirarse de la habitación, pero entonces sonó un trueno, tan fuertemente, que Sakuno se asustó y saltó, y cuando abrió los ojos se dio cuenta de que estaba todo oscuro, pero también se dio cuenta de los hermosos ojos azules que se encontraban observándola detenidamente, y también se dio cuenta de las manos que rodeaban su cintura, pero...

 

Chicas les traigo la contii... :)



En el capítulo anterior...



—Sí...estoy...bien...gracias —contestó la castaña. Luego de cinco minutos volvió la luz, a Sakuno no le asustaba, pero en ese momento que había llegado la luz ella había empezado a retirarse de la habitación, pero entonces sonó un trueno, tan fuertemente, que Sakuno se asustó y saltó, y cuando abrió los ojos se dio cuenta de que estaba todo oscuro, pero también se dio cuenta de los hermosos ojos azules que se encontraban observándola detenidamente, y también se dio cuenta de las manos que rodeaban su cintura, pero...






Capitulo IX



Ella no pudo resistir la tentación de acercarse a esos rojizos labios, que se encontraban justamente frente a ella, él no la detuvo, más bien, siguió su juego, poco a poco sus labios fueron juntándose y de repente, —se escuchó en el pasillo que separaba a las dos habitaciones— alguien abría la puerta, ¿quién era?, pues Ryoma Echizen, el mismísimo en persona, se encontraba parado justo en frente de la escena fundamental para armar un escándalo.



—¿Interrumpo algo? —preguntó éste mientras observaba cómo la pequeña Sakuno se levantaba del suelo.



—Nada importante —dijo Fuji observando la nada.



—Entonces...Buenas noches, pequeña Sakuno —se despidió Ryoma.



—Bu-bue-nas no-no-ches Ryoma —contestó ella aún avergonzada por lo acontecido hace algunos instantes.



—Buenas noches Sakuno —dijo Fuji con una voz seductora, y clavando su mirada de ojos azules en los grandes ojos carmesí de ella.



En el pasillo que dividía las dos habitaciones, sólo se encontraba ella, y nadie más.
Se disponía a retirarse a su cuarto cuando uno de los chicos abre la puerta de su habitación y agarra a Sakuno por la cintura atrayéndola hacia él y dentro de su cuarto.



—¿No me vas contar que es lo que estuviste haciendo; afuera, con él, mientras yo me cambiaba en mi cuarto? —preguntó Ryoma abrazándola por atrás, con su mano izquierda por la cintura y la derecha en los hombros de ella. Ryoma la volteó bruscamente contra la pared, y se acercó demasiado, sus miradas se encontraron y ella sentía la respiración de su acompañante; "¿no me vas a contar que es lo que estuviste haciendo; afuera, con él, mientras yo me cambiaba en mi cuarto?", eran las únicas palabras que retumbaban dentro de la cabeza de Sakuno. En ese momento, hubo otro apagón, cosa que hizo que la iluminación fuera solamente de lo dos hermosos ojos que se encontraban por primera vez, más cerca, de lo esperado.



—Ryoma...—soltó Sakuno en un suspiro y luego cayó desmayada.



Ryoma le toco su frente; ella tenía fiebre, más bien, demasiada fiebre, él no le quiso decir a Fuji, por temor a que Syusuke le echara la culpa de lo que estaba pasando. Era impresionante la preocupación del ambarino, por la pequeña Sakuno.



Ryoma la tomó en sus brazos, y la recostó en su cama. La observó detenidamente de pies a cabeza, la piel de ella se veía blanca como la nieve, a causa del efecto de la luz de la luna sobre ella, sus pómulos estaban rojizos, por la fiebre.



Pasaron horas interminables, sin que Ryoma se cansara de observarla. Si la castaña hubiese estado despierta, y se hubiera descubierto siendo observada por esos hermosos ojos ambarinos, ella, sin duda, hubiese vuelto a su largo sueño.-

...



A la mañana siguiente...






Abrí los ojos lentamente. Observé la pequeña, y tímida luz que entraba a través de las cortinas. Me dí cuenta de inmediato, de que algo andaba mal. Ése no era mi cuarto, esas no eran mis cortinas, y esta no era mi cama, ¿dónde estaba?, por unos instantes traté de reconocer los colores de la habitación, se me hacían conocidos, me asusté cuando pude recordar que me encontraba en la habitación de Ryoma, ¿qué hacía allí?, ¿por qué me había quedado a dormir ahí?. No recordaba absolutamente nada de lo que había pasado, o hecho la noche anterior. Me volteé, y pude ver a Ryoma sentado en la esquina derecha, al lado de la puerta, estaba durmiendo; se veía hermoso, parecía un pequeño niño indefenso. Me dediqué a observarlo detenidamente; sus cabellos rebeldes, sus finos labios rojizos, sus pestañas largas. Cuando empecé a subir la mirada, me encontré con unos hermosos ojos de gato que me observaban.



—Buen día, Sakuno —dijo Ryoma —¿te sientes mejor?.



—En algún momento me sentí ...¿mal?. Sí-si estoy bien —contestó la castaña...por cierto ¿qué-que hora es?. Él no dijo nada, sólo le señaló el reloj digital que estaba en el escritorio.



—¡Por Dios ya es muy tarde!...llegaremos tarde a la escuela —se exaltó la castaña. Se levantó a toda prisa, y corrió como pudo hasta la habitación de Syusuke. Golpeó su puerta dos veces. —¡Syusuke! Llegaremos tarde a la escuela. ¡date prisa!.



Syusuke abrió la puerta, ya vestido.



—Sakuno, hoy es domingo. —contestó este con una sonrisa en su rostro. Sakuno enrojeció hasta tal punto, que le llegó a salir humo de su cabeza (tipo anime), y ambos —Ryoma y Fuji—, se echaron a reír.



—Lo-lo siento, Syusuke —se disculpó la castaña.—...iré a preparar el desayuno.



—Bajamos enseguida...—dijeron al unísono, y luego se mataron con la mirada. Entraron a su cuarto. La castaña se encontraba preparando el desayuno.



Desayunaron en silencio, nadie habló, sólo se hablaron para pedirse cosas como; azúcar, cuchillo, etc.



Pasaron las horas y ya había llegado el momento de regresar a sus hogares.



—Nos vemos mañana Saku —le dijo Syusuke despidiéndose de ella con un beso y abrazo.



—Hasta mañana Fuji —contestó la castaña.



Ryoma aún se encontraba a dentro de la casa de Sakuno, estaba arreglando el cuarto, o más bien intentaba arreglar el cuarto. Ryoma sin querer había dejado una sábana tirada en la entrada de su cuarto, y muy cerca de ella tenía un vaso con agua, y en movimiento de Ryoma, tiró el vaso con agua, levantó y se levantó a buscar un paño; para secar el desastre que había dejado.



—¿Ryoma?, ¿Ryoma, estás ahí? —entro Sakuno a la habitación y se resbaló.



—¡Cuidado! —gritó Ryoma. Él se movió con tal agilidad, que logró retener a Sakuno en sus brazos.



Sentía su brazos en mi espalda y mis piernas, estaba demasiado nerviosa, sentía que el rubor se había subido a mis mejillas.



Llegué justo a tiempo para retenerla, si no hubiera estado ahí, ella se hubiese golpeado la cabeza y yo no sé que hubiera hecho para arreglar aquel error.



Se quedaron unos momentos observándose cada mínimo detalle de lo que estaban haciendo, sus labios fueron acercándose poco a poco, pero sonó el celular de Ryoma y luego...






Chan-chan ¿qué pasará?, ¿Ryoma contestará su celular?, ¿quién sabe?, sólo yo lo sé :D.