One-shot de Naruto - ¿Para que quieres escucharme?

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por MelodiaVal, 25 Enero 2012.

  1.  
    MelodiaVal

    MelodiaVal Noctambula

    Tauro
    Miembro desde:
    5 Agosto 2009
    Mensajes:
    664
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ¿Para que quieres escucharme?
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1860
    Holaaa!!! milaños de no publicar :D! prometo hacerlo mas seguido y arrancaré con un nejiten que hice para un intercambio navideño y al final no entregué xD. Va dedicado a Gaa Any chan para que vea que tal escribo :3, para vos anyiii!!! jaja, bueno, no mas vueltas, jaj.


    ..............................................................................................

    —Por Dios, Neji, ¿qué te impide tomarte 5 minutos para explicarme las cosas?
    —No hay nada que explicar, está bien Tenten.
    —Pero Neji, ¡no seas tan necio! ¡Por lo menos mírame a la cara cuando te estoy hablando!

    El muchacho de ojos perla observó de reojo a la chica de cabello chocolate, mientras esta hacía pucheros e inflaba los cachetes, frunciendo el seño y observándolo fijamente con sus ojos vidriosos. Al joven Hyuuga, esta expresión le causó una mezcla de ternura y gracia, pero jamás lo admitiría, después de todo…

    —¿Para qué quieres escucharme? Para una persona con egocentrismo tamaño promedio, ya sería más que suficiente con los halagos provenientes de la boca de Sasuke Uchiha y el señor Kazekage —volvió a mencionar el hombre con total tranquilidad, mientras caminaba en dirección a la cocina de su apartamento y se servía un vaso de jugo.

    Mientras este bebía, la mujer morena se recostó sobre el marco de la puerta de la cocina y cruzó sus brazos de forma chistosa, tanto que parecía que estos no podían ser más curvos. La muchacha miraba con pacifismo como el hombre bebía el zumo de naranja y luego se acercaba al lavabo para enjuagar el trasto recién usado. Mientras tanto, su mente analizaba las palabras dichas por este y buscaba una explicación a las acciones poco razonables de su marido en la fiesta de Navidad en la casa de los Uzumaki, ¿por qué se levantó sin siquiera esperar el postre? ¿Qué fue lo que hizo que se llevara a la pobre fémina de vuelta a su casa tan temprano?

    —¿Puedes explicarme bien a qué se debe tanto enojo? ¿En qué momento recibí algún halago por parte de esos dos? —interrogó la mujer y su conyugue volteó la cara, con intenciones de perforar su ser con sus fríos orbes blancos.

    —No los recibiste… pero no dudo que te haya agradado recibir esos regalos de su parte.

    Tenten enarcó una ceja con incredulidad.

    —¿No me digas que estás así por los regalos que me hicieron para Navidad? ¡No puedes ser tan infantil!
    —No soy infantil, Tenten, ¿acaso estás ciega? Esos dos… inferiores, te regalaron lencería, no puede haber una mayor falta de respeto.

    El chico casi escupió ese “inferiores” mientras en su mente se dibujaba la imagen del Uchiha y el Sabaku no sonriendo de una manera irreal en su persona, mientras jugaban con un par de conjuntos de lencería roja y negra, correspondientemente regalados por cada uno de ellos a la muchacha.

    La mujer de ojos chocolate no podía creer las actitudes de su marido. ¿Era Neji Hyuuga, el genio, el serio, el frío y el sin sentimientos, el mismo hombre que le estaba recriminando cosas sin sentido? La chica sonrió de medio lado.

    —¿Acaso estás celoso de algo, Neji-kun? —interrogó la muchacha sonriente con un tono coqueto.

    —Por supuesto que no.
    —¿Estás seguro?
    —Más que seguro.
    —¿De veras, de veras?
    —De veras.
    —Bueno… entonces no creo que te moleste que vuelva a la fiesta y le enseñe al señor Kazekage como me queda su nuevo regalo, después de todo, tú no estás celoso.

    Tenten se acercó al perchero y tomó su abrigo mientras se volteaba y le guiñaba el ojo al muchacho, quien presionó con fuerzas el borde de la mesada al ver como la muchacha se colocaba la prenda y tomaba una bolsa del suelo con la etiqueta “de: Gaara Sabaku no, Para: Tenten Ama. Feliz Navidad”.

    —No lo harás —dijo el muchacho.
    —¿Quieres apostar?

    La chica salió despedida de la casa y comenzó a caminar, hacía tanto frío afuera que podía observar su aliento, y la nieve caía de forma tal que por momentos, le costaba mantener el equilibrio con sus zapatos de taco aguja. Debí venirme en el auto pensaba la muchacha, pero luego recordó que Neji tenía la llave y, obviamente, no podría pedírsela.

    La joven comenzó a atravesar el parque central de Konoha, una vez que lo cruzara, tenía que hacer una cuadra más hasta la mansión Uzumaki. Era obvio que ella no pensaba mostrarse al Kazekage, solo quería ir hasta la casa de Naruto para ver si su hombre mostraba al menos una pizca de preocupación y llamaba para averiguar si ella se encontraba allí.

    De repente, los pensamientos de la joven fueron interrumpidos cuando una mano tomó sus brazos y los inmovilizó contra su espalda mientras colocaba un arma en su cabeza.

    —Dame todas las joyas y el dinero, ¡Ya!

    La mujer comenzó a desesperarse, en ese momento no sabía qué hacer, no tenía dinero, no tenía joyas, lo único que llevaba era su tapado y la bolsa con el obsequio de Gaara.

    —Déjeme ir, se lo ruego, no llevo nada conmigo, por favor —pidió la muchacha a lo que él sonrió.
    —Pues si no llevas dinero tendré que cobrarme con otra cosa, linda.

    El hombre rompió el tirante de Tenten y esta, cargada de impotencia, cerró los ojos mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

    —Suéltala, o tu próximo destino será un panteón —se escuchó amenazar una voz.

    La morocha abrió los ojos y pudo observar como el brazo fuerte y musculoso de su marido, se ceñía alrededor del cuello del ladrón y le colocaba un cuchillo en el cuello. Este, por su parte, no podía respirar del apretón recibido y miraba con ojos cargados de pánico el rostro helado del hombre.

    —Suéltala —reiteró el hombre, a lo que el criminal quitó el arma de la cabeza de la muchacha, la soltó y, mientras respiraba agitado, comenzó a implorar clemencia. Neji cerró sus ojos y de un veloz movimiento, golpeó la nuca del reo dejándolo inconsciente a los pies de una muy sorprendida Tenten, que observó la escena con ojos agigantados mientras detenía su visión en el hombre desmayado en el suelo. Tal fue su distracción, que tardó en percatarse de que Hyuuga se había dado media vuelta y se marchaba en dirección a su hogar.

    —Aguarda, Neji —pidió la muchacha.

    El joven Hyuuga volteó la cabeza un poco y le clavó sus ojos helados a la muchacha, quien sonrió al verlo.

    Quizá nadie era capaz de asimilar los fríos sentimientos de Neji, pero Tenten era especial; ella era la única persona capaz de diferenciar cada mirada que regalara el muchacho de los ojos opalinos e interpretar lo que le quería decir sin siquiera necesitar las palabras, ya que él era su alma gemela y, después de todo, las almas gemelas no necesitan palabras para saber lo que la otra necesita.

    La joven se acercó a pasos lentos y abrazó por la espalda al muchacho, quien recibió un escalofrío ante el contacto tibio de esta en contraste con su piel helada.

    —Sabía que vendrías.
    —No iba a venir, es cuestión de orgullo.
    —Pero lo hiciste. Gracias.
    —El destino así lo quiso.
    —Si… el mismo destino que quiso que vivamos nuestra vida juntos.

    En ese entonces las palabras ya no importaban, con solo un silencio y un cruce de miradas bastaba para decirse todo. Tenten giró a su esposo mientras sus ojos se fijaban en los de él, que si bien no se inmutaban, ella se daba perfecta cuenta de que derramaban amor por doquier. Esto le provocó una sonrisa.

    —Te amo, y tú ya sabes que no iría jamás a probar mi regalo frente a Gaara.
    —Lo sé, pero eso en particular no fue lo que me molestó… hasta antes de que me provocaras.
    —¿Entonces qué fue?

    Fue en ese momento en el que la muchacha se percató de que a un costado de Neji había una bolsa roja de regalo con un moño color verde metalizado, y una etiqueta que decía “para Tenten”. El chico se agachó y la recogió del suelo, para acto seguido entregársela a su mujer.

    —Feliz navidad, lamento que sea… obsoleto —mencionó él mientras la morocha abría la caja, encontrándose con dos conjuntos de lencería, uno igual al que le había regalado Sasuke y otro idéntico al que le había regalado el Kazekage.

    La chica no sabía cómo reaccionar, mas no pudo evitar hacerlo con una carcajada.

    —¿De qué te ríes? —preguntó seriamente Neji.
    —Hay una diferencia entre estos trajes y los que me regalaron los muchachos.
    —Cual —más que una pregunta, eso fue una exigencia por parte del joven.
    —Que la persona que me regaló estos conjuntos, esta noche confirmará como me quedan —explicó ella mientras encadenaba sus brazos a los hombros del chico y besaba sus labios, beso que se vio perfecto, sobre todo cuando inició el acompañamiento de fuegos artificiales que anunciaba el nacimiento del niño Jesus.

    —Feliz Navidad Neji.
    —Feliz Navidad Tenten.


    Fin.
     
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  2.  
    Kagamine Len

    Kagamine Len El chico sin interés

    Sagitario
    Miembro desde:
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    Mensajes:
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    Pluma de
    Escritor
    Que hermosa te quedo la historia enserio que no podía ver la cara de enojo de Neji y la cara de puchero de Tenten, bueno que te digo me encanto es hermoso pero no se creo que deberías poner mas historias de las otras parejas pero es solo mi opion bueno como ya te dije me encanto sin mas que decir me despido .
     
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