Spin-off Exteriores [Pokémon Rol]

¡Oh, oh! ¿Eso era un Smoochum? ¡Qué mono! Seguro que no era para tant...

...¡Mierda, mierda, retirada!

[Pokémon débil]

Por suerte ganaron el tiempo suficiente para no sufrir mayores contratiempos por un rato más. Amak y sus hombres parecían lidiar a duras penas con los pokémon desatados del bosque...

¿Encontrarían pronto a quienes buscaban?

[Nada]

 

Dante Miles [5/8] [91/100]

Trató de estar corriendo al lado de Arcanine, apoyando ligeramente su mano sobre su lomo para que sintiera que seguía allí y también pudiera concentrarse en seguir avanzando por la nieve, atento a los alrededores en caso de que otro pokémon decidiera aparecer para tratar de atacarlos.

 

Y de nuevo... nada les interrumpió. Pero no por ello debían bajar la guardia. El bosque tenía cientos de ojos puestos en ellos, acechando para atacar en el mejor momento.

Debían recuperar su paz... como fuera.

 

Dante Miles [6/8] [91/100]

Por alguna razón, el hecho de que estuvieran pasando sin problemas lo hacía sentirse un poco más inseguro solo por el hecho de que sentía que eso solo era un indicio de que algo los estaba observando y no dudaría en simplemente aparecer en su camino.

Contenido oculto

1.- Nada
2.- ???
3.- Pokémon débil
4.- Pokémon débil
5.- Pokémon fuerte
6.- Nada
7. ???
8.- Nada
9.- Pokémon débil
10.- ???

 

Fue otro Glaceon el que frenó el paso de Dante, furibundo. ¿Qué era lo que les tenía tan molestos a todos los pokémon de aquel lugar? ¿Tendría algo que ver con el destello que vieron? En cualquier caso no era el mejor día para sembrar el caos entre los tipo hielo, porque los ataques del pokémon se dirigieron hacia ellos con una fuerza abrumadora.

¡Cuidado, Dante!

Contenido oculto

"Con una fuerza abrumadora"
Dado: jsjs jokes on you

 

Nikolah Cruz (6/8) [62/100]

Derrapé en la nieve en cuanto un enorme Beartic apareció frente a nosotros. Rodé hacia un costado para esquivar su primer ataque, y me incorporé. Maldición, iba a ser complicado atravesar un obstáculo tan grande. Sin embargo, el espíritu acudió raudo, distrayendo al pokémon lo suficiente como para que mostrara una apertura por su flanco. Y obviamente, la aproveché, pasando por su costado, apenas rozándolo.

Contenido oculto

Bueno, Nikolah se acaba de comer alto zarpazo (?

Lista Actualizada
1.- ???
2 - ???
3.- Sanación
4.- ???
5.- Nada
6.- Pokémon débil
7.- ???
8.- ???
9.- Pokémon débil
10.- ???

 

La doncella aturdió lo suficiente al Beartic para perderlo de vista al cabo de unos pesados minutos cargados de incertidumbre. No podría contener demasiado tiempo a una bestia de su tamaño, así que solo quedaba seguir corriendo todo lo rápido que pudiese, sin volver la vista atrás.

[Nada]

 

Nikolah Cruz (7/8) [62/100]

Al parecer, no había esquivado al Beartic lo suficientemente rápido. Una sombra se movió por el rabillo de mi ojo, y antes de que pudiera reaccionar, sentí un tremendo impacto en el hombro izquierdo, que me lanzó volando como un trompo por los aires. Caí de cara al suelo, y todo se volvió negro por unos segundos.

El ruido de la batalla entre la doncella y el pokémon logró hacer que volviera a mí mismo. Intenté incorporarme, pero una punzada de dolor invadió mi pecho y mi hombro. Al pasar una mano, sentí un tacto caliente. Bajé la mirada. Tres marcas de garra me recorrían toda la extensión desde mi hombro hasta el centro de mi pecho. Y manaban sangre carmesí de manera profusa. Apreté los dientes. Mierda, no había sido lo suficientemente rápido. El dolor era insoportable, y me ardía el pecho de solo respirar. El frío a mi alrededor no ayudaba para nada.

Pero no podía quedarme allí. Tenía que continuar. Con un gruñido, logré incorporarme, ayudándome de un árbol. Tenía la vista nublada, y los oídos me pitaban. Vamos, no era lo peor que había sufrido. Me palmeé un poco el rostro, para volver a mí. Miré hacia atrás. La doncella seguía peleando con el Beartic, impidiendo que se me acercara. Podía salir corriendo ahora, aprovechando que estaba distraído. Pero no iba a dejar a la muchacha detrás.

Solté un agudo silbido, poniendo los dos dedos meñiques de mi mano en mi boca, que resonó por todo el bosque.

— ¡Vamos, ya estoy de pie! ¡Tenemos que continuar!— grité, ocultando una mueca de dolor.

Inspiré, llenando mis pulmones de aire helado, y soltando vahos de vapor por mi boca. Miré hacia el frente, y volví a correr.

Por suerte, en el trayecto siguiente no nos encontramos con ningún otro pokémon. Aproveché ese momento para terminar de rasgarme la remera, ya que tenerla colgando y manchada de sangre no serviría de nada. Arrojé la tela raída a un costado, y me envolví el torso con la manta, para intentar frenar un poco la hemorragia. No iba a hacer mucho, pero al menos iba a proteger la herida.

No podía caer ahora.

Lista Actualizada
1.- ???
2 - ???
3.- Sanación
4.- ???
5.- Nada
6.- Pokémon débil
7.- ???
8.- Nada
9.- Pokémon débil
10.- ???

 

El espíritu observó con horror la herida en el pecho de Nikolah, mientras este le gritaba que acelerase el paso en la distancia. Estaba sangrando, y temió por la vida de la persona que se había adentrado al bosque con el único objetivo de ayudarla. Se desplazó a gran velocidad, adelantándole, y le obligó a detenerse en algún punto, colocándose frente a él. El chico no parecía entender por qué le detenía en un momento así, pero pronto sintió su herida dejar de sangrar, y aquella luz blanca envolver de nuevo su cuerpo.

Ya no le dolía al respirar. Era poco, pero... era lo único que podía hacer por él ahora.

[+10 de vida]

 

Nikolah Cruz (8/8) [72/100]

— ¿Qué ocurre?— pregunté, algo alterado, mientras veía como la doncella me frenaba el paso.

Antes de que pudiera reaccionar, esa dulce luz blanca volvió a envolverme, y volví a sentir aquella sensación de paz que me había invadido anteriormente. La presión en el pecho se había distendido un poco, y sentía el cuerpo un poco menos entumecido. Al menos, podía respirar medianamente con normalidad. La herida iba a volver a abrirse en cuanto volviera a correr, pero era un alivio momentáneo.

Le sonreí de manera cálida, e hice el ademán de tomarla con la mano, aunque mis dedos atravesaron su etéreo ser de luz.

>> Gracias.

Lista Actualizada
1.- ???
2 - ???
3.- Sanación
4.- ???
5.- Nada
6.- Pokémon débil
7.- ???
8.- Nada
9.- Pokémon débil
10.- ???

 

Dante Miles [7/8] [91/100]

Otro pokémon y Arcanine también se encargó de neutralizar el ataque que iba hacia ellos para darles la oportunidad de seguir avanzando, ya era suficiente que tuvieran la luna azul encima pero, ¿habría algo más que los motivara a estarlos atacando de esa forma?

Contenido oculto

1.- Nada
2.- ???
3.- Pokémon débil
4.- Pokémon débil
5.- Pokémon fuerte
6.- Nada
7. ???
8.- Nada
9.- Pokémon débil
10.- ???

 

Dante Miles [8/8] [91/100]

Trató de apresurar su paso un poco más para tratar de alejarse de aquel Glaceon y así terminar de cortar distancias con Cayden y los demás miembros de la patrulla luego de que aquel pokémon los retrasara un poco, sentía que solo quedaba un poco, solo tenían un pequeño esfuerzo más y quizás ya pudieran dejar de lado ese camino.

 

Contenido oculto

La doncella volvió a sanar las heridas de Nikolah como bien podía y continuaron recorriendo el sendero nevado a toda velocidad. Los pokémon se acercaban en grupos cada vez más grandes, ralentizando el avance con mayor frecuencia. La oscuridad engullía todo a su paso, haciendo imposible vislumbrar una salida. El camino se hacía interminable, las heridas dolían y la esperanza iba mermando junto con las energías de la doncella, quien había consumido una gran cantidad de su poder en el trayecto.

Una manada de Sneasels hicieron barricada y tuvieron que desviar el camino hacia la derecha, rodeando los troncos de los árboles lo más rápido que podían. Varias siluetas se dibujaron en la distancia, presumiblemente de una nueva horda de criaturas salvajes, pero debían seguir avanzando. Confiar en que el poder de la doncella sería suficiente para llegar a la salida del bosque, salir de aquella situación con vida.

Sin embargo, todo pareció cobrar un nuevo sentido cuando llegaron hasta él voces humanas, traídas por el viento en un susurro extraño, lejano.

—¡Rápido, por allí!

—¡No os quedéis atrás, chicos! ¡Vuestros pokémon no aguantarán demasiado!

La doncella detuvo su avance de súbito, girándose en la dirección de las voces. Se volvió hacia Nikolah, y en un abrir y cerrar de ojos cambió su dirección, contra todo pronóstico. Al chico no le quedó más remedio que seguirla, la luz de la antorcha iluminando apenas un metro frente a sí. Las voces se hicieron cada vez más fuertes, y con ella aparecieron una serie de luces, reflejadas en los troncos de los árboles. ¿Linternas?

—¡Eh, mirad! ¡Allí hay alguien!

La luz cegadora del aparato se clavó en sus ojos, haciendo que detuviese de golpe la carrera. El destello revoloteó inquieto a su alrededor cuando cinco hombres y dos chicos aparecieron frente a ellos, agitados y magullados por la carrera. Lentamente Nikolah los reconoció, y parece que los entrenadores también a él. Amak pareció comprender la situación: ese era el muchacho que buscaban. Lo observó con cautela, analizando sus heridas, y estuvo dispuesto a avanzar hacia él de no ser porque...

—¡Cuidado, atrás!

El estallido de una nueva andanada de ataques golpeó con contundencia el tronco de un árbol cercano, cercenándolo y haciendo que se abalanzase hacia ellos con un ruido sordo. Los hombres se apartaron con rapidez, pero no fue así en el caso de los entrenadores. Cuando el árbol pareció estar a punto de rozarles, un destello de luz los cegó, emergiendo como un campo de fuerza que fue capaz de evitar el golpe. Cuando abrieron los ojos, los hombres de Amak contemplaron con asombro la figura de la doncella, apartando con una increíble fuerza el obstáculo y salvando así a los chicos de una muerte segura.

El jefe abrió los ojos, asombrado.

—Esa es...

—¡Amak, viene una nueva horda!

El hombre no tuvo tiempo de recomponerse. Los pokémon se dirigían incansables hacia donde se encontraban, con el enorme árbol separando su camino del de los muchachos. Observó a Nikolah, pensando rápido su siguiente movimiento, y pronto hizo su decisión.

—Nosotros seguiremos avanzando —sentenció, dándoles la espalda—. No podemos volver, no con las manos vacías. Encontraremos a mi hermano y a la flor de cristal, vosotros volved a casa.

A pesar de la severidad en sus palabras, podía notarse en su rostro contraído una tensión palpable. Con un movimiento de su mano los hombres se levantaron del suelo, y tras recuperar el collar de manos de Cayden echaron a correr hasta perderse en la distancia. Ahora no tendrían a sus pokémon consigo... pero tenían a aquella extraña presencia.

Debían confiar en que el resto encontraría lo que buscaban. Mientras tanto, era hora de salir de allí.

No había tiempo que perder.

Contenido oculto

Seguiré con el siguiente post en la cabaña, podéis postear finalmente por aquí <3 El evento se cortará de momento, así que hemos llegado al final de la primera parte. ¡Bien hecho, chicos!

 

Dante Miles

"¡Eh, mirad! ¡Allí hay alguien!"

Su corazón se aceleró mas si es que eso era posible cuando escuchó a los hombres de Amak gritar eso, ¿sería el hombre que les faltaba? ¿Nikolah? Tan solo quería que sus piernas pudieran correr un poco más rápido y que la luz llegara más lejos para poder divisar de una vez por todas quién era el que estaba por los bosques, quería sentir tan siquiera que estaba seguro de una vez por todas.

Y lamentablemente tardó en divisarlo cuando sintió a Arcanine ponerse frente a él para frenar su carrera luego de que la luz fuera demasiado intensa, cerró sus ojos por unos momentos y cuando sintió que ya no había brillo comenzó a abrirlos con lentitud, parpadeando una y otra vez para que sus ojos se ajustaran al ambiente nuevamente. Cuando por fin pudo reconocerlo un suspiro de alivio salió de sus labios sin que pudiera evitarlo, ¡estaba allí! Y tan siquiera desde su lugar parecía en una pieza aunque algo herido.

—¡Niko...!

"¡Cuidado, atrás!"

Ni siquiera tuvieron oportunidad de alejarse del lugar, pero si tuvo el instinto de ir hacia Cayden y de alguna forma tratar de cubrirlo aunque sabía que no iba a servir de absolutamente nada contra lo que se les veía encima, y aunque fuera algo que no hacía probablemente desde que dejó de ver a Ukita y normalmente utilizaba esa diferencia de alturas para poder cuidarlo un poco de las cosas que pudieran caerle encima.

...Pero el impacto nunca llegó, de hecho, cuando se dignó a abrir los ojos, estaban rodeados de una especie de campo de fuerza y una aparente doncella que alejaba aquel objeto de ellos que lo hizo suspirar y así alejarse lentamente del pelirrojo sintiendo que tenía el corazón en la garganta.

—¿Todo bien? —Murmuró revisandolo un poco ignorando un poco lo que Amak les había dicho, y luego notando como de golpe Arcanine regresaba de forma involuntaria a su pokébola una vez que le quitaron aquel collar a Cayden —Gracias por todo, espero...espero que encuentren a su hermano. —Lo necesitaban encontrar, para que así todos pudieran estar a salvo de una vez.

Finalmente pudo acercarse a Nikolah y le dio un corto abrazo lleno de alivio para tampoco molestar sus heridas —Por Arceus Nikolah... estábamos preocupados por ti, ¿te duele mucho? —Se colocó a su lado para que se pudiera apoyar en él en caso de que le doliera caminar —, necesitamos volver a la cabaña para atenderte, no es seguro que estés aquí fuera.

Contenido oculto

No encontre ninguna cosa de referencia, pero, espero que se pueda imaginar bien a alguien intentando cubrir como el cuerpo de la otra persona o su cabecita para que no se den en la madre, gracias (?

 

Nikolah Cruz

El calor volvió a envolverme, mientras sentía como el dolor del pecho remitía un poco. Torcí el gesto al notar la figura de la doncella. Parecía que estaba usando demasiado poder, pues si figura comenzaba a perder brillo y forma. Maldición, no debería estar usando tanta energía en mí. Si hubiera reaccionado a tiempo ante aquel Beartic...

Un grupo de Sneasel cortó mi línea de pensamiento de cajón. Derrapé, y agarrándome al tronco de un árbol, viré para cambiar de dirección. Solté un gruñido de dolor. La tensión había hecho que el hombro se resintiera. Por calmantes que fueran los bálsamos de luz de la doncella, una herida tan profunda como esa no podía sanarse así nomás. No con los movimientos violentos y el cansancio que tenía encima. Pero no me iba a detener. Había pasado cosas peores, vamos. Un rasguño de morondanga no iba a afectarme. La cabeza comenzaba a darme vueltas.

— ¡Rasguño de morondanga, dije!— grité para mí mismo.

Los sentidos se me despertaron al sentir otras voces humanas durante el camino. Nos miramos con la doncella. Probablemente era la mejor opción. Viramos rápidamente hacia las voces, y las luces de una linterna prontamente se distinguieron entre las ramas. Cansado y aturdido como estaba, en mi loca carrera, tropecé con una raíz sobresaliente, cayendo al suelo. En cuanto intenté levantarme, pude notar que la manta había quedado enganchada entre varias ramas. Ni me iba a poner a hacer fuerza para soltarla. Le tendría que conseguir a Aleck otra. Me desembaracé de la prenda y continué corriendo. El frío nunca me había molestado, menos lo iba a hacer ahora.

Al final, logramos llegar con aquel grupo. Y mi corazón dio un vuelco al encontrar a Aleck y a Cayden entre los otros hombres. ¿Qué hacían ellos allí? ¿Y quienes eran estas otras personas? Estaban vestidas de manera similar al otro sujeto. Sin embargo, no pude reaccionar para nada más, pues, con un grito de advertencia, un tronco se separó completamente del suelo, cayendo de manera inexorable hacia nosotros. Quise saltar hacia un costado, apartar a los otros dos chicos del camino, pero caí en una rodilla. Vamos, cuerpo, ¿fallándome ahora? Que dramático.

Y otra vez, la doncella nos salvó. Agradecido, le sonreí de vuelta, de manera cansada.

— Gracias.— dije, de manera débil, mientras hacía un esfuerzo por ponerme de pie.

Todo lo demás pasó muy rápido. Los hombres continuaron su camino, arrebatándoles a los chicos un collar, y diciendo que debíamos salir de allí. Antes de que pudiera hacer algo más, Dante ya se había acercado a un costado, preguntándome si todo estaba bien, dándome un ligero abrazo que me hizo soltar una mueca de dolor involuntaria.

— Eh, nada que una buena siesta no solucione.— sonreí, como si no estuviera con el torso desnudo y tres cortes sangrantes que iban desde mi hombro izquierdo hasta mi pectoral derecho.— Tenemos que salir de aquí.

Agradecí su apoyo, a pesar de que la diferencia de altura lo hacía algo complicado. Lo iba a necesitar para poder escapar de aquel lugar.